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Gramática Histórica II

Instituto Superior de Profesorado Dr. Joaquín V. González

Profesora: Lila Petrella

Alumna: Curcuruto Yesica

Trabajo filológico de variación diacrónica

Texto elegido: El conde Lucanor del Infante Don Juan Manuel


Exemplo VI: De lo que contesçiò a la golondrina con las otras aves Quando vio
sembrar en el lino

Fonología histórica. Análisis de algunas grafías y sonidos en la obra elegida

La “f” inicial

La “f” inicial presenta dos posibilidades: conservación o aspiración (con posterior


pérdida).

Pero existen ejemplos de palabras en las cuales se producirán la aspiración (f > h) hacia
el siglo XVI y desaparición de aspiración (h > Ø) hacia el siglo XVII.

En el texto elegido encontramos gran cantidad de palabras, por ejemplo: fablava,

fasta, faze, y sus conjugados faga, fazía, fizo, fiziera, que luego perdieron la f inicial y en
la actualidad se escriben con h.

Sin embargo, en el s. XV el reemplazo f- > h- ya se había incorporado a la lengua culta.


Excepcionalmente, esta pérdida fue frenada frente a los diptongos “ue” e “ie”. En el texto
encontramos fueron, fue y sus conjugados que conserva la grafía f inicial hasta la
actualidad.
Pero existen otros ejemplos de palabras en las cuales se producirán la aspiración
(f > h) hacia el siglo XVI y desaparición de aspiración (h > Ø) hacia el siglo XVII:

 Faga / fizo / fízole/ fecho provienen del verbo “hacer” en latín: facere > fazer >
hacer
 fasta provienen de la preposición “hasta”, préstamo árabe: hatta>hasta.
Del latín ab y ex se perdieron favoreciendo a de. Apud favoreció a cum. ob se perdió y
prevaleció hatta

Su evolución es hatta>a(d)ta>fa(s)ta (Cano Aguilar, 1992:210)

Fablava proviene del verbo en latìn fabulari y significa hablar.

La “h” inicial
En algunos casos no aparecen en el texto palabras con h inicial (provenientes
del latín), pero se dan ejemplos de palabras en donde debería aparecer la aspiración, y
mantenerse la h inicial de la palabra de origen como es el caso de omne que proviene
del latín homine > hombre. La “h” se repone con la grafía culta en español.

En este texto, se observan que la h se repone con grafía culta en español, como
es el caso de la palabra avedes, que es una forma conjugada del verbo habeo- haber.
avedes / avìa provienen del latín habere, tener. Lo mismo ocurre con la reposición de “b”
en la grafía: avedes >habéis.

En el caso de “hasta” aparece en la obra con “f” (fasta). Esta palabra provienen de la
preposición “hasta” y es un préstamo árabe: hatta, pero sucedió que hasta el siglo XIII
la “f” y “h” no se podían considerar como fonemas distintos, sino variantes de una sola
unidad: con una u otra se adaptaban voces foráneas con aspirada. Su evolución es hatta
> a(d)ta > fa(s)ta (Cano Aguilar, 1992:210).

La “b” y “v”

En algunos casos no se observan usos indistintos de las grafías b y v en el texto elegido.


Los ejemplos de las palabras que aparecen en el texto mantienen una misma regla y no
muestran confusiones entre palabras de la misma familia semántica, como por ejemplos:
aves, tovieron, vio, vieron, vee, bien, bueno, viessos, es decir que hay una cierta regularidad
de las palabras. En otros casos del texto analizado, se presentan confusiones respecto al
uso, ya que no hay una distinción entre estos fonemas. Por ejemplo, fablava, sembrava, consejava,
avedes, davan, avìan, deve.

Respecto a la correlación entre sonido y grafía, hasta el siglo VI la grafía v se


pronuncia como bilabial fricativa sonora [β] y la grafía b se pronuncia como bilabial
oclusiva sonora [b], en todos los contextos.
A partir del siglo VI en delante se produce un proceso de desfonologización, a
partir de lo cual las dos grafías v y b responden a un solo fonema /b/ con dos alófonos
que dependen del contexto:

 [β] contexto intervocálico (procede de -b- y v latinas)


 [b] contexto no intervocálico (procede de v- y -p- latinas)

A veces estas labiales son consonantes, que dan lugar a la forma habitual de la
palabra como por disimilación respecto de otra v interior (vivere> bivir) (Cano
Aguilar, 1992:93).
Con respecto a la escritura, luego, en español se repone la “b” como grafía culta
para regularizar y estandarizar el sistema, como es el caso del verbo “haber” y
sus conjugaciones.

La grafía “ñ”
La representación de /ɲ/ la ortografía vacilaba entre “ni”, “gn”, “ng”, y “nn” (o abreviaciones de
esta última como “ñ”). En los textos, todos los casos que encontramos en esta obra utilizan la
grafía “ñ” como: engañar, damños, señaleia. (Penny 2004: 309)

Las sibilantes
En el fragmento se encontraron las siguientes sibilantes:

Grafías “ç” y “c”

La grafía “ç” se encuentra en los siguientes ejemplos: començó, cresçido reçelo, çiertas,
contesçió, segurança, aperçebitvos, nasçiesse. Corresponde al fonema /ŝ/, que es el sibilante
dental sordo, africado y realizado con el dorso de la lengua. Para este fonema, en la obra
seleccionada no se encuentra la grafía “c”.

Grafía “z”

La grafía “z” corresponde al fonema sonoro /ẑ/, y en texto aparece en las siguientes
palabras: vezinos, dizen, dezides, fazer, faziendo, plazerme.

Grafías “ss” y “s”


Estas grafías representan al mismo fonema. Se trata del fonema /s/ sordo fricativo alveolar, que
se escribía con “ss” como en assì, ar[r[incassen, fuesse, viessos.

Por otra parte, la “s” también podía representar al fonema /z/ sonoro, sólo escrita entre vocales
como aparece en poderoso, sopièsedes, cosas, quisieron.
Lo que sucede con estas grafías es que la escritura antigua muestra que no discriminaba entre los
fonemas /s/ y /z/; mostrando “ss” o “s” para ambos fonemas. (Penny, 2004: 309)

Grafía “x”

Para el fonema /š/, palatal fricativo sordo, que es representado por la grafía “x” se encontraron
los ejemplos díxoles, díxol, exiemplo.

Grafías “g” y “j”

Ambas grafías representaban al fonema /ž/, que es sonoro, fricativo palatal, siempre
delante de las vocales “i” o “e”. Los ejemplos que se encuentran en el fragmento son: consejero,
linage, ligeras.

Evolución fonológica de algunas palabras


Consejo- ejemplo- hombre- provecho- señal

Consejo
consĬliu > consỊliu > conselju > conseļu > conseŽo > conseŠo > conseXo

consĬliu / consỊliu : A.C. Desfonologización de la cantidad y fonologización del timbre.

conselju : S. I Evolución vocálica. Origen de la Yod 2° por diptongación.

conseļu: S. VIII Palatalización.


conseŽo: S. IX Evolución vocálica de átona final. Fricativización.

ConseŠo: S. XVI Ensordesimiento.

ConseXo: S. XVII Velarización.

Ejemplo
exemplu > ejsemplu > eŠemplu > eŠemplo > exemplo
ejsemplu: S. V / VI Origen de la Yod por vocalización de la consonante agrupada.

eŠemplu: S. VIII Palatalización.

eŠemplo: S. IX Evolución vocálica de átona final.

Exemplo: S. XVII Velarización.

Hombre
homine > omne > omre > hombre

(m'n > mr > mbr)

Lo que sucede con esta palabra es la caída de la postónica (i) entre los siglos V y VI que
provoca que se unan dos sonidos nasales. En m'n se indica la caída con la apóstrofe.
Luego, se produce una disimilación de los sonidos nasales (mr) y luego, epéntesis de la
b para facilitar la pronunciación de la palabra (mbr).

homine > omne > omre > ombre

omne: caída de vocal postónica / siglo V-VI

omre: disimilación

ombre: epéntesis

PROVECHO

profectum > profektu > provejtu > proveĈo

Profektu: caída de “m” latina.

Provejtu: f>[β] en contexto intervocálico / origen de yod 4° por velarización de consonante


agrupada.

proveĈo: palatización / siglo VIII

Señal

sĬgnal > segnal> segnjal> se̢ nal

segnal: evolución vocálica. Siglo I


segjnal: aparición de la yod 2da por vocalización agrupada. Siglo V- VI

se̢nal: palatalización / siglo VIII

Morfología. Comentarios de algunos verbos del texto seleccionado

Tiempo Imperfecto
Las formas encontradas presentes en el texto para el pretérito imperfecto de la 1ª, 2ª
y 3ª conjugación son similares a las actuales- Estas surgieron por evolución fónica:
1ª conj.: -ABA > -ava. Ej.: fablava, sembrava, consejava. Después, por reglas ortográficas
y para la estandarización la grafía volverá a ser “b” para esta desinencia.
2ª y 3ª conj.: -EBA > -ea > ía (por disimilación de /ẹ/ ante /a/). Es posible que la “b”
empezara a perderse en verbos como HABEBAM y DEBEBAM (Cano Aguilar, 1992:
153) Ej.: sintìan, avìan, vinìan, podían.

Formas irregulares:
Se presentan irregularidades en los verbos del texto como: son (presente) y era
(imperfecto).
De esse deriva el indicativo presente, por evolución fonética fue tratado como àtono, de
modo que cuando tenía e, no diptongò: sum>so, este>es, sumus>somos, sunt>son, por
analogía: sutis>>sodes, o en la 2ªpersona, por el préstamo del futuro para evitar la
hominimia con la 3ª: eris>eres. El imperfecto: eran>era, eras>eras. (Cano Aguilar, 1992:
158).

El condicional

El modo condicional se formó con el Infinitivo + el imperfecto de habere. Lo que ocurrió


con frecuencia en la construcción del condicional fue la epéntesis (la intercalación de un
elemento fónico para facilitar la pronunciación, comúnmente “b” o “d”). En el texto
aparece el condicional podrían, seguiría.

El subjuntivo
Las terminaciones -se provienen del imperfecto del subjuntivo y la forma en -ra vienen
del pluscuamperfecto del indicativo latino, respectivamente:
Pluscuamperfecto del Indicativo: -eram > ra
Pluscuamperfecto del Subjuntivo:-issem > se
En el texto, aparecen los siguientes verbos en el modo subjuntivo: sopièsedes, nasçiesse,
fuesse.

Terminación -des
En el texto analizado observamos la 2ª persona del plural en los siguientes verbos:
avedes, digades, entendides, fagades, queredes, dezides, sopièsedes. Este cambio se dio en la
terminación –tis de la 2° persona del plural del Presente del Indicativo del latín que
evoluciona en la terminación –des. Algunos textos de fines del XIV empiezan a perder
la –d y evolucionan hasta las formas conocidas en la actualidad: -ais, -eis, -is. (Cano
Aguilar, 1992:216).

Variaciones en el consonantismo

En el tiempo Presente del modo Indicativo y Subjuntivo presentan variaciones en el


consonantismo radical, tiempos en los que la evolución fonética o la analogía acaban
oponiendo la 1° persona del singular del indicativo y todo el subjuntivo al resto de las
latinos cuya raíz terminaba en consonante velar: así surgieron las alternancias g – z.
(dico, dicam, -as…/dicis…> digo, diga… / dizes…). En el texto encontramos los verbos
dizen, dizides,

La alternancia g – z se extendió desde los orígenes a otros verbos, de los cuales fazer
es el que es utilizado en este texto (fizo, fagades,). (Cano Aguilar, 1992:151-152).

Pronombres

El uso de “vuestro / vuestra” y el de “vos”.

En la Edad Media el vos era la forma de respeto y el tú quedaba relegada para las clases
bajas. Es entre los siglos XIV y XV que el vos comienza a desplazar al tú y cambia el
valor de vos. En el siglo XVI, el vos ya había descendido y fue necesaria otra forma de
respeto (vuestra merced). Pero, en el fragmento analizado, el vos aún conserva la forma
de respeto.
Durante esta época el vos comienza a desplazar al tú. Esta utilización del vos se
observa, en general, en todo el texto elegido.
“…pero, por el buen entendimiento que vòs avedes, quièrovos preguntar…”.
“-Et vòs, señor conde Lucanor, si queredes ser guardado….
apercibitvos…”.

Forma átona
El pronombre átono me y el infinitivo remite a una sintaxis de acusativo: plazerme.

Afijos de 3era persona


El leísmo de persona se hace casi exclusivo en este período. Por otro lado, el deseo de
distinguir el género, impulsa el uso de le para cualquier Objeto Directo masculino (frente
al lo neutro). Cano Aguilar (1992: 214)
“…Et dìxoles en còmmo el omne senbrava aquel lino…”
“et la golondrina les afincò…”
“…et porque entendió don Iohan que este enxiemplo era muy bueno fìzole…”

El laísmo es menos común pero también se puede observar en el texto:


“…et luego fuesse para las aves et fìzolas…”.

Construcciones con se

En latín, los verbos “medio-pasivos” y “deponentes (forma pasiva y significación media)


alternaban con la construcción reflexiva, y la vez podían tener sentido reflexivo. La igualación
entre ambos tipos se intensificó en latín tardío, de modo que en romance la construcción reflexiva
amplió extraordinariamente sus usos y sentidos, pasando a constituirse en un cierto tipo de voz
media en principio con los verbos transitivos: alegrarse, moverse. Cano Aguilar (1992: 140).
En el texto seleccionado lo observamos con el verbo: fallòse, metiòse (transitivos).
El se también aparece en la pasiva refleja. Este empleo no se documenta en latìn, pero
debió existir en él ya que es pan románico. Estas construcciones presentaban un sentido
impersonal, aunque en el XIII ello aún no se traduce en la forma sintáctica (el verbo
siempre concuerda en número con su sujeto paciente). Cano Aguilar (1992: 140,141).
En el fragmento seleccionado encontramos la pasiva refleja: se sintìan, se desfazer.
Pronombre demostrativo

En latìn se consevaron los pronombres: iste, ista, istud, ipse, ipsa, ipsum; ille, illa, illud.
De ecce>eccu y a partir de ecce se forma aqueste y aquese. En el exemplo elegido
aparecen estos pronombres: aquello, aquel.

“…El conde Lucanor le dixo et preguntò còmmo fuera aquello…”

Preposiciones

Cano Aguilar sostiene que las preposiciones latina “pro” y “per” dieron en algunos
casos el valor de “por” en romance y castellano medieval (valor final, causal, espacial,
temporal, instrumental, etc). En el texto se observan formas ya evolucionadas (por,
para). Según Cano Aguilar, en esta forma debe considerarse como complemento que
expresa “asunto”: “…Pero el repintimiento fue a tiempo que non podían tener ya pro…”

Coordinantes

“…ca non es cuerdo el que vee la cosa desque es acaeçida…” La conjunción ca


proviene del latín qua y significa porque, introduce una oración en la que se indica la
causa o la explicación de algo que se expresa.

En los nexos o conjunciones coordinantes hubo una simplificación: en la coordinación


positiva solo quedó el término de valor más general en latín, e(t)<ĔT (con forma y, i ante
otra e), o con pronombre enclítico. (Cano Aguilar, 1992:172).En este caso, el fragmento
seleccionado presenta el pronombre enclítico:”…su consejero,- et dìxol…”. En otros
casos, el texto analizado presenta el coordinante et: “…et las golondrinas les afincò
desto muchas veces…”.

La conjunción nin remite a la forma actual ni y se utiliza para enlazar


oraciones negativas o palabras o grupos de palabras que dependen de una oración
negativa. Se observa una analogía con la conjunción non.”…et que el lino era ya tan
cresçido que las aves non lo podrían ar(r)ancar con las manos nin con los picos…”.
El adverbio
Los adverbios cuantitativos más (magĭs) pudieron funcionar también como pronombres
(sustantivos o adjetivos), los adverbios de posibilidades adquiridas por paralelismo con
mucho>mŭlto), el cual también actuó sobre poco<paucus,-a,-um y màs tarde, sobre
bastante, demasiado: sus variantes muy y much (<mŭlt(o) + consonante/ vocal se
usaban ante adjetivos al igual que tan<tam<tant(o). (Cano Aguilar, 1992:170-171). En
el texto aparecen los siguientes: mucho, muy, más, non, poco.
En algunos casos, se observa el parecido con la forma actual de la palabra:
desque>desde que- ante>antes - iam>ya- non>no- magis>mais>màs- tantum>tanto-
(in) loco>luego.

La forma ende proviene del adverbio de lugar latino inde, (de/desde allí, entonces).
“…arripintèronse ende mucho porque ante non avìan `y puesto conseio…”.

Aspectos semánticos y etimología de algunas palabras que aparecen en el


texto.

MAESTRÍA, de MAESTRO, del latín magister, -istri “jefe, director”, “maestro, el que
enseña”. De uso general en la lengua literaria y en todos los tonos del idioma; común a
todos los romances. El término maestría se utilizó en primera instancia como “remedio,
medicamento”. El sufijo –ia le agrega cualidad a la palabra maestro, en este caso, la
cualidad o habilidad para enseñar o realizar algo.

El sentido semántico está indudablemente emparentado con la habilidad que se tiene o


no para determinados asuntos. Pero en este caso, además, se observa un matiz más
en la palabra maestría que está orientada hacia la cualidad de “astucia”, usada en un
sentido negativo. Como si se quisiera decir que se tiene la “habilidad en las malas artes”.
En el ejemplo se observa utilizado del siguiente modo:

“…- Patronio, a mì dizen que unos mis vecinos, que son màs poderosos que yo, se andan
ayuntando et faziendo muchas maestrìas et artes que me puedan engañar…”

Arte. Según el diccionario de Corominas es el conjunto de preceptos para hacer bien


algo. Proviene del latìn ARS, ARTIS (f): habilidad, profesión, arte.

Deriva de la palabra artero. En la 1era mitad del siglo XIII, el ARTE era considerado en
el sentido medieval de fraude, engaño, artería.
Compuestos de artefacto, a mediados del siglo XVIII, en latìn arte, factus “hecho con
arte”.

Compuesto culto formado en castellano con las voces latinas ars y lugere “llorar”, con
el sentido inicial de “llanto fingido”; la segunda acepción se debe a una confusión parcial
con artificio y artefacto. Artimaña “armera contracción” de arte y maña parece tratarse
de una alteración del latìn ars mágica, bajo el influjo del castellano, MAÑA como en el
francès antiguo antimage-magia.

En el fragmento citado anteriormente se observa que el arte toma el significado de


engaño, artimaña.

COSA, del latín causa, “causa, motivo”, “asunto, cuestión”, que en latín vulgar, partiendo
del segundo significado, se hizo sinónimo de RES “cosa”, ya en el siglo IV. (Diccionario
de Corominas).

“…ca non es cuerdo el que vee la cosa desque es acaeçida…”.

Pro “provecho” hacia 1140. Del latìn vulgar prŏde ìd, extraído de las palabras del latìn
clásico prŏdest “es útil”, prŏfĭcit ìd, interpretadas vulgarmente como unos compuestos
prode est, prode facit (aunque en realidad se trataba ahì de un prefijo pro). (Diccionario
de Corominas).

“…Pero el repintimiento fue a tiempo que non podían tener ya pro…”

Linage: descendencia de las familias. Dixole à line: porque va descendiendo de padres,


hijos y nietos, como por línea recta. (Diccionario de Covarrubias)

El significado de esta palabra concuerda con el texto elegido

“… [et] metiòse en su poder et ganó dèl segurança para sì et para su linage…”

Cuerdo: prudente. Derivado regresivo del latìn cordatus ìd (còr, cordis:corazón); de


cordatus en lengua arcaica (cordado en) del cual se extraía cuerdo según el modelo de
colmo, pago, canso y análogo junto a colmado, pagado, cansado. Hacia 1260 significó
cordura. (Diccionario de Corominas).

En el texto es tomada la traducción como prudente, que tiene cordura: “…mas es cuerdo
el que por una señaleia o por un movimiento qualquier entiende el daño…”

Daño en el diccionario de Corominas deriva del latìn damnum (dañino,dañoso). Esta


palabra es tomado del latìn (conolemnare) derivado de dominare y de damnum. En 1832
es entendida como condena, condenable; condenación, condenado, condenatorio.
Damnación, damnificar. En el siglo XVIII, en latìn (indemnis) significò que no ha sufrido
daño. (Diccionario de Corominas).

En el texto aparece con el significado de daño. Esta palabra se mantiene en la actualidad


ya que figura en el diccionario de la Real Academia Española.

Propuesta de traducción del texto elegido

EJEMPLO VI

DE LO QUE LE SUCEDIÒ A LA GOLONDRINA CON LAS OTRAS AVES CUANDO VIO


SEMBRAR EL LINO.

Un dìa hablaba el conde Lucanor con Patronio, su consejero, y le dijo:

-Patronio, me han dicho que algunos de mis vecinos, que son màs poderosos que yo,
andan reuniéndose y tramando muchos engaños y artimañas con los cuales me puedan
engañar y hacerme mucho daño; pero yo no lo creo, ni me recelo, aunque, por el buen
entendimiento que vos poseèis, quiero pediros me digáis si me convendría hacer alguna
cosa al respecto.

-Señor conde Lucanor- dijo Patronio-, para que en esto hagáis lo que yo entiendo que
os conviene hacer, me agradarìa mucho que supieseis lo que le sucedió a la golondrina
con otras aves.

El conde Lucanor le preguntò què suceso era aquel.

-Señor conde Lucanor- dijo Patronio-, la golondrina vio a un hombre que sembraba lino
y entendió, dado su buen razonamiento, que si aquel lino brotara, podrían los hombres,
hacer redes y lazos para cazar aves. Por lo que en seguida fue a reunir a las otras aves,
les informó de que el hombre sembraba aquel lino, y les predijo que si aquel lino nacía
estuviesen seguras que ello redundarìa en un gran daño, por lo que les aconsejaba que
antes de que el lino echara brotes, fuesen allà y lo arrancaran, pues las cosas se pueden
deshacer.

Rápidamente en sus comienzos, pero luego es mucho màs difícil hacerlo. Pero las aves
mantuvieron el consejo con poco y no quisieron seguirlo. La golondrina insistió muchas
veces, hasta que vio que ellas no se lamentaban en esto, ni daban nada. Asi, el lino
llegó a crecer tanto que ya las aves no lo podían arrancar ni con las patas ni con los
picos. Al ver las aves la altura alcanzada por el lino y advertir que ya no podían poner
remedio al daño que se les avecinaba, se arrepintieron mucho de no haber tomado
precauciones. Pero el arrepentimiento ocurrió cuando ya no podían tener provecho.

Antes de esto, cuando la golondrina vio que las otras aves no querìan precaverse a
tiempo de aquel daño que las amenazaba, se acercò al hombre, se metió en su amparo
y obtuvo de èl seguridad para sì y para su linaje. Desde entonces las golondrinas viven
junto a los hombres y no temen ningún mal de ellos, mientras que a las otras aves, que
no quisieron precaverse, las apresan cada día con redes y con lazos.

Y vos, señor conde Lucanor, si querèis poneros a cubierto de este daño que decís os
puede sobrevenir, apercibìos y tomad precauciones antes de que el daño sea hecho,
que no es cuerdo el que advierte las cosas después de haber sucedido, pero sì lo es
quien por una señal o una manifestación cualquiera deduce el peligro que le amenaza
y toma las precauciones necesarias para que no lo alcance.

Al conde satisfizo mucho esto, hizo lo que Patronio le aconsejò y le fue bien.

Y habiendo entendido don Juan que este ejemplo era muy bueno, dispuso ponerlo en
este libro e hizo unos versos que dicen asì:

De antemano debe el hombre prevenir

el daño que le pueda sobrevenir.

Bibliografía

_ CANO AGUILAR, Rafael. El español a través de los tiempos, Madrid, Ed. Arco/Libros,
1992.

_ INFANTE DON JUAN MANUEL, El Conde Lucanor


_ PENNY, Ralph (2000) Variación y cambio en español, Buenos Aires, Gredos, 2004.

_ PETRELLA, Lila., Morfosintaxis histórica- del latín al español, Bibliografía de la cátedra


(2012)

Diccionarios

_ COROMINAS, Joan, (1954-57) Diccionario crítico-etimológico de la lengua


castellana, Madrid, Gredos.

_ COVARRUBIAS, Sebastián, (1611) Tesoro de la lengua castellana o española,


Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey (1ra. ed.) y también edición facsímil digital. O:
Madrid / Frankfurt, Iberoamericana / Vervuert, 2006.

_ RAE (2001) Diccionario de la lengua española. (VERSION ON-LINE: http://rae.es/).

_ DICCIONARIO ETIMOLÓGICO, (VERSION ON-LINE: http://www.dechile.net/)

_ VOX LATÍN, DICCIONARIO ILUSTRADO (2006) Barcelona, Larousse Editorial

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