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Informe final
Percepción de la segregación residencial en
mujeres de la villa Quitalmahue
II.-Relevancia………………………………………………………………………….8
IV.-Marco teórico…………………………………………………………………….10
Concepto de segregación residencial…………………………………………………..10
Consecuencias de la segregación residencial…………………………………………..11
Noción de estigma……………………………………………………………………...17
V.-Metodología…..…………………………………………………………………....20
Pauta de entrevista…………………………..…………………………………………23
Operacionalización………………………….…………………………………………26
VI.-Principales resultados……………………………………………………………28
I.- Percepción de lejanía………………………………………………………………..28
II.-Discriminación sectorial…………………………………………………………….35
III.- Presas en su propia villa…………………………………………………………...48
VII.-Conclusiones……………………………………………………………………..52
2
I.- Planteamiento del problema
Desde principios del año 90’, con la llegada al gobierno de los partidos de la
Concertación, la política de vivienda se encontraba enfocada a cubrir la extensa
demanda habitacional de los “sin hogar”, allegados y en general de todos aquellos
grupos socio-económicamente vulnerables que postulaban al “sueño de tener casa
propia”. La inquietud del gobierno se encontraba centrada en prevenir la proliferación
de tomas de terreno (como en los 60 y 70) que pudieran debilitar de alguna manera la
recién ganada democracia. Se calcula que a inicios del gobierno de Aylwin existía un
déficit habitacional de aproximadamente un millón de viviendas, es por ello que se
entiende la inquietud del gobierno y sus correspondientes políticas públicas por
satisfacer la demanda de moradas privilegiando la cantidad antes que la calidad
(Greene, Fuentes, 2006). Es así como muchas familias de escasos recursos lograron a
través de los subsidios habitacionales, obtener la tan ansiada vivienda propia.
Existe consenso por una parte en decir que la política habitacional que financia
viviendas sociales ha sido todo un éxito en la construcción de hogares y en la reducción
del déficit existente. Pero por otro lado, esta política no puede responder a las diferentes
demandas solo en términos de cantidad y número de casas entregadas. Las
consecuencias urbanas como la segregación, debilitamiento del capital social,
delincuencia, discriminación, concentración de pobreza, etc. producen problemas tanto
para las personas que viven en dichas zonas, como para la sociedad en su conjunto. La
problemática fundamental es que gran parte de estás viviendas sociales, dada su
configuración espacial, ubicación geográfica y concentración socioeconómica, fueron
presentando consecuencias que la iban alejando, aislando y desintegrando socialmente
con respecto a otros sectores, en otras palabras, estos conjuntos de viviendas sociales se
estaban segregando del resto de la sociedad. “Los conjuntos de vivienda social básica
se han convertido, en muchos casos, en sinónimos de Segregación y de exclusión, y en
espacios cargados de problemas sociales y económicos que se traducen en un rápido
deterioro de los barrios y la calidad de vida de las familias.” (Sabatini, Brain y Iacobelli,
2005: Pág. 1)
3
Ya no se cuestiona al gobierno sobre la deficiencia de los que no tienen hogar, si no más
bien, de las deficiencias de los que si tienen. En ese sentido, tanto la lejanía, la falta de
acceso, como el sector donde se construyen las viviendas sociales se transforman en
indicadores de la existencia de problemas en el diseño de políticas habitacionales. El
sector donde se edifican los conjuntos de vivienda social no responden a una elección
aleatoria u mucho menos por insuficiencia de terrenos donde construir, se explica más
bien por factores económicos, siendo el valor del suelo la principal razón del por que se
eligen zonas tan alejadas de los centros urbanos de la ciudad.
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no que también a los habitantes que se les confina y concentra en zonas alejadas de los
centros urbanos, trayendo consigo un impacto social que se ve reflejado en los altos
índices de segregación residencial.
Dado esto y las condiciones y características de las viviendas sociales construidas –mala
calidad de la vivienda, grupo socio-económicamente homogéneo, ubicación alejada de
las fuentes de empleo y recreación- que se va desarrollando paulatinamente la
estigmatización y la segregación de las familias pobres hacia la periferia.
En una economía de libre mercado, tanto las rentabilidades como la eficiencia en el
intercambio son unidades básicas para su desarrollo. Con esta misma lógica opera el
mercado del suelo y las políticas de vivienda, donde no hay espacio para las
necesidades, si no más bien para las demandas.1
En este contexto social se encuentra la comuna de Puente alto, la cual se caracteriza por
ser una de las zonas con mayor recepción de los conjuntos de vivienda habitacional
construidos por el Serviu en estos últimos años. Durante el pasado periodo inter-censal
(1992-2002), la comuna incremento su población en un 70% lo que ha traído como
consecuencias no solo problemas de congestión y de espacio, si no que también
económicos y de acceso.
El propio alcalde de la comuna tampoco ve de manera positiva el incremento
poblacional en su territorio: “El 95% de nuestra población no paga contribuciones. Así,
el aumento poblacional y los gastos que genera la llegada de nuevos habitantes a la
comuna no lo podemos solventar… El Estado debe decir “aquí esta el terreno”, y
empezar a mezclar. No que la gente más pobre este toda junta”2. La población de puente
alto es en su mayoría de estrato socioeconómico medio bajo, es por ello que la comuna
y en general los sectores de vivienda social se caracterizan por una homogeneidad
económica que los estigmatiza con respecto a otros sectores de la sociedad.
1
En seminario sobre: “Relación entre el mercado de suelo y la política de vivienda social basada en el
subsidio a la demanda” (Del 10 al 21 de abril de 2006, Concepción, Chile). Disponible en:
http://www.prourbana.cl/upload/SEMINARIOCONCEPCION.pdf
2
Entrevista a Manuel Ossandón (2005), alcalde de Puente alto en: Revista Prourbana Nº 2. PUC.
Santiago, Chile. Disponible en : www.prourbana.cl
5
La villa Quitalmahue
Al estar la villa Quitalmahue ubicada en una zona con alto índice de segregación
residencial, se espera que sus habitantes tengan una percepción de aislamiento y lejanía
más marcada que otras comunas y sectores de Santiago que no presentan segregación
tan alta. Es precisamente este último punto el foco central de esta investigación, el poder
3
Estos datos fueron realizados por el Instituto de estudios urbanos UC en base a información censal.
6
describir y conocer cual es la percepción de aislamiento y lejanía de las mujeres
(dueñas de casa, trabajadoras, jefas de hogar) de este sector. Interesa saber como las
mujeres de la villa perciben la segregación residencial (en sus diferentes dimensiones),
además de las condiciones sociales y espaciales del barrio donde se les asigno su
vivienda. Es en base a esto es que se formula la hipótesis que guiará la investigación, la
cual afirma que: existe una percepción de aislamiento por parte de las mujeres de la
villa Quitalmahue. Tanto el aislamiento como la lejanía son conceptos que no
necesariamente pueden estar representados en términos físicos, si no que también en
aspectos simbólicos y culturales (estigmatización, discriminación, etc.).
Referencias de la investigación
II.- Relevancia
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La segregación residencial es un concepto multidimensional, una de estas dimensiones
versa sobre los efectos en la percepción de los habitantes de vivir en un barrio con alta
concentración y homogeneidad poblacional. Esta última dimensión no es de principal
relevancia al momento de definir y medir los estándares de segregación residencial.
Entonces, ¿Por qué es importante estudiar la percepción de segregación residencial de
las mujeres de la Villa Quitalmahue?
Porque en primer lugar, una investigación que se encargue de conocer la dimensión
subjetiva de segregación residencial, es un aporte a la definición y enriquecimiento del
concepto.
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Pregunta de investigación
Objetivo general
Objetivos específicos
Conocer cómo percibe el grupo de mujeres de la villa Quitalmahue las distancias físicas
con respecto a los servicios básicos necesarios para su vida cotidiana.
Hipótesis
Existe una percepción de aislamiento por parte de las mujeres de la villa Quitalmahue
9
Concepto de segregación residencial
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con una distancia en kilómetros, si no más bien con una distancia de oportunidades de
acceso a los beneficios que brinda la sociedad
(Flores, 2003) rescata 3 teorías del espacio para poder explicar de manera más general,
los efectos que la segregación socioeconómica tiene sobre los individuos y las
decisiones que toman periódicamente. Estas teorías son:
Las teorías del efecto barrio se encargan de estudiar las consecuencias y efectos que
tiene para los individuos y su desarrollo personal el habitar en un contexto de alta
segregación. Lo primordial para estas teorías es incorporar para el estudio de los
individuos y su proceso formativo, el aspecto espacial (su contexto), en conjunto con
otras variables que expliquen el fenómeno.
“La idea central de las teorías del efecto barrio es que hay ciertos procesos sociales
ligados al espacio que tienen un efecto en el proceso de desarrollo de los niños y
jóvenes expuestos a una situación de pobreza espacialmente concentrada” (Flores, 2003:
Pág. 2)
Según la teoría del efecto barrio, las características que configuran un barrio logran
transferirse a la experiencia de los sujetos a través de mecanismos que relacionan el
11
sujeto con el barrio, estos son 3: efecto de pares, modelos de rol y socialización
institucional.
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instituciones educacionales, a través de sus prácticas institucionales afectan a los
jóvenes estudiantes de una comunidad, juzgando sus capacidades y limitando sus
perspectivas de desarrollo personal. “Por ejemplo, niños pobres en áreas segregadas
serán considerados disfuncionales para la educación universitaria y serán por lo tanto
socializados como tal, mientras que niños en barrios mixtos o integrados serán
presionados pues las oportunidades disponibles merecen el esfuerzo.” (Flores, 2003:
Pág. 3)
Estos tres mecanismos influyen en la generación de capital social por parte de los
individuos habitantes de barrios segregados. “El capital social de un grupo podría
entenderse como la capacidad efectiva de movilizar productivamente y en beneficio del
conjunto, los recursos asociativos que radican en las distintas redes sociales a las que
tienen acceso los miembros del grupo en cuestión.”(CEPAL/IPEA/PNUD, 2003). En
lugares segregados, la heterogeneidad de redes sociales es escasa. Esto conlleva a que el
capital social no se desarrolle plenamente, ya que los habitantes de estos sectores
comienzan a tener desiguales accesos en servicios básicos, información, bienes
materiales y culturales con respecto al resto de la sociedad no segregada.
Geografía de oportunidades
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segunda variante, relaciona el espacio con los procesos subjetivos del individuo y que
también afectan su toma de decisiones.
La teoría reconoce que el desajuste espacial en el mercado del trabajo se manifiesta por
medio de tres mecanismos:
Discriminación o estigma, esta guarda relación con los prejuicios que tendrían los
oferentes de empleo con respecto a los trabajadores contratados. Esta discriminación
puede ser por motivos étnicos (mapuches o extranjeros), por el estrato socioeconómico
o simplemente por su sector de residencia.
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de información acerca de la existencia de oportunidades de empleo en áreas alejadas a
su sector de residencia por que estas en general no son formalmente publicitadas”
(Flores, 2003: Pág. 5).
Tanto los valores, como las normas y las actitudes cambian dependiendo del barrio en
que se ubique el sujeto, es por eso que el tipo de información que reciba, también será
diferente en un determinado contexto. La información disponible en los barrios
segregados influye en la construcción de la percepción acerca de las oportunidades que
hay en la sociedad. “Este filtro de percepción o geografía subjetiva de oportunidades,
además de afectar el proceso de toma de decisiones y los resultados individuales,
restringe la disponibilidad objetiva de oportunidades.” (Flores, 2003: Pág. 5). Entonces,
la toma de decisiones cotidianas sería una manifestación de este tipo de percepción
construido a través del tipo de información que recibe el individuo tanto de su barrio
como de sus pares.
Perspectiva de Género
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Básicamente esta teoría afirma que existen diferencias de acceso a oportunidades entre
hombres y mujeres, ambos de un contexto geográfico determinado. Al ser diferentes los
tipos de acceso también se diferencian la geografía subjetiva de oportunidades en
términos de genero y con ello también el proceso de toma de decisiones entre ambos
sexos. (Flores, 2003).
Investigaciones del tema han concluido que el sexo femenino presenta una mayor
sensibilidad a variables espacio y tiempo. Es decir, a las mujeres les afecta más las
distancias, disponibilidad de tiempo, etc. (Díaz Muñoz, 1995).
Para las mujeres, el problema de las distancias y los tiempos influye principalmente en
el tipo de actividad laboral que decida tener. No solo debe preocuparse de las labores
familiares como preocuparse del cuidado de los niños, labores domésticas u otros
menesteres de la familia si no que además de compatibilizarlo con sus horarios de
trabajo y las distancias que recorre (Díaz Muñoz, Jiménez Gigante, 2003)
“Existe evidencia de que las mujeres tenderían a dar preferencia a fuentes de empleo
más cercanas a sus hogares, mientras que los hombres estarían dispuestos a recorrer
distancias mas largas por un trabajo mejor.”(Díaz Muñoz, Jiménez Gigante, 2003). Esto
es entendible desde el punto de vista de la seguridad y el resguardo de la integridad de
la mujer. No es lo mismo que un hombre llegue bien entrada la noche a su hogar, que lo
haga una mujer – sobre todo si esta en un sector altamente segregado- La mujer no solo
debe temer por el hecho de sufrir algún asalto, si no que también al temor de ser
violentada sexualmente. Por otro lado, se desprende que si las mujeres tienden a
preferir ocupaciones y labores más próximas a sus viviendas, estás dependerán de las
oportunidades locales que existan en su zona. Los sectores afectados por la segregación
residencial afectarían de manera diferenciada el mercado laboral tanto para hombres
como mujeres. En barrios segregados las oportunidades de empleo local son mucho más
escasas que en sectores no segregados, por lo que la mujer se vería más vulnerable en
esta situación (Flores, 2003).
Noción de estigma
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Se habla de estigma, cuando somos portadores de una característica que nos desacredita
profundamente. El contexto y el tipo de relaciones sociales donde esta inserto el sujeto
juegan un papel fundamental para definir las características del estigma. Este concepto
tiene dos lados, por una parte esta la de los desacreditados, estos llevan una
característica distintiva reconocible por todos (marcas corporales, deformidades,
deficiencias, etc.) y por otra parte están los desacreditables, estos últimos tienen
características que no son aparentemente perceptibles (Goffman, 2003).
Una clase de estigmas para Goffman – a parte de los estigmas físicos y los de carácter-
son aquellas relacionadas con la clase, el desempleo, la raza, religión, en general, todas
esas características que son factibles de transmitirse de generación en generación y
perpetúen una determinada condición. Para el autor, cualquier caso de estigma lleva
consigo una lógica determinada que lo caracteriza. Esta lógica se centra en la existencia
de un sujeto o grupo que posee un rasgo u característica que nos lleva a tomar distancia
de él en cualquier situación de interacción.
El autor se refiere a la construcción del estigma como resultado de la interacción entre
las distintas personas. A partir de ello es que analiza el estigma más allá de un atributo
social si no más bien, como resultado de las relaciones sociales.
Hablamos de identidad social cuando hacemos categorizaciones de las cualidades y
atributos de determinados grupos o personas. “La estigmatización se entiende como un
producto social relacionado con la institucionalización, con la regulación y con las
ideologías que las sustentan, así como con las decisiones hechas por los individuos, las
sociedades y los estados” (Pedersen, 2005: Pág. 3-4)
Por otro lado, la identidad personal guarda relación con la unicidad de la persona, la
documentación que tiene, su historial de vida, con esa idea de que el sujeto puede
diferenciarse de sus pares. En la construcción de la identidad personal nos valemos de
elementos de la identidad social del sujeto. Un conocimiento más profundo del
individuo puede incidir en el cambio de percepción que tengamos de las características
sociales del sujeto. Tanto la identidad personal como la social se construyen a través de
las expectativas, posibilidades y categorizaciones que tienen los demás sujetos con
respecto del individuo de identidad cuestionada (Goffman, 2003).
Para Goffman, la identidad del yo es un elemento subjetivo que nos permite tomar en
cuenta lo que pasa por la persona en relación al estigma, su control y el tipo de
información que recoge del exterior.
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“Se ha señalado que el individuo estigmatizado se define a sí mismo como igual a
cualquier otro ser humano, mientras que, al mismo tiempo, es definido por él mismo y
por quienes lo rodean como un individuo marginal” (Goffman, 2003: Pág. 129).
. Es así que el estigma para Goffman, se construye a partir de una percepción externa
que le dan los individuos “normales”4 a todos aquellos que poseen una diferencia
característica (marcas, conductas, condición social, etc.)
4
Goffman se refiere a “normales” a todos aquellos individuos que se alejan –no negativamente- de las
expectativas particulares de un sujeto que posee una característica que lo diferencia.
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El cuarto punto que encierra el estigma tiene que ver con sus consecuencias. La
discriminación de aquellos grupos portadores de las categorías por parte de sectores –
que se diferencian en oposición a dicha etiqueta- conlleva a la continua degradación y
pérdida de estatus social del grupo estigmatizado. El último acápite indica que todo
trato entre estigmatizadores y estigmatizados guarda una relación de poder por parte de
los estigmatizadores quienes legitiman dichas diferencias.
V.- Metodología
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alcances no hallan respuestas en un tipo de investigación cuantitativa. Por las
características de la investigación, se utilizará la metodología cualitativa que – por sus
técnicas- permite conocer de manera más profunda las percepciones y experiencias
subjetivas de las personas.
Universo y muestra
El universo son el total de mujeres trabajadoras y dueñas de casas del sector de villa
Quitalmahue en la comuna de Puente Alto.
La muestra consta de 16 mujeres a entrevistar. Estas entrevistas se encuentran divididas
según la labor o el tipo de trabajo que realiza la mujer.
Mujeres Entrevistas
Dueñas de casa 4
20
Trabajo formal 4
Jefas de hogar 4
Total 16
Justificación de la muestra
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La villa Quitalmahue se ubica en un sector altamente segregado, esto indica que el nivel
socioeconómico de sus habitantes es mayoritariamente bajo. Dado esto es que se
entiende que habrán mujeres casadas que aporten económicamente al hogar, no solo
mediante un trabajo formal, si no que también mediante trabajos ocasionales y
esporádicos. Es por ello que se decidió hacer una distinción en este grupo de mujeres.
Por un lado, conyugues con trabajo estable y por otro conyugues con trabajos
ocasionales.
Pauta de la entrevista
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A qué se dedica, con quién vive, desde hace cuánto tiempo vive en la villa; cuántos
ingresos, y cuánto representa ella para el hogar.
Déme una descripción general del los habitantes de la villa (chequear parte
económica/educacional/social/genero)
*Trabajos más comunes en mujeres y hombres.
*Características educacionales mujeres y hombres.
*Características etáreas
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*Tiempo de viaje
*Distancias que recorre
*Sistema de transporte (micro, auto, a pie, etc.)
¿Es la distancia un problema para usted con respecto a su lugar de trabajo? ¿En que
sentido?
Chequear:
*Centros educacionales
*Centros de salud
*Trámites, diligencias.
*Recreación
Con respecto a las comunas más cercanas ¿Siente usted que vive lejos?, ¿en que
sentido?
¿Como cree usted que ven a) la villa; b) la zona en la que se ubica esta villa; c) la
comuna de Puente Alto, las personas que no viven en ella? (familiares, amigos)
Chequear:
*Aceptación
*Discriminación
¿Por qué cree que los ven así?
Respecto a sus familiares y amigos que no viven en la villa, ¿Cómo son las relaciones
con ellos?, ¿como eran antes de vivir en la villa?
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Chequear:
*Frecuencia
*Intensidad
*Contenido
Con respecto a los servicios públicos: ¿Cómo la atienden?, ¿en que sentido?
Chequear:
Municipalidad
Evaluación (buena, mala, regular)
¿En que ha cambiado su vida desde que comenzó a vivir en esta villa?
Chequear:
Decisiones laborales
Decisiones educacionales
Distancias
Operacionalización de variables
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mujeres y hombres aquí en la villa?
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personas que no viven en ella?
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aproximadamente 25 minutos del centro urbano más cercano5 (plaza Puente Alto), uno
de los principales problemas que las afecta no sería la distancia en si, si no más bien, la
falta de acceso tanto de servicios públicos como privados, lo que inevitablemente las
lleva a tener una sensación de aislamiento con el resto de las comunas de Santiago.
“Porque aquí estamos en el fin del mundo. O sea vivimos en una parte que es super a
trasmano del centro, de todas partes para llegar aquí, es harta la diferencia.” (Sra.
Tania, Dueña de casa)
Al tener que trasladarse para encontrar los servicios necesarios, y verse en la necesidad
de recorrer grandes distancias para buscar oportunidades (laborales, trasporte, de
esparcimiento, etc.), las mujeres van justificando la percepción de vivir “lejos de todo” a
través de la profundización de la sensación de aislamiento, para ellas, el cambio
residencial sería la única salida factible para terminar con los problemas sectoriales que
las afecta y restringe.
Percepción de Locomoción
5
Esta medición considera el tiempo para tomar la locomoción colectiva (taxi o colectivo) y el trayecto
para llegar a la plaza de Puente Alto.
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Si de distancias se trata, existen otras comunas dentro del gran Santiago que se
encuentran físicamente alejadas del centro de la capital: Huechuraba, Lo Barnechea,
San Bernardo, entre otras. La diferencia principal que tienen estas comunas con el
sector donde se inserta la villa Quitalmahue son los diferentes medios de transporte y
rutas que pueden utilizar para desplazarse (La costanera, Américo Vespucio, La norte-
sur, etc.)
“…en la noche porque aquí después de las 11 no corren autos, no corren colectivos,
nada.” (Sra. G, Jefa de hogar).
Los trámites y diligencias se deben hacer en la plaza de Puente Alto, es ahí donde están
instalados los bancos, las tiendas comerciales, supermercados, etc. La sensación de
lejanía se hace patente al tener que transportar manualmente las compras hechas a la
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villa, es decir, al no operar taxis en la zona deben trasladar las compras realizadas en
microbús o en colectivo, lo que implica un desgaste físico que influye en las decisiones
de compra que pueda realizar. En ese sentido, las mujeres de la villa le dan preferencia a
la cercanía y comodidad, es por eso que realizan sus compras principalmente en la feria6
que se instala en el sector.
Percepción Laboral
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alguna manera a las mujeres a tener que buscar empleos fuera de los límites de la zona,
haciendo más vulnerable su opción de trabajar.
El tema de las distancias es más sensible para aquellas mujeres (jefas de hogar y
conyugues) que disponen de trabajos formales. Sus fuentes de trabajo quedan en
sectores alejados de la comuna: Santiago centro, Providencia, Peñalolen y Las Condes
son las comunas más citadas. Por lo mismo, para llegar puntuales a sus trabajos deben
levantarse muy temprano, estar dispuestas a pasar horas diarias en la locomoción, en
general, las distancias que deben recorrer para llegar diariamente a sus empleos absorbe
una gran cantidad de tiempo que podría destinarse para momentos de recreación o
convivencia familiar.
“Trabajo hasta las 6 en este momento con un horario especial porque trabajaba hasta
las 7 y llegaba tipo 10, 11 de la noche. Entonces ahora mi jefe me puso un horario
especial de a las 6 salir, estoy llegando a las 8 y media, 9.” (Sra. G, Jefa de hogar)
7
Las principales actividades que realizan las mujeres de la villa son: temporeras,
vendedoras, asesoras del hogar, auxiliares de aseo principalmente.
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de recreación, costos familiares, etc. En consecuencia para este grupo de mujeres, la
distancia se transformaría en el gran inconveniente para entrar al mundo laboral.
Esto se condice con lo propuesto por Díaz Muñoz, donde explica las diferencias entre
sexos con relación al empleo y el lugar geográfico. Las mujeres presentarían una mayor
sensibilidad que los hombres con respecto a variables de lejanía y tiempo. En ese
sentido, se entiende que el factor geográfico se transforma en un elemento que influye
en las decisiones laborales que puedan tomar las mujeres con capacidad de trabajar.
Para las mujeres de la villa Quitalmahue, los espacios para recreación que ofrece la zona
son bastante limitados. Cualquier tipo de servicio de este tipo se encuentra en la plaza
de Puente Alto, es ahí donde se dirigen cuando quieren disfrutar de otras actividades.
La zona de Bajos de Mena, no cuentan con áreas verdes, ni centros de recreación donde
sus habitantes puedan disfrutar de su tiempo libre. La percepción que se tiene de la zona
es de solo “bloks y peladeros”, a excepción de las plazas, no hay lugares donde pasar las
tardes de calor del verano o simplemente distraerse y compartir con la familia.
En este aspecto, la configuración del espacio que rodea la villa Quitalmahue insta a las
mujeres a preferir permanecer encerradas en sus casas, profundizando la sensación de
aislamiento que perciben.
Las dueñas de casa y aquellas que tienen trabajos esporádicos, son más sensibles a este
tema, ya que dada la actividad que realizan diariamente, no cuentan con oportunidades
para aprovechar sus momentos de tiempo libre fuera de su hogar.
“Mmm, no sé, pero yo donde vivía, en la José María Caro, allá yo iba a aeróbica, si
quería ir a comprar al Supermercado, caminaba una cuadra y estaba el Lider. Pero
aquí no, todo lejos, aquí si tu no sales a Puente, no tenís más. Para ir pal centro hay
que echarle plata a la tarjeta. Y más en la noche uno no se atreve a salir, porque en
qué te venís.” (Sra. María1, Conyugue con trabajo esporádico)
Para realizar cualquier tipo de actividad deben dirigirse a la plaza Puente Alto donde la
variedad de servicios es más amplia, pero ello ya implica cierta lejanía y limitación de
tiempo, ya que no pueden aprovechar el horario vespertino sin tener la preocupación de
que algo les pueda ocurrir a la vuelta. En ese sentido, se ahonda la percepción de
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aislamiento con la dificultad para aprovechar los horarios nocturnos, es por esta razón
que el tiempo libre con que cuentan, se prefiere para estar en el hogar compartiendo
momentos con la familia, antes que estar preocupadas por lo que les pueda pasar.
Las jefas de hogar y en general, las mujeres que tienen trabajos formales viven una
situación diferente a las dueñas de casa. Debido a su rol de proveedora, deben trabajar
durante toda la semana – algunas incluyendo el sábado- es por esto que sus tiempos
libres eligen pasarlo descansando y dedicándole tiempo a su familia. Para ellas, la
opción de permanecer dentro de su villa durante las tardes se debe también a la escasez
que presenta la zona de áreas verdes o lugares de esparcimiento.
A raíz de esto, se entiende que las características del espacio influyen en la decisión de
permanecer en el hogar en los momentos de tiempo libre. La sensación de encierro de
las mujeres se explicaría por las limitaciones que impone el barrio a los habitantes que
viven en él.
La percepción de lejanía se manifiesta como una de las consecuencias de la falta de
servicios y recursos que tiene la zona. Al tener que realizar todo fuera del sector, las
mujeres van sintiendo el peso y entendiendo lo que significa vivir en donde viven. Por
lo tanto, la percepción de lejanía que ellas construyen (como la sensación de estar “lejos
de todo”) se alimenta de todos los esfuerzos y dificultades que tienen que realizar para
poder trasladarse a los lugares donde efectivamente satisfagan las demandas que ellas
necesitan.
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II.- La discriminación sectorial
Desde hace más de 15 años que la comuna de Puente Alto ha venido recibiendo una
gran cantidad de habitantes como resultado de la política habitacional del gobierno. Una
de las razones de esta explosión de viviendas sociales se debe al valor del precio del
suelo en Puente Alto (donde es más barato edificar). Esto ha provocado una sistemática
construcción de conjuntos habitacionales, cuyos habitantes comparten características
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socioeconómicas similares: familias de bajos ingresos, bajo nivel educacional, empleos
comunes. Todo esto, lleva a una percepción de pobreza en Puente alto, agravada por los
medios de comunicación donde las noticias relacionadas con la comuna siempre están
referidas en torno a la delincuencia y los problemas de violencia y drogadicción, sobre
todo las que tienen que ver con los sitios donde se ubican las viviendas sociales, como
es el caso de bajos de mena, donde se encuentra la Villa Quitalmahue :
8
“Hogar de Cristo inauguró nuevo Centro Preescolar en Puente Alto”. La Tercera, Chile, 20
de abril, 2007. Disponible en :
http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5666_263991016,00.html
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Consecuencias de la estigmatización de la zona:
En promedio, son más de siete años los que llevan las mujeres entrevistadas viviendo en
la villa Quitalmahue. La gran mayoría postulo a la vivienda propia con el fin de mejorar
las condiciones de vida que llevaban hasta ese entonces: problemas económicos, con el
sector, molestias por el hacinamiento y convivencia. Si bien, la oportunidad de tener un
hogar propio soluciono los problemas anteriormente citados, con el tiempo aparecieron
complicaciones que no estaban contempladas las cuales generaron consecuencias en las
relaciones sociales de las habitantes de la villa:
Para las mujeres, el hecho de haber sido ubicadas en un sector periférico de Santiago no
fue un factor para prever las consecuencias que esto tendría en sus relaciones sociales.
Contrariamente a eso, existía optimismo por el hecho de comenzar una vida
independiente, con hogar propio, soslayando los efectos que podría tener la ubicación
de su morada.
Con el pasar de los años, las relaciones con los familiares y amigos se fueron volviendo
cada vez más esporádicas. Los familiares de las mujeres tienen complicaciones en
visitar asiduamente a sus parientes, motivos de ello son las dificultades que genera el
sector para el buen funcionamiento de los servicios de locomoción y también, por la
inseguridad que da llegar en medio de transporte propio sin sufrir algún tipo de robo o
delito.
“…entonces uno se viene a aislar, porque puchas, la familia para que venga. Invitar
para acá a familiares los voy a estar atendiendo, pero voy a estar nerviosa de que
puedan hacerle algo al vehículo, o cuando se van, irlo a dejar a pie a las micros,
porque por seguridad de ellos hay que ir a dejarlos, y se tienen que ir temprano” (Sra.
Verónica, Dueña de casa)
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La mala fama del barrio restringe las posibilidades de recibir visitas nocturnas por las
dificultades para encontrar locomoción de vuelta o el miedo a ser asaltados. Las mujeres
de la villa saben lo peligroso que es salir o volver de noche, por eso mismo, optan por
no arriesgarse y quedarse en su hogar. Esto sumado a la lejanía y la falta de locomoción
ha desencadenado una fragmentación en las relaciones sociales con sus familiares:
menos visitas, menos momentos para compartir, menos comunicación.
Son las dueñas de casa las más afectadas por esta situación, ya que al estar durante gran
parte del tiempo en sus hogares lidiando con las tareas domésticas y de crianza, han
percibido de manera más directa la pérdida de contacto con sus familiares. No es fácil
para una dueña de casa de la villa Quitalmahue salir a ver familiares durante el día,
cualquier viaje a otra comuna demanda como mínimo una hora, por lo que dejar la casa
sola o el cuidado de los niños son motivos suficientes para no abandonar el hogar y
evitarse preocupaciones. Las jefas de hogar y las conyugues que trabajan –al contrario
de las dueñas de casa- pasan casi todo el día fuera del hogar, pero en su caso, tanto la
distancia como la falta de locomoción son los factores que inciden en el
empobrecimiento de la comunicación con su familia. La mayoría trabaja en comunas
alejadas de Puente Alto, por lo que deben comenzar el día muy temprano (cinco y
media, seis de la mañana aproximadamente) para poder llegar a tiempo a sus trabajos.
El hecho de madrugar a esas horas implica tener que dormir desde más temprano
restringiendo las oportunidades para conversar con los hijos o parientes que están en la
casa. La comunicación se va perdiendo, los únicos espacios disponibles son el fin de
semana donde se aprovecha el tiempo para descansar en el hogar y compartir con la
familia. Se opta por el hogar por motivos de descanso y también por la dificultad – antes
mencionada- de aprovechar los espacios que genera la noche para poder compartir con
amistades o parientes fuera de Bajos de Mena.
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parte de las mujeres que al no poder salir de noche; recibir visitas asiduas; contar con
escasa locomoción y vivir cada vez más encerradas, las lleva a cuestionarse sobre su
integración y alejarse cada vez más del resto de sus parientes y amistades.
“Sabís que sinceramente casi nadie viene a verme. Porque queda tan lejos que se
aburren. Muchos meses que no he recibido visitas de amigos y familiares.” (Sra. Tania,
Dueña de casa)
Trasporte
La ubicación geográfica de la villa Quitalmahue se encuentra en los límites de la
comuna de Puente Alto, esto significa que necesariamente se requiere de un medio de
transporte para poder llegar al centro urbano más cercano (plaza Puente Alto).
Los medios de transporte que cuenta la zona de Bajos de Mena, son el sistema de
transporte público y los colectivos. Ambos dejan de operar después de las once de la
noche, con algunas excepciones9.
9
Algunos colectivos trabajan en la noche, pero solo transportan a clientes conocidos.
38
“Los taxis debido al temor de ser asaltados no hacen recorridos por el sector, de noche
simplemente evitan entrar a la zona: “No, que se meta un taxi tiene que ser demasiado
valiente.” (Sra. Verónica, Dueña de casa)
Las mujeres entrevistadas tienen una percepción interna negativa de la zona donde
viven. Es por eso que entienden que el sistema de transporte tenga reparos para
funcionar correctamente en el sector. Los continuos asaltos a los microbuses no han
hecho más que intensificar la estigmatización de la zona, llevando a tomar la decisión
de interrumpir los recorridos en zonas de riesgo10.
Las más perjudicadas en este caso son todas aquellas personas que deben tomar
locomoción para ir a sus fuentes de trabajo. En este caso, las jefas de hogar y conyugues
que trabajan en localidades fuera de su comuna. Son ellas las más abatidas por las
consecuencias de las acciones delictuales, ya que deben caminar y tomar más tiempo de
lo previsto para ir a paraderos donde efectivamente pase locomoción (a esto se le agrega
los problemas de implementación del Transantiago).
“No tenemos locomoción para acá adentro, arreglaron la calle costo un mundo y no
sirvió de nada, aunque en parte hay que reconocer que los mismos cabros apedrean
las micros y que ni siquiera son de por aquí y pagan las consecuencias todos
nosotros.” (Sra. Lidia, Conyugue que trabaja formalmente)
Otro factor que se incorpora al asunto guarda relación con el estado de las calles. Varias
de las calles principales para llegar al sector de la villa Quitalmahue se encuentran en
muy mal estado o simplemente son demasiado angostas para soportar el flujo vehicular
del día.
Todas estas situaciones: problemas para salir de noche, falta de locomoción nocturna,
lejanía con respecto a las otras comunas, mal estado de las calles, provoca una
percepción de aislamiento por parte de las mujeres de la villa Quitalmahue. En ese
sentido, es el propio entorno de la villa el que se encarga de aislar a la zona de los
servicios básicos, como en este caso, la locomoción colectiva.
10
En una conversación con las mujeres de la junta de vecinos de Quitalmahue, se relato sobre el incidente
que había generado el paro del funcionamiento del Transantiago en el sector. Lo que gatillo todo las
puñaladas que recibió un conductor del Transantiago por estar defendiendo su vehiculo en plena labor de
trabajo.
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Educación
Según la teoría del efecto barrio (Flores, 2003) las características de un sector
determinado pueden ser transferidas a la experiencia de vida de los habitantes por medio
de mecanismos específicos que relacionan al sujeto con su barrio. Uno de estos
mecanismos es la socialización institucional que realiza la escuela en los jóvenes. Esta
última se manifiesta de dos maneras, una es mediante la práctica de los docentes
quienes –dadas las características del barrio- no socializan a los jóvenes a aspirar a una
educación universitaria, o aprovechar las oportunidades disponibles.
“…una vez fui al colegio a pelear por lo mismo, porque la Nicole llega acá y me dice:
‘sabí que el profesor dijo que éramos todos unos mediocres’. Yo le dije ¿mediocre? Y
realmente no sabía lo que era mediocre (…) esta profesora…se largó a reír porque las
niñas creo que le dijeron, conversando, ‘nosotras vamos a ir a la universidad y todo’ Y
ella le dijo ¿ustedes? si ustedes nunca van a llegar siquiera a la vuelta de la esquina”
(Sra. Margarita, Jefa de hogar).
Entonces, son los mismos docentes quienes transmiten las limitaciones que produce el
barrio a sus alumnos, es decir, no se espera que sean profesionales. Los profesores
trabajan en un ambiente socio-económicamente segregado, alumnos con problemas,
conflictivos, esto sumado a las complicaciones que genera el barrio, no hacen que su
labor de enseñanza se realice en las mejores condiciones y por ende muchos optan por
no trabajar en dichas zonas.
Las dueñas de casa, dado su rol activo en la crianza, perciben este fenómeno más de
cerca que las jefas de hogar y las conyugues que trabajan. Son ellas, las que se
relacionan más con sus hijos y se enteran de las actividades realizadas en los colegios.
Las madres que quieren poner a sus hijos en otros colegios, se ven desincentivadas por
el asunto de la lejanía lo que implica costos económicos y de tiempo. Es muy distinto ir
a buscar a su hijo a un colegio que queda a diez minutos de su hogar a otro que queda a
una hora. En este aspecto, el contexto espacial donde se ubican sus hogares es una
variante que influye en la toma de decisiones educacionales que realizan las mujeres.
40
Los colegios existentes en la zona son principalmente técnicos con un abanico limitado
de carreras, por ende, a los jóvenes no les queda otra opción que especializarse en un
área determinada.
“Son contados los colegios que hay por aquí, son como cuatro y los niños más grandes
no tienen donde escoger porque los colegios no tienen más de 3 o 4 carreras que ellos
puedan elegir” (Sra. Lidia, Conyugue que trabaja formalmente)
Que no exista otro tipo de colegios en la zona de Bajos de Mena, indica que tampoco se
espera que los jóvenes opten a tener otro tipo de oportunidades, y eso se refleja en el
tipo de socialización que se le da en la escuela. Como ya se dijo, los jóvenes y los
padres que quieran más ofertas de carreras o de tipo educación, tienen que salir del
sector. En ese aspecto, para las madres de la villa Quitalmahue, el problema de buscar
otros centros educacionales fuera de la zona, se ve limitado por el asunto de la lejanía.
“…el chico que estudia en Bilbao (…) De aquí sale un cuarto para las seis de la
mañana (…) para mí es súper complicado poder por ejemplo, el papá tiene que ir a las
reuniones. Para mí es imposible ir de aquí…” (Sra. Verónica, Dueña de casa).
Salud
La salud es un tema muy importante para las mujeres de la villa. Casi el total de las
entrevistadas son madres y viven con sus hijos, por lo que la necesidad constante de ir al
consultorio u hospital se transforma en un tema sensible para ellas.
41
Como se dijo anteriormente, uno de los problemas principales que tiene la zona que
rodea la villa Quitalmahue es la dificultad para salir después de las once de la noche.
Esta situación se torna un drama para ellas cuando algún miembro de su familia se
enferma en dichos horarios. El miedo que tienen de ser asaltadas o de sufrir algún otro
tipo de vejamen es una complicación que se suma a la enfermedad. En este sentido, el
barrio que rodea a la villa no les permite utilizar efectivamente los servicios de salud
que brinda la zona, no por un tema de escasez – porque consultorios hay- si no más bien
por un asunto de seguridad.
El consultorio de la zona –al igual que otros consultorios en comunas populares- cuenta
con los mismos problemas que caracteriza a sus pares: falta de médicos, de personal, de
recursos. En este aspecto, la falta de médicos sería la gran deficiencia al momento de
evaluar la atención por parte de las mujeres entrevistadas.
“Super mala la atención, yo he ido 2 veces al médico con él a control, las 2 veces nos
han cambiado la hora, porque no hay médico, porque lo médicos no quieren trabajar
ahí.” (Sra. María2, Conyugue con trabajo formal).
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Una variable que podría influir en esto estaría relacionada con el sector donde esta
ubicado el consultorio. Como se ha dicho, la zona esta mal catalogada tanto por los
medios de comunicación como por las mismas personas que viven en ella, es por esto
que la escasez de doctores para venir a realizar turnos en la zona –especialmente de
noche- podría deberse a la inseguridad que tienen los médicos de no sufrir algún tipo de
vejamen o incidente. En otras palabras, la zona pasaría a ser un desincentivo a la hora de
captar médicos que tengan que venir a trabajar a la zona.
Cuando se trata de acudir al hospital más cercano (Sotero del Río) la situación se
agudiza. En este caso, el problema de la seguridad y el miedo no son los únicos
obstáculos para ir a atenderse, el problema de fondo es la inexistencia de locomoción
nocturna para poder salir de la villa.
Esta es la situación de las mujeres de la villa, vivir en un sector que tiene dos caras. De
día la situación es diferente, existe un microbús que llega directamente al hospital, los
colectivos funcionan por el sector con regularidad y al consultorio se puede concurrir
caminando. A penas comienza a caer el alba, deben optar por recluirse en sus hogares y
esperar que no suceda ninguna emergencia que las obligue a salir a la calle, porque el
miedo a que les suceda algo es el principal factor para mantenerse encerradas. Esto
ahonda más en el sentimiento de aislamiento de las mujeres de la villa, que no solo se
sienten aisladas dentro de su propia zona, si no que también de su propia comuna y del
resto de la ciudad.
Seguridad
La opinión positiva que tienen las mujeres sobre la seguridad existente en la zona se ve
eclipsada por la escasa presencia de carabineros o algún tipo de fuerza policial en el
sector. Las mujeres no se sienten protegidas por carabineros, no sienten que cuentan con
ellos.
“O sea, Carabineros ni se asoma y si hacen una ronda tú los veí en la mañana, pero
en la noche tú no los veí; los veís para nada, si los llegai a ver los veí tipo diez o nueve
de la noche se dan una vuelta y listo, después ya no los veí.” (Sra. Margarita, Jefa de
hogar).
43
Que las mujeres sientan un constante miedo de ser asaltadas en su propio barrio, es un
reflejo de la escasa seguridad que brinda carabineros en el sector. En ese sentido, que la
delincuencia, la droga y la violencia se tomen la noche de la zona es un claro indicio
que la institucionalidad no esta operando como debería hacerlo. Las habitantes de la
villa no confían su seguridad en las manos de carabineros, es por esto que son ellas
mismas las que toman medidas para resguardarse del exterior: no salir de noche; puertas
de sus departamentos enrejadas; blocks enrejados, evitar salir, en resumen, se encierran
en sus propios hogares.
De esta manera, los efectos de su labor policial pasa a tener resultados totalmente
contrarios a los que se espera. En vez de brindar seguridad y confianza en las personas,
les dan la sensación de abandono y soledad, esto las lleva a resguardarse por su propia
cuenta, y la manifestación más clara de esto es el encierro.
“Estamos tan muy abandonados. Y yo no sé, pienso que tanta delincuencia es por lo
mismo…están apedreando los Transantiago aquí, puchas, los delincuentes se adueñan
de las calles.” (Sra. Verónica, Dueña de casa).
Esta falta de seguridad es un eje clave para explicar la continua deterioración de la zona
de Bajos de Mena, y por ende, del deterioro de las relaciones sociales de las mujeres de
la villa. Si se invirtiera más en seguridad y control de la delincuencia, se podría dar pie
para la generación de mayor confianza en la utilización de los espacios públicos –sobre
todo en horarios nocturnos-. Los medios de transporte se sentirían más seguros
operando en una zona donde no tengan el temor a ser asaltados, lo mismo pasa con el
sector comercial, la seguridad podría brindar el sustento que necesita para la
proliferación del comercio en la zona, lo que podría ser fuente de empleos y de
mejoramiento del entorno.
44
“…y como le digo, estamos muy abandonados, porque le digo yo que si hubiera más
preocupación más vigilancia, habría delincuencia peor estaría más controlada” (Sra.
Iris, Dueña de casa).
Relaciones comerciales
De los acápites anteriores se ha podido entender como para las mujeres de la villa
Quitalmahue, la zona donde están insertos sus hogares, se ha transformado en un
obstáculo para el efectivo desarrollo de sus relaciones sociales, que van desde familiares
hasta institucionales. En este aspecto, una de las consecuencias principales que genera la
falta de seguridad en la zona, es el desarrollo del comercio formal.
Es esperable que los agentes comerciales no tengan incentivos para instalar tiendas o
áreas de comercio en la zona. La reputación del barrio no da suficiente seguridad al
sector comercial para desarrollar normalmente su actividad. Esta realidad viene a
profundizar más la situación de aislamiento de la villa, ya que todo tipo de comercio
especializado (cadenas de retail por ejemplo) se instala fuera del sector, imponiendo de
alguna u otra forma, tener que ir al centro urbano más cercano para realizar compras
más específicas. Esto último genera complicaciones para las habitantes de la villa
Quitalmahue, quienes muchas veces se han sentido discriminadas por las grandes
tiendas al momento de pedir el envió a domicilio de un producto comprado (lavadora,
refrigerador, etc.)
“… fuimos al Sodimac, y no nos querían traer unas cosas porque vivimos al frente de
la Marta Brunet, y como conocen esa población. Nos dijeron que no entraban para allá
Les da miedo entrar los autos para acá.” (Sra. María2, conyugue con trabajo formal).
45
productos. Este fenómeno es percibido por las mujeres como una discriminación
directa, ya que se generaliza la estigmatización para todo el sector relacionado con
Bajos de Mena, incluyendo villas pequeñas como Quitalmahue. Las mujeres
entrevistadas sienten que independiente de las características positivas que contiene su
villa, el sector termina homogenizando negativamente la percepción general de los
sujetos e instituciones respecto a la zona.
Las habitantes de villa Quitalmahue han tenido que sufrir las consecuencias de vivir en
una zona con altos índices de segregación: delincuencia, inseguridad y drogadicción
entre otras. Esta situación sumada a las complicaciones que genera la ubicación
geográfica de la villa tiene sus efectos, por un lado se produce un constante deterioro
respecto a sus relaciones sociales: escasa frecuencia de visita con familiares o amigos;
dificultad para salir a visitar; poco tiempo para compartir con la familia (debido a la
lejanía del trabajo); en general, problemas que se originan debido a las distancias y la
reputación del sector que termina aislando a las mujeres de sus redes sociales.
Por otro lado, se encuentran las consecuencias en las relaciones con sectores como el de
salud, educación, transporte y también con el comercial. En todas ellas existe un
denominador común: la percepción negativa del barrio. Para las mujeres el tener que
lidiar diariamente con las características que presenta la zona que rodea a la villa
Quitalmahue, produce un desgaste psicológico que se manifiesta en el constante miedo
a sufrir algún robo; de estar desprotegidas y verse cada vez más encerradas dentro de
sus propios hogares, en resumen se produce un progresivo aislamiento del resto de la
sociedad.
46
Esta negativa percepción externa que se tiene del sector profundiza más la
estigmatización que se tiene de la zona. La discriminación que han sentido guarda
relación con el vivir cerca de las poblaciones con mala reputación en Puente Alto.
Independiente de las características positivas que presenta la villa Quitalmahue con
respecto a sus villas y poblaciones vecinas, esta no se puede librar de ser percibida
externamente como “peligrosa”. En ese sentido, siguiendo la conceptualización de
Goffman para estigma, las mujeres entrevistadas se encontrarían en el lugar de las
desacreditables, es decir, conllevan características distintivas que las diferencian y no
son aparentemente perceptibles por el resto. En el caso de las mujeres de Quitalmahue,
esta característica desacreditadora se trataría del contexto espacial donde se encuentran
sus hogares, el cual se ha transformado en fuente de discriminación y también en
obstáculo para una vida más integrada en la sociedad.
47
“…uno llegó con tantas ilusiones aquí, años esperando, años pagando arriendo
y postular y que le salga. Si parecíamos niños chicos cuando llegamos. Contentos
ilusionados, al principio salíamos a comprar y teníamos que ir en grupo, nos cambió
todo, porque los disparos, las peleas, y al principio nosotros veíamos cosas que yo no
había visto nunca…” (Sra. Verónica, Dueña de casa).
La reciente cita representa con mucha fidelidad, la experiencia vivida por las mujeres
que postularon y obtuvieron su vivienda propia en la villa Quitalmahue. El contexto al
que se tuvieron que adaptar ha tenido consecuencias en todos los ámbitos de la vida de
las habitantes: familiar, laboral, transporte, etc. La manifestación más notoria de esto es
el paulatino proceso de encierro que están viviendo las mujeres al decidir permanecer
gran parte de su tiempo dentro de hogar, antes que en otro lugar.
Para la mayoría, el cambio a la villa Quitalmahue significo un giro radical en las
relaciones sociales y el estilo de vida que llevaban hasta ese entonces. Con el pasar de
los años, las decisiones cotidianas se fueron restringiendo a las limitaciones impuestas
por el sector, las mujeres no solo tenían que cargar con los asuntos familiares, si no que
también, con los problemas que genera la reputación del barrio y su ubicación con
respecto a las demás comunas.
El mayor impacto se ha sentido en la toma de decisiones de la vida cotidiana, dichas
opciones han privilegiado la cercanía y una vida más centrada en el interior de la villa y
el hogar. Las consecuencias de esto son la paulatina pérdida del uso del espacio urbano
en la zona, por miedo a ser asaltados, y porque simplemente no hay mayores servicios y
actividades para poder desarrollar.
Presas en su entorno
La percepción que se tienen las mujeres sobre la villa Quitalmahue, dista mucho de la
negativa visión que tienen del sector que las rodea. Para ellas, una de las claves de la
buena imagen que tienen de la villa, se debe al hecho de ser relativamente pequeña (174
viviendas) y encontrarse semicerrada con respecto a su entorno. Esto ha permitido en el
transcurso de los años mantener un cierto control sobre las prácticas disfuncionales
(delincuencia, drogradicción, violencia, etc.) dentro de los espacios de la villa.
48
Para la villa Quitalmahue, el ser pequeña permite a los habitantes tener un mejor
conocimiento de las personas que viven en ella, lo que ayuda a evitar la ocupación de
espacios de la villa por individuos provenientes de otras poblaciones. El que sea
semicerrada profundiza la distinción respecto a su entorno, logrando tener una mejor
organización entre los habitantes, impidiendo que su propio espacio se vuelva un lugar
apropiado para la delincuencia y drogadicción.
Desafortunadamente, al tratarse de un sector altamente segregado, los efectos que
genera la zona van más allá del aislamiento como villa, si no que también conllevan al
encerramiento de sus habitantes dentro en sus propios hogares. En ese sentido, el sector
no genera ninguna motivación para que salgan de sus casas y se relacionen con más
gente.
En ese aspecto, una de las consecuencias del proceso de encierro que viven las mujeres
de la villa Quitalmahue, es el deterioro de las relaciones sociales con vecinos de la villa
(también con personas de otras villas o poblaciones cercanas). Al permanecer gran parte
del día encerradas, la comunicación con los demás vecinos se va deteriorando, esto
impacta en el desarrollo de confianza y capital social entre los vecinos. En ese sentido,
es difícil poder compartir, recoger información o ayudarse mutuamente si se pasa
constantemente enclaustrada en sus hogares. Los efectos de ello no solo impactan en el
debilitamiento de las redes vecinales, si no que también en las oportunidades empleo
que se pueden generar a través de la información que emana de las relaciones sociales
tanto con vecinos como con familiares.
49
verdes, el incentivo para salir de sus hogares es muy bajo, tampoco prefieren ir muy
lejos, porque implicaría dificultades de tiempo y distancia.
Las mujeres que cuentan con un trabajo formal ven esta situación desde una perspectiva
más externa, por el hecho de pasar gran parte del día fuera de la zona realizando sus
actividades laborales. Para este grupo, la sensación de encierro se presenta
principalmente durante los fines de semana y en la temporada de vacaciones. Los
servicios que ofrece el sector son limitados, cualquier tipo de salida se ve constreñida
por el asunto de la locomoción y la dificultad para aprovechar los horarios nocturnos.
El hecho de no poder salir o volver de noche, incrementa la percepción de encierro de
las mujeres de la villa, quienes no tienen más opción que permanecer dentro de sus
enrejados departamentos por miedo que les pueda suceder algo en el transcurso de la
noche.
“O sea, la gente no sale de su departamento, no vive como generalmente, como que nos
estamos encerrando en nuestras mismas casas, es decir, somos presos de nuestras
propias casas, estamos detenidos como en la cárcel…” (Sra. Margarita, Jefa de
hogar).
Las mujeres que tienen que lidiar con alguna enfermedad durante la noche, optan por
permanecer en sus casas, por el miedo de sufrir algún tipo de vejamen en el trayecto al
centro médico (que queda relativamente cerca de la villa). Para el caso del Hospital, en
la noche simplemente no hay locomoción para llegar hasta allá, por lo que también
deben esperar hasta que amanezca y poder movilizarse con mayor tranquilidad.
50
“Aquí no hay ningún lugar donde ir, por ejemplo ir a un lugar a aprender a tejer o
costuras, pero nada, no hay nada alrededor. En la noche menos.” (Sra. María,
Conyugue con trabajo esporádico).
Las mujeres sienten que no tienen nada alrededor, solo ven “departamentos y
peladeros”, incluso el área de campo donde podía dispersarse y compartir con la familia,
lo están utilizando para la construcción de más conjuntos habitacionales a un lado de la
villa Quitalmahue.
Todo este fenómeno ha ido generando una segregación interna de la villa con respecto
al contexto espacial que las rodea. Esta segregación se manifiesta en el paulatino
encierro que están viviendo las personas, no solo a nivel familiar, si no que también
vecinal. Esta situación profundiza la sensación de aislamiento que tienen las mujeres de
la villa, quienes ven como una solución factible, el vender su departamento e irse a otro
sector, menos lejano, con más oportunidades que aprovechar.
51
VII.- Conclusiones
A través del proceso de entrevistas se pudo recopilar la información necesaria para dar
cuenta de la percepción de aislamiento y lejanía de las mujeres de la villa Quitalmahue.
Las mujeres se sienten efectivamente aisladas del resto de las comunas de la ciudad.
Esta percepción de aislamiento esta expresada por un lado, por la falta de servicios y
accesos a oportunidades que presenta el sector y, por otro lado, se encuentra las
dificultades de locomoción y trasporte que dificultan tanto la salida como el acceso a la
villa.
Estos dos factores desencadenan una serie de consecuencias que las mujeres no tenían
previsto al momento de comenzar a habitar en la villa. Uno de los efectos es la
percepción de lejanía que sienten con respecto a las otras comunas de Santiago. Esto es
entendible ya que al escasear servicios y oportunidades dentro del sector, las mujeres se
ven en la necesidad de salir de la zona para aprovechar las ofertas que el sector carece.
El tener que salir de la zona, ya sea para recrearse, trabajar, comprar, etc. y las
dificultades que tienen para transportarse (escasez de locomoción, lejanía de los
paraderos y la espera) hacen de la necesidad de viajar un asunto de complicación, tedio
y lejanía. Es por ello que las mujeres comienzan a preferir quedarse en sus hogares antes
que tener que movilizarse fuera de la zona. En ese sentido, el otro efecto es la pérdida
de contacto con familiares y amigos que no viven en la zona, estos –al igual que las
mujeres de Quitalmahue- perciben que la villa queda demasiado alejada, lo que sumado
a las dificultades de acceso y reputación del barrio, restringe las posibilidades de
comunicación e interacción con los habitantes del sector segregado.
52
Para las mujeres, el hecho de vivir en un lugar altamente segregado, incrementa la
percepción de aislamiento que ya sentían por producto de la lejanía. En ese aspecto, la
segregación de la zona esta manifestada por sus altos índices de delincuencia y deterioro
de las relaciones institucionales dentro de la zona. Esta situación genera un proceso de
estigmatización de Bajos de Mena que comienza a ser percibida como un “sector
peligroso” por parte de las comunas aledañas. Esto desencadena un doble proceso de
aislamiento, por una parte, un aislamiento del barrio con respecto a diversos servicios
(comercial, transporte, etc.) que prefieren no operar en la zona por la escasa seguridad
que esta genera, y por otra parte, un aislamiento de los habitantes de la villa con
respecto a su propio entorno, el cual limita la ocupación nocturna de espacios y no
ofrece servicios ni motivaciones para que las mujeres salgan del encierro de sus
hogares. De forma concisa, se podría decir que el barrio no solo aísla del exterior a las
habitantes de la villa, si no que también las aísla interiormente.
Gran parte de las mujeres de la villa Quitalmahue ven con poco optimismo un cambio a
corto plazo en las condiciones que presenta la zona – al contrario- sienten que la
situación solo empeora con la sistemática construcción de más conjuntos habitacionales
cerca de la villa. Para ellas, la única solución factible es vender su departamento e irse a
un lugar que le permita integrarse mejor y donde no tenga la sensación de estar “lejos de
todo” y aisladas del resto de la sociedad. Desafortunadamente, no cuentan con los
recursos como para arrendar en otro lado y mucho menos comprar. Las posibilidades de
vender o arrendar su hogar, son escasas ya que no sería la única vivienda en espera de
un comprador (ya existen varias abandonadas). Dado esto, es que las esperanzas en salir
algún día del barrio se vuelven cada vez más remotas.
La percepción que tienen las mujeres sobre la villa Quitalmahue es de muy alta estima,
esta visión se debe a la preocupación que tienen los vecinos de mantener la villa alejada
y protegida de las prácticas disfuncionales (drogadicción, delincuencia, etc.) que se
propagan por el sector. Para ellas, el éxito de esta situación es debido al tamaño de la
villa y su estructura que le permite estar relativamente cerrada al entorno. Esto último es
muy relevante ya que demuestra que hay maneras de contrarrestar y autorregular los
efectos negativos que genera un barrio altamente segregado. Un paso sería privilegiar la
53
construcción de villas más pequeñas en el sector, al ser más reducida hay más
posibilidad de que todos se conozcan, lo que podría resultar en mayor cooperación y
organización en el control y mantenimiento de la villa.
Existe un factor muy importante que no es bien evaluado por las mujeres entrevistadas y
que incide en gran parte en la actual segregación del sector de Bajos de Mena: el
servicio policial que opera en la zona. Las mujeres de la villa Quitalmahue, no confían
en la seguridad que pueda brindar la fuerza policial, es por eso que toman medidas de
resguardo cuenta propia como: evitar dejar la casa sola en el día; no salir de noche;
enrejar las puertas, etc. Lo que inevitablemente viene a ahondar más en el proceso de
encierro que del cual forman parte.
Si se fomentara más la inversión en seguridad y control de la delincuencia en la zona, se
podrían comenzar a ocupar más los espacios sin el temor de ser asaltados o victimas de
algún vejamen. Al existir más seguridad en la zona, se darían mejores condiciones para
que el sistema de transporte penetre más en el sector (más recorridos, horarios
nocturnos, taxis) lo que ayudaría a contrarrestar un poco la sensación de lejanía que
afecta a las habitantes. Que exista una entidad que realmente garantice un mayor control
de la delincuencia y robos, podría ser el pie para la expansión del sector comercial en la
zona, lo que incidiría en la generación de fuentes de empleo y mayores servicios que
brindarles a los habitantes de Bajos de Mena. Es por ello la importancia de este factor,
ya que podría atenuar el proceso de estigmatización de la zona y con ello la percepción
de aislamiento que resulta de este fenómeno.
Es así como se entiende que la percepción de la segregación residencial por parte de las
mujeres de la villa Quitalmahue, esta expresada por la sensación de encontrarse aisladas
del resto y tiene su manifestación en el proceso de “enclaustramiento hogareño”. Es de
esperar que la política habitacional del Estado comience a privilegiar otros factores en la
construcción de viviendas sociales, de modo que no se siga reproduciendo y
perpetuando más los efectos de la segregación residencial.
54
VIII.- Referencias Bibliografícas
Bourdieu, P., (1998). La distinción. Criterio y bases sociales del gusto, Madrid: Grupo
Santillana Editores S.A.
Brain, I; Sabatini, F. 2006. Los precios del suelo en alza carcomen el subsidio
habitacional, contribuyendo al deterioro en la calidad y localización de la vivienda
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http://www.prourbana.cl/publicaciones_detalle.php?idPublica=81
Díaz Muñoz, M. A. (1995) “El espacio-tiempo cotidiano”, en: Ciudad y mujer. Nuevas
visiones del espacio público y privado. Madrid, Seminario Permanente Ciudad y Mujer,
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Colegio Oficial de Arquitectos de
Castilla-La Mancha.
55
Goffman, Erving (2003), “Estigma. La identidad deteriorada”. Madrid;
Amorrortu/editores.
56
Sabatini, F, Cáceres, G y Cerda, J. (2001). “Segregación residencial en las principales
ciudades chilenas: tendencias de las tres últimas décadas y posibles cursos de acción”.
EURE Revista Latinoamericana de Estudios Urbano Regionales, 27, 82.
57
CARTA GANTT
MESES
ACTIVIDADES AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 4 5 1 2 3 4 1 2 3 4
Informe de Diseño
Planteamiento del problema XX
Relevancia X
Objetivos generales y XX X
específicos
Marco conceptual XX X X
Metodología XX X X
Recolección Información
(Terreno)
Contacto para Entrevistas X X X X
Entrevistas X X X X
Ajustes metodológicos X X X X X X
Descripción actividades
X
realizadas
Procesamiento de
Información
Trascripción Entrevistas X X X X
Análisis de las entrevistas
X X X
Confección Informe Final
Redacción Informe X X X
Presentación del Informe
X
Final
58