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Artrocinemática
Durante las rotaciones interna y externa, por tratarse de una superficie convexa en
movimiento sobre una cóncava, se realizará un deslizamiento en sentido inverso;
durante la rotación interna el deslizamiento es hacia atrás. Durante la rotación externa
es de manera inversa.
Sin importar el plano de elevación que se halla escogido para realizar la excursión
completa, la posición final de la cabeza humeral en relación a la apófisis coracoides y
el acromion es la misma. Codman la denomino "posición de pivote". En esta posición
no es posible la rotación interna ni externa de la cabeza humeral. Si este movimiento
es forzado puede ocurrir una fractura o una luxación o ambas.
Funciones muscular
Grupo tronco-escapular
Serrato mayor: Actuando con punto fijo en sus inserciones costales lleva el omóplato
hacia delante, en antepulsión y evita el retroceso una vez en esa posición ; como en el
acto de empujar un objeto.
Angular: Su acción es doble, por un lado está involucrado en la postura del omóplato,
y eleva el hombro actuando conjuntamente con el trapecio superior, aquí la clavícula
también anula el componente medial. Por otro lado durante los movimientos de
báscula del omóplato, este músculo controla y permite el movimiento mediante
contracciones excéntricas.
Pectoral menor: Su acción tomando punto fijo en las inserciones costales es, por un
lado colabora con la acción de deprimir el muñón del hombro en acción conjunta con
otros músculos, venciendo la resistencia elástica del trapecio superior y el angular; o
cuando el hombro fue colocado en una posición de elevación como cuando se realizan
ejercicios en barras paralelas, invierte su punto fijo y eleva el tronco. Otra acción es la
de provocar un deslizamiento anterior del omóplato.
Grupo tronco humeral : Pectoral mayor, Dorsal ancho. Este grupo se relaciona con los
movimientos osteocinemáticos, movimientos que se le imprimen al hueso alejados de
su centro de movimiento.
Grupo tronco-humeral
Subescapular: Con una línea de acción horizontal y oblicua de abajo arriba y de dentro
a fuera contribuye con la rotación interna, participa en el control de la rotación externa;
con el resto de los músculos del manguito colabora en la depresión de la cabeza
humeral durante los movimientos de elevación y por último este músculo participa
como barrera dinámica en relación a la cabeza humeral, oponiéndose a cualquier
fuerza que tienda a desplazarla en sentido anterior.
Supraespinoso: Participa en el mecanismo de cierre al controlar la porción superior del
manguito y contribuye a la elevación lateral con una actividad creciente en el
transcurso del movimiento, por lo que su acción no es solo en el inicio del mismo. Si
bien la elevación lateral del húmero no se modifica gravemente por la pérdida de
acción de este músculo como lo muestran estudios de parálisis experimental completa
del mismo, sí se reduce la fuerza de elevación y la capacidad para sostenerla, por lo
tanto tendría una acción cuantitativa.
Redondo mayor: Según Inman y col. este músculo no manifiesta actividad durante los
movimientos pero si entra en acción cuando se desea mantener posiciones estáticas,
y alcanza su actividad máxima a los 90º. Estudios electromiográficos realizados por
Basmajian, no muestran actividad de este músculo en los movimientos libres, pero
ante una resistencia se constata una actividad constante durante la rotación interna, la
aducción y la extensión, tanto en situaciones estáticas como dinámicas.
Triceps: Podemos decir que este músculo por su porción larga, la única que tiene
acción en la articulación humeral, colabora con el descenso del húmero cuando el
miembro superior trabaja como cadena cinemática cerrada.
Estos dos músculos mencionados si bien tienen acción sobre la articulación humeral,
esta no es principal estando ambos afectados a las acciones de la pares cinemáticos
del codo.
La forma de comienzo de las molestias puede ser muy reveladora: el comienzo puede
ser espontáneo y lentamente progresivo (como en la alteración trófica del manguito
tendinoso), o bien agudo y espontáneo (como en las calcificaciones), o bien brusco y
traumático (como en las rupturas del manguito).
- una movilidad dolorosa, pero no reducida, traduce muy a menudo una patología
tendinosa, cuya localización se precisa por el estudio de la movilidad contra
resistencia;
La tensión de los músculos del hombro origina una alteración biomecánica como
producto de un desequilibrio del tono agonista antagonista. Donde muchas veces la
actitud cifótica favorece el descenso escapular, con aumento del tono neurológico de
los romboides. Por eso se tensa el redondo mayor. Ningún músculo logra
desplazamiento óseo, pero la tensión que se provoca obstaculiza el desplazamiento
de la escápula. El hecho concreto de que el ángulo inferior sea tironeado en tres
direcciones distintas dificulta la báscula de la escápula alterando el ritmo escápulo -
humeral. En el plano horizontal ocurre lo mismo con trapecio - pectoral menor,
comprimiendo la axila. Normalizar el tono será el objetivo del tratamiento. Deberá
buscarse el reaprendizaje correcto del complejo articular, tomando como guía de éste
la señal propioceptiva del movimiento mismo. Entonces hay que trabajar desde lo
neurológico y a través del estiramiento pasivo de origen mecánico. Se hacen
movimientos lentos y repetidos para sintonizar el tono neurológico y movimientos
amplios con pausas sostenidas y movimientos facilitados por la acción de la gravedad
o ayuda manual del terapeuta.
Son necesaria toma no convencional para captar todos los pares cinemáticos del
hombro
Tenosinovitis bicipital
La relación del ángulo con respecto a la carilla glenoidea de los músculos involucrados
en la articulación Humeral varía en relación con el ángulo de elevación que presente el
miembro superior. La relación que mantienen los músculos durante la elevación lateral
en el plano de la escápula que en su estudio encontraran Poppen y Walker en 1976,
se enumeran a continuación en cuanto a su papel coaptador: supraespinoso,
subescapular, infraespinoso y deltoides.
El hombro es capaz de satisfacer las demandas que actúan sobre él sin producir
evidencia clínica de su compromiso. Dado que las extensas lesiones del manguito
pueden estar presentes sin originar síntomas o disminuir la función, obligan a buscar
en otra estructura la causa de dolor y disfunción. El bloqueo y adherencias
escapulares sobrexige a los músculos del manguito. Como resultado de los
traumatismos menores repetidos, las fibras de los músculos rotadores se engrosan y
edematizan, y disminuye el espacio subacromial, produciendo el síndrome del arco
doloroso, caracterizado por dolor en la parte lateral del hombro, en la inserción del
trapecio. La severidad de la lesión del tendón del bíceps corre paralela a la lesión del
manguito.
Aunque la ruptura origina un cuadro fácil de reconocer, no ocurre otro tanto en las
demás lesiones del bíceps, cuya semiología no es fácil de deslindar. El diagnóstico de
lesión del tendón bicipital, en ausencia de ruptura, sólo puede hacerse por presunción;
se funda en los signos siguientes:
Nuestros consultorios se ven invadidos por pacientes con hombro doloroso. El número
de pacientes tratados por lesiones del manguito rotador ha aumentado
considerablemente en los últimos 10 años. En personas de la calle entre 50 y 80 años
se halló rotura toral del manguito rotador en un 15%. La proporción aumenta con la
edad, 40 % de ellos tiene función normal y el 75% no tiene dolor. La ruptura del
manguito rotador va precedida de cambios degenerativos pero las células tendinosas
poseen potencial de reparación por proliferación intrínseca. Los tendones del manguito
rotador se expanden e interdigitan formando una inserción común y continua en el
húmero. El tendón del bíceps está envainado por fibras entrelazadas de el
subescapular y el supraespinoso. Dos factores mecánicos predisponen a lesión:
Desproporcionado esfuerzo que deben realizar los músculos del manguito rotatorio,
con un pequeño brazo de palanca, con estrés funcional miotendinoso. Y fricción del
supraespinoso. En la senectud se pierde movilidad por fibrosis intensa, principal la
rotación externa. La incoordinación post-lesión transforma la fuerza normal en
patogénica: porque se aplica en zonas distintas o no da tiempo a compensaciones.
Esta retracción (que por lo demás va acompañada de aumento del espesor del tejido
capsular) se manifiesta por la imposibilidad de llegar a la amplitud normal de la
movilidad escápulo-humeral sin encontrar la resistencia opuesta por la tensión de la
cápsula. El hombro bloqueado se observa en condiciones etiológicas diversas. A
veces el bloqueo sobreviene sin causa aparente. A la afección del hombro puede
asociarse una afección de la mano, dando lugar al síndrome hombro - mano» o
algodistrofia refleja del miembro superior.
Reeducación del hombro mediante Kinesiterapia y los ejercicios activos y las terapias
manuales son los más indicados.