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Aproximaciones al Método y al Análisis

Teológico de la Realidad

Alberto Parra, S.J. *

"La acción pastoral planificada deberá realizarse en un pro-


ceso de participación de las comunidades y personas intere-
sadas, EDUCANDO LAS EN LA METODOLOGIA DEL
ANALISIS DE LA REALIDAD A PARTIR DEL EV AN-
GELIO" (Puebla 1307).

l. APROXIMACIONES AL METO- 1) al pluralismo de las experiencias


DO TEOLOGICO DE ANALlSIS históricas del hombre y de las co-
DE LA REALIDAD munidades cristianas situadas en
diversas épocas y coyunturas; 2) a
la ineludible contingencia humana,
1. La libertad de Métodos teológi- incapaz de expresiones definitivas y
cos de experiencias totalizantes; 3) a la
trascendencia del misterio cristiano
En la casi bimilenaria historia del no susceptible de ser descrito, expe-
cristianismo han sido múltiples los rimentado y totalizado en un siste-
sistemas empleados para la com- ma único y de una vez para siempre.
prensión, reflexión y expresión co-
herente del hacer y del saber cristia- Surge por eso el pluralismo de las
no. Esa multiplicidad ha obedecido: interpretaciones históricas de la re-

Docto' en Teología, Universidad de Strasburgo; Profesor en la Facultad de Teología, Universi-


dad Javeriana, Bogotá.

ALBERTO PARRA, S.J. 33


velación y de la fe; el pluralismo de 2. Los Métodos Teológicos: Identi-
métodos de análisis y de sistemati- dad y Complementariedad
zación; es decir, el pluralismo teo-
lógico con el que constantemente El momento actual es rico en
se enriquece el patrimonio cristia- tendencias. perspectivas o corrien-
no. Así, la historia del hacer cristia- tes que se esfuerzan por reflexionar
no va interrelacionada con la histo- y actuar históricamente al cristia-
ria del saber y del formular cristia- nismo en base a diversos principios
nos. y métodos. Señalamos aquí las más
destacadas.

La Iglesia no impone como ex- La llamada "teología kerygmáti-


clusivo ni obligante un método, un ca" se fundamenta en el principio
tipo único de análisis, un esquema o de que Dios se ha revelado en y por
una sistematización teológica, por- la palabra, o cuando menos que la
que eso sería contradecir la histori- palabra contiene y proclama la reve-
cidad de las comunidades cristianas, lación de Dios; por ello se instituye
así como implicaría el desconoci- un método de análisis de la palabra
miento del derecho y del deber de en varias perspectivas (semántica,
que cada generación apropie, inter- gramatical, estructural, crítica de la
prete y viva el cristianismo desde su historia de las tradiciones y de las
propia situacionalidad, en su cultu- formas que conformaron el texto
ra peculiar, en las categorías antro- escrito, redaccional, etc.). La reali-
pológicas y sociales propias. Hoy la dad con la que se trabaja es con la
renovada conciencia de la historici- palabra escrita en la literatura inspi-
dad y de la concreción hace surgir rada de los dos Testamentos y
con ímpetu el proceso de incultura- demás documentos literarios ecle-
ción del cristianismo tanto en la siales. El interés o finalidad que se
expresión teológica, como en la persigue es desentrañar el sentido
celebración sacramental, como en que los autores quisieron consignar
la acción pastoral. en los textos como camino para
llegar al contenido de la revelación
en la palabra y de la enseñanza ecle-
Existe sí una expresión simbólica sial por la palabra.
o formulación de comunes y funda-
mentales experiencias cristianas. Las conocidas "teologías de cor-
Son los símbolos comunes de la fe. te social" (de la secularización, de
A ellos está referido el cristiano en la muerte de Dios, política, de la
modo obligatorio y vinculante, por liberación, etc.) se fundamentan
su libre pertenencia a la comunidad preferentemente en el principio de
eclesial. que la revelación, la fe, el cristianis-
mo han de tener una eficacia secu-
lar como emancipación o liberación
Se hace entonces posible vivir la real de las personas de sus condicio-
unidad de la fe en la pluralidad de nes inhumanas o infrahumanas de
la reflexión, de la expresión, de la vida. De ahí que como método ins-
celebración y de la acción cristiana. tauren un proceso de reflexión teo-

34 APROXIMACIONES AL METODO V AL ANA LISIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


lógica desde la praxis concreta de tario en el escenario teológico uni-
liberación social, política, económi- versal ha sido dura y quizás excesi-
ca y cultural. La realidad con la que vamente criticada de reducirlo todo
se opera es la estructura social al estatuto de una racionalidad exe-
inhumana o infrahumana para repu- gética, a una desorbitada identifica-
diarla, mejorarla o sustituírla según ción de la revelación con el texto, a
las exigencias de justicia y fraterni- una deshistorización de la palabra, a
dad que brotan del evangelio. El una declaración teórica de sentidos
interés o finalidad que se persigue con escasa repercusión en la vida
es la emancipación o liberación concreta de los hombres; y hasta
real de hombres concretos y de sería posible que su talante empí-
comunidades reales. rico-exegético haya contribuído en
no poco a un positivismo teológico
La "teología histórico-herme- que mira con éxtasis el pasado de
néutica" se apoya en el principio la salvación y de la revelación
básico de que la revelación de Dios como si allí y sólo allí todo estu-
se da en y por la historia de los viera dicho, resuelto y realizado;
hombres responsables y libres; y positivismo que conduce inevitable-
que esa revelación acaece en hechos mente al dogmatismo textual y
históricos interpretados luego por la tiende a hacer del cristianismo una
palabra (Dei Verbum 2). De ahí que religión de libro, de archivo, de exé-
establezca un método hermenéuti- gesis para derivar doctrinas a las
co-histórico para la interpretación que el hombre se acomoda. Una
de la historia de ayer y de hoy desfasada racionalidad exegética
como historia de salvación y de re- prepararía buenos peritos en semán-
velación a la luz de la palabra. La tica bíblica y en gramática dogmá-
realidad con la que se trabaja es la tica, pero no precisamente agentes
historia real, concreta, situada, de de transformación y de cambio.
personas y de comunidades, aconte-
cimientos que se constituyen en A su vez, la teología de corte so-
signos anunciadores y comunicado- cial cuyo desarrollo se enmarca en
res de los designios de Dios en la las situaciones dramáticas del "ter-
historia. El interés o finalidad que cer mundo" ha sido criticada no sin
se persigue es el sentido como razo- dureza y sin injusticia de desorbitar
nabilidad de la historia en cuanto el estatuto epistemológico propio
digna de ser vivida y de ser hecha de la teología en aras de la episte-
en una praxis de transformación mología de las ciencias sociales, y
que depende de Dios y del hombre. de ofrecer una simbiosis de lo teo-
lógico con lo sociológico que ya no
Pero es claro que aquello que cons- podría hablarse de correlación sino
tituye la especificidad de cada pers- de supeditación casi omnímoda de
pectiva y de cada método implica la teología a la ciencia social; el
también sus propias limitaciones. interés programático de la praxis de
En efecto: liberación socio-económica y polí-
tico-cultural recorqu-ía o ensombre-
La teología de corte kerygmático cería el panorama de lo trascenden-
que hasta hace poco fue actor soli- te y otras densas zonas de libera-

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ción; ello podría conducir a una no Por lo demás, el no reconocer los
aceptable identificación entre pra- límites inherentes a cada perspec-
xis de fe y praxis de liberación y a tiva y a cada método da por resul-
un posible ensombrecimiento de tado el endurecimiento intransigen-
otras praxis eclesiales. El constitu- te, las radicales exclusiones de lo
tivo programático de la praxis de otro, la polémica agria, el integris-
liberación llevaría por necesidad mo defensivo y las temerarias justi-
implícitas muchas opciones de ficaciones de la persecusión contra
orden político, ideológico y estra- personas y comunidades en nom-
tégico que no podrían ser impues- bre de la verdadera doctrina.
tas por la revelación como revela-
ción, ni por la fe como fe, ni menos Los partidarios a ultranza de la
aún por la teología como teología. kerygmática han juzgado poco me-
Esto último explicaría que las ins- nos que sacrílego el inficcionar la
tituciones de teología difícilmente palabra de Dios de las sagradas es-
puedan montar sus currículos aca- crituras y de la dogmática eclesial
démicos en los parámetros de la teo- con las situaciones de opresión, de
logía social sin atropellar por eso miseria y de subdesarrollo del "ter-
mismo las libres opciones políticas, cer mundo". Como si la palabra
ideológicas y estratégicas de las per- de Dios contemplara semejantes
sonas y de los grupos. concreciones! La lectura situacional
de los textos desde el cautiverio o
Por su parte, la teología de corte desde la opresión o desde la depen-
hermenéutico recibe la crítica de no dencia o desde el avasallamiento o
salir todavía de los simples confines desde la depauperización no serían
a los que la redujo la hermenéutica sino simples formas de manipular y
textual; de contentarse todavía con de malinterpretar los textos y aque-
el simple rescate, remodernización llo que el autor quiso decir. Desde
o actualización del sentido de ver- esta esquina ,se lanza también una
dades, definiciones y tradiciones invectiva a las corrientes de herme-
que acusan hoy un gran sinsentido néutica teológica de la historia bajo
histórico. La hermenéutica pecaría el supuesto de que Dios habló en la
de utópica al proponer un sentido historia de Israel y de Jesús pero
de la historia operativo y transfor- que definitivamente enmudeció, y
mante, quedándose ella misma al que la historia subsiguiente de los
margen de las concreciones y reali- pueblos es poco menos que irrele-
zaciones, de las angustias y aspira- vante para la historia de la revela-
ciones de hombres con rostro y ción e incluso de la salvación. Reve-
corazón concretos. Así, la herme- lación y salvación estarían formal-
néutica por más de que se definiera mente condensadas en la historia
a sí misma como crítica y operati- primordial de Israel y de Jesús, que
va, existencial y transformadora de vendrían a ser simples arquetipos
la historia en el horizonte de lo de una historia actual vacía de con-
revelado, difícilmente podría ser tenidos; a los arquetipos bíblicos y
una teología diversa a la noética y dogmáticos habría que mirarlos
abstracta que hoy se revela tan pero no tocarlos como se hace con
sobradamente insuficiente. las piezas de un museo o, en el me-

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jor de los casos, se podría actuali- oscurezca, entonces, que la historia
zarlos bajo una condición: ne va- de Israel y de Jesús y la interpreta-
rientur! ción inspirada que de los hechos
ofrece la escrutura son momento
Desde el ángulo de la "teología singular, privilegiado, fundamental
social" se ha enrostrado a la keryg- y clave en la historia de la revela-
mática el pretender reducir el ción y salvación, y que por ello la
"dabar Yahweh" a una concepción historia de la revelación y de la
griega de la palabra como enuncia- salvación no es simplemente homo-
do, sin las connotaciones de eficacia génea e igualmente densa, sino que
histórica y de verdad verificable en tiene un punto climax y un momen-
la acción concreta antes que en la to constitutivo de referencia y de
idea abstracta; lo cual habría produ- verificabilidad al que se tiene acce-
cido ya no la primacía de la orto- so por la exégesis cuidadosa y pa-
doxia verbal sobre la ortopraxis ciente de la escritura. La homoge-
cristiana, sino también la suplanta- neidad absoluta de la historia y el
ción de la segunda por la primera; la desenvolvimiento histórico como
reacción contraria llevó a desplazar totalidad de revelación del Espíritu
la palabra hacia un segundo o un (Absoluto), con la consiguiente im-
tercer lugar en el proceso de refle- posibilidad de momentos privilegia-
xión teológica. Desde este mismo dos de la historia y de anticipacio-
ángulo, la teología hermenéutica ha nes escatológicas de la misma, es
sido tildada de no comprometida, concepción hegeliana de la que
de anclada en los reductos de la tiene que precaverse la hermenéu-
racionalidad exegética, de hacer el tica teológica de la historia como
juego al sistema y al status quo so- réveladora y como salvífica. Por lo
cial y eclesial por su pretensión de demás, sensible hasta el exceso a
reconquistar sentidos perdidos y todo desorbitamiento del estatuto
remodemizar cuanto el dinamismo peculiar de la teología hacia las
de la historia ha envejecido y des- regiones de lo puramente empírico
gastado; no siempre se tiene la cer- y sociológico, la perspectiva herme-
teza de que los críticos de la herme- néutica ha engrosado el número de
néutica hayan podido distinguir la las sirenas que precaven contra los
vieja hermenéutica simplemente escollos de las corrientes de la libe-
textual y la nueva hermenéutica ración.
histórico-crí1Jica para la interpreta-
ción operativa del presente de la Pero pasados los momentos de
revelación y de la salvación. dolorosa fricción, habrá que reco-
nocer y propiciar la complementa-
La perspectiva histórico-herme- riedad -no identificación- de las
néutica, por su parte, ha polemiza- varias perspectivas, métodos e inte-
do y ha subrayado lo proclive de la reses de hacer teología. Podrá, en-
kerygmática a propiciar un positi- tonces, justificarse la opción por
vismo histórico reprobable y un una perpsectiva y por un método,
consiguiente dogmatismo textual de sin exclusión ni excomunión de
la escritura y demás documentos otras posibilidades y de otros méto-
eclesiales; pero es posible que se dos. Cómo podría, en efecto, la

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teología de corte social prescindir hombre en su historia y en sus par-
de la kerygmática o de la herme- ticulares estructuras sociales en
néutica? Y cómo podría la herme- cuanto inteligibles y dignos de ser
néutica prescindir de las perspec- hechos y de ser vividos en el hori-
tivas sociales y kerygmáticas? Cómo zonte de la revelación y de la fe.
podría la kerygmática prescindir de
la hermenéutica de la historia de
aquí y de ahora o prescindir de la Deberemos, pues, reconocer a la
función emancipadora de situacio- par el carácter profundamente her-
nes que la santa palabra de Dios y menéutico y liberador de la función
la dogmática eclesial no pueden kerygmática, la índole hermenéuti-
legitimar ni encubrir? ca de la función social como praxis
de interpretación liberadora a la luz
La imprescindible relacionalidad de la kerygmática, y el ser profun-
de las varias perspectivas conduce a damente kerygmático y social de la
desbaratar la trampa que posible- hermenéutica de la historia que por
mente encierran las expresiones su espectro mucho más amplio co-
"teología kerygmática", "teología bija por igual a la función kerygmá-
social", "teología hermenéutico-his- tica y a la función social liberadora
tórica", como si se tratara de tres en las concreciones de lo político,
"teologías" independientes y exclu- social, económico y cultural. Quizás
yentes y no de tres funciones dife- por ello mismo la opción por la
rentes de la misma y única teología. hermenéutica es más ecléctica, más
Por su función hermenéutica la teo- mesurada y equilibrada. Porque, en
logía interpreta la historia toda del efecto, si la teología encuentra su
pasado y del presente abierta hacia natural articulación entre las cien-
el futuro, en el horizonte de lo reve- cias humanas hermenéutico-críticas
lado y de lo salvífica si es que Dios no es sino porque interpreta el
se revela verdaderamente en la his- acontecer de nuestra historia y
toria. Por su función kerygmática peculiarmente lo social, lo político-
la teología interpreta la historia de económico y cultural en el horizon-
Israel y sobre todo la historia de te de la palabra revelada y creída,
Jesús en quien la historia como así como interpreta la palabra en
reveladora y salvífica tiene su pun- la situación y desde la situación
to clímax, su modelo, norma y cri- concreta de la actual historia de
terio de inteligibilidad para una salvación.
praxis. Por su función social la teo-
logía interpreta particularmente la
estructura del engranaje social para
liberarlo, humanizarlo, cristianizar- Con todos los sentidos declara-
lo por una acción cristiana libera- dos, el método de análisis de la rea-
dora y transformante. lidad es para nosotros el método
propio de una hermenéutica de la
Si se pregunta por el denomina- historia de aquí y de ahora en el
dor común a todas las tres funcio- horizonte de la revelación y de la fe
nes de la teología nadie dudará en desde y para una praxis de libera-
situarlo en la liberación integral del ción integral.

38 APROXIMACIONES AL METODO V AL ANALlSIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


3. Condiciones de Posibilidad para que Dios insinúa su acción y su pre-
una Interpretación Teológica de sencia salvífico-reveladora.
la Historia
El carácter profundamente histó-
El dato fundamental que permite rico de la revelación y de la salva-
un replanteamiento de la labor teo- ción fue oscurecido por las perspec-
lógica en términos de interpretación tivas a-históricas de la teología doc-
o hermenéutica de la historia es el trinal, filosófica, gnoseológica. Ha
hecho de que Dios se revela en la sido mérito de la teología tanto
historia y por la historia. A este católica como protestante de este
propósito y para cabal COlI~P17~­ siglo reencontrar la veta histórica de
sión de estos enunciados es sIgnIfI- los orígenes, conformación y viven-
cativa la obra de Pannenberg-Rend- cia actual del cristianismo en nuevas
torff-Wilckens "La Revelación e inéditas experiencias históricas del
como Historia" (Ediciones Sígue- hombre de hoy.
me, Salamanca 1977). Porque Dios
se revela en la historia, aquéllo que
llega hasta nosotros en las páginas A partir de una revelación y sal-
de la escritura no es un acervo de vación insertas en la historia, es
conocimientos, un código moral o posible instituir una teología de la
un cuerpo doctrinal, sino una his- historia, esto es, una interpretación
toria: la historia del Pueblo de Is- de la historia desde el ángulo parti-
rael interpretada en su dimensión cular de la relación del hombre con
salvífica y reveladora; y, sobretodo, Dios en Jesucirsto o, si se prefiere,
la historia de Jesús interpretada, una interpretación del destino del
mundo y de la humanidad a la luz
igualmente, en su djmensión. saIv.í- de la revelación cristiana. Tal teolo-
fica y reveladora. En esa hIstona
y por esa historia Dios salva y sal- gía procurará disc~rnir el sent~do, ~a
coherencia y la unIdad de la hIstona
vando se revela. La subsiguiente his- (es decir, su carácter inteligible) a
toria de salvación es también ve- través de acontecimientos reales
hículo de divina revelación. considerados como portadores de la
revelación y de la salvación de Dios.
Los lineamientos de una teolo- En esta corriente de teología de la
gía de la historia no son in~e!lto historia hay que situar sin duda al
de última hora o moda teologlCa. Concilio Vaticano 11.
Los santos padres de la antigüedad
cristiana, antes de que la escritura
comenzara a ser empleada como Ahora bien: bajo qué condicio-
instrumento apologético o autori- nes es posible una hermenéutica
dad externa para sustentar tesis teológica de la historia? La pregun-
filosóficas, fueron insignes en la ta por la posibilidad de una teolo-
comprensión de la escritura como gía de la historia es pregunta por la
historia de salvación y de revela- posibilidad tanto de hacer como d~
ción, y en la interpretación de la comprender la historia como realI-
historia como salvífica y reveladora zación de un proyecto cristiano en
dentro de una dinámica de analo- el tiempo presente hasta el último
gía de experiencias históricas en las día en conjunción de analogía con

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el pasado histórico de la revelación que todo lo que acontece es deter-
y de la salvación. minado e impuesto por Dios" (Pue-
bla 308).
Respondiendo en forma negativa
a la pregunta formulada, creemos 2) En el caso de un teleologismo
que la teología de la historia queda- que conciba al mundo y a la histo-
ría imposibilitada en primer lugar ria como ineludiblemente endere-
en el caso de. una inadecuada con- zados a un fin (télos) ya de ante-
cepción de la historia, a saber: mano dado, impuesto, ineludible.
En esta perspectiva el hombre no
1) En el caso de un providencia- tendría para qué señalarse metas de
lismo falso que conciba al hombre y superación y de cambio sino con-
a la historia en las manos de una formarse a los planes diseñados por
providencia tal que quite al hombre dioses que mueven los hilos de la
su responsabilidad en el destino del marioneta humana. El fatalismo his-
mundo y de la sociedad. El provi- tórico (la moira) es la consecuencia
dencialismo exagerado ha calado inmediata de esta postura cuyos
hondo en la conciencia de gran nú- orígenes habrá que buscar en la
mero de cristianos de todas partes, concepción griega de la historia.
especialmente de los sectores eco-
nómicamente pobres y dependien- 3) En el caso de una visión apoca-
tes; ello da por resultado un gran líptica de la historia que afirma el
inmovilismo ante la historia, una "fin del mundo" como catástrofe,
gran conformidad con el statu quo, aniquilamiento o destrucción; con
una gran dosis de resignación que la consiguiente sustitución de este
opera como opio del pueblo: "Ante mundo y de esta historia por algo
los desafíos históricos que enfren- radicalmente diferente e inconexo
tan nuestros pueblos encontramos con el mundo presente de nuestra
entre los cristianos dos tipos de experiencia y de nuestro afán. Es
reacciones extremas: la de los pasi- claro que en estas visiones apocalíp-
vistas que creen no poder o no ticas la ascesis cristiana se enrumba
deber intervenir, esperando que por el desprecio del mundo y de la
Dios solo actué y libere" (Puebla historia y el hombre se constituye
275). "No se puede desconocer en en el gran desprogramado social,
América Latina la erupción del político, económico. No vale la
alma religiosa primitiva a la que se pena tomar en serio un mundo y
liga una visión de la persona como una historia ya desde ahora declara-
prisionera de las formas mágicas de dos en bancarrota.
ver el mundo y actuar sobre él. El
hombre no es dueño de sí mismo 4) En el caso de un positivismo
sino víctima de fuerzas ocultas. En histórico que condene al hombre a
esta visión determinista no le cabe la única posibilidad de repetir mo-
otra actitud sino colaborar con esas delos fijos, normativos, repetitivos,
fuerzas o anonadarse ante ellas ( ... ) conformativos a la historia del pa-
No pocos cristianos al ignorar la sado. Aquí juega papel decisivo el
autonomía propia de la naturaleza concepto de historia que se tenga,
y de la historia, continúan creyendo puesto que todavía para muchos la

40 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANALlSIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


historia es simple narración o, cuan- pasado y el presente, y entre el pre-
do más, filosofía de acontecimien- sente y el futuro. La teología de la
tos pasados (memoria rerum gesta- historia recibe guía inspirada y nor-
rum). Hoy, en cambio, otra es la mativa de la historia bíblica en
noción de historia que se maneja general y particularmente del acon-
cuando se afirma, por ejemplo que tecimiento fundamental de Cristo,
"del modo más urgente la Iglesia centro de la historia de salvación y
debería ser el lugar donde se for- de revelación. La teología de la
men hombres capaces de hacer la historia entra en conexión con el
historia y de impulsar eficazmente pasado salvífico, así como con el
la historia de nuestros pueblos hacia destino futuro del mundo y de la
el reino" (Puebla 274; ver 279). historia. La inteligibilidad de la his-
toria por el acontecimiento de
5) En el caso de un idealismo his- Cristo se ve, evidentemente, impo-
tórico que conciba la historia como sibilitada por una dialéctica tal que
producto de abstracción, de con- afirme la equivocidad plena en las
templación, de sistematización del etapas históricas, y no la conexión
pensar y del saber; antes que como analógica de las mismas.
producto de una praxis histórica de
transformación y de cambio, de Todas estas concepciones inade-
acción, de operatividad; "América. cuadas de la historia es claro que
Latina necesita hombres capaces de imposibilitan la hermenéutica teoló-
forjar la historia según la "praxis" gica de la historia. Pero además,
de Jesús, entendida como la hemos condición de posibilidad para insti-
precisado a partir de la teología bí- tuir una interpretación teológica
blica de la historia. El continente de la historia es que haya lugar para
necesita hombres conscientes de lo teológico en lo histórico. Es de-
que Dios los llama a actuar en cir, no podrá haber teología de la
alianza con El" (Puebla 279). historia allí donde no se pueda pre-
guntar a lo histórico por lo teoló-
6) En el caso de un materialismo gico:
histórico en el que se acentúa con-
venientemente la praxis histórica de 1) En el caso de una historia radi-
transformación y de cambio, pero calmente secular donde lo religioso
se concibe la historia como el resul- fuera apenas conciencia falsa, qui-
tado simple y llano de las fuerzas de mera, poesía, o proyección sicoló-
producción. Esta visión por su de- gica de las ansias insatisfechas del
terminismo económico lleva implí- hombre. La justa autonomía de la
cito un cierto teolologismo mista historia y del mundo, de las cien-
que hace del hombre una víctima cias, artes y oficios, sin teocracias
inexorable de las leyes socio-econó- ni clericalismos, no solo es recono-
micas. cida sino propiciada por la misma
Iglesia contemporánea (cfr. Gau-
7) En el caso de una dialéctica de dium et Spes 36; Evangelii Nun-
la historia de tal forma entendida tiandi 55; Puebla 434, etc.). Otro,
que niegue o que oscurezca los en cambio, es el juicio que merecen
nexos de relación analógica entre el las corrientes de secularismo histó-

ALBERTO PARRA, S.J. 41


rico: "En su esencia, el secularismo es decir, correlación con las situa-
separa y opone al hombre con ciones, ilusiones, angustias y necesi-
respecto a Dios; concibe la cons- dades de personas reales. Si esa
trucción de la historia como respon- correlación no pudiera establecerse
sabilidad exclusiva del hombre, y no ya a un simple nivel "piadoso"
considerado en su mera inmanencia. o extrinsecista sino hondamente
Es una concepción del mundo se- teológico y científico, la hermenéu-
gún la cual el mundo se explica por tica textual no pasaría de ser una
sí mismo sin que sea necesario información arqueológica, filológi-
recurrir a Dios: Dios resultaría su- ca, semántica, gramatical.
pérfluo y hasta un obstáculo"
(Evangelii Nuntiandi 55; cfr. Puebla Esta conjunción de texto y situa-
435). La historia no sería suscep- ción histórica real se hace en base a
tible de pregunta teológica alguna principios tales como estos:
ni de ser teológicamente interpre-
tada y vivida. 1) El yo que interpreta no es un
ser abstracto, aséptico, que puede
prescindir de sí mismo en el mo-
4. Riesgos de la Interpretación Teo- mento de interpretar para buscar un
lógica de la Historia sentido textual "en sí". El yo que
interpreta interroga a los textos
4.1. La inevitable inclusión del in- desde su mismidad, es decir, desde
térprete en la interpretación su situación y su historicidad.
textual e histórica
2) El yo que interpreta es parte
La hermenéutica puramente tex- fundamental de la interpretación
tual o exégesis antigua tuvo como misma. El intérprete es elemento
única preocupación desentrañar el interno de la interpretación. De
significado filosófico y gramatical ahí que cada intérprete deja la im-
de los textos, casi por completo de pronta de sí mismo, de sus ilusio-
espaldas a las situaciones históricas nes, inclinaciones y fracasos en
desde las cuales se interpreta. De cada una de las interpretaciones
allí las pretensiones de validez uni- que hace. Es que interpretar es bási~
versal: el mismo sentido para Euro- camente percibirse y comprenderse
pa, para Africa o para América Lati- a sí mismo con relación al momen-
na. Hubo quienes afirmaron la to histórico y al texto interpreta-
rotunda imposibilidad de una her- dos. Nadie pudiera hacer un análisis
menéutica textual de San Pablo o de la realidad saliéndose él mismo
de San Lucas para América Latina. de la realidad.

Hoy en cambio va siendo corrien- 3) Los textos del pasado eclesial


te la conjunción necesaria entre her- no pudieron ciertamente prever las
menéutica: textual y hermenéutica circunstancias históricas y las situa-
de la historia que se vive y que se ciones particulares de los intérpre-
hace. Ello da por resultado una lec- tes .en el decurso de la historia sub-
tura situada ysituacional de los tex- siguiente. Pero si el texto no es
tos de forma que ofrezcan sentido, apto para establecer la analogía de

42 APROXIMACIONES AL METODO V AL ANA LISIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


proporcionalidad o de correlación temor de algunos por las relecturas
cierta con las circunstancias parti- desde la situación histórica puede
culares del intérprete situado, ello conducir a la parálisis en la interpre-
significaría que el texto no es her- tación cristiana que sea significativa
menéuticamente renovable ni apto y con sentido para aquí y para aho~
para transmitir mensaje actual algu- ra. Por lo demás, si el evangelio ha
no, sino sólo datos del pasado sido interpretado, leído y releído
remoto con el único interés de sa- desde Oriente y desde Europa no
ber cómo fueron las cosas "in illo se ve la razón por la que no haya de
tempore" ! ser leído y releído desde la peculiar
situación de América Latina.
4) Los textos del pasado, espe-
cialmente de la escritura, tienen
sentido en cuanto coadyuvan a 4.2. La inevitable inclusión del in-
percibir el presente de salvación terés en la interpretación
y en cuanto ofrecen un puente de
correlación con la historia de sal- Está por demostrarse si la ya pro-
vación que acontece hoy, aquí, verbial "ruptura epistemológica"
ahora. Si el evangelio de Marcos o que se atribuye a Marx porque- to-
los textos de Pablo no pueden ser ma distancia de las teorías del cono-
hermenéuticamente correlaciona- cimiento puramente idealista, no
dos con la problemática conflic- marca un notable punto de enlace
tual de América Latina, con sus con el "conocer" de tipo bíblico:
ansias, esperanzas, logros y fraca- concreto, experimental, práxico, no
sos, significaría que la escritura sólo conceptual sino operacional,
nada tiene que decirnos y que es eficazmente relacionado con la ac-
artefacto de museo y pieza de ción tanto en su punto de partida
archivo. como en el de llegada. Desde este
ángulo de la ruptura epistemológica
5) Las relecturas del evangelio, un autor como Habermas (cfr.
como lo advirtió Juan Pablo 11 en el Erkenntnis und lnteresse, Frankfurt
discurso inaugural de Puebla (1,4) 1968) ha puesto de manifiesto in-
están expuestas a los riesgos de teresantes núcleos de innegable va-
teorización, inadecuación, reduc- lor:
ción e incluso de manipulación por
parte de quien lo interpreta desde 1) La praxis de tipo instrumen-
una situación dada. Sin embargo, el tal, o de tipo comunicativo, o de
evangelio tiene que entrar en con- tipo crítico-emancipatorio constitu-
junción con las categorías antropo- ye las tres esferas de interés que
lógicas y sociales de cada época y guían respectivamente a las ciencias
de cada cultura como lo enseñó Pa- empíricas, hermenéuticas, y socia-
blo VI en Evangelii Nuntiandi (63). les.
La historia de la hermenéutica cris-
tiana es historia de las relecturas 2) En cada uno de los tres tipos
circunstanciales del evangelio refe- de ciencias existe conexión interna
rido a la existencia histórica de in- entre teoría y pmxis, siendo la pra-
térpretes concretos. El excesivo xis viva la que guía a la teoría.

ALBERTO PARRA,S.J. 43
3) De ahí que la praxis determine ción de lo antiguo a nuevas circuns-
incluso la condición de posibilidad tancias. Interpretar es fundamentar
de las ciencias y del mismo conocer, razonablemente y dar sentido a una
aunque la misma praxis interdepen- praxis de transformación inteligente
da del conocer mismo; no claro de la historia; praxis de adultez, de
está al mismo momento ni por idén- liberación, de emancipación, y
ticas razones, no sea que alguien praxis de repudio y de impugnación
desprevenido o malicioso concluya a cuanto obstaculice la adultez, la
en el "monismo" de la praxis y en emancipación, la liberación.
el absurdo de que ella sea al mismo
tiempo y por idénticas razones cau- 7) Se sigue, entonces, que si las
sa del conocer y efecto del conocer. disciplinas hermenéutico-históricas
son las ciencias de la comunicabili-
4) El interés fundamental que dad, es decir de la tradición de la
mueve todo conocimiento es, en historia. y de la tradición de la cul-
definitiva, la emancipación o libera- tura, ellas deben identificar todo
ción del hombre: ya sea del yugo aquello con lo que es preciso esta-
de la naturaleza desencadenada (en blecer no una continuidad sino una
las ciencias empíricas), ya sea del ruptura, no una aceptación sino una
yugo de la sinrazón, del sinsentido resistencia, no una reedición sino
y de la fatalidad (en las ciencias una abolición.
hermenéuticas), ya sea del yugo
de la esclavitud y del despotismo, 8) Todo lo cual no prejuzga de
de la pobreza y de las condiciones una desorbitación del estatuto pe-
inhumanas de vida (en las ciencias culiar de cada una de las ciencias,
sociales). sino que subraya la íntima cone-
xión de todas con el proyecto social
5) De ahí la interna conexión de que es, en definitiva, el proyecto
las ciencias alfa, beta y gamma, y humano integral.
su respectiva interacción desde su
peculiar especificidad. Si a la praxis
instrumental y comunicativa se las 4.3. Los inevitables condiciona-
independizara de la fuerza crítica mientos de la ideología
y liberadora del hombre y de su
sociedad, las ciencias empíricas ser- Es amplia la gama de elementos
virían solo para consolidar los sis- cobijada por el término ideología.
temas tecnócratas y la sociedad de En un primer momento es el sesgo
consumo; las ciencias hermenéuti- mental propio de cada uno como
cas serían tan solo el soporte ideo- resultado del conjunto y estructura-
lógico de la ortodoxia del orden ción de sus ideas; de la propia esca-
establecido, o una interpretación la de valores e intereses; de la siste-
teórica alienante y distractora. matización filosófica, social o polí-
tica con la que más se identifica; del
6) Por eso lo interpretativo o her- conjunto de metas y de estrategias
nienéutico no es ni puede ser del que aplica para el logro de los inte-
orden de lo abstracto, de lo pura- reses Que lo animan. Se trata de la
mente textual, la simple transposi- propia y peculiar cosmovisión (Welt-

44 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANA LISIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


anschaung) o manera particular de comprensiones del trabajo exegéti-
ver la vida y de situarse ante ella. co, aunque a menudo los intérpre-
tes no sean conscientes de ello ( ... )
Si, como está dicho, el yo que in- Es evidente que cada intérprete va
terpreta pertenece a la interpreta- cargado con ciertas concepciones,
ción misma y el interés que persigue ya sean idealistas o sicológicas que
entra inevitablemente en la inter- se convierten en precomprensiones
pretación, se toma difícil admitir de su exégesis, las más de las veces
que existan análisis o interpreta- de modo inconsciente ( . . . ). Cada
ciones de la realidad histórica que intérprete depende ineludiblemente
sean apersonales o desinteresados y de las concepciones que ha hereda-
entonces desideologizados. Alguien, do; consciente o inconscientemente
político o clérigo, sociólogo o teó- depende de una tradición, y toda
logo, podría montar un panegírico tradición depende a su vez de una
sobre la pureza total de sus inten- u otra filosofía. Así, por ejemplo,
ciones, de sus desintereses persona- gran parte de lá exégesis del siglo
les, de su neutralidad a toda prueba; XIX era tributaria de la filosofía
sería entonces cuando más conven- idealista, de sus concepciones, de su
dría ejercer el derecho a la sospecha comprensión de la existencia huma-
preconizado por los "maestros de la na. y esta concepción idealista ejer-
duda" para desenmascarar o la inge- ce su influjo sobre numerosos intér-
nuidad del panegirista o los verda- pretes de nuestros días. De donde
deros intereses agazapados en la se sigue que no debería acometerse
pretendida interpretación neutra y ningún estudio histórico y exegéti-
desinteresada. co sin dar cuenta detallada de tales
precomprensiones" (Bultmann,
La inevitable inclusión de la ideo- Jesucristo y Mitología, Edic. Ariel,
logía no es más que una conse- Barcelona 1958, 62; 64; 73).
cuencia de la forzosa inclusión del
intérprete en la interpretación. Y
ello no es malo. Es simplemente Asunto diferente es el rumbo
humano. Si interpretar es percibir dogmatizante, excluyente, totali-
la realidad, habrá que hacerse cargo zante 'y entonces manipulador que
de que cada uno percibe e interpre- pueden adquirir la precomprensión
ta desde su mismidad. o la ideología. En el mismo terreno
de la hermenéutica textual advirtió
En el campo de la interpretación Bultmann: "Ciertamente es preciso
puramente textual, Bultmann seña- que nuestra exégesis esté despro-
ló con acierto la necesaria e inevita- vista de toda clase de precompren-
ble inclusión de la precomprensión siones en lo que respecta a los
(Vorverstiindnis) en la exégesis: "La resultados que va a darnos. No po-
reflexión sobre la hermenéutica demos saber de antemano lo que
(sobre el modo de interpretación) quiere decir el texto; al contrario,
muestra claramente que la interpre- es el texto quien nos lo ha de ense-
tación, es decir, la exégesis descansa ñar. Una exégesis que, por ejemplo,
siempre en \lllos principios y con- presuponga que sus resultados co-
cepciones que actúan como pre- rrobarán una determinada afirma-

ALBERTO PARRA, S.J. 45


ción dogmática, no es ni verdadera cas, sociales, culturales y políticas;
ni honesta" (Bultmann, ibid. 66). en la práctica esta mutilación equi-
vale a cierta coalición -aunque in-
Se llega así al sentido peyorativo consciente- con el orden estable-
que desde Marx hasta nuestros días cido" (Puebla 558). O pueden pro-
se liga al término ideología y a la venir también de grupos que "iden-
praxis ideológica como instrumento tifican el mensaje cristiano con una
de la dominación de una clase sobre ideología y lo someten a ella, e
otra, de un sector sobre otro, de invitan a una relectura del evangelio
una filosofía sobre otra, de un siste- a partir de una opción política, des-
ma político o social sobre otro, y conociendo que es preciso leer· lo
para conseguir esos fines se in ter- político a la luz del evangelio, y no
preta amañadamente el texto o la al contrario" (Puebla 559).
historia.
De allí que la intrumentalización
Difícilmente podríamos ocultar. ideológica del cristianismo tome
los cristianos la existencia de múlti- hoy dos giros antagónicos pero
ples interpretaciones ideologizadas igualmente reprobables. El integris-
del evangelio y de la fe, fruto de mo tradicional quisiera no superar
épocas pasadas y de años recientes. jamás las épocas de cristiandad
Charles Wackenheim mi querido medieval como alianza estrecha en-
maestro ha incursionado no sin tre el poder civil y el eclesiástico
arrojo y honestidad cristianas por (cfr. Puebla 560). En tanto que "el
los vericuetos de la ideología como radicalismo de grupos opuestos Cae
conjunto de ideas, de saberes y de en la misma trampa, esperando el
comportamientos· producto del reino de una alianza estratégica de
orden social y eclesial dominante y la Iglesia con el marximo, excluyen-
tendiente a la justificación y pre- do cualquiera otra alternativa; no se
servación de ese mismo orden en su trata para ellos sólamente de ser
statu quo. La ideologización del marxista, sino de ser marxista en
cristianismo ha llevado "a la sustitu- nombre de la fe" (Puebla 561).
ción de la opción cristiana por otras
opciones" de carácter filosófico, Así, la interpretación teológica
moral, legal, disciplinar y de otros de la historia se ve hoy forzosamen-
mil tópicos que no debieron ni de- te condicionada por las ideologías
bieran ser impuestas jamás a nadie totalitarias en boga, y por el peligro
ni en. nombre de Dios ni en nombre constante de ser manipulada sea por
de la fe (cfr. Wackenheim, Ch., los fautores y beneficiarios del ac-
Christianisme sans Idéologie, Galli- tual orden establecido en los pará-
mard, Paris 1974). metros de la ideología capitalista,
sea por. las precomprensiones dog-
En nuestros días la intrumentali- matizantes de la ideología marxista.
zación ideológica del texto y de la
historia "puede provenir de los pro- Pero está constituyendo un es-
pioscristianos y aun de sacerdotes pectáculo curioso -aunque explica-
y religiosos, cuando anuncian un ble- el afán necesario pero excesivo
evangelio sin incidencias económi~ que se pone en precaver contra los

46 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANALlSIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


riesgos de la precomprensión ideo- Un pastor, un teólogo o una co-
lógica marxista en el análisis de la munidad cristiana no especializada
realidad histórica, sin mostrar igual que indague en lo político y eco-
celo contra una interpretacióncris~ nómico deben casi por fuerza justi-
tiana de la historia a la medida y al ficar su intromisión en campos que
amaño de la ideología capitalista: no son de su específica y directa
"Debemos oponernos con firmeza a competencia. En razón de qué
los intentos de quienes quisieran puede instituírse un análisis teoló-
aprovechar las reservas que tenemos gico de la realidad. económico-po-
frente al análisis marxista, para lítica?
condenar como "marxismo" o "co-
munismo" el compromiso por la Ciertamente no en razón de des-
justicia y por la causa de los pobres, conocimiento alguno de la autono-
la defensa que los explotados hacen mía de lo temporal y del estatuto
de sus propios derechos, las justas propio de las ciencias, como tampo-
reivindicaciones. No hemos notado co por ayahtóllicas pretensiones de
con frecuencia formas de "anti-co- establecer teocracias transnochadas,
munismo" que no son sino medios neo-clericalismos y nuevas cristian-
para encubrir la injusticia? También dades. A veces para sacudir tales
ahí conservemos nuestra identidad sospechas manifiestas o veladas los
y no permitamos que se abuse de pastores qe las Iglesias y los teólo-
la crítica que hacemos al marxismo gos no sólam~nte se apresuran a
y al análisis marxista" (Pedro Arru- citar el número 36 de Gaudium et
pe, Carta a los Provinciales de Spes, sino que llegan también a
América Latina sobre el· análisis excesos y demasías como cuando se
Marxista, n. 20, Diciembre 8 de hilvana un texto del Concilio con
1980). otro que no lo es y se afirma: "El
fin que el Señor asignó a su Iglesia
****** es de orden religioso, y, por tanto,
al intervenir en este campo (lo so-
cial y político) no la anima ninguna
II.APROXIMACIONES AL ANA- intención de orden político, econó-
LISIS TEOLOGICO DE LA mico o social" (Puebla 519).
REALIDADPOLITICA y ECO-
NOMICA Para justificar su presencia secu-
lar, quizás hoy mucho más evangé-
1. Características específicas del lica, en lo económico, en lo políti-
análisis co y social, la Iglesia del Concilio
afirmó que "los gozos y esperanzas,
las tristezas y las angustias de los
1.1. Justificación del análisis teoló- hombres de nuestro tiempo, sobre
gico todo de los pobres y. de cuantos
sufren, son a la vez gozos y esperan-
Resulta apenas normal que un zas, tristezas y angustias de los dis-
economista analice la economía y cípulos de Cristo: nada hay verda-
que un politólogo someta a examen deramente humano que no encuen-
la coyuntura política. . tre eco en su corazón. La Iglesia se

ALBERTO PARRA, S.J. 47


siente íntima y realmente solidaria debe evangelizar la totalidad de la
del género humano y de su histo- existencia humana, incluida la
ria" (Gaudium et Spes 1). y afir- dimensión política. Critica por eso
mando evidentemente que "la mi- a quienes tienden a reducir el espa-
sión propia que Cristo confió a su cio de la fe a la vida personal o
Iglesia no es de orden político, eco- familiar, excluyendo el orden profe-
nómico o social; el fin que le asignó sional, económico, social y polí-
es de orden religioso", el Concilio tico" (Puebla 515).
se siente constreñido a declarar de
inmediato: "Pero precisamente de
esa misma misión religiosa derivan
tareas, luces y energías que pueden 1.2. Delimitación de la competen-
servir para establecer y consolidar cia para el análisis
la comunidad humana según la
ley divina" (Gaudium et Spes 42). De la justuficación para el análi-
sis y acción cristiana en el terreno
Por su parte Pablo VI enseñó a político y económico no deriva
asociar indisolublemente la evange- naturalemnte la competencia misma
lización de los pueblos con la libe- para el análisis. Por ello habrá que
ración de los mismos (Evange1ii apresurarse a declarar que el análi-
Nuntiandi 31), porque la lucha con- sis teológico de la realidad presume
tra el hambre, contra las enferme- de competencia en lo teológico, no
dades, el analfabetismo, la depaupe- necesariamente en lo científico de
rización. la injusticia en las relacio- la economía o de la política. Por
nes internacionales y en los inter- la Índole científica de los análisis
cambios comerciales, el neocolo- de la realidad responde el especialis-
nialismo economlCO, cultural y ta. Por la interpretación teológica
político "no es extraño a la evan- responde el pastor como pastor, el
gelización" (ibid. 30). "Por eso al cristiano como cristiano o el teólo-
predicar la liberación y al asociarse go en calidad de tal.
a aquellos que actúan y sufren por
ella, la Iglesia no admite circunscri- Esa necesaria delimitación de
bir su misión al solo terreno religio- competencia la expresó así el docu-
so, desinteresándose de los proble- mento de Puebla por lo que a los
mas temporales del hombre" (ibd. obispos se refiere: "Una vez más
34). deseamos declarar que al tratar los
problemas sociales, económicos, y
La Conferencia de Puebla resume políticos no lo hacemos como
la materia aseverando que "la nece- maestros en esas materias, como
sidad de la presencia de la Iglesia en científicos; sino en perspectiva pas-
lo político proviene de lo más Ínti- toral, en calidad de intérpretes de
mo de la fe cristiana: del señorío de nuestros pueblos, confidentes de
Cristo que se extiende a toda la sus anhelos, especialmente de los
vida" (Puebla 516). Y que "la Igle- más humildes, la gran mayoría de
sia siente como su deber y derecho la sociedad latinoamericana" (Pue-
estar presente en este campo de la bla, Mensaje 3). "Ocupándonos de
realidad, porque el cristianismo la realidad de orden nacional e in-

48 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANALISIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


temacional lo hacemos en actitud Por mi parte qUIsIera que tales
de servicio como pastores, y no expresiones no denotaran una com-
desde el ángulo económico, político prensión extrinsecista de la revela-
o meramente sociológico" (Puebla ción o de la luz para la interpreta-
1255). ción de la historia. Interpretar a la
luz de la revelación no significa que
el teólogo tome en sus manos los
códigos de funcionamiento para
comprobar si la historia de lo real
1.3. Perspectiva fundamental del marcha o no marcha y entonces
análisis lance un fallo positivo o negativo
sobre la realidad así enjuiciada: los
Por tratarse de un análisis teoló- códigos dogmáticos para la compro-
gico, es decir, de una hermenéutica bación de la ortodoxia de los proce-
específicamente cristiana sobre las sos de la historia no existen. Inter-
praxis políticas o económicas, es pretar a la luz de la revelación
claro que la perspectiva fundamen- tampoco debería significar que la
tal, el enfoque o los parámetros de teología "use" los datos de la
lectura o interpretación tendrán ciencia política o económica como
que ser de neto corte cristiano, evan- si estas ciencias elaboraran los datos
gélico, en el horizonte de la revela- "profanos" y previos a una teolo-
ción y de la fe, en el horizonte in- gía que entraría a elaborar los datos
cluso de los ideales y utopías cris- "divinos". Mucho menos sería ad-
tianas. misible la "explotación" de los
datos de las ciencias para demostrar
Para calificar esta perspectiva apologéticamente la verdad de las
fundamental del análisis vienen uti- conclusiones teológicas, tópicos
lizándose desde el Concilio hasta éstos bien puestos de presente en el
nuestros días varias y convergentes pertinente artículo de Carlos Eduar-
expresiones: "a la luz del evange- do Vasco (La Interacción entre la
lio" (Gaudium et Spes 4), "a la Teología y las Ciencias, Theologica
luz de la revelación" (Optatam To- Xaveriana, 56, 1980, 416-435).
tius 16), "con visión de fe" (Puebla Habrá que hacerse cargo de lo que
15), "a la luz de la fe" (Puebla 73), significa y de lo que conlleva con-
, 'reflexionar en nuestra realidad secuencialmente la revelación de
latinoamericana a la luz de nuestra Dios en y por la historia, pues sólo
fe" (Puebla 1226), "educar en la entonces podrá asumirse el hecho
metodología del análisis de la reali- de que lo político, lo económico, lo
dad a la luz del evangelio" (Puebla social son lo teológico: auténticos
1307, 1299). Clodovis Boff (cfr "lugares teológicos" o, -por qué
Teología de lo Político: Sus Media- no?- "teológenos".
ciones, Ediciones Sígueme, Sala-
manca 1980) ha procurado desen- Por todo lo cual, el análisis teoló-
trañar tanto el sentido como las gico de una realidad dada es cons-
mediaciones significadas en esas titutivamente teológico no en cuan-
expresiones .que ha hecho tan suyas to simplemente enuncia fenomeno-
la teología de la liberación. lógicamente los aconteceres polí-

ALBERTO PARRA, S.J. 49


tic os o económicos; ni sólo en cuan- A este propósito son significati-
to detecta el orden de las causas por vos dos lugares del documento de
las que se explican los fenómenos; Puebla: "Presentamos esta realidad
sino en cuanto pregunta a lo polí- no con el propósito de crear desa-
tico y a lo económico por lo teoló- liento, sino para estimular a todos
gico, ausculta la voz de Dios reve- los que puedan mejorarla. La Igle-
ladora y salvífica en lo político y sia en América Latina ha tratado de
en lo económico, y ordena por la ayudar al hombre a 'pasar de situa-
analogía de la fe estas realidades en ciones menos humanas a más huma-
la optica de las mediaciones escri- nas' (Pop. Progr. 20). Se ha esforza-
turísticas y eclesiales, es decir, en do por llamar a una contínua con-
el horizonte de lo siempreprocla- versión individual y social. Pide a
mado, creído y vivido en la Iglesia. todos los cristianos que colaboren
en el cambio de estructuras injustas,
comuniquen valores cristianos a la
cultura global en que viven y, cons-
1.4. Finalidad del análisis teológico cientes de los adelantos obtenidos,
de la realidad cobren ánimo para seguir contribu-
yendo a perfeccionarlos" (Puebla
Identificadas las características 16). "Las opciones pastorales son el
propias del anális~s teológico de la proceso de elección que, mediante
realidad, se hace evidente que la la ponderación y el análisis de las
finalidad con la que se establece el realidades positivas y negativas vis-
análisis no es la demostración cien- tas a la luz del evangelio, permiten
tífica como ta:mpoco la interpreta- escoger y descubrir la respuesta pas-
ción bíblica de la historia tuvo esas toral a los desafíos puestos a la
pretensiones. La Ímalidad del análi- evangelización" (Puebla 1299).
sis teológic·o de la realidad, no debe-
ría ser la demagogia, ni el oportu-
nismo, ni la incitación de·nadie a la 2. Análisis de la realidad política y
revuelta, ni el aleccionar seudocien- económica
tíficamente a auditorios cautivos.
La finalidad es, en cambio, la de Porque "es deber permanente de
contribuír a· mejorar la realidad teo- la Iglesia escrutar a fondo los signos
lógicamente analizada; estimular a de los tiempos e interpretarlos a la
quienes son instancias o tienen las luz del evangelio" (Gaudium et
herramientas aQecuadas sobre la Spes 4), Vaticano 11 tiene el mérito
realidad analizada; verificar los fac- de haber reinaugurado en la teolo-
tores positivos y negativos de la gía el análisis de la realidad histó-
realidad analizada para discernir rica y de haber abierto las puertas
con Dios las estrategias que en con- de la Iglesia a las corrientes de
creto deben asumir la praxis cristia- hermenéutica teológica de la histo-
na y la acción apostólica; identificar ria de aquí y de ahora·. El valor
los elementos de la realidad. anali- del Concilio en este punto y en
zada en los que opera el misterio de especial de su Constitución Gau-
iniquidad como fuerza contraria al dium et Spes no reside tanto en los
reinado de Dios en la historia. análisis mismos de una situación

50 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANALISIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


histórica de hace 17 años y en los pado Dominicano. En 1981 fueron
que preferentemente se reflejó la notables los análisis presentados en
problemática centro-europea, sino "Iglesia y Comunidad Nacional"
en el talante teológico y pastoral de la Conferencia Episcopal de
que introdujo en una Iglesia mucho Argentina; "La Actual Sítuación del
más consci.ente del carácter radical- país y la Campaña Electoral" del
mente histórico tanto de su estruc- Episcopado de Costa Rica; "Refle-
tura como de su destino. xión Cristiana sobre la: Coyuntura
Política" de la Conferencia Nacio-
A partir de entonces los análisis nal de Obispos del Brasil; y la "Refle-
de la realidad histórica ocupan xión Pastoral sobre la Situación de
puesto de honor en casi toda refle- Guatemala" del Episcopado de ese
xión eclesial, teológica, pastoral, no país. En Colombia dos análisis de
ya como simples prólogos para cap- situación reclaman particular aten-
tar benevolencias, sino como autén- ción: Los "Aportes del Episcopado
ticos materiales teológenos para ser Colombiano a la Conferencia Gene-
leídos e interpretados. Más aún: ral de Puebla" (cfr. Libro Auxiliar
los análisis de situación inspiran la 3, "Aportes de las Conferencias
reflexión misma y son derrotero Episcopales", ediciones Celatn, Bo-
de las mismas pautas doctrinales gotá 1978) y el "Mensaje Pastoral
que los varios documentos propo- de la 37a. Asamblea del Episcopado
nen. Colombiano" en agosto de 1981.
En América Latina fueron muy Todos estos análisis han sido pre-
significativos los análisis de situa- parados no sólo por quienes tienen
ción social, cultural y eclesial pro- la: idoneidad pastoral y teológica de
pios de las Conferencias de Mede- interpretar los datos, sino por quie-
llín (1968) y Puebla (1979), telón nes tienen la competencia científica
contextual general del continente de verificarlos. Por eso en su ·varie-
sobre el que se ha particularizado dad y originalidad unos apuntan
luego la: problemática peculiar de más al orden descriptivo de los fe-
los diversos países. Así en 1980 nómenos políticos y económicos,
sobresalieron los análisis coyuntura- otros son mucho más incisivos en el
les socio-políticos "Iglesia y Proble- diagnóstico crítico de las causas,
mas de la Tierra" de la 18a. Asam- todos quieren ser una lectura teoló-
blea de Obispos del Brasil; "Evange- gica de la coyuntura.
lización y Realidad Social de Costa
Rica" de la Conferencia Episcopal;
" Dignidad y Libertad" del Epis- 2.1. Análisis de la realidad econó-
copado de Bolivia; "No a la Violen- mica colombiana
cia, sí a la Paz" del Episcopado
Salvadoreño; "Jesucristo y Unidad En el orden descriptivo de los
de su Iglesia en Nicaragua" de la fenómenos, el primero de los análi-
Conferencia Episcopal correspon- sis referidos del Episcopado Colom-
diente; "Que la Profanación del biano señala como "indicadores del
Hombre deje de ser una constante deterioro creciente del nivel de vida
en Nuestra Sociedad" del Episco- de los colombianos" los bajos sala-

ALBERTO PARRA, S.J. 51


rios cada vez con menor poder trolado poder de los grupos econó-
adquisitivo; la excesiva concentra- micos y financieros que detentan
ción de los ingresos en pocas ma- la riqueza y absorben monopolísti-
nos; la insuficiencia de empleo con camente cada día a las empresas
remuneración adecuada; los pési- menores y más populares; las con-
mos niveles de salud; el crónico y tínuas y desproporcionadas alzas
creciente déficit de vivienda tanto en los precios internacionales del
en lo cuantitativo como en lo cuali- petróleo.
tativo; la insuficiencia de oportuni-
dades para educarse; lo insignifican- Todo lo anterior arroja como
te de la cobertura de la seguridad resultado, para el primer documen-
social. El "proceso de recesión to referido, el que cinco millones y
económica" se caracteriza por las medio de colombianos, un 27 0 /0 de
bajas notables en los índices de pro- la población, se halle en estado de
ductividad agraria e industrial; el extrema pobreza (menos de 75 dó-
desestímulo a las inversiones; el lares de ingreso por habitante en el
proceso inflacionario galopante, el año). Para el segundo documento
general descontento por el manejo el resultado estriba en que "Colom-
económico; el creciente monopolio bia tiene recursos suficientes para el
de los grupos financieros y de las abastecimiento adecuado de los ciu-
empresas transnacionales. dadanos, pero esos recursos se aca-
paran y se explotan por unos po-
En el orden de diagnóstico de las cos".
causas por las que se explican los
fenómenos, el mismo documento
en cuestión señala que Colombia 2.2. Análisis de la realidad política
ostenta uno de los índices más altos colombiana
de concentración del ingreso en
América Latina debido a la desi- En el orden de los fenómenos, el
gualdad radical en la propiedad de documento "Aportes del Episcopa-
los medios de producción; la no do colombiano a la Conferencia de
organización de la economía para Puebla" enumera como característi-
una eficiente producción y adecua- cos de la coyuntura política colom-
da distribución; la dependencia biana las estructuras inoperantes
externa con la consiguiente inge- para la realidad del país en cuanto
rencia y neocolonialismo económi- que no permiten la participación de
co de las transnacionales; el manejo los colombianos ni responden a sus
doloso de los aumentos de divisas necesidades; la concentración de los
debidas al aumento en los precios intereses políticos en los dos parti-
internacionales del café. El segundo dos tradicionales sin que los movi-
de los documentos referidos enfati- mientos políticos jóvenes logren
za las causas antes mencionadas y significación alguna; el abstencionis-
añade otras como son el apetito mo electoral creciente por la
insaciable de enriquecimiento rápi- apatía y el escepticismo respecto a
do por cualquier vía que ha desem- las alternativas existentes; la consi-
bocado en el imperio de las mafias guiente no participación en las deci-
por encima de toda ley; el incon- siones que miran al bien común; el

52 APROXIMACIONES AL METOOO y AL ANA LISIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


gigantismo burocrático y el centra- tismo, despotismo, absolutismo y
lismo administrativo. totalitarismo infiltrado en terrenos
tan concretos como la educación
En el diagnóstico de las causas postsecundaria y universitaria ma-
que motivan tal situación el mismo nejados y fiscalizados sin miramien-
documento señala la grave crisis de to del bien común y del respeto
credibilidad del pueblo colombiano por la esfera privada; la análoga
en sus gobernantes; el marcado de- extrapolación de las funciones sin-
terioro de las instituciones naciona- dicales que convierten a las centra-
les tanto en las normas éticas que les obreras en oligarquías emergen-
regulan la acción del Estado como tes bajo la conducción de líderes sin
en la integridad moral de sus com- conciencia que no dudan en para-
ponentes; los errores de la clase diri- lizar los servicios públicos esenciales
gente; la consecuente democracia en aras de su medro personalista; y
solo formal y aparente en cuanto en fin; el azote de la violencia de
que ni en las elecciones ni en los quienes se lanzan a lograr sus pro-
partidos ni en el sistema parlamen- pósitos justos o injustos aunque
tario hay participación popular sea a costa de vidas humanas y de
verdadera, en tanto que los cuerpos sangre de hermanos colombianos. A
intermedios como sindicatos o la subversión armada se responde
cooperativas o empresas comunita- no con las necesarias y urgentes
rias no logran ser una fuerza signifi- reformas sociales y económicas sino
cativa. En este mismo orden, el con la represión armada del Estado,
"Mensaje Pastoral" de 1981 insiste con la tortura física y sicológica,
en lo anterior y apunta nuevos ele- con la persecución de disidentes
mentos como son la tremenda políticos y de sospechosos, con los
crisis moral que se ha apoderado de delitos de opinión y CQn la increíble
todos los sectores de la vida nacio- inversión de un Estado en guerra
nal; la superpolitización partidista con los propios ciudadanos.
que de la lucha enconada de otros
tiempos pasó a la pacífica partija
burocrática y a la corrupción ad-
ministrativa para el reparto desver- 3. Análisis teológico de la realidad
gonzado del presupuesto público y política y económica
de los puestos oficiales (clientelis-
mo); el deterioro notable de la edu- En apartado anterior se señaló
cación popular porque en este sec- que aquello que constituye el aná-
tor también las plazas del magiste- lisis teológico como tal, más allá
rio se proveen por cuotas burocrá- pero no independientemente del
ticas a los grupos y subgrupos de los orden de los fenómenos y de las
partidos políticos sin importar su causas, es la pregunta por lo teoló-
idoneidad y ni siquiera la sintonía gico a lo político y económico,
de sus propósitos con la finalidad con el fin de discernir la voz revela-
del Estado; el abuso del poder que dora y salvífica de Dios, no menos
está llevando a una extrapolación que los desórdenes propios del mis-
de las funciqnes y competencias del terio de iniquidad, y ello para esta-
Estado con el consecuente esta- blecer la inteligibilidad de la histo-

ALBERTO PARRA, S.J. 53


ria de aquí y de ahora en el hori- tiano tiene que reconocer los rasgos
zonte de la fe eclesial. sufrientes de Cristo que lo cuestio-
na y lo interpela (Puebla 31).
Esa lectura teológica de la coyun-
tura crea-nuevamente y hace-surgir- Con relación a la estructura in-
de-nuevo desde la entraña misma de justa: La grave situación económica
la historia presente la gran temática no es coyuntural sino estructural
cristiana que sólo así demuestra no (Puebla 30). Es decir, que son las
ser ideología, doctrina, abstracción, estructuras mercantilistas las que
dato del pasado, sino actualidad generan desempleo y subempleo,
existente y viva. Es esa la impresión salarios de hambre, migraciones
que se tiene cuando se recorren los forzosas (Puebla 29-30). Por ello
varios elementos que en su análisis puede legítimamente hablarse de
teológico de la realidad señala la injusticia institucionalizada (Puebla
Conferencia de Puebla que coincide 46) o de estructuras generadoras de
y engloba análogos análisis de Con- injusticia (Puebla 437).
ferencias Episcopales particulares y
de teólogos analistas de la situación Con relación al pecado: La fe
de sus propios países. descubre como un verdadero peca-
do la brecha profunda entre ricos y
pobres en el plano económico (Pue-
3.1. Análisis teológico de la reali- bla 28). Y ante el peligro de un sis-
dad económica tema claramente marcado por el
pecado (marxismo) se olvida denun-
Con relación a la identidad cris- ciar y combatir la realidad impuesta
tiana: constituye un escándalo y es por otro sistema igualmente marca-
una contradicción con el mismo do por el pecado (capitalismo)
ser de cristiano la brecha profunda (Puebla 92). Más allá de las raíces
hoy existente entre ricos y pobres técnicas del problema de injusticia
(Puebla 28). Esta situación de suyo social, la fe afirma que en esta situa-
injusta es tanto más grave cuanto ción está presente el misterio del
que se da precisamente en países pecado (Puebla 70). Por ello puede
cristianos y regidos por gobernan- hablarse de pecado estructural, en
tes que se dicen .cristianos (Puebla el sentido de que los autores de las
42). Es decir, que en pueblos de estructuras han impreso en ellas
arraigada fe cristiana se han incrus- las marcas de su propio pecado
tado estructuras e ideologías que (Puebla 281). De ahí que la obliga-
son incompatibles con la fe cristia- ción cristiana de lucha contra el
na (Puebla 437). pecado incluye por necesidad la
lucha contra la estructura socio-eco-
Con relación a Dios y a Cristo: El nómica injusta y pecaminosa (Pue-
clamor de las injusticias económi- bla 281). De ahí también que no se
cas sube al cielo (Puebla 87). Y en pueda ser cristiano en América
los rostros sufrientes de· hermanos Latina sin comprometerse a nivel
nuestros (niñez abandonada, cam- personal y de estructuras con las
pesinos sin tierra, obreros margina- víctimas del pecado (Puebla 327).
dos, ancianos desamparados) el cris- Esta situación de pecado social

54 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANALlSIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


envilece y condiciona adversamente hoy se torna impaciente y a veces
la libertad de todos (Puebla 328) amenazante (Puebla 88). La acción
así como constituye un obstáculo de la Iglesia en defensa de los dere-
que se antoja casi insuperable para chos humanos y de los pobres lleva
establecer el reinado de la paz (Pue- a que se le critique haber dejado su
bla 138). misión espiritual (Puebla 77), y le
ha ganado la incomprensión y el
Con relación a la comunión: La alejamiento por parte de algunos
comunión trinitaria de vida es el grupos sociales (Puebla 83). La si-
núcleo fundamental de la revelación tuación de injusticia tiene que
y el constitutivo primario de la hacer pensar a la Iglesia en el desa-
Iglesia; esa comunión interpersonal fío a su pastoral y a su evangeliza-
exige la participación en lo econó- ción (Puebla 90). Aunque como
mico, en lo social y en lo político signo de credibilidad y garantía de
(Puebla 212,215). Pero la situación acción intrépida, la Iglesia debe
económica actual impide la comu- permanecer independiente frente a
nión con Dios y con los hermanos los poderes (Puebla 144).
(69). y la comunión y participación
no pueden relegarse al plano tras- Con relación al concepto cristia-
cendente sino que tienen que pro- no de propiedad: El destino univer-
yectarse sobre el plano muy concre- sal de los bienes tiene una primacía
to de las realidades temporales absoluta. Todos los demás dere-
(Puebla 327). chos, incluídos el de propiedad y
de comercio, le están subordinados
Con relación a la fe: La situacio- (Puebla 492).
nes de injusticia y de extrema po-
breza son indicio de que la fe no ha
tenido la fuerza necesaria para pe-
netrar los criterios y las decisiones
en la convivencia social y económi- 3.2. Análisis teológico de la reali-
ca (Puebla 437). Y el comporta- dad poi ítica
miento social es parte integrante
del seguimiento de Cristo (Puebla Con relación al concepto cristia-
476). no de política: En su acepción ge-
neral la política mira al bien co-
Con relación a la conversión: La mún; concilia la igualdad con la
conversión relacionada con el cam- libertad; la autoridad con la legíti-
bio de estructuras es condición de ma libertad de las personas y de los
posibilidad e indicio de la verdadera grupos; la soberanía nacional y la
conversión interior (Puebla 438). solidaridad internacional (Puebla
521). La política de partido procu-
Con relación a la Iglesia: El cla- ra realizar las tareas políticas me-
mor de los pueblos latinoamerica- diante el ejercicio del poder políti-
nos, es reclamo a los pastores de la co según individuos. criterios e
Iglesia para que les ayuden en su ideologías (Puebla 523). Pero en
liberación (p'uebla 88). Clamor que sentido cristiano poder es igual a
antes pudo ser paciente, pero que servicio de la comunidad y se inte-

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rrelaciona teológicamente con el 4. Conclusiones
orden de la creación (Puebla 429).
"Educar en la metodología del
Con relación al pecado: El peca- análisis de la realidad a la luz del
do corrompe el uso del poder y lo evangelio" (Puebla 1307) no es sólo
convierte en absolutismo y despo- para saber que lo que ocurre no es
tismo que se apoya en la fuerza pú- impuesto ni querido por Dios y
blica (Puebla 500). De ahí derivan que se puede y se debe cambiar. Es .
los regímenes opresores y absolu- sobretodo para planificar una ac-
tistas en América Latina (Puebla ción conjunta de las personas y de
500). las comunidades cristianas (Puebla
1307) "para construir una nueva
Con relación a la violencia insti- sociedad en total fidelidad a Cristo
tucionalizada: la violencia se liga a y al hombre en el Espíritu Santo,
los sistemas y a las ideologías y se denunciando las situaciones de pe-
convierte en arma para alcanzar el cado, llamando a la conversión, y
poder (Puebla 509). La tortura físi- comprometiendo a los creyentes en
ca y sicológica, el secuestro y la la acción transformadora del mun-
persecución a los opositores políti- do" (Puebla 1305).
cos, la exclusión de la vida pública
por causa de las ideas, son siempre Por eso el análisis tiene que llevar
condenables (Puebla 531). Por ello a las comunidades cristianas y a sus
la violencia terrorista y guerrillera pastores a hacerse cargo de la signi-
como camino de reivindicación y de ficación histórica y práctica (sin
liberación no es cristiana, como en duda alguna, sub-vertidora del ac-
general ninguna violencia (Puebla tual orden establecido) de los diver-
532). Tanto la ideología capitalis- sos items del análisis teológico.
ta, como la marxista, como la segu- Enumeremos algunos:
ridad nacional son atentatorias con-
tra la noción de bien común. Si la actual coyuntura económi-
co-social está hondamente marcada
Con relación al Estado: El Men- por el pecado, la comunidad cristia-
saje Pastoral del Episcopado colom- na no puede simplemente aceptarla
biano reitera el convencimiento sino rechazarla o subvertirla o exor-
cristiano de que solamente el bien cisarla o propender por cambiarla.
común justifica al Estado y que por
ende el Estado no es señor sino ser- Si la situación de injusticia y de
vidor del derecho para protegerlo. pecado no es coyuntural sino es-
Pero se reconoce que la legítima tructural, la comunidad cristiana no
defensa de los derechos humanos puede ingenuamente atacar los efec-
frente al Estado puede acarrear la tos de la injusticia y del pecado sin
impotencia de la sociedad frente a atacar la causa estructural que los
ciertos individuos; por lo cual la produce. Este principio es de la más
defensa de los derechos humanos antigua raigambre de la teología
debe complementarse con urgir las moral que siempre ha exigido no
obligaciones de los asociados. sólo el arrepentimiento del pecado

56 APROXIMACIONES AL METODO y AL ANALlSIS TEOLOGICO DE LA REALIDAD


sino la oposición radical a las causas Porque el análisis muestra la impo-
que lo producen. sibilidad radical de conciliar la
opción por Jesucristo con la consi-
Si la situación económica y polí- guiente renuncia a las obras del
tica teológicamente analizada no es maligno y el conservarse al mismo
una abstracción sino una concre- tiempo como explotador en lo
ción en rostros vivientes de herma- económico, dominador en lo ideo-
nos que sufren en los que se debe lógico y opresor en lo político. No
reconocer a Cristo mismo que siempre fue exagerada y despistada
interpela y llama, la lucha por la la posición de quienes quisieron
justicia de orden económico-polí- concretar la renuncia cristiana a
tico no es un altruísmo de buena satanás y a sus obras con la abjura-
voluntad sino una imperiosa obliga- ción de sistemas en los que la fe
ción cristiana: "Si el cambio es reconoce la presencia y la acción
posible, entonces es obligatorio" del misterio de iniquidad.
(Puebla 1250).
Si la conversión social es fruto e
Si la presente situación de orden indicio de la conversión interior, la
económico-político es a todas luces predicación de la Iglesia y la acción
incompatible con el ser mismo de pastoral no puede enderezarse a
cristiano y si es un escándalo y establecer la relación espiritual y
constituye una contradicción, habrá privada de un hombre con Dios al
que preguntarse honradamente por margen de fundamentales exigen-
el propio y por el ajeno cristianismo cias concretas en los terrenos espe-
cuando al menos en la práctica se cíficos de la economía y de la polí-
ha pactado con el actual orden esta- tica.
blecido.
La no violencia cristiana para el
Ante la retirada creciente de gru- logro de alternativas más evangéli-
pos descontentos por el talante cas en el orden de lo político y
actual de la Iglesia en materia eco- económico, no puede hacer olvidar
nómica y política, la Iglesia misma que la presente coyuntuxa econó-
deberá uxgir sin rodeos l!lb condi- mica y política "es un obstáculo
ciones mínimas que en el terreno insuperable para establecer el Rei-
social ella exige para ser católico. nado de la Paz" (Puebla 138).

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