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Traducido por: Marcela Mercado, TO. Revisado por: Carmen Gloria de las Heras. TO.
Las teorías clásicas de la motivación, de reducción de impulsos, son inadecuadas para revertir
la conducta de un individuo desmotivado. Este artículo ofrece el concepto de
causalidad personal corno un medio alternativo de comprender la motivación humana.
Esta noción se examina en dos modos de comportamiento, llamados peón y origen, en
un intento de comprender el complejo proceso del comportamiento auto iniciado y
autoguiado. Se proponen cuatro perspectivas para la intervención terapéutica que
promueven el comportamiento motivado en los pacientes. Ellas incluyen considerar los
siguientes aspectos: las expectativas de éxito o fracaso, la orientación interna v/s
externa, la creencia en las habilidades y el sentido de eficacia.
Un compromiso actual con los principios originales requiere que los TO se interesen en
incentivar la participación del paciente en el proceso de tratamiento. La meta de la
intervención de TO es satisfacer las necesidades del paciente con una disfunción
emocional, física y cognitiva a través del "involucramiento activo " en las actividades, lo
que desarrollará las habilidades y los hábitos necesarios para la vida diaria.
Los temas de mayor interés en este acercamiento terapéutico son: la disponibilidad del
paciente para involucrarse en la actividad, el valor que es dado por el paciente a la
participación en esta actividad y el uso futuro de las habilidades que serán
desarrolladas en el proceso. Para algunos pacientes, la explicación de las habilidades
que se adquieren a través de la actividad y la actual participación están íntimamente
relacionadas. Sin embargo para otros, los sentimientos de duda, inquietud y no
importancia están siempre presentes. Estos sentimientos a menudo crean un obstáculo
en el proceso terapéutico y son generalmente anotados en nuestros casos como "falta
de motivación". Estos son los casos donde los métodos usuales de confrontar los
intereses, metas, valores y el nivel actual de habilidades de un paciente con una
apropiada actividad terapéutica no dan resultado. Por el contrario, el TO empieza a
descubrir que el paciente tiene un patrón de desinterés e inhabilidad, característico de
su estilo de vida.
El Problema:
El Propósito:
El problema que se encara al trabajar con casos que no responden o progresan es: ¿Cómo
puede ser desarrollado el deseo para un comportamiento auto iniciado? ¿Que
comportamiento es el más provechoso para los individuos en su ambiente particular y
también para mantener una fuente de motivación?
Motivación y Adaptación
Teorías de la Motivación:
Las teorías clásicas de la motivación están basadas en los principios de un comportamiento
orientado o en búsqueda de metas, hasta un nivel de necesidades viscerogénicas
(tisulares). Los impulsos son originados de las necesidades que están en déficit, tales
como el hambre, la sed y el sexo. Estos impulsos son una condición necesaria para la
actividad y el aprendizaje. Los impulsos internos activan o alertan al organismo y su
cualidad poderosa y persistente promueve la actividad que eliminará el estado de
necesidad y así, reducirá el impulso. Los estudios que llegan a esta información fueron
hechos sobre seres no humanos, con un parentesco lejano al hombre en la escala
filogenética. Los seres humanos son energizados por un Sistema Nervioso (SN) más
elaborado que el de las ratas, gatos, perros, etc. El SN del hombre es una fuente de
impulsos tales como la exploración, la manipulación y la actividad. Estos impulsos no
se originan de estados internos de déficit. El aprendizaje que se produce no se basa en
una respuesta consumada o una reducción de impulsos. El aprendizaje que ocurre en
la interacción ambiental es mucho más complejo que el aprendizaje explicado por los
estados de impulsos viscerogénicos. Las habilidades simbólicas del hombre, la
excepcional capacidad para recibir, comunicar, almacenar y procesar información lo
distingue y ubica en un sitio diferente de todos los otros organismos vivientes. Los
impulsos biológicos del hombre son enfocados y elaborados por el sistema social en el
cual interactúa. Así, una teoría aceptable de la motivación humana para el desempeño
debe establecer no solamente por qué las metas son intentadas y buscadas, sino
también incluir los factores que influencian como se buscarán, como son ejecutadas y
el significado que tienen para el individuo que las logra o no.
Causalidad Personal:
La causalidad personal se define como "la iniciación (por parte de un individuo) del
comportamiento destinado a producir un cambio en el ambiente". El postulado básico
es que la propensión motivacional primaria del hombre es ser efectivo en la producción
de cambios en su ambiente. Como el hombre busca ser el agente causal de su
comportamiento, el locus de causalidad descansa dentro del individuo y es provocado
o incentivado por una combinación única de determinantes psicológicos y físicos de un
individuo en un momento dado. La noción central para el concepto de causalidad
personal es el feedback. Esta es la herramienta que nos permite evaluar los resultados
de nuestro comportamiento y establece la guía para los comportamientos futuros. Si el
resultado deseado es obtenido, el individuo desarrollará un sentido de "tener un efecto"
y un sentimiento de éxito en controlar el ambiente. El comportamiento futuro depende
de las estimaciones hechas relacionadas con la probabilidad de que una cierta
conducta llevará a un resultado esperado.
Peón y Origen:
Para elaborar más acerca del concepto de causalidad personal, DeCharms caracteriza dos
modos dominantes de comportamiento, el peón y el origen. Los elementos del peón
son bien descriptos por el sentimiento de un ser movidos por una fuerza externa a uno.
Tiene poca importancia en sí mismo y es utilizado por el gusto de otros, más que por su
propia satisfacción. Los individuos que manifiestan ser como peones en su
comportamiento, no aceptan su culpa en las situaciones en las cuales ellos se perciben
como víctimas. Ellos ven pocas oportunidades para escoger ya que se sienten forzados
y no libres para tomar una decisión. Cuando esto se experimenta regularmente, la
orientación peón se centra alrededor del sentimiento que las acciones están siendo
determinadas por fuerzas externas, más allá de nuestro control. Los refuerzos o
efectos de la conducta se cree que están controlados por la suerte, la chance, el azar,
etc. Esta clase de conducta tiene un locus de control externo.
Cuando esto ocurre, da por resultado un estado patológico que interfiere con o limita a la
persona para adquirir independencia en las tareas de la vida diaria.
Como el concepto de interacción lo dice, el avance del desarrollo o el déficit es típicamente una
materia de ciclos benignos y viciosos. Al lanzarse sobre la trayectoria correcta, la
persona probablemente acumulará éxitos que fortalecerán su orientación hacia el
mundo, mientras adquiere, al mismo tiempo, el conocimiento y las habilidades que
hacen sus posteriores éxitos más probables. Su involucramiento ambiental
generalmente los llevará a la gratificación y a una creciente competencia y a un
desarrollo favorable. Si tenemos un mal comienzo, por otro lado, luego encontrará
fracasos que lo harán ser renuentes a ensayar. Lo que para otros serán desafíos, para
él serán amenazas.
Los T.O. están entrenados para observar la calidad en el desempeño de las habilidades del
paciente. Ellos analizan las actividades y las tareas y las dividen en pasos fácilmente
manejables y razonablemente estructurados, compatibles con las habilidades del
individuo. Estas son las habilidades que provee el terapeuta con la habilidad para
interrumpir y revertir el “ciclo vicioso de fracaso". Las experiencias pasadas del
paciente, tanto los éxitos como los fracasos, proveen una base sobre la cual juzgar
cómo ellos se desempeñaron y desempeñarán en el presente y futuro. Es importante
confrontar las habilidades con las tareas disponibles.
El tipo de actividad debiera ser escogida por el paciente, pero el ligar las capacidades a las
tareas es responsabilidad del terapeuta.
Orientación interna v/s externa:
Los individuos orientados internamente (origen) quienes se ven a sí mismos con poder y control
serán más activos debido a su creencia en que las habilidades que poseen satisfacen
los requerimientos de la tarea. Ellos son capaces de juzgar en forma segura sus
habilidades, basándose en su conocimiento personal, en que ellos han desarrollado
tareas similares en el pasado y que ellos conocen cuáles habilidades utilizar.
Los individuos externamente orientados (peones) se sienten controlados por fuerzas externas.
Ellos son pasivos, debido a que tienen la creencia de no tener influencia sobre lo que
les sucede. Ellos no analizan el hecho de poseer ciertas habilidades y recursos sobre
los cuales descansa. En el pasado, sus experiencias parecen menos bajo su control y,
más dependientes de la suerte y la chance. Ellos simplemente desempeñan la tarea
como si fueran dirigidos o requeridos con poca iniciativa.
Aún si las vías nerviosas han sido severamente dañadas y el control motor se ha perdido, los
individuos aún conservan la habilidad y el derecho de una determinación interna de su
comportamiento.
Posterior a un trauma o daño, las habilidades necesitan ser adquiridas en situaciones menos
serias que lo que el mundo real tolera. Esto da al individuo una posibilidad de “ensayar"
las habilidades sin serias consecuencias. La exposición a un rango de posibilidades
provee de oportunidad para explorar, establecer y evaluar prioridades para nuestra
vida. El terapeuta debe permitir que los individuos definan sus gustos. El proceso
terapéutico entonces, llega a ser útil para los individuos a medida que ellos reconocen
lo que es razonable y cómo puede ser logrado.
Sentido de eficacia:
Los individuos que han adquirido los recursos y las habilidades y las utilizan para efectuar
cambios en el ambiente tendrán un sentido de eficacia. Ellos sentirán confianza, serán
capaces de manejar las tareas diarias que deben ejecutar para sobrevivir. Sin un
sentido de eficacia, los individuos se sentirán poco importantes, con muy poco valor.
Las habilidades que no son personalmente útiles e importantes se atrofian en un lapso corto de
tiempo, por lo que se deben confrontar con las metas del paciente.
Janice Burke. (1983). Del Libro Health Through Occupation de Gary Kielhofner. Extracto del
Capítulo: “Definiendo la Ocupación”.
En la visión que Freud tenía del desarrollo, la necesidad de gratificación era la característica
más importante, la que contribuía al bienestar emocional y a la formación de la
personalidad. Las revisiones posteriores de esta teoría cambiaron el énfasis en lo
referente a las influencias básicas sobre el organismo, desde la influencia instintiva,
hacia la relación humana. Nuevamente el énfasis dado a los estados de necesidad
dominaban la visión de la motivación humana: la necesidad del amor materno, de la
aprobación parental, de la aceptación de los padres.
En un intento por explicar la motivación o la persistencia en una actividad después que los
impulsos han sido satisfechos o cuando están ausentes, White utilizó el concepto de
competencia:
"La competencia de un organismo significa su habilidad o aptitud para llevar a cabo aquellas
transacciones con el ambiente que den por resultado el mantenerse, desarrollarse y
enriquecerse".
El concepto de competencia, a diferencia de las conceptualizaciones anteriores, no explica el
comportamiento basándose solo en los déficits tisulares o en los estados de necesidad.
Más bien, White postula un sentimiento de eficacia, el que incluye los impulsos para la
manipulación, exploración y la actividad. Este impulso de eficacia lleva al organismo a
buscar la interacción efectiva con el ambiente. Por medio del continuo involucramiento
en, y del aprendizaje acerca del mundo, los individuos llegan a estar mejor equipados
para satisfacer las demandas de peligro o las situaciones de supervivencia que puedan
encontrar. El aprendizaje es considerado como un proceso continuo que se da siempre,
independiente de las necesidades tisulares.
Berlyne hablo del rol del SNC y de su relación con la motivación de eficacia. Explicó que el SN
estaba programado de tal forma que se involucraba en actividades perceptivas o
intelectuales por su propio gusto. De acuerdo a Berlyne, los organismos humanos
experimentan estados placenteros de "conflicto y estímulo" cuando encuentran
información acerca del ambiente. Los individuos seleccionan la información a la cual
atender basándose en sus niveles óptimos de alerta y en su interés individual por el
estímulo nuevo. Los comportamientos exploratorios activados por tal estímulo son
únicas para cada individuo a medida que se involucra en la interacción ambiental.
DeCharms ofrece una explicación más amplia de la motivación, a la que denomina causalidad
personal. Este concepto propone que el comportamiento es función, no solamente de
los eventos físicos (tales como los estados tisulares) sino también de causas
personales (ej., la experiencia de ser una causa). El comportamiento se desarrolla en el
recién nacido en una compleja trama de aprendizaje a partir de la experiencia y del
impulso de tener un efecto sobre el ambiente. Los niños repetidamente se observan a
sí mismos causando cambios en los objetos de su mundo físico, y van desarrollando
gradualmente una comprensión de su habilidad para trasladar las cosas físicas. Estos
efectos le proporcionan información en reacción a sus sentimientos de causalidad. A
medida que pasa el tiempo, el niño logra una visión de sí mismo como capaz de tener
un efecto sobre una amplia variedad de áreas.
El postulado básico propuesto por DeCharms es que “la propensión motivacional primaria del
hombre es el ser efectivo en la producción de cambios en su ambiente”. Dos modos de
comportamiento que representan los extremos finales del continuo de efectividad, son
denominados Origin y Peón. Los individuos que manifiestan conductas de Peón son
más propensos a sentir que tienen pocas elecciones con relación a lo que hacen y son
menos capaces de sentirse en control de sus acciones. Por el contrario, los Origin
sienten que tienen control sobre lo que les sucede y están más alertas a las
oportunidades del ambiente. Aquellos que creen que pueden controlar su propio
destino probablemente estarán alertas a aquellos aspectos del ambiente que le
proporcionen información útil para su conducta futura, para tomar las medidas a fin de
mejorar su situación, darán un valor mayor a las destrezas y estarán preocupados e
interesados por sus habilidades. En el otro extremo, están las personas que creen que
lo que les sucede es un resultado de la suerte, el destino o de otros poderosos.
Escogiendo conceptos para la Terapia Ocupacional
Tradición teórica