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Universidad Diego Portales

Taller de práctica profesional

Informe final
Percepción de la segregación residencial en
mujeres de la villa Quitalmahue

Nombre: Juan José Zárate


Fecha: 13/12/07
Índice

I.- Planteamiento del problema………………………………………………………3

II.-Relevancia………………………………………………………………………….8

III.- Preguntas, objetivos y hipótesis………………………………………………...9

IV.-Marco teórico…………………………………………………………………….10
Concepto de segregación residencial…………………………………………………..10
Consecuencias de la segregación residencial…………………………………………..11
Noción de estigma……………………………………………………………………...17

V.-Metodología…..…………………………………………………………………....20
Pauta de entrevista…………………………..…………………………………………23
Operacionalización………………………….…………………………………………26

VI.-Principales resultados……………………………………………………………28
I.- Percepción de lejanía………………………………………………………………..28
II.-Discriminación sectorial…………………………………………………………….35
III.- Presas en su propia villa…………………………………………………………...48

VII.-Conclusiones……………………………………………………………………..52

VIII.- Referencias bibliográficas……………………………………………………..55

2
I.- Planteamiento del problema

Desde principios del año 90’, con la llegada al gobierno de los partidos de la
Concertación, la política de vivienda se encontraba enfocada a cubrir la extensa
demanda habitacional de los “sin hogar”, allegados y en general de todos aquellos
grupos socio-económicamente vulnerables que postulaban al “sueño de tener casa
propia”. La inquietud del gobierno se encontraba centrada en prevenir la proliferación
de tomas de terreno (como en los 60 y 70) que pudieran debilitar de alguna manera la
recién ganada democracia. Se calcula que a inicios del gobierno de Aylwin existía un
déficit habitacional de aproximadamente un millón de viviendas, es por ello que se
entiende la inquietud del gobierno y sus correspondientes políticas públicas por
satisfacer la demanda de moradas privilegiando la cantidad antes que la calidad
(Greene, Fuentes, 2006). Es así como muchas familias de escasos recursos lograron a
través de los subsidios habitacionales, obtener la tan ansiada vivienda propia.

Existe consenso por una parte en decir que la política habitacional que financia
viviendas sociales ha sido todo un éxito en la construcción de hogares y en la reducción
del déficit existente. Pero por otro lado, esta política no puede responder a las diferentes
demandas solo en términos de cantidad y número de casas entregadas. Las
consecuencias urbanas como la segregación, debilitamiento del capital social,
delincuencia, discriminación, concentración de pobreza, etc. producen problemas tanto
para las personas que viven en dichas zonas, como para la sociedad en su conjunto. La
problemática fundamental es que gran parte de estás viviendas sociales, dada su
configuración espacial, ubicación geográfica y concentración socioeconómica, fueron
presentando consecuencias que la iban alejando, aislando y desintegrando socialmente
con respecto a otros sectores, en otras palabras, estos conjuntos de viviendas sociales se
estaban segregando del resto de la sociedad. “Los conjuntos de vivienda social básica
se han convertido, en muchos casos, en sinónimos de Segregación y de exclusión, y en
espacios cargados de problemas sociales y económicos que se traducen en un rápido
deterioro de los barrios y la calidad de vida de las familias.” (Sabatini, Brain y Iacobelli,
2005: Pág. 1)

3
Ya no se cuestiona al gobierno sobre la deficiencia de los que no tienen hogar, si no más
bien, de las deficiencias de los que si tienen. En ese sentido, tanto la lejanía, la falta de
acceso, como el sector donde se construyen las viviendas sociales se transforman en
indicadores de la existencia de problemas en el diseño de políticas habitacionales. El
sector donde se edifican los conjuntos de vivienda social no responden a una elección
aleatoria u mucho menos por insuficiencia de terrenos donde construir, se explica más
bien por factores económicos, siendo el valor del suelo la principal razón del por que se
eligen zonas tan alejadas de los centros urbanos de la ciudad.

El problema del valor del suelo

Un problema a la hora de la construcción de viviendas sociales es el asunto del suelo


donde edificar los conjuntos habitacionales. No se trata de un problema de escasez de
suelo en el territorio urbano, si no más bien de un asunto económico relacionado con el
valor del suelo urbano donde poder construir los hogares (Sabatini, Brain, 2005). Es así
como la mayoría de las viviendas sociales se erigen en sitios alejados de la ciudad tanto
para abaratar costos de construcción como para satisfacer la creciente demanda por la
“casa propia”. Entre más se incrementa el precio del suelo, más se incentiva a los
constructores de viviendas sociales a reducir los costos de edificación (sacrificando
metros cuadrados, calidad, terminaciones, etc.). También se reducen los costos de
construcción ubicando las viviendas en zonas más periféricas, en general, en sectores
donde el precio del suelo sea más barato o se haya desvalorizado.
El valor de las viviendas se ha incrementando primordialmente por el aumento del
precio del suelo. Durante el periodo 1994-2002, el incremento del precio del suelo
urbano absorbió un 67% el aumento del costo unitario por vivienda y un 84% el reajuste
del subsidio habitacional. (Brain, I; Sabatini, F. 2006). El precio del suelo urbano se
eleva cada día más, esto implica un desincentivo para los agentes inmobiliarios en
construir viviendas sociales con valores inferiores a 400 UF (valor promedio de una
vivienda social). Para solucionar esta situación, el Minvu junto al sector privado a partir
del año 2000 comenzaron a construir conjuntos habitacionales por fuera de los límites
clásicos del Gran Santiago: por el sur, Paine y Buin; por el norte, Lampa y Colina; por
el poniente, Padre Hurtado y Talagante. (Rodríguez y Sugranyes, 2005). Los costos de
esta situación no solo afectan al Estado quien debe pagar cada vez más por el suelo, si

4
no que también a los habitantes que se les confina y concentra en zonas alejadas de los
centros urbanos, trayendo consigo un impacto social que se ve reflejado en los altos
índices de segregación residencial.

Dado esto y las condiciones y características de las viviendas sociales construidas –mala
calidad de la vivienda, grupo socio-económicamente homogéneo, ubicación alejada de
las fuentes de empleo y recreación- que se va desarrollando paulatinamente la
estigmatización y la segregación de las familias pobres hacia la periferia.
En una economía de libre mercado, tanto las rentabilidades como la eficiencia en el
intercambio son unidades básicas para su desarrollo. Con esta misma lógica opera el
mercado del suelo y las políticas de vivienda, donde no hay espacio para las
necesidades, si no más bien para las demandas.1

En este contexto social se encuentra la comuna de Puente alto, la cual se caracteriza por
ser una de las zonas con mayor recepción de los conjuntos de vivienda habitacional
construidos por el Serviu en estos últimos años. Durante el pasado periodo inter-censal
(1992-2002), la comuna incremento su población en un 70% lo que ha traído como
consecuencias no solo problemas de congestión y de espacio, si no que también
económicos y de acceso.
El propio alcalde de la comuna tampoco ve de manera positiva el incremento
poblacional en su territorio: “El 95% de nuestra población no paga contribuciones. Así,
el aumento poblacional y los gastos que genera la llegada de nuevos habitantes a la
comuna no lo podemos solventar… El Estado debe decir “aquí esta el terreno”, y
empezar a mezclar. No que la gente más pobre este toda junta”2. La población de puente
alto es en su mayoría de estrato socioeconómico medio bajo, es por ello que la comuna
y en general los sectores de vivienda social se caracterizan por una homogeneidad
económica que los estigmatiza con respecto a otros sectores de la sociedad.

1
En seminario sobre: “Relación entre el mercado de suelo y la política de vivienda social basada en el
subsidio a la demanda” (Del 10 al 21 de abril de 2006, Concepción, Chile). Disponible en:
http://www.prourbana.cl/upload/SEMINARIOCONCEPCION.pdf
2
Entrevista a Manuel Ossandón (2005), alcalde de Puente alto en: Revista Prourbana Nº 2. PUC.
Santiago, Chile. Disponible en : www.prourbana.cl

5
La villa Quitalmahue

La presente investigación se centrara en un sector particular de viviendas sociales en


Puente Alto, específicamente en la villa Quitalmahue. La villa esta ubicada en el
extremo sur-poniente de la comuna de Puente Alto, en el sector de Bajos de Mena. Es
una villa con 174 viviendas construidas en block de 3 a 4 pisos. Quitalmahue esta
inserta en los terrenos correspondientes al lecho mayor del Río Maipo. La zona esta
formada básicamente por los conjuntos habitacionales construidos en los años noventa,
esto implico –dada la política habitacional de ese entonces- que la población de Bajos
de Mena se encuentre caracterizada principalmente por su falta de heterogeneidad social
y tipológica.
La villa es la última de una serie de conjuntos habitacionales construidas en el sector, de
esta manera al sur solo limita con el río (a unos 300 metros aproximadamente). Al
encontrarse emplazado cerca de los límites de Santiago, el acceso y conectividad que
puede tener con el resto de la ciudad se encuentra muy restringido.
La villa Quitalmahue, fue seleccionada a partir de mediciones de segregación realizadas
en el Gran Santiago. Los índices de segregación fueron determinados en base a dos de
sus principales dimensiones: la concentración espacial y homogeneidad social de
pobreza. Para detectar niveles de concentración y homogeneidad social, se analiza
correspondientemente el promedio y la desviación estándar del índice socioeconómico
de educación y bienes de la zona.3
Como se aprecia, la variable socioeconómica juega un rol fundamental en la
determinación de los niveles de segregación residencial. Esta última puede tomar
diferentes dimensiones – social, económica, étnica - pero es su vertiente
socioeconómica la base para construir y diferenciar niveles de segregación, “A grandes
rasgos, la segregación socioeconómica actúa como mecanismo de reproducción de las
desigualdades socioeconómicas, de las cuales ella misma es una manifestación. Se ha
subrayado el hecho de que aísla a los pobres.”(Rodríguez, Arriagada, 2004: Pág 6).

Al estar la villa Quitalmahue ubicada en una zona con alto índice de segregación
residencial, se espera que sus habitantes tengan una percepción de aislamiento y lejanía
más marcada que otras comunas y sectores de Santiago que no presentan segregación
tan alta. Es precisamente este último punto el foco central de esta investigación, el poder
3
Estos datos fueron realizados por el Instituto de estudios urbanos UC en base a información censal.

6
describir y conocer cual es la percepción de aislamiento y lejanía de las mujeres
(dueñas de casa, trabajadoras, jefas de hogar) de este sector. Interesa saber como las
mujeres de la villa perciben la segregación residencial (en sus diferentes dimensiones),
además de las condiciones sociales y espaciales del barrio donde se les asigno su
vivienda. Es en base a esto es que se formula la hipótesis que guiará la investigación, la
cual afirma que: existe una percepción de aislamiento por parte de las mujeres de la
villa Quitalmahue. Tanto el aislamiento como la lejanía son conceptos que no
necesariamente pueden estar representados en términos físicos, si no que también en
aspectos simbólicos y culturales (estigmatización, discriminación, etc.).

Referencias de la investigación

El presente trabajo se encuentra inserto en el marco del proyecto de investigación


Conicyt -Banco mundial titulado: "Barrios en crisis y barrios exitosos producidos por la
política de vivienda social en Chile: influencia de la segregación residencial y lecciones
de política". Dicha investigación se encuentra financiada a través del Concurso
Nacional de Proyectos para Anillos de Investigación en Ciencias Sociales, la cual esta
enmarcada en el Programa Bicentenario de Ciencia y Tecnología, (PBCT) de Conicyt.
El estudio se encarga de averiguar y entender el por qué existen diferencias sociales
entre los distintos conjuntos habitacionales entregados por el Estado desde principios de
la década de 1990. Más específicamente, se intenta comprender la razón del por qué
ciertos sectores albergan fuertes procesos de desintegración social, mientras que en
otros sectores de viviendas sociales (con las mismas condiciones iniciales) dichas
problemáticas no han generado una complicación. En ese sentido, para el proyecto la
influencia de la segregación residencial es un elemento clave para entender esta
desintegración social.

II.- Relevancia

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La segregación residencial es un concepto multidimensional, una de estas dimensiones
versa sobre los efectos en la percepción de los habitantes de vivir en un barrio con alta
concentración y homogeneidad poblacional. Esta última dimensión no es de principal
relevancia al momento de definir y medir los estándares de segregación residencial.
Entonces, ¿Por qué es importante estudiar la percepción de segregación residencial de
las mujeres de la Villa Quitalmahue?
Porque en primer lugar, una investigación que se encargue de conocer la dimensión
subjetiva de segregación residencial, es un aporte a la definición y enriquecimiento del
concepto.

En segundo lugar, la investigación pretende describir y conocer la percepción del


estigma territorial, pero no desde una perspectiva externa, si no más bien, desde una
visión interna. En otras palabras, se quiere profundizar en el concepto de estigma
territorial, incorporando una perspectiva interna del vivir en un lugar altamente
segregado.

Finalmente, es relevante porque puede aportar en la sensibilización de los ideólogos y


ejecutores de las políticas públicas con respecto a los efectos y consecuencias subjetivas
de la segregación residencial.

III.- Pregunta, objetivos y hipótesis

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Pregunta de investigación

Conocer como perciben el aislamiento y lejanía las mujeres de la villa Quitalmahue.

Objetivo general

Describir y conocer la percepción subjetiva de la segregación residencial en un grupo


de mujeres (trabajadoras y dueñas de casas) de la villa Quitalmahue.

Objetivos específicos

Conocer cómo percibe el grupo de mujeres de la villa Quitalmahue la concentración


espacial y la homogeneidad social de su barrio.

Conocer cómo percibe el grupo de mujeres de la villa Quitalmahue las distancias físicas
con respecto a los servicios básicos necesarios para su vida cotidiana.

Conocer la percepción subjetiva del grupo de mujeres de la villa Quitalmahue sobre el


estigma territorial.

Conocer cómo la percepción de segregación se manifiesta en la toma de decisiones de la


vida cotidiana del grupo de mujeres de la villa Quitalmahue.

Hipótesis

Existe una percepción de aislamiento por parte de las mujeres de la villa Quitalmahue

IV.- Marco Teórico

9
Concepto de segregación residencial

La segregación residencial se relaciona con las desiguales formas de distribución de


grupos de la población en el territorio, este es un concepto multidimensional del cual se
han elaborado variadas definiciones. La definición base que adoptará la investigación es
la que distingue cuatro dimensiones para explicar el fenómeno (Sabatini, Cáceres y
Cerda, 2001; Sabatini y Cáceres, 2004):

1.- El grado de concentración espacial de un grupo social.


2.- El grado de homogeneidad social de un área o barrio de la ciudad.
3.- Percepción subjetiva de las dos condiciones objetivas anteriores, lo que da lugar a la
formación de estigmas territoriales o a la consolidación de barrios prestigiosos o
“exclusivos”.
4.- El Grado de acceso a las centralidades urbanas. Asimismo, enfatizamos la
importancia de las escalas geográficas en que puede manifestarse el fenómeno.

La dimensión de concentración espacial se desarrolla cuando existe un grupo social


determinado desarrolla su vida en un lugar específico del territorio. La segunda
dimensión de homogeneidad se caracteriza por el aislamiento e escasa interacción de un
grupo social determinado con el resto de la sociedad, independiente de que se encuentre
disperso por el territorio. Un grupo social puede estar concentrado en un determinado
sector, pero esto no necesariamente es un indicio para que dicho grupo este en una
situación de aislamiento o falta de interacción con sus pares. Así, se originan zonas
homogéneas en un contexto heterogéneo, lo que probablemente dificulta la interacción
(o encuentro al menos) con otros grupos sociales. Por cierto, ambas dimensiones pueden
coincidir y si acontece estamos frente a una segregación reforzada (Rodríguez, 2001).
La tercera dimensión se relaciona con los aspectos subjetivos de la segregación
residencial. En la percepción de la homogeneidad y la concentración puede manifestarse
la idea de “estigmas” con un determinado territorio. Esto puede generar un proceso de
discriminación a cualquier individuo que provenga de dicho sector estigmatizado,
sufriendo las consecuencias de su origen tanto en el sector laboral como en el social.
La cuarta dimensión de segregación es la de acceso a centralidades urbanas. Esta se
relaciona con el sentimiento de sentirse lejos de los centros urbanos. No tiene relación

10
con una distancia en kilómetros, si no más bien con una distancia de oportunidades de
acceso a los beneficios que brinda la sociedad

Se puede desprender de lo anterior que la segregación residencial no solo genera


problemas sociales y económicos, si no que también afecta la percepción de las
personas que habitan en dichos conjuntos segregados.
Esta investigación se centrará particularmente en ese punto, en la dimensión subjetiva
de la segregación residencial. En saber como perciben las dimensiones de segregación
los residentes de un sector altamente segregado. En este caso, las mujeres de la villa
Quitalmahue.

Consecuencias de la segregación residencial

(Flores, 2003) rescata 3 teorías del espacio para poder explicar de manera más general,
los efectos que la segregación socioeconómica tiene sobre los individuos y las
decisiones que toman periódicamente. Estas teorías son:

La teoría del efecto Barrio


La perspectiva de la geografía de oportunidades
Las teorías de género

Las teorías del efecto barrio se encargan de estudiar las consecuencias y efectos que
tiene para los individuos y su desarrollo personal el habitar en un contexto de alta
segregación. Lo primordial para estas teorías es incorporar para el estudio de los
individuos y su proceso formativo, el aspecto espacial (su contexto), en conjunto con
otras variables que expliquen el fenómeno.
“La idea central de las teorías del efecto barrio es que hay ciertos procesos sociales
ligados al espacio que tienen un efecto en el proceso de desarrollo de los niños y
jóvenes expuestos a una situación de pobreza espacialmente concentrada” (Flores, 2003:
Pág. 2)

Según la teoría del efecto barrio, las características que configuran un barrio logran
transferirse a la experiencia de los sujetos a través de mecanismos que relacionan el

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sujeto con el barrio, estos son 3: efecto de pares, modelos de rol y socialización
institucional.

Efecto de pares, este mecanismo se vincula con el fenómeno de expansión de


determinados tipos de conductas entre sujetos pertenecientes a un mismo sector. “La
concentración de comportamientos disfuncionales (inactividad, deserción escolar,
embarazo adolescente) asociado a la situación de concentración espacial de la pobreza,
tiende a aumentar la probabilidad de que una persona que vive constantemente expuesto
a estas condiciones, presente también comportamientos disfuncionales” (Flores, 2003:
Pág. 2)

Modelos de rol, una problemática que genera el aislamiento como consecuencia de la


segregación, es la reducción de oportunidades de modelos de éxito a seguir, es decir,
personas que hayan logrado mejores estándares de vida sirven para inspirar ejemplos
positivos de esfuerzo y logros a los demás miembros de la comunidad. Estos individuos
pasan a ser un modelo, ayudando a evitar que las personas busquen medios ilegítimos
para la ascensión social. “Adultos exitosos, traspasan a los jóvenes valores asociados a
la productividad y éxito, lo cual permite que niños y jóvenes puedan “visualizar” su
propio éxito en el futuro” (Flores, 2003: Pág. 3)
Las posibilidades de ascensión social no son muy alentadoras en un contexto
socioeconómico de pobreza, donde los vínculos con el mercado y con los servicios del
Estado están bastante debilitados. “En sociedades donde no hay esfuerzos, o las
iniciativas son inadecuadas e ineficaces para contrarrestar las tendencias a la
segregación residencial, los más pobres vivirán entre pobres. Los niños y adolescentes
de esas áreas tendrán escasa o nula exposición a ejemplos exitosos de asociación entre
esfuerzos y logros, y escaso o nulo conocimiento de personas que han alcanzado buenos
niveles de bienestar e integración social a través de la utilización de la estructura de
oportunidades existente.”(Katzman, 1999, Pág. 14)
Socialización institucional, el efecto barrio sostiene que el aspecto espacial afecta los
resultados de los sujetos en los procesos de incorporación e inclusión en la sociedad.
Sin duda, un agente de socialización institucional básico es la escuela. Su objetivo
principal es entregar al estudiante una gama de recursos y conocimientos que lo
preparen eficazmente para su inserción en la sociedad y en el mundo profesional. El
problema se genera cuando en los barrios segregados, los individuos que trabajan en las

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instituciones educacionales, a través de sus prácticas institucionales afectan a los
jóvenes estudiantes de una comunidad, juzgando sus capacidades y limitando sus
perspectivas de desarrollo personal. “Por ejemplo, niños pobres en áreas segregadas
serán considerados disfuncionales para la educación universitaria y serán por lo tanto
socializados como tal, mientras que niños en barrios mixtos o integrados serán
presionados pues las oportunidades disponibles merecen el esfuerzo.” (Flores, 2003:
Pág. 3)

Estos tres mecanismos influyen en la generación de capital social por parte de los
individuos habitantes de barrios segregados. “El capital social de un grupo podría
entenderse como la capacidad efectiva de movilizar productivamente y en beneficio del
conjunto, los recursos asociativos que radican en las distintas redes sociales a las que
tienen acceso los miembros del grupo en cuestión.”(CEPAL/IPEA/PNUD, 2003). En
lugares segregados, la heterogeneidad de redes sociales es escasa. Esto conlleva a que el
capital social no se desarrolle plenamente, ya que los habitantes de estos sectores
comienzan a tener desiguales accesos en servicios básicos, información, bienes
materiales y culturales con respecto al resto de la sociedad no segregada.

Geografía de oportunidades

La segunda perspectiva que da cuenta de los efectos de la segregación es la geografía


de oportunidades. Esta busca establecer una relación entre el contexto geográfico de los
sujetos y su correspondiente toma de decisiones.
“La distancia social real de un grupo a unos bienes debe integrar la distancia geográfica,
que a su vez depende de la distribución del grupo en el espacio, y con mayor precisión,
de su distribución con respecto al ‘centro de los valores’ económicos y culturales”.
(Bourdieu, 1998). Esto quiere decir, que la percepción de oportunidades y valoraciones
de los habitantes de barrios segregados se extrae no solo del grupo social que lo rodea,
si no que también del contexto espacial en que este ubicado

Se distinguen en esta teoría dos variantes desprendidas de la geografía de


oportunidades: la objetiva y subjetiva. La primera relaciona distintos lugares
geográficos con distintos tipos de oportunidades, accesos, servicios, mercado, etc. La

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segunda variante, relaciona el espacio con los procesos subjetivos del individuo y que
también afectan su toma de decisiones.

Geografía Objetiva de Oportunidades

Esta variante hace hincapié en la importancia y efectos que tiene el espacio en la


distribución objetiva de las oportunidades: salud, educación, acceso a la información,
empleos, etc. Esta hipótesis se ha analizado a través de la teoría del desajuste espacial
en el mercado laboral (Flores, 2003). La teoría del desajuste espacial en el mercado
laboral explica que las diferencias en las tasas de desempleo entre un sector y otro se
desprende por la desigual distribución geográfica de las fuentes de empleo.
La teoría plantea: “que la distancia creciente entre las oportunidades de empleo y la
ubicación residencial de las minorías desaventajadas es un factor importante en la alta
tasa de desempleo de estos grupos en comparación con el desempleo de grupos más
aventajados” (Flores, 2003: Pág. 4).

La teoría reconoce que el desajuste espacial en el mercado del trabajo se manifiesta por
medio de tres mecanismos:

Lejanía espacial entre la oferta y la demanda de empleo, esta se relaciona con la


perdida de interés de tomar empleos en áreas lejanas. Los tiempos de viaje se harían
más largos, lo cual no sería un incentivo para la aceptación de dichos empleos, por otra
parte la lejanía de las fuentes laborales no solo implica mayores costos de transporte si
no que también mayores costos de tiempo libre en la persona.

Discriminación o estigma, esta guarda relación con los prejuicios que tendrían los
oferentes de empleo con respecto a los trabajadores contratados. Esta discriminación
puede ser por motivos étnicos (mapuches o extranjeros), por el estrato socioeconómico
o simplemente por su sector de residencia.

Asimetrías de información, estás se vinculan con las desiguales formas de distribución


de la información sobre ofertas laborales. La hipótesis dice que son las vías informales
de información (redes sociales, contactos personales, etc.) es el sistema los más
efectivo en la búsqueda de trabajo. La población segregada: “no obtiene igual cantidad

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de información acerca de la existencia de oportunidades de empleo en áreas alejadas a
su sector de residencia por que estas en general no son formalmente publicitadas”
(Flores, 2003: Pág. 5).

Geografía Subjetiva de Oportunidades

Tanto los valores, como las normas y las actitudes cambian dependiendo del barrio en
que se ubique el sujeto, es por eso que el tipo de información que reciba, también será
diferente en un determinado contexto. La información disponible en los barrios
segregados influye en la construcción de la percepción acerca de las oportunidades que
hay en la sociedad. “Este filtro de percepción o geografía subjetiva de oportunidades,
además de afectar el proceso de toma de decisiones y los resultados individuales,
restringe la disponibilidad objetiva de oportunidades.” (Flores, 2003: Pág. 5). Entonces,
la toma de decisiones cotidianas sería una manifestación de este tipo de percepción
construido a través del tipo de información que recibe el individuo tanto de su barrio
como de sus pares.

Se reconocen dos fuentes principales de información, las cuales participan activamente


en la socialización y la configuración de la geografía subjetiva de oportunidades:
Medios de comunicación de masas: Internet, televisión, radios, diarios, etc.
Redes sociales locales: instituciones locales, grupos sociales, familia, amigos, etc.

La información que recolectamos de nuestras redes sociales influye en el conocimiento


que vamos a tener sobre una determinada práctica o situación, así como también en su
evaluación y legitimación. “Si hay mas vecinos empleados es mas probable que existan
en el barrio mas fuentes de información sobre empleos vacantes; si hay mas vecinos
dependiendo del estado, mas información sobre subsidios; si hay más vecinos en
actividades ilegales, más información sobre crimen.” (Flores, 2003: Pág. 5).

Perspectiva de Género

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Básicamente esta teoría afirma que existen diferencias de acceso a oportunidades entre
hombres y mujeres, ambos de un contexto geográfico determinado. Al ser diferentes los
tipos de acceso también se diferencian la geografía subjetiva de oportunidades en
términos de genero y con ello también el proceso de toma de decisiones entre ambos
sexos. (Flores, 2003).
Investigaciones del tema han concluido que el sexo femenino presenta una mayor
sensibilidad a variables espacio y tiempo. Es decir, a las mujeres les afecta más las
distancias, disponibilidad de tiempo, etc. (Díaz Muñoz, 1995).
Para las mujeres, el problema de las distancias y los tiempos influye principalmente en
el tipo de actividad laboral que decida tener. No solo debe preocuparse de las labores
familiares como preocuparse del cuidado de los niños, labores domésticas u otros
menesteres de la familia si no que además de compatibilizarlo con sus horarios de
trabajo y las distancias que recorre (Díaz Muñoz, Jiménez Gigante, 2003)
“Existe evidencia de que las mujeres tenderían a dar preferencia a fuentes de empleo
más cercanas a sus hogares, mientras que los hombres estarían dispuestos a recorrer
distancias mas largas por un trabajo mejor.”(Díaz Muñoz, Jiménez Gigante, 2003). Esto
es entendible desde el punto de vista de la seguridad y el resguardo de la integridad de
la mujer. No es lo mismo que un hombre llegue bien entrada la noche a su hogar, que lo
haga una mujer – sobre todo si esta en un sector altamente segregado- La mujer no solo
debe temer por el hecho de sufrir algún asalto, si no que también al temor de ser
violentada sexualmente. Por otro lado, se desprende que si las mujeres tienden a
preferir ocupaciones y labores más próximas a sus viviendas, estás dependerán de las
oportunidades locales que existan en su zona. Los sectores afectados por la segregación
residencial afectarían de manera diferenciada el mercado laboral tanto para hombres
como mujeres. En barrios segregados las oportunidades de empleo local son mucho más
escasas que en sectores no segregados, por lo que la mujer se vería más vulnerable en
esta situación (Flores, 2003).

Noción de estigma

16
Se habla de estigma, cuando somos portadores de una característica que nos desacredita
profundamente. El contexto y el tipo de relaciones sociales donde esta inserto el sujeto
juegan un papel fundamental para definir las características del estigma. Este concepto
tiene dos lados, por una parte esta la de los desacreditados, estos llevan una
característica distintiva reconocible por todos (marcas corporales, deformidades,
deficiencias, etc.) y por otra parte están los desacreditables, estos últimos tienen
características que no son aparentemente perceptibles (Goffman, 2003).
Una clase de estigmas para Goffman – a parte de los estigmas físicos y los de carácter-
son aquellas relacionadas con la clase, el desempleo, la raza, religión, en general, todas
esas características que son factibles de transmitirse de generación en generación y
perpetúen una determinada condición. Para el autor, cualquier caso de estigma lleva
consigo una lógica determinada que lo caracteriza. Esta lógica se centra en la existencia
de un sujeto o grupo que posee un rasgo u característica que nos lleva a tomar distancia
de él en cualquier situación de interacción.
El autor se refiere a la construcción del estigma como resultado de la interacción entre
las distintas personas. A partir de ello es que analiza el estigma más allá de un atributo
social si no más bien, como resultado de las relaciones sociales.
Hablamos de identidad social cuando hacemos categorizaciones de las cualidades y
atributos de determinados grupos o personas. “La estigmatización se entiende como un
producto social relacionado con la institucionalización, con la regulación y con las
ideologías que las sustentan, así como con las decisiones hechas por los individuos, las
sociedades y los estados” (Pedersen, 2005: Pág. 3-4)
Por otro lado, la identidad personal guarda relación con la unicidad de la persona, la
documentación que tiene, su historial de vida, con esa idea de que el sujeto puede
diferenciarse de sus pares. En la construcción de la identidad personal nos valemos de
elementos de la identidad social del sujeto. Un conocimiento más profundo del
individuo puede incidir en el cambio de percepción que tengamos de las características
sociales del sujeto. Tanto la identidad personal como la social se construyen a través de
las expectativas, posibilidades y categorizaciones que tienen los demás sujetos con
respecto del individuo de identidad cuestionada (Goffman, 2003).
Para Goffman, la identidad del yo es un elemento subjetivo que nos permite tomar en
cuenta lo que pasa por la persona en relación al estigma, su control y el tipo de
información que recoge del exterior.

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“Se ha señalado que el individuo estigmatizado se define a sí mismo como igual a
cualquier otro ser humano, mientras que, al mismo tiempo, es definido por él mismo y
por quienes lo rodean como un individuo marginal” (Goffman, 2003: Pág. 129).
. Es así que el estigma para Goffman, se construye a partir de una percepción externa
que le dan los individuos “normales”4 a todos aquellos que poseen una diferencia
característica (marcas, conductas, condición social, etc.)

Otra perspectiva es aquella que presenta 5 dimensiones interrelacionadas que


construyen el concepto de estigma (Link & Phelan (2001) en Pedersen, 2005):

1) La construcción de las diferencias dentro de la sociedad.


2) El enlace o vinculación con prejuicios y ciertos estereotipos definidos.
3) El distanciamiento social o la segregación entre los de adentro (“nosotros”) y los de
afuera (“ellos”)
4) La degradación (perdida de status) y discriminación de las personas que forman
parte de una categorización.
5) La asimetría del poder que se mantiene entre los estigmatizadores y los
estigmatizados.

El primer punto hace referencia a la separación y diferenciación de grupos dentro de la


sociedad por alguna característica determinada que lo diferencia. El color de piel, el
género o algún elemento físico son fuentes de diferenciación física. También están las
que se relacionan con la procedencia, el contexto social así como también las
intelectuales (como el coeficiente intelectual).
El segundo punto es de importancia en el desarrollo del estigma, ya que no solo se
diferencia por alguna característica específica, si no que además se etiqueta y clasifica a
la persona o un grupo determinado dentro de una categorización enmarcada por el
prejuicio. Ejemplo: los pobres, los enfermos mentales, los delincuentes, los flojos, etc.
El tercer aspecto, indica que al marcar una diferencia dentro de un grupo determinado y
clasificarla bajo un estereotipo negativo, las personas “no estigmatizadas” intentarán
distanciarse tanto social como físicamente de aquellos grupos etiquetados bajo la
oposición y el prejuicio.

4
Goffman se refiere a “normales” a todos aquellos individuos que se alejan –no negativamente- de las
expectativas particulares de un sujeto que posee una característica que lo diferencia.

18
El cuarto punto que encierra el estigma tiene que ver con sus consecuencias. La
discriminación de aquellos grupos portadores de las categorías por parte de sectores –
que se diferencian en oposición a dicha etiqueta- conlleva a la continua degradación y
pérdida de estatus social del grupo estigmatizado. El último acápite indica que todo
trato entre estigmatizadores y estigmatizados guarda una relación de poder por parte de
los estigmatizadores quienes legitiman dichas diferencias.

El estigma es mucho más que una diferenciación entre normales y estigmatizados,


implica un proceso de interacción social de dos roles donde el sujeto participa en alguna
etapa de su vida. Tanto el normal como el estigmatizado, más que personas, son
perspectivas construidas en contextos sociales (Goffman, 2003).

V.- Metodología

Cuando se quiere conocer sobre el mundo subjetivo o las percepciones de los


individuos, sea cual sea el contexto, se presenta una serie de problemáticas cuyos

19
alcances no hallan respuestas en un tipo de investigación cuantitativa. Por las
características de la investigación, se utilizará la metodología cualitativa que – por sus
técnicas- permite conocer de manera más profunda las percepciones y experiencias
subjetivas de las personas.

Recolección de los datos

Para recolectar información que permita describir y conocer la percepción de


segregación de las mujeres de Quitalmahue se utilizará la entrevista en profundidad, la
que al tener por objeto formular preguntas que diluciden o extiendan el tema a
investigar, garantiza la generación de discurso sobre el contexto en particular del
entrevistado. “La entrevista en profundidad, en definitiva, es una técnica para obtener
que un individuo transmita oralmente al entrevistador su definición personal de la
situación” (Ruiz, 1996).
Dado el tipo de información que se busca recoger, y dado los objetivos de la
investigación, la entrevista no estructurada pretende ir a describir más que ir a explicar.
Es por ello que el tipo de preguntas que se formularan serán abiertas, que fomenten el
discurso de las dueñas de casas y trabajadoras, y que por ningún motivo induzcan
respuestas que puedan nublar la percepción que tienen sobre la segregación.

Universo y muestra

El universo son el total de mujeres trabajadoras y dueñas de casas del sector de villa
Quitalmahue en la comuna de Puente Alto.
La muestra consta de 16 mujeres a entrevistar. Estas entrevistas se encuentran divididas
según la labor o el tipo de trabajo que realiza la mujer.

Mujeres Entrevistas

Dueñas de casa 4

Conyugues que trabajan Trabajos esporádicos 4

20
Trabajo formal 4

Jefas de hogar 4

Total 16

Las 16 entrevistas están divididas en 3 categorías:

1.- Dueñas de casa, mujeres casadas que no trabajan (4 entrevistas).


2.- Conyugues que trabajan (8 entrevistas), son todas aquellas mujeres casadas que
trabajan. De este grupo se distinguen dos: las que tienen un trabajo estable (4
entrevistas) y las que realizan trabajos esporádicos, ocasionales (4 entrevistas).
3.- Jefas de hogar, todas aquellas mujeres que mantienen por su cuenta el hogar (4
entrevistas)

Justificación de la muestra

En primer lugar, la elección de la muestra se ha visto determinada por el contexto


espacial donde esta ubicada la villa, ya que el interés principal del trabajo es estudiar la
percepción de aislamiento de mujeres que habitan en un barrio altamente segregado.
Para conocer la percepción de aislamiento y lejanía de las mujeres de Quitalmahue, se
consideró seleccionar cuatro tipos de mujeres, que por sus características, podrán dar
cuenta – de una manera más completa- las diferentes percepciones y experiencias de
vida que llevan en la villa.
Se incluyeron dueñas de casa, jefas de hogar y conyugues que trabajan. La primera se
caracteriza por pasar gran parte de su tiempo en el hogar, es por ello que su visión será
significativa para conocer una perspectiva interna de la vida en la villa. Se considero
importante incorporar jefas de hogar en la muestra, por tratarse de mujeres con
responsabilidades diferentes a las dueñas de casa y conyugues. Por ende su visión
permitirá estudiar la percepción de aislamiento desde un punto de vista más exterior que
las otras seleccionadas de la muestra.

21
La villa Quitalmahue se ubica en un sector altamente segregado, esto indica que el nivel
socioeconómico de sus habitantes es mayoritariamente bajo. Dado esto es que se
entiende que habrán mujeres casadas que aporten económicamente al hogar, no solo
mediante un trabajo formal, si no que también mediante trabajos ocasionales y
esporádicos. Es por ello que se decidió hacer una distinción en este grupo de mujeres.
Por un lado, conyugues con trabajo estable y por otro conyugues con trabajos
ocasionales.

Pauta de la entrevista

Breve descripción de la entrevistada

22
A qué se dedica, con quién vive, desde hace cuánto tiempo vive en la villa; cuántos
ingresos, y cuánto representa ella para el hogar.

I. Dimensión de concentración y homogeneidad espacial.

Déme una descripción general del los habitantes de la villa (chequear parte
económica/educacional/social/genero)
*Trabajos más comunes en mujeres y hombres.
*Características educacionales mujeres y hombres.
*Características etáreas

¿Como se compara usted con respecto a sus vecinos de la villa?


Chequear
*Similitudes
*Diferencias

¿Como describiría las relaciones entre los habitantes de la villa?


Chequear:
Evaluación (buena o mala)
Confianza
Practicas comunes (fiestas, celebraciones, etc)
Cohesión social (solidaridad)
Participación vecinal
Partición religiosa.

¿Cuáles cree usted que son las diferencias de esta villa?


a) otras villas cercanas;
b) el resto de la comuna de Puente Alto (lo que no es bajos de mena)

II. Dimensión de acceso a centralidades urbanas

¿Cuales son sus recorridos cotidianos?


Chequear:

23
*Tiempo de viaje
*Distancias que recorre
*Sistema de transporte (micro, auto, a pie, etc.)

¿Es la distancia un problema para usted con respecto a su lugar de trabajo? ¿En que
sentido?
Chequear:
*Centros educacionales
*Centros de salud
*Trámites, diligencias.
*Recreación

¿Qué actividades realizas en tu tiempo libre?


Chequear:
*Lugares que frecuenta
*Si sale de la villa
*Si sale de noche

Con respecto a las comunas más cercanas ¿Siente usted que vive lejos?, ¿en que
sentido?

Descríbame lo que para usted significa vivir lejos

II. Dimensión de estigma territorial

¿Como cree usted que ven a) la villa; b) la zona en la que se ubica esta villa; c) la
comuna de Puente Alto, las personas que no viven en ella? (familiares, amigos)
Chequear:
*Aceptación
*Discriminación
¿Por qué cree que los ven así?

Respecto a sus familiares y amigos que no viven en la villa, ¿Cómo son las relaciones
con ellos?, ¿como eran antes de vivir en la villa?

24
Chequear:
*Frecuencia
*Intensidad
*Contenido

Con respecto a los servicios públicos: ¿Cómo la atienden?, ¿en que sentido?
Chequear:
Municipalidad
Evaluación (buena, mala, regular)

IV. Dimensión de toma de decisiones cotidianas

Descríbame un día normal en su vida (incluyendo el fin de semana)

¿En que ha cambiado su vida desde que comenzó a vivir en esta villa?
Chequear:
Decisiones laborales
Decisiones educacionales
Distancias

Operacionalización de variables

Dimensiones Sub-dimensiones Indicadores


Económica ¿Cuales son los trabajos más comunes en

25
mujeres y hombres aquí en la villa?

Educacional ¿Cómo describiría el nivel educacional de


las mujeres/hombres de la villa?
Social Usted en comparación con sus vecinos,
Concentración y
¿ve grandes diferencias o más bien
homogeneidad espacial.
similitudes?

¿Como describiría las relaciones entre los


habitantes de la villa?

¿Cuáles cree usted que son las diferencias


de esta villa con respecto a otras villas
más cercanas?

Acceso ¿Cuales son sus recorridos cotidianos, sus


a servicios/distancias recorridos diarios?

Acceso a centralidades ¿Es la distancia un problema para usted


urbanas con respecto a su lugar de trabajo? ¿En
que sentido?

¿Qué actividades realizas en tu tiempo


libre?

Con respecto a las comunas más cercanas


(puente alto, san bernardo, la florida)
¿Siente usted que vive lejos?, ¿en que
sentido?

¿Como cree usted que ven la villa las


personas que no viven en ella? (familiares,
Estigma territorial amigos)

Estigma externo ¿Cómo cree usted que ven la zona las

26
personas que no viven en ella?

¿Ha sentido algún tipo de discriminación?

Con respecto a los servicios públicos:


¿Cómo la atienden? (hospital, consultorio,
carabineros, bomberos, etc.)

Respecto a sus familiares y amigos que no


viven en la villa, ¿Cómo son las relaciones
con ellos?, ¿como eran antes de vivir en la
villa?

Estigma interno ¿Por qué cree que los ven así?

¿Cómo percibe usted la villa/la zona?

Toma de decisiones Decisiones Descríbame un día a la semana en su vida


cotidianas (incluyendo el fin de semana)

¿En que ha cambiado su vida desde que


comenzó a vivir en esta villa?

VI.- Principales resultados

I.- La percepción de lejanía

Para las mujeres de la villa Quitalmahue, la percepción de lejanía no se trataría


exclusivamente de un problema de distancia física. Si bien, se encuentran a

27
aproximadamente 25 minutos del centro urbano más cercano5 (plaza Puente Alto), uno
de los principales problemas que las afecta no sería la distancia en si, si no más bien, la
falta de acceso tanto de servicios públicos como privados, lo que inevitablemente las
lleva a tener una sensación de aislamiento con el resto de las comunas de Santiago.

A través del proceso de entrevistas, se pudo ahondar más en la percepción de lejanía y


en lo que significaba para las mujeres de la villa Quitalmahue estar aisladas. Esta
percepción esta caracterizada por la constante sensación de estar “lejos de todo” y no
contar con servicios necesarios para desenvolverse en la zona. En ese aspecto, tanto las
complicaciones que genera el sector para salir de noche; para encontrar lugares de
esparcimiento; para tomar locomoción y llegar a las fuentes de empleo, alimentan una
percepción de lejanía, que se explica más por factores de escasez de recursos en la zona
que por variables de distancia. La percepción de lejanía sería la manifestación más clara
de esta situación.

“Porque aquí estamos en el fin del mundo. O sea vivimos en una parte que es super a
trasmano del centro, de todas partes para llegar aquí, es harta la diferencia.” (Sra.
Tania, Dueña de casa)

Al tener que trasladarse para encontrar los servicios necesarios, y verse en la necesidad
de recorrer grandes distancias para buscar oportunidades (laborales, trasporte, de
esparcimiento, etc.), las mujeres van justificando la percepción de vivir “lejos de todo” a
través de la profundización de la sensación de aislamiento, para ellas, el cambio
residencial sería la única salida factible para terminar con los problemas sectoriales que
las afecta y restringe.

En esta sección se analizara la percepción de aislamiento en base a tres ámbitos donde


la lejanía y la distancia se hacen más patentes para las mujeres. Estas son: la percepción
de locomoción, la percepción laboral y por último la que guarda relación con la
recreación y el tiempo libre.

Percepción de Locomoción

5
Esta medición considera el tiempo para tomar la locomoción colectiva (taxi o colectivo) y el trayecto
para llegar a la plaza de Puente Alto.

28
Si de distancias se trata, existen otras comunas dentro del gran Santiago que se
encuentran físicamente alejadas del centro de la capital: Huechuraba, Lo Barnechea,
San Bernardo, entre otras. La diferencia principal que tienen estas comunas con el
sector donde se inserta la villa Quitalmahue son los diferentes medios de transporte y
rutas que pueden utilizar para desplazarse (La costanera, Américo Vespucio, La norte-
sur, etc.)

La villa Quitalmahue se encuentra inserta en un sector con altos índices de segregación,


esto indica que la zona esta mayoritariamente habitada por familias de bajos niveles
socioeconómicos, ello implica que no cuentan con los suficientes recursos como para
adquirir un medio de transporte propio, o pensar en cambiarse a una zona más céntrica.
En definitiva, las familias no tienen más opciones que adaptarse a la vivienda asignada
y al contexto socio-espacial donde se encuentran establecidos. En la villa Quitalmahue,
son muy pocas familias que cuentan con automóvil, es por ello que para salir de la villa,
tienen dos opciones de locomoción, uno es el servicio de transporte público y el otro
son los colectivos que operan por el sector.
Ambos medios de transporte dejan de funcionar después de las 11 de la noche. Debido
al aumento de la criminalidad, el sector se hizo inseguro, tanto para la locomoción
colectiva como para sus habitantes mismos.

“…en la noche porque aquí después de las 11 no corren autos, no corren colectivos,
nada.” (Sra. G, Jefa de hogar).

Esto trajo como consecuencia la limitación para el desarrollo vehicular nocturno. Al no


existir locomoción en la noche, es difícil poder trasladarse a otras comunas y mucho
menos poder volver a la villa pasada la media noche. Por lo mismo, los taxis no trabajan
en el sector, la reputación de las zonas aledañas a la villa Quitalmahue han obstruido la
entrada de otros tipos de locomoción quienes por temor a ser asaltados prefieren no
operar en dicha zona

Los trámites y diligencias se deben hacer en la plaza de Puente Alto, es ahí donde están
instalados los bancos, las tiendas comerciales, supermercados, etc. La sensación de
lejanía se hace patente al tener que transportar manualmente las compras hechas a la

29
villa, es decir, al no operar taxis en la zona deben trasladar las compras realizadas en
microbús o en colectivo, lo que implica un desgaste físico que influye en las decisiones
de compra que pueda realizar. En ese sentido, las mujeres de la villa le dan preferencia a
la cercanía y comodidad, es por eso que realizan sus compras principalmente en la feria6
que se instala en el sector.

El asunto de la locomoción afecta mayoritariamente a todas aquellas personas que


tienen que trasladarse diariamente fuera de la zona de Bajos de Mena. En este caso, son
las mujeres que cuentan con un trabajo formal las que perciben de manera más directa
lo que implica en términos de distancia vivir en la villa Quitalmahue. La percepción de
lejanía se hace concreta al sentir la escasez de micros que pasan por el sector. Muchas
trabajadoras tienen que caminar una gran distancia para llegar a las avenidas principales
que les permita tomar una sola locomoción para sus fuentes de trabajo, ya que las que
tienen cerca solo transitan por la comuna y ocuparlas significaría tener que realizar
algún trasbordo o ocupar el metro para salir de la comuna de Puente Alto (lo que
implica costos económicos, de tiempo y desgaste físico).

“… pero el tiempo que me demoro en la micro, el tiempo que me demoro en hacer el


trasbordo, me demoro como tres horas más o menos (…) Que sea, yo siento que
vivimos lejos porque la misma este de la locomoción, no tenemos para ir para allá ni
para acá...” (Sra. Margarita, Jefa de hogar)

Este fenómeno va generando inexorablemente una sensación de aislamiento por parte de


las mujeres de la villa Quitalmahue, quienes se ven con muchas dificultades para salir o
volver en la noche, perdiendo con ello espacios para recrearse, compartir con amigos,
familiares e incluso la posibilidad de disponer tranquilamente de los servicios de salud
que ofrece el sector (esto se explicará con mayor detalle en la segunda parte).

Percepción Laboral

Al encontrarse en un sector altamente segregado, las oportunidades de empleo que


genera la zona son escasas. Esto según la teoría del efecto barrio condicionaría de
6
La feria está presente de martes a domingo, por lo que se transforma en la principal fuente de
abastecimiento de la zona.

30
alguna manera a las mujeres a tener que buscar empleos fuera de los límites de la zona,
haciendo más vulnerable su opción de trabajar.

El tema de las distancias es más sensible para aquellas mujeres (jefas de hogar y
conyugues) que disponen de trabajos formales. Sus fuentes de trabajo quedan en
sectores alejados de la comuna: Santiago centro, Providencia, Peñalolen y Las Condes
son las comunas más citadas. Por lo mismo, para llegar puntuales a sus trabajos deben
levantarse muy temprano, estar dispuestas a pasar horas diarias en la locomoción, en
general, las distancias que deben recorrer para llegar diariamente a sus empleos absorbe
una gran cantidad de tiempo que podría destinarse para momentos de recreación o
convivencia familiar.

“Trabajo hasta las 6 en este momento con un horario especial porque trabajaba hasta
las 7 y llegaba tipo 10, 11 de la noche. Entonces ahora mi jefe me puso un horario
especial de a las 6 salir, estoy llegando a las 8 y media, 9.” (Sra. G, Jefa de hogar)

Otro factor que incide en el desincentivo a buscar empleos de tiempo completo, es la


constante preocupación por dejar solos a los hijos, el temor por que les pueda suceder
algo a ellos o a su hogar se transforma en el gran obstáculo para que las mujeres puedan
aspirar a buscar trabajo e incrementar el ingreso familiar. Es por esto que muchas de las
mujeres de la villa optan por buscar trabajos esporádicos o de media jornada7, de este
modo pueden ayudar económicamente a su familia, pasar más tiempo con los hijos, sin
tener que recorrer grandes distancias o exponerse a llegar muy tarde por la noche.

Para las mujeres trabajadoras, no es beneficioso económicamente utilizar metro y


microbús para desplazarse diariamente a sus empleos, sobre todo si muchas - por las
características de sus trabajos- no superan el sueldo mínimo. En ese sentido, y siguiendo
la teoría del desajuste espacial en el mercado laboral, la lejanía espacial entre la oferta y
la demanda laboral, produce un desincentivo para que personas de sectores segregados
acepten trabajos alejados de sus residencias. Los beneficios serían menores que los
costos que le pueda producir tener un empleo lejos de su hogar: costos de tiempo, costo

7
Las principales actividades que realizan las mujeres de la villa son: temporeras,
vendedoras, asesoras del hogar, auxiliares de aseo principalmente.

31
de recreación, costos familiares, etc. En consecuencia para este grupo de mujeres, la
distancia se transformaría en el gran inconveniente para entrar al mundo laboral.
Esto se condice con lo propuesto por Díaz Muñoz, donde explica las diferencias entre
sexos con relación al empleo y el lugar geográfico. Las mujeres presentarían una mayor
sensibilidad que los hombres con respecto a variables de lejanía y tiempo. En ese
sentido, se entiende que el factor geográfico se transforma en un elemento que influye
en las decisiones laborales que puedan tomar las mujeres con capacidad de trabajar.

Percepción del tiempo libre y recreación

Para las mujeres de la villa Quitalmahue, los espacios para recreación que ofrece la zona
son bastante limitados. Cualquier tipo de servicio de este tipo se encuentra en la plaza
de Puente Alto, es ahí donde se dirigen cuando quieren disfrutar de otras actividades.
La zona de Bajos de Mena, no cuentan con áreas verdes, ni centros de recreación donde
sus habitantes puedan disfrutar de su tiempo libre. La percepción que se tiene de la zona
es de solo “bloks y peladeros”, a excepción de las plazas, no hay lugares donde pasar las
tardes de calor del verano o simplemente distraerse y compartir con la familia.
En este aspecto, la configuración del espacio que rodea la villa Quitalmahue insta a las
mujeres a preferir permanecer encerradas en sus casas, profundizando la sensación de
aislamiento que perciben.
Las dueñas de casa y aquellas que tienen trabajos esporádicos, son más sensibles a este
tema, ya que dada la actividad que realizan diariamente, no cuentan con oportunidades
para aprovechar sus momentos de tiempo libre fuera de su hogar.

“Mmm, no sé, pero yo donde vivía, en la José María Caro, allá yo iba a aeróbica, si
quería ir a comprar al Supermercado, caminaba una cuadra y estaba el Lider. Pero
aquí no, todo lejos, aquí si tu no sales a Puente, no tenís más. Para ir pal centro hay
que echarle plata a la tarjeta. Y más en la noche uno no se atreve a salir, porque en
qué te venís.” (Sra. María1, Conyugue con trabajo esporádico)

Para realizar cualquier tipo de actividad deben dirigirse a la plaza Puente Alto donde la
variedad de servicios es más amplia, pero ello ya implica cierta lejanía y limitación de
tiempo, ya que no pueden aprovechar el horario vespertino sin tener la preocupación de
que algo les pueda ocurrir a la vuelta. En ese sentido, se ahonda la percepción de

32
aislamiento con la dificultad para aprovechar los horarios nocturnos, es por esta razón
que el tiempo libre con que cuentan, se prefiere para estar en el hogar compartiendo
momentos con la familia, antes que estar preocupadas por lo que les pueda pasar.

Las jefas de hogar y en general, las mujeres que tienen trabajos formales viven una
situación diferente a las dueñas de casa. Debido a su rol de proveedora, deben trabajar
durante toda la semana – algunas incluyendo el sábado- es por esto que sus tiempos
libres eligen pasarlo descansando y dedicándole tiempo a su familia. Para ellas, la
opción de permanecer dentro de su villa durante las tardes se debe también a la escasez
que presenta la zona de áreas verdes o lugares de esparcimiento.
A raíz de esto, se entiende que las características del espacio influyen en la decisión de
permanecer en el hogar en los momentos de tiempo libre. La sensación de encierro de
las mujeres se explicaría por las limitaciones que impone el barrio a los habitantes que
viven en él.
La percepción de lejanía se manifiesta como una de las consecuencias de la falta de
servicios y recursos que tiene la zona. Al tener que realizar todo fuera del sector, las
mujeres van sintiendo el peso y entendiendo lo que significa vivir en donde viven. Por
lo tanto, la percepción de lejanía que ellas construyen (como la sensación de estar “lejos
de todo”) se alimenta de todos los esfuerzos y dificultades que tienen que realizar para
poder trasladarse a los lugares donde efectivamente satisfagan las demandas que ellas
necesitan.

En resumen, de la información entregadas por las mujeres entrevistadas, se desprende


que el problema de la lejanía, no es en sí la distancia física, si no más bien la falta de
servicios que entrega el sector. Las fuentes de empleo no se encuentran en la zona, los
servicios de recreación tampoco, no se perciben áreas verdes para poder compartir con
la familia, los trámites y diligencias se deben realizar en el centro urbano más cercano,
en general, todos estos factores son los que influyen en la construcción de la percepción
de lejanía de las mujeres de la villa Quitalmahue.

33
II.- La discriminación sectorial

Desde hace más de 15 años que la comuna de Puente Alto ha venido recibiendo una
gran cantidad de habitantes como resultado de la política habitacional del gobierno. Una
de las razones de esta explosión de viviendas sociales se debe al valor del precio del
suelo en Puente Alto (donde es más barato edificar). Esto ha provocado una sistemática
construcción de conjuntos habitacionales, cuyos habitantes comparten características

34
socioeconómicas similares: familias de bajos ingresos, bajo nivel educacional, empleos
comunes. Todo esto, lleva a una percepción de pobreza en Puente alto, agravada por los
medios de comunicación donde las noticias relacionadas con la comuna siempre están
referidas en torno a la delincuencia y los problemas de violencia y drogadicción, sobre
todo las que tienen que ver con los sitios donde se ubican las viviendas sociales, como
es el caso de bajos de mena, donde se encuentra la Villa Quitalmahue :

“El sector Bajos de Mena corresponde a un área de alto riesgo, principalmente


producto de los problemas de delincuencia, de tráfico y consumo de drogas, entre
otros. Tal situación ha generado una estigmatización social del área y de sus
habitantes, lo cual ha desencadenado un creciente abandono de las viviendas de parte
de los habitantes, provocando que la mayoría de estas viviendas hayan sido
arrendadas, afectando aún más los factores de riesgo del sector.”8

La discriminación que perciben las mujeres de la villa Quitalmahue no se relaciona con


factores socioeconómicos o de lejanía física, si no más bien, debido al sector donde se
emplazan sus hogares.
Las mujeres entrevistadas tienen una percepción negativa de su sector (Bajos de mena).
Es generalizada la opinión de que el entorno que rodea a la villa es malo. Problemas
habitacionales, de delincuencia, drogadicción y violencia son referentes comunes a la
hora de hablar de las villas y poblaciones aledañas: “La Marta Brunet”; “La Chiloé”;
“La Coloane” y “El volcán”, son las más citadas. Es de esta forma que para las mujeres
de la villa Quitalmahue, el sector donde se emplaza la villa se convierte en la principal
fuente de discriminación y que por lo mismo, se transforma en un obstáculo para el
buen funcionamiento de las relaciones sociales, tanto con familiares y amigos, como
con instituciones; fuentes laborales y servicios públicos. En ese sentido- a través de la
evidencia empírica- se desprende como la estigmatización y la ubicación geográfica del
barrio comienza a carcomer paulatinamente las relaciones sociales de las mujeres,
trayendo consigo consecuencias y efectos que no habían considerado al momento de
trasladarse a la villa Quitalmahue.

8
“Hogar de Cristo inauguró nuevo Centro Preescolar en Puente Alto”. La Tercera, Chile, 20
de abril, 2007. Disponible en :
http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5666_263991016,00.html

35
Consecuencias de la estigmatización de la zona:

El sector carcome las relaciones sociales

En promedio, son más de siete años los que llevan las mujeres entrevistadas viviendo en
la villa Quitalmahue. La gran mayoría postulo a la vivienda propia con el fin de mejorar
las condiciones de vida que llevaban hasta ese entonces: problemas económicos, con el
sector, molestias por el hacinamiento y convivencia. Si bien, la oportunidad de tener un
hogar propio soluciono los problemas anteriormente citados, con el tiempo aparecieron
complicaciones que no estaban contempladas las cuales generaron consecuencias en las
relaciones sociales de las habitantes de la villa:

Deterioro de las relaciones sociales con familiares y amistades

Para las mujeres, el hecho de haber sido ubicadas en un sector periférico de Santiago no
fue un factor para prever las consecuencias que esto tendría en sus relaciones sociales.
Contrariamente a eso, existía optimismo por el hecho de comenzar una vida
independiente, con hogar propio, soslayando los efectos que podría tener la ubicación
de su morada.
Con el pasar de los años, las relaciones con los familiares y amigos se fueron volviendo
cada vez más esporádicas. Los familiares de las mujeres tienen complicaciones en
visitar asiduamente a sus parientes, motivos de ello son las dificultades que genera el
sector para el buen funcionamiento de los servicios de locomoción y también, por la
inseguridad que da llegar en medio de transporte propio sin sufrir algún tipo de robo o
delito.

“…entonces uno se viene a aislar, porque puchas, la familia para que venga. Invitar
para acá a familiares los voy a estar atendiendo, pero voy a estar nerviosa de que
puedan hacerle algo al vehículo, o cuando se van, irlo a dejar a pie a las micros,
porque por seguridad de ellos hay que ir a dejarlos, y se tienen que ir temprano” (Sra.
Verónica, Dueña de casa)

36
La mala fama del barrio restringe las posibilidades de recibir visitas nocturnas por las
dificultades para encontrar locomoción de vuelta o el miedo a ser asaltados. Las mujeres
de la villa saben lo peligroso que es salir o volver de noche, por eso mismo, optan por
no arriesgarse y quedarse en su hogar. Esto sumado a la lejanía y la falta de locomoción
ha desencadenado una fragmentación en las relaciones sociales con sus familiares:
menos visitas, menos momentos para compartir, menos comunicación.

Son las dueñas de casa las más afectadas por esta situación, ya que al estar durante gran
parte del tiempo en sus hogares lidiando con las tareas domésticas y de crianza, han
percibido de manera más directa la pérdida de contacto con sus familiares. No es fácil
para una dueña de casa de la villa Quitalmahue salir a ver familiares durante el día,
cualquier viaje a otra comuna demanda como mínimo una hora, por lo que dejar la casa
sola o el cuidado de los niños son motivos suficientes para no abandonar el hogar y
evitarse preocupaciones. Las jefas de hogar y las conyugues que trabajan –al contrario
de las dueñas de casa- pasan casi todo el día fuera del hogar, pero en su caso, tanto la
distancia como la falta de locomoción son los factores que inciden en el
empobrecimiento de la comunicación con su familia. La mayoría trabaja en comunas
alejadas de Puente Alto, por lo que deben comenzar el día muy temprano (cinco y
media, seis de la mañana aproximadamente) para poder llegar a tiempo a sus trabajos.
El hecho de madrugar a esas horas implica tener que dormir desde más temprano
restringiendo las oportunidades para conversar con los hijos o parientes que están en la
casa. La comunicación se va perdiendo, los únicos espacios disponibles son el fin de
semana donde se aprovecha el tiempo para descansar en el hogar y compartir con la
familia. Se opta por el hogar por motivos de descanso y también por la dificultad – antes
mencionada- de aprovechar los espacios que genera la noche para poder compartir con
amistades o parientes fuera de Bajos de Mena.

Es así como al problema de la reputación del barrio se le debe agregar la falta de


locomoción colectiva en la zona y la periférica ubicación de la villa Quitalmahue con
respecto a otras comunas de Santiago. Todos estos factores limitan las oportunidades de
interacción que tienen las habitantes de la villa con familiares y amigos fuera de ella. En
ese aspecto, para las entrevistadas, la sensación de vivir “lejos de todo” se ve agravada
por los costos que tiene movilizarse fuera de la zona: económicos, de tiempo, de escasez
de transporte, etc. Todo esto, desencadena una percepción de aislamiento social por

37
parte de las mujeres que al no poder salir de noche; recibir visitas asiduas; contar con
escasa locomoción y vivir cada vez más encerradas, las lleva a cuestionarse sobre su
integración y alejarse cada vez más del resto de sus parientes y amistades.

“Sabís que sinceramente casi nadie viene a verme. Porque queda tan lejos que se
aburren. Muchos meses que no he recibido visitas de amigos y familiares.” (Sra. Tania,
Dueña de casa)

En resumen, las características socio-espaciales de la zona donde se inserta la villa


Quitalmahue, no solo constriñen las decisiones sociales que toman sus habitantes, si no
que también, influye en las decisiones de los familiares y amigos (que no viven en el
sector) al momento de visitar a sus cercanos en la villa.

El sector carcome las relaciones institucionales

El deterioro de la comunicación e interacción de las habitantes de la villa no son las


únicas consecuencias que genera la reputación y la ubicación de la zona. Otro de los
efectos negativos es la dificultad que tienen distintos sectores (educacional, salud,
policial, transporte, comercio) para poder funcionar y relacionarse efectivamente dentro
de los limites de Bajos de Mena. Esto desencadena en las habitantes de la villa una
pérdida de credibilidad y confianza en las instituciones y servicios que operan en la
zona.

Trasporte
La ubicación geográfica de la villa Quitalmahue se encuentra en los límites de la
comuna de Puente Alto, esto significa que necesariamente se requiere de un medio de
transporte para poder llegar al centro urbano más cercano (plaza Puente Alto).
Los medios de transporte que cuenta la zona de Bajos de Mena, son el sistema de
transporte público y los colectivos. Ambos dejan de operar después de las once de la
noche, con algunas excepciones9.

9
Algunos colectivos trabajan en la noche, pero solo transportan a clientes conocidos.

38
“Los taxis debido al temor de ser asaltados no hacen recorridos por el sector, de noche
simplemente evitan entrar a la zona: “No, que se meta un taxi tiene que ser demasiado
valiente.” (Sra. Verónica, Dueña de casa)

Las mujeres entrevistadas tienen una percepción interna negativa de la zona donde
viven. Es por eso que entienden que el sistema de transporte tenga reparos para
funcionar correctamente en el sector. Los continuos asaltos a los microbuses no han
hecho más que intensificar la estigmatización de la zona, llevando a tomar la decisión
de interrumpir los recorridos en zonas de riesgo10.
Las más perjudicadas en este caso son todas aquellas personas que deben tomar
locomoción para ir a sus fuentes de trabajo. En este caso, las jefas de hogar y conyugues
que trabajan en localidades fuera de su comuna. Son ellas las más abatidas por las
consecuencias de las acciones delictuales, ya que deben caminar y tomar más tiempo de
lo previsto para ir a paraderos donde efectivamente pase locomoción (a esto se le agrega
los problemas de implementación del Transantiago).

“No tenemos locomoción para acá adentro, arreglaron la calle costo un mundo y no
sirvió de nada, aunque en parte hay que reconocer que los mismos cabros apedrean
las micros y que ni siquiera son de por aquí y pagan las consecuencias todos
nosotros.” (Sra. Lidia, Conyugue que trabaja formalmente)

Otro factor que se incorpora al asunto guarda relación con el estado de las calles. Varias
de las calles principales para llegar al sector de la villa Quitalmahue se encuentran en
muy mal estado o simplemente son demasiado angostas para soportar el flujo vehicular
del día.

Todas estas situaciones: problemas para salir de noche, falta de locomoción nocturna,
lejanía con respecto a las otras comunas, mal estado de las calles, provoca una
percepción de aislamiento por parte de las mujeres de la villa Quitalmahue. En ese
sentido, es el propio entorno de la villa el que se encarga de aislar a la zona de los
servicios básicos, como en este caso, la locomoción colectiva.

10
En una conversación con las mujeres de la junta de vecinos de Quitalmahue, se relato sobre el incidente
que había generado el paro del funcionamiento del Transantiago en el sector. Lo que gatillo todo las
puñaladas que recibió un conductor del Transantiago por estar defendiendo su vehiculo en plena labor de
trabajo.

39
Educación

Según la teoría del efecto barrio (Flores, 2003) las características de un sector
determinado pueden ser transferidas a la experiencia de vida de los habitantes por medio
de mecanismos específicos que relacionan al sujeto con su barrio. Uno de estos
mecanismos es la socialización institucional que realiza la escuela en los jóvenes. Esta
última se manifiesta de dos maneras, una es mediante la práctica de los docentes
quienes –dadas las características del barrio- no socializan a los jóvenes a aspirar a una
educación universitaria, o aprovechar las oportunidades disponibles.

“…una vez fui al colegio a pelear por lo mismo, porque la Nicole llega acá y me dice:
‘sabí que el profesor dijo que éramos todos unos mediocres’. Yo le dije ¿mediocre? Y
realmente no sabía lo que era mediocre (…) esta profesora…se largó a reír porque las
niñas creo que le dijeron, conversando, ‘nosotras vamos a ir a la universidad y todo’ Y
ella le dijo ¿ustedes? si ustedes nunca van a llegar siquiera a la vuelta de la esquina”
(Sra. Margarita, Jefa de hogar).

Entonces, son los mismos docentes quienes transmiten las limitaciones que produce el
barrio a sus alumnos, es decir, no se espera que sean profesionales. Los profesores
trabajan en un ambiente socio-económicamente segregado, alumnos con problemas,
conflictivos, esto sumado a las complicaciones que genera el barrio, no hacen que su
labor de enseñanza se realice en las mejores condiciones y por ende muchos optan por
no trabajar en dichas zonas.
Las dueñas de casa, dado su rol activo en la crianza, perciben este fenómeno más de
cerca que las jefas de hogar y las conyugues que trabajan. Son ellas, las que se
relacionan más con sus hijos y se enteran de las actividades realizadas en los colegios.
Las madres que quieren poner a sus hijos en otros colegios, se ven desincentivadas por
el asunto de la lejanía lo que implica costos económicos y de tiempo. Es muy distinto ir
a buscar a su hijo a un colegio que queda a diez minutos de su hogar a otro que queda a
una hora. En este aspecto, el contexto espacial donde se ubican sus hogares es una
variante que influye en la toma de decisiones educacionales que realizan las mujeres.

40
Los colegios existentes en la zona son principalmente técnicos con un abanico limitado
de carreras, por ende, a los jóvenes no les queda otra opción que especializarse en un
área determinada.

“Son contados los colegios que hay por aquí, son como cuatro y los niños más grandes
no tienen donde escoger porque los colegios no tienen más de 3 o 4 carreras que ellos
puedan elegir” (Sra. Lidia, Conyugue que trabaja formalmente)

Que no exista otro tipo de colegios en la zona de Bajos de Mena, indica que tampoco se
espera que los jóvenes opten a tener otro tipo de oportunidades, y eso se refleja en el
tipo de socialización que se le da en la escuela. Como ya se dijo, los jóvenes y los
padres que quieran más ofertas de carreras o de tipo educación, tienen que salir del
sector. En ese aspecto, para las madres de la villa Quitalmahue, el problema de buscar
otros centros educacionales fuera de la zona, se ve limitado por el asunto de la lejanía.

“…el chico que estudia en Bilbao (…) De aquí sale un cuarto para las seis de la
mañana (…) para mí es súper complicado poder por ejemplo, el papá tiene que ir a las
reuniones. Para mí es imposible ir de aquí…” (Sra. Verónica, Dueña de casa).

La percepción de lejanía se hace manifiesta al pensar en opciones educacionales fuera


de la comuna, esto implica costos de tiempo (horas de viaje), costos económicos,
problemas de locomoción. En general, la ubicación geográfica de la villa, influye en la
toma de decisiones educacionales que tienen los padres con respecto a sus hijos. Al
final, por un asunto de distancias, se da preferencia a la cercanía al momento de pensar
en un determinado centro educacional, teniendo que aceptar las características y calidad
que tengan los colegios que rodean el sector.

Salud
La salud es un tema muy importante para las mujeres de la villa. Casi el total de las
entrevistadas son madres y viven con sus hijos, por lo que la necesidad constante de ir al
consultorio u hospital se transforma en un tema sensible para ellas.

41
Como se dijo anteriormente, uno de los problemas principales que tiene la zona que
rodea la villa Quitalmahue es la dificultad para salir después de las once de la noche.
Esta situación se torna un drama para ellas cuando algún miembro de su familia se
enferma en dichos horarios. El miedo que tienen de ser asaltadas o de sufrir algún otro
tipo de vejamen es una complicación que se suma a la enfermedad. En este sentido, el
barrio que rodea a la villa no les permite utilizar efectivamente los servicios de salud
que brinda la zona, no por un tema de escasez – porque consultorios hay- si no más bien
por un asunto de seguridad.

“Aquí en la noche uno se enferma y quedamos aislados. Porque el consultorio lo


tenemos relativamente cerca, y en llegar al consultorio, caminando, en la esquina ya
está corriendo peligro. O sea por donde quiera irse uno.” (Sra. Verónica, Dueña de
casa).

La sensación de aislamiento vuelve a aparecer con el tema de la atención nocturna. Los


centros de salud están relativamente cerca de sus hogares, pero el trayecto para llegar es
la verdadera complicación para acudir a ellos. En este caso, tampoco se trataría de un
problema de distancias o lejanía, si no debido a dificultades internas de acceso.
Este escenario es indiferenciado para todas las mujeres entrevistadas. Todas están en la
noche en su hogar, por lo que el aislamiento interno del barrio lo viven de igual manera.
Las que se ven más complicadas con este tipo de situaciones son las mujeres que
trabajan (tanto jefas de hogar como con trabajos formales) por el hecho de tener que
desvelarse, dedicarle cuidados a su hijo o simplemente esperar hasta el otro día para
acudir a los centros de salud, complicando con esto, su próximo día de trabajo.

El consultorio de la zona –al igual que otros consultorios en comunas populares- cuenta
con los mismos problemas que caracteriza a sus pares: falta de médicos, de personal, de
recursos. En este aspecto, la falta de médicos sería la gran deficiencia al momento de
evaluar la atención por parte de las mujeres entrevistadas.

“Super mala la atención, yo he ido 2 veces al médico con él a control, las 2 veces nos
han cambiado la hora, porque no hay médico, porque lo médicos no quieren trabajar
ahí.” (Sra. María2, Conyugue con trabajo formal).

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Una variable que podría influir en esto estaría relacionada con el sector donde esta
ubicado el consultorio. Como se ha dicho, la zona esta mal catalogada tanto por los
medios de comunicación como por las mismas personas que viven en ella, es por esto
que la escasez de doctores para venir a realizar turnos en la zona –especialmente de
noche- podría deberse a la inseguridad que tienen los médicos de no sufrir algún tipo de
vejamen o incidente. En otras palabras, la zona pasaría a ser un desincentivo a la hora de
captar médicos que tengan que venir a trabajar a la zona.
Cuando se trata de acudir al hospital más cercano (Sotero del Río) la situación se
agudiza. En este caso, el problema de la seguridad y el miedo no son los únicos
obstáculos para ir a atenderse, el problema de fondo es la inexistencia de locomoción
nocturna para poder salir de la villa.
Esta es la situación de las mujeres de la villa, vivir en un sector que tiene dos caras. De
día la situación es diferente, existe un microbús que llega directamente al hospital, los
colectivos funcionan por el sector con regularidad y al consultorio se puede concurrir
caminando. A penas comienza a caer el alba, deben optar por recluirse en sus hogares y
esperar que no suceda ninguna emergencia que las obligue a salir a la calle, porque el
miedo a que les suceda algo es el principal factor para mantenerse encerradas. Esto
ahonda más en el sentimiento de aislamiento de las mujeres de la villa, que no solo se
sienten aisladas dentro de su propia zona, si no que también de su propia comuna y del
resto de la ciudad.

Seguridad

La opinión positiva que tienen las mujeres sobre la seguridad existente en la zona se ve
eclipsada por la escasa presencia de carabineros o algún tipo de fuerza policial en el
sector. Las mujeres no se sienten protegidas por carabineros, no sienten que cuentan con
ellos.

“O sea, Carabineros ni se asoma y si hacen una ronda tú los veí en la mañana, pero
en la noche tú no los veí; los veís para nada, si los llegai a ver los veí tipo diez o nueve
de la noche se dan una vuelta y listo, después ya no los veí.” (Sra. Margarita, Jefa de
hogar).

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Que las mujeres sientan un constante miedo de ser asaltadas en su propio barrio, es un
reflejo de la escasa seguridad que brinda carabineros en el sector. En ese sentido, que la
delincuencia, la droga y la violencia se tomen la noche de la zona es un claro indicio
que la institucionalidad no esta operando como debería hacerlo. Las habitantes de la
villa no confían su seguridad en las manos de carabineros, es por esto que son ellas
mismas las que toman medidas para resguardarse del exterior: no salir de noche; puertas
de sus departamentos enrejadas; blocks enrejados, evitar salir, en resumen, se encierran
en sus propios hogares.
De esta manera, los efectos de su labor policial pasa a tener resultados totalmente
contrarios a los que se espera. En vez de brindar seguridad y confianza en las personas,
les dan la sensación de abandono y soledad, esto las lleva a resguardarse por su propia
cuenta, y la manifestación más clara de esto es el encierro.

“Estamos tan muy abandonados. Y yo no sé, pienso que tanta delincuencia es por lo
mismo…están apedreando los Transantiago aquí, puchas, los delincuentes se adueñan
de las calles.” (Sra. Verónica, Dueña de casa).

Esta percepción de abandono de la fuerza policial, profundiza su percepción negativa


del barrio, donde no ven muchas esperanzas en que la situación mejore con el tiempo, es
por esto que para muchas la idea de emigrar de la zona es la única alternativa para
terminar con esto.

Esta falta de seguridad es un eje clave para explicar la continua deterioración de la zona
de Bajos de Mena, y por ende, del deterioro de las relaciones sociales de las mujeres de
la villa. Si se invirtiera más en seguridad y control de la delincuencia, se podría dar pie
para la generación de mayor confianza en la utilización de los espacios públicos –sobre
todo en horarios nocturnos-. Los medios de transporte se sentirían más seguros
operando en una zona donde no tengan el temor a ser asaltados, lo mismo pasa con el
sector comercial, la seguridad podría brindar el sustento que necesita para la
proliferación del comercio en la zona, lo que podría ser fuente de empleos y de
mejoramiento del entorno.

44
“…y como le digo, estamos muy abandonados, porque le digo yo que si hubiera más
preocupación más vigilancia, habría delincuencia peor estaría más controlada” (Sra.
Iris, Dueña de casa).

Esto a la larga contrarrestaría la estigmatización del sector y el constante aislamiento de


las personas, por medio de la apertura de zona a las demás comunas e instituciones de la
capital.

Relaciones comerciales

De los acápites anteriores se ha podido entender como para las mujeres de la villa
Quitalmahue, la zona donde están insertos sus hogares, se ha transformado en un
obstáculo para el efectivo desarrollo de sus relaciones sociales, que van desde familiares
hasta institucionales. En este aspecto, una de las consecuencias principales que genera la
falta de seguridad en la zona, es el desarrollo del comercio formal.

Es esperable que los agentes comerciales no tengan incentivos para instalar tiendas o
áreas de comercio en la zona. La reputación del barrio no da suficiente seguridad al
sector comercial para desarrollar normalmente su actividad. Esta realidad viene a
profundizar más la situación de aislamiento de la villa, ya que todo tipo de comercio
especializado (cadenas de retail por ejemplo) se instala fuera del sector, imponiendo de
alguna u otra forma, tener que ir al centro urbano más cercano para realizar compras
más específicas. Esto último genera complicaciones para las habitantes de la villa
Quitalmahue, quienes muchas veces se han sentido discriminadas por las grandes
tiendas al momento de pedir el envió a domicilio de un producto comprado (lavadora,
refrigerador, etc.)

“… fuimos al Sodimac, y no nos querían traer unas cosas porque vivimos al frente de
la Marta Brunet, y como conocen esa población. Nos dijeron que no entraban para allá
Les da miedo entrar los autos para acá.” (Sra. María2, conyugue con trabajo formal).

Esta sensación de discriminación no se relaciona con factores de lejanía, si no más bien,


con la reputación del barrio donde viven. Las grandes tiendas justifican su operar
alegando asaltos sufridos y complicaciones que genera la zona para un envío normal de

45
productos. Este fenómeno es percibido por las mujeres como una discriminación
directa, ya que se generaliza la estigmatización para todo el sector relacionado con
Bajos de Mena, incluyendo villas pequeñas como Quitalmahue. Las mujeres
entrevistadas sienten que independiente de las características positivas que contiene su
villa, el sector termina homogenizando negativamente la percepción general de los
sujetos e instituciones respecto a la zona.

Como se mencionó, la falta de seguridad no resulta beneficiosa para la instalación de un


tipo de negocio formal, el riesgo de ser asaltado, o sufrir algún vejamen son elementos
decisivos para optar por no operar en la zona. La apertura económica sería un factor
importante en la reversión del proceso de estigmatización y de aislamiento, ya que al
existir diferentes tipos de negocios, se daría la oportunidad para la generación de
puestos de trabajos para los habitantes del sector, ahorrando para muchos tanto en
locomoción, como en distancia y tiempo.

El común denominador, el barrio.

Las habitantes de villa Quitalmahue han tenido que sufrir las consecuencias de vivir en
una zona con altos índices de segregación: delincuencia, inseguridad y drogadicción
entre otras. Esta situación sumada a las complicaciones que genera la ubicación
geográfica de la villa tiene sus efectos, por un lado se produce un constante deterioro
respecto a sus relaciones sociales: escasa frecuencia de visita con familiares o amigos;
dificultad para salir a visitar; poco tiempo para compartir con la familia (debido a la
lejanía del trabajo); en general, problemas que se originan debido a las distancias y la
reputación del sector que termina aislando a las mujeres de sus redes sociales.
Por otro lado, se encuentran las consecuencias en las relaciones con sectores como el de
salud, educación, transporte y también con el comercial. En todas ellas existe un
denominador común: la percepción negativa del barrio. Para las mujeres el tener que
lidiar diariamente con las características que presenta la zona que rodea a la villa
Quitalmahue, produce un desgaste psicológico que se manifiesta en el constante miedo
a sufrir algún robo; de estar desprotegidas y verse cada vez más encerradas dentro de
sus propios hogares, en resumen se produce un progresivo aislamiento del resto de la
sociedad.

46
Esta negativa percepción externa que se tiene del sector profundiza más la
estigmatización que se tiene de la zona. La discriminación que han sentido guarda
relación con el vivir cerca de las poblaciones con mala reputación en Puente Alto.
Independiente de las características positivas que presenta la villa Quitalmahue con
respecto a sus villas y poblaciones vecinas, esta no se puede librar de ser percibida
externamente como “peligrosa”. En ese sentido, siguiendo la conceptualización de
Goffman para estigma, las mujeres entrevistadas se encontrarían en el lugar de las
desacreditables, es decir, conllevan características distintivas que las diferencian y no
son aparentemente perceptibles por el resto. En el caso de las mujeres de Quitalmahue,
esta característica desacreditadora se trataría del contexto espacial donde se encuentran
sus hogares, el cual se ha transformado en fuente de discriminación y también en
obstáculo para una vida más integrada en la sociedad.

III.- Presas en su propia villa

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“…uno llegó con tantas ilusiones aquí, años esperando, años pagando arriendo
y postular y que le salga. Si parecíamos niños chicos cuando llegamos. Contentos
ilusionados, al principio salíamos a comprar y teníamos que ir en grupo, nos cambió
todo, porque los disparos, las peleas, y al principio nosotros veíamos cosas que yo no
había visto nunca…” (Sra. Verónica, Dueña de casa).

La reciente cita representa con mucha fidelidad, la experiencia vivida por las mujeres
que postularon y obtuvieron su vivienda propia en la villa Quitalmahue. El contexto al
que se tuvieron que adaptar ha tenido consecuencias en todos los ámbitos de la vida de
las habitantes: familiar, laboral, transporte, etc. La manifestación más notoria de esto es
el paulatino proceso de encierro que están viviendo las mujeres al decidir permanecer
gran parte de su tiempo dentro de hogar, antes que en otro lugar.
Para la mayoría, el cambio a la villa Quitalmahue significo un giro radical en las
relaciones sociales y el estilo de vida que llevaban hasta ese entonces. Con el pasar de
los años, las decisiones cotidianas se fueron restringiendo a las limitaciones impuestas
por el sector, las mujeres no solo tenían que cargar con los asuntos familiares, si no que
también, con los problemas que genera la reputación del barrio y su ubicación con
respecto a las demás comunas.
El mayor impacto se ha sentido en la toma de decisiones de la vida cotidiana, dichas
opciones han privilegiado la cercanía y una vida más centrada en el interior de la villa y
el hogar. Las consecuencias de esto son la paulatina pérdida del uso del espacio urbano
en la zona, por miedo a ser asaltados, y porque simplemente no hay mayores servicios y
actividades para poder desarrollar.

Presas en su entorno

La percepción que se tienen las mujeres sobre la villa Quitalmahue, dista mucho de la
negativa visión que tienen del sector que las rodea. Para ellas, una de las claves de la
buena imagen que tienen de la villa, se debe al hecho de ser relativamente pequeña (174
viviendas) y encontrarse semicerrada con respecto a su entorno. Esto ha permitido en el
transcurso de los años mantener un cierto control sobre las prácticas disfuncionales
(delincuencia, drogradicción, violencia, etc.) dentro de los espacios de la villa.

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Para la villa Quitalmahue, el ser pequeña permite a los habitantes tener un mejor
conocimiento de las personas que viven en ella, lo que ayuda a evitar la ocupación de
espacios de la villa por individuos provenientes de otras poblaciones. El que sea
semicerrada profundiza la distinción respecto a su entorno, logrando tener una mejor
organización entre los habitantes, impidiendo que su propio espacio se vuelva un lugar
apropiado para la delincuencia y drogadicción.
Desafortunadamente, al tratarse de un sector altamente segregado, los efectos que
genera la zona van más allá del aislamiento como villa, si no que también conllevan al
encerramiento de sus habitantes dentro en sus propios hogares. En ese sentido, el sector
no genera ninguna motivación para que salgan de sus casas y se relacionen con más
gente.

En ese aspecto, una de las consecuencias del proceso de encierro que viven las mujeres
de la villa Quitalmahue, es el deterioro de las relaciones sociales con vecinos de la villa
(también con personas de otras villas o poblaciones cercanas). Al permanecer gran parte
del día encerradas, la comunicación con los demás vecinos se va deteriorando, esto
impacta en el desarrollo de confianza y capital social entre los vecinos. En ese sentido,
es difícil poder compartir, recoger información o ayudarse mutuamente si se pasa
constantemente enclaustrada en sus hogares. Los efectos de ello no solo impactan en el
debilitamiento de las redes vecinales, si no que también en las oportunidades empleo
que se pueden generar a través de la información que emana de las relaciones sociales
tanto con vecinos como con familiares.

La sensación de encierro se hace más patente en aquellas mujeres que permanecen la


mayor parte de su tiempo dentro del sector. En ese sentido, las dueñas de casa y las
mujeres con trabajos esporádicos son las más afectadas por el fenómeno del aislamiento
y el proceso de encierro que están experimentando. Uno de los principales problemas
que les perturba, es la escasez de servicios y actividades que presenta la zona. Las
mujeres sienten que no tienen lugar a donde ir, que se encuentran “lejos de todo” por lo
que no tienen otra opción más que permanecer dentro de su villa, especialmente en sus
casas. Uno de los pasatiempos más requeridos es el ver televisión, al estar todo el día
dentro de su hogar, la televisión pasa a convertirse en una herramienta fundamental a la
hora de pasar los momentos libres o simplemente distraerse. Al no contar con áreas

49
verdes, el incentivo para salir de sus hogares es muy bajo, tampoco prefieren ir muy
lejos, porque implicaría dificultades de tiempo y distancia.

Las mujeres que cuentan con un trabajo formal ven esta situación desde una perspectiva
más externa, por el hecho de pasar gran parte del día fuera de la zona realizando sus
actividades laborales. Para este grupo, la sensación de encierro se presenta
principalmente durante los fines de semana y en la temporada de vacaciones. Los
servicios que ofrece el sector son limitados, cualquier tipo de salida se ve constreñida
por el asunto de la locomoción y la dificultad para aprovechar los horarios nocturnos.
El hecho de no poder salir o volver de noche, incrementa la percepción de encierro de
las mujeres de la villa, quienes no tienen más opción que permanecer dentro de sus
enrejados departamentos por miedo que les pueda suceder algo en el transcurso de la
noche.

“O sea, la gente no sale de su departamento, no vive como generalmente, como que nos
estamos encerrando en nuestras mismas casas, es decir, somos presos de nuestras
propias casas, estamos detenidos como en la cárcel…” (Sra. Margarita, Jefa de
hogar).

Las mujeres que tienen que lidiar con alguna enfermedad durante la noche, optan por
permanecer en sus casas, por el miedo de sufrir algún tipo de vejamen en el trayecto al
centro médico (que queda relativamente cerca de la villa). Para el caso del Hospital, en
la noche simplemente no hay locomoción para llegar hasta allá, por lo que también
deben esperar hasta que amanezca y poder movilizarse con mayor tranquilidad.

A raíz de lo anterior, se puede desprender que las características socio-espaciales


influyen en las decisiones de las mujeres de permanecer dentro de la villa. En este
aspecto, las limitaciones que impone el barrio (escasez de servicios, delincuencia, etc.)
explicarían la sensación de encierro que tienen las habitantes de Quitalmahue, quienes
sienten que la zona no les ofrece nada que las incentive a salir y realizar otras
actividades alternativas a las domésticas.

50
“Aquí no hay ningún lugar donde ir, por ejemplo ir a un lugar a aprender a tejer o
costuras, pero nada, no hay nada alrededor. En la noche menos.” (Sra. María,
Conyugue con trabajo esporádico).

Las mujeres sienten que no tienen nada alrededor, solo ven “departamentos y
peladeros”, incluso el área de campo donde podía dispersarse y compartir con la familia,
lo están utilizando para la construcción de más conjuntos habitacionales a un lado de la
villa Quitalmahue.
Todo este fenómeno ha ido generando una segregación interna de la villa con respecto
al contexto espacial que las rodea. Esta segregación se manifiesta en el paulatino
encierro que están viviendo las personas, no solo a nivel familiar, si no que también
vecinal. Esta situación profundiza la sensación de aislamiento que tienen las mujeres de
la villa, quienes ven como una solución factible, el vender su departamento e irse a otro
sector, menos lejano, con más oportunidades que aprovechar.

51
VII.- Conclusiones

A través del proceso de entrevistas se pudo recopilar la información necesaria para dar
cuenta de la percepción de aislamiento y lejanía de las mujeres de la villa Quitalmahue.
Las mujeres se sienten efectivamente aisladas del resto de las comunas de la ciudad.
Esta percepción de aislamiento esta expresada por un lado, por la falta de servicios y
accesos a oportunidades que presenta el sector y, por otro lado, se encuentra las
dificultades de locomoción y trasporte que dificultan tanto la salida como el acceso a la
villa.
Estos dos factores desencadenan una serie de consecuencias que las mujeres no tenían
previsto al momento de comenzar a habitar en la villa. Uno de los efectos es la
percepción de lejanía que sienten con respecto a las otras comunas de Santiago. Esto es
entendible ya que al escasear servicios y oportunidades dentro del sector, las mujeres se
ven en la necesidad de salir de la zona para aprovechar las ofertas que el sector carece.
El tener que salir de la zona, ya sea para recrearse, trabajar, comprar, etc. y las
dificultades que tienen para transportarse (escasez de locomoción, lejanía de los
paraderos y la espera) hacen de la necesidad de viajar un asunto de complicación, tedio
y lejanía. Es por ello que las mujeres comienzan a preferir quedarse en sus hogares antes
que tener que movilizarse fuera de la zona. En ese sentido, el otro efecto es la pérdida
de contacto con familiares y amigos que no viven en la zona, estos –al igual que las
mujeres de Quitalmahue- perciben que la villa queda demasiado alejada, lo que sumado
a las dificultades de acceso y reputación del barrio, restringe las posibilidades de
comunicación e interacción con los habitantes del sector segregado.

El contexto socio-espacial donde se inserta la villa Quitalmahue, ejerce una poderosa


influencia en las decisiones de vida de las habitantes, esta presión se manifiesta en la
preferencia de la cercanía por sobre la calidad y beneficios que existen fuera de la zona.
En ese sentido, esta inclinación por la localidad, va configurando un estilo de vida
centrado en el interior de la villa, y cada vez mayor tendencia a encerrarse en el hogar.

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Para las mujeres, el hecho de vivir en un lugar altamente segregado, incrementa la
percepción de aislamiento que ya sentían por producto de la lejanía. En ese aspecto, la
segregación de la zona esta manifestada por sus altos índices de delincuencia y deterioro
de las relaciones institucionales dentro de la zona. Esta situación genera un proceso de
estigmatización de Bajos de Mena que comienza a ser percibida como un “sector
peligroso” por parte de las comunas aledañas. Esto desencadena un doble proceso de
aislamiento, por una parte, un aislamiento del barrio con respecto a diversos servicios
(comercial, transporte, etc.) que prefieren no operar en la zona por la escasa seguridad
que esta genera, y por otra parte, un aislamiento de los habitantes de la villa con
respecto a su propio entorno, el cual limita la ocupación nocturna de espacios y no
ofrece servicios ni motivaciones para que las mujeres salgan del encierro de sus
hogares. De forma concisa, se podría decir que el barrio no solo aísla del exterior a las
habitantes de la villa, si no que también las aísla interiormente.

¿Qué esperan las mujeres del futuro?

Gran parte de las mujeres de la villa Quitalmahue ven con poco optimismo un cambio a
corto plazo en las condiciones que presenta la zona – al contrario- sienten que la
situación solo empeora con la sistemática construcción de más conjuntos habitacionales
cerca de la villa. Para ellas, la única solución factible es vender su departamento e irse a
un lugar que le permita integrarse mejor y donde no tenga la sensación de estar “lejos de
todo” y aisladas del resto de la sociedad. Desafortunadamente, no cuentan con los
recursos como para arrendar en otro lado y mucho menos comprar. Las posibilidades de
vender o arrendar su hogar, son escasas ya que no sería la única vivienda en espera de
un comprador (ya existen varias abandonadas). Dado esto, es que las esperanzas en salir
algún día del barrio se vuelven cada vez más remotas.

La percepción que tienen las mujeres sobre la villa Quitalmahue es de muy alta estima,
esta visión se debe a la preocupación que tienen los vecinos de mantener la villa alejada
y protegida de las prácticas disfuncionales (drogadicción, delincuencia, etc.) que se
propagan por el sector. Para ellas, el éxito de esta situación es debido al tamaño de la
villa y su estructura que le permite estar relativamente cerrada al entorno. Esto último es
muy relevante ya que demuestra que hay maneras de contrarrestar y autorregular los
efectos negativos que genera un barrio altamente segregado. Un paso sería privilegiar la

53
construcción de villas más pequeñas en el sector, al ser más reducida hay más
posibilidad de que todos se conozcan, lo que podría resultar en mayor cooperación y
organización en el control y mantenimiento de la villa.

Existe un factor muy importante que no es bien evaluado por las mujeres entrevistadas y
que incide en gran parte en la actual segregación del sector de Bajos de Mena: el
servicio policial que opera en la zona. Las mujeres de la villa Quitalmahue, no confían
en la seguridad que pueda brindar la fuerza policial, es por eso que toman medidas de
resguardo cuenta propia como: evitar dejar la casa sola en el día; no salir de noche;
enrejar las puertas, etc. Lo que inevitablemente viene a ahondar más en el proceso de
encierro que del cual forman parte.
Si se fomentara más la inversión en seguridad y control de la delincuencia en la zona, se
podrían comenzar a ocupar más los espacios sin el temor de ser asaltados o victimas de
algún vejamen. Al existir más seguridad en la zona, se darían mejores condiciones para
que el sistema de transporte penetre más en el sector (más recorridos, horarios
nocturnos, taxis) lo que ayudaría a contrarrestar un poco la sensación de lejanía que
afecta a las habitantes. Que exista una entidad que realmente garantice un mayor control
de la delincuencia y robos, podría ser el pie para la expansión del sector comercial en la
zona, lo que incidiría en la generación de fuentes de empleo y mayores servicios que
brindarles a los habitantes de Bajos de Mena. Es por ello la importancia de este factor,
ya que podría atenuar el proceso de estigmatización de la zona y con ello la percepción
de aislamiento que resulta de este fenómeno.

Es así como se entiende que la percepción de la segregación residencial por parte de las
mujeres de la villa Quitalmahue, esta expresada por la sensación de encontrarse aisladas
del resto y tiene su manifestación en el proceso de “enclaustramiento hogareño”. Es de
esperar que la política habitacional del Estado comience a privilegiar otros factores en la
construcción de viviendas sociales, de modo que no se siga reproduciendo y
perpetuando más los efectos de la segregación residencial.

54
VIII.- Referencias Bibliografícas

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CARTA GANTT

MESES
ACTIVIDADES AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 4 5 1 2 3 4 1 2 3 4
Informe de Diseño
Planteamiento del problema XX
Relevancia X
Objetivos generales y XX X
específicos
Marco conceptual XX X X
Metodología XX X X
Recolección Información
(Terreno)
Contacto para Entrevistas X X X X
Entrevistas X X X X
Ajustes metodológicos X X X X X X
Descripción actividades
X
realizadas
Procesamiento de
Información
Trascripción Entrevistas X X X X
Análisis de las entrevistas
X X X
Confección Informe Final

Redacción Informe X X X
Presentación del Informe
X
Final

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