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tipos de pólvora de cartuchos de bala

DARO51
19 de Septiembre de 2015
Un poco de historia

Algunos datos o fechas son aproximados, realmente no se sabe a ciencia cierta por quien
y cuando fue descubierta. Para algunos autores fueron los Chinos en el siglo IIX, quienes
la utilizaban para fuegos artificiales, o sea para fines pacíficos; pero otros datos dicen que
los árabes le daban uso bélico hacia fines del siglo XIII.

Durante la Edad Media, los mayores investigadores eran los monjes de los conventos,
estos justamente y por ese motivo se le atribuye al monje inglés Roger Bacon en el año
1242 como el primer registro de la pólvora negra. Sus componentes básicos son: Salitre
(NO3K), Carbón (C) y Azufre (S). Los porcentajes de esta primitiva y revolucionaria pólvora
eran: Salitre 37.5%, Carbón 31.25% y Azufre 31.25%.

Se supone con cierta lógica que durante largos años de investigaciones y pruebas no
deben haber sido pocos los accidentes, debido a fuertes y repentinas explosiones,
causadas por la falta de experiencia en el manejo de las diferentes cantidades de cargas
usadas, como también los débiles tubos que hacían las veces de cañones.

En el siglo XIII, Alberto Magno modifica la primitiva fórmula en algunos pequeños


porcentajes: Salitre 41.2%, Carbón 29.4% y Azufre 29.4%.

Finalmente Bertold Schwartz da una composición a la pólvora: Salitre 44%, Carbón 29% y
Azufre 27%.

Se estima que el año 1325 es el primer indicio del uso de la pólvora con fines bélicos en
Europa.

Pólvora sin humo

Características

La pólvora sin humo es un compuesto químico, a diferencia con la pólvora negra que es un
compuesto físico.

Comienza con el desarrollo de la nitrocelulosa, que luego se va perfeccionando con


distintos métodos para controlar la velocidad de combustión.

Las características principales son que el oxígeno necesario para la combustión parte de
una mezcla de productos químicos, razón por la cual no deja residuos sólidos sino que
solamente gases y vapores; también comparada con la pólvora negra produce tres veces
más energía a igual peso. Otra de las características son el tamaño y forma de los granos,
con el cual se va a controlar la velocidad de combustión acorde al tipo de arma que la
utilizará. Las formas mas comunes son: esféricos, cilíndricos, tubular, mono y
multiperforadas, etc.

Municiones
La Pólvora
Uno de los descubrimientos que cambiaron al mundo
Autor: Rafael Carlos Polari Fecha de publicación: 02/10/2014
Auspicia: Rafael Carlos Polari
El hombre a través del tiempo ha ido forjando en forma permanente el presente y el futuro.

Aplicando su fenomenal inteligencia fue resolviendo problemas de todo tipo.

Muchos inventos y descubrimientos le permitieron mejorar su calidad de vida y observar


nuevos horizontes. De esta manera muchas mentes brillantes han dejado a su paso,
importantes obras que la humanidad toda y con el paso de los siglos, reconoce como
verdaderas genialidades.

La pólvora es sin lugar a dudas, uno de esos descubrimientos en que perfectamente hay
un punto de inflexión, o sea un antes y un después.

Cuando se toma conciencia de la utilización de la pólvora como elemento propelente, que


tiene la característica de poder arrojar un proyectil a una distancia y con una precisión no
imaginada para la época (aproximadamente siglo XIII), cambia radicalmente la forma y la
táctica de guerra. Comienza el desarrollo de armas capaces de disparar dichos proyectiles,
que comenzaron siendo simples bloques de piedra, y que luego se transformaron en
esferas pero ya de metal. La industria metalúrgica pone todo esfuerzo en lograr fundir los
primero cañones, que eran de bronce, dando paso luego a los de hierro.

Un poco de historia

Algunos datos o fechas son aproximados, realmente no se sabe a ciencia cierta por quien
y cuando fue descubierta. Para algunos autores fueron los Chinos en el siglo IIX, quienes
la utilizaban para fuegos artificiales, o sea para fines pacíficos; pero otros datos dicen que
los árabes le daban uso bélico hacia fines del siglo XIII.

Durante la Edad Media, los mayores investigadores eran los monjes de los conventos,
estos justamente y por ese motivo se le atribuye al monje inglés Roger Bacon en el año
1242 como el primer registro de la pólvora negra. Sus componentes básicos son: Salitre
(NO3K), Carbón (C) y Azufre (S). Los porcentajes de esta primitiva y revolucionaria pólvora
eran: Salitre 37.5%, Carbón 31.25% y Azufre 31.25%.

Se supone con cierta lógica que durante largos años de investigaciones y pruebas no
deben haber sido pocos los accidentes, debido a fuertes y repentinas explosiones,
causadas por la falta de experiencia en el manejo de las diferentes cantidades de cargas
usadas, como también los débiles tubos que hacían las veces de cañones.

En el siglo XIII, Alberto Magno modifica la primitiva fórmula en algunos pequeños


porcentajes: Salitre 41.2%, Carbón 29.4% y Azufre 29.4%.

Finalmente Bertold Schwartz da una composición a la pólvora: Salitre 44%, Carbón 29% y
Azufre 27%.

Se estima que el año 1325 es el primer indicio del uso de la pólvora con fines bélicos en
Europa.

Características

El moderno propelente llamado pólvora negra, PN, compuesto por Salitre, Carbón y
Azufre, tiene varias características particulares, siendo la principal que al estar en un
recinto cerrado y encenderse, esta se inflama rápidamente, generando una gran cantidad
de gases y consecuentemente la gran elevación de presión y temperatura.

Las características principales son:


1. Granos irregulares.

2. Higroscópica.

3. Sensible al choque, calor o chispa.

4. Temperatura de encendido 300° C.

5. Temperatura de combustión 2300 o 3800° C.

1. Inicialmente se obtenía la pólvora mezclando los componentes, que previamente eran


molidos en granos muy finos, semejantes a la harina. Este procedimiento tenía la
desventaja de apelmazarse de manera considerable y por consiguiente quedaba muy poco
aire entre los granos, lo que hacía que la velocidad de quemado fuese lenta y despareja.
Para mantener homogénea la pólvora, esta se la mezclaba muy cerca del lugar donde se
la utilizaría, porque debido a los movimientos que recibía durante el traslado, hacía que la
mezcla fuese irregular en sus proporciones a medida que se vaciaban los recipientes,
haciendo muy variable sus prestaciones.
Luego hacia el año 1450 se mejora notablemente el proceso de fabricación y por ende sus
prestaciones. Esto consistía en mezclar los componentes igualmente molidos y agregar
hasta un 10 de agua, se obtenía una pasta homogénea y espesa que luego de dejarla
secar se la desmenuzaba en granos de diferentes tamaños, que eran pasados por varios
tamices, para luego separarlas en diferentes medidas. De esta manera se obtiene una
combustión más rápida y pareja y se elimina el problema de la homogeneidad, el
apelmazamiento y permite también la presencia de aire entre los granos. Así se dio un
gran paso, se solucionó el problema del traslado, la mezcla en el lugar donde se la
utilizaría y también la desproporción de sus componentes, con el consiguiente
mejoramiento en sus prestaciones como propelente.
Los granos más finos se los utilizaba para los calibres más pequeños, puesto que la
combustión es más rápida. Los granos más gruesos al ser de quemado más lento, se los
utilizaban en calibres mayores, como ser cañones y mosquetes.
Se denomina polvorín a la pólvora mas fina de todas. Serpentín, a la pólvora en polvo de
granos muy pequeños y granulada a la descripta anteriormente. A diferencia de las
anteriores, ésta es más estable, es tres veces más potente y por lo menos es el doble más
rápida su velocidad de combustión.
2. Ser altamente higroscópica (gran absorción de humedad), le daba la gran desventaja de
ser muy difícil su encendido, agravado en días de humedad o de lluvia. La aplicación de
grafito a los granos una vez preparado para su utilización, mejoró notablemente no solo el
encendido, sino también la preservación de los cañones contra la oxidación, debido a la
presencia de residuos sólidos provenientes de la combustión.
3. La pólvora negra es altamente peligrosa, su manipulación y almacenamiento, deben
hacerse con sumo cuidado, puesto que es muy sensible al choque, fuentes de calor o
chispas. La falta de precaución, puede derivar en gravísimos accidentes, puesto que su
encendido se produce en forma prácticamente instantánea.
4. y 5. Por último digamos que la pólvora negra, para su iniciación necesita una fuente de
calor de 300° C, y, genera durante la combustión altísimas temperaturas, que oscilan entre
los 2300° C y 3800° C.

Debemos dejar bien en claro que la pólvora, en este caso la negra, como también así la
pólvora sin humo, contrariamente a lo que normalmente se cree, esta no es un explosivo,
sino que es un propelente, que tiene la propiedad que al encenderse en un lugar cerrado,
genera una gran cantidad de gases, debido a esto aumenta la presión y la temperatura
dentro de la recámara del arma y justamente, este violento aumento de la presión es lo
que dará impulso al proyectil, enviándolo a lo largo del cañón.

Durante el proceso de combustión (apenas una fracción de segundo), aparte de la


generación de gases y presiones, se obtienen una importante cantidad de residuos
sólidos, debido a la reacción química de sus componentes. Los residuos que oscilan entre
el 45 y el 55% del peso de la carga, se depositan tanto en la recámara como en todo el
largo del cañón. La acumulación de estos trae como consecuencia, la dificultad en la
recarga como así también la pérdida de precisión, debiendo proceder a la limpieza
periódica de los mismos (5 a 6 disparos).

Los procesos químicos que se producen durante la combustión son muy complejos; los
residuos contienen principalmente dióxido y monóxido de carbono, nitrógeno, sulfato de
potasio, carbonato de potasio y vapor de agua. El caso del sulfato de potasio al
combinarse con el vapor de agua produce ácido sulfúrico, sustancia esta que es altamente
corrosiva. Esta es la causa por la cual hay tan pocas armas antiguas conservadas en buen
estado, que no han sido atacadas por la corrosión.

La pólvora negra se la puede clasificar de la siguiente manera, y además establecer


medianamente su aplicación, de acuerdo a su grano:

Con el correr de los años aparecieron nuevos compuestos que en su mayoría no pasaron
de pruebas experimentales:

Pólvora blanca: Creada por Bertholet en el año 1785. Algunos de sus componentes fueron
reemplazados, por ejemplo el salitre por clorato de potasio, siendo su fórmula la siguiente:

Clorato de potasio: 49%


Prusiato de potasio: 28%
Azufre: 23%

Sus principales características eran que dejaba muy pocos residuos, pero era altamente
corrosiva debido al clorato y, también muy sensible, causas por las cuales no tuvo mucho
empleo.

Pólvora marrón o parda: Fue la última evolución de la pólvora negra después de casi 650
años. Fue creada en 1880 y sus prestaciones superaban ampliamente lo conocido, tuvo la
contra que su aparición fue contemporánea de la pólvora sin humo, por lo cual no tuvo
mucha aplicación. Su fórmula era la siguiente:

Salitre: 78%
Carbón rojo: 19%
Azufre: 39%

La aplicación de un alto porcentaje de salitre y muy poco contenido de azufre, sumado


esto al agregado de carbón rojo, le daban la particularidad de tener una combustión más
lenta, lo que mejoraba notablemente la parte balística. Otro punto a favor era que producía
muy pocos residuos de ácidos corrosivos.

Finalizado el tema de la pólvora negra, nos quedaría por mencionar dos propelentes con
características similares: Amidpulver y Ammonpulver. Digamos que pulver significa pólvora
en alemán.

Amidpulver: Fue patentado por un señor llamado Gans, en Hamburgo, Alemania. La


fórmula original era:

Salitre: 40 a 45%
Nitrato de amonio: 35 a 38%
Carbón: 14 a 22%

Dicha fórmula se mejoró sensiblemente pasando a tener una reducción de salitre del 14%
y un aumento del carbón del 49%, quedando de la siguiente manera:
Salitre: 38%
Nitrato de amonio: 35%
Carbón: 30%

Ammonpulver: Era otra variante de la pólvora negra pero en base a nitrato de amonio (80 a
90%) y carbón.

Similar a la Amidpulver, la temperatura de combustión es notablemente mas baja, en los


900° C, aproximadamente, con la consiguiente reducción en la erosión y corrosión en las
ánimas de los cañones, ya producía efectos balísticos similares a la pólvora sin humo de
base doble, no producía fogonazo, muy poco humo, era muy estable y además barata de
fabricar.

De todos modos tenía algunos puntos en contra; necesitaba un iniciador más potente para
su encendido; se debía mantener la forma exterior del grano en forma permanente, de lo
contrario había importantes cambios en la velocidad de combustión y la generación de
presiones. Era extremadamente higroscópica, razón por la cual se debía tener cuidado con
su almacenamiento y transporte. No toleraba grandes cambios de temperatura, con un
mínimo de humedad en los granos a temperaturas inferiores a 0° C, se generan cristales
de hielo que hacían frágil al grano. Por encima de los 32° C, se producía una
recristalización de los granos, en especial el nitrato de amonio, en estas condiciones se
trituran los granos. Un cartucho que se disparase con los granos pulverizados generaba
altísimas presiones que podían destruir las armas y a quienes las rodeaban.

Pólvora negra actual

Luego de aproximadamente 750 años de su creación, la pólvora negra tiene hoy en día
gran cantidad de adeptos tanto para la caza como para el tiro deportivo, también tiene una
gran aplicación en el campo militar. Por lo tanto su fabricación es totalmente
industrializada.

Podemos en pocas palabras dar un pantallazo al proceso de fabricación. Es necesario


para ello contar con la materia prima de altísima calidad y pureza, como primera condición,
como segunda condición respetar estrictamente las fórmulas. Las fábricas deben ser
preparadas para tal fin con modernas maquinarias y tecnologías, recordando la
peligrosidad del material que se está tratando, son muy importantes las medidas de
seguridad tanto en la fabricación como en la maquinaria y el almacenaje. La capacitación
del personal, como así los procesos deben estar bajo la estricta supervisión de
Organismos Estatales.

Partiendo como se dijo de la materia prima correcta (nitrato de potasio, carbón vegetal y
azufre) se produce a pulverizarlos; luego son mezclados en grandes tambores rotativos,
una vez homogeneizada la mezcla se le agrega agua en un 10%. Dicha pasta se la
comprime en grandes prensas hidráulicas, moldeándose así un producto llamado "tortas".
Luego dichas tortas pasan por un secadero, una vez secas se las tritura hasta obtener los
granos, los cuales se los tamiza para obtener los diferentes tamaños y se les quita el
polvo. Estos granos de pólvora se los hornean a 40° C, se los vuelve a colocar en
tambores rotativos donde toman la forma redondeada, se les agrega grafito, son
nuevamente tamizados y finalmente envasados para su comercialización.

Pólvora sin humo

La pólvora negra fue utilizada en armas de avancarga desde, aproximadamente, 1326


hasta 1850 y en armas cortas de retrocarga hasta 1880, momento en que da paso a la
pólvora sin humo.
Un poco de historia

Veremos brevemente como se desarrolla a través de los años la pólvora sin humo y luego
la analizaremos.

1833 - Acido nítrico concentrado, en tejido de lino.


1838 - Celulosa con ácido nítrico.
1845 - Algodón con ácido nítrico.
1846 - Algodón de pólvora.
1847 - Nitroglicerina (ácido nítrico y sulfúrico con glicerina).
1860 - Nobel experimenta con nitroglicerina.
1862 - Aserrín con ácido sulfúrico y nítrico.
1867 - Nitroglicerina disuelta en tierra. Nobel patenta la dinamita.
1884 - Pólvora B. Nitrocelulosa gelatinizada en éter.
1886 - Se usa la pólvora B para cartuchos Label 8 x 50.
1887 - Nitrocelulosa con nitroglicerina. Balístita (Nobel).
1890 - Nitrocelulosa con nitroglicerina y vaselina. Cordita.

Ampliando lo anterior diremos que a partir de 1840, en Francia se descubrió que tratando
sustancias orgánicas con ácido nítrico se obtenían sustancias explosivas, que eran muy
inestables. Ya a fines de 1845 un suizo llamado C. F. Schombein, descubrió que el
algodón tratado con ácidos nítrico y sulfúrico y luego lavándolo obtenía un elemento
bastante estable y manipulable. Así nació en 1846 el algodón pólvora o nitrocelulosa,
también llamada de base simple. Dicho elemento tenía la característica de arder
rápidamente lo que impidió su uso inmediato debido a la rotura de las armas. Su aplicación
comenzó en 1865, cuando se logró estabilizar la nitrocelulosa lavándola con agua fría y
caliente hasta neutralizar los ácidos y así modificar la estructura interna.

Poco tiempo después, en 1847, se descubre la nitroglicerina. Básicamente está compuesta


por glicerina con ácidos nítrico y sulfúrico. Este es un compuesto químico incoloro e
inodoro que contiene grandes cantidades de oxígeno. Una provocación exterior o golpe
provoca una instantánea y violenta explosión.

En 1862 y en plena época de grandes ensayos y cambios llega la pólvora Schultze, que
era una mezcla de aserrín con ácidos nítrico y sulfúrico. Se la utilizó mayoritariamente en
escopetas y se la llamó "semi-smokless" (semi-sin humo). Estaba pensada para cargas
iguales a la pólvora negra, pero era de combustión mucho más rápida, motivo este por la
cual no se la utilizó en fusiles.

La pólvora de base doble llega en 1887, consiste en mezclar algodón pólvora con
nitroglicerina. Dicha mezcla dio como resultado un propelente de gran calidad, ya que las
presiones de combustión son menores que el algodón pólvora. También se lo conoce con
el nombre de Balistita. El lado desfavorable es que debido a las altas temperaturas en
armas automáticas, como las ametralladoras, deteriora con gran frecuencia los cañones.

En 1890, en Inglaterra se ensayó la Cordita. Su composición es 37% de algodón pólvora,


58% de nitroglicerina y 5% de vaselina.

Características

La pólvora sin humo es un compuesto químico, a diferencia con la pólvora negra que es un
compuesto físico.

Comienza con el desarrollo de la nitrocelulosa, que luego se va perfeccionando con


distintos métodos para controlar la velocidad de combustión.

Las características principales son que el oxígeno necesario para la combustión parte de
una mezcla de productos químicos, razón por la cual no deja residuos sólidos sino que
solamente gases y vapores; también comparada con la pólvora negra produce tres veces
más energía a igual peso. Otra de las características son el tamaño y forma de los granos,
con el cual se va a controlar la velocidad de combustión acorde al tipo de arma que la
utilizará. Las formas mas comunes son: esféricos, cilíndricos, tubular, mono y
multiperforadas, etc.

Son tres los tipos de pólvora:

a. Base simple (nitrocelulosa)


b. Base doble (nitrocelulosa y nitroglicerina)
c. Base triple (nitrocelulosa, nitroglicerina y nitroguanidina)

Base simple: Compuesta por nitrocelulosa (algodón con ácidos nítrico y sulfúrico) y un
pequeño porcentaje de nitrógeno (13%). Su temperatura de combustión es relativamente
baja, con el cual se preservan las armas, no es afectada por los cambios de temperaturas,
pero la humedad puede hacer variar su rendimiento. Es la menos potente de las pólvoras,
generalmente utilizada en armas largas.

Base doble: Compuesta por nitrocelulosa y nitroglicerina como elementos principales. Se


le agregan otros compuestos con la finalidad de reducir la temperatura de la llama y la
estabilidad, estos son sales inorgánicas y centralita. Al tener en su fórmula nitroglicerina es
la pólvora más potente de todas. Tiene alta velocidad de combustión, fácil encendido, gran
poder y alta temperatura (a veces superior a la fusión del acero, con el cual acorta
notablemente la vida útil de los cañones). Por ser tan rápidas se las utiliza preferentemente
en armas cortas. Es resistente a la humedad y cambios de temperatura. Es más peligrosa
su manipulación y más costosa su fabricación que la base simple. Se le atribuye a Alfred
Nobel el desarrollo de agregar nitroglicerina a la nitrocelulosa.

Base triple: Es una variante de la pólvora de base doble. En un caso se le agrega a esta
nitroguanidina, en otro se reemplaza la nitroglicerina por trinitrato de trigicol. La función de
la nitroguanidina no solo reduce el fogonazo, sino que aumenta su potencial balístico. La
aplicación de pólvoras de base doble se da más en armas cortas, debido a que la
combustión se produce con mayor rapidez. Es el caso de una pistola semiautomática que
necesita una mayor velocidad de combustión para generar rápidamente altas presiones,
imprescindible para que el proyectil adquiera altas velocidades en cortos cañones y con
poco paso de estrías.

Las pólvoras de base simple, en contrapartida son utilizadas mayoritariamente en armas


largas. La particularidad de su menor velocidad de combustión respecto de las de base
doble le da la propiedad de que sea constante la presión generada, o sea que el proyectil
recibe esa presión constante desde que toma contacto con las estrías del cañón hasta que
abandona la boca del arma.
Las pólvoras de base triple son utilizadas mayormente en artillería. Asimismo encontramos
otras características muy importantes, a saber:
Progresividad: Es la particularidad de una pólvora, que de acuerdo a la forma y superficie
de quemado de sus granos, variará la velocidad de combustión, la emisión de gases y el
aumento de la presión, se la divide en dos grupos:

Regresiva: Característica de los granos cilíndricos, láminas o esféricos. Tiene la propiedad


que la generación de gases y simultáneamente la presión aumenta rápidamente, y
disminuyen de la misma manera, porque también la superficie de quemado disminuye.

Progresiva: Corresponde a los granos multiperforadas. A diferencia de la anterior la


generación inicial de gases es menor, pero va aumentando en forma constante porque
también aumente la superficie de combustión, por lo tanto necesita más tiempo para llegar
a la presión máxima, que siempre es menor que en la regresiva, lo que hace que los
cañones estén sometidos a menores esfuerzos.
Forma esquemática de los granos de pólvora

Para tener una idea más clara de lo importante que resulta una mayor superficie de
quemado en un grano de pólvora, imaginemos tener un grano de pólvora de 1 cm³,
tendríamos una superficie de combustión de 6 cm², ahora bien, si cortáramos nuestro cubo
en pequeños cubitos de una décima de milímetro de lado (0.10 mm), obtendríamos
1.000.000 de dichos cubitos por 0.06 mm² cada uno, o sea que 1.000.000 de cubitos por
0.06 mm² de superficie, nos da una superficie total de quemado de 600 cm². Este simple
ejemplo nos demuestra que solamente con modificar la forma de los granos de pólvora, sin
alterar la cantidad de la misma, el comportamiento en cuanto a generación de gases y
presión es totalmente distinto, debido simplemente a la mayor superficie de quemado.

Vivacidad: La vivacidad de las pólvoras es una definición muy difícil de expresar. Puede
expresarse como la facilidad de una pólvora para arder. También si nos referimos a una
carga determinada como lo inverso del tiempo de combustión.

Se la clasifica en 5 ítems:

Instantánea: Cuando la carga se combustiona totalmente antes que el proyectil comience


a desplazarse.

Lenta: Cuando la combustión termina luego que el proyectil ha iniciado su movimiento


dentro del cañón del arma.

Combustión estricta: Cuando esta finaliza antes que el proyectil abandone la boca del
arma.
Combustión completa: Cuando la misma finaliza antes que el proyectil abandone la boca
del arma.

Combustión incompleta: Cuando el proyectil abandona la boca del arma y aún quedan
granos de pólvora por quemarse.

Densidad de la carga: Para obtener un mayor o menor impulso del proyectil, debemos
pensar en la composición química, tamaño y forma de los granos y cantidad de pólvora.
Justamente a la cantidad de pólvora es la que se denomina como densidad de la carga.
Como definición podemos decir que es la relación entre el peso del propelente, en alguna
unidad de peso y el volumen de la cámara de combustión, también en alguna unidad de
volumen, el resultado de esta ecuación es característico de cada arma / cartucho. Cuando
decimos volumen de la cámara de combustión nos referimos a la vaina con la punta en su
lugar, como primera cámara de combustión, luego que el proyectil avanza ya parte del
cañón pasa también a ser cámara de combustión El resultado de dicha ecuación depende
de dos variables, si decimos que el volumen de un cartucho es constante, entonces vemos
que al variar la densidad de la carga variará indefectiblemente la presión y por ende la
velocidad del proyectil.

La densidad de carga se pone de manifiesto y se observa mas en recarga, de hecho al


aumentar el peso de la punta se debe indefectiblemente bajar la carga de pólvora. Aquí
vemos que se modifica el volumen de la vaina y por ende la carga. Para finalizar digamos
que un cartucho de arma corta una densidad de carga normal sería entre un 55 % y 65% y
en un cartucho de fusil el 90%.

Combustión: También llamada deflagración. Es el proceso de quemado de la pólvora, en


el cual esta se transforma en gases, que son los que generan un gran aumento de presión
y una gran cantidad de calor.

Velocidad de combustión: Es la velocidad con que la pólvora pasa de estado sólido a


gaseoso. Va a depender del tipo de pólvora y tipo de grano que se quema en una
determinada unidad de tiempo. Otros factores determinados de la velocidad de combustión
serían los recubrimientos retardadores.

Cobertura retardante: Son productos químicos que se le aplican a los granos de pólvora,
a fin de reducir la velocidad inicial de combustión. Uno de los productos más usados es el
grafito, principalmente para mejorar el escurrimiento de los granos entre sí, también para
eliminar las cargas de corriente estática que se genera a partir de la propia fricción entre
ellos y finalmente y más importante como elemento retardante de la combustión. Además
del grafito, algunos de los elementos más usados como retardadores son el sulfato de
potasio, dibutil-eftalato, criolita, etc.

Un efecto que no fue previsto inicialmente, pero que en definitiva dio muy buenos
resultados, es que al bajar notablemente la temperatura inicial de la combustión, se redujo
también la erosión de los cañones de las armas, alargando así su vida útil.

Como último dato digamos que la unidad de medida del peso de la pólvora es el grain.
Proviene de granos, que antiguamente era la forma de medir la cantidad de pólvora usada
en una determinada carga. Actualmente el grain es una unidad de peso y su equivalencia
es: 1 gramo = 15.43 grains, o 1 grain = 0,064 gramos. Nótese lo pequeño que es la unidad
grain, y por ende la especial atención que debe ponerse para dosificar la carga de pólvora,
puesto que un descuido o error puede derivar en gravísimos accidentes.

A modo de ejemplo vemos que la carga del poderoso 9 mm Luger, dependiendo del peso
de la punta varía entre 3.7 y 4.7 grains, del mismo modo el .45 ACP oscila entre 4.5 y 5.5
grains; para armas largas, tenemos un fusil Mauser calibre 7.65 mm, 45 grains, Fusil
calibre 7,62mm 43 grains, escopeta calibre 12 34 grains.

nota aparte: un grain equivale a 0.064799 g

1gn = 0.064799 g
Fabricación: Al igual que lo expresado para la fabricación de la pólvora negra, la pólvora
sin humo requiere de modernas instalaciones, dotadas con las últimas tecnologías,
personal altamente calificado y por sobre todo bajo la supervisión de organismos oficiales.
Se deben tener estrictos controles en cuanto a la seguridad. Cada uno de los procesos
deben ser controlados con sumo cuidado y teniendo en cuenta las pequeñas tolerancias
con que se trabaja en cuanto a tiempo y temperaturas.

La fabricación podríamos resumirla de la siguiente manera: se parte de la materia prima o


sea el algodón, se lo trata con hidróxido de sodio y luego es enjuagado en agua. Para
quitar todo resto de hidróxido de sodio se lo trata esta vez con ácido débil y se lo enjuaga
nuevamente. Se le deja un pequeño porcentaje de humedad y luego es nitrado con ácido
nítrico y sulfúrico. A continuación se lo lava y enjuaga varias veces y se lo centrífuga para
finalmente lavarlo con alcohol. Se lo comprime en prensas hidráulicas y los trozos
prensados son triturados. A dicho elemento se lo transforma en gelatina, agregando una
solución de alcohol y éter como agente estabilizador. La consistencia es la extrusión en
prensas hidráulicas a través de cribas con o sin perforaciones, lo que da la forma definitiva
del grano. Se los seca con aire caliente húmedo, se los corta a la medida exacta ya
preestablecida, se les agrega el retardante, para luego secarlos definitivamente con aire
caliente. Se los coloca en tambores giratorios donde son pulidos con el agregado de
grafito, que como vimos reduce la electricidad estática, actúa como agente retardante y los
protege de la humedad. Finalmente son embalados y almacenados para su posterior
comercialización.

Podemos decir que la gran diferencia entre la pólvora negra y la pólvora sin humo es que
la primera no tiene ley de combustión. O sea que no hay forma de poder controlar la
velocidad de combustión mas allá del tamaño de los granos, a diferencia de la pólvora sin
humo que si se puede controlar y en forma muy precisa dicha velocidad, no solo con la
granulometría sino también con aceleradores o retardadores, elementos que bajan la
temperatura, apagan la llama entre otros.
Como comentario final podemos agregar que, bajo ningún concepto se puede emplear
pólvora sin humo, cualquiera sea su tipo, en armas de avancarga o retrocarga, que
originalmente fueron concebidas para utilizar pólvora negra. Las altísimas presiones que
genera la pólvora sin humo respecto de la pólvora negra, sumado a la diferencia en la
resistencia de los aceros de armas antiguas respecto de los modernos, pondría en serio
riesgo de una violenta explosión no solo la integridad de las armas, sino también a los
tiradores y ocasionales espectadores.
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