Sie sind auf Seite 1von 4

https://www.youtube.com/watch?

v=pf6dK2camCE

El goce y lo real.

La muerte como punto máximo de goce. Mas alla del ppio del placer.

El ser humano tiene complica la relación entre goce y placer.

Reconstrucción lacaniana de Freud.

Lacan: El goce es la tendencia inercial a la descarga absoluta de la excitación neuronal. (Ese es


un primer momento, luego el goce se independiza de lo neurológico). En el síntoma, donde la
puerta de entrada es que se repite una situación traumática y gozosa al mismo tiempo. Un
acto o acción específica, donde se descarga. De ese acto de descarga que se repite, Lacan extra
el “Ppio de inercia neuronal”. Lo toma de la física: si a un cuerpo en movimiento no le pones
freno, sigue corriendo eternamente. Entonces: si al goce no le ponés un freno, lleva al punto
cero, al vaciamiento total de energía, mata al aparato psíquico. Entonces, el aparato debe
generar recursos necesarios para contener, frenar, coercionar, reglamentar, debilitar,
posponer, desviar, la tendencia al goce. Esto es el ppio del placer: “la forma de obtener un
máximo de placer, pero dentro de la frontera del ppio de realidad”. Esta es la lectura
lacaniana.

El goce infinito, que lleva a la muerte, es un goce traumático. La finalidad del goce es la
“Muerte”. La muerte se entinde como “desfallecimiento subjetivo”. El sujeto se encuentra con
algo “real” (lacaniano) y que su ser desfallece. Ahí actúa la “pulsión de muerte”. Así: cualquier
acto sintomático del inconsciente es una experiencia de goce parcial, una experiencia de
pequeña murete que da satisfacción a la pulsión.

Lacan dice en su Seminario de la Angustia, clase 6: “El síntoma, no lo olviden, es GOCE”. Es un


goce “oculto” “por debajo”. Es un “goce” que va hacia la cosa, lo real, habiendo atravesado la
barrera del bien, la barrera del del ppio del placer, eso que censura. El síntoma rompe y
franquea todas las medidas coercitivas en relación a eso. En el síntoma hay un goce, una
satisfacción oculta. Hay una descarga. Hay un encuentro con lo real.

Ese goce oculto, es la puerta del inconsciente. Ahora bien, ese goce es invisible, oculto, porque
brilla más o se evidencia más el “desfallecimiento” o “repetición del trauma” o “sufrimiento”
de ese síntoma.

Ej: Una mujer joven tiene fobia a contagiarse de Liendres. En ese miedo al contagio, está el
goce. El colmo del traumatismo, es el efectivo CONTAGIO. Ella se lava 50 mil veces, pero la
pulsación de ese goce, es irredutible, infinita, no para. El síntoma, da descarga a un goce
reprimido. El goce siempre se reprime, aparece como el mal, el daño, la peste, lo peligroso, lo
cruel, traumático. Reconstruye el caso de “Londres”. La palabra “Liendre” oculta por debajo
algo que ya toca “lo real”.

Yo reconstruyo: hay un goce de la Liendre, pero la “liendre” es la amenaza, el trauma, de


abandonar la familia.
Londres es como morder la manzana del goce, de lo prohibido. Realizas una falta, un pecado.
Todo el aparato entra en riesgo, que impide esa descarga. Freud pone lo “alucinatorio” como
soporte de todo el aparato (descarta lo neuronal). Alucinación: hay un goce disfrazado,
disfraza el nucleo duro real de ese goce.

Ese goce del síntoma, hiere, traumatiza, desgarra a la otra parte del sujeto. El goce divide al
sujeto: una guerra entre el goce y el aparato psíquico que busca domesticarlo.

El concepto “satisfacción”. Freud la ve como repetición de otra satisfacción anterior, hasta que
postula que hay una “primera experiencia de satisfacción/goce”. Ese es el soporte de todo el
aparato. Todo el aparato: proceso primario, secundairo, ppio de placer, ppio de realidad, todas
son formas que remiten a “la economía del goce”. El psicoanálisis es “la teoría del goce”.

Ej SUEÑO: máscara amarilla. Es un sueño que no transmite angustia ni sensación. El paciente


asocia: máscara (mas caro, carolina). Habla de “la más querida”, es decir, la “más cara”. En el
sueño resuelve el trauma de tener que separarse de la mujer de la cual ama y distanciarse de
sus hijos.

Cualquier palabra del lenguaje encubre lo que está más allá de lo que se comprende, de la
realidad. Son las letras mismas que dan lugar a diferentes combinatorias. Combinación de
fonemas: car/más cara/ amarilla (amar).

En el cumplir ese deseo, hay una pulsión de muerte, un goce. El sueño cumple ese deseo, hay
una satisfacción de esa pulsión de muerte, una satisfacción en romper la barrera de la censura.
Lo mismo sucede con la fobia a las liendres: la liendre aparece como lo que desea, pero
materializa el “costo” de dejar a la familia. O sea, hay un deseo de la liendre, pero que se
reprime.

Con lo cual, la pulsión de muerte se satisface en el sueño. Es ese “morirse de risa”, poder
realizar el sueño. El síntoma es goce. EL goce es distinto del deseo. El goce es “el cumplimiento
del deseo”, pero el gozar no es desear.

El síntoma es goce. El goce es distinto del deseo. Deseo y cumplimiento del deseo. Una cosa es
desear, y la otra es cumplir el deseo. Cuando uno realiza el acto del cumplimiento de lo más
deseado (ej: ganar Wimbledon), los tipos lloran: porque? Que perdieron? En ese cumplimeinto
del deseo, en ese goce, se alcanza el más allá. Ahí el sujeto pierde su inscripción en el “más
acá”, que se isncribe en el ppio del placer, del bien, dentro del universal del goce fálico, etc.

Sobre “acotar el goce”. Entiendo por goce: “aquello que el aparato busca impedir a toda
costa”. Dentro del paraíso hay muchos disfrutes/deleites/satisfaciones/alegrías: la más
importante es la alegría narcisista de verse a uno mismo como el bojeto mas preciado que
completa al otro, ese goce narcisista, fálico. De hecho, ese goce fálico es el primer lugar de
reconocimiento de identidad como siendo esa parte tan importante que completa algo. Este es
el paraíso. La palabra “paraíso”, Lacan la usa en el caso Juanito. El comienzo de la angustia y la
fobia (me perdí acá… min 36).

El humano es un ser hablante, y un ser vivo con necesidad de realizar sus instintos. Ahora bien,
este ser vivo está totalmente vestido por la palabra que viene del otro. Entonces empieza a
tener un modo de existencia separado de su propia “vida real” (vida biológica natural). Ahora,
supongamos que en ese vesstimiento del lenguaje que cubre enteramente, deja algunos
agujeritos: la boca, los ojos, las orejas, el ano, la vagina, y en el hombre, la posibilidad de
perder…). Ahora bien, esos huecos se conenctan con lo mas real, con la vida real. Son lo mas
real del goce, de la conexión con el goce de la vida; son lo mas real y conectado con la vida
porque NO ESTÁN COLONIZADO POR EL LENGUAJE NI POR EL OTRO, ni a nivel simbólico ni
imaginario. Entonces, vivimos “complacientemente en esa colonización”, pero hay algo que no
cesa de repetir la búsqueda de encontrar el agujero original. Es lo que escpaa a la alienación
del discurso del otro.

Acotar el goce es domesticar del sujeto respecto de su propio real. Es así: Rabi diferencia
SUJETO – VIDA – REAL. El sujeto está fuera de la vida. Lo real es lo que le conecta con ella. “La
pusion muerte no es una perversión del institnto, sino que es el esfuerzo o afirmación más
desesperada de la vida para afirmar lo que es del orden de la vida real, y no del mundo de la
domesticación de esa vida por la “cultura”. La vida en comunidad esconecta al sujeto de la
vida, y toma a lo real como la peste.

Pero por otra parte, la peste de cada sujeto, su propio real de goce, le despierta pánico,
rechazo, a nivel colectivo sucede lo mismo. Se toma como peste lo que va contra la
comunidad.

En caso de psicosis o neurosis de obsesión graves, la voz del super yo aparece dando ordenes
como “goza” o “matate” o “injuriando”: eso es la contrapartida de lo que es el goce del
inconsciente. El super yo ordena al goce, pero el sujeto equivoca su mandato: el único recurso
que tiene frente al mandato superyoico es: Yo gozo, yo oigo. Esto para volver el “acote del
goce”: ese acote del goce es necesario, pero refiere al goce psicótico, ese goce psicótico es es
ese goce real, sino que ese “goce masoquista”: ese “goce masoquista” es ya una defensa
narisista respecto de este goce de la peste. En el goce masoquista, se trata de establecer ese
pacto, llevarlo al extremo, y acercarse lo mas posile a ser esa cosa degrada con la que el otro
goza.

Es decir, se puedne distinguir 2 goces: el goce ligado al “más allá”, a pulsión de muerte, y
pulsión hermana del inconsciente, hermana mayor del síntoma; el síntoma es el agente que
ofrece significantes a esa tendencia a la repetición del goce reprimido. La PUSION DE MUERTE
ES LA única pulsión existente para Lacan. Se representa como traumática para el yo, para el
sujeto. El síntoma es un modo de dar satisfacción a ese goce que todo el aparato trata de
censurar (esa es la función del super yo). Ese goce de la peste, es el goce de la castración.

El otro goce, es el goce fálico, goce del bien, del placer. Ese goce, es un sustituto del otro goce
que se reprime, que cubre una falta, el goce del deber, que cubre el agujero.

Se da una contradicción a temprana edad entre: goce fálico y ruptura del compromiso
fálico/castración. Ese goce de la peste, es el goce de la castración. En el caso de la chica de
liendres, el goce de castración, es el goce de un corte son su familia. Esa castración es lo que
reprime y condena su super yo. Lacan dice: “No sé como gozan los demás animales, pero sí sé
como gozan los humanos: con la castración”.
Para el psicoanálisis no es malo que el sujeto se encuentre y reconozca de su real, sino que lo
malo es que haga de su síntoma un modo de vida. Así, lo malo está visto como lo mejor. Lo
“malo” es para la consicencia, pero en la práctica hay que darle lugar a eso malo que el sujeot
trata de desalojar.

En el goce, hay un deseo que no es el deseo del otro, sino la salida de la colonización del ser
hablante al campo del otro, al deseo del otro, que es de hecho en base al cual nos hemos
constituido, como sómos: un buen alumno, hijo, etc. Eso “bueno” es responder a la demanda
del otro. Lo malo es cuando no responde. La idea es: como articular y consturir desde el
psicanalisis una ética con la valorización de la verdad y lo real del sujeto: o fallas al deseo del
otro para realizar tu goce, o renuncias a tu goce para satisfacer el deseo del otro. No hay
solución. Cualquiera sea, la elección del dilema, siempre se va a producir una pérdida, culpa,
angustia.

La angustia es el miedo al goce. Es la “Inhibición”, inhibir el acto de descarga específica.

Hay una disyunción entre el goce descubierto por Freud (pusion d emuerte) o autotamismo de
compulsión de petición de este goce; en disyunción con el resto: campo de goce.

Das könnte Ihnen auch gefallen