Tipos de cristalización

Cristalización por disolución

Para realizar una cristalización por disolución se prepara una

disolución sobre saturada del compuesto a purificar. Basándose

en el hecho de que los sólidos son más solubles en caliente que

en frio, se va añadiendo el soluto al disolvente en caliente, hasta

que dicha disolución alcance la saturación.

Ilustración 1. Ejemplo de
cristalización por el método de
disolución

Cristalización por enfriamiento

La rapidez de proceso de filtrado en caliente resulta

vital, dado que el producto comienza a cristalizar

tan pronto como se inicia el proceso de

enfriamiento. Incluso resulta indispensable realizar

la filtración con un filtro y embudo previamente

Ilustración 2. Ejemplo de cristalización por el
método de enfriamiento
calentados, o de lo contrario cristaliza en el propio

filtro.
Cristalización por efecto del disolvente

En este caso se procede a inducir la cristalización

rápida de una sustancia soluble en el disolvente

utilizado (por ejemplo: agua), variando la polaridad del

disolvente.

Ilustración 3. Ejemplo de cristalización por

efecto del disolvente

Cristalización por difusión líquido-líquido

Este caso es realmente una variante “ralentizada” de la

cristalización por efecto del disolvente. Dicha ralentización

tiene como consecuencia la formación de un menor número

de cristales que por el contrario adquieren un mayor tamaño.

Ilustración 4. Ejemplo de
cristalización por difusión líquido-
líquido
Cristalización por difusión líquido-vapor

En este caso ambas disoluciones se encuentran

físicamente separadas. Para ello se utiliza un

sistema formado por dos tubos, uno pequeño

introducido dentro de otro mayor.

Ilustración 5. Ejemplo de cómo funciona la

cristalización por difusión liquido-vapor
Ejemplos

La cristalización es un proceso utilizado con frecuencia en la industria, y se pueden citar

varios ejemplos:

– En la extracción de la sal del agua marina.

– En la producción de azúcar.

– En la formación del sulfato de sodio (Na2SO4).

– En la industria farmacéutica.

– En la elaboración de chocolate, helado, mantequilla y margarina, además de muchos otros

alimentos.