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Antes de la rehabilitación de la REE, se producía Diesel con 6.400 y 7.000 partes por millón
de azufre, Resíduo con 20.000 ppm, Fuel Oil 4 y 6 con 19.400 ppm, la Unidad FCC generaba
gasolina con 1300 y 1700 ppm, mientras la planta CCR producía una gasolina sin azufre,
pero con 8% de benceno, la norma internacional tolera un máximo de 0,6%. El único
combustible dentro de especificación era el diesel Premium producido por la Unidad HDS.
Después de la millonaria inversión la situación sigue igual o peor, como se verá más adelante.
El procedimiento lógico era dirigir esa mega inversión (USD 1500 millones) -además de la
renovación de algunos equipos- a resolver los problemas estructurales de la planta, como la
alta generación de residuo (50% de la carga) y a reducir o eliminar los químicos
contaminantes de los combustibles, cumpliendo los requerimientos ambientales; pero, en este
caso, la letra bíblica de la Constitución más ecologista del mundo, quedó en un verso
contaminado con H2S: la Refinería de Esmeraldas, sigue produciendo combustibles que
superan en 8 y hasta 14 veces los niveles de tolerancia internacional de azufre y benceno.
Y cuando todos esperaban el milagro, luego del publicitado arranque de la rehabilitada REE,
los reportes oficiales de diciembre y enero de 2016, dan testimonio de que la Unidad FCC
sigue generando gasolina con niveles de azufre de entre 1100 y 1400 ppm, y la planta CCR
con 8% de benceno, un químico cancerígeno. Esta información fue confirmada por el propio
Gerente de Refinación de Petroecuador, Diego Tapia, en la visita realizada a la Refinería.
Este reporte oficial de REE explica claramente los volúmenes de gasolina nacional e
importada que se mezclan: 5.300 m3 de naftas de 1300 ppm de azufre y 8% de benceno,
producidas en distintas plantas de REE se mezclan con 4.500 M3 de NAO importada, de 10
ppm azufre. Así se obtiene la gasolina extra de 87 octanos y 650 ppm de azufre, la cual se
sujeta a la norma INEN vigente.
En estas condiciones, el plan de mezclas (importación) que fue coyunturalmente adoptado en
2012, luego de la rehabilitación se convirtió en un proyecto constante. Salvo el Diesel
Premium generado por la Unidad HDS que ya se extraía antes de la rehabilitación, los demás
derivados: Diesel 2, gasolinas Súper y Extra, y Fuel Oil, son altamente contaminantes. Ni
siquiera cumplen las normas ecuatorianas (INEN) que de por sí ya son cuestionadas, menos
aún con las exigencias de la Euro 5.
El gobierno destaca los logros alcanzados en el manejo de desechos tóxicos y productos
peligrosos en Refinería. Una de las compañías beneficiadas con millonarios contratos en
este caso es Veolia (Galileo), cuyo representante Ramiro Luque, ostenta en público su
amistad con Rafael Correa y Jorge Glas.
Uno de los cambios importantes realizados en la Refinería, fue la eliminación de los desechos
tóxicos de las viejas piscinas, un procedimiento realizado por las compañías: Heflin, Veolia
y Galileo, a través de millonarios contratos (Focus tiene en su poder al menos dos contratos
por USD 8 millones y otro por USD 15 millones con Veolia). La publicidad oficial pone
énfasis en este proceso: videos y fotos dejan ver el antes y el después, realmente impresiona;
sin embargo, hay un silencio oficial de sepulcro, respecto a la mayor contaminación, aquella
que no se ve, pero que va afectando la salud y el ambiente de forma silenciosa y mortal: el
azufre.
La limpieza y tratamiento de las piscinas de REE es uno de los logros más importantes del
proceso de rehabilitación, aunque sus costos son cuestionados. Heflin, Veolia y Galileo,
participaron en esos contratos.
Heflin, suscribió varios contratos para el tratamiento de desechos en la Refinería de
Esmeraldas, cuestionados por sus altos costos.
Uno de los principales agentes que contribuyen al calentamiento global, es el Ácido
Sulfhídrico H2S, y sus variantes, un gas letal para la vida humana y toda forma de vida. De
esta realidad son conscientes las principales autoridades del sector petrolero, no se diga el
Gerente de Refinación, Diego Tapia, quien en su tesis de maestría en Gestión Ambiental
(Universidad Sek), el año 2013, alertó respecto a la gravedad de la contaminación existente
en la Refinería que ahora dirige y a la cual ha estado vinculado gran parte de su vida.
“La producción de óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre es la causa de una creciente
amenaza ambiental: la lluvia ácida o, en términos más precisos, la sedimentación ácida. Al
combinarse con vapor de agua de la atmósfera, los óxidos de nitrógeno se transforman en
ácido nítrico y el dióxido de azufre en ácido sulfúrico. Algunos días después, y con frecuencia
a cientos de kilómetros de la fuente, los ácidos precipitan y corroen las estatuas y los
edificios, dañan los árboles y los cultivos y dejan los lagos sin vida“, se lee en una de las 140
páginas de su estudio.
Una inspección técnica realizada en septiembre de 2010, por las principales autoridades
ambientales y petroleras del gobierno, mostró una esquina de esta realidad. Un documento
de Petroecuador de esa fecha dice: “Se trata de la instalación de refinación más contaminada
y peor mantenida del país. Esta visión es totalmente compartida y corroborada por la misión
científica de la Universidad de Huelva que ha realizado el estudio sobre las emisiones y la
salud de los trabajadores al interior de la REE“.
En efecto, la Universidad de Huelva, presentó el año 2010 un demoledor estudio sobre los
impactos a la salud de los trabajadores y pobladores de la zonas de influencia, que genaraban
los químicos emanados por la planta, en particular el ácido sulfhídrico. En las actividades de
campo para realizar las mediciones de secreening, “La primera evidencia percibida es que
la Refinería de Esmeraldas es de las tres (Refinerías de Ecuador), la peor mantenida y la
más contaminada por presencia de compuestos sulfurados, tales como el Dióxido de Azufre
(SO2) y el Ácido Sulfhídrico (H2S), superando en muchos de los puntos monitoreados el
Valor Limite establecido para estas sustancias“, señala el estudio.
Si alguien sabe la historia de la planta de azufre es justamente Diego Tapia: fue él parte del
equipo de profesionales de Petroecuador que junto a Beicip Franlap (Francia), a inicio de la
década de 1990, elaboró la ingeniería básica y conceptual de esa Unidad y de las plantas
CCR, HDT, HDS, Tratamiento de Sosa Gastada, y otras construidas por la firma española
Técnicas Reunidas. La unidad de Sosa Gastada, de igual forma, enfrentó graves fallas
operativas hasta que se incendió y salió de funcionamiento.
Cuando se plantea el ¿por qué? las autoridades de la Refinería, se cruzan miradas con ceros
a la derecha, no salen palabras, pero la respuesta está ahí: si funcionara la planta de azufre
se acabaría el negocio de los importadores.
Caso similar ocurre con la Isomerizadora, una planta relativamente nueva que desde hace
seis años se encuentra fuera de operación, según las autoridades por falta de carga y
problemas de mantenimiento. Esta unidad operativa es una de las pocas con capacidad
de producir gasolina libre de azufre. Pero, al igual que la planta de azufre, tampoco fue
incorporada en el proyecto de rehabilitación de la Refinería. Consultamos a Diego Tapia las
razones y responde con una sonrisa: se está diseñando un plan de nuevas inversiones,
aproximadamente por USD 300 millones adicionales, para rehabilitar la Unidad de Azufre,
la Isomerizadora y CCR, nos dice. Insistimos en la pregunta: ¿Por qué no se rehabilitó la
planta de azufre, si dinero hubo hasta para financiar USD 200 millones en capacitación en el
extranjero, o para construir un hotel de USD 5 millones, repavimentación y pileta de luces
en USD 48 millones, etc, etc? La respuesta está en el aplauso de los importadores.
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Desde julio de 2015, Focus presentó una serie de reportajes sobre la Refinería de Esmeraldas.
En una entrega de enero de 2016, alertamos sobre fallas en la Unidad FCC, la cual señalamos
estaba operando al 83% y no al 102% como había afirmado el Vicepresidente Jorge Glas.
Una de las fallas denunciadas con el apoyo de videos, fue al menos que un equipo nuevo era
sometido a descargas de agua utilizando el sistema contraincendios, para evitar su
recalentamiento. Un procedimiento cuestionado por técnicos independientes.
En la visita del miércoles 20 de enero de 2016, las autoridades de la Refinería, confirmaron
la denuncia de Focus, pero cuestionaron que se utilice el término “falla”. “No existen fallas,
se trata de un proceso normal de ajustes”, sostienen, y que no tiene nada de malo un
“duchazo“ con agua fría a los equipos, dejan entender. Para eso, para corregir esos pequeños
desajustes, se ha programado un paro de nueve días en la Unidad FCC, desde el cuatro de
febrero para “calibrar“ algunos equipos, luego de lo cual la Unidad operará al 102 % como
aseguró Glas, el día de la inauguración.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=rAEFZq9WvaE]
La explicación de Diego Tapia, no nos convenció; entonces buscamos otras respuestas, otras
fuentes, y ciertamente las encontramos. Estas difieren radicalmente de la versión oficial. No
se trata solo de “desajustes“.
Nuestras fuentes son antiguos operadores, quienes conocen cada detalle de los equipos, algo
que ni siquiera sus jefes entienden. Ellos ya han perdido el miedo. Hoy prefieren que los
boten del trabajo a ser cómplices o morir en alguna tragedia, como tantas en las que sus
compañeros resultaron víctimas. Por ahora, sus nombres quedan en reserva. Los técnicos
hablan con Focus, tienen papeles y saben lo que dicen. Entonces, descubrimos que las causas
por las que la Unidad FCC trabaja máximo al 80% y por las que se vienen aplicando
descargas de agua fría para evitar un peligroso incremento de la temperatura, se encuentran
en las fallas de varios equipos, que “increíblemente“, dicen los operadores, son viejos.
no fueron cambiados por la compañía SKE&C, durante la rehabilitación de la Refinería.
Debido a esta falla, la Unidad FCC no puede subir carga a más del 80%, (95.000(kg/), el
100% equivale a 120.800 kg/h. En esas condiciones subir la carga sobre el 80% implicaría
un riesgo de que se dispare el compresor de gases húmedos G-C1 (GASCOM-
COMPRESOR-1), explican.
Igual ocurre con el intercambiador F-E8B, tampoco fue cambiado. Estos dos
intercambiadores (8A y 8B) tienen un sistema de tubos internos, los cuales por su largo
tiempo de trabajo presentan fallas. Durante el paro programado para el 4 de febrero, se busca
limpiar estos tubos. A decir a los operadores lo recomendable es cambiarlos por otros nuevos;
pero, este procedimiento exigiría mantener parada FCC, aproximadamente un mes; además,
significa nuevos egresos económicos a Petroecuador para importar los equipos.
Este equipo clave de la Unidad FCC, opera desde la época de la compañía japonesa
Chiyoda (hace 40 años), no fue cambiado en la rehabilitación. En la explicación técnica,
Diego Tapia, aseguró que todos los equipos de FCC fueron cambiados.
Pero, fallas no solo abundan en los equipos obsoletos, también se presentan en los nuevos.
El tambor de baja presión F-V10 (FRACCIONAMIENTO – RECIPIENTE – 10) es un
equipo donde se acumulan los gases húmedos que van a la sección del G-C1. La falla en este
equipo es que los aeroenfriadores nuevos, no tienen la capacidad técnicamente requerida para
enfriar el sistema y así evitar un incremento de la temperatura, por ello se aplican las
descargas de agua fría.
Por increíble que parezca, es verdad. Uno de los objetivos de la rehabilitación fue incrementar
la producción de gasolina y gas en FCC, pero se acabó generando más diluyente. Esto se
confirma en la comunicación del 13 de enero de 2016, remitida por la Intendencia Técnica
de Procesos, a través de la cual se emite la disposición: “Para disminuir el punto de corte
entre la gasolina de FCC y del Aceite Cíclio Liviano (ACL) se incrementará la
producción de ACL al transferir la fracción más pesada de la gasolina al ACL,
reduciendo así la producción de gasolina BASE. El aceite cíclico liviano es enviado hacia
la mezcla de fuel oil y se utiliza como dilyente. Cada metro cúbico de aceite cíclico
liviano adicional, reduce la cantidad que se importa de diluyente (cutter stock). La
reducción del punto de corte también disminuye el contenido de azufre y aromáticos de
la nafta, lo que tiene efectos beneficios en la mezcla de gasolina“, se dice.
En la Unidad FCC logramos verificar que en ese instante, al menos uno de los equipos era
bañado con agua fría, como lo había denunciado previamente Focus.
RECORRIDO POR LA REFINERÍA DE ESMERALDAS
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=aU1wrEbhPCY]
IMPORTACIÓN DE CRUDO PARA LA REFINERÍA
Uno de los cambios de la actual administración de la Refinería es haber subido el grado API
del crudo (Oriente) de 23,5 a 25, 5, aunque tiene un alto contenido de azufre (1,6%). El
experto no deja de mencionar que REE es una planta de conversión mediana, la que será de
alta conversión es la Refinería del Pacífico, explica; aunque, él es del criterio de que también
en la planta de Esmeraldas se instale a futuro un proceso de esas características.
El crudo llega mezclado de la Amazonía (Lago Agrio) a través del Sistema de Oleoducto
Transecuatoriano (SOTE) y es depositado en grandes tanques de almacenamiento, desde allí
pasa a una plantas de desalado, para extraer la sal y evitar la corrosión de los equipos. Luego
el petróleo pasa a hornos a altas temperaturas, y de ahí a las plantas de Crudo 1 y 2, donde se
obtienen los primeros resultados. Posteriormente en se envía a las plantas de Vacío 1 y 2
donde se obtiene diesel con 8000 ppm de azufre, gasóleo que es la materia prima para la
Unidad FCC, y un 50% de residuo equivalente a 55.000 barriles por día, el cual debe ser
mezclado con un diluyente importado, Cutter Stock, para obtener el Fuel Oil, a ser exportado
o enviado a la planta térmica de Esmeraldas. Este combustible (Fuel Oil) contiene 23.000
ppm de azufre, es altamente contaminante.
Respecto al tratamiento del residuo, Focus publicó en su reporte de julio de 2015 que entre
las propuestas formuladas para la Refinería del Pacífico, constaba la utilización de ese
residuo de REE como parte de la materia prima de RDP; Tapia no comparte esta alternativa
por la imposibilidad y los costos de transportarlo hasta la planta del Aromo (Manabí). Sin
embargo, en su tesis de Maestría, Tapia dice que es viable llevar el resíduo a RDP.
El Oleoducto
Transecuatoriano SOTE está en capacidad de transportar crudo de 28 grados API para
abastecer tanto a la Refinería de Esmeraldas como a la Refinería La Libertad.
Según el Gerente de Refinación, de usarse el crudo de los campos ecuatorianos, de 28 grados
API y 1,6 % e azufre, se obtendría un incremento del 10% de productos limpios: gasolinas,
gas licuado, jet fuel y diesel; en cambio si se utiliza el petróleo de 28 grados y 0,24% de
azufre, de Nigeria, se subiría el volumen entre un 12 y 14%. En resumen, la diferencia de
utilizar el crudo ecuatoriano y el importado es entre 2 y 4% de productos limpios, un
porcentaje no representativo.
Focus consultó con ex autoridades de la refinería, quienes no comparten el criterio de Tapia,
según ellos, el cambio del API en el crudo, no mejorará el volumen de productos limpios,
porque las unidades Crudo 1 y 2 no generan productos acabados, a lo sumo lo que provocaría
es una reducción de un 3% del volumen de residuo. Ellos recuerdan que la refinería fue
ampliada en 1997 para procesar crudos de 23 a 27 grados API. La decisión gubernamental
de importar crudo para REE obedecería a la falta de crudo para pagar las deudas a China.
Lo sorprendente es que esta decisión que pudo aplicarse hace 20 años atrás no se lo hizo, por
privilegiar la mezcla de los crudos que ha beneficiado a las compañías privadas extranjeras,
quienes extraen un crudo pesado (16 y 20 grados API) el cual debe ser mezclado con el
liviano de Petroecuador y Petroamazonas (28 y 30 grados API) para el transporte por el
oleoducto una mezcla de 24 grados API. En este punto, las explicaciones del Gerente,
también coincide con los análisis difundidos por Focus, en varias entregas.