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EDUCACIÓN
INFANTIL
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La Educación Musical en Educación Infantil.
El descubrimiento del sonido y del silencio.
Características y criterios de selección de las
actividades musicales.
Los recursos didácticos.
El folclore popular.
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CONTENIDOS
5 El folclore popular
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INTRODUCCIÓN
La música es un lenguaje que define la cultura de un pueblo (sus sentimientos, costumbres) recogi-
da a lo largo de la historia en sus canciones y bailes.
Los niños sienten desde muy pequeños una atracción especial por la música, cantan y bailan de
forma espontánea, interpretan canciones de forma lúdica y con ello disfrutan y trabajan:
El lenguaje, gracias a las canciones, para aprender las letras y vocabulario nuevo...
Hábitos, identificación de situaciones…, gracias a las canciones y cuentos musicales.
Matemáticas, con canciones y juegos musicales donde se trabajan secuencias, números…
Informática, con sencillos juegos informáticos musicales.
Plástica, ilustrando el texto o los personajes representativos de una canción.
Psicomotricidad, con las danzas y juegos musicales.
Historia, con canciones que narran hechos históricos...
De esta forma, la música fomenta el desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños. La mú-
sica desarrolla en ellos las destrezas, capacidades y la relación necesaria con el medio, contribuyendo
a la evolución del pensamiento y favoreciendo el desarrollo social del niño.
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), modificada por la Ley Orgánica
8/2013, de 9 de diciemnbre, para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), incluye dentro del
área de Lenguajes: comunicación y representación, el lenguaje artístico integrado por el musical y el
plástico.
Es necesario que el maestro de Educación Infantil conozca el lenguaje musical, consiguiendo así
tener acceso a toda la información musical que le facilitará llevar a cabo su tarea de educador infantil.
En este tema comenzaremos hablando de la Educación Musical en Educación Infantil y comenta-
remos la inclusión de la música como un contenido del área curricular «Lenguajes: comunicación y
representación». Seguidamente hablaremos del sonido y del silencio, de las características y criterios
de selección de las distintas actividades musicales y de los recursos didácticos para la enseñanza-
aprendizaje de la música. Finalizaremos el tema destacando la importancia del folclore en la forma-
ción infantil y la necesidad casi obligada de conocer y guardar nuestras tradiciones.
6 TEMARIO
En el Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mí-
nimas del segundo ciclo de Educación Infantil, cuando se refiere al área de Lenguajes: comunica-
ción y representación, dice: «Esta área de conocimiento y experiencia pretende también mejorar las
relaciones entre el niño y el medio. Las distintas formas de comunicación y representación verbal
sirven de nexo entre el mundo exterior e interior al ser instrumentos simbólicos que hacen posible
la representación de la realidad, la expresión de pensamientos, sentimientos, vivencias, la regulación
de la propia conducta y las interacciones con los demás».
El uso de los distintos lenguajes (verbal, artístico, corporal…) facilitará la utilización de cada uno de
ellos en la expresión de las intenciones comunicativas, acercándose a un uso cada vez más propio y
creativo de dichos lenguajes.
En relación con el ámbito de experiencias de comunicación y representación, la intervención educa-
tiva tendrá como objetivo desarrollar unos procesos de enseñanza-aprendizaje en los que la música
tiene mucho que aportar y capacitarán al niño para:
1. Utilizar la lengua como instrumento de comunicación, de representación, aprendizaje y disfrute,
de expresión de ideas y sentimientos, y valorar la lengua oral como un medio de relación con los
demás y de regulación de la convivencia. En este terreno, las canciones y cuentos musicales son
una fuente inagotable de ideas.
2. Expresar emociones, sentimientos, deseos e ideas mediante la lengua oral y a través de otros
lenguajes, eligiendo el que mejor se ajuste a la intención y a la situación. Las canciones infantiles
y la escenificación de la música favorecen la expresión de sentimientos e ideas.
3. Comprender las intenciones y mensajes de otros niños y adultos, adoptando una actitud positiva
hacia la lengua, tanto propia como extranjera. Las canciones y danzas del mundo son un vínculo
de entendimiento y unión entre diferentes culturas.
4. Comprender, reproducir y recrear algunos textos literarios mostrando actitudes de valoración,
disfrute e interés hacia ellos. El apoyo del lenguaje musical ilustrando textos literarios mediante
música e instrumentos potencia el disfrute, la participación y el interés de los niños por los textos.
5. Iniciarse en los usos sociales de la lectura y la escritura explorando su funcionamiento y valorán-
dolas como instrumento de comunicación, información y disfrute. Los cuentos musicales fortale-
cen el interés de los niños por la literatura.
6. Acercarse al conocimiento de obras artísticas expresadas en distintos lenguajes y realizar acti-
vidades de representación y expresión artística mediante el empleo de diversas técnicas. Para
ello, la música cuenta con innumerables recursos como son las canciones, danzas, audiciones,
cuentos musicales, etc.
7. Iniciarse en el uso oral de una lengua extranjera para comunicarse en actividades dentro del
aula, y mostrar interés y disfrute al participar en estos intercambios comunicativos. Las canciones
infantiles en idioma extranjero favorecen el aprendizaje y uso de otras lenguas.
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2.1 Sonido
Según la Real Academia Española de la Lengua, el sonido es la sensación producida en el órgano del
oído por el movimiento vibratorio de los cuerpos, transmitido por un medio elástico como el aire. Y
ruido es un sonido inarticulado, por lo general desagradable.
El niño descubre que su mundo está rodeado de estímulos sonoros, e incluso que esos estímulos
sonoros son diferentes según el entorno: el aula, el patio, su casa, el parque…También descubre
cómo él mismo puede formar parte de ese entorno sonoro, pues recibe, pero también emite soni-
dos; poco a poco aprende las posibilidades expresivas de su cuerpo, su voz, los objetos sonoros y
los instrumentos.
Se expondrán a partir de ahora diferentes actividades como ejemplos de trabajo con los niños,
pero se debe tener en cuenta la gran variedad de programas y páginas web interesantes con las
que podemos trabajar, sobre todo, el sonido y sus cualidades.
Durante unos minutos, los niños con los ojos cerrados escucharán los sonidos que los rodean...
Comentarán con su maestro y compañeros los sonidos que han escuchado...
¿Cuál es el sonido más bonito? ¿Y el más feo? ¿El más fuerte? ¿El más suave?...
Repetir la actividad en el patio, el parque, etc.
Primero el maestro y después los alumnos realizarán o grabarán de su entorno sonidos produci-
dos con distintos objetos. Los alumnos los reconocerán por su sonido: llamar a la puerta, toser,
abrir un grifo, palmear, etc.
El maestro cantará una canción desde diferentes zonas del aula y los alumnos, con los ojos cerra-
dos, señalarán el lugar de donde proviene el sonido.
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Juego 4: Mi hombro
Todos los participantes caminarán por el aula al ritmo de la música. Mientras suene la música
deben intentar que nadie les toque el hombro, pero ellos deben tocar el hombro a todos los
compañeros que puedan. Se para la música. ¿Cuántos hombros han tocado?, se dará puntos y
será ganador el que más puntos tenga.
Juego 5: El espejo
Se pone una música tranquila. Los niños se colocarán en parejas de frente. Debemos imitar los
movimientos de nuestra pareja. Trabajar por partes: pies, manos, cara…Todo el cuerpo.
La altura o tono depende de la frecuencia, es decir, del número de vibraciones por segundo. Tam-
bién depende de la longitud de onda, que es tanto menor cuanto más rápida es la vibración. Cuanto
más alta sea la frecuencia, más aguda será la nota musical; cuanto más baja sea la frecuencia, más
grave será la nota musical.
El niño diferencia fácilmente un sonido muy agudo de uno muy grave. Los juegos con sonidos gra-
ves y agudos se realizarán inicialmente de forma muy contrastada y luego cada vez más cercanos
entre sí.
Algunas actividades que podemos realizar:
El maestro tocará o cantará una misma canción en diferentes alturas: agudo, grave, agudo, agu-
do, grave, etc. Los niños levantarán las manos moviéndose al ritmo de la música cuando el sonido
sea agudo y las agacharán cuando suene grave.
Juego 2: La familia
Los niños recitarán una misma frase de tres formas distintas: como lo diría papá (grave), como lo
diría mamá (medio) y como lo haría un niño muy pequeñito (agudo). El maestro puede dibujar
en la pizarra tres líneas horizontales paralelas y señalando.
La clase leerá colectivamente.
Juegan dos niños. El juego se hace subiendo tres peldaños de una escalera y saltándolos a la vez.
La primera vez que se canta «un, dos, tres» sube el primer niño. Al llegar arriba da tres palmadas.
Repite «un, dos, tres» y sube otro niño. Al decir «los salto a la vez» saltan los dos juntos (Font
Fuster, 1979).
Los niños se elevan o descienden de acuerdo con las escalas ascendentes y descendentes que
realiza el maestro en un instrumento de placa, flauta o cantando. Deben prestar atención para
reconocer los sonidos repetidos (el ascensor está estropeado y no funciona) (Hemsy de Gainza,
1964).
La intensidad con que un sonido llega a nuestro oído depende de la amplitud de las vibraciones y
esta amplitud depende, a su vez, de la mayor o menor fuerza con que se ha producido. Un sonido
fuerte produce una amplitud de onda sonora más amplia. Un sonido débil produce una onda sono-
ra reducida. La intensidad puede ser fuerte o débil, permitiendo una gradación de intensidades que
puede ir desde un sonido prácticamente imperceptible hasta el fortísimo.
Algunas actividades que podemos realizar:
Se esconderá un objeto por el aula. Un niño con los ojos tapados debe encontrarlo. Cuando se
acerque al objeto, sus compañeros chillarán: «caliente». Cuando se aleje dirán: «frío» bajito.
Juego 2: La lluvia
Los niños trabajarán la intensidad palmeando muy suave, luego muy fuerte y, por fin, pasando
de suave a fuerte gradualmente.
Juego 3: La boca.
a a a a a a a
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Juego 4: Viaja
El maestro realizará la función de director y después los alumnos. Levantará sus brazos y los niños
dirán «aaaaaaa…» Si el maestro levanta los brazos arriba del todo, los niños lo harán lo más fuerte
posible y viceversa. Se jugará con toda la gama de situaciones intermedias, haciendo olas, etc.
XX Timbre
Se llama timbre o color a la calidad del sonido. Es la cualidad que hace diferenciar cada una de las
voces y cada uno de los instrumentos.
Cada cuerpo sonoro vibra de una forma distinta, esto viene determinado por el número y la inten-
sidad de los armónicos que acompañan al sonido fundamental. Estas diferencias se dan, no sola-
mente por la naturaleza del cuerpo sonoro (madera, metal, etc.), sino también por la manera de
manipularlos (golpeando, frotando, etc.). Un mismo sonido sonará distinto si lo toca una flauta o un
violín, pero además, en un mismo instrumento, pueden darse diferencias de sonido según como se
produzcan las vibraciones. Por ejemplo, en un violín, las cuerdas pueden ser frotadas o pulsadas; en
un triángulo podemos dejar que el sonido vibre o, por el contrario, cogemos uno de sus lados con
los dedos.
Algunas actividades que podemos realizar:
Todos los niños sentados y en silencio, cerrarán los ojos. El maestro pondrá su mano en la cabeza
de un niño como señal para que diga una frase. Sus compañeros deben adivinar de qué compa-
ñero se trata.
Juego 2: Adivina
Un niño imita cualquier sonido y los demás deben adivinar qué sonido es.
Detrás de una cortina el maestro hará sonar distintos instrumentos. Los alumnos los reconocerán
por el timbre.
Formando dos o más trenes con grupos de niños, un tren se mueve al sonar el pandero, otro fun-
ciona al sonar el triángulo, etc. En principio se hará sonar solo un instrumento y posteriormente
varios o ninguno. El maestro puede buscar ayudantes para hacer sonar los instrumentos.
Juego 5: Tu pareja
Se dispondrá de dos parejas de instrumentos y dos parejas de niños. Cada pareja de niños toma
instrumentos idénticos. El maestro dispersará a los cuatro niños por el aula (los alumnos tendrán
los ojos cerrados). Cada niño, haciendo sonar su instrumento, ha de encontrar a su pareja. Una
vez que se encuentren, han de cogerse de la mano y dejar de tocar. Se puede realizar también
con sonidos onomatopéyicos de animales, medios de trasporte, etc.
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El maestro repartirá instrumentos entre la mitad de los jugadores. Los demás niños actuarán
como marionetas. Se establecerá de forma clara cuatro señales a las que las marionetas deberán
reaccionar. El sonido de cada instrumento se corresponderá con un movimiento concreto de las
marionetas. Así, por ejemplo:
Bongós: andar hacia delante hasta la siguiente señal.
Pandereta: andar hacia atrás hasta la siguiente señal.
Xilófono: mover los brazos arriba y abajo.
Platillos: girar.
(Storms, 2004)
Nombrarán animales que produzcan sonidos largos y cortos: el grillo, la vaca, el pájaro, etc.
El maestro se situará mirando a la pared dando la espalda a los niños. Éstos se colocarán en el
lado opuesto de la clase de cara al maestro. Durante el tiempo que el maestro diga: «Un, dos,
tres sin mover los pies», los niños correrán hacia él. Cuando el maestro termine la frase y vuelva
rápidamente la vista hacia ellos, los niños se detendrán. Ganará el que primero llegue a la pared
donde se encuentra el maestro.
Cuando las campanas son grandes, su voz dura un pulso y suena: din.
El maestro señalará las campanas y los niños harán el correspondiente sonido realizando diferentes
ritmos.
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2.2 Silencio
Según la Real Academia Española de la Lengua el silencio es la falta de ruido. Referido a la música,
lo define como pausa musical. Dicho de otra manera, el silencio es el espacio entre un sonido que
termina y otro que comienza.
Desde muy pequeños es conveniente practicar con los niños el silencio, pues con ello desarrollare-
mos la capacidad de atención y agudeza auditiva.
Algunas actividades que podemos realizar:
Los niños se desplazarán por el aula siguiendo el compás de la música, cuando el maestro pare
la música, nos convertiremos en estatuas. Pierde el que se mueva.
Cantar canciones del tipo El elefante, Mi barba tiene tres pelos…, en las que se van sustituyendo
las palabras o frases por silencios.
El maestro realizará secuencias rítmicas en las que se utilizan silencios, los alumnos repetirán en
forma de eco.
Se pondrá música suave y se pedirá a los niños que den vueltas alrededor de la clase al ritmo de
la música. Cuando la música pare, el maestro dirá el nombre de una forma, por ejemplo un cír-
culo. Los niños tendrán que juntarse adoptando la forma lo más rápidamente posible. El maestro
introducirá más formas para continuar el juego, como un cuadrado, línea recta (Storms, 2004).
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Gran parte de las actividades de música propuestas atienden a estas características: son actividades
lúdicas, pues los niños disfrutan; son participativas, porque se realizan en parejas, grupo pequeño
o gran grupo; son globalizadoras, pues ponen en conexión los diferentes lenguajes expresivos y
comunicativos; atienden a la diversidad, etc. En resumen, las actividades de música cuentan con una
ventaja: son por sí mismas interesantes para los niños. Lo importante ahora es la labor del docente,
pues es él el encargado de atender a las características del grupo, dedicar el tiempo necesario a cada
actividad, secuenciar las actividades, globalizarlas con otras áreas de conocimiento, etc., contribu-
yendo así a la consecución de los objetivos propuestos.
Según lo dispuesto en el artículo 4 del Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que
se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil: «los métodos de
trabajo en ambos ciclos se basarán en las experiencias, las actividades y el juego y se aplicarán en un
ambiente de afecto y confianza, para potenciar su autoestima e integración social».
Consulta en el currículo de la comunidad autónoma donde te presentes las referencias sobre los
métodos de trabajo en Educación Infantil.
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4.2 La canción
Cuando un niño es consciente por primera vez de su propia voz, produce y experimenta con ella de
forma natural. También de forma inconsciente intenta acompañar una canción entrechocando sus
manos. Comenzaremos, por tanto, nuestras actividades musicales mediante este cercano recurso
didáctico.
4.2.1 Elección
Las canciones seleccionadas para la Educación Infantil deben ser acordes a las características psi-
coevolutivas de los niños, procurando:
Despertar su interés con temas vinculados a sus intereses.
Ser claras y con vocabulario ajustado a la edad.
Cortas y con ritmos sencillos.
Compases binario y ternario.
Melodía sencilla: tesitura apropiada, más o menos de do a do y que no contenga intervalos de-
masiado difíciles.
Forma musical: canon o lied (A-B-A).
XX Utilidad
Las canciones nos sirven para:
Descansar o relajar: con nanas, audiciones tranquilas...
Recibir a los alumnos: canciones de bienvenida.
Introducir un nuevo centro de interés: una palabra nueva, una letra, un concepto...
Fomentar la adquisición de hábitos: lavarse, ponerse los zapatos...
Pasar de una actividad a otra.
Etc.
Desarrollo de:
El lenguaje: comprensión del texto, adquisición de vocabulario, vocalización clara.
La psicomotricidad: adquisición de conceptos (arriba y abajo, delante y detrás…), orientación
y situación espacial al jugar o escenificar una canción, conocimiento del esquema corporal,
coordinación, etc.
La relación interpersonal e inserción social: acoplamiento al ritmo del grupo, obedecer las
órdenes del director, disfrutar con los compañeros.
La memoria: memorización de los textos y gestos de las canciones.
Etc.
XX Metodología
¿Cómo enseñar una canción? Algunas propuestas:
Unos autores proponen una secuencia estructurada, donde el maestro:
Recita el texto realizando las aclaraciones que crea oportunas.
Enseña la canción por frases en forma de eco.
Finalmente, se unen las frases para ejecutar la canción en su totalidad.
Otros afirman que, para las canciones más sencillas, basta con recitar texto y cantar un par de
veces la canción entera para que los niños puedan asimilarla.
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Resulta muy motivador enseñar las canciones a través de gestos, juegos o escenificación. Éstos
son algunos ejemplos:
Introducir gestos. Acompañar las canciones infantiles con gestos para favorecer el aprendizaje
de las mismas. Ejemplo: Canción popular San Serenín.
El maestro preguntará a los alumnos los oficios que conocen y, sustituyéndolos en el texto de la canción,
realizarán los gestos representativos del oficio.
Mediante el juego. Aprender sin darnos cuenta una canción, jugando, es muy sencillo. Ejem-
plo: Lobo, ¿dónde estás?
El maestro cantará la canción y todos saltarán en corro. Un niño (el lobo) permanecerá en el centro; cuando
la canción diga: ¿dónde estás?, el lobo simulará estar haciendo algo (imitando a un carpintero, a un chófer…)
y responderá: «estoy haciendo una mesa» «conduciendo un coche»… varias veces, hasta que responda: «Me
estoy afilando los dientes»… en ese momento todos saldrán corriendo y huirán. Cuando el lobo atrapa a
algún niño, el juego comienza de nuevo (Álamo, 1994).
El maestro cantará la canción mientras se salta en corro y de la mano. Cuando finaliza la canción, el maestro
señalará a un niño que imaginará que es un personaje o animal que viajará en el arca de Noé. El alumno re-
presentará dentro del círculo su personaje. Cuando finalice otra vez la canción, este alumno designará a otro
compañero y así sucesivamente, hasta que todos representen la escena del arca de Noé con sus animales.
Poco a poco y sin darse cuenta, los niños se sumarán cantando y acompañando a su maestro.
Resulta muy gratificante para los niños, tanto la realización de karaokes, como la grabación y poste-
rior reproducción y escucha de las canciones interpretadas por ellos en el aula.
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4.3 La danza
Cuando elabores este tema sería recomendable que en los ejemplos hagas referencia a las can-
ciones, danzas o instrumentos típicos de tu comunidad autónoma.
Desde muy pequeños los niños sienten la necesidad moverse al escuchar música. Basta con poner
una canción o realizar un ritmo y el movimiento se produce de forma espontánea. Se trata, por tanto,
de aprovechar estos movimientos, como correr o trotar, para hacer que se familiaricen con el espacio
y expresen con su cuerpo lo que la música les sugiere. No debemos trabajar con difíciles coreogra-
fías, sino con movimientos naturales que el niño realiza fácilmente en las danzas. Más adelante el
maestro debe montar sencillas coreografías adaptadas a las características del grupo.
A través del cuerpo como medio de expresión trabajamos:
La creatividad: búsqueda de nuevos pasos.
La expresión: gestos, sentimientos.
La memoria: aprender los pasos, recordar la música.
La atención: coordinación con los compañeros.
Nociones espaciales: delante-detrás, subir-bajar…
Esquema corporal: equilibrio, lateralidad, coordinación visual y motriz…
Nociones musicales: ritmo, pulso, acento, forma musical…
La relación interpersonal e inserción social: trabajo en grupo.
Etc.
XX Preparación
Gracias al movimiento, el niño experimenta con las posibilidades de las distintas partes de su cuerpo
al tiempo que explora y descubre el espacio. A medida que va madurando en este campo, la aten-
ción se centrará en el desarrollo de actividades de movimiento en las que se potenciará la relación
espacio/tiempo.
La ejecución completa de una danza puede resultar fácil o difícil dependiendo de la edad y la pre-
paración del niño.
Para niños de 2 años en adelante:
Bailar y saltar de la mano de sus compañeros y maestro.
Andar cuando suene la música dando palmadas con las manos.
Recurrir a movimientos inspirados en objetos o acciones para vivenciar distintos elementos rít-
micos: hacer el «péndulo» para cantar canciones que poseen compás binario; un «molinillo» o la
acción de «acunar un bebé», para las que poseen el compás ternario, etc.
Realizar diferentes movimientos o desplazamientos a partir de una música.
Situados en círculo, subirán los brazos y dirán «arriba» a la vez que suena el triángulo, igual hacia
abajo cuando suene el pandero.
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XX Melodías
A continuación se exponen diferentes ideas que pueden servir, tanto para realizar sencillas coreogra-
fías, como para la libre expresión corporal de los niños:
Danzas
Existen danzas del mundo muy conocidas como: El zapatero, El Carillón de Dunkerque, Siete pa-
sos…recogidas en una variada bibliografía. Algunas de estas danzas son realizadas por los niños
con sencillez, pues la propia música va acompañada del texto que guía los pasos y movimientos
que deben realizar.
Músicas infantiles
Valses
Estimulan al niño a realizar amplios movimientos y a moverse por el espacio. Ejemplo: La Bella
Durmiente, de Tchaikovsky.
El folclore español es rico y variado en bailes. Es evidente que un niño de Infantil no puede
realizar todos los pasos de una sardana o una sevillana, pero sí puede acercarse a este tipo de
música realizando sencillos pasos como la posición inicial, vuelta, delante, detrás, facilitando así
las coreografías de origen. Los bailes folclóricos ayudan a la identificación cultural con la región
donde se habita.
Puedes ampliar este apartado consultando el tema 23, que trata sobre la expresión corporal.
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Cin - colo bi- tos tie- nela lo- ba cin-cosees-con-dende trás delaes co-ba.
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Sonido indeterminado
Instrumentos que producen sonidos de altura indeterminada. Pueden ser de metal, membrana
y de madera.
De metal: sonaja, triángulo, crótalos, plato, platillos, campanillas, cascabeles.
De membrana: tambor, pandero, pandereta, bombo, bongós.
De madera: claves, caja china, carraca, maracas, castañuelas.
Sonaja Triángulo
Crótalos
Tambor
Claves
Caja china
Pandero
Maracas
Carraca
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Sonido determinado
Instrumentos que producen sonidos de altura determinada. Pueden ser de placas de madera y
metal.
Placas de madera: xilófonos.
Placas de metal: metalófonos y carillones.
Los instrumentos de percusión con sonido determinado son de más difícil manejo para los niños
de Infantil. Se recomienda utilizarlos, por ejemplo, para adornar cuentos musicales (mediante un
glissando en un carillón simulamos que viene un hada madrina) más que para la interpretación de
melodías.
Xilófono
bajo
Xilófono
Xilófono contralto
soprano
Placas de madera
Carrillo
Metalófono
bajo
Metalófono
soprano
Metalófono
contralto
Placas de metal
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Elección
Audiciones breves, pues el niño tiene todavía poca capacidad de atención.
Buenas interpretaciones.
Diferentes estilos: canción de cuna, marcha, danzas…
Variadas en instrumentación, comenzando por los más conocidos para ellos, como el piano,
la guitarra, la orquesta, etc.
Tener en cuenta sus gustos o preferencias.
Que sean sugerentes por su carácter descriptivo, expresivo…
Sugerencias
Edvard Grieg. Peer Grynt: La mañana.
Edvard Grieg. Peer Grynt: En la gruta del rey de la montaña.
Saint-Saëns. Carnaval de los animales: Introducción y marcha del león.
Saint-Saëns. Carnaval de los animales: El elefante.
Anderson, L.: La máquina de escribir.
Beethoven, L.V. Septimino, Op 20.: Minueto.
Sousa: Barras y estrellas.
Rimsky-Korsakov, N.: El vuelo del moscardón.
Williams, J. (de la película Supermán): Marcha.
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Preparación
Es necesario, antes de realizar una audición, explicar a los niños en qué consiste ésta y qué se
espera de ellos; qué cualidades, aspectos, elementos, instrumentos, etc. queremos observar.
Para facilitar el análisis de este proceso, Copland (1989) estableció tres planos en la audición mu-
sical que coexisten entrelazados, pero que suponen distintos niveles de actitudes de escucha.
Son el plano sensual, expresivo y musical.
El plano sensual consiste en escuchar música por puro placer y disfrute. ¿Qué sensación te
produce esta canción?, ¿te gusta? Las sensaciones que produce la música pueden expresarse o
reproducirse mediante grafías, colores, composiciones plásticas, etc.
El plano expresivo supone considerar los aspectos descriptivos que la música nos sugiere.
Algunas veces, la música nos describe algo exacto, como un paisaje, un cuadro, un animal.
¿Dónde te imaginas cuando oyes la música?: ¿en un jardín?, ¿en un bosque?, ¿puede que el autor
esté describiendo un animal?, ¿es un animal pequeño o grande?, ¿están contentos los personajes?...
El plano musical implica ser consciente de los elementos musicales utilizados en su creación
(melodía, ritmo, forma, instrumentación…). ¿Es rápida o va despacito esta música? (tiempo), ¿es
fuerte el sonido o suave? (intensidad), ¿oyes algún instrumento conocido? (timbre)…
No conviene descuidar ninguno de estos tres planos, pues aunque la finalidad de toda obra
musical ha de ser proporcionar satisfacción a quienes la oyen, no es menos cierto que el conoci-
miento de la obra en su plenitud nos permitirá disfrutar mucho más de ella.
4.6 La dramatización
Uno se los recursos musicales más sólidos y quizá menos utilizados por el profesorado de Infantil son
los cuentos musicales.
Tradicionalmente se consideran cuentos musicales aquellos que se narran o se leen utilizando músi-
ca de fondo o acompañados de instrumentos. Pero, dando un sentido más amplio a este concepto,
en este trabajo proponemos la siguiente clasificación:
Canciones de estructura narrativa o dialogada interpretadas con una puesta en escena. En ellas
se relatan los hechos que les suceden a determinados personajes. Canciones populares como
Estaba una pastora o Pedro y su caballo son, en realidad, pequeños cuentos con música fácilmente
dramatizables a través del movimiento y el gesto.
Dramatización de obras o fragmentos musicales de carácter descriptivo y programático. El pri-
mer movimiento en tempo allegro de La primavera, de la obra Las cuatro estaciones de Antonio
Vivaldi, es un ejemplo muy conocido y utilizado de música descriptiva.
Narración o lectura y dramatización de cuentos acompañados de diferentes sonidos (corporales,
onomatopéyicos, producidos por instrumentos de fabricación propia…).
Narración o lectura y dramatización de cuentos acompañados de instrumentos musicales que
se identifican con personajes y situaciones. Si tomamos como ejemplo el clásico Caperucita roja,
identificaremos al lobo con el pandero, a Caperucita con el carillón, el momento en el que el lobo
se dispone a comerse a la abuelita, con el güiro… (Toboso y Viñuales, 2007).
5 El folclore popular
La Real Academia Española de la Lengua define la palabra folclore como el conjunto de creencias,
costumbres, artesanías, etc., tradicionales de un pueblo.
«… las danzas, melodías, textos, se creaban, difundían, trasladaban e incluso llegaban a modificarse
de acuerdo con las idiosincrasias de cada pueblo, y resulta interesante observar cómo aún hoy,
finalizando el siglo XX, se conservan con una vivencia plena, en ciertos casos, y aletargada en otros,
ritos, melodías, textos y danzas o instrumentos que han pervivido a los avatares de los tiempos, y que
forman parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural» (Vallejo, 1990).
En la actualidad, el folclore es una ciencia, con sus métodos de estudio y sus fines, y reconstruye las
culturas para llegar a un mejor conocimiento del hombre.
Las características fundamentales de la música folclórica son:
Funcionalidad: suele acompañar actividades cotidianas.
Tradición: ha de ser transferido o transmitido de generación en generación y ha de seguir las
normas y costumbres del pasado.
Anonimato: de autor desconocido.
Colectividad: cualquier persona puede introducir cambios y modificaciones.
El folclore musical de España es rico y muy variado, esto es debido a que en la península Ibérica han
convivido pueblos de muy diferentes costumbres y procedencias. Las muchas manifestaciones fol-
clóricas de nuestro país están recogidas en las canciones y danzas de cada zona. El folclore, además
de ser el origen de manifestaciones artísticas, es una fuente enorme de exponentes musicales y
literarios de gran valor.
Es indiscutible el valor de la música folclórica y su aplicación con fines didácticos. Ya a principios del
siglo XX grandes pedagogos musicales como Orff y Kodály utilizaban el folclore como base funda-
mental en la enseñanza profesional y no profesional de la música. La música folclórica es el reflejo de
la identidad cultural de un pueblo y un vehículo de comunicación entre diferentes culturas. El folclo-
re nos guía en el conocimiento de otras formas de expresión diferentes a las nuestras y nos ayuda a
comprender la gran diversidad cultural en la que estamos inmersos. (Delgado, 2005).
Actualmente en nuestras aulas existe un gran colorido cultural, conociendo bien nuestro folclore
y el de los compañeros conseguiremos un mayor entendimiento y comprensión entre nuestros
alumnos.
CONCLUSIÓN
La música es un elemento importante para el desarrollo personal del niño, nosotros como educa-
dores debemos reservar el tiempo y espacio necesario en nuestra programación para trabajar esta
disciplina, favoreciendo su práctica mediante la voz, las posibilidades sonoras y el movimiento.
A lo largo de la Educación Infantil es necesario generar contextos y situaciones adecuadas para el
juego, la expresión y la comunicación que permitan comunicar a los niños sus sentimientos, sensa-
ciones y vivencias personales.
Carl Orff, famoso pedagogo musical del siglo XX, parte de la base de que no hay nadie que sea to-
talmente amusical. Con una buena formación todos podemos disfrutar y participar de actividades
musicales. Los niños cantan, tocan y juegan teniendo como base el desarrollo integral del niño, no
la formación de músicos. Los encargados de esta tarea serán los propios maestros, pues según Orff,
ellos deben buscar la relación entre los conceptos aprendidos en música y los aprendidos en la edu-
cación general para llegar a un método «global» (Sanuy y González Sarmiento, 1969).
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BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA REFERIDA
BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
ALSINA, P. DÍAZ, M. y GIRÁLDEZ, A. (2008): La música en la escuela infantil (0-6). Barcelona: Graó.
Dedicado a maestros de infantil, aporta material básico para alumnos de cero a seis años.
BURROWS, T. (2004): Método fácil para leer música. Barcelona: Parramón Ediciones.
Es una guía audiovisual completa. A lo largo de las diez lecciones de que consta, va introduciendo ideas
nuevas de una complejidad cada vez mayor, reforzadas con una serie de ejercicios de lectura y audición.
DEL OLMO, M.ª J.; MAÑANAS, J. M.; REVIEJO, C. (2006): Irene y Pablo en la granja. Colección cuentos para
sentir. Música y emociones. Madrid: SM.
Se abordan diferentes cuentos musicales, donde el niño disfruta con la lectura y poco a poco identifica y
descubre nuevos sonidos y melodías que le inician en el mundo de la música.
ESCUDERO, I. y DE CEA, L. (2003): Cántame y cuéntame. Cancionero didáctico. Madrid: Ediciones de la
Torre.
Se agrupa la poesía, la pintura y la música. Viene acompañado por un CD.
LEBRERO Y BAENA (2002): Canciones y pedagogía infantil. Cantamos, somos amigos. Madrid: Universidad
Nacional de Educación a Distancia.
Contiene 36 canciones infantiles para habilidades sensoriales, 20 canciones infantiles para habilidades so-
ciales y múltiples actividades de aula en Centros Infantiles de 0 a 6 años.
LEBRERO Y BAENA (2002): Escuchamos, danzamos. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Contiene actividades de entonación, analizando y clasificando sonidos, juegos de onomatopeyas para
habilidades lingüísticas y actividades de ritmo, mediante diferentes marchas y danzas para habilidades
psicomotoras.
MATEOS, L.A. (2004): Actividades musicales para atender a la diversidad. Madrid: ICC.
Libro de apoyo con actividades que aprovechan las posibilidades que ofrece el juego con los sonidos. Para
maestros de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
MONTORO, P. (2004): Audiciones musicales activas para el aula. Madrid: CCS.
Se compone de 20 audiciones que abarcan los distintos períodos musicales, partiendo de la actualidad
más atractiva para el oyente (el fútbol, el cine, la televisión). Ofrecen un amplio material ya elaborado.
PASCUAL, P. (2006): Didáctica de la música. Colección Didáctica Infantil. Madrid: Pearson.
Realiza un recorrido muy profundo y completo sobre la didáctica de la música en Educación Infantil.
RIAÑO, E. y DÍAZ, M. (2010): Fundamentos musicales y didácticos en educación infantil. Santander:
Publican.
Dirigido a estudiantes de Educación Infantil. Contiene una sólida fundamentación teórica y metodológica
y estrategias de apoyo al docente.
TAFURI, J. (2006): ¿Se nace musical? Cómo promover las aptitudes musicales de los niños. Barcelona: Graó.
Este libro, basado en los resultados de una investigación científica, responde a preguntas como: ¿a qué
edad empiezan a cantar los niños y niñas? ¿Se nace dotado o no dotado para la música?
VVAA. (2003): La música en la escuela: la audición. Barcelona: Graó.
Selección de artículos de reflexión y propuestas prácticas para llevar a cabo en la escuela (3 a 12 años) con
la particularidad de ofrecer recursos para los niños y niñas más pequeños (0 a 3 años).
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WEBGRAFÍA
http://juegosmusicalesenelaula.blogspot.com/
http://www.acanomas.com/
http://www.childtopia.com/
http://www.ite.educacion.es/
http://www.mamalisa.com/?t=heh
http://www.musicamaestros.com.ar/mm/materiales.html
http://www.presencias.net/
http://www.saberingles.com.ar/songs/index.html
RESUMEN
2.1. Sonido X
XDesarrollo
Sensación producida en el órgano del oído por el movimiento El lenguaje, la psicomotricidad, orientación y situación espa-
vibratorio de los cuerpos, transmitido por un medio elástico cial, relación interpersonal e inserción social, memoria, etc.
como el aire.
X
XMetodología
2.1.1. Cualidades del sonido Secuencia estructurada, donde el docente:
−− Se recita el texto.
Altura o tono: grave o agudo. −− El aprendizaje melódico en forma de eco.
Intensidad o volumen: fuerte o débil. −− Finalmente ejecutan la canción en su totalidad.
Timbre: lo que nos permite diferenciar cada voz o cada ins- Para las canciones más sencillas, basta con efectuar una
trumento. lectura del texto y cantar un par de veces la canción.
Duración: corto o largo. Enseñar las canciones a través de gestos, juegos o esceni-
ficación.
2.2. Silencio
Es el espacio entre un sonido que se extingue y otro que va a
producirse, la única cualidad que comparte con el sonido es
la duración.
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