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FISIOLOGIA ANIMAL II
Dra. MVZ María José Vargas Artiga
Grupo 9
1
Objetivos
Objetivo General:
Estudiar la fisiopatología del paro cardíaco y como poder restablecer y
recuperar a un paciente que está sufriendo PCR.
Objetivos Específicos:
Identificar los conceptos principales que definen la fisiopatología de paro
cardiorrespiratorio.
Identificar cuando un paciente está sufriendo un paro cardiorrespiratorio.
Aprender técnicas de RCP para restablecer y optimizar la perfusión cerebral
y cardiaca durante el período de PCR.
2
Fisiopatología del Paro Cardiorrespiratorio (PCR)
1) Detención de la circulación
2) Umbral de isquemia
Se conoce que los pacientes que presentan paro cardiorrespiratorio fuera del hospital
tienen un pésimo pronóstico y en general la mayoría de estos pacientes llegan muertos.
Cuando el paciente llega en condiciones de reanimación, en menos del 5% se ha logrado
el éxito de la misma y casi todos estos pacientes fallecen horas después de estar
hospitalizados. Cuando el paro ha ocurrido dentro del hospital, la restauración de la
circulación depende de las condiciones clínicas del paciente; previas al paro, la duración
del mismo, su causa y la recuperación del estado post-resucitación.1
SIGNOS CLÍNICOS
1 Montoya, M.
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Basados en lo anterior sólo los pacientes en los que la causa del PCP sea reversible
(reflejos vagales, accidentes anestésicos, hipoxias agudas, etc.), serán sometidos a las
maniobras de resucitación, siempre y cuando no haya pasado más de 6-7 minutos.
Aquellos pacientes que llegan al PCP como evento final de un proceso mórbido, el cual no
puede ser solucionado, no deben ingresar dentro de categoría de pacientes a tratar, ya
que nunca se lograra la supervivencia a plazo inmediato, justamente por mantenerse la
enfermedad causal.2
ETIOLOGÍA
Debe diferenciarse entre una parada respiratoria aislada, donde el corazón puede seguir
aportando oxígeno a la sangre durante unos minutos, y una parada cardíaca primaria,
donde la circulación y la respiración cesan por completo.
Una situación muy similar a la del choque circulatorio es el paro circulatorio, en el cual
cesa bruscamente toda circulación sanguínea. Ocurre sobre todo en la mesa de
operaciones a consecuencia de paro cardiaco o fibrilación ventricular.
El paro cardíaco suele resultar de falta de oxígeno en la mezcla anestésica gaseosa, o del
efecto depresor de la propia anestesia. Casi siempre puede restablecerse un ritmo
2 Belerian, C
3 Carrillo J, 2000
4
cardiaco normal solamente suprimiendo el anestésico y procediendo al masaje cardíaco
durante unos minutos, mientras se enriquecen los pulmones del paciente con volúmenes
adecuados de oxígeno ventilatorio.
4 Guyton, A.C
5 Profesor Asistente. Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
5
FISIOPATOLOGÍA DEL PARO CARDIORRESPIRATORIO
Durante este, se produce una detención súbita del flujo sanguíneo con la consecuente
disminución del flujo sanguíneo al cerebro y los demás órganos extracerebrales, lo que
origina la muerte celular o muerte biológica. Dicha muerte sucede 4 a 6 minutos luego del
cese de las funciones cardiorespiratorias (muerte clínica). El daño cerebral irreversible se
produce 10 minutos luego del paro. Luego de producirse la isquemia cerebral secundaria
a la disminución de la presión de perfusión cerebral, se aumenta el volumen vascular
cerebral por un fenómeno de vasodilatación compensadora, que aumenta la presión
intracraneana, lo que disminuye más la presión de perfusión cerebral, y por tanto se
agrava la isquemia. Ésta conlleva disminución marcada del ATP (fuente de energía) más
notoria en el cerebro que en el corazón. Lo anterior aumenta el calcio intracelular que
activa la fosfolipasa A2, con formación de ácido araquidónico y radicales libres de oxígeno
que activan tromboxanos que llevan a la muerte celular.
Fibrilación ventricular
Taquicardia ventricular sin pulso y fibrilación ventricular
Asistolia
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exceso de radicales libres y el acúmulo extracelular de neurotransmisores, con la
consecuente activación de receptores y estimulación neuronal en circunstancias de fallo
de aporte de oxígeno y glucosa, parecen ser pasos importantes en los procesos que
conducen a la muerte neuronal. Estos mecanismos conducirían a un daño secundario de
la microcirculación cerebral, por edema y lesión endotelial, formación de agregados
celulares intravasculares y alteraciones de la permeabilidad y reactividad vascular,
ocasionando el fenómeno de “no reflujo”, cerrando el círculo y perpetuando el proceso6.
El tiempo que lleva en un animal adulto normal a temperatura ambiente el llegar a la fase
de muerte celular por isquemia no es mayor a 4-5 minutos7.
Los principios que rigen el aporte de flujo sanguíneo a los diferentes tejidos se pueden
resumir en 3:
El flujo sanguíneo a todos los tejidos del cuerpo está casi siempre controlado de
forma precisa en relación con las necesidades de los tejidos.
El gasto cardiaco está controlado principalmente por la suma de todos los flujos
tisulares locales.
En general, la presión arterial está controlada de forma independiente por el
control del flujo sanguíneo local o por el control del gasto cardiaco. Durante el PCR
el organismo no tiene una manera de dirigir algún flujo sanguíneo que transporte
O2 hacia los tejidos que más lo requieren. Los tejidos más nobles, llámense
corazón y cerebro, pierden la capacidad de asegurar un flujo mínimo que asegure
la integridad celular y tisular. No existe un fenómeno de redistribución de los flujos
determinado por los consumos o necesidades de los órganos periféricos. La
relación de gasto cardiaco con resistencia vascular sistémica y presión arterial no
funciona.
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conseguir el retorno a la circulación espontánea. Esta maniobra de desfibrilación eléctrica
es la más efectiva que se conoce para conseguir lo anterior; el énfasis en establecerla
muy precozmente se fundamenta en los objetivos primarios de la reanimación en PCR.
Durante el PCR con un ritmo cardiaco distinto de fibrilación ventricular o cuando se está a
la espera del aparato desfibrilador, se inicia la realización de las maniobras básicas de
reanimación. Buscando el mismo objetivo de aportar un flujo circulatorio a los diferentes
órganos, se procede a realizar el masaje cardiaco externo (MCE)8
El daño cerebral por anoxia sucede a los pocos minutos del paro.
El éxito de la reanimación depende de la prontitud con que atendemos el paro.
8 Kern KB. Importance of continuous chest compressions during cardiopulmonary resucitation. 2002.
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FASES DE LA REANIMACIÓN
Dos son los fármacos vasopresores que se incluyen en la terapia del PCR: epinefrina y
vasopresina, con niveles de recomendación y/o evidencia bajos. La justificación de su uso
estaría en que al producir un efecto vasopresor sistémico, permitiría una redistribución del
escaso flujo generado por el MCE hacia el corazón y cerebro. Recordemos que estos
órganos son los que mejor establecidos tienen los mecanismos de protección ante la
hipoxia, con un claro predominio del efecto de los mediadores tisulares de la hipoxia, de
efecto vasodilatador, frente al efecto vasopresor sistémico. Sin embargo, no es claro que
lo anterior realmente ocurra durante el PCR o que su importancia sea determinante. Por
9
eso el bajo grado de la recomendación del uso de vasopresores frente al MCE o
desfibrilación9.
Si bien el manejo tanto de la vía aérea como de la ventilación del paciente es muy
importante durante el PCR, no son la primera prioridad en la mayoría de los casos de
pacientes adultos. Al ser de origen cardíaco coronario, la mayoría de los PCR en adultos
ocurren en condiciones de oxigenación sistémica normal. Es decir, el volumen sanguíneo
que constituye el volumen circulante efectivo al momento de ocurrir el PCR, está
adecuadamente oxigenado; la Hb está adecuadamente saturada con O 2. El problema es
que ese volumen no circula. Por lo anterior en una primera etapa de un PCR de reciente
ocurrencia no es necesario priorizar el inicio de la ventilación y menos el aporte
suplementario de O2. La prioridad estará puesta en el rápido inicio de al menos el MCE y
la desfibrilación si corresponde. Posteriormente se instaurará el apoyo o control de la
ventilación con algún nivel de aporte de O2.10
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Conclusiones
Es importante conocer la fisiología del organismo animal para así poder identificar
un mal funcionamiento y diagnosticar una fisiopatología para poder dar un
tratamiento.
El sistema cardiovascular es el encargado de llevar la sangre rica en nutrientes,
transporte de hormonas y oxígeno a todos los órganos y las células de todos los
tejidos para un funcionamiento normal.
El paro cardíaco es conocido también como paro cardiorrespiratorio que es
cuando el corazón no tiene la capacidad de bombear sangre con la presión
suficiente a todo el organismo, por lo cual no hay oxígeno, los pulmones tratan de
compensar y ahí es donde empiezan los órganos empiezan a sufrir por el
sobreesfuerzo provocando el PCR.
Los fármacos no curan a un paciente con problemas cardíacos y no nos asegura
que el paciente pueda morir pero les ayuda a disminuir los episodios, y que los
paros cardiorrespiratorios sean menos intensos.
Los signos clínicos característicos del paro cardíaco son la ausencia de pulso,
sonidos cardíacos, movimientos respiratorios, dilatación de pupilas, ausencia del
tiempo de llenado capilar, son indicativos de paro cardiopulmonar y hace necesario
los procesos de reanimación.
Como futuros médicos tenemos el deber y la responsabilidad de conocer las
técnicas de RCP, tener el conocimiento de fármacos a utilizar para la recuperación
de nuestro futuro paciente ya que cada paro cardiorrespiratorio los órganos se ven
dañados de una manera irreversible.
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Referencias
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Bibliografía
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