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Textos Filosóficos IV Castilla Gutierrez Gabriel – Extraordinario

Proyecto Final

¿La Magia en Giordano Bruno es una forma de causalidad y conocimiento de la

naturaleza?

La relación de causa y efecto, o también llamada causalidad es un tema que atraviesa

toda la historia de la filosofía, siendo una de las relaciones con mayor poder explicativo;

desde los antiguos hasta los modernos, trataron de extraer la esencia del mundo con

dicho término. No obstante ha tenido varios significados, predicados y definiciones.

Sostengo que Giordano Bruno no es la excepción pues el concepto de causalidad

está presente en su obra de diferentes maneras, no solamente como un concepto

aristotélico entendido bajo la tercera de las cuatro causas, sino más bien, afirmo que se

puede encontrar como un antecedente de lo que en la modernidad se entenderá

cabalmente como causalidad; sin embargo el objetivo del presente ensayo es mostrar

que existe el concepto de causalidad dentro del concepto de magia y con ello el

conocimiento del mundo externo.

Para Bruno la magia tiene diferentes formas de conformarse, no solo como un

arte de conocimiento sino como una ciencia que puede dar cuenta del mundo y sus

relaciones, su origen, fin y transformación; así mismo también explica el pensamiento y

la reflexión, además de fenómenos de corte enteramente metafísicos, no sensibles pero

susceptibles de manifestación; la magia no solo puede entenderse como la posibilidad

del conocimiento sino como mediación del mismo. Es por lo tanto una intermediaria

entre la operación divina y natural1, entendida ésta última como lo que deviene.

1
Bruno, De la magia, pág. 17
Nuestro autor tiene distintas formas de concebir la magia, las cuales son

partiendo de la idea del mago que tiene relación con el filósofo y son las siguientes:

El mago como hacedor de maravillas mediante la sola aplicación de los activos

y pasivos, es decir, elementos que ocasionaban alguna reacción física o química

sensible a los cuerpos, tal como en la medicina y en la alquimia, se le denomina magia

natural.

La magia que hace aparecer obras de una naturaleza e inteligencia superior,

promoviendo la admiración mediante apariciones, a la que denomina “fantasmagórica”.

La magia natural: Cuando la magia obra por virtud de la antipatía o simpatía,

equivale a la armoniosa disposición del universo que reposa en el alma cósmica, que

todo lo penetra y todo lo iguala, expresión de la unidad inefable. Recordemos que por

su participación en el alma cósmica todo el universo está recorrido por una corriente

inagotable de simpatía.

La magia matemática o filosofía oculta: Cuando a estas cosas se le agregan

palabras, figuras, sellos, caracteres o letras, también esta es magia intermedia entre lo

natural y lo extra natural.

La teúrgia: Cuando el culto o innovación de las inteligencias y los eficientes

exteriores llega al punto de obrar con la finalidad de que el espíritu se contraiga a sí

mismo haciéndose vasija o instrumento, de modo que aparece como sabedor de cosas.

Este arte trans-natural o metafísico, estudia las correspondencias mágicas entre los

objetos y símbolos.

La nigromancia: Adjuración o invocación, no de los demonios y héroes, sino

mediante éstos las almas de los difuntos, por sus cadáveres y partes para recibir,

adivinar, conocer oráculos sobre las cosas ausentes y futuras. Los magos
emponzoñadores: Mago maléfico que tiende al mal, aspira a la perdición última y a la

muerte La profecía: Magia dedicada a la adivinación, mediante cualquier procedimiento

de cosas ausentes o futuras. 2

Expuesto lo anterior se infiere que la magia para nuestro autor es más que una

ciencia, o un quehacer sino también es una forma de técnica y comprensión del universo

en su forma más abstracta hasta la transformación de la materia, a saber, su

comportamiento y combinación, es decir, en su forma más concreta como realidad.

Vemos que de todas estas consideraciones al principio de los vínculos están

lejanas a lo que comúnmente tenemos como magia; de hecho para Bruno la magia no es

aquello que llaman un truco o algún prejuicio de entendimiento común, es todo lo

contrario, es pues, una manera precisa de captar lo sensible para abarcar la naturaleza en

sus mediaciones.

Para nuestro autor uno de los postulados o significados de la magia conlleva una

actividad que puede resultar en un “hombre sabedor con virtudes para obrar3, en ese

sentido la magia no solo es un conocimiento del mundo como mediado, es también una

doctrina que comprende disciplinas y abarca la generalidad de lo real, sino que la

totalidad entendida como infinitud de relaciones y partes, como una definición nunca

como una metonimia; una aplicación de dicho conocimiento es llevado a la

transformación del mundo mismo o de la materia en general, ello de manera externa y

de manera interna; de manera interna, el cambio en el sujeto que es ahora quien conoce

las causas, alcances y efectos de su ciencia, es un cambio subjetivo de análisis

individual; solo así los alcances e infinitas formas de pensar la totalidad sin encerrar

contradicción con su creador es comprendiendo por causas.

2
Santana, Oscar., Mediación y vínculos mágicos en Giordano Bruno,. Pág. 37
3
Guzzo, Bruno, pag- 85
Entonces preguntamos: ¿qué conocimiento proporciona la magia? Antes de

responder dicha cuestión es primero necesario distinguir, siguiendo a Bruno, 3 géneros

de la magia (no debe confundirse con los tipos ya expuestos anteriormente): “Vemos

claramente que existe una magia divina, una magia física, y una magia que pertenece a

una categoría extraña a ambas.”4

La magia divina es la causa eficiente de todo acto perfecto: creación de Dios, solo

conocemos esa magia por su efecto, ya que no presenciamos la intuición de Dios al

crear. La magia Física esencialmente es transformación, conocimiento de cómo se

presentan las cosas y su manera de ser posible en otra cosa. La categoría extraña como

se mencionó anteriormente es o bien la magia matemática u oculta, o la magia

fantasmagórica.

Afirmo dicha bifurcación ya que ambas responden al puente que da el sujeto como

medio, dicho de otro modo, estos tipos de magia son los que nos ocupa en particular

porque es nos permite vincular las relaciones causales y su contenido filosófico, así,

entonces podemos concebir la magia como anticipación de una idea moderna y como la

recuperación de una idea antigua.5 Consideremos en primer término algo que se

relaciona inmediatamente con el vínculo causal y quienes practican la magia; Bruno

afirma que:

“Los magos tienen por axioma que, en cualquier obra, hay que conservar en el

espíritu el hecho de que Dios influye sobre los dioses; los dioses, sobre los

cuerpos celestes o astros, que son divinidades corporales; los astros sobre los

demonios que son guardianes y habitantes de los astros entre los cuales está la

Tierra; los demonios sobre los elementos, los elementos sobre los cuerpos

4
Bruno, De la magia, pág. 17
5
La idea moderna es la causalidad y la idea antigua es el fantasma
compuestos, los cuerpos compuestos sobre los sentidos, los sentidos sobre el

animus, y e1 animus sobre el ser viviente por entero: así se desciende la

escalera.”6

Este axioma que menciona Bruno parece ser que en su época era entendible de suyo en

la realidad y por tanto en la relación que tienen con el mago y su entendimiento causal

de las cosas a través de la magia como matemática, puente entre lo sacro y lo divino por

un lado y fantasmagórica subjetiva del otro.

Es importante que el nolano mencione esta cadena causal y la ilustre con tal figura

retórica como una escalera, pues podemos pensar que así como hay un descenso de lo

divino a lo terreno y termina en el animus, entonces es importante saber que existe un

ascenso, en el sentido de subir a través del conocimiento que nos ofrece la magia; si

bien es posible deducir de lo general a lo particular, donde lo general es más bien

totalidad entendida como Dios, y particular, el hombre mortal, entonces no encierra

contradicción pensar que el ascenso es inteligible al reconocer mágicamente su causa

primera como superior dada en cualidad, y cito:

“Es así como se desciende de Dios, por el mundo, hasta la criatura, y como

la criatura asciende por el mundo hasta Dios. En la cima de la escalera, Él

es acto puro y potencia activa, luz roda-pura; en la base de la escalera

están la materia, las tinieblas, pura potencia pasiva que puede convertir

todas las cosas desde abajo, como Él puede hacer advenir todas las cosas

desde arriba.”7

6
Ibíd. pág.- 18
7
Ídem.
Vemos el enlace de la causa y el efecto que produce la causa divina como acto puro,

como una forma de reconocer el papel del creador como posibilidad de todo lo existente

y lo real.

Ahora bien contestemos la pregunta antes planteada: ¿qué conocimiento nos

proporciona la magia? Con lo dicho anteriormente, nos da por tanto un conocimiento

del mundo y un conocimiento interior en resumen nos da un conocimiento de la

totalidad entendida como una dicotomía que tiene su relación con lo fantasmal.

Entonces decimos que nos lleva a un conocimiento de causas, y todo conocimiento

causal de una forma u otra conlleva tanto necesidad como posibilidad. De acuerdo con

Culianu:

“Para sacar provecho de la comprensión, todavía liminar, de lo que viene a

continuación, se ruega al lector que lo tenga siempre presente: la magia es

una operación fantástica.”8

Entonces también podemos retomar la magia en el sentido fantasmagórico, y con el

sentido de la magia oculta que se entiende como causalidad, porque si bien tenemos

una forma de aprehender el mundo con la imaginación que comprende lo fantasmal

entonces hablamos de una cualidad subjetiva que atiende el mundo y sus relaciones

causales; por lo tanto hablamos de una doble perspectiva de la magia.

En consecuencia la magia para Bruno no solo nos abre la vertiente de una

gnoseología ontológica9 de las cosas que se presentan al mundo de manera mediada

tanto por la imaginación y su fantasma, sino también como la magia y su relación

causal que asegura el lugar de un quehacer científico-mágico.

8
Culianu, Eros y Magia en el renacimiento. Pág. 131
9
Quisiera decir que tomo ontología como ciencia de lo que es o ciencia de lo ente (real).
El conocimiento que nos ofrece la magia es un conocimiento de causas y efectos,

es un conocimiento mediato y por lo tanto un conocimiento de lo sensible y lo

inteligible; tanto podemos pensar que hay una correspondencia de un objeto de acuerdo

al concepto en la epistemología clásica, como también podemos pensar la

correspondencia de lo sensible y la ascensión y reconocimiento del creador.

Por un lado tenemos una ontología de la cual se desprende un mundo mediato

dado por la imaginación a través del fantasma que provee imágenes, sin embargo son en

su mayoría sensibles, no hay gran tratamiento del intelecto hacia una dura

epistemología sino a un diagnóstico más abierto, donde no se limita a la realidad y sus

cambios, sino que tiene un mayor poder explicativo en la especulación. En una palabra,

al devenir se comprende en relación con la naturaleza y sus cambios.

En este punto la naturaleza se presenta más cercana al mago en la medida en que

tiene mayor afinidad con su contenido y sus relaciones, pareciera que no hay algo que

no sea susceptible de ser explicado; ello no supone que tenga que ser verdadero tan solo

digo que las explicaciones son suficientes, pero tanto la noción de fantasma como de

magia no son explicables por sí mismas. Sin embargo tratan de dar cuenta de

fenómenos que no podían ser explicados.

La naturaleza no parece ser algo ajeno al mago sino todo lo contrario, es la

constitución misma de la investigación, no hay nada fuera del sujeto que no pueda

entender, en este sentido el filósofo es un mago.

En conclusión, si veo con gran posibilidad un antecedente en Bruno con su

concepto de magia, también una gran cercanía a Aristóteles y Platón, veo que Bruno

como renacentista y gran pensador funciona justamente como un fantasma entre el

mundo antiguo y el mundo moderno, media algunos conceptos y se asemeja con otros.
La magia se vio en este ensayo como una forma de causalidad, quizá deberíamos

de pensar la causalidad en la modernidad como magia, abrir más horizontes de pensar

las relaciones del mundo que no sean mecanicistas quizá nos ofrezca una forma nueva

de pensar la filosofía y con ello nuevas formas de lectura.

Un poco quiero recalcar que esta noción de fantasma y magia en el periodo

moderno pues traerá un estudio de un Spinoza con su ontología y su causalidad natural,

por no decir panteísta, que justamente pude asemejarse con el pensamiento de Bruno y

su forma de comprender el mundo donde todo es causa de la única substancia.


Bibliografía

 Benítez, Laura y Robles, José Antonio (Coords.), Giordano Bruno (1600-2000),

UNAM, México, 2002

 Bruno, Giordano, De la magia de los vínculos en general, Editorial Cactus,

Buenos Aires, 2007

 Culianu, Ioan Petru, Eros y magia en el Renacimiento. Siruela, Madrid 1999

 Del Giudice, Guido, Giordano Bruno. El poeta del universo infinito.

 Guzzo, Augusto, Giordano Bruno, Editorial Columbia, Buenos Aires, 1967

 Mínguez Pérez, Carlos, Filosofía y ciencia en el renacimiento, Editorial Síntesis,

España, 2006

 Kristeller, Paul, Ocho filósofos del renacimiento italiano, FCE, México, primera

edición, 1970

 Santana, Oscar., Mediación y vínculos mágicos en Giordano Bruno, Unam,

México, 2011

 Yates, Francis, Bruno y la tradición hermética, Ariel, Barcelona, primera

edición, 1983

 Hemerografía:

 Hernández, Oscar, Giordano Bruno y la ciencia renacentista, Revista de

filosofía, Vol. XXXIX, No. 2098, Universidad de Costa Rica

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