cotidiana; cada vez es menos el tiempo que juegan o comparten un texto acerca a padres e hijos H LETICIA OLVERA
oy en día, la lectura y las relaciones
familiares han dejado de ser considera- das un valor. Prueba de ello es que ya no hay una interacción cotidiana entre pa- dres e hijos y cada vez son menos los ratos en que juegan o comparten un libro, advirtió Yolanda Bernal Álvarez, de la Facultad de Psicología.
Efecto de la soledad
En la actualidad, indicó la especialista, los
niños pasan largo tiempo solos, y en esa cir- cunstancia la televisión y los videojuegos se han convertido en un poderoso distractor que le ha ganado espacio a la lectura. Una actividad que forma parte del proceso de socialización del niño. Además, los papás tienden a asociar a ésta y al estudio con castigo; entonces, es co- El estilo para acercarse a la lectura que también se le supervise en mayor mún que digan a los pequeños: “como no depende del niño, porque algunos prefie- medida en cuestiones de tareas y, como comiste bien o te portaste mal, te encierras ren adoptar un papel pasivo y escuchar la consecuencia, lea más”. a leer”. lectura; otros, optan por manipularlos y ver En cambio, agregó, a los hombres no Es un grave error porque los libros no sus ilustraciones, mencionó. se les exige mucho, se les da mayor liber- deben verse así, sino como un instrumento Respecto a quién lee más, si ellas o tad y permanecen menos tiempo en casa, agradable, de adquisición de información, ellos, Bernal Álvarez estimó que si hay lo que les ofrece menos oportunidad de regocijo y desarrollo de la imaginación; “eso diferencias de género, éstas son construi- estar en un lugar tranquilo para realizar es excelente para los infantes, por lo que es das por la sociedad. “Por lo general, a la esa actividad. importante que tengan espacios donde se niña se le piden más actividades relaciona- Si bien una limitante en el fomento a promueva la lectura y, al inicio, tratar de das con las labores del hogar y puede ser la lectura son los recursos económicos, llevarlos de la mano”, enfatizó la doctoran- hay opciones como las ferias de libros o te en investigación psicoanalítica. las bibliotecas públicas. Las primeras, Para ello, los adultos deben conside- abundó, se han convertido en buenas rar la edad del menor y los elementos que Con los libros posibilidades, ya que se asocian con pueden motivarlo. Por ejemplo, para los diversión y esparcimiento. más pequeños hay textos elementales, de se adquiere información, Además, recomendó que como parte materiales resistentes y con temas que de la socialización de los menores se les son de su interés, como colores, formas y hay regocijo incorpore el manejo de los textos, para que animales. Asimismo, al elegirlos debe to- los consideren algo natural. Aunque para marse en cuenta el gusto del infante, y se desarrolla lograr un cambio de esta naturaleza es porque si se le impone alguno se dificul- preciso mejorar la educación, modificar la tará la posibilidad de que lea gozosa y la imaginación actitud de los padres hacia sus hijos y lúdicamente, apuntó. destinar más recursos a la instrucción. 8 11 de abril de 2011