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T

"LA CRIMINOLOGÍA ... CONTROL


Y DOMINACIÓN"

"¡Qué preciosos son los vestidos nuevos del Emperador! ¡Qué


magnífica cola! ¡Qué hermoso es todo! Nadie permitiría que los
demás se diesen cuenta de que nada veía, para no ser tenido por
incapaz o por estúpido. Ningún traje del monarca había tenido
tanto éxito como aquél. ¡Pero si no lleva nada!, exclamó de pronto
un nifto ... ¡No lleva nada; es un niño el que dice que no lleva
nada! ¡Pero si no lleva nada! gritó, al fin, el pueblo entero"l.

MAsSIMO PAVARINI: Control y domina- de vista" de mi profesor que poco a poco


ción (teorías criminológicas burguesas se iniciaba como el amigo que me llevaría
y proyecto hegemónico). México, de la mano por aquel mundo de la crítica
a la criminología, a la que mi inconciencia
Siglo XXI Editores, Colección Nueva jurídica, heredada a muchas millas de Bolo-
Criminología, 1983, 223 páginas. nia durante mi "formación académica", le
Traducción de Ignacio Muñagorri y abría paso.
epílogo de Roberto Bergalli*. Hoy, cuando he desandado la distancia
que un día recorriera impulsado por mis du-
das, hoy más claras que nunca (que es algo,
l. Introducción por no decir mucho); cuando el profesor
es amigo y puedo leer en mi lengua bajo
Fue en el primer año de la década del el título, fuerte realidad: "Control y domi-
80, bajo el gris invierno boloilés y protegido nación" (título que se amolda más a la con-
por los bellos pórticos de color verano, de cepción moderna de la criminología), y ten-
la Vía Zamboni, cuando hojeé por primera go la oportunidad en la docencia y poco
vez la ''Introducción a ... la Criminología''. a poco en los estrados judiciales, de hacer
Sorpresa .grata cuando descubrí que su autor una "reflexión sobre mí mismo", como lo
era el mismo que, minutos después, me da- ha hecho PAVARINI en sus líneas de "Con-
ría la clase de "Sistemas Penitenciarios": trol y dominación''; es justamente hoy, mi-
MASSIMO PAVARINI. rando el complejo mundo del Derecho (sien-
"Degusté"- hasta el último pie de página to rencor con el pasado, desconcierto en el
de aquella obra. Traté de descubrir, afano- presente y un gran compromiso con el futu-
samente, en los paréntesis, guiones, comi- ro), cuando me corresponde hacerles la pre-
llas, puntos suspensivos, etc. 2, el "punto sentación del libro de PAVARINI. Si las ca-

• Originalmente fue publicado en italiano, con el título de La criminología, Florencia, Ed. Le Monnier, Colec-
ción "lntroduzione a ... ", dirigida por Sergio Moravia, 1980, 167 páginas.
I H. C. ANDERSON, Los vestidos nuevos del emperador, citado por Massimo Pavarini en la "Advertencia" que

hace a la edición espafiola, pág. 13.


2 EstilO muy propio de buena parte de los integrantes del Grupo Penallstico de Bolonio, cuando escriben algo

que ha dejado de ser en el momento mismo que se historiza, o que "siendo" puede dejar de ser, si se racionaliza,
y, finalmente, aquello que sin ser, será cuando se cubra con el velo creador de la crítica.

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racterísticas que he encontrado en él: histo- donde se alista como incansable luchador quistar el poder político y llegar a ser la cando desde períodos altamente represivos
ricismo, claridad y realismo, las enfrenta- PAVARINI con el "grupo" de Criminología clase dominante, cuando aparecen los pri- y sanguinarios, en el momento en que se
mos al momento jurídicamente ahistórico Crítica en América Latina, en el cual BER- meros conocimientos criminológicos. Pues, inicia el desplome socioeconómico del pe-
y confuso, producto de la negación de la GALLI es pionero e incansable batallador. sería rayar en el reduccionismo jurídico- ríodo feudal. Se atenúa este período de vio-
realidad social que vive el país, descubrimos Dejemos, ahora sí, que sea la persona que po!ítico pensar que las reflexiones acerca del lencia con la aparición de la manufactura
fácilmente la importancia de estas páginas. nos permitió leer en espaftol ''Control y do- crimen deben partir del pensamiento refor- y la fábrica; quedan más posibilidades de
Al comentar el libro he querido hacerlo minación'': IGNACIO MUÑAGORRI (profesor mador del siglo XVIII, así como de las obras educar al excampesino para ser futuro pro-
respetando la distribución del mismo y ajus- de Derecho Penal, de la Facultad de Dere- de los iluministas como BECCARIA, BENT- letario; hasta dar lugar al nacimiento de or-
tándome al rigor terminológico, diferente cho en San Sebastián España) quien nos di- HAM, VAN HOMMEL, etc .• PA VARINI estima ganizaciones. de beneficencia pública, don-
por cierto de los textos clásicos de crimino- ga qué significado tiene para él este libro: que para el estudio de la criminología del de iban los "pobres inocentes" y el interna-
logía. Así es como P AvARJNI nos brinda: "Las desdichas, no es que se compensen, liberalismo clásico, debemos remontarnos miento institucional, donde se recluían los
ubicación histórica~ cuando en la primera ahí quedan, pero junto a ellas también hay al pensamiento de HOBBES, y en general, "pobres culpables". Es dentro de esta últi-
parte nos habla de "Criminología y orden momentos gratos y otras miradas y otras al político-filosófico de los siglos XVII y ma idea como nace, a finales del siglo·xv111,
burgués''; claridad, al demostrar la relación lecturas que no solo permiten la compren- XVIII. para los trasgresores de la ley, la penitencia-
directa entre individuo, autoridad, crimen sión de la realidad sino también la solidari- El desaparecer del sistema feudal implica, ria, y la pena es sinónimo de Privación de
y las teorías criminológicas que conforman dad y la perplejidad suficiente para seguir necesariamente, grandes cambios en el cam- la libertad.
la segunda parte del libro; realismo, cuando vivos''3. po de la producción y la distribución: la La revolución industrial marca un hito
al final "casi" que concluye, pues en crimi- gran mayoría es propietaria de la fuerza de en los cambios sociopolíticos de la humani-
nología crítica no se ha dicho la última pala- II. Criminología y orden burgués trabajo y una minoría de los medios de pro- dad, que no pueden ser ignorados por la
bra, porque nadie sabe cuándo una "casi" ducción; no existe ya obligación alguna para criminología; pues la revolución industrial
conclusión, que puede ser representada con "Solo con la aparición del nuevo sistema el sometimiento de unos frente a otros (con produjo grandes transformaciones sociales,
puntos suspensivos( ... ), sea el último, uno de producción (capitalista) la libertad ad- la desaparición del corvée). Surgen nuevas que acarrearían nuevas demandas de con-
de tantos, o por el contrario, el punto final, quirió un valor económico: en efecto, solo demandas de orden, nuevas necesidades, nue- trol, dando paso a nuevas corrientes crimi-
y el día que esto último suceda dejará de cuando todas las formas de riqueza social vas formas de obediencia, y al lado de estas nológicas que tratan de dar respuestas polí-
ser crítica. fueron reducidas al común denominador las siguientes preguntas: ¿cómo "educar" ticamente ''tranquilizadoras ... '': El positi-
Trae la obra en sus últimas páginas una de trabajo humano medido en el tiempo, al proletario (excampesino) para que acepte vismo criminológico y la ideología de la de-
sección dedicada exclusivamente a la infor- o sea de trabajo asalariado, fue concebible su statu qua y no se convierta en potencial fensa social hacen su aparición.
mación bibliográfica. Satisface esta al lector una pena que privase al culpable de un quan- peligro para la propiedad privada? Y ¿cómo P AVARINI hace un análisis de la crimino-
inquieto que quiera dar una mirada &lobal tum de su libertad, es decir, de un quantum garantizar la libertad y la autonomía que logía de la segunda mitad del siglo XIX en
por el mundo de la crininología, hasta los de trabajo asa/ariado''4. son básicas para la autorregulación del el cual nos muestra los parámetros de la
que necesitan un tema específico. Aporte En esta primera parte, el autor nos hace mercado? corriente criminológica positivista, marca-
científico de gran mérito, si sopesamos la un recorrido histórico de los problemas de A estos interrogantes se responde: con el da por su afán de descubrir métodos cientí-
ausencia bibliográfica de dichos temas, tan orden y control social, exponiendo crítica- ''saber criminológico y la estrategia del con- ficos, caracterizada por su espíritu ''cuanti-
nuevos en nuestro medio. mente las respuestas teóricas que la ciencia trol social en el iluminismo''. Se desarrollan tativo, objetivo y mecanicista". Igualmente,
Finaliza el libro con un magnífico epílo- criminológica ha ofrecido. Situando el ori- las teorías del contrato social, dentro del esta corriente criminológica, pierde interés
go, donde ROBERTO BERGALLI, en su ca- gen del discurso criminológico con la apari- cual se dan las grandes reformas penales por el estudio de la norma jurídica y la reac-
rácter de argentino, nos hace un recuento ción de la sociedad burguesa, se inicia el y procesales. En materia penal se expone ción social, centrándose solamente en el in-
"sobre el control social en América Lati- recuento histórico-criminológico en la épo- y defiende el principio de legalidad; la ley dividuo delincuente, anormal, patológico,
na", ubicando este poco a poco en su país, ca de transición, en la cual poco a poco penal como clara e inequívoca, su interpre- o mal socializado, que necesita ser tratado,
donde tristemente el control social (hasta pierde vigencia el sistema de producción feu- tación suscrita y disciplinada, acompañada resocializado.
hace poco, felizmente) se escribiera con ''ro- dal, y aparece en el horizonte un nuevo or- de su capacidad decisoria frente al presente La ubicación histórica europea termina,
jo". Lo anterior nos permite adivinar la re- den sociopolítico: el capitalista (siglos XVI y al futuro. Y basados en el principio del en 'esta primera parte, con el análisis del
lación (respetando nuestra realidad históri- al XVIII). Es justamente en este periodo en libre albedrío, en el utilitarismo y la racio- modelo integrado de la ciencia penal, con-
ca) que existe entre la Escuela de Bolonia, el cual la clase burguesa, en su afán de con- nalidad, se establece un sistema muy parti- sistente en la unidad del Derecho Penal y
cular de aplicación de las penas. la Criminología positivista. Pasando esta úl-
En la necesidad por ''educar'', se dan po- tima a ser subordinada, dependiente y auxi-
3
Frase que hace parte de la presentación hecha por Ignacio Muftagorri de la obra de Pavarini, pág. 9. líticas diversas y contrapuestas a veces, abar- liar de la primera, en su objeto y método.
4 PAVARINI, ·en Control y dominación, cit., pág. 36.

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Reduciendo la criminalidad a un fenómeno Existen tres modelos de sociedad (que obe- criminología y marxismo y la criminología mar- rá ... haciendo criminología ... pero con la
simplemente normativo. decena determinadas ideologías): "el con- xista, donde se enfoca la economía política de conciencia infeliz".
Impulsado por el modelo integrado de sensual, el pluralista y el conflictivo", cada la pena y el control social, el movimiento obre- Hasta aquí PAVARINI. Es aquí a donde
ciencia penal que se vivía en Europa y bajo uno con premisas propias, que si bien en ro dentro de la criminología: Es en este con- quería llegar, porque, con base en esta "ca-
la ''gran depresión''. a partir de los años 30, algún caso se puede percibir algtina simili- texto en el cual aparece la criminología crítica. si" conclusión, se escuchan ya críticas a la
se desarolla en los Estados Unidos "La so- tud entre ellos, no es de tal envergadura co- Para tal efecto se debe tener en consideración criminología critica. Esto me preocupa, no
ciología de la desviación". Bajo esta coor- mo para hacerlos perder su propia interpre- el pensamiento de la Escuela de Bolonio con obstante entender (sin aceptarlo) nuesta for-
denada, PAvARINI analiza el momento so- tación frente al fenómeno de la ley, el delito, su medio de difusión ''La Questione Crimina- ma de actualizarnos: criticando, lejos de en-
cioeconómico vivido por los E,. U. en la dé- el delincuente, el desviado, la política crimi- le' ', al frente de la cual se encuentran A. BA- tender aquello que criticamos.
cada de los treinta, que da origen al dominio nal, etc. En otras palabras, a cada modelo RATIA, el mismo PAVARINI, D. MELOSSI, F. Pienso que la criminología crítica está estre-
sociológico en el campo de la criminología. de sociedad corresponden precisas teorías BRICOLA, etc.; y en el mundo anglosajón A. chamente ligada al orden social; de este se
Analiza el concepto de desviación y la apli- criminológicas, las cuales son reflejo de las l. TAYLOR, P. WALTON, y J. YOUNG. puede concluir dónde tiene vigencia o no la
cación de este en el estudio "ecológico de relaciones existentes entre individuo y PAvARINI formula críticas a cada una de _criminología crítica. Esta será erradicada en
la criminalidad'', dentro de un país donde autoridad. estas teorías, desde la que corresponde a la los países totalitaristas (que lo digan un buen
reina un capital monopolístico, generando Dentro del modelo de sociedad consen- sociedad consensual hasta la conflictiva, análi- número de amigos -criminólogos críticos-,
unas políticas de control social particulares, sual, se desarrollan las siguientes teorías cri- sis crítico de gran claridad, el cual nos demues- que muy a pesar suyo, han debido escapar
propias del estado asistencial. minológicas, que sirven para "justificar" tra cómo a cada fracaso de ideologías y por a la "bota militar" del Cono Sur) y perdería
A fines de los años sesenta entra en crisis este tipo de sociedad: la teoría positivista ende de teorías criminológicas, se suceden otras vigencia en un país donde se dé ''a cada uno
el modelo del "Weifare", enfrentándose el de la criminalidad (ampliamente conocida que irrumpen con ''energ[a revitalizadora'' y de acuerdo a su capacidad y a cada cual de
Estado a problemas de gran envergadura, Y defendida en nuestro medio), la sicoanalfti- fracasan a la luz de las realidades sociales. acuerdo a su necesidad", afirmación de MARx
que van desde el desequilibrio entre la po- ca y de la sociedad punitiva, desarrolladas Llegando así al período de transición ideológi- en la Critica al Programa de Gotha.
blación activa y la marginal, hasta la pérdi- en buena parte por S. FREuo; y elaboradas ca de la "nueva criminología" a la "crimino- Es en países como los de América Latina
da del control por el Estado sobre el Weifa- en su gran mayoría por ÉMILE DURKHEIM logía crítica". Es en este punto y antes de lle- donde se lucha desesperadamente por una
re. Es entonces, en este momento socioeco- y ROBERT c. MERTON, encontramos las teo- gar a unas "casi" conclusiones donde el autor democracia, no obstante ser países periféri-
nómico, cuando la intervención privada (que rías estructural funcionalistas de la anomia afirma que el criminólogo debe emplear "su cos, donde el control social es un tema
va desde "la familia, la beneficencia, la asis- y de las subculturas criminales. conocimiento en favor de un cambio socio- prioritario6, fortaleciendo el poder de las
tencia social'', hasta ''el espíritu empresa- A la sombra de la sociedad pluralista, político, superando la simple crítica irreveren- minorías el capital transnacional, a costa
rial") enfrenta la crisis fiscal del Estado. emergen las teorías de las asociaciones dife- te" y llegando a la militancia criminológica del desempleo, el analfabetismo, la mortali-
Dentro de esta transformación las fcrmas renciales: por vez primera E. SUTHERLAND que lo "alinée" entre las filas sociales más dad infantil, las grandes masas marginadas,
de control social sufren cambios consi jera- expone extensos estudios sobre la ''crimina- débiles y desprotegidas. Subraya, finalmente, etc.7. Por ello, en países como en los nues-
bles, aparecen las recomendaciones p0r la lidad de cuello blanco", "crimen organiza- ''la necesidad del materialismo para una cri- tros, más que en otros, es donde encontra-
''desinstitucionalización'' y ''ghettizaci0n'', do" y "criminalidad económica" como nue- minología crítica"s. mos un aparato penal del Estado que actúa
de una parte, y de otra, la aparición de la vas formas de criminalidad. Igualmente sur- como mecanismo de cobertura ideológica,
"cárcel segura". Este momento de "nuevas gen las corrientes antipositivistas del ''para- IV. "Casi" una conclusión que profundiza las diferencias sociales y la
exigencias represivas" hace que la crimino- digma interaccionista del encasillamiento'' ciencia jurídica justifica la intervención pu-
logía se torne en la "ciencia crítica de la (Labelling Approach, interaccionismo sim- PAVARINI, no obstante aclarar que sus nitiva del Estado en detrimento de la mayo-
sociedad de capitalismo tardío" y no sim- bólico, etnometodología, etc.), teorías que dudas son mayores que sus certezas, afirma ría desprotegida. Es aquí donde necesita-
plemente en crítica a la criminología bur- tuvieron gran desarrollo en el pensamiento que la criminología está hoy en "crisis", mos de la elaboración de una teoría crimi-
guesa, invocando ''una teoría y una práxis norteamericano de H. S. BECKER, E. ME- porque la única criminología que es escu- nológica que nos permita desenmascarar la
tout-court políticas". NERT, E. GOFFMAN, D. MATZA, etc. chada en nuestro orden social es la burguesa tarea legitimadora que hasta ahora ha cum-
Finalmente en el tercer tipo de sociedad, supeditada al derecho penal vigente, pro- plido la criminología tradicionals, erradi-
III. Individuo-Autoridad y crimen. la conflictiva, se produce la teoría criminoló- ducto, a su vez, del orden social injusto, cando la ideología positivista y quitándole
Las teorías criminológicas gica del mismo nombre, teoría del conflicto, razón por la cual "el criminólogo continua- a la cuestión criminal el problema de orden
donde ''el conflicto es la constante no elimi-
En la segunda parte del libro se encarga nable de toda estructura social''. 5 Ídem, pág. 163.
el autor de mostrarnos la relación que existe A partir de la crítica de esta teoría se inicia 6 "Manifiesto criminológico latinoamericano", en Crítica a la criminologfa , de R. BEROALLI, Bogotá, Edit.
entre ideología y teorías criminológicas. el debate de la re;:lación que puede existir entre Temis, 1982, págs. 299 y ss.
7 Ídem, pág. 300.
s Ibidem, pág. 300.

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7 N. F. Penal, Nº 24
público al cual se le ha asemejado, y tengamos receptiva y consciente de la problemática fiado ciegamente en estas evaluaciones ''mu- tener siempre presente la ciarificación apor-
como objetivo "la construcción de una teoría socioeconómica colombiana, con carácter chas veces demasiado antitécnicas y defi- tada por Mutií:oz CONDE, en el sentido de
del control social en América Latina"9. y estructuración suficiente para darle cober- cientes'', violando con ello la normatividad que la conducta humana, normal o patoló-
Dentro de estos parámetros tenemos que tura a la misma en el ejercicio de su función procesal -el art. 4 ll del C. de P. P. ordena gica, individual o grupal, "solo es inteligible
empezar a luchar, pero, por favor, ¡empece- jurisdiccional. "un examen por peritos médicos" y no un y valorable cuando se analiza dentro del con-
mos! No perdamos la batalla sin iniciar la Integran este segundo número varias sec- juicio de imputabilidad-, y haciendo inofi- texto sociocultural'', precisión que permite
lucha, y si un día, en el balance de nuestra ciones, siendo la primera, la sección de dere- ciosa la facultad que da la misma normativi- construír el concepto de imputabilidad, a
labor, decimos lo que hoy afirma PAVARI- cho penal, que comienza con un artículo dad al juez, de rechazar o acoger el dicta- partir de las nuevas bases dadas por la teoría
NI: "El buen criminólogo continuará ... ha- del catedrático FERNANDO VELÁSQUEZ VE- men. Fundamental también, el acierto en de las subculturas o la siquiatría alternativa,
ciendo criminología ... pero con la concien- LÁSQUEZ, titulado ''La imputabilidad jurí- la crítica a la prescripción de un mínimo tal como lo reclama el profesor chileno
cia infeliz", ya habremos dado un gran pa- dicopenal: Un fenómeno en crisis". Como de internamiento para el enfermo mental JUAN BUSTOS R..AMÍREZ.
so: nuestros criminólogos han descubierto aspecto digno de destacar en este trabajo transitorio que quede con secuelas (a~t. 95 Integra también esta sección el artículo
que tienen conciencia, y algo más, que esta se encuentra la afirmación de que el concep- del C. P.); pero más importante es la reivin- "Derecho penal y control social", del trata-
es infeliz. ¡Qué triunfo! Y así, podríamos to de imputabilidad contenido en el art. 31 dicación de la inaplicabilidad de la norma dista español FRANCISCO Mutií:oz CONDE. El
evitar lo que nos cuenta ROBERTO BERGA- del Código Penal colombiano, se encuentra (C. P., art. 94) que prescribe el internamien- planteamiento central aquí contenido se pue-
LLI de la represión sufrida por nuestro país en la actualidad en crisis, por tener como to en "establecimiento siquiátrico o clínica de resumir en la crítica que el autor hace
hermano, la Argentina, cuando textualmen- fundamento filosófico-político el libre albe- adecuada, de carácter oficial'' hasta que re- de la función integradora del consenso so-
te en el apéndice del libro, dice: drfo, que el desarrollo científico del rriomen- cupere su ''normalidad síquica'', en los even- cial que se atribuye a la pena. por un impor-
''Todas las disposiciones que han ordena- to no permite confirmar o desvirtuar su exis- tos de trastorno mental permanente, ya que tante sector de la doctrina jurídico penal
do esa monstruosa máquina represiva, fue- tencia, ni su presencia o no en un caso con- no solo se sabe que muchos de esos enfer- actual -incluyendo la colombiana-, cuan-
ron ideadas y redactadas por criminólogos creto. Preocupa al autor que sobre la base mos no recuperarán nunca su ''normali- do esta tiene vigencia para un derecho penal
y penalistas salidos de la Universidad, don- del libre albedrío, que es una mera hipótesis dad síquica", sino que tampoco existen en fundamentalmente desigual y cuando se im-
de se formaron en el más acérrimo positivis- sin comprobación científica, se trate de cons- el país las pomposas clínicas siquiátricas de pone en un modelo de sociedad basado en
mo criminológico y el más aséptico tecnicis- truír una '' ciencia'' del derecho penal, sobre que habla el legislador colombiano, que la desigualdad i en la explotación del hom-
mo jurídico-penal"IO. todo aquella que tiene arraigo en el princi- garanticen un "adecuado tratamiento" a bre por el hombre. Así las cosas, precisa
pio de culpabilidad, pilar de nuestro actual nuestros inimputables; si nuestra judicatu- MUÑOZCONDE, el derecho penal es una su-
JUAN GUILLERMO SEPÚLVEDA estatuto punitivo. De esto último se colige ra no asume una posición en este sentido perestructura, un sistema de control social,
Medellin, abril de 1984. que el actual derecho penal atraviesa por hará que el internamiento de estas perso- encauzado a garantizar la existencia y a per-
una profunda revaluación motivada por la nas sea de por vida, y muy probablemen- petuar la estructura socio-económica desi-
crisis que lo acompaña. te en cárceles comunes, en donde se ha gual e injusta, para cuya defensa fue idea-
TRIBUNA PENAL, Nº 2. Revista del Otra consideración de vital importancia optadq por recluir a los inimputables, an- do, y por ende, la función integradora del
Colegio de Abogados Penalistas de es el reconocimiento del carácter jurfdico te la inexistencia de los ya referidos cen- consenso propia de la pena, no es más que
Antioquia. Medellín, Ed. Lealón, del concepto de imputabilidad, el cual re- tros, violando con ello en forma flagran- una "racionalización" de contenido ideoló-
1984, 180 páginas. quiere que sea el funcionario judicial quien, te la ley procesal (C. de P. P., arts. 444 gico que trata de encubrir la verdadera fun-
con la ayuda de la evaluación del perito y 445). Concluye el autor, con la asevera- ción del derecho penal en sociedades desi-
-sicólogo, antropólogo, neurólogo, soció- ción compartida por nosotros, que en Co- guales, que no es otra que la legitimación
Este segundo número de Tribuna Penal
logo, siquiatra, etc.-, determine la existen- lombia el manicomio y la cárcel son institu- del orden social injusto.
permite entrever que la revista tendrá conti-
cia o no de la imputabilidad; contrasta esta ciones que no sirven a los fines que la ley Pero importa destacar que anexo a estas
nuidad en el panorama juridicopenal colom-
posición con el error tradicional, muy co- les atribuye, sino que ambas responden "a desmitificaciones propias de la criminología
biano, allanando las necesidades que el pen-
mún de nuestra judicatura, que deja en ma- la exigencia del sistema social ... del sistema crítica, en las que el Derecho en general y
samiento progresista, combativo y crítico tie-
nos de los "meros auxiliadores" que son social que tiene como fin último la margina- en particular el Derecho Penal son expresio-
ne de otra tribuna que, conjuntamente con
los peritos, la determinación de un fenóme- ción de quien rompe con el juego social. .. '' nes de una razón de Estado clasista, políti-
Nuevo Foro Penal, permita conquistar y ca-
no "estrictamente jurídico", como lo es la (FRANm BASAGL!A). camente consecuente con ello, debe reivin-
nalizar la lucha de los forjadores de un autén-
imputabilidad, y, más aún, la misma ha con- Por último, la crisis del concepto tradicio- dicarse y promoverse "todo lo que signifi-
tico derecho democrático y una judicatura
nal de imputabilidad, como los demás del que limitar y controlar el poder del Estado,
actual derecho penal -dice el autor-, debe Poder de clase en definitiva"; este es el com-
9 Ob. cit., pág. 301. constituír un reto para el jurista que deberá promiso para quienes a través de la dogmá-
io BEROALLI en Epílogo de la obra de PAVARINI, cit., pág. 128.

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tica jurídicopenal no quieren poner su cien- y sicológicas, que resalta la privación del de mayor claridad y profundidad sobre la tactos contra la ajena propiedad para apenas
cia al servicio o en defensa de los intereses amor materno como factor esterilizante y problemática del delito de ''cuello blanco''; procurarse elemental abrigo bajo el techo
de la clase dominante. Si en las actuales cir- criminó geno, urge la configuración de ''una de consulta obligada para los estudiosos de de latas Y cartones o insuficiente bocado
cunstancias no es preciso prescindir del de- revisión y una reforma legislativa tendiente la criminología y un derrotero político para de comida, reciben todo el peso de la ley
recho penal, "es necesario que alguien se a conseguir una mejor reglamentación de las las nuevas investigaciones sobre dicho tópico. mientras los poderosos medran al margen d~
encargue de estudiarlo y analizarlo racional- relaciones familiares respecto a la función En la sección de jurisprudencia se tiene los elementales principios ... ''.
mente para convertirlo en un instrumento pedagógica que los padres deben ejercer en la providencia del Juzgado Octavo Penal Termina la sección de jurisprudencia con
de cambio y progreso hacia una sociedad relación con sus hijos menores", es decir, del Circuito de Medellín, en la que se reco- el concepto de la Fiscalía Décima del Tribu-
más justa e igualitaria, denunciando ade- una más inteligente política familiar. Es ne- nocen las circunstancias de pauperismo (mi- nal Superior de Medellfn: "Yo absuelvo a
más sus contradicciones y las del sistema cesario también -según BERISTAIN-, re- seria) como factor de Exclusión de la antiju- la madre Y condeno a la sociedad''. Este
económico que lo condiciona''; la sistemati- novar la normativa que clarifique y limite ridicidad. Por el acierto en el encuadramien- fue recogido en su integridad por el Tribu-
zación del derecho penal permite poner de las facultades de las instituciones de protec- to jurídico de la problemática confrontada, nal Superior de Medellin, cuya providencia
relieve las grandes injusticias y desigualda- ción y reeducación del menor, que corren el esta providencia será un derrotero jurídico igualmente se publica, y en la que se declara
des que le son inherentes, y ello lleva a plan- peligro -en nuestra práctica institucional y político para la judicatura colombiana, la nulidad constitucional (supralegal) por vio-
tearnos la necesidad de modificar "lo más ya lo hacen- de abusar de su poder sobre que en la actualidad y en un futuro inmedia- lación del principio de culpabilidad de lo
intensa y radicalmente posible'', el sistema la libertad y la personalidad de sus confina- to le corresponda conocer este tipo de crimi- actuado en el proceso a partir del auto de
económico que lo condiciona. "M6s no se dos. Las instituciones avocadas a la reperso- nalidad, producto de la carencia de los más cierre de la investigación, en virtud de la
puede pedir al derecho penal... pero tampo- nalización del menor, por la carencia del elementales recursos para la supervivencia. errónea apreciación y calificación de los he-
co menos''. He aquí un reto para la doctrina auténtico amor -artificialidad, desmesura- Una respuesta de la judicatura en el sentido chos en el auto enjuiciatorio, que motivó
jurídico-penal colombiana, mayoritariamen- da fe en la ciencia, frialdad del ambiente, de la providencia, será la única legítima, el error en el veredicto que sirvió de base
te de formación positivista o circunscrita al etc.- arrojan necesariamente resultados ne- mientras no se instaure en el país una políti- a la sentencia condenatoria; concluye el Tri-
trabajo técnico-jurídico de interpretación, gativos, porque muchas veces son centros ca social que dé vigencia y reconocimiento bunal, que limitarse a contraevidenciar el ve-
que se ha marginado de un trabajo de análi- "donde se trata a los niñ.os como si fuesen efectivo a los derechos constitucionales de redicto "representaría el injusto riesgo de
sis político de las instituciones del derecho ganado". Concluye BERISTAIN, que la "ina- trabajoJ salud, educación, viviendaJ seguri- su repetición por el mantenimiento del error
penal y que todavía hoy está convencida del gotable fuerza creadora del amor", es el dad social, etc., para todos los habitantes y sus bases procesales''.
carácter consensual del Estado y de la norma instrumento con el que se puede borrar el del territorio colombiano. Una política en Destacamos del concepto fiscal, el carác-
penal, persistiendo en su arraigo al mito del tatuaje que deja la deficitaria educación en el sentido aquí esbozado no ha sido imple- ter para enjuiciar los prejuicios sociales y
derecho penal como derecho igualitario y la niñ.ez, y por ende, controlar la delincuen- mentada, porque ella comporta un cambio morales que se enseñ.orearon del proceso y
en el carácter neutral del Estado, que tiene cia y/o inadaptación juvenil. en la estructura socio-económica, y por en- el acierto en el cuestionamiento del fariseís-
el monopolio de la potestad punitiva. El otro trabajo que integra esta sección, de, un detrimento para los intereses de quie- mo moral que precedió a la gestión judicial
La sección de política criminal y crimino- es del profesor argentino ROBERTO BERGA- nes tienen el monopolio de la riqueza y el impugnada, la cual llegó hasta enrostrarle
logía la integran dos artículos, uno de los LLI: "Criminología del « White-Co//ar- poder, aferrados a las prerrogativas del siste- a esa mujercita proletaria, la responsabili-
cuales es del tratadista español ANTONIO BE- Crime»: forma de Estado y proceso de con- ma y que no consienten ninguna limitación. dad que en el homicidio tuvo al haber envia-
RISTAIN IPIÑA: ''La educación especial ante centración económica". Constituye este un Es necesario transcribir, por lo ejemplifi- do a su hijo al limbo, denotando también
la delincuencia juvenil. Prevención_y reper- análisis que desde la perspectiva de la crimi- cante y por constituir una seria reflexión una degeneración del sentimiento maternal,
sonalización desde el encuentro materno''. nología crítica, señ.ala como interés priorita- de la realidad criminológicJ. colombiana-a agravando con ello la sindicación y justifi-
Son páginas escritas con amor, en las que rio de la investigación criminal actual que la que el juez debe prestar atención para cando una condena de 17 añ.os de prisión.
se trata de destacar la importancia de la edu- se refiere al delito de cuello blanco, la crimina- no refrendar la infamia-, el siguiente apar- Citemos textualmente esos apartes, trasun-
cación del niñ.o procurada por el encuentro lidad de las corporaciones transnacionales, te de la providencia en mención: "No deben to de humanismo y llenos de poesía fragua-
materno-filial, en la conformación definiti- para ser consecuentes con el momento histó- preocuparse los jueces por insanas filosofías da con mística social: "No, señor Juez Su-
va de la personalidad solidaria, festiva, crea- rico y económico contemporáneo que evi- de política criminal y deben anteponer siem- perior. El limbo no existe; ¡Es una medrosa
dora y responsable de este, cuando ha sido dencia que estas constituyen el agente prin- pre al hombre y sus circunstancias ante la fantasía para amedrentar! Es un agregado,
dada con amor, y la incidencia de este tipo cipal y veloz del proceso de concentración frialdad de la norma punitiva; le correspon- un predicado de absurda injusticia en con-
de educación cuando ha sido deficiente, en monopolística del capital, dentro de los paí- de al juez, sin temores ni reticencias, la apli- tra de la inocencia. Es mejor pensar en el
las posteriores conductas del adulto, gene- ses de economía periférica y en el ámbito cación justa y equitativa de la ley ... son los panteísmo lírico de VIOLETA PARRA: los ni-
ralmente violadoras de los derechos del hom- internacional. Este trabajo, es sin lugar a descartados, los parias que cuando el ham- ños que mueren por inanición, por violencia
bre. Este aporte de las ciencias pedagógicas dudas, una de las investigaciones teóricas bre y la miseria los llevan a consumar aten- institucional, en fin, como en este caso, por

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estrangulamiento social, se convierten, en mas sobre nombramiento de jueces, en ra-
primer término, y como idea de sublime abs- zón de que designó a un invidente de naci-
tración artística, en angelitos que vuelan so- miento como juez de la República, y un dis-
bre la cuna de otros niños ... son el alma curso del doctor HERNANDO LONDOÑO JI-
de pecesitos encarnados o de colores y qui- MÉNEZ, que denominó Los derechos huma-
zás estén en la mejor armonía del trino de nos ante el derecho penal. Se da comienzo
los pájaros o en el susurrar del vuelo de a la sección bibliográfica, con un comenta-
las abejas ... Solo sé, en definitiva, que las rio del profesor ROBERTO BERGALLI, sobre
almas de los niños desprotegidos son las más los orígenes de la revista Dei Delitti e Del/e
diáfanas, las más transparentes y las más Pene, que recoge los lineamientos conteni-
bellas. Así, por ejemplo, los niños sacrifica- dos en La Questione Crimina/e.
dos en Centroamérica''. Igualmente, encon- En la sección legislativa se encuentra un
tramos válida la premonición contenida en estudio conjunto de jueces, fiscales, aboga-
el concepto sobre lo que ha de ser la socie- dos y catedráticos, sobre la ley 2' de 1984,
dad del futuro, que constituye un norte en que sin temor a equivocarnos, constituye
la lucha y que dilucida el cauce por el cual
se ha de enrutar un sano trabajo criminoló-
gico, ya que esta sociedad solo advendrá
el enjuiciamiento crítico de mayor profun-
didad y mejor acierto de los divulgados has-
CONGRESOS
ta el presente, cuyas ideas y conceptos de-
cuando seamos conscientes de la responsa- berán suscitar amplia reflexión a quienes tra-
bilidad histórica que nos compete y actue-
mos dentro de nuestros recursos para su lo-
bajen con el derecho penal.
Por último, reseñamos el editorial sobre
DE
gro: "Algún día se comprenderá que casos El proceso penal de los pobres, de plena
como el suyo, bajo el enfoque humanístico,
son tragedias en las cuales, ellas, las madres
circundadas de desolación, desempeñ.an el
vigencia ahora con la ley 2ª de 1984, de
cuyas múltiples ideas requerimos su lectura CRIMINOLOGÍA
y análisis; extractamos, por lo significativa
papel de víctimas sociales. Advendrá una y actual, la cita de MICHELFOUCAULT, epí-
nueva época a la humanidad en la cual las grafe del mismo:
seguridades sociales para todas las madres, (Facultad de Derecho Univ. de Medellín)
hará que los infanticidios sean un ignomi- '' ¿No teméis que el pobre a quien se lleva
nioso recuerdo de sociedades clasistas nutri- al banquillo de los criminales por haber
das por el egotsmo. Entonces, sobre la tie- arrancado un trozo de pan a través de los
rra, toda gestación será un prisma de amor, barrotes de una panadería, llegue a indig-
esplendoroso y pacífico como un arco iris, narse lo bastante, algún día, para demoler
por ser la vida una aurora d,e milagro y de piedra a piedra la bolsa, antro salvaje donde
alegría". se roban impunemente los tesoros del Esta-
La sección de derechos humanos la com- do y las fortunas de las familias?".
ponen unos descargos presentados por el Tri-
bunal Superior de Medellín, por el cargo HERNANDO LEÓN LONDOÑO BERRÍO.
colectivamente inculpatorio de violar las nor- Abril de 1984.

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