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La conducta humana siempre va dirigida hacia algo, hacia una finalidad que da sentido a toda tarea. Los
términos fin, metas, propósitos y objetivos expresan conceptos relacionados entre sí.
Fin: El fin es la aspiración de algo que se desea alcanzar; es el ideal del hombre que se pretende formar
por un medio de una serie de objetivos. El fin de la educación responde a una concepción del hombre
que se considera valiosa en un determinado momento y lugar.
El tipo de hombre que se quiere lograr con la educación varía con las características de la sociedad en la
que la educación se realiza, con las distintas visiones del mundo y de la vida, con los diferentes sistemas
de valores y marcos culturales.
Los fines son llamados Objetivos Direccionales u Orientadores porque indican el rumbo y los puntos de
llegada deseados, en torno a los cuales deben concentrarse todas las actividades de la educación. Como
el proceso educativo supone un ideal de perfección, de elevación, de mejoramiento, toda educación
supone un fin, tiende a alcanzar un estudio diferente del que era originalmente, es el deber ser de la
educación.
La educación parte de un ser que es el sujeto con sus características actuales y tiende a lograr un deber
ser, que es el fin de la educación.
Meta: La meta es un objetivo cuantificado. Determina con precisión el plazo, breve o no, en que pueden
ser alcanzados cada uno de los objetivos particulares.
Ejemplo:
Al término del primer año de la carrera, el estudiante será capaz de trazar mapas utilizando escalas
convenientes.
La expresión subrayada expresa el tiempo o plazo en el que el estudiante deberá ser capaz de
demostrar el objetivo logrado.
OBJETIVOS
Los objetivos dan sentido y dirección a la acción docente. Son una forma de concretar el fin de la
educación. La formulación de objetivos es previa a cualquier tarea escolar.
En toda actividad el docente debe preguntarse ¿Qué quiero lograr? ¿Para qué la realizo?
Las respuestas a estas interrogantes determinan su acción. Son objetivos visibles establecidos con
anterioridad al proceso enseñanza-aprendizaje y que representan capacidades concretas que el
estudiante debe lograr o desarrollar con la orientación del profesor.
Es importante que las expresiones escritas de los objetivos sean claras, organizadas, relacionadas con el
dominio que uno quiere que el estudiante alcance y que especifiquen concretamente los contenidos y
capacidades a ser desarrollados.
¿Por qué son importantes los objetivos al planificar los procesos de enseñanza-aprendizaje?
Este propósito debe conocerlo muy bien tanto las autoridades educativas, el profesor, el estudiante, la
comunidad educativa y social; si esto no acontece, si no se conoce a profundidad los ideales que
pretendemos alcanzar, difícilmente se conoce cómo llegar a dicho punto.
El profesor que quiere lograr ideales sociales bien definidos, debe saber cómo derivar de ello los
objetivos didácticos que deberá alcanzar el estudiante paulatinamente. Es indispensable que tenga
claridad de los pasos que son necesarios para alcanzar sus propósitos, porque así podrá ir controlando
que todo se vaya cumpliendo a satisfacción y tomando medidas correctivas si esto no sucede en tiempo
y forma.
La formulación de objetivos es fundamental porque alrededor de ese proceso, gira toda la labor
docente: los contenidos, las experiencias de aprendizaje, los recursos que utiliza. Además la formulación
de los objetivos permitirá al profesor planificar situaciones de enseñanza-aprendizaje realizables,
conectadas éstas con la realidad social del estudiante y acordes a las características del mismo y de la
asignatura.
Dentro del proceso de planificación curricular, se elaboran objetivos desde muy diversos niveles de
concreción: desde los del nivel de macro planificación, hasta los específicos de nivel de aula, propios del
planeamiento didáctico que realiza el docente.
Los objetivos operan en diversos niveles de concreción, un ejemplo del nivel de macro planificación, son
las grandes intencionalidades educativas declaradas por el país o el estado. Es decir, es mediante la
elaboración de los objetivos de niveles más específicos (didácticos, de asignatura, de carrera, de nivel
educativo, etc.) que se concretan los fines y objetivos generales que se propone el sistema educativo
como un medio para dar respuesta a las demandas educativas de determinada sociedad.
Si bien el nivel de concreción que le corresponde planificar al docente es el de aula, es fundamental que
éste se asuma esa tarea de planificador de clases, en el marco de los niveles anteriores. Estos,
obviamente, condicionan y determinan esta última especificación de los objetivos.
Los niveles de objetivos y la forma en que éstos se van concretando en las diversas etapas de la
planificación curricular, se visualizan en el esquema que se presenta en la página siguiente,
considerando los planteamientos de Coll (1991).
Como puede apreciarse en ese esquema, los objetivos del planeamiento didáctico están engarzados,
concatenados, indefectiblemente relacionados con los de los niveles anteriores; por esto, actúan
concretamente en la sala de clase, desde las intencionalidades que se han planteado en los objetivos
declarados en cada uno de los niveles anteriores.
En el caso específico de propuestas curriculares de nivel nacional, válidas para todo el sistema
educativo, los objetivos de nivel macro se difunden en la sociedad en general, principalmente en las
instituciones educativas y llegan a los docentes en una serie de documentos orientadores emitidos
generalmente por los Ministerios de Educación, como las políticas curriculares, los diseños curriculares,
los programas de estudio, las guías metodológicas, etc. Al docente le corresponde analizar esos
objetivos, para adecuarlos o contextualizarlos a su realidad específica de aula.
FINES DE LA EDUCACIÓN
MACRO PLANIFICACIÓN
Expresan las competencias que el estudiante de educación superior debe desarrollar durante su
carrera.
Concretan los aprendizajes específicos para un área o asignatura del plan de estudios y que apuntan, con
la suma de las otras asignaturas o materias, a lograr el perfil de la carrera. Es este sentido, ya se
expresan en estos objetivos explícitamente los contenidos, clarificando su profundización y el alcance en
término del proceso que fortalecerá. Estos contenidos deben considerar las siguientes categorías:
hechos, conceptos y principios; procedimientos, valores, normas y actitudes.
MICROPLANIFICACIÓN
Constituyen estos los objetivos de nivel de mayor concreción y detalle, ellos orientan los procesos de
enseñanza y aprendizaje en el aula. Esto significa que señalan con toda precisión las capacidades que
se pretenden alcancen los estudiantes y los contenidos que serán motivo de aprendizaje en el aula.
Estos objetivos se explicitan en los diversos tipos de plan que elabora el docente: planes anuales,
mensuales, semanales o diarios.
De igual forma, el conocimiento de los objetivos del nivel macro permitirá, al grupo de docentes, tomar
decisiones en torno a aspectos de esos objetivos generales que se desean enfatizar o fortalecer, a través
de la práctica pedagógica en esa institución, y en la realidad concreta de sus estudiantes.
En los siguientes párrafos, se va a profundizar en el último nivel de concreción de los objetivos; es decir,
en el proceso de planeamiento de los objetivos didácticos de microplanificación que se incluirán en los
proyectos o planes didácticos: mensuales, semanales, diarios, como orientadores para la ejecución de
los procesos de enseñanza y aprendizaje que se desarrollarán en las aulas.
En el momento del planeamiento didáctico, es básico preguntarse cómo pasar de los objetivos amplios
(que reflejan intenciones educativas generales) a una serie de objetivos de nivel muy concreto (que
orienten la práctica pedagógica en el aula). Es importante aclarar que los objetivos de las asignaturas,
ya son una concreción de los objetivos generales de la carrera, que concretan objetivos de nivel, y así
hasta los fines y objetivos de la Educación.
Como ya se planteó, existe una amplia gama de formas de visualizar los objetivos, clasificarlos,
elaborarlos, etc.; no se entrará aquí a detallar cada una de esas tendencias. Se tratará, más bien, de
hacer una breve referencia a algunas de las posiciones más conocidas, y se profundizará en las
características que deben tener los objetivos en una propuesta curricular conductista o constructivista
por ser las más conocidas y practicadas.
En las posiciones conductistas se visualizan los objetivos como “conductas finales” o cambios de
conducta (conductismo). Estos objetivos deben incluir conductas observables, que permitan la
medición de los resultados y, por tanto, dejan de lado los procesos cognitivos que subyacen al logro de
esas conductas.
Al plantear este tipo de objetivos, se espera que todos los estudiantes alcancen idénticos resultados, en
términos de una conducta previamente establecida en el objetivo.
En otra posición conductista, los objetivos se definen en términos del logro de habilidades o destrezas
cognitivas. En esta línea, se señala una serie de procesos cognitivos o de pensamiento, como los más
importantes de desarrollar en los estudiantes, y se proponen objetivos relativos a ellos. Estos objetivos
se plantean en forma independiente de los contenidos específicos.
Dentro de esta postura teórica, es interesante el planteamiento de Bruner, para quien “...los efectos
deseables de la educación escolar no deben referirse tanto a la adquisición de determinadas pautas de
comportamiento, como a la adquisición de destrezas cognitivas que pueden generalizarse y aplicarse a
una amplia gama de situaciones. El estudiante debe ser enseñado de tal manera que pueda continuar
aprendiendo en el futuro por sí solo” (en César Coll, 1992).
Estos objetivos, al estar separados de los contenidos específicos, resultan muy ambiguos, por lo que
dificultan el planeamiento de los objetivos de aprendizaje de nivel de aula, especialmente porque en
muchos casos, este tipo de objetivos son válidos para diferentes asignaturas, debido a su nivel de
generalidad o ambigüedad.
Otro tipo de objetivos que se han considerado en el proceso de planificación son los llamados objetivos
expresivos (Eisner1). Estos, al igual que los anteriores, tampoco se definen en términos de conducta
final observable. En ellos, se incluye una situación de aprendizaje; se concentran estos objetivos más en
la actividad o experiencia por realizar que en el conocimiento por adquirir.
Otra posición interesante la constituye la que realiza un planteamiento mixto. Expresa que los objetivos
deben visualizarse como una mezcla entre los procesos cognitivos y los contenidos por desarrollar en
cada caso. Se asume en esta posición que los contenidos serán construidos, reconstruidos o adquiridos
mediante determinadas habilidades de pensamiento.
En los enfoques constructivistas, al plantear los objetivos, el énfasis se pone más en el proceso que en
el resultado. Estos objetivos no expresan conductas fijas idénticas y predeterminadas. Por el contrario,
se definen en forma más general, de tal manera que propicien y posibiliten las adecuaciones y
especificaciones que se requieren en los diferentes niveles del planeamiento. Esta apertura de los
objetivos conlleva la valoración de las diferencias individuales y de los contextos socioculturales.
Lo importante, en estas propuestas, es que los objetivos reflejan competencias o capacidades generales
o globales. Si bien estos objetivos se concretan, en el momento, con un determinado contenido, se
manifiestan con diversos matices en cada estudiante o grupo de estudiantes, y pueden posteriormente
ser aplicados en situaciones nuevas y diferentes. El logro de esas competencias y capacidades es el
objeto del aprendizaje, por considerar estas capacidades fundamentales para el desarrollo personal y
social de cada estudiante.
En estas posiciones constructivistas, los objetivos tienden a propiciar el desarrollo integral de los
estudiantes, al estimular su desarrollo individual (en lo cognitivo, en lo actitudinal o en lo valórico), su
desarrollo físico y su desarrollo social (inserción en la vida social). Al plantearse objetivos de corte
amplio, se espera que en ellos se logren incorporar integralmente elementos que, en su interactuar,
atiendan las diversas dimensiones del desarrollo de la persona.
Interesa que en los objetivos se perciban, se expliciten los conocimientos, las habilidades, las destrezas
y las pautas de comportamiento y de relación que acercarán a los estudiantes al logro del tipo de
persona que se desea formar, y que se perfila en la secuencia de objetivos planteados desde los niveles
macro (perfil de la carrera, objetivos generales de la educación, etc.).
1
Esiner en "Los objetivos Educativos: ayuda o estorbo? En: Gimeno Sacristán y Pérez Gómez, "La enseñanza: su teoría y su
práctica", Akal, Madrid, 1985.
Así, dentro de las visiones conductistas, se seleccionaban verbos para elaborar objetivos, tomados de la
taxonomía de Bloom (Bloom 1956, Anderson & Krathwohl, 2000 y Churches, 2008); posteriormente, se
enriquecieron algunos elementos, y se trabajó con la taxonomía de Gagné (1977).
En realidad, las clasificaciones deben ser vistas como un referencial que permite manejar diversos
elementos en el momento de elaborar los objetivos que formarán parte de los diversos planes
didácticos.
Al elaborar los objetivos de aprendizaje, en la línea de rescatar el valor que posee una adecuada
integración del contenido (información, habilidades, destrezas, actitudes), se retoman los
planteamientos de César Coll (1997). La posición de este autor permite clarificar que el aprendizaje de
diferentes tipos de contenidos conlleva capacidades y competencias diferentes; estas se expresan en los
objetivos, en lo formal, esencialmente en los verbos que se utilizan al redactar esos objetivos.
Siguiendo esta posición entre las taxonomías, se presenta un cuadro resumen de la posición ofrecida
por César Coll, en su libro Psicología y Currículo (1997), en torno a los diversos tipos de contenido, al
significado de su aprendizaje y a las capacidades o competencias que implica. Se ha elaborado este
cuadro por considerar la posición de Coll muy congruente con la búsqueda de propuestas pedagógicas
más constructivas. Se constituye este cuadro en un buen referente y en una ayuda para el docente, en
el momento de elaborar los objetivos de aprendizaje dentro del proceso de planeamiento didáctico.
Al momento de elaborar los objetivos, resultará muy valioso que los docentes recurran al cuadro
anterior, como un referencial clarificador y orientador. Esto les ayudará a tener mayor precisión al
decidir una determinada competencia o habilidad, para adquirir un tipo de contenido específico, y
expresarlo con uno o varios verbos pertinentes.
Como se explicó en párrafos anteriores, en el caso de las corrientes constructivistas los objetivos se
concentran en los procesos, más que en el resultado en sí. En esta línea, resulta esencial conocer y
manejar los procesos y los pasos (o etapas) que estos incluyen. Generalmente, la mayoría de los verbos
que se utilizan para introducir los objetivos se reiteran en las diferentes taxonomías. No obstante, en
cada caso son visualizados en forma diferente. Por ejemplo, si se emplea el verbo “clasificar” en una
visión conductista, lo que se espera es el resultado, es decir, la “clasificación en sí”, ya sea un cuadro, un
listado, etc. Si, por el contrario, se emplea el verbo “clasificar” en una propuesta constructivista, se
piensa tanto en el producto como en el proceder, en los pasos que realizó el estudiante para alcanzar
ese resultado, en la forma en que creó o recreó los criterios de clasificación, clases o tipos, etc. En otros
términos, interesa la clasificación, pero también la forma, la estrategia cognitiva que siguió el estudiante
para realizarla.
Con la misma aclaración de que estas taxonomías y clasificaciones deben ser vistas y utilizadas sólo
como referentes, se describen a continuación procesos en los pasos que cada uno implica. Se trata de
una propuesta, orientadora, no definitiva ni acabada, pero que pretende que el docente vea, con mayor
claridad, qué significa y qué implicaciones tiene el planteamiento de objetivos de proceso, como una
forma más coherente con los principios constructivistas.
Descripción de algunos de los procesos que podrían emplearse al elaborar los objetivos dentro del
planeamiento didáctico1
En este apartado se incluyen procesos que podrían emplearse en los planes didácticos, al elaborar los
objetivos.
Los procesos se presentan en orden alfabético, de acuerdo con el verbo que los representa o introduce,
describiéndolos en términos de los “pasos” que cada uno de ellos implica.
Estos procesos deben servir a quienes elaboran planes didácticos, al seleccionar los verbos que
introducirán los objetivos y, básicamente, para orientarse al plantear las situaciones de aprendizaje,
para que estas permitan desarrollar, en forma efectiva, cada uno de los objetivos de proceso.
Es importante tener presente que esta lista de procesos no es exhaustiva, y que en las diferentes
asignaturas podrían tener que agregarse algunos otros “muy propios” o específicos de la especialidad.
7. Comunicar / Comunicarse.
Seleccionar la información que se desea comunicar (opiniones, descripciones, datos,
informaciones, etcétera).
Determinar la forma más adecuada para realizar la comunicación (oral, escrita, gráfica, gestual,
artística, etcétera).
Elaborar un esquema organizativo sobre lo que se va a comunicar.
Presentar ante el receptor (maestro, familiares, compañeros, vecinos, etc.) las opiniones,
descripciones, informaciones, etc., que se desean dar a conocer.
Escuchar las reacciones o impresiones del receptor, en torno a lo comunicado.
Reaccionar ante las opiniones del receptor.
Asumir alternativamente el rol de emisor / receptor.
11. Demostrar.
Determinar las habilidades y destrezas que se deben aplicar en situaciones específicas: juegos,
elaboración de materiales, resolución de problemas, dinámicas grupales, comprobación de
fenómenos, desarrollo de experimentos, etcétera.
Practicar diferentes habilidades y destrezas hasta alcanzar su dominio.
Practicar en situaciones específicas, manifestando el nivel de habilidades, conocimientos y
destrezas que se poseen en diferentes campos, para comprobar hechos, fenómenos, desarrollar
soluciones con problemas, etcétera.
Realizar, ante observadores, actividades que le permitan evidenciar las habilidades y destrezas
desarrolladas en diversos campos.
12. Describir.
Observar, con todos los sentidos que sean aplicables (oído, vista, olfato, etc.), personas,
fenómenos, objetos, hechos o situaciones.
Determinar con detalle y en forma objetiva todas las características de lo observado.
Seleccionar las características que permiten configurar lo observado, de manera que se
diferencie de otros objetos, hechos, fenómenos, situaciones, etcétera.
15. Experimentar.
Leer o escuchar explicaciones, y observar experimentaciones o fenómenos que pueden ocurrir
en situaciones determinadas, en los más variados campos (transformación de la materia,
germinación, producción de plantas, etcétera).
Practicar o reproducir las explicaciones y experimentaciones observadas, leídas o escuchadas.
Planificar situaciones para experimentar los principios, teorías o fenómenos estudiados.
Plantear “hipótesis” o “supuestos”, sobre lo que ocurrirá al realizar el experimento.
Desarrollar, poco a poco, el proceso experimental.
Dar seguimiento al experimento, anotando lo que ocurre.
Elaborar un informe sobre los resultados del experimento, en relación con los supuestos o
hipótesis plateadas.
Buscar variantes y nuevas formas originales, para experimentar en diversos campos.
18. Inferir.
Identificar situaciones, fenómenos o hechos específicos (condiciones del ambiente:
deforestación, contaminación ambiental por basura y ruido, etc.), determinando las
características objetivas que configuran el objeto en estudio.
Visualizar las relaciones de causa y efecto que explican el fenómeno, hecho o situación.
Obtener conclusiones en relación con las aplicaciones del fenómeno, el hecho o la situación en
estudio, en otros hechos o situaciones concretas, reales.
Plantear las conclusiones o deducciones que deriven del análisis realizado, para explicarlo en
razón de las inferencias realizadas.
19. Interpretar.
Identificar hechos, fenómenos, ideas, sentimientos o situaciones concretas, tratando de
descifrar el significado de todos los elementos que entran en juego con ellos.
Seleccionar los elementos o aspectos de los hechos, fenómenos, ideas, sentimientos o
situaciones, cuyo significado debe ser clarificado y explicado.
Buscar argumentos que permitan comunicar con claridad el significado de esos elementos.
Explicar o clarificar (objetiva y subjetivamente) el significado de los aspectos o elementos
seleccionados.
Elaborar una explicación interpretativa sobre el fenómeno, la idea o la situación, incluyendo la
clarificación que se ha realizado, de manera que pueda ser comprendida en todos sus alcances.
21. Observar.
Identificar el hecho, fenómeno, objeto o situación que será motivo de observación.
Examinar sus características, utilizando la mayor cantidad de sentidos que sea posible (vista,
tacto, gusto, olfato, etcétera).
Categorizar y cuantificar las características identificadas, de manera que permitan diferenciar lo
observado en otros fenómenos, hechos u objetos similares.
Distinguir entre observaciones objetivas (denotación) y observaciones subjetivas e
interpretaciones (connotación), observaciones estéticas permanentes y observaciones que
permiten recibir los cambios que sufren los objetos del estudio.
Describir en forma oral o escrita, con precisión, lo observado, con fundamento en la información
obtenida mediante los diferentes sentidos, de tal manera que cualquier persona pueda
“conocerlo” o “reconocerlo”, aunque no lo tenga frente a sí, o no lo hubiese visto antes.
23. Resumir.
Escuchar o leer información sobre diversos aspectos (datos, hechos, fenómenos, situaciones
específicas, etcétera).
Tomar nota durante la escucha o la lectura (subrayar, hacer notas al margen, copiar en un
cuaderno, etcétera).
Reflexionar sobre lo escuchado y sobre lo leído.
Reconsiderar las notas y la información escuchada.
Seleccionar las ideas centrales del material leído o escuchado.
Elaborar, con base en las ideas centrales, un bosquejo o esquema sobre el tema.
Elaborar, con base en el esquema, un texto oral o escrito, en el que se sinteticen las ideas
centrales de lo leído o lo escuchado.
El docente, en las propuestas constructivistas, debe ser un constructor de su propia práctica; por tal
motivo, se manejan líneas orientadoras, propuestas alternativas de modelos, etc., y no esquemas rígidos
o modelos únicos y definitivos.
En el caso de la redacción de los objetivos, algunas veces, desde el nivel nacional se asumen posiciones,
tendientes a unificar el trabajo docente. En esta situación, el educador deberá considerar el tipo de
lineamiento y el nivel de prescripción con que se plantea. Lo esencial es que el objetivo incluya dos
elementos básicos: el proceso de aprendizaje o de pensamiento por desarrollar y los contenidos de
aprendizaje.
A manera de ejemplo, y sin carácter prescrito, puede observarse la forma en que se redactan los
siguientes objetivos:
Cuando se comienza a planificar es fácil confundir un objetivo con un contenido por que la relación que
existe entre ambos es muy estrecha. Los objetivos no se identifican si se confunden con la asignatura;
sólo se relacionan con ella, señalando los cambios de comportamiento y las adquisiciones de los
estudiantes deben realizar a través del estudio. La materia solamente es el reactivo utilizado para
obtener de los estudiantes los puntos educativos deseados.
DOMINIO COGNOSCITIVO
El dominio cognoscitivo, que abarca los procesos mentales generalmente conocidos como “memoria” e
“inteligencia”, comienza con comportamientos tan concretos y simples como el “conocer” y llega hasta
comportamientos tan abstractos y complejos como el “sintetizar” o “evaluar”.
Este dominio abarca todo lo que sea “conocimientos”, “habilidades intelectuales”, “aptitudes
intelectuales”. Entendiendo por habilidades intelectuales: Modos y técnicas de operar intelectualmente
y por aptitudes: capacidad de resolver problemas nuevos. Unas habilidades que manejan los
conocimientos adecuados dan como resultado una aptitud para un campo determinado.
En los años 90, un antiguo estudiante de Bloom, Lorin Anderson y David R. Krathwohl, revisaron la
Taxonomía de su maestro y la publicaron en diciembre de 2000 [3]. Uno de los aspectos clave de esta
revisión es el cambio de los sustantivos de la propuesta original a verbos, para significar las acciones
correspondientes a cada categoría. Otro aspecto fue considerar la síntesis con un criterio más amplio y
relacionarla con crear (considerando que toda síntesis es en sí misma una creación); además, se
modificó la secuencia en que se presentan las distintas categorías. A continuación se presentan las
categorías en orden ascendente, de inferior a superior y se ilustran con la siguiente imagen:
explicaciones del familiar o en una su estructura global. revisada. Consta de a cabo tareas
docente. nueva. comprobación y crítica. creadoras, los
aprendices generan,
planifican y producen.
reconocer[Identifique las - interpretar [Traduzca - ejecutar - diferenciar [Señale la comprobar[Participe en - generar [Con base en
ranas dadas en un diagrama el problema de un relato [Agregue una información relevante en un grupo de redacción, y una lista de criterios,
de diferentes tipos de en una ecuación columna de una igualdad matemática, retroalimente a los escriba algunas
anfibios. Encuentre un algebraica. Dibuje un números con dos y tache la información compañeros en cuanto a la opciones para mejorar
triángulo isósceles en su diagrama del sistema dígitos. Oralmente, irrelevante. Dibuje un organización y lógica de los las relaciones
vecindario. Conteste digestivo.] lea un pasaje en diagrama que muestre argumentos. Escuche un interraciales en la
cualquier pregunta de falso- - ejemplificar [Dibuje una lengua los personajes discurso político y anote escuela. Genere
verdadero o de selección.] un paralelogramo. Cite extranjera. Lance principales y secundarios las contradicciones que diversas hipótesis
- recordar [Nombre tres un ejemplo del estilo de correctamente de una novela.] encuentre. Revise un plan científicas para
autoras latinoamericanas escritura presente en una bola de - organizar [Ubique los de proyecto para verificar explicar por qué las
del siglo XIX. Escriba las una corriente de béisbol hacia el libros en la biblioteca de si se incluyeron todos los plantas necesitan luz
tablas de multiplicar. pensamiento dada. bateador] la escuela, ordenados en pasos necesarios.] solar. Proponga un
Reproduzca la fórmula Nombre un mamífero - implementar categorías. Haga un - criticar [Juzgue en qué grupo de alternativas
química del tetracloruro de que viva en nuestra [Diseñe un gráfico que ilustre los medida un proyecto se para reducir la
carbono.] área.] experimento para modos en que las plantas ajusta a los criterios de una dependencia de
- listar - clasificar [Etiquete observar cómo y los animales en su matriz de valoración. combustibles fósiles,
- describir números pares o crecen las plantas vecindario interactúan Escoja el mejor método que contemple tanto
- recuperar impares. Elabore una en distintos tipos unos con otros] para resolver un problema aspectos de interés
- denominar lista de los tipos de de suelo. Corrija el - atribuir [Lea las cartas matemático complejo. económico como
- localizar gobierno encontrados texto de un escrito al editor de una Determine la validez de los ambiental. Sugiera
en las naciones de África dado. Elabore un publicación local, para argumentos a favor y en hipótesis alternativas,
moderna. Agrupe presupuesto.] encontrar puntos de vista contra de la Astrología.] basadas en los
animales nativos en sus - desempeñar de los lectores respecto a - revisar criterios.]
correspondientes - usar problemas locales. - formular - planear [Prepare
especies.] Determine la motivación - hipótesis fichas gráficas para una
- resumir [Redacte un de un personaje en una - experimentar representación
título para un pasaje novela o cuento corto. - juzgar multimedia sobre
Verbos Indicadores de procesos cognitivos
DOMINIO PSICOMOTRIZ
El dominio psicomotriz se refiere a la coordinación neuro-muscular. Es el campo de las “destrezas
físicas” y de las “habilidades manuales” que nunca son solo motrices, sino que siempre tienen una gran
carga psíquica. Se refiere a conductas que van desde el simple percibir o mejor dicho realizar
movimientos reflejos, hasta algunas adaptaciones, llenas de originalidad o creatividad o mejor dicha a
realizar una comunicación no verbal excelente. Clasificación: En cuanto a los principios de
ordenamiento que sirvieron de base al dominio Psicomotor, tenemos que los comportamientos están
ordenados a partir del más simple hasta llegar a los más complejos y están divididos en categorías;
Destreza: Montar, Calibrar, Armas, Conectar, Construir, Limpiar, Componer, Altar, Fijar,
Trazar, Manipular, Mezclar.
Al elaborar los objetivos de aprendizaje, en la línea de rescatar el valor que posee una adecuada
integración del contenido (información, habilidades, destrezas, actitudes), se retoman los
planteamientos de César Coll (1997). La posición de este autor permite clarificar que el aprendizaje
de diferentes tipos de contenidos conlleva capacidades y competencias diferentes; estas se expresan
en los objetivos, en lo formal, esencialmente en los verbos que se utilizan al redactar esos objetivos.
Siguiendo esta posición entre las taxonomías, se presenta un cuadro resumen de la posición ofrecida
por César Coll, en su libro Psicología y Currículo (1997), en torno a los diversos tipos de contenido,
al significado de su aprendizaje y a las capacidades o competencias que implica. Se ha elaborado este
cuadro por considerar la posición de Coll muy congruente con la búsqueda de propuestas
pedagógicas más constructivas. Se constituye este cuadro en un buen referente y en una ayuda
para el docente, en el momento de elaborar los objetivos de aprendizaje dentro del proceso de
planeamiento didáctico.
AVOLIO DE COLS, Susana. Los proyectos para el trabajo en el aula, de la teoría a la acción docente.
Ediciones: Marymar. Buenos aires, Argentina, 1996.
Escamilla González, Amparo. Las competencias básicas: Claves y propuestas para su desarrollo en los
centros. Editorial GRA. Barcelona,España. 2008
FERNÁNDEZ Adalberto. SARRAMORA Jaime. TARIN Luis. Tecnología Didáctica. Teoría y Práctica de la
Programación Escolar. Ediciones CEAC. Barcelona, España. 1984
MEC PARAGUAY. ( SINAD) LA Didáctica General: una revisión conceptual para una práctica renovadora.
1998
ZABALZA, Miguel A. La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas.2da ed. NARCEA, Madrid,
2002.