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La “f” inicial
Pero existen ejemplos de palabras en las cuales se producirán la aspiración (f > h) hacia
el siglo XVI y desaparición de aspiración (h > Ø) hacia el siglo XVII.
fasta, faze, y sus conjugados faga, fazía, fizo, fiziera, que luego perdieron la f inicial y en
la actualidad se escriben con h.
Faga / fizo / fízole/ fecho provienen del verbo “hacer” en latín: facere > fazer >
hacer
fasta provienen de la preposición “hasta”, préstamo árabe: hatta>hasta.
Del latín ab y ex se perdieron favoreciendo a de. Apud favoreció a cum. ob se perdió y
prevaleció hatta
La “h” inicial
En algunos casos no aparecen en el texto palabras con h inicial (provenientes
del latín), pero se dan ejemplos de palabras en donde debería aparecer la aspiración, y
mantenerse la h inicial de la palabra de origen como es el caso de omne que proviene
del latín homine > hombre. La “h” se repone con la grafía culta en español.
En este texto, se observan que la h se repone con grafía culta en español, como
es el caso de la palabra avedes, que es una forma conjugada del verbo habeo- haber.
avedes / avìa provienen del latín habere, tener. Lo mismo ocurre con la reposición de “b”
en la grafía: avedes >habéis.
En el caso de “hasta” aparece en la obra con “f” (fasta). Esta palabra provienen de la
preposición “hasta” y es un préstamo árabe: hatta, pero sucedió que hasta el siglo XIII
la “f” y “h” no se podían considerar como fonemas distintos, sino variantes de una sola
unidad: con una u otra se adaptaban voces foráneas con aspirada. Su evolución es hatta
> a(d)ta > fa(s)ta (Cano Aguilar, 1992:210).
La “b” y “v”
A veces estas labiales son consonantes, que dan lugar a la forma habitual de la
palabra como por disimilación respecto de otra v interior (vivere> bivir) (Cano
Aguilar, 1992:93).
Con respecto a la escritura, luego, en español se repone la “b” como grafía culta
para regularizar y estandarizar el sistema, como es el caso del verbo “haber” y
sus conjugaciones.
La grafía “ñ”
La representación de /ɲ/ la ortografía vacilaba entre “ni”, “gn”, “ng”, y “nn” (o abreviaciones de
esta última como “ñ”). En los textos, todos los casos que encontramos en esta obra utilizan la
grafía “ñ” como: engañar, damños, señaleia. (Penny 2004: 309)
Las sibilantes
En el fragmento se encontraron las siguientes sibilantes:
La grafía “ç” se encuentra en los siguientes ejemplos: començó, cresçido reçelo, çiertas,
contesçió, segurança, aperçebitvos, nasçiesse. Corresponde al fonema /ŝ/, que es el sibilante
dental sordo, africado y realizado con el dorso de la lengua. Para este fonema, en la obra
seleccionada no se encuentra la grafía “c”.
Grafía “z”
La grafía “z” corresponde al fonema sonoro /ẑ/, y en texto aparece en las siguientes
palabras: vezinos, dizen, dezides, fazer, faziendo, plazerme.
Por otra parte, la “s” también podía representar al fonema /z/ sonoro, sólo escrita entre vocales
como aparece en poderoso, sopièsedes, cosas, quisieron.
Lo que sucede con estas grafías es que la escritura antigua muestra que no discriminaba entre los
fonemas /s/ y /z/; mostrando “ss” o “s” para ambos fonemas. (Penny, 2004: 309)
Grafía “x”
Para el fonema /š/, palatal fricativo sordo, que es representado por la grafía “x” se encontraron
los ejemplos díxoles, díxol, exiemplo.
Ambas grafías representaban al fonema /ž/, que es sonoro, fricativo palatal, siempre
delante de las vocales “i” o “e”. Los ejemplos que se encuentran en el fragmento son: consejero,
linage, ligeras.
Consejo
consĬliu > consỊliu > conselju > conseļu > conseŽo > conseŠo > conseXo
Ejemplo
exemplu > ejsemplu > eŠemplu > eŠemplo > exemplo
ejsemplu: S. V / VI Origen de la Yod por vocalización de la consonante agrupada.
Hombre
homine > omne > omre > hombre
Lo que sucede con esta palabra es la caída de la postónica (i) entre los siglos V y VI que
provoca que se unan dos sonidos nasales. En m'n se indica la caída con la apóstrofe.
Luego, se produce una disimilación de los sonidos nasales (mr) y luego, epéntesis de la
b para facilitar la pronunciación de la palabra (mbr).
omre: disimilación
ombre: epéntesis
PROVECHO
Señal
Tiempo Imperfecto
Las formas encontradas presentes en el texto para el pretérito imperfecto de la 1ª, 2ª
y 3ª conjugación son similares a las actuales- Estas surgieron por evolución fónica:
1ª conj.: -ABA > -ava. Ej.: fablava, sembrava, consejava. Después, por reglas ortográficas
y para la estandarización la grafía volverá a ser “b” para esta desinencia.
2ª y 3ª conj.: -EBA > -ea > ía (por disimilación de /ẹ/ ante /a/). Es posible que la “b”
empezara a perderse en verbos como HABEBAM y DEBEBAM (Cano Aguilar, 1992:
153) Ej.: sintìan, avìan, vinìan, podían.
Formas irregulares:
Se presentan irregularidades en los verbos del texto como: son (presente) y era
(imperfecto).
De esse deriva el indicativo presente, por evolución fonética fue tratado como àtono, de
modo que cuando tenía e, no diptongò: sum>so, este>es, sumus>somos, sunt>son, por
analogía: sutis>>sodes, o en la 2ªpersona, por el préstamo del futuro para evitar la
hominimia con la 3ª: eris>eres. El imperfecto: eran>era, eras>eras. (Cano Aguilar, 1992:
158).
El condicional
El subjuntivo
Las terminaciones -se provienen del imperfecto del subjuntivo y la forma en -ra vienen
del pluscuamperfecto del indicativo latino, respectivamente:
Pluscuamperfecto del Indicativo: -eram > ra
Pluscuamperfecto del Subjuntivo:-issem > se
En el texto, aparecen los siguientes verbos en el modo subjuntivo: sopièsedes, nasçiesse,
fuesse.
Terminación -des
En el texto analizado observamos la 2ª persona del plural en los siguientes verbos:
avedes, digades, entendides, fagades, queredes, dezides, sopièsedes. Este cambio se dio en la
terminación –tis de la 2° persona del plural del Presente del Indicativo del latín que
evoluciona en la terminación –des. Algunos textos de fines del XIV empiezan a perder
la –d y evolucionan hasta las formas conocidas en la actualidad: -ais, -eis, -is. (Cano
Aguilar, 1992:216).
Variaciones en el consonantismo
La alternancia g – z se extendió desde los orígenes a otros verbos, de los cuales fazer
es el que es utilizado en este texto (fizo, fagades,). (Cano Aguilar, 1992:151-152).
Pronombres
En la Edad Media el vos era la forma de respeto y el tú quedaba relegada para las clases
bajas. Es entre los siglos XIV y XV que el vos comienza a desplazar al tú y cambia el
valor de vos. En el siglo XVI, el vos ya había descendido y fue necesaria otra forma de
respeto (vuestra merced). Pero, en el fragmento analizado, el vos aún conserva la forma
de respeto.
Durante esta época el vos comienza a desplazar al tú. Esta utilización del vos se
observa, en general, en todo el texto elegido.
“…pero, por el buen entendimiento que vòs avedes, quièrovos preguntar…”.
“-Et vòs, señor conde Lucanor, si queredes ser guardado….
apercibitvos…”.
Forma átona
El pronombre átono me y el infinitivo remite a una sintaxis de acusativo: plazerme.
Construcciones con se
En latìn se consevaron los pronombres: iste, ista, istud, ipse, ipsa, ipsum; ille, illa, illud.
De ecce>eccu y a partir de ecce se forma aqueste y aquese. En el exemplo elegido
aparecen estos pronombres: aquello, aquel.
Preposiciones
Cano Aguilar sostiene que las preposiciones latina “pro” y “per” dieron en algunos
casos el valor de “por” en romance y castellano medieval (valor final, causal, espacial,
temporal, instrumental, etc). En el texto se observan formas ya evolucionadas (por,
para). Según Cano Aguilar, en esta forma debe considerarse como complemento que
expresa “asunto”: “…Pero el repintimiento fue a tiempo que non podían tener ya pro…”
Coordinantes
La forma ende proviene del adverbio de lugar latino inde, (de/desde allí, entonces).
“…arripintèronse ende mucho porque ante non avìan `y puesto conseio…”.
MAESTRÍA, de MAESTRO, del latín magister, -istri “jefe, director”, “maestro, el que
enseña”. De uso general en la lengua literaria y en todos los tonos del idioma; común a
todos los romances. El término maestría se utilizó en primera instancia como “remedio,
medicamento”. El sufijo –ia le agrega cualidad a la palabra maestro, en este caso, la
cualidad o habilidad para enseñar o realizar algo.
“…- Patronio, a mì dizen que unos mis vecinos, que son màs poderosos que yo, se andan
ayuntando et faziendo muchas maestrìas et artes que me puedan engañar…”
Deriva de la palabra artero. En la 1era mitad del siglo XIII, el ARTE era considerado en
el sentido medieval de fraude, engaño, artería.
Compuestos de artefacto, a mediados del siglo XVIII, en latìn arte, factus “hecho con
arte”.
Compuesto culto formado en castellano con las voces latinas ars y lugere “llorar”, con
el sentido inicial de “llanto fingido”; la segunda acepción se debe a una confusión parcial
con artificio y artefacto. Artimaña “armera contracción” de arte y maña parece tratarse
de una alteración del latìn ars mágica, bajo el influjo del castellano, MAÑA como en el
francès antiguo antimage-magia.
COSA, del latín causa, “causa, motivo”, “asunto, cuestión”, que en latín vulgar, partiendo
del segundo significado, se hizo sinónimo de RES “cosa”, ya en el siglo IV. (Diccionario
de Corominas).
Pro “provecho” hacia 1140. Del latìn vulgar prŏde ìd, extraído de las palabras del latìn
clásico prŏdest “es útil”, prŏfĭcit ìd, interpretadas vulgarmente como unos compuestos
prode est, prode facit (aunque en realidad se trataba ahì de un prefijo pro). (Diccionario
de Corominas).
En el texto es tomada la traducción como prudente, que tiene cordura: “…mas es cuerdo
el que por una señaleia o por un movimiento qualquier entiende el daño…”
EJEMPLO VI
-Patronio, me han dicho que algunos de mis vecinos, que son màs poderosos que yo,
andan reuniéndose y tramando muchos engaños y artimañas con los cuales me puedan
engañar y hacerme mucho daño; pero yo no lo creo, ni me recelo, aunque, por el buen
entendimiento que vos poseèis, quiero pediros me digáis si me convendría hacer alguna
cosa al respecto.
-Señor conde Lucanor- dijo Patronio-, para que en esto hagáis lo que yo entiendo que
os conviene hacer, me agradarìa mucho que supieseis lo que le sucedió a la golondrina
con otras aves.
-Señor conde Lucanor- dijo Patronio-, la golondrina vio a un hombre que sembraba lino
y entendió, dado su buen razonamiento, que si aquel lino brotara, podrían los hombres,
hacer redes y lazos para cazar aves. Por lo que en seguida fue a reunir a las otras aves,
les informó de que el hombre sembraba aquel lino, y les predijo que si aquel lino nacía
estuviesen seguras que ello redundarìa en un gran daño, por lo que les aconsejaba que
antes de que el lino echara brotes, fuesen allà y lo arrancaran, pues las cosas se pueden
deshacer.
Rápidamente en sus comienzos, pero luego es mucho màs difícil hacerlo. Pero las aves
mantuvieron el consejo con poco y no quisieron seguirlo. La golondrina insistió muchas
veces, hasta que vio que ellas no se lamentaban en esto, ni daban nada. Asi, el lino
llegó a crecer tanto que ya las aves no lo podían arrancar ni con las patas ni con los
picos. Al ver las aves la altura alcanzada por el lino y advertir que ya no podían poner
remedio al daño que se les avecinaba, se arrepintieron mucho de no haber tomado
precauciones. Pero el arrepentimiento ocurrió cuando ya no podían tener provecho.
Antes de esto, cuando la golondrina vio que las otras aves no querìan precaverse a
tiempo de aquel daño que las amenazaba, se acercò al hombre, se metió en su amparo
y obtuvo de èl seguridad para sì y para su linaje. Desde entonces las golondrinas viven
junto a los hombres y no temen ningún mal de ellos, mientras que a las otras aves, que
no quisieron precaverse, las apresan cada día con redes y con lazos.
Y vos, señor conde Lucanor, si querèis poneros a cubierto de este daño que decís os
puede sobrevenir, apercibìos y tomad precauciones antes de que el daño sea hecho,
que no es cuerdo el que advierte las cosas después de haber sucedido, pero sì lo es
quien por una señal o una manifestación cualquiera deduce el peligro que le amenaza
y toma las precauciones necesarias para que no lo alcance.
Al conde satisfizo mucho esto, hizo lo que Patronio le aconsejò y le fue bien.
Y habiendo entendido don Juan que este ejemplo era muy bueno, dispuso ponerlo en
este libro e hizo unos versos que dicen asì:
Bibliografía
_ CANO AGUILAR, Rafael. El español a través de los tiempos, Madrid, Ed. Arco/Libros,
1992.
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