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COSMOGONÍAS
LA SERPIENTE DEL ARCO IRIS (AUSTRALIA)
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LA PAREJA INICIAL (JAPÓN)
Izanami y Izanagi fueron invocados a existir y a crear la tierra. Para esto, se les dio
una lanza decorada con joyas, llamada “lanza celestial”. Con ella crearon sobre el mar
una isla y vivieron en un palacio construido por ellos ahí. En la ceremonia de su
matrimonio, la diosa dio las gracias en primer lugar; pero su marido dudó si esto era lo
correcto. Después tuvieron dos hijos, pero ambos nacieron deformes y no fueron
considerados dioses.
La pareja tiró a sus niños al mar y preguntaron a los dioses qué habían hecho mal para
merecer hijos así. Los dioses contestaron que la deidad masculina es la que debe dar
las gracias en primer lugar durante el matrimonio. Así la pareja, repitió el rito de
matrimonio y el marido habló primero, como correspondía.
De su unión nacieron las "ocho grandes islas" de Japón y muchos dioses. Fueron
felices, pero Izanami murió cuando dio a luz al dios del fuego. Tal la furia que tuvo su
marido, que mató al recién nacido. Y decidió viajar a Yomi ("la tierra oscura de la
muerte") a buscar a su amada.
Rápidamente la encontró y le pidió que regresara con él. Pero, Izanami había comido el
alimento del inframundo y por eso se quedaría ahí para siempre. Sin embargo, le pidió
a su maredo que la esperara fuera del Yomi. Ella trataría de convencer a los dirigentes
del inframundo para que la dejaran irse.
3
LA SERPIENTE CÓSMICA (AFRICA)
Entre los Fons de África, los antiguos sabios dicen que Dios
creó primero el cielo y el mar, luego dio forma a la Tierra.
Como era demasiado pesada con todas sus montañas y
árboles, pidió ayuda a una serpiente cósmica gigante llamada
Aido Hwedo.
4
LA TORRE (INDONESIA)
El continente descansa
sobre los cuernos de un
búfalo gigante. El búfalo
es el animal sagrado que
fundó el primer clan de la
tribu Minangkabaus. Este
mito también explica el
origen de los terremotos:
si el animal es picado por
insectos y arañazos,
¡causa terremotos!
El búfalo se balancea en la
parte superior de un huevo
gigante. Aquí, como en
muchas culturas, el huevo
simboliza el origen del
mundo.
5
CUATRO ELEFANTES , UNA TORTUGA Y UNA SERPIENTE (INDIA)
Hace 2500 años, en la India, los monjes hindúes imaginaban la Tierra como una
superficie plana con, en su centro, una gran montaña tocando el cielo. Cuatro elefantes
lo mantienen equilibrado sobre sus espaldas. Se encuentran en todo el mundo: norte,
oeste, este y sur. Los elefantes dependen de una enorme tortuga. La tortuga descansa
sobre Sesha, una serpiente gigante que participó en la creación del mundo.
6
OSIRIS, ISIS Y HORUS (EGIPTO)
Osiris, Señor de los infiernos, era originalmente un rey del mundo terrenal, donde
enseñó a los egipcios (y luego al resto del mundo) la vida, la religión y el cultivo de los
cereales (anteriormente habían sido canívales).
Isis, la esposa de Osiris rescató el cadaver, pero cuando Set volvió a encontrarlo, lo
cortó en muchos trozos y desparció los restos por todo Egipto. Afligidas, Isis y su
hermana Neftis, fueron recogiendo trozo por trozo y, con la ayuda de Anubis, guía de
las almas en el infierno, y de Thot, el escriba de los dioses, lograr recomponer a Osiris,
la primera Momia.
El resucitado Osiris regresa a la oscuridad y desolación del mundo subterráneo para ser
señor y juez de los muertos.
7
Kóoch, el dios creador (Tehuelches, Patagonia)
Como había viento, las nubes iban de acá para allá sin parar, hasta que se cansaron y se
enojaron. Entonces comenzaron a protestar con truenos y rayos por todas partes. Kóoch
las tranquilizó por un tiempo, por eso las nubes sólo se enojan de vez en cuando y
vienen las tormentas.
Después, Kóocho hizo una isla grande en el medio del mar y fue creando peces en el
agua y los demás animales sobre la primera tierra que sobresalía del mar. También
inventó la Luna, para que por las noches no estuviera tan oscuro.
El Sol era hombre y la Luna mujer. Al principio nunca se veían, porque él andaba por el
cielo de día y ella salía de noche, ni siquiera sabían que el otro estaba ahí. Pero las
nubes, les contaron la novedad, y ellos se sintieron curiosos de conocer al otro. Tanto,
que un día el Sol se apuró y salió antes para poder espiar a la Luna cuando ella todavía
estaba en el cielo. Y otra vez fue ella quien salió antes de tiempo, para ver al Sol. Así
fue como no sólo se conocieron, sino que se casaron.
8
ORFEO Y EURÍDICE (GRECIA)
Un día en el que ella estaba paseando por la orilla de un río, se encontró con el
pastor Aristeo. Cautivado por su belleza, Aristeo se enamoró de ella y la
persiguió por el campo.
Eurídice trató de escapar, pero tropezó con una serpiente, que la mordió con su
letal veneno. Abatido por su pérdida, Orfeo decidió viajar a los infiernos (de los
que ningún mortal habría retornado jamás), para lograr que le fuera devuelta su
esposa.
Pero a medida que se acercaba el final de su viaje, Orfeo no pudo evitar mirar
hacia atrás para comprobar que su amada seguía todvía junto a él. Al mirarla ,
ella se desvaneció ante su ojos y la perdió para siempre.
9
DÉDALO E ÍCARO (GRECIA)
La única forma de escapar del laberinto era por el aire, ya que no tenía techo,
por lo que Dédalo, construyó dos pares de alas con plumas y cera.
Luego de decirle a Ícaro que no volase cerca del sol, para que la cera no se
derritiese, ni demasiado cerca del mar, para que las plumas no se mojasen,
ambos partieron volando.
Pero ante la exultante libertad, Icaro olvidó los consejos de su padre y voló tan
alto que el sol derritió sus alas y se precipitó al océano, donde murió.
10
LA LEYENDA DEL MINOTAURO (GRECIA)
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al
Minotauro y liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Adriadna, la hija del
rey, que se había enamorado de él, logro su propósito: Adriadna le ofrece a Teseo un
ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto del laberinto.
Habiéndo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados
vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida
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ECO Y NARCISO (GRECIA)
Eco era una ninfa que por haber ofendido a uno de los dioses, estaba condenada a no
poder hablar, excepto por la repetición de la última sílaba de todo lo que se le dijera.
Algunas fuentes dicen que Hera fue quien le impuso la maldición exasperada por su
incesante parloteo; otras fuentes dicen que fue Pan, enojado por su empalagoso amor.
Tuvo la mala suerte de enamorarse de Narciso, el hermoso hijo del dios del río Cefiso y
de la ninfa Liríope.
Sin embargo, como ella solo podía hacer eco de sus palabras, Narciso la ignoró y ella se
desvaneció en una sombra.
Pero el castigo
aguardaba a
Narciso: egoísta
y despreciativo
de todas sus
admiradoras se
enamoró de su
propio reflejo en
el estanque y así
murió
admirándose.
Los dioses lo
convirtieron en la
flor homónima.
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