Mi nombre es José Rivera, soy profesor de la escuela de administración de la
Pontificia Universidad Católica de Chile y les quiero invitar al módulo ser
empresario y la gestión de empresas. En este módulo vamos a abordar tres partes principales, en la primera revisaremos el empresario y el iii social. En la segunda parte hablaremos de las características deseadas para ser un buen empresario y finalmente revisaremos algunos conceptos centrales de una buena gestión empresarial. Nuestro primer módulo nos va a llevar a entender la empresa, el empresario o el progreso social. Comenzamos con algunas ideas iniciales. Al hablar de empresa hay tres conceptos esenciales que la definen, en primer lugar hay un acto de emprendimiento. Emprender significa crear, significa desarrollar. Detrás del emprender hay una acción que evidentemente conlleva riesgos. ¿Qué son riesgos? Riesgos son resultados no seguros. En segundo lugar, detrás de toda empresa hay una organización. Por organización vamos a entender un espacio colectivo, una comunidad. Más adelante voy a desarrollar una comunidad de personas. En este sentido detrás de la persona siempre hay una intencionalidad de aunar voluntades, en la medida que no se logre lo anterior, difícilmente se va a llegar a los resultados que la empresa pretende lograr. En tercer lugar, detrás de toda empresa está la intención de continuar. Una empresa busca mantenerse en el tiempo, para lo cual requiere crear valor. Valor es distinto a generar un margen o tener una rentabilidad. Rentabilidad es un resultado asociado a la inversión. Margen es un resultado en un determinado momento del tiempo. Valor es un resultado de una perspectiva de tiempo. Una empresa entonces requiere emprender, tiene detrás una organización y busca continuar en el tiempo. ¿Qué es una empresa? Hay diferentes formas de definirla, quizá lo más importante es que la respuesta va a ser distinta dependiendo de la concepción que el empresario o emprendedor tenga de ella. Una primera aproximación, una aproximación si se quiere común, por algunos llamada reduccionista, invita a considerar la empresa como una organización capaz de transformar recursos de diferentes dimensiones en un resultado traducido en utilidades. Estos recursos son humanos, físicos, tecnológicos, informacionales, recursos también de dirección, capacidad ejecutiva a nivel profesional. Todos estos puestos a disposición de la organización, con el objeto de lograr y obtener una utilidad. Una concepción reduccionista si se quiere común. Quiero contrastar esta visión de empresa con una visión mucho más integral, una visión que podríamos denominar global de empresa. Esta es una visión que está extraida de las ideas del profesor Domenec Melé del IESE. Profesor Melé dice en uno de sus libros, la empresa es una comunidad de personas que mediante trabajo solidario aplicado sobre unos recursos, trata de aportar a la sociedad productos y servicios con valor. Analicemos con un poco más de detalle esta definición. En primer lugar, detrás de toda empresa hay una comunidad. Comunidad significa comunio, un interés común. No es una comunidad cualquiera, es una comunidad de personas. En el centro de la empresa está el ser humano, la persona y su trabajo. Personas que trabajan, no de cualquier forma, trabajo solidario, trabajo colaborativo, no trabajo competitivo como muchas veces se le presenta. Trabajo puesto a disposición de una sociedad por medio del cual nosotros trabajando y aplicando ese trabajo sobre recursos se trata de aportar cosas que la sociedad valore y que en definitiva le beneficie. ¿Cuál va a ser el resultado final de todo lo anterior? Un valor económico creado. Este concepto lo vamos a desarrollar más adelante. La consecuencia final de un buen quehacer empresarial es la obtención de las utilidades empresarial, y no la razón de ser de la actividad empresarial. En esta parte hemos visto los siguientes conceptos centrales, hablar de empresa es hablar de emprender y emprender es un acto de crear. Como todo proceso creativo conlleva riesgos. En segundo lugar, una concepción más integral y global de empresa nos sugiere mirarla como una comunidad de personas. En este sentido detrás de cualquier persona va a estar la imperiosa necesidad de aunar voluntades para cumplir un rol y un objetivo. El fin último de la actividad empresarial es continuar en el tiempo, es mantenerse progresando continuamente. Este propósito de continuidad es el que separa lo que es una empresa de lo que es un mero negocio. Finalmente, la concepción de una empresa que un empresario o emprendedor tenga va a determinar cómo la dirija, cómo la mire, cómo la organice, cómo la desarrolle, cuál es su concepción de empresa. ¿Qué aporta una buena empresa a su entorno? ¿Qué aporta a la sociedad? ¿Solo se preocupa de ganar dinero? Estas preguntas las vamos a responder en la siguiente sección de esta parte de nuestro curso.