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Un catión es un átomo o una molécula cuya carga eléctrica es positiva, es decir, que su
número de protones supera al de electrones en el núcleo.
La palabra “catión” deriva del griego “kata”, que significa “abajo”. Los cationes se encuentran
en elementos metálicos, como por ejemplo, el hierro (Fe).
Cuando un catión como el sodio es presentado (Na+) el “+” que lo acompaña indica que tiene
un electrón menos que el número total de protones. En caso de que al signo de + le siguiera
algún numero (como por ejemplo, 4), entonces se estaría indicando que hay cuatro electrones
menos del total de la cantidad de protones.
ANIÓN
Por otra parte, un anión es un ion con una carga eléctrica negativa que es atraído a un ánodo
(electrodo positivo) en la electrolisis. En este caso, a diferencia de lo que sucede con un
catión, el anión se caracteriza por tener un número mayor de electrones que de protones.
La palabra “anión” proviene del vocablo griego “ano”, que significa “arriba”. Los elementos en
los que se encuentran presentes los aniones son los no-metales.
Algunos ejemplos de aniones son: sulfuro (S2-), cloruro (Cl-), entre otros.
cation
y anion
Finalmente, como resultado de tener cargar eléctricas positivas y negativas, los aniones y
cationes con frecuencia forman enlaces conocidos como “enlaces iónicos“. Estos se forman
gracias a la mutua atracción de cargas contrarias.
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La ley de la Conservación de la Materia, es también
llamada ley de conservación de la masa o Ley de
Lomonósov-Lavoisier, en honor a sus creadores.
Postula que la cantidad de materia antes y después de una transformación es siempre la
misma. Es una de las leyes fundamentales en todas las ciencias naturales. Se resumen con
la célebre frase: “nada se pierde, nada se crea, todo se transforma”.
La materia es el término general que se aplica a todo lo que ocupa espacio y posee los
atributos de gravedad e inercia.
Fue elaborada independientemente por Mijaíl Lomonósov en 1745 y por Antoine Lavoisier en
1785. Esta ley es fundamental para una adecuada comprensión de la química. Está detrás de
la descripción habitual de las reacciones químicas mediante la ecuación química. También de
los métodos gravimétricos de la química analítica.
La única salvedad que hay que tener en cuenta son las reacciones nucleares, en las que la
masa sí se modifica de forma sutil. En estos casos en la suma de masas hay que tener en
cuenta la equivalencia entre masa y energía.
Índice
1Historia
2Ejemplos en química
3Véase también
4Referencias
Historia[editar]
La aparente pérdida de masa durante procesos de combustión era uno de los grandes
problemas de la química del siglo XVIII. En 1679, los experimentos preliminares de Robert
Boyle parecían indicar un desbalance en la masa: pesaba meticulosamente varios metales
que antes y después de su oxidación mostraban un notable aumento de peso. Estos
experimentos, se llevaban a cabo en recipientes abiertos. 2
El interés de Lavoisier por el tema se despertó durante sus trabajos relacionados en
el alumbrado público de París. Había observado que al calentar metales como el estaño y
el plomo en recipientes cerrados con una cantidad limitada de aire, estos materiales se
recubrían con una capa de calcinado hasta un momento determinado del calentamiento, en el
resultado la masa era igual que antes de comenzar el proceso. Si el metal había ganado masa
al calcinarse, era evidente que algo del recipiente debía haber perdido la misma cantidad de
masa, en este caso era el aire. Por tanto, Lavoisier demostró que la calcinación de un metal
no era el resultado de la pérdida del propuesto flogisto, una esencia relacionada al calor, sino
la disminución de gases en el recipiente. La experiencia anterior y otras más realizadas por
Lavoisier pusieron de manifiesto que si se tiene en cuenta todas las sustancias que forman
parte en una reacción química y todos los productos formados, la masa nunca varía. Esta es
la ley de la conservación de la masa, enunciándola de la siguiente manera: «En toda reacción
química la masa se conserva, es decir, la masa total de los reactivos es igual a la masa total
de los productos».
Ejemplos en química[editar]
Ejemplo 1: Combustión de una vela[editar]
Cuando una vela arde no se gana ni se pierde masa. La masa total de la cera y del oxígeno
molecular (O2) presente antes de la combustión es igual a la masa total de dióxido de
carbono (CO2), vapor de agua (H2O) y cera sin quemar que quedan cuando la vela se apaga.
Por lo tanto:
Masa de cera + masa de O2 = Masa de CO2 + Masa de H2O + Masa de cera sin quemar.
En este caso, cuando el hierro se óxida, se combina de manera que tres partes de oxígeno
reaccionan con cuatro partes de hierro. La nueva sustancia contiene no sólo la masa original
del hierro sino que además contiene la masa del dióxigeno de la reacción.
Esto es solo un ejemplo de una reacción para la obtención de óxido de hierro, el proceso
puede ser más complejo si se involucra vapor de agua. Véase herrumbre.
Las sustancias puras son aquellas que están constituidas, en principio, por un
único elemento químico o por los elementos básicos que integran su estructura
molecular, en caso de ser un compuesto.
Una sustancia pura conserva siempre las mismas propiedades físicas y químicas, por lo
que responde siempre de idéntica manera a un estímulo o reacción determinados,
como pueden ser el punto de ebullición o la densidad.
Las sustancias puras, entonces, pueden ser monoatómicas (como el Helio puro),
también denominadas sustancias simples porque no pueden dividirse en sus
componentes; o sustancias compuestas (como el agua: hidrógeno + oxígeno), pues
incluyen una proporción fija y estable de elementos básicos que la conforman.
Mezclas
Las mezclas son la combinación de dos o más sustancias puras, en proporciones
variables y reteniendo muchas de sus propiedades individuales, obteniendo así una
sustancia mixta cuyos componentes pueden ser escindidos mediante métodos físicos
y/o químicos.
Soluto y solvente
Las soluciones son mezclas homogéneas, es decir, indiscernibles; pero sus
componentes se denominan soluto y solvente de acuerdo a la proporción mayoritaria
del segundo respecto al primero.
Por ejemplo:
4. El agua del mar. El agua marina dista mucho de ser pura: contiene sales,
sustancias compuestas producto de procesos químicos, residuos químicos de la
vida o de las actividades humanas, en fin, es una mezcla más o menos
uniforme de sus componentes. Sin embargo, si ponemos agua de mar a secar
al sol, obtendremos en el fondo del recipiente la sal a medida que el líquido se
evapore.
10. Arroz con frijoles. Por más que los revolvamos en el plato o en la olla, los
frijoles y el arroz serán discernibles a simple vista, si bien los comamos en
conjunto para gozar de su sabor combinado. Esta es una mezcla muy
heterogénea y perfectamente tamizable, si quisiéramos separarlos del todo.
5-En la tabla periódica de elementos, hay siete filas
horizontales de elementos llamados períodos. Las columnas
verticales de elementos se denominan grupos o familias.
Más abajo puedes ver la imagen.
Índice
1Fenómeno químico
2Clases de reacciones
4Rendimiento químico
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Fenómeno químico[editar]
Se llama fenómeno químico a los sucesos observables y posibles de ser medidos en los
cuales las sustancias intervinientes cambian su composición química al combinarse entre sí.3
Las reacciones químicas implican una interacción que se produce a nivel de los electrones de
valencia de las sustancias intervinientes. Dicha interacción es el enlace químico.
En estos fenómenos, no se conserva la sustancia original, se transforma su estructura
química, manifiesta energía, no se observa a simple vista y son irreversibles,4 en su mayoría.
La sustancia sufre modificaciones irreversibles. Por ejemplo, al quemarse, un papel no puede
volver a su estado original. Las cenizas resultantes formaron parte del papel original, y
sufrieron una alteración química.