Sie sind auf Seite 1von 58

1

LEONA VICARIO
LA OTRA INSURGENTE
OBRA DE TEATRO DE VÍCTOR CÓRDOVA

JULIO 2016

PERSONAJES:
Leona Vicario Esperanza Penagos
María De Sotomayor Kary Ocampo
Agustín Pomposo Fabián Lino
Andrés Quintana Roo Reiner López
Mariano Salazar Víctor Fernández
La Güera Rodríguez Indra Duarte
Josefa Ortiz de Domínguez Laura Aréchiga
Virrey Francisco Xavier Venegas Fabián Lino
El Inquisidor Matías Monteagudo/Miguel Bataller Víctor Fernández

TRACK 1
VOZ OFF: Su atención, por favor. Esta es primera llamada. Primera. Primera
llamada.

TRACK 2
VOZ OFF: Su atención, por favor. Esta es segunda llamada. Segunda. Segunda
llamada.

TRACK 3
VOZ OFF: Suplicamos al público asistente apagar o silenciar sus teléfonos
celulares. Esta es la tercera llamada. Tercera. Tercera llamada. ¡Comenzamos!

TRACK 4
https://www.youtube.com/watch?v=fjP2Wm21vhg
Beethoven. Für Elise.

VOZ OFF: Hace muchos años, en la Nueva España, en la ciudad de México, vivía
una hermosa e inteligente muchacha que, además, era muy rica, pues había
recibido una cuantiosa herencia de sus padres fallecidos. Su tío Agustín Pomposo
Fernández de San Salvador, hermano de su madre, era quien administraba esa
fortuna. El nombre de la chica de la que hablamos era: Leona Vicario.

ESCENA 1
SALÓN PRINCIPAL DE LA CASA DE LEONA.
ENTRA LEONA. TIENE 21 AÑOS. SE SIENTA A ESCRIBIR EN EL ESCRITORIO.

LEONA: (EN VOZ ALTA, ESCRIBIENDO) México, 2 de agosto de 1810. A los hijos
de españoles que nacimos en la Nueva España, nos dicen criollos. Los criollos
2

somos ciudadanos de segunda categoría. No podemos aspirar a altos puestos ni


en la iglesia, ni en el ejército y mucho menos en el Gobierno. Solo los españoles
peninsulares, a quienes llamamos “gachupines” despectivamente, tienen esos
privilegios. Y ya no hablemos de los indios, quienes viven una penosa situación de
esclavitud. Urge cambiar éste esquema de Gobierno, pero no sé cómo. Seguimos
dependiendo de la mal llamada “Madre Patria”, es decir, España. ¡La madrastra
patria, diría yo! Una madrastra cruel, déspota y tremendamente ambiciosa. Pero
esto tiene que terminar. Algún día dejaremos de ser súbditos, para convertirnos en
ciudadanos.

LEONA DEJA DE ESCRIBIR, TOMA UN LIBRO Y COMIENZA A LEER.

ESCENA 2
TRACK 5
https://www.youtube.com/watch?v=pfewZL-IkUY
Dimitri Shostakovich. Ballet Suite n° 1. Polka

ENTRA MARÍA. ES UNA MUJER DE UNOS 35 AÑOS, DICHARACHERA Y


ALEGRE. ES UNA CRIADA, PERO ES PRIMA DE LEONA.

MARÍA: Ay, señorita Leona. Otra vez se pasó la noche en vela leyendo. Y mire
nada más, ni siquiera se puso su chipiturco. Le va a dar una pulmonía, o algo
“pior”. Estamos en pleno agosto. Ya comienzan a soplar aires muy fríos. Entran
aires por allá… entran aires por acá… ¡qué cosa! Entran aires por todos lados.

LEONA: (MOLESTA) Ay, María, ya ni la friegas.

MARÍA: ¿Ora qué hice…?

LEONA: Hiciste tarugo a don Eustaquio, el de la lonja mercantil.

MARÍA: ¿Al “Chanfaina”? ¿Yo lo hice tarugo?

LEONA: Con el cambio de las compras de ayer, no te hagas. Como siempre,


hiciste las cuentas a tu favor, y lo engañaste.

MARÍA: ¿Vino a quejarse? (TR.) Pos si lo hice tarugo bien merecido se lo tiene,
por ser tan bruto. ¿Cómo tiene una lonja mercantil si no sabe sumar?

LEONA: ¡Tú tampoco! Ni los números conoces.

MARÍA: Pero yo me doy mis mañas. Además, él me hizo taruga primero. ¿Ya no
se acuerda?

LEONA: Pues eso dices tú, pero… ¿te consta?


3

MARÍA: ¡Claro que me consta! Lo vi salir de la casa de la señorita Rivas, que de


“señorita”, tiene lo que yo tengo de letrada. ¡Por eso lo mandé al carajo!

LEONA: ¡María…! Qué lenguaje.

MARÍA: Pos ya me conoce.

LEONA: (LAMENTÁNDOLO) Don Eustaquio quería casarse contigo.

MARÍA: Quería que terminara de criarle a sus 8 mocosos, más bien. Tuvo ese
hombre la mala suerte de quedar viudo, y yo me libré de la mala suerte de ser la
madre postiza de unos escuincles que son el vivo demonio. ¡La piel de Judas!

LEONA: Son niños. Tienen que hacer travesuras de vez en cuando.

MARÍA: Pos sí, pero yo no tengo por qué aguantar a los hijos de una difunta. (SE
PERSIGNA) Que en gloria esté la pobre mujer. (TR.) ¿No la habrá matado el
desgraciado del “Chanfaina”?

LEONA: ¿Cómo se te ocurre decir eso? Don Eustaquio es un hombre de bien. Es


trabajador y honrado.

MARÍA: Pos yo más bien pienso que ese tal por cual es, de oficio, haragán.

LEONA: Mi tío Agustín y yo, pensábamos que era un buen partido para ti.

MARÍA: Yo ya quedé curada de espanto. Tuve la fortuna de quedar viuda de mi


marido Juan Salgado y ya no quiero saber nada de hombres.

LEONA: Yo pienso que deberías volver a casarte. (PÍCARA) El segundo


matrimonio es un adulterio decente.

MARÍA: ¡Eso lo inventó usted!

LEONA: Lo dijo Atenágoras.

LEONA SE SIENTA Y COMIENZA A REVISAR SUS ESCRITOS.

MARÍA: Y hablando de maridos y otras porquerías, señorita, ¿ya escuchó que


llegó a la ciudad un joven de por allá de Yucatán? Se llama Andrés Quintana Roo
y va a trabajar en el despacho de su tío don Pomposo para hacer sus prácticas y
obtener el título de abogado. Dicen que es muy simpático. (ILUSIONADA) ¡Hasta
que por fin veremos un hombre en esta casa!

ESCENA 3
4

ENTRA DON AGUSTÍN POMPOSO FERNÁNDEZ DE SAN SALVADOR, TÍO DE


LEONA. TIENE 54 AÑOS DE EDAD. ES UN HOMBRE REFINADO.

AGUSTÍN: Ejem… ejem…

MARÍA LO MIRA, ATERRADA. LEONA CONTIENE UNA RISITA.

AGUSTÍN: ¡Gracias…! (MOLESTO) ¿Y luego yo qué soy?

MARÍA: ¡Ay, don Pomposo!

AGUSTÍN: (MOLESTO) ¡Que no me digas don Pomposo, mujer!

MARÍA: Pero si usted así se llama. Agustín Pomposo. Además… (LE MIRA LAS
NALGAS) se tiene bien ganado el nombre.

AGUSTÍN: (ADVIERTE) María, te voy a castigar.

LEONA: (A AGUSTÍN) Perdónala, tío Agustín. María está tan dolida por su ruptura
con don Eustaquio, el de la lonja mercantil, que ya no sabe ni lo que dice.

MARÍA: (FINGIENDO) Dolida y triste.

AGUSTÍN: ¿Dolida y triste? (A LEONA) ¡Pero si se la ha pasado cantando! ¡Me


despertó a las 6 de la mañana!

MARÍA: (MELODRAMÁTICA) También de dolor se canta. (LLORIQUEA) Ese


hombre… ese hombre… el Chanfaina, me sepultó en vida. Me puso el cuerno.

AGUSTÍN: Bueno, ya… que sea menos. Quizá haya una reconciliación, y…

MARÍA: ¡No, qué va a haber una reconciliación!

AGUSTÍN: Bueno, es que si se arreglan las cosas…

MARÍA: ¡No, qué se van a arreglar las cosas!

AGUSTÍN: Es que, si cedes un poquito…

MARÍA: ¡No, qué voy a andar cediendo!

AGUSTÍN: Bueno, vete a la cocina.

MARÍA: ¡No, qué me voy a andar yendo a la cocina!

AGUSTÍN: ¡María!
5

MARÍA: Ay, perdóneme don Pomposo. Ya no sé ni lo que digo. Es por la pena…


por la puritita pena.

SALE MARÍA GRITANDO. QUEDAN SOLOS LEONA Y AGUSTÍN.

ESCENA 4

AGUSTÍN: Sobrina… necesito hablar contigo muy seriamente.

LEONA: Me asustas. Nunca te pones tan solemne cuando hablas conmigo.

AGUSTÍN: Es con respecto a ese joven, el pasante que va a terminar sus estudios
de abogado en mi despacho…

LEONA: ¿Andrés Quintana Roo…? ¿Qué hay con él?

AGUSTÍN: Veo que estás muy bien enterada.

LEONA: Pues sí. Dicen que es un hombre muy…

AGUSTÍN: (INTERRUMPE) ¿Simpático? Eso es justamente lo que me preocupa:


dado que a las mujeres les parece “muy simpático”, preferiría que te mantuvieras
alejada de él.

LEONA: (CURIOSA) ¿Por qué…? ¿Acaso es un mal muchacho?

AGUSTÍN: Digamos que tiene ideas con las que yo no comulgo. Por eso no quiero
que te entusiasmes con él. Vaya, no me gustaría que lo conocieras siquiera.

LEONA: Pues creo que será inevitable que lo conozca, ya que tu despacho está a
un ladito de ésta, que también es tu casa, y él va a venir todos los días, supongo.

AGUSTÍN: Sí, pero además, no quiero que olvides que estás comprometida para
casarte con Octaviano Obregón. Es un joven agraciado y de enorme fortuna.

LEONA: No te preocupes, tío Agustín. Trataré de no olvidarme de ese


compromiso. Le prometí a mi madre, en su lecho de muerte, que me casaría con
él.

AGUSTÍN: Puedo estar tranquilo, ¿verdad? (LE ACARICIA EL ROSTRO) Me


hubiera gustado que fueras mi hija.

LEONA: Tío… no olvides que Octaviano se fue a vivir a Europa…

AGUSTÍN: Pero va a regresar por ti. Te lo aseguro.


6

DON AGUSTÍN LE DA UN BESO EN LA MEJILLA Y LUEGO SALE HACIA LA


CALLE.

ESCENA 5
TRACK 6
https://www.youtube.com/watch?v=QKx4Jpap_2c
Medieval soundtrack 1 HOUR

LEONA QUEDA SOLA, PENSATIVA, UNOS SEGUNDOS. LUEGO ENCIENDE


UNA VELADORA POR SU MADRE, DOÑA CAMILA.

LEONA: Por ti, madrecita… hace ya casi 3 años que me dejaste. Estoy segura de
que estás en el cielo y desde allá me estás cuidando, pero… ¡me haces tanta
falta! No puedo dejar de pensar en ti.

LEONA SE ARRODILLA.

LEONA: Pater noster qui es in caelis, sanctificétur nomen Tuum, adveniat Regnum
Tuum, fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum cotidiánum da
nobis hódie, et dimitte nobis débita nostra, sicut et nos dimittímus debitóribus
nostris; et ne nos indúcas in tentationem, sed libera nos a malo. Amén.

LEONA SE LEVANTA Y SE SIENTA A SU ESCRITORIO A LEER.

ESCENA 6
ENTRA MARÍA. LIMPIA, RECOGE, ORDENA.

MARÍA: ¿Ya se fue el ogro?

LEONA: ¡María!

MARÍA: Es que ese señor, cada que se aparece, es para regañarla a usted… y de
pasadita a mi. ¿Qué le dijo?

LEONA: (INTRIGADA) Dice que ese muchacho, Andrés Quintana Roo, tiene ideas
con las que él no comulga.

MARÍA: Seguro que no va a misa, no se confiesa y no comulga.

LEONA: Si mi tío le tiene aversión, debe ser algo mucho más grave.

MARÍA: ¿Y si le tiene aversión por qué lo aceptó en su despacho como


“paseante”?

LEONA: Pasante. (TR.) No sé. Pero todo eso lo voy a investigar.


7

MARÍA: Nomás no lo vaya a investigar en los libros. Eso de que le permitan a


usted leer cualquier cosa, no es correcto. Hay cosas que una señorita decente no
tiene que leer.

LEONA: ¿Y tú qué sabes, si tú no sabes leer?

MARÍA: Pero no soy taruga, y esos libros son los que le meten a la gente las
ideas revolucionarias. El tal Robespierre, el tal Montesquieu, el tal Rosseau…

LEONA: Son librepensadores… los llaman enciclopedistas. Son franceses.

MARÍA: El chiste es ir en contra de todo lo que Dios nuestro señor, dispuso.

LEONA: ¿Y qué es lo que “Dios nuestro señor dispuso”? ¿Tú crees que “Dios”
dispuso que hubiera desigualdad entre las personas?

MARÍA: Si las cosas son como son, es porque Dios nuestro señor y la Virgencita
de Guadalupe, así lo dispusieron.

LEONA: Los criollos, María, por el simple hecho de haber nacido en La Nueva
España y no en la península, no podemos ocupar puestos de alto rango y tenemos
que vivir bajo las órdenes de los gachupines.

MARÍA: ¿Y cuáles “puestos de alto rango” quiere usté ocupar?

LEONA: ¿Crees que Dios dispuso que los indígenas mexicanos vivieran siempre
esclavizados por la corona española?

MARÍA: Yo lo que sé es que cuando la suerte es chaparra, ni aunque la monten


en zancos. Si a unos les tocó nacer indios, pos así seguirán. Y a los que les tocó
nacer blancos, siempre serán los amos.

LEONA: ¿Dios dispuso que los gachupines se robaran nuestro oro, el oro de La
Nueva España y saquearan el país como aves de rapiña insaciables? ¡Su
ambición es patológica!

MARÍA: Donde la oiga su tío decir esas cosas.

LEONA: Dime algo: ¿tú eres feliz?

MARÍA: ¡Malagradecida sería si no! Mire… (LE MUESTRA) dos piernotas…


aunque el Chanfaina diga que las tengo flacas… dos brazotes… aunque el
Chanfaina diga que los tengo chuecos… y una boca bien grandota pa’ reírme a
carcajadas cada que se me antoje y pa’ comerme tamaños elototes asados,
aunque el Chanfaina diga que tengo los dientes amarillos. ¿Cómo no estar feliz y
dar gracias a Dios por todo esto? Para ser feliz uno tiene que pensar en lo que
tiene… y no en lo que no tiene. Y usted tiene mucho, señorita. Mucho de todo.
8

LEONA LA MIRA, PENSATIVA.

MARÍA: ¿Usted quiere que las cosas sean a su gusto? Muy mal. Lo que a usted le
hace falta es casarse. Si tuviera un marido a quien atender y a quien obedecer, no
estaría pensando tanta tarugada.

LEONA: ¡Pero qué obsesión tiene todo el mundo en verme casada!

MARÍA: ¡Porque eso es lo que debe hacer una señorita decente!

LEONA: ¡Pero si ni tú misma quieres volver a casarte! ¿No dices que los hombres
son una porquería?

MARÍA: Son una porquería, pero hay que probarlos. Digo, nomás pa’ no quedarse
con la intriga.

LEONA: Me iba a casar con Octaviano. Se lo prometí a mi madre. Pero no me


entusiasma. Es pura apatía.

MARÍA: ¿Su mamacita suya de usté era de la intendencia de Guadalajara?

LEONA: ¿Por qué?

MARÍA: Pos porque dijo “que era pura tapatía”.

LEONA: Dije “apatía”, no “tapatía”.

MARÍA: Ah…

LEONA: Vivo dándole gusto a mi abuela y a mi tío Agustín… siento que mi vida no
tiene sentido. Y tampoco creo que mi situación se resuelva casándome. Hay algo
más que yo podría hacer… algo que beneficiara a los demás, a todo el pueblo.

SALE MARÍA, NEGANDO CON LA CABEZA.

ESCENA 7
TRACK 7
https://www.youtube.com/watch?v=1RBj-Yc4okY
Medieval battle music. Dragon’s lair

LEONA QUEDA SOLA UN INSTANTE. LUEGO SE SIENTA EN UN TABURETE Y


PIENSA EN VOZ ALTA.

LEONA: Estoy segura de que hay muchas personas que piensan igual que yo,
pero, ¿cómo saber quiénes son? ¿Cómo entrar en contacto con ellos? No puedo
9

manifestar abiertamente mis ideas de libertad. Mi vida estaría en peligro. Y no solo


la mía, sino la de toda mi familia. (SUSPIRA) ¡Cómo quisiera conocer a alguien
que pensara igual que yo!

ESCENA 8
TRACK 8
https://www.youtube.com/watch?v=f80e6rvYNRA
Liquid groove. The rain.

ENTRA ANDRÉS DIRECTO AL ESCRITORIO. NO HA VISTO A LEONA. PONE


SU PORTAFOLIOS SOBRE EL ESCRITORIO Y COMIENZA A SACAR PAPELES.
ES UN JOVEN DE 23 AÑOS SIMPÁTICO Y MASCULINO. HABLA COMO
YUCATECO. LEONA SE LEVANTA AL VERLO.
LEONA Y ANDRÉS SE MIRAN.

ANDRÉS: (NERVIOSO) Buenas tardes, señorita…

LEONA: Leona Vicario.

ANDRÉS: Mucho gusto. Yo soy Andrés Quintana Roo.

LEONA: Mucho gusto. Ya había escuchado hablar de usted. Va a trabajar con mi


tío Agustín, ¿verdad?

ANDRÉS: Exactamente. Estoy recién llegado de Yucatán, que es mi tierra.

LEONA TRATA DE CONTENER UNA RISITA BURLONA.

ANDRÉS: ¿Dije algo gracioso?

LEONA: No, es que… usted habla raro. Tiene un cantadito muy peculiar.

ANDRÉS: Sí, ya me lo habían dicho. A mi también me parece que ustedes, los


habitantes de esta ciudad hablan raro… bueno, diferente.

LOS DOS SE MIRAN. ES CLARO QUE SE ENCANTARON.

ANDRÉS: Bueno, si no le importa, voy a comenzar a trabajar.

LEONA: ¿A trabajar…? ¿Aquí…?

ANDRÉS: Claro. ¿Dónde más? Aquí en el despacho de don Agustín… él será mi


maestro.

LEONA: Bueno, es que… resulta que éste no es el despacho de mi tío Agustín.


10

ANDRÉS: (TURBADO) ¿No…? Entonces, yo…

LEONA: Ésta es mi casa. La de mi tío Agustín es la de al lado.

ANDRÉS: (APENADÍSIMO) ¿De verdad? ¡Señorita, qué pena…! Le suplico que


me disculpe. Yo… me confundí. Y como María me dejó entrar así, sin hacer
preguntas…

ANDRÉS COMIENZA A RECOGER LOS PAPELES QUE HABÍA DISPERSADO


SOBRE EL ESCRITORIO Y LOS METE A SU PORTAFOLIOS.

ANDRÉS: (NERVIOSO) ¡Qué error tan grande! ¡Qué bruto soy!

LEONA: No es para tanto. Toda la gente confunde la casa de mi tío con la mía.
Como están juntas…

ANDRÉS: (TURBADO) Con permiso, señorita. Me despido y le ofrezco una


disculpa.

LEONA: ¿Por qué no se queda? Podemos conversar, tomar café y galletas.

LEONA SUENA UNA PEQUEÑA CAMPANA.

ANDRÉS: No sé si sea prudente. Usted es una señorita y… por lo que he


escuchado vive sola… y yo soy un varón. Mi estancia aquí podría prestarse a
habladurías.

LEONA: En ésta ciudad todo el mundo me tiene en buen concepto. Soy una
señorita respetable. La visita de un muchacho educado no cambiará la forma en
que la gente me ve. Además, de alguna manera soy diferente a las demás
muchachas.

ESCENA 9
ENTRA MARÍA.

MARÍA: Dígame usted, señorita Leona.

LEONA: María, sírvenos café, por favor.

MARÍA LOS MIRA CON SUSPICACIA Y SALE.

ESCENA 10

ANDRÉS: ¿Por qué cree usted que es diferente? Bueno, salta a la vista que es
más bonita que la mayoría de las muchachas que he visto, pero… fuera de eso,
¿por qué es diferente?
11

LEONA: Por mis ideas. Tal vez algún día podamos hablar y compartir conceptos.
Tendrá que ser cuando usted se gane mi confianza porque mis ideas son… se
puede decir que… peligrosas.

ANDRÉS: ¡Me encanta el peligro! Me gustaría platicar con usted de esos


conceptos de los que me habla. Por el momento tengo que retirarme. Agradezco la
invitación a tomar el café, pero Don Agustín me está esperando.

ANDRÉS COGE SU PORTAFOLIOS AL REVÉS Y TODOS LOS PAPELES QUE


RECIÉN HABÍA GUARDADO CAEN AL PISO, DISPERSOS. TORPEMENTE,
ANDRÉS COMIENZA A RECOGERLOS. LEONA SE ACERCA A AYUDARLO.

TRACK 9
https://www.youtube.com/watch?v=f80e6rvYNRA
Liquid groove. The rain.

DE REPENTE, ACCIDENTALMENTE, SUS ROSTROS QUEDAN MUY JUNTOS.


SE QUEDAN CONGELADOS UNOS INSTANTES, ESTÁTICOS. ESTÁN A
PUNTO DE BESARSE.

ESCENA 11
ENTRA DON AGUSTÍN.

AGUSTÍN: Ejem… ejem…

ANDRÉS Y LEONA SE DAN CUENTA DE LA PRESENCIA DE DON AGUSTÍN Y


SE SEPARAN, DISIMULANDO, NERVIOSOS.

AGUSTÍN: (A ANDRÉS) ¿Se puede saber qué está haciendo aquí, joven Quintana
Roo?

ANDRÉS: Yo… este… todo se debió a una confusión.

AGUSTÍN: Una confusión muy afortunada para usted, pues ha conocido a mi


sobrina Leona.

ANDRÉS: Sí. No puedo negar que fue… muy afortunado (MIRA A LEONA)
conocer a su sobrina, señor.

AGUSTÍN: Vaya a la casa de al lado. Allá es donde va a trabajar. Usted no tiene


nada que hacer aquí.

ANDRÉS: Sí, señor… disculpe usted… (A LEONA) Con su permiso, señorita.


Quedamos en eso.
12

ANDRÉS SALE.

ESCENA 12
AGUSTÍN Y LEONA QUEDAN SOLOS.

AGUSTÍN: (MOLESTO) ¿En qué quedaron, si se puede saber?

LEONA: En eso, tío. En que no iba a volver a venir, porque, como tú bien dices,
no tiene nada que hacer aquí.

AGUSTÍN: Efectivamente, sobrina. (ESTRICTO) No tiene nada que hacer aquí.

AGUSTÍN SALE.

ESCENA 13
LEONA QUEDA NERVIOSA. LUEGO SE SIENTA EN SUS TABURETES. TOMA
UN LIBRO Y COMIENZA A LEER.

ESCENA 14
ENTRA MARÍA, DICHARACHERA, COMO SIEMPRE.

MARÍA: Pos me quedé con el café preparado, porque como llegó el relamido…

LEONA: María… mi tío es bueno. Me ha cuidado desde que murieron mis padres.

MARÍA: La ha cuidado a usted y a su fortuna, lo cual para él y para su familia


resulta muy conveniente. A propósito de parientes indeseables, su señora abuela,
la muy…

LEONA: ¡María…!

MARÍA: La muy santa señora, doña Isabel, me preguntó hace cuánto que no va
usted a misa. Le dije que nada menos, ayer mismito, había usted ido.

LEONA: No tienes por qué decirle mentiras.

MARÍA: ¡Uy, señorita, si le digo la verdad, me pone de patitas en la calle!

LEONA: ¿Y a ti por qué?

MARÍA: Pos porque yo soy la que la cuida. Tengo que asegurarme de que vaya a
misa todos los días.

LEONA: ¡Qué tortura! No veo la hora de librarme de ésta cárcel. Tal pareciera que
mi vida seguirá igual “per saecula saeculorum”.
13

MARÍA: (EXTRAÑADA) ¿Dijo ”culorum”…?

LEONA: A partir de mañana comenzaré a ir a misa todos los días para que mi
abuela no se ponga más estricta de lo que ya es.

MARÍA: Usted tiene todo para ser feliz. Nació entre sábanas de seda, niña.
Bueno, hasta tiene colchón de pelo de caballo. Esos nomás los tienen los
meramente ricos. Está bonita, joven, sana… ¿qué más quiere?

LEONA: Quiero que todos seamos iguales. Que toda la gente tenga las mismas
oportunidades de salir adelante. ¡Que haya justicia! No solo para mí, sino para
todos.

MARÍA: Si Dios, nuestro señor, le dio a usted lo mejor de lo mejor, será porque se
lo merece. Ya lo dijo Aristóteles: las mejores flautas son para los mejores flautistas.

LEONA: (SORPRENDIDA) ¡María…!

MARÍA: ¡¿Qué…?!

LEONA: ¿Cuándo leíste a Aristóteles? Quiero decir, ¿dónde lo escuchaste?


Porque tú no sabes leer.

MARÍA: Eso es cierto, señorita. Yo no sé leer nadita.

LEONA: ¿Entonces…?

MARÍA: Bueno, pos lo oí. Usted a veces lee en voz alta.

LEONA: Tienes muy buena memoria y eres muy inteligente. ¿No te gustaría
aprender a leer?

MARÍA: ¡N’hombre! Eso es pa’ gente rica. Yo tengo que trabajar.

LEONA: Podemos tratar… un ratito todos los días. Verás que es muy interesante.
Vas a saber lo que otros piensan, lo que otros sueñan, lo que otros ven y oyen…
es como viajar a donde nunca has ido… y de pronto sientes que has estado en
esos lugares, y que los recuerdos del escritor, son los tuyos propios, y que sus
sueños son tus sueños. ¿No te gustaría?

MARÍA: Pos así como usté lo dice suena rete bonito. Pero, ¡uy! ¿Pa’ qué quiere
que don Pomposo se dé una atafagada si se entera? Saliendo el cadáver y
armándose la gritería.

LEONA: Pues diga lo que diga mi tío, te voy a enseñar a leer y a escribir.

SALEN LEONA Y MARÍA DE ESCENA.


14

TRACK 10
https://www.youtube.com/watch?v=M8RLerAfyvk
Alejandro Stradella. San Giovanni Battista

VOZ OFF: Los días pasaron y Leona seguía pensando que, con seguridad, existía
una manera de hacer que La Nueva España quedara libre del yugo español. Se
necesitarían muchas personas, muchas mentes brillantes, muchas ideas, mucho
valor, y lo más lamentable: se perderían muchas vidas.

ESCENA 15
ENTRA LEONA Y SE SIENTA EN SU ESCRITORIO. COMIENZA A LEER.
ENTRA MARÍA.

MARÍA: Señorita, la busca el joven Andrés Quintana Roo. Dice que quiere pasar a
saludarla.

LEONA SE PONE NERVIOSA.

LEONA: Dile que pase. Y déjanos solos, por favor.

MARÍA: A mi se me hace que éste muchacho le quiere cocinar a usted no nomás


el guajolote, sino la granja entera.

LEONA: ¡María…! Qué cosas dices.

MARÍA: Y hasta le quiere machacar los frijolitos.

LEONA: ¡María…!

MARÍA: Y freírselos en manteca con todo y chorizo.

LEONA: ¡María, ya…!

MARÍA: Y hasta le va a sacar la fruta de la piñata y va a hacer que se le escurra el


ponche por todos lados. ¡La fiesta completa!

LEONA: ¡María…!

MARÍA: Estoy hablando de una fiesta.

LEONA: Andrés es un muchacho muy respetuoso.

MARÍA: Yo se lo digo porque, como dice el dicho: cuando tú vas a grabar mi


nombre en una penca, yo ya vengo de regreso con el mezcal preparado.
15

LEONA: ¡Dios santo!

MARÍA: Y como dice el señor este que usted lee tanto, el tal Rousseau: “no solo
de pan vive el hombre”.

LEONA: Ay, María… María De Sotomayor… eso lo dijo Jesucristo.

MARÍA REACCIONA, SE ARRODILLA Y SE GOLPEA EL PECHO.

MARÍA: (GRITANDO) ¡Perdóname, Dios mío, perdóname, por favor! Esta niña me
está volviendo loca con sus lecturas. ¡Por mi culpa, por mi culpa, por mi grande
culpa!

LEONA: ¡Ya, María! Dile al joven Quintana Roo que pase.

MARÍA: Sí, señorita. Nomás le advierto que si don Pomposo se entera…

LEONA: (INTERRUMPE) No se va a enterar si tú no se lo dices.

MARÍA: No se lo puedo asegurar. ¡Soy tan deslenguada!

LEONA HACE GESTO DE “NO PUEDE SER”.


MARÍA SALE.

ESCENA 16
ENTRA MARÍA SEGUIDA DE ANDRÉS.

MARÍA: Ya llegó por quien lloraba.

LEONA: ¡María…! Retírate, por favor.

MARÍA: Con su permiso.

MARÍA SALE.

ESCENA 17
TRACK 11
https://www.youtube.com/watch?v=tOc6I7rxAO8
Johann Sebastian Bach

ANDRÉS Y LEONA SE MIRAN INTENSAMENTE.


ANDRÉS SE ACERCA LENTAMENTE Y BESA LA MANO DE LEONA.

ANDRÉS: (TÍMIDO) Le prometí a su tío que nunca iba a volver a esta casa.

LEONA: Me da gusto que haya faltado a su promesa.


16

ANDRÉS: Me quedé intrigado con lo que usted me dijo. Es respecto a sus ideas…
yo también las tengo. Son ideas con las que la mayoría de la gente no comulga.

TRACK 12
https://www.youtube.com/watch?v=f80e6rvYNRA
Liquid groove. The rain.

VOZ OFF: Las semanas fueron pasando y Leona y Andrés se veían cada vez que
podían, siempre a escondidas del tío de Leona, don Agustín Pomposo Fernández
de San Salvador, quien se oponía a las relaciones entre los dos jóvenes. Y así,
Leona y Andrés fueron entrando en confianza y se revelaron sus más profundos
sueños.

ANDRÉS: Pienso en la igualdad de todos los seres humanos. Pienso en la justicia


y en la falta de ella. Me parece que hay algunas cosas que podrían cambiar.

LEONA: ¿Cómo cuáles?

ANDRÉS: Por ejemplo, el hecho de que seamos súbditos de un rey al que ni


siquiera conocemos, está mal. Deberíamos ser ciudadanos y no súbditos.

LEONA: (SORPRENDIDA) Yo he pensado cosas parecidas.

ANDRÉS: ¿De verdad?

LEONA: Hablo francés y he leído a los enciclopedistas. (TOMA ALGUNOS


APUNTES) He traducido a varios de ellos. Mire… estas son algunas notas que he
tomado de las ideas de Rosseau. Puedo prestárselos.

ANDRÉS: (ENTUSIASMADO) ¿De verdad? ¡Qué maravilla!

LEONA: Otro día podemos intercambiar impresiones.

ANDRÉS: ¡Por supuesto! Será genial leer esto y divulgarlo. La sociedad necesita
estar enterada de las ideas de progreso que tienen otros, y… usted hace una gran
labor traduciendo estos textos.

LEONA: Gracias. Pero… yo veo un desánimo general. La gente, a pesar del


trabajo diario y del esfuerzo, sigue hundida en la pobreza. Seguimos estancados
en la misma situación, sin esperanzas de salir adelante. No tenemos un rumbo fijo,
no tenemos un objetivo.

ANDRÉS: Es verdad. Nos dedicamos a satisfacer las exigencias de España.


Además, los gobernantes españoles son prepotentes y no tienen idea de las
necesidades de la población. Como dijo Montesquieu: “Para ser realmente grande,
hay que estar con la gente, no por encima de ella”.
17

LEONA LO MIRA CON ADMIRACIÓN.

LEONA: Sin una dirección, ¿qué podemos hacer?

ANDRÉS: Lo primero es tener un caudillo, alguien a quien seguir. Alguien que


tenga los mismos ideales que nosotros.

LEONA: Ya existe. Se llama Miguel Hidalgo y Costilla. Es el párroco de un pueblo


llamado Dolores. He estado yendo a la iglesia todos los días y no se habla de otra
cosa. A sotto voce, claro.

ANDRÉS: Yo también he escuchado hablar del cura Hidalgo pero, por lo que sé,
tampoco tiene muy claro lo que quiere. Además, no tiene una formación militar
como para encabezar un movimiento armado. ¡Es un cura!

LEONA: Él no tiene formación militar, es cierto, pero está uniendo fuerzas con el
capitán Ignacio Allende. Pertenece al ejército realista, pero comulga con las ideas
de Hidalgo. ¡Ellos son los caudillos que necesitamos!

ANDRÉS: Tal vez sí. Solo hay que buscar la forma de entrar en contacto con ellos
y ayudarlos.

LEONA: Sé que han estado teniendo reuniones en Querétaro. Al parecer, el


corregidor don Miguel Domínguez y su esposa, la señora Josefa Ortiz, los apoyan.
No sé si soy muy ingenua al pensar que puedo contribuir a hacer un cambio. Que
podemos hacer un cambio. ¡Sueño con la idea de libertad! (TRISTE) ¿Verdad que
solo es un sueño?

ANDRÉS: (LE TOMA LAS MANOS) Sí, pero los sueños se hacen realidad algunas
veces. Solo tenemos que pensar que tenemos la fuerza, y esa fuerza, es la fuerza
del pensamiento. La mente es creadora… y podemos hacer realidad todo lo que
seamos capaces de imaginar.

LEONA: ¡Ay, Andrés, me llena usted de emoción! Por fin encontré a alguien que
sueña lo mismo que yo… alguien que piensa igual que yo. ¡No sabe qué feliz me
siento!

ANDRÉS: Para demostrarme esa felicidad, puedes empezar por hablarme de tú.

LEONA: ¡Encantada…!

LEONA SE RETIRA UNOS PASOS.

LEONA: Tú.
18

ANDRÉS SE ACERCA A LEONA. ÉSTA, SIN PENSARLO, COMO UN IMPULSO,


ABRAZA A ANDRÉS. LOS DOS MANTIENEN EL ABRAZO, EMOCIONADOS.

ANDRÉS: Si supieras, Leona, cuánto había soñado con este momento, con
abrazarte así. Y cuánto he soñado con estar cerca de ti, pero para siempre. Y
hacerte mi mujer... hacerte mi esposa.

SUS ROSTROS ESTÁN MUY CERCA. ESTÁN A PUNTO DE BESARSE.

TRACK 13
https://www.youtube.com/watch?v=f80e6rvYNRA
Liquid groove. The rain.

ESCENA 18
ENTRA MARÍA, DANDO DE GRITOS, LLEVANDO A MARIANO, UN ARRIERO
QUE ESTÁ HERIDO. SANGRA DE UN BRAZO.

MARÍA: ¡Señorita Leona…! ¡Joven Andrés…! Ya empezaron los cocolazos.

LEONA: (ANGUSTIADA) ¿Qué pasa, María? ¿Quién es este hombre?

MARIANO: Soy un insurgente, señorita. Los realistas vienen persiguiéndome. Si


me atrapan, de seguro van a matarme. ¡Sálvenme, por favor!

LEONA: ¿Insurgente…?

MARIANO: Sí… me llamo Mariano Salazar. El cura Hidalgo ya comenzó el


movimiento por la independencia allá en Dolores.

ANDRÉS: (A LEONA) ¡Se está desangrando! Tenemos que hacer algo pronto.

MARIANO, DÉBIL, SE HA DEJADO CAER EN EL SUELO.

ANDRÉS: Tengo que aplicarle un torniquete.

LEONA: Pero hay que esconderlo. No podemos dejarlo aquí, en medio del salón.
¡Vienen detrás de él!

COMIENZAN A AYUDARLO PARA QUE SE LEVANTE.

LEONA: Vamos a llevarlo a mi recámara.

MARÍA: ¿Está segura de que quiere esconderlo, señorita? ¿Y en su recámara?


Mire que si don Pomposo se entera…

LEONA: No se va a enterar si tú no se lo dices.


19

MARÍA: Uy, pues no se lo puedo asegurar. ¡Soy tan deslenguada!

ANDRÉS: (ALARMADO) ¡Apúrense, que se desangra!

SALEN LOS 3 LLEVANDO A MARIANO.

ESCENA 19
ENTRA MARÍA, APRESURADA, Y CORRE HACIA EL EXTERIOR DE LA CASA.

MARÍA: Yo mejor me voy. Son muchas cocineras pa’ hacer un caldo.

ESCENA 20
ENTRA LEONA DETRÁS DE MARÍA.

LEONA: ¡María…! Nadie debe saber que ese hombre está aquí.

MARÍA: (EXTRAÑADA) ¿Por qué…?

LEONA: Porque los realistas vendrían por él y lo llevarían preso.

MARÍA: ¿Y qué…? Si ese fulano está del lado de los revoltosos, pos que vaya a
la cárcel, que lo enjuicien y que lo ejecuten.

LEONA: No es eso lo que quiero. Quiero defender a este hombre.

MARÍA: Pero, ¿por qué?

LEONA: No me preguntes por qué. Andrés le está poniendo un torniquete para


detener la hemorragia. Tú ve a traer agua caliente y vendajes. Tenemos que
limpiar bien la herida para que no se infecte.

MARÍA: (ADVIRTIENDO) No vaya usted a meterse en camisa de once varas,


señorita. Ese muchacho es un delincuente y, si usted lo protege, va a ir a dar a la
cárcel junto con él y la van a ejecutar junto con él.

LEONA: Ve por el agua caliente.

SALE LEONA HACIA LA RECÁMARA.

ESCENA 21
QUEDA MARÍA SOLA, RENEGANDO.

MARÍA: ¡Bonita cosa…! Era lo único que me faltaba. (PROYECTA LA VOZ HACIA
LEONA) ¡Y no me vayan a manchar el colchón de sangre, porque luego ai estoy
de taruga talle y talle para limpiarlo!
20

ESCENA 22
ENTRA LEONA Y LA MIRA, ENOJADA.

MARÍA: (SONRÍE COMO BOBA) ¡Je, je…!

LEONA SALE HACIA LA RECÁMARA.


MARÍA SALE HACIA LA COCINA.
EL ESCENARIO QUEDA SOLO.

TRACK 14
https://www.youtube.com/watch?v=jsl9Ea9rVwA
Francesco Manfredini. Double trumpet concerto in D major

VOZ OFF: Pocos días después, Mariano Salazar quedó completamente curado.
Solo entonces permitió Leona que el muchacho saliera de su casa. Pero antes de
irse, Mariano ofreció ayudarla en lo que quisiera. La causa del cura Hidalgo, la
guerra civil que ya había iniciado, necesitaría de mucho apoyo.

ESCENA 23
Mismo track 14
https://www.youtube.com/watch?v=AlVUtag9KbY
Johann Joachim Quantz. Flute sonatas

HAN PASADO VARIOS DÍAS.


LEONA ENTRA A ESCENA SEGUIDA DE ANDRÉS.

ANDRÉS: Espero que podamos ver pronto a Mariano Salazar. Necesitamos que
nos dé informes sobre la revuelta. Los periódicos realistas no informan nada.

LEONA: Antes de irse me ofreció servir como correo, llevando y trayendo


mensajes. Yo le dije que esta casa podría servir como centro de información. Tal
vez, a través de él, podamos establecer contacto con el cura Hidalgo o con el
capitán Allende, y así sabremos cómo podemos ayudar.

ANDRÉS: Pero, Leona… ¿estás consciente del peligro que eso implica?

LEONA: Estoy dispuesta a correr el riesgo. Si obramos con prudencia, no nos van
a descubrir y podremos ayudarlos. Van a necesitar ropa, alimentos, armas,
medicinas… ¡muchas cosas!

ANDRÉS: Y sobre todo valor, Leona. Porque la situación se va a poner muy difícil.

LEONA Y ANDRÉS SE TOMAN DE LAS MANOS, MIRÁNDOSE A LOS OJOS.


SUSPIRAN. ESTÁN A PUNTO DE BESARSE CUANDO ENTRA MARÍA,
CORRIENDO.
21

ESCENA 24
ENTRA MARÍA CORRIENDO.

MARÍA: ¡Joven Andrés…! ¡Joven Andrés…! Ahí viene el señor Pomposo hecho
una furia. Como usted no ha llegado al despacho, supone que está aquí y viene
dispuesto a matarlo.

LEONA: ¿A matarlo…?

MARÍA: Bueno, no… nomás quiere golpearlo.

LEONA: ¿Golpearlo…?

MARÍA: Bueno, no, nomás va a regañarlo, pero si una no exagera, la vida se


vuelve muy aburrida.

ANDRÉS: (A LEONA) Me voy… pero quiero volver a verte pronto.

ANDRÉS INTENTA DARLE UN BESO DE PIQUITO A LEONA, PERO ÉSTA LO


EMPUJA PARA QUE SE VAYA.

LEONA: ¡Ya vete!

ANDRÉS SALE.

ESCENA 25
ENTRA DON AGUSTÍN, FURIOSO.

AGUSTÍN: (A LEONA) ¿Dónde está? Estoy seguro de que ese sujeto está aquí.
¡No lo escondas!

LEONA: (ASUSTADA) Tío, yo…

AGUSTÍN: (LA INTERRUMPE) ¡No finjas! (A MARÍA) ¡Y tú, alcahueta…! Si me


entero de que estás solapando una relación entre mi sobrina y Andrés Quintana
Roo, te vas a arrepentir.

MARÍA: Ora la va a agarrar contra mi. ¿¡Por qué…!?

AGUSTÍN: (A LEONA) Te advierto, sobrina, que si estás haciendo algo indebido,


habrá serias consecuencias.

DON AGUSTÍN SALE, FURIOSO.


LEONA Y MARÍA QUEDAN MIRÁNDOSE, ASUSTADAS. LUEGO, AMBAS SALEN
DE ESCENA.
22

TRACK 15
https://www.youtube.com/watch?v=gq5YpMpaPeo
Antonio Lotti. Vesper Psalms, Jung

VOZ OFF: Y efectivamente, Leona estaba haciendo cosas consideradas


“indebidas”: había estado vendiendo sus joyas para enviar el dinero a los
insurgentes. También enviaba ropa y medicamentos. Todo por medio de su, hasta
ese momento, fiel colaborador Mariano Salazar.

ESCENA 26
Mismo track 15
https://www.youtube.com/watch?v=l4NG_NSXfIw
Héctor Berlioz. Hungarian march

LEONA ENTRA A ESCENA Y SACA DE UNA CAJA ALGUNAS JOYAS. ENTRA


MARIANO Y LEONA LE ENTREGA ALGUNAS JOYAS EN UNA BOLSA. LE DA
INDICACIONES QUE NO ESCUCHAMOS. TAMBIÉN LE DA UNA BOLSA DE
TELA CON ROPA.
MARIANO SALE.

ESCENA 27
LEONA SE SIENTA EN SUS TABURETES, PENSATIVA.

ESCENA 28
ENTRA MARÍA.

MARÍA: Bueno, ya dígame. ¿Qué se traen usted y el señorito Quintana Roo?

LEONA: Nada. Es un hombre con ideas y yo admiro a los hombres con ideas.

MARÍA: ¡Ideas…! ¿Y de qué sirven las ideas? Uno no vive de ideas.

LEONA: Las ideas hacen caminar al mundo, y lo transforman.

MARÍA: Lo transforman para mal, seguro.

LEONA: No, María. Al contrario. Lo transforman para bien.

MARÍA: Pues mucho cuidado con ese muchacho, porque por más que parezca
decente, no sabemos nada de él. Al principio me cayó bien, pero ya se me hizo
medio raro. No vaya a ser que sea uno de esos pervertidos que nomás quiera
hacerle “la maldad” para luego botarla, como les ha ocurrido a muchas.

LEONA: Ay, María.


23

MARÍA: Acuérdese, señorita Leona: cuando la de abajo se calienta, la de arriba no


piensa.

LEONA: ¡María, por Dios! Esa es una gran vulgaridad.

MARÍA: Pero muy cierta, señorita, muy cierta. Ojalá que pronto regrese el joven
Octaviano Obregón de Europa para que se casen, porque el tiempo se pasa
volando, y… “matrimonio a edad madura, cornamenta o sepultura”.

MARÍA SALE.
LEONA SE RECUESTA EN SU ESCRITORIO Y SE QUEDA DORMIDA.

ESCENA 29
TRACK 16
https://www.youtube.com/watch?v=I5Z4EzGoF0A
Shostakovich. Ballet Suite N° 1 Waltz-Scherzo

ENTRA MARÍA, CAMINANDO LENTAMENTE. TRAE UN VELO TRANSPARENTE


SOBRE LA CABEZA.
ES EL PRIMER SUEÑO DE LEONA.

MARÍA: Señorita Leona… la buscan.

LEONA: ¿Quién es…? (AUN SIN DESPERTAR)

MARÍA: (LEYENDO EN UN PEQUEÑO PAPEL) Es la señora María Ignacia


Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco, Osorio Barba Jiménez
Bello de Pereyra Fernández de Córdoba Salas Solano y Garfias. ¡Ay…! Hasta se
me fue el aire.

LEONA: ¿La conozco?

MARÍA: Todos la conocen como “La Güera Rodríguez”.

LEONA: ¿La Güera Rodríguez? (SE LEVANTA DE SU SILLÓN, SORPRENDIDA)

MARÍA: (CHISMOSA) También es conocida por haber sido amante de Simón


Bolívar, Alexander Von Humboldt, Agustín de Iturbide y cuatro sacerdotes, más lo
que se acumule esta semana. Se casó 5 veces y 5 veces enviudó. Se dice que
sus maridos murieron en circunstancias muy sospechosas.

LEONA: ¡María…! ¿Cómo sabes tantas cosas de la gente?

MARÍA: Pos una escucha, señorita, y se entera de todo. (TR.) ¿Qué le digo?
¿Qué pase o que se vaya por donde vino? Le advierto que viene disfrazada como
para un carnaval. No se vaya a asustar. ¡Yo me asusté cuando la vi!
24

LEONA: Que pase, por favor.

MARÍA: Yo nada más le aviso que, si la gente ve entrar a esa mujer aquí, van a
pensar que usted es igual que ella.

LEONA: Nadie va a pensar eso de mi, María. ¿Cómo crees?

MARÍA: Uy, señorita. Si usted supiera cómo es la gente de habladora.

SALE MARÍA.

ESCENA 30
LEONA LUCE MUY NERVIOSA.

LA GÜERA: (VOZ OFF) ¡Te faltó decir que soy inmensamente rica y
extraordinariamente hermosa, criada maloliente!

ESCENA 31
ENTRA LA GÜERA RODRÍGUEZ. VISTE EXTRAVAGANTE, CON UN TRAJE
LLENO DE COLORIDO. LUCE MUY HERMOSA. TIENE 32 AÑOS.
MARÍA ENTRA DETRÁS DE ELLA. LA MIRA CON ODIO.

LA GÜERA: Buenas tardes. (MIRANDO A LEONA) ¿Leona Vicario? (LA MIRA


CON MÁS DETENIMIENTO) Eres bonita, pero te esperaba más guapa y con más
personalidad. Además, careces de perspicacia para elegir a tus criadas. Ésta es
vulgar, huele mal y es irrespetuosa.

MARÍA REACCIONA, INDIGNADA.

LEONA: (A LA GÜERA) María no es mi criada. Es mi prima y mi dama de


compañía.

MARÍA: (IRÓNICA) ¡Ah, qué bueno que me entero! Yo de babosa me la pasaba


todo el día lavando baños, cocinando, cargando cubetas, planchando y fregando
pisos. ¡Qué bueno que nomás soy su prima y su dama de compañía! (A LA
GÜERA) Y tú… eso de que huelo mal…

LA GÜERA: (INTERRUMPE) (A LEONA) ¿Cómo se atreve a hablarme de “tú”?


¡India impertinente!

MARÍA: ¿India…? ¿Dónde me ves las trenzas?

LA GÜERA: Eres tan india, que tu árbol genealógico es una penca de nopal.

MARÍA: ¡No soy india!


25

LA GÜERA: Si no eres india, entonces eres chango. Cuando naciste te cortaron la


cola y te hicieron pasar por ser humano. ¡Farsante!

MARÍA: ¡Mira quién habla de farsas! (FURIOSA, APARTE) ¡Güera inverosímil!


¡Güera inaudita!

LA GÜERA: ¡Cállate, mucama de cuarta!

MARÍA VA A RESPONDER, PERO LEONA LE HACE UNA SEÑA DISCRETA A


PARA QUE SE CALLE.

LEONA: (A LA GÜERA) ¿Le gustaría tomar algo?

LA GÜERA: Si me lo va a servir este chango que tienes por criada, prefiero


abstenerme. La creo capaz de envenenarme.

LEONA: No lo creo. María es una excelente persona.

LA GÜERA: Está bien. Que me traiga un café.

MARÍA: (MULA) ¿Cómo lo quiere?

LA GÜERA: (A LEONA) ¿Qué dijo? Es que no…

LEONA: Que cómo quiere el café.

LA GÜERA: El café debe ser caliente como el amor, negro como el pecado y
dulce como la venganza.

LEONA: Ya escuchaste a la señora, María.

MARÍA: Enseguida se lo traigo, “señora”.

MARÍA MIRA CON ODIO A LA GÜERA. LA AMENAZA CON LA MIRADA Y SE


PONE UN DEDO EN LA FRENTE COMO DICIENDO “TE TRAIGO ENTRE CEJA
Y CEJA”.
SALE MARÍA.

ESCENA 32

LEONA: No se preocupe. María es inofensiva.

LA GÜERA: No lo creo. Me mira como si hubiera matado a mi madre y me la


hubiera comido.
26

LA GÜERA RÍE A CARCAJADAS.

LA GÜERA: ¡Matar a mi madre…! ¡Hubiera sido buenísimo!

LEONA: (LA OBSERVA) Usted es… francamente… despampanante.

LA GÜERA: Tomaré eso como un halago.

LEONA: Es un halago… créame.

LA GÜERA: Muchos dicen que soy absolutamente hermosa. Tú me consideras


“despampanante”. Cuestión de enfoques.

LEONA: Por supuesto que la considero hermosa. Solo que me dejó… perturbada
con su presencia. Fue lo único que se me ocurrió decir.

LA GÜERA: Te entiendo. A muchos les pasa. Me ven, y se quedan mudos.

LA GÜERA ES DESPARPAJADA, RISUEÑA Y SIMPÁTICA.

LEONA: Siéntese, por favor. Me pregunto cuál es el motivo de su visita.

LA GÜERA: Hay muchas cosas de las que dos mujeres como tú y yo podríamos
hablar. De hombres, por ejemplo.

LEONA: Bueno, yo no conozco a muchos. Mi tío Agustín, mis primos… y ya.

LA GÜERA: (RIENDO) ¡No me digas! A tu edad yo ya me había casado dos veces


y había tenido, por lo menos, una docena de amantes.

LEONA: (TURBADA) ¿Una docena de…? ¿Tantos…?

LA GÜERA: Son muchos para esta época, ¿verdad? Pero estoy segura de que en
el futuro, las mujeres se van a liberar y tendrán relaciones íntimas con cuantos
hombres quieran, antes de casarse, sin que nadie las critique ni las vea como si
fueran unas criminales.

LEONA: Usted ya lo hace ahora. En pleno siglo XIX.

LA GÜERA: ¡Exacto! Pienso que todas las mujeres deberían hacer lo mismo que
yo.

LEONA: Es por esa forma de pensar que la gente la critica.

LA GÜERA: ¡Porque son unos hipócritas! Manejan la moral y la decencia a su


antojo. ¿Quiénes son los que se atreven a criticar mi estilo de vida? Los mismos
que visitan los burdeles. Hombres y mujeres. Como decía Sor Juana Inés De La
27

Cruz: ¿quién es más culpable? ¿El que peca porque paga, o el que paga por
pecar?

LEONA: Lo importante es estar contento y ponerle empeño a todo lo que uno


hace, para hacerlo bien.

LA GÜERA: Yo le pongo… y le pongo… y le pongo…

ESCENA 33
ENTRA MARÍA CON EL SERVICIO DE CAFÉ.

MARÍA: Sí, señora, ya todos sabemos que usted le pone…

LA GÜERA: (VIENDO FEO A MARÍA) Le pongo empeño a todo lo que hago.

MARÍA: (A LEONA) Mejor me voy a la cocina, señorita Leona. No quiero provocar


una dis… (VIENDO A LA GÜERA) ¡puta!

MARÍA MIRA CON DESCONFIANZA A LA GÜERA. LA AMENAZA CON LA


MIRADA Y CON EL DEDO EN LA FRENTE DE: “TE TRAIGO ENTRE CEJA Y
CEJA”.
SALE MARÍA.

ESCENA 34

LA GÜERA: Esa mujer merece unos buenos cuerazos.

LEONA: Disculpe la indiscreción, pero… siendo usted viuda, ¿no tendría que
vestir de negro?

LA GÜERA: Por Dios, mujer. Eso del negro no es para mí. Yo soy una mujer
alegre, con un gran amor por la vida. Además, ¿cómo crees que voy a esconder
mi belleza detrás de un vestido negro? Que se vistan de negro las viejas y las
feas.

ESCENA 35
ENTRA MARÍA CON UNA CHAROLA CON GALLETAS. LA GÜERA RODRÍGUEZ
LA MIRA.

LA GÜERA: (VIENDO A MARÍA) Como ésta.

MARÍA SALE, FURIOSA.

ESCENA 36
QUEDAN LA GÜERA Y LEONA DE NUEVO SOLAS.
28

LA GÜERA: Solo en cuaresma visto de negro o de azul marino.

LEONA: Es usted tan hermosa que estoy segura de que cualquier color le queda
bien. Y su perfume es… exquisito.

LA GÜERA EXTIENDE LA MANO PARA QUE LEONA ASPIRE SU AROMA.

LA GÜERA: Bueno, pasemos ahora al motivo de mi visita.

LEONA: Sí, por favor. Estoy ansiosa por saber qué la trae por aquí.

LA GÜERA: Por la situación en que se encuentran las cosas en la Nueva España,


y por las acciones que han tomado el cura Hidalgo y el Capitán Allende, he
decidido hablar con Agustín.

LEONA: ¿Con mi tío Agustín?

LA GÜERA: No, niña, con Agustín de Iturbide. Si las cosas salen como espero, él
se pasará del bando de los realistas, al de los insurgentes, al bando de los que
luchamos por una patria independiente.

LEONA: ¿Usted está del lado de los insurgentes? ¡Vaya! Eso sí que es una
sorpresa.

LA GÜERA: ¿Por qué? Parezco frívola y falta de conciencia, ¿verdad? Pues no.
Debes saber que soy criolla también, como tú, y también he sufrido humillaciones
de esos déspotas gachupines. Según la ordenanza, todos somos iguales, pero en
la realidad, a alguien nacido en el país, le cuesta mucho trabajo ascender. En el
ejército, por ejemplo, que es en lo que tengo mucho entendimiento…

LEONA: (CONFUNDIDA) ¿Por…?

LA GÜERA: Porque… tengo muchas amistades ahí. Te decía que, en el ejército,


cada vez que se presenta una oportunidad de ascender, aparece un español
recién llegado con graduación más alta, o bien, se le da preferencia a un gachupín
radicado. Esto es de lo que hablan todos los días los jóvenes oficiales criollos en
los cuarteles. Eso me han dicho…

LEONA: Es una terrible injusticia.

LA GÜERA: Claro, porque los dueños de esta tierra deberíamos ser nosotros, y
no ser solo siervos. ¿No seremos capaces de gobernarnos a nosotros mismos?

LEONA: Hay mucha gente que piensa como usted… como nosotros.
29

LA GÜERA: Así es. Ya lo he constatado. Y verás que en pocos meses, las cosas
van a cambiar en la Nueva España. Nosotras podemos ayudar mucho, Leona,
porque somos fuertes. Somos hombres con genitales femeninos.

LEONA REACCIONA, CONSTERNADA.

LEONA: Sé que algunas personas se han estado reuniendo en Querétaro, y…

LA GÜERA: (INTERRUMPE) ¿Y a quién le importa lo que está pasando en


Querétaro? El movimiento debe darse desde aquí, desde las entrañas del poder.
Fuera de México todo es Cuautitlán. Sigue ayudando como lo has hecho hasta
ahora, pero debes estar consciente de que, si te descubren, arderás en la
hoguera.

LEONA SE ESPANTA, AUNQUE CONOCE ESA POSIBILIDAD.

ESCENA 37
ENTRA MARÍA, ENOJADA.

MARÍA: Ya te oí, güera falsa. No le digas esas cosas a mi niña. ¿No ves que me
la dejas toda nerviosa y luego no puede ni dormir?

LA GÜERA: ¡Cállate, india desgraciada! Tú a mi no me vas a dar órdenes.

MARÍA: (FORCEJEANDO) ¡Vieja pervertida!

LA GÜERA: ¡Te voy a despellejar viva!

MARÍA: ¡Mundana…!

LA GÜERA QUEDA MUDA DE LA IMPRESIÓN.

LA GÜERA: (A LEONA) ¡Me dijo mundana! (A MARÍA) Tú has de ser muy


espiritual.

MARÍA Y LA GÜERA ESTÁN A PUNTO DE PELEAR A GOLPES. LEONA


INTERVIENE.

LEONA: ¡María, por Dios…!

MARÍA LE QUITA LA PELUCA A LA GÜERA DE UN JALÓN.

MARÍA: ¡Yo ya sabía que no eras güera natural!

LA GÜERA: (A LEONA) Esta humillación te va a costar muy cara, Leona. A ti, y a


tu criada.
30

LA GÜERA RECOGE SU PELUCA Y SE VA, FURIOSA.

ESCENA 38
MARÍA Y LEONA QUEDAN SOLAS. LEONA ESTÁ ATERRADA.
MARÍA, FURIOSA, COMIENZA A RAPEAR.

MARÍA: (RAPEANDO)
Back to the trash, where you belong.
Back to the hell, you mother fucker.
Back to the trash, where you belong.
You mother fucker.
You mother fucker.

LEONA: (ESPANTADA) ¡María! ¿Qué es eso…?

MARÍA: (APENADA) Es un RAP.

LEONA: ¿¿RAP…?? ¿Qué es eso?

MARÍA: Rencor Apasionado… Popular… o Perpetuo… no me acuerdo.

LEONA: ¡Chistosa…! Te voy a dar tu RAP, vas a ver.

LEONA AMENAZA CON PEGARLE. MARÍA SALE CORRIENDO.

ESCENA 39
LEONA QUEDA SOLA EN EL ESCENARIO. SE SIENTA A SU ESCRITORIO Y SE
QUEDA DORMIDA. POCO DESPUÉS, DESPIERTA SOBRESALTADA.

LEONA: ¡Dios mío…! Qué horrible pesadilla.

ESCENA 40
ENTRA MARÍA CON UNA ESCOBA.

LEONA: Ay, María. Tuve unas pesadillas horribles.

MARÍA: ¿Soñó con el demonio?

LEONA: No, con la Güera Rodríguez.

MARÍA: Uy, tantito peor.

LEONA: No hables mal de ella. Es una mujer como cualquiera, con dudas y
soluciones, con defectos y virtudes, con amor y desamor. Suave como gaviota,
felina como leona…
31

MARÍA: Ay, qué bonito. Sonó así como para hacer una canción.

LEONA: Estoy hablando en serio.

MARÍA: Pos usté es la que está de payasa… (LA IMITA) “con dudas y soluciones,
con defectos y virtudes…”

LEONA: ¡Ya…! Déjame contarte mi sueño.

MARÍA: ¡Uy, no, señorita! Pa’ oír sueños estoy yo, con tanto trabajo que tengo en
la cocina. Su tío Pomposo va a dar una fiesta en la noche y quiere que le prepare
empanadillas de gallo con chile verde, cazuela de gallina con chile bermejo, potaje
de chile amarillo, cazuela de ranas con chile ancho y atole con pasas, rajas de
chile poblano sazonadas con crema y queso y sopa de fideo seco aderezada con
chile pasilla. ¡Puro chile!

MARÍA SALE.

ESCENA 41
LEONA SE QUEDA DORMIDA OTRA VEZ.
SEGUNDO SUEÑO DE LEONA.
ENTRA MARÍA. OTRA VEZ COMO SI FUERA UN ESPECTRO.

TRACK 17
https://www.youtube.com/watch?v=I5Z4EzGoF0A
Shostakovich. Ballet Suite N° 1 Waltz-Scherzo

MARÍA: Ya “cuecí” las verduras.

LEONA: Ya cocí las verduras.

MARÍA: Ah, ¿usted también…? Me hubiera dicho para no…

LEONA: (LA INTERRUMPE) No, que se dice “cocí”, y no “cuecí”.

MARÍA: ¡Ahhh…! (TR.) Ah, se me olvidaba… la buscan.

LEONA: ¿Quién?

MARÍA: Dice ser la señora María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón. Mejor
conocida como Josefa Ortiz de Domínguez.

LEONA: (SORPRENDIDA) ¿La esposa del Corregidor de Querétaro? Pero, ¿qué


hace aquí? Yo no la conozco.
32

ESCENA 42
ENTRA JOSEFA. TRAE UNA BOLSA DE TELA, ADEMÁS DE SU BOLSO DE
CALLE. TIENE 42 AÑOS.

JOSEFA: (MIRA A LEONA) ¿Señorita Leona Vicario?

LEONA: A sus órdenes.

JOSEFA: Soy Josefa Ortiz de Domínguez, mejor conocida como La Corregidora,


aunque la verdad es que no he sido capaz de corregir ni a mis hijos.

LEONA: Mucho gusto. (A MARÍA) María, tráenos chocolate, por favor.

JOSEFA: Permíteme corregirte: yo no tomo chocolate. Tomo café.

MARÍA: Uy, yo no sepo donde está el café.

JOSEFA: (CORRIGIÉNDOLA) Yo no sé dónde está el café.

MARÍA: Ah, ¿usted tampoco sabe?

JOSEFA: Que se dice “yo no sé dónde está el café”, no “yo no sepo dónde está el
café”. Te estoy corrigiendo.

MARÍA: (A LEONA) Pues el caso es que pa’ mi que se lo robó la última criada que
se fue porque don Pomposo, ahí donde lo ve usted tan seriecito, se la pasaba
viéndole las pompas a la muchacha… Candelaria, se llamaba… es la tercera
criada que se va por lo mismo… yo digo que no tiene caso seguir trayendo
muchachas nalgonas que llamen la atención de don Pom…

LEONA: (INTERRUMPE) ¡María…! Déjanos solas.

MARÍA: (RENEGANDO) ¡Porque luego ni trabajan! (REMATA. AL PÚBLICO) Y de


veras, sí estaba bien nalgona la muchacha.

LEONA VA A REPRENDER A MARÍA. JOSEFA LA CONTIENE.

JOSEFA: Está bien. Puedo prescindir del café.

MARÍA SALE.

ESCENA 43

LEONA: Usted disculpará.


33

JOSEFA: No te preocupes. (TR.) Acabo de cometer un error imperdonable. ¡Pasé


por debajo de una escalera! ¡Qué espanto! Tú sabes que pasar debajo de una
escalera es de mala suerte, ¿verdad?

LEONA: La verdad no creo en esas cosas.

JOSEFA: Yo sí. Conozco cada historia. (TR.) Seguramente te parecerá extraña mi


presencia en ésta casa…

LEONA: Su casa…

JOSEFA: Gracias… vine porque estoy enterada de que estás prestando


importantes servicios a la lucha armada que se está gestando.

LEONA: Al igual que usted. Me he enterado de que…

JOSEFA: (INTERRUMPE) Sí, yo también estoy involucrada en el movimiento…


como tú y como muchos otros. Queremos justicia, y estamos en concordancia
absoluta con las ideas liberales del cura don Miguel Hidalgo… ¿no es así?

LEONA: (TÍMIDA) Sí…

JOSEFA: El cura Hidalgo es un hombre muy culto. Habla español, francés, griego,
italiano y otomí. (ABRE LA BOLSA) Traigo un regalo para ti, de parte de don
Miguel Hidalgo.

LEONA: (MUY SORPRENDIDA) ¿Un regalo?

JOSEFA ENTREGA UNA BOLSA A LEONA.

JOSEFA: Toma.

LEONA SACA DE LA BOLSA UN ESTANDARTE.

LEONA: (EMOCIONADA) ¡Es hermosísimo!

JOSEFA: Es una réplica exacta del estandarte que está usando el cura Hidalgo en
la revuelta.

LEONA: ¿La imagen de la Virgen de Guadalupe en medio de una guerra?

JOSEFA: Solo usándola podían conseguir el apoyo de los indios.

LEONA: (EMOCIONADA TOMA EL ESTANDARTE) ¡Es una maravilla! (FELIZ)


Dígale que se lo agradezco infinitamente. Aunque… me gustaría darle las gracias
personalmente. Me gustaría conocerlo.
34

JOSEFA: Hidalgo y la gente que lo sigue andan a salto de mata. La única forma
de comunicarse con él es por correo.

LEONA: ¡Le voy a escribir!

LEONA DOBLA EL ESTANDARTE CON MUCHO CUIDADO Y AMOR Y LO


GUARDA EN UNA PEQUEÑA CAJA DONDE GUARDA SUS JOYAS Y OTROS
OBJETOS MUY PRECIADOS.

JOSEFA: También vengo a hablar contigo de parte del capitán Ignacio Allende.

LEONA: Él no sabe que existo.

JOSEFA: Permíteme corregirte. ¡Sí sabe que existes!

LEONA: Bueno, pues… es un halago. Mi mayor ilusión es poder platicar con él. Le
he enviado un par de cartas contándole de las cosas que he hecho tratando de
ayudar. (MIRA A JOSEFA FIJAMENTE) En cuanto a usted… nunca pensé que la
conocería en persona. He escuchado muchas cosas de doña Josefa Ortiz de
Domínguez.

JOSEFA: Seguramente son cosas malas.

LEONA: ¡No lo son! El pueblo la admira, en secreto, por el servicio que está
prestando a la patria.

JOSEFA: La vida política en Querétaro es muy intensa. La gente está bien


informada y, los que no son gachupines, están hartos de las injusticias.

LEONA: Como en todo el país.

JOSEFA: Vine a hablar contigo porque hemos tenido importantes reuniones en las
que se habla detalladamente de los pasos que debemos seguir para lograr la
independencia. Digo, de antemano sabemos que no vamos a tener éxito, pero no
hay peor lucha que la que no se hace.

LEONA: Bueno, yo tengo fe en que podemos lograr lo que nos proponemos.

JOSEFA: Yo no. Aun así, pensamos, si no es abusar mucho de tu confianza, que


tu casa sería un buen punto de reunión como lo ha sido la mía allá en Querétaro.

LEONA: Me encantaría prestar mi casa para tal propósito, pero…

JOSEFA: Sé que don Agustín Pomposo Fernández de San Salvador es tu tutor y


dependes de él para tomar decisiones. Si te niegas, lo entenderemos
perfectamente. De hecho, yo ya sabía que te ibas a negar.
35

LEONA: No dependo tanto de mi tío como la gente piensa. Tengo cierta


independencia. Si se trata de reuniones inofensivas, discretas… podrían venir aquí
y hablaríamos de nuestros planes. Sin embargo, tenemos que tener cuidado con
las personas a las que invitamos. Se puede infiltrar un soplón.

JOSEFA: Es claro que va a surgir un soplón y el movimiento va a fracasar. Pero


intentaremos que todo se realice con la mayor discreción. Diremos que las
reuniones son tertulias literarias donde solo se leen poemas.

LEONA: ¿Y las armas?

JOSEFA: ¿Cuáles armas? No hay armas. Han estado usando machetes, palos y
picos. Con seguridad habrá miles de muertos.

LEONA: ¡Dios mío…! ¿Machetes, palos y picos? ¡Están en completa desventaja


ante el ejército realista!

JOSEFA: Permíteme corregirte: no solo estamos en completa desventaja.


¡Estamos condenados al fracaso!

LEONA: En realidad creo que no importan las armas. Lo que importa es el


corazón de los que pelean. Las batallas se ganan con el espíritu de lucha, con las
ganas de vencer y, sobre todo, con las ganas de obtener la libertad y dejar de ser
esclavos y súbditos de España.

JOSEFA: Pero sería mejor si, los que luchan, estuvieran mejor armados. Yo he
dado dinero para armas y parque. He vendido mis joyas. Seguramente habrá sido
en vano, pero bueno…

LEONA: Además de armas y parque, necesitan alimentos. Tienen que comer tres
veces al día y tienen que vestirse. ¿De dónde va a salir ese dinero?

JOSEFA: Debemos ser optimistas.

LEONA: Entiendo que si todos ponemos nuestro granito de arena, vamos a


alcanzar nuestra meta. Hasta la Güera Rodríguez está entusiasmada con la idea.
Vino a verme, y…

JOSEFA: (INTERRUMPE) No le hagas caso a esa loca. Que mejor se dedique a


seducir hombres, que es para lo que sirve, y nos deje en paz a los que queremos
formar una patria. Ella solo quiere ser tomada en cuenta y convertirse en heroína,
pero está muy alejada de nuestros ideales. Si le compramos un vestido
extravagante, como los que acostumbra usar, se quedará muy tranquila y nos la
quitaremos de encima. ¡Es un estorbo!

LEONA: A mi me parece, con todo respeto, que esa señora puede sernos de gran
utilidad. Lleva una estrecha amistad con Agustín de Iturbide.
36

JOSEFA: Permíteme corregirte. La amistad que lleva con Agustín no es estrecha.


¡Es estrechísima!

LEONA: (SONRÍE) ¡Señora…!

JOSEFA: No te escandalices. Y menos por cosas que todo el mundo sabe y que
tú sabrás a su debido tiempo. Si es que no las sabes ya.

LEONA: (SE RUBORIZA) Yo… sé todo, pero no he hecho nada.

JOSEFA: Mejor. Las mujeres debemos llegar vírgenes al matrimonio. ¡Y punto! Así
ha sido siempre y así será en el futuro. De eso no hay duda.

LEONA: Eso no podemos saberlo. (TR.) ¿Y su marido está al tanto de sus


actividades como insurgente?

JOSEFA: Sí, pero teme por nuestros hijos. Tenemos 12.

LEONA: ¿Doce hijos?

JOSEFA: Y estuve embarazada de otros dos, pero como era de esperarse, se


malograron.

LEONA: ¿Y no ha pensado usted que, con su activismo, está poniendo a esas


criaturas en peligro?

JOSEFA: ¡Claro que están en peligro! Y la verdad no creo que salgamos bien
librados de todo esto. Dame tu mano.

LEONA, CONSTERNADA, LE DA LA MANO DERECHA.

JOSEFA: No, niña. La izquierda.

LEONA LE DA LA MANO IZQUIERDA. JOSEFA LEE LAS LÍNEAS DE LA MANO.

JOSEFA: ¡Dios…! Habrá terribles tragedias. No solo en tu vida, sino en las de


todos los que te rodean. (SIGUE OBSERVANDO) No, sí. Puras cosas terribles van
a ocurrir de ahora en adelante. (TR.) (TRISTE) ¡Mis hijos…! ¡Ay, mis hijos…! ¡Mis
pobres hijos!

LEONA: Sería terrible que esos niños se quedaran sin madre.

JOSEFA: Les tocó una madre que lucha por la justicia. Ni modo. (TR.) Ahora me
marcho, querida Leona. Espero que las cosas salgan bien… aunque lo dudo. La
verdad lo dudo mucho.
37

LEONA: Es mejor tener confianza en que estamos haciendo lo correcto. Usted…


¿mantendrá en secreto mi participación en esto?

JOSEFA: Séneca dijo: si quieres que tu secreto esté oculto, no se lo digas a


nadie, pues si tú mismo no lo callas, ¿cómo quieres que los demás lo tengan en
silencio?

JOSEFA ABRAZA Y BESA A LEONA.

LEONA: Yo espero que las cosas no vayan mal.

JOSEFA: Permíteme corregirte: cuando las cosas vayan mal, después,


seguramente irán peor.

JOSEFA SALE.

ESCENA 44
LEONA SE RECUESTA EN SU ESCRITORIO, MUY CONFUNDIDA. LUEGO SE
VUELVE A DORMIR.
LEONA DESPIERTA Y SUENA LA CAMPANA.
ENTRA MARÍA.

MARÍA: ¿Pa’ qué soy buena?

LEONA: Volví a soñar cosas, María. Cosas muy extrañas. Vienen a verme
personajes que… no sé. No entiendo.

MARÍA: Usted gríteme cuando esté soñando cosas feas y yo, rapidito, vengo y le
espanto a esos espíritus que seguramente son diabólicos, porque, ¿qué otra cosa
pueden ser?

LEONA: Después de la Güera Rodríguez, vino a verme la señora Josefa Ortiz de


Domínguez.

MARÍA: Ah, ya sé quién es. Está casada con el corregidor de Querétaro, don
Miguel Domínguez.

LEONA: Al parecer no siente ningún aprecio por la Güera Rodríguez. Dijo unas
cosas terribles de ella.

MARÍA: Y la señora Josefa, ¿con qué derecho habla de la Güera Rodríguez? Ella
también tiene cola que le pisen. Debería dedicarse a cuidar a sus 12 hijos, porque
12 tiene la bendita mujer, en lugar de andar con esas ideas de libertad tan
descocadas. Por cierto, dicen que el doceavo de sus chamacos, es “hechura” del
capitán Ignacio Allende.
38

LEONA: (ESCANDALIZADA) ¡María…!

MARÍA: Eso es lo que dice la gente.

LEONA: Eso es lo que dice la gente, pero a ti no te consta.

MARÍA: Ay, niña, si el pobrecito del Corregidor ya está bien viejito. Y la señora
Josefa todavía está maciza. Tiene ganas. Uy, y el capitán Allende es guapísimo. El
hombre es fuego, la mujer estopa… llega el diablo y sopla… y se hace ahí un
lodazal.

LEONA: Es mejor no hablar mal de las personas, María.

MARÍA: Es que el Corregidor no cuida a doña Josefa. El que tenga marranos que
los amarre. El que no, que ni mecate compre. Y le voy a decir otra cosa, señorita,
la tal Güera que vino a verla…

LEONA: En mis sueños.

MARÍA: Como sea… esa mujer no debería pisar la casa de una señorita decente
y usted, no debería volver a recibirla. ¡Ni en sueños!

LEONA TOMA UN CUADERNO DEL LIBRERO Y SE LO DA A MARÍA.

LEONA: Ya que estás tan “avispada”, creo que es momento de darte tu primera
lección. A ver, María. Te voy a enseñar. Ésta es la letra “M”. Es la primera letra de
tu nombre: María.

MARÍA: Ah, está bonita. Tiene dos jorobitas.

LEONA: Ésta es la mayúscula, con la que se escriben los nombres de personas o


de ciudades. Pero hay otra “m” que se llama minúscula. Con la que escribes, por
ejemplo, la palabra “mamá”.

MARÍA: Uy, ya empezó a complicarme las cosas.

LEONA: Es cosa de tener paciencia y de practicar mucho.

MARÍA: Vamos lento, señorita, porque lo que es taruga, sí soy.

LEONA: El tiempo pasa rápido y cuando menos te lo esperes, vas a estar leyendo
y escribiendo en español.

MARÍA: ¡Dios la oiga, niña! Y también quiero aprender suma, resta y


multiplicación, para que vea el tarado del Chanfaina que soy más lista que él.
Bueno, eso no es mérito: cualquiera es más listo que él. ¡Hasta un muerto! Y a
39

propósito de muertos, pídale a su madrecita que la ayude para que se quite de la


mente todas esas ideas tan raras.

LEONA: ¿Cuáles ideas…? (TR.) Mi madre está muerta. Tú lo acabas de decir.

MARÍA: Por eso. Está más cerca de Dios que nosotros. Ella puede abogar por
usted.

LEONA: Los muertos no existen. Se transforman en costales de huesos, si bien


les va. Luego, con el tiempo, se vuelven polvo. La materia, María…

MARÍA: (INTERRUMPE) ¡La materia…! Ya me va a hablar de la materia. ¿Y el


espíritu? ¿Y el alma?

LEONA: Eso tampoco existe.

MARÍA: ¡Ay, niña Leona! ¡Qué retorcida está la mente suya de usted! (TR.) Voy
con el sacrílego.

LEONA: ¿Con quién…?

MARÍA: Con el sacrílego.

LEONA: Voy con el clérigo.

MARÍA: Ah, ¿usted también va?

LEONA: Que no se dice “sacrílego”, sino “clérigo”.

MARÍA: Ah, pues como sea.

TOCAN A LA PUERTA. MARÍA SALE A ABRIR.

ESCENA 45
MARIANO ENTRA Y ENTREGA A LEONA UN MENSAJE.
MARÍA ENTRA DETRÁS DE ÉL.

MARIANO: Buenas tardes, señorita Leona.

LEONA: Buenas tardes.


LEONA TOMA EL MENSAJE Y LO LEE, ÁVIDAMENTE.

LEONA: ¡Dios mío! Los insurgentes atacaron la alhóndiga de Granaditas en


Guanajuato. Ahí estaban refugiados alrededor de 350 gachupines. (PAUSA) Los
asesinaron a todos. Niños, mujeres, ancianos… los pasaron a cuchillo.
40

MARÍA: Al cura Hidalgo se le está pasando la mano.

LEONA: El mensaje dice que el padre Hidalgo no había dado la orden de atacar,
pero al parecer no pudo contener a la muchedumbre. Salieron a flote los odios y
resentimientos de casi 300 años de dominación española.

MARIANO ENTREGA UNA CARTA A MARÍA.

MARIANO: Esta carta es para usted.

MARÍA TOMA EL SOBRE, EXTRAÑADA. LUEGO SE LO DA A LEONA. ÉSTA


ABRE EL SOBRE.

LEONA: Es de don Eustaquio.

MARÍA: ¿El chanfaina? ¿Y qué quiere?

LEONA: (LEYENDO) Quiere volver contigo.

MARÍA: (BURLONA) ¡Ja…! ¡No tuviera tanta suerte!

MARÍA SALE. MARIANO SALE DETRÁS DE ELLA.

ESCENA 46
LEONA REVISA LA CAJA DONDE GUARDÓ EL ESTANDARTE QUE LE DIO
DOÑA JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ. DECEPCIONADA, SE DA CUENTA DE
QUE NO HAY NADA.
LEONA SALE.

ESCENA 47
ENTRA DON AGUSTÍN POMPOSO, FURIOSO, SEGUIDO DE ANDRÉS.

AGUSTÍN: ¡Mal nacido! Sabes que mi sobrina es dueña de una cuantiosa fortuna
y estás decidido a quitársela.

ANDRÉS: ¿No será otro el que está decidido a quitársela?

AGUSTÍN: ¿Qué insinúas, insolente?

ANDRÉS: Solo digo lo que veo, y lo que ve todo mundo. Usted ha obtenido
grandes beneficios por ser el administrador de la fortuna de Leona.

AGUSTÍN: (FURIOSO) ¡Leona es mi sobrina! Es hija de mi hermana. Conozco a


los farsantes como tú. Son capaces de todo con tal de escalar posiciones. Pero
debes saber que no voy a permitir que vuelvas a acercarte a Leona. ¡No vas a
volver a verla!
41

ANDRÉS: Eso es algo que tiene que decidir la propia Leona.

DON AGUSTÍN, FURIOSO, DA TREMENDA BOFETADA A ANDRÉS.

AGUSTÍN: ¡Soy su tutor! Yo decido lo que es bueno o malo para ella. Y te


advierto, sabandija, que si me retas, si me desafías, vas a salir perdiendo.

ANDRÉS: Leona me ama… y yo a ella. He venido respetuosamente a pedirle su


mano. Quiero casarme con ella.

AGUSTÍN: (FURIOSO) ¡Eso no va a suceder jamás! ¡Sobre mi cadáver!

ANDRÉS: Espero sinceramente que recapacite y, en algún momento, nos dé su


bendición.

FALSO MUTIS DE AGUSTÍN. REGRESA.

AGUSTÍN: No quiero volver a verlo por mi despacho. A la Nueva España no le


hacen falta abogados como usted. ¡Y salga de esta casa cuanto antes!

ANDRÉS SALE DE ESCENA, FRUSTRADO. AGUSTÍN QUEDA FURIOSO.

ESCENA 48
ENTRA MARÍA. SU GESTO ES GRAVE.

MARÍA: Señor don Pomposo… me dieron un recado para usted. Su hijo Manuel
se “juyó” con los insurgentes.

AGUSTÍN SE SORPRENDE ENORMEMENTE. LUEGO COMIENZA A LLORAR.


SALEN MARÍA Y AGUSTÍN.

ESCENA 49
LEONA ENTRA A ESCENA. LUCE NERVIOSA.

ESCENA 50
ENTRA MARÍA.

MARÍA: (ALARMADA) ¡Señorita Leona…! ¡Señorita Leona…!

LEONA: ¿Qué pasa, María? ¡Me asustas con esos gritos!

MARÍA: Pos para eso grito, para que se asuste. Acabo de enterarme de algo
terrible, señorita.

LEONA: ¿Qué pasa?


42

MARÍA: La chismosa, La Berenjena, la criada del palacio del virrey, me contó que
Mariano Salazar fue detenido por el ejército.

LEONA: (ATERRADA) ¿Y qué va a pasar?

MARÍA: Lo van a torturar y va a dar santo y seña de todas las actividades de


usted. ¡El Virrey va a saber que usted apoya a los insurgentes!

LEONA SE PONE MUY NERVIOSA.

MARÍA: Esa no va a ser tranca fácil de brincar.

LEONA: Ayúdame, María. Tengo que huir.

MARÍA: Yo voy con usted. ¿Cómo se va a ir sola?

LEONA: Claro que no. No voy a exponerte por una causa que no es la tuya.

MARÍA: Ay, señorita, yo no tengo nada que perder. Voy con usted. ¡De veras!
Vaya buscando el yeso, que yo pongo la fractura.

LEONA: No, María.

MARÍA: ¡Déjeme ir con usted! Ahorita la alcanzo, señorita. Nomás me


“recomiendo” a la virgen de Guadalupe.

LEONA: Me “encomiendo” a la virgen de Guadalupe.

MARÍA: Ah, ¿usted también?

LEONA: Que no se dice me “recomiendo”, sino me “encomiendo”.

MARÍA: Ah, ¿usted también se va a poner de “corregidora”?

LEONA: Quédate, María. Te aseguro que voy a regresar pronto.

MARÍA: Pos a ver si regresa viva.

LEONA: ¡María…!

MARÍA: ¡Perdón…!

LEONA: Tengo que localizar a Andrés.

MARÍA: ¿Para qué?


43

LEONA: Estoy enamorada de él, María.

MARÍA: ¡Zas, que te quedó jabón! ¿Y ora…?

LEONA: Tiene que saber que he salido huyendo.

MARÍA: Déjele una carta y yo se la hago llegar con La Berenjena.

LEONA GARABATEA UNAS PALABRAS EN UN PEDAZO DE PAPEL.

LEONA: Por cierto, ¿por qué le dicen la Berenjena?

MARÍA: Pos porque está angostita de arriba y abajo le cuelga tremendo cul…

LEONA: (INTERRUMPE) ¡Basta!

MARÍA: ¡Ay, se me olvidaba!

MARÍA SACA DE UNA CAJA EL ESTANDARTE QUE LE ENVIARA HIDALGO A


LEONA Y SE LO DA.

MARÍA: Éste estandarte nos va a servir como amuleto protector.

LEONA: (MUY SORPRENDIDA) Pero… ¿cómo es posible? Este estandarte me lo


dio la señora Josefa en mi sueño… cuando desperté lo busqué y no estaba donde
lo guardé.

MARÍA: (CON TERNURA) Usted no cree en las cosas del espíritu… en las cosas
del alma. Usted solo cree en la materia.

LEONA: Explícame esto, María, o me voy a volver loca.

MARÍA: Ay, niña, cuando Dios entra en nuestras vidas, ocurren muchas cosas que
no tienen explicación.

SALE MARÍA.

ESCENA 51
LEONA ESTÁ SOLA EN ESCENA.
ENTRA ANDRÉS. AMBOS LUCEN TRISTES, ANGUSTIADOS.

LEONA: ¡Andrés…! Tengo que irme. No puedo permanecer en la ciudad. Las


autoridades de la Real Junta de Seguridad y Buen Orden me van a atrapar.

ANDRÉS: Yo iré a buscar a los insurgentes. No temas. Nos reuniremos pronto.


44

SE BESAN EN LA BOCA.

ANDRÉS: Abrázame muy fuerte, amor, mantenme así a tu lado. Yo quiero


agradecerte, amor, todo lo que me has dado.

LEONA: Tú… ya eres mi persona favorita. Cada minuto a tu lado es genial y no


hay nada en el mundo mundial que ame más que estar contigo.

TRACK 18
https://www.youtube.com/watch?v=f80e6rvYNRA
Liquid groove. The rain.

SE BESAN CON PASIÓN.

LEONA: Ven… vamos a mi recámara.

SALEN LOS DOS.

ESCENA 52
ES EL PALACIO DEL VIRREY.

TRACK 19
https://www.youtube.com/watch?v=3HS_3O_pzVc
RONDO ALLA TURCA. BANDA SINALOENSE.

VOZ OFF: Con ustedes, el Marqués de la Reunión y Virrey de la Nueva España:


¡Francisco Xavier Venegas!

ENTRA EL VIRREY FRANCISCO XAVIER VENEGAS. ES FANTOCHE, PAYASO


Y RIDÍCULO. TIENE 56 AÑOS. ENTRA TAMBIÉN MARIANO SALAZAR.

TRACK 20
https://www.youtube.com/watch?v=sKop9_eD5MU
I’m an albatrouz. Pista.
00:00 a 1:30

VIRREY: (CANTANDO)
Os contaré la historia
De un hombre que llegó a gobernar
A la tierra de los repugnantes indios
Debo confesaros que se hombre soy yo
Y detesto a los indios
Porque, porque, porque…
Yo soy el virrey.

¡Yo soy el virrey!


45

¡Yo soy el virrey!

Los mexicanos son flojos, borrachos y sucios.


Son los más flojos, los más borrachos y los más sucios del mundo.
Olvidé decir que también son tontos. ¡Muy tontos!
Los odio con el corazón.
Y por si había alguna duda: Yo soy el virrey

¡Yo soy el virrey!


¡Yo soy el virrey!

Los indios también son feos. ¡Los odio!


Los odio tanto, que hasta yo mismo me espanto de mi forma de odiar.

MARIANO: Ay, “siñor”, pensé que no me iba a recibir. Como es usted tan
importante.

VIRREY: ¿Por qué no habría de recibiros? ¿Acaso Fray Juan de Zumárraga,


siendo Arzobispo de la Nueva España, no recibió a Juan Diego Cuauhtlatoatzin?
Yo también, siendo Virrey, puedo recibir a un indígena. Por simple curiosidad, para
ver qué tiene que decirme alguien del pueblo. Un hombre sencillo, de lento andar y
cara de estúpido. ¿Qué pasa por tu pequeña mente de escasas ideas, paupérrimo
representante del lumpen proletariado? ¡Hablad, rostro de patética mueca!

MARIANO: ¡Ay, “siñor” Virrey…!

VIRREY: Tengo entendido que sois criado de María Leona Soledad Camila Vicario
Fernández De San Salvador, pero no logro adivinar que os trae a mi palacio y que
os impulsa a hablarme con tanta urgencia.

MARIANO: En realidad soy un arriero que trabaja por su cuenta.

VIRREY: Para el caso es lo mismo. Sois proclive al fracaso y a la estupidez como


todos los indios. Tu función en la vida es la de un criado cualquiera. Toma. (LE DA
EL PAÑAL)

MARIANO SE COLOCA ATRÁS DEL VIRREY, SE ASOMA AL PANTALÓN Y VE


UNA MASACRE EN EL INTERIOR.

MARIANO: ¡“Siñor” virrey! ¿Hace cuánto que no le cambian el pañal?

VIRREY: Apenas un par de días.

MARIANO SACA EL PAÑAL SUCIO DEL INTERIOR DEL PANTALÓN DE VIRREY.


LUEGO TOMA EL PAÑAL LIMPIO QUE EL VIRREY TRAE EN LA MANO Y LE
CAMBIA EL PAÑAL MIENTRAS HABLA.
46

VIRREY: Esta desgraciada incontinencia no me deja vivir. Es de familia, ¿sabéis?


Mi abuela, que en paz descanse, era incontinente. Mi padre, que Dios lo tenga
cogido de su mano, que era un hombre ilustrísimo, era incontinente. Y mi hijo, que
apenas tiene 26 años, es incontinente.

MARIANO: De veras que es una desgracia.

MARIANO TERMINA DE PONERLE EL PAÑAL LIMPIO. EL VIRREY SE SUBE EL


PANTALÓN.

VIRREY: ¡Qué frescura! (TR.) Bueno, ya. Hablad. ¿Qué tenéis que decirme?

MARIANO: Vengo a decirle algo rete delicado, “siñor” virrey. No va a creerme


nada.

EL VIRREY DA LA MEDIA VUELTA Y COMIENZA A ALEJARSE.

MARIANO: ¡Espérese, “siñor” Virrey! ¿A dónde va, pues?

VIRREY: Acabáis de decirme que no os voy a creer nada. Entonces, ¿para qué
pierdo el tiempo escuchándoos? Soy un hombre práctico.

MARIANO: Bueno, quiero decir que sí me va a creer, pero le va a costar “muncho”


trabajo.

EL VIRREY SE DA MEDIA VUELTA Y COMIENZA A ALEJARSE.

MARIANO: ¡”Siñor” Virrey…! ¡No se vaya! ¿A dónde va, pues?

VIRREY: Acabáis de decirme que me va a costar mucho trabajo creeros. Y a mi no


me gusta que las cosas me cuesten trabajo.

MARIANO: (APARTE) ¡Válgame…! De veras que éste hombre es más bruto que
yo.

VIRREY: ¿Qué habéis dicho? Mirad que puedo pedirle al señor Obispo que os
excomulgue. O a la Santa Inquisición que os acuse de brujo, para que os quemen
en leña verde.

MARIANO: ¡No la friegue! Yo le estoy prestando un servicio a la corona delatando


a sus enemigos.

VIRREY: ¡Hablad, pues...!

MARIANO: Pero pos, se me hace que se va a desmayar de la impresión.

VIRREY: ¿Será para tanto?


47

MARIANO: La niña Leona, así como la ve de seriecita, lee cosas prohibidas.

VIRREY: ¿Cómo cuáles?

MARIANO: Lee a Robespierre, a Montesquieu, a Rousseau...

VIRREY: ¿Y esos quiénes son?

MARIANO: (APARTE) ¡Mi madre! Ni duda cabe: es tarado.

VIRREY: ¿Qué murmuráis, hombrecillo de baja ralea y de repulsiva estirpe?


Hombre de tez humilde. Majadero hediondo.

MARIANO: Yo nomás se lo paso al costo. La niña Leona tiene nexos con los
insurgentes. Los está ayudando para que inicien la guerra. Les ha dado joyas y
mucho dinero para que compren armas.

VIRREY: ¿Y vos por qué habéis venido a decirme esto? ¿Qué ganáis haciéndolo?

MARIANO: ¡Quiero salvar a la señorita Leona! Quiero evitar que haga algo que la
condene a los peores castigos. Yo la quiero porque es una buena mujer. Y es bien
inteligente. Esa mujer tiene dos cerebros. ¡Qué digo dos cerebros! ¡Tiene tres!

VIRREY: Esto lo tiene que saber la Real Junta de Seguridad y Buen Orden.

MUJER: (VOZ OFF) ¡Hora de comer…!

EL VIRREY CAMINA HACIA EL COMEDOR. LE URGE COMER. SALE


SABOREÁNDOSE DE ANTEMANO LO QUE LE VAN A SERVIR.

VIRREY: ¡Ordeno que aprehendan a la señorita Leona Vicario!

MARIANO: Oiga, pero… señor Virrey… ¿yo qué debo hacer?

VIRREY: Seréis torturado y diréis todo lo que sabéis.

MARIANO: Pero, ¿para qué me torturan, si ya dije todo lo que sé?

VIRREY: Requisitos. Ya sabéis… requisitos. Es la herencia que les dejaremos los


españoles: trámites, papeleos y más trámites. (PROYECTA LA VOZ) ¡Guardias!
Torturad a este hombre.

SALE EL VIRREY.

ESCENA 53
48

QUEDA MARIANO SOLO.

MARIANO: ¡Malhaya!

MARIANO SALE.

ESCENA 54

TRACK 21
https://www.youtube.com/watch?v=RJsR4AF0OWo
Baldassare Galuppi. Harpsichord concerto in C minor

VOZ OFF: Leona trató de huir, pero todo fue inútil. Fue aprehendida y la llevaron a
encerrar a una fría mazmorra donde fue interrogada por la Real Junta de
Seguridad y Buen Orden. A pesar de la presión y las amenazas a que fue
sometida, Leona no delató a nadie.

ESCENA 55
UN INQUISIDOR INTERROGA A LEONA.
LEONA ESTÁ DE RODILLAS.

INQUISIDOR: Si faltas a la verdad, tu alma se consumirá entre las llamas del


infierno.

LEONA LO MIRA, ASUSTADA, PERO TRATANDO DE MANTENER LA CALMA.

INQUISIDOR: ¿Cómo se declara la acusada, culpable o inocente, respecto al


delito de conspiración en contra de la Corona de España y alta traición al virrey y a
la Santa Iglesia Católica?

LEONA: Inocente.

EL INQUISIDOR TOMA NOTAS POR ESCRITO.

INQUISIDOR: ¿Cómo se declara la acusada, culpable o inocente, respecto al


delito de alianza con los insurgentes proporcionándoles recursos para la obtención
de armamento para el movimiento armado?

LEONA: Inocente.

INQUISIDOR: ¿Qué responde a las acusaciones del arriero Mariano Salazar con
respecto a que usted ha estado ayudando a los rebeldes insurgentes?

LEONA: Es falso. Mariano Salazar no es un hombre muy inteligente que digamos.


Dice cosas sin sentido. Todo el mundo sabe que es idiota de nacimiento.
49

INQUISIDOR: El Tribunal analizará sus respuestas y realizará las investigaciones


pertinentes. Mientras tanto, tendrá usted que permanecer encerrada. No tendrá
derecho a recibir visitas. Estará totalmente incomunicada. ¿Quiere agregar algo
más?

LEONA: No, señor.

EL INQUISIDOR LA TOMA POR UN BRAZO Y SE LA LLEVA FUERA DEL


ESCENARIO, CON CORTESÍA.
SALEN LOS DOS.

ESCENA 56

TRACK 22
https://www.youtube.com/watch?v=XubfFd0nkoI
Johann Joachim Quantz. Flute concertos

VOZ OFF: Pero Leona no duró mucho tiempo presa en los calabozos de la Santa
Inquisición. Fue llevada al Colegio de San Miguel de Belén en calidad de
prisionera, y de ahí, un grupo de hombres armados enviados por el teniente de
artillería don Miguel Gallardo, logró rescatarla. Leona huyó a Huixquilucan
disfrazada de esclava negra.

Mismo track 22
https://www.youtube.com/watch?v=yS29-hYC8k4
THE BEST EPIC MUSIC/ LA MEJOR MÚSICA ÉPICA

LEONA CRUZA EL ESCENARIO CORRIENDO, CON UNA MÁSCARA DE NEGRA


Y CON HARAPOS. MARÍA CORRE TRAS ELLA. VAN MUY ASUSTADAS.

MARÍA: ¡Corra…! ¡Corra…!

LEONA: ¿Corro, corro, corro, por el boulevard?

MARÍA: ¡Sí…! Corra, corra sin mirar atrás.

TRACK 23
https://www.youtube.com/watch?v=BjjXNWVhsOs
Corre por el boulevard. Flans. Primeros 16 segundos.

LAS DOS SALEN CORRIENDO.

ESCENA 57
ESCENOGRAFÍA: PARAGUAS Y UN BANCO AL CENTRO.
ES UNA CUEVA. LEONA YA HA DADO A LUZ. TRAE ABRAZADA A UNA BEBÉ
ENVUELTA EN COBIJAS. LEE UNA CARTA DE ANDRÉS.
50

MARÍA TOMA A LA BEBÉ.

TRACK 24
https://www.youtube.com/watch?v=3HS_3O_pzVc
RONDO ALLA TURCA. BANDA SINALOENSE.

LEONA: (LEYENDO) Amada Leona. No puedo revelarte el lugar en el que me


encuentro. Las tropas realistas tienen órdenes de perseguir y ejecutar a todo el
que se levante en contra de la corona española. Solo quiero que sepas que te
amo, que te extraño, y que añoro tenerte entre mis brazos y hacerte el amor.
Espero que estés bien y que nuestra hija, a quien me dices que llamarás María
Genoveva, esté bien cobijada, bien alimentada y, sobre todo, segura. Tuyo. Andrés
Quintana Roo.

MARÍA SALE CON LA BEBÉ

ESCENA 58
LEONA SOLA UNOS SEGUNDOS.

ESCENA 59
ENTRA MARIANO. LEONA SE LANZA SOBRE ÉL.

LEONA: ¡Me traicionaste!

MARIANO: ¡Me torturaron…! No tuve más remedio que decir la verdad. Además,
lo hice para salvarla, niña. Anda usted metida en cosas muy peligrosas.

LEONA: ¡Ando “metida” en la defensa de mis ideales!

MARIANO: ¡Esos ideales pueden llevarla a la muerte! Y yo no quiero que usted se


muera. No quiero que la torturen como lo hicieron conmigo.

LEONA: (A MARIANO) ¡Cobarde…! No tenías ningún derecho a delatarme.

MARIANO: Usted no me conoce bien. Yo soy un hombre leal, fiel a los que me
ayudan. Soy un servidor de la causa, como lo es usted, y como lo son muchos.
Soy un insurgente de hueso colorado. Me quito la camisa por un buen amigo. Hoy
vivo millonario, mañana mendigo, mi dicha y mi dolor a nadie se lo digo…

LEONA: (INTERRUMPE) ¡Pero no eres capaz de morir por la causa! No eres


capaz de soportar el dolor físico para no delatar a los tuyos. No eres tan leal ni tan
fiel como dices. Espero que la próxima vez no sea tu madre a quien delates. ¡Y
ahora lárgate!

MARIANO: Antes tengo que decirle que el cura Hidalgo, el capitán Allende, Juan
Aldama y José Mariano Jiménez fueron ejecutados y sus cabezas han sido
51

colgadas en jaulas en cada una de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en


Guanajuato, para que todo el mundo pueda verlas.

LEONA: (DEVASTADA) ¡Dios mío…! ¿Y ahora quién va a tomar el mando de la


insurrección?

MARIANO: (DÁNDOLE UN PAPEL) El virrey le ofrece el indulto.

LEONA: ¡No lo voy a aceptar jamás!

MARIANO: Acéptelo. Es la única manera de que pueda recuperar su fortuna. Su


tío, don Agustín Pomposo, se ha quedado con todo.

LEONA SALE. LUCE MUY CONFUNDIDA.


LUEGO SALE MARIANO TAMBIÉN.

ESCENA 60

TRACK: 25
https://www.youtube.com/watch?v=8J0VZB4rxLY
Wilhelm Friedemann Bach. Concerto in F minor for harpsichord.

VOZZ OFF: Leona y Andrés dejaron de verse mucho tiempo. Las noches y los
días le parecían eternas a Leona, mientras se dedicaba a cuidar a su hija y a los
heridos, conseguía alimentos y remendaba ropa para los insurgentes. José María
Morelos, quien se había convertido en el líder de la revuelta, le asignó una
mensualidad, en pago a sus esfuerzos, y la proclamó Benemérita de la Patria.

ENTRA ANDRÉS. LUCE ANDRAJOSO Y SUCIO.

ESCENA 61
ENTRA MARÍA SE SORPRENDE AL VER A ANDRÉS.

MARÍA: (SORPRENDIDA) ¡Señorito Andrés!

ANDRÉS: ¡María…! Me dijeron que Leona estaba en este campamento.

MARÍA: Sí… aquí está. Se va a poner feliz al verlo. (PROYECTA LA VOZ)


¡Señorita Leona…! ¡Señorita Leona…!

MARÍA SALE, APURADA.


ANDRÉS QUEDA SOLO. ANSIOSO.

ESCENA 62
ENTRA LEONA. SE SORPRENDE AL VER A ANDRÉS.
52

TRACK 26
https://www.youtube.com/watch?v=mmCnQDUSO4I
Shostakovich. Waltz n° 2

LEONA: ¡Andrés…!

ANDRÉS: ¡Leona…! ¡Mi Leoncita…!

SE ABRAZAN Y SE BESAN, APASIONADOS, ANSIOSOS. HAN ESTADO


MUCHO TIEMPO SIN VERSE.

LEONA: ¡Tanto tiempo, Andrés…! ¡Tanto tiempo sin verte…!

ANDRÉS: Todo este tiempo he estado huyendo, al igual que tú. El nuevo virrey,
Félix María Calleja, ha sido implacable. Morelos ha sido apresado y, lo más
probable es que sea ejecutado en estos días.

LEONA: ¡Dios mío…! ¿Hasta cuándo va a seguir este baño de sangre?

ANDRÉS: ¿Te arrepientes de haber participado en el movimiento?

LEONA: ¡Jamás…! Jamás me arrepentiré de haber luchado por la justicia.

SE MIRAN, ENAMORADOS.

LEONA: Ven… tienes que conocer a Genoveva… nuestra hija.

SALEN LOS DOS.

ESCENA 63

TRACK 27
https://www.youtube.com/watch?v=mEsaLpw-DBU
Best of epic music II – immediate music (FT. Lord of the rings)

VOZ OFF: Los acontecimientos se precipitaron y personajes como Javier Mina,


Gertrudis Bocanegra y miles más, fueron ejecutados. Iturbide logró negociar con
Vicente Guerrero y, al triunfo de la guerra de independencia, 11 años después,
Agustín de Iturbide se autoproclamó emperador de México.
Leona tuvo una segunda hija a la que puso por nombre María Dolores.

Mismo track 27
https://www.youtube.com/watch?v=3HS_3O_pzVc
RONDO ALLA TURCA. BANDA SINALOENSE.

ESCENOGRAFÍA. SALEN PARAGUAS. SOLO UN BANCO AL CENTRO.


53

ENTRA LEONA. LUCE MUY TRISTE Y CANSADA.


ENTRA MARÍA. (MARÍA YA LES HABLA DE “TÚ” A LEONA Y A ANDRÉS)

MARÍA: ¿Quién iba a decir que terminaría casándome con el Chanfaina y que, a
los pocos meses, me quedaría viuda otra vez? Pero viéndolo fríamente, qué
bueno que se murió.

LEONA: ¡María…!

MARÍA: Era un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso


vanidoso, inseguro de sí mismo, soportable como amigo, insufrible como amor.
¿Sabe qué me dijo el desgraciado cuando le reclamé que andaba con otra vieja?
“Soy fiel hasta donde la libido me lo permite”. Me daban ganas de cortarle todo lo
que le colgaba ahí abajo.

LEONA: ¡María…! No debes hablar así. Te pueden oír las niñas.

MARÍA: Pero no me quedé con las ganas de decirle al Chanfaina lo que sentía.

LEONA: ¿Qué le dijiste?

MARÍA: Le dije: ¡mentiras! Tú me enamoraste a base de mentiras. Tú me


alimentaste siempre de mentiras. ¡Qué estúpida que siempre te creí!

LEONA: Lo bueno es que te dejó dinero.

MARÍA: Sí, y 8 chamacos que son el vivo demonio. ¡Qué mala suerte!

LEONA: Cuando la de malas llega, la de buenas no dilata.

MARÍA: Ya no estés triste, Leona. ¿Quieres un tecito de tila? Te va a caer muy


bien.

LEONA: Ay, María. (TOMA LA TAZA DE TÉ) ¿Cómo no estar triste? La gente me
repudia. Todo el mundo me odia porque pedí que me regresaran mis bienes. ¿No
tenía derecho a pedir que me devolvieran mi patrimonio?

MARÍA: Pos yo pienso que sí.

LEONA: Pero la gente piensa que no.

MARÍA: ¡La gente! En estando bien con Dios, a los santos puras habas. Seguro
querían que te cortaran la cabeza como a los demás y entonces sí, te hubieran
nombrado heroína de la independencia.

LEONA: Yo me sentía tan feliz participando en la guerra. Me sentía más ancha


que verdolaga en huerta de indio.
54

MARÍA: ¡Leona!

LEONA: Por tu culpa mira nada más cómo hablo ahora.

MARÍA: Bueno, pues finalmente se logró lo que tú y todos los demás insurgentes
querían: la independencia de la Nueva España.

LEONA: Sí. Ahora somos un país independiente.

MARÍA: Nos libramos de la corona española, nos libramos del tal Iturbide, que
resultó ser un payaso, y ahora tenemos nuestro propio presidente. ¿No es
suficiente motivo para estar feliz? ¡Ahora somos una república!

LEONA: Pero la lucha sigue vigente. No se ha logrado lo que nos proponíamos.

MARÍA: Quita esa cara y ponte alegre. ¡Vamos a hacer una fiesta!

ESCENA 64
ENTRA ANDRÉS. TIENE UNAS POCAS CANAS EN LAS SIENES.
MARÍA SE DIRIGE A ÉL.

MARÍA: ¿Verdad, Andrés, que deberíamos hacer una fiesta para celebrar la
independencia? No es justo que esta mujer esté tan triste.

ANDRÉS SE ACERCA A LEONA, CARIÑOSO.

ANDRÉS: ¿Qué te pasa?

LEONA: Ya sabes. El repudio de la gente del pueblo… se siente como una daga
en el corazón.

ANDRÉS: Pero la historia nos va a hacer justicia.

LEONA: Yo no pido un lugar en la historia. No quiero galardones ni


reconocimientos. Solo quiero poder salir a la calle sin recibir agresiones ni burlas.
¿Acaso es mucho pedir?

MARÍA: Andrés tiene razón, Leona. Van a pasar a la historia y hasta van a tener
monumentos y calles con sus nombres. (A ANDRÉS) Imagínate, Andrés. Qué
bonito sería que un estado de la república llevara tus apellidos: Quintana Roo.

ANDRÉS: Yo, como Leona, me conformo con que la gente no me juzgue mal.
55

LEONA: Cuando apoyé la lucha creí que estaba cumpliendo con mi deber. Ahora
no sé si valió la pena. Este país ha logrado su independencia, pero todo sigue
siendo un caos. Es el mismo infierno pero con distinto diablo.

ANDRÉS LE BESA LAS MANOS, TIERNAMENTE.

LEONA: Quisiera vivir mis últimos años en paz.

ESCENA 65

TRACK 28
https://www.youtube.com/watch?v=ALeNmKjrM6Y
Música celta medieval epica instrumental motivacional

ENTRAN LA GÜERA RODRÍGUEZ, JOSEFA, EL VIRREY Y EL INQUISIDOR.


LEONA SE SORPRENDE AL VERLOS. MARÍA Y ANDRÉS PERMANECEN
IMPÁVIDOS.

LA GÜERA: (A LEONA) ¿Querías que el pueblo de México te reconociera como


heroína?

JOSEFA: ¿Te creíste el mote que te puso Morelos de “benemérita de la patria”?

VIRREY: ¡Sois una traidora!

LA GÜERA, JOSEFA, EL VIRREY Y EL INQUISIDOR: ¡Traidora…! ¡Traidora…!


¡Traidora…!

LEONA: No soy una traidora. Yo apoyé la insurrección desde el principio hasta el


final. Pasé mil carencias pues tenía que vivir huyendo. Pasé hambre y frío. ¡Estuve
presa!

LA GÜERA: Sí, claro. Rodeada de criadas. Siempre rodeada de criadas.

JOSEFA: Hasta tus primas eran tus criadas.

LEONA: (A LA GÜERA) Usted no sabe lo que tuve que hacer para huir de los
realistas, mientras usted descansaba en su palacete rodeada de sus amantes.

LA GÜERA: ¡Claro…!

LEONA: Es injusto que me acusen de traidora. Entregué mi patrimonio a la lucha


por la independencia.

JOSEFA: Sí, y después exigiste que te regresaran todo.


56

VIRREY: Hasta le dieron más de lo que tenía.

LEONA: ¿Por qué no entienden? Arriesgué mi vida. Rechacé los ofrecimientos de


indulto del virrey. Estuve a punto de morir miles de veces.

LA GÜERA: Miles de mujeres hicieron lo mismo. No te hagas la víctima.

INQUISIDOR: (A LEONA) Quieres reconocimiento por méritos inexistentes.

LA GÜERA: (A LEONA) Apoyaste a Iturbide para que se convirtiera en emperador.

LEONA: ¡Yo no…! ¡Usted sí…!

LA GÜERA: ¡Ay, por favor, qué estupidez! Agustín solo era mi amante. Yo nunca
he tenido nada que ver con la política.

VIRREY: (A JOSEFA, LA GÜERA Y EL INQUISIDOR) ¿Sabían que hizo que el


maestro Alconedo la pintara? Quiso que la inmortalizaran en un cuadro.

INQUISIDOR: No fue Alconedo. Fue don Domingo Ortiz. Él dice ser el autor de los
dos únicos retratos que existen de Leona.

VIRREY: Es lo de menos quién la haya pintado.

JOSEFA: El caso es que se sintió muy importante.

LA GÜERA: (A LEONA) ¿Vas a negar que defendiste a los españoles cuando se


decretó su expulsión del territorio nacional? “Traidora a la patria”, te llamaron los
periódicos.

LA GÜERA, JOSEFA, EL VIRREY Y EL INQUISIDOR: ¡Traidora! ¡Traidora…!


¡Traidora…!

MARÍA Y ANDRÉS HAN PERMANECIDO INMÓVILES TODO ESTE TIEMPO.


LEONA SE ACERCA A ELLOS, DESESPERADA.

LEONA: ¡Ayúdenme…! ¡Defiéndanme…! No permitan que me insulten. No


permitan que me llamen traidora.

MARÍA: No podemos ayudarte, Leona. Nosotros ya estamos muertos.

LEONA: ¡Nooo…! No es verdad. No puede ser verdad. (SE ACERCA A ANDRÉS)


¡Dime que no es verdad!

ANDRÉS: Sí, Leona. Todos estamos muertos. Ya nada importa.

LEONA QUEDA CONSTERNADA. MIRA A LA GÜERA.


57

LA GÜERA: Yo también estoy muerta. ¿No te das cuenta?

JOSEFA: No se da cuenta porque es muy tonta.

LA GÜERA, JOSEFA, EL VIRREY Y EL INQUISIDOR: ¡Tonta…! ¡Tonta…!


¡Tonta…!

LEONA CAE AL SUELO, DE RODILLAS, LLORANDO DESESPERADA.

LEONA: (LLORANDO) ¡Nooo…!

LA GÜERA, JOSEFA, EL VIRREY Y EL INQUISIDOR: (EN SUSURRO)


¡Traidora…! ¡Traidora…! ¡Traidora…!

LA GÜERA: (A LEONA) Pediste que te regresaran todos tus bienes, tus casas, tus
joyas, tus minas… sin darte cuenta de que el país estaba en bancarrota.

JOSEFA: Quería seguir viviendo como una princesa.

VIRREY: Y mira cómo murió: como una traidora.

INQUISIDOR: Sufriendo el desprecio y el odio de todos los mexicanos.

JOSEFA: (A LEONA) En el futuro nadie se va a acordar de ti.

LA GÜERA: (A LEONA) Los libros de historia no te van a mencionar.

VIRREY: Y si la mencionan, será como a una traidora.

LA GÜERA, JOSEFA, EL VIRREY Y EL INQUISIDOR: ¡Traidora…! ¡Traidora…!


¡Traidora…!

SALEN LA GÜERA, JOSEFA, MARÍA, ANDRÉS, EL INQUISIDOR Y EL VIRREY.

ESCENA 66
LEONA QUEDA SOLA, EN EL CENTRO DEL ESCENARIO, LLORANDO, DE
RODILLAS EN EL PISO.

LEONA: (SECÁNDOSE LAS LÁGRIMAS) No. De rodillas no. Ni muerta me van a


ver de rodillas. (LEVANTÁNDOSE) No soy una traidora. Luché hasta donde pude
por un México independiente. Luché para que dejáramos de ser esclavos de la
corona española. Tengo la conciencia tranquila.

LEONA SALE DEL ESCENARIO CAMINANDO CON GRAN DIGNIDAD.


58

TRACK 29
https://www.youtube.com/watch?v=JXPFJrNlvkM
Francesco Manfredini. 12 concerti Op. 3

VOZ OFF: Leona Vicario murió a las 9 de la noche del 21 de agosto de 1842 a los
53 años de edad. Presidió sus funerales el Presidente de la República don Antonio
López de Santa Anna. Sus restos descansan actualmente en la columna de la
independencia de la ciudad de México junto a los de su amado Andrés Quintana
Roo.

FIN DE LA OBRA

TRACK 30
PARA DAR LAS GRACIAS
https://www.youtube.com/watch?v=uXuuiFuuT4o
MOZART EN MÚSICA MODERNA

Das könnte Ihnen auch gefallen