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Petroglifos del Cailagua

Descripción

Los petroglifos del Cailagua son parte de la expresión artísticas del pueblo chorotega de Monimbó.
Estos antiguos grabados labrados en piedra relatan la historia y formas de vida de los primeros
pobladores de esta zona. En las paredes del cauce natural del Cailagua --un antiguo riachuelo que
termina en un precipicio que da a la Laguna de Masaya-- se pueden apreciar unos 50 metros
aproximadamente de imágenes de cuerpos zoomorfos, círculos, espirales, fauna y flora de esa
época, que los indígenas realizaron antes de la conquista española.

Entre vegetación, el canto sonoro de las aves y enormes piedras que forman parte del paisaje
escénico de este lugar, se puede apreciar la belleza panorámica que componen la Laguna de
Masaya y el Parque Nacional Volcán Masaya. Desde el paredón principal de grabados indígenas se
debe caminar unos 300 metros hasta llegar al final del cauce natural, que finaliza en una caída de
agua hacia la laguna. Allí, el visitante puede deleitarse de una vista espectacular del hermoso
manto de agua, que cuando es tocada por los rayos del sol regala al espectador un color plateado
que contrasta con las partes áridas y verdes del parque nacional.
Huellas de Acahualinca
Descripción

Las Huellas de Acahualinca son antiguas pisadas humanas y de animales grabadas en lodo y
dejadas hace miles de años en los bordes del Lago de Managua. El sitio histórico cuenta con 2
excavaciones. La primera encontrada accidentalmente por unos trabajadores en 1874 y que a
través de estudios, como la prueba de Carbono 14, fue probada su antigüedad de
aproximadamente unos 6000 años, lo que las hace las huellas más antiguas en el continente
Americano.

Estas huellas fueron dejadas por un grupo de alrededor de 10 personas entre ellos hombres,
mujeres, niños y animales. Una de las primeras hipótesis en surgir que el grupo huía a causa de la
erupción de un volcán cercano, para luego ser descartada por un estudio gubernamental. Se cree
que estas personas no estaban retirándose, en lugar de eso, lo probable es que se dirigían hacia al
lago en busca de agua y comida.

La razón por la que estas huellas aún se conservan es gracias a la mezcla de materiales volcánicos.
Las impresiones fueron dejadas en una capa de lodo volcánico resultante de una erupción
volcánica cercana – los investigadores no están seguros de cuál volcán – no obstante, dicha capa
cubrió las pisadas conservándolas en perfecto estado.
Fósiles mega vertebrados

Según investigaciones en Nicaragua habitaron, hace más de 50 mil años el mamut


columbi, perezosos gigantes, taxodontes, felinos de dientes de sable, bisontes y
mastodontes
Un registro de hallazgos de fósiles mega vertebrados realizado durante los últimos
veinte años acaba de ser expuesto por el Departamento de Paleontología, a través de
la Dirección de Patrimonio Cultural del Palacio Nacional de la Cultura.
Ramiro García, Paleontólogo nicaragüense, estuvo a cargo de la ponencia, y explicó que ya
está comprobado, según investigaciones científicas, que en Nicaragua habitaron, hace más
de 50 mil años, seres mega vertebrados tales como Mamut Columbi, Perezosos Gigantes,
Taxodontes, Felinos de dientes de sable, Bisontes y Mastodontes.
De estos hermosos animales tenemos registro que habitaron en muchos puntos de
Nicaragua, pero sobre todo hemos encontrado en Masachapa, la Meseta de Hato-
Grande, Juigalpa, en la comunidad el Kobe, en Morrito, en el Itsmo de Rivas, Tola,
y en la Cordillera de Amerrisque, de Chontales
El valle de los Mastodonte

El Instituto Nicaragüense de Cultura (INC), a través del Departamento


de Investigaciones Antropológicas del Museo Nacional de Nicaragua,
tras recibir información de parte de la Policía Nacional y pobladores
de la comunidad de Puerto Díaz, Chontales, sobre el hallazgo de
grandes huesos en unas excavaciones que se realizaban para la
construcción de pilas para saneamiento
"Parque Paleontológico El Bosque"
A 12 km del casco urbano del municipio de pueblo Nuevo departamento de Estelí, en la
comunidad Los Horcones está ubicado el Parque Paleontológico El Bosque.

Es un lugar místico, aquí se encontraron restos paleontológicos que pueden tener entre
20,000 a 30, 000 años de antigüedad (Era Preistoceno de la era cenozoica).

Los fósiles encontrados en este lugar y restos de dentaduras pertenecen a animales


prehistóricos (Megaterios, gliptodontes, mastodontes, tortugas marinas, mamut, osos
perezosos gigantes de más de 6 metros y armadillos de unos 2,000 kilos).

También se han hallado instrumentos de elaboración humana, como hachas o puntos lanzas,
estos hallazgos nos confirman la existencia del ser humano de la más antigua de Centro
América.

Una anécdota de lugareños, cuenta que el propietario del terreno donde está ubicado el
Bosque, trancaba la puerta de su casa con un hueso de 2. 5 metros y también tenía un hueso
de reposte en un alambrado.

El realismo de los hallazgos del misterioso del lugar, se puede notar en el maravilloso
parque municipal de La Mega Fauna Leoncio Rodríguez, ubicado en el casco urbano de
Pueblo Nuevo dónde podemos caminar entre grandes estatuas de mastodontes, perezosos,
armadillo y tortugas marinas
LOS PETROGLIFOS

Un grupo de estos paleoindios, procedentes de muy anteriores migraciones asiáticas, vivían


cerca de la actual Managua, hace unos ocho mil años. Recordemos que, según Alex
Herlicka (1869-1943),el poblamiento americano se realizó por sucesivas oleadas de
individuos que se desplazaron gradualmente desde Asia - a través del estrecho de Bering -
hacia América, persiguiendo animales hervívoros de diversas especies. Organizados en
pequeños grupos, estos habitantes se sostenían de la caza, la pesca y la recolección
silvestre. Tambien habitando enramadas, refugios naturales y cuevas - grababan en las
paredes de los dos últimos tipos de viviendas dibujos y símbolos mágicos que les
promovían energía para la caza.

Esos grabados en piedra, o PETROGLIFOS, tenían las siguientes formas:


ANTROPOMORFAS: figuras humanas estilizadas y, a veces con máscaras y vestimentas
rituales; ZOOMORFAS: animales sagrados, como jaguares, serpientes, ranas, aves y
numerosos monos; ABSTRACTAS: pisadas de animales representados por puntos,
colmillos aludiendo a los de los ofidios, etc.; SIMBÓLICAS: la cruz y el número CUATRO
(representación de los puntos cardinales) y GEOMÉTRICAS: cuadrados y rectángulos,
círculos y espirales, los últimos, probablemente, significaciones heliolátricas o solares.
Molía y trituraba las semillas y tubérculos entre dos piedras, cóncava la una y
convexa la otra, principio y origen de los bellísimos "metates" que miles de años
más tarde, tallaron los Chorotegas.

Como desconocía la cerámica, preparaba los alimentos (carne, vegetales) a la


usanza primitiva: directamente sobre el fuego o sobre piedras previamente
calentadas a flor de tierra o en hoyos más o menos profundos.
Esquirlas de obsidiana y de pedernal

Así paulatinamente y sin darse cuenta apenas, establecióse de manera


permanente en las riberas del lago iniciando vida más o menos sedentaria, con la
elemental organización tribal y social en que la caza menor alternaba con las
faenas del campo: es el período que la arqueología denomina "ARCAICO" (no se
señala fecha determinada porque depende de muchos factores).

Vivía agrupado en hordas más o menos numerosas y semisedentarias con el fin


de proteger intereses comunes: caza, familia, pesca, enseres, etc.; protegíase de
las inclemencias del tiempo (sol, lluvia, etc.) por medio de rústicas chozas o
simples enramadas.
La imagen de la portada corresponde a la
escultura N° 228 fue fotografiada por el Dr. Claude François Baudez, en 1960; cuando se
encontraba en la acera frente a la Iglesia de Altagracia. En el año 2000, junto con otras seis
estatuas fueron removidas de la acera y colocadas en el atrio de la iglesia parroquial de
Altagracia. La pieza 228, era la única escultura monumental prehispánica de Nicaragua que
no presentaba daños causados por vandalismo hasta el 2006. Debido a alteración
recientemente le falta su pecho izquierdo.

Los primeros indicios ciertos de pobladores que se afincaron de forma permanente


(pobladores sedentarios) en la isla datan de 2,000 años antes de Cristo (a. C.), es decir, hace
4,000 años, según la investigación arqueológica realizada por Haberland4 . Este arqueólogo
alemán denominó esta primera etapa de la cultura isleña la fase Dinarte, que abarcaba desde
el año 2,000 al 800 a. C.5 , y cuyos principales vestigios se encontraron en las excavaciones
realizadas en Los Ángeles. Eran pequeñas comunidades que vivían de la agricultura, la
caza, la pesca y la recolección de productos vegetales. Esto se deduce de los instrumentos
encontrados: morteros, piedras de moler, ollas de barro, hachas, cuchillos, puntas de
proyectiles.

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