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Sumario
Editorial ..................................................................................................................................... 5
A fondo
Apuntes biográficos y contextuales de Mary E. Richmond. De los albores
del trabajo social y la construcción de la disciplina
Miguel Miranda y Francisco J. Galán .......................................................................................... 11
Miscelánea
Una visita a la Hull House de Jane Addams ........................................................... 193
Estante de libros
Saber femenino, vida y acción social ............................................................................. 205
La Revista
Publicaciones ......................................................................................................................... 211
Editorial
Ituarte y Ana Mata, y también experiencias prácticas como las que describe el
equipo profesional que actualmente lidera Marcho Marchioni, el experto en trabajo
comunitario. El artículo de Miren Ariño realiza una aportación crítica muy sugerente
sobre el tema, mientras que Joan Ibáñez nos habla de la influencia de la tecnología
en la realización del diagnóstico social y Rosa Maria Díez hace una propuesta
referida al trabajo con personas con discapacidad intelectual. Como siempre, la
revista se completa con un conjunto de textos que hablan de otros temas de interés:
como una entrevista con Conchita Peña, la nueva decana del colegio, una descripción
del sexto Congreso de Salud Mental y un artículo sobre la intervención social de
las personas que se dedican a la venda ambulante no autorizada en Barcelona. Por
último, en el apartado miscelánea, Rosa Carrasco, junto con otras compañeras,
relata su experiencia como visitantes de la Hull House, el legendario
establecimiento social creado y liderado por Jane Addams en Chicago en 1889.
Como podéis ver, la RTS llega llena de primeras figuras, de reflexiones cualificadas
acerca de la historia de la profesión. Aprovechamos para volver a hablar del
diagnóstico social porque a pesar de que es un tema que ya hace más de cien años
que ocupa las páginas de los textos que hablan de trabajo social, aun se percibe
como una cuestión problemática, no resuelta, no completada. Os proponemos una
lectura atenta, pausada, alejada de las prisas que vivimos en nuestros despachos y
de las presiones que limitan nuestros días. Dicen que en momentos de incertidumbre
es cuando más falta nos hace mirar hacia los hechos que conforman nuestras
historias.
Resumen
Abstract
A century after the publication of the first edition of Social Diagnosis by Mary E.
Richmond we can reflect on the methodological and contextual aspects of this
great research work which characterizes Social Work as a discipline and as a
profession, knowing that both perspectives are indissolubly united. New research
and analysis pieces are opened to reinforce our profession and at the same time, to
deny certain prejudices that devalue the essence of our discipline.
Key words: Identity, social work, Mary E. Richmond, Social Diagnosis.
Para citar el artículo: MIRANDA ARANDA, Miguel y GALÁN CALVO, Francisco J. Apuntes biográficos y contex-
tuales de Mary E. Richmond. De los albores del trabajo social y la construcción de la disciplina. Revista de Treball
Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 11-23. ISSN 0212-7210.
1
Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Trabajador social y doctor en antropología social y cultural.
2
Profesor de la Universidad de Zaragoza. Trabajador social.
Contexto social
Hagamos un viaje en dos direcciones: una que nos lleve al
intento de contextualizar la aparición de la primera edición de
Social Diagnosis, de Mary E. Richmond, en un turbulento 1917,
y que quizá nos sirva para derrumbar algunos falsos mitos
sobre su autora y, por supuesto, sobre los pilares de nuestra
profesión; la otra, buscando referencias al caso que nos ocupa:
el trabajo social como una disciplina científica, capaz de
construir con su práctica un corpus doctrinal de igual sustrato
intelectual que el resto de las ciencias sociales.
Foucault asegura que Foucault (1999) asegura que cada época crea los saberes
que necesita. Para este autor, es el siglo XIX el que trae nuevas
cada época crea los
posibilidades de conocer a los seres humanos y es entonces
saberes que necesita cuando las ciencias humanas inician su camino. Si siguiéramos
tirando de este hilo diríamos que este momento se puede con-
siderar como de explosión de muchas ciencias o más bien de
“construcción social de las ciencias y entre ellas las sociales”.
Esto no es incompatible con considerar la existencia de una
preocupación constante sobre el significado y expresión del
ser humano en su contexto, una preocupación por considerar
la forma de gestionar y dirigir al conjunto, a esa condición de
lo social, pero no es hasta este momento, el siglo XIX, en el que
se comienza a desgajar dicha preocupación de las reflexiones
que se hacían desde la filosofía, la metafísica o la política. 3
Esta nueva perspectiva de lo humano está relacionada con
los inmensos cambios institucionales en lo microsocial: la
educación, la medicina, el sistema penal... “No hay duda al-
guna, ciertamente, de que el surgimiento histórico de cada una
de las ciencias humanas aconteció en ocasión de un proble-
ma, de una exigencia, de un obstáculo teórico o práctico;
ciertamente han sido necesarias las nuevas normas que la
sociedad industrial impuso a los individuos para que,
lentamente, en el curso del siglo XIX, se constituyera la
Psicología como ciencia; también fueron necesarias sin duda
las amenazas que después de cada revolución han pesado
sobre los equilibrios sociales y sobre aquello mismo que había
instaurado la burguesía, para que apareciera una reflexión de
tipo sociológico” (FOUCAULT, 1999: 335).
3
Como ejemplo, la experiencia vital de nuestra protagonista. En Baltimore, Mary Richmond construye
todo su poso ideológico a partir de los estudios en sociología y filosofía que retomará en 1881, y se une
a la Iglesia unitaria que alienta la reforma social, la innata dignidad del hombre y la crítica al capitalismo
salvaje, y que encarna los intereses de los obreros y los pobres. Identifica una ideología concreta, una
forma de ver la realidad y la defensa global de unas condiciones dignas para los trabajadores de esa
industria revolucionada por sus avances y explotación y maximización del beneficio desde la óptica
capitalista tradicional, a partir de otras disciplinas que sirven de fundamento y proyección de nuevas
disciplinas.
Algunas referencias
Volvamos ahora a la idea inicial de ofrecer unas pinceladas
sobre ese viaje contextual y su autora. En la mayoría de las
biografías de Mary Richmond, se hace referencia al gran interés
que manifestó por la lectura en su juventud temprana. Se afir-
ma que fundó un club de lectura y que fue, durante algunos
años, bibliotecaria en Baltimore. Si, como se atribuye a Borges,
“uno no es por lo que escribe sino por lo que ha leído”, po-
dríamos conectar a esta mujer con las lecturas que hizo y las
que imaginamos que pudo haber hecho de entre los grandes
éxitos del momento. Ser coetánea de Sigmund Freud (1856-
1939), Franz Boas (1858-1942), G. H. Mead (1863-1931), Jane
Addams (1860-1935) y Max Weber (1864-1920), la sitúa en un
clima de gran ebullición intelectual y cultural. Una mujer a Un espíritu prendado de
caballo entre dos siglos, el decimonónico final de una época y la defensa de la mujer y
el abrupto surgir de un nuevo orden mundial. Alguien que de que fuera considerada
vivió a la vez que los autores que actualmente se consideran su participación en la
grandes clásicos que, con su escritura, construyeron algunas
toma de decisiones: el
de las páginas esenciales en los comienzos de la psicología, la
antropología y la sociología, tal y como las conocemos en la movimiento sufragista
actualidad, y también la medicina científica, el derecho labo- como cambio de
ral y el constitucional... Y no menos importante, un espíritu paradigma social
4
Debido a la muerte de sus padres a causa de la tuberculosis fue criada por sus tías y su abuela en
Baltimore, fuertemente implicadas en los “movimientos radicales”. Se crio en un ambiente de discusión
política sobre el sufragio femenino, la situación de la mujer, los problemas raciales, la religión. Educa-
da en el ambiente familiar en su primera infancia, decide abandonar el hogar y trasladarse a Nueva
York a vivir con una de sus tías, que también fallece, y queda durante un tiempo en la indigencia hasta
que decide regresar.
5
Las teorías sobre el reflejo condicional se habían adelantado en una conferencia que diera en Helsinki
en 1903 y se presentan por primera vez, ese mismo año, en el XIV Congreso Internacional de Medicina
de Madrid. Pavlov ya había conseguido el premio Nobel de Medicina por sus estudios fisiológicos de
los jugos gástricos.
Algunos hitos
Antes del cambio de siglo, justo cuando las ciencias sociales
dan sus primeros pasos, Mary Richmond escribe sobre la
“filantropía científica”, por ejemplo en What is Charity
Organization?, donde desarrolla su método de cooperación, de
investigación, y registro; o en Friendly visiting among the poor. A
handbook for charity workers, un manual donde presenta
sugerencias prácticas para las visitadoras y trabajadores de la
caridad.
Donde se constata su compromiso social es, sin duda, en Donde se constata su
su participación en diferentes instituciones de gran sol- compromiso social es,
vencia que intentaban dar respuesta a los desajustes de una sin duda, en su
sociedad en un vórtice de incertidumbre entre las antiguas y
las nuevas fuerzas sociales. Fue contratada por la Philadelphia participación en
Society for Organizing Charity. Contribuyó en la elabora- diferentes instituciones
ción de reformas legislativas sobre la problemática de las de gran solvencia que
esposas abandonadas, el trabajo infantil y en la creación de intentaban dar respuesta
tribunales de menores. Su objetivo: “mostrar las necesidades, a los desajustes de una
revelar las carencias, generando fuera de la COS moda-
lidades de intervención y una organización” que fuera
sociedad en un vórtice
capaz de dar respuestas concretas, racionalmente solventes, de incertidumbre entre
sostenibles y eficaces impactando contra la carencia y la las antiguas y las nuevas
pobreza. fuerzas sociales
6
Como reza en su página web (https://www.russellsage.org/), la Fundación Russell Sage es la prin-
cipal fundación estadounidense dedicada a la investigación en ciencias sociales. Localizada en la
ciudad de Nueva York, es un centro de investigación y dispone de fondos para estudios académicos en
otras instituciones y de investigación. De forma regular publica dichos estudios además de una
revista, en la que tienen oportunidad de participar tanto los académicos visitantes como las personas
becadas en sus diferentes propuestas de investigación. De igual modo es muy interesante consultar las
líneas de investigación que mantienen 110 años después de su creación: promueven el desarrollo de
investigaciones, tanto sociales como económicas y jurídicas, que mejoren la condición social de colectivos
en los que están presentes dificultades y que puedan ser aplicadas para paliar dichos problemas en los
Estados Unidos.
7
Tanto Wallas como Webb fueron significados miembros de la Sociedad Fabiana, primeros mimbres de
lo que fue el posterior partido laborista inglés. El socialismo fabiano aboga por la introducción de
cambios progresivos en la sociedad, que, al contrario que la confrontación marxista, pretende la
conversión social paulatinamente, sin utilizar el conflicto como herramienta transformadora.
8
Una obra que, aunque se considera un pilar fundamental de la profesión, no fue accesible en nuestro
país –traducida en su totalidad por el Consejo General de Diplomados de Trabajo Social y Asistentes
Sociales de España– hasta el año 2005, a pesar de la existencia de otras obras accesibles desde la
década de los 60 en Argentina.
9
Las aportaciones de otras entidades hablan de la pluralidad de intervenciones presentes en el Trabajo
Social. No creo que podamos cuestionar esta iniciativa con los criterios metodológicos actuales, más
bien el ejercicio debería ser el contrario: en Trabajo Social parece haberse renunciado al uso exhaustivo
de un procedimiento riguroso que conforme un discurso científicamente más sólido. Se ha venido
demostrando que, desde el inicio, en Trabajo Social se puede y se debe trabajar en pro de la creación de
producción científica, que se pueden consolidar líneas de investigación propias, diferenciadas, de igual
compromiso intelectual.
Algunas acusaciones
Ya hemos tratado antes el tema de “algunas acusaciones”
que se pueden hacer acerca de la figura de Mary E. Richmond.
Como venimos sosteniendo, debe hacerse un ejercicio de
contextualización. Y a veces es difícil no proyectar esas
acusaciones con una mirada alejada de la perspectiva histórica
o incluso bajo parámetros desvirtuados por prejuicios
acumulados. Por otro lado, no se trata de justificarlo
absolutamente todo, se trata de construir una realidad más
objetiva, desde la singularidad del hecho. Esa mirada
“extrañada” que tanto conocen los antropólogos puede pro-
porcionar una perspectiva amplia, más “sincera” y coherente.
De esa manera, nos puede reconciliar con esas observaciones
y entenderlas como propias también de esa necesidad de
mejorar la visión de nuestras pioneras.
Una de las grandes líneas es la de acusar su construcción
como funcionalista. La idea de que el trabajo social a nivel
individual es funcionalista. Aquí es donde podemos observar
Podríamos intuir que varios de esos prejuicios: todo lo que viene de Estados Unidos
es funcionalista, es decir, enfrentado al marxismo, y, por
uno de los grandes consiguiente, anatema, neoliberal y despreciable. Una de las
problemas reside en una cuestiones que hay que trabajar es la terminología: funcional
no adecuada diferencia no es lo mismo que funcionalista. Y aquí se abre una línea de
semántica y la confusión investigación muy interesante. Podríamos intuir que uno de
entre ambos términos: los grandes problemas reside en una no adecuada diferencia
semántica y la confusión, seguro que no intencionada, entre
funcionalismo y
ambos términos: funcionalismo y funcional. Y lo que las
funcional diferentes escuelas y disciplinas han dicho de esos términos.
Es conocido que el funcionalismo surge como una alternativa
tanto filosófica como metodológica al estructuralismo
A modo de conclusión
No es extraño encontrar ciertos parecidos entre la situación
vivida en ese marco social de 1917 y nuestra actual perspecti-
va. Pero este ejercicio no deja de ser una especie de trampantojo
intelectual. Existen muchas referencias a esa sociedad revolu-
cionada y belicista que se introduciría en una serie de
Bibliografía
Cristina de Robertis1
Resumen
Abstract
Para citar el ar tículo: DE ROBERTIS, Cristina. Trabajo social: entre pasado y presente, asumir desafíos.
Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 24-32.
ISSN 0212-7210.
*
Transcripción de la conferencia realizada por Cristina de Robertis en Barcelona el 5 de abril de 2017.
1
Asistente social, docente, autora de numerosos escritos sobre metodologia del trabajo social y ética
profesional.
1. Los fundamentos
¿Cómo podemos definir los fundamentos del trabajo so-
cial? Los fundamentos son las bases sobre las cuales reposan
los elementos constituyentes de una actividad. Se trata de los
cimientos que le dan solidez y sustento. Los fundamentos son,
también, aquello que es esencial e indispensable, y que inspira
las fuerzas que dan cohesión y sentido al conjunto.
1.1. Históricos
A fines del siglo XIX, el trabajo social surge, como activi-
dad organizada, en los países industrializados. La revolución
industrial creó graves problemas sociales que fueron denomi-
nados la cuestión social por los pensadores de la época.
A la pauperización de los obreros, con condiciones de tra-
bajo sumamente difíciles, se agregó el éxodo rural, creando
una población de personas desarraigadas, que vivían en la
vecindad de los lugares de trabajo y en pésimas condiciones
de alojamiento y de salud.
Ante estos problemas sociales, la caridad y la filantropía Ante estos problemas
no eran suficientes para solucionarlos; surgieron entonces per- sociales, la caridad y la
sonas especializadas (sobre todo mujeres) que se profesio-
filantropía no eran
nalizaron poco a poco. En Francia, surgen, como en Inglaterra,
las primeras résidences sociales (settlements) instaladas en el co- suficientes para
razón de los barrios obreros. Así, en 1896, se inicia el servicio solucionarlos; surgieron
social, que ya entonces era una práctica colectiva, en los cen- entonces personas
tros de barrio, que luego se llamarían centros sociales.2 especializadas (sobre
Tres corrientes ideológicas concurren en los orígenes de la todo mujeres) que se
sistematización profesional en Francia: el catolicismo social,
el protestantismo y las corrientes laicas. Cada una de ellas profesionalizaron poco a
contribuyó al surgimiento de una de las tres primeras escuelas poco
de trabajo social en París, entre 1911 y 1917.
El servicio social asume, a lo largo de la historia, períodos
de gran mutación, sobre todo en los períodos de conflicto ar-
mado, como fueron la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
En cada uno de ellos, la actividad profesional se adaptó a las
contingencias sociales y a los problemas existentes. Durante
la Primera Guerra Mundial, el trabajo de las mujeres en las
fábricas reemplazó al de los hombres enviados al frente, así
surgió la especialidad de las asistentes sociales, superintenden-
tes de empresa, para aportar ayuda a la mano de obra femenina y
a los niños. También surge el servicio social de los hospitales,
en 1913, para hacer frente a los graves problemas sanitarios de
la época y luego a aquellos provocados por la guerra.3
2
GUERRAND, Roger Henri; RUPP, Marie Antoinette. Brève histoire du service social en France 1896-1976.
Toulouse: Privat, 1978.
3
PASCAL, Henri. Histoire du travail social en France, de la fin du XIXe siècle à nos jours. Rennes: Presses de
l’EHESP, 2014.
4
Cuadernos de Trabajo social. Universidad Complutense de Madrid, 2011, vol. 24.
5
KANT, Immanuel. Critique de la raison pratique. París: Folio Essais, 1989 (1788).
6
V. CASTEL, Robert. Le travail social dans le devenir de l’Etat social. En La montée des incertitudes,
travail, protections, statut de l’individu. París: Seuil, 2009.
7
V. CASTEL, R. Ibídem.
8
DE GAULEJAC, V. La société malade de la gestion. París: Seuil, 2005.
9
MORIN, Edgar. Introduction à la pensée complexe. París: Seuil, 2015.
3. Nuevos desafíos
Estos cambios están en Estos cambios están en curso y, como todo período de trans-
curso y, como todo formación, crean inestabilidad pero también nuevas oportu-
nidades. Así, el trabajo social está atravesado por dinámicas y
período de
fuerzas contrarias; unas provocan un repliegue defensivo y
transformación, crean protector, otras la movilización, la creación y la transforma-
inestabilidad pero ción. Vemos entonces cuatro orientaciones del trabajo social:
también nuevas el acceso a los derechos, la vigilancia social, la promoción de
oportunidades la solidaridad y la creación de nuevas respuestas e iniciativas.
CASTEL, Robert; MARTIN, Claude. Changements et pensées du changement, échanges avec Robert Castel.
10
Palabras finales
Los trabajadores sociales en Francia tienen un doble com-
promiso: por un lado, luchar para que todas las personas pue-
dan acceder a sus derechos y, por otro, desarrollar iniciativas
en las cuales ellas puedan alcanzar una participación ciuda-
dana. Se trata, entonces, de pasar de una aproximación que
busca compensar carencias, a otra que, apoyándose en las fuer-
zas y dinamismos de las personas, promueva competencia y
nuevas soluciones.
Esta dualidad ha sido analizada en otros términos por
Michel Autes,11 quien afirma que el trabajo social tiene una
doble y paradójica referencia:
por un lado, la asistencia frente al sufrimiento social, es
decir, la responsabilidad de la sociedad de aportar ayu-
da y posibilidades a sus miembros más frágiles;
por otro, los ideales democráticos de promoción, de auto-
organización y de emancipación de las personas.
El trabajador social debe Para llevar a cabo esta doble referencia, el trabajador social
asumir una cierta debe asumir una cierta distancia: no estar completamente iden-
distancia: no estar tificado con las instituciones sociales, aunque estas sean su
completamente empleador, y estar en consonancia con las personas que se
identificado con las trata de ayudar. El trabajador social recibe su misión de las
instituciones y de las políticas sociales, estas son la base de su
instituciones sociales y legalidad. Pero su legitimidad la debe a las personas al servi-
estar en consonancia cio de quienes ejerce su profesión. El renuevo del trabajo social
con las personas que se pasa entonces por un ideal de promoción de las personas, un
trata de ayudar proyecto emancipador y productor de cambios sociales.
11
AUTES, Michel. Les paradoxes du travail social. París: Ed Dunod, 1999, p. 274.
Cristina de Robertis 1
Resumen
Abstract
Para citar el artículo: DE ROBERTIS, Cristina. Autonomía técnica y diagnóstico social. Revista de Treball Social .
Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 33-40. ISSN 0212-7210.
*
Texto original: DE ROBERTIS, Cristina. Profession Assistant de service social: repères et enjeux. Revue
Française de Service Social. Association Nationale des assistants de Service social, 2011, vol. 1, n. 240, 56-
62. Traducción del francès de Anna Mateo. Publicado con el permiso de la revista.
1
Asistente social, docente, autora de numerosos escritos sobre metodología del trabajo social y ética profesional.
2
RICHMOND, M. Nouvelles méthodes d’assistance, le service social de cas individuels. Rennes: Edicions
EHESP, 2002. ISBN: 978-2-85952-809-6.
3
FOUCHE N. Le Case-work: circulation transatlantique et réception en France (1870-1939). Revue
européenne d’histoire sociale. Histoire et société (París), 2004, núm. 11, 21-35. ISSN: 1777-5329.
4
LIBERMANN R. Nature et buts du service social. Droit Social. XXXIV, febrer 1949. V. també DE
ROBERTIS, C. Méthodologie de l’intervention en travail social. París: Bayard, 2007. ISBN: 9782227476356.
2.1. La metodología
La metodología profesional ha sido elaborada a partir de la
acumulación, la sistematización y la generalización de las expe-
riencias prácticas y a partir de las contribuciones de las diferen-
tes ciencias sociales. Se ha acompañado de una elaboración
conceptual definiendo los principales conceptos a los cuales se
refiere. La metodología puede definirse como la parte de una cien-
cia que estudia los métodos a los cuales recorre. El método es “la
manera de hacer las cosas”, “un conjunto concertado de opera-
ciones, puesta en práctica para conseguir uno o varios objetivos”.
Se trata, pues, de un plan de trabajo en función del objetivo.7
Las fases del método profesional de los servicios sociales
han sido definidas por diferentes autores. Nosotros encontra-
mos como constante cinco etapas fundamentales:
la recogida de datos a partir de una demanda o de un
problema social;
el análisis de la situación y su síntesis: el diagnóstico social;
la elaboración de un proyecto de intervención y del contrato;
la puesta en práctica de las estrategias de intervención;
la evaluación de los resultados.
5
V. Sciences Humaines. L’autonomie: nouvelle utopie? N. 220. Auxerre, 2010. Consultat 22/11/2017
https://www.scienceshumaines.com/l-autonomie-nouvelle-utopie_fr_387.htm.
6
La revue française de service social. Positionnement Professionnel: face aux mutations mobilisons nos compétences.
Association nationale des assistants de service social (ANAS). N. 230. París, 2008. ISSN: 0297-0376.
7
DE ROBERTIS C. Méthodologie d’intervention en travail social. París: Bayard, 2007. ISBN: 9782227476356.
8
LORTHIOIS, J. Diagnostic de territoire: l’art du sur mesure. La revue française de service social. N. 117.
París: 2005. ISSN: 0297-0376.
9
RICHMOND, M. Social Diagnosis. Nova York: Russel Sage Fondation, 1917. ISBN: 978-0-87154-703-3.
10
Ibídem (p. 51; la traducción es nuestra).
11
AGUILAR IDAÑEZ, M. J.; ANDER-EGG, E. Diagnóstico social, conceptos y metodología. Albacete:
Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas, 1999 (la traducción es nuestra). Consultdo 22/11/2017.
https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved
=0ahUKEwi4-JqO5NLXAhUHXRQKHQdCBpEQFggmMAA&url=http%3A%2F%2Fwww.eas.
pt%2Fwp-content%2Fuploads%2F2014%2F01%2Fdiagnostico-social-Diagn%25C3%25B3stico-Social-
conceitos-e-metodologias-Maria-Jos%25C3%25A9-Aguilar-Id%25C3%25A1%25C3%25B1ez-e-
Ezequiel-Ander-Egg-.pdf&usg=AOvVaw0Q1eo9lxlFsOh2PktBoJAD.
12
CSTS. L’intervention sociale d’aide à la personne. Rennes: EHESP, 1998. ISBN: 978-2-8109-0156-2.
13
Ibídem (p. 102-103).
14
LORTHIOIS J. Op. cit.
15
Para el diagnóstico ISIC, v.: DE ROBERTIS, C.; ORSONI, M.; PASCAL, H.; ROMAGNAN, M. Interven-
tion sociale d’intérêt collectif, de la personne au territoire. Rennes: EHESP, 2008. ISBN: 978-2-8109-0159-3.
Un proceso continuo
El diagnóstico social no es fijo de un modo definitivo. La
vida de una persona o de un grupo, dentro de un contexto
social dado, está en confección, en movimiento constante. El
diagnóstico que se inscribe en esta complejidad y dentro de
este movimiento será evolutivo, cambiará a cada etapa a la luz
de nuevos hechos. Es necesario concebirlo más como un pro-
ceso que como un hecho consumado.
En razón de este movimiento, el diagnóstico social es siem-
pre provisional, siempre sometido a revisión cuando otros
hechos salen a la luz o aclaran una situación que pensábamos
que habíamos entendido. La revisión constante de la aprecia-
ción de la situación permite orientar la intervención profesio-
nal adaptándose a las evoluciones de la situación.
Un diagnóstico global
La oportunidad de hacer un análisis global de la situación
de las familias o de los grupos afectados a veces puede resul-
tar difícil. Sometidos al tiempo, orientado por las misiones
institucionales a veces limitadas a un solo aspecto o a un solo
dispositivo, los profesionales omiten efectuar un análisis más
amplio y tomarse tiempo para comprender. No obstante, es la
condición sine qua non para un proyecto de intervención efi-
caz y positivo. Así pues este análisis global, que comprende
los diferentes aspectos psico-sociales de la situación, nos per-
mite ver cómo se articulan y se jerarquizan para la persona los
diferentes sectores de su existencia. Entonces se puede apren-
Nuestra misión es der mucho sobre ella, sobre qué quiere y a qué aspira...
centrar la ayuda en la Porque, efectivamente, nuestra misión es centrar la ayuda
persona en la persona y no resolver o responder a los problemas, para
hacer frente a cualquier análisis que se limite al problema per-
cibido. El reflejo “demanda = respuesta”, tan difícil de superar
durante la formación en la profesión, tiene que ser desterrado.
Nosotros no podemos restringir nuestra mirada solo a aque-
llos elementos que pueden interesar al dossier de demanda de
uno u otro dispositivo social.
Esta exigencia no es nueva y se va encontrando en diferen-
tes momentos de nuestra historia. Ruth Libermann, primera
presidenta del ANAS, lo afirmaba con la vehemencia que la
caracterizaba: “Uno de los peligros de la técnica es la fragmen-
tación, la especialización a ultranza que en extremo llegaría a
la negación de lo que es la propia especificidad de los servi-
cios sociales: la mirada global del hombre. Los servicios socia-
les están al servicio del hombre total, y sea cual sea la función
particular de la asistenta, es siempre, aunque el punto preciso
que la ocupe es limitado, el conjunto de los diversos condicio-
nantes (económico, sociológico, psicológico, financiero, etc.)
3. Afirmar la profesionalidad
Tenemos que afirmar sin miedo nuestra especificidad y Tenemos que afirmar sin
nuestra diferencia. La afirmación de nuestra autonomía técni- miedo nuestra
ca no va en detrimento de nadie:
especificidad y nuestra
1. ni de las personas ayudadas a las cuales nosotros reco- diferencia
nocemos su capacidad de experiencia experimental;
2. ni de otros profesionales del social o médico-social que
tienen cada uno sus métodos y técnicas específicas,
complementarias a nuestra propia metodología de inter-
vención;
16
LIBERMANN, R. Notre déontologie dans le monde d’aujourd’hui. En Etudes et documents - Déontologie
en Service Social. París: ANAS, 1973 (1960).
17
HUMBERT, R. M. Le service social polyvalent de secteur: contraintes et libertés. En Iniciativa i
creativitat en serveis socials. 32 Congrés de l’ANAS. París: ESF, 1978.
Resumen
Solo el romper con la acción social, le permitió a Mary Richmond adentrarse en el “ser
humano”, descubrir su vida cotidiana y con ello su ser “PERSONA”. La acción social
ha utilizado muchas denominaciones especiales, como: “pobre”, “excluido/a”, “mar-
ginado/a”, como si pudiera haber un término que no supusiera segregación y desi-
gualdad. Por eso enfrento ambas nominaciones: “necesitado/a” frente a “persona”.
Por todo lo que se descubre en la obra de esta mujer, Richmond, creo que hemos
sido receptoras de un trascendental descubrimiento no solo para la profesión, sino
para la vida misma: la naturaleza de la vida cotidiana , un aspecto de la vida, de cuyo
desconocimiento somos todos víctimas porque la ciencia no ha podido aún desvelar su
entraña. Mary Richmond nos ha hecho herederas de un compromiso que incluye no
solo completar el hallazgo de todo lo que significan las relaciones sociales en la vida
cotidiana, de manera que ese descubrimiento se despliegue en lo individual y lo
colectivo, sino, además, ejercer una profesión que promueva y facilite a la persona
el uso de los recursos que la sociedad ha creado para el desarrollo de su personalidad
y el perfeccionamiento de sus relaciones sociales en la vida cotidiana.
Palabras clave: Vida cotidiana, relaciones sociales, diferencias individuales, el yo
ampliado, la evidencia.
Para citar el artículo: BARRIGA MUÑOZ, Lourdes. La acción social trata a la persona porque es “necesitada”.
La profesión de trabajo social richmondiana trata al “necesitado” porque es persona. Revista de Treball Social.
Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 41-53. ISSN 0212-7210.
1
Trabajadora social. Investigadora de trabajo social.
Abstract
Only the break with social action allowed Mary Richmond to get into the “human
being”, discover their daily life and with it their being: “PERSON”. Social action
has used many special nominations, such as: “poor”, “excluded”, “marginalized”,
as if there could be a term that did not involve segregation and inequality. That is
why I compare both nominations: “needy” versus “person”.
For everything that is discovered in the work of this woman, Richmond, I believe
that we have been receptors of a transcendental discovery not only for the profession,
but for life itself: the nature of everyday life, an aspect of life of whose ignorance
we are all victims because science has not yet been able to reveal its core. Mary
Richmond has made us inheritors of a commitment that includes not only
completing the discovery of everything that social relationships mean in everyday
life, so that this discovery unfolds in the individual and the collective, but, also,
exercise a profession that promotes and facilitates the person to use the resources
that the society has created for the development of its personality and the
improvement of its social relations in daily life.
Key words: Daily life, social relationships, individual differences, expanded Self,
evidence.
El origen de la profesión
Aunque cada autor le da un origen distinto, todos coinci-
den en que el trabajo social ha nacido dentro de la acción so-
cial o cuestión social, como si fuera una parte consustancial
de la misma, mostrando (cuando la nombran) que M. Richmond
es un eslabón más de esa cadena. Sin embargo, veamos qué
dice Richmond acerca de los orígenes de la profesión: “Casi al
mismo tiempo en que los seres humanos descubrían que las
relaciones entre ellos habían dejado de ser primitivas y sim-
ples, debieron encontrar entre sus semejantes algunos espe-
cialmente dotados para limar las asperezas existentes en tales
relaciones; debieron buscar aunque informalmente la ayuda
de «enderezadores», como los denomina Samuel Butler”
(RICHMOND, 1995: 59). De modo que los ancestros de la profe-
El concepto “social”
En la página 4 del libro Diagnóstico Social Richmond dice:
“Cuando un ser humano, independientemente de su status
económico, desarrolla una forma visible de dificultad y de ne-
cesidad social, ¿qué debemos saber sobre él o ella y sobre su
dificultad (o más a menudo dificultades), para que podamos
hallar un modo de satisfacer sus necesidades?”.
O sea, ¿una persona rica tiene necesidades sociales? ¡Qué
significa eso! Seguramente sabía el cuestionamiento que le íba-
mos a hacer por lo que nos envía con asterisco a una aclara-
ción que dice: “La palabra social tiene diferentes significados.
En este libro se asume que siempre que existan dos individuos
en vez de uno, una asociación o sociedad humana da comien-
zo. Las relaciones grupales entre seres humanos siguen sien-
do sociales...”. Y así, va explicando con la cita de un psiquiatra
cómo la historia mental de los seres humanos está en cada una
de sus relaciones sociales y aclara: “Podemos asumir con cierta
garantía que no solo estaba pensando en sus relaciones perso-
nales de este tipo de pacientes sino también en sus ocupacio-
nes, diversiones y demás contactos sociales porque la mente
del hombre es la suma de estos contactos” (RICHMOND, 2005:
39). Y nos deriva al capítulo 19 donde entre los presupuestos
filosóficos que subyacen al método está el “yo ampliado” como
“base de trabajo social”, el cual debe entenderse de la siguien-
te manera: “El alma literalmente es, o está formada por, toda
Paradigmas de la profesión
Interdependencia humana
“El conocimiento que tiene el ser humano sobre su propia
esencia se ensambla laboriosamente pieza a pieza a partir de
la observación de las acciones y reacciones de los demás”
(RICHMOND, 1995: 114). El ser humano desde antes de nacer
Diferencias individuales
Los trabajadores sociales tienen que afrontar el gran hecho
de que existen diferencias individuales en los seres humanos
que no se pueden suprimir. La democracia debe afrontarlo y
la cultura tenerlo siempre presente (RICHMOND, 1995: 123).
No existe un individuo idéntico a otro; lo malo es que la
sociedad en todos sus estamentos tiende a igualar a todos
los habitantes. Ha sido la primera vez que he visto que un
libro científico reivindique las diferencias “individuales” hasta
el punto de decir que la democracia será realmente democracia
cuando no solo reconozca sino actúe en base a las diferencias
individuales. Para luchar por ello estamos las trabajadoras
sociales.
La acción reflexiva
“El razonamiento y los procesos de formación de hábitos le
llevan lejos de cualquier círculo estrecho de respuestas
instintivas hacia una espiral de nuevas combinaciones siempre
en expansión, que amplía su horizonte y le vuelve capaz de
aceptar tanto lo que ve como lo que no ve.” “La diferencia entre
el círculo y la espiral es la diferencia entre la rutina y la acción
reflexiva, entre el animal doméstico y el descubridor pionero”
(RICHMOND, 1995: 132). Si hay algo que la sociedad no ha
realizado ha sido incentivar, fomentar, no coartar... que cada
acto de la vida cotidiana sea sometido a reflexión por el propio indi-
viduo, no solo lo que hace, sino lo que se hace en su entorno. Desde
los inicios de la vida humana se han hecho esquemas, sistemas,
normas del pensamiento que el ser humano “debe” tener,
dando siempre la apariencia de que el individuo es libre de
pensar. No lo es; desde la moda más insignificante a la frase
científica más admirada, lleva un contenido que induce a un
comportamiento prefijado. Por eso, esta exigencia en trabajo
social es “mucha exigencia” y es precisamente lo contrario del
posmodernismo.
El hogar
“Ya me he referido antes al desconcierto que le sobreviene
al trabajo social comunitario cuando se enfrenta al hecho de
que las relaciones con las cuales tiene que habérselas en su
Visión de conjunto
“El trabajo social de caso no sería más que un fragmento si
resultara separado de ese terreno mucho más amplio ocupado
por el trabajo social en general. No podría haber mejor consejo
que estudiar y desarrollar su trabajo en el punto de intersec-
ción de este con la investigación social, con las actividades de
grupo y con la acción y reforma social o el progreso de las
masas” (RICHMOND, 1995: 162). El punto de intersección es
un concepto no solo rico sino exigente, porque rechaza que se
haga el trabajo con el individuo “solo”, porque es contrario a
su naturaleza.
Método de la profesión: trabajo social de caso. Se encuentra
expuesto ampliamente en el libro Diagnóstico Social.
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Resumen
El texto pretende analizar, exponer y reflexionar sobre los diferentes caminos por
los que ha atravesado la metodología diagnóstica en trabajo social en España hasta
llegar a las formulaciones diagnósticas actuales. Repasaremos, así, las metodologías
diagnósticas que se llevan a cabo en la actualidad y que incorporan, entre otros: la
formulación de indicadores (que permiten la sistematización de las necesidades
sociales); el autodiagnóstico; la agregación de elementos reforzantes, facilitadores
o amenazantes del medio social del sujeto (que se conjugan en el diseño del proceso
de intervención) y una terminología diagnóstica que tiende a uniformizarse y, por
tanto, genera una nomenclatura común dentro de las profesiones sociales.
Palabras clave: Diagnóstico, autodiagnóstico, metodología de TS.
Abstract
The text aims at analyze, expose and reflect on the different ways in which the
diagnostic methodology in social work in Spain has gone through until reaching
the current diagnostic formulations. We will also review the diagnostic
methodologies that are currently carried out and that include, among others: the
formulation of indicators (which allow the systematization of social needs); the
self-diagnosis; the aggregation of elements reinforcing, facilitating or threatening
the social environment of the individual (which are combined in the design of the
intervention process) and a diagnostic terminology that tends to be standardized
and, therefore generates a common nomenclature within the social professions.
Key words: Diagnosis, self-diagnosis, SW methodology
Para citar el artículo: MATA ROMEU, Anna. Apuntes sobre el diagnóstico social. Perspectivas y realidades.
Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 54-65.
ISSN 0212-7210.
1
Diplomada en trabajo social. Doctora en sociología. Profesora en el Grado de Trabajo Social de la
Universitat de Lleida.
2
Ley 12/2007 de 11 de octubre.
3
Artículos 9 y 10 de la Ley 12/2007 de Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de Cataluña.
4
http://www.cgtrabajosocial.com/araba/publicaciones/manual-de-indicadores-para-el-diagnostico-
social/46/view
5
Disponible en línia a http://www.tscat.cat/continguts/publicacions
(monogràfic núm. 5).
6
http://www.opimec.org/documentos/2997/atencion-a-pacientes-pluripatologicos-proceso-asistencial-
integrado/6550/comentarios/
7
https://infanciarespon.gencat.cat/rumi/AppJava/simulacio/simulacio.html
8
http://www.unicef.es/actualidad-documentacion/publicaciones/propuesta-de-un-sistema-de-in-
dicadores-sobre-bienestar-infant
9
http://benestar.xunta.es/web/portal/portada;jsessionid=6836A33D4BA4419D6CE7A7613D85CDCB
10
http://www.gizartelan.ejgv.euskadi.eus/r45-contss/es/contenidos/informacion/instrumento_
valoracion/es_instrume/instrumento_valoracion.html
11
http://www.selfsufficiencymatrix.org/zrm-int.aspx
12
https://www.health-ni.gov.uk/publications/northern-ireland-single-assessment-tool-and-guidance
13
https://www.iasw.ie/attachments/Framework_for_Caseload_Management_IASW_SWID
14
Comunicación presentada en el I Congreso de la Acción Social, 6 y 7 de julio de 2017, Universidad de
Vic. http://inclusio.cat/comunicacions/
15
http://www.pact-project.eu/
16
Proviene de las siglas en inglés SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats).
17
Predisponer, reforzar y posibilitar las causas en el diagnóstico y la evaluación educativos.
Reflexiones finales
Llegados a este punto, parece que en España se ha avanza-
do en la línea que Mary Richmond sugirió en su tiempo: la
necesaria sistematización de los procesos de diagnóstico so-
cial, para que el trabajo social fuese considerado realmente
científico, a la par que las incipientes ciencias que florecían a
inicios del siglo XX (la sociología, la antropología, la psicolo-
gía, entre otras).
Desde nuestro punto de vista, la metodología expuesta ha
conformado mayor rigurosidad científica en la evaluación de
necesidades; ha uniformizado procesos diagnósticos y, por
tanto, ha significado un progreso en la sistematización de la
profesión, y ha avanzado en la creación de conocimiento, dado
que la sistematización lleva a ahondar en procesos de inferen-
cia y deducción en la disciplina profesional y en la descrip-
ción de situaciones sociales al resto de la comunidad científica.
Ha permitido, asimismo, la devolución diagnóstica, tanto
al usuario como al propio equipo interdisciplinar, es decir,
permite avanzar en que tanto el sujeto-grupo familiar como el
resto del equipo profesional distinga y valore los procedimien-
18
Citada por Aguilar (2013: 296).
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Resumen
Para citar el artículo: ARIÑO ALTUNA, Miren. Contra el diagnóstico . A propósito de las enseñanzas de Paul
Feyerabend. Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211,
páginas 66-76. ISSN 0212-7210.
1
Trabajadora social y doctora en psicología. Docente de trabajo social en la Facultad de Relaciones
Laborales y Trabajo Social de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU). mirenedurne.arino@ehu.eus.
2
Epistemólogo austríaco (Viena, 1924 - Zurich, 1994).
Abstract
Against Diagnosis is a wink to Paul Feyerabend and to one of his best known works:
Against Method, published in 1975 and reprinted many times. This text is not only
winking at him but also at all those people who have contributed and still contribute
to understand and make a more human, critical and collaborative Social Work.
Thus, a Social Work opened to diversity, with no intention of technical, political or
economic domination.
First, we will explore some of the weaknesses of social diagnosis. Secondly, we
will present some rather perverse relationships between Social Work and social
services. Finally, we will outline a proposal to be rethought among all the people
who believe in Social Work as a collaborative praxis from horizontality, rather than
a controlling Social Work basically based in the delivery and management of goods
and services.
Key words: Social diagnosis, limits, power, proposals.
A modo de introducción
Podemos asumir que existan varias maneras de conocer,
valorar y nombrar el mundo y la vida. El hecho de que un
modo de lectura del mundo sea asumido como la única forma
y que, en consecuencia, tal y como declarara Paul Feyerabend
en su obra Contra el método,3 se tienda a excluir maneras dife-
rentes de conocimiento, parece, ciertamente, una reducción.
De tal modo, sería ilusorio considerar que existen ciertos he-
chos que deben ser descritos solo con el lenguaje de la ciencia.
Sin embargo, sabemos que cualquier situación es siempre más
rica que los conceptos dentro de los que se la intenta reducir.
El mundo es versionable, es apócrifo, diría Juan de Mairena en
1936.4 Es posible que el mito sea tan valioso como el silogismo,
que cada figura literaria sea una forma de lógica o viceversa.
En ese juego de metáforas o interpretaciones con prestigio o
más pertinentes vemos una trampa (trampantojo o artificio):
imponer a otras personas una forma de ver y saber que no sea
suya. Ojo, que esto es muy serio (Machado-Mairena dixit).
Pero ¿cómo distinguir entre una metáfora o lugar común
vivo y otra metáfora muerta?, y, lo que es aún más difícil, ¿cómo
discernir entre teoría y ficción, ciencia, literatura o retórica?, y,
sea una u otra, ¿a quién le aprovechará más? Si de metáforas
hablamos, ¿por qué unas tienen más valor de cambio que otras?
¿Por qué unas son más pertinentes, están mejor situadas en
3
Título original en inglés: Against Method: Outline of an Anarchist Theory of Knowledge, publicada en el
año 1975.
4
Una de las voces de Antonio Machado.
5
De “trampa ante ojo”, “Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es”
(RAE).
6
Entre sus definiciones: “artefacto (objeto construido para un determinado fin) o disimulo, cautela,
doblez” (RAE).
del que sabe más que el «otro»; sabe qué le sucede, qué necesi-
dades tiene, qué demanda, qué se le puede dar [...]. Y es que las
necesidades de los que no tienen nada han estado en todas las
épocas predefinidas de antemano por los que ostentan «el
poder de dirigir las vidas de los demás»” (ZAMANILLO, 2012:
157-158).
El poder de convertir a otras personas en las sin voz, sin vez,
sin palabras, en objetos sin oportunidad de objetar. A esto se le
llama cosificar.
¿Cómo nos Siendo así, ¿cómo nos posicionamos frente al diagnóstico
posicionamos frente al como actividad enjuiciadora? ¿Es una entidad singular o plu-
ral? ¿Se basa en procesos de recopilación, ordenamiento e in-
diagnóstico como dagaciones sobre la realidad (también singular) o se trata más
actividad enjuiciadora? bien de un proceso con, colaborativo, de construcción y recons-
trucción, dinámico y en constante cambio de realidades
multiversas?
¿Se trata de un resultado a partir de reconocimientos o de
una mera instrumentalización o simulación que más que post
es pre, es decir, una maniobra de acomodación o ajuste entre
realidades plurales y certezas singulares y especializadas?
¿Es un diálogo o un monólogo con el pretexto de un tú? Diálo-
gos con condiciones, ritualizados y que responden a condicio-
nes de intemporalidad. Si son diálogos lo son en el tiempo,
dialogando que es gerundio, sin garantías de sentido ni de
perpetuidad; sentido sin intermediarios, salvo uno: las pala-
bras (ARIÑO, 2013). Admitimos que haya explicaciones dife-
rentes para acontecimientos similares (solo aparentemente),
todo cuenta, todo vale y por eso proponemos la defensa del
derecho de las personas a optar por su definición y a apropiar-
se de su experiencia. “Un medio complejo que abarca desarro-
llos sorprendentes e imprevisibles exige procedimientos
complejos y desafía el análisis basado en reglas establecidas
de antemano y que no tienen en cuenta las condiciones, siem-
pre cambiantes, de la historia” (FEYERABEND, 1986: 3).
En 1917, Mary Richmond afirmaba que “el diagnóstico so-
cial es el intento de llegar a una definición lo más exacta posi-
ble de la situación social y de la personalidad de un cliente en
concreto” (RICHMOND, 1917: 357).
De la paradoja de “lo más exacta posible”, o es exacta o no
lo es, y si no lo es ¿a qué se refieren las posibilidades? Si no lo
es, será porque no llegan a conceptos, pero están en ello. Siem-
pre “preconceptos” en tránsito hacia los conceptos científicos
que quizás nunca lleguen.
Además, para ella, el diagnóstico social “desafía el trato
estadístico y el conocimiento intelectual, si bien este último
debe ir acompañado de la valoración del profesional (siendo
consciente de sus prenociones)”. Y afirmaba que el conoci-
miento podía evitar convertirnos en “examinadores burocráti-
cos”. “Todo ello tomando en cuenta el discurso, el significado
que los sujetos dan a su realidad” (ZAMANILLO y RODRÍ-
sión entre los fines del sistema de servicios sociales y los fines
y principios del trabajo social?
Así, por ejemplo, el sistema vasco de servicios sociales in-
cluye entre sus prestaciones técnicas propias de los servicios
sociales, el diagnóstico. El artículo 3, apartado 3, entre otros, lo
recoge de la siguiente forma: “Las personas que se encuentren
en la comunidad autónoma del País Vasco podrán acceder, en
todo caso, al servicio de información, valoración, diagnóstico
y orientación, así como al acompañamiento social, y a aque-
llos servicios y prestaciones que sean definidos como [...]”.
Por lo que el diagnóstico es contemplado como servicio. En
el artículo 9, apartado 1/i) se menciona como derecho el que se
realice “una evaluación o diagnóstico de sus necesidades, a
disponer de dicha evaluación por escrito, en un lenguaje claro
y comprensible, y a disponer, en plazos razonables de tiempo,
de un plan de atención personalizada”.
Por lo que el diagnóstico es visto como derecho pasivo, es
decir, derecho a que se le realice un diagnóstico “en un lengua-
je claro y comprensible” lo que quiere decir es que se trata de
una traducción de la lengua de quien habla a un lenguaje es-
pecializado y supuestamente más preciso. Todo ello para po-
der ofrecer a la población atendida un “plan de atención
personalizada”, ¿o será despersonalizado? Pero es que la aten-
ción personalizada ¿no es algo que se realiza desde el primer
momento? Además, personalizar no puede soslayar una mira-
da más extensa, social, “más allá de lo individual”.
También, el Departamento de Empleo y Políticas Sociales
en el Decreto 353/2013, de 28 de mayo, de Ficha social del
sistema vasco de servicios sociales y del instrumento de diag-
nóstico social del Sistema vasco de servicios sociales, en las
disposiciones generales precisa lo siguiente: “El diagnóstico
social será el instrumento general referido a las personas que
acuden a los servicios sociales, y en base a un sistema de
indicadores precisos, permitirá valorar con criterios comunes
la situación de la persona usuaria y determinar la forma de
continuar el procedimiento de intervención”.
Un “sistema de indicadores precisos”, lo más exacto posible,
elaborado de modo genérico para valorar qué recursos o servi-
cios puedan corresponder a cada persona usuaria de los ser-
vicios sociales. Y la voz de quien habla va desapareciendo.
Si el modelo de servicios sociales dominante es un modelo
asistencialista con toques de burocracia y tecno, nos estare-
mos refiriendo a todas aquellas prácticas en las que el sujeto
desaparece tras un determinado perfil “down” de usuario de
servicios y prestaciones, donde la profesional de trabajo social,
posicionada “up” o “por encima de”, pierde su nombre y ape-
llido a favor del sistema de servicios sociales. Un modelo que
ha venido a denominarse “modelo de gestión de casos” y como
representante de toda una serie de prácticas que situamos al
servicio y en beneficio del sistema de servicios sociales. Por
7
Las cosas en bolsas son más fáciles de mover.
8
Quod nihil scitur, 1581.
9
Se trata de un adagio de Castilla. En palabras de Antonio Machado: “¡Expresión perfecta de modestia
y de orgullo! Sí, «nadie es más que nadie» porque a nadie le es dado aventajarse a todos, pues a todo
hay quien gane, en circunstancias de lugar y tiempo. «Nadie es más que nadie», porque –y éste es el
más hondo sentido de la frase–, por mucho que valga un hombre, nunca tendrá valor más alto que el
valor de ser hombre [...]” [Hora de España, n. I, enero 1937].
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Resumen
Para citar el artículo: DURÁN MONFORT, Paula. Aproximaciones a la epistemología del trabajo social. ¿Otras
formas de conocimiento son posibles? Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
agosto 2017, n. 211, páginas 77-87. ISSN 0212-7210.
1
Profesora de la Escola de Treball Social. Universitat de Barcelona. paula.duran@ub.edu
Abstract
1. Introducción
El artículo presentado plantea analizar los silencios
epistémicos que se han producido históricamente desde las
ciencias sociales, entre ellas el trabajo social, a partir de la
reflexión sobre los dispositivos de poder que han conformado
una jerarquía epistémica que ha invisibilizado “otras” formas
de producir conocimiento y a las poblaciones cuyas prácticas
son construidas a través de dichos sistemas de representa-
ción.
La crisis de la modernidad y, consecuentemente, de las cien-
cias sociales, ha planteado la necesidad de (re)pensar dichas
disciplinas. Descentralizar la monocultura que, defendida por
el positivismo, erigía la ciencia como el único conocimiento
válido asentado en la tríada: objetividad, universalidad y neu-
tralidad, y reconocer todos aquellos saberes, experiencias, prác-
ticas que proponen una ruptura con “la arqueología del
silencio” impuesta a aquellos individuos, grupos o comuni-
dades que no son entendidos en su diferencia (KHATIBI, 1983).
La posmodernidad opositora (SANTOS, 2003) defiende que el
conocimiento siempre es contextualizado. Un conocimiento,
por tanto, situado (HARAWAY, 1995) que se abre a la varie-
dad epistémica del mundo (MIGNOLO, 2003) y plantea, así, el
reconocimiento de las personas o grupos en situación de ex-
clusión como sujetos productores de pensamiento y acción.
2
Santiago Castro Gómez (2000) plantea cómo la modernidad es una máquina generadora de alteridades.
La ontología de Occidente se fundó en este contexto sobre entidades cerradas como el sujeto y el objeto,
que elaboradas como pares dicotómicos contrarios, producían así la repulsión o la anulación de un
concepto por otro (MORIN, 1991). Conocer significaba entonces dividir y clasificar (SANTOS, 2003).
3
Mignolo (2014) señala como el “otro” no existe ontológicamente sino que es una invención discur-
siva.
4
La propuesta de Santos (2006) hace referencia a la necesidad de que el saber científico pueda dialogar
con la variedad epistémica del mundo: con el saber laico, con el saber popular, con el saber de los
indígenas, con el saber de las poblaciones urbanas marginales, con el saber campesino...
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Resumen
Abstract
Starting from the founding approach of M. Richmond (1917) about the central
place that diagnosis should have in the process of psychosocial care, and its
recognized theoretical and practical validity and usefulness, we analize the
condition, the importance and the basis of diagnosis in individual and family
casework, and consider some of the main current issues in relation to its scope,
significance and transcendence.
Key words: Diagnosis, person in situation, interactive reflective construction,
justified opinion, responsability of the social worker.
Para citar el artículo: ITUARTE TELLAECHE, Amaya. Reflexiones sobre la condición y el alcance del diagnóstico
en trabajo social individualizado y familiar. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de
Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 88-102. ISSN 0212-7210.
1
Asistente social. Diplomada en trabajo social. Máster en cuidados asistenciales en problemas de
salud mental por la Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea. Trabajadora social
jubilada del Centro de Salud de Ortuella (Osakidetza - Servicio Vasco de Salud).
1. Introducción
He planteado este trabajo sobre el diagnóstico en trabajo
social individualizado y familiar como unas reflexiones que
surgen de mi propia práctica clínica y de las recabadas de la
supervisión, durante más de veinticinco años, de trabajado-
ras sociales2 ejercientes en diferentes servicios sociales y sani-
tarios.
No he pretendido hacer un trabajo académico, sino un
análisis reflexivo sobre la necesidad y la importancia del
diagnóstico en la práctica profesional, más específicamente,
en este caso, en la centrada en la atención a individuos y
familias. Richmond definió el
Mary E. Richmond en su libro Social Diagnosis (cuyo cente- diagnóstico social como
nario estamos celebrando) colocó el diagnóstico en el centro
del proceso de intervención de los trabajadores sociales. En su el intento de llegar a una
libro (RICHMOND, 2005: 35), explica que “Mediante un diag- “definición lo más exacta
nóstico social, se trata de llegar a una definición lo más exacta posible de la situación
posible de la situación social y la personalidad de un cliente”. 3 Y, social y la personalidad
sin duda, es esta necesidad de comprender a la persona en su de un cliente” y lo situó
situación, según el paradigma enunciado por Gordon Hamilton,
en el centro del proceso
la que todo trabajador social siente cuando afronta un proceso
de ayuda psicosocial. de intervención del
Richmond señala que el proceso comienza con la investi- trabajador social
gación, prosigue con el análisis crítico de los datos obtenidos
y finaliza con la definición de la dificultad social. Pero llama la
atención sobre lo que juzga un defecto: el hecho de que los trabaja-
dores sociales concedan demasiada importancia a la recopila-
ción de datos e información en detrimento de los procesos de comparación
e interpretación. Considera que el término diagnóstico definiría más
exactamente el proceso, en el que la investigación ocuparía un
lugar necesariamente subordinado (RICHMOND, 2005: 36; las
cursivas son mías).
Incide también, a continuación, en dos aspectos más de
primordial importancia en cuanto al diagnóstico: el primero
tiene que ver con la necesaria limitación temporal que tienen
2
Cuando no sea posible o adecuado el uso de denominaciones genéricas, utilizaré indistintamente el
femenino y el masculino.
3
“M. E. Richmond, en una nota a pie de página (2005: 19), hace una interesante argumentación sobre
la conveniencia de la denominación cliente para designar a la persona a la que atiende el trabajador
social, que considero perfectamente válida frente a la tendencia a utilizar otros términos como usuario.
Cabe señalar que el DRAE ofrece para el término cliente, entre otros significados, el de persona que
utiliza con asiduidad los servicios de un profesional (el mismo que le da Richmond), mientras que el
término usuario se refiere, más bien, a quien utiliza alguna cosa. Por otra parte, el término cliente designa
adecuadamente a la/s persona/s que utiliza/n los servicios del trabajador social, independientemente
de su género y de su número; si el trabajador social trabaja individualmente con una persona, esta será
su cliente; pero si lo hace con una familia, con una pareja o un grupo, esa familia o esa pareja como
unidad singular y ese grupo como unidad singular son su cliente, además de serlo, simultáneamente,
cada uno de sus miembros” (ITUARTE, 2017a: 20).
4
En trabajo social individualizado siempre trabajamos con el individuo y su familia, independientemente
de que esta esté, o no, físicamente presente en la consulta. La familia es el primer entorno natural de las
personas, el más cercano y significativo para su desarrollo. Todos somos necesariamente miembros,
por lo menos, de una familia, aún en los casos en que uno desconoce a esa familia. Y todos tenemos
diferentes historias familiares, que nos sirven para dar sentido a nuestras vivencias y experiencias.
Comprender las relaciones del cliente con su familia, tanto con la real como con la familia internalizada
(y/o, en su caso, fantaseada) en su conjunto y con cada uno de sus miembros, suele ser tan necesario
como clarificador para la realización de un diagnóstico acertado.
5
“Probablemente ningún otro proceso del casework ha preocupado tanto a los especialistas como el de
diagnóstico. Los síntomas de su carácter problemático traducen la amplitud de las respuestas defensivo-
adaptativas del especialista en casework, que van desde la persecución implacable de una comprensión
diagnóstica absoluta... hasta la resistencia a establecer cualquier tipo de conclusiones que vayan más
allá de la mera “impresión”; desde el eternizarse en la protocolización del caso hasta la atribución
inmediata de etiquetas prefabricadas; desde el hecho de aceptar el diagnóstico como credo hasta el de
considerarlo anatema” (PERLMAN, 1980: 202).
6
Una opinión justificada está basada en una reflexión cuidada y ponderada sobre todos los factores
presentes en la situación en que se interviene, y es necesaria para justificar las decisiones que, en
función de ella, tome el trabajador social. Porque el trabajador social es responsable de sus decisiones
y de los actos que de ella se derivan y debe poder dar cuenta de ellos.
7
Lo personal y lo profesional no son aspectos disociados: cada uno de ellos está íntima e inevitablemente
entretejido con el otro. Cuando actuamos profesionalmente ponemos nuestra persona (y, con ella, nuestra
personalidad) al servicio del proceso de atención de un cliente determinado. Y esa actuación profesional
y la interacción con el cliente que en ella se produce, tienen efectos duraderos sobre nuestra personalidad,
la modifican en cierta manera (como ya escribió Mary Richmond en What is Social Case Work?, en 1922
–traducción española de 1996).
4. Conclusiones
A lo largo de las páginas precedentes he revisado algunos
de los aspectos que considero más importantes en el proceso
de diagnóstico en trabajo social individualizado y familiar,
aunque sin ninguna duda hay muchos otros que no han sido
siquiera mencionados.
De entre las ideas expuestas, creo que conviene señalar las
siguientes, que pueden servirnos para concluir –que no finali-
zar– momentáneamente esta reflexión:
El reconocimiento del lugar central del diagnóstico en el
proceso de atención psicosocial, que guía toda la inter-
vención, desde su inicio hasta su terminación (y, ocasio-
nalmente, como ya hemos señalado, desde antes de su
inicio formal y más allá de su finalización), tal como Mary
Richmond explicó hace justo ahora cien años.
La comprensión del diagnóstico como una construcción
reflexiva y un proceso interactivo entre el trabajador social
y el cliente, que exige del trabajador social una reflexión
continua y permanente, ponderada y fundamentada, so-
bre todos los aspectos presentes en la persona en su situa-
ción, además de la obligatoriedad de discutir y valorar
sus hallazgos e inferencias con el cliente, para acordar
conjuntamente los objetivos del tratamiento.
La responsabilidad que conlleva para el trabajador social la
realización del diagnóstico, del que debe poder dar cuenta
que justifique las acciones por él emprendidas en la aten-
ción a un determinado cliente.
Como corolario, la posibilidad de entender el diagnóstico
–mejor aún, el proceso diagnóstico– como la construcción
de una narrativa compartida, que abre nuevos significados al
malestar y a la historia del cliente, y busca alternativas
creativas que permitan un crecimiento personal en
interacción con sus otros significativos.
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Javier Ferrer Aracil,1 José Manuel Álamo Candelaria,2 Luz María Morín Ramírez3 y
Marco Marchioni4
Resumen
Para citar el artículo: FERRER ARACIL, Javier, ÁLAMO CANDELARIA, José Manuel, MORÍN RAMÍREZ, Luz
María y MARCHIONI, Marco. El diagnóstico social en trabajo social comunitario. Revista de Treball Social.
Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 103-115. ISSN 0212-7210.
1
Instituto Marco Marchioni. javier.ferrer@institutomm.org
2
Instituto Marco Marchioni; IMEDES-Universidad Autónoma de Madrid. jalamo@convivencia
ciudadana.org
3
Instituto Marco Marchioni. luz.morin@institutomm.org
4
Trabajador e investigador social. secretaria@institutomm.org
Abstract
Introducción
Para Mary Richmond (1917: 558): “El diagnóstico social
puede describirse como la tentativa de realización de una defini-
ción lo más exacta posible de la situación y personalidad de un
ser humano que presenta una necesidad social –de su situa-
ción y personalidad en relación con otros seres humanos de los
que, de algún modo, depende o que dependen de él, y en rela-
ción también con las instituciones sociales de su comunidad”.
Cuando se cumple un siglo de esta definición, no cabe duda
de que el diagnóstico resulta un elemento clave en cualquier
acción o proceso de modificación de una determinada reali-
dad individual, grupal o comunitaria. Aplicado a realidades
comunitarias se convierte inmediatamente en una acción dia-
léctica y política. Dialéctica, porque implica diferentes prota-
gonistas, diferentes niveles y diferentes papeles; genera un
entramado de relaciones; requiere ejercicios de ida y vuelta...
Política, porque estos mismos actores tienen visiones e intere-
ses diferentes –muchas veces contrapuestos– y diferentes ni-
veles de poder –aunque participen con cierta paridad de
condiciones en el proceso comunitario y en el proceso de reali-
zación del diagnóstico–, que pueden verse modificados por
los resultados del diagnóstico mismo. En el caso de un diag-
nóstico individual esta dimensión política puede que no ten-
ga excesiva trascendencia, pero en el ámbito comunitario se
antoja cardinal. Desconocerla puede llevar a las acciones
diagnósticas al fracaso.
A pesar del uso generalizado de los diagnósticos en traba-
jo social comunitario desde su nacimiento profesional duran-
5
El Proyecto ICI de Obra Social ”la Caixa” se desarrolla actualmente en 38 territorios del Estado
español, en colaboración con administraciones y entidades sociales, con el objetivo de impulsar procesos
basados en la evidencia que favorezcan el desarrollo local y mejoren las condiciones de vida de la
población, así como prevenir y revertir situaciones de conflictividad social en pro de la convivencia
ciudadana intercultural. Para más información, véase Marchioni y Morín (2014).
6
Estas etapas son meramente indicativas, más aún la secuencia lineal expuesta, pues lo que suele
suceder en la práctica es que se sobreponen unas a otras a modo de espiral, evolucionando y
transformándose al tiempo, rompiendo la falsa dicotomía entre conocimiento e intervención.
7
Esta es la concepción básica que subyace en la teoría de los tres círculos (MARCHIONI, 2002), teoría
derivada de un proceso de análisis y reflexión sistematizada de la práctica de múltiples experiencias
participativas y comunitarias.
8
Sobre la aplicación de herramientas como el Teatro Foro en el desarrollo de diagnósticos comunitarios
es interesante la aportación que ofrecen Alvarado y Álvarez (2016).
Conclusiones
La realización participativa del diagnóstico comunitario
aumenta la posibilidad de desarrollar en la comunidad de in-
tervención procesos osmóticos más igualitarios articulando lo
global y lo local: un trasvase continuo de conocimientos entre
los tres protagonistas, en paridad de condiciones, sin confu-
sión de papeles, con una creciente fluidez y una creciente ca-
pacidad de transmitir y recibir por parte de todos. Hay que
traspasar los muros materiales que impiden la libre circula-
ción de las ideas, los conocimientos y la comunicación entre
los diferentes protagonistas; más aún, hay que echar abajo todo
tipo de barreras para construir canales abiertos de relación,
comunicación, intercambio y colaboración. El diagnóstico es
una gran ocasión para ello.
Otra importante aportación del trabajo social comunitario
en este tema es que el diagnóstico generalmente se aplica a
realidades y situaciones –individuales o colectivas– conside-
radas negativas. Esto fundamentalmente tiene que ver con que
desde la publicación de Social Diagnosis de Mary Richmond
(1917) el modelo de referencia ha sido, y en buena medida
sigue siendo, el modelo médico clínico (estudio, diagnóstico,
tratamiento), aquella parte de la medicina que tiene como fina-
lidad fundamental superar el estado de enfermedad de las
personas. En trabajo social esta referencia ha dado vida a una
cultura y a unas intervenciones comunitarias solo relaciona-
das con la exclusión o la pobreza; mientras todo trabajo comu-
nitario tiene en esencia la aspiración universal de poder
constituir un recurso social para cualquier realidad y cual-
quier situación.
La realización comunitaria y participativa del diagnóstico
rompe de manera extraordinaria con la identificación de lo
comunitario con lo marginal y lo excluido al plantear de ma-
nera explícita o implícita que la finalidad del diagnóstico no
es solucionar este u otro problema o deficiencia (de una zona,
de un colectivo, de una minoría, etc.), sino contribuir a la mejo-
ra de lo existente, es decir, es algo que puede ser utilizado
en cualquier realidad pues cualquier realidad es mejorable.
Bibliografía
Resumen
Abstract
The presence of ICT in the field of care for children and teenagers is increasingly
important. To think about its meaning, use and effects implies keeping in mind the
social transformations experienced in recent years and how they have impacted on
issues such as the concept of social risk, the applied model of care, the work
carried out by the professionals of this field and, in short, the people with whom
they work. It is from these considerations that we can explore other forms of use
that place ICT at the service of children, teenagers and their families, transcending
their role of purely control tools.
Key words: Childhood, adolescence, social risk, ICT, cyberspace.
Para citar el artículo: IBÁÑEZ PERERA, Joan. La utilización de las TIC en el ámbito de la atención a la infancia
y la adolescencia en riesgo social. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
agosto 2017, n. 211, páginas 116-127. ISSN 0212-7210.
1
Psicólogo. Técnico de la DGAIA. Servei d’Atenció a la Infància i l’Adolescència de Girona.
2
Al respecto se pueden consultar, por ejemplo, artículos de Dolors Reig (2013) y de William Deresiewicz (2009).
3
Siete años después de la muerte de Baby P, la National Audit Office del Reino Unido recogía un
aumento del 14% de niños bajo el sistema de protección (SYAL, 2014).
4
En el entorno británico podemos encontrar varias herramientas informáticas más o menos abiertas que
persiguen la sistematización de la información. Por ejemplo, LAC (Looking After Children) recoge
información en siete áreas que incluyen ítems vinculados a estadios universales de desarrollo; CAF
(Common Assessment Framework) se basa en el triángulo de las necesidades del niño, las capacidades
de los padres y familiares, y los factores del entorno; e ICS (Integrate Children System), que es a la par
expediente electrónico del niño y sistema de valoración y de toma de decisiones. En todos ellos predo-
mina la identificación de dificultades frente a las capacidades y potencialidades, aunque se recomienda
señalar estas últimas (PARTON, NIGEL). Una herramienta muy cercana es la llamada “herramienta
de cribado” de la DGAIA en Cataluña.
5
Entendemos el algoritmo según la definición que ofrece Sandra Álvaro (2014): “Una lista finita de
instrucciones que se aplican a un input durante un número finito de estados para obtener un output, lo
que permite realizar cálculos y procesar datos de manera automática”.
6
Herramientas no informatizadas para la valoración de la gravedad de situaciones de riesgo, como
Balora y su Taxanomía de las necesidades básicas en la infancia y la adolescencia, serían más cercanas a esa
función de guía apoyo para el profesional, que continúa teniendo toda la decisión respecto a la
respuesta a dar, ya que no existe un sistema algorítmico encargado de ello. Sin embargo, la mayoría de
herramientas siguen centrándose en los indicadores negativos con poca o nula presencia de aspectos
protectores que pueden compensar la situación.
7
En la edición del día 9 de septiembre de 2016, el periódico La Vanguardia se hace eco de la polémica
generada en Noruega cuando Facebook censura la conocida fotografía de una niña desnuda huyendo
de un bombardeo con napalm durante la Guerra de Vietnam. Como se explica, el algoritmo que
determina que la fotografía no es publicable entiende que se trata de una imagen que recoge parámetros
que la hacen censurable, niño desnudo. Como se comenta en el mismo periódico, el algoritmo no
entiende de contextos y aún menos de sentimientos.
8
En una encuesta realizada a los trabajadores de los servicios sociales ingleses el año 2005, prácticamente
la mitad de los encuestados manifestaban dedicar un 60 % de su tiempo a tareas de tipo administrativo,
mientras que un 15% consideraba que dedicaba a ello un 80 %. El 90 % valoraba que su trabajo se
volvía cada vez más burocrático y menos centrado en la atención a las personas (SAMUEL, 2005). No
parece que esa percepción sea muy ajena a la que tenemos muchos de los trabajadores del campo de
la atención social.
9
Bernard Stiegler (2015) entiende las TIC como un pharmakón, como herramientas que pueden contribuir
a la mejora de la vida del ser humano, que puede “curar”, pero que, al mismo tiempo, pueden
envenenarla, pueden suponer su muerte. Plantea la adaptación o adopción como dos actitudes posibles
frente a las TIC.
10
En este sentido es interesante tener presente las tres formas de reconocimiento planteadas por Axel
Honneth: amor, derecho y solidaridad. Especialmente la primera y sus posibilidades de recuperación
y/o evolución en las relaciones niños/adolescentes en situación de desamparo y sus padres o figuras
sustitutivas.
11
Véase el portal Úbiqa para ejemplos del uso de teléfonos digitales en la construcción de narrativas por
parte de los vecinos de un barrio sobre su visión de lo mismo. AlfaDigial muestra el uso del mismo
dispositivo en un entorno completamente distinto del anterior, pero también como herramienta de
trabajo en la reconstrucción y expresión de las vivencias de sus protagonistas.
12
Para el concepto de narrativas transmedia, véase Scolari (2013)
Bibliografía
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Resumen
Este trabajo presenta una breve descripción de las estrategias de intervención que
desde el trabajo social se desarrollan en centros de atención especializada a personas
con discapacidad intelectual como resultado de una investigación cualitativa en
Andalucía. En primer lugar se explica el impacto de los paradigmas de abordaje de
la discapacidad en el desarrollo del trabajo social en este contexto, mencionando
las aportaciones teóricas al respecto. Finalmente se describe el “ser y el hacer
profesional”, explicando el núcleo de la intervención, la conformación del objeto
y sujeto, los objetivos, los niveles de intervención predominantes y las funciones y
roles desempeñados por los y las profesionales con personas institucionalizadas.
Se trata de la visión de profesionales que han desarrollado su intervención en estas
instituciones.
Palabras clave: Trabajo social, discapacidad intelectual, estrategias de intervención,
contextos institucionalizados.
Para citar el artículo: DÍAZ JIMÉNEZ, Rosa María. Ser y hacer. Trabajo social con personas con discapacidad
intelectual. Aproximación a la intervención en centros especializados. Revista de Treball Social . Col·legi Oficial
de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 128-141. ISSN 0212-7210.
1
Doctora en ciencias sociales, máster oficial en investigaciones feministas y de género, licenciada en
publicidad y relaciones públicas, diplomada en trabajo social. Profesora titular de la Universidad
Pablo de Olavide. Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales.
Abstract
2
El trabajo muestra parte de los resultados de la tesis doctoral titulada Trabajo social y personas con
discapacidad intelectual en centros residenciales y de día en Andalucía. Una aproximación desde la teoría
fundamentada del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad Pablo de
Olavide de Sevilla.
3
Los apartados 3 y 4 muestran la visión de los y las profesionales sobre su intervención en centros
residenciales y de día cuyos discursos han sido analizados mediante la teoría fundamentada y aunque
no se ha buscado que los resultados sean representativos estadísticamente sí se ha cuidado la
representatividad de sus discursos.
5. A modo de conclusión
El trabajo social en centros especializados para personas
con discapacidad intelectual ha ido evolucionando al compás
de los cambios paradigmáticos sobre la discapacidad y por la
importancia de su labor en equipos interdisciplinarios, o bien
han favorecido la permanencia de las entidades en esquemas
tradicionales (OLIVER y SAPEY, 2009) o han orientado los
procesos de intervención hacia los modelos sociales de la
discapacidad (MCAULIFFE, 2009).
Las estrategias de intervención se han centrado en apoyar
a personas con discapacidad intelectual y sus familias y la
promoción de recursos y alternativas, habiendo situado su
objeto de intervención en las interacciones entre las personas
con discapacidad intelectual y su entorno. Como objetivos se
plantean promocionar la autonomía de las personas y facili-
tar su acceso a bienes y servicios, si bien los sujetos fundamen-
tales han sido las familias y las personas con discapacidad
intelectual en situaciones excepcionales.
En los centros, las acciones más significativas son las que
suponen interacción con los sujetos y en la comunidad, la ge-
neración de redes.
Los roles profesionales en este tipo de instituciones se con-
forman como acompañamiento, enlace, promoción y defensa.
Cualquier profesional de este tipo de centros podrá identi-
ficarse en el desempeño de estas estrategias, aunque exista
una diversidad de modelos de intervención en función den
su concepción sobre la discapacidad y la de la entidad de
referencia.
Se espera que esta aportación haga visible el trabajo social
en este contexto, como homenaje a miles de profesionales olvi-
dados y olvidadas de la historia (BIGBY y ATKINSON, 2010).
Bibliografía
Bibliografía
Resumen
Para citar el artículo: COLOM i MASFRET, Dolors. Conversaciones con Mary E. Richmond dentro del Universo
cuántico de Einstein. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n.
211, páginas 142-154. ISSN 0212-7210.
Abstract
The article gathers imaginary conversations between Mary E. Richmond and the
author. They are internal dialogues, that as a regular reader of the work of
Richmond, have arisen spontaneously and then time woved them. In the article, a
literary resource is to treat them as a conversation. In the reading, to avoid
unnecessary confusions, Mary E. Richmond does not say anything that she has not
said before, maintaining the literality. The reader, he or she, will find duly referenced
all mentions that appear in the text.
Key words: Mary E. Richmond, Abraham Flexner, Social diagnosis, profession,
Social Work.
2
Fenómeno por el cual dos partículas pueden comunicarse sin que mediación de ningún canal. V. en:
https://hipertextual.com/2015/09/entrelazamiento-cuantico [Consulta: 12/08/2017].
3
Fecha en la que empecé este artículo. Cuando recibí la invitación de Rosa M, Ferrer para escribir este
artículo me puse en ello con la idea de trabajar en el proyecto durante los meses siguientes hasta la
entre en setiembre. Así es como se han dado las conversaciones a lo largo de este año y así tenía que ser
esta.
4
A pesar de las muchas ediciones posteriores, siempre he trabajado con la edición original de 1917.
5
Hay que recordar que la conferencia se celebró durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Bibliografía
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12/08/2017].
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RICHMOND, M. E. What is Social Case Work? Nova York: Russell Sage Foundation, 1922. ISBN:
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Conchita Peña Gallardo es la actual decana del Colegio Oficial de Trabajo Social
de Catalunya (TSCAT). Ocupa el cargo desde julio de 2017.
Diplomada en trabajo social por la Universidad de Barcelona, tiene un máster en
mediación y resolución de conflictos en las organizaciones de salud y perito social.
Ha participado como docente de formación continua y ha colaborado con la
universidad en la formación de los futuros trabajadores sociales.
Conchita Peña acumula más de 25 años de experiencia en el ámbito sanitario hospitalario
dentro del Hospital Universitario Valle de Hebrón. Su trayectoria profesional abarca
desde la atención directa a pacientes y familiares en unidades médicas de alta
especialización hasta la gestión del trabajo social y la atención a la ciudadanía.
Actualmente, desarrolla labores de alta dirección en el equipo directivo del Campus
Hospitalario Valle de Hebrón como directora de Atención a la Ciudadanía y Trabajo
Social, y también es responsable del voluntariado hospitalario, de la gestión de la
participación ciudadana y el asociacionismo y de las relaciones con la comunidad.
Forma parte del Comité de Ética Asistencial del Hospital Valle de Hebrón y del
Comité de Ética de Servicios Sociales de Catalunya, y hasta la toma de posesión
como decana fue la presidenta del Consejo de Deontología Profesional del TSCAT.
Para citar el artículo: FERRER VALLS, Rosa M. Entrevista a Conchita Peña Gallardo. Decana del Col·legi Oficial
de Treball Social de Catalunya. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto
2017, n. 211, páginas 157-165. ISSN 0212-7210.
1
Trabajadora social y periodista. Directora de la RTS.
Conchita Peña Gallardo is the current Dean of the Official College of Social Work
in Catalonia (TSCAT) since July 2017.
She has a Diploma in Social Work in the University of Barcelona and a master’s
degree in Mediation and Conflict resolution in Health organizations and Social
Expertise. She is a teacher in long life learning courses and collaborator of the
University in the training of future social workers.
Conchita Peña has more than 25 years of experience in the hospital health field,
specifically in Vall d’Hebron University Hospital. Her professional career has been
involved in services such direct attention to patients and family members in highly
specialized medical units and the management of Social Work and Citizens
Attention.
Currently, she develops senior management tasks in the Vall d ‚Hebron Hospital
Management team as Director of Citizenship and Social Work Assistance and she
is also responsible for the Hospital Volunteering, the Management of citizen
participation and relations with the Community.
She was a member in the Committee of Ethical Assistance of the Hospital Vall
d’Hebron, the Committee of Ethics of Social Services of Catalonia and until she
took possession as Dean, she was the president of the Council of professional
Deontology of the TSCAT.
Es un buen hallazgo.
Sí, lo es. Núria me había puesto en antecedentes, y la Junta,
por supuesto, pero hasta que no lo ves no lo piensas.
a funcionar como tal. O sea que nos hace falta una reunión
estratégica de planificación de nuestros objetivos.
¿Qué es lo prioritario? Hay un tema muy transversal, que
es cómo incluis la perspectiva de género dentro de la orga-
nización; hasta ahora no lo hemos abordado y lo queremos hacer.
También tenemos pendiente el tema de la obligatoriedad o no de la
colegiatura, que no es prioritario pero sí preferente. Y también todo
lo que tiene que ver con las políticas de posicionamiento del cole-
gio en la toma de decisiones de las políticas sociales. Continuar
estando muy presentes en la renta garantizada es un mérito
de la ciudadanía i del Colegio. La ley está ahí, pero ahora
falta toda la implementación, nos queda mucho recorrido.
Potenciar el protagonismo de las delegaciones territoriales
porque están creciendo mucho y son potentes. Tenemos que
establecer unas dinámicas de relación internas nuestras y
visibilizar más los territorios sería otra de las líneas. En
cuanto al calendario, la planificación y los objetivos, en oc-
tubre tendremos una junta extraordinaria de la permanente
para hacer todo el planning y desarrollar las actividades.
dría que estar allá. Jo soy pro este modelo, porque pienso
que puede ser un modelo muy interesante, que pone a la
persona en el centro y aborda desde dos miradas por qué
una persona enferma tiene problemas sociales y una perso-
na con problemas sociales, enferma. Desde el punto de vista
del trabajo social, a mi me gustaría sumar. No se trata de
sacar competencias a nadie y que nadie haga una cosa me-
jor que otra. Son dos ámbitos de especialización diferencia-
dos. No creo que haya ninguna otra profesión, que yo sepa,
que no valore tener profesionales con distintas especializa-
ciones. Entonces desde este discurso, creo que existen las
especializaciones en trabajo social y que el camino que ten-
dríamos que recorrer es hacia este lado porque es hacia donde
van todas las profesiones. Cuando hablamos de la profesiona-
lización del trabajo social, posiblemente si hacemos un análi-
sis, hay elementos diferenciales en la forma de intervenir de
cada ámbito y que tendríamos que sumar. Tendríamos que
ser un colectivo unido delante de esta situación. Después,
evidentemente, intervienen las cuestiones laborales, econó-
micas, de competencias y subiendo hacia arriba, pero el pro-
blema no debería de estar tan abajo. Esta es mi opinión.
La postura del Colegio es de sumar, evidentemente. Y es
una postura de que allá donde pueda haber un trabajador
social que ocupe un lugar de trabajo con unas competencias
de nuestro ámbito, allá tiene que estar.
I hablando de la revista. ¿Cómo ves el papel de la RTS?
Tengo que decir que estoy suscrita a la revista desde el año de
la catapun. Las tengo todas en el despacho, porque en casa no
tengo espacio para guardarlas. En este sentido soy un poco de
la vieja escuela. A mí me gustan los libros, me gusta el papel, y
la digital me cuesta más mirármela a no ser que esté buscan-
do algo en concreto. Antes las hojeaba todas. Pero no puede
cuestionarse que tiene que hacerse en digital.
La RTS sobre “la muerte” nos lo piden mucho en papel..
Es un tema que está en el candelero. A mí siempre me ha
gustado la revista porque además es algo muy nuestro, muy
identificativo de nuestra profesión. Para mí es una fuente
de descubrimiento, de consulta, de descubrir otros profesio-
nales que hacen cosas interesantes y de calidad. Es compli-
A mí siempre me ha cado mantener tan buena calidad y acertar en los temas
gustado la revista después de tantos años de publicación.
Mira, en cuanto a la revista en papel, a veces piensas que
porque además es algo
se podría hacer en un formato de más diseño, quizás con
muy nuestro, muy más colores, pero tal y como es la identificas. Para mí tiene
identificativo de nuestra personalidad, yo no la cambiaría mucho más. Me gusta la
profesión lectura, me gustan los libros, creo vínculos con los libros.
Ahora hemos empezado a trabajar en el número que
trataremos sobre el poder. Me gustaría preguntarte si cre-
¿Por qué?
Pues bien, para podernos hacer visibles, para poder
profesionalizarnos tenemos que estar en los sitios donde se
toman decisiones. Cuando tú no estás en los sitios donde
se toman las decisiones, los otros las toman por ti. Quiero
decir que hay profesiones que tienen un camino con mucho
recorrido, que tienen mucho prestigio social y puede que no
les haga falta. Pero en nuestro caso es fundamental. Puedo
hablar de mi experiencia. Yo no considero que ocupe un
sitio de poder, hablo del trabajo, pero sí que estoy cerca de
sitios estratégicos donde se toman las decisiones y puedo
hacer visible y conseguir muchas más cosas, que no desde
la base. Desde la base tenemos que hacer otras cosas. Yo
creo que no nos tiene que dar miedo y además no entiendo
por qué no tendríamos que estar ahí.
Resumen
El actual drama de los refugiados que buscan asilo en Europa es motivo de interés
y preocupación para los profesionales que trabajan en la atención a la salud mental.
Esta situación pone al descubierto numerosas fragilidades en las personas y las
relaciones sociales y la necesidad de incrementar el conocimiento y el compromiso
ético para dar respuestas que mejoren la convivencia y la integración social. El
Congreso pretendía convertirse en un fórum donde se pudieran analizar diferentes
aspectos de esta compleja problemática.
Palabras clave: Migración, exilin, refugio, derechos humanos, salud mental.
Abstract
Present dramatic situation of people seeking for asylum in the European countries
is an interesting and concerning subject among the citizens and the people working
in the Mental Health field. It shows and emphasizes many weaknesses among soci-
al relationships leading to the need to search for new professional answers and
ethic commitments in order to reinforce and improve social integration. The aim
of the Congress is to become a Forum where different aspects of this complex
problem could be analyzed.
Key words: Migration, exile, shelter, human rights, mental health.
Para citar el artículo: ROSSELL POCH, Teresa. 6.º Congreso Catalán de Salud Mental. Migraciones, exilio y
refugio: derechos humanos y salud mental. Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de
Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 166-174. ISSN 0212-7210.
1
Profesora titular de trabajo social de la Universitat de Barcelona. Miembro del Patronato de la
Fundación Congreso Catalán de Salud Mental.
2
La Fundación Congreso Catalán de Salud Mental está constituida por el Colegio Oficial de Médicos de
Barcelona, el de Psicólogos de Catalunya, el de Trabajo Social de Catalunya y el de Enfermeras y
Enfermeros de Barcelona.
El Congreso
Los contenidos del Congreso se organizaron a través de
tres grupos de trabajo: GT1 Los derechos humanos de las per-
sonas migrantes, coordinado por A. Mariné y J. Fernández;
GT2 Impacto de las violencias en la subjetividad y en los vín-
culos sociales, coordinado por T. Morandi y E. Boixadera; y
GT3 La atención integral a las personas migrantes y refugia-
das desde la perspectiva de la salud mental, coordinado por
A. Carrió y Àngels Vives. Cada uno de los grupos elaboró un
documento de síntesis, propuso los ponentes de las sesiones
plenarias y los participantes en los talleres simultáneos.
La perspectiva La perspectiva interdisciplinaria permitió la presencia de
interdisciplinaria un gran número de personas y colectivos con experiencias y
conocimientos vinculados a la dramática situación que esta-
permitió la presencia de mos viviendo en Europa con la crisis de los refugiados. Ante
un gran número de esta realidad el Congreso intentó ser un elemento más de de-
personas y colectivos nuncia y movilización para responder a ello, en este caso des-
con experiencias y de la perspectiva de la salud mental comunitaria.
conocimientos Por la extraordinaria riqueza de los contenidos que se ge-
vinculados a la dramática neraron en el Congreso, la cantidad de participantes y de pre-
sentaciones simultáneas, resulta muy difícil hacer un resumen.
situación que estamos Intentaremos agrupar los temas para dar una visión de con-
viviendo en Europa con junto También podéis consultar la Web del Congreso donde
la crisis de los hay mucho material y muchas referencias. 3
refugiados Acto de presentación: Àngels Vives, presidenta de la Fun-
dación CCSM, en su crítica y sensible intervención, remarcó:
“...creo que nosotros como ciudadanos y profesionales de la
salud mental, tenemos que estar presentes en este magno es-
fuerzo de pensar juntos, con toda la ciudadanía para propo-
ner maneras de atender las necesidades de las personas
migrantes, defender su dignidad, su inteligencia, también su
vulnerabilidad y su capacidad de autoorganización...”. Por
su parte, el consejero de Salud de la Generalitat de Catalunya,
Antoni Comin, reivindicó: “no seremos una sociedad mental-
mente y espiritualmente sana hasta que no nos tratemos de un
modo ordinario como hermanos los unos a los otros”.
Conferencia inaugural: José Leal presentó la conferencia
inaugural del Congreso a cargo de Nabil Sayed-Ahmad Beirutí,
psiquiatra de origen sirio que habló de: “Políticas migratorias
3
http://www.fccsm.net/6e-congres-catala-de-salut-mental/documentacio-6e-congres/
personas que emigran. Dice que las leyes han sido pensadas
en masculino y referidas a menudo a situaciones de trabajo, y se
tendría que poner énfasis en los derechos por encima de las leyes.
También los profesionales, voluntarios y personas que ayu-
dan tienden a ver a las mujeres como víctimas, cuando en rea-
lidad son muy fuertes, y lo superan aunque sea a través del
trabajo sexual, ya que las mafias llegan a ser la única vía de
emigración, y muchas de ellas creen que el trabajo sexual pue-
de ser una “solución mejor” que afrontar otras penalidades.
Margarita García O’Meany, coordinadora del programa de
visitas al CIE-BCN de Migrastudium, habla de Realidades y
vivencias desde la compañía a internos.
Los Centros de Internamiento para Personas Extranjeras
(CIE) son centros no penitenciarios donde se internan, a la
espera de ser expulsadas, las personas extranjeras que han
sido detenidas por encontrarse en situación administrativa
irregular. La vida en el CIE se caracteriza por la falta de garan-
tías de los derechos fundamentales, el miedo, el desconcierto,
la confusión, la desesperanza... Para los internos y sus fami-
lias conlleva perder en pocas horas su forma de vida y encon-
trarse sin nada, esperando que alguien decida el futuro de sus
vidas, al margen de las consecuencias que para ellos se deri-
van. La Fundación Migra Studium-SJM realiza una tarea de
compañía a las personas internas, así como un seguimiento,
valoración y fiscalización social de las condiciones de inter-
namiento con un equipo multidisciplinar de personas volun-
tarias: “Hemos sido y somos un testimonio del impacto de la
situación de detención en la salud física y mental de la perso-
na detenida que se produce gradualmente, presentan sínto-
mas comunes que pueden ser atribuidos a las condiciones del
centro: sufren dolores de cabeza o migrañas, insomnio, ner-
viosismo, cansancio permanente, dolores musculares... Mu-
chos de ellos presentan estados de desesperación y nos
manifiestan tener sentimientos de confusión, bloqueo, mucha
tristeza, ganas de llorar y algunos manifiestan idees de suici-
dio. Esta situación se agrava cuando la persona internada sufre
una patología crónica física o mental dado que el CIE presenta
deficiencias en la atención a pacientes psiquiátricos”.
Las condiciones y las carencias en las cuales funcionarios y
otro personal realizan sus tareas generan malestar, y añaden más
tensión alrededor de las personas internadas. El CIE se vuelve un
espacio en el que ni trabajadores ni detenidos quieren estar.
Joseba Achotegui, psiquiatra, con una larga experiencia de
atención a la salud mental de personas inmigrantes y de investi-
gación sobre el tema, estableció, en 2002, el concepto “síndrome
del inmigrante con estrés crónico y múltiple o síndrome de Ulises”
como un cuadro reactivo de estrés ante las situaciones de luto
migratorio extremo que no puede ser elaborado por el sujeto y de
encontrarse sometido a una serie de situaciones estresantes, como
las que describen N. Sayed-Ahmad, P. Moreno, C. Fernández,
Talleres
Las numerosas aportaciones de presentadores y partici-
pantes en los diferentes talleres generaron una experiencia rica y
diversa sobre la temática del congreso, experiencias de diferentes
formas de organización y autoorganización de la acogida e
integración de las personas que hasta ahora han llegado a
nuestro país, junto con perspectivas y consideraciones éticas,
prácticas y conceptuales que tienen que irse elaborando.
La proyección del documental The land between4 realizado
4
http://thelandbetweenfilm.com/
Resumen
Para citar el artículo: SALES CAMPOS, Alber t y GUERRERO MUÑOZ, Tatiana. La venta ambulante no
autorizada en las calles de Barcelona. Límites y potencialidades de la intervención social. Revista de Treball
Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 175-189. ISSN 0212-7210.
1
Politólogo y sociólogo. Profesor asociado al Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la
Universitat Pompeu Fabra.
2
Asesora en materia de venta ambulante no autorizada, del Ayuntamiento de Barcelona.
Abstract
The problematization of street sales popularly called “top manta” lead the City
Council of Barcelona to launch in summer 2015 a package of social measures
aimed at fighting against the administrative exclusion that most sellers experience.
This article presents the diagnosis prior to the design of the actions, describes
the projects initiated as well as the difficulties and learnings of a process that
started about 2 years ago.
To explicitation of social intervention limitations in situations of administrative
exclusion shows the dead end of the global management of migratory movements.
To be aware of these limitations implies the need to look for the cracks that allowed
people who arrived and will continue to come to European cities to break with
everyday frontiers.
Key words: Street sales, top manta, immigration, public space, social intervention.
1. Introducción
Según Robert Neuwirth (2011: 56-63), alrededor de 1.800
millones de personas trabajan en la economía informal, gene-
rando más de 10 billones de dólares anuales. En los últimos 10
años, esta economía informal en los países turísticos de Euro-
pa, principalmente durante la época de verano, ha resurgido
tomando varias formas, entre las que destaca el fenómeno po-
pularmente conocido como top Manta.
Para David Harvey (2008), el espacio público ideal es un es-
pacio de conflicto permanente, donde se generan soluciones con-
tinuamente para dar paso a nuevas tensiones. Es evidente que la
vida en la ciudad está marcada por el azar y por fuerzas que
poco tienen que ver con las ideas preconcebidas o con el diseño
de planificadores públicos. Las rendijas producidas por las “irre-
gularidades”, por las actividades humanas surgidas de las ten-
siones, pueden acabar produciendo nuevas soluciones a viejos
problemas, nuevas relaciones de vecindad, nuevas identidades y
apropiaciones de un espacio público en constante disputa.
En un mundo urbano inmerso en intensos procesos de trans-
formación y donde la globalización ha convertido en domi-
nante el guión de un urbanismo neoliberal, el espacio público
sufre fuertes presiones mercantilizadoras pero se resiste a ser
dominado. Mientras la ideología hegemónica impone consi-
derar a la ciudad como una máquina de crecimiento económi-
co de generación de beneficios, las experiencias cotidianas
mantienen el pulso a los poderes económicos manteniendo
espacios de reapropiación y de resistencia. En palabras de
3
El Servicio de Gestión de Conflictos (SGC) es un servicio social de actuación en el espacio público que
complementa la red de servicios sociales que interviene en Barcelona desarrollando acciones en escenarios
donde se ha detectado un grave conflicto de naturaleza social y origen multifactorial, donde se ha
comprobado inviable la acción de los servicios estándares. El conocimiento sistematizado por el
servicio en sus intervenciones, permite diseñar propuestas de actuación a partir del trabajo conjunto
con otros servicios o recursos (Servicios a las Personas, Servicios de Territorio, Servicios Sociales
Básicos y Especializados, Cuerpos Policiales, Profesionales de Salud y Toxicomanías, Servicios de
Educación, etc.).
4
Ciutat Vella: La Rambla, Plaça Reial, Portal de l’Àngel, Plaça de la Catedral, Plaça del Portal de la
Pau, Moll Drassanes, Rambla del Mar, Plaça de l’Odissea, Passeig Itaca, Plaça Ictíneo, Passeig Colom,
Palau de Mar (Moll del Dipòsit), Plaça Pau Vila, Passeig del Born, Parc de la Ciutadella y calle Trelawny.
Eixample: Plaça Catalunya, Passeig de Gràcia, alrededores de la Feria del Bellcaire y alrededores del
templo de la Sagrada Família.
Sants-Montjuïc: Fonts de Montjuïc, Mirador de l’Alcalde y barrio del Poble Sec (avenida Paral·lel, entre
la calle Nou de la Rambla y la Plaça Ocellets).
Gràcia: Parc Güell y las Plazas de la Vila de Gràcia (Sol, Revolució, Virreina y Diamant)
Sant Martí: Zona de ocio nocturno del Poblenou (calle Almogàvers y alrededores).
5
El Servicio de Gestión de Conflictos, encargado del trabajo de diagnosis, no registró el número de
personas de cada nacionalidad.
4. Dificultades y aprendizajes
Si bien los vendedores ambulantes irregulares no presen-
tan una acumulación de factores de exclusión social que los
empuje a ser atendidos por los Servicios Sociales, las proble-
máticas derivadas de la exclusión administrativa los pone
La baja frecuencia con la constantemente en situación de riesgo. La baja frecuencia con
que recurren a los la que recurren a los servicios sociales tiene que ver con sus
características personales y con las bajas expectativas respeto
servicios sociales tiene al apoyo que pueden recibir. Mayoritariamente, los vendedo-
que ver con sus res son hombres jóvenes, con buen estado de salud y con un
características proyecto migratorio orientado a la obtención de recursos eco-
personales y con las nómicos para destinar a los envíos a la familia en el país de
bajas expectativas origen. Sus ingresos les permiten cubrir las necesidades bási-
cas sin necesidad de apoyo institucional y cuando se ven afec-
respeto al apoyo que
tados por contingencias como accidentes o enfermedades,
pueden recibir recurren a la solidaridad y al apoyo mutuo.
En este contexto, la falta de permisos de trabajo y de resi-
dencia constituye el principal factor de riesgo de exclusión
que sufren y el impedimento más importante para conseguir
un modus vivendi estable, seguro y que no suponga la acumu-
6
Artículo 276: “Se impondrá la pena de prisión de dos a seis años, multa de dieciocho a treinta y seis
meses e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión relacionada con el delito cometido, por
un período de dos a cinco años, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) Que el
beneficio obtenido o que se hubiera podido obtener posea especial trascendencia económica. b) Que los
hechos revistan especial gravedad, atendiendo al valor de los objetos producidos ilícitamente,
distribuidos, comercializados u ofrecidos, o a la especial importancia de los perjuicios ocasionados. c)
Que el culpable perteneciere a una organización o asociación, incluso de carácter transitorio, que
tuviese como finalidad la realización de actividades infractoras de derechos de propiedad industrial.
d) Que se utilice a menores de 18 años para cometer estos delitos.”
5. Conclusiones
La prensa escrita de todo el territorio ha destinado páginas
en sus periódicos, a lo largo de 2017, con las medidas sociales
implementadas por el Ayuntamiento de Barcelona, diseñadas
para dar salida social a las personas que se dedican a la venta
ambulante irregular. Todas ellas han suscrito un denomina-
dor común, las 70 respuestas laborales aportadas por el con-
sistorio son insuficientes para resolver el conflicto del top
manta en la ciudad.
Es cierto que la cuestión exige iniciativas más amplias y
transversales, en las que se coordinen las diferentes adminis-
traciones públicas, la municipal evidentemente, pero también
la autonómica y la estatal, así como instancias judiciales como
las fiscalías. Sólo de forma coordinada, se podrán impulsar
planes sociales que ofrezcan salidas laborales y de formación
dignas a los que ahora no encuentran más posibilidades de
ganarse el apoyo que extender su saco de mercancías en la
calle.
La batería de respuestas que el Ayuntamiento de Barcelona
ha impulsado hasta ahora es evidentemente insuficiente para
resolver el conflicto, pero abren el camino a trabajar otras for-
mas de acción que escogen a la inclusión social como eje
vertebrador. Identificando cuáles son los factores de exclusión
social que impactan con más dureza contra las personas que
se dedican a la venta ambulante irregular, se están desarro-
llando actuaciones que van más allá de la inserción laboral y
de la garantía de acceso a recursos económicos, abordando el
conflicto desde la óptica de los derechos de ciudadanía.
Las trabas con las que se Las trabas con las que se encuentran los servicios munici-
pales en el momento de acompañar a las personas extranjeras
encuentran los servicios
sin permisos de trabajo y de residencia en el desarrollo de un
municipales en el proyecto de vida digna, nos llevan a cuestionar las funciones
momento de acompañar sociales de unas políticas de control migratorio que reducen a
a las personas las personas a mano de obra y que imponen la precariedad de
extranjeras sin permisos por vida a una parte de los vecinos y vecinas de la ciudad. La
de trabajo y de problematización del top manta en los medios y en las calles, el
conflicto que se ha derivado de ella, y los debates y esfuerzos por
residencia en el abrir la mirada y romper con un enfoque centrado exclusiva-
desarrollo de un mente en el control del espacio público, han situado en la agen-
proyecto de vida digna, da política y pública de Cataluña que es necesario implementar
nos llevan a cuestionar políticas que faciliten la regularización y que permitan la en-
las funciones sociales de trada en el mercado laboral de las personas “sin papeles”.
Es necesario explicitar las limitaciones de la intervención
unas políticas de control
social en situaciones de exclusión administrativa porque evi-
migratorio dencian el callejón sin salida de la gestión global de los movi-
mientos migratorios. Pero es imprescindible buscar las rendijas
que permitan a las personas que han llegado y seguirán
llegando a las ciudades europeas romper con las fronteras co-
tidianas.
Bibliografía
1
“El trabajo social de caso se basa en unos procesos que desarrollan la personalidad por medio de la
adaptación conscientemente efectuada, individuo a individuo, entre los hombres y su entorno social”
(RICHMOND, 2005: 102).
Hull House
En el Chicago del siglo XIX, como en otras ciudades de
Norteamérica, los inmigrantes luchaban entre ellos para con-
seguir su propio espacio. Sennet (2012) lo explica: “El proleta-
riado que había abandonado Europa estaba desorientado por
su desarraigo. En Chicago, Addams quedó muy impresionada
porque aunque los inmigrantes solo se sentían realmente có-
modos asociándose con gente conocida –lo cual les condena-
ba a la marginalidad– ni tan siquiera en estas condiciones
creaban vínculos sólidos. Y con el tiempo, la ciudad extraña
erosionaba los lazos antiguos. La masa de inmigrantes que
vivían al margen del sueño americano y que seguía siendo
pobre, fue convirtiéndose cada vez más en una masa resigna-
da y pasiva. Adams decía que podía identificar al instante
esta gente por la calle porque eran personas silenciosas, senta-
das en los portales y abstraídas, extremadamente abatidas, a
los que raramente se les veía en las iglesias o en los centros de
los sindicatos”. Esta es la realidad que conmovió a Jane
Addams y transformarla se convirtió en su proyecto de vida.
Junto con Ellen Gates Starr encontraron una mansión de
estilo italiano en la esquina de las calles Polk y Halsted, en el
Near West Side, un barrio pobre y densamente poblado por
inmigrantes judíos, italianos, irlandeses, alemanes, griegos,
bohemios, rusos y polacos; con viviendas precarias, sin condi-
ciones de saneamiento y con una de las tasas de mortalidad
infantil más altas de la ciudad
Charles Hull dio esta casa a su sobrina Helen Culver y esta
la alquiló a Jane Addams por veinticinco años, los cuatro pri-
meros sin hacerle pagar alquiler con la condición que conser-
vase el nombre de la familia. En 1907, Addams ya había
adquirido trece edificios alrededor de la Hull House.
Invitaron a jóvenes universitarios, hombres y mujeres, a
convivir con los vecinos del barrio y a compartir con ellos sus
conocimientos. Los y las residentes de la Hull House fueron
figuras importantes del reformismo social y pioneros en el de-
sarrollo de las ciencias sociales. Compaginaban su trabajo re-
Maqueta de algunos de los edificios que conformaban la Hull House a principios del siglo XX.
Para citar el artículo: BENAVENTE HERNÁNDEZ, Fausti, CARRASCO CORIA, Rosa M., GARCIA CANELA,
Marga, RICO i BUSQUETS, M. Mercè y SOLER BOADA, Mireia. Una visita a la Hull House de Jane Addams.
Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, agosto 2017, n. 211, páginas 193-201.
ISSN 0212-7210.
Bibliografía
ADDAMS, Jane. Hull House: el valor de un centro social. Madrid: Editorial Paraninfo. Colección Trabajo
Social, 2013. ISBN: 9788428335256.
GARCIA, S. La historia olvidada de las mujeres de la Escuela de Chicago. Revista Española de Investi-
gaciones Sociológicas (Reis). 2010, n. 131, 11-41. ISSN: 0210-5233.
Hull House Association records. Special Collections and University Archives. University of Illinois at Chicago.
Disponible en línea en: <http://findingaids.library.uic.edu/sc/MSHHA_79.xml> [Consulta: 31 oc-
tubre 2017].
RICHMOND, M. Diagnóstico Social. Madrid: Editorial Siglo XXI; Consejo General de Colegios Ofici-
ales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales, 2005. ISBN: 9788432312250.
SENNETT, R. Juntos: rituales, placeres y política de cooperación. Barcelona: Anagrama, 2012. ISBN:
9788433934109.
Estante de libros
Saber femenino, vida y acción
social
1
Parafraseando su artículo: Proyecto en(RED)ando praxis reflexiva y construcción comunitaria.
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bre de la entidad responsable del artículo. Título del artículo. Colaboradores/as al artículo
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Legislación: País. Título. Publicación (en cursiva), fecha de publicación, número, páginas.
Documentos electrónicos.
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línea; opcional para el resto). Número normalizado (opcional).
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del documento base. Título del documento base (en cursiva) [tipo de apoyo]. responsable(s)
secundario(s) del documento base (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha
de publicación, fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los
documentos en línea; opcional para el resto). Capítulo o designación equivalente a la parte.
Título de la parte. Numeración dentro del documento base (opcional). Localización dentro
del documento base (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio
para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado (opcional).
– Publicaciones en serie (Revistas electrónicas): Título (en cursiva) [tipo de apoyo]. Edición. Lugar
de publicación: Editor, fecha de publicación [Fecha de consulta] (obligatorio para los documen-
tos en línea; opcional para el resto). Serie (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y acceso
(obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado.
– Artículos y otras contribuciones de publicaciones en serie (Revistas electrónicas): APELLI-
DOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable de la contribución. Título
de la contribución. Título de la revista (en cursiva) [tipo de apoyo]. Edición. número del
fascículo. Fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los docu-
mentos en línea; opcional para el resto). Localización dentro del documento base. Notas
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Revista de Treball Social
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