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1-CATIÓN

Un catión es un átomo o una molécula cuya carga eléctrica es positiva, es decir, que su
número de protones supera al de electrones en el núcleo.

La palabra “catión” deriva del griego “kata”, que significa “abajo”. Los cationes se encuentran
en elementos metálicos, como por ejemplo, el hierro (Fe).

Cuando un catión como el sodio es presentado (Na+) el “+” que lo acompaña indica que tiene
un electrón menos que el número total de protones. En caso de que al signo de + le siguiera
algún numero (como por ejemplo, 4), entonces se estaría indicando que hay cuatro electrones
menos del total de la cantidad de protones.

ANIÓN
Por otra parte, un anión es un ion con una carga eléctrica negativa que es atraído a un ánodo
(electrodo positivo) en la electrolisis. En este caso, a diferencia de lo que sucede con un
catión, el anión se caracteriza por tener un número mayor de electrones que de protones.

La palabra “anión” proviene del vocablo griego “ano”, que significa “arriba”. Los elementos en
los que se encuentran presentes los aniones son los no-metales.

Algunos ejemplos de aniones son: sulfuro (S2-), cloruro (Cl-), entre otros.

cation
y anion
Finalmente, como resultado de tener cargar eléctricas positivas y negativas, los aniones y
cationes con frecuencia forman enlaces conocidos como “enlaces iónicos“. Estos se forman
gracias a la mutua atracción de cargas contrarias.

2-Ley de la Conservación de la Materia

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La ley de la Conservación de la Materia, es también
llamada ley de conservación de la masa o Ley de
Lomonósov-Lavoisier, en honor a sus creadores.
Postula que la cantidad de materia antes y después de una transformación es siempre la
misma. Es una de las leyes fundamentales en todas las ciencias naturales. Se resumen con
la célebre frase: “nada se pierde, nada se crea, todo se transforma”.

La materia es el término general que se aplica a todo lo que ocupa espacio y posee los
atributos de gravedad e inercia.

Fue elaborada independientemente por Mijaíl Lomonósov en 1745 y por Antoine Lavoisier en
1785. Esta ley es fundamental para una adecuada comprensión de la química. Está detrás de
la descripción habitual de las reacciones químicas mediante la ecuación química. También de
los métodos gravimétricos de la química analítica.
La única salvedad que hay que tener en cuenta son las reacciones nucleares, en las que la
masa sí se modifica de forma sutil. En estos casos en la suma de masas hay que tener en
cuenta la equivalencia entre masa y energía.

3-La ley de conservación de la masa, ley de conservación de la materia o ley de


Lomonósov-Lavoisier es una ley fundamental de las ciencias naturales. Fue elaborada
independientemente por Mijaíl Lomonósov en 1748 y descubierta unos años después
por Antoine Lavoisier en 1785. Se puede enunciar de la siguiente manera:
«En un sistema aislado, durante toda reacción química ordinaria, la masa total en el sistema
permanece constante, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa de los
productos obtenidos».1
Esta ley es fundamental para una adecuada comprensión de la química. El principio es
bastante preciso para reacciones de baja energía. En el caso de reacciones nucleares o
colisiones entre partículas en altas energías, en las que definición clásica de masa no aplica,
hay que tener en cuenta la equivalencia entre masa y energía.

Índice

 1Historia

 2Ejemplos en química

o 2.1Ejemplo 1: Combustión de una vela

o 2.2Ejemplo 2: Oxidación del hierro

o 2.3Ejemplo 3: Ácido clorhídrico

 3Véase también

 4Referencias

Historia[editar]
La aparente pérdida de masa durante procesos de combustión era uno de los grandes
problemas de la química del siglo XVIII. En 1679, los experimentos preliminares de Robert
Boyle parecían indicar un desbalance en la masa: pesaba meticulosamente varios metales
que antes y después de su oxidación mostraban un notable aumento de peso. Estos
experimentos, se llevaban a cabo en recipientes abiertos. 2
El interés de Lavoisier por el tema se despertó durante sus trabajos relacionados en
el alumbrado público de París. Había observado que al calentar metales como el estaño y
el plomo en recipientes cerrados con una cantidad limitada de aire, estos materiales se
recubrían con una capa de calcinado hasta un momento determinado del calentamiento, en el
resultado la masa era igual que antes de comenzar el proceso. Si el metal había ganado masa
al calcinarse, era evidente que algo del recipiente debía haber perdido la misma cantidad de
masa, en este caso era el aire. Por tanto, Lavoisier demostró que la calcinación de un metal
no era el resultado de la pérdida del propuesto flogisto, una esencia relacionada al calor, sino
la disminución de gases en el recipiente. La experiencia anterior y otras más realizadas por
Lavoisier pusieron de manifiesto que si se tiene en cuenta todas las sustancias que forman
parte en una reacción química y todos los productos formados, la masa nunca varía. Esta es
la ley de la conservación de la masa, enunciándola de la siguiente manera: «En toda reacción
química la masa se conserva, es decir, la masa total de los reactivos es igual a la masa total
de los productos».

Ejemplos en química[editar]
Ejemplo 1: Combustión de una vela[editar]
Cuando una vela arde no se gana ni se pierde masa. La masa total de la cera y del oxígeno
molecular (O2) presente antes de la combustión es igual a la masa total de dióxido de
carbono (CO2), vapor de agua (H2O) y cera sin quemar que quedan cuando la vela se apaga.
Por lo tanto:
Masa de cera + masa de O2 = Masa de CO2 + Masa de H2O + Masa de cera sin quemar.

No se produce ningún cambio de la masa total durante la reacción química.

Ejemplo 2: Oxidación del hierro[editar]


La conservación de la masa explica cómo es que el óxido de hierro (Fe
2O
3), que es hierro (Fe) combinado con oxígeno (O2), pueda pesar más que el hierro puro.

La sustancia reacciona con O2, esto es:


4Fe + 3O
2 → 2Fe
2O
3.

En este caso, cuando el hierro se óxida, se combina de manera que tres partes de oxígeno
reaccionan con cuatro partes de hierro. La nueva sustancia contiene no sólo la masa original
del hierro sino que además contiene la masa del dióxigeno de la reacción.
Esto es solo un ejemplo de una reacción para la obtención de óxido de hierro, el proceso
puede ser más complejo si se involucra vapor de agua. Véase herrumbre.

Ejemplo 3: Ácido clorhídrico[editar]


La reacción química entre el hidrógeno gaseoso (H2) y el cloro gaseoso (Cl2) da como
resultado ácido clorhídrico (HCl):
H
2 + Cl
2 → 2HCl.

Los átomos de los reactivos no se destruyen, se combinan y se transforman en una nueva


sustancia.
4-Toda la materia que conocemos del universo puede clasificarse de acuerdo a su
constitución en dos categorías: las sustancias puras y las mezclas.

Las sustancias puras son aquellas que están constituidas, en principio, por un
único elemento químico o por los elementos básicos que integran su estructura
molecular, en caso de ser un compuesto.
Una sustancia pura conserva siempre las mismas propiedades físicas y químicas, por lo
que responde siempre de idéntica manera a un estímulo o reacción determinados,
como pueden ser el punto de ebullición o la densidad.

Las sustancias puras, entonces, pueden ser monoatómicas (como el Helio puro),
también denominadas sustancias simples porque no pueden dividirse en sus
componentes; o sustancias compuestas (como el agua: hidrógeno + oxígeno), pues
incluyen una proporción fija y estable de elementos básicos que la conforman.

Eso sí, una sustancia pura siempre carecerá de añadidos suplementarios o de


cualquier tipo de contaminante que altere su estructura fundamental.

Ejemplos de sustancias puras


1. Helio puro. Contenido en estado gaseoso en el relleno de los globos de
fiesta, o entre los componentes de las reacciones nucleares del hidrógeno, ya
que se trata de un gas noble, es decir, de un gas con bajísima reactividad y
que por lo tanto no suele combinarse con otras sustancias para formar nuevas
estructuras químicas.

2. Agua pura. A menudo referida como agua destilada, se la obtiene mediante


procesos de laboratorio para evitar que diluya cualquier otra sustancia
ambiental (ya que el agua es el mayor solvente conocido). Se trata, así, de
agua constituida únicamente por átomos de hidrógeno y oxígeno (H2O), nada
más.

3. Oro puro. El oro puro, de 24 kilates, es un bloque elemental único, constituido


por átomos de oro (Au) única y exclusivamente.

4. Los diamantes. Aunque no lo parezca, los diamantes, una de las materias


más duras conocidas, están compuestos por átomos de carbono (C)
únicamente, dispuestos de una manera tan particular que sus enlaces resultan
casi irrompibles.

5. El azufre. Este elemento de la tabla periódica se halla en muchas sustancias


simples o compuestas, ya que es un elemento muy reactivo. Así, podemos
nombrar el ácido sulfúrico (H2SO4) como una sustancia pura, a pesar de que
contiene átomos de hidrógeno, azufre y oxígeno, ya que se comportan como
una sola y única sustancia.

6. El ozono. Un compuesto de rara aparición en nuestro ambiente cotidiano, pero


abundante en las presiones y temperaturas de la alta atmósfera, es el ozono.
Consiste en una molécula semejante a la del oxígeno, pero de tres átomos de
dicho elemento (O3) y se emplea a menudo, justamente, para purificar aguas.

7. Benceno (C6H6). Un hidrocarburo, es decir, una unión de átomos de


carbono e hidrógeno, incoloro, inodoro, inflamable y tóxico, pero obtenible en
estado de pureza, conservando sus propiedades y reacciones.

8. Cloruro de sodio (NaCl). La sal común, la que tenemos en casa, es una


sustancia pura compuesta. Se integra por dos elementos: cloro y sodio. En
cambio, cuando la añadimos a la sopa, formará parte de una mezcla bastante
compleja.

9. Dióxido de carbono (CO2). El gas que expulsamos luego de la respiración y


que las pantas requieren para sus labores de fotosíntesis. Compuesto por
carbono y oxígeno, suele estar disuelto (mezclado) en la atmósfera junto a
otros gases, pero cuando es tomado por las plantas o se fabrica en laboratorio,
se halla en estado puro.
10. El grafito. Otra de las apariciones puras del carbono, semejante al diamante
químicamente, aunque no tanto en lo físico. Está compuesto por átomos de
carbono únicamente, en una alineación molecular mucho más débil y maleable
que la de los diamantes.

Mezclas
Las mezclas son la combinación de dos o más sustancias puras, en proporciones
variables y reteniendo muchas de sus propiedades individuales, obteniendo así una
sustancia mixta cuyos componentes pueden ser escindidos mediante métodos físicos
y/o químicos.

De acuerdo al modo de interacción de dichos componentes, las mezclas pueden ser de


dos tipos:

 Mezclas Heterogéneas. En ellas se puede observar, ya sea a simple vista


o con aparatos de laboratorio, la presencia de los elementos mezcados, ya que
se distribuyen de manera irregular, o en fases discernibles. Éstas mezclas
pueden ser, a su vez, suspensiones (partículas físicas observables en el
solvente) o coloides (las partículas físicas son tan diminutas que no son
observables con facilidad, y se hallan en constante movimiento y choque).

 Mezclas Homogéneas. Los elementos que constituyen estas mezclas se


distribuyen de manera muy uniforme y no pueden ser discernidos a simple
vista. Se las denomina a menudo disoluciones químicas o
simplemente soluciones, ya que sus componentes (soluto y solvente) no son
fácilmente separables.

Soluto y solvente
Las soluciones son mezclas homogéneas, es decir, indiscernibles; pero sus
componentes se denominan soluto y solvente de acuerdo a la proporción mayoritaria
del segundo respecto al primero.

Por ejemplo:

Si en un líquido A se añaden unos pocos gramos del sólido B, puede que se


disuelvan y no podamos verlos a simple vista, como sí podremos hacer todavía con el
líquido que los contiene. No obstante, si evaporamos dicho líquido, los gramos del
sólido quedarán en el recipiente que contenía la solución. A este tipo de procesos se
los denomina métodos de separación de la materia.
Ejemplos de mezclas

1. La gelatina. Esta mezcla coloidal de colágenos provenientes de materia


cartilaginosa animal, se compone mezclando agua y un sólido en presencia de
calor. Una vez obtenida una mezcla uniforme (homogénea), se la enfría
para solidificar y se obtiene el consabido postre infantil.

2. Los gases de la cocina. Usualmente una mezcla de propano y butano, los


gases que empleamos para encender la cocina o el horno no son discernibles
(mezcla homogénea) y comparten su punto de ignición, pero perfectamente
podrían ser separados en laboratorio aprovechando algunas diferencias
químicas o físicas entre los dos.
3. El aire ambiental. Llamamos aire a una mezcla indiscernible de gases, entre
los que figuran muchos monoatómicos (Oxígeno, Hidrógeno, etc.) y otros
compuestos. Si bien a simple vista no son distinguibles, es posible separarlos
en laboratorio y obtener cada uno en estado puro.

4. El agua del mar. El agua marina dista mucho de ser pura: contiene sales,
sustancias compuestas producto de procesos químicos, residuos químicos de la
vida o de las actividades humanas, en fin, es una mezcla más o menos
uniforme de sus componentes. Sin embargo, si ponemos agua de mar a secar
al sol, obtendremos en el fondo del recipiente la sal a medida que el líquido se
evapore.

5. La sangre. En la sangre se hallan disueltos un sinfín de sustancias


orgánicas, células, enzimas, proteínas, nutrientes y gases como el oxígeno.
Sin embargo, en una gota no podemos discernir nada de ello, a menos que la
veamos a microscopio.

6. La mayonesa. La mayonesa es una salsa emulsionada fría, mezcla de huevo y


aceite vegetal, ninguno de los cuales es, a su vez, una sustancia pura. Así que
se trata de una mezcla muy compleja de sustancias complejas en la que resulta
imposible discernir sus componentes.

7. Azúcar en un vaso de agua. En principio, el azúcar es soluble en agua, por


lo que podemos perder de vista sus cristales a medida que los echemos dentro
del vaso y revolvamos con una cucharilla. No obstante, si seguimos añadiendo
(saturando la solución), lograremos un margen de concentración tal que el
exceso de azúcar permanezca en el fondo, es decir, no forme más mezcla.

8. Agua sucia. El agua contaminada con tierra u otras sustancias de desecho


permite ver a simple vista muchos de los solutos que enturbian su
transparencia. Estos elementos se hallan en suspensión dentro del líquido, por
lo que pueden ser removidos mediante un proceso de filtrado.

9. El bronce. Como todas las aleaciones, el bronce es la unión de dos metales


distintos, como son en su caso el cobre y el estaño (sustancias puras). Esto
permite la construcción de piezas metálicas no demasiado estables, ya que sus
átomos no construyen enlaces permanentes, y por lo tanto maleables y
dúctiles, pero resistentes. La invención del bronce fue una verdadera revolución
para la humanidad antigua.

10. Arroz con frijoles. Por más que los revolvamos en el plato o en la olla, los
frijoles y el arroz serán discernibles a simple vista, si bien los comamos en
conjunto para gozar de su sabor combinado. Esta es una mezcla muy
heterogénea y perfectamente tamizable, si quisiéramos separarlos del todo.
5-En la tabla periódica de elementos, hay siete filas
horizontales de elementos llamados períodos. Las columnas
verticales de elementos se denominan grupos o familias.
Más abajo puedes ver la imagen.

Los elementos de la tabla periódica se clasifican en familias,


también llamadas "Grupos", porque las tres categorías
principales de los elementos (metales, no metales y
metaloides) son muy amplias.

Grupos de la Tabla Periódica


Los miembros de una misma familia o grupo (misma
columna vertical) en la tabla periódica tienen propiedades
similares. Las familias están etiquetados en la parte superior
de las columnas de una de estas dos maneras:

- El método más antiguo utiliza números romanos y letras


(por ejemplo IIA). Muchos químicos todavía prefieren utilizar
este método.

- El nuevo método utiliza los números del 1 al 18.

Cada familia reacciona de una manera diferente con el


mundo exterior. Los metales se comportan de manera
diferente que los gases, e incluso hay diferentes tipos de
metales. Algunos elementos no reaccionan, mientras que
otros son muy reactivos, y algunos son buenos conductores
de la electricidad.

Las características de los elementos de cada familia está


determinada principalmente por el número de electrones
en la capa externa de energía o última capa, también
llamados electrones de valencia. Estos son los electrones
que van a reaccionar cuando el elemento se une con otro. Si
quieres saber más sobre estos electrones te recomendamos el
siguiente enlace: Configuraciónes Electrónicas.

Tenemos 9 Grupos Principales:

- Metales Alcalinos - Grupo o Familia 1 (IA) - con 1 electrón


de valencia.

- Metales Alcalinotérreos - Grupo o Familia 2 (IIA) - con 2


electrones de valencia.

- Metales de transición - Grupos o Familias del 3 al 12 -


Pueden tener diferentes electrones de valencia, depende de
su estado.

- Familia del de Boro o Térreos - Grupo o Familia 13 (IIIA) -


Con 3 electrones de valencia.

- Familia del Carbono o Carbonoides - Grupo o Familia 14


(IVA) - con 4 electrones de valencia.

- Familia del Nitrógeno o Nitrogenoides - Grupo o Familia 15


(VA) - con 5 electrones de valencia.

- Familia del Oxígeno o Calcógenos - Grupo Familia 16 (VIA) -


con 6 electrones de valencia.

- Halógenos - Grupo o Familia 17 (VIIA) - con 7 electrones de


valencia.

- Los Gases Nobles - Grupo Familia 18 (VIIIa) - con 8


electrones de valencia.

Luego veremos de uno en uno y sus características, pero


ahora vamos a verlos en la tabla periódica:
Aquí tienes el símbolo y los elementos de cada grupo:
¿Que no sabes su nombre? No hay problema. Aquí tienes
todos los nombres de los elementos, y su número atómico (el
numerito que hay en cada cuadrado arriba del símbolo)
también llamado Z.
La familia IA tiene 1 electrón de valencia; la familia IIA tiene
2 electrones de valencia; la familia VIIA tiene 7 electrones de
valencia; y la familia VIII A tiene 8 electrones de valencia. Así
que para las familias marcadas con un número romano y una
A, el número romano da el número de electrones de valencia.

El número romano hace que sea muy fácil de determinar que


el oxígeno (O) tiene seis electrones de valencia (que es en la
familia VIA), que el silicio (Si) tiene cuatro, y así
sucesivamente.

Como ves en la tabla de arriba de la columna 3 a la 12 las


familias se nombran por el nombre del primer elemento de la
columna y se llaman metales de transición.

Características de las Familias de la Tabla Periódica

La familia IA se compone de los metales alcalinos. En las


reacciones, estos elementos todos tienden a perder un solo
electrón. Esta familia contiene algunos elementos
importantes, tales como el sodio (Na) y potasio (K). Ambos
de estos elementos juegan un papel importante en la química
del cuerpo y se encuentran comúnmente en sales. Se llaman
así porque cuando reaccionan con el agua forman el álcali. No
entra en este grupo el Hidrógeno.

La familia IIA se compone de los metales de tierras


alcalinas. Todos estos elementos tienden a perder dos
electrones. El calcio (Ca) es un miembro importante de la
familia IIA (que necesita calcio para los huesos y dientes
sanos).

La familia IIIA ninguno muestra tendencia a formar


aniones simples. Tienen estado de oxidación +3, pero
también +1 en varios elementos. El boro se diferencia del
resto de los elementos del grupo porque es un metaloide,
mientras que los demás van aumentando su carácter metálico
conforme se desciende en el grupo. Debido a esto, puede
formar enlaces covalentes bien definidos, es un
semiconductor, es duro a diferencia del resto que son muy
blandos. Tienen puntos de fusión muy bajos, a excepción del
boro.
La familia IVA son los carbonoideos, no metales. A medida
que se desciende en el grupo, aumenta el carácter metálico
de sus componentes. el C y el Si son no metales, el germanio
es un semimetal y el Sn junto con el Pb son netamente
metálicos. El C y el Si tienden a formar uniones covalentes
para completar su octeto electrónico, mientras que el Sn y el
Pb tienden a ceder, por su carácter metálico.

La familia VA son los no metales nitrogenoideos. El N y el P


son no metálicos, el arsénico y el antimonio son semimetales,
a veces se comportan como metales y otras como no metales
(esto es carácter anfótero). El Bi es un metal. esta variación
de no metálico a metálico, a medida que se avanza en el
grupo, se debe al aumento del tamaño de los átomos. resulta
más difícil separar un electrón del átomo de N que hacerlo
con el de Bi, porque en el primero la atracción nuclear es más
intensa. Las moléculas de N son biatómicas, el P, As, Sb
presentan moléculas tetratómicas en algunos de sus estados
alotrópicos. el Bi es biatómico. todos estos elementos forman
enlaces covalentes.

La familia VIA son los no metales calcógenos. Sus puntos


de fusión, densidad y ebullición aumentan a medida que se
desciende en el grupo, es decir a medida que aumenta el
tamaño de los átomos. Se combinan con el H para formar
hidruros no metálicos. De acuerdo a la electronegatividad, la
afinidad química con el H decrece del O al Te. Cuando se
combinan con el H, su número de oxidación de -2, pero
cuando lo hacen con elementos más electronegativos
presentan numero de oxidación positivo (4 , 6)

La familia VIIA se compone de los halógenos. Todos ellos


tienden a ganar un solo electrón en las reacciones. Miembros
importantes de la familia incluyen el cloro (Cl), que se utiliza
en la fabricación de la sal de mesa y cloro, y el yodo (I).

La familia VIIIA se compone de los gases nobles. Estos


elementos son muy reactivos. Durante mucho tiempo, los
gases nobles fueron llamados los gases inertes, porque la
gente pensaba que estos elementos no reaccionarían en
absoluto con ningún otro elemento. Un científico llamado Neil
Bartlett mostró que al menos algunos de los gases inertes si
puede reaccionar, pero requiere condiciones muy especiales.
Después del descubrimiento de Bartlett.

Metales de Transición: El mayor grupo de elementos en la


tabla periódica, que van de los Grupos del 3 al 12. Tienen
diferentes grados de reactividad y una muy amplia gama de
propiedades. En general, sin embargo, los metales de
transición son buenos conductores del calor y la electricidad y
tienen altos puntos de ebullición y densidades.

Lantánidos: son un grupo de metales situados en la


segunda fila de la parte inferior de la tabla periódica. Son
bastante raros, sus números atómicos oscilan entre 57
(lantano) a 71 (lutecio). Algunos de estos elementos se
pueden encontrar en los superconductores, la producción de
vidrio, o láser.

Actínidos: Son un grupo de metales en la última fila de la


tabla periódica. La familia de los actínidos contiene quince
elementos que comienzan con el actinio. Todos los actínidos
son radiactivos y algunos no se encuentran en la naturaleza.

Para acabar te dejamos un video que te puede interesar ya


que habla de los grupos (familias) de la tabla periódica.
6-La tabla periódica se organiza en filas horizontales, que se llaman periodos, y columnas verticales que reciben el
nombre de grupos, además, por facilidad de representación, aparecen dos filas horizontales fuera de la tabla que
corresponden a elementos que deberían ir en el sexto y séptimo periodo, tras el tercer elemento del periodo.
Esquema de la tabla períodica de los elementos químicos.
Los grupos con mayor número de elementos, los grupos 1, 2, 13, 14, 15, 16, 17 y 18, se conocen como grupos
principales, los grupos del 3 al 12 están formados por los llamados elementos de transición y los elementos que
aparecen aparte se conocen como elementos de transición interna. Los elementos de la primera fila de elementos de
transición interna se denominan lantánidos o tierras raras, mientras que los de la segunda fila son actínidos.
Salvo el tecnecio y el prometio, todos los elementos de la tabla periódica hasta el uranio, se encuentran en la
naturaleza. Los elementos transuránidos, así como el tecnecio y el prometio, son elementos artificiales, que no se
hallan en la naturaleza, y han sido obtenidos por el hombre.
El número de elementos de cada periodo no es fijo. Así, el primer periodo consta de dos elementos (hidrógeno y
helio), los periodos segundo y tercero tienen cada uno ocho elementos, el cuarto y el quinto dieciocho, el sexto
treinta y dos y el séptimo, aunque debería tener treinta y dos elementos aún no se han fabricado todos,
desconociéndose 3 de ellos y de otros muchos no se conocen sus propiedades.
PERIODO 1 (2 elementos) PERIODO 3 (8 elementos) PERIODO 4 (18 elementos) PERIODO 6 (32 elementos)
Cuando se descubrió la ordenación periódica de los elementos, se realizó de forma que elementos con propiedades
químicas similares cayeran en la misma vertical, en el mismo grupo, de forma que algunas propiedades, que
dependen más o menos directamente del tamaño del átomo, aumentaran o decrecieran regularmente al bajar en el
grupo (afinidad electrónica, potencial de ionización, electronegatividad, radio atómico o volumen atómico). De esta
forma, conocer la tabla periódica significa conocer las propiedades de los elementos y sus compuestos: valencia,
óxidos que forma, propiedades de los óxidos, carácter metálico, etc.
El orden de los elementos en la tabla periódica, y la forma de ésta, con periodos de distintos tamaños, se debe a su
configuración electrónica y a que una configuración especialmente estable es aquella en la que el elemento tiene en
su última capa, la capa de valencia, 8 electrones, 2 en el orbital s y seis en los orbitales p, de forma que los orbitales
s y p están completos. En un grupo, los elementos tienen la misma configuración electrónica en su capa de valencia.
Así, conocida la configuración electrónica de un elemento sabemos su situación en la tabla y, a la inversa,
conociendo su situación en la tabla sabemos su configuración electrónica.
Los primeros dos grupos están completando orbitales s, el correspondiente a la capa que indica el periodo. Así, el
rubidio, en el quinto periodo, tendrá es su capa de valencia la configuración 5s1, mientras que el bario, en el periodo
sexto, tendrá la configuración 6s2. Los grupos 3 a 12 completan los orbitales d de la capa anterior a la capa de
valencia, de forma que hierro y cobalto, en el periodo cuarto, tendrán las configuraciones 3d64s2 y 3d74s2, en la que
la capa de valencia no se modifica pero sí la capa anterior. Los grupos 13 a 18 completan los orbitales p de la capa
de valencia. Finalmente, en los elementos de transición interna, los elementos completan los orbitales f de su
antepenúltima capa.

10-Una reacción química, también llamada cambio químico o fenómeno químico, es


todo proceso termodinámico en el cual dos o más sustancias (llamadas reactantes
o reactivos), se transforman, cambiando su estructura molecular y sus enlaces, en otras
sustancias llamadas productos.1 Los reactantes pueden ser elementos o compuestos. Un
ejemplo de reacción química es la formación de óxido de hierro producida al reaccionar
el oxígeno del aire con el hierro de forma natural, o una cinta de magnesio al colocarla en una
llama se convierte en óxido de magnesio, como un ejemplo de reacción inducida.
A la representación simbólica de cada una de las reacciones se le denomina ecuación
química.2
Los productos obtenidos a partir de ciertos tipos de reactivos dependen de las condiciones
bajo las que se da la reacción química. No obstante, tras un estudio cuidadoso se comprueba
que, aunque los productos pueden variar según cambien las condiciones, determinadas
cantidades permanecen constantes en cualquier reacción química. Estas cantidades
constantes, las magnitudes conservadas, incluyen el número de cada tipo de átomo presente,
la carga eléctrica y la masa total.

Índice

 1Fenómeno químico

 2Clases de reacciones

o 2.1Reacciones de la química inorgánica

o 2.2Reacciones de la química orgánica

 3Factores que afectan la velocidad de reacción

 4Rendimiento químico

 5Grado de avance de la reacción y afinidad

 6Véase también

 7Referencias

 8Enlaces externos

Fenómeno químico[editar]
Se llama fenómeno químico a los sucesos observables y posibles de ser medidos en los
cuales las sustancias intervinientes cambian su composición química al combinarse entre sí.3
Las reacciones químicas implican una interacción que se produce a nivel de los electrones de
valencia de las sustancias intervinientes. Dicha interacción es el enlace químico.
En estos fenómenos, no se conserva la sustancia original, se transforma su estructura
química, manifiesta energía, no se observa a simple vista y son irreversibles,4 en su mayoría.
La sustancia sufre modificaciones irreversibles. Por ejemplo, al quemarse, un papel no puede
volver a su estado original. Las cenizas resultantes formaron parte del papel original, y
sufrieron una alteración química.

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