■■■I

AJEDREZ CONTEMPORANEO j
x: «■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■■i
-POR-r
M
H
X ■

a
m
«'
X
AlXZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZIXZZZZZZ;

■
X' i ■
X BUS

Mr. Blackburne
■
Wi » I l '■
X Ul ■
X ■ EN LA HABANA
X ■
X ■
X ■ Y
X ■ H
X ■
X ■
X ■ EL CABLE-MATCH
X ■
X ■
X 4■

Ír XI ■

f. XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXKXXKXXXXXX
IMPRENTA Y PAPELERIA "LA UNrVERSAI
v(fniuiiniiiiHiiiuu»nimnnninMnmi_
^5* i . 11 I I U LÜ ujuxlOxíjuxijlu I i
l •>-r^JRUIZ Y HERMANO, SAN IGNA
IGNACIO IS.»1*' »

á x ¡, ' •.'«, ¡ 44Í4 CU ' j1 . i,'-,

1891 '
 ¿-Ti- v< ion Uúiversity

Librar!/

EL AJEDREZ EN CUBA.

ir. J. H. falíhrne en la Habana,

ARTICULOS PUBLICADOS EN EL "DIARIO DE LA MARINA,"

CON MOTIVO DE LA TEMPORADA DE AJEDREZ DE 1891

POR

INORES CLEMENTE VAZQUEZ,

PRESIDENTE del CLUB de AJEDRECISTAS de MEXICO

y miembro honorario del de la Habana.

■ ■

: :■. :■ ■: ■
mr.m ■ ■::

IMP. Y PAPELERIA "LA UNIVERSAL," DE RUIZ Y HNO.

SAN IGNACIO NUMERO 15, ENTRE OBRAPIA Y OBISPO.
1891.
 AJEDREZ EX CUBE.

(POR ANDRES CLEMENTE VAZQUEZ.)

LA TEMPORADA DE 1891.
VISITA DE MR. J. H. BLACKBURNE.

ARTICULO PRIMERO. merecidísimo, porque los eximios

'ESDE hace cuatro años pre
valece la costumbre de que en
los meses de Diciembre, Enero y Fe
brero, el distinguido, y más que dis
tinguido singular Club de Ajedrez de
la Habana, invite á los grandes maes
tros del ajedrez moderno, ora para
jugar aquí matches famosos entre
ellos, cuyas partidas reciben después
con ansiedad—por telégrafo — los
periódicos mas notables del mundo,
y que estudian y comentan con de
lectación los profesores y los aficio
nados en el difícil arte de Caissa; ya
para batirse con los aventajados
ajedrecistas de la culta, elegante y
simpática capital de la Isla de Cuba.
Por ese noble entusiasmo, por tan
generoso proceder, no superado, ni
igualado siquiera por ningún otro
club de Ajedrez de Europa ó- Amé
rica, el insigne Steinitz saludó un
dia desde las brillantes páginas de
su International Chess Magazine,
al expléndido Club que preside el
ilustre maestro Sr. D. Celso Gol-
mayo, con el dictado de Eldorado
del Ajedrez eii el siglo XIX; título
luchadores extranjeros al penetrar
por las puertas del Casino de pensa
dores de la Habana, no sólo encuen
tran justas y amplias retribuciones
pecuniarias en premio de su trabajo,
sino el trato más afable, y el afecto
más respetuoso.
En ello gasta anualmente el hos
pitalario Club, sumas relativamente
enormes. Sus cajas, por lo regular,
contienen fondos suficientes para su
decoroso mantenimiento; pero cuan
do se acerca la temporada anual; cuan
do el calor tropical va cediendo en
sus exacerbaciones, cuando el otoño
se anuncia con sus tardes templadas
y sus noches casi frias, la Directiva
del Club se reune, analiza los éxitos
alcanzados en las últimas luchas in
ternacionales por los profesores más
conspícuos, y así como en otras épo
cas las Universidades de Bolonia ó
de Salamanca ponían el sello del
saber á sus escogidos, la expresada
Directiva decreta con úkase inape
lable, quién ó quienes han de ser
entonces el objeto de los cumpli
mientos del alto tribunal del ajedrez
contemporáneo. La honra ha lle
 4
gado á ser tan señalada, que directa
y expresamente la solicitan ya, to
dos los años, jugadores eminentes.
Ser llamado por ese Club, es lo mis
mo que conquistar la patente indis
cutible de la notoriedad. Por lo
tanto tal distinción se recuerda en
periódicos y libros con admiración
y aplauso; sintiéndose por ello los
que llegan á recibirla con tanto re
gocijo, como aquellos vivaqueado-
res de Arcole, de Austerlitz, y de
otras grandes batallas, insensibles
ante sus heridas, pero inmortalmen-
te emocionados con el reflejo infini
to de sus hazañas. Y sin embargo,
se extrañará que no siendo rico el
Club pueda hacer gastos tan consi
derables. La explicación del fenó
meno es sencilla. Hay á la sombra
de la asociación Mecenas generosí
simos. Los dadivosos han sido á
veces El Casino Español de la Ha
bana y el Unión Club. Otras oca
siones, mejor dicho, siempre, perso
nas tan opulentas como los señores
D. Julio Hidalgo, I). Enrique Conill
y D. Arístides Martínez, se han sus
cripto en un momento con fuertes
cantidades. Otro tanto han hecho
en la medida de sus recursos, los
dignos miembros del Club, comen
zando por su generoso Presidente;
y de esa manera, en pocas horas, á
veces en pocos minutos, se acuerda
y vota la candidatura; se forma el
presupuesto de los gastos; se abre y
se completa la lista de suscriptores,
se dirigen cablegramas á los desig
nados, con la invitación de estilo; se
les gira por telégrafo la suma nece
saria para el viaje, y á los quince ó
veinte dias de concebido el pensa
miento, tenemos en la Habana, al
frente de nuestras mesas de ajedrez,
(las mejores y mas lujosas del mun
do) al campeón que semanas ántes
se hallaba en las ciudades regadas
por el Támesis, el Neva ó el Da
nubio.
El alma de las negociaciones por
parte del Club cubano, es su hono
rable Secretario y Tesorero D. Adol
fo Moliuer, tan hábil como agrada
ble, tan activo como inteligente. El
es el Von Caprivi de los políticos
del ajedrez. Le conocen, le escriben
y le estiman los campeones ajedre
cistas de todas las naciones, y pues
to que lo mismo se expresa en la
lengua de Byron, que en la de La
martine ó en la de Crispí, todo se le
facilita y se le allana, ante los im
pulsos vigorosos de su voluntad in
quebrantable y ante la seguridad y
perfección de sus procedimientos.
He ahí por qué el Club de ajedrez
de la Habana es la figura principal
— Caput Stipitis—de todos los Clubs
de esa clase, sin excluir á ninguno
de Europa ó de los Estados Unidos.
Negarlo sería imposible entre auto
ridades bien informadas.
En este año, descompuesta la
combinación para un gran match en
la Habana, entre el jamás vencido
campeón universal, Herr Steiuitz,
y el laureado Dr. Tarrash, Cham
pion de Alemania, á causa de ocupa
ciones profesionales del último, el
nombre de Mr. Blackburne, Cham
pion ingles, brotó de los labios del
aventajado diletantte Alberto Ponce
y todos lo acojimos con positivo ju
bilo. Esto pasaba á mediados de
Enero del corriente año. El cable
llevó nuestra invitación aXSimpson' s
Divan de Lóndres, y el veterano
gladiador dirigió al Club de Ajedrez
de la Habana, tres cablegramas
concisos hasta no poder serlo mas,
que pintan perfectamente su carác
ter. El primero desde Londres, pa
ra aceptar la invitación, diciendo
únicamente Yes\ el segundo al aban
donar á Lóndres: — Teutonic (indi
cando el nombre del vapor en donde
se embarcaba), y el tercero al salir
de Nueva York con dirección á esta
capital, concebido en los términos

siguientes : «Moliner. —Habana. —
Washington, (es decir, que vendría
en el vapor americano City of Was
hington.)
¿Se desea saber quien es Mr.
Blackburne?
Por su alta estatura y sus no me
nores grandes hechos, se le denomina
El Gigante en los Estados Unidos.
Más bien delgado que gn1eso, cami
na con lentitud, como retratando así
la calma y la seguridad de su espíri
tu. El rostro suyo es blanco y en
cendido, con mejillas netamente an-
glo-sajonas. Cuando se descubre la
cabeza se le ve pelo escaso, finísimo
y canoso. Revela en general una
actitud sencilla, modesta y apacible.
En sus labios hay constante, pero
casi velada sonrisa. En su frente se
dibujan las arrugas del meditador.
Si examinais su mirada, observareis
en ella la languidez del cansancio,
semejante á la del viejo cazador ó
antiguo marino que ha fijado la vis
ta muchas veces y durante numero
sas horas en unos mismos é invaria
bles horizontes.
Hemos leido que J. H. Blackbur
ne nació en Manchester el 10 de Di
ciembre de 1842; que si Philidor lle
gó á jugar tres partidas simultaneas
á la ciega (blindfold ganies) siendo
el encanto y la admiración de la vo
luptuosa corte de Luis XV, él ha
conducido del mismo modo d1ez y
se1s contra fuertes ajedrecistas, sin
perder ninguna, y anunciando un
mate brillantísimo en 17 movimien
tos ! zie y Zukertort.
En los últimos 20 años su nombre
ha sonado con gloria inmarcesible
en todos los grandes Congresos de
ajedrez, de carácter universal. Des
de 1868 ya pudo obtener en Inglate
rra la copa del Championship y un
premio preferente en el Torneo han-
dicap de la British Chess Associatioi1.
En Baden-Baden, en 1870, quedó en
el primer lugar, ex-ceqno con Neu-
5
mann. En el Torneo universal de
Lóndres, de 1872, Steinitz obtuvo
el primer puesto, y él el segundo.
En el de Viena de 1873 Steinitz y
él alcanzaron juntamente la supre
macia, por 20 partidas ganadas, pero
en el pequeño match complemen
tario y decisivo, el formidable bo
hemio le dejó en segundo término,
por un juego de ventaja.
Celebróse en 1873, en la ciudad
de Lóndres {Master' s Tournament
at Simpson' s Divan) un Congreso
que dió mucho que hablar á periódi
cos y á comentaristas, y en él logró
conquistar Mr. Blackburne, el pues
to más distinguido.
En Wiesbaden, en 1880, se divi
dieron los tres primeros premios
Blackburne, Englisch y Schwarz.
En 1871 se batió con Gunsbergen
un match, dando á este la ventaja de
dos juegos ganados para siete.
En Berlín, en 1881, alcanzó el
más alto puesto, con dos juegos de
excedencia, en un Torneo, al cual
concurrieron 27 profesores, entre
ellos los eminentes Mason, Paulsen,
Schallopp, Tchigorín, Winawer y
Zukertort.
En Viena, en 1882, Mr. Black
burne quedó en el 6o. lugar, pero es
to se debió á muy acerbos padeci
mientos físicos, y á que por cortísi
ma diferencia Steinitz y Winawer
resultaron empatados para los pre
mios 1? y 2? y á que en análogos tér
minos se equipararon respecto de los
premios 3?, 4? y 5? Mason, Macken-
No fué uno de sus más pequeños
triunfos el conseguido en el Congre
so de París en 1878, pues si le supe
raron para los premios 1? y 2? Zu
kertort y Winawer con 16j¿ juegos
ganados, el quedó por encima de to
dos los demás ilustres antagonistas
del concurso, con 14^ partidas fa
vorables en su score.
No pudo tomar parte en el Torneo
 6

universal de Leipzig de 1877 (Jubi por tres juegos contra uno, y cinco
leo de Anderssen) pero el año de tablas.
1883 se batió en Londres ganando ¿A qué debe atribuirse esa diver
i6y$ juegos y el tercer premio, con sidad é inconstancia en los éxitos
tra 22 ganados por Zukertort (pre que han marcado el paso de Mr.
mio primero). El mismo año de Blackburne, por los más reñidos y
1883, Winawer le arrebató el primer celebérrimos combates de maestros?
puesto, en Nurenberg, por solo un A dos motivos poderosos y esencial-
juego tablas de ventaja, pues si la lísimos: á su salud, muchas veces
anotación del profundo polaco llegó quebrantada, y al abuso mental, que
á 14 victorias, la suya arrojó un re ya los médicos le han prohibido, de
sultado final de 13^. jugar diez, doce y más partidas si
En Frankfort, su íntimo amigo el multáneas, sin ver piezas y tableros.
capitán Mackenzie ganó esforzada Por eso en la Habana se le rogará
mente el primer premio, sumando que no juegue más de ocho, esfuer
15 juegos que le fueron propicios, zo ya casi sobrehumano, á donde
pero por 13^ ganó el premio 2? solo pudieron llegar en sus mejores
Mr. Blackburne, cx-eequo con el tiempos los Morphy y los Zukertort,
austriaco Weiss. los Rosenthal y los Tchigorin.
Gunsberg venció en el torneo de
maestros de 1885, verificado enHam- ARTICULO SEGUNDO.
burgo. Doce partidas ganadas le
dieron el primer puesto, mientras Como justo homenaje á los por
que por once y media adquirieron el tentosos poderes creadores y de com
2" Blackburne, Euglisch, Mason, binación del champión Mr. Black
Tarrasch y Weiss. burne, véanse las dos siguientes
En Breslau (1889) Blackburne, de partidas, tan bellas como correctas,
nuevo enfermo, sólo ganó 9 juegos, efectuadas en el 6? Congreso Ameri
mientras que Tarrasch (premio pri cano.
mero) obtuvo un scorc de 13. EJEMPLO I.
En Manchester, á fines del mismo
año de 1889, algo ya repuesto de sus Nueva York, 5 de Abril de 1889
dolencias el ilustrado adalid, alcan
za el premio 2" con 12 J¿ juegos, ga GAMBITO DE LA DAMA, REHUSADO.
nando 1,500 francos, á la vez que
Tarrasch conquista perseverante- BLANCAS. NEGRAS.
merite el primero, y 2,000 francos,
venciendo en partidas, sin per I. H. Blacüburae, S. Llpsclntz.
der ninguna.
El sexto Congreso americano, efec 1—P 4 D 1—P 4 D
tuado en Nueva York en 1890 sólo 2— P 4 AD 2— P 3 R
produjo á Blackburne un 4? premio, 3—CD 3 A 3—CR 3 A
porque Gunsberg quedó sobre él, 4—CR 3 A 4— P 3 CD
como tercer premio, con medio jue 5—A5C 5— A 2 R
go de ventaja, y Tchigorin y Weiss 6—P 3 R 6—A 2 C
resultaron (ex-erqud) dueños del pri 7—TD 1 A 7— CD 2 D
mero y del segundo. 8—P x P 8—P x P
Poco antes de salir para la Haba 9—A 3 D 9— 0 O
na, aceptando un reto del distingui 10—O O 10—C R 5 R
do Lee, le venció en magnífico match 11—A 4 AR 11—P 4 AD
 7

12—D 2 R 12—P 4 A ción, de sorpresa y de duda. Se abrió

13—TR 1 D 13—P 5 A el pliego. Se vieron en efecto con
14—A x C 14—PA x P signadas las maravillosas evolucio
15—CR 5 R 15—C 3 A nes, que van á seguir, y Mr. Lips
16—P 4 CR 16—D 1 R chutz se rindió, entre las aclama
17—D 1 A 17—A 3 D ciones consiguientes de extraordi
18—P 3 TR 18—TD 1 D nario entusiasmo, por el genio
19—D 2 C 19— P 4 CD portentoso del leader británico.
20—CD 2 R 20—P 5 C
21—CD 3 C 21— C 2 D EJEMPLO II.
22—C x C 22—TD x C
23—C 2 R 23—A x A GAMBITO DE LA DAMA REHUSADO.
24—C x A 24—TD 2 A R
5 C 25—TD 4 A
26—R 1 T 26—P 4 TD (Partida jugada en Nueva York, el
27—TR 1 C 27—A 1 A j de abril de 1889.)
28—D 3 C 28—D 5 TD
29—P 3 C 29— P x P BLANCAS NEGRAS
30—P x P 30—D x P
31—TD 7 A 31— P5T(*) Mi. BlacHrarne. Mi, Showalter.
32—P 6 Cü 32—P 3 T
33—T x Pf 33—R x T
34—C 5 Tf 34—T x C 1— P 4 D I--P4 D
35— D 7 Af 35—R3A 2—P 4 AD 2--P3 R
36—D 6 Df 36—A3R 3—CR 3 A 3"-CR 3A
37—D x Tf 37 —A2A 4—CD 3 A 4"-P4 A
38—Dx Att 5—A5C 5--P X PD
6—D x P 6--CD 3A
(*) En este momento ocurrió un 7—D4T 7--P5 D
hecho muy singular. Teniendo que 8—000ü 8-—P4 R
suspenderse la partida por ser hora 9—P3R 9" -A 4 AD
de comer, Mr. Blackburne meditó su 0— P x P 10--P X P
jugada 32? y la apuntó en un pliego, 1— CD 5 D 11 -D4 T
el cual fué colocado dentro de un so 2—A x C 12--P X A
bre que se lacró y selló en la forma 3—CD x Pf r3"-R 1 A
de estilo. Después de ^la comida, 4—T 1 R 14--A 3 R
todos los jugadores americanos y 5—Tx Aü 15--P X T
demas amigos de Mr. Lipschutz que 6—D 6 Tf 16--R 2 A
se hallaban presentes, felicitaron á 7—CR 5 Ct 17--R 2 R
este por la v1ctoria que les parecía 8—D 7 Cf
indudable en favor suyo, dada la po
sición del juego pendiente, por. el Y las blancas ganaron.
formidable avance de los peones ne
gros del lado de la dama. ¿No lo Estas partidas admirables serán
crée Vd. así? preguntaron varios á consideradas ert todo tiempo, como
M. Blackburne. Y el gigante con verdaderos monumentos del arte clá
testó: tan no lo creo, que al escribir sico del ajedrez.
mi jugada secreta, he anunciado Al saludar de cerca, y personal
mate EN SIEET mov1m1entos. Si mente á Mr. Blackburne, cumpli
guió á esto un murmullo de admira mos uno de nuestros deseos más vi
 8
vos y vemos realizadas algunas ilu
siones de la juventud. Apasionados
adoradores de la Escuela antigua; de
aquella escuela brillante é impetuo
sa cuyo fin no era sólo ganar, sino
ganar bien, haciendo ó por lo menos
intentando maravillas, como Coch-
rane, como Der Lasa, como Hans-
tein, como Anderssen, como Mor-
phy, hallamos en las ardientes con
cepciones de Mr. Blackburneel fuego
de una imaginación meridional, que
no parecía nacida en los hielos de la
rica Albión, sino calentada por los
rayos deslumbradores del mar de
las Antillas ó del Golfo de Méjico.
¡Cuántas veces repetimos sohre el
tablero de ajedrez, siendo nosotros
principiantes todavía, los juegos sor
prendentes del hijo de Manchester!
¡Cuántas veces leímos con emoción,
los comentarios puestos á sus juegos,
por sabios como Zukertort, Potter
y Steinitz! Fué nuestro principal
maestro en la tierra del Anáhuac,
el malogrado inglés Mr. W. Carring-
ton, compatriota, amigo, y quizás
profesor de Mr. Blackburne. Con
Carrington aprendimos á admirarle,
y por lo tanto á temerle. Aquellos
dioses del ajedrez antiguo se van ya.
La Escuela moderna, circunspecta,
tibia, meticulosa—y ¿por qué no de
cirlo francamente? — egoista tam
bién, buscando tablas, aspirando á
no perder, ha puesto un dique al
vuelo de genios como Tchigorin.
Pero Mr. Blackburne ni abjura, ni
abdica, ni se arrepiente. Su estilo de
hoy es el mismo de siempre, sor
prendente, espiritual, fascinador.
Militan en su gremio el nervioso
champión ruso, y el inolvidable en
fermo de Asheville, Mr. G. H. Mac-
kenzie, porque les beaux sprits se
rencontrent. La Escuela de ellos se
rá en todo tiempo la Escuela de
nuestros cariños, de nuestras simpa
tías, de nuestros más sinceros y re
cónditos entusiasmos, porque aun á
riesgo de que algun partidario de las
censuras de Horacio, nos echase en
cara la adoración del pasado—lauda-
tor temporis acti—nosotros continua
remos prefiriendo una derrota de
Rlackburne á una victoria de En-
glisch, un final delicado de Hartwitz
á una interminable defensa de Leff-
mann ó de Weiss. Pensamos que el
espíritu del hombre se debe osten
tar en las ciencias, en las artes, en
las industrias, lo más grande, lo más
sublime que á las generaciones les
fueren posibles, y Mr. Blackburne
aunque deje de obtener primeros
premios en algunos torneos, por fal
ta de paciencia ó de salud, podrá de
cir satisfecho despues de jugar y ga
nar doce, catorce, diez y seis partidas
simultáneas á la ciega: esto, en toda
la humanidad, solo yo es quien ¡o ha
ce. Ser el único ¡qué gloria! Y que
ese genio singular y portentoso sea
en estos momentos nuestro agradeci
do huésped, ¡qué satisfacción tan in
tensa y tan justificada para el incom
parable Club de ajedrez dela ciudad
de la Habana!
ARTICULO TERCERO
En la noche del sábado 14 del co
rriente, y ante numerosa y distingui
da concurrencia, comenzó el match
(que promete ser muy notable) entre
el renombrado champion inglés mis-
ter J. H. Blackburne y el célebre
campeon español Sr. D. Celso Gol-
mayo. Del respetable grupo de
personas prominentes que honraron
esa noche con su asistencia los her
mosos salones del Club de Ajedrez
de la Habana, debemos citar á nues
tros apreciables amigos y honorables
colegas, los Sres. Arturo de C. Cro-
we, Francisco C. Schmidt y J. F.
Berudes, Cónsules generales respec
tivamente, de Inglaterra, Rusia y
Austria-Hungría.
Se ha convenido que ganará el
match, quien primero anotare en su
 9

favor cinco partidas, con exclusión primera del match á que nos referi
de tablas. El tiempo estipulado mos :
para la lucha, será el de una hora GAMBITO ESCOCÉS.
para cada veinte movimientos de
cada ladD, según la costumbre más Habana, 14. de Febrero de 1891.
generalizada en matches y torneos. BLANCAS. NEGRAS.
Al dar las siete de la mencionada
noche en el cronómetro del Club, la Blacktene.
expectación y la ansiedad entre to
dos los amateurs que presenciaban 1—P 4 R 1—P 4 R
el acto, eran sin duda grandísimas. 2—CR 3 A 2—CD 3 A
Fué nombrado el Sr. Dr. D. Anto- 3—P4D 3—P x P
niojover para proponer á Mr. Black- 4—CR x P 4—CR 3 A (1)
burne la elección de colar, por me 5—CxC 5—PC x C
dio 3e la suerte de costumbre con 6—A 3 D 6—P 4 D
un peon negro y otro blanco, y ha 7—P x P 7—P x P
biendo tenido aquel la desgracia de 8—A 5 CDf 8—A 2 D
escoger el primero, es decir, el ne 9—A x Af 9—D x A
gro, tocaron al Sr. Golmayo las pie 10—O O 10—A 2 R
zas blancas y en consecuencia la sa 11—C 2 D 11—O O
lida. Por supuesto que esta peque 12—C 3 C (2) 12—P 4 A
ña ventaja nos agradó á todos los 13—A 5 C (3) 13—TD 1 A
amigos del adalid español, y diga 14—P 3 AD 14—P 3 TR
mos para ser justos que al parecer no 15—A 4 T 15—P 4 CR
le desagradó por benevolencia y cor 16—A 3 C 16—TR 1 D (4)
tesía al mismo Mr. Blackburnc. 17—TR 1 R 17—C 5 R
Por especial comisión del Presi 18—D 2 R 18—A 3 A
dente de la Prensa Asociada de Nue 19—TD 1 D (6) 19—C x A
va York, se hallaba allí un delegado 20—PT x C 20—D 5 TD? (8)
suyo, enviado por el Diario de la 21—D 3 A! (9) 21—D 3 A (10)
Marina, (el señor Agüero) encargado 22—C X P 22 —A X P
de transmitirle por telégrafo el nom 23—PxA(n) 23—DxC
bre del jugador que tuviese la sali 24—TR 5 R 24—D x PAD
da, la clase de apertura planteada, 25—TR x PD 25—TR x T
el número de movimientos que se 26—D x T 26—T 1 R
hiciesen y, por último, el resultado 27—R 2 T 27—D 4 R
definitivo de cada juego. 28—P 4 TD 28—D x D
L,a partida primera del match, 29—T x D 29—T 2 R
segun se verá en seguida, ha sido 30—T 6 D (12) 30—R 2 C
más bien que un combate reñido, un 31—T 6 T 31—P 5 C
verdadero tanteo, un reconocimien 32—P 3 A 32—P 4 T
to mútuo de estilos y de fuerzas. 33—R 1 C 33—P 3 A
Terminando en tablas, equivale en 34—R 2 A 34—R 3 C
realidad á un triunfo para el señor 35—T 5 T 35—R 3 T
Golmayo, pues basta para vencer 36—T 5 AD 36—R 3 C
ponerse en frente de un leon como 37—T 4 A 37—R 4 C
Mr. Blackburne, en actitud hostil, 38—T5At(13) 38—R3C
y salir ileso, y por lo tanto, con glo Y habiendo propuesto tablas mis-
ria, de sus garras. ter Blackburne, el Sr. Golmayo las
He aquí la mencionada Partida admitió.
 10

NOTAS POR A. C. VAZQUEZ. BLANCAS. NEGRAS.

[Steinitz.] [ZnHertort]
(1) Defensa introducida en la
práctica y analizada por vez prime
1—P 4 R 1— P 4 R
ra por el profesor Berger, de Graz,
2—CR 3 A 2—CD 3 A
(Styria). Zukertort la empleó con 3—Px P
3—P4D
éxito contra Steinitz en el segundo 4—CR 3 A
4—CR x P
juego de su célebre match de 1886. 5—A5C
5—CD 3 A
Puede verse un profundo estudio del 6—PC x C
6—C x C
asunto en The International Chess 7—P4D
7-A3D
Magazine, volumen III, pág. 353. 8—P x P
8—P x P
En nuestro Análisis delJuego de
9—0 0 9—0 O
Ajedrez, tercera edición, tomo II,
10—AD 5 CR 10—P 3 A
página 23, recomendamos —con vis
11—C 2 R 11—A 3 D
ta de autores selectos— que el plan 12—P 3 TR
teo de que se trata se verifique de 12—C 3 C
13—A 2 D 13—C5 C!
este modo:
An excellent move—exclama Stei
1—P 4 R 1—P 4 R nitz —which gives the second player
2—CR 3 A 2—CD 3 A a slight advantage.
3—P4D 3—P x P (2) Nos parece que habría sido
4—CR x P 4—CR 3 A mejor situar ese caballo en la terce
5—CxC 5—PC x C ra casilla del alfil del Rey, tanto
6—A 3 D 6—P 4 D para el ataque como para la defensa.
7—D2 R! 7—A 2 R Este mismo planteo fué empleado
8—O O 8—0 O en la partida VII (jugada en la Ha
9—A 4 AR 9—TR 1 R bana el 22 de febrero de 1888) del
tercer match Mackenzie-Golmayo;
Pudiendo contestar las negras conduciendo el último las piezas
también, en vez de T1R, 9—T1CD, blancas. Aquella partida terminó
como lo hicieron Zukertort y Black- en tablas. Steinitz creyó conve
b.urne jugando en consulta contra niente reproducir dicho planteo en
Steinitz y Potter, en cuyo caso la la columna 21, página 66, tomo 1
partida siguió así: de su Modern Chess Instructor, ha
9—T 1 CD ciendo el siguiente comentario, des
10—C 2 D 10—T 1 R pués del movimiento de las blancas,
11—P5R 11 —A 1 A 12 —C 3 C, favorable al Sr. Golma-
12—C 3 C 12—C 2 D yo: «Jl e slightly prefer white, who-
13-A 3 C 13—P 4 AD &c se pawns on the queetís side are
conipact, while the black pawns are
Sin embargo, á nuestro juicio, la separatcd.
manera que tienen las negras, ó sea El Sr. Golmayo opina que si bien
la defensa, de adquirir pronta y se es cierto que con la referida evolu
guramente la ventaja, es ejecutar ción el caballo de la dama del pri
cuando fuese posible, los siguientes mer jugador queda fuera de un enér
movimientos que Zukertort empleó gico ataque, tambien es verdad que
en su referido juego en contra de evita que el enemigo pueda estable
Steinitz: cer el temible contra-ataque cuya
base sea A 4 AD.
 11

(3) Hubiéramos preferido A 4 A las blancas podrían replicar enton

con el plan de continuar P 3 AD y ces 23—T x C.
A 3 C. De ese modo se evitaba el (8) Funesto para Mr. Blackbur
ataque probable de TD 1 CD. ne y conseciiencia de la rapidez con
(4) El sistema natural y enérgico que en ese instante crítico quiso ju
de Mr. Blackburne parecía ser en gar el Champion de Inglaterra.
nuestro concepto C 5 R y P 4 AR. (9) El movimiento exacto. Mr.
(5) Respetando como es debido Blackburne confesó no haberlo pre
el saber de Mr. Blackburne, nos visto.
atrevemos, sin embargo, á decir que (10) Tal vez hubiera sido más
con este débil movimiento se impi sólido R2C, con ánimo de tomar
dieron las negras á si mismas el ade después con su reina el peón de la
lanto de su peón del alfil del Rey, torre de la dama, en cambio de otro
perdiendo desde luego las ventajas peón que aprehendiesen las blancas.
de posición adquiridas, y dando lugar (n) El Sr. Golmayo supone que
al Sr. Golmayo para ganar algunos le habría convenido más haber juga
tiempos y lograr el desarrollo expe do: 23—D x A. A primera vista hu
dito de sus piezas; ventajas que co biera podido creerse que las tablas
menzaron para el profesor inglés— se aseguraban con TR7R, pero no se
si no estamos equivocados —desde lograba de ese modo tal objeto.
que las blancas hicieron su jugada Ejemplo:
12 ó lo que es lo mismo: C 3 C. ¿No
23—TR 7 R 23—A 3 A
habría sido más fuerte para Mr.
24—TR 6 R 24— P x T
Blackburne en vez de A 3 A— 18—
25— D x A 25—D x C
TR 1 R?
26— D 6 Ct 26—R 1 A
(6) Muy bien jugado, aunque no 27—D 6 Af 27—R 1 R
habría sido malo C 2 D. Desde es 28—D x PRf 28—D 2 R
te momento la partida— salvo des 29—D 8 Cf 29—R 2 D&
cuidos—es de todo punto imperdible
para el hábil Presidente del Club. (12) Después de terminada la par
(7) El Sr. D. J. J. Machado, exa tida nos dijo el Sr. Golmayo que á
minando con nosotros esta situación su juicio ésta había sido una pérdida
de la partida, llegó á creer que Mr. de tiempo, pues lo más correcto y
Blackburne hubiera podido obte exacto le parecía T5T.
ner inmediata y grande ventaja con (13) ¿No hubiera sido oportuno
A x P; pero posteriores análisis le examinar aquí, si las blancas habrían
demostraron que su referida idea no podido ganar con 38—T4R? Proba
era correcta ni conveniente para las blemente, aún en ese caso, la peque
negras. Demostración : ña ventaja de posición que obtuvie
19—A x P ran las blancas no les hubiese basta
20—P x A 20—C x PAD do para triunfar, resultando tablas la
21—D 5 TR 21— C x T partida lo mismo en ese caso que en
22—D x PT 22—C 6 A el otro. Era difícil que semejante
23—D x Pf 23—R 1 A modus operandi, se le escapara, sien
24—D 6 Tf 24—R 1 C do bueno, al eximio maestro español
25—A 5 R& Sr. Golmayo, quien como muchas
veces lo hemos manifestado con to
Y si las negras hiciesen la varian da sinceridad, y según decía LaStra-
te, en lugar de 22 —C6A, 22—D4A, tégie de París, con referencia al ma
 12

logrado Lowhental: «Est un des 13—A 4 T (3) 13—D 2 R

amateurs hors de ligne pour \es fins 14— A 2 A 14— P 4 A
de parties, s'il n'estpas P unique.» 15—O O 15—P x P
16— P x P 16— CD 3 A
ARTICULO CUARTO. 17—TR 1 D 17—O O
18—A x P 18—CD 5 C
19—A 1 C 19—TR 1 A
Con harta razón hemos dicho en 20— P 4 D
20— D 3 CD!
nuestros anteriores artículos, que el 21—CR 2 D
21—P 5 R
Club de Ajedrez de la Habana ha
22— P 3 TD 22—TR 5 A
llegado á alcanzar en todo el mundo
23—A 3 R 23—D 3 R
renombre singular. No sólo tenemos 24— CD 3 A
24—A 2 D
aquí ya un delegado del Herald de 25—D 3 D 25— P 3 C (4)
Nueva- York, para presenciar y co 26— CD 2 R
26—A 3 A
municar el resultado de los comba 27—D 3 A 27—TD 1 AD
tes de Mr. Blackburne; ayer ha ve
28—A 2 T 28—TR 2 A
nido á esta capital, con idéntico fin, 29—TR 7 A
29—A 4 C
un comisionado ad-hoc de los gran 30—D x A
30—A x C
des periódicos de Lóndres, el distin 31—TR x PCD
31—A x P
guido y joven reporter Mr. Frank 32—TR 1 AR 32—TD7A(5)
Tempest, de extraordinaria vivaci 33—D x Pf 33—D x D
dad y de mirada inteligente y simpá 34—TR x D 34—C 1 A (6)
tica, al cual nos honramos en salu 35—TD 1 AR! 35—C 3 R ¡
dar desde las columnas del «Diario 36— TR 2 A! (7) Se rinde.
de la Marina, en nombre de la culta
prensa habanera y de los ajedrecistas
todos de la Isla de Cuba.
NOTAS POR A. C. VAZQUEZ.
Hé aquí la Partida II del match
Blackburne-Golmayo :
Febrero 1j. (1) Según lo ha manifestado ya
APERTURA VIENESA. el D1ar1o de la Mar1na, en su
sección de fondo del número de ayer,
el Sr. Golmayo, antes de comenzar
BLANCAS. NEGRAS. esta partida dijo que se encontraba
ligeramente indispuesto, y que si se
BlacKinrne. Golmayo. prestaba á jugar en tan desfavorable
condición era solo por no desairar á
1 -P 4 R 1— P 4 R las numerosas y respetables personas
2—CD 3 A (1) 2—A 4 A que le habían hecho el obsequio de
3—P4A 3—P 3 D! asistir á presenciar la lucha con Mr.
4—CR 3 A 4—CD 3 A Blackburne. Aún en excelentes con
5—CD 4 T 5—A 3 C diciones de salud, habríamos califi
6—A 4 A 6—A5C cado de verdadera temeridad, con
7— P 3 AD 7—CR 3 A sentir en que el Champwn inglés es
8—P 3 TR 8—A x C tableciere su juego favorito, ó sea
9—D x A 9—P x P la terrible y sólida Apertura Vienesa,
10— C x A 10—PT x C con la cual ha obtenido siempre en
11—P 4 D 11—CD 4 T (2) matches y torneos sus más célebres
12—A 5 ct 12— P 3 A triunfos; pero la sangre riojana que
 13

circula por las venas del Sr. Gol- Chess openings considered critically
mayo, le obligaba á ser valiente y andpractically, dice que Herr Stei-
altivo, y á no esquivar el combate nitz la ha jugado y la juega tan ad
precisamente con las armas más co mirablemente, que tambien es apli
nocidas y mas hábilmente maneja cada á la misma el nombre de ese
das por su denodado competidor. ilustre campeón.
Del carácter y genio de la «Aper De la Apertura Vienesa han sur
tura Vienesa» ha hecho el siguiente gido recientemente como terribles
conciso juicio La Strattgie Raison- plañes de campaña, el Gambito de
néc des ouvertures du jen D'échecs, Fyfe, ¿[Gambito de Pierce, el Ham
por L'Abbé Durand, Louis Metton pe Allgaier y el Hampe-Allgaier-
y Jean Preti. Thorold. Con cualquiera de ellos
«La premiere idée du conp consti hubieran podido sufrir no pequeñas
tuí/ 2 — Cj F D a sans doute été aflixiones los memorables y desen
de mettre á V épreuve le résultad d' fadados redactores de La Straiégie
un début, ou la sortie d' une piéce; Raisonnée.
par V abandon du trait dés V ori Sin tiempo bastante para hacer
gine ouvre des routes uouvelles, non detenidas y minuciosas explicacio
encore complétement explorées; et nes respecto de la Apertura Vienesa,
sous ce rapport, il semble appartenir recomendamos á los amateurs que
á /' école italienne, qui regarde la quisieran estudiarla con profundidad,
straiégie par le moyen des piéces, que recurran á las páginas 223 y
comme le moyen de succés le plus siguientes de la famosa obra de
puissant. Vu V action prealable et Freeborough y Ranken: «Chess ope
centrale de la piéce, on a supposé, nings ancient and modern»--I^ondon
avec raisson, que /' adversaire ií en — 1889, así como á las pág. 587 y
pouvait pas tirer parti au point de posteriores , séptima edición, del
gagner la partie; mais V école fran- Handbuch des Schachspiels~he\\>z\g
caise ou de Philidor, ne peut donner — 1891.
un plein assentiment á une manceu- (2) Mr. Blackburne ha conveni
vre qui, dés V origine, renonce á V do con nosotros en que en esta si
attaque et a V espoir de la création tuación lo más conveniente para las
d' un centre par suite de /' avanta- negras hubiera sido el enroque.
ge du trait, et par une manceuvre (3) Era claro que si 13—A 3 D—
qui précipite le dégagement et la 13—CD—6 C.
mise en jen des piéces sur un terrain (4) Tal vez hubiera sido mejor
libre et dégagé. plan para las negras CR— 1 A, con
Esto se escribía sin embargo en el propósito de seguir CR—3 C.
1867. De entonces acá se ha opina (5) El Sr. Golmayo vió despues
do de distinto modo, y hoy pocas que él hubiera tenido grandes pro
aperturas se consideran tan fuertes, babilidades de empatar la partida,
seguras y poderosas para el ataque jugando en vez de 32 —TD 7 A — 32
como la que si no inventó, analizó —TD 1 AR
y puso de moda el ilustre amateur (6) No se hubieran salvado las
de Viena, Herr Hampe, desde el negras con 34—T x Pf, porque las
TorneoUniversal efectuado en aque blancas habrían respondido 35 —
lla ciudad en 1878. El gran juga R 1 A!
dor ruso Jaenisch denominó bizarra (7) Si ahora jugasen las negras
á la apertura de que se trata, y Mr. TxT las blancas replicarían AxCf
H. E. Bird en su celebrado libro The Hizo, pues, bien el Sr. Golmayo en
 14
resignar el juego, supuesto que con
tan entendido antagonista no le
quedaba en la presente partida la
más remota esperanza de salvación.
En ciertos momentos críticos II
faut sr soumettre.
ARTICULO aUINTO.
Para siempre memorable será en
los fastos del Club de Ajedrez de
la Habana, la noche del 18 de fe
brero de 1891. En ella ganó el sabio
ajedrecista español señor D. Celso
Golmayo, larga, reñida é interesan
tísima partida al ilustre Mr. Black-
burne, Champion de Inglaterra y
una de las más brillantes glorias del
ajedrez contemporáneo.
Mientras que el distinguido re
porter Mr. Tempest se encarga de
hacer conocer por el cable telegrá
fico á la prensa de Europa y de los
Estados Unidos, ese laurel adquiri
do en honrosa batalla de la inteli
gencia, por un preclaro hijo de
Castilla, admiren y estudien en se
guida, sin duda con gran placer, los
amateurs de esta Isla, el magnífico
juego á que hacemos referencia.
(Partida III del match. )
GAMBITO ESCOCES.
BLANCAS. NEGRAS.
Golmayo. Blacktanie.
1— P 4 R 1—P 4 R
2—CR 3 A 2— CD 3 A
3—P4D 3—P x P
4—CR x P 4— CR 3 A
5—CD 3 A 5—A 5 C
6—C x C 6—PC x C
7—D4D 7—D 2 R
8—P 3 A 8—A 4 A
9—D3D 9—P 3 TR
10—A 3 R 10—A x A
11—DxA 11—OO
12—OOO!
Vadea el Rubicón el Sr. Golmayo.
La jugada anodina para tablas era
A 3 D. Haciendo el campeón es
pañol el Gran Enroque, por el lado
inverso al escogido por Mr. Black -
burne al enrocar á su vez, el juego
difícilmente podría ser empatado,
supuesto que ambos combatientes
se encuentran en libertad de atacar
con rudeza al Rey contrario, con
los peones del punto en donde los
Reyes no están. Grande audacia
hubo á todas luces de parte del se
ñor Golmayo, al decidirse á enrocar
del lado de la dama, no obstante la
tronera que ya había abierto su ad
versario en la peligrosa línea del
Caballo de la m1sma dama. Desde
entónces se comprendió que el Pre
sidente del Club estaba enteramente
resuelto á no buscar armisticios ó
treguas, sino la derrota ó el triunfo,
jugando el todo por el todo con una
carga violenta y desesperada de ca
ballería como la de Gravelotte ó un
inmenso y mortífero cañoneo á lo
Valmy, con las Torres y las Reinas.
12—TR 1 R
13—P 4 CR! 13— C 2 T
14—P 4TR! 14—P 3 D
15— D 4 D 15—D 4 R
16—D 2 D 16—TD 1 C
17—P 4 A 17—D 4 TD
18— P 5 C 18—P 4 TR
19—P 5 A 19—P 3 C
20—A 4 A 20— C 1 A
21—TD 1 A 21 — TR 2 R
22 -P x P
En este momento dieron las seis
de la tarde, y desde que el juego co
menzó á las cuatro, se convino en
que al ser dicha hora se interrum
piría la lucha para reanudarla á las
ocho. Mr. Blackburne reclamó que
no habiendo tenido él en dicho jue
 li

go la ventaja de la salida, debía Blackburne, molesto por un repen

concedérsele el derecho de escribir, tino dolor de oidos y cubierta la
cerrar y sellar su movimiento 22. cabeza con anchuroso sombrero de
Sin objeción ninguna se consintió castor, deja de apurar los grandes
en su solicitud, y la Directiva del tabacos que de contínuo enciende
Club confió á Mr. Tempest el depó en ocasiones normales; inclina la
sito del pliego en donde el maestro frente entre ambas manos, descan
inglés consignó su respectiva répli sando los codos en la mesa, y se de
ca á la última jugada del señor cide á ejecutar en cada jugada los
Golmayo. más titánicos esfuerzos que jamás
A las ocho el juego continuó de se hubieren visto, para alcanzar un
la manera que expl1camos á conti empate al parecer 1mposible, asién
nuación: dose con v1gorosa garra de ciclope á
22—C x P la planche de salud. Reina pro
23—TD 6 A 23—A 3 R fundo silencio. Ha corrido el rumor
24—A x A 24—TR x A de que la pelea comienza á inclinar
25—TR 1 A 25—TR 2 R se en favor del guerrero castellano
26—D 2 A! 26—D 3 C y como por influencias del moderno
27—TD x PA 27— D x D hipnotismo, principian á llegar gru
28—TD x D 28—TD 1 AR pos de espectadores del Unión Club,
29—T x Tf 29—C x T del Casino EspaTwl y de los dile-
30—T 6 A 30—T 2 A ttanti de Payret y de Albisu. El ca
31—T 6 T 31—T 2 T lor es sofocante y casi no hay lugar
32—T 6 A 32—T 2 A ya en los salones del Club de Ajedrez
33— P 5 R¡ 33— T x T? para contener la avalancha del
emocionado público. El final de la
Creemos que esta fué una equivo partida no puede ser más instructi
cación de Mr. Blackburne. vo. Mr. Blackburne medita cada
jugada, desde ahora hasta la termi
Sin embargo, era difícil acertar nación del juego, cinco, diez y más
con la defensa exacta, porque si minutos.
33—C 2 T—34—P 6 C—34—CxT— ¡Qué hermoso combatir! Los gol
35 —P x Tf &c. , ganando las blan pes del Champión inglés son perlas
cas una pieza, y si 33—C 2 D — de nuestro arte, esfuerzos prodigio
34—T 6 Cf—34—T2C—35—P6RÜ sos de un cerebro espléndido, ardi
35—C 4 R—36—P 7 R—36—R 2 A des casi inconcebibles, estratégias
37—T x Tf &c. tan finas como si fuesen florentinas
6 fenicias.
En consecuencia, tal vez lo ménos En cambio, el maestro español sa
malo habría sido P x P. be que ha de ganar, conoce que tie
34— PR x T 34—C 3 C ne enfrente al irritado tigre, y ni se
35— C 2 R 35—R 2 A duerme como Homero, ni acepta
obsequios emponzoñados del enemi
El juego llega á su período álgido. go, recordando que Timeo danaos....
De ahora en adelante cada movi Es el bull dog, el boa constrictor que
miento es de extraordinaria dificul no soltará la presa. ¡Revancha de
tad y trascendencia. El Sr. Golmayo Trafalgar! Allá se batió España
confiado en su singular pericia co con honor y con gloria, como siem
mo finalista, fuma tranquilamente pre. Que caiga ahora en la arena,
cigarrillos de La Legitimidad. Mr. herido de muerte el gladiador britá
 1(5

nico, y no le disputaremos las exe Cuando Mr. Rlackburne acostó su

quias del héroe desgraciado; puesto Rey sobre el tablero, en señal de ca
que bien las merece el caballeroso y pitulación, sin decidirse á pronun
distinguido Mr. Blackburne. ciar el doloroso Resigns, eran las
Pero sigamos narrando la con once y media de la noche. El entu
tienda: siasmo de las personas que presencia
36—R 2 Dü 36—C x P ron el desenlace parecía tan grande,
37—R 3 R 37—C 3C que aquel numeroso público habría
38— C 4 A 38—C 4R estallado en unánime, expontáneo y
39-R 4 R 39— C 5 AD ruidoso aplauso. Pero la sociedad
40—C x P! 40— P 4 Dt habanera es generosa y culta, y ni
41—R 5 A 41—C 6 Rf siquiera se escuchó un murmullo de
42— R 4 A 42— c ct alegría que hubiese lastimado al
43— R 5 R 43-C T ilustre vencido.
44— R 4 A 44—C Ct Tenemos que felicitar al Sr. Gol-
45—R 5 A 45— C Tt mayo, de la manera más sincera y
46—R 4 C 46—C7 C expresiva, primero por su victoria,
47-P3 A! 47—P4 T como amigo nuestro y Presidente del
48—P 4 T! 48—C 6 Rt Club de Ajedrez de la Habana; se
49—R 4 A 49— C 7 Ct gundo, por el modo correctísimo,
50— R 5 R 50—C 5 T valiente y magistral con que supo
51—P4C! 51— C 6 At obtenerla, y tercero porque el cam
52—R 5 A 52—C 5 Tt peón español se había servido dedi
53—R 4 C 53—P 5 Dü carnos previamente esa joya riquísi
54—PA x P 54— P x P ma del ajedrez hispano. Habíamos
55— C 4 A 55—C 7 en ido á visitarle el dia anterior á causa
56— C 3 D 56—C 6 Rt de su ligera indisposición; nos había
57—R 3 A 57- C 7 A obsequiado con un dorado jerez que
58—R 4 R 58—P 6 C reserva para sus preferidos, y al de
59—R 5 R 59—C 8 Rü cirle nosotros en son de familiar
60—R 4 R! 60— C 7 A brindis «por el Escocés de maf1ana, »
61—C 5 Rf 61 —R 3 R nos respondió: "será de usted. " Hi
zo lo que había prometido: jugó be
Si las negras hubiesen jugado en llísimo Gambito escocés (su caballo
lugar del movimiento que acaban de napoleónico de batalla) y al ganarlo
ejecutar R 1 A, la partida se habría con magnificencia, pocas veces vis
desarrollado probablemente del mo ta, nos regaló su corona.
do que sigue: 61 —R 1 A—62—P 6 C Ah ! si pudiéramos nosotros devol
—62—P 7 C — 63—P 7 C t — 63 — verle en nuestro próximo duelo con
R 1 C—64—C x P — 64— P 8 C (D) el coloso de Mánchester, otra victo
65— C 7 R t—65—R 2 A—66— P 8 C ria parecida, aunque solo fuese de
(D) t—66—R x P—67—C 5 D tt- humilde y pálida resistencia! Des
graciadamente Mr. Blackburne es
62—P 7 A! 62—R 2 R
63—P 6 C! Se rindió. tá habituado á dominar y nosotros á
perder, y como dijo el cantor dulcí
Es bastante claro que si las negras simo de nuestro siglo, tan espiritual
jugasen ahora P 7 C, las blancas ha y noble, como resignado, no puede
rían el mismo movimiento, es decir, desconocerse Chk contra 1,' uso la
P 7 C, siguiendo con P 8 A (D) t y RAGION NON VALE . . . . !
dando mate en seguida.
 17

Nota adicional al articulo quinto. III

54—R C 54" -P 6 D
Con fecha 20 de Marzo último, el 55— P
sabio analista, nuestro muy querido
ct 55" -R 1 A
56—C A 56- -P 7 D
amigo el Sr. Baron Heydebrand Rt
Von Der Lasa, tuvo la bondad de
57—C 57" -R 1 R
58— P A t 58- -R 2 D
enviarnos desde Wiesbaden, las si A(D)
guientes elegantísimas variantes, con
59—P 59" -P 8 D (D)
60— C ADff
las cuales se demuestra que al hacer IV
el Sr. Golmayo su jugada 54 en la 54—R x C -P 6 D
presente partida, podía haber gana 54-
55— P 6C t 55" -R 1 R
do por medio de un procedimiento 56—C 7 Ct 56- -R 2 D
distinto al empleado por él. Demos 57— P 7 A -P 7 D
tración : 57-
58— P 8 A (D) 58- -PSD (D)
Posición al hacer las blancas la jugada 54 59—D 8 R t 59- -R3D
60—D 6Rtt
V
NEGRAS (MR. BLACKBURNR) 54— R x C 54- -P T x P
55—P x PC 55" -P 6 D
56— P 6 C f &c.
VI
54—R x C 54- -P D x P
55— P 6 C t 55" -R x P
\ WLWk _ ¡Él 56—C 4 A t 56- -R x P
57—P x P 57- -R 4 R
ál fc 58— C 2 R &c.
VII.
m í 54—R x C 54" -PDxP
K„ ffifí
55— P 6 Ct 55" -R 1 R
56—C 7Ct 56- -R 2 I)
mmmTm 57— P 7 A 57" -P 7 A
58— P 8 A [D] 58- -P 8 A [D]
59— » 8 Rt cS:
BLANCAS (SR. GOLMAYO) VIII
54—R x C 54" -PDxP
55—P 6 Ct 55- -R 1 A
VARIANTES. 56— C 4 A 56- -PxP
57— C 6 Rf 57- -R 1 R
58—P 7 At 58- ■R 2 D
59 -P 8 A [D]&
54—R x C 54— P 6 D
55— P 6 C f 55—R x P IX.
56—C 4 At &c. 54—R x C 54- -PDxP
55— P 6 Ct 55- -R 1 C
II 56- P 7 At 56- -R 1 A
54—R x C 54—P 6 D 57—R 5 C 57- -R 2 R
55— P 6 C t 55—R 1 C 58—P8A(D)t! 58- -R x D
56—C4A 56-P7D 59— R 6 A 59- -P7 A
57— C6R 57— P8D(D) 60— P 7 Ct 60- -R 1 C
58—P 7 A f &c. 61—R 6 C &
 18
Posición final al rendirse Mr. Blackburne en la
PARTIDA III.
NEGRAS (MR. BLACKBURNE)
BLANCAS (SR. GOLMAYO)
ARTICULO SEXTO
En los momentos en que los cam
peones Sres. Golmayo y Blackburne
comenzaban á jugar en la tarde del
viernes último, la 4* partida de su
interesante match, se recibió en el
Club de ajedrez el siguiente expresi
vo telegrama:
«Matanzas—Febrero 19 de 1891. —
A las 8 de la noche.
«Aficionados Matanzas felicitan al
Campeón Español, Sr. Golmayo, dig
no Presidente de ese afamado Club,
por su victoria de ayer contra el te
rrible Sr. Blackburne, á quien afec
tuosamente saludan. — Carvajal. »
Este oportuno y cariñoso recuerdo
del gran ajedrecista español, señor
D. Vicente Martínez Carvajal, actual
Administrador de la Aduana de Ma
tanzas, vencedor en no lejano dia,
en juegos muy celebrados por la
prensa nacional y extranjera, de
maestros tan profundos como Steinitz
y Mackenzie, nos conmovió á todos.
El Club deplora constantemente que
los deberes oficiales y de familia,
tengan alejado de sus frecuentes con
tiendas, al dignísimo Vice Presiden
te de la asociación.
A las 4 de la tarde, ante numeroso
y emocionado público tomaron asien
to al frente de la magnífica Mesa
Ponce, de piezas extraordinariamen
te grandes, los ilustres luchadores,
pero cambiando los respectivos pues
tos; es decir, que Mr. Blackburne
tomó posesión de la silla en la que
había estado el Sr. Golmayo al jugar
la anterior partida, y el ajedrecista
español ocupó la dejada por el adalid
inglés. P^sta es costumbre moderna
en matches serios y torneos univer
sales; costumbre fundada en aquella
observación muy conocida desde los
tiempos del astutoLucenay del hábil
Ruy López, sobre que en todo com
bate hay siempre un sitio más favo
rable que otro, á causa de los reflejos
de la luz, de las corrientes del aire,
etc., etc. De esa manera, alternán
dose diariamente los asientos, las
ventajas ó desventajas serán mútuas
y recíprocas.
Mr. Blackburne demostró desde
los primeros momentos, por la abso
luta concentración de su vista en el
tablero, que estaba decidido á ganar
á todo trance. Hizo una desus aper
turas favoritas, el (¡ambito de ¡a
Dama; apertura cerrada, juego chin-
so (como dicen los italianos); escuela
moderna pura, sin lances, sin sor
presas y sin brillo. El entusiasta
amateur, .Sr. D. Enrique Conill, sin
tió disgusto por ello, y exclamó: ¡Y
esto lo hace uno de los más elegan
tes é impetuosos representantes dela
Esencia A nt'igna! ¿Porqué no se ba
ten los verdaderos maestros profesio
nales á campo descubierto, jugando
P4R, para que el adversario, más
débil que ellos, disfrute siquiera del
 19

derecho de escoger la salida que le 15- CR 6 A 15—C x C

inspire más confianza? ¿Qné dejan 16- -TD x C 16— C 3 D
entonces los ilustres campeones, de 17—TR 1 AD 17—TR 1 AD
fama universal, para los simples afi 18—C 4 A 18— C 1 R
cionados? 19— C T 19—D5 C
No somos indiscretos ni desleales. 20—D CD (3) 20— D 2 R
El señor Conill nos autorizó termi 21—D T(4) 21—P 3 CR (5)
nantemente para hacer público su 22—C C 22— D 5 c
parecer en este particular. 23—P CD 23— D 2 R
Mr. Blackburne, ya restablecido 24— P CR 24 —R 2 C
casi del todo, de su molesto dolor de 25—TR 2 A (6) 25—P4 TR
oidos, gracias á los inteligentes y 26— D 3 T(7) 26— D x D
generosos cuidados facultativos del 27—C x D 27—P 3 T
ilustrado Catedrático de la Universi 28—C 4 A 28—TR 1 CD
dad de la Habana Sr.Dr.D. Antonio 29— C 5 R 29—TR 1 D
Jover, revelaba deseos de obtener 30—R 1 A 30—P 4 TD
cuánto ántes un espléndido desquite 31— P4 TD 31—TR 4D
de su anterior derrota. 32—C3 AR 32—TD 1 C
Hé aquí la Part1da IV del match, 33—C2 D 33—TD 1 D
comenzada á las cuatro de la tarde, 34—C1 C 34—TR 3D
suspendida á las seis, reanudada á T 35—Tx T
las ocho y concluida á las once y 36—T x T 36—T3 D
media de la noche, en 62 movimien 37—T3 A 37—T2 D
tos; ó lo que es lo mismo, en igual 38— C5 C 38— R3 A
tiempo y en idénticas jugadas que el R 39—p 4 R(8)
juego precedente, tan magistralmen- 40—T 6 Af 40—R 4 A
te ganado por el Sr. Gohnayo: 41—P3 A 41—P x P
42 —C x PDf 42—R 4 C
Febrero 20 de 1891. 43— P4 Tf 43—R 3 T
GAMBITO DE LA DAMA. 44— C 5 C(9) 44—R 2 C
45—P4 R 45—R 1 A
46— P4 CR 46—P x P
BLANCAS. NEGRAS. 47-P x P 47—R 2 C
48—R3 R 48—T 2 R
BlacKbHiue. Golmayo.
49—R 4 A 49—T2 D
50—P5 R 50—T2 R
I-—P 4 D 1--P4 D 51—C3 A 51—T3 R
2--P 4 AD 2 -P x P 52—Tx T 52— P x T
3--CR 3 A (1) 3--P3R 53- c 5 C 53—R 2 A
4--P3R 4--CR3 A 54—R 5 54—P3 A
5--A x P 5--A 5 Ct 55— c 4 D(1o) 55— P4 A
6--A 2 D 6--A x Af 56— C5 C 56—R 2 C
7--CDx A 7--O 0 57—P5 T 57—P X P
8--TD 1 A 8--P 3 CD 58—P x P 58—R 2 T
9--O O 9-—A 2 C 59— P 6 T(n) 59—R 1 T
10--D 2 R 10--CD3 A 60—R 6 C 60 - R 1 C
11--TR 1 D 11 -D 2 R (2) 61—P 7 Tt 61—R 1 T
12--A 6 T 12--A x A 62—C 6 D! Se rinde
13'-D x A r3--CD 1 D
14--CR5R 14--CR 1 R
 ■20

NOTAS POR A. C. VAZQUEZ. (2) Origen y fundamento de to

das las futuras dificultades del señor
(1) Esta tremendajugada, la me Gol mayo. Como cuestión de plan,
jor en el Gambito de la Dama, en lo mejor parecía ser CD2 R — CD 3 C
concepto de los modernos tratadis —D 2 R — También hubiera s1do
tas, es invención de Mr. Blackburne prudente P 3 TD.
y lleva su nombre, según puede ver (3) Esta jugada la hizo violenta
se en la página 236 de Chess Ope- mente Mr. Blackburne, apremiado
ningSy por Freeborough y Rankeu por el tiempo, pues era la última de
los cuales dan como variantes pre las 20 que tenía que ejecutar den
feribles, las que siguen: tro de la hora reglamentaria. Con
Variante I. más calma no hubiese dejado de no
3— CR 3 A 3—P3R tar que lo más fuerte era P 3 CD.
4—P 3 R 4—CR 3 A (4) Aquí fué suspendida la parti
5—A x P 5—A 2 R da, á las seis de la tarde, para conti
6—CD 3 A 6—0 O nuarla á las ocho de la noche del
7—0 O 7— P 3 CD! mismo día, escribiendo y cerrando el
8— P 4 R 8—A 2 C (Igual) Sr. Golmayo, su respuesta.
Variante II. (5) Ardid del campeón español,
3—CR 3 A 3—CR 3 A con el objeto de desorientar á su ad
4— P 3 R 4—A 5 C versario, pues era de suponerse que
5—A x P 5— P 3 R creyendo este que el Sr. Golmayo
6— CD 3 A 6— P 3 TD habría de insistir en su golpe
7— O O 7—A 2 R D 5 C, hubiese hecho cálculos y
8— D 2 R 8—0 O planes, durante las dos horas de la
9—T 1 D 9—CD 3 A suspensión de la partida, que ven
10— P 3 CD 10— C 4 D drían abajo al enterarse Mr. Black
11 —A 2 C (Juego igual.) burne de la inesperada y extraña
En el juego II de la serie Guns- réplica de su competidor. Y que la
berg-Vázquez, efectuado en la Ha estratagema no fué mala, lo prueba
bana el 27 de diciembre de 1889; jue el hecho de que en virtud de ella el
go que con el Gambito de la Dama Sr. Golmayo salió desde luego de la
tuvimos nosotros la suerte de ganar penosa situación en que había que
en 29 jugadas, se hicieron como mo dado en la tarde, habiendo llegado
vimientos delfllanteo, los que siguen: á una situación en que el juego pa
Gnnslerg. Vazqnez. recía facilmente tablas.
(6) Si 25—C x PA—25—CxC—
I—P4D 1--P 4 D 26—D 7 C—26—C 4 D!
2— P 4 A D 2--P x P
Quedando las negras con una pie
3—P 4 R 3"-P 3 R za de más.
4—A x P 4--CR 3 A
5—CD 3 A -A 2 R (7) Jugada que indica que Mr.
5"
6—CR 2 R 6--O O Blackburne llegó á temer el contra
ataque de P 5 TR.
7—0 0 7--P3 A
8—P 4 A 8--P4CD (8) Creyendo poder ganar con
9—A3D 9--P 4 TD ese movimiento audaz, el Sr. Gol-
10— D 2 A 10 —P5C mayo dejó escapar las tablas ya
11---P 5 R 11--P x C aseguradas, si se hubiese conforma
12—P x C 12--A x P do con la actitud pacífica de R 2 R.
13— P x P 13--P 3 C &c. (9) De ahora en adelante las ju

gadas de Mr. Blakburne son admi
rables y sumamente correctas.
(10) Tambien ganaban las blan
cas jugando de una vez C 6 D!
(n) Situación curiosísima. El
caballo de las negras no puede mo
verse, para ningún lado, sin perecer
en el acto.
ARTICULO SEPTIMO.
(Partida V del match Blackburnc-
Golmayo. )
De nuevo tenemos la satisfacción
de mojar nuestra modesta pluma en
tinta color de rosa.
Se ha jugado en el Club de Ajedrez
de la Habana entre los señores Gol-
mayo y Blackburne otro Gambito
Escocés, el caballo napoleónico de
batalla del eximio Campeón Espa
ñol, según hemos tenido ya ocasión
de manifestarlo.
Mr. Blackburne ha sido derrota
do con una maravillosa y rápida
combinación de su digno competi
dor.
Y el inteligente Champean inglés
no debe sorprenderse de ello.
En la página 128, tomo I de La
Stratégic de Paris [año de 1867] se
publicó una magnífica partida suel
ta ó casual que con el Gambito Es
cocés ganó el Sr. Golmayo en el Ca/e
de la Régence de la expresada ciu
dad, al insigne W. Steinitz, en 51
movimientos. Mas tarde, en 1883,
el Sr. Golmayo derrotó con el mis
mo Gambito al propio Sr. Steinitz,
en la ciudad de la Habana, en 54
jugadas [Partida séptima de la série
Steinitz-Golmayo.] Véase la pági
na 119, volumen I, de la afamada
revista americana Brooklyn Chess
Chronicle.
En el primer match Golmayo-
Mackenzie, que se verificó en la Ha
bana en Marzo de 1887, el ilustre
vencedor del Torneo Universal de
21
Frankfort fué batido por el primero
con el formidable Gambito mencio
nado, en la partida primera del in
dicado match, durando tan instruc
tiva lucha 60 movimientos.
En el tercer match Mackeuzie-
Golmayo [verificado en la Habana
en Febrero de 1888] el campeón es
pañol ganó tambien con el Gambito
Escocés la partida I [78 jugadas.]
Si recorremos las notables páginas
de M. A. Féry D' Esclands sobre el
Recucildespartics entre lesplusforts
joueurs de V époque au grand Tour-
noi International de 186j. con notas
y referencias de C.R.Neumann y J.
Arnous de Riviére, encontraremos
que en aquel renombrado concurso
de maestros, el Sr. D. Celso Gol-
mayo obtuvo la victoria, gracias al
terrible Gambito Escocés, batiéndose
en contra de profesores tan distin
guidos como el Barón d'André, Sé-
verin From [en partida que única
mente duró tres cuartos de hora] y
Eugéne Rousseau.
Por lo tanto desde 1867, el señor
Golmayo, siendo joven entonces,
dejó buenos recuerdos en la capital
de Francia, con el empleo de su po
derosa apertura ; á la cual se debió
que en Le Grand Tournoi du prix
cP Empereur quedase él en lugar
superior á Jeróme Czarnowski (de
Varsovia), Zamoil Rosenthal (de
Suwalki), Samuel Loyd (de Phila-
delphia), Séverin From (de Copen
hague), Eugéne Rousseau (de St.
Denis) y el Barón Emile D'André
(de Paris).
Los Gajnbitos Escoceses del señor
Golmayo, son, pues, de larga y de
fastuosa historia.
¿Cuál es el origen del Gambito
Escocés?
«El 27 de Abril de 1824 comenza
ron un match por correspondencia
los Clubs de Londres y Edimburgo
(decimos en la tercera edición de
nuestro A nálisis delJuego de Ajedrez
 22

volumen II, página 3) cuyo match 23--TxAÜ (8) 23— P x T

se terminó el 28 de Julio cíe 1828, ó 24--A 7 D! 24—T x A
lo que es lo mismo, despues de cua 25--A x Pf 2s—C 2 A
tro años! En esa contienda los 26--T x C! 26—T 4 R
jugadores de Edimburgo adoptaron 27--T 6 Af 27—T x A
la salida que nos ocupa, y desde en 28--T x T (9) 28— R 2 A
tonces se ha dado el nombre á la 29--T 6 TD 29—T 1 T
misma de Apertura Escocesa, Gam 30--R 2 A 30— R 2 R
bito Escoces ó Gambito de Edimbur 31--R 3 R 31 — R 2 D
go. El resultado de dicho match 32--R 4 D 32—R 2 A
fué el siguiente: Partidas ganadas 33--R 5 A 33-R - C
por el Club de Lóndres, una; idem 34--T6 R 34—T 1 ADf
por el de Edimburgo, dos; tablas ó 35--R5D 35—T 2 A
empate, dos; total de partidas juga 36--P5A 36—P 3 c
das: cinco. 37"-P4 c 37—P 4 TD
Pero el preámbulo va siendo de 3«- -P4 TD 38— R 2 T
masiado extenso y debemos ponerle 39" -P 4 A 39—R 2 C
punto final. He aquí ahora la Par 40--P 5 C (10) 40—T 2 A
tida í•del match Blackburne-Gol-
41--P4T 41—T5 A
mayo: 42--P6 Af 42— R 3 C
Febrero 21 de 1891. 43- -P7 At 43—R 2 C
44--T 8 R! 44— R x P
GAMBITO ESCOCES. 45—R 3 C
45- -T7 Rt
46--T x P 46—R 3 T
BLANCAS NEGRAS
47"-T 7 CR 47—T4At!(.1)
Golmayo. I. H. BlacKtrarne. 48--R4 R! Se rindió.

I--P 4 R 1--P 4R NOTAS POR A. C. VAZQUEZ.

2--CR3 A 2--CD 3 A
3"~P 4 D 3--P x P
4- -CR x P (1) 4--CR 3 A (1) Esta jugada la introdujo por
5"-CD3 A 5--A5C primera vez en el Congreso Univer
6--C x C (2) 6--PC x C sal de Taris el mismo Sr. Golmayo,
7"-D4 D 7--D 2 R batiéndose en contra del Barón d'
8--P 3 A 8--P 4 D Audré. Los comentadores del Grand
9--A5CR 9--P 4 AD Tournoi du Prix de V Empercur la
10-A5Ct 10--R 1 A acompañaron de la siguiente adver
11--D 3 D 1 1--P x P tencia: «On a laissé de coté, daus
12--P x P 12--A x Ct (3) les derniers temps, ¡a variante qui
13 -P x A 13--A 2 C nait de la sortic du Fon du Roi á la
14--O O 14--D x P case du Fon de la Dame, parce
15 -D3T 15--D 5 CR (4) ce que. lesNoirs repondentparT4TD
16--D x D 16 -C x D et ensuite.» Hoy está umversalmen
r7---TD 1 R 17--A4D? te reconocido que la referida Varian
18--P 3 TR (5) 18--C 3 T (6) te Golmayo es la más vigorosa ma
19--A 7 Rt 19--R 1 C nera de proseguir el GambitoEscocés.
20—Ax P 20--P 3 AD (2) En la página 66, volumen I
21--P4 A 21-—A 3 R (7) de The Modern Chess Instructor,
22-—A x P! 22--T 1 AD por W. Steinitz, se dice que si:
 23

6—AD 5 C R?—6— P 3 T R—7— [9] El juego está ya completa

A x C—7— D x A— 8 — C R 5 C— mente ganado por las blancas. Los
8— R 1 D!—9—D 3 A—9—D x D— movimientos posteriores de Mr.
10—P x D— 10-P 3 TD-1 1—CR3 T Blackburne, con el objeto exclusivo
— 11—A x CR— 12—P x A--12-- de prolongar la resistencia, son solo
C 5 D y las negras quedan con me por el lumore.
jor situación. [10] Otro modo violento de ga
[3] No era bueno D x Pf, porque nar era P 6 A f puesto que si las
las blancas contestaban D x D y si negras contestaban R 3 C, la natu
despues C x D, A 6 A D ral réplica sería P 5 A f.
[4] Digno de notarse es que Mr. [n] ¡Cuánta sagacidad! — Aquí
Blackburne, en varios juegos con el corrió el Sr. Golmayo inminente pe
Sr. Golmayo, haya procurado desde ligro de que todos sus anteriores es
los primeros movimientos el cambio fuerzos hubiesen quedado estériles
de las Reinas, con lo cual queda el empatándose la partida, porque si
tablero sin la pieza esencial para las hubiere conducido su Rey á la sexta
más elegantes y profundas combina casilla del alfil, las negras habrían
ciones. Semejante proceder en un aspirado á quedar en situación de
maestro eminente como Mr. Black Rey ahogado 6 forzado, con T4ADf!
burne, no nos parece que merezca En ese caso las blancas ha
encomio; es demasiado prudente pa brian tenido que tomar la torre aban
ra un profesor de su talla, que justa donada ó perder varios peones im
mente debe tener absoluta confianza portantes. — Con razón dice Mr.
en sus recursos, tanto técnicos como Blackburne que una partida de aje
prácticos. Una partida de ajedrez, drez no se gana hasta que está prac
sin Reinas desde el principio, suele ticamente ganada, rindiéndose el
alcanzar las modestas proporciones contrario. Por mayores y trascen
del senil juego de damas. dentales que fueren las ventajas que
[5] Esta jugada no es mala, pero se llegaren á obtener, es necesario
nos parece que el Sr. Golmayo po no descuidarse nunca; no dormirse
día haber ganado más aprisa con 18 en los laureles, y tener hasta los úl
—P 4 A, porque si 18 —A 3 R — 19 timos momentos una atención cons
T x A; si 18 — P 3 A D— 19—A 6 tante y bien sostenida. Esta es en el
T D; si 18—P 3 T D— 19—A 7 Ü y juego de ajedrez la fórmula funda
si 18—A 2 C— 19—T 7 R. mental.
[6] Lo mejor, porque si C 3 A— La derrota no irritó ni entristeció
T x C, para seguir A 6 T R f y á Mr. Blackburne. Al acabarse la
T 3 R, amenazando mate. esforzada lucha, sonaban en los sa
lones del aristocrático Casino Ale
[7] ¿Por qué nóAxP C?
mán (situados en el piso alto del
[8] Brillante y decisivo golpe, Club de Ajedrez) preciosos ritmos
inesperado para Mr. Blackburne. escoceses, arrancados al harmonioso
Fué una terrible y repentina sor piano por los expertos dedos del
presa. gran artista Hubert de Blanck ajedre
Kn ese momento dieron las seis cista distinguido también y director
de la tarde, y la partida se suspen del magnífico Conservatario de Mú
dió, según lo acordado para conti sica de la Habana.
nuarla dos horas después. ¿Fué aquello una casualidad? Fué
 21
un epigrama del destino, ó por el
contrario un dulce y reparador con
suelo para el vencido hijo de la in
dustriosa Manchester?
Lo cierto es que, como el Sr. Gol-
mayo habia triunfado esa noche con
su predilecto Gambito Escocés, Mr.
Blackburne, que es dado á las agu
dezas oportunas y que como buen
inglés tenía que conmoverse al oir
en lejana tierra extranjera las remi
niscencias de su patria, exclamó en
tre sonriente y emocionado: ¡Ah!
Escocia allá arriba; Escocia aquí
abajo.
Y nuestro concurrente amigo el
Sr. Ldo. D. J. J. Machado, riéndose
de todas veras, contestó con entu
siasmo enragé;
¡Escocia for ever, and ever . . . .'
Sr. I). Celso Golmayo
CAMPEON DE ESPAÑA.
ARTICULO OCTAVO
(Partida VI del match Blackburne-
Golmayo. )
Muy honrado estuvo el Club de
Ajedrez el 23 del que cursa, dia en
que comenzó á jugarse la sexta par
tida del match Blackburne-Golmayo;
partida tan disputada que aunque
duró de las 4 á las 6 de la tarde, y
de 8 á 11 de la noche, fué preciso
suspenderla después de hecho el mo
vimiento 54 de las blancas, para que
se continuara y concluyese en la tar
de del siguiente dia. Entre otras
personas notables que presenciaron
el mencionado juego, debemos citar
al Excmo. Sr. Presidente de la Real
Audiencia territorial de la Habana,
D. Venancio Zorrilla; al Secretario
de la misma Real Audiencia, Sr.
Ldo. D. Manuel Jaime; al Sr. Ad
ministrador General de Correos y
Telégrafos de la Isla D. J.M. Zapata;
al entendido Dr. D. Francisco Aran-
go, y al gran ajedrecista escoces Mr.
G. H. Mackenzie, nuestro antiguo
amigo, huésped de la Habana varias
veces y vencedor en el Torneo Uni
versal de Frankfort; el cual acaba
de llegar de los Estados Unidos, in
vitado por este Club de Ajedrez, con
el objeto de que su quebrantada sa
lud encuentre en Cuba, con el calor
tropical, el completo y rápido resta
blecimiento que todos le deseamos.
También se hallaba allí tomando
apuntes, para la prensa asociada de
Nueva-York y Londres el reporter
Mr. Tempest. Igualmente copiaban
las jugadas, según se iban verifican
do, para La Union Constitucional,
La Lucha y La Discusión, los muy
conocidos y estimados escritores,
Sres. D. José de Armas y Céspedes,
D. Alfredo Martin Morales y D. J,
J. Machado.
Vean ahora los lectores del Dia
rio de la Marina, la complicada con
tienda de que hacemos mérito:
 25

(Partida VI del match Blackburne- 40—A 6 C 40—T 4 R

Golmayo. ) 41—P 4 TR 41—T 2 R
Febrero 2j de 1891. 42—P 4 C 42—T 3 R
43—A 3 D 43—T 1 R
APERTURA ZUKERTORT. 44—P 5 T Df (3)44—R 2 A
45—T 3 A 45—R 3 D
BLANCAS NEGRAS 46— P 4 R 46—PxP
47—A x P 47—T 4 R
BlacKburne. Golmayo. 48—T 3 D 48—A 1 A
49—T 3 A 49—A 2 D
50—A 3 D 50—A 1 A (4)
1—CR 3 A 1—P 4 D 51—T 1 A 5 1—A 2 C (5)
2—P4 D 2— P 3 R 52— P4A 52—T 2 R
3—P4 A 3—CR 3 A 53—T 1 CR 53—T 2 AD (6)
4- CD 3 A 4—A 2 R 54—T 1 R (7) 54—T 1 AD
5—A 4 A 5—0 0 55—A 5 A 55—T 1 D
6—P 3 R 6—P 4 A 56—R4 A 56—A 1 A
7— P D x P 7—A x P 57—T 1 Dt 57—R 2 A
8-P x P 8—CR x P 58—T x T 58—RxT
9— C x C 9—D x C 59—AxA 59— R x A
10— D x D (1) 10—P x D 60—R 5 A 60—R 2 D
11—A 3 D 11—C 3 A 61— P 5 A! 61—P 4 T
12—O O 12— A 3 R 62— P x P 62—R 2 A
13—TD 1 A 13—A 3 C 63— P 6 T! 63—PxP
14— P 3 CD 14—TD 1 A 6|—P 5 T 64— R 2 D
15—A 1 C 15—P 3 TR 65—R 6 C 65—R 3 D
16—TR 1 D 16 —A 2 A 66—R x P 66—P 4 A
17— A x A 17—TD x A 67—PxPf 67—R 3 A
18—C 4 D 18—TR 1 AD 68—R 7 T 68— R 2 A
19— C5C 19—TD 2 D 69—P 6 T (8) Se rinde.
20—C 4 D 20—P 3 TD
21—TD 5 A 21—TD 1 D
22— C x C 22—TR x C
23—T x T 23—P x T NOTAS POR A. C. VAZQUEZ.
24—T 1 AD 24—A 2 D(2)
25—T 5 A 25—R A (1) Con este prematuro cambio
26—A 3 D 26—T T de damas, el juego pierde en reali
27 — P 4 C D 27—R R dad su principal interés.
28—T5 T 28—A A (2) Mr.Mackenzie manifestó que
29— R 1 A 29—R D en su concepto, el Sr. Golmayo de
30—R 2 R 30—A C bió haber jugado aquí 24—P 5 D!
31-R 2 D 31—R A (3) También parecía convenien
32-R 3 A 32—R C te para las blancas: 44—P 5 CD.
33—R 4 D 33—T R (4) Sólo por el cansancio consi
34—T 5 A 34—P 3 A guiente á tan obstinado combate
35—P 4 TD 35—T 1 TD podemos suponer que el Sr. Gol-
36—A 2 R 36—T 1 R mayo no hubiese visto un plan que,
37— P 3 A 37—T 4 R á nuestro juicio le aseguraba com
38—A3 D 38—T 1 R pletamente las tablas. Es como
39—A 2 A 39—T2 R sigue:
4
 20

50 -T 4 Df de el principio, colocaron el juego

51—R 4 R 51—T 4 Rf de una manera forzosa en condicio
52—R 4 A 52—P 4 Ct nes de nulidad ó empate. Es cierto
53—PxP 53— PT x P f que al jugarse un match en el que
54—R 3 C 54—A 1 A &c. se comprometa la reputación profe
Era claro que despues del primer sional, cada competidor debe recu
movimiento de las negras: 50-T4Df rrir á aquellas aperturas que en su
las blancas rio podrían jugar: 51— concepto sean mas propicias para él
R 4 AD, por la réplica: 51 —A 3 R. y más desfavorables para su contra
(5) El Sr. Golmayo opina que rio; pero como Mr. Blackburne es
en este momento él estuvo en situa un maestro de fama universal ,y de
ción de salvar su partida, jugando celebridad precisamente en el ataque
del siguiente modo: y defensa del Gambito Escocés, nos
habría parecido natural que el cham-
51—P 4 T! pión inglés no hubiese esquivado la
52—A 4 R 52—A 2 C pelea en ese terreno, que le es tan
53— P 4 A 53-T 4 CD conocido, y en el cual el Sr. Gol-
(6) Nosotros habríamos contesta mayo había tenido la fortuna de
do, en vez de esto, P 4 C, sin vencerle. ¿Acaso no le hubiera sido
dar lugar á que Mr. Blackburne se muy agradable y honrosa una in
apoderase con su torre de la calle mediata revancha, empleando el
del Rey, que es lo que pretende. mismo poderoso y complicado Gam
(7) Queda realizado el propósito bito? ¿No tendrá ahora el Sr. Gol-
del maestro inglés. mayo el derecho de asegurar—si Mr.
(8) Al acabarse el combate, Mr. Blackburne no vuelve sobre sus pa
Blackburne declaró que este juego sos—que en la apertura de que se
había sido muy c1kntíf1co. trata, el adalid de Manchester le
dejó dueño del campo?
He aquí la partida VII del match
ARTICULO NOVENO. de que venimos hablando:
Febrero 25 de 18gr,
Partida VII del match Blackburne-
Golmayo. Contra-gambito de los peones del centro.
Poco interés produjo entre los so
cios del Club de Ajedrez, y los dis B LANGAS. NKGRAS.
tinguidos invitados que honran las
sesiones de la corporación con su Golmayo. Blackburne.
presencia, la partida 7? del match
Blackburne-Golmayo; no sólo por I--P 4 R 1— P 4 D
que Mr. Blackburne no tuvo por con 2-—PxP 2—D x P
veniente admitir el nuevo Gambito 3 -CD3 A 3—D 1 D
Escocés que su antagonista le pro 4- -P 4 D 4—P 3 CR
puso [lo cual nos llamó á todos la 5 -A 3 R 5—CR 3 T
atención], sino porque los comba 6 -A 4 AD 6—CR 4 A
tientes, cansados tal vez por las fre 7- -CR3 A 7—A 2 C
cuentes y reñidas luchas anteriores, 8--O O 8—0 O
n0 se esforzaron en efectuar combi 9--D 2 D 9—P3C
naciones con las piezas, y haciendo 10--TD 1 D 10—A 2 C
cambios de Reinas y de Torres des 1 1--D 2 R 11—CD 2 D
 27

12—CD 1 C 12—D 1 A ARTICULO DECIMO.

13— P 3 A 13—CD 3 AR
14— CD 2 D 14— CR 3 D (Partida VIII del match Blackbur-
15—A 3 D 15—TR 1 R ne-Golmayo.)
16—CR 5 R 16—CD 2 D
17— D x C Febrero 26 de 1891.
17— CxC
18—P 3 A 18—TD 1 D DEFENSA SICILIANA.
19—C 4 R 19— P 4 AR
20—C x C 20— PR x C BLANCAS. NEGRAS.
21—D 2 D 21 —D 2 A
22—A 5 CR 22—A 3 AR BlacKünrne. Golmayo.
23—A x A 23—D x A
24—TR 1 R 24— -A 3 A 1—P 4 R 1—P4A D
25—P 3 CD 25—P 4 D 2—C R 3 A (1) 2—C D 3 A
26— D 4 A 26— D 3 D 3—P 4 » 3— P x P
27—D x D 27—TD x D 4—C R x P 4— P 3 C R (2)
28—P 4 TD 28—T D3 R 5-A2R 5—A 2 C
29—R 2 A 29—T x T 6—P 3 A D 6-C x C
30—T x T 30—T x T 7—P x C 7— D3C
31—R x T 31—R 2 A 8—P5R 8—P3 D
32—R 2 A 32—R 3 A 9—P4 A 9—C3T
33—R 3 C 33—A 2 D 10—C 3 T 10—O O
34—P 4 AR 34—P 4 T D 11—C 4 A 11—D 1 D
35—R 3 A 35—P 3 T 12—O O 12— P 4 C D
36— P 4 T 36—P 4 T 13—C 3 K 1 3—T D 1 C
37—R 3 R 37—R 2 R 14— P 3 C D 14—C 4 A
38—P 4 A 38—A R 15—C x C 15—A x C
39—P 5 A 39—A D 16—A 2 C 16— D 3 C
40— R 2 D 40—R 1 D 17—R 1 T 17—T R 1 D
41— R 3 A 41—R 1 A 18—D 1 R 18—T R 1 A D
42—A 6 Tt 42—R r C 19—A 1 D 19— P 3 A
43— P3CR 43—R 2 T 20—T R 2 A 20— P A x P
44—A 5 C 44—A x A 21--P A x P 21—T R 1 A R
45— P x A 45—R 2 C 22-—T D 1 A 22—P x P
46—P 4 CD 46—P 5 T 23-—P x P 23—A S R!
47— R 2 C 47~P 3 A 24--TxT t 24—T x T
48—PC x Pf 48— R x P 25--A 4 C 25—A4D(3)
49—R 3 T 49—P 4 CD (*) 26—D 2 D 26—P 3 R
27-—A 4 D 27—A 3 T
NOTA POR A. C. VAZQUEZ. 28--D 1 D 28—D 2 C
29--T 2 A 29—P 4 T
(*) Parecía que podía ganarse 30--R 1 C 30—A 2 C ?
por parte de las negras, con 49-P x P, 31--D 1 A D 31—D 1 C
pero siempre habría sido tablas el 32--T7 A 32—P 4T R
juego. Demostración: 33--A 2 R 33— P 5 T D
34"-D 5 A 34— P x P
49—P x P 35--P x P (4) 35 —A x P
50—PC x P 50—R 4 C 36--D 7 R 36— D x T
51— R 2 C 6 R 2 T &c. 37--D x D 37—T 2 A (5)
38—D 8 C t Se r1nd1ó.
 2S

NOTAS POR A. C. VAZQUEZ. meilleure attaque, la seule qui em

péche les Aroirs de se dégager dans
(1) Blackburne y Steel contra la suite par P 4 D. D anclenne atta
Zukertort y Hoffer, jugaron nna que j — Cj F R, suivi de 4 —P / D
Defensa Siciliana, en Londres, en laisse toujours á V adversaire un
1881, de la siguiente manera: excellent développement. ' '
1—P 4 R 1—P 4 A D (2) Anderssen contra Morphy,
2—C R 3 A 2—C D 3 A en el noveno juego de su match de
3—CD3A! 3—P3R Paris, de 1858, ensayó aunque con
4— P4D 4— P x P funesto resultado, la defensa sicilia
5—C R x P 5—C R 3 A & na. Fué la contienda tan corta y tan
Blackburne y Mackenzie, jugando brillante, que no vacilamos en repro
el primero con las piezas blancas y ducir íntegramente dicha partida, á
el segundo con las negras, en el continuación de estas líneas, para que
Congreso de Vienade 1882, hicieron sirva de estudio á los aficionados que
los movimientos que siguen : la desconozcan. Es como sigue:
1—P4R 1—P4AD BLANCAS. NEGRAS.
2—C D 3 A 2—C D 3 A
3—C R 3 A 3—P 3 R Morphy. Anderssen.
4—P 4 D 4—P x P
5—C R x P 5—P 3 T D
6—A 2 R 6— C R 3 A I-—P 4 R 1—P 4 A D
7— O O 7—A 5 C 2-—P 4 D 2—P x P
8—C x C 8—P C x C 3-—CR3 A 3—C D 3 A
9—P 5 R 9-A x C 4-—C R x P 4—P3R
10—P x A 10—C 4 D & 5-—CR5C 5—P 3 D
M. Rosenthal, el profundo direc 7-—A 4 A R 6—P 4 R
tor de la columna de ajedrez de La 7--A3R 7—P4A
8-—C D 3 A 8—P5 A
Rcvuc des jcu.v, des arts ct du Sport
9--CDíDÜ 9— P x A
de París, no es partidario del movi 10—C R 7 A t 10—R 2 A
miento de las blancas 2 — C R 3 A, 11--D3 A f 11—C R 3 A
en el ataque de la Defensa Siciliana. 12--A 4 A ü 12—C D 5 D
El 22 de Julio de 1878, en la vigési
ma sesión del Gran Congreso Inter *3- -C x C t 13—P 4 D
14--A x P f 14—R 3 C
nacional, celebrado en el Palacio 15--D 5 T t 1 5—R x C
de la Industria de Paris, él jugó con 16--P x P ü 16—C x P f
tra Andersseu en la forma que sigue: 17"-R 2 R Se rinde.
1— P 4 R r— P 4 A D (3) Creemos que el Sr. Golmayo
2— CD 3 A 2— P 3 R habría obtenido aquí una buena po
3— P3CR 3—CD 3 A sición, jugando 25—D 7 A!
4— A 2 C 4—CR 3 A
5—C R 2 R 5—P 3 T D (4) ¿Por qué no de una vez: 35—
6— P 4 D 6— P x P D 7 R? Si el Sr. Golmayo no hubie
7—C R x P 7—D 2 A se estado tan apremiado por el tiem
8— 0 O & po, como lo estaba, probablemente
habría podido salvarse todavía, por
' ''Nous pensons—dice á ese propó esa falta de Mr. Blackburne, contes
sito M. Rosenthal, qne <? est la tando 35—D 1 D.
 29

Demostración : vertidas de repente, por incidentes

35—P x P 35—D 1 D! inesperados, por burla del Destino,
36—A x P C 36—D 4 C en desastrosas y radicales derrotas.
37—D 2 A 37—A x P R
38—A x A 38—D 6 R f ARTÍCULO UNDECIMO
Y LAS NEGRAS GANABAN.
Variante. (PARTIDA IX DEL MATCH BLACKBUR-
35—P x P 35—D 1 D NE-GOLMAYO.)
36— T7R! 36—T4A Febrero 28 de 1891.
37 —D 7 T 37—A 1 A
38—T 7 D 38— D 4 C & GAMBITO ESCOCÉS.
Variante. BLANCAS. NEGRAS.
35— P x P 35 D 1 D Sr. Golmayo. Mr. Blatíctrarne.
36—T 7 R! 36—T 4 A
37—A x P C 37—A 1 A I—-P 4 R 1--P 4 R
38—T 8 R 38—D x T &
2 CR3 A 2--CD3 A
(5) Los últimos y débiles movi 3--P 4 D 3"-P x P
mientos de las negras tuvieron por 4- CR x P 4"-CR3 A
causa un hecho que los explica y 5--CD 3A 5--A5C
disculpa. No habituado el Sr. Gol- 6--C x C 6--PC x C
mayo á jugar con relojes para me 7- D 4 D 7--D 2 R
dir el- tiempo que se emplee en las 8--P3 A 8--P 4 A
jugadas, como están constantemen 9--D 2 A (1). 9- -0 0
te acostumbrados á verificarlo los 10--A 2 D 10--TD 1 C
jugadores profesionales, se descuidó 11—-OOÜ 11--D3R
á tal punto en ese particular, en la 12--R 1 C 12--D3C
parte final de esta partida, que cuan 13--P 5 R (2) x3--D 4 T!
do llegó á fijarse en su reloj sólo le 14--R 1 T 14--P3Dü(3)
quedaba un m1nuto para ejecutar 15--P x C 15--A 3 R (4)
NUEVE mov1m1entos en el momen 16--C 4 T (5) 16--D x C
to más crítico y complicado de la 17--P3CD 17--A x A! (6)
combinación. Jugó, pues, lo prime 18--D x A (7) 18--D 5 TR (8)
ro que se le ocurrió, y no debe ex 19--P x P 19--D 3 At
trañarse, por lo mismo, que incurrie 20--R 1 C 20--D x PC
se en un lamentable error que le oca 21--P 4 TR 21--P 3 TR
sionó, acto contínuo, la pérdida de 22--P 4 CR 22- -P 4 TD
su juego. El incidente fué sentido 23--P 5 C (9) 23--P 4 TD
muy de veras por todos los miem 24--A3T!(1o) 24--P 5 T (11)
bros del Club, pues si el Sr. Golmayo 25--A x A 25--P x A
hubiese ganado la 8* partida del 26--TR 1 R 26-—P x P
match, como se llegó á esperar en 27--PA x P 27--D3Cf(12)
la jugada 25, se habría empatado 28--D3D 28--D x Df
con su temible adversario, adqui 29--TD x D 29--P 4 R
riendo entonces la decisión de la 3°"-R 2 A 3"- -TD 5 C
lucha extraordinario interés. Pero 31--TR 1 TR 31'-TD5 AR(13)
pelear es vacilar y la historia de 32--TR 3 T 32--R 2 A
muestra que han sido innumerables 33"-TD 3 A 33 -R3 R
las al parecer seguras victorias, con 34"-R 2 D 34--TR 1 T D
 30

35--P 4 T 35--P 5 A (6) Precioso. Si las blancas to

36--T x P 36--T x T masen ahora la dama contraria, las
37--P x T 37--R 4 A negras replicarían A 6 Aft
38--T 3 C! 38--R 3 C (7) El Sr. Golmayo piensa que le
39 -T i C 39--T x P habría convenido más T x A, para
4o -T 1 AD 40--T 7 Tf buscar el cambio de damas y dismi
41--T 2 A 41--T 1 T nuir la fuerza de ataque de las ne
42--R3R 42--T 1 AR gras, en la siguiente forma: 18—TD
43--P 5 AD 43--T 5 A x A— 18— D 5 AR— 19—Px P-19-
44--P x P 44--P x P D 3 Af— 20— R 1 C— 20— D x PC-
45--T 2 TR 45--P 4 D 21— D 3 C &c.
46--T 3 T 46--T 5 T (8) Forzado, para evitar el natu
47--T 1 T 47--R 4 A ral golpe de las blancas D 5 CR.
48--T 1 CR 48--T6Tf (9) No era fácil que las blancas
49- -R 2 R! 49--R3C?í14) cayesen en la celada de D x PTD,
5°--R 2 A 50--P5 R?(15) porque el señor Golmayo debía com
51--P x P 51--P x P prender sin grande esfuerzo que si:
52--T3C 52--T 7 Tf 23—D x PTD— 23-TD 1 T—24—
53--R 1 C 53--T 7 D (16) D x P(2A)—24—T x P—2S-R x T-
54--T 3 TD (17) 54--R4 A 25— TR 1 Tf— 26— R 1 C—-26—
55--T5Tf 55 -R 5 A? (18) T 8 T ft
56--P6C! 56--T 1 D (10) Muy bien jugado, porque al
57--Tx P 57--R 5 C (19) señor Golmayo lo que le conviene es
58--T 7 T 58--R 6 C el cambio de piezas, y sobre todo
59--R 1 A 59--R 6 A destruir el alfil enemigo, que es una
60—R 1 R 60 - R 6 R ? (20) de las principales fuerzas de ataque
61--T 7 AR 61--T 1 TD (21) de las negras.
62--R 1 A 62- -T8Tf (11) Para conservar Mr. Black-
63--R 2 C 63--T 7 T burne su fuerte posición, tal vez le
64--R3T 64--T 8 T habría convenido A 5 AD, A 4 C y
65--P 7 C 65--T 8 CR A 3 A, como cuestión de plan.
66--P5T 66--R 7 D
67--T 2 Af 67--R 8 D (12) Jugada muy débil, que hace
68--T 2 CR Se rindio. perder á Mr. Blackburne una gran
parte de las ventajas que con tanto
Notas por A. C. Vazquez, talento había llegado á conquistar.
(1) Algunos autores (Ranken y En su ansiedad por hacer un cambio
Freeborough entre ellos) recomien innecesario de Damas, como en casi
dan en este punto: 9— D 3 R. todas las partidas del presente match,
(2 ) Habríamos preferido A R el champióu inglés no vió que de esa
4AD. manera daba notable respiro á su
(3) El sacrificio del caballo, por contrario. Lo más sencillo y al mis
parte de las negras, es una verdade mo tiempo lo más fuerte hubiera
ra joya, como procedimiento de lar sido P 5 A!
ga vista. (13) ¿Porqué no TR 5 AR?
(4) Con ánimo de continuar Probablemente Mr. Blackburne te
A x C y después D x P ft mió la respuesta de P 4 TD, pero en
(5) También parecía bueno 16 ese caso las negras hubiesen ganado,
C 5 D, porque si 16- -A x C, 17— saliendo desde luego de todo género
P 4 A D, ganando un tiempo. de dificultades, con P 5 A!

( 1 4) Aquí dejó escapar Mr. Black-
burne una brillante oportunidad de
entablar la partida, si el Sr. Golma-
yo jugaba bien, y de ganarla si su
adversario no ejecutaba los movi
mientos precisos de defensa. Ejem
plos :
49—T7Tt
50— R 3 R 50—T 6 Tf
41-R 2 A (*) 51— R5A!
52— P6C 52—T 7 i r
53— R 1 A 53—RxP
Y las negras ganaban.
(*) Para las tablas era preciso
volver á R 2 R.
(15) Era mejor para las negras
P 5 D ó repetir los jaques con la to
rre. Mr. Blackburne manifestó des
pués de concluido el juego, que él
no habia querido conformarse con
tablas, y que por lo mismo había in
tentado, aun con visible riesgo de
una posición difícil, ganar á todo
trance.
(16) Ingeniosa evolución, buscan
do Mr. Blackburne que el Sr. Gol-
mayo jugase T 2 C, para contestarle
P 6 R.
( 1 7) Desde este momento el señor
Golmayo juega con su acostumbrada
habilidad de finalista correctísimo.
(18) Todavía hubieran podido las
negras hacer tablas la partida, ju
gando aquí, en vez de R 5 A, R 5 C!-
Con el movimiento escogido por Mr
Blackburne, su pérdida es ahora ca
si segura.
(19) Da mejor jugada de las ne
gras en esta posición parecía ser 57—
P 6 R.
(20) Otra ocasión n0 aprovecha
da por Mr. Blackburne para empatar
la partida. En lugar de 60— R 6 R
¿por qué no jugó 60—T 1 TD? Nada
le hubiera perjudicado entonces la
respuesta de las blancas 61 — P 7 C,
porque él habría contestado 61 —
P 6 R; y si las blancas jugaban 61 —
T 7 ARf, su réplica salvadora era
61—R5C.
31
(21) En lugar de 61 —T 1 TD,
Mr. Mackenzic vió el siguiente me
canismo, difícil de contrarestar (so
bre todo después del cansancio que
el Sr. Golmayo debía tener con cin
co horas de contienda, de 4 á 6 de la
tarde y de 8 á 1 1 de la noche. ) Tam
bién es cierto que para no haberlo
visto, Mr. Blackburne podía haber
alegado el mismo y grande cansancio
que su competidor. Aun con el plan
de Mr. Mackenzie, las blancas hu
bieran triunfado, jugando bien, pero
ya hemos dicho que jugar con exac
titud ante la maquiavélica estrategia
del vencedor de Franckfort, era bas
tante complicado y penoso. He aquí
el plan á que nos referimos:
Posición al hacer las negras la jugada 61.
NEGRAS (MR. BLACKBURNE)
BLANCAS (SR. GOI.MAYo)
G1—T 3 D!
62—P 5 T 62—T 4 D
63—P 7 C O3—T 4 CR
64— P 6 T 64—T 8 Cf
65—T 1 A 6S—T 3 C
66—P 7 T (*) 66—T 3 TD
67—R 1 D 67—R G D
68—R 1 A 68-R 6 A
69— R 1 C 69—T 3 CDt
70— R 1 A 70—T 3 TD&
(*) Esta sería la jugada falsa. Las
blancas ganaban con T 1 T.
 32

Perdió en consecuencia, Mr. Black- conoce el ajedrecista español ; y por

burne una partida que debió haber anómala é inexplicable coincidencia,
sido suya, desde la espléndida com aun habiendo llegado el maestro in
binación cuyo fundamento fué el glés á una posición de ganar, tuvo
movimiento 14 de las piezas negras. la inesperada desgracia de perder la
Después, agobiado el eminente ju partida, por circunstancias casi in
gador inglés por el dolor de oidos dependientes de la voluntad de su
que, con intermitencias, le ha aque antagonista. No puede dudarse ya
jado desde hace días, comenzó á eje- que para Mr. Blackburne es amena
cutarjugadas débiles; desaprovechó zador y muy funesto, el terrible plan
varias oportunidades que se le pre teo ideado por los jugadores de Edim
sentaron para empatar el combate, y burgo.
cuando quiso volver sobre sus reite El match Blackburne Golmayo,
rados descuidos y fijar la atención, cualquiera que sea su resultado defi
era ya demasiado tarde; especialmen nitivo, no se podrá considerar como
te por hallarse en frente de él, como un mero pasatiempo ó nimio alarde
competidor, un maestro tan formida de orgullo: pasará sin duda, con ex
ble enfinales y en el juego del Rey tensos comentarios de insignes críti
y de los peones, como el Sr. Golma- cos á la historia del ajedrez contem
yo. Pero por la ley admirable de las poráneo, en calidad de una de las lu
compensaciones, si Mr. Blackburne d1as más interesantes del siglo XIX,
no debió haber perdido la IX partida en el Continente Americano.
del match, tampoco debía haber ga
nado la anterior, á no haber sido por ARTICULO DUODECIMO.
los motivos que en su oportunidad
explicamos. El hecho es que el se ( Partida X y última del match
ñor don Celso Golmayo, el primer Blackburne- Golmayo. )
ajedrecista aficionado del mundo, se
gún frase sincera y muy exacta de Marzo 3 de 1891.
Mr. Mackenzie, le ha hecho un DEFENSA SICILIANA.
score al Gigante Mr. Blackburne,
como muchos celebérrimos profeso BLANCAS. NEGRAS.
res no han conseguido efectuarlo.
Con anotación tan soberbia, y tan Blackburne. Golmayo,
bizarramente obtenida, nada impor
tará ya para nuestro Club que, como 1—P 4 R 1—P 4 AD
no debe extrañarse, Mr. Blackburne 2— CD 3 A 2— CD"3 A
consiga llegar á la meta de cinco 3— P 3 ^ 3—P 3 CR
juegos ganados, dejando al Sr. Gol- 4—A 2 C 4—A 2 C
mayo en sólo tres de su parte, con 5—CR 2 R 5— CR 3 T
dos tablas además, de mucho mérito 6— P3 D 6—P 3 D
y sumamente instructivas. 7—O O 7—0 O
Quizás á causa de lo que nosotros 8—A 2 D 8—R 1 T
manifestamos en el art. IX de esta 9—TD 1 C 9—TD 1 C
serie, Mr. Blackburne, por compla 10—CD 5 D 10— P 3 R
cernos y complacer al Club, del cual 11—CD 3 R 11—P 4 AR
éramos órgano, se decidió á aceptar 12—PxP 12—CRxP
le otra vez el Sr. Golmayo, un nue 13—C x C 13—TRxC
vo Gambito escocés, que es la aper 14—C 4 A 14—TR 1 A
tura que más ha jugado y que mejor 15—D 1 R 15—D 1 R
 33

16—A 3 AD 16— D 2 A(1) Club, como magnífico contra-ataque

17—AxAt 17—RxA de las negras 19—P 4 R!
18—D 2 D 18—A 2 D En efecto, véanse las variantes que
19—TD 1 R 19— P 3 TD (2) siguen :
20—P 3 CD 20—TD 1 R
21 —C 3 T 21— P 3 TR Variante I.
22—P 4 AR 22— A 1 A (3)
23—c 2 A 23— D 2 A?
24— c 4 C!(4) 24—P 4 R (5) BLANCAS. NEGRAS.
25—p 5 A 25— P 4 CR
26—p 6 Af 26—R 1 T 19— 19—P 4 R!
27—c x PT 27— A 3 R 20—A 5 D 20— C 5 D!
28—D x P 28— P 4 D 21—P 3 AR 21 —D 3 A
29—P 7 A 29—TD 2 R 22—P 3 AD 22 — P x C
30—TR 6 A (6) 30—A x P 23— P x C 23—D x Pf etc.
31—C x At (7) 31—TD x C
32—D 6 Tf 32—R 1 C
33—TR 6 Ct 33—TD 2 C Variante II.
34—AxPt (8)
19— 19— P 4 R
Y el Sr. Golmayo rindió el juego 20—A 5 D 20— C 5 D!
y el match. 21—A x D 21— C 6 Af
22 —R 2 C 22 —C x D etc.
Resumen del match Variante III.

Partidas ganadas por Mr. Black- 19— 19— P 4 R

burne 5 20—A 5 D 20— C 5 D!
Idem por el Sr. Golmayo . . 3 21—D 5 T 21 —A 3 A
Juegos tablas 2 22—D x PT 22—TD 1 T
2\— D 6 C 23—TD 3T etc
Total .... 10
(3) Primera equivocación del se
ñor Golmayo. Su plan habia sido,
según nos ha dicho, conducir pri
NOTAS POR A. C. VAZQUEZ. mero el caballo á la casilla de la
dama y jugar en seguida: A 3 A.
(1) Parecía excelente para las
(4) Evolución vigorosa y bien
negras 16—CD 5 D, no sólo por el
combinada.
ataque que ellas adquirian, amena
zando con el golpe probable de (5) Una verdadera distracción.
C x PAD, sino porque si las blan La defensa mejor para las negras
cas contestaban 17—AxC, aquellas parecía ser: 26 — P 4 TR, porque' si
podian replicar 17 P x A, apode las blancas en respuesta jugaban
rándose del centro del tablero con 25—AxC, se contestaba 25—D x A,
sus peones. y si 26—D 3 Af, 26—P 4 R.
(2) En este punto nuestro apre- (6) Enteramente decisivo, pero
ciable amigo el distinguido amateur tambien había otros métodos muy
Sr. D. Fernando Gomez, propuso elegantes y rápidos para ganar. De
en una de las mesas de análisis del mostración :
 34
Posición al hacer las blancas la jugada 30.
NEGRAS (SR. GOLMAYO)
BLANCAS (MR. BLACKBURNE)
30-TD 4 R 30—P X T
51—D 6 Af etc.
Variante.
30—A 3 T 30— A x A
31— D 8 Ct etc.
7) Mas concluyente era C 5 A.
8) No tiene duda que á la si
guiente jugada las blancas darían
jaque-mate, con el movimiento de
D x T.
Hoy, (Marzo 5), á las 7 \ de la no
che, comenzará nuestro pactado
match con Mr. Blackburne, en los
salones del Club de Ajedrez. Ni al
Sr. Golmayo guió ni nos impulsa á
nosotros tampoco la ridicula preten
sión de vencer al coloso del tablero
que, desde hace treinta años, llena
con su nombre las páginas de los li
bros y periódicos de ajedrez, y está
habituado á dominar en los Congre
sos internacionales del arte. Hemos
llamado á Mr. Blackburne al seno de
nuestros estudios, primero por el pla
cer y la honra de medirnos con tan
apreciable caballero y eximio maes
tro, y segundo con el propósito de
aprender, en lucha con un gigante,
el mecanismo práctico del juego,
que no se encuentra en los textos de
los tratadistas.
Esperamos se nos haga la justicia
de creer que esta no es una falsa
modestia, ni la disculpa á tiempo de
una derrota indudable. Por el gé
nero de nuestras ocupaciones; por
la falta en Cuba y en todo Hispano-
América de grandes ajedrecistas
profesionales, nosotros los aficiona
dos solemos ser más fuertes en los
conocimientos de doctrina, que en
las aplicaciones experimentales, por
que para el completo éxito de las
últimas se requiere el hábito de la
pelea con antagonistas poderosos,
que enseñen á templar las alteracio
nes del sistema nervioso, los espe
jismos del entusiasmo irreflexivo, y
la falta de aquella atención constan
te y siempre sostenida, tan recomen
dada por el astuto ajedrecista de
Extremadura [Ruy López] y por el
profundo Philidor.
Respecto, pues, de nosotros, in
genuamente declaramos que habre
mos creído cumplir con nuestro de
ber como socios honorarios del insig
ne Club de Ajedrez de la Habana, si
tenemos la fortuna de hacerle al
Champion de Inglaterra, al ilustre
competidor de Steinitz, Winawer,
Paulsen, Zukertort, y otros respeta
bles maestros, una regular y deco
rosa resistencia. Si ni aún eso lo
gramos, recogeremos en el campo
de la derrota el bálsamo del apren
dizaje, con la tranquilidad de quien
se ha afanado en cumplir el sabio
precepto de Bacón : fijarse en ideas
buenas y poner sumo cuidado en
desarrollarlas lo mejor posible.
En cuanto al Sr. Golmayo [cuyo
score ha sido brillantísimo y digá
moslo con franqueza, inesperado pa
ra él, pero esperado por sus amigos
y admiradores numerosos, entre los
 35

cuales tenemos la complacencia de loquio latino que, aplicado á nues

figurar] le damos públicamente el
pláceme más expresivo. Según di
jimos en un artículo biográfico, re
ferente al notable aficionado de
Logroño, cuyo artículo vió la luz
en el número del Sport de la Haba
na, correspondiente al 13 de Julio
de 1888: «El Campeon español pue
de ya descansar satisfecho en es
te punto. En el ajedrez ha llegado
á ser galardón singular de nuestra
raza, colocándose, por virtud de sus
esfuerzos propios, en esa inconmen
surable altura requerida por los clá
sicos, en todas las cosas difíciles del
cerebro humano, para que los favo
recidos del genio queden justa y
completamente eximidos del anate
ma á que se contrae el conocido pro
tro caso y formulado con alguna
libertad, podría condensarse así: «Ni
Dios ni los hombres se conforman
con que sean mediocres los poetas,
los pensadores, y por lo tanto, los
ajedrecistas.»
Mediocribus esse poetes
JSTon Dei, non frontines, non concessere
Columna.
A. G. Vázquez.
ADVERTENCIA.
Esta serie de artículos fué publi'
cada en el Diario de la Marina, de
la Habana, desde el 15 de Febrero
de 1891, al 5 de Marzo del propio
año.

EL SR. A. C. VAZQUEZ

CONSIDERADO COMO POLITICO. PERIODISTA Y MAESTRO DE AJEDREZ.

(Artículo traducido de The Sun, de New York—Marzo 8 de 1891—

por el Sr. D. Oliverio Agüero)

SR. A. C. VAZQUEZ
El Sr. D. Andrés Clemente Vazquez,
Cónsul General de México en la Isla de
Cuba, nació en la Provincia de la Habana,
en el mes de Noviembre del año 1844. En
edad muy temprana comenzó á estudiar
leyes en la Universidad de la expresada ca
pital, donde obtuvo los títulos de Licencia
do y Doctor. En 1867, no teniendo aún
sino 22 años de edad, el Sr. Vazquez fué
nombrado Promotor Fiscal en la ciudad
de la Habana, y durante todo el tiempo
que desempeñó dicho destino recibió las
mayores consideraciones y las gracias del
Gobierno de España por sus excelentes ser
Campeon de Mexico.
vicios.
Cuando estalló la insurrección de Yara,
en el mes de Octubre de 1868, el Sr. Vázquez resolvió abandonar la Isla y
 36

fijar su residencia en México. En 1870 el Presidente de la República

Mexicana, D. Benito Juarez, concedió al Sr. Vázquez los derechos de ciu
dadano mexicano, quien dentro de breve tiempo logró alcanzar un puesto
prominente en la República, tanto en el foro como en el periodismo.
Incorporose de abogado, prévio exámen, en la Escuela de Derecho de la
ciudad de México, y durante los veinte años que residió en la mencionada
capital, siempre ocupó una elevada posición en los círculos políticos, fo
renses y literarios. Por mucho tiempo figuró de redactor del Diario
Oficial del Gobierno Federal de México; publicándose numerosos artículos
suyos en El Monitor Republicano, El Siglo XIX, La Libertad y otros pe
riódicos diarios y semanales, revelando en todos ellos sus doctrinas progre
sistas en política.
Fué admitido en el Colegio ' Nacional de Abogados de la ciudad de
México, y nombrado miembro de la Sociedad de Geografía y Estadística
de la propia población, asi como de otras sociedades científicas de la Repú
blica, adquiriendo renombre de orador.
Tambien publicó en México varias obras sobre leyes y política.
Uno de los primeros puestos que ocupó en el país fué el de Oficial en
el Departamento de Hacienda, y en 18S1 fué nombrado primer Secretario
de la Legación Mexicana en la América Central. Más tarde quedó elegido
Sub-Secretario de Relaciones Extranjeras en la Administración de Méxi
co, en cuyo destino tuvo una directa intervención en el reanudamiento de
amistad entre la República Mexicana y diversas Potencias europeas.
En 1886 recibió el nombramiento para el cargo que hoy desempeña,
por lo cual tuvo que volver á Cuba, su país natal.
El Sr. Vázquez es hoy el Decano de los Cónsules residentes en la Ha
bana, y al propio tiempo el que siempre se encabeza por acuerdo de los
demás Cónsules para llevar la iniciativa en todos aquellos asuntos en que
se requiere la acción unida de todos ellos.
Hasta aquí en cuanto á la carrera pública del Sr. Vázquez. Pasemos
ahora á aquellos puntos relacionados con sus conocimientos y trabajos so
bre el Juego Real del ajedrez.
Probablemente es el Sr. Vázquez el aficionado mejor del mundo des
pués del Sr. Golmayo, y aunque sus deberes oficiales le han impedido y le
siguen impidiendo dedicar al ajedrez todo el tiempo y la atenc1ón que él
deseara, ha podido á costa de emplear en ello una gran parte de su vida,
roporcionar á los aficionados españoles el servicio mayor que pudiera ha-
érseles hecho con respecto al ejedrez.
Ese servicio consiste en su Tratado que lleva por título Análisis del
Juego de Ajedrez; obra que ha tenido una extraordinaria aceptación, y que
ha proporcionado á los principiantes españoles algo que antes no hubieran
conseguido sino en obras traducidas de otros idiomas, y que además los
pone en estado de estudiar el juego de ajedrez desde sus comienzos. En
resumen, el texto original del Sr. Vázquez es el primero que sobre el aje
drez se ha escrito en el idioma castellano; pues si bien existen las antiguas
obras escritas por Lucena y Ruy López, ellas en realidad no son otra cosa
que simples colecciones de partidas, acompañadas de un análisis y de co
mentarios tan deficientes que literalmente nada se adelantaba con sus pági
nas. Los aprendices no contaban con otros libros que los escritos por
Philidor y Labourdonnais.
 37

Además de la citada obra, el Sr. Vázquez ha dado á luz otros trabajos

sobre ajedrez, y en distintas épocas ha publicado revistas y numerosos artí
culos acerca del mismo particular, en varios periódicos de México y de la
Habana. En 1876 publicaba en México un periódico intitulado La Ex-
trategia Mexicana; en 1878 dirigió La Crónica de Ajedrez de México, en
aquella ciudad, y en 1887 fundó y redactó en la capital de la Isla de Cuba
la Revista de Ajedrez de la Habana.
Durante algun tiempo estuvo publicando una columna sobre ajedrez
en El Sport, y desde que dejó de existir dicho periódico viene insertando
sus revistas de ajedrez en El Diario de la Marina, periódico que es uno
de los principales de la Habana. La falta de tiempo disponible ha impe
dido hasta aquí al Sr. Vázquez tomar parte en los Torneos internaciona
les, pero sí ha podido jugar cierto número de pequeños matches y series
de partidos contra ajedrecistas de fama. He aquí la lista de los más no
tables:
Noviembre, 1886. —Match con Ettlinger, resultado: Vazquez 5,
Ettlinger 1.
Marzo, 1887. — Match con Mackenzie, resultado: Mackenzie 5, Vaz
quez 1.
Diciembre, 1887. —Segundo Match con Mackenzie, resultado: Ma
ckenzie 5, Vazquez 1, tablas 3.
Febrero, 1888. —Match con Steinitz, resultado: Seteinitz 5, Vazquez o.
Marzo, 1889. —Serie de juegos con Tchigorin, resultado: Tchigorin 5,
Vazquez 2.
Diciembre, 1889. —Serie indefinida con Gunsberg, apostando una li
bra esterlina por partida, cuya serie cmedó interrumpida por la llegada de
Tchigorin con quien Gunsberg tema concertado un match, resultado:
Vazquez 2, Gunsberg o.
 11 Match Blackburae-Vazquez,

COLECCION DE ARTICULOS

PUBLICADOS EN "LA UNION CONSTITUCIONAL

DE LA HABANA,

POR J. SUSINI DE ARMAS,

DEL 14 AL 31 DE MARZO DE 1891.
(* -i

ARTICULO PRIMERO. 4— CR 2 R 4—A 2 C

5— OO 5— OO
El 5 del corriente, á las 7^2 de la 6—P 3 TR 6— CD 3 A
noche, comenzó en los salones del 7— P 3 AD 7-P4R
Club de Ajedrez de esta capital el 8—P 5 D 8—CD 2 R
convenido match Blackburne-Váz 9— P 4 AR 9— P x P
quez bajo las mismas bases y condi 10—A x P 10— CR 2 D!
ciones que el match anterior entre 11— CD 2 D 11—CR 4 R
los Sres. Blackburne y Golmayo; es 12—CD 3 AR 12—P 4 AR
decir, que habrían de hacerse veinte 13— CD x C 13— P x C
jugadas por hora, de cada lado, y 14—A 5 CR 14—P 5 A (2)
que vencería definitivamente quien 15—R 1 T
primero anotase en su favor cinco 16—A 3 A
partidas ganadas, con exclusión de 17—A x A 17—TR x A
tablas. 18— P 4 A 18—P 4 CR
He aquí las seis partidas que han 19—C 1 Aü (3) 19— C 3 C (4)
resultado del referido match: 20—A 2 R 20— C5T(5)
Partida I. 21—D 3 AD 21—D 2 R
FIANCHETTO DEL REY. 22—C 3 D 22— P 6 A (6)
23—A x P 23— C x Af
Marzo, 5 de 1891. 24—T x T
24—T x C
BLANCAS NEGRAS 25—P x T 25—A x P
26—D x Pf 26—D x D
I. H. BlacKborne. A, C. Vaaiuez. 27—C x D 27—R 2 C
1—P 4 R 1—P3 CR (1) 28—R 2 T 28— R 3 A
2—P 4 D 2—P'3 D 29—C 3 D 29—A 2 D
3—A3D 3—CR 3»A 30—P 5 Rt 30—R 2 R

31—P 6 R 31—A 1 R
32— T 1 CR 32—R 3 A
33—P 4 AR 33—P x P
34—T 8 C 34- P 3 A (7)
35—C x P 35—P x P
36—P x P! (8) 36— R 4 R
37—R 3 C 37- P 4 C
38—T 7 C 38—A 3 C
39— C x At 39— P x C
40—T7Dü(9) 40 -R 3 A
41—P 7 R 41 — Se rinde, (jo)
DURACION DE LA PARTIDA.
Tres y media horas, desde las sie
te y media á once de la noche.
NOTAS POR SUSINI DE ARMAS.
(1) «Fianchetto» es una voz ita
liana que significa «de lado ó de flan
co. » Esta apertura fué condenada por
las autoridades antiguas, como L,o-
lli y Jaenisch.
Lolli decía: «IJ errare del nero con
triste nella apertura che egli fa del
»suo Giuoco, la q1cale non é da imi-
»tarsi, perché non é sicura. »
Staunton fué el primero que en
este punto comenzó á separarse de
aquel dictámen, sosteniendo lo que
sigue:
«That the Fianchetto di Donna,
«although disaprovcd of by carlier
»ivriters, may be made by the second
>player without much harm, iffollo-
«zved specdily by P to K 3 and P to
QB 4.»
Posteriormente los trabajos expe
rimentales y analíticos de Mr. Owen
han demostrado que la defensa de
los «Fianchettos» (del Rey y de la
Reyna) es perfectamente solida y
obliga al que ataca á ceñirse á un
reducido número de jugadas cuasi
todas previstas, sin peligro para el
atacado, de las sorpresas y múltiples
variantes que resultan en otras aper
turas.
Refiriéndose la «Stratégie Raison-
née des ouvertures du jen d' échecs,»
39
por L' Abbé Duránd, Louis Metton
et Jean Preti, á la contestación de
las negras: 1 — P 3 CD, cuando las
blancas comienzan: 1 —P 4 R, mani
fiesta el parecer siguiente:
«Ce coup, que les Italiens appellent
»Fianchetto di Donna; Cozio, debut
»de Paile, et qui es plus connu en
»France sous le nom de Petites-Cha-
«pelles, «' est pas á conseiller, atten-
»du q1i' il abandonne le centre á P
nennemi. On le joue principalement
»pour placer le TD á 2 CD, mais les
»deux coups depensés pour cela ne
»sont pas une rPponse suffisante á vo-
»tre degagement du cote du Roi, qui
»sefait rapidement et sans obstacle.»
En la celebérrima «Guida Elemen-
taire per apprendere il giuoco degli
scacchi, compilata per cura di Ame-
rigo Seghieri (Livorno— 1889,) se
dice:»
«Fianchetti¿hiamarono gli scritori
italiani quei giucchi neiquali P atac-
co si dirige sulle ale, e dalle ale —
che t quanto dire sui Jianchi e dai
fianchi speciatmente in linea obliqua,
anziché verso il centro, come nelle
aperture ordinarie e regolari. Non
vanno per altro inmuni da gravi in-
convenienti.»
(2) Según se ve, la posición de
las negras es ahora notoriamente
ventajosa, en virtud de su contra
ataque.
(3) Evolución profunda y muy
encubierta de Mr. Blackburne, con
el objeto de apoderarse más tarde del
importante peon del Rey, en caso de
descuidarse su adversario.
(4) P 4 TR en vez de esto, con
ánimo de seguir P 5 CR, habría da
do al parecer, al juego del Sr. Váz
quez, una pronta victoria.
(5) Movimiento precipitado que
hace perder á las negras el peón del
Rey, y por lo tanto la partida. Cuan
do el juego se terminó, Mr. Black
burne dijo que ese peón había sido
 40

el objeto preferente y constante de 4— A3D 4—A x A

s1ts punterías (textual). 5— D x A 5—P3 R
(6) Era inútil C 3 C, por la na 6—P 4 AR 6—CD 2 D
tural réplica de A 5 T. 7—CR 3 A 7—P3 CR
(7) Probablemente lo mejor para 8— OO 8— P 4 AD
las negras habría sido 34— P 6 A, 9—P 3 AD 9—CR 2 R
porque el Rey blanco no podía acer 0— P 3 CD 10—CR 3 AD
carse á dicho peón y apoderarse de 1—A3R 11—D 3 C
él, supuesto que entonces contesta 2—CD 2 D 12— P x P
rían las negras A 4 Tf, ganando la 3—CR x P 13—CR x C
torre que les amenaza. En cualquie 4—P xC 14—A 2 R
ra otro caso, las blancas tendrían 5—C3 A 15— O O
que perder tiempos preciosos, para 6— P 4 CR 16—P 4 A
aprehenderlo con la torre ó el caba 7— PRxPal p. 17—A x P
llo, dando lugar á las negras á de 8—C5R 18—A x C
senvolverse cómodamente y aspirar 9— PA x A 19—T x Tf
á tablas. 20—T x T 20—T 1 AR
(8) No cayó Mr. Blackburne en 21—T x Tf 21—C x T
el lazo que las negras le tendieron, 22—A 6 T 22—C 2 I)
Si 36—C x Pf 36—R x P 37— C 7 At 23—R 2 C 23—D I D
37 — R 2 A etc. 24—R 3 C (2) 24— P 3 T
(9) La última parte del juego fué 25—D 3 ADü(3) 25—C C
admirablemente bien conducida por 26—D 4 C 26—P C
el maestro inglés. ¿Y cómo extra 27—P 4 TR 27—C A
ñarlo, si según afirma Mr. Mackeri- 28—D 2 D 28—D R
zie, Mr. Blackburne es reputado en 29— D 3 AD 29—D D
la actualidad por las principales au 30—D 3 D 30—C C
toridades de ajedrez, como el pr1mer 31—P 4 TD 31—D A
f1nal1sta europeo? 32—D 2 D 32—C 2 D
(10) No había en efecto ninguna 33— P 5 TD (4) 33—P 4 CD
esperanza para las negras.. 34—P 5 T! 34—P 5 CD (5)
Demostración: 35—P x P 35—D6 Af
41- -T 1 R 36—D x D 36—P x D
42—P 6 D 42- -R 3 R 37—R3A!(6) 37—C 1 C
43—T 8 D 43- -R 2 A 38—R 2 R 38—C3 A
44— P 4 C, etc. 44- 39—R 3 D 39—C x PT
40—RxP 40 P X P(7)
ARTICULO SEGUNDO 41—R 4 C 41—C 2 C
42—A 5 Cü (8) 42—R 2 A
Partida II del match. 43—R4T 43—R1 R
44—P 4 C (9) 44—R 2 D
Marzo 6 y 7 de 189 1.
45—P5C 45— P4 T!
Defensa irregular de Riemann-Caro. 46—A 2 D 46—R 2 R
47—A x P 47—R 2 A
BLANCAS. NEGRAS. 48—R 1 R
48—A 2 D
I. H. Blackínrne. 49—P 6 CD 49—R 2 D
A. C. Vázquez.
50—R 5 C 50— C 1 D
1—P4R 1— P 3 AD (1) 51—A 4 CD 51—C 2 C
2—P4D 2— P 4 D 52—R 6 T 52—R I A
3—P5R 3—A 4 A 53—A 7 R 53—R 1 C
 41

54—A 6 Df 54—R 1 A (5) Entrega Mr. Blackburne ese

55—A 7 A 55-P 4 C peón, con el manifiesto propósito, si
56—A 6D 56—C 1 D fuere tomado, de llevar en seguida
57—A 7 R 57—C 3 AD la Dama á la 7? del Alfil y buscar
58—P 7 Cf 58—R 2 D las tablas con jaques perpétuos.
59—R 6 C (10) 59—C 1 C (6) La jugada precisa. Si P xPf
60 —A 6 D 60 —Abandona (//) las blancas hubieran perdido un
Posición final al rendirse Mr. Blackhrne. tiempo al retirar el Alfil; tiempo
que las negras habrían ganado ju
N I-.GRAS. (MR. 1U.ACKBURNE.) gando C 1 C, y la partida quedaba
en condiciones de empate.
(7) Mr. Blackburne dijo, despues
de concluido el juego, que esta ha
bía sido una falta trascendental de
parte suya, supuesto que perdió así
un tiempo precioso que debiera ha
ber aprovechado retirándo el Ca
ballo, con lo cual no veía modo de
que las blancas pudiesen ganar en
tonces.
(8) El mejor movimiento de la
partida. El Caballo negro queda
por todos lados sin retirada posible,
y desde ahora principia un final in
teresantísimo y sumamente instruc
BLANCAS. (SR. VÁZQUEZ.) tivo, en donde se puede estudiar
hasta qué punto logra luchar Ca
NOTAS POR SUSINI DE ARMAS. ballo contra Alfil. He aquí un dia
(1) Este planteo fué ideado por grama de esa crítica situación del
Kann, de Pesth, según The Ficld, juego.
de Londres; pero Caro y Riemann—
profesores alemanes—lo analizaron Posición al ejecutar las blancas la jugada 42.
y dieron á conocer detalladamente. NEGRAS (MR. BLACKBURNE)
Véase la Brüderschaft, revista berli
nesa, años de 1886 y 1887; *a W7^-
ner schachzcitung, de 1887, y el Füh-
rer de O. Cordel, páginas 316 y 317.
(2) Los movimientos del Rey
blanco en estas circunstancias, son
correctos y oportunos.
(3) Magn1fica jugada que dá al
juego del Sr. Vázquez la superiori
dad de posición. '
(4) Al parecer con la intención
de impedir que las negras, jugando
P 4 TD, lograsen evitar que la Da
ma blanca se pudiera situar en la
4? casilla del caballo de la Reina,
que es su más fuerte diagonal de
ataque. BLANCAS (SR. VAZQUEZ.)
 42

(9) Después de hecha esta juga dente del Club de Ajedrez de Ma

da por las blancas, se suspendió la tanzas, Vice-Presidente del de la
partida. Eran las once y media de Habana y uno de los más notables
la noche del 6 de Marzo, y había co ajedrecistas de la Península españo
menzado á las siete y media. Fué la, dirigió desde la primera de di
reanudada la lucha al dia siguiente chas poblaciones [eri la cual se halla
á las siete y media de la noche y se desempeñando el importante cargo
concluyó á las nueve y media. El de Administrador de la Aduana
juego entero duró, por lo tanto, seis marítima,] el siguiente expresivo
horas. mensaje telegráfico:
(10) Muy elegante, porque sí «Matanzas—Marzo 9 de 1891. —
C x A—P 8 C(D) y si RxA— RxC. Sr. D. Andrés C. Vázquez, Socio
(11) Nada bueno les quedaba á Honorario del Club de Ajedrez de
las negras para prolongar por más la Habana—Mi cordial felicitación
tiempo una defensa habilísima, pe y la de estos aficionados, por el bri
ro desesperada. Si 60—C 3 A— llante éxito de su segunda partida
61—A 7 A! con Mr. Blackburne, la terrible fie
ra de la nebulosa Albión. — Car-
Fué esta la primera vez —según fajal. »
declaración de los interesados—en
que Mr. Blackburne hizo la Defensa ARTICULO TERCERO
de Caro [maestro de Berlín], y en
que el Sr. Vázquez se vió precisado Partida III del match.
á contrarrestarla. El Champion de
Inglaterra no quedó probablemente Marzo, 8 y 9 de 189 1.
muy satisfecho de ella, puesto que DEFENSA INDIANA.
no volvió á emplearla en ninguna
otra partida de este match. Mr. BLANCAS NEGRAS
Blackburne la conocía prácticamen
te, sin embargo, aunque hallándose I. H. BMtmrne. A. c. vaziuez.
del lado del ataque. En el reciente
libro publicado en Leeds [población
inglesa], bajo el título de The Brad- I--P 4 R 1--P3IMO
ford Tournament, se puede ver en 2--P 4 I) 2--P 3 CR
la página 78, que Bardeleben y Weiss 3--A 3 D 3--CR3A
la adoptaron, jugando en consulta 4--C R 2 R 4--A 2 C (2)
contra el mismo Blackburne y Mr. 5--P 3 A D 5"-O O
Bird, en el combate para obtener el 6--C D 3 T 6--P4R
premio especial de 10 guineas, ofre 7--A s C R 7"-P 3 TR
cido por Mr. F. H. Lewis, de Lon 8--A 4 T 8--D 1 R
dres. Dicha partida fué abandona 9--O 0 9--P 4 CR
da como tablas á los 35 movimien 10--A 3 C 10--CR4T
tos. 11--P x P i1--P x P
12--P3 A 12--C5 A
APENDICE. r3--C x C I3--PC x C
El resultado de esta magistral 14--A 2 AR 14- -D 2 R
partida , del match Blackburne- '5--D 2 R I5--P3C
Vázquez, causó tal entusiasmo entre 16--R 1 T 16--C 2 D
nuestros amateurs, que el señor don 17--TR 1 CR 17--C3 A
Vicente Martínez Carvajal, Presi 18-—P3CR 18--C4T
 43

1g— P 4 CR 19— C 3 A tado correctamente los movimientos

20—-A 4 T 20—R 1 T de la apertura, según lo declaró des
21— D 1 R (3) 21—D 3 D pués Mr. Blackburne, rechazando
22—TD 1 D 22—C 2 T el ataque y adquiriendo supremacía
23—A 4 A 23— D 3 C de posición. Las piezas blancas te
24—D 2 R 24— P 3 T nían ahora que comenzar á perder
25— C 2 A 25—A 3 A terreno. Ejemplos:
26—A x Af 26— D x A
27— C 4 C 27—D 5 T (4) Posición al hacer las negras el movimiento 27.
28—A 5 D 28— P4TD (5) NEGRAS. —SR. VAZQUEZ.
29—A x T 29— P x C
30—P x P 30- C4C(6)
31 —A 6 A 31—D 6 T (7)
32—TD 3 D 32— C3R 1¡§ WÍ4
33— D 2 AR (8) 33—T 1 C H ÍH ü * Él*
34—A 5 C 34—C 4 C (9)
* ü ■ m m
35—TD 3 A 35—A 2 C
36—A 1 A (10) 36— C x PR 81 BLJ
37—P x C 37—A x Pf
38—A 2 C 38—D x At
39—TR x D 39—T x P
40—TD 3 A 40— P 4 AR H ¡SÍ
41—P 3 TR 41—T 4 C
42—D 4 T 42—T x T (11) ja
43—D x PTt 43-R 1 C M,W W*
44—D 6 Rf Se rinde.
Duración de la partida, en dos se BLANCAS. —MR. BLACKBURNE.
siones: cuatro horas. Variante I.
27— P 4 C
NOTAS POR SUSIN1 DE ARMAS. 28—A 5 D 28—TD 1 C
29— C 6 A 29—TD 3 C &c.
(1) Esta apertura irregulares co Variante II.
nocida con el nombre de Defensa
27—P 4 C
India ó Indiana, por haberla em
28—C 5 D 28—D 3 A
pleado muchas veces con éxito, en
29—A 3 C 29—A 3 R &c
contra del inmortal ajedrecista inglés
Mr. Cochrane, el no menos célebre Y en ambos casos quedaban las
champion de Calcuta, Bramin Mo- negras con juego superior.
heschunder-Bonuerjee. De estos dos Yo pregunté al Sr. Vázquez la
grandes jugadores me ocuparé de causa de que en este punto tan cla
tenidamente en un estudio que pien ro, no hubiese procedido así, prefi
so publicar sobre las celebridades riendo la peligrosa y precipitada
del ajedrez. jugada de D 5 T á la sencilla y ob
(2) El planteo se transforma aho via de P 4 C, y me dijo que aqueja
ra en un Fianchetto del Rey. do por la dispepsia de que padece
(3) No era conveniente para las hace tiempo, necesita acabar pronto
blancas: 21 — P 5 C, por la natural las partidas de ajedrez, pues sufre
contestación de las negras: 21-C4T. mucho cuando por condescendencia
(4) El Sr. Vázquez, con su co se ve obligado á jugar tres ó cuatro
nocida pericia técnica, había ejecu horas seguidas, inmediatamente des
 44
pues de comer, y cuando momentos
antes ha acabado de estar trabajan
do en su oficina, seis ú ocho horas
consecutivas en negocios de suyo
delicados. «Yo no podía — agregó el
Sr. Vázquez—por el género de mis
atenciones, haber jugado de 4 á 6
de la tarde, y de 8 de la noche en
adelante, como lo;hizo cuerdamente
el Sr. Golmayo; á él y á mí nos
hace mucho bien descansar algo,
despues de las dos primeras horas
de lucha, supuesto que casi todo
el dia nos hallamos dedicados á las
exigencias del bufete; descanso que
no echan de menos, de igual modo,
los ajedrecistas profesionales, por
que ellos tienen por única y exclu
siva ocupación el ajedrez, y ya es
tán habituados en matches ser1os
y en Torneos universales, á jugar
las cuatro horas reglamentarias, sin
interrupción de ninguna clase. Me
ha sido tan poco propicia la fortuna
en este match —añadió mi amigo y
maestro — obligándome, por com
promisos contraidos en meses ante
riores, á jugar sintiéndome bastante
enfermo, y cuando más recarga
do me veía de quehaceres graves,
que hasta al sortearse la salida en el
primer juego correspondieron las
piezas blancas y, por lo tanto, el
ataque, á mi formidable competidor.
Creo, no obstante, que aunque la
mayoría de las partidas ganadas la
hubiese obtenido en todo caso por
su saber y consumada práctica Mr.
Blackburne, yo habría podido com
pletar un score mucho mejor del que
hice, si mi espíritu hubiera estado
más en calma y sosegado y si la sa
lud mia no se hubiese encontrado en
los dias del combate, notoriamente
resentida » resultado de una partida de ajedrez;
(5) Débil, pero quizás necesario,
porque si: 28—TD 1 C, 29—C 6 A.
(6) No podían las negras jugar
30—A x P, porque las blancas re
plicaban 31 —T x A atacando á la
dama.
(7) ¡ Cuán arriesgado! Lo natural
parecía ser: C 6 T ó C 3 R.
(8) Si ahora jugasen las negras
33 C 5 D las blancas responderían:
34 T x C.
(9) Habría sido preferible á mi
juicio, en lugar dela jugada del tex
to: 34 P 4 T. Debe hacerse constar,
sin embargo, que en esos momentos
tenía el Sr. Vázquez que realizar
sus combinaciones con precipitación,
porque no acostumbrado, como lo
está Mr. Blackburne, á jugar con
relojes ad-hoc, para medir el tiempo
que se emplea en los movimientos,
se había descuidado con el suyo, y
solo podía disponer de tres ó cuatro
minutos para hacer varias fugadas
de trascendencia, que requerían bas
tante análisis. Por otra parte, obser
vóse, lo mismo cuando jugó el señor
Golmayo que cuando le sucedió el
Sr. Vázquez, que los campeones de
nuestro Club no ponían bastante cui
dado en detener la marcha del reloj
que les correspondía, al concluir de
ejecutar sus movimientos respecti
vos, con lo cual acontecía que Mr.
Blackburne pensaba su jugada, ha
llándose su reloj tranquilo, y estan
do, equivocada é indebidamente, en
ejercicio los relojes contrarios. En
varias ocasiones Mr. Blackburne, co
mo enemigo leal y caballeroso, al
notar esos descuidos, detenía por sí
mismo los relojes de los Sres. Váz
quez y Golmayo, haciendo mover
el que le estaba designado. Estos de
talles, que no son de extrañarse entre
aficionados, y que, al parecer, debie
ran considerarse insignificantes, en
realidad deciden muchas veces del
porque los minutos desperdiciados
en circunstancias normales y cómo
das, hacen falta extraordinaria en
situaciones críticas, al tratar de acer
tarse la jugada precisa para con
 45

cluir de ganar una partida, ya bas por una pasajera excitación ner
tante ventajosa, ó para no perder viosa.
otra (por consecuencia de algún fal En cuanto á Mr. Blackburne, ad
so plan) en la que procediendo co mirémoslo é imitémoslo: su sereni
rrectamente se deba y se pueda lle dad, su reposo y su paciencia son
gar á las tablas. siempre inalterables; juntando así
( 10) Después de hecha esta juga á sus muy grandes conocimientos
da por Mr. Blackburne, dieron las en el ajedrez y á sus poderosos re
once de la noche, y según lo pacta cursos de combinación, la habilidad
do, el Sr. Vázquez escribió su movi del método, y las ventajas de una
miento 36, guardando el papel res larga práctica en batirse con juga
pectivo dentro de un pliego que se dores de diferentes climas, edades
cerró y selló. Al día siguiente (9 de y paises, y de distintos temperamen
marzo), á las 7 y media de la noche, tos. Todo esto, que no lo enseñan
continuó la partida, completamente los libros, se aprende con la expe
ganada por las blancas desde su últi riencia.
ma jugada, y sólo duró una media
hora más. Se debe añadir, para co ARTICULO CUARTO.
nocimiento de los principiantes que
lo ignoren, que hoy es costumbre en
los matches que, al llegar la hora (Partida IV del match. )
señalada por mútuo convenio, para Marzo 9 de 1891.
suspender un juego que no estuviere GAMBITO EVANS.
en condiciones de acabarse pronto,
corresponda la obligación ó el dere BLANCAS. NEGRAS.
cho de escribir y sellar su movimien
to próximo, al jugador que no hubiese A. C. Vazquez, I. H. BlacMurae.
salido en el propio juego, es decir,
al que llevare ó dirigiere las piezas 1— P 4 R 1—P 4 R
negras. 2—A 4 A 2— CD 3 A
(11) Evidente es que si el señor 3— CR 3 A 3—A4A
Vázquez hubiese jugado 42 — A x T, 4— 0 O 4—CR 3 A
la respuesta de Mr. Blackburne ha 5—P 4 CD 5—A x PC
bría sido 43— D x PTf 6—P3 A(1) 6—A 2 R (2)
(12) Lujo innecesario de estrate 7—P4D 7-P 3 D (3)
gia. R x T era tan expedito como 8— P5 D 8—CD 1 C
concluyente. 9—D 2 R 9—O O
10—CR 1 R 10—CD 2 D
En resumen, este juego no debió 11—A 3 D 11—CR 1 R
haber tenido otro desenlace que el 12—P 4 AR 12—P x P
empate ó la nulidad. Mr. Black 13—A x P 13—CD 4 R
burne no encontró ocasión en él de 14—CD 2 D 14—A 3 A
efectuar ninguna combinación de 15—TD 1 C (4) 15—CD 3 C
un orden superior; el Sr. Vázquez 16—TD 3 C 16—C x A
hizo clásicamente la apertura, y si 17—TR x C 17—A 4 R
más tarde vió convertido su enérgi 18—TR 2 A (5) 18—C 3 A
co y muy correcto contra-ataque en 19—P 3 TR 19—C 2 D
inesperada é inevitable derrota, 20—CD 4 AD 20—C 4 AD
atribúyalo en justicia á su cansancio 21—TD 3 T (6) 21—D 2 R
y á la festinación originada tal vez 22—CR 3 A 22—P 3 AR
 46

23— CD 3 R 23—TR 1 R tinuar: C x P! (Por supuesto sí, ade

24— CR x A 24—D x C más, las negras hubieran jugado
25—C 4 A 25—D 4 C como ya se ha dicho, A 4 T, y no
26—R 2 T 26—A 2 D A 2 R como lo hicieron.)
27—C 2 D 27—P4 A! (4) ¿No resultaba más sólido T D
28— P 4 A 28—P x P 1 A?
29—A x P 29—D 4 Rf (5) Causa aparente de las futuras
30—P 3 C 30—C x A dificultades en que se hallaron las
31—TD 3 R 31—Cx T!! (7) piezas blancas, y las cuales se hu
32—T x D 32—TR x T bieran evitado quizá con TR 1 A.
33—D x C 33—TD 1 AR (8) (6) ¡Embarazosa posición para
34— D 4 D (9) 34—TR 7 R t esatorre! El Sr. Vázquez opina que
35—K 1 C 35—A x P su juego habría quedado en buenas
36—P 4 T (10) 36—TR 7 C f condiciones con el siguiente vivísi
37—R 1 T 37—TD 7 A mo ataque:
38— D 4 T 38—TR 7 T f
39—R r C 39—TD 7 C t Posición después do hecha por las negras
Y las neo-ras ganaron la jugada 20.
NEGRAS. —(BLACKÜURN E. )
Notas por Sus1n1 de Armas.

(1) Este fué un Gambito Evans

irregular, jugado al estilo antiguo,
es decir, enrocando las blancas antes
de proponer dicho gambito, con el
avance de P 4 CD. Parece que el se
ñor Vázquez se propuso sorprender
á su antagonista, precisamente con
un procedimiento que podía supo
nerse olvidado por Mr. Blackburne,
pues en cuanto al Evans moderno,
tal vez no hay otro profesor contem
poráneo que lo conozca tanto como
el ilustre Champion de Inglaterra.
(2) Si Mr. Blackburne hubiese
respondido, como lo hacía Morphy BLANCAS. —(VAZQUEZ. )
en esta apertura, A 4 T, en lugar de 21— CxAÜ 21—CxT
A 2 R, la mejor réplica de las blan 22— CxP 22— TxC
cas era P 4 D, para establecer acto 23—T x T 23—R x T
continuo (si las negras enrocaban) el 24—D 5 T t etc. 24—
formidable Ataque R1c11ardson, el
cual, bien conducido, es siempre fa (7) Brillante y muy segura com
vorable para el juego blanco. binación, sin embargo de que por
(3) No pueden ya las blancas es otro medio más sencillo las negras
tablecer el Ataque R1chardson. hubieran conquistado también una
Para ello habría sido preciso que las posición superior. Ejemplo:
negras en vez de P3D, hubiesen en 31— C x P
rocado; en cuya situación el primer TD x D 32— C x D
jugador quedaba en aptitud de con TD x C etc. 33—
 47

(8) Mejor que TD 1 R. 26—CR x P 26— C x P

(9) Si 34 D 2 C 34 TD 1 R 27—CR x P 27— D 3 C
(10) La posición es sumamente 28 - D 4 C 28— C 3 R
curiosa y de grande enseñanza. Las 29— P 4 T 29—T x C
blancas aunque disponen de una 30—P x T 30—T x P
Reina, casi no pueden moverse y 31—C 4 R 31—A 4 A
tendrán forzosamente que perder el 32—TD 1 AR 32—T x T
caballo primero y después la partida. 33—T x T 33—A 2 R
Nada habrían logrado para su salva 34—P 5 T 34—D 1 C
ción con haberjugado D 4 T. Véase 35~C6At 35—A x C
la siguiente variante: 36 -T x A 36— C 1 A
D 4 T 36—TR 8 R f 37—D 5 Af 37— R 2 C
38—P 6 Tf 38 —Abandonan.
R 2 T 37—Tü 7 Af
RxA 38—TRSTRfetc NOTAS POR SUSINI DE ARMAS..
ARTICULO QUINTO. (1) Muy bien jugado. Las ne
gras inician desde luego un enérgi
Partida V del match. co y oportuno contra-ataque.
Marzo 10 de 1891. (2) La obstrucción en que co
mienzan ya á encontrarse las piezas
GIÜOCO PIANO.
blancas es evidente. No les ha
BLANCAS. NEGRAS. bría convenido 11 —CD 4 T, por la
réplica natural de las negras: 11 —
I. H. BMburne. A. c. Vazunez. A 4 T.
(3) Valiente y decisivo, para im
I-—P 4 R 1--P 4 R pedir que Mr. Blackburne pudiese
2-—A 4 A 2--A 4 A jugar P 4 AR.
3-—CD3A 3"-CR3 A (4) Mentira parece que el señor
4-—P 3 D 4--P3D Vázquez se hubiese llegado á descui
5-—A3R 5--A 3 C dar en los movimientos sucesivos, al
6-—P 3 TR 6--A3R extremo de perder una partida tan
7-—A3C 7--CD 3 A ventajosa para él como ésta, técni
8-—D 2 D 8 - 0 0 camente ganada por las piezas ne
9--CR 2 R 9--P4D!(1) gras.
10-—A5CR 10--P5D (5) Aquí el Sr. Vázquez pudo
11-—CD 1 D (2) 11--P 3 TR haber cerrado el juego, para tabías;
12 -A x C 12- D x A pero sin duda no las quiso, y con ra
l3 0 0 13--P 4 C! (3) zón, porque en vista de su notoria
14--CR 3C 14--R 2 T superioridad de posición, lo lógico
is-—P3 AR 15"-D3C era pretender ganar. Para el objeto
16--CD 2 A ró--P 4 TR de cerrar el juego bastaba á las ne
*7-—D 1 D 17--P5T gras haber adelantado un paso el
18-—CR 1 T 18--C 2 R peón del alfil del Rey, en lugar de
19 -CD 4C 19--D 2 C haber jugado: C 3 C, teniendo en
20— P 3 C 20--A x A tonces que responder las blancas
21-—PTx A 21--P 4 AR! (4) P4 CR.
22--CD2 A 22- C 3 C (5) (6) El Sr. Vázquez cree que esta
23--R 2 T 23--TR 2 A fué su falta grave, pues toda la ven
24--TR 1 C 24--TD 1 AR taja la tenía con el siguiente modus
25-—P4AR 25--PT x Pf (6) operandi:
 48

Posicion despues de hecha por las Mancas ARTICULO SEXTO.

la jugada 25: Partida VIy última del Match.
negras. —Sr. Vázquez. Marzo 1 1 de 1891.
QIU0C0 PIANO.

BLANCAS. NEGRAS.
A. C VAZQUEZ. I. H. BLACKBURNE.
t--P 4 R 1-—P 4 R
2--A 4 A 2--CD 3 A
3--CR 3 A 3--A 4 A
4--00 4--CR3 A
5--CD3 A 5- -P3D
6-—P 3 D 6--A 5 CR
SLlf
7--CD 2 R 7- -D 2 D
8--A3R 8--A3C
9 -P3 A 9--CR 4 T
BLANCAS. —Mr. Blackburne. 10--CR5C 1o--0 0
25—PR x Pü 11-—A x A 11-—PT x A
26—P x PT 26—C x P 12--P3 A 12-—A3R
27—Dat 27—D3TÜ 13--D 1 R (1) 13--A x A
28—TR x P 28—C 6 A t etc. 14-—P x A 14-—P3T
Corolario. 15--CR 3 T I5~-P 4 A
Moralmente esta fué una partida 16--P x P 16--D x P
ganada por el distinguido champion 17--P 4 CR ! 17--D 2 D (2)
de México. ¿Qué importa, para su 18--D 4 T ! 18--CR3 A
sólida y bien conquistada reputación 19--P5C !(3) 19--P x P
de hábil ajedrecista, que la hubiese 20--CR x P 20--CD 2 R
perdido por un descuido trivial, si 21--R 1 T 21--CD3C
en realidad con magníficos movi 22--D3C 22--CR 4 T
mientos y un plan tan correcto co 23-—D. 2 A 23--CR5 A
mo perseverante, supo hacerse en 24--TR 1 CR 24 -D 4 A R
ese juego de una posición extraordi 25--C x C 25-—C x C
nariamente superior, habiendo re 26--D 4 T 26--TR 3 A
chazado las tablas á que podía haber 27--C 4 R 27--TR 3 C (4)
optado en la mitad de la partida? 28--P 3 TD. 28-—TD 1 AR
Mr. Blackburne, con su genial fran 29--TR5C 2Q--T x T
queza é ingenuidad, confesó después 30--C xT 30—T3 A
de concluida la lucha, que él había 31--C 4 R 31-—T 3 C (5)
hecho la apertura con negligencia, 32--T 1 CR 32--C 6T
perdiendo muchos é importantes 33--T 3 C (6) 33- -D x P f
tiempos, que debieron haberle oca Se rind1ó.
sionado un desastre. NOTAS POR SUSINI DE ARMAS.
No tengo, pues, inconveniente, y
antes lo creo de justicia, felicitar al (1) Las blancas toman el ataque
Sr. Vázquez por derrota tan intere prontamente. La amenaza de D 5 T
sante y honrosa. tiene que ser temible.
 40

(2) ¿No hubiera sido mejor para que la partida no podía ser otra cosa
las negras L) 3 C? que tablas. Ejemplo:
(3) Este vigoroso, continuado y
muy bien conducido ataque, debie Posición despues de hecha, por las negras
ra haber dado el triunfo al señor la jngada 32.
Vázquez en la presente partida. Sin
embargo, tal vez fué prematura la NEGRAS. —MR. BLACKBURNE.
jugada del texto, pudiendo haberse
hecho antes—como juiciosa prepa
ración—R 1 T ó CD 3 C. wm, wm. iff
(4) Es claro que si 27—(las ne ...wá %
gras) TR 3 T, 28 (las blancas) DxT. m m mu
(5) Se vé fácilmente que no les
convenía á las negras T 3 T. De
mostración :
31—T 3 T
32—D 8 Df 32--R 2 T
33—C 5 Ct 33— R 3 C m -■^■^■|¡
T 1 CR &c.
(6) Descuido fatal que tuvo dis
culpable motivo.
Aquejado fuertemente el Sr. Váz BLANCAS. —SR. VÁZQUEZ.
quez en esos momentos por una pa
sajera indisposición, había dejado 34-D 33— D 8 Df 33—R 2 T
4 Tf • 34-T 3 T
inadvertidamente que su reloj hu
biese continuado andando bastante 35— D 4 C 35—D x D
tiempo, después de ejecutadas varias 36— P x D &c
jugadas suyas. Mr. Blackburne lo Y si alguna ventaja había entóu-
notó en dos ocasiones, y detuvo di ces, era en todo caso para las blan
cho reloj, poniendo á caminar el cas, por disponer de dos peones del
que le correspondía. No reclamó el lado del rey, contra uno que en esa
Sr. Vázquez, por delicadeza, los mi línea tenían las piezas negras.
nutos de cortesía que en tales casos
es costumbre conceder al adversario SCORÉ FINAL DEL MATCH:
perjudicado; y así fué que al tener Partidas ganadas por Mr.
que hacer su jugada 33, le faltaban Blackburne 5
ocho movimientos en sólo dos mi Id. por el Sr. Vázquez . 1
nutos.
Por eso jugó precipitadamente su
Total .
torre á la funesta, tercera casilla del
caballo; calculando según me ha Síntesis de la.contienda.
dicho después, que Mr. Blackburne
habría de contestar D x P, pero sin El Sr. Golmayo comenzó su match
fijarse en que al hacerlo, daría jaque, el 14 de Febrero y lo terminó el 3
siendo necesario tomar la dama y de Marzo actual. Jugó 10 partidas
recibir el mate en consecuencia. en 18 dias.
Con un poco más de tiempo y por El Sr. Vázquez, más deseoso de
lo tanto, de calma, el Sr. Vázquez concluir cuanto antes, por enferme-
hubiese notado sin grande esfuerzo | dad y ocupaciones, principió su
7
 50

combate el dia 5, dándole punto el ciencia en el asunto, que es bien re

1 1 ; es decir, que jugó seis partidas
en sólo una semana, sin tomarse
ningún descanso, como en el primer
match se lo tomaron lo mismo el
Sr. Golmayo que Mr. Blackburne.
De esa festinación y falta de
Entus1asmo se originaron no pocos
descuidos trascendentales, que hicie
ron perder al ilustre Champion me
xicano partidas que debió haber ga
nado unas veces y empatado otras.
Esto, no obstante, en todos los
juegos se reveló verdadero maestro
y ajedrecista clásico.
Sus aperturas fueron siempre mo
delos irreprochables de corrección y
exactitud, hasta el extremo de ha
ber logrado en la mayor parte de
los casos adquirir la supremacía de
posición, aun sin tener la salida,
contra adalid tan profundo y vete
rano como el hijo de Manchester.
Por lo mismo, el match que me
he permitido comentar (no por mi
ducida, sino por el afectuoso respeto
que me inspira el Sr. Vázquez) será
considerado en todo tiempo como
una lucha de altísimo interés y su
mamente digna de estudio.
El hecho es que tanto el Sr. Gol-
mayo como el Sr. Vázquez, supie
ron ganar juegos al «gigante» Mr.
Blackburne, dejando, como fami
liarmente se dice, gloriosamente
puesto el pabellón del incomparable
«Club de Ajedrez de la Habana.»
Mis más cordiales parabienes, en
resumen, á los señores don Celso
Golmayo y don Andrés Clemente
Vázquez, los ajedrecistas más fuer
tes de la estirpe española en Améri
ca y los dos primeros aficionados del
mundo, en materia de ajedrez, á
juicio del gran periódico The Sun,
de Nueva York.
J. Susini de Armas.

PARTIDAS EN CONSULTA.

5—n 3 a 5--C x C
6— PD x C 6--AR 4 A?
Habana, 1j de Febrero de 1891 7—D 3 C! 7~-R I A
8—AD 5 C 8--D 1 R
APERTURA VIENESA. 9—C3 A 9--AD 4 A
10—A 3 D 10—-A x A
BLANCAS. , NEGRAS. 11— P x A 11- -C3A
Sres. Enripe Conill y l 12— P 4 D 12—-A 2 R
Mr. BlacKíurae.
Lopez. n—OO! 13--A x A
14— C x A 14--C 1 D
1—P 4 R 1— P4 R 15—TD 1 R 15--R 1 C
2—CD 3 A 2— CR 3 A 16— P 6 R 16--P x P
3— P 4 AR 3—P4D 17—D x P
4—Pa x P 4—CR x P
 51

Posición al hacer las negras el movimiento 17. que intentando apartar á tan temible
adversario, del camino trillado de
NEGRAS. —ALIADOS. los libros y de la práctica, hubiesen
adoptado sin la conveniente medita
^ ta, ^ ción su peligrosa sexta jugada, ó sea
AR 4 A, or1gen de la derrota que á
i poco experimentaron.

ái 11
II
Habana, Febrero 1y de 1891.
APERTURA M-LOPEZ.
BLANCAS. NEGRAS.
■ ■ BáB
H ü íp s r¿P Síes. Enrique conill y Gui Blactírarne.
llermo López.
BLANCAS. — MR. BLACKBURNE. 1— P 4 R 1—P 4 R
17—P 3 TR 2—CR 3 A 2—CD 3 A
18—C x P 18—C x C 3—A5C 3—P3R
19— D 6 D 4— P 4 D 4—P x P
Y después de varias jugadas los 5—A x Cf 5—P x A
aliados se rindieron. 6—D x P 6—A 3 T
7—A5C 7—P3 A
NOTA POR A. O VAZQUEZ. 8—A 3 R . 8—D 2 D
9— P4 A 9—P 4 AD
Si al hacer las negras el movi »—D 3 D 10—C 2 R
miento 17?, en vez de jugar P 3 TR —CD 3 A 11—TD 1 C
hubiesen conducido la Dama á la í—P 3 CD 12—P 3 C
tercera casilla del alfil, el final de la 3—TD 1 D 13—D 3 R
partida habría sido sumamente ele 4—0 O 14—A 2 CR
gante é ingenioso, según variante 5—CD 2 R 15—A 2 C
hallada por Mr. Blackburne al ana 6—CD 4 AR 16— D 1 Aü
lizar con nosotros la mencionada 7—CD 5 D 17—A x C
partida. 8—PR x A 18—O O
Ejemplo: 9—TR 1 R 19—TR 1 R
17—D 3 A 20—A 2 D 20—C 4 A
18—TD x Pü 18—D 4 C 21—T x Tt 21—D x T
19— TR 8 Afü 19— R x T 22—T 1 R 22— D 2 D
20— D 7 Rt 20— R 1 C 23—D 4 R 23— R 2 A
21—D 8 Rf 21—D x D 24— A 3 A 24—T 1 R
22—T x Dft 25— D x Tf 25— D x D
Justo es consignar que los señores 26—T x D 26—R x T
Conill y López ejecutaron las juga 27— R 1 A 27—C 2 R
das con demasiada prisa, y con el 28—C 2 D 28— P 3 AD
ánimo de hacer ensayos en una aper 29—P x P 29—C x P
tura tan conocida por Mr. Blackbur Tablas.
ne, como la Vicnesa. A esto se debió
 52

Notas por A. C. Vazquez. III.

Esta partida, correctamante juga
da lo mismo por los jóvenes aliados, 16— D x PR
que por Mr. Blackburne, tuvo un 17— D x D 17— A x D
momento sumamente interesante, se 18— CD 6 R 18—TD 1 AD
gún lo comprueba el diagrama que 19 — A x P 19— P x A
sigue: 20— C x Af 20—R 2 A
21—TR 1 R 21—A x C
Posición al hacer las negras la jugada 16. 22 -TD 7D 22 —A 3 A
NEGRAS. —(BLACKBURNE.) 23—TR xCt 23— R 1 C
24— C 6 R! 24— A x T
1 25—T7 Ctt

0 v/JSm
i %k
wlmb 0
sssSsv.
i mama

III
SJfw/fm BLACKBURNE contra MACKENZ1E.
Habana, Marzo 4 de f8y/.

GAMBITO ALLGAIER.

BLANCAS NEGRAS
BLANCAS. —(ALIADOS. )
Según ha podido verse ya, Mr. (Sres. I. H. Blaclttrarne, (Sis. 6. H. MacKenzie, Enri
Blackburne, procediendo con atina R. Iglesias y F. Gomez. ) que CouiUyI. I. Hadado.)
do juicio, jugó aquí: 16— D 1 Aü.
De cualquiera otra manera hubiera 1— P 4 R 1—P4 R
perdido la partida. Demostración: 2— P 4 AR 2—P X P
3— CR 3 A 3— P4 CR
VARIANTES.
4—P 4 TR 4—P5 C
i. 5— CR 5 R 5-CD 3 A
16— D 2 A 6— P 4 D 6-P 6 A
17—A x P! 17—P x A 7—A 4 AR 7—P3 D
18— D 7 Df 18— R 1 A 8 -C x C 8—P x C
19—C 6 Rf 19—R 1 C 9— P x P 9—A 3 TR
20—D x P 20—D 1 R 10 - D 2 D 10—D 3 A
21—C 8 D&c. 11 —A x A 11— C x A
II. 12—P 4 AR 12—TD 1 C
16—D x PR 13— P 3 A 13—TR 1 C
17—D x D 17 —A x D 14— C 3 T 14— P 6 C
18—CD 6 R 18—A x C 15—O O O 15—TR 5C
19— P x A 19—TD 2 C 16—P 5 A 16—TR x PR
20— CxAf 20—R 2 A 17—A 2 C
21— A x P! 21—P x A
22—TD 7 D 22—TR 1 CR Y pocas jugadas después fué nece
23—T R 1 R &c. sario abandonar el combate, sin ter-
 53

minarlo, á cansa de un ataque ner después moría repentinamente en

vioso sufrido por Mr. Mackenzie.
Este fué el últ1mo juego del vence
dor de Franckfort en la Isla de Cuba,
y quizás su postrera part1da en
el mundo, supuesto que dos semanas
Nueva York. Creemos que sus nu
merosísimos admiradores, conserva
rán esos fugaces resplandores de su
grandioso genio, con afectuoso res
peto de ultratumba.

Partidas simultáneas jj sin ver, (Blindfold (james).

He aquí las partidas jugadas por 17—C x A 17— TR x A

Mr. Blackburne en el Casino Espa 18—TD 8Df 18—R 2 A
ñol de la Habana, la noche del 15 de 19—TR 1 D 19— T 7 R
Marzo de 1891; habiendo durado la 30—C3 R Se rinde.
sesión cinco horas, es decir, de ocho
á una.
El resultado fué el siguiente: TABLERO NUM. II.
Partidas ganadas por Mr. Black
burne 4 APERTURA SICILIANA.
Partidas perdidas o
Id. tablas 2 BLANCAS. NEGRAS.
~6~ I. H, BlacMrne. Sr. E. ostolaa
1— P 4 R 1— P 4 AD
TABLERO NUM. I. 2—P 4 D 2— P x P
3— CR 3 A 3— P 3 R
CONTRA-GAMBITO BEL CENTRO. 4—CR x P 4— CR 3 A
5—CD 3 A 5—A 5 C
BLANCAS. NEGRAS. 6— A 3 D 6—CD 3 A
ir. Blacflrae. Sr. Dr. Iover. 7— C x C 7— PC x C
8—0 0 8— A x C
1— P 4 R 1— P 4 D 9— P x A 9—D4T
2—P x P 2—D x P 0—A 2 D 10—A 3 T
3—CD 3 A 3—D 4 TD 1— P 4 AD 11—D 2 A
4—P4D 4—P4R 2—A 3 A 12— P 4 T
5—P x P 5—D x PRf 3— P5R 13—C 5 C
6—A 2 R 6—AR 5 C 4— D 2 R 14—P 3 C
7—A 2 D 7—CR 2 R 5—TD 1 D 15—P 4 AR
8—CR 3 A 8—D3D 6— P 3 T R 16— C 3 T
9—OO 9—A xC 7—P5A 17—A x A
10—A x A 10—D x D 8—TD x A 18— C 1 C
11—TD x D 11— O O 9—TR 1 D 19—TR 2 C
12—C5R 12 —A 3 R 20—D 2 D 20—P 4 TD
13—A 4 CD 13—TR 1 R 21— D 5 C 21—TR 2 C
14—A x C 14—P 3 AR 22—TD 6 D 22—D 2 T
15—A S CD 15—P 3 AD 23—A 4 D 23—C 2 R
16—AR 4 A 16— A x A 24— P 4 AD 24—TD 1 CD
 54

25—A 3 R 25- -TD 2 C 23—A x C 23—PC x A

26— D 6 A 26- -TR 2 T 24— D x P f 24— D 3 T
27—D 4 T 27—TR 2 A 25— D x D f 25— R x D
28—D 4 D 28—TR 2 T 26—P 4 CR 26—TR 1 C
29— A 5 C 29— P 5 TD 2/-P5 Ct 27—R 3 C
3°— D 3 R 30— C 1 A 28—TD 3R 28—A 2 D
31—TD 2 D 31—D 1 C 29—A 1 R 29—TD 1 R
32—A 6 A 32— D 2 T 30—TD 3T 30—TR 1 T
33—D 5 C 33—D x r 31—TR 3R 31—TD 1 CR
34—D x PC t 34—TR 2 A 32—R 2 C 32—TD 1 R
35— Dx PT 35— C 3 C 33—TD 4 T 33—T x T
36—TD 6 D 36—D x PAD 34—A x T 34—T 1 TR
37— D8 Tt 37—TR 1 A 35—A 2 A 35—P 3 T
38— D7 C 38— TR 2 A 36— P 4 TR 36—P 4 C
39—D8 Ct 39—TR 1 A 37—R 3 C 37— P 5 A
40 - D 6 c t 40—TR 2 A 38—P 4 D 38—R 4 T
41 A 5 c 41— C 4 D Tablas.
42— D x PR fü 42— R 1 A
43— A 6 T f (Se rinde. )
TABLERO NUM. IV.
TABLERO NUM. III.
APERTURA IRREGULAR.
DEFENSA SICILIANA. BLANCAS NEGRAS
BLANCAS. NEGRAS.
Mr. BMbnrne. Sr. Clemente Sala.
Mr. BMtnrne Sr, F. Castillo.
1—P 4 R 1— p 4 R
1—P 4 R 1— P 4 AD 2— CR 3 A 2— CD 3 A
2—CD 3 A 2— P 3 R 3—A 4 A 3— P 3 A
3— P 3 CR 3—CD 3 A 4— P4D 4— CD 4 T
4—A 2 C 4— P 3 CR 5—A 2 R 5—A 3 D
5—P4A 5—A2C 6—0 O 6— CR 2 R
6—CR 3 A 6— P 3 D 7—P3 A 7— 0 O
7—0 O 7—CR 2 R 8— P 4 CD 8—CD 3 A
8— P 3 D 8— P 4 AR 9—A 4 A t 9—R 1 T
9—TR 1 R 9—0 O 10—P 3 TD 10—P 4 TD
10—P x P 10— CR x P 11—P5C 11— CD 2 T
11— CD 4 R 11— P 4 D 12—CR 4 T 12—P 3 AD
12—CD 2 A 12—P 3 TR 13— P 4 TD 13 —A 2 A
13—P 3 A 13—R 2 T 14— PD x P 14—A x P
14—CD 4 C 14—P 3 CD 15—P 4 A 15—A 2 A
15— CD5R 1 5—C x C 16—A 3 T 16—A 3 C t
16—C x C 16—A 2 C 17— R 1 T 17—P 4 AD
17—D 4 C 17—A x C 18— P 5 A 18— D 2 A
18—TR x A 18—P 4 TR 19—D 5 T 19—D 4 R
19—D 2 R 19—C 2 C 20—TR 3 A 20—P 4 D
20—A 3 T 20—A 1 A 21—A x PD 21— P 3 TR
21 —A 2 D 21— D 3 A 22— CD 2 D 22—A 2 A
22—TD 1 R 22—C 4 A 23—TR 3 T 23—A 2 D
 55

24— CR 6 C f 24—C x C 14--P 3 TR 14--C4R

25—D x C 25—D 5 A -A 2 A '5--C5 A!
26—TR 3 C 26—TR 1 CR 16--Cx C 16--P x C
27—C 3 A 27—A 1 R !7"-T D 1 D 17--A 2 A
28—D 4 C 28—D x D 18--TR 1 R 18--P3CD
29—TR x D 29—A 4 TR 19--A 4R 19--TD 1 D
30 —TR 4 T 30—A x C 20 A 6 AD 20--P 3 TD
31—P x A 31—TR 1 D 21--P3T 21--P4CD
32—TD 1 CR 32—TD 1 CD 22--A 7 C 22--A 1 A
83—A 1 A 33—A 4 R 23--A x A 23" -TD x A
34—A x PT 34—TR x A 24--TR 7 R 24--TR 1 R
35—P x T 35—T R 25--TD 1 R 25"-TxT
36—A x P f 36—R C 26--TxT 26--R 1 A
37—A 6 T t 37—R A 27--T 2 R 27--A 3 D
38— TD 7 C f 38—R A 28--R 1 A 28--P3 A
36—TD x P f 39-R C 29--T6R 29--T 1 D
40—TR 4 C f 40— R T
Tablas.
41—A 7 C t 41—R C
42—TR 4 T 42-A A
43—TD x A 43—T 8 R f
44—R 2 C 44-T 7Rf TABLERO NUM. VI.
45—R 3 T 45-T 2 R
46—T x T (Se rinde.)
alfil del rey, rehusado.

BLANCAS. NEGRAS.
TABLERO NUM. V.
Mr, BlacHrarne. Eligio Bonaclea.
GAMBITO DANES.
BLANCAS. NEGRAS. 1—P4R 1—P 4 R
2—P 4 AR 2—CD 3 A
Mr. BlacKtrariie. Sr. Rasen. 3— CR 3 A 3—P3D
4—A 4 A 4— CR 3 T
1—P 4 R 1—P 4 R 5— OO 5—A 2 R
2— P 4 D 2—P x P 6— P 3 D 6—0 O
3— P 3 AD 3—P 4 D 7—P 5 A 7—CR 5 C
4—D x P 4— P 3 AD 8—CD 3 A 8— CD 5 C
5—P x P 5—D x P 9—P 3 TR 9—CR 3 A
6— D x D 6—P x D 10—P 3 T 10—CD 3 A
7— CR 3 A 7— CR 3 A 1t—P 4 CR 11—CD 4 T
8—A 3 D 8—A 3 D 12—A 2 T 12—P 3 CD
9—O O 9—0 O 13—P 5 CR 13—CR 1 R
10—A 3 R 10— CD 3 A 14—P4TR 14—R 1 T
11— CD 2 D 11—A 3 R 15—CR 2 T 15—P 3 AR
12—CR 4 D 12—C x C 16— P 6 C 16— P 3 TR
13— A x C 13—C 5 C 17—D 5 T Se rinde.
 UN CONTRASTE INTERESANTE.

Acaba de verse cuán admirablemente jugó Mr. Blackburne en esta

capital, en Marzo de 1891, seis partidas á la ciega, sin perder ninguna.
Estúdiese ahora, como recuerdo de lejanos tiempos, el juego que el mismo
ajedrecista inglés perdió en Mánchester, cuando solo tenía poco más de 20
años de edad. Pero entonces su contrario, el profundo L. Paulsen, el ve
terano émulo de Morphy, dirijió diez partidas simultáneas, s1n ver, en la
populosa ciudad de Manchester; y en aquella ocasión Mr. Blackburne, vien
do piezas y tablero, fué una de las víct1mas del gran profesor alemán.
Al publicar esa partida, que tomamos de La Nouvelle Régence de Pa
rís, correspondiente á Diciembre de 186r, no solo establecemos un opor
tuno paralelo entre el Blackburne de ahora y el de hace 30 años, sino
rendimos un tributo de respeto y cariño al ilustre anciano Herr Paulsen,
uno de los probables candidatos del Club de Ajedrez de la Habana para
sus próximas luchas de 1nv1erno. ,

APERTURA INDIANA. BLANCAS. NEGRAS.

BLANCAS. NEGRAS. 15—P 5 TD 15—P 4 CD

16—P 6 TD 16—A 1 T
Misen, SIN VER y jileando Blackburne. 17—A x PC 17—CD x P
10 partidas simultáneas, 18—CD x C 18— C x C
19—D 3 A 19— C 5 C
1—P 4 R 1—P 3 D 20—A 4 AR 20—P 4 R
2—P 4 D 2-P3 R 21—P x P 21—C x PR
3—A 3 D 3-P 3 CD 22—C 4 D 22— P 4 A
4— CR 2 R 4—A 2 C 23—TR 1 R 23—TD x C
5—0 0 24—TD x T 24—C 6 Af
6—A3R 25—P x C 25—A x Tf
7—CD 2 D 7— CD 2 D 26—R 2 C 26—D 5 T
8—P 4 AR 8— CR 3 T 27—A 3 CR 27—D 5 C
9—CD 3 A 9—P 4 AR 28—D 3 C 28—P 5 AR
10—P 5 R 10—D 2 R 29—A 4 AD 29—D 4 C
11—D 2 D 11—CR 2' A 30—A 8 C 30—A 6 R?
12—TD 1 D 12—OO O 31—T x Aü 31—P x T
13—P 4 TD 13—P x P 32—D 8 Ct 32—R 2 D
14—PA x P 14—P 3 TR 33—DxPt Se r1nde.

FIN.

ÜCig^El segundo folleto de El Ajedrez en Cuba, será:

"Mr. G. H. Mackenzie en la Habana."

 »

El Cable-Match Steinitz-Tchigorin.

RESUMEN

DE LOS

Artículos publicados en el "Diario de la Marina,"

Respecto de esa gran lucha

POR

ANDRES CLEMENTE VAZQUEZ

PRESIDENTE DEL CLUB DE AJEDRECISTAS DE MEXICO

Y MIEMBRO HONORARIO DEL DE LA HABANA.
 PREAMBULO,
(Del «Diario de la Marina,» de la Habana, correspondiente al 4 de Noviembre de 1890.)
Según recordarán muchos de los
lectores de este periódico, el 20 de
Enero de 1889, comenzaron un gran
match en esta capital, el Campeón
del mundo Herr W. Steinitz, y el
Campeón de Rusia M. Tchigorin;
match en el cual obtuvo el primero
la victoria , en la proporción si
guiente:
Juegos ganados por Steinitz . . 10
Id. por Tchigorin 6 York el primer volumen de su The
Juegos tablas 1 Modern Chess Instructor, sostenien
Total de partidas jugadas . . 17
En aquel memorable combate el
joven y simpático Campeón ruso ve
rificó sus principales triunfos con
el elegante y formidable Gambito
¿"c'rtw^habiendointroducidoSteinitz
la novedad de hacer en dicho gam
bito como sexto movimiento de las
negras, la rara y peligrosa jugada
de: D 3 A. No obstante esta ex
travagancia del profundo ajedrecista
bohemio, el hecho fué que con ella,
de ocho gambitos Evans que se ju
garon, Steinitz ganó tres, perdió
cuatro y uno fué tablas; siendo así
que, al parecer, y en concepto de los
inteligentes en el asunto, el maestro
austriaco debió haberlos perdido
todos.
Posteriormente se jugaron en la
Habana dos Gambitos Evans, en
consulta, estando de un lado (en el
ataque) los Sres. M. Tchigorin y
D. Alberto Ponce, y del otro (en la
defensa) los Sres. Steinitz y D. An
tonio Gavilán. Tampoco entonces
pudo obtenerse ningún resultado de
cisivo acerca de la excelencia ó de
ficiencia de la indi cada jugadaD 3 A,
porque por parte de cada uno de los
aliados se obtuvo una victoria y se
sufrió una derrota, quedando rémise
la lucha.
Más tarde, á fines de 1889 publi
có el señor Steinitz en Nueva
do en la página 164, que después de
detenidos estudios y análisis había
llegado á la conclusión de que la
debatida jugada D 3 A es la mejor
defensa para el Evans.
En la misma reputada y magistral
obra asombró Steinitz al mundo
ajedrecista, afirmando que en la más
clásica variante de la Defensa de los
dos caballos, el mejor golpe de las
piezas blancas, en el noveno movi
miento no es CR 3 A, sino CR 3 T. . . !
Con ninguna de esas dos osadas
aseveraciones, contrarias á los pro
cedimientos de los más grandes ju
gadores de los últimos siglos, estaba
de acuerdo el insigne Tchigorin, y
después de terminado el sexto Con
greso de ajedrez de Nueva York, en
el cual el Champion ruso mereció
ex-cequo con Weis—el primer pues
to, —dijo á Steinitz que estaba dis
puesto á jugarle dos partidas por te
légrafo , desde San Petersburgo,
mediante una fuerte apuesta de di
nero, siempre que él se comprome
 GO
tiera á emplear en una su jugada
favorita en el Evans, D 3 A, y en
la otra la estupenda novedad de
CR 3 T.
Por supuesto, Steinitz aceptó. Se
arreglaron los preliminares; se con
vino en que la sfida se compondría
únicamente de dichas dos partidas;
que la apuesta había de ser de $750
oro de cada lado, y que triunfaría
quien ganase ambos juegos, ó uno
solo, en el caso de ser tablas el otro.
Los jugadores tendrían 48 horas para
analizar y trasmitir por el cable sus
jugadas, y como ya ha comenzado
la contienda al través del Atlántico,
casi todos los grandes periódicos de
Europa y de los Estados Unidos han
nombrado corresponsales para que
usando de la clave pactada, de con
formidad con el Código Telegráfico
de Johannes Metger ( que puede
consultarse en The International
Chess Magazine, de Enero de 1890)
les comuniquen los movimientos
respectivos, según fueren aparecien
do en los órganos periodísticos de
los luchadores (*)
La Administración del «Diario de
la Marina» ha creído deber apresu
rarse á hacer otro tanto, telegrafian
do al efecto á su agente en Nueva
York, no sólo por los numerosos é
inteligentes aficionados al ajedrez
que existen en Cuba, y por tener
aquí muchos amigos los Sres. Steinitz
y Tchigorin, sino por el hecho im
portante que debe enorgullecemos
de que dichos señores hayan escogi
do para Jncz del Campo de esa ba
talla intercontinental al ilustre cam
peón de España y Presidente del
Club de ajedrez de la Habana, nues
tro caballeroso amigo el Sr. D.Celso
Gol mayo.
Pocas veces, ó mejor dicho, uun-
(*) Las cláusulas 6 bases íntegras de
esta lucha gigantesca fueron publicadas en
La Stratégie de Paris, de Noviembre de
1890.
ca, se ha presentado en este ramo
contienda tan singular. Un cam
peón se batirá desde Nueva York y
el otro desde San Petersburgo. El
Juez del Campo fallará, si fuese pre
ciso, en esta ciudad. El Barón Rots-
child, de Viena, será el depositario
de las apuestas y los Sres. Isaac L.
Rice, Presidente del Club de ajedrez
de Manhattan y Von Saburoff, Pre
sidente del Club de ajedrez de la ca
pital de Rusia, han quedado desig
nados como padrinos respectiva
mente, de los señores Steinitz y
Tchigorin.
Invitados nosotros por los Sres.
Redactores y por el Sr. Administra
dor del «Diario)) á comentar las juga
das, lo haremos con mucho gusto,
desde el jueves próximo, cada vez
que se reciban por el cable los movi
mientos correspondientes y siempre
que nuestras ocupaciones preferen
tes nos lo permitan.
Mientras tanto, he aquí los dia
gramas de las dos posiciones, origen
del dasafio:
GAMBITO EVANS.
NEGRAS. —STEINITZ.
BLANCAS. —TCHIGORIN.
Al blanco le corresponde el 7?
movimiento.

DEFENSA DE LOS DOS CABALLOS.
NEGRAS. —TCHIGORIN.
BLANCAS. —STEINITZ.
A las negras les toca ahora la ju
gada novena.
No debemos concluir sin manifes
tar que á las activas é inteligentes
gestiones del señor D. Adolfo Moli-
ner, Secretario Tesorero del Club de
Ajedrez de la Habana, y á las gran
des relaciones de que él justamente
disfruta entre la mayor parte de los
grandes profesores del ajedrez, tanto
en Europa como en los Estados Uni
dos, se debe el puntual arreglo de no
pocos detalles, sin los cuales habría
habido rémoras para conocer en la
Habana, con toda oportunidad, el
gran combate ruso-austriaco, que con
regocijo de los amateurs de todo el
mundo se está verificando actual
mente. Schiffers, Alapin y muchos
otros profundos jugadores rusos, uni
dos al estratégico del Neva, por ca
riño, veneración y patriotismo, le
rodearán sin duda en estas noches
de otoño, en torno de la mesa de
análisis, para auxiliarle con sus con
sejos y advertencias. En cambio el
61
austriaco Steinitz, abandonado casi
en apartada calle de Montclair, sin
amigos y sin compatriotas entusias
tas en su hogar; agriado por las con
tínuas disputas de su carácter, más
que austero, irritable; envidiado de
sus émulos; mal querido por aquellos
á quienes él ha flagelado con su ace
rada y despiadada crítica y mirado
con frialdad en su pátria de adopción
(los Estados Unidos) se encontrará
muy sólo.
Del lado de Tchigorin la juven
tud, las esperanzas é ilusiones más
halagüeñas, la holgura pecuniaria,
la alegría del carácter, las simpatías
sinceras y el calor afectuosísimo del
inmenso imperio ruso. Por parte de
Steinitz la ancianidad, las enferme
dades, el aislamiento y tal vez la po
breza; las tareas diarias de su nota
ble periódico; los complicados traba
jos que requiere el libro sobre el 6?
Congreso americano, que está escri
biendo, y la corrección de los mate
riales para el segundo volumen pró
ximo á aparecer, del Modcrn Chess
Instructor.
Todas estas circunstancias y el
ataque en un caso y el contra ataque
en el otro, que le tocan en ambas
partidas á Tchigorin, darán á este
incuestionables ventajas. Y sin em
bargo, cuán difícil será que en esta
vez sucumba el jamás vencido titán
del ajedrez contemporáneo . . !
De cuerdos es no hacer vaticinios,
porque los acontecimientos marchan
frecuentemente en antagonismo con
la lógica; pero á pesar de ello, nos
otros nos atrevemos á predecir que en
este match ninguno de los comba
tientes' vencerá de una manera abso
luta: Steinitz perderá el Gambito
Evans y ganará la Defensa de los
Dos caballos. Esta es la opinión ge
neral de nuestro muy respetable
Club de Ajedrez.
 62

PARTIDA PRIMERA.

EL GAMBITO EVANS. 28— D x T 28—D x A

29—D 4 T (34) 29— R 1 D (35)
BLANCAS. NEGRAS. 30 —TD 2 D 30— R 2 A (36)
31—TR 1 C 3'-T 1 D
32—TR 5 C 32—D 3 A
M. Tcíigonn. w. Steinitz. 33—D 4 C 33—P 3 ü
34- P 4 TD 34—n 1 R
1— P 4 R i P 4 R 35—TR 6 C 35— D 1 A
2— CR 3 A 2--CD 3 A 36-D 5 T! 36—P 4 D
3—A 4 A 3 -A 4 A 37— P x P 37—R.1 C
4— P 4 CD 4 -A x PC 38— P 6 D Se rindió
5—P 3 A -y -A 4 T
6—O O 6 -D3 A(1)
7— P4D /' -CR 3 T (2) Posicion final al rendirse el Sr. Steinitz,
8—AD 5 C (3) 8 -D 3 D (4)
en Abril de 1891.
9— P5D(5) 9- -CD 1 D (6)
10— D 4 T (7) 10 -A3C(8) NEGRAS. —STEINITZ.
11— CD3T(9) 1 1- -P 3 AD (10)
12— A 2 R (1l) 12 -A 2 A (12)
13— CD4 A (13) 13 -D 1 A (14) ÜJLH 5*
14— P 6 D (15) i-I- -A x P (16) p i iép np " ' ¡ip 1
15—CD6C 15--TD 1 C
16—Dx PT (17) 16- CD 3 R (18)
17— A 1 A ü (19) 17- CR 1 C (20)
18—A 3 T (21) 18--P 4 AD (22)
19 —TD 1 0(23) 19 -CR 3 A (24)
20—A 4 A (25) 20 -A 2 A (26)
21— CD 5 D (27) 21 -A 3 D (28)
22— CR 4 T (29) 22 -CR x C (30)
23—C 5 A (31) 23 -P 3 CR
24— C x At 24 -D x C
25— A x C (32) 25 -D 2 A
26—A x C 26 -PA x A
27—A x P 27 -TD 1 T (33) BLANCAS. —TCHIGORIN.

NOTAS POR A. C. VAZQUEZ.

Nota n? 1. —Esta jugada, intro el Sr. Steinitz ganó unas veces y

ducida por el Sr. Steinitz como la perdió otras (al ejecutar diversos en
mejor en la defensa del Gambito sayos con la referida jugada), la opi
Evans, ha dado lugar á comentarios nión general es hoy que el movi
y protestas entre los profesores más miento no es bueno. Hasta la pa
inteligentes. Aunque respetando to ternidad de la innovación le han
dos el profundo saber del champion negado algunos críticos: en The 77-
bohemio, y no obstante que en su mes Democrat de Nueva Orleans,
célebre match con el champion ruso del 24 de Marzo de 1889, se dice,

con referencia á un artículo de
Mr. John A. Galbreath, publicado
en The Spirit of The South que di-
chajugada la empleó muchas veces
con éxito en 1870, Mr. Henry Har-
ding, de Michigan, y que el mismo
Galbreath ganó á Mr. Harding una
preciosa partida en la que este usó
de dicha defensa, cuya partida tuvo
lugar en Vicksburg y se publicó su
cesivamente en The Turf, Field and
Farm de New York, de 1871; en
The Chess Playersls Quarterly Chro-
nicle, de Agosto del propio año, y
en el Chess Monthly, de Londres,
correspondiente al mes de Febrero
de 1882. Nada importará, sin em
bargo, que la prioridad de la inno
vación no pertenezca al Sr. Seinitz,
si este ha llegado á perfeccionar el
estudio de ella con analisis tan va
riados, como profundos é interesan
tes.
Como dijimos en la 3? edición de
nuestro Análisis del Juego de aje
drez, el Sr. Steinitz cree, segun nos
manifestó en esta ciudad en 1889,
que con su nueva defensa queda ab
solutamente neutralizado el (¿ambi
to Evans, impidiéndose el desarrollo
de los peones blancos del centro.
Añadió que solo no sería prudente
D 3 A, si el contrario pudiese jugar
CD 3 A, lo cual se ve que no es prac
ticable en esta posición.
El inmortal Pablo Morphy, en la
7? partida de su match con Mongre-
dien en 1859, y en otros combates
serios, jugó en lugar de D 3 A,
CR 3 A, enrocando enseguida, al re
plicar las blancas P 4 D. En este
caso, es decir, con el método de Mor
phy, aun estableciéndose el vigoro
so Ataque Richardson, las negras
podrían contrarestarlo en la forma
propuesta por el eminente director
de la sección de Ajedrez del Turf
Field and Farm de New York,
Mr. E. Delmar (Véase Gossip and
63
Lipschütz. — Thr Chess Playeras Ma
nual. — Página 285.)
Los aficionados que desearen co
nocer in extenso las raciocinios de
Steinitz acerca de su debatida juga
da D 3 A, pueden recurrir al nota
ble prefacio con que el propio señor
Steinitz reprodujo, con notas admi
rables, el match que jugó en la Ha
bana con el Sr. Tchigorin en Enero
y Febrero del año próximo pasado;
prefacio que se encuentra en las pá
ginas 162 y siguientes, volumen I,
de «The Modern Chess Instructor».
En la nueva edición (la séptima)
del Handbuch des Schachspiels, por
Von P. R. Bilguer, que para el año
de 1891 acaba de imprimirse en
Leipzig, no hemos visto que se ha
ya tomado nota de la famosa res
puesta D 3 A. ¿Tan mala la consi
derarán los sabios comprofesores del
venerable Von Der Lasa? Tal vez se
deba esto, sin embargo, á que como
el volumen de dicha edición del
Handbuch ha sido hecho circular en
dos partes separadas, y la primera,
que es la que contiene lo referente
al Gambito Evans apareció á media
dos de 1889, cuando la expresada
primera parte fué escrita aún no ha
bía sido presentada al debate de los
maestros el nuevo movimiento de
que se habla.
En esa misma edición se dá como
uno de los planteos modelos en di
cha apertura, el que consignamos
en seguida:
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R 1—P 4 R
2—CR 3 A 2—CD 3 A
3—A 4 A 3—A 4 A
4—P 4 CD 4—A x PC
5—P3 A 5—A4T
Ó—O O 6—P 3 D
7-P4D 7—P x P
8—D3C 8—D 3 A!
9-P5R 9—P x PR
10—TR 1 R 10—A 2 D
 11—CR x PR 11—C x C Chess Instructor. Por primera vez
12—A x Pf 12—D x A se hizo esa jugada en la Habana, el
13—T x Ct 13—CR 2 R 4 de Marzo de 1889; solo que enton
14—A 3 T 14—ü O ces se verificó no como 7? sino como
15—T x C 15—D x D 8? movimiento de las negras, en la ter
16—P x D 16—TR 1 R cera partida de consulta, del match
16—P x P 17—A 3 C (Mejor) Tchigorin—Ponce contra Steinitz—
El resultado de la anterior varian Gavilán. Dicha partida la ganaron
te modelo del Handbuch, no viene en los últimos, y las jugadas previas ó
apoyo de la teoría sostenida desde diferentes, fueron entonces: 7— P4D
hace muchos años por el distingui —7—A 3 C- 8—CD 3T—8— CR3T
do analista M. Rosenthal, en las co etc. Parece que el Sr. Steinitz ha
lumnas de LaRevuc Yllustree, de La llegado á creer que debe ganarse un
Stratégie y de la Republiquc Fran- tiempo, moviendo desde luego el
faise, sobre que el Gambito Evans caballo del Rey á la 3? casilla de la
se debe declinar siempre, porque se torre del mismo, para facilitar el
gun él las ventajas todas correspon inmediato enroque, sin ocuparse de
den al ataque. llevar antes el alfil del rey a la ter
Cuatro ó cinco años después de cera del caballo de la dama. Cree
haber sido inventado el Gambito mos, aunque no estamos seguros de
Evans, se publicó en París (en 1837), ello, que la defensa CR 3 T fué idea
la Encyclopédie des Echecs, en fran da, y propuesta al Sr. Steinitz, por
cés, en inglés, alemán é italiano, el Sr. D. Antonio Gavilán, miem
por M. A. Álexandre. Como cues bro del Club de ajedrez de esta capi
tión de curiosidad histórica, he aquí tal.
el especial modus operandi, reco En las ocho partidas que con el
mendado por Walker, con que en Gambito Evans tuvieron lugar en
tonces se proseguía el ataque que la Habana, en el match Tchigorin
ahora hace el inteligente Tchigorin, — Steinitz, jugado en enero y febre
con tanto brillo como sólida ener ro de 1889, el último hizo constan
gía: temente, como séptima respuesta de
las negras, en lugar de C R 3 T,
BLANCAS. NEGRAS. CR 2 R. La innovacion de ahora
consiste, pues, en no situar el caba
1—P 4 R 1—P 4 R llo del Rey, en la segunda casilla
2—CR 3 A 2—CD 3 A del mismo Rey, sino en la tercera
3—A 4 A 3—A 4 A de su torre.
4—P 4 CD 4-A x PC En nuestra humilde opinión, lo
5—P3A -A4T mejor aquí para las negras es:
5—^
6—00 6—P 3 u
~3D 7 — P 3 TR! Al comentar nosotros
7—P4D 7—CR 3 A la séptima jugada del Sr. Steinitz
8—D 4 T 8—CR x P en la partida undécima de su match
9—A5D 9—A x P con el Sr. Tchigorin, jugado en es
10—A x CDf 10—P x A ta capital en 1889, dijimos: «Tal
11—C x A 11—C x C vez sería preferible en lugar de
12—D x PAf& CR 2 R, P 3 TR, para evitar el ata
que de las blancas al situar su alfil
Y las blancas deben ganar.
de la dama en la quinta casilla del
Nota n? 2. —Otra novedad, ya in caballo del Rey. » Véase La Revis
dicada por Steinitz en su Áfodern ta de Ajedrez de la Habana, corres

pondientc al 19 de Febrero de aquel
año.
¿Y por que n0 enorgullecemos de
la indicación que, acerca de este
punto difícil, hicimos desde enton
ces? Despues de concluido el actual
combate, el Sr. Steiuitz ha declara
do en The Tribune de New York
que si ha perdido la partida del
Evans se debe no á la 6* jugada de
las negras, D 3 A, sino á la séptima
CR 3 T, pues ha concluido por con
vencerse de que dicho movimiento
es malo y debe ser reemplazado por
el de P 3 TR. Sin embargo de ello,
en las diferentes veces que pregun
tamos en la Habana al Sr. Steiuitz,
en 1889, la razon de que no ensaya
se la mencionada respuesta, nos dijo
que la jugada provincial de P 3 TR
deja siempre muy débil al rey de
quien lo ejecuta, y que por lo tanto
no era posible que conforme á sus
teorias la pudiese tomar en conside
ración. Pero no en balde se suce
den los tiempos, y no sin evidentes
motivos se imponen los hechos de
grado ó por fuerza, con su incontras
table verdad!
Nota n'-' 3. — Ataque preferido por
el Champion ruso, con lo cual se
aparta M. Tchigorin del sistema del
gran Morphy, quien por lo comun
situaba en esta apertura el referido
alfil, en la tercera de la torre, supo
niendo quizás que era más fuerte
impedir el enroque del Rey contra
rio, que poner dificultades á su da
ma. En el match Tchigorin — Stei
uitz, jugado en esta ciudad en
1889, el jugador ruso hizo el ataque
de A 5 CR, antes del décimo movi
miento, cu las partidas V, VII, IX,
XI y XIII; de las cuales ganó tres
y perdió dos.
Nota n'-' 4. — ¡Cuan embarazosa es
ahí la posición de la dama negra!
Muchas partidas podrá ganar el se
ñor Steiuitz empleando ese sistema,
pero siempre creeremos que sus
65
triunfos sean debidos á su inmenso
saber y á sus portentosos poderes de
combinación, nunca á la excelencia
intrínseca de esa jugada tan llena de
peligros y de obstáculos para el des
arrollo de las otras piezas.
Notan? 5. —Golpe muy recio y
seguro, base esencial en este ataque,
y al cual debió el Sr. Tchigorin sus
mejores victorias en el mencionado
match.
En esta situación (segun dijo en
una carta reciente, al Club de aje
drez de la Habana el inolvidable ca
pitan Mackenzie) el maestro ruso
M. Alapin opina que el procedi
miento más ventajoso para el juego
blanco sería el siguiente:
9— P x P 9—CD x P
10—D x D 10 -P x D
11—A3C
Y aunque las negras continúen
con la ventaja de retener el peon
del gambito, su posición es mala y
débil, á causa de los dos peones do
blados y aislados en la l1nea de la
dama.
Nota n? 6. —Quedando arrinco
nado el caballo y más lleno de obs
trucciones el juego negro, que el
mitológico laberinto. Él Sr. Stei-
nitz estará satisfecho, por que ya
tiene un peon de más, pero solo con
un temperamento perseverante, en
demasía, y extraordinariamente im
perturbable como el suyo, se podría
continuar la defensa de una partida
en donde le será necesario prever
infinitos ataques, todos fáciles y vi
gorosos para su contrario, y todos
para él de dificilísima y poblemática
resistencia.
Nota n'.' 7. —En el match Stei-
nitz-Tchigorin, jugado en la Ha
bana en 1889, el Champion ruso lle
vó la dama á esa casilla, al verificar
su décimo movimiento, en las parti
das VII (que ganó), IX (que perdió),
y XI y XIII (que ganó). En las
9
 GG

partidas XV y XVII condujo la da nuo se pueda colocar, si le convinie

ma á la expresada casilla, en el mo re, en la segunda casilla del caballo
vimiento noveno, antes de jugar ó en la tercera de la torre.
A 5 CR, como en las otras, pero el Nota n? 9. —Ataque tan rápido
cambio no le fué provechoso, puesto como peligroso sobre la clama negra,
que ambas partidas fueron ganadas el cual no habría podido ejecutarse
por el vSr. Steinitz. En la nota 3? con nuestros mencionados movimien
á la partida IX, nosotros manifesta tos de P 3 CD y P 3 TD.
mos en La Revista de Ajedrez de la Nota n'.' 10-—Otra jugada suma
Habana, correspondiente al 19 de mente peligrosa que no ha halla
Febrero de 1889, que Mr. Macken- do aprobación en la mayoría de los
zie prefería D 2 A en lugar de D4T, inteligentes aficionados de nuestro
para continuar CD 2 D, formulando Club, los cuales esperaban como la
un ataque parecido al Evans Fraser- mejor respuesta del Sr. Steinitz, el
Mortimer. Hay que considerar sin enroque instantáneo.
embargo que en 1889, Steinitz se Desde luego suponemos que en el
defendía con CR 2 R ála 7? jugada, estado actual del juego, M. Tchigo
y ahora lo hace con CR 3 T. rin replicará A 2 R ó TD 1 D, con
Nota n.' 8.—En este punto no posición evidente de ganar, y con
han estado de acuerdo los competen diversos planes posibles para el ata
tes miembros de nuestro Club de que, todos muy sólidos, fáciles y
ajedrez, sobre cual habría sido el me brillantes. Entre otros, uno de los
jor movimiento de las negras. Va más sencillos parece ser el siguiente:
rios de los más distinguidos aprue
ban el proceder del adalid bohemio; Posición al hacar las blancas la jugada 12.
otros opinan con nosotros que mejor NEGRAS. —(STEINITZ).
habría sido P 3 CD, á fin de seguir
después con P 3 TD é impedir que
más tarde pudiera efectuar el señor
Tchigorin sus conocidos y muy te
rribles ataques de CD 3 T y CD 5 C.
La jugada P 3 CD la propusimos
nosotros como buena en La Revista
de Ajedrez de la Habana de 12 de
Febrero de 1889, al comentar la
partida VII del referido match, y el
Sr. Steinitz nos dió el gusto de en
sayarla en la partida IX, la cual ga
nó en 56 evoluciones magistrales,
terminándola con una combinaison
ravissantc. Desgraciadamente per
dió con ella la partida XI y no vol
vió á repetir el procedimiento. Siem
BLANCAS. —(TCHIGORIN).
pre seguiremos creyendo que con las
jugadas expresadas de P 3 CD y P 3 BLANCAS. NEGRAS.
TD no solo se evita la inmediata en
trada del caballo de la dama de las 12—TD I D 12—O O
blancas en el juego negro, sino se 13— PxP 13—D X P
abre paso al alfil de la reina de las 14—A 5 CD etc.
mismas negras, para que acto contí
 67

Algunos delos miembros de nues Variante.

tro Club se dedicaron á hacer ensa 11—OO
yos con nosotros acerca de la posi 12—A 2 R 12—TR 1 R
ción en que actualmente se encuentra 13—CD 4 A 13—D 3 C
la partida de que se trata, y resultó 14—A x CD 14—TR x A
(conduciendo nosotros las piezas 15—CR x P 15—D x PR
blancas) la bonita variante que in 16—A 3 A 16—D 4 A
sertamos en seguida:
Y las negras conservan, sin grave
12—TD 1 D 12—D 1 C peligro ya, el peón de ventaja que
13—P 6 D 13—A 4 A adquirieron.
14—A 7 R 14—P 4 CD
15—A x PC 15—A x C ***
16—A 4 AD 16—A 4 A
17—TD 1 C 17—CD 2 C Todo esto por parte del Sr. Stei-
18—TR 1 D 18—CR 1 C nitz era más natural, cómodo y cla
19—A x Pf 19—R x A ro, que lo que ha hecho, en su afan
20—C x Pf 20—R 3 R de propagandista de la escuela mo
21—D 4 Af 21—R x C derna, con el ánimo de demostrar
22—TR 5 Df 22—R 5 A que aún á riesgo de mantenerse en
23—A 5 Ct 23-R 5 C posiciones dificilísimas, no se debe
24—D 2 Rft renunciar á la pequeña y discutible
supremacía del peon conquistado. Se
Con el enroque inmediato, en lu ve que Steinitz no se conforma con
gar de P 3 AD, en el movimiento ganar el match, sino que quiere á
undécimo de las negras, estas habrían todo trance vencer en las dos parti
perdido quizás el peon de ventaja del das que simultáneamente está ju
gambito, pero convirtiéndose de gando por el cable trasatlántico con
atacadas en atacadoras. Ejemplos: su habilísimo contendiente; porque
11—O O para el primer caso, es decir, para
12—CD 5 C 12—D3 C ganar el match, le sería suficiente
13—A 7 R 13—TR 1 R obtener la victoria en la Defensa de
14—CR x P 14—D 4 T {Mejor) los dos caballos, como nos parece
Variante. probable que se verificará, y haber
n—0 O aspirado en el Evans con el violen
12— CD 5 C 12—D 3 C to enroque aconsejado por nosotros,
13—A x CD 13—T x A á una partida tabias ó sea á un sen
14— CR x PR 14—D 4 T cillo Dcad heat, (golpe en vago) co
15—CR 3 A 15— P3 T> {Igual) mo decian los profesores ingleses del
Variante. décimo octavo siglo.—En medio de
todo, con el proceder adoptado por
11— O O el maestro bohemio, la lucha resul
12—A 2 R 12—TR 1 R tará más reñida, más viva, más tre
13—CD 4 A 13—D 3 C menda; y la sorpresa y la especta-
14—A x CD 14— TR x A ción de todos los ajedrecistas del
15—CR x P 15—D x PR mundo será cada dia mayor. Steinitz
16— CD x A 16—D xD ha dicho en su obra The Modcrn
17—CD x D 17—TR 1 R Chess Instructor que con los dos
18— P 4 AR 18— P 3 D movimientos que le censura Tchigo-
19— CR x P 19— Cx C rin se debe ganar forzosamente en
[Juegos iguales.] el Gambito Evans y en la Defensa
 08
de los dos caballos, y anhela compro
barlo, no ya en el campo de los prin
cipios y de los debates técnicos, sino
en el terreno de la práctica, de la ex
perimentación y de la pelea, de con
formidad con el método positivista.
Bátese, pues, Steinitz, en estos mo
mentos, más como maestro, profesor
y reformista, que como gladiador ó
combatiente.
¡Cuidado, mucho cuidado, atleta
vigoroso, con que los caprichos exa
gerados del innovador y del descu
bridor, no os hagan perder súbita
mente los no marchitados y bien
adquiridos laureles del Champion-
ship del mundo! En 1883 os empe
ñasteis en Londres en no jugar otra
cosa que el entonces no analizado
Gambito Steinitz, y á eso se debió
que Zukertort os arrebatara el pri
mer premio. En Viena os derrotó
Tchigorin en el Evans, por la ex
travagante retirada de A 1 A, en
seguida de la aprehensión del peón
del gambito. En la Habana, la to
davia disputada jugada de D 3 A por
poco os cuesta la pérdida del match,
y os obligó á preguntar si vuestras
fuerzas no estarían decayendo. Pero
así son todos los héroes y los refor
madores; aspiran al progreso de sus
países, de su siglo, de sus ciencias,
de sus artes ó de sus ideales, y nada
les importa sucumbir en la demanda
con tal de que sus propósitos se im-,
pongan.
Nota n? 11.—TD 1 D era tam
bién sumamente fuerte, porque en
tonces hubieran podido obtenerse
para las blancas ataques parecidos á
los que indicamos en la nota ante
rior.
Nota n" 12 —Creemos que no ha
bía en la actual posición, nada mejor
que esto.
Notan'.' 13. —Movimiento muy só
lido y ya ensayado con éxito favora
ble por el Sr. Tchigorin en análogas
situaciones. Parece por otra parte
que dicha jugada era la más sencilla
y lógica, por decirlo así. Sin em
bargo había otros dos procedimien
tos que se prestaban á grandes aná
lisis y á combinaciones profundas, sin
que por supuesto nos atrevamos á
sostener á prior/ que fuesen preferi
bles al adoptado por el champion
ruso. Ejemplo:
13—CRxP 13— DxC
14— P 4AR &
Y aunque las blancas hubiesen sa
crificado un caballo, ganaban el
centro del tablero con un formidable
grupo de peones sobre la dama ene
miga.
He aquí el otro plan que apunta
mos :
13—CR 4 T 13— P 4 CD
14—AR x P 14— P x A
15—CD x P &
Nota n? 14. —Respetando como
todos los ajedrecistas tienen que res
petar lo que haga en este asunto el
Champion del mundo, debemos de
clarar que á nosotros nos hubiera
agradado más (con el proposito que
anunciamos oportunamente, de que
el señor Steinitz aspirase á las
tablas en el Gambito Evans) el mo
vimiento de D 3 C; porque en ese
caso, aun perdiendo las negras el
peón que tienen de ventaja, habrían
quedado ambos juegos en posición
igual. De la manera con que ha
procedido el maestro bohemio, se
perderá tambien por las negras el
referido peon y se dificulta y aleja
para ellas la posibilidad de enrocar,
á causa del aprisionamiento de su
dama. Puede ser que el Sr. Stei
nitz abrigue el proyecto de jugar
P 3 CR, y después D 2 C, para lo
grar el enroque. De todos modos á
nuestro humilde juicio, su situación
en el Evans continúa siendo deses
perada, pudiéndosele aplicar la ex
clamación del ilustre ajedrecista es
pañol Sr. Golmayo, ante las parti

das si n esperanza alguna : Nullius
De ahora en adelante, los peligros y
obstáculos del Sr. Steinitz, para la
marcha desembarazada y expedita
de sus piezas, serán contínuos é in
terminables, hasta el momento de la
final catástrofe, personificando en
tonces el sabio profesor del pueblo
de Montclair, en New Jersey—es
decir, el mismo Sr. Steinitz — el fa
tídico y cruel apostrofe de Plinio:
SINE FINE NULLO . . . ü
Nota n' 15. — Fuerte jugada para
poder iniciar el ataque de CD 6 C.
Tambien era bueno para las blancas:
A x CD, porque si las negras con
testaba A x A ó R x A, aquellas
recuperaban el peon perdido con
CD x PR, y si las negras respon
dian P 4 CD las blancas obtenían la
ventaja de posición, retirando la da
ma á su casilla.
Nota n" 16-—Movimiento forza
do, y naturalmente previsto por am
bos jugadores.
Nota n? 17-—A nuestro juicio, las
blancas quedan aquí en excelente
posición, habiendo podido seguir en
tre otros el siguiente y vigoroso
plan:
16— AxCD 16— PxC
17—A x P 17—D2R
18—D 7 T 18—O O
19— P 4 ADÜ
O de otro modo:
16—A x CD 16— R x A
17— D x PT
Y á la vez que las negras perdian
el enroque, las blancas podrían esta
blecer terrible ataque con P 4 TD ó
TD 1 D.
Nota n" 18 —En el club de ajedrez
de la Habana no se creyó que el se
ñor Steinitz hubiera hecho esta ju
gada, sino la de A 2 A, con la cual,
según todas las probabilidades, las
negras hubiesen podido conservar
la ventaja del peón adquirido en el
gambito. Con el procedimiento adop
r,9
tado por el Sr. Steinitz, las blancas
pueden recuperar fácilmente ese
peon, y aún conquistando una posi
ción superior. Ejemplo:
BLANCAS. NEGRAS.
17—AxC 17— PxA
18—CD x A 18— TD x C
19— D x P &.
Entonces, aun que apareciesen am
bos juegos con igual número de pie
zas y de peones, por parte de las
negras hubiera habido las desventa
jas de no haberse enrocado todavía
y de tener doblado el peón de la to
rre del Rey; mientras que del lado
de las blancas quedaba libre el peón
de la torre de la dama, con una es-
peetativa casi segura del triunfo.
Sabemos por un distinguido ama
teur cubano que acaba de llegar de
Nueva York, que en el Club Man
hattan se opinaba lo mismo que en
el de la Habana, que estas serían las
réplicas naturales del champion ruso
pero así como á Tarrasch y á Lasker
(los grandes maestros alemanes del
ajedrez contemporáneo) les gustan
los movimientos sencillos, naturales
y lógicos, al profesor de San Peters-
burgo le atraen y encantan los gol
pes raros, abstrusos y completamen
te inesperados. Habiendo hecho lo
natural, cuando menos hubiera te
nido aseguradas las tablas, en el
Evans, con mucha posibilidad de
ganar; pero está visto que él no se
contenta con eso, sino con dominar
á toda costa con brillantez indiscu
tible y con admiración universal.
En la partida XII del match Stei-
nitz-Gunsberg, efectuado en Nueva-
York el 5 de Enero de 1 891, al hacer
el primero el movimiento 16 no jugó
CD 3 R, sino CR 5 C, sin duda por
que estando entonces suspendido el
cable match, el Sr. Steinitz queria
hacer movimientos distintos á los
 70

empleados en contra del champion Nota n'-' 19 — Soberbia, profunda

ruso, para que este no pudiese tras y elegantísima retirada, con el ob
lucir sus ulteriores planes. Mr. jeto, sin duda, de situar en seguida
Gunsberg tuvo en ello fortuna, por dicho alfil en la tercera casilla de la
que halló oportunidad de ganar di torre de la dama. Conjeturamos que
cha partida con tanta precisión co entre otras, podrán presentarse va
mo brillantez, según puede verse en riantes tan preciosas y sólidas como
seguida: la siguiente:
Posicion al ejecutar las negras la jugada 16. BLANCAS. NEGRAS.
NEGRAS. —SK. STEINITZ. 17— 17-CR5C
18— CR 2 D 18— CR 3 A
19— CR 4 AD 19—A 2 A
20—CD 8 T 20—R 1 D
21— CD x A
Y si 21— C x C— 22—D x T—Y
liáis ■ ■ si 21—R x C— 22—D 6 Cft
El jugador ruso, por lo que ahora
IffP
se vé, ha estado poniendo en prác
tica un plan extenso y bien prepa
rado, en todos sus detalles; habien
do sido el ataque de AD —5 CR una
manera de distraer y engañar al
contrario, ocultándole sus verdade
ros propósitos; supuesto que á lo
que el Sr. Tchigorin aspiraba era—
según acaba de comprenderse— á
BLANCAS. —MR. GUNSBERG esperar ocasión propicia para cam
biar violentamente de táctica y re
BLANCAS. NEGRAS. troceder con el indicado alfil hasta
la casilla del mismo, para colocarlo
Mr. Ganstiere. Mr. Steínitz. en la posición morphiniana, es de
cir, en la tercera de la torre. Habi
16- CR5C lísima estrategia, por cierto. ... ! Así
17—CR 4 T 17 CD3R se batian los partos, lanzando mor
18—A x C 18 C x A tíferas y certeras flechas, al volver
19— CR 5 A 19— C 3 R las espaldas á sus confiados ene
20—TR 1 D 20—A 2 A migos.
21—C 8T 21—T x C Nota n? 20—Lo más prudente en
22—D x T 22— R 1 D concepto del Sr. Steiuitz, á fin de
23—TR x Pf 23— R x T poder jugar después, conforme á las
24—T 1 Df 24 — Se rindió. circunstancias, CR 3 A ó CR 2 R.
Las negras no tenían ya remedio, Nota n'.' 21—Con la visible inten
porque si 24—A 3 D— 25— D 8 C; ción de continuar D x T v después
y si 24— C 5 D — 25—P x C— 25— A x D.
R 3 R—26— C 6 Df —26—R x C— Nota n? 22—Movimiento forzado.
27— D 3 Tf &c. En el caso de 26 Si el campeón ruso lo quisiera, para
(las negras) R 3 A — 27 —(las blan aspirar á tablas, ahora podría recu
cas) C x A, perdiendo las negras perar el peón del gambito, jugando
una pieza. C x A y en seguida D x P.
 71

Variante IV.
Nota n? 23—Esta jugada es muy
buena, porque tiene por esencial 19—A 4A 19—CR 3 A
objeto, impedir que las negras re 20— A x C 20—PA x A
pliquen en seguida CR 2 R; pero 21—A x P 21—D 2 R
tambien hubieran podido decidirse 22—D x T &
las blancas por el movimiento de: Variante V.
rg—A 4 A, con el siguiente favora 19—A4 A 19—CR 2 R!
ble plan: 20—A x C 20—PA x A
21—CD 4 A 21—C3A
Posición al ejecutar las blancas 22—D 6 C 22—A 2 R
el movimiento 19 23—CR x P &c.
NEGRAS. —STE I NITZ. Variante VI.
19—A 4 A 19— CR 2 R
20—A x C 20— C 3 A
W/7/>/A "aün/// ''¡ttttZ', 21— A x PDf 21—A x A
22—D 4 T 22—A 2 A
23—C x A 23—R x C
24—TR 1 Df 24—R 1 A
'M7//M :rws7/ y"""/A..,,,„,,"""' 25—D 5 C 25—A 3 D
mmmm 26—TR 5 D &c.
Nota n" 24—Nos parece que en
esta situación las blancas pueden
todavía continuar vigorosísimo ata
HH ^p|P 1¡¡¡P 45i1l¡P|; ^
MJuím m que. con CR 2 D.
Nota n? 25— Hecha esa fuerte ju
™¿ wm v/:;m «, gsagg gada, ya indicada por nosotros en
la nota 23, parece que se podrán
presentar, entre otras, las siguientes
BLANCAS. —TCH IGORIN. elegantísimas variantes:
Variante I. Posición al hacer las blancas la jugada 20.
BLANCAS. NEGRAS. NEGRAS. —STEINITZ.
19—A 4 A 19- -A 2 A
20—C 8 T 20- -R 1 D
21—A x C 21- -PA x C
22—C x A 22- -R x C
23— A x P &c. B i ■ i ■ * ■ i
Variante II.
19 —A 4 A 19- -A 2 A SI ■
20—C 8 T 20- -D3 I) n üi üf ■
21—TR 1 D 21- -^3 A
22—A 5 R 22- -D3 T jp ¡¡¡PX|¡j
23— C x At 23- -C x C
24—D x T & Ü4a
Variante III.
19—A 4 A 19 CR3 A
20—A x C 20 -PA x A
21 —A x P 21 -C x P
22— D x T 22 -A x D
23 —A x D &c. BLANCAS. —TCHIGORIN.
 72

Variante I. 21— CD8T 21—R1D

BLANCAS. NEGRAS. 22— C x A 22—R x C
23—AxC 23— PA x A
20—A 4 A 20— D 2 R 24— A x P
21—A X C 21— D x A Y las blancas ganan la dama.
22 —A X P 22— A 2 A
23— CD 8 T 23—T x C NotaN'.' 26.—Esto, á nuestro jui
24— D x T 24—P 3 D cio, no salvará la partida, por parte
25—A 4 C 25— O O de las negras, pero no vemos nada
26 —TR 1 R 26— D 5 C mejor que el Sr. Steinitz hubiera
27 C 2D 27— C 4 T podido hacer; porque sí:
28— P 3 A 28—A 3 ct 20— R 1 D
29—R 1 A [*] 29—D 5 T 21 — AxC 21— PA x A
30—TR 2 R 30—C 6 Ct 22— CD 4 A 22— C 1 R
Y ganan las negras. 23—C x A 23—C x C
[*] ^ Si 29—R 1 T—29—C 6 Ct y 24—D x T etc.
mate á la siguiente jugada.
Nota N'.' 27.—Jugada extraordi
Variante II. nariamente fuerte, que muy pronto
20—A 4 A 20—D 2 R obligará á rendirse en esta partida al
21— A x C 21 —DxA profundo bohemio. Sin embargo, el
22 —A x P 22 —A 2 A profesor ruso (que sin duda busca
23— CD 8 T 23—T x C ganar con una magnífica, brillante y
24 - D x T 24—P 3 D sorprendente combinación final) te
25— C 5 C 25—D 5 C nía otros medios muy sencillos de
26—P 3 TR 27—D 2 D decidir por completo el juego en fa
27 —A x P etc. vor suyo, según análisis del cham-
Variante III. pion Mr. Blackburne. Véase la de
20—A 4 A 20—D 2 R mostración :
21 —A x C 21 —D x A
22—A x P 22 —A 2 A Posicion al hacer las blancas la jugada 21.
23—CD 8 T 23—T x C NEGRAS. —STEINITZ.
24—D x T 24— P 3 D
25—C 5 C 25—D 2 D
26—A x P 26—A x A ijl¡¡1#:#' fi
27—TD x A 27—D 5 C
28—D 4 Tt 28—C 2 D
29—D 4 A 29—OO
30—C x PA 30— P 4 CD
31—C6Tt 31— R 1 T ■ i
32—D 8 Ct 32—T x D
33— C 7 Att
Variante IV.
20—A 4 A 20—CR x P
21— CxA 21—TDxC
22—D x PC 22—TD 3 A
23—A 5 D 23— CD i D
24—D 2 C etc.
Variante V. BLANCAS. —TCHIGORIN.
20—A 4 A 20—A 2 A
 73

Variante I. 23— P 3 CR
BLANCAS. NEGRAS. 24—C x At 24— D x C
25—PxC 25—C 1 D
21--A x C 21—PA x A 26—A x P 26 -D 2 A
22--C x A 22—T x C 27— P 6 D 27— D 3 A
23--A x P 23—A 1 C 28—A 5 D 28—D4C
24"-A x D 24—A x D 29 — P 4 Aü etc.
25--A x P etc. Xota n? 32.—TD x C y después
Variante II. TR 1 D (ó P x C),eu lugar de la ju
21--A x C 2r—PA x A gada del texto, eran igualmente
22--C x A 22—T x C fuertes.
23--A x P 23—P 3 D Xota n? 33. — Movimiento indis
24--D x P 24—R 1 D pensable, en vista de la amenaza de
25--C x P etc. las blancas, A 6 D.
Variante III. Xota n'- 34.—Mr. Mackenzie cree
21--CD5D 21—C x C que en este punto lo más obvio y
decisivo para el Sr. Tchigorin hu
22--P x C 22—C 1 D
biera sido 29 — D 8 C, con el propó
23--P 6 D 23—C 3 A
sito de seguir 30—D 6 D.
24-—P x A etc.
Xota n'-' 35.—Recurso que n0 era
Variante IV.
esperado y que por lo tanto habrá
21 -CD5D 21—C xC sorprendido á la mayor parte de los
22--P x C 22— C 1 D amateurs. Parece que el Sr. Stei-
23--P 6 D 23—A x P nitz, con una remota esperanza de
24--A x PAD 24—C 3 A tablas, procura llevar con tiempo su
25--D x T! 25—C x D Rey hácia el lado más débil de su
26--Ax A 26—D 1 C juego, temiendo con razon el futuro
27--C x P 27—P 4 T adelanto del peón de la torre de la
28-—TR 1 R 28—T 3 T dama de las blancas. La opinión
29--A x Pf 29—D x A universal de las autoridades más
30--Cx Dt 30— R x C competentes, manifestada en \zs, Re
31'—A x C etc. vistas del ramo ó en las columnas
Variante V. de ajedrez de periódicos de otra cla
21--CD 5 D 21—A 3 D se, es sin embargo que el Champion
22 - C x Ct 22— P x C del mundo perderá irremisiblemente
23 —C 4 T etc. el Gambito Evans, supuesto que sin
ventaja de peones, está uno suyo do
Xota n'-' 28. — Lo menos malo. blado y otro se encuentra aislado.
Este es el único movimiento que Sobre todo hay que considerar que
tienen las negras para prolongar un Steinitz tendrá que batirse con la
poco la resistencia. diferencia del cambio, ó sea la de un
Nota n° 29. —Tan bueno ó mejor alfil (sin salida por ahora) contra
que C x Ct una torre perfectamente bien colo
Xota n'- 30— Funesto, pero nece cada en el centro del tablero. Si
sario. dicho resultado tuviere lugar, se ve
Xota n" 31—Tchigorin tiene aho rá que no fuimos malos profetas,
ra muchas maneras de ganar esta cuando en nuestro primer artículo,
partida. Entre otras variantes po que vió la luz en el número de este
dría presentarse aquí la siguiente, Diario, correspondiente al 4 de no
tan elegante como sólida: viembre de 1890, dijimos sin salve
lo
 71
dades de ninguna clase: «Steinitz
perderá el Gambito Evans». Aña
dimos que así lo entendía el respeta
ble Club de Ajedrez de la Habana,
sólo porque en su concepto, después
del sexto movimiento de las negras
en esta apertura, D 3 A, que el há
bil profesor de Montclair se ha em
peñado en sostener que es bueno, 6
mejor dicho el exacto, no es posible
resistir el subsiguiente, natural y
formidable empuje de las piezas
blancas.
Agregamos tambien que el señor
Steinitz parecía preferir su fracaso
como jugador, á su derrota como
tratadista. El hecho es que, des
pués de esta contienda, nadie admi
tirá como punto de dogma de aje
drez el principio que el maestro
Steinitz ha proclamado en su The
Modern Chess Instructor, porque si
él, siendo el autor de la defensa
D 3 A, y el más profundo y fuerte
jugador de entrambos mundos, no
ha podido triunfar ahora con ella,
estando siempre en posiciones cada
vez más angustiosas y difíciles ¿ha
brá valiente que se decida á imitar
le, sin la seguridad de una catástro
fe y sin exponerse de seguro á gene
rales críticas?
Nota núm. 36 —Es bastante cla
ro que si las negras hubiesen contes
tado en esta situación: 30—D x PAD
las blancas habrían respondido 31 —
TD 2 A, con la fácil continuación
de TxAty 1)8 Tf
El Sr. Steinitz, viendo ó sospe
chando ya que no solo perderá el
Gambito Evans ú\\o también la De
fensa de los Dos Caballos, ha dicho
á un reporter de un periódico ame
ricano, que si sucumbe en esta oca
sión será debido solamente á que él
no tuvo bastante firmeza para apli
car inflexiblemente las teorías de la
Escuela Moderna en que milita, va
cilando en los procedimientos. No
perderá por elle el Sr. Steinitz el
puesto de Champion del Mundo tan
gloriosamente conquistado, porque
para esto sería indispensable que se
le venciese frente á frente en un ta
blero, y no por medio del cable te
legráfico, pero quedará demostrado
— sin perjuicio de las salvedades,
disculpas y atenuaciones consiguien
tes—que ño son de aceptarse las dos
innovaciones del profesor bohemio,
que han sido el or1gen y fundamen
to de la actual y para siempre me
morable contienda de ajedrez ; ó lo
que es lo mismo, en el Evans, por
parte de la las negras: 6— D 3 A y
en la Defensa de los dos caballos,
por parte de las blancas, 9-CR 3 T.
Precisamente era eso lo que el
eminente ajedrecista ruso Sr. Tchi-
gorin, se había propuesto compro
bar.
COROLARIO A LA PARTIDA EVANS.
¿Es en realidad bastante nueva y
demasiado rara lajugada I) 3 A, en
la defensa del Gambito Evans?
En Mexico es empleada desde
hace varios lustros.
En la página 8 del libro que nos
otros publicamos en aquella capital
en 1880, bajo el título de «Algunas
partidas de ajedrez Jugadas en Me
xico, por Andrés Clemente Vazquez
—186g-188o — Cuaderno segundo,
hay la siguiente partida, c|ue nos
permitimos reproducir aquí como
precedente histórico:
( Quítese del tablero la torre de la dama
de las blancas.)
BLANCAS. NEGRAS.
A. C. Vazquez. F. Paredes.
1— P 4 R 1— P4R
2— CR 3 A 2— CD 3 A
3— A 4 A 3—A 4 A
4— P 4 CD 4—A x PC
 75

5—A4T 12—A 3 Tf 12—R x A

6—D 3 A 13—C 5 Ct 13—R 3 C
7—P 4 D 7— P x P 14— D x Dt 14—R x C
8—P 5 R 8— D3 C 15—A 1 Af 15—R 5 G
9— C 5 C 9— D x CD 16- D 4 Rf 16—R 4 T
10—A x Pt 10—R 1 D 17—D 5 Af 17"R 5 T
11—C 6 Rt 11—R 2 R 18— P 3 ctt

PARTIDA SEGUNDA.

La Defensa de los dos caballos. 17—CD 3 A (17) 17- -A 3 R (18)

18—P3CD(19) 18- -A 5 C (20)
19—A 2 C (21) 19- -P 5 AR (22)
BLANCAS NEGRAS 20—D 2 A (23) 20- -D x P
21—R 1 A (24) 21- -P 6 A (25)
W. StBilttX. M. Tcmpru. 22—P x P 22- -P x P
23—A x P 23- -A 4 AR (26)
I--P 4 R 1--P 4 R 24— CD 4 R 24- -A x C
2--CR3A 2--CD 3 A 25—D 2 R (27) 25- •A x A
3--A 4 A 3 -CR 3 A 26—D 6 Rt 26- -R 2 T (28)
4"-CR 5 C (1) 4--P 4 D 27—AxD 27- -A x T
5" -P x P 5--CD 4 T (2) 28—D 3 T 28- -CR 4 AR
6--AR 5 Cf (3) 6--P3 A 29— A 5 R 29- -TD 1 R
7--P x P 7--P x P 30—A 4 A (29) 30- CR 5 D (30)
8--A 2 R (4) 8--P 3 TR 31—D3Dt(31) 31" A 5 R
9--CR 3 T (5) 9--AR 4 A 32—D x C 32- -TR x A
10--P3D 10--O O (6) 33—P 3 AR 33- -TD 1 AR
11--CD 11--CR 4 D 34—D x PT 34- -P 4 A
12--CD 4 T (7) 12--A 3 D (8) 35—D 7 AD 35- -C 3 A
13--CR 1 C (9) r3--P 4 AR (10) 36— P 3 TD 36- -TR x Pt!
14--P 3 AD (11) 14--A 2 D (12) 37—C x T 37- -T x Ct
15--P 4 D (13) 15--P 5 R (14) 38—R 1 C 38- -A 7 D
16--P4AD (15) 16--CR 2 R (16) Se rindió. (32)

NOTAS POR A. C. VAZQUEZ,

Nota n" 1.— Movimiento conside mente preciosas partidas ganadas

rado superficial por algunas autori
dades, pero perfectamente sólido en
concepto de Gossip, segun lo mani
festamos en la tercera edición de
nuestro Análisis delJuego de Aje
drez.
Los modernos preceptistas—Tchi-
gorin entre ellos—prefieren P 4 D.
El New York Tribune primero, y
después The International Chess
Magazine, han publicado reciente
con la referida jugada de P 4 D, en
lugar de CR 5 C, por el ilustre prín
cipe Dadian de Mingrelia.
Nota n? 2. —El movimiento clási
co para evitar la ocasión de que se
establezca el terrible Fegatello.
Nota n? 3.—Morphy no acostum
braba mover este alfil en el presen
te caso, sino apoyarlo, avanzando
un paso el peón de la dama. De
esa manera ganó en 29 jugadas la
 76

IV partida de su memorable match caballo del Rey enemigo con su al

de Lóndres con Mr. Mongredien. fil de la reina, enrocar del lado de la
Lowenthal, comentando dicho dama y avanzar resueltamente los
movimiento, es decir, el de P 3 D, peones del flanco izquierdo ó sean
dice con su genial laconismo: «This los del Rey, con un ataque persis
move is just mentioned en passaut tente y atrevido. El método segui
by Heydebrand, in the German do en este caso por el Champion ru
Handbuch.* Actualmente se prefie so es probablemente demasiado len
re en la Defensa de los Dos Caballos, to, si se considera que las negras
como sexta jugada de las blancas, tienen un peón de menos y que su
la del texto, ó lo que es lo mismo: antagonista es el primer jugador del
AR 5 Ct. mundo y consumado maestro para
Mr. Bird, el concienzudo tratadis las defensas, á quien únicamente se
ta y respetable decano de los ajedre le puede derrotar con los procedi
cistas ingleses, dice que el desdeña mientos de Dantón, cuidada y siem
do movimiento de Morphy tiene pre audacia. Por otra parte, jugan
mérito y merece muy séria investi do de ese modo,M. Tchigorin, impe
gación. tuoso y brillante en todas ocasiones,
Nota n? 4 —Casi todos los maes se coloca á si mismo fuera de carác
tros convienen hoy en que esta es la ter y en contraposición con su genio
mejor casilla para el alfil atacado, y estilo.
pero Staunton en su Handbook y Nota n? 7-—Jugada muy precisa
Mr. Boden en The Chess Playeras y sólida, que el Club de la Habana
aconsejan que en vez de retirarse el í1abía previsto ya, y con la cual se
alfil se replique como 8? movimien rechaza el verdadero y más esencial
to de las blancas: D 3 A; pues las ataque de las negras.
negras no pod1ían entonces contes Nota n" 8-—La primer retirada
tar P 5 R, por la respuesta natural de M. Tchigorin.
de las blancas: C x PR. Nuestra Quizás habría sido preferible op
modesta opinión es que el expresado tar por CD 2 C, á fin de no perder
alfil no debe ser situado en la segun tiempos en el ataque.
da casilla del Rey, sino en la terce
ra de la dama, como lo hizo Mr. En la página 94, volumen I del
Gunsberg en la partida vigésima se Modern Chess Instructor, Steinitz
gunda del match que jugó en la Ha propone el siguiente desarrollo res
bana con Mr Tchigorin, en Enero y pecto del nuevo movimiento de que
Febrero del corriente año. A 3 D nos ocupamos:
es la jugada que mejores resultados BLANCAS. NEGRAS.
nos ha dado al emplear nosotros la
apertura en cuestión. 1—P 4 R 1—P 4 R
Nota n? 5. — La gran invención 2— CR 3 A 2— CD 3 A
de Steinitz, origen del actual de 3—-A 4 A 3—CR 3 A
safío. 4—CR 5 C 4—P4D
Nota n? 6 —En este momento, 5—P x P 5— CD 4 T
P 4 CR, en lugar del enroque, ha 6—A 5 Ct 6—P 3 A
bría dado á nuestro parecer, una po 7— P x P 7— P x P
sición muy vigorosa á las negras. 8—A 2 R 8— P 3 TR
Entonces, el plan de Tchigorin hu 9— CR 3 T 9—A x C?
biera podido ser llevar la dama á la 10—P x A 10—D 4 D
tercera casilla del caballo, tomar el 11— A 3 A 11—P5R

12 -C 3 A 12—D 4 R
13—A 2 C 13—A 3 D
14—D 2 R 14—O O
15—P 3 D 15 -P x P
16—D x D 16—A x D
17— P x P (Mejor)
Estaba en la Habana el eminente
Champion ruso, cuando apareció el
volumen I del Modern Chess Ins
tructor; se enteró de la novedad de
CR 3 T indicada por Steinitz, en el
ataque contra la Defensa de los dos
Caballos (en cuya apertura es um
versalmente reconocido M. Tchigo-
rin, como autoridad de primera ca
tegoría) y preguntándole nosotros
su parecer acerca de esa invención,
nos contestó sonriéndose: «Steinitz
halla buena su jugada, porque obli
ga á las negras á responder AD x C,
y así es obvio que las blancas adqui
rirán ventaja; pero si algun día se
bate conmigo dentro de este plan
teo, yo me cuidaré mucho de dar
una pieza de ataque como lo es ese
alfil, en cambio de un caballo sin
movimiento y al cual su mismo due
ño lo ha colocado en posición emba
razosa. Ahí debe quedarse el caba
llo hasta el momento oportuno en
que conviniere sacrificarlo.» El jo
ven profesor ruso ha cumplido su
palabra, y en la lucha actual que
sostiene con el profundo Champion
bohemio, aun no le ha parecido ne
cesario ó conveniente apoderarse del
caballo inactivo.
Ahora escuchemos á Steinitz en
una interview que celebró con un
reporter del Sun de Neva York, sé-
gún traducción hecha y publicada
por La Union Constitucional de la
Habana, correspondiente al 16 de
Octubre próximo pasado:
«En cuanto al juego de la Defensa
de los dos Caballos (habla Steinitz),
la cosa es todavía más difícil. Tchi-
gorin tiene á su disposición las si
77
guientes jugadas para continuar,
despues de mi movimiento referido:
—A x C
—A 4 AD
—A 3 D
—A 4 AR
—D 2 A
— ó P 4 CR
«Cada uno de estos movimientos
«abrirá una campaña enteramente
«distinta, y me es imposible, por
«tanto, decirle las que yo adopte.
«En tales circunstancias siento mu-
«cho no poder indicar cual será mi
«décima jugada en respuesta á cual-
«quiera de las continuaciones referi-
»das. Puedo decir sin embargo, que
«no temo á ninguna de ellas, por
«cuanto me guío por el juicio de mi
«posición en lo principal, y no pro-
«cedo al exámen de los detalles, sino
«después de que mi contrario ha ju
agado. Como usted ve, soy un
«maestro viejo de la nueva escuela,
«y Tchigorin es un maestro joven de
»la antigua. Si no cometo algun
«error, imagino que ganaré los dos
«juegos, porque en ambos tendré un
«peón de ventaja, lo que según mis
«principios me debe dar la victoria.
«Bien sé que Tchigorin es el mejor
«de los analistas de la antigua escue-
«la, pero á menos de que no haya
«visto algo que se me hubiere esca-
«pado, saldré victorioso.»
Así es como son hermosos, dispu
tados é interesantes los combates:
cuando todos los contrarios confian
enteramente en el triunfo, y se en
cuentran animados por la fe y forta
lecidos por la esperanza, pues como
dijo el poeta, los que no esperan
vencer, ya están vencidos.
Nota n? 9. — Ya no podrá M.
Tchigorin obtener el sacrificio de
esa pieza, según sus cálculos, en el
momento que le conviniere: el ca
ballo inactivo se le ha escapado, en
una oportunidad perfectamente bien
 78
aprovechada, por el profesor bo
hemio.
Nota n" 10. — Continuamos cre
yendo que la Defensa de los dos ca
ballos será perdida por el joven
Champion ruso. Herr Steinitz tie
ne un peon de ventaja, sin serio ó
inminente peligro, y en cuanto al
ataque último de M. Tchigorin,
P 4 AR (muy de la escuela de Mor-
phy), dicha evolución suele ser una
espada de dos filos: á veces da al
que la ejecuta brillantes y rápidas
victorias, pero á ocasiones origina
derrotas, también breves y rápidas,
por lo mismo que el avance prema
turo de los peones, tan censurado
por Filidor, deja en la mayor parte
de los casos descubierto al Rey.
Pero nosotros aprobamos el proce
dimiento adoptado ahora por M.
Tchigorin. Teniendo Steinitz un
peon de más, solamente se le podría
vencer con alguna osada é inconce
bible sorpresa, jugando el todo por
el todo é intentando tomar las trin
cheras enemigas á pecho descubier
to y por asaltos heroicos.
Al hacer nosotros el diagnóstico
de la presente posición, vemos no
solo que M. Tchigorin tiene un peon
de ménos; notamos igualmente en
el organismo de su juego el adelan
to del peon de la torre del Rey, á
su tercera casilla, ó sea lo que cons
tituye el famoso golpe bautizado por
Mr. Wisker (el Beaumarchais del
ajedrez británico) con el sarcástico
nombre de jugada prov1nc1al;
cuya jugada en concepto del señor
Steinitz es débil siempre y cuando
menos equivale á una pérdida de
tiempo. Tan peculiar de la defensa
de los dos caballos es, sin embargo,
el movimientoprovincial de P 3 TR;
que casi constituye el síntoma pa-
tognomónico de esa complicada aper
tura. Este es, pues, á nuestro jui
cio, por parte del Sr. Tchigorin, un
caso patológico desesperado, y si se
nos invitase á consignar en resumen
el pronóstico de nosotros acerca de
la gravedad del simpático paciente,
nos decidiríamos (sin paliativos men
tales de ninguna clase) no á seguir
el muy usado y cómodo sistema mé
dico de reservarlo, sino á decir ter
minantemente que, después de ha
berlo estudiado y meditado bien,
creemos que en esa lucha de águilas
las heridas inferidas por la de Nue
va York á la de San Petersburgo,
son mortales por necesidad.
Nota n? 11.— Precaución natural,
ya sea para adelantar después dos
pasos el peon del caballo de la dama,
haciendo retroceder al caballo de la
reina de las negras, ya para abrirle
salida á la dama propia.
Nota n" 12. — Jugada floja, que
indica la convicción que debe co
menzar á sentir el Sr. Tchigorin, de
que por parte suya ya no hay nin
gún ataque violento y decisivo. Res
pecto de esta jugada ha habido equi
vocación en el cable. Primero se
dijo al «Diario de la Marina» por su
diligente corresponsal en Nueva
York, que el movimiento décimo
cuarto de las negras en la Defensa
de los dos caballos había sido
AR 2 AD. Después se supo que no
era esa la correspondiente jugada,
sino AD 2 D. Nos parece que la
intención del Sr. Tchigorin es ade
lantar más tarde el peon del alfil de
la dama, para jugar entre otras co
sas posibles A x C ó AD 3 AD.
Nota n'.' 13- — Muy bien jugado,
porque si las negras contestan ahora
P x P, las blancas no tendrán in
conveniente (después de apoderarse
de dicho peón) para situar el caballo
del Rey en su tercera casilla, con
segura y conveniente posición; si lo
avanzan, el lado izquierdo de las
piezas blancas quedará indestructi
blemente fortificado. En cualquie
ra otro caso el Sr. Steinitz podrá
 79

responder P x P, siguiendo con 15— P 3 CR 15—C x A

CR3 A. 16—CR x C 16—A 4 A
Es innegable que hasta ahora, al 17—CR 1 A 17—P 5 R
menos, las dos partidas de que se 18—P 4 CD 18—Px P!
compone el expresado cable-match, 19—P x C 19—TR 1 Rf
están siendo conducidas de magis 20—R 1 A 20—A 6 Tf
tral manera, sin errores ó incorrec 21—R 1 C 21—D 3 A !
ciones, sin vulgaridades de ninguna 22— CD 3 A 22—D 6 A
clase y en la más completa sublimi No pudiendo evitar las blancas
dad del arte. Los golpes de los que las negras den el mate á la si
adalides son siempre elegantes, pre guiente jugada.
cisos y á menudo sorprendentes. Y Xota n? 14. —Evidentemente lo
cosa singular! Por lo mismo que se mejor.
emplea el telégrafo, que es lo más Nota n? 15 —Sin duda lo preciso
veloz que se conoce, para la trasmi y más conveniente para las blancas.
sión de las jugadas entre Nueva Nota n? 16.— Parecía bueno CR
York y San Petersburgo, en razón 5 A, pero á las negras le sería por
á la gran distancia que separa á los ahora perjudicial todo cambio de
adversarios, esas partidas llevan el piezas. Tampoco les hubiera conve
sello de la calma, de la reflexión y nido A 5 Cf, porque el Sr. Steinitz
del análisis, supuesto que, según habría contestado, sin peligro irre
lo previamente pactado entre los mediable, A 2 D ó R 1 A.
combatientes, cada uno de ellos pue Nota n" 17. — Para impedir el
de hacer uso de 48 horas para el es avance del peón del alfil del rey de
tudio de cada movimiento. las negras, ante la consiguiente ame
naza de CD x PR, si tal cosa suce
Para terminar por ahora, véase la diera.
siguiente preciosa variante hallada Nota n? 18.—Pérdida de tiempo,
por varios aficionados de nuestro supuesto que cuando M. Tchigorin
Cl1í¿>} al examinar en compañía de situó ese alfil en la 2* casilla de la
nosotros la posición creada en esta dama, bien pudo haberlo llevado á la
apertura tan cuestionable como cues tercera del rey, como ahora lo veri
tionada: fica.
BLANCAS. NEGRAS. *
* *
(A. C. Vazanez.) (Alíalos.) Se ha visto ya que en estas dos
I--P 4 R 1--P 4 R partidas ha habido un constante y
2--CR 3 A 2--CD3 A grande interés, especialmente por
3--A 4 A 3--CR3 A que el Sr. Steinitz, aunque expo
4- -CR5C 4 -P 4 D niéndose mucho á un fatal desenlace
5--P x P 5--CD 4 T en la cadena de sus jamás interrum
6--A5Ct 6--P3 A pidos triunfos, ha querido llevar al
7--P x P 7-—P x P terreno de la práctica y de la expe
8-—A 2 R 8--P3TR rimentación sus teorías innovadoras
•9--CR 3 T 9"-A3D de profesor técnico, no olvidándose
10--P 3 D 10--0 0 de que él es ya ciudadano de la po
11--CR 1 C 11--CR 4 D derosa república de los Estados Uni
12--P 4 AD 12--A 5 CD t dos, en donde para todos sus activos
13 -A 2 D !3--A x Af y emprendedores hijos es salvadora,
14--D x A 14--CR5 A alentadora divisa, el grito de ensaya
 so
siempre, prueba, experimenta sin
cesar: «Try always.» Pero ese inte
rés quizás sea súbitamente inte
rrumpido, aplazándose la continua
ción y terminación de dichos magis
trales juegos, sino; dic. Comienza á
circular el rumor de que el Cham-
pióu bohemio escribió vma carta á su
distinguido competidor, en la cual
le imponía la condición — antes de
haber principiado la lucha —de re
servarse el derecho de suspender su
combate telegráfico con él, tan lue
go como tuviese que dar comienzo
en Nueva York á su pactado match
con Mr. Gunsberg; carta que se cree
no recibiera el adalid moscovita. En
efecto el Sr. Steinitz, según lo indi
camos desde el artículo primero de
esta serie, estaba encargado de va
rios trabajos serios que no habrían
de poder dejarle tranquilidad bas
tante para el célebre cable-match
entre New York y San Petersburgo.
Figuraban entre esos trabajos, ade
más del prolijo cuidado que requie
re la redacción de The International
Chess Magazine, la conclusión del
libro sobre los juegos del sexto Con
greso Americano y la corrección de
pruebas del volumen II del tratado
denominado The Modern Chess Ins
tructor. Por otra parte Steinitz se
había comprometido de antemano
con Mr. Gunsberg, el sombrío Me-
phistópheles, á llevar á cabo un match
con él en los salones del Mannhat-
tan Chess Club de la populosa Nue
va York, durante el otoño actual.
¿Pesó como debiera todas estas difi
cultades el Champion del mundo,
antes de obligarse con M. Tchigo-
rin? ¿Certificó, ó dió exacta y opur-
tuna dirección á la carta de referen
cia? ¿Podrá probar M. Tchigorin no
haberla recibido? ¿Aceptará él la
suspensión indefinida, sincB die, del
cable-match? De todos modos, en los
momentos en que escribimos, hace
varios días, que ni el D1ar1o de la
Mar1na, ni La Lucha reciben tele
gramas referentes á las sucesivasju-
gadas del combate, y esto nos hace
suponer que la dificultad ha sobre
venido y que el conflicto debe darse
tal vez ya como planteado. Mucho
deploraríamos que estas conjeturas,
fundadas únicamente en rumores na
cidos de una carta escrita por un
amigo nuestro residente en Nueva
York, llegaran á ser una verdad;
puesto que entonces se privaría el
mundo ajedrecista de la profunda
enseñanza que estaban dando á sus
admiradores y á sus adversarios los
dos ilustres maestros.
¡Ojalá que no llegue el caso, mu
cho más pronto de lo que habría po
dido esperarse, de que se vean pre
cisados á intervenir en la disputa los
árbitros ó padrinos respectivos, y en
última instancia nuestro inteligente
compañero el Sr. D. Celso Golmayo,
sentenciando desde aquí como im
parcial y recto Juez del Campo '
*
* *
Escritas las anteriores líneas, he
mos sabido que el 28 ó 30 de este
mes, se interrumpirá en efecto el
cable-match, pero será de común
acuerdo entre los Sres. Tchigorin y
Steinitz, pues este último lo había
propuesto préviamente con motivo
de su match con Mr. Gunsberg, que
habrá de verificarse en diciembre
próximo, según lo hemos manifesta
do ya, en la ciudad de Nueva York.
L,a carta que parece que en su opor
tunidad no recibió el Sr. Tchigorin,
escrita por el Sr. Steinitz, se refiere
á algunos particulares de detalles,
como por ejemplo, de qué manera
han de acumularse las horas que ca
da combatientes emplee ó deje de
emplear al verificar sus respectivas
contestaciones; á cual de los dos ju
gadores le corresponderá hacer el úl
timo movimiento durante el inte
rregno, etc., sellando la jugada. El

hecho es, sin embargo, que la lucha
se suspenderá durante varios meses,
en los momentos más solemnes,
perdiendo en consecuencia su prin
cipal atractivo, porque ahora empe
zarán los críticos á analizar deteni
damente las posiciones de ambas
partidas, dando publicidad á sus
apreciaciones y comentarios. Para
esto más conveniente hubiera sido
no haber principiado el cable-maich,
hasta después de terminada la sf1da
Steinitz-Gunsberg.
Nota n? 19. —Todos creíamos en
el Club de Ajedrez de esta ciudad,
que la nah1ral jugada del Sr. Stei-
nitz hubiera sido en vez de P 3 CD,
P 5 A, siguiendo asíla partida:
BLANCAS. NEGRAS.
18—P 5 A 18—A 2 AD
19— P 4 CD 19—CD 2 C
20—AR 6 TD 20—TD 1 C
21—CR2R(Mejor)
Sin embargo, en ese caso, habría
podido presentarse el siguiente, ori
ginal y fuerte contra-ataque:
Posición al ejecutar las blancas la jugada 18.
NEGRAS. —(TCHIGORIN)
lililí
m ■ tK k
S HU-Sl i Éf
BLANCAS—(STEINITZ).
81
18- -P 5 A 18—A 2 AD
19- -P 4 CD 19—CR 4 D!
20- -Cx C 20—A x C
21- -P x C 21—P6R!
22—A x P 22—P 5 A
23—A 2 D 23—A x PC
Debiendo ganar las negras.
Nota n'.' 20. —Formidable, porque
si las blancas responden: 19—A 2 D,
las negras replican 19—D x P y si
20— C x PR— 20—P x C, amena
zando continuar las negras D x PARf
y más tarde TD 1 Df, en el caso de
que las blancas se decidiesen á jugar:
A x A. Actualmente no le queda al
Sr. Steinitz más recurso que jugar:
A 2 C, en cuyo caso ya podrá esta
blecer su joven émulo los ataques al
parecer indestructibles, de P 5 AR ó
TD 1 C.
Abrumado, sin duda el profundo
profesor bohemio, por sus numero
sas y graves ocupaciones, está ju
gando ya, á juicio de no pocos afi
cionados y maestros, con alguna de
bilidad y ligereza. ¿Perderá al fin
el cable match, siendo derrotado
por primera vez en su vida, en una
contienda seria? ¿Estaremos llama
dos á presenciar el próximo corona
miento de Miguel Tchigorin, como
Campeón del mundo, en el juego
del ajedrez? Bastante posible pare
ce ya, aunque no fácil, porque el
coloso habrá de defenderse con ener
gía y desesperada perseverancia,
hasta los últimos atriucharamientos.
En los dos ó tres meses del receso, ó
sea de la suspensión del expresado
cable-match, el gran Steinitz halla
rá quizás alguna singular combina
ción que no se vea á primera vista,
y que sea la respuesta admirable á
los dos últimos maravillosos golpes
de Tchigorin; ó lo que es lo mismo:
en el Evans A 1 A, y en los Dos
Caballos A 5 C. Pero si nada de
esto sucediere y el jugador austriaco
 82

cayese en el hemiciclo, cual nuevo Posicion al ejecutar las negras

Goliat herido por tremendo dardo,
el movimiento 20.
será necesario recordar para satisfac
ción y gloria de nuestros ajedrecis NEGRAS. —TCHIGORIN.
tas, que fué el Club de la Habana
quien sacó de las frialdades del Neva 1 '
al pujante Tchigorio para ponerlo
en frente de Herr Steinitz, en largo
y reñido match. En cuanto á nos
otros — no sin pesar — porque so
mos antiguos amigos y apasionados w/z'a w/m ?{>:''''>
admiradores del venerable Steinitz,
nos veríamos precisados á decirle
con el Dante, al victorioso Tchigo-
rin : Tu duca, tu signorc, tu maestro. i á m m .
Nota n" 21.—Ya dijimos en la no
ta precedente, que éste era el único ¿flnrB¿fl¿B
sólido y correcto movimiento que le ni m w éí
quedaba al Sr. Steiniz en tan crítica %nf im wk
situación; aunque en ese caso añadi BLANCAS. —STEINITZ.
mos que su joven émulo podría es
tablecer los ataques al parecer in Variante I.
destructibles, de P 5 AR ó TD 1 C.
BLANCAS. NEGRAS.
Nota n'.' 22. —Avance natural y
previsto.
20— 20—D X P
Nota n? 23. — Arriesgada y audaz 21—P 3 TD 21—A x C t
combinación que francamente no se 22— A X A 22 —D I D
nos había ocurrido. Si la dama ne 23—D x P 23—A 4 A
gra no toma ahora el amenazado 24— D 5 R
peón de la dama blanca, Steinitz Con amenaza (las blancas) de ga
podrá con toda tranquilidad hacer nar una pieza ó de dar mate.
el gran enroque, alejando á su Rey
del círculo de espinas que con pa Variante II.
ciencia benedictina y nada generosa 20 — 20— D x P
intención le había preparado el 21— P3TD 21—A 3 D
maestro ruso. En el caso contrario ó A 4 AD
podrían presentarse las dos siguien 22—C x P etc.
tes variaciones, favorables quizás Esto, no obstante, hay que con
para el profesor bohemio. venir en que si á la jugada de las ne
gras 20— Dx P contestasen las blan
cas 21 —P 3 TD, las primeras po
drían replicar con terrible contra
ataque: 21 —P 6 A!
Ejemplos: No tiene duda que para que una
lucha sea altamente interesante no
es de todo punto imprescindible que
haya vencidos y vencedores; puesto
que lo que se necesita es que los que
pelean demuestren osadía, entereza,
 83

talento y dignidad. Como los hé Variante II.

roes portentosos de Barleta, en los 21— P 3 TD 21—P6A
caballerescos tiempos de Bayardo y 22— P x P 22 P 6 R
del Gran Capitan, bien pudieran 23— P x P 23—D 5 Tf
reclamar á la vez Steinitz y Tchi- 24 R 1 D 24—TD 1 Df
gorin en la presente contienda, los 25—A 3 D 25—A 4 AR
láuros de la victoria, el último por 26—P 4 R 26— A x PR
su mayor ánimo ó empuje, y el pri 27—C x A 27— D 8 Rft
mero por su superior constancia. Variante III.
Nota n" 24 — Sin duda le temió 21—P 3 TD 21—P6A
Steinitz á la respuesta de P 6 A, y 22— P x P 22—P 6 R
por eso no jugó P 3 TD. En efec 23—P x P 23—D 5 Tf
to, el ataque de Tchigorin habría 24—R 1 D 24—TD 1 D f
sido entonces demasiado enérgico, 25—A 3 D 25—A 4 AR
con diversidad de variantes, todas 26— P 4 R 26—A x PR
muy sólidas y complicadas. Ejem 27—PA x A 27—TR 8 A f
plos: 28—R 2 D 28—D 5 Af
Posición al hacer las blancas la jugada 21 29—R 2 R 29—D 7 Aft
NEGRAS. —TCHIGORIN. Variante IV.
21—P3TD 21—P6A
22—P x P 22—P 6 R
i HP IB ^ 23—P x P 23—D 5 Tf
fü üi w,t" Wm 24—R 1 A 24—A 4 AR
fm m n 25—D 1 D 25—TD 1 D
26— D 1 R 26—A 6 Tf
27— C x A 27—D x Ct
28—R 2 A 28—A 4 A
29—P 4 CD 29 —A x PRf
30—R x A 30—C 4 ARf
31— R 2 A 31— C 5 T
32— P x C 32—TR x Pf
33—A x T 33—D x At
34— R 1 C 34—D 7 Ctt
Nota n? 25—Terrible movimien
to de ataque, ya previsto y anun
BLANCAS. —STEINITZ. ciado por nosotros, y por el cual sin
Variante 1. duda dejó Steinitz de proseguir su
BLANCAS. NEGRAS. primitivo plan de P 3 TD.
Nota n" 26—Mr. Blackburne era
21— P 3 TD 21—P 6 A de opinión en este punto, que el
22—P X P 22— P 6 R más fuerte movimiento de las ne
23—P X P 23— D 5 T t gras habría sido 23-D 5 T
24—R 1 D 24—Tü 1 Df
25—R 1 A 25—D 8 Rf Parece ya cosa indudable que el
26—A 1 D 26—D x Pf gran Steinitz perderá el cable-match
27—R 1 C 27—A 4 AR pues en el Evans n0 hay ya para él
ó TD 7 D esperanza de ninguna clase, en lo
ó A x C cual convienen los maestros Black
(Ganando las negras) burne y Mackenzie;y en el juego de
 84

los Dos Caballos á lo más que pue 33—D 3 A 33—TR 3 A

de aspirar es á unas tablas remotas 34—A 2 R 34—T x Tf
y difíciles. Su posición es ahí casi 35—D x T 35—D x A
tan desesperada como en el Gambito 36—A xT 36- C 6 At
Evans. 37—R 2 C 37-P 4 C
Al ser derrotado, nada perderá el 38—A 3 A 38- -A 5 R
ilustre tratadista de su inmenso 39—D 8 Ct 39—R 2 A
prestigio como jugador incompara 40—D x Pf 40—R 3 R
ble. Quedará mientras no se le do 41— D 3R 41—C5Dt
mine luchando frente á frente, en 42—R 1 C 42— D 5 Ct
el lucido lugar de Champion del 43— R 1 A 43—D 7Ct
mundo, pero necesitará confesar 44—R 1 R 44—C 7 At
aunque mucho le pese, que sus dos 45—R 2 D 45— C:x D
raras defensas en ambas aperturas 46— R x C 46—D 6 Af
son insostenibles—ni aun manejadas 47—R 4D 47— D 6 Dt
por un sabio ajedrecista, por un co 48—R 5 A 48 D x A
loso del tablero como él — que era en Se rindieron.
resumen según hemos dicho ya, lo
Nota n'- 27- —Al parecer era bue
que el joven y simpático Campeón no (pero malo en realidad), 25-A x A,
de Rusia había intentado demos
supuesto que las blancas hubieran
trar. quedado entonces con posición muy
inferior. Ejemplos:
Como corolario al presente estu
dio de esta última partida, vamos á Posición al hacer las blancas la jugada 25.
reproducir en seguida un ensayo NEGRAS. —TCHIGORIN.
que hicimos en contra de cuatro de
los mejores aficionados del Club
de ajedrez de la Habana, tomando Si
§1 wáli
nosotros en la Defensa de los dos
caballos el puesto de Tchigorin y m , w/y/á?. m
f/ZTZ'á M
w¿97/w
nuestros adversarios el de Steinitz,
á partir de la situación del anterior
diagrama, es decir, en el instante
de verificar las blancas la jugada 21.
BLANCAS. NEGRAS.

Alíalos. A. C.
21—R 1 A 21— P 6 A
22— P X P 22—P x P
23— CR x P 23— D 5 C
24—TR 1 C 24—D 6 Tf
25—TR 2 C 25—A 4 AR BLANCAS. —STEINITZ.
26— CD 4 R 26—CR 3 C
27— R 1 C 27—TD 1 R Variante I.
28—CR 2 D 28—A x CR BLANCAS. NEGRAS.
29—D x A 29—TD x C
30— A 1 AR 30—TD 5 C 25—A X A 25—T x Pt
31—TR 3 C 31—D4T 26—D x T 26—D x AR
32—D x C 32—C 5 T 27—C 3 A 27—T 1 AR
 85

28—R 2 C 28—CR 3 C como todas las de esta^critica posi

29—TR 1 AR (*) 29—T x C ción, después de ser debidamente
30—D x T 30—CR 5 Tf etc. analizada, hubiera conducido pron
Variante II. to al triunfo de las negras.
(*) 29—A 1 A 29—C 5 Tt Es la siguiente:
30— D x C 30—D x Ct 31 —A 2 D 31 —A x A
31—R1C 31—D8Att 32—D 3 Df 32—CR 4 A
Nota Ti" 28.—No se comprende 33—D x A 33-CR 6 Rf
bien la razón de que Tchigorin no Y las blancas tenían que perder la
hubiese preferido TR 2 A, ganando dama por un jaque á la descubierta.
un tiempo, con el objeto de doblar Nota n'.' 32- —Steinitz no tenía ya
sus dos torres acto contínuo. salvación posible en este juego, se
Nota n'.' 29.— Posición interesan gún procurarémos demostrarlo en
te. Si las blancas irreflexivamente seguida.
hubieren contestado: 30—P 4 A,
las negras respondían: 30—T x A, Posición después de hecha por las negras
y sí 31— P x T—31— CR 6 C mate. la jngada 38, en enyo momento se rindió
Nota n'.' 30—TD 5 R era también
excelente para las negras. el Sr. Steinitz.
Posicion al hacer las blancas el
movimiento 31. NEGRAS. —TCH IGORI N.
NEGRAS. —TCHIGORIN.
1P
■S B ■ üi
I! ■ ■ Él*
H fu
i
m mc

'm' mi

. ..
m
m
\x¿z ■ m+mjL
BLANCAS. —STEINITZ.
BLANCAS. —STEINITZ.
Nota n? 31.—Nos habría agrada Variante I.
do más por parte de las blancas 31 — BLANCAS. NEGRAS.
A x P!, porque si las negras replica
ban 31 —P x A, aquellas podian re
cuperar la pieza perdida (después de 39—D 3 C 39—A 6 Rf
haber ganado un peón) jugando 32— 40—R 2 C 40—T4 Afü
D 7 Dt y más tarde 33—D x C. 41-R 3 T 41—T4Tf
Otra variante había (á primera vis 42—D 4 T 42—A 4 Af
ta favorable para las blancas) que 43—R 3 C 43—T x D etc.
 8G

Variante II. Habana, para lo cual varios admi

39—D 3 C 39—A 6 Rf radores suyos de esta capital han
40— R 2 C 40—T 4 Af prometido sostenerle con una apues
41—R3T 41—T4Tt ta de 2000 pesos oro, ya en San Petes-
42—R 4 C 42—C 4 Rf burgo, aceptando quizás el ofreci
43—RxT 43-P4Cüetc. miento que por el Club de Ajedrez
de aquella ciudad le ha sido hecho.
Variante III
Mientras tanto consignemos que
39— D 3 C 39—A 6 R f aun es Wiliam Steinitz el Champion
40—R 2 C 40—T 4 A f of the 7V()rld, por no haberle vencido
41—R 3 T 41—T 4 T f nadie en un match de esa natura
42—R 4 C 42—C 4 R t leza, y confesemos que no solo ganó
43— D x C 43—T x D Tchigorin la partida del gambito
34—T 1 R 44—T 4 C t Evans, según lo esperábamos, sino
45—R 4T 45—A 7 A t igualmente la que se planteó con la
46— R 3 T 46—A 7 C t f Defensa de ¡os Dos Caballos, lo cual
no creíamos. The Sun de Nueva
Triunfó, pues, en ambas partidas, York declara (en vista de los resul
Michael Ivanowitch Tchigorin, el tados de la reciente contienda, por
ilustre discípulo de Schoumoff y medio del cable trasatlántico) que
Schiffers, y vencedor de ellos des Miguel Tchigorin es el primer ana
pués, en varios torneos locales veri lista entre los ajedrecistas contem
ficados en San Petersburgo, en donde poráneos más distinguidos. Joven,
también quedaron derrotados por el saludable, estudioso y estimulado
joven campeón ruso Alapin, Ascha- por la gloria, Tchigorin parece ser
rin, Clemens, Schmidt, Chardin y el próximo preferido de la fama y
otros. Nació Tchigorin en la capi de la fortuna para el envidiable
tal del inmenso Imperio Moscovita puesto de Soberano del ajedrez en
el 31 de Octubre de 1850, y ya ha este fin de siécle, cuando el vene
dejado impresas á tan temprana edad rable Steinitz se retire del escenario
(relativamente hablando) las señales de la lucha, por el exceso de la
de su prodigiosa habilidad de críti edad, los achaques ó el hastío. A
co en las lujosas páginas del Schach- neck or nothing. El será Cesar ó
matny Listok y en las muy populares no lo será ninguno.
columnas del Schachmatny Wjestnik.
El gran Steinitz buscará pronto la Aut Cesar aut nullus.
revancha, en un combate frente á
frente, con Tchigorin, ya sea en la A. C. Vázquez.
 iiMCDicrE:.

ASUIltOS. Páginas.

Preámbulo sobre la visita de Mr. Blackburne íi la Habana 3

Retrato de Mr. Blackburne 3
Recuerdos de las recientes luchas de Mr. Blackburne en los Estados Unidos 6
Mr. Blackburne vermts Lipsebutz 6
Mr. Blackburne vernu Showalter 7
Match Blackburne-Golmayo.
Partida I 9
Id. II 12
Id. III 14
Id. IV 19
Id. V 22
Id. VI 25
Id. VIT -. 26
Id. VIII 27
Id. IX 29
Id. X : 32
Retrato de D. Celso Golmayo, Campeon de España 24
Análisis "Von Der Lasa" acerca de la partida III del match Blackburne-Golmayo. 17
Match Blackburne-Vázquez.
Partida 1 38
Id. II 40
Id. III 42
Id. IV 45
Id. V 47
Id. VI 48
Artículo biográfico y critico de The Sun, de New York, con referencia á D. A. C.
Vazquez 35
Retrato del Sr. Vazquez, Campeon Mexicano 35
Partidas en consulta:
Mr. Blackburne contra D. Enrique Conill y D. G. Lopez 50
D. E. Conill y D. G. Lopez contra Mr. Blackburne 51
Mr. Blakburne, I). R. Iglesias y ü. F. Gomez contra Mr. (i. H. Mackenzie,
D. Enrique Conill y I). J. J. Machado 52
Partidas simultáneas y «sin ver" [Blindfold games.]
Mr. Blackburne contra el Sr. Dr. Jover 53
Id. contra I). E. Ortolaza 53
Id. contra I). F. Castillo 54
Id. contra D. Clemente Sala 54
Id. contra el Sr. Rasch 55
Id. contra D. Eligio Bonachea 55
Lucha en 18(51—Herr L. Paulsen (sin ver) contra Mr. Blackburne y nueve con
trarios mas 56
El Cable-Match-Steinitz-Tchigorin.
Prefacio publicado por A. C. Vázquez en el Diario de la Marina de la Habana 59
Partida L—El Gambito Evans 62
Partida II.—La Defensa du los Dos Caballos 75
Gambito Evans jugado en México en 1880, con la defensa de D 3 A, entre Don
A. C. Vazquez y D. Francisco Paredes 74
Saludo á M. Tchigorin como futuro Cesar del ajedrez universal 86

FIN DEL FOLLETO.

t

t
 LUGARES DE VENTA.

En la casa del autor (Tejadillo 43) y en las li

brerias del Sr. E. W. Wilson, Obispo 43 y de Don
Alejandro Cbao {La Propaganda Literaria), Zu-
lueta número 28.

En la Habana '..$[-00 Oro.

En el interior de la Isla (porte franco) „ 1-25 ,,
En el extranj ero o 1*50 >»