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S %W.I Y .SP.'I:'IIVAi\'LlO 1E K E S A OP: M I E R
I.S,IS q l ~ r í i nl~ig:i~~::i,
hnjar cien !iombrci. ~irigúntrselesqué casta dc animal
c.-. rr-[lública fedc.ra~ln3 y doy iiii peuctiezo si iio responden trciiita mil dcati.
iiu;. ; E esa es la I~ri:tendi<lavoluntad griirral con que se nos quii,rc hacer
, o i ~ i u l ~ acomo
r n iiiiioi! Esa x.o!i:ntad genrral numérica cs rin sofisnia, urt
iiirro safisnin, iiii soEieins que se: 11u~dcdccii- reprobado !iur Dios cuando
dice (in las Escritiiras: 'No signi a la tiirha liara obrar rl mal, iii drscaiisc>
r.ii rl dictamrii d r la iiiiiltitud liara apartarte drl criidcro de la verdad.' Ni:
728 FRAY SEKVANDO l'RRIi>ES.I DE MIEK
" .
senteiitatie, ut a ver0 dcvies.
Lsa voluntad general es la quc alegaba en su favor Iti~rbirli:, y poilía
fundarla cii todos los medios comuncs de establecerla, vítores, fiestas, acla.
maciones, juramentos, felicitaciones dc todas las corporaciones de la nacióii;
que se competían en tributarle homenajes, e inciensos, Ilainándole libertador.
héroe, ángel tutelar, columna de la religión, el úni.co hombre digno de ocupai.
el trono de Anihuac. A fe mía que no dudaba scr ésta la voluiitad general
uno de los más fogosos defensores de la federación quc se prt~tende,cuando
pidió aquí la coronación de Itnrhide.
"¿Y era esa la voluntad general? Señor, no era la voluntad legal, única
que debe atenderse. Tal es la que cniiten los representantes legítimos del
pueblo, sus árbitros, sus compromisarios, deliberando en plena y entera li.
bertad; como aquella es la voluntad y creencia de los fides, la que pronun-
cian los obispos y presbiteros rus representantes en uii concilio o congreso
libre y general de la Jglesia, d e la cual se ha tomado e1 sistema representa-
tivo desconocido de los antiguos. El pueblo siempre !ia sido víctima d e la
seducción de los demagogos turbulentos; y así su volunta<l numérica es un fa-
nal miiy obscuro, una brújula miiy incierta. Lo que ciertamente quiere el
pueblo es su bienestar, en esto no cabe equivocación; yero la habría muy
grande y perniciosa si sc quisiera, para establecerle este bienestar, seguir
por norma la voluntad de hombres groseros e ignorantes, cual es l a masa
general del pueblo, incapaces de entrar en las discusiones de la política, de la
economía y del derecho público. Con razón, pues, el anterior Congreso, des-
pués de una larga y madura discu'ión, mandó qnc se diesen a los diputados
los poderes para constituir 3 la nación según ellos eiitriidiesen ser la vo-
luntad general.
"Esa voluntad general numérica de los pueblos, esa degradación de sus
representantes hasta mandaderos y órganos materiales, ese estado natural de
la nación, tantas otras iguales zarandajas con quc nos cstán machacando lar
cabezas los pobres políticos de las provincias, no son iiiio los principios ya
rancios, carcomidos y detestados con que los jacobiiios pprdieron U la Fran.
cia, han ~ e r d i d oa la Europa y cuantas partes de nuestra América han abra-
zado sus principios. Principios, si se quiere, metafisicamentc verdaderos; pero
inaplicables en la práctica, porque consideran al homhre en abstracto, y
tal hombre no exisie en la sociedad. Yo también fui jacobino, y consta en
mis dos Cartas de u n Americano al Español en Losidres, porque en Espaiia
no sabíamos más que lo que habíamos aprendido en los libros revolucionarios
rlc la Francia. Yo la \ i 28 aiios cri una coiirulsiíin p q x t u a , veía sumergi-
(los en 13 mi'ma a r113nt~i-j l ~ ~ i i b l oadoptaba^^
s sus 17ri11cipios; pero como m i
~ n r c i í a nla cridrncin misma, trabajaba m buscar otras causas a q u i c n ~ i
:iiriliuir :anta deciini611, tanta inquietud y tantos males. Fui al cabo a Iiida-
!erra, la cual 1)erinaiiecía trailquila en medio dc la Europa alborotada coriio
1111 iiario encaiitndo rn mctlio d~ una horrascii peileral. Procuré üvfriptar IU
<:iiiki:l Je citc fr~iinieno;ei-luili<.en arliic:Ia vicja r:sriicla dc política ~>rliclica,
!i,í 511s G I I ~ ~ SUSC S ,Pnliis, sus Briitliam y oiros muchoi autores, oí a c u i ~nliios
i. < i ~ e d E ilerriigniiado de que el daño pioi-riiía <Ic los priii<:iilios jacoliiiio~.
1:~tos son la caja de P.iri<lora rloi?ile estáti cni:erraiios ios males dci uiiiverso.
Y rririiccili es[!aiitndo, rniitniido la palinodia. coino ya lo 1ii.I~iaIirclio en su
toiiio Ci" mi célrlirc amigo el c i p ~ ñ o lBlanco \Vliitc.
"Si Glo s i iiL>in;cde i:iltrgir B 10s 1>11(111lo.contra SUS gol~::maiilri, 110 hay
:sicdio rn~':s a prol!ii-ito q:ie cliclios ~iriticiriios.I!orqiie iinsonjeaii el or$?ullo y
i.aiii<l;id iintiiral dcl homhrr? brindin<!olc coi1 iiii cetro que Ic han arrtliatrdu
iiiaiios r:xtrañz.. D c d c que iino 1i.c lo- priiiicros capíliilos drl Pacto Social <li.
l{ousscaii, sc irrita contra todo gol:¡: riio coirii, conlra una usurpaci61i de riis
ilerr~lios;salta, atropella y roiiilie todis liis barreras, todas las leyes, todas
las iiistilucioiir~s~0cialrscstni,li:cidas para coii1eni:r sus pasiones, como otras
tantas trabas indignas dc :ti sohcraníü. Pcro como cada uno de 121 multitiid
ambiciona sil pedazo, p rlla en la sociedad iis indivisible, ellos so11 los qiie
;c dividcii y dcslrrdüiaii, si: roban, si: saqu<mri,se matair, hasta qu:: sohrc ellos
~:an:iados o deiolailoi, s i Icvaiit~iuri dé:po:a coronado, o un demagogo b5bil
y los riiirvna ron i i ~ ceiro,
i no meiafisico; sino d e hierro rerdadcro; ~iura<lrro
iiltimo <Ic la ainliiciím de los purli!os y de sus ili\isiones intestinas.
c.,
rIii I~aliido~ hay, y yo cuiioiro aI;uiios deiiiagogos de buciin f<:: qiic se-
<Iiicidos cllos iiiisirioi 1101 la brillantrz de lo!; ~ , r i n i i l ~ i oys la bcllcza d e las
icorías jacohiiiai, se imagiiiün qiic dado i.1 lirinirr impulso al ~>iicblo,srriii
iluciios de contciicrlo. o el purl~lose i:uiitciidrá coiiiii cllos iiiiiiiios rii iina
r2ya rzaonablc. 1'1,i.o la i~xpciiriiciaha denio~tradoque una vez puestos los
~~riiicipios, las ~,nsiiiiirisacnii las c«:i~rcuerir:iaii; y los mismos coiidiictores
del pudl'o que rrliusan acoiu~~nfiailu cii rl r:ici,so rlc sus extravío-. rugados
iic i~oinbrcsolrroLiocos, como dr=c:rroi.<:i j- ap<j~iatasr!rl Iil~rrclisi~io 1- dt, In
!.>ui:riaciiusa, son los primeros que pcirciii ahogado* ciitre l z tiimultuosas
ol,i:, dc uii puel,lo desliorrlailo. Ciiiiitos graiid~sszil~iosy cxrrlenti~sIiomhrcs
ex1,iraroii rn la giiii!oiir~n li,~uii:sr?.ipor rl ~iiir~hl» frxiic¿s, <icspuEi de haber
.ido sil jcics y coi ídolos!
_
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,()u$, I>IIVS; ron<.Iuircinoc dc tuiln rsto?, se inr: i1;i.á. iQuicrc uctrd qiic
130 FRAY SERVANOO TERESA DE .UIER
nos constituya~nr~s rii una república central? No. Yo siempri. be sstado por
la federación, pero una federación razonable y moderada, una fedcracióti
conveniente a nuestra poca iliistración y a las circiinstancias de una guerra
inminente, que debe hallarnos muy unidos. Yo siempre hc opinado por un
medio entre la confederación laxa de los Estados Unidos, cuyos defectos han
patentizado muchos escritores, que allá mismo ticne muchos antagoriistas,
pues el pueblo cst5 dividido entre fed~ralistasy demócrata$: iin medio, digo,
entre la federación laxa de los Estados Unidos y la coiir~ntraciónpeligrosa
(le Colombia y del Perú: un medio en que dejando a las provincias las facul-
tadcs muy precisas para proveer a las necesidades de su ii~tcrini,y promover
su p~osperi<lad,no se clrztrriya a la unidad, ahora más que nunca iiidi::l>enea.
b!e, para ltac~rnosrespetables y temib!ts a la Santa kliaiiza. ni si: vi;crvc la
acción dcl gobierno, quc ahora m i s que nunca delle ser ciiérgica, para Iiacei.
obrar sinililtátiea y prontamente todas las fuerzas y recursos dc la nacióii.
Nedio tiitissimus ibis. Este es mi voto y mi teitamciito político.
"Dirán los ieíiorcs de la rnmieiiin, porque ya alguno me lo ha &icho, qiir
cse medio que yo opino es el mismo que sus seíiorias han ~>rocuradoliallar :
pero con licencia de su talento, lucrs y sana iiitinción, d e que no dudo, inc
parece que no lo han encontrado iodavía. Han condescendido con los priii-
cipios anárquicos de los jacobinos, la pretendida voluntad genera: nuin6rica
o quinií.rica dc las provincias y la ambición de sus demagogos. Han conver-
tido en liga dc potencias la fcderación de nuestras provincias. Dcsc a c a d ~
una esa sobcranis parcial, y por lo mismo ridícula, que si: propone en c.1
artículo 6", y ellas se la tomaráii muy deveras. Cogido el cetro en las niaiio:..
ellas sabrán de dicstro a diestro burlarse de las trabas con que en otros ar-
tículos se pretende volvérsela ilusoria. Sancióiicse el priiicipio qiic ellas saca.
ráii las consecuencias y la primera que ya dedujo expresarnentc Qiierétcro,
es no obedecer de V. Sob. y del gobierno sino lo que 1e.s tenga cuenta. Zara-
tecas instalando sii congreso constitiiyente, ya prohibió se le llamase proviti-
cial. Jalisco publicó unas instrucciones para sus diputados que cliiiieii 1;i
convocato~in,y contra lo qiic en ésta se mandó, tres proeiricias limitaron ;i
los suyos los poderes, y estamos casi seguros de quc la de Yocatán iio 5i:i:i
tan obedientc. Son notorios los excesos a que sc han propacado las prorinciai
desde que sc figuraron soberanas. ¿Qué ser5 cuando Iai. autorice cl C o i i g r ~ o
General? iAh! ni en éste nos hallaríamos si no se les hiibirra aparecido un
ejército.
"No hay que r.spaiiiarse, nic dicen, es una ciiesti611 de nombre. Tan re-
ducida queda por otros artículos la soberanía d e los Estados, que vienc a
ser nn~i;liia!. biii criirar r n lo ~:rolui;do<ir ia cii<,-tibii. rllii. rs lirol~ia<!rl Ar-
ticulo 60. y de nioctrnr que residiciidu l a soberanía i,sciici~:lm?iiti: eii la ria.
cióii, iio pucde coiiiciiir a cada una de la-: ]i;oviri<.ins qoc ?,ti ya dctci-miiin-
<lo la conipoiiiri; ? o coiii.cngo rn que Lodo 1>3iq i l ~ito S<, i;asta a si m i ~ n i o
para r ~ p ~ l to:in e r asresiiíii exterior, r s uii ~cl~ir.nni:~.lo riiliciilu y d c comedi::.
Prro rl I t u ~ ¿ l osi, aíicii:. a los nomljri.~. y la idea ~ r i i i ,VI iiiii,stro iirne <iid
iiomhr<, de soii~rarii;i !a d:. i i r i podrr sii]iremr> y ::I-<i!ii;,; l i o q u , ~no ii:
coiiociilo otra a : g ~ ~ ~Can ~ i i . <.S!O h i ~ s t zpilra rjui 106 <icillx~u~11- 1'0 r~ililiio!l:i,.
lo irriten a citi:Lrli,'i.r ilcrr:io: qiir i i i j li.; nccino<lc. ri;.i goi,iii!is gi.ii<r:il.
y lo iridiizcnn o la ii~::ril;i~idiii:ici~'~i~. In dr-oiiidiiticia. i.! <,i-c;l:! r 1~ i.iiar:l:::z.
Si ng cs M: ei ol>jt,ic, i,!~arii ~!ii:i a i , ! ~Eirro' y z~il:.il:!zi:-. -i i i i ) IC- <.o!;...,.
iInn:- rsa ,ij!>ire:iia ii<>iiiiii:i!?. (le iii;,r!<: c;i~c Jnliwo Ii;:stn no ohie!ii;:;
sc lis ii-gntio 17 jtri,:!rriii;i nuiilio; j>nrn I:r cicirnsa i.orníiii pn el rirscu q;:;
,,u:: ~i?~!:,iLzk. ii,p!i l!,,>~ :!?i>t<,ric>: a l ~ g l l i s,,.ivrte,
~
"1: i i r i i ex1)wso i. :5 c.,: i'l n;i-inii iirtictiio 6 : ~i.c. m<,d i r i . tIuc 2.a -uI:cra:ii:i
:!r
. .
iü-, ~:;uv:ncins : : .c :Oio i.rs~>~cii\-a a su ititi.ri<>r.1,:ii t.se :.tiiiii(o iaiiibicii ubi
i > a d i r 11,: fairiiiin 51: li~icci<i!ari;ir s o l ~ r i a r ocii $11 <:3':l. ¡,Y qiié dirlainc>i >
i , c o s iics iitiicie Lraii~iriii>!>ur<;iic r!a r\piiliézrmo. i i i i di.ci.i -
to :ancicina?i. i,ia >al~i,raiiiaiioi,iii?al rri::pccii\n .i $11 Enniilia? Loti.: : , i : -
.. . .?. ..
1 ; I itcruni dici;. 1:3\tLc. l.::," dcI iiil:liior I i < , t ~ i ~ r i ~s,;,~~ricttc:< i !<
p:: y confuii:!zii ::i ,icl.iiri:,, <.?t!ir:!!. i 21 í..ri. jii.iii i. i i c.~ i i , r i c rlc 51s ri .<;. :
.~ n k .r m rr ~ ~ ~ ! ~ I ~; ~~. dl ~~~c; ci :t,.::~.!n:a:
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y ~ ~ i ! r n I ~ r.:LIS
: ~ r c:i~ij>Ie!:~i,.l:~s;
:ICIII~'!,
i r ri>o<iiradc loci caudrliis <!e l i n~;iii.ríuo ULI r-toiico del tnhaci,, ! ai;ii c ; .
Iw. ~c:r~cioc ~ l I;I!<
c i n i s i o r ~ :c1c
~ Caii:oimin: i i i i : ~ l c \ . i ~ ~ iregírnc!~vs
n p t r ~ol~oli,:.~
~
:os :LICS Ocl : : I I I , ? ~ I I ~ ~ I!:,,,lc: vjrcii!i.;,,. (jtr?~,dc?. i . e < l u c ~ ~ :lis ;!!;.i~r:. ! c ~
L'IL t ,
rn rrcnos daííosa, rlc la mriiirra 1115s ader:iiada, corrio nntii diji, yn, i: las
i i r c u n s t a n c i ; ~dc ~ 13l:c-itia 11orx i l u s t i a ~ i í ~ i yi , de la Fiirrra (pie pcndi, EOIJIP
nuestras cabezas, y c i i g c para iiuc:irn dcfcrisa 1.i ni& jrr~rfcctn unibn. Allí
tttinbién s i estahlcríi: voiigr:,:;t.; pro\-iricialci aunque !ii> iaii ~ohrraiio-, perc
í32 FRAY SEICV.4.VCO TERESA BE AIIER
"
Nec citiium ardor pru.7:~jubcntirrnz
Nec tiultl~.instantis tyrani
Mente quatis solida.
'6
Hahrá guerra civil, se me objetará, si no concedemos a las provincias lo
que suena que quieren. ¿Y qué no hay esa guerra ya?
del río de la l'lata. Obeervaii viajeros juiciosos que iiimpoco los Esvados
Unidos podrían sostenerse contra una potencia central que los atacase en
su continente, porque toda la federación es débil por su naturaleza, y por
eso no han podido adelantar iin paso por la parte limítrofe del Canadi do-
minado por la Inglaterra. Lejos, pues, de garantizarnos la frderacióu pro-
puesta contra la Santa Alianza, servirá para mejor as~giirarlesla pre.:a. Divi-
de ut irn1,eres.
"Cuando al concluir e! doctor Beccrra sil sabio y jiiicioso voio, se le
oyó decir, qiie no estábamos aúii en sazón de constitiiiriios, y debía dejarse
este negocio gavísimo para cuando estuviese más ilustrada la n a c i h y re-
i.onocida niiestra iiidependcnria; vi a rarins sonreír de compasií~ii,como si
hubiese proferido un desbarro. Y sin cmhargo, nada dijo d e extraño. Efer-
tiiamcnte los Estados Unidos no se constitiiyeron hasta concliiida !a guerra
con la Gran Bretaña, y reconocida sil independmcia por clla, Francia
España. ¿Y con qué se rigieron mientras? Con las máximas heredadas di.
sus l>a<lres; y aun la constitucmn que después dieron no es más que una
coli:cción de ellas. dónde está rscrita !a constitución de Inglaterra? Eii
ninguna partc. Ciiatro o cinco nrtícnlos fundamcntalrs, como la ley de babea,<
corpus componen su constitución. Aquella nación misata no gusta de princi.
pios generales ni máximas abstractas, porque son impertinentes para el go.
hierno del pueblo, y sólo sirven para calentar las cabezas y precipitarlos a
conclu~ionrscrríineas. Es propio del genio cúmico de los franccses fabricar
constiiucioiies dispuestas como comedias por escenas: que de nada les haii
servido. En treinta años de reroluciíIn formaroii casi otras taiitas constitu-
ciones y todas no fueron más que el almanaque de aquel año. Lo mismo
sucedió con las varias que se dieron a Venezuela y Colombia. ¿Y por qué?,
porque aún no estaba11 en estado de coiistituirse, sino de ilustrarse y batirse
contra el enemigo exterior, como lo estamos nosotros. ¿Y mientras con qué
nos gobernamos?, con lo mismo que hasta aquí, con la constitución española,
las leyes que sobran en nuestros códigos no derogados, los decretos de las
Cortes Españolas hasta cl año de 20 y las del Congreso que ha ido e irán
modificando todo esto conforme al sistema actual y a nuestras circunsiancias.
Lo único qiie nos falta es u11 decreto de V. Sob. al supremo poder ejecutivo
para quc haga observar todo eso. Si esti amenazando disolución al Estado,
es porque tenemos con la falta de este decreto paralizado al gobierno.
"No, no es la falta de coiistitución y leyes lo que se trae entre manos con
tanta agitación, es el empeño de arrancarnos el decreto de las soberanías par-
ciales, para hacer después en las provincias cuanto se antoje a sus demagogos.
Quieren los enemigos del ordcn que consagremos cl principio para desarrollar
I'Ii'OPEClI ' O B R E LA FEDERACION .lIEXIC.I.V:l 735
tuciíin. qiie los 1ibra.c dc tantos males, les dieron poderes amplísimos, excep.
736 FR.11 SEICVA!VDO TERESA BF: AllEi<