Tutoría Parcial II Adriano Aroca Salazar 2/26/2019

Teorías Queer, la Loca del Frente y Pinochet en ‘’Tengo miedo torero’’ de Pedro Lemebel

‘’ ¡Era un maricón! ¿Cómo no pude notarlo?’’ dirigiéndose Pinochet airoso a su esposa al

rememorar la imagen distante de la Loca del Frente, ‘’homosexuales exhibiéndose en el campo,
haciendo todas sus cochinadas al aire libre. Es el colmo’’. En la obra a analizar Lemebel elucubra,
entre otros, pensares acerca del género. Personajes como Pinochet y la Loca, que si bien son
antagónicos, comparten asimismo vivencias y accionares que se encacillan en el performance, las
categorías de identidad, y la construcción de lo masculino. En los siguientes párrafos, se analizarán
los anteriores tres ítems desde la perspectiva de las teorías queer.
Ese jugo de cadáver pintaba sus bocas, coloreaba sus risas mariconas con el rouge de la sangre
que se limpiaban en la carpeta. A sus ojos de loca sentimental, el blanco mantel bordado de amor
lo habían convertido en un estropicio de babas y asesinatos (…) el albo lienzo era la sábana de
violácea de un crimen, la mortaja empapada de patria donde naufragaban sus pájaros y angelitos.
(Lemebel, 2001, pág. 35)
El género se define, de acuerdo con Butler, en lo que denomina el performance, esto es, la
repetición que imita constantemente la fantasía que constituye las significaciones de identidad. El
performance corporal está fuertemente ligado a la cultura del poder, es así que, Pinochet acciona
un performance plano, predecible. Mientras que, la Loca del Frente genera disidencia desde su
performática redonda. Lo primero lo digo ya que Pinochet, es mostrado como un dictador militar
violento, burgués, homofóbico y criado bajo los estándares del heterosexismo. El hecho de que
este personaje constituya la institución de poder más fuerte de la dictadura chilena, vuelve a este
histórico, ejemplo digno donde el performance del hombre heteronormado, se vuelve su fantasía a
cumplir. Fantasía ya que se trata de un accionar rutinario para acoplarse a las dinámicas de la
masculinidad chilena, pero al mismo tiempo este es humillado diariamente por su esposa, se defeca
del miedo y tiembla como hoja en situaciones de peligro. En cuanto a la Loca del frente, genera
desde su identidad redonda, disidencia clara en las páginas de Lemebel. En primer lugar, y en
contraste con Pinochet, este personaje es de clase social baja. La Loca se junta con otrxs travestis,
comunistas y, frecuenta cines baratos como también pasea en el bus por el centro de Santiago. La
Loca está en constante contacto con el popolo, mientras Pinochet pertenece a la élite chilena. Desde
este primer punto, el lector puede elucubrar que, mientras más alejado esté el ente social de la
cultura del poder, más posibilidades tendrá de ejercer una performatividad del género que no va
de acuerdo al heterosexismo. Sus vecinas, los niños del barrio e incluso los revolucionarios, amigos
de Carlos miran a la Loca con asombro dada su performatividad: ‘’Aquí está el encargo que le
manda Carlos, le susurró al hombre, que descolocado por su homosexuada presencia, tomó el
paquete (…). (Lemebel, pág. 67). Este personaje se desarrolla desde su fantasía de ser una fémina
pero, asimismo se desarrolla con características propias del travesti ergo ellx es un ente diverso en
cuanto a representación de género, por lo que trata de representarse femenina desde el cine
latinoamericano de antaño, del tejer y la utilización de colores vivos cercanos a lo estrambótico,
cosa que no puede darse el lujo un ente heteronormado como Pinochet que ignora por default los
consejos de moda de su esposa.
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‘’Las categorías de identidad tienden a ser instrumentos de regímenes regularizadores, tanto si

obran como categorías normalizadoras de estructuras opresoras, como si sirven de encuentro para
una oposición liberadora’’ (Soto, 2009). Retomando la idea del hilvanar colorido de la Loca del
Frente, es posible decir que mediante este accionar se libera de algunas categorías de identidad
heteronormadas. En la cultura occidental, el tejer constituyó parte del qué hacer de millones de
mujeres ya que representaba pasividad y quedarse en el hogar. Para tejer bien o simplemente tejer,
el que realiza la acción debe estar sentado la mayoría de veces y, esto representa un estado parcial
de inactividad corporal, del quedarse en casa ensimismado en las lanas que uno teje y cabizbajo.
Este acto que realiza con frecuencia la Local del Frente, lx pone en conflicto con las categorías de
identidad masculinas ya que, lo que se esperaría de un macho, al menos en esta obra, es que sea
activo en un incidir social. Tal es el ejemplo de Pinochet, Carlos y sus amigos que, la mayoría son
hombres que, luchando por la libertad del país con armas y textos, no entran en disidencia con las
categorías de identidad de género binario, al menos no públicamente. Es por esta razón que, la
Loca del Frente se sorprende y genera cierto rechazo hacía Laura, ya que ella es una fémina que
rechaza en parte las categorías de identidad, teniendo un papel importante, de autoridad en el
Frente Revolucionario, mientras que La Loca es explotada con favores que tienen más que ver con
el facilitar pasivamente su casa que liderar.
No sabe usted que estos tipos traen mala suerte, y quizás qué tragedia nos espera este fin de
semana. ¿En qué cabeza les cabe permitir que un maricón use el uniforme de cadete? ¿No sabe
usted que estos desviados son iguales que los comunistas?, una verdadera plaga, donde hay
uno… ligerito convence a otro y así, en poco tiempo, el Ejército va a parecer casa de putas.
(Lemebel, pág. 80)
Estas palabras atribuidas al personaje de Pinochet dan la pauta al lector de que este dictador,
instaura un régimen que regula las categorías de identidad sexual. El hecho de que expulse a un
homosexual de su ejército, indiferentemente del cargo o procedencia, pone al lector a pensar en la
biopolítica. Las instituciones de poder politizan los cuerpos de los ciudadanos, aceptándolos o
rechazándolos, mutan su comportamiento y lo censuran, generando una clase de, como ya se dijo,
regulación en el comportamiento los entes sociales. Estas categorías de identidad están
directamente conectadas a la construcción de la masculinidad que, en la mayoría de las ocasiones
es inculcada desde la cuna familiar.
La construcción de la masculinidad por parte de figuras paternales y maternales es inculcada tanto
en La Loca del Frente como en Pinochet. A este último la madre lo cría con insistencia. Le compra
al pequeño Pinochet series de juguetes de guerra como tanques, soldados, caballería. Este
coleccionar de figurillas, se podría decir, afecta desde su infancia a su psiquis, creyendo que lo
normal es la guerra, que el hacer la guerra es diversión, pero al mismo tiempo un asunto que se
debe propagar como sus colecciones de juguetes. De lo anterior la teoría queer nos dice que, el
binarismo en la identidad de género, adjudica la fuerza, violencia, insistencia al ente masculino.
Asimismo, este accionar se ve reflejado en Pinochet cuando ve por primer y última vez a la Loca
del Frente cuando elucubra que, no deberían salir(los homosexuales) a las calles. Una vez más el
lector percibe que el macho chileno de los 80’ busca sumisión en los que no tengan identidad
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masculina. He mencionado ‘’insistencia’’ en oraciones anteriores, y lo hago ya que la madre de

Pinochet en la fecha de su cumpleaños lo obliga a invitar a todos aquellos que no son sus amigos.
Es así, que la figura de autoridad de este futuro dictador, se moldea con la violencia y el insistir.
En cuanto a la Loca del Frente, el padre le inculca la heteronormatividad desde el discurso de lo
masculino y la sumisión ante lo femenino. Lemebel evoca una escena de violación por parte del
padre, en uno de sus intentos para heterosexualizarlo, logrando que en un futuro de la narración,
en el personaje florecería una especie de irónico gusto hacía los machos y el masoquismo. Además,
el padre lo obliga repetidamente a jugar futbol y pelear con los otros niños, ser activo, sudoroso,
fuerte y violente. Es curioso reflexionar, por qué en algunos personajes como Pinochet, funciona
con cabalidad la expresión de la heteronormatividad y sus estrategias de sumisión mientras en
otros, como La Loca del Frente, no. Esto último lo relaciono con lo que dice Butler, que la
identidad de género es performativa, no solo en cuanto en como piensa la sociedad a ese ser sino
como ese ser se piensa y siente.
En este breve análisis se utilizó las teorías queer para desmenuzar las identidades de género de los
personajes (Pinochet y la Loca del Frente). Es menester conocer sus normativas y la relación que
la performatividad de sus cuerpos tienen con las instituciones de poder. Aún en tiempos de
revolución en el Chile de los 80’, la Loca del Frente es un ente social que genera disidencia y
aunque a pesar de que la masculinidad construida y con la que fue ultrajada, pudo ellx escapar,
pero solamente porque el ser le hablaba que su performance se encontraba en otras danzas, a
diferencia de Pinochet.

Bibliography
Lemebel, P. (2001). Tengo miedo torero. In P. Lemebel, Tengo miedo torero (p. 45). EpubLibre.
Soto, C. F. (2009, Abril). Sociología México. Retrieved from scielo.org:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-01732009000100003