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Universidad del Salvador

Facultad de Ciencias de la Educación y Comunicación


Social

Ciclo Pedagógico Universitario

Trabajo Parcial
Historia de la Educación

Profesora
Lic. María Laura Maire

Alumna
Ivana Villar Laskiewicz: ivilask@gmail.com

Año y Comisión: 1º Año Ciclo semipresencial

Buenos Aires, 14 de mayo de 2018


El presente trabajo tiene como finalidad realizar un breve recorrido por la historia de la Educación
desde la época antigua hasta los albores de la Modernidad. Para una mejor organización, no sólo
seguiremos una linealidad temporal, sino que también dividiremos a los pueblos orientales de los
occidentales, comprendiendo a India, China y Egipto dentro de los primeros y a Grecia, Roma y
Europa medieval dentro de los segundos.

En cuanto a su pedagogía, los ​pueblos orientales se caracterizaban en general por una tendencia al
conservadurismo y a un apego por la tradición donde primaba el principio de autoridad y una
organización estatal cuya estructura social estaba diferenciada y jerarquizada. Primeramente, hacia el
año 2000 a.C , en ​India​, la idea educativa estaba ligada a la concepción antropológica y por ende los
objetivos pedagógicos poseían una doble vertiente: liberar de la ignorancia y con ello eliminar los
condicionamientos existenciales del hombre por su relación con el cosmos y con la ley kármica. En
otras palabras, la educación era concebida como una forma de salvación. Dado que la organización
social se estructuraba en castas - rasgo que continúa aún en la actualidad - la educación que recibía
un alumno dependía de su posición, siendo los Brahmanes o sacerdotes la clase privilegiada los que
recibían educación total. En segundo lugar, los Ksatriyas o guerreros sólo eran instruidos en artes
guerreras; los Vaisyas o cultivadores recibían sólo educación artesanal y por último, los menos
privilegiados eran los Sudras o trabajadores humildes, quienes no recibían ninguna educación, al
igual que las personas con discapacidad. En cuanto a las mujeres,sólo eran educadas en el arte del
hogar. El maestro encargado de la enseñanza era un gurú religioso, un guía espiritual, un preceptor y
consejero con cualidades morales supremas que instruía a los alumnos en las doctrinas sagradas y
aceleraba su progreso hasta alcanzar la finalidad. Para la instrucción, se utilizaba un doble canon
literario, uno en lengua védica y otro en budista. El primero estaba formado por los libros sagrados
llamados "sruti" y los segundos los "smriti": temas de astronomía, gramática, matemáticas, historia y
derecho. La pedagogía estaba estructurada en tres etapas: el conocimiento: el acceso intelectual a la
verdad última de las escrituras y las leyes morales bajo la tutela de un gurú, luego la reflexión: sobre
lo aprendido para recibir la certidumbre de esa verdad y por último la meditación, que proporcionaba
una certidumbre más profunda.
La educación en ​China ​consta de dos etapas bien definidas, la pre-confuciana del siglo XV a.C y la
confuciana,desde el siglo VI a.C , siendo esta última la más importante y difundida. Esta pedagogía
tenía tres objetivos: uno de carácter ético que enseñaba la consecución de la piedad filial y la
adquisición de virtudes; otro de carácter intelectual, que consistía en la búsqueda de la cultura y el
saber, y un tercero de naturaleza biológica, cuyas enseñanzas eran relativas a la crianza física. Los
alumnos primeramente recibían educación en el hogar y luego eran instruidos en diversas disciplinas
morales, intelectuales, políticas y guerreras para alcanzar el reconocimiento y la aceptación sincera
de sí mismos, porque sólo de esta forma es posible llegar a conocer y a seguir la naturaleza que le ha
sido otorgada por el Creador. Se consideraba que el papel del maestro, un "Junzi" moral- un hombre
superior, cuya inteligencia, honestidad y virtud lo diferencian - es secundario pues la educación es un
proceso de autodesarrollo subordinado a la naturaleza, que se inicia en el interior del alumno. El
educador sólo podía orientar, dar reglas y estimular la energía interior. y exponía sus enseñanzas a
través de máximas, de respuestas o preguntas sobre temas fundamentales de la vida, de juicios
sobre las diferentes conductas humanas. El conocimiento era alcanzado en gran medida mediante la
reflexión. La música y las ceremonias eran utilizadas como recursos, como así también un amplio
cuerpo de libros canónicos, unos pre confucianos y otros confucianos, como las Analectas, entre
otros.
La educación en ​Egipto ​constaba de seis grandes etapas históricas, comprendidas entre 3300 a.C y
20 a.C. La instrucción educativa fue fundamental, ya que esta buscaba la formación tanto en las
cuestiones religiosas como en las relativas a la organización social y económica. Dada la rígida
jerarquización social, no todos tenían derecho a la educación. A los niños libre hasta los seis años
sólo se les permitía jugar y eran las madres quienes les inculcaban las lecciones de religión y moral.
Luego, comenzaban a ser educados bajo un estricto programa en las casas de instrucción. El perfil de
educador ideal tenía doble faceta: la del el sabio, y la de hombre moral, por lo tanto se destacaban
dos figuras muy importantes: la del sacerdote, como depositario de la religión y la del escriba,
poseedor del saber y la ciencia, y responsable de la educación de la juventud. El modo de enseñar
rutinario. Aprendían de memoria, copiaban el silabario y cuando lo distinguían sabían leer y escribir.
El maestro supervisaba los ejercicios y corregía errores. La escuela funcionaba en templos bajo la
supervisión y guía sacerdotal y el paso de la escuela elemental a la superior se realizaba a través de
exámenes establecidos. La fuente de los contenidos estudiados provenían de los 42 libros de Thoth y
lo temas variaban en preceptos de vida, horóscopos, astronomía, de agrimensura y geografía, culto,
enterramiento y cultivos.

La pedagogía de los ​pueblos occidentales se caracterízó por la primacía de la enseñanza clásica


helenística en todos los sistemas posteriores. La ​educación griega estaba principalmente dividida
en dos tipos: la espartana, donde lo fundamental era el culto al cuerpo y la fuerza, y la ateniense,
donde las principales disputas no eran físicas, sino intelectuales. La virtud principal de un hombre
debía ser la lucha por al libertad, además de ser racional, hablar bien, defender sus derechos y
argumentar. Su ideal educativo, conocido con el nombre de paideia- término ligado a la corriente
sofista- buscaba la formación integral del alumno que se sintetizaba en el concepto de vivir feliz y
bellamente. Educar consistía en formar la personalidad total y, en primer término, en modelar el
carácter. La primera etapa, la sofista, utilizaba como recurso de enseñanza la lectura en voz alta
para el aprendizaje del alfabeto y luego la memorización para poder leer automáticamente, la
escritura con metodología de enseñanza a través de tablillas, la comprensión de textos y la
simulación.
La disciplina sofista se vio desafiada por la corriente filosófica propuesta por Sócrates, ya que su
preocupación como educador, al contrario de los sofistas, no era la adaptación, la dialéctica retórica,
sino despertar y estimular el impulso para la búsqueda personal y la verdad, el pensamiento propio y
la escucha de la voz interior. Sócrates creía que el autoconocimiento era el inicio del camino para el
verdadero saber y propuso la llamada Mayéutica, la cual era el arte de la investigación a través del
diálogo, mediante el cual destierra el individualismo sofista y al mismo instaura a la Retórica como
disciplina fundamental.
Platón, posteriormente, a través de la Alegoría de la caverna, ​propone “retirar el ojo del espíritu”
enterrado en el mundo aparente y hacerlo mirar hacia la luz del verdadero ser, de lo divino y pasar
gradualmente de la percepción ilusoria de los sentidos a la contemplación de la realidad pura y sin
falsedad. En el mundo de las ideas, la idea del bien es aquella que se ve por último y a gran costo.
Pero una vez contemplada, esta idea termina siendo en definitiva la causa de toda rectitud y de toda
belleza. En el mundo de las ideas, la propia idea del bien es la que da origen a la verdad y a la
inteligencia.
Discípulo de Platón pero a la vez cuestionador de su filosofía, Aristóteles instauró como objeto de
estudio al “ser”, a la ética y a la política: El hombre alcanza la felicidad por medio de la justicia: El
Estado debe educar para la guerra y para la paz.

Con la conquista de la Magna Grecia, se implanta en ​Roma el sistema educativo griego, aunque
recién se vuelve formal a partir del siglo II a.C. La finalidad de la educación romana es la formación
civil, la familiar, la militar y la educación moral y práctica, dejando lugar a la exaltación de la religión
y de la patria.
El proceso educativo tenía distintas etapas: primeramente, un alumno podía tener un maestro en su
casa, que era un esclavo o un liberto griego, el cual le enseñaba a leer, escribir y a hacer
cuentas.Luego tenía acceso a una educación pública o privada llevada a cabo en el ámbito de las
escuelas - que eran mixtas, pero las niñas aprendían menesteres exclusivamente de la mujer- que
estaban a cargo de maestros, menos severos y más respetados que los griegos. Dicha escuela
estaba organizada por niveles: la elemental: Ludi magister, donde se aprendía la lectoescritura ; la
media: Grammaticus, en la cual se hacía énfasis en la comprensión, y la superior: Rhetor, donde se
instruía a los alumnos mayormente en Retórica, Derecho y Gramática latina, sin dejar de lado textos
literarios, históricos, políticos, administrativos y científicos producidos por Catón, Cicerón, Séneca y
Plutarco.
En la cosmovisión medieval, una fuerza espiritual sucedió a la cultura grecorromana: la iglesia
cristiana. Surge así un nuevo tipo histórico de educación: la monacal. Esta consistía, por un lado,
en una educación para el pueblo, de carácter catequista y dogmática y por otro, en una para el
clero, ligada al conocimiento humanista y filosófico teológico. Dentro de este largo periodo, que
comprende desde el siglo I al XIV, debemos hacer referencia a diversas pedagogías: la primera,
llamada Patrística y que se extendió hasta el siglo VII, la del Imperio carolingio, hasta el siglo IX y
por último la escolástica, que si bien atraviesa a las demás pedagogías, adquiere su apogeo en los
siglos XIII y XIV.
Dijimos con anterioridad que la formación de los alumnos constaba de instrucción en disciplinas
terrenales pero a la luz de la nueva doctrina cristiana, es decir, educación en la Fe, costumbres y
en la Moral Teológica. Sin embargo, dada la rígida división de clases, la educación del alumno
dependía de su estamento social, por lo tanto eran educados miembros del Clero, los Señores y
Vasallos. Los Siervos no recibían instrucción. El modelo de educador por excelencia era Cristo, por
lo cual el maestro debía predicar con el ejemplo. Los apóstoles iniciaron la tradición educadora la
cual adoctrinaba y promovía el amor por el estudiante.
Dentro de la pedagogía patrística, difundida a través de escuelas monacales y escuelas
catedralicias, San Agustín fue uno de los Padres de la Iglesia más estudiados en este período ya
que su filosofía reunía las dos áreas de influencia más importantes para el hombre medieval: la Fe
y la retórica. Él impregnó de sentido cristiano a las obras propias sociedades paganas y visibilizó a
todas aquellas disciplinas podían colaborar como ciencias ayudantes en la interpretación de las
Sagradas Escrituras. Este filósofo, junto con Casiodoro y San de Benito de Murcia también
imperaron en la pedagogía impartida durante el Imperio de Carlomagno, la cual pudo ser difundida
mediante el surgimiento de escuelas elementales parroquiales, secundarias monásticas y
superiores, llamadas también imperiales. En ellas, la difusión del conocimiento se realizaba
mediante dos vertientes: a través del lenguaje culto y del popular. Se utilizaba mucho la
ejemplificación por medio de la parábola y los Exemplum y los contenidos difundidos- en conjunto
con el estudio de la Biblia- se denominaban Trivium, que comprendía la Gramática, Dialéctica y
Retórica y Quadrivium, que constaba de la Aritmética, Geometría, Astronomía y Música.
Por último abordaremos la última etapa pedagógica medieval: la Escolástica, corriente
teológica-filosófica que imperó luego de la llamada Patrística, o doctrina de los Padres de la Iglesia,
la cual sentó sus bases en la filosofía griega platónica- aristotélica. El pensamiento escolástico
–que surge del choque entre la cultura cristiana y la musulmana, luego de la aparición de Mahoma
y la religión islámica- se basó en la relación de subordinación de la Razón a la Fe y buscó
amalgamar las enseñanzas de la cultura greco-romana con el dogma de la Iglesia cristiana. Santo
Tomás de Aquino fue quien tomó las doctrinas aristotélicas y se sirvió de ellas para explicar el
conocimiento divino revelado. A partir del siglo VI, la Escolástica dominó la enseñanza en
escuelas monacales y catedralicias, cuyos estudios se centraban en cuestiones teológicas y
filosóficas, dominadas por planteamientos religiosos, y con una metodología propia que se basaba
en la discusión con el maestro. Por este motivo, el término escolástica se aplicó a la filosofía
desarrollada en dicho contexto, denominación que continuó tras la creación de las universidades-
en las que muchos escolásticos impartieron docencia- que fueron asumiendo un papel cultural
creciente en toda Europa.
La Escolástica promovía tres tipos de educación dirigida a distintos sectores sociales: la
Caballeresca, destinada a la nobleza y que buscaba la formación del caballero ideal, fiel a las
costumbres y a Dios; la Ciudadana, impartida en los colegios municipales y que promovía la
formación en la práctica útil a la comunidad; la Gremial, destinada a los hijos de los trabajadores, a
los que formaban en prácticas comerciales, industriales y técnicas. Esta corriente de pensamiento
tomista alcanza su apogeo en los siglos XIII y XIV con el surgimiento de las Universidades
medievales, instituciones que revolucionaron la educación de la época con el ofrecimiento de
cursos formales en las llamadas Artes liberales dentro de un marco de universalidad temática y de
corporatividad organizativa.
El surgimiento de las Universidades- un hito revolucionario en la historia de la educación- pudo
darse dentro de un contexto social y político estable y gracias a la expansión de la economía y el
comercio, como fruto de las cruzadas. Estas últimas favorecieron la formación de las ciudades,
urbanización que fue fundamental para el surgimiento de las escuelas urbanas. Este florecimiento
socio-económico junto con el choque cultural con el mundo árabe y las nuevas pedagogías
aplicadas a las ciencias favorecieron la formación de las Universidades, con la pedagogía
Escolástica como herramienta fundamental para la educación del hombre medieval.

BIBLIOGRAFÍA:
- Abbagnano, N y A. Visalberghi. ​Historia de la pedagogía​. México, Fondo de Cultura
Económica, 1992. ( Capítulos 1 a 3)
- ​Alonso Troncoso, Víctor. ​La paideia del príncipe y la ideología helenística de la realeza​.
Universidad de la Coruña.
- Laspalas Pérez, Francisco Javier. "En torno a la Paidéia platónica (I)". En​: Educación y
educadores​, Nº. 2, 1998 , págs. 41-54.
- Moro Ipola, Milagros. "Quintiliano de Calahorra. Didáctica y estrategias educativas en la
antigua Roma"​, en: ​Foro de Educación​, Nº. 9, 2007 , págs. 125-132.
- Apuntes de cátedra en​ ​ http://campus.usal.edu.ar/course/view.php?id=5

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