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PRIMEROS BOSQUEJOS
El primer bosquejo es el primer esfuerzo en crear la obra con sus elementos
integrados. Para muchos escritores el primer intento es la obra final, pero para la mayoría no
se pretende que sea la obra a publicar, incluso no se pretende que sea muy buena.
“Todos los buenos escritores lo escriben. Así es como terminan con buenos
segundos bosquejos y estupendos terceros bosquejos. La gente tiende a
mirar a escritores exitosos que publican sus libros e incluso les va
financieramente bien, y piensan que se sientan en sus escritorios
sintiéndose como un millón de dólares, sintiéndose excelente sobre quienes
son y el talento que tienen, y de la gran historia que tienen para contar; que
toman unos respiros, se echan las mangas hacia atrás, giran sus cuellos
unas cuantas veces, y se sumergen tipeando pasajes completamente
formados tan rápido como una reportera de juzgado. Pero esta es sólo la
fantasía del no iniciado. Conozco grandes escritores, y ninguno de ellos se
sienta rutinariamente sintiéndose enormemente entusiasmado y lleno de
confianza. Ninguno de ellos escribe primeros bosquejos elegantes.”
Si bien Anne Lamott describe la creación de los primeros boquejos como una
actividad ingrata, escribir primeros bosquejos también puede ser una experiencia divertida.
Quizás sea la única oportunidad que tenga el escritor de experimentar la obra como el lector
la experimentará, incluso si ya tienes un delineado, o si sabes hacia dónde quieres que la
historia vaya.
- Indiferencia a la Calidad.
- Falta de Economía.
INDIFERENCIA A LA CALIDAD
El escritor debe comprender que el primer bosquejo no necesariamente debe ser
bueno. Puede ser, incluso, horrible, tosco y hasta vulgar. Su objetivo no es ser bueno. Su
objetivo es integrar todos los elementos por primera vez, y dar un punto de partida desde
dónde comenzar.
FALTA DE ECONOMÍA
Una buena técnica evocativa y compositora tiene la cualidad de ser económica, sin
elementos que no aportan nada a lo que el artista desea expresar. Esto no aplica a los
primeros bosquejos. El primer bosquejo debería tener todo lo que pueda pensar el escritor,
todas las ideas, sin preocuparse por el exceso de exposición. El escritor se puede permitir
incluso hacer que el primer capítulo sea aburrido. El primer bosquejo no tiene como objetivo
ser mostrado. Lo importante es que sea entendible. Será más fácil eliminar los sobrantes
que integrar elementos posteriores.
Algunos escritores aseguran que escribir rápido atrapa una energía que podría
sobrevivir tras las revisiones y ediciones.