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GUÍA DE APRENDIZAJE REACCIONES QUÍMICAS

NIVEL: 1° MEDIO
Nombre: __________________________________ Fecha: _______________

Objetivos de Aprendizaje:
(1). Descripción cuantitativa, por medio de la aplicación de las leyes ponderales,
de la manera en que se combinan dos o más elementos para explicar la formación
de compuestos (2). Aplicación de cálculos estequiométricos para explicar las
relaciones cuantitativas entre cantidad de sustancia y de masa en reacciones
químicas de utilidad industrial y ambiental, por ejemplo, en la formación del agua,
la fotosíntesis, la formación de amoníaco para fertilizantes, el funcionamiento del
“airbag”, en la lluvia ácida.

Cambios químicos y físicos


La materia se encuentra en todo momento experimentando transformaciones.
Dependiendo del resultado que se obtenga, diremos que se trata de un cambio
físico o de un cambio químico.

Cambios físicos

Un cambio físico es una transformación en la que no varía la naturaleza interna


de la materia, es decir, la sustancia varía en su apariencia física, pero no en su
composición.

En este caso, la transformación de las sustancias es parcial, lo que les permite


volver a su estado inicial. Veamos algunos tipos de cambios físicos:
Cambios químicos
Un cambio químico es una transformación en la que varía la naturaleza
interna de la materia, es decir, la sustancia vana tanto en su apariencia física
como en su composición. Estos cambios químicos también se denominan
reacciones químicas. Veamos algunos tipos de cambios químicos:

Las reacciones químicas

La Química, como ciencia, se ocupa del estudio de las propiedades de la materia


así como de los cambios físicos o químicos que esta experimente con la
concurrencia y transformación de algún tipo de energía.

Cuando se produce un cambio físico en la materia no varía la naturaleza de las


sustancias, ya sea estén constituidas por elementos o compuestos; tampoco se
originan sustancias nuevas, sino que solo cambia la forma o el estado de
agregación de ellas. Ejemplos de estas transformaciones son los cambios de
estado (sólido ↔ líquido ↔ gas), los que ocurren con la intervención de la energía
térmica y han sido ampliamente estudiados en cursos anteriores de Ciencias
Naturales.

Si se produce un cambio químico, una o más sustancias se transforman en otra u


otras sustancias que poseen propiedades diferentes a las de las sustancias
iniciales.
A los cambios químicos se les denomina reacciones químicas, que consisten en la
combinación de elementos o compuestos para formar nuevas sustancias o en la
descomposición de compuestos en sus elementos u otras sustancias. Esto
necesariamente implica la ruptura de algunos enlaces entre los átomos y la
generación de otros; por consiguiente, las reacciones químicas están directamente
vinculadas al enlace químico.
En general, en las reacciones químicas ordinarias intervienen los electrones del
último nivel energético de los átomos. Esto quiere decir que obedecen a
fenómenos electrónicos. Sin embargo, existen otros tipos de reacciones, como las
nucleares, que dan lugar a nuevas sustancias mediante la modificación del núcleo
atómico. Este tipo de reacciones es el que ocurre, por ejemplo, en el interior de las
estrellas.

Ya sabemos que las reacciones químicas existen, pero ¿cómo evidenciarlas?


Cuando se mezclan dos sustancias, en muchos casos no ocurre una reacción
química. Estas mantienen su composición y propiedades originales. Se necesita
entonces una evidencia experimental para poder afirmar que ha ocurrido una
reacción química; por ejemplo:
• un cambio de color.
• la formación de un sólido o precipitado en una disolución.
• el desprendimiento de un gas en forma de burbujeo en una disolución.
• el desprendimiento o la absorción de calor, manifestado por el cambio de la
temperatura en el recipiente de reacción.

Sin embargo, en algunas reacciones químicas no aparece ninguno de estos


signos. En estos casos, para decidir si se produjo una reacción química es
necesario recurrir a un análisis químico de la mezcla que detecte la aparición de
nuevas sustancias
Reconocimiento de las reacciones químicas

Una reacción química es un cambio profundo de la materia, o sea, una o varias


sustancias se transforman en otras sustancias diferentes debido a que su
composición y propiedades se modifican. Las sustancias que se transforman, bajo
determinadas condiciones, se llaman reactantes, y las que se producen se
denominan productos.
Representación de las reacciones químicas

Las reacciones químicas se representan con ecuaciones químicas, las que


relacionan las cantidades relativas de reactantes o reactivos, que corresponden a
las sustancias que reaccionan, con los productos, que son las sustancias que se
generan. Los elementos y compuestos que participan en una reacción química se
representan por sus símbolos y fórmulas químicas, respectivamente, agregando
además, el estado físico de los reactantes y productos: sólido (s), líquido (ℓ),
gaseoso (g). Para las sustancias disueltas en agua se utiliza la abreviación ac.

Analicemos la ecuación química que representa lo que sucede cuando se


enciende una cinta de magnesio, Mg, en presencia de aire.

La ecuación refleja la reacción de combustión del magnesio. En ella se produce la


oxidación del Mg y se libera energía en forma de luz blanca intensa. Los
reactantes son el magnesio y el oxígeno, mientras que el producto de la reacción
es óxido de magnesio, MgO, un polvo blanco.
La flecha, →, que separa a los reactantes de los productos indica el sentido en
que la reacción se desarrolla. En este caso la flecha tiene solo un sentido; por lo
tanto, indica que la reacción es irreversible.

Esta ecuación muestra, además, si en el proceso se absorbe o se desprende


energía, y sobre la flecha se señalan las condiciones para producir la reacción. En
ocasiones se requiere aplicar una energía llamada energía de activación para
iniciar la reacción; en este caso es una llama.

La ecuación química debe estar balanceada, es decir, tiene que haber el mismo
número de átomos a ambos lados de ella, pues debe cumplir la ley de
conservación de la masa, que veremos más adelante. Para lograr el equilibrio se
agregan los llamados coeficientes estequiométricos delante de la fórmula o
símbolo de cada sustancia que participa. Para este caso, dos átomos de magnesio
reaccionan con una molécula de oxígeno y producen dos fórmulas unitarias de
óxido de magnesio con desprendimiento de energía luminosa.

Si en una reacción química los productos pueden volver a reaccionar para formar
los reactivos originales, se considera a la reacción como reversible. Lo anterior se
simboliza con una segunda flecha en sentido contrario.

Un ejemplo de una reacción reversible es la del hierro (Fe) con vapor de agua
para producir óxido de hierro o magnetita, Fe3O4, e hidrógeno, H2.

¿Por qué es reversible esta reacción? Porque cuando se hace pasar hidrógeno
gaseoso sobre magnetita en caliente se produce hierro y vapor de agua. El calor
corresponde a la energía de activación necesaria para que ocurra la reacción.
La energía y las reacciones químicas

En una reacción química no solo desaparecen algunas sustancias y se forman


otras, sino que también suceden intercambios de energía potencial con el medio
ambiente.

Cada sustancia química constituye una reserva de energía potencial, que depende
del tipo de átomos que conforman a la sustancia y de las uniones o enlaces
existentes entre ellos.
Mientras más fuerte es el enlace, mayor es la energía que contiene.

Como sabemos, en una reacción se rompen los enlaces de los reactantes y se


forman nuevos enlaces en los productos. ¿Cómo se vincula la energía en esto?
Pues bien, para romper un enlace se necesita energía y al formarse un enlace se
libera energía; esto quiere decir que en todas las reacciones químicas participa la
energía.

Si la energía de los reactantes es mayor que la de los productos, la reacción que


se produce libera energía. En este caso, la reacción se denomina exergónica. La
energía desprendida se puede manifestar produciendo calor, energía eléctrica, o
también originando luz.

Si la energía de los reactantes es menor que la de los productos, la reacción


ocurre sólo si se le suministra energía al sistema reaccionante. En este caso, la
reacción se denomina endergónica. La energía absorbida se puede suministar
mediante calor, luz o energía eléctrica.

Veamos como ejemplo de un proceso reversible la formación y la descomposición


del agua.

La siguiente ecuación representa la formación de agua a partir de hidrógeno y


oxígeno gaseosos:

Esta reacción es exergónica o espontánea, aunque requiere para su inicio que se


aplique una chispa y se inflame el hidrógeno, es decir, necesita una energía de
activación.
La descomposición de agua en hidrógeno y oxígeno se puede realizar mediante
electrolisis, proceso que requiere aplicar una corriente eléctrica (energía).

La ecuación anterior nos está indicando que la descomposición del agua es un


proceso endergónico o no espontáneo; sin embargo, si se le aplica una energía
al sistema, la reacción igual ocurre, a pesar de ser no espontánea.
La fotosíntesis es un proceso mediante el cual las plantas elaboran su alimento.

Es la reacción química más importante que ocurre en ellas, y como sucede solo en
presencia de energía lumínica o solar, es clasificada como una reacción
endergónica.

En la fotosíntesis se producen reacciones químicas que convierten el dióxido de


carbono (CO2) atmosférico y el agua en azúcares y oxígeno (O2) con la ayuda de
la luz solar. La clorofila, concentrada en las hojas verdes, es un pigmento que
capta la energía proveniente del Sol. Este es un ejemplo típico de transformación
de la energía solar en energía química. Consta de muchas reacciones químicas
sucesivas, pero se puede representar en forma simple con la ecuación.

Tipos de Reacciones Químicas

Combustión
La combustión. Las reacciones de combustión se producen entre sustancias
ricas en energía química, llamadas combustibles, con el oxígeno, que se
denomina comburente. Estas reacciones son rápidas, generan en muchos casos
CO2 y H2O y, además, desprenden luz y calor.

Un ejemplo de cambio químico o reacción química exotérmica que observamos


Cotidianamente es la que ocurre cuando encendemos el carbón para preparar un
asado.

Para poder hacerlo aplicamos un trozo de papel ardiendo, lo que implica agregar
una energía de activación para que se inicie el proceso de la combustión del
carbón.

El carbón reacciona con el oxígeno atmosférico y libera energía térmica y


lumínica.

Como en muchas reacciones químicas se produce calor o se absorbe calor, para


referirnos a ellas se utilizan los términos reacciones exotérmicas y endotérmicas,
respectivamente.

Analicemos algunos ejemplos:

La combustión del gas, la gasolina o el querosén en autos o aparatos domésticos


como chimeneas, calderas o calentadores de agua puede producir monóxido de
carbono, gas que es muy tóxico cuando se respira en niveles muy elevados. La
ecuación química en este caso es la siguiente:

En general, los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural


reaccionan con el comburente, que es el oxígeno del aire, liberando calor y luz en
forma de llama

Oxidación
La oxidación de algunos metales. ¿Has observado el cambio que experimenta un
clavo de hierro cuando se expone a la intemperie durante algún tiempo? Este
cambio se conoce como corrosión.
La oxidación es la transformación de un metal en otro compuesto mediante una
reacción química con alguna sustancia de su entorno. Generalmente, en este tipo
de reacciones intervienen el oxígeno, el agua, ácidos o sales.

La reacción del hierro, del cobre y de otros metales con oxígeno atmosférico
también son reacciones exotérmicas. La diferencia con la combustión es que la
energía se libera lentamente y es mucho menor. Además, no producen llama.
Una reacción típica de corrosión es la acción del O2 y la humedad sobre el hierro
metálico, lo que da lugar al óxido férrico o herrumbre. La reacción química en este
caso es:

La corrosión del hierro en ambientes en que no hay suficiente oxígeno, como en


los estanques enterrados, produce magnetita negra, Fe3O4, que puede ser
considerada como un óxido mixto entre óxido férrico, Fe2O3, y óxido ferroso, FeO.
Los óxidos de hierro son porosos y no adherentes, por lo cual pueden producir la
destrucción total del metal.

En el aluminio se forma una capa de óxido de aluminio, Al2O3, que se adhiere


fuertemente a la superficie del metal, por lo que es impermeable al paso del
oxígeno y del agua, y por esto protege al metal contra una corrosión posterior. Las
latas de bebidas contaminan nuestro entorno y son una evidencia de que la
corrosión del aluminio es muy lenta. Además, el aluminio es fácilmente reciclable y
puede ser reutilizado.

La combustión de los combustibles fósiles y la corrosión del hierro son ejemplos


de reacciones químicas en que las mismas sustancias pueden generar distintos
productos, dependiendo de las condiciones en que se produzca la reacción.
Otros ejemplos de reacciones exotérmicas son:

• La reacción de magnesio, Mg, con ácido clorhídrico, HCl, cuya ecuación es:
Cloruro de magnesio
Mg (s) + 2HCl (ac) →H2 (g) + MgCl2 (ac) + calor
• La reacción de los metales alcalinos con agua, genera hidrógeno, H2, y calor. Un
ejemplo es la reacción del sodio, Na, con agua, H2O, cuya ecuación es:
2Na (s) + 2H2O (ℓ) →2NaOH (ac) + H2 (g) + calor

Neutralización ácido-base

Los ácidos y las bases son unos de los grupos de compuestos químicos más
comunes.

En nuestras casas encontramos sustancias ácidas, como el vinagre y el jugo de


limón, y otras básicas, como algunos limpiadores que contienen amoníaco.
Cuando se mezcla una disolución de ácido con una disolución de base

Para determinar la acidez o basicidad de una sustancia se utiliza una escala de


pH. Por ejemplo, una disolución de ácido perclórico (HCI04) 0,05 M es mucho
menos corrosiva que una de 1 M. El grado de acidez depende de la concentración
de protones en disolución, y se establece de acuerdo a un valor llamado pH. Para
conocer este valor se emplea el papel indicador de pH, que adquiere diferentes
colores según el tipo de disolución.

Precipitación

Ocurre cuando se combinan dos o más disoluciones que producen un producto


sólido insoluble llamado precipitado. Generalmente, en este tipo de reacciones
intervienen compuestos iónicos en disolución, los que son atraídos por otros iones
de carga opuesta, por lo que se unen formando un precipitado sólido.
Un ejemplo es la precipitación del yoduro de plomo:
Pb(NO3)2(ac) + 2 KI(ac) → PbI2(s)↓ + 2 KNO3(ac)
Al mezclar una disolución de nitrato de plomo (Pb(NO3)2) con yoduro de potasio
(KI), se genera un precipitado amarillo insoluble de yoduro de plomo (PbI 2), el cual
se indica en la ecuación química por una flecha hacia abajo (↓).

Dos procesos claves para la vida: Fotosíntesis y Respiración Celular


La mayor parte del oxígeno presente en la atmosfera es producido por las plantas,
bosques y cultivos, y por el plancton marino, como resultado de la fotosíntesis. Al
mismo tiempo, las células de todos los seres vivos necesitan oxígeno para poder
realizar todas sus funciones vitales, en un proceso llamado respiración celular.

Fotosíntesis

A diferencia de las células animales, en las vegetales existen unos organelos


llamados cloroplastos, que contienen en su interior el pigmento esencial de la
fotosíntesis: la clorofila, capaz de absorber la luz solar.

Respiración Celular

Cuando un ser vivo, incluidos nosotros los humanos, incorpora el oxigeno


que se libera en la fotosíntesis, se inicia otro proceso vital: la respiración celular.

La respiración celular es una reacción química que ocurre en el interior de las


células. Consiste en la oxidación (combinación con el oxígeno) de moléculas
sencillas como monosacáridos (glucosa) y aminoácidos con el fin de obtener de
ellos la energía necesaria para vivir.

La ecuación química que representa la respiración celular es:

Si atendemos a su ecuación química, la respiración celular puede calificarse


como una reacción de combustión, ya que hay combinación
con el oxígeno, producción de agua y dióxido de carbono, además de
Liberación de energía. Pero en los seres vivos es una combustión controlada,
en que la energía generada se almacena como reserva energética
en moléculas especializadas denominadas ATP, y otra parte se libera
como energía térmica.

En suma, el oxígeno es el gas fundamental que comanda dos procesos esenciales


para la vida y en nuestro entorno.

Actividades
Asocia cada fotografía con el tipo de reacción química. Escribe la letra en el
casillero correspondiente

Clasificación de las reacciones químicas

Ya hemos señalado que existen dos categorías de reacciones químicas, las


exotérmicas y las endotérmicas. Sin embargo, como son muchas, los químicos
consideran útil clasificarlas de acuerdo a sus similitudes. Veamos ahora los cuatro
tipos de reacciones más simples: de síntesis, de descomposición, de
sustitución simple y de sustitución doble

Reacciones de síntesis
Este tipo de reacciones implica la combinación directa de dos o más reactantes
para producir un producto. Los reactantes pueden ser elementos o compuestos.
En general, se pueden simbolizar de la siguiente forma:

La síntesis de cloruro de hierro (II) a partir de hierro y cloro es una reacción de


combinación directa:

Reacciones de descomposición
En estas reacciones, un único reactante se descompone, y forma dos o más
productos.

Son las reacciones opuestas a las de síntesis y se pueden simbolizar en forma


general de la siguiente manera:

Como ejemplo, podemos mencionar la descomposición del agua oxigenada en


agua y oxígeno. La ecuación de esta reacción es la siguiente:

Reacciones de sustitución simple

En este tipo de reacciones, un elemento reemplaza a otro que forma parte de un


compuesto.

Los productos de este tipo de reacción son un nuevo elemento y un compuesto


distinto.

Se simbolizan como sigue:


• La reacción de cinc con ácido clorhídrico es un ejemplo de una reacción de
sustitución simple. La siguiente es su ecuación.

Esta reacción es común para todos los metales que son capaces de reaccionar
con ácido clorhídrico.
• Otro ejemplo es la reacción en que el cinc reemplaza al cobre de una solución
acuosa de sulfato de cobre (II).

Las reacciones de sustitución simple ocurren bajo ciertas condiciones. Por


ejemplo, si se hace la reacción inversa, el cobre no reemplaza al cinc.

Reacciones de sustitución doble


Estas reacciones se denominan también de metátesis, que en griego significa
“trasponer”.

Son aquellas en que los iones en solución acuosa de dos compuestos


intercambian sus posiciones y generan, por ejemplo, un compuesto poco soluble.
Se ajustan a la siguiente ecuación general.

La precipitación de cloruro de plata a partir de nitrato de plata y cloruro de sodio es


un ejemplo de este tipo de reacciones.

Las reacciones de precipitación son ejemplos de reacciones de sustitución doble.


Las reacciones de neutralización ácido-base en las que intervienen hidróxidos
iónicos son también de sustitución doble. El H+ del ácido se combina con el OH–
de la base para formar agua.

El anión del ácido y el catión de la base forman la sal. Esto se refleja en una
ecuación de la siguiente manera:

El cambio neto de las reacciones de sustitución doble implica sacar iones de la


disolución, ya sea por precipitación o por formación de un compuesto molecular
como el agua, en las reacciones de neutralización.

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