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I 2)r.

Franz Keíler

La Fuerza Viril \
I
II.
Cómo se Conserva
I Cómo se Recupera

i
LA FUERZA VIRIL
P rólogo del D b . A, Aeteaga P ereula
DI LABUL ACADIKI1 DI «DICtN*
PÓ R TIC O
ES P R O P I E D A D
Queda hecho t í depó­
sito que m arca t& ley.

La mayor parte de las obras referentes a la


fisiología y patología del vigor sexual son sim­
ples copias de antiguos libros, escritos en épo­
cas en que eran menos completas que hoy las
nociones referentes a ese punto interesante en
la vida del hombre y en la reproducción de la
especie. Las corrientes de vulgarización cien­
tífica empezaron tímidamente por ser meros
consejos de higiene, pero hoy se tiende a dar
al público trabajos de mayor extensión, sin
pecar de demasiado técnicos ni caer en el ex­
tremo opuesto de hacerlos demasiado vulgares.
Franz Keller ha sabido dar con el justo me­
dio en esas materias que, al leerlas, parecen
fáciles y, sin embargo, representan un nota­
ble esfuerzo en quien las escribe.
La lectura de la obra instruye y agrada, y en
I kpbihta LA NEQTIPIA : Rambla Cataluña, i u : BARCELONA
6 OR. FRANZ KEI.LKR
la fu e r za v ir il 7

ella se adivina al hom bre de verdadera ciencia


hacerse, sino que pone en m anos de «la legión
deseoso de ser útil a sus sem ejantes. Sólo por
de parias del am or» un tratam iento de sum a
este concepto pudiera ya recom endarse el libro, sencillez, de g ran alcance como medio de des­
ta n distinto de m uchos otros que inundan el pertar y sostener la en erg ía viril, y de u n va-
m ercado con la falsa etiqueta d e obras científi­
M económ ico ta n reducido, que nadie puede
cas, y no son m is que libracos perniciosos, decir que existe la ley d e castas, que sólo per­
con tendencias m is bien eróticas que módicas,
m ite que el rico se cure y obliga al pobre a
y que producen deplorable efecto en el ánim o
descuidar su salu d o a perder su m isero su s­
del lector que busca ansioso el alivio de sus
tento.
m ales. Aire, agua, sol y alim ento sano y ejercicio
H ay que ser púdico al tra ta r d e m aterias de que nada c u e s ta : eso es lo que preconiza el au­
cierta índole, y eso sólo puede hacerlo el hom­ tor, N o puede por m enos que creer que esos
bre de ciencia que sabe m antenerse inm acula­ m edias son y serán eficaces en estos y m uchos
do, aun en pleno am biente vicioso. La ciencia casos, y p ara que sepan cóm o deben curarse
es casta hasta en el reino de la lujuria, porque los atorm entados por los desvíos o alteraciones
sólo busca el bien ajeno y no se preocupa de de la virilidad, se escribió este libro, que m e
dónde ha de sem brarlo. complazco en recom endar sin reserva alg u n a.
La obra de K etler carece de sensualism os;
la p arte dedicada al tratam iento es sum am ente A l fo n so A kteaga P ereira
original, y racional la aplicación He las moder­
n as tendencias de la escuela naturista, que
pretende orientar hacia la higiene todas las in­
dicaciones terapéuticas.
C uanto m ás se avanza en el ejercicio de
la m edicina, m ás parcos som os en rem edios y
m ayor valor concedemos a la higiene, a la cual
se ciñe el autor naturista, erigiéndola en sis-
tem a curativo.
P o r este motivo es digno de alabar el em pe­
ño del autor, que no sólo aconseja lo que debe
PRÓLOGO D EL AUTOR

Una práctica médica m uy extensa en las en­


ferm edades por viciación y defecto de la fuerza
viril, me ha hecho ver de cerca la necesidad de
dar al público un libro de vulgarización que
pudiera servir de g u la de tratam iento y que
les perm itiera evitar ser victim as de esos males
tan crueles como poco conocidos en general.
En el curso de la obra encontrará el lector
explicada mi opinión sobre este punto, y verá
tratado cpn bastantes detalles cuanto a ella
afecta, y su aplicación al tratamiento de las
alteraciones del aparato genital, cuya trascen­
dencia es incalculable.
Durante una gran parte de nuestra vida el
instinto sexual nos domina y dirige, y sin él
la humanidad no existirfa y el hombre hubiera
quedado reducido a la miserable condición de
10 l)R. PRANX KELLSR LA FUERZA VIRIL II

un sér triste e incom pleto. El antiguo aforis­ ocupaciones o deberes personales, ni ofrece di­
mo, que dice que la m ujer lo es por el útero, ficultad alguna. R esulta, además, sum am ente
puede aplicarse con igual razón al hombre, económico, hecho digno de tenerse en cuen­
diciendo que sólo es hom bre p o r su aparato ta ; su aplicación es agradable y redunda en
generador, no sólo el que produce la sem illa beneficio d e la salud total, porque se basa en
fecundante, sin o tam bién aquella p aite que el restablecim iento de la arm onía del orga­
perm ite su transporte y que eng en d ra asim is­ nism o.
mo el deseo. E s posible que m i sistem a encuentre detrac­
Son num erosos los infelices seres que ocul­ tores, por dem asiado sencillo y que algunos
tan vergonzosos su aniquilam iento sexual y se sonrían de unos m edios de tratam iento, al
que carecen d e un placer licito y n ecesario ; parecer, vulgares. L o s que tal h agan, olvidan
pobres parias del am or, que ¿10 pueden gozar que la vida vegetal y anim al fuera im posible
de sus dulzuras infinitas y tienen que renun­ sin sol, aire y a g u a ; que sin ejercicio es la
ciar a la m ujer, creada p a ra com pañera y ami­ vida incom pleta, y que los m undos todos no
g a del hom bre. son m ás que transform aciones incesantes de
Seria injusto e inhum ano p riv ar a esos se­ m ateria en m ovim iento y desarrollo d e ener-
res dignos de lástim a el m edio de volver a ad­ gías.
quirir sencillam ente y con facilidad su condi­ H e visto y he c re fd o ; sólo deseo que leáis
ción social íntim a de que les ha privado una y apliquéis lo que hayáis leído p a ra contaros
enferm edad de efectos m orales tan depresivos, en el núm ero de los redim idas y de tos cre­
que les conduce al m ás atroz de los suplicios yentes.
y les niega los inefables goces de la fam ilia.
En mi libro hallarán rem edio a sus males y
consuelo a sus tristezas, sin necesidad de pa­
sar parte de su existencia, com o tristes pere­
grinos solitarios, buscando quien les redim a
de su m iserable condición.
l odo cuanto en él he escrito es fruto de mi
larga experiencia, y de tan fácil em pleo que
no es necesario ab andonar po r un instante las
PRIMERA PARTE

I. Anatomía y fisiología del aparato genital masculino.


II. Evolución normal de la sexualidad.-III. Los ene­
migos de la virilidad. - IV. Estudio de la impotencia.
CAPÍTULO PRIMERO

A natom ía y fisiología del aparato genital


masculino

Anatomía. Los órganos genitales masculi­


nos comprenden :
t.° Un aparato secretor representado por
dos glándulas llamadas testículos, que produ­
cen el líquido fecundante llamado esperma o
semen.
2. " Las vías que sigue el esperma para sa­
lir al exterior: conducto deferente del testícu­
lo, glándula seminal, conductos eyaculadores
y canal uretral.
3. " Un aparato adaptado a ia porción de la
uretra, que forma con ella el miembro viril o
pene, capaz de imprimir a este órgano, en
ciertas circunstancias, la rigidez necesaria para
la emisión del semen y para su introducción
en los genitales femeninos.
LA FUERZA VIRIL 17

tros, y está d irig id o oblicuam ente de arrib a


T estícu lo s y s u s cu b ierta s .— Los
testícu­
abajo, de delante a trá s y de fuera adentro. <E1
los están contenidos en una bolsa de doble ca­
izquierdo desciende un poco más que el dere­
vidad, colgada debajo del pubis y del pene,
cho, circunstancia q u e evita su frote y pelliz-
entre los m u s ti o s , y form ada de varías mem­
cam iento cuando se cruzan o se aproxim an
branas superpuestas que reciben el nom bre de
bruscam ente los m uslos.
bolsas. C om prenden éstas de fuera a d e n tro :
C ada testículo está revestido de u n a mem­
la piel, que, bajo el nom bre de escroto, cons­
brana fibrosa, blanca, llam ada túnica albugí­
tituye una cubierta com ún a las dos glándulas,
nea, d e la que se desprenden num erosos tabi­
m uy elásticas, d e color m ás obscuro que la
ques m uy delg ad as que dividen el tejido pro­
restante del cuerpo, provista d e num erosas
pio de la g lá n d u la en otros tantos lóbulos-
glándulas sebáceas y d e pelos la rg o s ; dis­
C ada uno de éstos está form ado por g ran
fruta de gran retractilidad. S igue el darlos,
núm ero d e canalículos m uy finos que se anas-
que forma dos sacos divididos por el tabique
tom osan entre sí y se repliegan m uchas veces
dartoideo, uno p a ra cada testículo, adherente
sobre sí m ism os {canalículos seminíferos).
a la cara profunda d el escroto, cuyo arruga­
S obre el borde superior del testículo sufre
m iento por el frío o el orgasm o genital es de­
la túnica albugínea un engrasam iento bastante
bido a la retracción de las fibras rojizas del
considerable {cuerpo de Higmoro) y a este
d a n o s. E ncuéntrase después el cremásier,
nivel los canalículos se hacen rectilíneos, for­
aplicado sobre el dartos y form ado de fibras
m ando una veintena de conductillos que, atra­
m usculares insertas por arriba al pubis o al
vesando el citado cuerpo y después de form ar
arco crural y cuya contracción brusca lleva el
en su espesor u n a red (red vascular de Hál-
testículo hacia arrib a y afuera. Hállase, final­
ler), salen de la albugínea y se dirigen al epi-
mente, la túnica vaginal, que envuelve el ór­
didimo.
gano por todas partes, excepto por dentro,
El epidídim o es un apéndice testicular si­
form ada de dos h o ja s : parietal y visceral, que
tuado sobre el borde superior de la glándula,
facilita el deslizam iento del testículo, y que en
ocasiones da lu g a r a u n a acum ulación d e se­ a la cual cubre com o la cim era de un casco.
T iene una extrem idad gruesa o cabeza y una
rosidad conocida con el nom bre d e hidrocele.
L os testículos son d o s órganos de form a extrem idad corta o cola, que se afila por de­
ovoidea, cuyo e je m ayor e s de seis centlm e- trás y se eleva reflejándose sobre sí mism a,
2
LA H F .K Z A \ J KI I - IM
IB D R . P R A N Z K K U .B R

una cabeza alargada y aplanada, de un seg­


para continuar con el conducto deferente. El
mento medio cilindrico y de una cola muy
epidfdimo está formado por un conducto muy
larga y adelgazada en la punta; su longitud
largo y delgado, replegándose sobre sf mismo
total es de unos cincuenta milímetros; se
gran número de veces.
mueven con vivacidad en el esperma fresco
El conduelo deferente que forma su conti­
mantenido a la temperatura del cuerpo ¡ esta
nuación, describe un trayecto ascendente y
movilidad es debida a los movimientos ondu­
vertical para alcanzar el orificio inferior del
latorios de la cola, especie de latiguillo que
conducto inguinal, en el que se coloca for­
azota el líquido en un plano transversal; de
mando pane del cordón espermático, que con­
este modo progresa como una anguila, siem­
tiene además las arterias, venas y nervios del
pre en el mismo sentido, con la cabeza ade­
testículo.
,U nacimiento, los testículos dejan la cavi­ lante, pudiendo recorrer en un minuto una
distancia igual a cuatrocientas veces su propia
dad abdominal donde estaban alojados y ba­
longitud. Sus movimientos persisten mucho
jan a las bolsas a través del conducto ingui­
nal. Cuando esta migración no tiene lugar se tiempo al abrigo de la desecación, habiéndose
llama criptorquidia. hallado espermatozoides vivos en el útero ocho
El testículo segrega una substancia especial y más días después del coito. El agua, el al­
llamada esperma, destinada a la fecundación cohol, los ácidos y las temperaturas elevadas
del óvulo de la mujer. Este liquido, que apa­ los matan, f.a cantidad de semen eyaculada
rece en el momento de la pubertad, es viscoso, durante el coito varia de 2 a 6 gramos, y en­
blanquecino u opalescente, de reacción neutra tonces el esperma se halla mezclado con la se­
o ligeramente alcalina ; de olor especial seme­ creción de las glándulas ureterales y prostá-
jante al polen de ciertas plantas. Contiene ticas.
materias albuminoides, nucleína, lecitina, sa­ Una vez el conducto deferente llega al agu­
les, principalmente fosfatos; una base orgá­ jero superior del canal inguinal abandona el
nica cristal izable. En el seno del liquido se cordón espermático y se encorva hacia la pel­
hallan los espermatozoides o elementos figu­ vis, para unirse con las vesículas seminales.
rados que se forman en los espermatoblastos o Estas se hallan situadas una a cada lado entre
células especiales de tos conductos seminales. la vejiga y el recto, detrás de la próstata. Esta
Eos espermatozoides están compuestos de situación explica la frecuencia de las ereccio-
20 DK. FKAXZ m -L-Bfi

nes m atinales producidas por la compresión cavernosos que estudiarem os más adelante.
ejercida por la vejiga urinaria llena de orina, E ntre el bulbo de la uretra y la cara inferior
excitando por acción refleja los cuerpos ca- de la región m em branosa se encuentran a
vérnosos. E xteríorm ente presentan la form a de cada lado de la linea m edia las glándulas de
una circunferencia rugosa y desigual, estando Cooper, cuya secreción se mezcla al esperm a
form adas interiorm ente por com partim ientos. en la eyaculación y que, además, sirve para
Estas glándulas segregan un liquido album i­ lubricar el conducto uretral, hallándose en la
noso que se añade a la secreción testicular. El capa siibm ucosa las de Littré, con igual des­
conducto de las vesículas y el deferente form an tino. La m ucosa que tapiza la uretra se conti­
el conducto eyaculador, que pasa a través de núa con el resto de las m ucosas genitourina­
la próstata y va a term inar a la porción pros- rias, lo que explica la facilidad con que se
tática de la u retra po r delante de u n a pequeña transm iten a los dem ás órganos las inflama­
em inencia llam ada verumanlánum, cuyo obje­ ciones especificas de ésta.
to es evitar la caída del sem en en la vejiga Los cuerpos cavernosos están adosados a la
urinaria en el acto de la eyaculación. uretra peniana form ando cuerpo con ella, y se
Divídese la uretra en tres porciones, llama­ hallan constituidos p o r una serie de lagunas
das prostática, m em branosa y esponjosa o po­ adonde llegan las arterias y de donde parten
ntana, siendo esta últim a la única q ue ofrece las v e n a s ; las arterias son m ayores en núm e­
interés para nuestro estudio. El conducto ure­ ro que las venas y presentan adem ás una dis­
tral sirve p ara la em isión de la orina y el posición especial en form a de hélice, que les
semen. perm ite retardar la m archa de la sangre en los
L a uretra esponjosa tiene una longitud de senos, m anteniendo de este modo la erección.
doce a catorce centím etros, estando dirigida El pene se halla constituido por la reunión
bacía abajo en estado de flaccidez, y hacia de la uretra esponjosa y los cuerpos caverno­
arriba en estado d e erección, en la que alcanza sos y tiene la form a de un cilindro, que en es­
tado de erección form a una curva de ligera
m ucho m ayor volum en. Al salir la u retra de
concavidad hacia arriba.
la porción fija se rodea de un tejido esponjoso
El glande, que lo term ina, ofrece una punta
que presenta dos en san ch am ien to s: uno pos­ cónica que facilita su introducción en la vagi­
terior, el fridbo, y otro anterior, el glande. Su na ; su base, que está dirigida oblicuam ente
estructura es la m ism a que la de los cuerpos
LA FUERZA VIRIL Si

atrás, ofrece un reborde saliente, sobre todo p ara ello que el pene se halle en estado m ayor
por detrás, llamado corona del glande, sobre o menor de rigidez.
el que se abren gran núm ero de glándulas se­ E rección.— La erección es debida a la acu­
báceas, Kn el vértice del glande se abre el mulación de la sangre bajo cierta tensión jen
meato urinario, orificio del conducto de la ure­ las mallas del tejido cavernoso, como resul­
tra en forma de hendidura vertical y cerrado tado de la vasodilatación arterial producida
en estado de reposo. por la acción de los nervios erectores, descu­
La superficie del glande está recubierta de biertos por E ckardt. Además, tos músculos
una mucosa de color rosado, que se refleja so­ bulbo e isquiocavérnosos comprimen por su
bre la corona del glande y se continúa por en­ contracción las ralees de los cuerpos caverno­
cima de éste con la piel, form ando una ranura sos y el bulbo de la uretra, acum ulando asi la
en donde se am asa el producto de las glándu­ sangre en el pene. Esta acción m uscular es
las sebáceas, llamado esmegma prepucial, La necesaria p ara que la erección sea c o m p le ta ;
pie! que recubre el m iem bro desliza fácilmente ya que inyectando tos vasos del pene en un
sobre la vaina fibrosa común a iOS CUerpOs ca­ cadáver sólo se obtiene una erección im per­
vernosos y a ia uretra. Se prolonga sobre la fecta.
corona del glande, de la que recubre el' dorso, La erección se produce por acción re fle ja ;
form ando lo que se llam a la capucha o calote ; el centro del reflejo está situado en la porción
se adhiere a la parte inferior del ensancha­ lum bar de la m edula espinal. E ntra en acción
m iento term inal de la uretra, llamado frenillo. bajo la influencia de la excitación d e los ner­
El repliegue de la piel que protege el glande vios sensibles del pene y tam bién por excita­
recibe el nom bre de prepucio. En algunos ca­ ción psíquica (im ágenes voluptuosas), o por
sos la longitud y estrechez del prepucio no contacto de otros órganos (pezones). E n cam ­
perm ite descubrir el glande, ocasionando Ij bio, o tras im presiones de origen cerebral pue­
fimosis, que se cura y evita practicando la cir­ den desarrollar fenóm enos de inhibición e im­
cuncisión. pedir la erección necesaria del pene.
E yaculación. — F.n el mom ento del o rg as­
Fisiología. Las sensaciones de voluptuosi­ m o venéreo el esperm a es expulsado con fuer­
dad determ inan por acción refleja la eyacula- za y de un modo interm itente fuera del canal
ciñn o emisión del esperm a, siendo preciso uretral. E ste fenóm eno es el resultado de con-
9* M . nU M K U t U R

tracciones m usculares de origen reflejo (cen­


tro lu m b a r); contracciones peristálticas de los
m úsculos lisos d e las vesículas seminales» de
los canales deferentes, y sobre todo de las
contracciones rítm icas del bulbo cavernoso,
que expulsa por tiem pos e l contenido del canal
de la uretra. D urante la erección del canal de
la uretra está cerrado por el lado vesical por
la em inencia del verumantdnum. C A P ÍT U L O 1!

Evolución normal de la sexualidad

D urante la infancia la función sexual es in­


diferente en el caso norm al, y a que el indivi­
duo, ni por su función fisiológica, ni por sus
lecturas, ni p o r excitación voluptuosa se da
cuenta de ella, y todos los casos en que so b re­
venga algún trastorno o vicio en la función
indicada, debe buscarse su origen en algo pa­
tológico o en algo psíquico anorm al.
El sentido sexual no se desarrolla hasta la
pubertad, y aun de una manera vaga, no bien
definida, coincidiendo con el desarrollo del
cuerpo y, especialm ente, con la existencia del
licor sem inal. Pero antes de la pubertad, ya
que por tal debe entenderse la robustez com­
pleta y necesaria para la procreación normal,
y ésta no se alcanza hasta los diez y ocho o
veinte años, existe ya en la adolescencia un
LA FUERZA VIRIL 27

cam bio físico y m oral que señala la avanzada prem aturas no vienen a dism inuir el vigor
del sensualism o, y que en los pueblos civili­ sexual, llega el hom bre a la edad juvenil con
zados y en las clases sociales con promiscui­ la virilidad necesaria y la potencia creadora
dad frecuente entre am bos sexos, anticipa el fisiológica p ara el m atrim onio, único modo de
desarrollo de la sexualidad. A si, por ejemplo, perfeccionar la raza, m ás racional que el cruce
en las clases altas, en que las costum bres so­ de castas, m uy difícil en la especie hum ana
ciales perm iten los apartes entre muchachos y por m ultitud de causas sociales y morales,
m uchachas y en los talleres febriles, en que lEntonces ha adquirido el individuo su com­
unos y otros viven aglom erados, se excita el pleto desarrollo físico, a excepción de algunos
sentido sexual tem pranam ente. De igual mo­ puntos de osificación incom pletos; los ó rg a­
do se observa ese fenóm eno entre los escola­ nos genitales hállansc tam bién en su estado
res, por la mezcla de individuos jóvenes con n o rm a l; aparece el pelo en el rostro, y ya no
otros de m ás edad que ya entraron en las existe inconveniente físico alguno para el fun­
prácticas g e n ita le s; en los colegios, y en los cionalism o del aparato generador.
individuos que se entreg an sin discernim iento Decim os físico porque, desde el p unto de
a toda clase de lecturas. vista m oral, es preferible la continencia ; esto
A ntes de com enzar la adolescencia por esa aparte del peligro de contraer una enferm edad
anticipación prem atura, la m ayor parte de in­ contagiosa en las relaciones con una m ujer
dividuos sufren de orgasm o genital, con erec­ mercenaria, no ofreciendo m ayor seguridad
ciones provocadas por excitaciones físicas o ciertas relaciones con m ujeres discretas, que
psíquicas voluptuosas. O bsérvase el desarro­ nadie puede estar seguro de ser el único po­
llo prem aturo del pene y los testículos; la seedor de las m ism as.
aparición del pelo en el em peine; la voz a L a continencia sexual no constituye ningún
veces eunueoíde y otras con tim bre demasiado peligro, puesto que el organism o se encarga
varonil. Kl individuo siente en presencia de de facilitar la salida del semen acum ulado,
la m ujer una sensación especial, agradable, m ediante las poluciones nocturnas periódicas.
que le lleva a buscar su com pañía, aun en lo* En cam bio, el exceso sexual resta al orga­
casos de ignorancia com pleta de la vida se­ nismo, no sólo los fosfatos que tiene en ab u n ­
xual, hoy, por desgracia poco frecuente. dancia el licor sem inal, sino que tam bién pri­
Si la m asturbación o las relaciones sexuales va al cuerpo del estim ulo que obtiene en be-
28 iw. r o m kkujcr LA FCUI2A VIRIL 29

noticio suyo, con et prudente ahorro de sus que en este p u n to se hallan en com pleto des­
energías glandulares, y a que está dem ostrado acuerdo con las leyes del organism o.
que todas y cada u n a d e las glándulas inter­ E s cierto que resulta difícil dentro de la
nas o externas contribuyen al sostenim iento vida m oderna, poco casta y poco racional, es­
del equilibrio funcional. pecie de suicidio m oral y orgánico, m antener
Además, se hace necesario llegar al m atri­
en el espíritu del joven las ideas antes apun­
monio con la castidad física que exigim os a
tadas ; las costum bres licenciosas, las litera­
nuestras esposas, cosa de trascendental im­
turas m alsanas, el consejo d e am igos viciosos,
portancia que nos coloca en condiciones de
la falta de vigilancia paterna y la facilidad del
estim a moral po r parte de la m ujer, y nos
vicio que atrae, son factores im portantes que
ap arta del sendero de la falta m atrim onial,
pu g n an contra el tem or al contagio y contra
casi inevitable en quien probó ya tos placeres
la m oralidad innata, dem asiado com batida y
am orosos de fácil acceso y de m oralidad nula.
objeto de b u rla para los llamados hom bres de
H ay que tener en cuenta que transm itim os a
m undo.
nuestras hijos, no sólo nuestra m anera de ser,
El único m edio p ara com batir esas influen­
desde el punto de vísta orgánico, sino tam ­
cias nocivas es despertar en su ánim o el am or
bién nuestras inclinaciones m orales y nuestra
al estudio, evitar el tedio y la holgazanería y
intelectualidad en la m ayor parte de ios casos.
fom entar el ejercicio físico, que realm ente sir­
La herencia o bra fatalm ente sobre los indivi­
ve de freno al placer sexual, por el natural
duos, como lo com prueba la transm isión de
deseo de sobresalir entre los dem ás y evitar
las enferm edades nerviosas particularm ente.
una pérdida de energías. E s, adem ás, necesa­
ITn la mism a escala anim al se ha observado
rio dar ejem plo de virtud por los que están en­
que, forzando el apaream iento del macho y la
cargados de educarle y vigilarle, y en lugar
hem bra, o haciéndolo prem aturam ente, los
de consentirle la frecuentación de ciertos lu­
productos del cruce salen en condiciones de
gares, llevarle a la v ida social honesta, y des­
inferioridad, y los padres pierden rápidam en­
pertar en él el deseo d e ser adm itido por sus
te su potencia sexual.
prendas m orales e intelectuales.
Aun desde el punto de vista del matrim o­
E l cultivo racional y continuo de sus ener­
nio, éste no debe consentirse dentro de los lí­
g ía s m orales y volitivas, el equilibrio del doble
m ites de edad que señalan la ley y la Iglesia,
sér físico y m oral que llevamos dentro, pro-
LA FUERZA VIRIL 31
30 DR. FRANZ KJíLLBR

ducen excelentes resultados, y si al par se le El embotamiento del placer por parte del hom­
bre conduce a extravíos y perversiones sexua­
ponen de maniñesto los peligros del contagio
venéreo para él y sus descendientes, en caso les enfermizas y vergonzosas. Sólo en estas
circunstancias, y por efecto de un rebajamien­
de matrimonio, es posible evitar en gran parte
to moral inexplicable en el hombre, se da el
el uso de los placeres de Venus, o cuando me­
caso de los placeres en común, con olvido de
nos moderarlos.
todo pudor y con escarnio de la propia dig­
Es preciso inculcarle que la función sexual
nidad.
tiene un fin más elevado que la satisfacción de
Los placeres castos necesitan de la soledad
un placer ¡ que dicho acto representa la per­
entre el hombre y la mujer que se entregan a
petuación de la especie, y que ésta tiene el de­ ellos ; es un momento de recogimiento íntimo
ber de ser sana y fuerte en todos sentidos, y que no puede tolerar la presencia de un extra­
que sólo para ello sirve de medio el placer que ño. y las caricias aun más honestas se recatan
produce la unión física de los sexos. El goce de la vista de los demás. Y es fuerza que sea
es un medio para procrear, pero esta función asi, porque la unión amorosa no tiene nada
instintiva en los seres inferiores ha de ir acom­ de impúdica en la soledad de los dos seres,
pañada en el hombre de la satisfacción moral, pero se transforma en vergonzoso extravio
que sólo puede producir el amor esencialmen­ ante ojos indiscretos.
te espiritual. Todo cuanto se aparte de este Cuando el hombre llega al matrimonio for­
modo de comprender la unión de los sexos, talecido con el convencimiento de su misión
nos pone al nivel de los animales, en los que el augusta y noble, con la plenitud de sus ener­
apareamiento termina al concluir el coito, y gías y con los impulsos de su alma enamora­
donde no existe otro amor que el de la hembra da, es cuando empieza realmente la vida se­
para sus hijos y aun por tiempo limitado. xual.
Obsérvese generalmente que el coito fuera Siendo necesaria la perpetuación de la es­
del amor espiritual produce una sensación de pecie desde el punto de vista social, y siendo
depresión triste, y que, pasada la excitación necesario el ejercicio de la función sexual,
voluptuosa, el hombre siente hastio hacia la fisiológicamente consideradas, claro está que,
mujer que ha sido su compañera de ocasión y después de lo dicho, hemos de considerar el
cesa la necesidad de retenerle por parte de ella. matrimon:o como una necesidad bajo todos
32 0 8 . FKAKZ UtLLKK LA FUERZA VIRIL 33

sus aspectos. El m atrim oniu obliga al hombre El placer fácil entra po r los sentidos y no
al trabajo p ara sostener a la fam ilia fu tu ra ¡ vive más que en ellos y tiene menos valor que
aleja la lujuria de su lado y le da medios de el instinto anim a], porque éste sólo es tem po­
crear ui> hogar donde gozar de las dulzuras ral y pasajero.
de la vida, cum pliendo asf su misión honrada D entro del am or pu ro son causas predispo­
en la tierra. nen tes: el cariño que inspira la com pañera
Si hacemos un estudio com parado de las elegida lib rem en te; el deseo noble de la pa­
causas predisponentes del placer sexual y de ternidad, la intim idad am orosa sin im pudores
sus resultados dentro y fuera del matrim onio, ni refinam ientos viciosos, pero acrecentada por
hallarem os que el prim ero es m ás conforme a la espiritualidad de la u n ió n ; la finalidad m o­
la vida lisiológica y es un medio de prolongar ral del a c to ; el placer sentido que no se acom ­
la vida. paña de hastio ni tristeza, sino de u n a sensa­
Las causas predisponentes a los placeres ción de languidez a g ra d a b le ; la regulariza-
am orosos fuera de la unión matrim onial son : rión del am or físico una vez pasados los pri­
la excitación producida por las lecturas eróti­ meros tiem pos de transporte amoroso ; la mo­
cas o por la contem plación de imágenes luju­ ralidad de su unión física. S u s consecuencias
riosas ¡ el contagio del ejem plo de otros indi­ son : el perfeccionam iento y la propagación
viduos; la voluptuosidad refinada de la corte­ de la esp ecie; el bienestar moral y la creación
sana ¡ la apetencia de placeres variados a solas de la fam ilia ; el am or al tra b a jo ; la evitación
y en com ún la carencia de am biente moral y de] contagio venéreo y sus consecuencias peli­
de finalidad ética. S us resultados más frecuen­ grosas ; el equilibrio moral, intelectual y físi­
tes suelen s e r : el hastio moral ; la pérdida de co que prolonga la v id a ; el acrecentam iento
la dignidad ; la inferioridad m oral ante la mu­ de la dignidad m oral y social y el respeto que
jer h o n e s ta ; el contagio venéreo, que pone en a ella acom paña. E s un placer espiritual con
peligro la vida y dism inuye su resistencia fí­ unión física, donde el instinto sólo interviene
sica el exceso de placeres y su depravación, como medio y no como fin, perdiendo, por
que agotan su vigor y enferm an su sistem a tanto, la anim alidad del acto.
nervioso ; la tendencia a la vida ociosa y vi­ En los prim eros tiem pos del m atrim onio, las
ciosa, con todas sus consecuencias m orales y relaciones sexuales tienen extraordinaria fre­
sociales. cuencia y se efectúan con una intensidad física
3
34 I * . VIUMZ KKLIJtK LA FUERZA viril 36

en relación con el deseo de posesión que existe de la función sexual, so pena de producir se­
en el marido, y esta natural intensidad, que rios tratornos en los centros nerviosos medu­
más tarde se regulariza, sin dejar por ello su lares y predisponerse a la neurastenia y al
carácter amoroso, sirve para estrechar el cari­ agotam iento. No puede establecerse una me­
ño y aum entar el deseo. El esposo ve cada día dida com ún para el uso del coito, por cuanto
a su com pañera bajo un nuevo prism a, reco­ son m uchos los factores que la hacen v a ria r;
nociendo en ella m odos de ser distintos, ya aparte de la energía o rgánica variable en cada
que en la arm onía del am or caben variaciones individuo, están las condiciones de edad, la
eternas sin dejar de ser nuevas. alim entación, las profesiones, por no c ita r
No obstante, es necesario que estudiem os m ás que las de m ayor im portancia.
los medios m ás conducentes para conservar el En general, es suficiente usar del m atrim o­
vigor sexual du ran te g ran parte de nuestra nio dos veces por sem ana en las profesiones
vida, entendiendo por ello el uso natural de penosas o intelectuales, y a que las prim eras
la función fisiológica y no un aum ento de la requieren una g ran cantidad de vigor físico y
misma, casi siem pre patológico. las segundas ocasionan una pérdida de fuerza
Debe recordarse que las condiciones en que nerviosa, am bos necesarios a la función se­
se verifica el coito requieren una excitación xual.
nerviosa refleja o voluntaria de una duración En los individuos que gozan de una posi­
corta, pero de extraordinaria intensidad, que ción social que les perm ite ap añ a rse del tra ­
igualm ente es necesario que los cuerpos caver­ bajo continuado, no hay inconveniente en au ­
nosos estén en un g rado de elasticidad deter­ torizar el coito en días alternos, aun cuando,
m inado y que los m úsculos isquio y bul boca- respecto a esto, debe tenerse en cuenta tam ­
vernoso tengan la tonicidad n ece sa ria; esto bién la salud de la esposa.
aparte del trabajo de la glándula testicular an­ Al llegar a los cuarenta años debe reducirse
tes y d u rante el acto citado. en un tercio el núm ero de cohabitaciones, y
■Existe, pues, un placer rápido, pero exce­ pasados los cincuenta, sólo debiera pagarse el
sivo, de influjo nervioso, de tal índole que débito conyugal dos veces al mes.
suspende casi en absoluto el resto de las sen­ E s necesario suprim ir, en atención a la m u­
saciones para concentrarlas en el contacto vo­ jer, las prácticas sexuales durante el período
luptuoso, y por ello es necesario lim itar el uso m enstrual, los dos últim os meses del em ba-
LA FUKRZA VIKU. 37
36 OH- fkanz kbllbk

No son reprobables todas aquellas prácticas


razo y hasta cuarenta dfas después del parto.
de excitación que facilitan la disposición al
Los hebreos y los grieg o s legislaron sobre
acto, siem pre que no produzcan una excita­
el particular, siendo m uy variable el plazo, ya
ción dem asiado v iv a ; hay que gozar en la
que los jóvenes y robustos debían hacer el
pago diario, los artesanos sem anal, y el con­ anión de dos seres, pero m anteniendo el goce
en los limites de lo ju sto en lo físico y de lo
ductor de camellos, m ensual.
honesto en lo m oral. La depravación sexual,
Si necesario resulta ordenar el débito con­
sea en la unión licita o fuera de ella, es repro­
yuga), aun m ás debe reglam entarse la repeti­
ción del m ism o en la m ism a sesión conyugal, bable e inútil ¡ es un arm a de dos filos contra
y a en seguida, ya transcurrido un rato. Fuera el organism o y contra la paz moral del m atri­
deseable que tales prácticas se desterraran, monio, porque no d eja a) organism o satisfe­
pues sí bien hay individuos de potencia geni­ cho, antes bien, excitado y excitable, y hace
tal extraordinaria, a los que parece no afectar de la m ujer u n a cortesana posible.
la repetición del coito, es indudable que la M ediante la continencia basta la edad del
tensión nerviosa acum ulada cada vez y repe­ desarrollo com pleto del cuerpo y el uso metó­
tida h a de conducir a un estado de menor re­ dico y prudente a partir desde aquel m om ento
sistencia, y la repetición exige mayores es­ en las relaciones sexuales, puede obtenerse un
fuerzos y proporciona m enor placer, siendo vigor genital duradero, com pleto y agradable.
éste m ás tardío y con u n a excitación que llega Pero com o du ran te ese largo periodo que abar­
ca más de la m itad de la vida hum ana se co­
a veces hasta ocasionar sensaciones dolorosos.
meten transgresiones de )a higiene y se llega
Lo m ás conveniente es satisfacer el placer
genésico cuando se sienta, sin necesidad de a la constitución de estados patológicos con­
excitación físico o m ental, el deseo de satisfa­ trarios a la virilidad, en capítulos sucesivos
cerlo ; que el coito sea único en la m ism a se­ estudiarem os los enem igos de) vigor genital,
sión y que éste vaya acom pañado de una la­ sus causas y rem edios, p ara poner al lector en
xitud suave, pero no de u n a sensación de can­ condiciones de prevenirlos o curarlos.
sancio doloroso, que dem uestra que el orga­ P ero com o la función sexual es tan sólo
una función del organism o y su alteración in­
nism o se resiente de un acto fisiológico y , por
fluye sobre la totalidad del m ism o, nos ocupa­
lo tanto, que en tra dentro del estado enfer­
rem os tam bién del tratam iento general, sin
mizo.
38 D I, FXANZ K IL U B

acudir al arsenal farm acológico, ya que ma­


dre N atura puede y debe cu rar con ayuda tan
sólo de los medios físicos que form an parte
de ella, o sean los m edios curativos naturales,
poco estudiados en su esencia mism a y en la
com plejidad de sus efectos terapéuticos.

C A P ÍT U L O III

Los enemigos de la virilidad

El prim ero en tiem po, y quizá en extensión,


de loa enem igos de la virilidad es el onanis­
mo, llam ado tam bién m asturbación y placer
solitario, aunque a veces se efectúe en com ún.
Su form a habitual es la solitaria, en la que
el individuo, por m edio de movimientos m a­
nuales sobre el m iem bro viril, provoca la erec*
ción del m ism o y luego la eyaculación del
esperm a.
Fl origen del m ism o se hace rem ontar a los
tiempos bíblicos y su nom bre viene de O nán,
personaje citado en el libro prim ero de Moi­
sés. No siem pre el onanism o provoca la erec­
ción y la eyaculación, porque se observa este
vicio en los prim eros años de la vida en que la
prim era es incom pleta por falta de desarrollo
y la segunda aun no existe.
40 DR. CTRANZ ILEU-ER LA FUERZA VHUL 41

M ás de u n a vez el onanism o ha sido provo­ entrega a la m asturbación ; después del acto


cado ya desde el prim er añ o de la vida p ara el rostro está rojo y sudoroso, pero luego se
conseguir el sueño de las criaturas, o por goce pone pálido. S uele tener la vista baja, y es­
voluptuoso de la nodriza, y aun de las m is­ quiva m irar a su alrededor y no suele mez­
m as m a d re s; pero esas prácticas, que suelen clarse en los juegos de otros niños.
cesar al term inar la lactancia, no dejan huella La repetición frecuente de estas prácticas
en la m ente del niño. O tra s veces, el picor acaba de resonar sobre el estado general y
producido por la acum ulación del esmegma sobreviene la anem ia, la pérdida del apetito,
entre el prepucio y el glande, lleva al niño a el enflaquecim iento, los sudores p ro fu so s; su
.sobarse el miembro, y com o ello le produce estado mental tiende a ser melancólico, hura­
una sensación agradable, reitera el estimulo ño. Pueden sobrevenir convulsiones y crisis
y se entrega a un vicio cuya im portancia des­ nerviosas, debidas a la exageración de la ac­
conoce. ción sexual, y a que p o r lo g rar el placer se ve
G eneralm ente su desarrollo se debe a la imi­ obligado a forzar cad a vez sus órganos, tardos
tación de otros com pañeros, o de sus herm a­ en responder a sus m aniobras culpables.
nos, que le inician en dicha práctica y le in­ Por fortuna, son raros los casos graves de
citan a seguir dicho cam ino. A lguna vez, la onanism o en la prim era infancia, porque, a
costum bre de algunos padres de dorm ir con pesar del poco cuidado de los padres, llega a
sus hijos pequeños, sin cuidar de su presencia llamarles la atención el estado de sus hijos, y
al vestirse y desnudarse y ejercer sus funcio­ el médico suele dar con la clave de su enfer­
nes sexuales, despierta en ellos curiosidades m edad. No obstante, se dan casos en niños
m alsanas. pequeños que les produce la m uerte.
El m asturbador busca la soledad y no es­ Si se descubre el vicio y se adoptan las me­
tim a el trato de los m a y o re s; si el vicio fuá didas necesarias, el estado general se rehace
provocado por otro se le ve desear la am istad con relativa p rontitud y se conjura todo peli­
de aquel individuo y buscar con él los luga­ gro, pero es conveniente ejercer una activa vi­
res m ás apartados y seguros donde poder en­ gilancia, pues no son raras las recaídas vicio­
tregarse a su viciosa costum bre. D urante la sas. ya por inclinación propia, ya por consejo
noche suele fingir que se duerm e en seguida, de sus antiguos com pañeros, bastando en oca­
y cuando se ve libre de toda vigilancia, se siones la presencia de ellos para que en su
42 DJt- FRANZ KSLLSR LA FUERZA VIRIL 43

mente debilitada y sugestionable nazca de tarde poluciones nocturnas y diurnas por falta
nuevo el deseo onánico. de tono muscular.
En la adolescencia y en la edad juvenil es Cada vez se hace más difícil la erección es­
menos frecuente, pero más peligrosa la mas­ pontánea y luego hasta la provocada manual­
turbación, porque a la excitación física se mente, por falta de tono en los cuerpos caver­
agrega la pérdida frecuente del licor seminal, nosos y en los músculos del mismo nombre,
que conduce rápidamente a la depauperación 'El individuo intenta en vano estimular sus
del organismo y a la tuberculosis. energías sexuales y sobreviene la impotencia
Uno de los síntomas más frecuentes es el total.
temor y la vergüenza que experimenta el vi­ En esta edad se exageran los síntomas apun­
cioso ante las mujeres, cuyas caricias suele tados y especialmente los psíquicos; comien­
rehuir, aunque su presencia sirva de excita­ zan los trastornos por la disminución de la
ción para su vicio. memoria, sigue luego la dificultad de atención,
A esta edad se agrega a las causas antes se­ la aversión al estudio, el titubeo en las reso­
ñaladas las lecturas obscenas, la vista de lá­ luciones, terminando por un estado de estupor
minas pornográficas y las ideas voluptuosas melancólico en unos casos, y en otros, por ex­
que el individuo crea para excitar su sentido citación seguida de depresión, preséntanse
genésico. ideas suicidas.
El examen de los órganos geni lides mues­ El individuo, incapaz de resistir a sus há­
tra, a veces, la caída de las bolsas, el aumento bitos vergonzosos, que desea ocultar a todos,
de longitud del miembro, la aparición de le­ se siente imposibilitado para reaccionar y lle­
siones en la piel, ocasionadas por los roces gar a conseguir la curación, y de día en día
continuos y por alteraciones tróficas de los se ve condenado a la destrucción de su propio
organismo. A pesar de su conciencia del mal,
nervios cutáneos. Suele presentarse el va rico-
los individuos onánicos suelen protestar cuan­
cele o tumefacción venosa de! cordón esper-
do eí médico les habla de ello ; pero la confu­
mático, y en un período adelantado a la hi­
sión que experimentan, el calor que ponen en
pertrofia genital primitiva sucede una atrofia
la negativa y el rubor que asoma a sus me­
marcada. Hay en los casos graves pérdidas es­
jillas son la prueba de que están entregados
pontáneas de licor uretral y prostético, y más a ese vicio tan vergonzoso como terrible.
44 DK. FKANZ KBLLRR LA FUUZA VIRIL 45

Los padres y maestros, a quienes incumbe cohabitar es una función fisiológica y si bien
velar por ellos, debieran ejercer una vigilan­ el exceso de una función es dañino, nunca lo
cia discreta, pero sostenida, sobre el niño o será tanto como la perversión de la misma.
adolescente que, sin motivo, presente altera­ Pero, a pesar de ello, la práctica del placer
ciones de carácter o tendencia a la soledad, sexual ames del desarrollo total del individuo
que sufra pérdida de la atención y de la me­ vicia el organismo y lo empobrece, y al pro­
moria, o que enflaquezca con cierta rapidez. pio tiempo agota tempranamente los órganos
No es difícil convencerse de la causa, porque sexuales, preparando el anticipo de la debi­
las pérdidas seminales denotan ya de lo que lidad genital que se observa también en el
se trata, y, en muchas ocasiones, es posible adulto que abusa de estos placeres.
sorprender al enfermo en el momento en que Sobre todo, donde se manifiesta esta deca­
se entrega a la masturbación. dencia es en la calidad del licor seminal, que
Aunque en menor grado, el uso temprano se vuelve más escaso y disminuye en numero
del coito y su repetición frecuente en la edad de zoospermos, que tampoco tienen el grosor
de la adolescencia es otro de los enemigos y la vitalidad ordinarios, sucediendo que la
del vigor sexual. En el coito existe un ele­ repetición frecuente del coito llega a provocar
mento de placer natural y más completo que tan sólo la emisión de una pequeña cantidad
en la masturbación, y no es posible, por múl­ de líquido, casi totalmente formado por el pro­
tiples razones, su repetición exagerada como ducto de las glándulas uretroprostáticas.
en el placer solitario. Ei organismo queda más Por fortuna para el enfermo, la exagera­
satisfecho en la cohabitación, y por ello se ción del hábito vicioso termina por no produ­
siente menos la necesidad de reiterar el acto; cirle sensaciones agradables, sino penosas, y
además, el psiquismo enfermizo del onanístn con ello suspende su fea y fatal costumbre;
no es compatible con el goce de la mujer. El pero muchas veces al precio de lesiones se­
masturbador busca el placer exclusivo, soli­
rias y génitourinarias, de alteraciones del sis­
tario ; la mujer evoca el vicio, pero no le
tema nervioso y de una depresión extraordi­
atrae; tanto es ast que algunos autores han
naria del organismo.
señalado como remedio el uso del coito que
Si estas alteraciones no han tomado estado
venga a modificar las tendencias sexuales del
orgánico, es posible su curación con cierta
enfermo. Mas turbarse es un hábito morboso ;
lentitud, si el enfermo no reincide.
LA FUERZA VIRIL 47
46 DR. FKAMZ KKLLBK

que deberán inform ar a los padres de las in­


A hora nos ocuparem os del tratam iento pre­
clinaciones y am istades de los niños.
ventivo, el m ás im portante y que debe comen­
En lo referente a lecturas se suprim irá cuan­
zar desde la infancia. Los padres no deben
to pueda excitar la im aginación en este senti­
bajo ningún pretexto confiar sus hijos a m a­
do, y no se le perm itirá la contem plación de
nos m ercenarias, ni perm itir su alejam iento
lám inas o grabados del desnudo, aun cuando
de la casa en poder de criados o gente poco
sea puram ente artístico.
cuidadosa. Será conveniente que no los pier­
El padre debe ser el mejor am igo de su
dan de vista d u rante sus juegos, y, sobre todo,
hijo, y cuando éste se halle en disposición de
en el retrete y al acostarse, ocasiones prefe­
com prender el alcance m oral de las observa­
ridas para ei vicio.
ciones que se le dirijan respecto a estos pun­
Sí en el niño pequeño observan la costum ­
tos, deberá aquél enseñarle lo referente a la
bre de llevarse la m ano a los genitales, aunque anatom ía y fisiología sexuales, haciéndole
no practique m aniobra alguna, exam inarán si com prender las ventajas de la vida casta y los
existe retención sebácea acum ulada en el glan­ peligros de cualquier extravío en ese orden de
de, o si hay oxiuros en el ano, que a veces cosas.
estim ulan el picor uretral. Se le acostum brará Si el hábito y a está adquirido debe hablarse
a la limpieza exquisita de estas partes, no al niño con firmeza, pero sin acritud, ayudar­
dando a ellas nin g u n a im portancia y sobre le en su curación con cariñosas advertencias
todo no entreteniéndose en ellas. y hacerte com prender que él puede despren­
D eberá evitarse que los niños duerm an en derse de ese h á b ito ; el mejor m edio de co­
las habitaciones de los m ayores y, con más rregir el vicio es la bondad y no la severidad ;
m otivo en la de sus p a d re s ; delante de ellos estim ular al que está bajo su influencia a que
se evitará toda conversación deshonesta y toda cese en él haciendo un llamamiento a su ra­
caricia íntim a. No hay que olvidar que las zón y a su c a r iñ o ; hacerle que contribuya a
principales fuentes de conocim iento del niño su curación, estim ulando su amor propio, para
son las im presiones que recibe por los senti­ que en lu g a r de oponer dificultades se asocie
dos y que en él vive el instinto aún como a la curación. H ay que alejarle sobre todo del
causante de su error, m ediante m edios há­
dueño de su cuerpo.
biles, no prohibitivos.
Igual cuidado deberán tener los maestros,
48 DtC. FK4NZ HSLLKR la PL’ERZA v ir il 49

E n el caso d e coito p rem aturo se liará hin­ xuaics y a lg u n a s veces a lesiones genitouri­
capié, sobre todo, en el p eligro del contagio ; narias Inflam atorias crónicas que producen la
si e s preciso s e le llevará a u n a clínica vené­ paresia d e dichos órg an o s. N o existe Umite
rea p ara que se pen etre de los fatales resulta­ natural entre la polución nocturna casi fisio­
d o s que d a la prostitución, y se apelará a los lógica, y la patológica, pero creo que m ejor
arg u m en tas religiosos O m orales o a los sen­ que en la frecuencia y repetición debiera bus­
tim ientos de la a m istad y d e la fam ilia para carse en si va aco m p añ ad a o no de erección ;
hacer m ella en su ánim o. N unca deben los a] prim er caso deb iera reservarse el nom bre
p ad res b ailar n atu rales las co rrerías d e los hi­ d e poluciones y a! se g u n d o de esperm atorrea.
jos, ni ocultar el u n o al o tro las enferm edades P ero el flujo sem ina) n o sale a l exterior tan
c o n tra íd a s ; la frase co tid ian a «es la edad, co­ sólo p o r la noche, sin o que en los individuos
sa s de jóvenes», son causa de que se perse­ afectos d e la rg o tiem po y m uy debilitados las
vere en el vicio, y a que, a p esar de la fan­ p érd id a s pueden s e r d iu rn as, y a sin esfuerzo
farro n ería de la ju v en tu d , la m ayor p arte de alg u n o , y a en el m om ento d e defecar y o rin a r,
los m uchachos se avergüenzan de lo que ha­ p o r los esfuerzos m usculares que o bran sobre
cen y desean ocultarlo. P o r lo tan to , cuanto las g lá n d u la s sem in ales.
pueda servirles de disculpa es un aliciente a El su jeto afecto p ie rd e con rapidez las fuer­
su s inclinaciones. zas, palidece y ad elgaza y, sobre todo, es
D el tratam ien to m édico, variable seg ú n los presa de viva preocupación, creyendo que su
sín to m as que se presenten, nos ocuparem os estado es incurable. H a y , sin em bargo, algu­
m ás tarde al e stu d iar el m edio de oponerse a nos esperrnatorreicos que ofrecen un sem blan­
la pérdida del vigor sexual y al p lan necesario te san o y está n gordos, p ero su salu d está
p a ra recobrarlo, m inada y su v ig o r sexual es casi nulo,
Al h ab lar de las poluciones nocturnas pe­ € n a lg u n a s ocasiones, m ás que de verdade­
riódicas, no teníam os en cuenta m ás que el ras pérdidas sem in ales, se tra ta de lesiones
fenóm eno que puede acep tarse com o fisioló­ crónicas de la u re tra y la p ró stata consecuti­
gico, p ero existen estados en que tom a ca­ vas a la b le n o rra g ia . T en ie n d o en cuen ta los
rá c te r patológico, co n stitu y e n d o la llam ada es- antecedentes, d eb e hacerse el exam en m icros­
Permalorrea. cópico del d erram e.
E sta suele s e r consecutiva a tos excesos so­ P o r re g la g e n e ra l, e s c u ra b le la esp erm a to -
4
su OK. FRAKZ U lX E K u n m u v ir il Si

rrea m ediante an tratam iento apropiado que baciones de éste tratando de vigorizar U to­
tenga en cuenta las causas de la m ism a. talidad de las funciones.
Existen o tras m anifestaciones que, si bien N o debe olvidarse que son varios las fac­
no afectan al vigor sexual, modifican las con­ tores que intervienen en la fisiología del acto
diciones del coito, com o las deform idades de sexual y que, por lo m ism o, es variable la in­
la uretra, las estrecheces uretrales, la corte­ dicación terapéutica según la causa produc­
d ad del miembro, la rapidez de la eyaeulación, tora.
etcétera, que será objeto d e estudio al tratar Pero lo que realm ente debe estudiarse con
de las condiciones necesarias p ara la cópula. todo detenim iento es la enferm edad conocida
La esterilidad, o sea la carencia de liquido con el nom bre d e impotencia, o sea la im p o ­
sem inal, influye tam bién de un m odo espe­ sibilidad m aterial perm anente o transitoria de
cial sobre la potencia sexual, pues si bien el realizar la cópula. C abe que un individuo se
hom bre estéril puede tener erecciones, no hay halle en posesión de testículos'sanos, de ór­
duda que la falta del estim ulo de la glándula ganos copuladotes bien conform ados, que no
sobre la totalidad del organism o h a d e dis­ tenga lesión m edular alg u n a y que, a pesar
m inuir el apetito venéreo. H ablan en favor de de ello, no te n g a la energía necesaria p a ra rea­
lizar el coito.
esta opinión el cam bio de voz que experim en­
E n el capitulo siguiente estudiarem os la im­
tan los individuos castrados y la atrofia que
potencia bajo todos sus aspectos, haciendo
sobreviene a la la rg a en los órganos de la có­
hincapié en la que no sea debida a lesiones
pula y en los atrib u to s pilosos de la m ascu-
incurables, casi siem pre de origen m edular y
linídad.
a lg u n a vez d e ó rg an o s que facilitan o coadyu­
C ontribuyen a la dism inución del vigor se­ van a la función sexual.
xual el alcoholism o y la obesidad el prim ero,
por la perturbación que produce en el siste­
m a nervioso, y el segundo, por la pasividad
general que com unica al cuerpo. E stas obser­
vaciones nos dem uestran la im portancia que
tiene el vigor general en el vigor local y , por
tanto, la posibilidad de modificar las pertur-
CAPÍTULO IV

Estudio de la Impotencia

Es conveniente para la comprensión clara


de la enfermedad que vamos a estudiar, recor­
dar las condiciones en que el hombre llega al
momento del coito, y cuáles son las causas
que originan ese mecanismo.
Es necesario, para que el mecanismo de la
erección tenga lugar, que exista una incitación
interna o externa que ocasione el aflujo de
sangre a los cuerpos cavernosos y que no exis­
ta obstáculo mecánico o patológico que se
oponga a la dilatación de los mismos ; pero,
además, es absolutamente necesario que la ex­
citación se sostenga por algún tiempo y que
la dilatación pueda ser constante durante un
periodo igual o mayor que el de la excitación.
Sólo de este modo es posible verificar el coi­
to normal y llegar a la eyaculación, comple-
54 DSt. FKAXZ KaUJR

m entó necesario y fisiológico de la cópula* m era excitación. E s cierto que hay individuos
Si tenem os en cuenta et gran núm ero de fuertem ente sexuales que con escaso estim ulo
excitantes que pueden ocasionar la excitación llegan al m áxim o de potencia y de duración
sexual, el núm ero no m enor de elementos an a­ de la misma, pero lo frecuente es que la erec­
tóm icos locales y generales que entran en jue­ ción sea más com pleta con la variedad de es­
go y las condiciones personales de cada indivi- tím ulos. 'Esto se observa a diario y esto explica
viduo, com prenderem os cuán variables pueden cierta clase de im potencias de orden psíquico.
ser las causas de la im potencia y la diversidad No debe olvidarse que hay en las relaciones
de la misma, desde la ocasionada por un can­ sexuales algo m ás que ei contacto m aterial de
sancio o preocupación pasajera hasta la defi­ dos s e re s ; existe en ellas, aun entre los seres
nitiva, producida por una lesión crónica de menos afectivos, algo aním ico que hace de este
los centros nerviosos. acto uno de los más com plejos del organism o.
H ay que distinguir, adem ás, la erección C ada uno siente a su m anera y a su modo
normal con deseo venéreo, única que debemos exterioriza su sentim iento, cada uno lleva al
estudiar, de la producida por el decúbito dor­ am or carnal toda su personalidad, y no sabe
sal, la plenitud de la vejiga, etc. E s frecuente separar lo interno y afectivo de lo m aterial y
la erección m atinal a todas las edades, pero grosero, sin que el acto sea incom pleto. Po­
es raro que ella se acom pañe de estim ulo se­ dría estudiarse el proceso psíquico del am or y
xual, y en m uchos casos desaparece con el veríam os lo que influye en el proceso carnal
cam bio de decúbito, sobre todo con la posi­ de la cópula.
ción vertical. Pero ha de bastarnos estudiar la influencia
Com o el acto sexual en el hom bre sano va de nuestro estado, que pudiéram os llam ar su­
acom pañado de sensación de placer, inherente perior sobre el v igor sexual, y, al hacerlo, v e ­
y necesaria al coito, puede considerarse como rem os cuánto influye en él, por ser uno de los
parcialm ente im potente el que no disfrute en principales factores de la invitación al acto
algo de esa sensación, que constituye un se­ sexual. S in pecar de exagerados podem os de­
g u n d o estim ulo en la cópula. cir que toda aberración sexual sostenida tiene
P or regla general, el hom bre no adquiere un fondo psíquico m ás im portante que todas
en un m om ento toda su capacidad eréctít, r las dem ás causas. El onanista y el sexual pre­
no la conserva vigorosa por virtud de la pri­ coz adquieren el vicio y a por m enor potencia
u ru n a v ir il 57

mental y voluntaria y continúan en él por de­ d a d e s : .-lj A usencia com pleta de deseos se­
presión de su voluntad y de su raciocinio. xuales desde la infancia y persistente siem pre.
T odas las pasiones tienen un poder enorme B) Ausencia adquirida de deseo sexual. C)
sobre el hom bre y son capaces de m odiñcar Ausencia por perversión sexual.
su sér y ocasionar enferm edades v aria b les; La variedad A es poco frecuente, y en los
pero ninguna como el am or puede variar el pocos casos observados se h a lla n : una inte­
vigor sexual, ya que constituye la base moral gridad com pleta de los órganos g e n ita le s ; la
del placer y el fin más im portante de la vida. posibilidad de obtener la erección por m edios
D ebe separarse tam bién en absoluto la im­ mecánicos, pero no espontáneam ente; la ce­
potencia o im posibilidad de conseguir la erec­ sación rápida de la erección una vez cesa el
ción suficiente p ara el coito, de las alteracio­ estím ulo originario. El sujeto no siente deseos
nes de la eyaculación del semen que afectan am orosos y m ás bien repele toda aproxim a­
más especialm ente al acto de engendrar y que ción sexual.
deben incluirse realm ente en la esterilidad En la variedad B se com prenden todos aque­
m asculina. No obstante, algo diré de ellas, llos casos en que las preocupaciones m entales,
porque constituyen la parte más interesante de cualquier clase que sean, dejan al hom bre
desde el punto de vista de la reproducción de incapaz de realizar al acto sexual. En todos
la especie y son tam bién el punto culm inante ellos existe posibilidad anterior d e cohabitar,
del placer sensual norm al. desaparecida por d istin tas circunstancias, to­
A tendidas las condiciones que ofrece el acto das de índole m e n ta l; los estudios absorben­
sexual, dividiré la im potencia en dos grandes tes, especialm ente los m atem áticos y físicos,
g ru p o s ; Im potentes por ausencia de deseo la obsesión de los negocios, la pasión del ju e ­
sexual e im potentes por im posibilidad de erec­ go, la sim ple desviación del pensam iento en
ción sostenida y suficiente ; haciendo esta sal­ el acto de la cópula, son suficientes a crear
vedad porque existen m uchos individuos en una im potencia que. de seguir obrando las
que la erección no es com pleta y realizan la causas, puede hacerse definitiva.
cópula, otros en la que d ura poco, y estos he­ En esta variedad incluiré aquellos casos que
chos constituyen el preludio de la im potencia otros autores consideran de perversión sexual,
verdadera. en los que el individuo no siente su im poten­
El prim er g ru p o com prende diversas varie­ cia m ás que con determ inadas mujeres, por
S8 O S. VRANZ KKLUttt LA FUUCZA VIRIL ft9

hábitos adquiridos o por exceso de deseo y dism inuye la tonicidad necesaria, y la dism i­
tem or al fracaso. N o son raros los casos en que nución del licor esperm ático, que es un pode­
un sujeto norm al en ocasiones se ve poseído roso excitante del deseo sexual. Toda función
de im potencia sú b ita en el m om ento de poseer orgánica lleva aparejada de un modo necesa­
a una m ujer, a quien h a deseado durante lar­ rio el cansancio del órgano u órganos encar­
g o tiem po ap asio n a d am en te; se trata de un gados de la m ism a, y el reposo viene a faci­
sim ple fenóm eno de inhibición, o sea de pa­ litar de nuevo la función y conservar el ór­
rálisis de fuerza nerviosa producido p o r la gano.
m ism a concentración del deseo. El miedo a E s innegable que d u rante algún tiem po pue­
una sorpresa en las relaciones clandestinas; de abusarse del poder genital sin que al pare­
el hábito de gozar con determ inados tipos de cer se altere el vigor v ir i l; pero si el individuo
m ujeres, en sitios d eterm in a d o s; la repetición se observa atentam ente notará que necesita
de una m ism a caricia d u ra n te largo tiem po una m ayor dosis de estim ulo y m ayor espacio
antes del acto, el vestido, etc., son m otivos de de tiem po p ara consum ar el c o ito ; de mom en­
im potencia observados com únm ente. to no se nota la falta de erección, pero sí el
En la variedad C el contingente m ayor lo retardo del espasm o sensual.
dan las perversiones del acto sexual, ya se re­
fieran al abuso del m ism o, al onanism o y la M asturbación. Este vicio es el que m ayor
esperm a torrea, o a lo que en realidad puede influencia ejerce en el desarrollo de la im po­
llam arse perversión m ental (pederastía, coito tencia, puesto que no sólo necesita un m ayor
bucal, degenerados sexuales, etc.). estím ulo y a éste no corresponde el placer re­
cibido, sino que tam bién aleja al individuo del
Abusos sexuales. N o es difícil com prender am or de la m u je r ; de m anera que en este caso
que la repetición dem asiado frecuente del coi­ se aum enta la excitación como en el caso an ­
to conduzca de un modo irrem ediable a la im­ terior y adem ás se dism inuye el deseo sexual.
potencia ; para ello contribuyen el agotam ien­
M uchos autores colocan la m asturbación en­
to nervioso producido por excitaciones repe­ tre las perversiones sex u ale s; por mi parte
tidas, el can san d o m uscular que sufren los creo que sólo deben e n tra r en esta categoría
m úsculos que favorecen la erección, la dilata­ los casos en que la tendencia onanista se acom ­
ción repetida de los cuerpos cavernosos que
paña de la necesidad de otros estím ulos (ob-
60 DR. FRANZ KELUiR LA FO K JttA VIRIL 61

jetos para m asturbarse, objetos que le predis­ que a la larga produce la dism inución de la
pongan a ello). M ientras no exista un elem ento erección fuera del acto habitual, causa de la
psíquico anorm al sólo debe considerarse como perversión.
un vicio deplorable, peligroso y, en ocasiones, Así, por ejem plo, el pederasta activo tiene
indicador de una m enor m entalidad, pero no potencia bastante p ara su vicio contra natura,
como una perversión sexual. pero no siente el deseo de la m ujer, y cuando
Sea como fuere, la m asturbación prolonga­ lo siente e$ para satisfacer con ella a lg u n a
d a conduce a la im potencia, y no sólo da este aberración sexual. H ay , pues, falta de deseo,
resultado, sino que ataca la integridad del or­ y luego existe falta de erección, porque no
ganism o, p or lo que resulta m ás peligrosa aún puede cohabitar, dadas las condiciones distin­
que el abuso del coito. tas en que adquiere el deleite. L o m ism o su­
cede en los que se habitúan al coito bucal, de
Esperm a torrea. C uando ésta es algo acen­ m ayor refinam iento excitante, y que pro n to
tuada indica un estado de debilidad del apara­ conduce al cansancio erectivo del pene. H ay
to genital y, por tanto, nada tiene de particu­ que tener en cuenta que los órganos genitales
lar que coincida con la im potencia, a la que m asculinos están destinados a ponerse en con­
contribuye a crearla o ag rav a rla con la pér­ tacto con los genitales de la m ujer y que, por
dida de influjo nervioso y de tonicidad ner­ la form a de am bos y la distribución nerviosa
viosa que supone la secreción excesiva de licor de los m ism os, se obtiene el m áxim o de placer
seminal y la salida del m ism o al exterior. U de un modo fisiológico, T odo cuanto se aleje
causa se explica por la cantidad de fósforo de estas condiciones naturales obliga a u n a
que contiene el licor prolífico y la parte im­ excitación m ás sostenida, m enos fisiológica y
portante que juega este cuerpo en la consti­ seguida de m ayor voluptuosidad y m enor
tución y nutrición del sistem a nervioso central. bienestar, condiciones todas abonadas a alte­
rar con m ayor rapidez la norm alidad de un
Perversiones sexuales. C uanto contribuye órgano cualquiera.
a excitar el placer sensual fuera del coito, Por regla general, la pederastía, que com ien­
tiende a la creación de la im potencia p or el za como vicio, se convierte luego en perver­
doble concepto de desviar el deseo genésico de sión sexual, porque así como en el onanism o
su cam ino normal y de crear una excitación el placer suele ser solitario, en el pederasta no
LA FUERZA VIRIL 63

io es y se asocian dos viciosos que remedan E n el segundo g ru p o de im potencia por fal­


torpe y vergonzosamente ios placeres entre ta de erección sostenida y suñciente figuran
hombre y mujer. De esa asociación nacen ma­ en prim er térm ino los abusos sexuales preco­
yores extravagancias que influyen en la de­ ces y el onanism o, que ya se hallan incluidos
en el prim er gru p o , com o medios que dism i­
gradación de su mente, alimentada sólo por
nuyen el deseo sexual, pero que constan aquí
ideas y reflejos nocivos de tal modo que el
p o r el agotam iento a la vez nervioso y mecá­
pederasta pasivo toma hábitos femeninos, se
nico que producen, haciendo im posible la re­
interesa por todos los objetos que a la mujer
pleción de los cuerpos cavernosos.
afectan, conoce las modas y vive como un afe­
C uando los excesos sexuales se com eten ya
minado en compañía de mujeres, cuya socie­
en la edad ad u lta es raro que se manifieste
dad desea, pero no busca sus placeres, pues
la im potencia com pleta de un m odo rá p id o ;
con ellas no siente el menor apetito sexual.
lo que ocurre es que, debido al cansancio for­
Esto prueba la aberración de su espíritu, y el
zoso que trae consigo el exceso sexual, el su­
que comenzó por vicio, sigue su camino hasta
jeto suspende por unos días el coito y con ello
pervertir su sexualidad en absoluto.
se repone o tra vez el o rg a n ism o ; pero com o
Es innumerable la diversidad de perversio­
no es posible forzar las funciones m ás allá de
nes sexuales que se conocen ; prescindiendo
su térm ino natural, resulta que la im potencia
de la vergonzosa promiscuidad entre hombres
se presenta y a pasados los cuarenta años, pri­
y mujeres, se cuenta de individuos que sólo
mero bajo la form a de erecciones tardías, y
pueden sentir el placer sufriendo azotes, gol­
m ás tarde, por su ausencia com pleta, resul­
pes, pinchazos; otros exigen que la mujer
tando una vejez genital prem atura.
vista determinadas trajes ; los hay que gol­
pean a su compañera para entrar en celo ; todo En estos casos de excesos sexuales hay que
esto y mucho más que sucede, como en las or­ distinguir desde el punto de vista del prejuicio
gías satánicas de las misas negras, son per­ que ocasionan los excesos frecuentemente re­
versiones determinadas por una impotencia o petidos en una sola sesión ; en estos casos
puede sobrevenir una impotencia brusca, sin
por una enfermedad de origen mental ambas.
supresión del deseo genital, pero con imposi­
Muchos de estos individuos cuentan entre sus
bilidad absoluta del coito, y se comprende que
ascendientes a epilépticos, paralíticos genera­
así sea, ya que el influjo o corriente nerviosa
les o degenerados de todas clases.
64 DR. p r a NZ KSLLK k
la puxRzji ñ a u ­ es

som etida a una alta presión repetida deja de C ontrastando con éstos existen otros suje­
funcionar por largo tiem po. tos en que la emisión del esperm a no tiene
F iguran entre las causas que dism inuyen la lugar y se acom paña de vivos dolores en el
capacidad sexual y algunas veces el d e se o : la periné y en el recto y parte posterior de la
obesidad excesiva; las afecciones m edulares uretra, falta debida a un espasm o invencible
y cerebrales cró n ic as; los traum atism os cra­ en el mom ento del coito.
neales ; las neuralgias del cordón espertnático En otros, la em isión es tardía, babeante y
y de) te stíc u lo ; la equitación repetida y exce­ no se acom paña de placer alguno, lo que es
siva, sobre todo al galope, que ocasiona alte­ debido a una dism inución del poder del
raciones notables del te stíc u lo ; el uso prolon­ m úsculo constructor de la uretra, y cuando ésta
gado de los b ro m u ro s; el alcoholism o crónico se paraliza, la eyaculación puede faltar por
y el exceso del tabaco. com pleto y el semen retenida en la uretra pue­
Como com plem ento de lo expuesto, y dada de salir mezclado con la orina, dando lugar a
la Intima trabazón que existe entre la erección la creencia de la esperm atorrea.
y la eyaculación, apuntaré algo sobre esta úl­ P uede darse el caso que la m ujer, durante
tim a. lin circunstancias norm ales, una vez in­ el paroxism o sensual, com prim a la uretra pos­
troducido el miembro viril en la vagina, se terior y cause la existencia de este fenómeno,
aum enta con el roce el placer sexual y, como y otras, aun sin placer, recurren a este artifi­
com plem ento del mismo, sobreviene la eyacu­ cio para evitar la emisión del semen en la
lación, acom pañada de un placer más intenso vagina, y con ello ponerse al abrigo del em­
y más espasmódico, que pone fin al acto ge­ barazo. 'Existen sujetos que llegan a crear el
nésico. mismo estado com prim iéndose la uretra con
Existen casos en que la eyaculación se ve­ un anillo de gom a puesto alrededor del pene
rifica antes de la introm isión o en seguida que con objeto de evitar el peligro ya dicho en
ésta tiene lugar y no produce un placer extra­ sus relaciones sexuales con ciertas m ujeres, a
ordinario ; estos individuos no son siem pre de quienes pudiera perjudicar o comprom eter la
g ran potencia genital, como parece, según la fecundación. L a repetición de una u otra de
rapidez de su eyaculación, antes por el contra­ estas m aniobras produce fatalm ente la ausen­
rio, sufren de falta de tono uretral o de alguna cia de emisión sem inal, aun después de cesar
lesión al nivel del verumantánum. en ellas, si se han practicado durante algún
5
6b DE. FKANZ KELLBR
LA tUEKZA VIRIL 97

tiempo, y sobreviene la esterilidad definitiva


sañ as a su prevención ; por de pronto puede
del sujeto.
asegurarse que la fuerza viril se extingue an ­
En algunos casos, poco frecuentes, la eya-
tes de lo natural en la m ayoría de los hom ­
culactón es sencillam ente im posible por el g ra­
bres por anticipo del placer y por exceso en
do extremo de erección que provoca un espas­
el mismo en las edades tem pranas, porque tie­
mo absoluto. nen mayor influencia los excesos juveniles,
La falta de erección y eyaculación durante que representan una excitación m ayor, que
la cópula puede deberse tam bién a la anestesia los de la edad adulta, en que los órganos ge­
del glande que no provoca ningún deseo ve­ nitales y sistem a nervioso han alcanzado su
néreo durante el acto sexual, y, sin em bargo, com pleto d esarro llo ; com parando estos fenó­
se obtiene m ediante la m asturbación. En cam­ menos a ¡os de una m áquina de vapor, se
bio, la hiperestesia del glande provoca el or­ com prende que el exceso de tensión superior
gasm o y la eyaculación casi instantáneas al a su capacidad la ponga rápidam ente fuera de
menor roce que experim ente, frustrando de servicio útil.
este modo el acto sexual. L a civilización actual aum enta las causas de
El estudio de estos fenóm enos y de sus cau­ predisposición a la sensualidad, creando ya.
sas dem uestran u n a vez m ás que es necesario por tanto, una m enor resistencia viril, y com o
un acuerdo perfecto e n tre la idea excitadora y estas causas obran ya desde la prim era juven­
la norm alidad orgánica general y local entre tud, resulta que las estadísticas dem uestran
el hom bre y la m ujer para que el vigor viril que la im potencia prem atura es la m ás fre­
alcance sus debidas proporciones y se m an­ cuente, y que a ella sigue la im potencia a par­
tenga constante hasta una edad bastante avan­ tir de los cuarenta y cinco años, con lo que se
zada. prueba la influencia fatal que sobre la virili­
Y aquí entraré de lleno en el estudio de los dad ejercen los excesos tem pranos.
lim ites fisiológicos del vig o r viril tom ado com o P ara regular en lo posible la función sexual,
térm ino medio, y a que en ésta com o en todas hablando siem pe de un justo medio, debe p ro ­
las cuestiones relativas al sér hum ano caben hibirse el coito y toda aproxim ación o m ani­
variaciones notables. E sta s indicaciones en­ pulación genital, aun m ás perjudicial que la
trañan gran im portancia p ara el estudio de la cópula, antes de los veintiún años de edad,
im potencia y para las reglas higiénicas nece- en que se com pleta el desarrollo general del
la f u r a » VIRIL 89
08 UK. FKANZ JtB LU K

siva del pene, h a y que conform arse con los


c u e rp o ; desde esta edad hasta los veinticinco
hechos anatóm icos.
se consentirá una vez cada quince d ía s ; desde
entonces a los cuarenta y cinco años, dos ve­
Im potencia agnda. H e indicado anterior­
ces por sem ana, y a p artir de esta edad, una
mente que existen casos en que un sujeto, d es­
cada quince días hasta los cincuenta. Pasando
pués d e u n a noche de excesos am orosos, se
de esta edad, la regla debe ser retrasarlo g ra­
halla sum ido en la im posibilidad absoluta de
dualm ente, y no buscar el placer sexual más
conseguir la erección p o r ningún m edio. Gene­
que cuando el organism o lo pide con mani­
ralm ente atribuye a una debilidad transitoria
festaciones de virilidad, sin ran cias previas o
el hecho, e in tenta d e diversos modos y por
ideas eróticas.
excitaciones diversas salir d e aquel estado, con­
Como precepto absoluto, no repetir jam ás
siguiendo tan sólo aum entar su triste situ a ­
el acto, ni aun con intervalo de unas horas, y
ción. S i tiene suficiente cordura p ara d ejar en
atender más que a la excitación sexual al de­
descanso absoluto su s órganos viriles hasta
seo despertado por la voz de la naturaleza.
que ellos le anuncien su restablecim iento a la
Estos preceptos, que pueden modificarse al­
norm alidad, todo pasa, y vuelve a su se r n a­
gún tanto según el tem peram ento y, sobre
tural ; pero si tiende a nuevos excesos, verá
todo, según los resultados que observe el su­
establecerse la im potencia crónica porque for­
jeto, permiten conservar la potencia genital
zó el resorte de su fuerza. R ara vez el sujeto
hasta m ás allá de los sesenta años, límite que
es lo bastante cuerdo, y en nuevas pruebas se
debe asignarse a los placeres venéreos. Por
agota para pasar al estado siguiente, dificul­
fortuna, la edad dism inuye el deseo y lo hace
tando su curación.
m enos frecuente, y si el hom bre huye de en­
canallarse con caricias lascivas más que amar,
Impotencia crónica de form a lenta. Este
tes, no pasará de ese lím ite.
estado se establece, com únm ente, a consecuen­
P arto del supuesto de que los trastornos de
cia de abusos en el coito, o prácticas viciosas
la virilidad recaen en individuos que tienen
que suprim en el deseo de la m ujer y al mismo
norm ales sus órganos viriles, puesto que en
tiempo agotan el poder viril. E n algunos in­
casos de deform idades de los mism os ha de
dividuos tam bién puede presentarse a causa
recurrírse a los cuidados del cirujano en unos de una continencia de m ucha duración, si al
casos, y en otros, como en la cortedad exce­
70 DK. PRAttZ KKJ-LER

propio tiem po viven retirados del trato soda) vida social, a su vida íntima y hasta a la es­
fem enino y no ocupan su espíritu en ideas fera de sus negocios o de su profesión. Sien­
e ró tic a s ; en éstos hay inapetencia sexual que ten aversión a la mujer por el hecho de su
provoca la falta de energía física. inferioridad genésica, piensan continuamente
Sea cual fuere la causa en los prim eros, el en su estado, que creen incurable, y llevados
sujeto im potente se percata de que, a pesar de del deseo de salir de su desgraciada situación,
su excitante habitual, no adquiere el miembro emplean toda clase de medicamentos afrodi­
su tam año norm al, y que al m ism o tiem po la siacos, inútiles en su mayor parte, y otros
erección es m enos duradera, pecando, por ta n ­ sumamente perjudiciales para sus órganos
to, en fuerza y duración. Si procura cam biar génitourinarios; consultan médicos, reinciden
el excitante, la erección se hace con m ayor fa­ en sus tentativas y, finalmente, se consideran
cilidad al principio por la razón de u n a exci­ perdidos irremisiblemente, llevando una vida
tación nueva, pero al poco tiem po sobreviene miserable y pensando muchas veces en el
nuevam ente el cansancio del órgano y aum en­ suicidio.
ta su debilidad prim itiva, porque to enferm o E s preciso haber oido las ¿olorosas confe­
es la tonicidad eréctil y ésta no puede seguir siones de estos fracasados de la vida que no
pueden g o zar del m ás dulce y natural de los
funcionando.
placeres, para com prender su horrible situa­
■El reposo prolongado basta p ara conseguir
ción. D ecaída la voluntad, suprim ida la ener­
una m ejora, pero esto no es suficiente, ya que
gía, perdida la alegría, arrastran la vida com o
el sujeto im paciente por g o zar d e nuevo o for­
un fardo insoportable y sienten un odio enfer­
zado a ello por ra2Ón de su estado, intenta un
m izo hacia los que son vigorosos. M ás de uno
nuevo esfuerzo, siem pre incom pteto como re­
atribuye su situación miserable a los sortile­
sultado y doblem ente perjudicial, pues con ello gios de alg u n a m ujer celosa ; otros sienten los
pierde el terreno ganado y cae en una profun­ m ás crueles rem ordim ientos por sus locuras
da preocupación, que sirve p ara ag rav ar su pasadas, y todos están conform es en creer su
estado moral y, por tanto, a suprim ir el factor situación com o la m ás terrible.
energfa, tan necesario en estos casos. No basta a sacarlos de este estado de alm a
La m ayor parte de los sujetos caen en un ni ia fe religiosa, ni las prom esas de curación,
estado de tristeza extraordinaria y sufren una ni los consuelos de la m u je r; y si este estado
alteración en su carácter, que trasciende a su sobreviene después del m atrim onio, se ve tur-
72 DH, FRANZ KJ5LLBE LA FUERZA VIRIL 73

bada para siem pre la paz conyugal, pues la sensual son dependientes de una alteración
m ujer sospecha al principio la infidelidad de temporal en circunstancias d eterm in a d as; asf,
su marido, y si llega a conocer el mal que le por ejemplo, un sujeto que goza de toda su
aqueja, lo atribuye generalm ente, y con razón, potencia viril con una m ujer morena se sien­
a los desórdenes de su vida anterior. Aun en te im potente ante una r u b ia ; el que necesita
los casos en que la m ujer atiende a la razón y un estim ulo siem pre igual para su erección
siente el deseo de ayudarle y tranquilizarle, c o m p leta; los que am an un olor determ ina­
prescindiendo en absoluto de gozar las deli­ do, ya genital, ya de p erfu m e ría ; el que
cias m atrim oniales, el esposo se siente infe­ sólo es potente con la m ujer desnuda y no
rior a ella y sufre tanto de su desvio como de siente el deseo con la que está vestida, o vice­
su compasión. versa, y por este estilo mil condiciones varia­
La historia de m uchos de estos desgracia­ bles en cada individuo,
dos pone de relieve al médico una colección E stos sujetos, sobre todo después de una
de hechos viciosos, de erotism os enfermizos larga cam paña am atoria, se consideran fra­
y de vicios sexuales que dem uestran hasta casados físicam ente al hallarse en un caso se­
dónde pueden llegar ias perturbaciones de) m ejante, pero al volver a encontrarse en las
instinto sexual en seres que parecen dotados mismas condiciones anteriores se convencen
de inteligencia y de equilibrio mental en los de su error.
demás actos de su vida. Y esto sucede con Aquí se encuentran los que llam aba em oti­
mayor frecuencia en las clases sociales más vos y los realm ente desequilibrados; son to­
elevadas, que por su m ayor facilidad en pro­ dos aquellos que pertenecen al reino de los
curarse toda clase de goces y por su educa­ nervios más bien que al reino dé la carne.
ción más frívola, caen con deplorable fre­ E sta clase de im potencia es transitoria en
cuencia en las aberraciones viciosas, cuyo general en los prim eros, si bien algunas ve­
triste e inevitable final es la im potencia y el ces coloca al individuo en condiciones difíci­
hastio de la vida. les. Existen algunos casos en que el individuo
afecto de esta variedad de impotencia se ve
Impotencia eventual, B ajo este epígrafe precisado a contraer matrim onio, y a pesar
reúno una serie de casos en que los fenóme­ de hallarse verdaderam ente enam orado y de­
nos de la falta de erección y aun de estímulo seoso de su esposa, se halla en la im poslbili-
74 DK. FKANZ KECLER LA FUERZA VJKJI» 75

dad de cum plir su deber conyugal, con grave cesarías desde el pum o de vista especulativo,
sentim iento por su parte. En un caso de esta pero no desde el p u n to de vista práctico de
especie es necesario som eterse a una absten­ su aplicación a los enferm os.
ción com pleta, pero obligándose a com partir Se logra, adem ás, que el enferm o se trate
el lecho de su esposa, y, en general, a los po­ por sí m ism o, sin desatender a sus ocupacio­
cos días la naturaleza recobra $u$ derechos. nes, con facilidad extraordinaria y con sen­
El pronóstico de la im potencia es variable cillez y econom ía. A dem ás del capitulo de­
según las causas y según las condiciones físi­ dicado a la exposición com pleta y clara del
cas, m orales y sociales del enferm o, y según tratam iento, he incluido, como apéndice, un
la energía que despliegue en desear la cura­ resum en de bigiene sexual y otro de terapéu­
ción ; pero puede contarse siem pre con la cu­ tica que perm ita ver en poco espacio de tiem­
ración com pleta em pleando los medios que po todo lo m ás conveniente a am bos objetos.
indicaré en el capítulo destinado al tratam ien­ Al dar fin a esta parte, que pudiera llam ar
to de esta enferm edad. expositiva, voy a e n tra r en la terapéutica tal
La m edicina clásica fracasa en m uchas ca­ y como la he concebido y aplico para bien de
sos por insuficiencia de medios, y por esto el mis clientes, cada día m ás num erosos.
pronóstico de la dolencia es m ás serio si sólo
se cuenta con los escasos medios de que dis­
pone, puesto que a excepción de la electrici­
dad, en algunas form as de im potencia, el
m asaje y los brom uros y la estricnina, no co­
noce un medio arm ónico que oponer a esta
afección.
P ero desde que decidí aplicar el sistem a cu­
rativo po r los medios naturales he logrado
tales éxitos que puedo decir, sin tem or a equi­
vocarme, que n inguna form a resiste a su efica-
cacia. D e este modo, no sólo se logran grandes
resultados, sino que pu ed e reducirse mucho
el g ran núm ero de variedades estudiadas, ne-
SEGUNDA PA R TE

I. Generalidades del tratamiento na turista. — II Uso


del agua y del sol.—III. El ejercicio físico. - IV. El
régimen de al mentación.
C A P IT U L O P R IM E R O

Generalidades del tratamiento naturista

El Fracaso de la terapéutica clásica en algu­


nos casos com plicados de pérdida del vigor
sexual me llevó a estudiar detenidam ente la
llamada terapéutica naturísta, fundada en la
acción com binada y sistemática de tos agen­
tes físicos, tal como los facilita la N aturaleza ;
a saber : el uso del a g u a y de la luz solar,
unidos al ejercicio físico individual y sin ap a­
ratos y a la simplificación de la alim entación,
poco racional y poco adecuada a nuestro or­
ganism o.
Mis prim eros ensayos fueron vacilantes,
porque no podía desprenderm e del lastre mé­
dico, pero asi y todo logré alguna mejoría,
que rae anim ó a seguir con fe dicho cam ino,
llegando, gracias a una tenacidad extraordi­
naria, a concluir por dedicarm e con ardor a
BO Dfc. F U H S IteLLÜM LA MISRZA VIRIL. 81

su aplicación, Los éxitos fueron cada vez ma­ Yo tenía la convicción de que los fenóme­
yores, los casos de aplicación de la nueva nos producidos por esos agentes naturales
ciencia fueron más variados, y por fin, seguro obedecían a algo relacionado con nuestro or­
del éxito, me decidí a publicar mis opiniones, ganism o y me dolía que carecieran de una
convencido de que serian acogidas con asom­ base sólida o, cuando menos, aceptable, que
bro y quizá con burla por los sabios, pero que les diera carta de naturaleza en la ciencia y
prestaría un servicio a ios enfermos que arras­ no fuera considerado como curanderism o in­
tran sus miserias físicas de clínica en clínica, digno. Debieran bastar los hechos para con­
sufriendo pacientes los tratamientos más va­ vencer a la inteligencia, pero ésta está edu­
nados y contradictorios. cada en el raciocinio, aunque no siem pre, y
H ablo con autoridad en esto, porque tam ­ era preciso hablar a] raciocinio.
bién fui de los que usaron la sugestión hipnó­ Hace bastante tiem po que la higiene pre­
tica y la electricidad en todas sus formas, los coniza estos m edios de que hablo como sal­
mil y un tónicos aconsejados, el masaje, la vadores en m uchos c a s o s ; las corrientes mo­
hidroterapia clásica, los m étodos locales, las dernas de una parte de ios médicos se incli­
inyecciones subcutáneas y, en una palabra, nan a aceptar el ejercicio y la alimentación
todo el extenso arsenal que la medicina pone reformada como útil en las afecciones cróni­
al servicio del práctico, no siem pre con espe­ cas ; se encom ia la lim p ie z a ; se recomienda
ranzas de éxito. el so), el aire y el agua, pero no se perm ite
No quise contentarm e con ser un creyente que estos medios por sí solos alcancen supre­
de la nueva idea, y, llevado de la natural ten­ macía terapéutica, y al lado de ellos y por en­
dencia a investigar la causa de las cosas, qui­ cima de ellos se preconiza la droga y se en­
se, antes de dar a luz m is experiencias, edi­ salza la virtud de los preparados farmacoló­
ficar sobre bases científicas una teoría de es­ gicos.
tos hechos asom brosos que pugnan con la en­ Los espíritus escépticos suponen que se
señanza de nuestras escuelas oficiales. Me lle­ trata de m antener la vieja escuela para evi­
vaba adem ás a ello el deseo de hacer aceptable tar que la ruina del tem plo de la ciencia no
una idea nueva fundada tan sólo en el em pi­ alcance a sus a d e p to s ; se atribuye falsam ente
rismo y explicada con arreglo a doctrinas aun al egoísm o grosero, lo que es cuestión de
m ás em píricas. rutina escolástica 5 no es posible im aginarse
6
cuánto cuesta desterrar e! hábito intelectual el que la com bate j es el vulgo que no cree
y cuánto pesa sobre nuestros espíritus la tra­ en la eficacia de las cosas sencillas, que no le
dición. SÍ descorriéram os el velo de ciertas co­ hablan a la im aginación, que se encoge de
sas. vertam os que m uchas doctrinas venera­ hom bros ante lo que ve cada día y se extasía
das son tan sólo lugares com unes perpetua­ ante lo que ignora, que va al hom bre de cien­
dos con solem nidad y sostenidos por los gran­ cia a buscar alivio a su males, sin que por
des sacerdotes de la ciencia oficial, sin que se ello deje de extasiarse ante el charlatán de
hayan tom ado la pena de exam inarlas. plazuela, que am a el m isterio del curandero,
Así se explica que perduren errores y se estando convencido de su ignorancia, pero es
tomen por verdades. Se lanza la excomunión sugestionable y se entrega al que le sugestio­
científica sobre el atrevido que intenta pe­ na ; es la m ultitud ignorante, pero buena y
netrar el m isterio del arcano, sem ejando a los sencilla, que ensalza hoy y deprim e m añana
antiguos sacerdotes de las religiones paganas a su ídolo de a y e r ; los niños que corren en pos
que reservaban p ara ellos el cultivo de la de quien los acaricia, sin pensar por qué los
ciencia, que luego servían a los pueblos arre­ acaricia.
gladas a su sabor y envueltas en m isteriosos
H asta hoy la llam ada medicina naturista ha
ritos.
sido patrocinada y ejercida por individuos aje­
Pero aun hay otra causa m ás im portante en nos a la m edicina y que generalm ente han
nuestra ciencia m o d e rn a : es necesario que debido su salud a estas prácticas sen c illa s;
las ideas tengan la sanción de los pontífices, gentes que carecían de los conocimientos n e­
lo de menos es la idea, lo que se cotiza es la cesarios para el diagnóstico de las enferm eda­
firma, y el atrevido que se perm ite hacer uso des y hasta de conocim ientos generales que
del raciocinio para com batirla, levantará con­ les perm itieran erigir en sistem a los conoci­
tra él una cruzada enorme, caerá bajo el peso mientos atesorados por una larga y detenida
de sus adversarios, que consideran fecunda observación.
una idea, por huera que sea, con tal la haya Basta leer cualquiera de los m anuales es­
expuesto alguien que está por encim a de las critos en este sentido para com prender el em ­
m ultitudes. pirismo de sus autores, y no es extraño que
P o r eso y sólo por eso se abre paso difícil­ sus teorías hayan sido rechazadas por com ple­
m ente toda idea nueva, y no es sólo el técnico to. No obstante, despojando a estos escritos
LA Fl-eRZA VIRIL 35
Si DR. FRANZ K&LLSR

y eso que su trabajo corporal es mucho m ayor


del fárrago de vulgaridades que encierran en y se ejercita en invierno y verano a la intem ­
su parte teórica, debieran haberse fijado los perie ; en cambio, los m ineros resisten mucho
espíritus cultivados en las enseñanzas prácti­ - menos porque están privados del aire y de
cas que contienen y, separando el trigo de la luz solar.
cizaña, llevar a la medicina todo aquello útil T odos estos hechos, asi como la m ayor salud
y conveniente y procurar ponerlo en armonía y longevidad de que disfrutan los individuos
con nuestra ciencia de curar. parcos en el com er y ajeno s a las bebidas ex­
La observación atenta de ¡os animales en­ citantes, fueron conocidos en la antigüedad,
tregados tan sólo al instinto, nos demuestra y la medicina de H ipócrates y m ás tarde la es­
que atienden a la curación de sus enfermeda­ cuela de Salerno las indicaron como preceptos
des agudas con la dieta absoluta de alimentos, higiénicos.
limitándose a beber agua en cantidad, prefi­ A pesar de ello, merecen algo m ás y son
riendo las aguas comentes. Algunos buscan dignos los trabajos d e la reciente escuela na-
en las hierbas el modo de purgarse, pero es­ turista de reunirlos en un cuerpo de doctrina
tudiando las hierbas que emplean y que no y elevarlos a la categoría d e ciencia de curar.
tienen virtud médica alguna, se viene en co­ U n a objeción que debem os contestar antes
nocimiento de que se valen de ellas como me­ de en tra r en el fondo del asunto es la siguien­
dio mecánico para combatir la constipación. te : i Cóm o es posible que una medicación tan
Entre los enfermos del campo, sobre todo sencilla y con ta n escasos m edios pueda apli­
en los viejos y valetudinarios, es corriente la carse con resultado a enferm edades tan num e­
práctica de ponerse al sol durante el día como rosas y d istin ta s?
medio de reanimar su vitalidad adormecida. L a contestación es m uy fácil estudiando
Es proverbial la robustez de los pescado­ cómo se producen las enferm edades y cómo
res, sometidos diariamente al sol y a la lluvia, reacciona el organism o. H oy día está perfec­
y son muchos los que permanecen horas con tam ente dem ostrado que todas las enferm e­
las piernas en el agua durante sus tareas, sin dades agudas tienen un período de elaboración
perjuicio para su salud. silencioso que varia de unas horas a varios
Asimismo los trabajadores del campo dis­ días, en tos cuales la lucha existente entre la
frutan, a pesar de lo penosa de su profesión, causa morbosa y el organism o pasa com ple-
mayor robustez que el obrero de las ciudades,
&EJ UR, FRAMZ KEU-ER
LA FU IR ZA VIRIL 87

lamente inadvertida; periodo al que se da el Además, esta estrecha dependencia se ma­


nombre de incubación. A éste sigue una alte­ nifiesta en que todos tienen vasos y nervios
ración general del organismo, aunque la lesión que reciben su a c c ió n ; los prim eros, de la
se localice, prueba de que el cuerpo todo par­ sangre com ún a todo el cuerpo, y los segun­
ticipa de los fenómenos de defensa y de la dos, de un centro general subdividido en tres
alteración de la causa. Siguiendo atentamente grandes grupos ; encéfalo, medula y gran sim ­
el modo de defenderse, se ve que siempre re­ pático.
curre al mismo medio, y sí esto es asi, ¿por P o r el interm edio de la sangre se transm ite
qué no admitir que podemos ayudarle con a todo el cuerpo la alteración aguda o crónica,
los mismos remedios, variando sólo su inten­ y por el sistem a nervioso se entrecruzan, como
sidad y su modo de aplicarlos, sea local o en una red telefónica, todas las sensaciones;
general ? así se com prende que una enferm edad local
Sí de los procesos agudos pasamos a los resuene sobre todo el organism o, y que un
c ró n ic o s v ere m o s q u e casi todas las alteracio­ tratam iento local modifique, a su vez, un es­
nes del cuerpo hum ano se producen a conse­ tado general p o r mediación de la sangre y
cuencia de u n a falta de régim en local o ge­ de los nervios.
neral, que produce la alteración de uno o va­ H echas estas aclaraciones, pasarem os a es­
tudiar Jos agentes naturales terapéuticos y
rios órganos. No de otro modo obran los ex­
sus indicaciones principales, asi como la ma­
cesos alim enticios, el alcoholism o, la falta de
nera de usarlos. Con ello ponem os al enfer­
ejercicio, etc. ¡ es esto decir que podem os res­ mo en condiciones de ayudar activam ente y
ponder a estas alteraciones con pocos medios, de un modo racional a los esfuerzos que hace
y éstos son precisam ente aquellos opuestos a la Naturaleza para desem barazarse de su
las causas que han venido obrando. enem igo.
A un cuando el cuerpo hum ano presenta di­
versidad de órganos necesarios para las dis­
tin tas funciones que a cada uno le están en­
com endadas, no existiría la debida arm onía
si todas no tendieran a un fin común, que es
la vida.
C A P ÍT U L O II

Del uso íc\ Agua, y del sol

El uso del agua en la terapéutica natu*


rista. El agua puede emplearse al interior
para facilitar el descarte de ciertas substancias
nocivas a través de la piel y de la orina ; úsase
ya fría, ya caliente, según el objeto que de­
see llenarse. Por regla general es preferible el
uso interno del agua caliente, pues es menos
excitante que la fría, para algunos individuos,
y porque, sin perder nada de su acción diu­
rética, facilita mejor la provocación del sudor.
Además, tomada a pequeños sorbos, modifica
la sed mejor que el agua Fría. La manera pre­
ferible de administrar el agua es en ayunas,
constituyendo entonces un verdadero lavado
del tubo digestivo. En algunos casos de en­
fermedades del estómago debe tomarse des­
pués de las comidas.
90 1>R. FRANZ KXLLSK u ru sa» v ir il 91

K n los casos en que el individuo sienta u n a Kn la m edicina clásica suele aplicarse el


sensación de frío que no s e disipe con el ejer­ hielo com o m edio de oponerse a ciertas infla­
cicio activo, deberá tom ar un vaso de a g u a ca­ m aciones (m eningitis, apendicitis, peritoni­
liente, azucarada o no. Si a pesar de esto per­ tis), pero en este caso debe protegerse la piel
siste su m alestar, entonces se tratará proba­ m ediante una capa de tela en varios dobleces,
blem ente de una afección que comienza su puesto que el uso prolongado de este roedlo
periodo de agudez. puede ocasionar la g an g ren a del tegum ento-
El uso de) agua al interior debe lim itarse Este medio tiene peligros en su uso, y a que
a las horas en que no pueda dificultar la di­ no puede medirse la reacción posterior.
gestión, siendo preferible en ayunas, durante Kn todo caso las aplicaciones frías locales
las com idas, al fina) de las m ism as y cuatro deben renovarse an tes d e que el a g u a absorba
horas después de ellas. el calor de la parte, so pena de no conseguir
Al exterior se aplica el a g u a fría o caliente, el resultado apetecido.
con o sin fricción y en form a de vapor. Cada l-as aplicaciones locales de a g u a caliente
u n a de estas aplicaciones tiene su s indicacio­ son útiles para estim ular la piel y facilitar la
nes especiales, que se ap u n tarán brevem ente. transform ación purulenta d e las inflamacio­
La acción del a g u a fría es m ás tónica so­ nes. al propio tiem po excitan los glóbulos
bre los tejidos que la del a g u a caliente, y sir­ blancos de la san g re estancada y facilitan su
ve para prevenir la inflam ación, si su aplica­ función defensiva.
ción es c o n sta n te ; pero sólo puede hacerse Siem pre que se trate de aplicaciones de
localm ente cuando ha de usarse largo tiempo, com presas húm edas, sean frías o calientes, se
ya que el baño frió general muy prolongado colocará por encim a de ellas un papel o tela
substrae al cuerpo su calor vital, im perm eable que im pida la evaporación rápi­
A su aplicación sigue inm ediatam ente la da del liquido.
contracción de los vasos capilares sanguíneos, De uso m ás frecuente en la terapéutica na­
y de este modo se substrae calor y vitalidad tural son los baños generales o parciales en
a la parte, pero cuando cesa la acción del agua que la acción del ag u a es más sostenida. Por
fría sobreviene la dilatación vascular seguida regla general el baño frío total debe reservar­
de g ran aflujo de sangre, o sea un fenómeno se para la limpieza del cuerpo y usarse una o
de reacción. dos veces por sem ana, debiendo ir seguido de
92 DR. FRANZ KELLKR LA FUERZA VIRIL 93

una fricción enérgica que excite la reacción y al tratam iento de las afecciones crónicas lo­
com plete sus efectos, cales de origen inflam atorio.
Los baños locales tienen, adem ás de su ac­ B años d e s o l . — L os baños de sol consti­
ción parcial, u n a general, ya que al q uitar tuyen uno de los rem edios m ás poderosos en
calor de una parte enfrian asim ism o el resto el tratam iento d e todas aquellas afecciones de
del organism o, si' bien lo hacen de un modo fondo aném ico escrofuloso y tuberculoso. E s
m ás lento y menos peligroso- P ara d ar m ayor el excitante natural por excelencia, cuya ac­
fuerza curativa a estos baños conviene que ción es insubstituible por ningún medicamen­
durante ellos, o al final, se acom pañen de to ; reúne las ventajas de los baños p o r la
fricciones practicadas con una toalla o lienzo - excitación que produce sobre la piel y la res­
fuerte, o un guante de crin alg o duro. A si se piración, y al propio tiem po obra por la irra­
tiene a la vez la acción anticongestiva det agua diación lum inosa, cuyos distintos rayos pro­
y la excitante de la fricción, siendo este me­ ducen acción física, acción quím ica y acción
dio m uy útil para conseguir, adem ás, la re­ radiactiva.
sorción de cualquier depósito que se haya he­ B años d e a i r e calien te . — En algunos ca­
cho, sea de grasa, sea de tejido inflamatorio. sos pueden usarse los baños de aire caliente
O tro de tos medios de em pleo del ag u a es sin vapor, sobre todo en ciertas enferm edades
el baño de vapor, en el que se utiliza el calor crónicas de la piel.
húm edo sin aplicar el ag u a a la superficie del T écnica d e las d ist in ta s aplicaciones del
cuerpo. S u acción es sum am ente im portante agua .— L a v en taja inestim able de este tra­
p ara provocar una transpiración activa y fa­ tam iento es que lodo el m undo puede aplicar­
cilitar el descarte por la piel de g ran núm ero lo sin gasto im portante, y lo mism o puede
de m aterias nocivas, estim ulando al propio usarse en los enferm os pobres que en los de
tiem po la circulación general. posición social elevada. T iene, por o tra parte,
Su aplicación puede ser general o local, su uso ta n ta s indicaciones que no hay incon­
veniente en que Lo em pleen de m odo em pírico
como en los dem ás b a ñ o s ; la aplicación ge­
nera) se reserva para las enferm edades agudas los individuos, pues sólo buenos resultados se
obtendrán d e su em pleo.
o crónicas que afectan la totalidad del cuer­
A plicaciones del agua fr ía . — A) Gene­
po, y las aplicaciones locales son reservadas
rales. D esde los 15 a los 25 grados puede
91 b tt. FKAN¿ KULEK LA FUERZA VIRIL 96

considerarse como agua fría y puede aplicar­ m inutos, y debe ir seguido de una fricción
se en distintas form as. P uede usarse una ba­ general y enérgica que facilite la reacción.
ñera grande en que pueda colocarse cómo­ ■En caso de no poder bañarse a dicha hora,
dam ente el individuo, o un recipiente m is pe­ deberá tenerse como regla absoluta no b añar­
queño en que pueda introducirse en cuclillas, se hasta pasadas cuatro horas de la com ida, y
quedando fuera del tronco p ara arriba, en cual si el cuerpo estuviese sudado, debe friccio­
caso se tendrá cuidado de m ojar el resto del narse antes de tom ar el baño.
cuerpo. En otros casos puede usarse una as­ En las personas débiles, y como transición,
persión desde los hom bros con una regadera para u sar los baños fríos se em pleará el ag u a
o un irrigador con tubo de gom a y cánula, el a la tem peratura de 30 grados, usando sólo la
uso de una esponja m ojada y exprim ida, se­ fricción en caso d e que la reacción sea lenta.
gún los medios con que cuente el enferm o. D espués del baño el individuo debe ha­
El baño general, corto o seguido de fric­ llarse ág il y bien dispuesto, y si esto no su­
ción, debe usarse a diario y constituye uno de cediera, será m uy conveniente salir a d a r un
los m ejores medios para la conservación de paseo a paso rápido o practicar unos cuantos
la salud. Produce una sensación de bienestar ejercicios gim násticas.
y e n e rg ía ; endurece contra los cam bios at­ L os baños frío s sólo deben suspenderse en
mosféricos ; obliga a la m ayor am plitud del la m ujer d u ran te el periodo de las re g la s ;
pecho y acelera los m ovim ientos del corazón siendo de observar que su uso continuado
y de los vasos, contribuyendo a oxigenar la ejerce u n a influencia beneficiosa sobre las
sangre. E s m ás bien un medio higiénico que mism as, que se regularizan sin necesidad de
terap éu tico ; como remedio ha de emplearse tratam iento farm acológico alguno.
en los casos en que convenga substraer con Tiene el baño frío una acción prim aria so­
rapidez calor al cuerpo, aunque, en semejante bre la circulación, pues dism inuye ia corres­
caso, no debe repetirse con frecuencia sin con­ pondiente a la piel y aum enta la de los ó rg a­
su lta r al médico. nos internos, y su acción secundaria es inver­
1.a hora m ás oportuna es el mom ento de sa, facilitando la circulación periférica y dis­
d ejar el lecho, por la m añana, y sea cual fue­ m inuyendo la congestión de los ó ig an o s in­
re la form a d e b añ o que se adopte, débese ternos. P o r ello no deben hacer uso de esta
tener presente que no ha de exceder de diez clase de baños los individuos afectos de lesio-
96 ÜK. FKAKZ KEU-RR LA FUKRZ* VIRIL

nes del pulm ón, del corazón y de los grandes En los baños de extrem idades, las friccio­
vasos. nes serán hechas en e) sentido de la circula­
B) Locales. Las indicaciones de los ba­ ción v e n o sa ; es decir, de la p unta del miem­
ños fríos locales son más num erosas y sobre bro hacia el cuerpo. E n los de pelvis, o sea
todo en las enferm edades que liemos estudia­ en los que se b añ a tan sólo la parte corres­
do ; asi como el baño frío tiene una acción pondiente a los órganos genitales, perineo y
general sobre todo el cuerpo, esta form a ejer­ nalgas, las fricciones serán m ás suaves, po r
ce su acción m ás sostenida sobre un órgano tratarse de sitios m ás delicadas, y se harán de
dado, sin dejar por ello de tener resonancia atrás adelante y de abajo hacia arriba.
en la totalidad por el equilibrio entre la cir­ C uando el baño alcance a la parte inferior
culación general y la loca!. En efecto, toda del vientre, se harán fricciones de derecha a
manifestación morbosa local se acom paña de izquierda, siguiendo la dirección del intestino
una modificación vascular perm anente en el grueso, term inando en la ingle izquierda.
sitio afecto, y ello ocasiona los fenóm enos de T ienen una acción notable sobre la astricción
dilatación vascular y estacionam iento de san­ del vientre, consiguiendo que cese a los pocos
gre que conducen a la congestión y a la in­ días.
flamación y, como consecuencia de la misma, M ás adelante nos ocuparem os de la acción
a la alteración de las funciones de) órgano, y especial del baño de asiento en las afecciones
m ás tarde a las diversas alteraciones de los del aparato urinario y genital.
tejidos. E s conveniente tom ar de dos a tres baños
E s fácil dar un baño local sin necesidad de locales al dia para m antener sus buenos efec­
grandes instalaciones; un recipiente de cinc, tos ; y en algunos casos, que luego determ ina­
alargado por los brazos y piernas, y una ba­ remos, conviene, du ran te la noche, hacer una
ñera de las llam adas de asiento, para los ba­ envoltura húm eda, sobre todo de las partes
ños pelvianos, son suficientes. La tem peratura genitales, para contrarrestar la congestión que
del ag u a puede ser de 15 a ib grados, y la éstas sufren con el calor de la cam a y con el
duración del baño ha de ser m ayor que la del acúm ulo de san g re a la m edula espinal y a los
baño g e n e ra l; durante e) m ism o son utilísí-, órg an o s declives (testículos, pene y recto).
m as las fricciones, ya m anuales, ya con un A plicaciones del agua caliente .— A) Ge­
guan te de crin o una tela recia. nerales. Los baños generales calientes de 38
r
98 DK. FRANZ KHLLHt
LA FL-KKZA V IR IL SU

a 45 grados tienen por objeto provocar una


congestión externa que llame a la piel la san­ enferm o introducirá sus pies en el recipiente
gre aglom erada en el interior del cuerpo y al con agua caliente y estará cubierto con una
m ism o tiem po excitar el sudor. Su uso está o m ás m antas, de m odo que no pueda eva­
indicado en las fiebres eruptivas (saram pión, porarse el calor que provoca el agua. Se ten­
viruela, escarlatin a); en las que la erupción drá la precaución de dejar fuera la cabeza y
palidece, o se hace d ifícilm en te; en los ata­ de cubrirla con un paño humedecido en ag u a
ques convulsivos de las m ujeres em baraza­ fresca, como antes se h a aconsejado. L a du­
das, o en los niños, y, en general, siem pre ración del baño será en relación con el sudor
q u e se trate de producir una revulsión gene­ que quiere provocarse y con la resistencia
ral enérgica. del paciente.
A la temperatura de 30 a 35 grados son T iene gran utilidad para provocar el sudor
convenientes en las personas nerviosas, como y la salida de m aterias tóxicas por la piel, y
calmantes; en este caso su duración será más es preferible al baño caliente, cuando sólo
larga que en las anteriores. se trate de hacer su d ar a un enferm o, sobre
B) Locales. Son indicados por su acción todo en las enferm edades crónicas (reum atis­
excitante en los casos de escasa vitalidad de mo, gota, obesidad). G eneralm ente, se usará
los órganos ; generalmente, se reservan para una o dos veces p o r sem ana.
las extremidades y en los baños de asiento. B) Locales. S u acción em oliente, y es­
Su duración será la suficiente para producir tim ulante a la vez, hace que estén indicados
un aumento de calor en la parte. en las enferm edades de las articulaciones y
T anto en éstos, como en los generales, con.
en las neuralgias e inflamaciones ag u d as de
vendrá aplicar en la cabeza del enferm o unas
los m iem bros. T ienen una notable influencia
com presas de ag u a fría, p ara com batir un po­
en estados ag u d o s. Se usan con m ayor fre­
sible estado de sincope. cuencia los del dorso (espalda), los d e los
T écnica de «.o s baños d e vapor . — A) G e­
miembros superiores e inferiores y los de
nerales. P a ra em plearlos se sentará el enfer.
asiento. Com o su acción es lim itada sobre la
mo en una silla de rejilla, debajo de la cual
totalidad del cuerpo, su duración puede ser
se colocará un cubo de ag u a hirviendo, que
mayor y deben em plearse cuando m enos de
será substituido antes- de que se enfrie. El
quince a treinta m inutos.
LA FUERZA VIRIL 101

B aS os — C onstituyen el medio vj.


de so l .
P ara que éstos produzcan todo su efecto es
gorizador por excelencia para el organism o y, conveniente llegar a tom arlos com pletam ente
como los demás baños, puede ser general o desnudo y que sean d e larga duración. 1*1
local, aunque se usa con más frecuencia el pri­ único inconveniente de estos baños es que la
mero, reservando los locales al tratam iento de piel tom a un color m uy m oreno, y algunas ve­
los tum ores blancos y enferm edades crónicas ces el individuo llega a despellejarse, pero esto
de los huesos. Su técnica es sum am ente sen­ se evita no exagerando la duración. Después
cilla : el Individuo, desnudo o ligeram ente ves­ del baño una fricción húm eda, seguida de
tido, se expone a los rayos solares, resguar­ otra seca.
dando la cabeza de su acción para evitar una No existe m edio m ás tónico en todas las en­
congestión cerebral. Sucesivam ente presenta fermedades por anem ia, consunción, en la
a los rayos del sol los diversos lados de su neurastenia y en los individuos agotados por
cuerpo, hasta experim entar una sensación de excesos de inteligencia o por abusos sexuales.
calor bastante fuerte, U nido al clim a de altura, el baño solar es
Al principio el baño podrá tom arse dentro uno de los tratam ientos m ás seguros de (a
de la habitación y con el balcón cerrado, para tuberculosis pulm onar y articular. 'En las for­
evitar el contacto del aíre, pero a m edida que mas locales basta exponer la región enferm a,
se endurezca et sujeto será preferible tom arlo excepción de la cabeza y parte superior det
con el balcón abierto, para aprovechar al mis­ pecho, a la acción del sol durante mucho
mo tiem po los efectos beneficiosos del aire li­ tiem po.
B aRo s de aire caliente . — Substituyen a
bre y soleado.
los de vapor en algunos casos y se aplican de
La m ejor hora en verano es por la m añana,
igual modo, sólo que, en vez del agua colo­
de ocho a nueve, y en invierno, a las once, y
cada debajo del individuo, se coloca una lám­
si es posible $e practicarán, durante la expo» para de espíritu de vino encendida. S u acción
sición al sol, ejercicios respiratorios, de los no es tan notable sobre el sudor, pero son
que hablarem os luego. En los individuos afec­ preferibles en los enferm os con afecciones del
tos de alguna lesión pulm onar deberá prote­ corazón y de los pulm ones.
gerse del sol ia parte superior del pecho en ios H asta aquí se han descrito los medios na­
quince prim eros baños. turales que puede em plear el enferm o: pero
102 DR. FPANZ KRI.IJB

como en todos los procesos crónicos se halla


alterada la vitalidad en uno u otro sentido,
es necesario echar m ano de otros procedim ien­
tos que faciliten la vuelta del organism o en­
ferm o a su estado norm al.
A propósito del tratam iento anterior, he­
mos hablado de la conveniencia de los ejer­
cicios físicos com o medio de facilitar las reac­
ciones después del baño, pero, adem ás, sir­ C A P ÍT U L O III
ven p ara otros fines que luego describirem os.
De igual m anera tiene capital im portancia
Del ejercido físico metódico y racional
la modificación de la alim entación, causa mu­
chas veces de enferm edades crónicas, porque
los residuos de la m ism a pueden intoxicar B asta considerar la m asa m uscular d e nues­
nuestro cuerpo. De am bas cosas nos ocupa­ tro cuerpo y los distintos m ovim ientos que
rem os en el siguiente capitulo, con la deten­ ella ejecuta p a ra com prender la im portancia
ción necesaria. de su s funciones y la necesidad de m antener
vigorosa nuestra m usculatura.
E s verdad que d u ran te el dta la inarcha y
los diferentes trabajos que hacemos nos obli­
gan a ejercitar nuestros músculos, pero ello
se realiza de un m odo inconsciente, sin la in­
tervención de nuestra inteligencia y, por lo
tanto, sin atender al desarrollo arm ónico del
cuerpo. Asi sucede que, según las profesio­
nes, unos m úsculos se desarrollan con exceso
al paso que otros se atrofian, y al propio tiem ­
po desdeñam os adquirir la agilidad en nues­
tra naturaleza, que sólo puede obtenerse con
un método fijo.
104 C S. PSAN2 XCLLSR I.A PU S82A VIRIL 105

Existen, adem ás, g ran núm ero de personas ¿ando m ejor los alim en to s; estim ula el sudor
que, por sus ocupaciones sedentarias, adquie­ y la secreción de la orina, consiguiendo de este
ren no sólo una obesidad perjudicial, sino que, modo arra stra r las substancias nocivas al ex­
a la larga, por este motivo, llegan a cansarse terior del cuerpo.
al m enor ejercicio, porque les falta la fuerza Y todos esos beneficios se consiguen con
indispensable en el m úsculo del corazón y en poco tiem po, sin g ran esfuerzo y sin m aestro
los pequeños m úsculos de los bronquios. alguno. Tam poco necesitam os aparatos inúti­
L a digestión para ser com pleta debe ir acom­ les (peligrosos y caros), puesto que no debe­
pañada del ejercicio a c tiv o ; por eso una de las mos convertirnos en artistas de circo, sino en
causas m ás frecuentes del estreñim iento, que hom bres fuertes, ágiles y sanos.
aflige a tanta gente, es la falta de m ovimiento. E n el desgaste diario de nuestra vida, pro­
M uchos dicen, al ser preguntados sobre este ducido por las diferentes fu n d o n es del cuer­
p u n to ; «Yo hago ejercicio todo el día», pero po, el ejercicio representa el papel im portante
ignoran que esto, como todo, debe hacerse de activar la asim ilación d e lo útil y la expul­
de una m anera metódica, diariam ente y res­ sión de lo perjudicial.
pondiendo a una arm onfa. Para que su utilidad sea d e rta y no resulte
No es necesario, como generalm ente se cree, excesiva y, po r lo mismo, contraproducente,
ser un atleta para ser f u e r te ; nada más equi­ es necesario que proporcione, después de su
vocado : bastan treinta m inutos de ejercicio uso, u n a sensación de bienestar y un acre­
diario, divididos entre la m añana y la noche, centam iento de energía. Para conseguirlo,
para ser fuerte y ágil, p a ra vivir sano y para precisa saberlo escoger, lim itarlo a lo necesa­
com batir gran núm ero de m olestias físicas. rio, aprenderlo despacio y aum entarlo g ra­
El ejercid o m uscular metódico y racional dualm ente. El entrenam iento no se obtiene
es una fuente de en erg ía incalculable : activa sino en estas condiciones; proceder de otro
la respiración y, por lo tanto, hace más com­ modo es buscar el cansancio, perjudicar el
pleta la com bustión de las diversas m aterias cuerpo y desacreditar un método excelente.
orgánicas, las cuales, mal quem adas, son otros Dividirem os los ejercicios en m atinales y
tantos venenos para el c u e rp o ; acelera la nocturnos, por la hora en que conviene veri­
circulación e im pide el estancam iento de san­ ficarlos ; pero no hay inconveniente alg u n o en
gre en los órganos ¡ facilita la digestión, utili- invertir et orden « en hacerlos de una vez.
106 UR, FRANZ K1LL1K LA FUERZA VIRIL HIT

según las facilidades que ten g a para ello el con el hábito, se aum entará el núm ero sin
sujeto. Se han elegido ios más útiles y más necesidad de pasar de diez.
im portantes, de la m ultitud de ellos preconi­ Debe procurarse al propio tiempo desarro­
zados, pero no es perjudicial am pliarlos, si llar la m usculatura y adquirir flexibilidad en
se quiere. De todas m aneras, con los que los ejercicios.
indicam os basta para lograr el resultado ape­ D espués de cada sesión m atinal se tom ará
tecido. un baño frío, o cuando menos una fricción
I ndicaciones generales para la ejecución h ú m e d a ; uno u otra irán acom pañados de
DE los ejerc ic io s . — D eben practicarse en fricción seca.
una habitación bien aireada y, si es posible, La sesión matinal
soleada. Se vestirá al principio, un pantalón debe hacerse en ayu­
ancho y una cam iseta tam bién ancha y con nas ; la de la noche,
m anga corta. Se irá abriendo progresivam ente tres horas después de
el balcón (o ventana), hasta llegar a m ante­ la cena. Según la re­
nerlo abierto, En los clim as benignos se lle­ sistencia del indivi­
g ará a tener la ventana abierta y el cuerpo duo, la sesión noctur­
na puede ir seguida
desnudo.
de fricción h ú m e d a ;
Se respirará por la nariz, en el mom ento de
envolviéndose luego
em pezar el movimiento y hasta la prim era
en una sábana y acos­
parte del m ism o ; después se expulsará por
tándose. U na vez re­
la boca el aire respirado. C uando ya se efec­ accionado y seco el
túa esto con facilidad, deberá hacerse toda la sujeto, se quitará la
respiración por la nariz. De este modo se envoltura.
com binan los m ovim ientos físicos con la gim ­ E jercicio s matina ­
nasia respiratoria. les. — Son en núm e­
Todos los ejercicios se harán de un modo ro de seis y pueden
completo, despacio y sin rigidez inútil, por hacerse en el orden que se indica a continua­
causar pérdida de fuerzas. Los prim eros días ción :
se repetirá una sola vez cada movimiento y, P rim e ro : Colocarse de pie con los talones
Dlt. FRAHZ KELLER LA FUERZA VIRIL 106
106

separados uno de otro unos 6o cen tím e tro s; tiva, y sosteniendo sobre el pie opuesto a la
las m anos en las caderas. Levantarse entonces m ano que se apoya, elevar en extensión toda
lentam ente sobre las p untas de los pies a la la extrem idad inferior opuesta hasta la m ayor
m ayor altura posible y m antenerse en esta altura posible. Se alternará este ejercicio con
posición unos segundos (respirar por la na­
riz). Después, con toda lentitud, volver a la
posición prim itiva. E stos m ovim ientos des­
arrollan los músculos de las extrem idades in­
feriores (fig. i).
S e g u n d o : En pie, con los brazos a lo largo
del tronco, elevarse como en el movim iento
a n te rio r; entonces doblar y separar las rodi­
lla s , b a ja n d o el
cuerpo cuanto se
pueda, lle v a n d o
las m anos a la ca­
beza hasta quedar
en cuclillas. U na
vez en esta posi­
ción volver a la
prim itiva, bajan­
do los brazos con­
form e se eleva el am bas extrem idades. Fortalece los m úsculos
tronco. Con este de la pelvis y del extrem o inferior. Debe eje­
ejercicio se desa­ cutarse despacio (fig. 3)
rrollan los múscu­ C u a r to : P uesto en pie, y respirando pro­
los de las extrem idades superiores e inferio­ fundam ente, llevar las m anos extendidas has­
res, y los del bajo vientre y perineo (fig. 2). ta encim a de la c a b e z a ; después, bajando las
T e rc e ro : Sostenido por un brazo a un mué- - m anos, se dobla el cuerpo hacia adelante, has­
ble, colocar la otra m ano en la cadera respec­ ta llegar con las m anos al suelo. Volver a la
no OH. f M H Z KELLER LA nJBRZA VIRIL III

posición vertical y entonces doblar el cuerpo manos y las p u n ta s de los p ie s ; debe m an­
hacia a trá s todo lo posible, colocando las ma­ tenerse el sujeto com pletam ente rígido, sin
nos en las caderas. doblar el vientre ni las rodillas. V olver de
E s te m o v im ie n to nuevo a la posición prim itiva. Acciona el dor­
d e b e h a c e rs e c o n so, pies y brazos (fig. 5).
cuidado y sin do­
blar m ás que la cin­
tu ra (fig. 4).
A este movimien­
to se acom pañará
el de lateralidad a
izquierda y a dere­
cha partiendo de la
posición v e r ti c a l . S e x to : Sentado en un taburete, de modo
Fl* 4 P a ra el derecho se que los pies puedan apoyarse en los barrotes
baja el brazo del mismo lado hasta tocar al de la cam a, levantar tos brazos verticalm ente
suelo doblando el cuerpo, m ientras el otro y respirando profundam ente inclinar hacia
brazo se coloca m ás arrib a de ia cabeza ; debe atrás el tronco y la cabeza todo lo posible.
hacerse sin inclinar el cuerpo hacia adelante. Volver a la posición prim itiva. Notable me­
Fortifica los m úsculos del dorso, tronco, vien­ dio de desarrollar los músculos del pecho,
tre y caderas. E s uno de los m ás útiles en la vientre y d o rs o ; útil en la constipación de
gim nasia casera. vientre y en los estados dispépticos (fig. ó).

Flg. s
E jercicios nocturnos.— H acerlos al acos­
Q u in to : Extendido com pletam ente sobre el tarse y con una sim ple cam iseta. En núm ero
vientre, elevar el cuerpo, apoyándose en las tam bién de seis.
U rUSRZA VIRIL J .1 3
112 D R . FK A N Z KCLLBR

si ble sin doblar las rodillas. Llevar los brazos


P rim e ro : A costarse en la cam a de espal­
por encima de la cabeza. V olver a la posición
das ¡ cruzar tos brazos sobre el pecho y, sin
prim itiva (fig. g).
doblar el cuerpo, procurar que se sostenga
sobre los talones y los hom bros. D esarrolla
la región lum bar y las caderas (fig. 7).

S e g u n d o : T endido de lado y con las pier-


ñas estiradas, arquear la cadera de modo que
el cuerpo quede en hueco, sostenido tan sólo
sobre el pie, brazo y hom bro del mismo lado.
T u rn ar am bos lados (fig. 8).
C u a r to : E charse sobre el vientre y cogerse
fuertem ente a la cabecera de la c a m a 5 levan­
tar las piernas bien estiradas cuanto se pueda
(figura 10).

Fie. 10
En esta posición se eleva la extrem idad in­
Q u in to : A costarse boca arriba horizontal­
ferior correspondiente al lado opuesto, man­
m ente y, sin ayuda de las m anos ni de los co-
teniéndola extendida cuanto sea posible (figu­
dos, levantar el tronco hasta quedar sentado,
ra 8 bis).
contrayendo tan sólo los músculos abdom ina­
T e rc e ro : Acostarse sobre la espalda y, ex­
les (fig. n ) .
tendiendo las piernas, levantarlas lo más po-
8
114 DR. FIU N Z KKLLXR LA FUXRZA VIRIL US

S e x to : Sentarse en el borde de la cam a o cía afuera y arrib a cuanto se pueda. Se alter­


en un taburete, de modo que los pies descan­ nan am bas extrem idades (fig. ia).
Importante. — N o se debe olvidar que el
núm ero de ejercicios h a de ser escaso al prin­
cipio y que han de aum entarse gradualm ente.
Se debe respirar bien y a fondo, y hacer des­
pacio y sin rigidez los m ovim ientos.

sen com pletam ente sobre el s u e lo ; colocar las


m anos en las caderas y separar los músculos

en ángulo recto. Entonces se levanta el pie


y estira la pierna de un lado dirigiéndola ha-
CAPITULO IV

£1 régimen alimenticio

No existe enfermedad crónica en cuyo des­


arrollo no influyan los errores alimenticios y
cuya marcha no pueda modificarse con una
higiene sencilla y bien estudiada en lo que a
la alimentación se refiere. Precisamente el lla­
mado método naturista se abre paso por sus
triunfos en estas afecciones, que sólo puede
corregir la higiene.
Los errores alimenticios suelen ser : lilegir
malos alimentos ¡ comer demasiado y con de­
masiada frecuencia ; abusar de los condimen­
tos ; mascar poco.
Por tanto, la alimentación deberá modifi­
carse en el sentido d e : Comer menos y con
menos frecuencia ¡ elegir los alimentos con
arreglo a las necesidades del individuo ; su-
118 DR. FKANZ KSLt.BR LA FUERZA VIRIL 119

primir la mayor parte de los condimentos; Condimentos. — Sólo deben permitirse la


mascar despacio y completamente. sal común, la harina, la almendra, avellana,
S upresión de aumentos . — Todo indivi­ nuez, canela y vainilla.
duo que no esté bien sano debe abstenerse El principio más importante es condimen­
de carnes de toro, buey, vaca, perdiz, pichón, tar la comida en forma que, sin dejar de ser
liebre, conejo, faisán, pavo, pato y cerdo. agradable al paladar y a la vista, carezca de
Pescados azules y rojos, crustáceos y molus­ todo excitante nocivo que, de momento, au­
cos. Quesos duros y fermentados; toda clase menta el apetito, pero a costa luego de una
de salazones y conservas. Chocolate y dulces irritación estomacal, principio de dispepsia.
secos. Otro principio esencial es la masticación
Residas . — Sólo se permitirá el agua po­ lenta y detenida, no sólo de los alimentos só­
table, filtrada y bien aireada durante las co­ lidos, sino también de los semisóltdos; aun
midas, y una infusión aromática ligeramente la"misma leche debe tomarse a sorbos con len­
azucarada, que no sea té ni café. titud y deteniéndola en la boca, pues no sólo
C antidad de aumentos permitida. — Car­ tiene la masticación el objeto de triturar y
hacer más fácil la digestión gastrointestinal,
ne o pescado, de tres a cuatro onzas en la
sino tumbién mezclar los alimentos con la sa­
comida dei mediodía. Manteca, de 30 a 50
liva, fermento importante, y humedecer el
gramos, con pan o con patatas. Purés o ver­ bolo alimenticio. Además, la fisiología ense­
duras, entre la comida y la cena. Dos huevos ña que el estímulo que producen los alimen­
al día, hechos de modo que no se cuajen por tos al ser introducidos y mantenidos en la
completo. De verduras crudas o cocidas, se­ boca, hacen fluir en mayor cantidad el jugo
gó n el apetito. De sopas, 50 gramos. De azú­ gástrico.
car o dulce en almíbar, 30 gramos (excepto Con las cantidades de alimentos señaladas
en la diabetes). De patatas y pan completo, anteriormente y las restricciones indicadas,
200 gramos. De frutas crudas, según el aj>e- puede combinarse con facilidad el régimen
tito (sobre todo por la mañana). De legum­ alimenticio de cualquier sujeto, teniendo en
cuenta su edad, su sexo y su profesión. Ge­
bres, 50 a 100 gramos, en puré o bien coci­
neralmente, se calculan en calorías los valo­
das. De queso fresco, 50 a 100 gramos. De
res alimenticios, pero no es necesario, ya que
leche, 250 a 750 gramos.
ISO U rUMZA VIRIL 121

el individuo debe com er hasta casi saciar su d a rá de estudiar aquellos alim entos que le
apetito, y reponer sus fuerzas. son m ás convenientes, fijándose en su estado
El núm ero de com idas estará en relación después de las com idas.
con la profesión del individuo. B astan en ge­ Siem pre que sienta pesadez gástrica o sue­
neral : el desayuno, en tre siete y ocho de ta ño después de comer, es señal de que se ha
m a ñ a n a ; la com ida d e doce a una, y la cena, com etido un exceso en cantidad o c a lid a d ;
de seis a siete d e la noche. A los individuos lo m ás conveniente es levantarse d e com er sin
de constitución débil se les puede perm itir un saciar por com pleto el apetito, con lo que se
vaso de leche a las once de la noche. g an a rá una digestión m ás fácil y com pleta y
E l desayuno puede com ponerse de leche, m ayor ap titu d p a ra el trabajo.
p an , m anteca y f r u ta s ; p ara los que están R especto a la cantidad d e bebidas debe
sujetos a trabajos rudos, puede añadirse un fijarse en un litro y m edio, teniendo en cuen­
huevo a lo y a indicado. N o se crea que esta ta que los alim entos contienen y a g ran can­
ración sea insuficiente, puesto que da un nú­ tidad de a g u a p o r sí, a la que se añade la
mero m uy regular de calorías. necesaria p ara su cocción. E l secreto está en
L a comida, que debe ser la hora de tom ar no dilatar el estóm ago con m uchos m anjares,
mayor alim ento, puede com ponerse de una ni d ilu ir los alim entos con m ucho liquido,
sopa o puré de carne o pescado, un plato de p ara evitar el peligro de una dilatación gás-
legum bres, patatas o verduras y un huevo, • trica de origen mecánico y una ferm entación
postres de fru ta o pastas. débil de las substancias ingeridas.
La cena, que debe ser ligera, se com pon­ R especto a los alim entos en particular, será
d rá de sopa o puré, una verdura cocida o preferible usarlos tal y como los ofrece la na­
cruda y un vaso de leche. turaleza ; asi, por ejem plo, la fruta es prefe­
Con este régim en, cuya cantidad podrá au­ rible com erla cruda o cocida. Los cereales,
m entarse según el apetito y el trabajo del su­ con su cáscara, sim plem ente triturados, son
jeto, puede el cuerpo hum ano subvenir a sus m ás nutritivos que sin ella, y el pan de lujo
necesidades y conseguir el m ínim o de intoxi­ es m ás indigesto y m enos nutritivo que el
cación alim enticia. pan que contiene el salvado y la harina.
Podrán variarse los platos y los postres, Además, los vegetales dejan menos resi­
ateniéndose a lo antes dicho, y el sujeto cui­ duos tóxicos, siendo algunos de aquéllos más
m U FUERZA VIRIL 123

nutritivos que la carne, com o sucede con las tes, existe otra no menos im p o rta n te ; los su­
legum bres y los cereales; p o r su celulosa fa­ jetos que usan de preferencia un régimen poco
cilitan las contracciones del intestino y com­ anim alizado poseen m ejor carácter m o r a l;
baten el estreñ im ien to ; teniendo, entre otras son menos excitables; su inteligencia tiene
ventajas, a m ás de las citadas, la de ser abun­ m ayor equilibrio, y su rendim iento en trabajo
dantes en sales m inerales y ácidos débiles or­ corporal e intelectual es m ayor y m ás soste­
gánicos, que el organism o quem a con m ayor nido. El régim en anim alizado da un vigor
facilidad que los procedentes de las substan­ ficticio, m ayor actividad tran sito ria; es m ás
cias anim ales. brillante, pero menos sólido y m ucho menos
N o debe olvidarse que las carnes muertas, duradero.
aun procedentes de anim ales fuertes y sanos, En las enferm edades nerviosas, tan fre­
que no hayan trabajado, y esto no es lo co­ cuentes en el m undo civilizado, el régim en
m ún, han sufrido un principio de putrefac­ lactovegetariano es el único que perm ite la
ción que las hace m ás g rata s al paladar y curación de los e n fe rm o s: consiguiendo que
m ás digestibles, pero de u n a toxicidad terri­ cese su estado d e intoxicación cerebral y ha­
ble. Pensem os, por otra parte, las num erosas ciendo que el sujeto recobre su m entalidad
enferm edades que atacan al ganado, entre cansada e insuficiente.
ellas la tuberculosis, para d ism inuir y m ejor En las enferm edades sexuales no he podido
suprim ir toda clase de carne. conseguir nunca verdaderos éxitos en los ca­
E s frecuente la intoxicación por las carnes, sos de im potencia m ental o de extravío se­
en particular fas de cerdo y caza, por las con­ xual, si no he som etido seriam ente al enferm o
diciones especiales de una y otra ; el cerdo se a un régim en de alim entación que llamo re­
consum e cuando se ha provocado en él ynu form ada, para distinguirla de la ordinaria.
obesidad artificia), que al fin y al cabo es una Se com prende m uy bien que un organism o
enferm edad y no un estado natural ¡ la ca2a, enferm o en lo más noble de nuestro sér, en
adem ás de com erla ya alg o pasada, procede el sistem a nervioso central, verdadero dueño
de un anim al som etido en el m om ento de de todas nuestras facultades físicas, morales
cogerlo a una fatig a física y moral que causa e intelectuales, no pueda recobrar su norm a­
un desarrollo extraordinario de toxinas. lidad y ejercer su tutela vigilante si se halla
A parte de estas razones, ya por s( suficten- som etido a una intoxicación perm anente, a
la f u e r z a v u u l 126
124 DR. FRANZ KILLSB

U sando los m edios sencillos y baratos que


una viciación nutritiva que desequilibre por
preconizo, seréis fuertes en la vida y trans­
com pleto la arm onía, tan necesaria p ara su
form aréis vuestra debilidad en e n e rg ía ; vues­
vitalidad. Toda sensación que reciba ha de
tro dolor se trocará en placer, y la miseria
ser interpretada de un modo enferm izo ; cada
orgánica se convertirá en riqueza vital.
idea ha de llevar necesariam ente una fa lta de
e q u ilib rio ; la voluntad est¿ casi a n u la d a ; la
inteligencia está entorpecida j la falta de es­
tím ulo normal y la carencia de freno permiten
e! desorden corporal y el triunfo del instinto
enferm o sobre el raciocinio, que debe ser
nuestro guía.
No es posible vivir sano sin sangre rica y
que circule sin dificultades m ecánicas ¡ sin
oxígeno en cantidad suficiente, absorbido por
unos pulm ones sanos y de capacidad respira­
toria n o ta b le ; sin nervios equilibrados que
funcionen con rapidez, y centros nerviosos
que ordenen con a c ie rto ; hay que digerir
b ie n ; hay que absorber lo útil y elim inar lo
tóxico, y todo esto no puede conseguirse más
que respirando un aire puro que vivifique la
sangre ¡ tom ando el sol que nos excita y to-
n iz a ; usando sin tem or del ag u a que limpia,
vigoriza y seda ¡ dando energía a los múscu­
los ; dando descanso al tubo digestivo, en una
palabra, ingresando bien lo que ingresa, ad­
m inistrando bien nuestra vida, que es un ca­
pital precioso, y procurando que sea nuestro
cuerpo lo más limpio posible, con ingresos
sanos y excreciones fáciles de toxinas,
TE R C E R A PARTE

Higiene y tratamiento preventivo. -II. Tratamiento de


la mu»turbación y de la cape rm atorrea. - I1L Trata­
miento curativo de la impotencia.
CAPITU LO PRIMERO

Higiene y Tratamiento preventivo

Estudiando en conjunto la manera de ma­


nifestarse el sentido sexual, veremos que exis­
ten dos clases de seres anormales: los fuer­
temente sexuales y los débilmente sexuales.
En los primeros es más rápido y completo el
desarrollo de los órganos de la generación ;
aparece más tempranamente el semen ; tie­
nen mayor tendencia al trato femenino y son
más vigorosos en sus manifestaciones amoro­
sas, al paso que en tos segundos se notan los
caracteres opuestos.
Existen, además de los sexuales, los sujetos
que deben llamarse sensuales ; éstos son los
que, sobre el acto copulativo, dan mayor im­
portancia a las caricias que al acto en sí mis­
mo, pues sin ellas y, sobre todo, sin su pro­
longación no sienten placer completo en el
9
LA FL'fiálZA VIRIL 131

filigranas de la obra, prepararse con-un p ró .


coito, t n estos individuos el instinto sexual
logo que le interese.
puede ser hasta vigoroso, pero necesitan para
Estos tipos, que sólo pueden aceptarse en
su com pleta m anifestación largos prelimi­
nares. conjunto, pues hay otros interm edios que ha­
A esta categoría pertenecen los emotivos, cen im posible una clasificación com pleta, res­
los refinados, los psíquicos y los n eurósicos; ponden orgánicam ente a las condiciones de
predom ina en ellos m ás el estím ulo nervioso los sujetos. Los fuertes son vigorosos, san­
superior que el instinto génitom edular j no guíneos o b ilio so s; obedecen a la excitación
son generalm ente, sexuales fuertes, y a que no testicular m ás que a la psíquica ¡ viven en pie
les basta su estím ulo instintivo aislado, aun­ de guerra y luchan pensando en ellos y dan­
que sean capaces d e portarse heroicam ente do poca im portancia a la colaboradora. Los
en las lides am orosas, ni son débiles, aunque débiles son linfáticos, físicam ente indolentes,
parezca que el coiro les resulte difícil sin pre­ poco robustos, sienten poco las sensaciones
vios acicates; son sim plem ente sensuales, que internas testículares y necesitan g ran estím u­
buscan la intensidad del placer físico y men­ lo de las d e m á s ; am an la colaboradora, pero
ta] a la vez. no la desean. L os sensuales responden al tipo
Los sexuales fuertes son, y perm ítasem e la n erv io so ; poseen g ran im aginación; son m ás
m etáfora, gente que no necesitan prólogo al­ cerebrales que m edulares, aunque su m edula
g u n o para que la obra les resulte de éxito pueda ser lo suficiente vigorosa p ara portarse
com pleto, y pueden reeditarla en poco tiem­ como sexuales fu e rte s ; son am orosos y artis­
po ; el sexual débil publica poco, prólogo y tas en a m o r ; am an y desean a la colabora­
obra resultan largos y poco in teresan te s; no dora, que es tanto m ás deseada en razón di­
reedita sino de tarde en ta rd e y no suele in­ recta de su habilidad para despertar su psi-
teresar a su c o lab o rad o ra; el sensual pone quism o erotivo.
un prólogo largo, delicioso casi siem p re; la En esta esfera hay que distinguir el em oti­
o bra es a veces de trazos vigorosos y otras de vo y psíquico (que son tipos casi norm ales y
suavidades e n erv a n tes; puede reeditar, pero sólo varían en lo referente a su modo de com­
siem pre con prólogo ¡ interesa m ucho al co­ prender las sensaciones) del erotóm ano o re­
laborador fem enino, y a que éste, por razón finado, que es casi siem pre un gastado o un
de su organism o, necesita, para saborear las enferm o mental, y del neurótico, en el cual
132 LA FUBKZA VIRIL 1 33
DB. FR4KZ KEIXER

existen interm itencias am orosas en relación 'Es el placer am oroso u n a mezcla de instin­
con sil estado de intoxicación nerviosa. Los to y deseo ; hay en sus manifestaciones bestia
prim eros suelen convertirse en los últim os en y alma, como diría un escolástico; pueden
ta esfera sexual por condiciones casi siempre variar las proporciones de una y o tr a ; y esa
pasajeras. variedad se traduce en el modo de preparar
H ay un abism o en tre el am or vigoroso del el placer y en el de sentirlo, en la energía y
aldeano, el del burgués y el del artista, por en la afectividad del m ism o, y a ello contri­
condiciones de medio am biente, de organis­ buye la colaboradora, estudiando el carácter
de su am ante y aprovechando este estudio
mo, de hábito, y conste que sólo me refiero
para conseguir el m áxim o goce.
a los individuos en plena vida sexual, pues
Bordeando estos tipos, artificialm ente ag ru ­
cuando ésta declina, el fuerte sexual, se trans­
pados, están los que tienen un organism o
form a en sexual vulgar, sin floreos menta­
fuerte y un psiquism o enferm o, y a transito­
les ; en cuando al débil, ya no figura en el
rio, ya definido, siendo estos últim os verda­
censo am atorio.
deros enferm os de la m ente, de los que no
Recordando la composición quím ica del li­
debem os ocuparnos.
cor sem inal y su abundancia en fósforo orgá­
En cambio, los prim eros son los que deben
nico, se com prende que el que es rico en
estudiarse con cuidado, pues precisam ente en­
fósforo y no consum e m ás que energías cor­
tre ellas se reclutan la m ayor parte de los
porales sea fuerte, y que aquel que vive prin­
onánicos y una g ran parte de los im potentes.
cipalm ente de su sistem a nervioso tienda por
De otra variedad en que cuerpo y m ente es­
hábito a ser sensual, por la doble condición
tán enferm os dan el contingente num eroso de
de su modo de ser y p or la necesidad de dar
los esperm atorreicos.
a sus glándulas una excitación bastante para
La masturbación em pieza con la infancia ;
crear el licor suficiente. T ien e el fuerte sus
ia esperm atorrea es com ún en la adolescen­
alm acenes genitales con existencias conside­
cia y en el principio de la edad adulta, al paso
rables, a las que debe d ar salida con el placer
que la im potencia se enseñorea en plena acti­
venéreo, al paso que el sensual reparte una
vidad sexual o en la época correspondiente a
m enor plenitud entre su s necesidades intelec­
ella. Se com prende que asf sea, ya que el niño
tuales y el am or, a que precisam ente le lleva
su superioridad m ental. no conoce el am or, y sólo la sugestión de
154 u n . n u N i kkller LA FUERZA V1KIL 135

otro iniciado, el contacto casual o la imitación, congestión de la m e d u la ; desterrar la alm o­


pueden llevarle al tocam iento vicioso de sus hada de plum a, que lleva calor al cerebelo,
genitales. substituyéndola por la de crin, que es m ás hi­
M ás adelante, las lecturas o las conversa­ giénica ; hacer que vacie la vejiga y el recto
ciones o la contemplación de im ágenes obsce­ antes de acostarse, p ara que no existan estí­
n as le conducen al vicio, y la aparición de la mulos locales, nada convenientes; despertar
pubertad hace nacer en su espíritu ideas va­ tem prano es evitar ociosidades perjudiciales
g a s y mal definidas, que no tardan en orien­ en el lecho ; p ara dorm ir bien hay que acos­
tarse de un modo nocivo. El abuso del ona­ tarse con cierta fatiga física y con poca ple­
nismo, pasando o no por la esperm atorrea, nitud g á s tric a : asi, pues, es m uy conveniente
cenar tem prano, poco y vegetal.
conduce de un m odo seg u ro a la im potencia.
Estos preceptos no son sólo aplicables a la
H igiene y terapéutica preventiva son una
infancia y la adolescencia, sino que también
misma cosa, ya que sólo de la higiene física
tienen utilidad en todas las edades de la vida.
y moral debemos valernos. H acer al niño fí­
En lo que debe ejercerse g ran vigilancia a
sicam ente fuerte es ap artarle de toda idea
esas edades es en su s lecturas y en sus com­
m alsana ; velar por su castidad, sin que él lo
pañeros. Bajo ningún pretexto debe perm itir­
advierta, es cerrar las puertas del vicio.
se que el niño ni el joven se entreguen con
Desde los prim eros años hay que reglam en­
toda libertad a la lectura, sin que se ejerza una
tar su vida, habituándole a los baños fríos, a
censura previa sobre los lib ro s ; p ara ello con­
los ejercicios de gim nasia casera, y adiestrán­
dole en ciertos deportes, que, como la nata­ viene inculcarles la idea de que no tienen el
ción, la pelota y el salto, exigen una energía rriterío necesario p a ra leer cuanto les venga
q u e le obliga a no pensar en cosas perjudicia­ a la mano, y que conviene se aconsejen de sus
les, E s un hecho com probado que los ejerci­ padres y de sus m aestros. H ay que acostum ­
cios activos, y sobre todo si en ellos se procu­ brarles al estudio y a la lectura de lo útil para
form ar su inteligencia y su corazón ¡ iniciarles
ra estim ular el am or propio, hacen olvidar
en el cultivo del arte, sobre todo en la música,
toda clase de placeres.
dejando para m ás tarde el dibujo y la pintura,
Procúrese que duerm a en lecho no m uy
excluyendo de éstos el estudio del desnudo.
blando, porque invita a la p e re z a ; que no ten­
En punto a esparcim ientos serán preferí-
g a calor excesivo en la cam a, para evitar la
136 Dft. FRAMX K M .m LA FUIIUM VIRIL 137

bles las excursiones al cam po y el trepar por cuando despierte su organism o, pero decidle
los m ontes. Estos ejercicios, por dem ás a g ra ­ que el am or venal no es am or, sino v ic io ; que
dables, son altam ente beneficiosos, en lo físi­ en él se em bota el alm a y enferm a el c u e rp o ;
co, porque vigorizan el cuerpo, y en lo moral, llevadle a la idea del am or futuro, del am or
p orque nada ensancha tanto el espíritu como sano, del am or a la m ujer que sea suya por la
la contem plación de bellos paisajes y esplén­ ley y por el afecto. Sólo asf puede ponerse una
didos panoram as que nos ofrece pródiga la valla al instinto que degrada, em brutece y con
N aturaleza. duce a la m in a del cuerpo y de la virilidad.
N unca debe llevarse al n iño a la represen­ U nas horas, aun m enos a veces, de placer, se
tación de obras teatrales de tem as escabrosos, pagan con la blenorragia, a la que no se con­
donde se aprende todo m enos la virtud. O tro cede gran valor, pero que se repite a m enudo,
tanto debe decirse del cine, por ser, general­ preparando el cam ino de la estrechez uretral,
m ente, escuela de inm oralidad, en la que el de los procesos prostéticos crónicos y, m uchas
joven se inicia en los m isterios del am or y en veces, de la orq u itis estérilizadora. O tras ve­
las prácticas galantes. ces es la sífilis, de interm inable tratam iento,
Sin hipocresías, debe enseñarse a tem er y con sus largos períodos de contagio, con su
aborrecer el vicio, pintando su perjuicio irre­ am enaza perpetua de teiciarism o, con su trans­
m ediable. El hom bre debe conocer el mal para m isión posible a seres inocentes.
ap artarse d e él, ya que la ignorancia en que P a ra evitar esos m ales, la vigilancia de la
se d eja a este respecto a los jóvenes les sirve prostituta, desde el p unto de vista médico, e s
de e s c u s a ; se tiene a im pudor hablar de los im posible e ilusoria, y no sólo es la m eretriz
sexos an te jóvenes y se perm ite, en cam bio, de cartilla la tem ible, sin o aun m ás la am oro­
que aprendan solos en donde no debieran, d is­ sa libre, reclutada en todos los m edios socia­
culpando sus calaveradas. les y en todos los estados. Y tened en cuenta
H ay que enseñar y practicar la castidad, de que no sirve de g ran cosa el preservativo
hay que enaltecer la v ir tu d ; debe hacerse clásico, del cual se h a dicho, m uy acertada­
fuerte al niño y al adolescente, único m edio de mente, «que es m uro contra el placer y tela­
re ta rd ar la caída y dism inuir los peligros de raña contra el dolor».
la. m ism a. No le ocultéis que el am or existe, No hay otro m edio que la continencia vo­
porque lo verá por todas partes y lo sentirá luntaria, sin placeres provocados artificial­
136 DR. FRANZ KZLLER LA FUERZA v ir il I»

mente que conducen aún con mayor seguri­ de la m ujer; pueden citarse numerosos casos
dad a la pérdida de la fuerza viril. en que el joven desea la masturbación por
No fíen, los que tienen la misión de dirigir mano femenina, que todos los extravíos tienen
al niño y al adolescente, de ciertas amistades lugar en los placeres ocultos. El mejor ami­
inseparables entre individuos del mismo se­ go es el padre, la mejor amiga debe ser la
xo ; es probable la masturbación entre ellos, y madre, y deben ambos procurar que los hijos
si eso sucede, es seguro que uno de los dos tengan en ellos absoluta confianza, lejos de
es sugestionado por el otro y puede ejercer creer que tratarán de oponerse a sus expan­
en su vida una extraordinaria influencia que siones naturales y morales.
debe evitarse. La amistad juvenil debe sólo re­ Para impedir la prostitución y el vicio se­
vestir el carácter de expansión social, pero no xual no hay medio que ofrezca más garantías
debe permitirse que se transforme en tutela y que tenga mayor fuerza moral que la cons­
de uno por el otro, que ha de oponerse a la titución de la familia, sobre sólidas bases de
larga a la autoridad paterna, y puede ser se­
unión entre padres e hijos, en la que impere
millero de vicios y ejercer funesta influencia
el verdadero respeto y el mutuo apoyo. El ho­
sobre el más débil.
gar sano es la base de la sociedad. Por des­
Cuando la amistad se desarrolla entre indi­
gracia, el hogar se resiente de falta de morali­
viduos de sexo diferente, la vigilancia es más
dad, de exceso de frivolidad, y para los hijos
necesaria en la adolescencia, no por temer que
se establezcan relaciones sexuales o tocamien­ suele ser una casa de familia en la que no ne­
tos deshonestos tan sólo, sino principalmen­ cesitan pagar la pensión mensual y pueden
te por ta influencia que sobre el sentido geni­ disfrutar de todas las ventajas de este estado,
tal, y aun sobre el carácter, puede tener el con­ al que los padres se acomodan fácilmente,
tinuo trato con otro sexo. Desconfiad del que para disfrutar, a su vez de mayor libertad,
busca afanoso en esas edades el trato de per­ dejando la pesada carga de los hijos.
sonas de otro sexo y que después de un rato Una vez se ha llegado a la edad adulta, no
de conversación se pone animado, con los ojos se crea que ha terminado el peligro de perder
brillantes y húmedos, buscando luego soledad, su fuerza viril, ya que, por el contrario, entra
para volver de nuevo al lado de aquel ser a en el período de plena virilidad y más fácil­
quien apetecen. <El onanista no siempre huye mente se entrega al ejercicio de la misma.
140 Dft, FfUINZ KBLLU
t a ru sazA v ía n . 141
Si bien el ejercicio de u n a profesión o de fisiológicas, sólo ju zg a por comparación entre
un oficio le ocupa m uchas horas del día y le lo que sois y lo que fuisteis.
m antiene alejado del placer, tam bién es mayor Si sabéis hallar el justo m ed io ; si consa­
el estim ulo genital y m ás frecuentes las oca. g ráis a vuestra energía física lo que os aconse­
stones de e x a g e ra rlo ; de m anera que resultan jé en otro c a p itu lo ; si no buscáis en el alco­
hallarse contrabalanceados el debe y haber en hol ni en las com idas fuertes el suplem ento
este punto. Sí durante la adolescencia y la ju­ de fuerzas ; si huís de todo afrodisiaco que no
ventud supo ser casto, lo que equivale a ser se llame deseo y am or, llegaréis a viejos con
prudente y g u ard ar el capital vigor, no h a de alientos de m adurez, ya que no deben extre­
serle difícil continuar en la m ism a senda y lo­ m arse las cosas a esas edades en que el orga­
g ra r con el m atrim onio la satisfacción natural, nism o cesa de crear, p ara dedicarse al pru­
m oral y social de sus deseos venéreos. dente ahorro, si no se quiere ir a la bancarrota
P ero aun entonces necesita conservar su rápida e inevitablem ente.
valor sexual y no hacer un derroche inútil de
energías, que más tarde ha de p ag ar con d is­
m inuciones antes del plazo natural de la edad.
N o se puede evitar la fogosidad de los trans­
portes am orosos del prim er tiem po del m atri­
monio, ni la exaltación en el núm ero de cari­
cias, pero aun en esto debe tenerse en cuenta
que no conviene extrem ar el despliegue d--
fuerzas, ni m antener en pie de g u erra las ener­
gías, porque en lo físico parecem os luego me­
nos valerosos y nos exponem os a ser tachados
de infieles o ser tenidos por débiles.
El justo medio m antiene la virilidad d uran­
te m uchos años y el crédito am oroso de que
disponem os, cosa m uy necesaria para la paz
conyugal, ya que la m ujer, ajena a cuestiones
CAPITU LO II

T ratam iento de la M asturbación y de la


Esperm atorrea

En otro capítulo he referido lo que pudiera


llamar mi conversión a la medicina naturista
y las razones especulativas que me conducen
a recomendaría como sistema médico, y ahora
voy a ocuparme de ello en su aplicación a los
estados patológicos del vigor viril, en los que
he obtenido resultados verdaderamente extra­
ordinarios.
Antes he de señalar la necesidad de aplicar
largo tiempo los medios que indicaré en es­
tos estados, ya que no es posible la curación
de una manera rápida sin estar en pugna con
la razón. Todos estos estados son, como he
dicho antes, una mezcia de modificaciones fí­
sicas y modificaciones mentales ; unas y otras
vienen obrando durante largo tiempo antes de
llegar a constituir un estado de enfermedad,
144 DR. riU N Z KKtLEfl

y p ara conseguir el salto atrás» o sea la devo­ El enferm o tiene una talla algo mayor de
lución de la salud, es necesario proceder con la que corresponde a su edad ; está flaco, oje­
una lentitud relativa. T odos los remedios que roso, triste, y las pupilas están ligeramente
curan de prisa tienen aplicación a un síntom a, dirigidas hacia a r r ib a ; la m irada carece de
o a un estado agudo, y, en general, producen v iv a cid ad ; el aspecto del rostro es apático.
u n a perturbación del cuerpo contraria a la en­ A nda titubeando y confiesa que siente debili­
ferm edad o sim ilar a ella, según se acepte la dad en las p ie rn a s ; acusa gran sensibilidad
doctrina alopática u hom eopática. para el frío.
A dem ás, no debe olvidarse que el estado R especto al carácter, dicen los padres, el
general es casi toda la enferm edad en estos niño era antes alegre, vivo, cariñoso y aficio­
casos y que su modificación por medios físi­ nado a e s tu d ia r; sus juegos eran ruidosos y
cos o fisiológicos requiere obrar despacio para tu rb u le n to s; en la actualidad está siem pre
obtener una victoria definitiva. tr is te ; busca la s o le d a d ; siente despego por
los suyos y, cuando se halla en presencia de
Tratanñenta de la M asturbación. Casos clí­ extraños, han de reñirle p o r lo poco educado
nicos: C .-M . N ., m uchacho de doce años de que parece. N o tiene deseos d e estudiar ni de
edad, viene a mi consulta acom pañado de sus ju g a r. S u s padres, intei rogadas por mí, con­
padres, que están inquietos po r el estado de testan que no tiene am igos, ni am igas, antes
debilidad que sufre y para el cual han em plea­ al contrario, huye d e las m uchachas vecinas,
do inútilm ente varias prescripciones de otros con las cuales ju g a b a an tes con gusto.
módicos. H asta hace un ano no habían obser­ El conjunto de sintonías m e hace sospechar
vado n ad a de particular y había com enzado que el sujeto es víctim a del onanism o, y ruego
sus estudios en el In stitu to con aplicación y a los padres que m e dejen solo con el niño,
lucim iento, pero, al cabo d e poco tiem po, sin porque la revelación de un vicio es siem pre
razón alguna, com ienza a d ejar de estudiar y penosa y no quiero que, al saber la realidad,
a volverse re tra íd o ; desde entonces se nota le riñan agriam ente, como sucede general­
q u e enflaquece y pierde el apetito, pero como m ente en esos casos.
no se queja de nada, se cree, según opinión U n a vez solos, le p regunto si acostum bra a
médica, que se trata d e una crisis de creci­ fijar su atención en sus genitales, y si alguna
m iento. vez, como suelen hacer todos los chicos, se
10
la f u b r z a v ir il 147

ha entregado a maniobras manuales en los dejar la cama, seguida los primeros días de
mismos. Al ver que no contesta a mis pregun­ fricción húmeda y fricción seca ; baño de sol
tas, pero que baja la cabeza y se ruboriza, que comience por media hora de duración has­
procuro ganar su confianza hablándole con ta llegar a las dos horas ; cultivo del jardín de
cariño y diciéndole que estoy seguro que de­ su casa, una hora mañana y tarde; paseo de
sea curarse de ese vicio y que yo estoy dis­ dos horas diarias en compañía de una persona
puesto a ayudarle para que vuelva la tranqui­ de su familia. Como medios tócales le reco­
lidad al espíritu de sus padres; le exhorto a miendo el porte, durante la noche, de un cal­
ser franco conmigo y, por fin, logro que me zoncillo de baño cerrado, empapado en agua
confiese que hacia cosa de un a fio, a causa de fría y, además, la envoltura fría de todo el
haber leído un libro obsceno, comenzó a mas- cuerpo, medios que dificultan las maniobras
turbarse y que, desde entonces, no había de­ culpables, ya que la envoltura la ordeno de
jado de hacerlo con mucha frecuencia, pen­ modo que queden por fuera de ella los brazos.
sando siempre en escenas lúbricas. Se mas- Ordeno también qye duerma en una habita­
turbaba varias veces al día, y por vergüenza ción con su padre y que la cama sea algo dura
no se había atrevido a revelar su vicio a sus y frescas las almohadas. En caso de tener ne­
padres ni a los médicos que le habían visitado cesidad de ir al retrete, debe hacerlo bajo la
anteriormente. vigilancia de su padre.
Después de pintarle la suerte desgraciada Al ordenar estas precauciones delante del
que le acarrearía el vicio y el fin funesto que enfermo, indico a sus padres la necesidad de
le espera en tal caso, le ofrezco guardar se­ ajustarse a lo que ordeno, sin hacer conside­
creta su confesión y ocultar a sus padres la- ración alguna, por requerirlo así el estado de
causa de su estado, siempre y cuando me pro­ debilidad física y mental del niño, única en.
meta sujetarse a mis prescripciones, aunque fermedad que padece.
conociendo la falta de voluntad de esta clase E l tratamiento se instituyó con toda escru­
de enfermos, me guardé en absoluto de no pulosidad, y a íos dos meses el estado dei en­
contar con la ayuda de sus padres. fermo había sufrido una agradable transfor­
Establezco como tratamiento los simples mación ; el sujeto comenzaba de nuevo sus
medios físicos con ligeras variantes adaptadas estudios, pero en su casa, bajo la vigilancia
al ca so : Gimnasia matinal de media hora al y dirección de un profesor que tomó a su car­
148 U*. FlíAh'ií KKLUilt

go el despertar físico y moral del niño, y a se entrega a la masturbación, aun delante de


los seis meses pudimos verle curado con gran las gentes, debe recurrtrse al internamiento
contento de todos. en un asilo.
Entre los varios casos que he tratado, re­ Son inútiles todos los fármacos aconseja­
cuerdo otro de un niño de seis años en que dos, que no tienen la acción compleja, com­
el tratamiento físico fue también eficaz en pleta, variable y útil de los medios naturales,
poco tiempo, a pesar de que se hallaba en un cuyo uso se traduce en una vigorización pro­
estado notable de demacración, ya que su vi­ funda e intensa del enfermo.
cio databa de tres años antes y su menor edad
le disminuía la resistencia. En este enfermito, Tratamiento de la Espermatorrea. Para tra­
cuya vigilancia era más fácil y cuyos padres tar acertadamente esta enfermedad debe te­
eran muy inteligentes, usé con amplitud de nerse en cuenta el origen variado de la misma.
los baños generales fríos, Con arreglo n éste dividiremos las causas en
En realidad, ei tratamiento naturista tiene locales (enfermedades génitouri nanas, recta­
una acción general indudable desde el punto les, y de lus órganos contenidos en la pelvis
de vista orgánico, pero además es de gran menor), generales (epilepsia, lesiones de los
efecto moral, porque permite variar los me­ centros nerviosos, neurastenia, debilidad ge­
dios de tener distraída la atención del enfer­ neral) y consecutivas a la masturbación y a
mo y substraerle de la sugestión viciosa. los excesos sexuales. Es natura! que sean una
No combate el vicio en sí, pero aumentan­ o varias las causas productoras, así, por ejem­
do el vigor individual en todas sus manifes­ plo, la neurastenia, en que obran a la par el
taciones, cura indirectamente una enfermedad estado nervioso del sujeto, la debilidad sexual
en que la voluntad flaquea y el enfermo, aun v ía constipación propia de estos estados.
conociendo sus peligros, no puede luchar con­ De todos modos, a excepción de ciertas irri­
tra su propia flaqueza, como ocurre en los taciones de ia uretra, de la próstata, de) glan­
morfinómanos, que más que intoxicados son de y del recto, hay siempre en la espermato­
mentales débiles. rrea una falta de tono nervioso, por parte del
Sólo en casos gravísimos de masturbación aparato nervioso central, que permite que el
casi continua y, por decirlo así, inconsciente, acto reflejo excitomotriz, que constituye la
en que el enfermo ha perdido todo pudor y erección y la eyeculación. se efectúe con de­
ISO DR. FRANZ KEI.LEK LA FUERZA VIRIL 151

masiada facilidad, sobre todo en la segunda A excepción de los esperm atorreicos con
parte. lesiones centrales incurables, el solo trata­
No se llega, en general, a ta solución incon­ miento general que usarem os serán los diver­
tinente e inevitable por cualquier razón, sin sos medios naturistas estudiados anteriorm en­
pasar por un periodo de polución fisiológica te, y con especialidad la modificación de la
frecuente, que luego se transform a en polu­ alimentación, que com batirá el estado de irri­
ción sin erotism o y sin erección, La mayor tabilidad en unos, y dará a todos los fosfatos
parte de los esperm atorreicos, que pudiéra­ que pierden a diario con notoria agravación
mos llam ar de origen central, son, o viciosos de su fuerza nerviosa, fosfatos que sacarem os
anteriores, o sensuales im aginativos, aparta­ de los cereales y, sobre todo, del pan comple­
dos del coito. to y de la leche.
N aturalm ente que los esperm atorreicos por El tratam iento general debe com prender los
causas locales que irriten, laxen o debiliten ejercicios físicos señalados en el capitulo se­
los órganos de transm isión del semen, deben gundo d e la segunda parte de la o b r a ; pero
teniendo en cuenta ta debilidad general que
som eterse al tratam iento toca) necesario, sobre
presentan esta clase de enferm os, se procede­
todo en casos de lesiones pro stéticas; per»
rá a ellos de un modo lento y gradual. D es­
no debe olvidarse que en el tratam iento local
pués de los ejercicios m atinales, el sujeto
po r los medios que nos proporciona la medi­
practicará unas fricciones con un trozo de lana
cina natural, contribuirá poderosam ente a la
em papada en agua fría, por todo el cuerpo
curación. En otros tiem pos la electricidad,
y las extrem idades, fricciones h ed ías de arri­
aplicada a los centros nerviosos o localmente,
ba abajo y seguidas de una fricción con una
e ra el único m edio que podia oponerse a estos toalla seca. C uando sobrevenga fácilmente la
e s ta d o s ; pero en la actualidad, aunque sigan reacción, pasará al uso de los baños genera­
em pleándose por casi todos los médicos y les fríos, seguidos de fricciones secas ; el baño
aconsejándose en todos los libros, deben ce­ será de corta duración, para obtener toda su
der el paso a las aplicaciones de los baños de acción estim úlam e.
vapor, los baños calientes locales y las fric­ El tratam iento local varía según la causa
ciones húmedas, aplicadas con arreglo a las local de la esperm atorrea ; en los casos en que
causas que originan la enferm edad. sea consecutiva a irritaciones crónicas de los
192 U FUERZA VIRIL 1S3
órganos génitourínaríos (vesículas sem inales, será el mismo que en el caso anterior, pues
vejiga urinaria, próstata o uretra), aconsejo su objeto es vigorizar al s u je to ; pero las apli­
tres días po r sem ana el baño de tronco y vien­ caciones locales serán exclusivam ente frías y
tre, que se describirá en el capítulo siguiente, practicadas m añana y noche, como antes se
seguido de fricciones secas. D ichas fricciones ha expuesto para el otro c a s o ; adem ás se aña­
se harán con un cepillo de crin, en la siguien­ dirá por la noche el uso de un pequeño cal­
te fo rm a : en el vientre se h arán circularm en­ zón de baño de lana fina, que se em papará
te prim ero y después desde la parte inferior en agua fría, y después de retorcerlo para
del lado derecho hacía a rrib a ; luego que se quitar el exceso de agua, se aplicará y guar­
llegue debajo de las costillas derechas, se si­ dará toda la noche.
g u e en dirección transversal a) lado izquier­ E sta diversidad d e tratam iento atiende a
do y, por fin, hacia abajo del mism o lado. los diversos estados productores de la enfer­
Los otros tres dfas el enferm o tom ará un baño m edad, y por su com binación tiene acción
de asiento de ag u a caliente, d e diez m inutos estim ulante general y tónica o sedante loca­
de duración, seguido de fricciones en igual les. Aplicado con constancia, produce la cu­
sentido. Las fricciones en la parte inferior ración segura y le hace apto para cum plir con
del tronco y de las nalgas serán en am bos sus funciones sexuales.
rasos dirigidas de arrib a abajo por am bos la­ E n poco tiem po se opera en los individuos
dos. y su duración total será de cinco mi­ enferm os una transform ación n o ta b le ; au­
nutos. m enta el bienestar general y dism inuyen las
R eservo para la noche la fricción fría de la pérdidas sem in ales; se despierta el deseo se­
parte inferior de las nalgas y posterior de los xual y se asiste día p o r d ía a la resurrección
muslos, acom pañada de fricciones por debajo moral del sujeto.
de los testículos y del m iem bro con un trozo Como m edida higiénica recomiendo dorm ir
de lana en varios dobleces, siguiendo la di­ en cam a alg o d ura y con colchón y alm ohada
rección desde el ano a la p u n ta del miembro. de crin, evitando el estar sobre la espalda,
T erm inada la fricción fría y húm eda, se prac­ posición que favorece la congestión m edular
ticará otra seca. y agrava la enferm edad.
E n los casos en que sólo existe atonía o de­
bilidad general y local, el tratam iento general
CAPÍTU LO III

Tratam iento curativo de la Impotencia

He procurado exponer con toda claridad


cuanto me ha parecido conducente para ela­
borar el capitulo más interesante de la obra,
y no he querido apartarme de lo que realmen­
te tiene carácter de utilidad, dejando toda di­
gresión o ejemplo inútil ; escribo para quien
no conoce el tecnicismo médico, y forzosa^
mente he de colocarme en un punto de vista
especia!.
Si desde el punto de vista científico, y para
facilitar la comprensión de las materias que
estudio, he dividido los impotentes en varias
clases, al llegar al tratamiento prescindiré de
ellas y sólo me ocuparé del sujeto impotente.
Ante todo es preciso separar la enfermedad
en sí de la preocupación que ella produce, y
todo enfermo debe grabar en su memoria esta
1 56 LA FLUtZA VIRIL 157

fra s e : «A unque ía im potencia se deba a una dable que se trata de u n a falsa virilidad, y
causa física, la m ayor dificultad en el trata­ la credulidad en ella se paga con un largo
m iento estriba en el pesim ism o mental del retroceso.
sujeto.» Esto necesita u n a acla ra c ió n ; no be Estos dos preceptos suprim en la m entalidad
visto ningún sujeto afectado de im potencia o agobiante y la reincidencia aplastadora, d e ­
creído de serlo, que no considere incurable jando libre el cam po al tratamiento físico,
su dolencia y que no se en treg u e por com ple­ único que permite curar la impotencia en los
to a un pesim ism o desconsolador; puede de­ sujetos genitalm ente bien constituidos, cual­
cirse que su espíritu todo está pendiente de quiera que sea la causa y el tiem po transcu­
(as m enores evoluciones de sus g e n ita le s; su rrido.
vida en tera se concentra en ellos, y cuanto El antiguo aforism o M n u sana tn corpore
m ayor sea la pasividad de éstos, m ayores son sano (m ente sa n a en cuerpo sano) debe subs­
las tristezas v pesim ism os del enferm o. tituirse en nuestro caso p o r el d e Mente tran­
H e insistido d istintas veces en el transcurso quila y madre notara curan la im potencia ;
del libro sobre la influencia que ejerce el es­ y con ello em piezo a decir cómo se cu ra el
tado m ental deprim ente en la im potencia, y im potente: con facilidad, con sencillez, por
por ello com prenderá el lector la g ran dificul­ si solo y con tal econom ía que puede asegu­
tad de conseguir la energía viril si el enfermo rarse que el tratam iento es gratuito.
carece de un optim ism o com pleto relativo a ¿C óm o cura la m edicina clásica? ¿C u án d o
la curación. Considero indispensable, pues, c u ra ? Con brom uros, que debilitan no sólo
que todo individuo im potente aleje de su áni­ el sistem a nervioso, sino el organism o e n te ro :
mo la preocupación constante de su m al, pata
con estricnina, que d a tono a la fibra m uscu­
substituirla con la noción clara, precisa e im­
lar, pero que excita tam bién lo que se preten­
periosa de su curación seg u ra.
de sedar con el b ro m u ro ; con la electricidad
O tro precepto, no m enos indispensable, es
estática, farádica y continua, sin pensar en las
el de olvidar que es hom bre, sexttalm ente ha­
acciones d istintas y aun no bien estudiadas de
blando, hasta que su apetito venéreo sea
cada m o d a lid ad ; con el masaje, aconsejado
franco y las m anifestaciones viriles sean de
con tim id ez; en una palabra, con un trata­
una esplendidez indudable, sin halagos men­
tales ni caricias lascivas. Sí no es así, es indu­ m iento de síntom as, sin plan ordenado y con
IOS DR. FBANZ K E I X n

resultados poco halagüeños las m ás de las aquellos m edios que le perm itan recobrarlas
veces. sin perturbaciones orgánicas, dando lo m á­
R ecientem ente se h a aconsejado un medio ximo de beneficio con el m ínim o de gasto or­
original, titulado el masaje neumático, con­ gánico, y para atender a ello se requiere una
sistente en el em pleo d e un recipiente de cris­ modificación absoluta en su régim en total de
tal que tenga la form a del pene y de dim en­ vida. H ag o esta indicación p ara que no pa­
siones suficientes p a ra contener a éste durante rezca extraño aconsejar u n a alim entación de­
la erección, y en el cual se hace la aspiración term inada, cosa que parece in ú til; pero basta
por una bom ba d e doble juego, consiguiendo leer el capítulo destinado al régim en alim en­
la erección en treinta o cuarenta segundos. ticio para com prender la necesidad de evitar
Se m antiene ésta d u rante d o s o tres m inutos, intoxicaciones que, a la larga, conducen a es­
y se aplica el procedim iento varias veces al tados perturbadores del vigor en general.
día, y se repite los días necesarios hasta ob­ Los m edios m ás prácticos de conseguir la
tener la erección espontánea y la confianza del energía total, y con ella el restablecim iento
páctente en si mismo. H e aquí el secreto : la de la fuerza viril, son los ejercicios físicos,
sugestión del enferm o. los baños de sol, los baños fríos generales y
M ucho más sencillo resulta tra ta r racional­ especialm ente el baño de asiento con fricción.
m ente al enferm o siguiendo las indicaciones Gom o com plem ento del tratam iento debe em­
del o rg a n ism o ; interesar al paciente en su plearse un baño de vapor de tronco una vez
curación, m ejor dicho, hacer que se cure él por sem ana.
mismo, con lo cual se consigue m ucho m ás P ara facilitar la realización de estos m e­
que de otro modo. dios, doy a continuación la nota que entrego
£1 tratam iento debe ser sistem ático, conti­ a m is enferm os y que constituye lo que llamo
nuado hasta la curación absoluta, siem pre po­ Jornada terapéutica:
sible ; su aplicación diaria sólo variará, se- Levantarse por la m añana, poco después de
gún las fuerzas del enferm o. la salida del sol, y practicar, ligeram ente v e r­
El im potente sufre una alteración de su tido (o con un sim ple taparrabos, una vez se
energía física y moral, siendo, po: lo tanto, obtenga el endurecim iento necesario), los ejer­
un deprim ido que sólo puede curar sacando cicios matinales indicados con este nombre
sus energías vacilantes o ausente» de todas en la página 107. En invierno se perm itirá
LA FU1WZA V1KJL HH
160 DR. PRANZ KM.IFK

practicarlos con el balcón cerrado, y si el frío la equitación, cuyos malos resultados han sido
es excesivo, con fuego en la chimenea o en ya definidos.
un brasero, pero debe prescindírse de la cale­ El sujeto puede dedicarse a sus ocupaciones
facción lo antes posible. En verano, antes de habituales y al trato social, aun cuando Sea
tos ejercicios, se tomará el baño de sol, de femenino ¡ pero deberá evitar el trato con las
veinte a treinta minutos de duración. mujeres que trafican en amor y abstenerse de
Una vez terminados los ejercicios en in­ las lecturas eróticas. El organismo es el único
vierno y éstos y el baño en verano, procederá que debe dar el aviso de la virilidad.
el sujeto a tomar un baño de asiento con fric­ A continuación, y aunque sea repetir lo ya
ción . escrito, doy la explicación de la técnica de los
Al mediodía, una hora ames de la comida, baños indicados, exceptuando lo relativo a los
repetirá el mismo baño con fricción. ejercicios físicos y la alimentación, expuestos
Por la noche, antes de acostarse, y por lo en otros capítulos, y que deben ser objeto de
menos cuatro horas después de la cena, que atenta lectura.
debe ser ligera, tomará un batía general frío,
Cómo se toma el baño de sol. Periodo de
haciendo durante el mismo iguales fricciones
iniciación en los sujetos débiles ¡ Deben vestir
que en el de asiento, y luego practicará los
solamente camiseta de algodón, sin mangas,
ejercicios físicos nocturnos, para conseguir la
y calzoncillos de algodón o de h ilo ; babuchas
reacción necesaria.
y sin calcetines. E l balcón estará cerrado; si
Una vez por semana se substituirá el baño
el sol es excesivo se cubrirá la cabeza con un
general frío por un baño de tronco de vapor
sombrero de paja. Deben exponerse a los ra­
con fricción local. Lo mejor será dedicar el
yos del sol cinco minutos de frente, cinco de
domingo a esta clase de baños.
espaldas, cinco del lado derecho y otros cinco
Durante todo el periodo de curación, el en­
del izquierdo; volver de nuevo igual espacio
fermo se abstendrá de toda clase de alcohol,
de tiempo de frente y de espaldas. Si el su­
de té y café. Si es fumador, deberá limitar el
jeto es muy débil puede hacerlo acostado so­
uso del tabaco.
bre una chaise-longne o simplemente sobre
Los días festivos, además del baño de sol,
una manta tendida en el suelo. — Periodo de
deberá salir al campo y dedicarse a largos
iniciación en los sujetos fuertes: El balcón,
paseos o a deportes no fatigosos, exceptuando
11
lea DR. rRANZ KCLUtR

c e rra d o ; el sujeto, desnudo, y con !a cabeza D urante el baño, el sujeto debe friccionarse
cubierta, D urante el baño debe practicar ejer­ suavemente el cuerpo y, sobre todo, el peri­
cicios respiratorios. -—Sujetos ya entrenados: neo y el miembro viril, de atrás adelante, con
En invierno, el balcón estará cerra d o ; en ve­ un lienzo de lana en varios dobleces, o bien
rano, balcón abierto, pero sin corrientes de con u n a esponja de superior calidad.
aire. El sujeto, desnudo, y con la cabeza cu­ L a duración del baño será de cinco a diez
bierta. Práctica de ejercicios respiratorios y m in u to s; pero si el sujeto experim enta una
ejercicios m atinales. L a duración del baño viva sensación de frío, deberá salir del agua
puede ser de una hora, alternando el tiempo en seguida, friccionarse vivamente con un
para conseguir la rusticación útil y evitar el guante de crin para activar la circulación, y
despellejam iento.
secarse y vestirse con rapidez.
Si persiste dicha sensación, hay que prac­
Cómo se toma el baño trío general. Lo
ticar m ovimientos enérgicos hasta llegar a la
más cómodo es el uso de una bañera grande
reacción norm al.
en que pueda sum ergirse el individuo ; bañera
D urante el verano pueden tom arse baños
que puede ser de mármol, cinc, e t c . ; a falta
de mar de quince m inutos de duración, segui­
de bañera puede utilizarse un recipiente ancho
donde ponerse de pie y echar sobre el sujeto dos del baño de sol de media h o r a ; asi se
agua fría con una regadera o un irrigador, tiene la ventaja de tom ar los dos baños segui­
aunque este últim o medio no perm ite prolon­ dos al aire libre y, adem ás, aprovechar los
g ar lo suñciente el baño. efectos excitantes del movimiento de las olas
La tem peratura del ag u a será, en los prim e­ y del aire m arino.
ros días, de 25 a 30 grados centígrados, inter­ Kn este caso, así como cuando al sujeto le
media entre el baño frió y el templado, para resulte más cómodo, se traslada a la noche el
facilitar la reacción y habituar el organism o, baño m atinal de asiento con fricción, y en su
descendiendo luego gradualm ente hasta 15 lugar se tom a el baño general frío. A costum ­
grados en verano y so grados en invierno ; lo bro aconsejar el baño frío general a) acostarse,
m ejor es descender de un g rado cada dos días pues asi la reacción es m ás suave en la cama
hasta llegar al m ínim o señalado. y más duradera la acción estim ulante.
164 D B. FRAKZ KHLLEK
la ru im v ir il 165

Cómo se tom a el baflo de asiento con fric­


en los prim eros días, de 20 grados centígra­
ción. Al describir esta aplicación disentiré de
dos y después d e 15 grados.
la form a aconsejada p o r algunos naturistas
La duración del baño será, la prim era se­
que no han com prendido el alcance exacto del
m ana, de diez m inutos, y se aum entará de
mismo» en lo que a tas enferm edades de los
cinco cada sem ana, hasta llegar al máxim o de
órganos génitourinaríos, y especialm ente a la
una hora.
im potencia, se refiere. D ichos autores aconse­
D esde el principio del baño, el sujeto tom a­
jan el lavado y fricción de (a punta del miem­
rá un pañuelo d e hilo usado, en cuatro doble­
bro viril únicam ente y que el ag u a alcance tan
ces, y lo pasará con una d e sus m anos desde
sólo al nivel de los genitales, con lo que se
la m argen posterior del ano hasta la punta del
pierde la tonicidad necesaria, no sólo al pene,
m iem bro viril a lo la rg o del perineo, cuidan­
sino también a la uretra posterior, sitio de es­
do d e separar los testículos para seguir el tra­
pasmo algunas v eces; al perineo, donde resi* yecto inferior de la uretra. La fricción debe
den p a n e de los m úsculos que facilitan el acto ser continua y firme, pero sin desplegar una
viril, la próstata y las vesículas sem inales. E s fuerza excesiva, y el glande estará cubierto
absolutam ente necesario o b rar sobre la tota­ con el prepucio, term inando la fricción ánte-
lidad de todos los órganos que coadyuvan a roposterior por una circular al nivel de la
tan im portante función. parte descubierta del glande. Term inada la
1 'órnese un recipiente redondo y fuerte don­ fricción, practicará un ligero m asaje de los
de quepan de treinta a cuarenta litros de agua, testículos con el mismo paño, y asi sucesiva­
y dentro de él se coloca una silla o taburete, m ente.
al que se ha quitado el asiento, con objeto de E sta com binación de m asaje irlo y húm edo
que, al sentarse el sujeto, el a g u a bañe com­ tiene una acción extraordinaria para conseguir
pletam ente la punta de las caderas, el perineo, que despierte la vitalidad adorm ecida o ago­
los testículos y el pene. E l resto del cuerpo tada, activando la circulación capilar y la ar­
debe quedar fuera del recipiente y el enferm o terial y venosa, estim ulando la contracción de
deberá llevar cubierto el tronco, brazos y ex­ las fibras lisas y estriadas de los músculos,
generalm ente insuficientes en su función, sos­
trem idades inferiores. El a g u a no deberá pa­
teniendo el vigor del tejido cavernoso, com­
sa r de) nivel indicado y su tem peratura será.
pletam ente perdido, y, finalmente, d ispertan-
do las corrientes nerviosas activas y reflejas.
De este modo se consigue com batir a la vez, tos de sedación, efectos resolutivos y antiflo­
y con un solo agente terapéutico bien senri- gísticos ¡ sólo es necesario saber aplicarla en
lio, la falta de tono, la languidez de la circu­ su debida forma.
lación, la paresia m uscular y el retardo de
energía nerviosa, causas todas de la im poten, Cómo se tom a el baño de vapor de tronco.
cía en lo referente a la localización genital ¡ Existen diversos aparatos construidos expre­
pero com o toda excitación local despierta ex. sam ente para la aplicación de los baños de
citaciones generales por la arm onía vital, que vapor, sean generales o lo c a le s; pero siendo
es la base de la vida, la repetición de este me­ mi deseo hacer asequible el tratam iento a toda
dio influye a su vez sobre el organism o en ge­ clase de enferm os, sea cual fuere su posición
neral, ayudando de un m odo Temo, pero se­ social, describiré el medio más sencillo.
guro. a la acción d e los m edios generales in­ Se coloca el enferm o sentado en una silla
dicados antes. de rejilla, de cara hacia el respaldo, que le
P ara conseguir un resultado com pleto y que servirá de punto de apoyo para los brazos,
la estim ulación producida dé pronto resulta­ haciendo m enos penosa su p o sició n ; en esta
dos, aconsejo dos barios de asiento con fric­ form a la m ayor parte de las extrem idades in­
ción al dfa y la fricción durante el baño frío, feriores quedan p o r fuera de los lados de la
de modo que en veinticuatro horas se em plean silla cubiertas p o r el pantalón, que sólo se ba­
más de dos horas de m asaje frió y húm edo. jará para d ejar descubiertos el vientre y las
Esta es la práctica local que m ejores resul­ n a lg a s ; la cam isa se subirá hacia arriba hasta
tados produce en el tratam iento de la impo­ un poco m ás a lta que la cintura, y entonces
tencia, y gracias a la cual he conseguido des­ se coloca debajo de la silla un cubo de ag u a
terrar del tratam iento las aplicaciones eléctri­ hirviendo y se rodea con una m am a o dos la
cos, m ás engorrosas, m ás caras y no siem pre parte inferior de la silla, tapando el cuerpo y
curativas. nalgas del sujeto, de modo que no quede nin­
Con el uso inteligente de las aplicaciones gún hueco por donde pueda escaparse el va­
del agua, asi general como localmente, cabe por que desprende el ag u a caliente. C uando
desarrollar toda clase de acciones cu rativ as; convenga, el cubo se cam bia por debajo de la
consiguiendo excitaciones, revulsiones, efec­ manta, que rodea la silla, y se substituye por
otro caliente.
168 m . ñ u ta xauxit

D espués del baño de vapor, cuya duración tener que cum plir mis com prom isos con la
no seré siem pre excesiva y que debe suspen­ hija de una honorable fam ilia, me vi sorpren­
derse tan pronto experim ente el sujeto u n a dido por la terrible im potencia. Mi situación
sensación desagradable, cualquiera que haya era, pues, grave desde el pum o de vista físico
sido su duración, se d ará en seguida una fric­ y peor desde el p u n to de vista social y m oral.
ción húm eda fría con un g u an te d e crin, para «Confieso que, habituado a seguir los con­
estim ular la reacción. D espués d e este baño sejos de otros m édicos reputados, y sin obte­
no se harán las» fricciones correspondientes al ner beneficio alg u n o , m e pareció dem asiado
de asiento antes descrito. sencillo su tratam iento y no creí triu n far de
P a ra dem ostrar la absoluta seguridad con mi m a l; pero no quise desistir, puesto que
que se obtiene la curación de la im potencia éste era el único tratam iento que faltaba poner
con estos medios, transcribo u n a d e las cartas a prueba, y él h a sido mi áncora d e salvación.
tom adas al azar de en tre los m uchos testim o­ H oy soy un adep to fiel de su doctrina y com­
nios que poseo d e m is clientes. prendo que no fracase su m aravilloso cuanto
D ice a s i : «Mi querido doctor y sa lv a d o r: sencillo tratam iento, al ver palpablem ente cuán
A penas hace cuatro m eses que he com enzado buenos resultados m e h a producido en un
el tratam iento que usted se dignó prescribir­ tiem po relativam ente corto, ya que algunos
me, y ya me he convencido de la posibilidad am igos míos, y la lectura de libros referentes
de mi curación absoluta en un plazo cercano. a este mal que padezco, señalaban largos pla­
N o he dejado ni un solo día de seguir sus ins­ zos de uno y m ás años para obtener no siem­
trucciones, aunque, a decir verdad, al princi­ bre la curación.
pio me costaba algo conform arm e a ellas y »A partir del tercer mes de tratam iento, mi
dejar mis hábitos de vida, pero la obsesión estado físico ha sufrido una transform ación
constante que me producía la enferm edad y radical, habiendo ganado en peso y e n e rg ía ;
la confianza que sus palabras hablan desper­ hoy no siento en absoluto el frió ni el can­
tado en m(, respecto al tratam iento, hicieron sancio, y mi alegría es tan grande, que no
que lo observara fielmente. sólo mis am igos, sino hasta mis relaciones
«U sted y a sabe que m i estado m oral y físi­ menos intim as se han dado cuenta de ello. Así
co e ra d ep lo ra b le; que habla llevado una vida como sentía verdadero pesar al tener que se­
d e locuras d e todo género, y que, próxim o a g u ir mis relaciones am orosas porque me con­
n a ml fiu m y u u LA VUBRZA VIRIL m

lideraba fracasado para la vida m atrim onial, do hago mí fricción genital. C om o el baño de
boy siento una gran satisfacción y no dudo lle­ sol neutraliza el frió producido por el baño
g a r m uy pronto al logro de mis esperanzas. de asiento tan prolongado, no necesito hacer
»Me he perm itido modificar, sin su permiso, la fricción seca.
el orden del tratam iento que usted me acon­ «Por la noche hago el baño de asiento con
sejó, sin que por ello haya notado retraso al­ fricción, d u rante m edia hora, y luego otra
guno ; y con este motivo voy a referirle mi media hora de ejercicios físicos nocturnos.
vida curativa, por si cree que debo modificarla «Los dias festivos paso la m añana en el cam­
en algo. po, y por la tarde aprovecho la circunstancia
»Me levanto cada m añana a las siete, y en d e existir u n río cerca de la población para
seguida abro la ventana de mi cuarto, y frente rem ar un par de horas en un pequeño bote,
a ella practico los ejercicios respiratorios du­ y por la noche h ag o mi baño d e tronco de
rante diez m in u to s; una vez term inados éstos vapor, d u rante el cual m e fricciono tam bién
cierro la ventana y tom o un baño general frió los órganos genitales.
de quince m inutos, con fricción genital, se­ «Espero escribirle pronto diciéndole que
guido de una fricción con guante de crin. Al estoy curado ¡ siento y a de cuando en cuando
term inar la fricción me pongo un sim ple cal­ erecciones bastante com pletas, sin som eterm e
zoncillo de baño y hago durante media hora
a nin g u n a práctica sensual ni tener ideas libi­
los ejercicios físicos m atinales. D esayuno con
dinosas. Creo que seré un excelente m arido
frutas y pan com pleto y voy a la oficina donde
y, con la dolorosa experiencia que he sufrido,
estoy em pleado.
no votveré a reincidir en mis locuras.
»AI llegar a casa, al m ediodía, tomo el baño
de so] y de asiento al mismo tiempo, em plean­ «Supongo habrá usted recibido la visita de
do una hora en ello, H e aquf cómo consigo dos am igos enferm os como yo, de im potencia,
mi o b je to : me siento desnudo en una silla, a quienes ha convencido el resultado de mi
sin el asiento, colocada dentro de un recipiente tratam iento.»
grande, lleno de ag u a a 15 grados, y estoy un
cuarto de hora de frente al sol, otro de espal­ El enferm o de la carta anterior se casó a los
das y la otra media hora dividida entre am­ tres meses de la fecha de su escrito y se con­
bos co sta d o s; durante todo el tiem po indica­ sidera hoy el más feliz de los esposos.
|7li DR. FRAN2 KBLLBR

D e los dos enferm os a que se refería mi ber llenar los deberes conyugales en el lecho,
cliente, el uno era un sujeto atacado de im po­ se casó sin preocupación alguna.
tencia aguda, agravada por posteriores e in­ A pesar de q u e su esposa, a la cual me pre­
útiles tentativas, el cual, fiando en su juventud sentó, era u n a m ujer atractiva (física y m oral-
y varonil energía, asaltó siete veces, en una mente), el m arido se halló la prim era noche
noche orgiástica, el tem plo de Venus, con tan en tan apurado trance, que fracasó vergonzo­
m ala fortuna, que salió del em peñado com ba­ sam ente en la intentona m atrim onial, C reyen.
te con su im potencia y u n a blenorragia. C uró do que tal vez se sentía cohibido ante una
de la segunda después de un largo tratam ien­ m ujer honesta, aguardó la segunda noche,
to, pues la infección fué m uy seria, debido a sin más fortuna, y siguió asi hasta la sexta,
la excitación de su s órganos, y de la prim era en que no pudiendo resistir tal vergüenza con­
anduvo m ás de un añ o en inútiles ensayos. sultó a un médico, que le dió unos cuantos
Lo som etí con toda severidad al tratam iento consejos y una m edicina, con la cual sald ría
naturista indicado, pero con objeto de im pedir del paso. Tom ó inútilm ente el m edicam ento y,
la pululación posible de algún gonococo ador­ por fin, no tuvo m ás rem edio que explicar a
mecido, le aconsejé que tom ara dos baños de su m ujer, a quien extrañaban ta n tas tentati­
vapor de tronco por sem ana. T uvo la fortuna vas, la situación en que se hallaba.
de evitar una gonorrea y de cu rar de su im po­ H ubo u n a escena algo deprim ente p ara el
tencia en ocho meses. antes arro g an te c a la v e ra ; intervinieron los pa­
El otro caso era un paciente de los descritos dres p a ra aconsejar la paz, y el pobre enfer­
en la variedad de im potencia eventual, que mo se decidió, p o r consejo de un am igo, a
tenía hacia cinco años una querida rubia, del­ probar fo rtu n a de nuevo en el tem plo am oro­
gada, y, según decía, m uy inclinada a los pla­ so a que estaba habituado ¡ salió con bien
ceres del am or, con la cual podía, sin incon­ como antes y, convencido d e que su virilidad
veniente alguno y sin grandes prelim inares, no habla decaído, to m ó al tálam o conyugal
corresponder a los deseos frecuentes de aqué­ y el fracaso volvió de n u e v o ; entonces deci­
lla. C ansado de su vida irregular, decidió con­ dió consultarm e y vino a verme acom pañado
trae r m atrim onio con u n a m uchacha honesta, de su Esposa.
m orena y de carnes m ás que regulares, ver­ En un aparte rápido me explicó su escapa­
dadera antítesis de su am ante, y seguro de sa­ toria am orosa, después del m atrim onio, y,
174 UR. FKAttZ KKLLKR

convencido de hallarme frente a un caso pron­


tamente curable, le di la seguridad más abso­
luta de que en breve plazo conseguiría el an­
siado desquite, mediante el tratamiento natu-
rista que repondría en seguida la falta de ere­
tismo nervioso, AI mismo tiempo le indiqué
la necesidad absoluta de evitar toda tentativa
de cualquier orden, e igual indicación hice a
su esposa ; pero ordené que hicieran lecho co­
mún y que para tener seguridad de que el tra­
tamiento se cumplía estrictamente, su esposa APfíNDICF- 1
debía tomar parte en él, en lo relativo al baño
Breviario higiénico) Consejos a los psdres.—Consejo»
frío matinal. Hice esta indicación esperando,
a Ion jóvenes. - Consejos a los hombres.—Consejos a
con fundamento, que la presencia de su mujer los viejos.—Fórmula de conjunto.
en aquellas circunstancias y la seguridad de
que compartirían el baño, obraría sobre la vi­
rilidad del sujeto de un modo seguro. Algo
tuve que insistir sobre este punto, pues aun
cuando ella estaba dispuesta a contribuir a la
curación, le parecía algo impúdico el procedi­
miento, pero no pudo resistir a las ardientes
súplicas del marido, deseoso de reivindicarse
a sus ojos de los pasados y vergonzosos fra­
casos, y al poco tiempo desapareció la impo­
tencia eventual, con gran satisfacción de
ambos.
I

Breviario higiénico

Consejas de los padres. Acostumbrar a los


niños desde sus primeros años a no temer el
agua, el sol ni el aire es darles patente de vida
sana.
Procurar que el agua fría y el ejercicio les
eviten cargarse de ropa en invierno. Los ni­
ños-estufas son plantas poco duraderas.
Hacerles fuertes es apartarles de los vicios
sexuales.
No confiéis a nadie el desarrollo físico y mo­
ral de vuestros hijos ; nadie puede substituir a
los padres ; ios seres mercenarios pueden con
facilidad prostituirlos.
Buscad para su inteligencia un maestro, no
solamente sabio, sino honrado y, sobre todo,
que ame a los niños; él os ayudará a educar
su moral y a modelar su espíritu.
12
LA FUERZA VIRIL 179

Vigilad las amistades de vuestros hijos y Cuando entre en la adolescencia debéis co­
sus inclinaciones afectivas; procurad ser los menzar la iniciación científica de su futura
primeros en su corazón; asocióos a sus jue­ vida sexual con un libro de higiene casto, se­
gos para que vean en vosotros su mejor com­ vero y científico; la ciencia no tiene mancha
pañero. de pecado si no pasa de ser tal.
Nunca os entreguéis en su presencia a ex- Entonces es cuando debéis apoderaros en
■ pansiones cariñosas que no sean castas; no absoluto del alma de vuestros hijos, haciendo
despertéis su instinto de imitación ni deis mo­ que el hogar y la familia les sean gratos; es­
tivo a que os acusen más tarde de su sensua­ cogiendo sus amistades, no con vistas a la
lidad. esfera social, sino entre los que sean dignos
No tengáis nunca en vuestro lecho a nin- moral mente de vosotros.
gi'm niño [ aparte de que os quitará la ocasión Habituadle al respeto a todas las m ujeres;
de expansionaros, basta a veces una explora­ decidle cómo pecan las fáciles, y llevándole
ción para enseñarle lo que aun no debe saber. al cultivo de la amistad de las mujeres hon­
No seáis gazmoños para que no se eduquen radas, le dificultaréis el camino para llegar a
hipócritas, pero no seáis tan francos que se Fas damiselas galantes.
inclinen luego a ser desvergonzados j recor­ El joven ha de saber de la vida sexual lo
dad que el niño tiende a exagerar lo que ve suficiente para llenar sus deberes futuros, para
y que durante sus primeros años el instinto de comprender cuál es el objeto de la vida, pero
imitación es su escuela principal. debe ignorar aún lo más elemental de la sen­
No consintáis lecturas sin vuestra previa sualidad.
censura ; para educar su espíritu no le deis Que aprenda el peligro físico y moral que
novelas ni dramas ¡ dadle obras de viajes, de se encierra en la prostitución vergonzosa del
ciencias naturales, escritas en forma amena, cuerpo, pero que no olvide que el camino de
que preparen sus estudios futuros. Vigilad las no llegar a ella es conservar la castidad mo­
láminas que m ira; no le llevéis al museo a ver ral. No debe temer el peligro como único
plasticidades peligrosas ; antes de educar la castigo; debe aspirar a la perfección como
idea artística hay que educar sólidamente su medio de evitar lo indigno y poder ser ejem­
moral. plo de los suyos en días lejanos.
IHtl DR. f r a n z k e m .br LA FUERZA VIRIL. 101

Consejos a los jóvenes. Si vuestros pa­ sabrá deciros que todo fraude am oroso se paga
d res supieron inclinar regularm ente vuestra con creces.
vida, no os preocupará que de cuando en Si fuiste vicioso d e pequeño, d eja el vicio
cuando, d u rante vuestro sueño, la naturaleza y busca el reposo de una función que no de­
previsora expulse el exceso de semen ; mas, biste turbar. C uando quieras ser realm ente
SÍ, por desgracia, no tuvisteis quien de- esas hom bre te encontrarás im posibilitado de serlo,
cosas supiera preveniros, no debéis preocu­ con vergüenza y desesperación luya, pues no
paros de ese hecho natural, ni tampoco de que sólo habrás fracasado en el hogar, sino que
vuestro órgano viril dé m uestras alguna vez también fracasarás en la sociedad.
de que entra en la vida. No creáis que eso No creas a quien te díga que debes g o z a r ;
es la advertencia de que ha sonado la hora escucha a quien te advierta que la hora del
del p la c e r; es nada más que el anuncio de goce no ha llegado y te prepare la energía
que tenéis una función más en vuestro orga­ para el día que debas em plearla.
nismo. Siendo casto en la juventud serás fuerte
ií£l hombre no fué creado sim plem ente para durante la plenitud de tu vida, cuando el am or
el placer, pero es justo que lo disfrute en la te sonría y en el am or engendres nuevas
vida i p ara que sea tal habéis de buscarlo vidas.
cuando vuestro organism o h ay a alcanzado su P ara ser casto ocupa tu inteligencia ; culti­
va con el ejercicio tu o rg a n ism o ; sigue el
m adurez completa, cuando lo sepáis gozar
cam ino de la prudencia y al fin encontrarás
cuerdam ente y, sobre todo, cuando responda
la felicidad.
al fin de que ese placer es legítim o.
Sean tu s am igos los sabios y los buenos en
N uestro fin en la vida es crear hum anidad,
cualquier esfera que los h a lla re s; prefiere a
y para crearla, desde el punto de vista de la todo la com pañía y el consejo de tu s padres :
reproducción, es necesario hallarse en pleno sé espejo de tu casa y fuera de ella, que no
dom inio orgánico y en pleno derecho legal. hay mayor beneficio que te respeten los dem ás
Nadie tiene el derecho de crear sin tener me­ y sirvas de ejem plo a todos.
dios de velar po r el ser creado. Piensa que la inteligencia da m ás p la c e r;
Acaso alguno os dirá al oído que hay me­ que es m ás duradero y m ás útil que la vida
dios de eludir esa carga, y no querrá, o no lasciva y desocupada ; alterna con el bien tus
l«X (Mt. FRAttZ lt 10-1*11 LA FUERZA VIRIL 183

estudios, y en la am istad con las jóvenes dis­ Si eres vigoroso y rápido, excusa largos
cretas y honradas busca el Camino de tu ho­ prelim inares que, probablem ente, te im pedi­
g ar futuro. rían term inar la o bra sexual con fruto. SÍ eres
S igue con el am or a los medios naturales lento, pero vigoroso, puedes alargar el pró­
$Í te lo inculcaron antes, y si no tuviste esa logo sin perjuicio de la obra, pero sin abusar.
educación física, recréate en el baño frío, en N o extrem es la luna de miel, si quieres que
las caricias del sol, en la expansión de tus sea d u ra d e ra ; p a ra pro b ar el valor, basta un
músculos y de tu s pulm ones. H as de ser pa­ hecho heroico, y nadie está obligado a per­
dre, y de tu energía se engendrará la energía petuo heroísm o.
de tus hijos. A ntes de repetir el asalto, d a reposo a tus
fu e rz a s: es m ás higiénico, resulta m ás g rato
Lee lo que instruye, lo que conm ueve y
y m enos expuesto a una hum illación. Procura,
excita a la b o n d a d ; deja a un lado lo nocivo,
sin em bargo, no hacerlo sino muy de tarde en
que es grato al leer, pero es nocivo al aplicar.
tarde o n u n c a ; el am or con exceso de sen­
sualidad a n d a cerca de la im potencia.
Consejos a los hom bres. S i supisteis con­
C onsum a tu deseo u n a vez por sem ana ¡ dos
servar intacto en la prim era juventud el cau­ veces, si eres en exceso vigoroso, hasta que lle­
dal viril, podréis, usando con m oderación, ser gues a los cuarenta y cinco años. E l coito es
ricos en vigor d u rante ta edad adulta y Con­ com o todo lo h u m a n o ; el hábito atrae, el ale­
servar el patrim onio necesario para la prime­ jam iento de él en turbia el d e se o ; procura un
ra vejez. justo m edio y no olvides que toda h artu ra
S i gastasteis cuando no debíais, exponéis exige luego ayuno.
el patrim onio de la vejez, así com o si gastáis No entres en com bate si no sientes instin­
sin m oderación. S i m algastasteis de jóvenes, tos b élico s; las escaram uzas son g r a ta s ; pero
iréis a la quiebra por poco que os excedáis en nunca satisfacen tanto com o la tom a de pose­
el am or físico. sión enérgica, que denota vigor que place y
P ensad que el placer debe entrarse por la deseo que incita a quien das tu s caricias ín­
puerta del am or y no por la del erotism o vi­ timas.
cioso, si no queréis quedaros antes d e hora Piensa que cerebro y semen tienen paren­
en la puerta y sin poder pasar de la antesala. tesco quím ico y biológico, y no canses nunca
184 LA FUBKZA VIRIL 186

los dos a un tiem po. T u s nervios y tu inteli­ Desconfía de la lujuria, que no debes con­
gencia lo pagarían. fundir con la v irilid a d ; el am or m ata m ás
C uando te hablen de hom bres sabios geni­ viejos de lo que se cree. C uando tu m edula
talm ente vigorosos, no pierdas de vista que se cansa y tus piernas se doblan y tu vísta se
pagarán tem pranam ente esa asociación anta­ enturbia, no exijas a tus músculos genitales
gónica. P or regla general, e) arte predispone un vigor que tos dem ás pierden.
al placer y la ciencia al reposo genital. Sé prudente desde los cincuenta a los cin­
Al prim er asomo de decaim iento genital cuenta y cinco a ñ o s ; sé avaro el resto de tu
reposa y no te em peñes **n encender la ho­ v id a ; cada erotism o es una derrota orgánica.
guera ; sí soplas para encender el fuego de las Si tienes gran energfa física, aun podrás m uy
cenizas, brotará la im potencia. de tarde en tarde ap ag a r tu necesidad, pero
Sea tu divisa la tem p lan za; no quieras ser no escuches la voz de tu deseo.
muy fuerte, pero procura serlo mucho tiem ­ Pon entre la m ujer joven y tú una valla
po ; la m ujer no suele ser libidinosa, pero infranqueable, si no quieres arru in a r tu salud.
toma a olvido y .agravio lo que m uchas veces
es sólo el principio del desastre, Fórm ala de conjunto. Casto, hasta los
veinticinco a ñ o s ; discreto, hasta los cuaren­
Consejos a los viejos. A los cincuenta años ta y c in c o ; prudente, hasta los cincuenta ;
comienza el crepúsculo de la vejez sexual, avaro, hasta los sesenta. D e esta edad en ade­
que se anticipa bastante al de la vejez de la lante, hazte cuenta que vuelves a ser niño y
vida. Si fuiste prudente, apenas te darás cuen­ has de ser en absoluto casto.
ta de e llo ; si fuiste pródigo, andarás repleto
de sensualidad y vacio de vigor, buscando
con variedad y prolongación de caricias una
energía que huye.
C uando el am or se deja sentir en la vejez,
el instinto se despierta, al parecer intenso, en
realidad, v erg o n za n te; la sexualidad va des­
apareciendo y queda la sensualidad, que pa­
rece oro, y es oropel.
APENDICE II
Memorial terapéutieoi Tratamiento de la Maaturbicióu.
Tratamiento d é la Eapennatorrea, —Tratamiento de
la Impotencia.
II
Memorial terapéutico

Tratam iento de la M asturbación. Preven­


tivo : V igilancia del niño por parte de los pa­
dres y m adres. — Elección de am istades y
lecturas. — Supresión de espectáculos que no
sean de com pleta m oralidad. — Vida activa
ai aire y al sol.
Curativo : R edoblar la vigilancia, discreta
pero continua. — R epresión moral en form a
de consejos y ejem plos ; no usar de am enazas
ni castigos. — P orte diurno y nocturno de un
calzoncillo corto cerrado.
Media hora de gim nasia m atinal al levan­
tarse (pág. 107 y siguientes). — Fricción hú­
meda y fricción seca después de la gim na­
s ia .— Baño de sol de m edia a dos horas de
duración (págs. 100 y 161). — Paseos largos
y deportes. — P or la noche colocar mojado
190 M K l U a VIRIL iet

en ag u a fría el canzoncillo y, adem ás, envol­ cual se practicarán las fricciones aconsejadas
ver el cuerpo com pletam ente con u n a sábana durante el baño d e asiento. D espués del baño,
m ojada. — A ntes de acostarse, ejercicios físi­ ejercicios físicos nocturnos (p ágina ( i r y si­
cos nocturnos (pág. n i y siguientes). guientes).
U n d ía por sem ana se substituirá el baño
T ratam iento de la E sperm atorrea. Gene­ frío por el baño d e vapor de tronco con fric­
ral; Ejercicios físicos m atinales y nocturnos ción local.
an tes indicados.— C om enzar por fricciones Alim entación racional y renovadora (capí-
húm edas y luego seg u ir por los baños fríos, tulo IV , segunda parte, página 117).
unos y otros seguidos de fricción. D edicar los días festivos a prácticas deporti­
Local: Aplicación del baño de tronco con vas (m enos la eq u itació n ); paseos largos, as­
fricción (p ág . 167) en las form as irrítativas lo- censión d e m ontañas, remo, pelota. G raduar
cales, tres veces p o r sem ana. — Por la noche, los ejercicios físicos según las fuerzas del en­
fricciones húm edas frías d u rante largo rato, ferm o.
desde el borde posterior del a n o hasta la punta No es necesario despertar la energía mental
del miembro, luego fricción se c a .— En las del enfermo que se cree perdido sexualmente,
form as por atonía o debilidad local, substituir puesto que este tratam iento rehace de prisa
las aplicaciones locales calientes por otras
organism o y órgano.
frías. Llevar durante la noche u n a envoltura
N o hacer tentativa genital a lg u n a sin que
local genital húm eda.
el organism o dem uestre espontáneam ente, y
sin excitación física ni psíquica, que tiene de
T ratam iento de la Impotencia. La jornada
nuevo la ap titu d necesaria. L a erección mati­
terapéutica del impotente • Ejercicios m atina­
les al le v an tarse; en verano tom ar antes el nal o la nocturna, no deben tenerse en cuen­
baño de sol (págs. 100 y 161). Después de los ta como signos d e virilidad, porque obedecen
ejercicios, un baño de asiento frío con fricción a estím ulos m ecánicos y a congestión m edular
tpág. 164). Al m ediodía, repetir el baño de por decúbito.
asiento con fricción. Con¡lanza, persistencia y prudencia son las
P or la noche, durante seis días a la semana, tres bases del tratam iento naturista, siem pre
un baño frío general (página 162), du ran te el curativo. El sólo devuelve la fuerza viril.
192 DA. F 8AN 2 KELLBR

Al terminar este libro, que escribí para con­


suelo de muchos, ha de permitirme el lector
que le desee de todo corazón que sólo tenga
que aprovechar los consejos de higiene que en
él puse, y de ningún modo el tratamiento cu­
rativo ; pero si, por desgracia suya, se en­
contrara en el trance de usarlos, le recomien­
do que los siga sin vacilar, seguro del éxito.
Para todo autor que puso en su obra su co­
razón y su inteligencia, el lector es un amigo
anónimo a quien se quiere, aun sin conocerlo, SU PLEM ENTO
y no es cortés dejar a los amigos sin expre­
A «LA F U E R Z A V IR IL »
sarles el contento de haberles ganado y la
pena de dejarlos. Ambos sentimientos em­
bargan mi alma al llegar al final de mi libro
L a F uerza V iril .

F I N

13
LA DEBILIDAD SEXUAL
PRECEPTOS DE HIGIENE
Y

RECETAS
EITSUÍUAS DE LOS MEJORES FO f<M l'L\ajO S MODERNOS
DOS P A L A B R A S A C L A R A T O R IA S

unque estamos plenamente convencidos


A de la superioridad del método naturista
sobre cuantos preconiza la medicina clásica,
por los inmejorables resultados que hemos
obtenido con la aplicación de aquél en distin­
tas enfermedades, y singularmente en la de­
bilidad sexual en todos sus grados y manifes­
taciones, no por esto queremos privar a nues­
tros queridos lectores del conocimiento de
aquellas drogas y medicamentos que utiliza
con preferencia la terapéutica oficia], y sólo
con este objeto los damos a conocer, y no para
que se recurra a la farmacopea, toda vez que
no la creemos indispensable, desde el momen­
to que nos hemos declarado entusiastas defen­
sores de la doctrina naturista.
m U S . F M N K JOCUJMt

Además, el uso de los preparados farm a­


céuticos ofrece serias dificultades que sólo los
médicos pueden resolver, y a veces no resuel­
ven, por to que puede deducirse cuán peligro­
so seria para el profano obrar erapiricam ente
en m ateria tan delicada, E sto basta para que LA DEBILIDAD SEXUAL
el lector se convenza de que, para curarse a
sf mismo, sólo el m étodo naturista le convie­
ne, puesto que no ofrece peligro alguno adop­
tarlo y por tener la seguridad de que su cu­
ración será cierta. i
Siendo las fórm ulas que copiam os las me­ La Impotencia
jores que conocemos p ara la curación de la
debilidad sexual, hem os creído que su publi­
cación puede ser de alguna utilidad a aque­
im potencia es la ineptitud p ara consu­
L
a
llos de nuestros Ictores que, por una u otra
m ar el acto sexual, llam ado coito. H ay
causa, se vieran privados de adoptar el método
dos clases de im p o ten cia:
naturista que preconizam os.
i.* L a ocasionada por ausencia de deseo
venéreo o indiferencia genésica (im potencia
tem poral o falsa).
2* La que tiene por causa ún estado pato­
lógico o bien la exigüidad dei miem bro viril
(im potencia perm anente o verdadera).
La falsa im potencia generalm ente se debe
a causas m orales, a la im aginación y al ex­
ceso de trabajo intelectual. Felizm ente, esa
clase de im potencia es pasajera. U na idea fija,
una preocupación constante, el respeto que
nos inspira la m ujer am ada, un recuerdo des­
l» nTK U v in a 201
200 DK. FRANZ KKLUK

agradable, una palabra mal interpretada, el espíritu, toda su energía vital se acum ula al
tem or de una sorpresa, etc,, pueden ocasionar cerebro y los deseos venéreos se extinguen,
m om entáneam ente ía falta de erección nece­ pues el trabajo m ental aniquila toda pasión
saria para consum ar el acto sexual. P or esto am orosa. Entonces las más vivas inquietudes
es indispensable, para efectuar debidam ente le asaltan, y sin motivo alguno, pues su im­
la copulación, entregarse a ta com pañera con potencia es tem poral y tan fácil su curación
tranquilidad de espíritu y confiado en las como sencilla es la causa que la produce. De­
propias fuerzas. jad en reposo el cerebro y ta m ente tranquila,
O tra causa de im potencia por in flu jo 'm o ­ y la fuerza viril reaparecerá.
ral es la repugnancia que a veces despierta A dem ás de las causas señaladas como ori­
la m ujer. Esta repugnancia o aversión puede gen de la im potencia, debem os añadir la que
ser inspirada por un defecto físico, por el con frecuencia suele ocasionar la indiferencia
desaseo, por la fetidez del aliento, por la pre­ hacia la m ujer y la falta de vigor sexual : la
sencia de una enferm edad herpética, por la m asturbación. C uando este vicio detestable se
de una hernia, etc. adquiere de niño y se prosigue en la edad
Cuando falta la erección obedece a un de­ adulta, a) llegar a la de la virilidad se carece
fecto anatómico, a la exigüidad o ausencia de ella, y no se siente por la m ujer atractivo
del órgano copuiador, la im potencia es irre­ alguno.
m ediable. Pero no lo es cuando reconoce por El doctor H u g u cs describe m agistralm ente
causa la excesiva tirantez del frenillo, la pre­ al m asturbador en los párrafos sig u ie n te s :
sencia de tubérculos, varices, etc., en el pene, "E l repugnante vicio del placer solitario a
pues la cirugía puede rem ediar con más o que desenfrenadam ente se entrega tiende a
menos facilidad estos estados, dejando libre alejarlo del bello sexo. En un principio, sus
la erección. pensam ientos se cifraban en una m ujer, para
Los excesivos trabajos intelectuales pueden embellecer un sér im aginario con todos los
ocasionar una especie de im potencia aparen­ encantos de u n a perfección ideal. Sin em bar­
te, que suele alarm ar al individuo y causarle go, el hábito trueca paulatinam ente la índole
vivas inquietudes, las cuales hacen más du- de sus ideas eróticas hasta prescindir del con­
radero su adorm ecim iento viril. Cuando el curso de la m ujer soñada. S u m ente se extrar
hom bre se engolfa en largos trabajos de vía y toma su vicio el cam ino real de las per­
2ftí Iffl. FRANü KXLL8R LA FUERZA VIRIL 203

versiones genésicas. Su lubricidad le sugiere siado frecuentes que no han sido seguidas
mil form as repugnantes de excitar y satisfa­ del acto sexual.
cer sus apetitos venéreos. D igam os algo de la castidad e im potencia.
wMás adelante em pieza a sufrir las funes­ A veces se confunde lastim osam ente la casti­
tas consecuencias de sus prácticas o n á n tc a s : dad con la im potencia. U n hom bre en buen
las poluciones nocturnas aparecen y se repi­ estado de salud, cuyos órganos genitales están
ten con tal frecuencia que postran su cuerpo bien desarrolladas y que jam ás h ay a abusado
y deprim en su ánim o ¡ se siente tlitiido ante de sí mismo, sufrirá de vez en cuando algu­
la m ujer, a la que acaba por o d ia r ; se vuelva nas em isiones nocturnas y sólo estará sujeto
m isá n tro p o ; su m em oria dism inuye sensible­ a cortas erecciones al despertar por la m aña­
m ente ; el estudio le enerva y es incapaz de na. E ste hom bre e s continente, y le es sum a­
resistir un trabajo m anual un tanto prolon­ m ente fácil perm anecer en este estado. Podrá,
gado. Se considera indigno ante su propia pues, asegurarse que no es im potente, aun
conciencia. Se halla, en fin, física y moral­ cuando haya fracasado alg u n a vez, pues las
m ente, aniquilado.» causas de su fracaso serán otras y no la de
E ste vergonzoso abuso de sí mismo, el que su constitución orgánica.
da origen a diversas enferm edades, particu­ Por e je m p lo ; un hom bre nervioso é im pre­
larm ente a la im potencia, es uno de los m ás sionable se encuentra por prim era vez en b ra­
tristes espectáculos que puede presentar la zos de una m eretriz y en una casa que desco­
hum anidad. noce. I-a incertidum bre, la duda, llenan su
M ucho nos tem em os que. después de haber cerebro y le p a ra liz a : no puede consum ar el
reflexionado detenidam ente en todos los ca­ coito. E sto es m uy com prensible que así su­
sos d e im potencia, no nos veam os precisados ceda, y no hay p ara qué inquietarse p or su
a deducir esta co n clu sió n : C uando hay deseo estado viril. De no ser así, la m ism a preocu­
y se carece de potencia, este estado proviene pación podría ocasionar una falsa im potencia
del abuso de los órganos generadores, y los por p ura autosugestión.
efectos de sem ejante abuso son agravados por No obstante, aunque raram ente, puede la
el temor, por la perturbación de una concien­ im potencia existir p or una causa física desco­
cia culpable, p or el m iedo de quedar m al, por nocida. E n este caso puede ensayarse, antes
el alcoholismo, o bien p or excitaciones dem a­ que otro, el siguiente tratam iento, fácil de
204 D*. FRANZ KELLKB
u nuui vuul 205

a p lic a r; D ar reposo al sistem a, m ejorar la


ligroso en otros, sobre todo cuando hay pos­
salud general, de tal suerte, que los centros
tración general. Estim ular entonces los ór­
nerviosos puedan tener tiempo, medios y oca­
ganos y provocar una eyaculación no puede
sión para re h ac erse; infundir vigor a los
sino agravar el estado del enferm o.
músculos, de m anera que los que obedecen a
Si la salu d general hubiese m ejorado desde
la voluntad y los que obran independiente­ un principio, el desorden local reparado, y
mente puedan cobrar su diapasón normal. 1 para determ inar una crisis feliz, se hubiese
Al mismo tiem po hay que evitar todo ex­ aplicado un estim ulante, en este caso se con-
citante, local o no, que pueda estim ular los cibirla su em pleo, pero sólo en estas condi­
órganos generadores, sin fortalecer el orga­ ciones.
nismo entero, pues lo único que debe procu­
rarse es vigorizar el sistem a nervioso, o más
bien dejarlo que recobre por st mismo sus
fuerzas y jam ás extenuarlo por nuevas exci­
taciones.
Si se procede de esta suerte en todos los
casos sencillos, los órganos genitales se ha­
rán capaces, al mismo tiem po que las dem ás
funciones, de llenar su cometido. Sin em bar­
go, los im pacientes, no contentándose con
medios tan suaves, recurren a los estim ulan­
tes, ansiosos de despertar sus facultades g e ­
neratrices. E l uso de estos estim ulantes puede
convenir únicam ente a algunas personas cuya
dolencia provenga de una causa momentánea,
a los tem peram entos tím idos y a los que más
especialm ente se ven atorm entados por inquie­
tudes mentales.
Em pero, si bien este tratam iento se ju stn
Jira y es ventajoso en tales casos, es muy pe-
II

Los Afrodisiacos

l final del capítulo anterior hemos indi­


A cado los inconvenientes que el uso de
los rem edios estim ulantes de la virilidad ofre­
cen, asi como las graves consecuencias que
pueden acarrear cuando son aplicados fuera
de tiempo y sazón.
Guárdense mis lectores de recurrir a cier­
tas recetas absurdas que el vulgo ignorante
preconiza como las más eficaces en los casos
de extenuación ; rechácense las pociones can-
tariadas y el fósforo, medicamentos peligro­
sos que sólo la ciencia del médico puede em­
plear con el acierto y la parquedad necesarios.
Teniendo presentes las observaciones he­
chas, que nunca deben olvidar mis lectores, so
pena de que les cueste caro el olvido, creemos
no hay obstáculo alguno en dar a conocer las
fórmulas de los afrodisiacos, que así se Ha-
1108 uk . n u M z K K Lin LA FUKRZA VIRIL 208

m an los m edicam entos farm acéuticos que tie­ El fósforo es, en realidad, un estim ulante
nen por objeto excitar los árg an o s d e la viri­ de los ó rg an o s genitales, pero no tan podero­
lidad. so como sostienen algunos autores. En cam­
La lista de los afrodisiacos p odría hacerse bio, su uso es m uy peligroso. Sólo los médi­
interm inable si diéram os crédito a cuantos se cos expertos pueden aplicarlo oportunam ente.
han preconizado desde los tiem pos m ás re­ Y o sólo lo em pleo en rarísim os casos.
m otos hasta nuestros d ias. Pero, tranquilícese L a sal m arina y asim ism o la sal com ún han
el lector, que no hem os de ser tan abundosos disfrutado de g ran nom bradla. Y a d e anti­
en la exposición de la m ateria. guo se llam aron, por esta razón, salaces las
F ig u rarán , sin em bargo, en nuestra rela­ personas m uy lascivas. Y sin em bargo, la
ción algunos de aquellos afrodisíacos que g o­ fuerza excitadora de la sal es bien poca.
zan todavía de cierta predilección, aunque en Agua clara. — H e aquí un afrodisiaco mi­
realidad no la m erecen, y así lo harem os cons­ neral de g ra n eficacia y exento de pelig ro s y
ta r, p ara que estén sobre aviso nuestros lec­
al alcance de todos. (Este afrodisiaco es el
tores, por si alguien se los recom endare. En ag u a. E l a g u a pu ra, transparente y aireada
cuanto a los verdaderos afrodisíacos, es decir,
constituye un excelente esperm atópeo (acu­
aquellos que estim ulan sin perjudicar el esta­
m ulador d e esperm a). D e m uy an tig u o se ha
do general, les dam os la preferencia que ju s ­
observado que la virilidad dism inuye m uy
tam ente merecen.
pronto en los que abusan de los lic o re s; un
vaso de cerveza bebido mom entos antes de
Afrodisíacos m inerales. — Al bórax refina­
copular e s suficiente para retardar O im pedir
do (borato de sosa), sal m uy útil para la in­
dustria y las artes, se le ha concedido grandes la eyacu(ación. En cam bio, la fuerza viril $e
virtudes afro d isiacas; sin em bargo, su efica­ prolonga hasta muy avanzada edad en los be­
cia es del todo nula. bedores de agua.
L a etites, o piedra del águila (que no es L as ag u as ferruginosas suelen ser el m ejor
m ás que hierro carbonatado), la recom ienda remedio para curar la im potencia. El agua,
A lberto el G rande p ara despertar los deseos en fin, es una verdadera panacea, el remedio
genésicos. N o hay tal cosa. universal.
14
211

Afrodisiacos vegetales. — H an gozado de B. G ozan fam a de estim ulantes los espá­


gran celebridad afrodisiaca todas las hojas y rragos y el espliego. (El estram onio, en cortí­
frutos, flores y sem illas, zum os y rafees, g o ­ sim a cantidad, tam bién se ha recetado como
m as y resinas, de arom a en olor m ás o m enos afrodisiaco.
fuerte y de acritud m ás o menos pronunciada. G. I .a g a la n g a e ra considerada antig u a­
Como m uestra, siguiendo el orden alfabético, mente como una hierba prodigiosa p a ra des­
enum erarem os algunas de estas substancias pertar los deseos venéreos, sin em bargo su
vegetales. acción es b astante débil.
A. L a ajedrea, el ajo, las alcachofas, las H. L as habas, legum bre cuya virtud afro­
alcaparras, la angélica, el apio, la aristolo- disiaca debe serle com ún com o todas las de­
quia y la escalonia. m ás legum bres q u e producen la neum atosis
B. El benjuí, los berros, y, sobre todo, el o que engendran flatos que distienden las par­
betel. El betel es una plan ta sarm entosa, que tes cercanas a los órganos v irile s : los higos
se cultiva como la vid y form a la base de un secos, el hinojo y el hisopo.
afrodisíaco incendiario, que se m astica. E s f . E l incienso, que entraba com o ingre­
m uy usado en la India. diente principal en el afrodisíaco, polvos que
C. El cacao, la calam ita, la canela, el can­ se usaron en la m ateria médica de los anti­
tueso, la caña arom ática, cuya raíz confitada guos.
se usa en los harenes d e T u r q u ía ; el cáñam o y. El jengibre, raiz arom ática y acre, la
silvestre, el cardo corredor, las cebollas, los cual, reducida a polvo, se usa en la In d ia
clavos de especia, las cotufas y el cubeba. como pim ienta. T am bién se conserva co n s­
CH. El chocolate e s u n a p asta analéptica tada.
y restauradora, cuando no es adulterada, lo L . E l laurel, ta n to sus hojas como su fru­
cual es harto raro en nuestra época de com pe­ to, se consideran como estim ulantes de la vi­
tencia industrial. rilidad y , sin em bargo, su virtud es pura­
D . La dam iana es una planta de la A m é­ m ente im aginaria.
rica tropical. S u acción fundam ental es la de M. E l m arro verdadero o hierba gatera, la
un buen tónico nervioso, cuyo efecto es du­ m ejorana de C hipre, la m irra, el m irto y la
rable, y, sin duda alguna, es la m ás indicada mostaza, no carecen de cierta propiedad afro­
en la debilidad sexual. disíaca.
212 PM. fb a n z k e l l u
UL rVSRZA VIRIL 213

N. Los nabos y las nueces tiernas predis­ bulbos de dicha planta son bastante parecidos
ponen, aunque débilmente, a la erección. La a los testículos de este animal. Las setas pa­
nuez moscada es de mucha más fuerza, sobre san también por excelentes estimulantes de la
Lodo preparada con un vino generoso. lujuria.
O. El opio se emplea también como pode­ T. E l tomillo y el toronjil se les contó
roso estimulante de los órganos viriles, pero desde tiempo inmemorial en el número de los
su dosificación debe reservarse exclusivamen­ afrodisiacos vegetales. Sin embargo, su efica­
te al médico. El opio despierta la erección cia es bien poca. La trufa • en cuanto a este
porque tiene la facultad de acumular la san­ delicioso tubérculo, dice el gran filósofo cu­
gre al cerebelo. De abi el que la erección sea linario y excelente escritor francés, Brillat-
un síntoma constante en las apoplejías cere- Savarin; «La trufa es el diamante de la co­
belosas; de ahí las erecciones nocturnas y cina. La trufa no es, seguramente, un afro­
matutinas, sobre Lodo estando el individuo disíaco incendiario, pero, en ciertas ocasiones,
echado boca arriba, y de ahí el que en los puede hacer más tiernas a las mujeres y más
estrangulados tenga efecto una erección se­ amables a los hombres.» Las excelencias de
guida de eyaculación. El opio, mezclado con la trufa son innegables como alimento; pero
ciertas substancias aromáticas, constituye la en cuanto a sus propiedades excitantes del
base de ciertos remedios excitadores, muy erotismo désela por nula en absoluto.
usados en Oriente. V. La vainilla también se la suele encon­
P. El perejil, la pimienta, los piñones, el trar en diversos preparados que tienen por
poleo y los puerros gozan todavía de bastante objeto despertar la pereza de los órganos vi­
fama, no del todo inmerecida, de estimulantes riles. Su fuerza estimulante no es del todo
genésicos. despreciable.
S. La sabina, el sa'ep, y en general todas Z, Las zanahorias, planta modesta, cuyas
las féculas finas, tienen un tanto de fuerza rafees son un articulo alimenticio en varios
afrodisíaca, no mucha. El satirión, planta que países, y cuyas simientes entran en los licores
despide un olor a macho cabrío, goza de fama de mesa llamados «ratafia de las siete raíces»,
y es muy usada en Oriente, sobre todo mez­ cierran la lista alfabética de tos afrodisíacos
clada con vino espeso y caliente, al cual dan vegetales.
el nombre de «jarabe de zorro», porque los
214 DB. rjW H/ JLBLLEK ra ru iK i vuul 215

Afrodisiacas animales.—-Largo es también res del amor físico. El napolitano Juan Bau­
el catálogo de los pretendidos afrodisiacos sa­ tista Porta da numerosas recetas de este jaez,
cados del reino animal. Algunos de ellos son en su célebre obra titulada Magia Natural.
substancias alimenticias restauradoras, pero Los cangrejos, las ostras, las almejas y
otros muchos no pasan de ser cualquier cosa, demás mariscos gozan, desde muy antiguo,
si es que no llegan a ser nocivos. fama de afrodisíacos, y éstos si que, en rea­
Han tenido fama de estimulantes del deseo lidad, la merecen, aunque unos más que otros.
venéreo las substancias siguientes: El pescado, generalmente, es un buen afro­
La algalia, substancia de olor muy fuerte disiaco, y por lo tanto, puede recomendarse
que suministra el gato de Algalia, el cual tie­ sin temor, aunque no hay que abusar. He ahí
ne encima del ano una glándula almizcleña. una selección de peces estimulantes de la ama-
El almizcle, substancia todavía más olorosa, tividad : la jibia, el pulpo, el calamar y la
que se saca de una folícula que tiene el musco ra ya ; la anchoa y el salmón, el lenguado y el
situada en la extremidad de los órganos ge­ atún ; el tiburón y la lija ; el sollo y el con­
nitales. grio. Y para no hacer interminable esta lista,
El escarabeo de los egipcios, preparación diremos que participan de las mismas cuali­
que despierta una lujuria casi vesánica, cuya dades, aunque no en tan alto grado, todos los
base es un escarabajo muy parecido, en sus demás peces, así grandes como pequeños, y
efectos, a las cantáridas. asi los de mar como los de río.
Las cantáridas, moscas de un precioso ver­ Entre los reptiles figuran, como estimulan­
de metálico, muy abundantes en España, re­ tes : el estinco, especie de lagarto de la Libia,
ducidas a polvo y suministradas como afro­ algo más pequeño que el caimán; la tortuga,
disiacos, han causado en el mundo numero­ y en particular sus órganos genitales, secados
sos envenenamientos y gangrenas. El uso de al sol y reducidos a polvo. De este afrodisiaco
tales insectos es tan peligroso, que está pro­ sólo sé que es muy estimado en algunos paí­
hibida su venta. ses pero no he podido comprobar su eficacia.
El castóreo, y en general todos los humores Los riñones de varias cuadrúpedos pasan por
segregados por varios anímales en la región excitantes, pero, en realidad, no lo son.
inguinal o cerca de los órganos sexuales, han Los testículos o criadillas de carnero, de
sido empleados en los bebedizos despertado­ buey, de ciervo, de gallo y de otros muchos
218 ÜR. FKANZ KKLU»

aním ales gozaron antiguam ente de gran fama


afrodisíaca. El tuétano de los huesos de toro
tam bién ha sido em pleado con el mismo ob­
jeto, y asim ism o las vergas de erizo, de lobo,
de ciervo, etc., son de uso antiquísim o, como
lo prueba el ser propuesto ya por P linto.
Creem os habernos extendido lo suficiente
en esta m ateria, que podría, sin em bargo, ha­
cerse interm inable. Direm os, para concluir,
que tam bién se han atribuido propiedades Fórmula* y Recetas
afrodisíacas a cierto núm ero de agentes físi­
cos, com o la electricidad, la flagelación, tos
n el capitulo anterior hem os hablado de
sinapism os en el perineo, y hasta algunos au ­
tores han ensayado, sin grandes resultados,
la sugestión hipnótica.
E fas substancias afro d isíacas; en éste da­
remos a conocer la m anera de servirnos de
ellas, según fas fórm ulas indicadas por los
.Según nuestro parecer, todos los medios
que tienen por objeto excitar el sentido gené­ doctores que gozan de m ás nom bradla en esa
sico no son m ás que agentes ficticios; los especialidad.
verdaderos y únteos afrodisiacos s o n : la ju­ A ntes de dar fin a esos pequeños apuntes
ventud, la salud y un régim en sobrio de vida. que sobre la debilidad sexual hem os trazado,
P ara ser potente no hay otro remedio que conviene recordar que la adm inistración im­
econom izar la potencia. prudente de las recetas que vam os a transcri­
bir podría ocasionar serios disgustos y acci­
dentes fu n e s to s ; el fósforo y las cantáridas,
que entran en la composición de ciertos me­
dicam entos estim ulantes, son substancias m uy
peligrosas, y, por esta razón, no se debe re­
currir a ellas sino con grandes precauciones.
Al facultativo, pues, y no a los profanos, in­
cum be el em pleo de sem ejantes drogas.
218 LA VUSKZA VIRIL 219

P a n «orar la debilidad genital Pastillas de GJagaeng


Como tónico: Azúcar pulverizado . . 2.600 gramos.
Estricnina . . . . Vaímlla pulverizada . . 610 gramos.
aa. O’Olft gramo. Gíngseng pulverizado. . 80 gramos.
F ósforo.....................
Extracto de cáñamo Mézclese y añádase:
indico. . . . . 0’12 gramo.
Hierro porfirizado. . 2 gramos. Tintura de cantáridas. . 10gramos.
Polvo de ruibarbo . 0 ’40 gram o Aceite volátil de cantá­
ridas .......................... 25 gotas.
P a ra veinticuatro p ild o ra s: Tómense tres pil Tintura de ámbar con­
centrado .................... 10 gotas.
doras d ia ria s ; u n a antes de cada com ida.
Óézdese, y con cantidad suficiente de mucHa­
Como calmante: go de gom a tragacanto, háganse pastillas
óxido de cinc . . de un gram o. D o sis ; De cinco a seis tabli­
Valen anato de cinc aa. 1 gramo. llas al día, para com batir la anafrodisia.
Bromuro de cinc .
M IM littlMb. Bouchakimt
Conserva de rosas .
P a ra veinte p ild o ra s : Tóm ense tres pildoras
diarias.
B ear y R ockw ell
A lc a n f o r ..................... 5 centigramos.
L u p o lin a ..................... 10 centigramo®.
(Mézclese.;
b á ls a m o e s tim u la n te
Tómese al acostarse una oblea, contra las p<K
Cardamomo . . . | aa. 30 gramos. luciones de naturaleza espasm ódica.
C a n e la .....................
Bálsamo de la Meca. 2 gramos.
Tintura de cantáridas 1 gramo. Espermxiorrea (per atonía)
Alcohol de 21a. , , 500 gramos.
Azúcar ..................... 250 gramos. Polvo de cornezuelo de
centeno reciente . . 10 centigramo*.
Se tom a mi una cucharadita de las de café, en Polvo de habas de San
vino generoso, p ara com batir la anafrodi- Ignacio . . . . . 5 centigramos.
sia, o sea la ausencia de deseo venéreo, (Mézclese.)
D r . G iléad b t SlN(|iy
820 DR. »CAtiZ K8LLSR
o ruiazA tnaiL 221
E ip en u to rn t (canuda por la masturbación)
Pildoras tónica»
i.® Todos los días, de i a 2 gramos de yo*
Acido fosfórico medi­
duro de potasio mezclado con jarabe de rui­ cinal ...................... aa. 4 centigramos.
barbo. Corteza de quina pul­
verizada . . . .
2.0 Todos los días, de 7 a 10 centigramos Extracto de cascar Ua 12 miligramos.
de extracto alcohólico de digital, mezclado Mézclese para una píldora, D o sis ; de cuatro
con el doble de sulfato de quinina.
a quince píldoras al día.
3. * Lavado laxativo cotidiano.
W ülcer
4. * D uchas sulfurosas, calientes, al prin­
cipio ; después, hidroterapia fría.
5.® R égim en substancial (carne, féculas, Pastillas estimulante»
etcétera). Sulfato ferroso . . . . 6 gramos.
6. ° 'Ejercicio moderado, pero re g u la r; so­ Tintura de cantáridas . . 1 gramo.
Azúcar pulverizado . . . 200 gramos.
bre todo gim nasia y natación. Mucllago con canela . . Ca.tlidad sutlcleilL
G . B. S ée
Mézclese, según arte, y háganse pastillas de
Pastilla» del Serrallo un gram o. S e tom ará una pastilla cada día
Vainilla....................................8 gramos. en los casos de anafrodisia y en la astenia.
Almizcle...................................... 4 decigramos J .-H . K lein
C a n e l a ...................................... 4 gramos.
Azafrán.................................. 12 gramos.
Ambar g r is ............................. 4 gramos. Impotencia
C la v o .............................................4 gram os.
Cubcba................................... 30 gramos. Acido hipoíosfórico diluido. 30 gramos.
Jengibre.................................. 12 gramos. Sulfato de estricnina. . . 6 gramos.
M aclas...................................23 gramos. (Mézclese.)
Mucllago con agua de ro­
sas .................................... CtMM nldwtt. Se tom arán diez gotas, tres veces al día, an­
H ágase, según arte, pastillas de 15 centigra­ tes de cada comida, en una cucharilla de
mos, a las que puede darse ta form a de las de tom ar café, con extracto flúido de
grageas. coca.
H am m ond
D orvault
222 0 8 , FRAMZ KUXSK

D im iiat
E s la Turneta aphrodisiaca, T. ulmtfolia.
T. opifera, turnerácea de la A m érica tropical.
E s diurética y afrodisiaca. Su acción funda­
m ental es la de un buen tónico nervioso, cuyo
efecto es durable. Se usa el cocimiento (30
gram os por litro) i la infusión (10 por 1.000:
tom as de 60 a 125 g ra m o s ); la tin tu ra al quin­
to {3 a 10 g ra m o s); el extracto fluido ( 2 2 4 p***.
PóSTICO............................................................................. 5
gram os, tres veces al día), y el blando (2 a PsélOOO DBL tD T O l........................................................ 9
4 decigram os).
PRIMERA PARTE
R o d r íg u e z M éndez
C avítoio t. Anatomía y fisiología del aparato
genital masculino.................................15
Píldora» estimulante* — II. Evolución normal de la sexualidad . 25
— III. Lo* enemigos de la virilidad. . . . 39
Fósforo............................ 10 centigramos. — IV . E studio de la im potencia . . . . . 53
Extracto de nuez vómica. 1 gramo.
SBOUNDA PARTE
H áganse, según arte, cincuenta pildoras. Do­
CapItolo I. Generalidades del tratamiento natu-
sis : una pildora antes de cada comida. r is ta .................. - ........................... 79
— II. Del oso del agua y del sol......................... 89
D r . M allez — III, Del ejercicio t í s i c o ................................ 103
— IV. El régimen alimenticio............................117

TERCERA PARTE
Capítulo I. Higiene y tratamiento preventivo. . 129
— II. Tratamiento de In Masturbación y de
F IN DE LA OBRA la Bsperm atorrea...............................149
— III. Tratamiento curativo de la Impoten­
cia......................................... : . . 1S*
APENDICES
I. Breviario higiénico .........................................177
II. Memorial terap éu tico .........................................189

SvvLKnmnro a «La Fosas a Vii il » . . . ■ 193


Las Fuerzas
del E s p ír i tu
Obra m a e s t r a de l Do c t o r
Eduardo Feuchtersíeben

obra titulada Las Faenas del Espirita, del


L
a

eminente Dr. Eduardo Feuchtersíeben, que


acabamos de traducir del alemán, pertenece a esa
literatura llamada estimulante, y es, sin disputa, una
de las mejores que en su género se han publicado,
por lo que ha merecido los honores de la traduc­
ción a todos o casi todos los idiomas europeos.
No se trata, pues, de uno de esos libros dispa­
ratados, escritos por un desconocedor de la mate­
ria y dados al público (sin el menor escrúpulo)
como obra original de un sabio extranjero que ja­
más existió. El autor de Las Faenas del Espirita,
el barón de Feuchtersíeben fué catedrático de Me­
dicina de la Universidad de Viena, y su nombre por
sf solo constituye una sólida garantía de honradez
y seriedad.
EL ARTE DE MAGNETIZAR
AL ALCANCE DE TODOS
M M EL C ÍL C W IE P R O M S O fl

DAVID PERRY

Un elegante volumen.......................Pía», J'M


Per corree (certificado) . . . . • 3 'SO
El pedido ha da Iraeoaipafladode a« Impon» o Éna deSe «tac.
loarte por CIRO POSTAL o No admitían* sellos de «enea.

l libro titulado El Arte de M agnetizar al


E alcance de tod os es uno de los tratados
más prácticos que se han publicado en ¡lengua
española sobre Magnetismo. Hipnotismo, Suges­
tión y Sonambulismo. Es el manual más sencillo
y más claro, por lo cual está al alcance de todas
las inteligencias. Es Indispensable tanto [a los
que quieran practicar el magnetismo en el hogar
doméstico como a los que se dediquen a la
profesión de magnetizadores. Para poder formar­
se una idea aproximada del valor de la obra
insertamos a continuación el índice de la misma.
MAGNETISMO Y SONAMBULISMO maestras en catado sonsmbútico. — Casos notables de
sonambulismo natural.
8rM>( h is to r ia d e l M a g n e tis m o : Loa Caldeos y los S o n a m b u lis m o m a g n é tic o : Éste se desarrolla bajo
Egipcios. — Greda y Roña. — La Edad Media. la voluntad del magnetizador. — EX sonámbulo ad­
M e s m e r : Sos aforismo*. — Sos discípulos. — Sos de­ quiere U «vista interior» o clarividencia, y entonen
tractores. ve en el pasado, descubre el presente y lee en el
f u s t i g a n Sus experimentos le hicieron descubrir el porvenir.
fenómeno dei Sonambulismo. V e r s in la a g u d a d e ¡os o jo s ,- Experimentos sorpren­
D e h u z e i Este célebre profesor os tura lisia se declara dentes.
partidario del Magnetismo, — Su* escrito* sobre la S o b r e el janlído d e l o lfa to : La seSorita Julia, so­
nueva ciencia convencieron a lo* que antes la trataron námbula notabilísima, percibe el olor de ciertos obje­
despectivamente. tos que, al hombre en su estado natural, le es impo­
D a P o te t: Con U aparición de este célebre magneti­ sible percibir.
zador triunfó el Magnetismo. T r a n s p o s ic lin de lo s jen tíd o j; Se puede transportar
Sel M a g n e tiz a d o r : Cualidades que debe reunir un el sentido de la vista al extremo de loa dedos, al estó­
buen magnetizador. — Las mujeres pueden migneti- mago o a la nuca; dar ■ la sonámbula la facultad de
ear 1o mismo que los hombres. leer por la rodiUa, por loa dedo* pulgares de loa pica,
Dei M a g n e tiz a d o : Condiciones en que debe colocarse la de guatar por la punta de loa dedos, etc.
el magnetizado. — Edades mis favorables a la acción C in to s e p ro v o c a e l s o n a m b u lis m o : El catado *o-
magnética. —Precauciones que se deben tomar. oambtilico te obtiene con relativa facilidad. — El
V a r io s mífodoj de m a g n e t i z a r . M e s m e r : La cu­ número de sonámbulos es mayor de lo que general­
beta histórica. mente se cree.
M é to d o d e m a g n e ti z a r d e P u g s ig u r : Método que S e ñ a l e s d e a d o r m e c im ie n to ; Enumeración de loa
da siempre buenos resultados. fenómenos que se observan en el sujeto al cual as
M éto d o d e l a b a te Te rio ; Consíguese el sueSo por un trata de tona mbul Izar.
acto de voluntad. Cómo s e e d u c a u n s o n á m b u lo : Lo má* importante
M éto d o d e Deleorei Prodúcese el suelto magnético que se necesita conocer. — Para obtener la vista a
por los «pase»*. distancia. - Para obtener el éxtaela,
Método d e D e la a z z a n n e : Este célebre magnetizador P a ra dejportar a l s o n á m b u la ; El procedimiento
emplea los «paseas y el «soplo». más sencillo se obtiene por medio de loe «pasea».
M éto d o d e Jticord; Este método es excelente para Precaución*» que te deben tomar.
obtener los mejoro resultados.
Método de Do ftótel: Sus teorías sobre la fuetea del HIPNOTISMO Y SUGESTIÓN
pensamiento y de la voluntad.
V a r a o b te n e r el jueflo magnético: Según lis príc­ D Jp rsn d a entre el M a g n e tis m o p e í H ip n o tis m o :
ticas del Barón DuPoteL Autorizada opinión de Aymerlcb.— La existencia del
M a g n e tiz a c ió n d e loa ccarpos in a n im a d o s ; Se Huido magnético.
puede magnetizar el hierro, loe ir bolea, las llores, el Todo e l m a n d o p u e d e h i p n o t i z a r ! Lo que dice el
agua, etc, — Mucho» doctorea cantan las excelencias doctor Moutln sobre la fuerza de la voluntad.
del agua magnetizada. P a ra probar s i un In d iv id u o es a p to p a r a la
P e ra m a g n e ti z a r un bajo de a g a o : El medio es h l p n o t l z o c l i n ; Varios procedimientos prácticos.
sencillísimo. F u e r z a a tr a c t i v a g F u e r z a r e p u ls iv a ; Dos prue­
P ara m a g n e ti z a r u n a f l o r ! Se consigue fácilmente ba» decisivas para convencernos de il es o no hlpnotl.
y en poco tiempo. cable un individuo.
P a ra m a g n e ti z a r u n á r b o l: Procedimiento em­ D o b la r la s r o d illo s ; Experimento hipnótico fácil de
pleado por el marqués de Puystgur. obtener.
S o n a m b u lis m o n a t u r a l : Su explicación fisiológica. H a c e r b a ja r la c a b e z a : Otfo experimento igual­
Hombres de Imaginación y estudio han creado obras mente fácil de conseguir.
He aquí nuestro más'preciado bien, el
L a salud!
tesoro más grande que todos debemos conser­
var. En tas páginas de este precioso libro encon­
trará usted el remedio que ha de sanar sus malea, y
lo conseguirá sin recurrir a las drogas, bastando,
muchas veces, la decocción de una raíz o de unas
hojas, o la infusión de una planta aromática o de ana
hierba Vulgar y conocida de todos.
Muchas personas nos han escrito dándonos tos
gracias, agradecidas, y han recomendado la obra
a sus mejores amigos. Otras personas han explota­
do ciertos remedios que en esta obra se encuen­
tran; con uno sólo de ellos una mujer de Barcelona,
en muy pocos nilos, ha ganado miles de pesetas.
Como serla muy largo detallar el sinnúmero de
secretos que contiene EL LIBRO DE LOS REMEDIOS
del virtuoso FRAY ANSELMO, damos en la pági­
na stgnienle un reducidísimo extracto de la obra.
PARA GANAR DINERO
p o r h l químico MAX WOLKMANN
STE libro contiene 520 secretas» o sean algunos

E más de lo* que anuncia su título. Todo* han sido


probado* antes de darlos a conocer ai público, par
calo podemos responder de su eficacia. Todas fas fórmula*
pueden ejecutarse en casa» ais aparato*. Ea ata obra se
bailan loe medio* mi* segura* para conservar toda dase
de atanentoe: huevos» pescado, tocino, cara» ostras, etc.» y
toda suerte de inda* y legumbres» ató como toda dase de
líquidos t aceite, leche, vino» vinagre» jarabea» etc. Contie­
ne, además, secretos para quitar toda dase de mancha* y
lavar telas, plumas» sedea» lanas, terciopelo, etc. Para la
destrucción de toda dase de bieboat ratone», cucarachas,
chinches, poillias, moscas, mosquitos» pulgas» etc. Fabrica­
ción de jabonea comunes y de tocador. Fabricación de toda
dase de Unta* par* escribir y dibujar sobre papel, mármol»
metal, ele* tintas simpáticaa. Nota duna» tinta para plu­
ma estilográfica, etc. Fabricación de barnice* de toda*
clases y lacrea de todo* colotes, fino* y económicos. Fabri­
cación de jarabea, licores, bebidas americana* (cocktail»,
whisky» brandy)» etc. Secreto* para ser hermosa: parias»
cremas» depilatorios, cosméticos, dentífricos, etc. Reme*
dios para las enfermedades mi» comunes. La verdadera
tacata para fabricar la milagrosa Agua del Carmen.
JÓ Secreto* raras» antiguo* y modernos. «tó
A coottDtudÓB dsmoe, come muestra, u u pequeña Uxti Fabricad*! de jarabes
compuesta de 200 fónnulujque se encuentran en U obr* Jarabe de frambuesas.—Jarabe de guindas.—Jarabe
de grosellas.—Jarabe de cafó.—Jarabe de agras,—
5 0 0 SECRETOS PARA GANAR DINERO Jarabe de limdn. — Jarabe de granada, — Jarabe de
cidra.—Jarabe de ajenjo.—Jarobe de menta. —jarabe
de azahar, —Jarabe de miel, —Jarabe de vainilla. —
Bceneáis deaóslka Jarabe de almendras. —Jarabe de ponche, etc. —Para
Para coacervar loa huevos durante un afto. —Con­ evitar que los jarabes cristalicen.
servación de la carne.—Conser ración de) trigo.—Con­ FabrlceclÓe de licores
servación de los vinos. —Conservación del vinagre. — 'Aguardiente de Ojén.—Marrasquino. —Knmmel.—
Conservación de la leche. —Para quitar el sabor rancio Benedictiae.—Coñac extra.—Arner picón. —Crema de
a la manteca.—Para quitar la acides del viso. —Man­ va in illaC re m a de menta Crema de cacao.—Crema
ches de grata en loe vestido». —Manchas de cera en el de cofiac. —Curapto. — Ginebra. —Ratafia de angé­
terciopelo. —Manchas de pintura. —Manchas de tinta lica. —Ratafia de cerezas. —Ratafia de dátiles. —Ra­
sobre madera. — Msuchas de tinta sobre papel.— tafia de grosellas. —Rosoli de Torino.— Vermooth. —
Manchas en los grabados impresos. —Modo de limpiar Vino de Champada, —Uitter. —Chámense.
la sedería blanca.—Para limpiar toda clase de prendas
de lana. —Modo de limpiar el terciopelo. —Para que i Bebidas aaericaaat
las gallinas pongan mucho- — Para que las gallinas Absinthe cocktailB randy c o c k ta ilF an c y bran­
pongan en invierno.—Contra las moscas.—Contra los dy cocktail.—Gin cocktail.—Metropolitan cocktail.—
mosquitos. —Contra las pulgas.—Para exterminar las Japanese cocktail. —Jamaica cocktail. — Soda cock­
chinches —Para destruir las hormigas.—Contra las ta il.— Vermouib co ck tail,—Whisky co c k ta il.—
cucarachas.—Para destruir las polillas. —Para matar Whisky Kgg Nogg. — Brandy Toddy. — Hot Brandy
ratas, ratones, etc, — Papel matamoscas. Tody. —Whisky erusta. - Whisky üx —Kirscbwssser
punch.—Champagne punch.—Brandy punch. —Khum
Fabríeadéa de tiatsi: punch. —Curnqao punch. —Gim punen. —Golden íixi.
Tinta negra excelente.—Tinta negra-aaul indeleble
e'final lera ble. —Tinta negra, en polvo, — Tinta para Para ser heroesa
pluma estilográfica, — Tinta para máquina de eacri- Contra las arrugas. —Contra las manchas blancal
bir,—Tinta para escribir sobre marfil.—Tinta china.— de la piel. —Agua de Juventud.—Para quitar las man­
Tinta de oro. — Tinta indeleble para escribir sobre chas ael cutis.—Contra las pecas.—Contra las pecas
cinc. —Tinta para escribir «obre papel fotográfico.— rojea o amarillas. — Para tener la piel fina como el
Tinta para sello de Caucho.—Tinta para escribir sobre marfil. — Depilatorio exeeleate. —Agua que reja ve.
hierro blenco. — Tinta negra para escribir sobre m ár­ nece.—Para dar al cutis la suavidad de la seda.—Agua
mol.—Tinta negra para escribir sobre metales,—Tima de Ninón: embellece el rostro.—Agua de Colonia de
pura escribir sobre cristal.—Tinta para escribir sobre los cinco perfumes. — Agua de Colonia extratina. —
oro y plata. —Tintas simpáticas de todos colores. Agua de Florencia.—Agua de Colonia al limón.—Agua
de Colonia rusa — Agua de violetas. —Vinagre de
[Pabricscttu de iaboaes rose. —Vinagre de lavanda.—Saquitos para perfumar
Jabón de aceite de coco —Jabón de coco a la rosa.— la ropa —Bailo para endurecer las carnes —Agua de
Jabón de almendras— Jabón de malvavisco. —Jabón mar artificio!.—Para la belleza y la salud de los ojos.—
de canela.—Jabón de violetas.—Jabón de miel.—Jabón Para bscer crecer tas pestañas. — Cómo renacen las
liquidó a la glicerinn. —Jabones de locador, etc. cejas caldas. —Para agrandar los ojos.—Para detener
la calda de las pestañas. —Para hacer crecer las pea-
fiara ices y lacres tafias. — Cómo se corrigen ciertos defectos de la
Barniz para toda clase de objetos. — Barnix para naris, — Mari» estrecha. — Nariz abultada— Naris
maderas y objetos de hierro. — Barnix para muebles respingona. — Nariz torcida. — Nariz chica o atro­
de ebanistería. —Barnix para ladrillos. —Barnix para fiada,—Contra la rubicundez de la naris. —Contra el
papel y pergamino. —Barnix de color de oro. —Barniz brillo de la nariz. — Contra los puntos negros de la
para grabar sobre vidrio. — Barnix excelente para nariz. —Naxallna: Rapé para los resfriados. —Hedor
cuadros.—Barnix para instrumentos de música. —Bar- de la naris (ocenai.—Para adelgazar la nariz. —Elixir
nix para dejar la tela transparente. —Lacre blanco.— ara el higiene de la boca.—Para curar el mal olor de
Lacre negro —Lacre amarillo. —Lacre encarnado.—
Lacre azul.—Lacre verde. — Lacre perfumado.
E i boca. —Para qaitsr lo negro de los dientes. —Un
buen dentífrico líquido.—Un buen dentífrico en polvo.—
Los Tiraides, los Irresolutos, los Desgraciados
y todos loa D e s c o n t e n t o s d e l a V i d a
deben adquirir la obra del Profesor R. P. MORRIS
todas sus empresas, lo debe exclusivamente a noce en lengua española referente al Magnetis­
sus esfuerzos; a su Ingenio o a su destreza; a su mo Personal y a la Autosugestión, y constituye
talento o a su audacia, o, en fin, a otras cualida- una verdadera Guia del Éxito.
des cuya posesión es patrimonio de todos, en Adquiere, pues, cuanto antes este precioso
mds o menos grados. curso; léelo con atención, y adquirirás una fuer­
Desarrollemos o despertemos, pues, estas cua­ za de voluntad extraordinaria que hará nacer en
lidades que nos han de ser útiles para vencer en ti la Confianza, el Aplomo, la Audacia, el Domi­
la lucha por la existencia; obremos como nuestro nio y otras cualidades que te permitirán contem­
admirado y feliz vecino y estaremos en el cami­ plar sonriente el porvenir.
no del Éxito, y triunfaremos también como él, Siguiendo los procedimientos de este magni­
pues es axiomático que «las mismas causas pro­ fico tratado, que se titula P ara T riunfar eñ
ducen siempre iguales efectos», la V ida, podrás modificar tu carácter y cam­
Es evidente, pues, que los medios que debe­ biar tu existencia por completo.
mos emplear para que el Destino se BÜane a Ten en cuenta que la Fortuna sólo existe para
nuestros deseos, no son de orden extranatural, aquellos que saben dominarla y atraerla hacia sf
sino que están relacionados con nuestro carác­ y que el éxito depende de uno mismo.
ter, que podemos modificar; con nuestros pensa­ No serás inferior a nadie y serás superior a
mientos, los cuales podemos dirigir, y, especial­ muchos. Vencerás la Timidez. No habrá obs­
mente, con la energía de la voluntad, que pode­ táculos para ti. Sabrás imponer tu voluntad a las
mos desarrollar de una manera prodigiosa. Pero personas q ue antes te dominaban. Te conquista­
para modificar con acierto nuestro carácter, rás la Amistad y la Confianza de tus semejantes.
para pensar siempre útilmente y para querer con Alejarás los Temores, las Desdichas, las Enemis­
persistencia, es preciso saber; y para saber, es tades, y sabrás atraerte en cambio la SALUD,
preciso aprender. Para conseguir esta educación la RIQUEZA y el AMOR.
se ha escrito la obra P ara T riunfar en la Todo esto y mucho más puedes alcanzar st po­
V idal libro verdaderamente práctico, que ense­ nes en práctica las enseñanzas que el insigne
ña tos medios para hacerse dueño del pensamien­ Profesor R. P. Morris da en su obra P ara
to y desarrollar y fortalecer la voluntad, llegar Triunfar en ía V ida ,
al propio dominio y dominar a nuestros seme­ Lector; La Suerte no existe. El porvenir se lo
jantes. crea uno mismo. Decídete y vencerás. ¡Decídete!
Para conseguir estas enseñanzas, de una ma­
Precio de ta obra . ..................... Pías. 5’M
nera fácil, segura y rápida, te recomendamos la
obra titulada Para T riu n far en ta Vida Por correo (certificado).................. * 5 '5 0
que acaba de publicar el ilustre profesor El pedido ha de ir ■«ompeAido de su importe, o Éste debe efec­
tuarse por GIRO POSTAL, o No (dmlHmot «ellos de eorreo.
R. P, Morris. Es el mejor tratado que se co­
.^1^.^"'^''''' ^V ; *' f ^ ^ ":."|j?|

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