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En el pueblo
Cuatro muchachas están jugando a la salida del colegio, ellas están en quinto de secundaria.
Se oyen silbidos y piropos de unos muchachos.
SANDRA: A mí ninguno.
ANA: ¿Vamos?
FERNANDA: Yo sí voy.
ANA: Yo también.
VICTORIA: Vamos.
SANDRA: (Llamando a las tres muchachas) Pero el juego. Bueno yo gané...por omisión. (Sale)
(Pasa un letrero que dice: CINCO MESES DESPUÉS). Entran las tres muchachas.
VICTORIA: No sé qué habrá pasado. Mi novio dijo que venía a las diez para irnos al
consultorio médico por los resultados de la ecografía.
ANA: Al novio mío no le gusta ir a ninguna parte conmigo. A ninguna parte. Sólo lo veo cuando
viene a mi casa.
FERNANDA: Mi novio me lleva a todas partes, cuando tiene plata. Y si no, yo pago.
VICTORIA: Ya dejen de hablar. Que habrá pasado. Bueno si no viene. Uds. me acompañan a
visitar al médico.
FERNANDA: Porque no quiere. Sólo quiere que los muchachos sean como amigos. Y ella no es
tan fea. No necesita pasar todo el tiempo estudiando.
VICTORIA: No sé qué piensa. A los muchachos no les gusta que su novia sepa más que ellos.
VICTORIA: Yo no. Estoy aprovechando cada minuto. En ciertas cosas yo sé mucho más que
Sandra.
VICTORIA: Si, y me parece que es lo más importante en la vida. Para qué tanta matemática y
ciencia. La vida no es eso. Yo no voy a estudiar más.
VICTORIA: No sé, pero no creo que le dé tanta importancia a eso. A lo mejor él estará de
acuerdo.
ANA: Mis papás están felices que tenga novio y no les importa que vaya a perder el año.
FERNANDA: A los míos, sí. Me dicen que si pierdo otro año, me van a echar de la casa y me va a
tocar vivir con mi novio. El estará feliz.
(Entra SANDRA)
ANA: ¿Beca?
SANDRA: A mí me gusta. Y me parece que si uno sabe más, puede ayudar mejor a los demás.
VICTORIA: Sí. La vida es para gozarla. ¿Qué tal si te quedas? ¿Sabes que hay más mujeres que
hombres?
ANA: Sí, y después de los 20, va a ser más difícil todavía conseguir a un soltero. Va a haber
como dos veces más mujeres que hombres.
SANDRA: (Se ríe) Creo que en la universidad el porcentaje es un poco más favorable. Pero
bueno, cada una busca lo que más desea en la vida. ¿Cierto?
(Salen las tres. Pasa un letrero que dice: CINCO AÑOS DESPUÉS. Entran las tres muchachas de
espaldas. Cuando voltean se ve que están embarazadas.)
VICTORIA: Ya estoy cansada de lavar y planchar y cocinar. ¡No hago más nada!
ANA: Y yo, con esta barriga no puedo hacer nada. Parece mentira. La gente me pregunta sí
estoy guardando trapos aquí.
(Entra HOMBRE)
VICTORIA: Pero yo no puedo. El papá del niño no quiere responder por su hijo y entonces
tengo que trabajar todos los días...
ANA: Pero con dos niños más en la casa y mi esposo no gana nada. ¿Qué hago?
FERNANDA: Mire, doctor. Mi marido me golpeó anoche. Él piensa que el niño no es de él, que
yo soy muy callejera.
HOMBRE: Pues, no sé. Tiene que cuidarse.
(Entra SANDRA)
FIN