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Ahí, donde llueve una vez al año, dos mil trabajadores mineros
observan cómo esa espuma llena de sal y arena de la playa "Jaway"
viaja más de 60 kilómetros cerro arriba y, luego de un proceso de
desalinización, aquel líquido que contenía exagerados niveles de
dureza cálcica y turbidez se puede verter sobre una jarra de vidrio.
En medio de cada mesa del comedor está el agua, los obreros y
gerentes sacian su sed con ella.
EXPERIENCIA ÚNICA
"Este yacimiento polimetálico es una realidad gracias a la aplicación
de tecnología de punta y al uso hídrico del agua de mar. Hemos
invertido más de 120 millones de dólares en la elaboración de la
planta de desalinización ", explica Germán Arce Sipán, gerente
general de la unidad minera Cerro Lindo pertenece al Grupo Milpo.
El agua que extrae la minera Cerro Lindo del mar (36 litros por
segundo durante 12 horas al día) es desalinizada y además
reutilizada. "Nosotros devolvemos el agua salada al océano y más del
55% de los relaves lo convertimos en una pasta especial que nos
sirve como material de construcción. Tapamos los huecos de los
socavones y así reducimos nuestros residuos", cuenta el ingeniero
Antenor Torres Sullón, encargado de la planta de desalinización.
PEQUEÑA DIFERENCIA
Potabilizar no es lo mismo que desalinizar. El 98% del agua de mar
que toma Milpo de Chincha se libra de sal, bacterias, turbidez y
alcalinidad y se utiliza en el proceso de extracción de minerales. El
2% restante, que se somete a una última fase de limpieza, se emplea
para el consumo de la población trabajadora.
El agua que parece hervir en calderos inmensos es utilizada para
separar el zinc, el cobre y el plomo de las rocas.
Las tres plantas futuristas que brillan en Cerro Lindo dibujan el éxodo
de la desalinización. Cientos de tubos y cañerías, decenas de válvulas
de presión y cantidades exageradas de desinfectantes y químicos
distraen la mirada del visitante, pero no explican el milagro. El Ing.
Antenor Torres, de Aqa Química, narra el proceso. "Lo primero es
captar el agua de mar para desinfectarla con cloro y evitar el
crecimiento de bacterias en las paredes de las tuberías. Luego a
través de una malla se separa la arena", ilustra Torres Sullón.
Luego se producen tres filtrados. En el primero se adiciona un
coagulante para la retención de partículas sólidas, en el segundo se
elimina el exceso de cloro agregándole un reductor que es bisulfito de
sodio y en el tercero se asegura la retención de todo material
particulado quedando el agua lista para su proceso final en las
membranas de ósmosis o presión inversa. La tecnología de este
proceso radica en la fuerza del agua. Mediante válvulas se mide la
velocidad del viaje del líquido.
ÓSMOSIS INVERSA
"El agua pretratada a alta presión es enviada a las membranas de
ósmosis que separan físicamente los sólidos disueltos en un promedio
del 99.5%. Se generan dos corrientes de características muy
diferentes, una cristalina y otra con gran cantidad de sal", explica
Torres. Finalmente el agua desalinizada es almacenada y enviada a la
mina, a 60 kilómetros, por tres estaciones de bombeo.
Arriba, en la altitud de Chincha, se observan a campesinos en sus
burros. Kilómetros adentro están los dos tanques de Cerro Lindo,
cada uno almacena 3,600 metros cúbicos de agua. "Primero había
malestar por el problema de la contaminación, pero la gente se dio
cuenta de que ahora en el sector minero se tiene mucho cuidado con
los recursos naturales", expresa Cahuana.