LAS 5 VÍAS PARA LA DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS (SANTO

TOMÁS DE AQUINO)
Tomás de Aquino era una persona religiosa y además teólogo. Por ello, Dios
siempre estaba presente en su propio pensamiento, y siempre se cuestionaba
acerca de la demostración de su existencia. Además, pensaba que Dios era el
último fin de todas las personas. Para confirmar la existencia de Dios, Santo Tomás
se ayudó de cinco vías o demostraciones:
1ª Vía. Esta se centra en el concepto de “movimiento”, que quiere decir que todas
las cosas cambian constantemente, impulsadas por un supuesto “motor” que hace
que esos cambios se produzcan. Pensándolo así, tendría que haber otro motor que
moviese al primero, y a su vez otro que moviese al que produce el movimiento del
primero. Pero esto solo lleva a considerar una cadena infinita, y no tendría mucho
sentido. Santo Tomás afirma que debe existir un primer ente que tenga movimiento
propio y que sea el origen de todos los movimientos. Se trata pues, de Dios.
2ª Vía. La segunda vía va introducida por el término “causa”. Es sencillo, Santo
Tomás explica que todo efecto viene por una causa anterior. Si no fuera así, ese
mismo efecto sería causa de sí mismo, y estaríamos diciendo que algo está siendo
antes de serlo, cosa que no tiene sentido, pues ante todo efecto hay una causa que
lo produce, que es diferente al propio efecto. Por lo tanto, el mismo efecto no puede
ser causa de sí mismo. La conclusión a la que Santo Tomás llega es que la causa
de todo es Dios.
3ª Vía. La tercera vía es la prueba por contingencia. Todo aquello que es
contingente es algo que puede no ser o pudo no haber existido. Luego, lo contrario
a contingente es “necesario”, algo que siempre ha existido y que nunca podrá dejar
de existir. Si trabajamos con la hipótesis de que todo el universo es contingente, eso
quiere decir que hubo un momento de total inexistencia, de vacío absoluto. Esto es
totalmente imposible, porque si no hubiera habido nada anteriormente, no podría
haberse creado todo lo que ahora está presente, ya que necesita una causa
anterior. Por esto, se asume la existencia de un ser necesario, que siempre ha
existido y que nunca dejará de existir: Dios.
4ª Vía. Esta vía demuestra la existencia de Dios a través de los grados de
perfección. Todo ser o cosa posee unas características, en mayor o menor grado,
que les han sido “prestadas” por un ente supremo y totalmente prefecto que posee
esas características propiamente, y que las comparte a todo lo que crea. Ese ser es
Dios.
5ª Vía. Orden o gobierno del mundo. Esta vía explica que todas las cosas naturales
que carecen de conciencia (por ejemplo, una planta), no realizan determinadas
acciones para llegar a un fin porque lo hagan de manera aleatoria. Estos seres
naturales realizan dichas acciones porque un ser inteligente (Dios) lleva a todas las
cosas a su correspondiente fin.