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Desarrollo Histórico
1
Rogier, L. J., Aubert y D. Knowles, Nueva historia de la iglesia vol. 2, La iglesia en la edad media (Madrid: Ediciones
Cristiandad, 1984): 224
2
Isaías Rodríguez, Historia de la iglesia católica anglicana episcopal (Nueva York: Ministerio Publico Hispano, 2004) :
29, 30
3
Isaías Rodríguez, Historia de la iglesia católica anglicana episcopal (Nueva York: Ministerio Publico Hispano, 2004) :
32
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Fidel González, Los movimientos en la historia de la iglesia (Madrid, Ediciones encuentro, 1999):69
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Fidel González, Los movimientos en la historia de la iglesia (Madrid, Ediciones encuentro, 1999):70
entre los cincuenta mil y seiscientos mil. Se debe tener cuidado en seguir las estadísticas, pero
la cantidad de guerreros fue de sólo unos pocos miles. 6 Las Cruzadas principales fueron ocho,
además de muchas otras expediciones de menor importancia a las que también se les dio este
nombre.
La segunda cruzada se convocó por las noticias de que los sarracenos estaban
conquistando las provincias situadas a poca distancia del reino de Jerusalén, amenazando la
6
Howard F. Vos, Breve Historia de la iglesia cristiana (Michigan, Editorial Portavoz, 2002):67
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Jesse Lyman Hurlbut, Historia de la iglesia cristiana ( Miami, Editorial Vida, 1970):74
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Isaías Rodríguez, Historia de la iglesia católica anglicana episcopal (Nueva York: Ministerio Publico Hispano, 2004) :
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ciudad misma. Bajo la predicación de San Bernardo de Claraval (Una de las figuras más
grandes del siglo XII, dominó a la Iglesia y al estado desde su monasterio cisterciense y fue
consejero de Reyes, papas, y árbitro de la paz Europea).9 , Luís VII de Francia y Conrado II de
Alemania condujeron un gran ejército para socorrer los lugares santos.10
La conquista de Edesa por Zenguí, sultán turco de Mosul, hizo comprender a la
cristiandad la fragilidad de sus establecimientos en Siria y Palestina. Los ejércitos franceses
partieron de Metz, mientras los alemanes desde Ratisbona; siguiendo el valle del Danubio
arribaron a Constantinopla. En Anatolia, Conrado III fue vencido por los turcos y decidió
regresar a Constantinopla así desde allí embarcar hacia San Juan de Acre.
Un cronista de la época, el emir Usama escribió acerca de este episodio: Los Turcos
arrancaron los cimientos de la muralla septentrional y colocaron en su lugar maderas diversas.
Luego rellenaron los huecos con nafta, brea, grasa y azufre para que se inflamara violentamente
y cayeron todas las piedras. Al la orden de Zangi, prendieron fuego. 11
En la ciudad Santa se reunieron todas las fuerzas expedicionarias. Luis VII y Conrado
III decidieron poner sitio a Damasco. La segunda cruzada, en la que había tantas esperanzas,
constituyó un rotundo fracaso, trayendo como consecuencia la extraordinaria desmoralización
que provocó en Occidente, directamente proporcional al entusiasmo que había suscitado.
Aunque Bizancio fue "oficialmente" culpado del desastre, las críticas no dejaron inmune al
gran promotor ideológico de la expedición frustrada., san Bernardo.12
Tras su victoria sobre Guido de Lusignan en la batalla de Hatin (Junio de1187), los
turcos de Saladino se apoderaron de Jerusalén (Octubre de 1187) y del reino latino. A fines de
1189 el papa Gregorio VIII se apresuró a pedir de todos los monarcas apoyo para recuperar la
Ciudad Santa. Los tres soberanos principales de Occidente eran en aquella época el rey de
Francia Felipe Augusto, el rey de Inglaterra Enrique Plantagenet y el emperador germánico
Federico Barbarroja. Ante la noticia de la pérdida de Jerusalén. Los tres se cruzaron, pero los
dos primeros, distanciados por una antigua rivalidad, no pudieron ponerse de acuerdo y
aplazaron indefinidamente la ejecución de su voto. Federico Barbarroja mostró mayor celo. El
9
Isaías Rodríguez, Historia de la iglesia católica anglicana episcopal (Nueva York: Ministerio Publico Hispano,
2004):31
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Jesse Lyman Hurlbut, Historia de la iglesia cristiana ( Miami, Editorial Vida, 1970):75
11
Juan Ignacio Cuesta, Breve Historia de las Cruzadas (Madrid, Imprenta Fareso, 2009): 120
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Carlos de Ayala, Las cruzadas, (Madrid, Ediciones S.L., 2004): 191,192
11 de mayo de 1189 abandona Ratisbona con un ejército notablemente organizado y
disciplinado que, según algunos cronistas, contaba en el momento de partir cerca de 100.000
hombres.13 Ellos tomaron la ruta del Danubio, a Constantinopla y pasaron al Asia Menor, donde
derrotaron a los turcos cerca de Inconium; pero la inesperada muerte de Federico Barbarroja, un
mes después, al atravesar el río Cnido, en Cicilia, privó a la tercera cruzada de su mejor
estratega.
No tardaron en surgir dudas y desacuerdos entre el monarca inglés y el francés, por lo
que Guido de Lusignan decidió regresar a su país. El problema era bastante más complejo. Al
tiempo que sus reyes aspiraban a soberanías plenas incompatibles con el universalismo
jurisdiccional que defendían papa y emperador, se enfrentaban a una realidad insostenible. 14 La
tercera cruzada se convirtió en una empresa personal del esforzado pero poco hábil Ricardo
Corazón de León de Inglaterra, quien logró derrotar a Saladini en Arsuf, pero no consiguió
conquistar Jerusalén.
Las cruzadas fracasaron porque los reyes y príncipes que conducían el movimiento
estaban siempre en discordia. A cada jefe le preocupaba más sus propios intereses que la causa
común. Otra a causa aun más grave del fracaso fue la falta de un estadista entre estos jefes. No
poseían una visión amplia y trascendente. Todo lo que buscaban eran resultados inmediatos.20
Pese a esto los efectos en la vida cultural general; el comercio floreció de forma
insospechada, y como consecuencia, junto a la nueva riqueza, en Italia, en Francia y en el Rin
se desarrolló la nueva cultura ciudadana, con su burguesía activa y llena de aspiraciones, lo que
19
Howard F. Vos, Breve Historia de la Iglesia Cristina (Michigan, Editorial Portavoz, 2002):68,69
20
Jesse Lyman Hurlbut, Historia de la iglesia cristiana ( Miami, Editorial Vida, 1970):77
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para la historia de la Iglesia revistió una grande casi inestimable importancia. A pesar de las
muchas deficiencias de las cruzadas la vida religiosa experimentó un fuerte impulso. Otro
resultado de las cruzadas fue que los caballeros inferiores y aun los soldados de los diferentes
países empezaron a conocerse entre sí y a reconocer los intereses comunes.
La iglesia aumento considerablemente sus posesiones en toda Europa. Y en la ausencia
de gobernantes temporales, los obispos y los papas ganaban dominio..22
Una de las consecuencias más notables de las cruzadas fue la formación de las órdenes
militares. Estas eran órdenes monásticas, con los votos tradicionales de pobreza, obediencia y
castidad. Pero su característica peculiar era que, siguiendo el espíritu de las cruzadas, se
dedicaban a la guerra.
Las cruzadas también tuvieron importantes consecuencias para la vida de la iglesia y de
toda Europa como la enemistad creciente entre el cristianismo latino y el oriental. En sus
inicios, las cruzadas surgieron, en parte al menos, del deseo de acudir en auxilio del Imperio
Bizantino, amenazado por los turcos. A la postre probaron que los latinos eran también una
seria amenaza para ese Imperio. 23
Las cruzadas constituyen, sin duda, un tema de permanente actualidad, y ello por varios
motivos. Se trata de la primera y más decisiva de las grandes confrontaciones entre dos
mundos que se concebían a sí misinos como antagónicos: cristiano e islámico, mundos,
no lo olvidemos, en los que las sociedades actuales reconocen algo sustantivo de su
propia tradición histórica. 24
Creo que aparte de su repercusión en la historia las cruzadas fueron las primeras
oportunidades que tuvieron estos dos mundos de unirse culturalmente rompiendo lo exclusivo
de sus propias ideas. La confrontación se dio en el plano secular y religioso pero las
coincidencias fueron aprovechadas, en nuestro contexto muchas veces estamos formado
murallas a nuestro alrededor incluso estamos saliendo a luchar religiosamente irónicamente en
21
Joseph Lortz, Historia de la Iglesia (Madrid, Ediciones Cristiandad, 1982): 397
22
Jesse Lyman Hurlbut, Historia de la iglesia cristiana ( Miami, Editorial Vida, 1970):78
23
Justo González, Historia del cristianismo, Tomo I: “Desde la era de los mártires hasta la era de los sueños frustrados
(Miami, Unilit, 1994):185
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Carlos de Ayala, Las cruzadas, (Madrid, Ediciones S.L., 2004):11
el mayor de los caso sin siquiera conocimiento de causa, sin profundidad de vida cristiana y de
conocimiento, debemos de buscar llegar a ese otro mundo no a conquistar, no a imponer sino a
compartir.
De igual manera Ayala asevera:
Los cristianos de hoy en base a esta afirmación nos hemos visto en el lado opuesto,
mientras que la gente se mofa de nuestro Dios, se burlan de su santidad mediante programas de
tv, corrientes nuevas de pensamiento, ante esto no somos capaces defenderla hasta hemos
llegado a acomodarnos, no somos capaces ni siquiera de empezar una “defensa” haciendo
apología de lo que creemos, menos aun haremos una cruzada cristiana en el sentido estricto de
la palabra.
Joseph Lortz, ex catedrático en la universidad de Münster en Westfalia expone:
Las cruzadas hicieron que Occidente, en cierto sentido, se haya convertido finalmente
en una sola cosa, y lo esencial de esta unidad era cristiano eclesiástico; así, toda obra
realizada en pro de este organismo, el Occidente cristiano entraba en el ámbito del
proceso cristiano de la salvación. 27
25
Carlos de Ayala, Las cruzadas, (Madrid, Ediciones S.L., 2004):17
26
Joseph Lortz, Historia de la Iglesia (Madrid, Ediciones Cristiandad, 1982): 388
27
Joseph Lortz, Historia de la Iglesia (Madrid, Ediciones Cristiandad, 1982): 392
Esto nos demuestra cuán profunda fue en la edad media la implicación de lo espiritual
en lo temporal y cuántas dificultades acarreaba esto a lo religioso. Hoy se nos es difícil saber
con exactitud material el límite entre estas dos esferas por todos los conceptos que se nos han
enseñado, pero mientras tratamos ilusamente de encontrar un camino para nuestro cuerpo y otro
para nuestro espíritu, en aquella época la entrega fue total, no correcta en propósitos pero
integral no como hoy que perdemos el tiempo en definir si alzar las manos tiene alguna
implicación espiritual o no.
A los contemporáneos les parecieron las cruzadas una empresa «divina», en modo
alguno humana. Siguiendo concepciones veterotestamentarias, los cruzados se
identificaban a sí mismos con el «pueblo elegido» y sus jefes eran comparados con
Moisés y Aarón.28
Hoy nuestro papel como nuevo pueblo de Dios nos queda grande, estamos en una
época donde la iglesia se maneja empresarialmente descuidando las bases espirituales de las
mismas, estamos más al tanto de los resultados cuantitativos que los cualitativos, nuestra
empresa ya no se basa en hacer discípulos sino en buscar ser la iglesia más grande. Si
tomáramos nuestra tarea como divina, nuestra preparación espiritual seria en serio, nuestros
devocionales seria una experiencia especial y nuestro testimonio seria el que llenara nuestras
iglesias, casi vacías, eso sería ser de verdad un pueblo de Dios.
Finalmente podemos afirmar que el concepto de defender el cristianismo mediante la
acción militar es difícil de imaginar o de apoyar con la Biblia, pero algo más fácil luego del 11
de septiembre de 2001. Por esto muchos de los cristianos mayormente católicos piensan hoy
en Las Cruzadas con remordimiento y vergüenza. Incluso el Papa, se ha disculpado ante los
musulmanes, y todos los demás, por los sucesos que rodearon a las Cruzadas. En las mentes de
muchos, las Cruzadas fueron un gran fracaso que no logró las metas de recuperar
permanentemente Jerusalén y las Tierras Santas. Nos gustaría tener respuestas de blanco o
negro a las preguntas que nos inquietan, pero las Cruzadas nos presentan una gran colección de
sucesos, motivaciones y resultados que hace que sea difícil encontrar respuestas sencillas.
28
Joseph Lortz, Historia de la Iglesia (Madrid, Ediciones Cristiandad, 1982): 393