TEMA 1. Las Guerras Médicas.

1.- La sublevación de la Jonia (500/499-494).

Es un momento importante porque nace la Historia, tenemos a Heródoto y a Tucídides.

Nace la Retórica en el siglo V a. C. con la creación de la primera escuela y la relevancia
de la filosofía con los sofistas. Tradicionalmente la época clásica comienza con las
Guerras Médicas y finalizaría con la muerte de Alejandro Magno y el inicio del período
helenístico. Va desde el 500 para Jonia, el 499 para Atenas y el 480 para el resto de
Grecia. Entre el 50-480 vemos las Guerras Médicas, hasta el 430 la Pentecontecia, 431-
404 las Guerras del Peloponeso, 404-355 cuando Filipo II asciende al trono.

Desde el siglo VIII al VII el Oriente Próximo había cambiado. Asiria había gobernado
pero hacia el 610 cayó y dio lugar a cuatro reinos independientes: Egipto saíta, reino
medo, reino neobabilónico y reino de Lidia. Hacia el 599 Ciro II hereda el trono de
Anshan, al este de la Susiana, en el corazón del Irán; poco años después, hacia 550 o
antes, encabeza una rebelión de numerosas tribus iranias contra el rey de los medos.
Ciro el Grande se convierte en dueño de Asia y logra aglutinar los reinos del Oriente
Próximo. Uno de los primeros movimientos del nuevo rey es dirigir a su ejército hacia
Lidia, puesto que Creso había sido un firme aliado de los medos. La batalla no tiene u
resultado claro y Creso opta por regresar a su capital Sardes para reunir tropas. Ciro
aprovecha la retirada para emprender una campaña relámpago que sorprendió y provocó
la parálisis de los lidios. Sardes es saqueada y tomada. Estos sucesos cayeron como un
jarro de agua fría sobre los jonios, que habían servido a las órdenes de Creso y habían
rechazado el acuerdo previo con Ciro; sólo los milesios, que quizá estaban más
descontentos con Creso o que habían preferido arriesgarse, habían firmado un acuerdo
preferente con los persas que los mantendría al margen. A fines del siglo VI Ciro ocupa
Babilonia y Cambises, su sucesor, invade Egipto y organiza la flota persa con base en
Fenicia (lo que crea ya tensiones con Grecia). Darío divide el imperio en satrapías,
construye una red viaria real que comunica las satrapías con el centro del Imperio y una
serie de inspectores que vigilan la situación provincial en un imperio enorme que se
extiende desde Bactria hasta el Mediterráneo y con pueblos muy heterogéneos.

Los jonios sabían que su decisión implicaba la guerra contra los nuevos dueños de Asia
y para hacer frente a esa situación se reunieron para tomar posturas conjuntas en un
santuario común, el Panjonio, en el que rendían culto a Posidón Heliconio y que era la
sede de una laxa confederación de doce ciudades. Los jonios sólo se ponen de acuerdo
en solicitar ayuda a Esparta, la cual rechazará apoyarlos aunque se permitirá amenazar a
Ciro en caso de que ataque a las ciudades griegas. Más allá de esta medida, las ciudades
griegas no parecen haber planteado ninguna defensa común y decidieron que cada cual
se defendiera por sus propios medios, a pesar de que las reuniones en el Panjonio fueron
abundantes y en ellas se hablaba más de huir que de resistir. Así, hacia 540 el general
persa Harpago pone sitio a las ciudades griegas, empezando por Focea, y las va