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Asambleas de Dios. Todas las iglesias de las Asambleas de Dios se adhieren a estas
doctrinas que son principios no negociables de la fe. Cuatro de ellas, la salvación, el
bautismo en el Espíritu Santo, la sanidad divina y la segunda venida de Cristo se
consideran doctrinas cardinales que son esenciales para la misión central de la
iglesia de alcanzar al mundo para Cristo.
Definición de vocablos
Los vocablos “trinidad” y “personas” según se relacionan con la Deidad, aunque no se
encuentran en la Biblia, son vocablos que están en armonía con ella, por lo tanto
podemos comunicar a los demás nuestro entendimiento inmediato de la doctrina de
Cristo respecto al Ser de Dios, según se distingue de "muchos dioses y muchos
señores". Por tanto podemos hablar debidamente del Señor nuestro Dios, que es un
solo Señor, como una Trinidad o como un Ser de tres personas, sin apartarnos por ello
de las enseñanzas bíblicas.
Juan 14:16-17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
16
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros
para siempre:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros.
c. Unidad del Único Ser del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Por lo tanto, de la misma manera, hay eso en el Padre que lo constituye Padre y no
Hijo; hay eso en el Hijo que lo constituye Hijo y no Padre; y hay eso en el Espíritu
Santo que lo constituye Espíritu Santo y no Padre ni Hijo. Por lo que el Padre es el
Engendrador; el Hijo es el Engendrado; y el Espíritu Santo es el que procede del Padre
y del Hijo. Así que, por cuanto estas tres personas de la Deidad están en un estado de
unidad, existe un solo Señor Dios Todopoderoso y tiene un solo nombre.
El hombre fue creado bueno y justo; porque Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza". Sin embargo, el ser humano por su propia
voluntad cayó en transgresión, incurriendo así no sólo la muerte física sino también la
espiritual, que es la separación de Dios.
Romanos 5:12-19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado
la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron
Evidencias de la salvación.
La evidencia externa ante todos los hombres es una vida de justicia y verdadera
santidad.
Tito 2:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
Efesios 4:24 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
24
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad.
EL BAUTISMO EN AGUA
Las Escrituras establecen la ordenanza del bautismo en agua por inmersión. Todos los
que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor deben ser bautizados. De
esta manera declaran ante el mundo que han muerto con Cristo y que han sido
resucitados con El para andar en nueva vida.
Mateo 28:19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
19
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
LA SANTA COMUNIÓN.
La Cena del Señor, que consiste en la participación de las especies eucarísticas–el pan
y el fruto de la vid–es el símbolo que expresa nuestra participación de la naturaleza
divina de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4 [RVR1960/NVI]); un recordatorio de
sus sufrimientos y su muerte (1 Corintios 11:26 [RVR1960/NVI]); y una profecía de su
segunda venida (1 Corintios 11:26 [RVR1960/NVI]); y un mandato para todos los
creyentes "¡hasta que él venga!"
1 Corintios 11:26 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
26
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la
muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
9. LA SANTIFICACIÓN
Viviendo en el Espíritu
8 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
2
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.
20 Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una
gran cadena en la mano. 2 Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es
el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. 3 Lo arrojó al abismo, lo
encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que
se cumplieran los mil años. Después habrá de ser soltado por algún tiempo.
4
Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para
juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del
testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni
a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano.
Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años. 5 Esta es la primera
resurrección; los demás muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron
los mil años. 6 Dichosos y santos los que tienen parte en la primera
resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán
sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
"Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los
cuales mora la justicia".