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Breve comentario de la Ley Nº 30916, Ley Orgánica de la Junta

Nacional de Justicia

Jorge Rosas Yataco1

El 19 de febrero de 2019 se publicó en el diario oficial El Peruano, la Ley Nº 30916


denominada Ley Orgánica de la Junta Nacional de Justicia, conformada por un Título
Preliminar de dos artículos, así como noventa y seis artículos, seis disposiciones
complementarias finales, doce disposiciones complementarias transitorias y tres
disposiciones complementarias derogatorias.
Dicha Ley fue como consecuencia de la dación de la Ley Nº 30904, Ley de reforma
constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia,
publicada el 10 de enero del 2019 en el diario oficial El Peruano, que modificó los
artículos 154, 155 y 156 de la Constitución Política, referidos al cambio de la anterior
institución denominada Consejo Nacional de la Magistratura, ahora bajo el nombre
de Junta Nacional de Justicia.
Debemos destacar uno de los principios que enarbola el Título Preliminar de esta
Ley es el de mérito, en la que “se fundamenta en la aptitud, conocimientos,
idoneidad moral, capacidad y desempeño idóneo en el ejercicio de sus funciones”.
Consideramos importante este principio, ya que es el perfil que debe reunir el
magistrado, toda vez que asumen una función tan delicada y sensible -como es la
de administrar justicia-, y que deben reunir una serie de aptitudes, valores y
capacidades en el desarrollo de su trabajo diario. Así, la honestidad y la valentía del
fiscal o juez, en la toma de decisiones en cualquier caso puesto a su conocimiento,
sin temor a la presión mediática y menos en temas de corrupción. Decía Ángel
Ossorio2, “en el abogado la rectitud de la conciencia es mil veces más importante
que el tesoro de los conocimientos, primero es ser bueno; luego ser firme; después,
ser prudente; la ilustración viene en cuarto lugar; la pericia, en el último”.
En primer lugar, debemos de destacar a la Comisión especial, la misma que tendrá
la tarea de convocar a concurso público de méritos para la elección de los miembros
de la Junta Nacional de Justicia, y que estará integrada, conforme así lo prevé el
artículo 71 de la Ley, por el Defensor del Pueblo, quien la presidirá; el Presidente del
Poder Judicial; el Fiscal de la Nación; el Presidente del Tribunal Constitucional; el

1
Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Magister en Derecho Penal por la Universidad
Nacional de Piura; egresado del Doctorado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; profesor de
postgrado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad de
San Martín de Porres.
2
El alma de la toga, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1981, pg. 09.
Contralor General de la República; un Rector de las Universidades públicas; y, un
Rector de las Universidades privadas. Dicha Comisión estará apoyada por una
Secretaría Técnica especializada.
En segundo lugar, la Junta Nacional de Justicia, tal como lo señala el artículo 154 de
la Constitución Política, tiene entre sus funciones la de nombrar a los jueces y fiscales
de todos los niveles, previo concurso público de méritos y evaluación personal. Del
mismo modo, los procedimientos de ratificación cada siete años, involucrando en la
evaluación a la Academia de la Magistratura. Asimismo, la de aplicar la sanción de
destitución a los jueces y fiscales supremos; y, de oficio o a solicitud de la Corte
Suprema o de la Junta de Fiscales Supremos, a los jueces y fiscales de todas las
instancias, respectivamente.
En tercer lugar, es importante los requisitos que deben reunir quiénes deben integrar
la Junta Nacional de Justicia, el cual se ha señalado que debe ser abogado (a),
además, de tener una experiencia profesional no menor de veinticinco años; o, haber
ejercido la cátedra universitaria por no menos de veinticinco años; o, haber ejercido
la labor de investigador en materia jurídica por lo menos durante quince años. Está
demás decir, que será el Reglamento de la Ley, la que tendrá que precisar estos
requisitos, como, por ejemplo, lo referido a qué debe entenderse la “labor de
investigador”. Otros de los requisitos, es tener reconocida trayectoria profesional y
solvencia e idoneidad moral, pues la Ley en su artículo 10.4, explica que para evaluar
la solvencia e idoneidad moral se toma en consideración el comportamiento laboral
y familiar, el no haber sido sancionado por la comisión de faltas éticas por órgano
competente; también por contravenir los principios de igualdad y no discriminación,
probidad, imparcialidad, transparencia, comprendidos en el artículo III del Título
Preliminar de la Ley.
Finalmente, en este breve comentario, queremos destacar las etapas del concurso
público para nombrar a los jueces y fiscales, pues siempre ha existido el
cuestionamiento en el proceso, de que el postulante no ha tenido un buen puntaje
en el examen escrito y evaluación curricular, sin embargo, en la entrevista han
obtenido un alto puntaje, siendo nombrados, frente a los que sí obtuvieron buen
puntaje en el examen escrito y evaluación curricular, pero el bajo puntaje de la
entrevista determinó que no fueran nombrados. Según el artículo 29 de la Ley, las
etapas son las de evaluación de conocimientos, luego una evaluación curricular,
posteriormente, el estudio de caso, y, finalmente, la entrevista personal. Esperamos
que estas etapas se encuentren bien definidas y se otorgue técnicamente el puntaje
respectivo, de modo que refleje el perfil del magistrado que queremos para que
decida correctamente y con justicia.

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