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Casa abierta al tiempo

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA


UNIDAD XOCHIMILCO

DIVISIÓN DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD


DEPARTAMENTO DE ATENCIÓN A LA SALUD

MAESTRÍA EN CIENCIAS EN SALUD EN EL TRABAJO

PROGRAMA PARA LA EVALUACIÓN Y EL SEGUIMIENTO


DE LA SALUD DE LOS TRABAJADORES
(PROESSAT)
UNA PROPUESTA METODOLÓGICA

COORDINADOR DEL PROYECTO: MARIANO NORIEGA ELÍO


DISEÑO Y PROGRAMACIÓN DEL SISTEMA: JOSÉ LÓPEZ ARELLANO
ASISTENTES: CECILIA CRUZ Y CRISTINA SOTO

AUTORES: MARIANO NORIEGA ELÍO


JOSÉ LÓPEZ ARELLANO
GABRIEL FRANCO ENRÍQUEZ
SUSANA MARTÍNEZ ALCÁNTARA
JORGE VILLEGAS RODRÍGUEZ
GUADALUPE ALVEAR GALINDO

BORRADOR
DOCUMENTO DE USO INTERNO
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

CIUDAD DE MÉXICO Enero del 2000


ÍNDICE

Páginas

1. EL PROESSAT, UNA HERRAMIENTA PARA LOS TRABAJADORES . . . . . . . 2


2. FUENTES DE INFORMACIÓN EPIDEMIOLÓGICA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.1. FUENTES SECUNDARIAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2. FUENTES PRIMARIAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
3. LA RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3.1. GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD E
HIGIENE EN LOS CENTROS LABORALES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
3.2. ENCUESTA INDIVIDUAL PARA LA EVALUACIÓN DE LA SALUD DE LOS
TRABAJADORES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 10
4. LAS FORMAS DE PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 12
4.1. ELEMENTOS PARA PROCESAR Y ANALIZAR LA INFORMACIÓN
DE LA GUÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12
4.2. ELEMENTOS PARA PROCESAR Y ANALIZAR LA INFORMACIÓN
DE LA ENCUESTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
4.2.1. CONCEPTO DE VARIABLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
4.2.2. FRECUENCIAS ABSOLUTAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4.2.3. FRECUENCIAS RELATIVAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
20
4.2.4. AJUSTES DE TASAS POR ALGUNAS VARIABLES . . . . . . . . . . . . . 24
4.2.5. PERFILES GENERALES Y ESPECÍFICOS DE RIESGOS Y
EXIGENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
4.2.6. PERFILES PATOLÓGICOS GENERALES Y ESPECÍFICOS. . . . . . . 31
4.2.7. ANÁLISIS EPIDEMIOLÓGICO-ESTADÍSTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4.2.8. ALGUNAS PROPUESTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
ÍNDICES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.2.8.1. ÍNDICE DE CARGA DE TRABAJO DOMÉSTICO (ICTD). . 53
4.2.8.2. ÍNDICE DE ACTIVIDADES EN EL TIEMPO LIBRE (IATL) .
55
4.2.8.3. ÍNDICE DE LA VALORACIÓN DEL TRABAJO (IVT) . . . . .
57
4.2.8.4. ÍNDICES DE RIESGOS Y EXIGENCIAS LABORALES . . . 59
4.2.8.5. ÍNDICE DE ACTIVIDAD FÍSICA ESTÁTICA O
DINÁMICA (IAFED) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

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1. EL PROESSAT, UNA HERRAMIENTA PARA LOS TRABAJADORES

El interés principal del Programa de Evaluación y Seguimiento de la Salud de los


Trabajadores (PROESSAT) consiste en que cualquier trabajador o profesional de la salud
pueda, por sí mismo, recoger, codificar, capturar, procesar y analizar la información que se
produce en un grupo de trabajadores sobre la relación entre las variables demográficas, el
trabajo doméstico, así como las condiciones de trabajo asalariado y de salud. Asimismo, se
pretende que el programa permita llevar a cabo un seguimiento de estas condiciones y de
las propuestas y medidas para su solución.

En esta propuesta, por seguimiento epidemiológico se entiende un sistema dinámico de


actividades que permite la observación estrecha y permanente de los problemas de salud
de los trabajadores, de los determinantes y causas de su generación, y de las propuestas y
acciones para su solución.

El programa es lo suficientemente claro y autoexplicativo para que cualquier persona


que tenga conocimientos básicos sobre cómo manejar una microcomputadora e interés en
el campo de la salud laboral pueda operarlo. El PROESSAT opera en ambiente Windows
para hacerlo más fácil de manejar y más práctico para las necesidades informáticas
actuales.

Se pueden capturar datos de fuentes primarias (las generadas para los fines de la propia
investigación) o de fuentes secundarias (las generadas con otros fines diferentes a los de
la investigación). Para el primer caso se almacenan los datos de los instrumentos
incorporados en el programa (Guía para el Estudio de las Condiciones de Seguridad e
Higiene en los Centros de Trabajo y Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud de
los Trabajadores). Para el segundo caso, almacenamiento de fuentes secundarias, se

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pueden usar los datos que se generan en el centro de trabajo y en las instituciones
asistenciales.

La fase de recolección es diferente si los datos proceden de fuentes primarias o de fuentes


secundarias. Para el primer caso existen los instrumentos incorporados al programa, es
decir la guía y la encuesta; para el caso de las fuentes secundarias, como estos datos
proceden generalmente de los servicios médicos de las empresas o de las instituciones de
salud, se deberán capturar directamente los diagnósticos de cada trabajador. La única
condición es que en la base de datos del programa exista la información general sobre ese
trabajador (la cual también pudo haberse producido de fuentes secundarias, como las
nóminas de los centros de trabajo). Por el contrario, el procesamiento y el análisis de la
información se hace de manera muy similar si los datos proceden de fuentes primarias que
si proceden de fuentes secundarias. Por eso los procedimientos descritos en las siguientes
páginas son útiles, tanto para unas fuentes de información como para otras.

Además de lo hasta aquí descrito, este documento incorpora otros elementos que
posibilitan un mejor uso del programa. Entre ellos están: a) Las diferentes técnicas y
porcedimientos para procesar la información y las características y el uso que se le puede
dar a cada uno de ellos; b) La manera en que se agruparon los riesgos y las exigencias
laborales y la explicación o el por qué de este agrupamiento; c) Las diferentes formas en
que se agrupó la morbilidad y qué tipo de trastornos y patologías quedaron incluidas y bajo
qué condiciones; y, por último, d) Algunas propuestas para la construcción de índices que
sinteticen la información, para poderla trabajar mejor desde los puntos de vista
epidemiológico y estadístico.

2. FUENTES DE INFORMACIÓN EPIDEMIOLÓGICA

Para construir una base de datos sobre las características de la reproducción de los
trabajadores y la salud generalmente se requieren, como ya se mencionó, dos grandes

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tipos de fuentes de información: las que provienen de fuentes secundarias -es decir, de
aquella información útil para el estudio, pero que se recogió para otros propósitos- y las
que provienen de fuentes primarias -o sea, aquélla que se recoge específicamente para
las necesidades del estudio.

2.1. FUENTES SECUNDARIAS

Entre las fuentes secundarias más usuales para capturar, procesar y analizar información
en el PROESSAT están:

a) Los registros de datos que se generan cotidianamente en el propio centro de trabajo.


Entre ellos están las nóminas que contienen datos sobre el número de trabajadores, su
edad, sexo, antigüedad, área, departamento, sección, puesto, categoría, tipo de
actividad, salario, entre otros. Estos datos pueden ser útiles en cualquier estudio sobre
las condiciones de salud de los trabajadores, porque proporcionan información sobre
las características de la población en estudio y porque algunos son elementos
determinantes de las condiciones de salud. Además es necesario disponer de ellos para
tener los denominadores adecuados en el cálculo de las distintas tasas (véase el
capítulo 4).

En el centro de trabajo también suele existir información sobre accidentes, enfermedades


"generales" y de trabajo. Generalmente se registran en los exámenes médicos periódicos
y/o en el servicio médico de la empresa. Esta información puede ser útil para relacionar la
morbilidad “por demanda” con el resto de las variables del PROESSAT, incluso para
comparar la morbilidad recogida por la encuesta con ésta.

b) Los registros de datos de las instituciones de atención médica, particularmente las de


seguridad social. Esta información también es muy útil y puede capturarse en el
programa para tener una visión más completa sobre la morbilidad de los trabajadores. A

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pesar de que a veces puede ser una fuente de información poco confiable, permite
tener una idea de la incidencia de las enfermedades y accidentes, o sea, de los casos
que han aparecido a lo largo de un período de tiempo. La encuesta, por el contrario
recoge predominantemente la prevalencia de las enfermedades.

Esta información puede encontrarse en los reportes de la consulta en el primer nivel de


atención o de los centros hospitalarios (expedientes clínicos); los reportes de
incapacidades producto de enfermedades o accidentes "generales" o de trabajo; los
reportes de accidentes o enfermedades de trabajo que se registran de manera
independiente al resto de la patología; los informes de incapacidades permanentes
parciales y totales o en los dictámenes de invalidez.

La información de fuentes secundarias puede ser valiosa. Sin embargo, su uso representa,
en nuestra experiencia, una serie de dificultades. La primera es tener acceso a la misma.
En segundo lugar, aun cuando se cuenta con ella, su calidad es frecuentemente deficiente,
debido a un registro incompleto de la variable bajo estudio, o debido a los criterios de
clasificación utilizados, particularmente en lo referente a la integración diagnóstica. Es por
ello necesario conocer cómo se recoge y analizar qué tipo de sesgos puede tener.

2.2. FUENTES PRIMARIAS

La mejor forma de conocer a fondo la relación entre el trabajo y la salud en un grupo de


trabajadores o en un centro laboral es generar directamente la información, aunque ésta
pueda completarse con datos de fuentes secundarias. Los instrumentos y procedimientos
que se mencionan en este trabajo permiten realizar esta tarea sin grandes recursos
financieros y materiales. En ocasiones, es incluso posible que una sola persona la pueda
llevar a cabo, siempre y cuando cuente con la participación activa de los trabajadores.
También, por supuesto, es útil la facilidad que otorgue la dirección administrativa del
propio centro de trabajo.

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3. LA RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN

La tarea de generar, procesar y analizar información se resuelve con más éxito


combinando una serie de técnicas que provienen de muy diferentes enfoques y
experiencias. Consideramos que este procedimiento no distorsiona la orientación
teórico-metodológica de la investigación. Por el contrario, la utilización de estas
herramientas diversas enriquece el contenido del estudio e incrementa las posibilidades de
un acercamiento complejo a la realidad que se investiga.

Una parte fundamental de todo proceso de investigación es la recolección de la


información. En este capítulo se presenta la descripción y explicación de dos instrumentos
incluidos en el PROESSAT que permiten recoger datos, por un lado, sobre la salud de los
trabajadores y, por el otro, sobre las condiciones de seguridad e higiene en los centros de
trabajo. También se describe aquí cuál es la utilidad de ellos en la evaluación y el
seguimiento de estos problemas. Los instrumentos en sí mismos y los instructivos de éstos
se encuentran como anexos al final del trabajo.

Los instrumentos que aquí se discuten son: la Guía para el Estudio de las Condiciones de
Seguridad e Higiene en los Centros de Trabajo y la Encuesta Individual para la Evaluación
de la Salud de los Trabajadores, dado que son las herramientas que, por ahora, tiene
incorporados este programa.

La utilización de estos dos instrumentos permite tener un panorama más o menos


completo de los principales problemas de un grupo de trabajadores, lo que posibilita

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posteriormente, si es el caso, realizar estudios a mayor profundidad sobre alguno o
algunos de los problemas encontrados. Para ello se utilizan otro tipo de estudios, cuya
función principal es confirmar la información recogida por medios más sencillos y menos
costosos. Desde nuestra perspectiva, los estudios integrales, como el que aquí se
propone, son la fuente principal de conocimiento sobre la salud laboral y permiten hacer
propuestas y tomar medidas casi de manera inmediata. Además, tienen dos ventajas
prácticas, por un lado, facilitan el estudio a personas o grupos interesados en esta materia
y, por otro lado, pueden aplicarse masivamente en los centros de trabajo. Entre otras
razones, porque se incluye una encuesta individual de autollenado que puede aplicarse
simultáneamente a un número muy grande de trabajadores.

Es importante mencionar que tanto el programa como los instrumentos que aquí hemos
generado son flexibles, es decir, que pueden variar según las necesidades de cada
estudio particular. Así, pueden usarse los dos instrumentos o sólo uno de ellos, pero
también puede utilizarse sólo una parte de los mismos. Un ejemplo muy claro de esto está
en la encuesta individual donde se incluye, entre otros aspectos, el de trabajo doméstico.
Habrá grupos de trabajadores o investigadores que no les interese incluirlo porque no
tiene que ver con su objeto de investigación, entonces se puede eliminar todo el apartado
de la encuesta que desean aplicar. Así tambien podría ser de interés sólo incluir este
apartado de la encuesta, si ello satisface los fines de la investigación. También, como en el
ejemplo anterior, se pueden eliminar algunas partes muy puntuales de la encuesta, por
ejemplo, algunos riesgos o exigencias específicos y dejar los demás. o, por ejemplo, se
pueden incluir algunas variables no contempladas de antemano. Para ello hemos creado
la variable grupo en diferentes partes del programa.

También es importante decir que entre los dos instrumentos hay información repetida. Es
el caso del apartado sobre condiciones de seguridad e higiene que contempla la encuesta
y la guía o, por ejemplo, los riesgos físicos o químicos. Es evidente que una posibilidad es
eliminar esta información repetida de alguno de los dos intrumentos. Sin embargo, hemos

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hecho esto para poder confrontar ambas fuentes de información, ya que una de ellas
procede de la observación del propio investigador y/o de la entrevista con uno o varios
informantes y, la otra, procede de la percepción de toda la población o de una muestra de
los trabajadores de la empresa. Es evidente que estos instrumentos pueden aplicarse
también sólo en un departamento, en una área o en un puesto de trabajo en particular o en
cualquier grupo de trabajadores que tengan interés en conocer sus condiciones de salud,
así como las causas de éstas.

En las siguientes páginas se describirán las características de los dos intrumentos


mencionados.

3.1. GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD E HIGIENE


EN LOS CENTROS LABORALES

Cuando se hace un estudio integral de la salud de los trabajadores es imprescindible


generar información sobre las condiciones de seguridad e higiene en el centro de trabajo.
Para cumplir con este objetivo hay tres vías principales que, generalmente, son
complementarias. La primera es la inspección sensorial del centro de trabajo por el equipo
o por el responsable de la investigación. Muchos de los riesgos pueden percibirse
fácilmente de esta manera, aunque, en ocasiones, no con la precisión de un instrumento
de medición. La segunda, es la percepción de los trabajadores sobre los riesgos a los que
están expuestos. Esto se logra por medio de una encuesta colectiva o una encuesta
individual. La tercera es a través de la medición con instrumentos especiales. La captación
de las condiciones de trabajo y de los riesgos, por una o varias de estas vías, es siempre
necesaria para el análisis de la morbilidad laboral.

En esta propuesta, para captar las condiciones de seguridad e higiene, se han adoptado
las dos primeras vías. Cuando en un estudio estas dos vías no satisfagan en su totalidad

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la visión integral sobre la seguridad e higiene del centro de trabajo se tendrá que recurrir a
la medición con los instrumentos adecuados.

Esta Guía es una adaptación de la propuesta de Franco (1998) y tiene por objetivo
proporcionar una visión integral de los aspectos de seguridad e higiene en un centro de
trabajo. Facilita la detección oportuna de los problemas que dañan la salud de los
trabajadores y permite un seguimiento para analizar los cambios y evaluar los resultados
de las acciones emprendidas.

La Guía puede ser aplicada por gente con conocimientos especializados en el área
referida. Sin embargo, se han puesto especificaciones muy precisas para que personas
poco avezadas en el campo también puedan aplicarla. Tal es el caso de: los inspectores
del trabajo, los administradores de las empresas, muchas personas en diferentes
instancias gubernamentales y, de manera importante, los trabajadores que participan en
estas actividades en las empresas, como son los comisionados de higiene y seguridad.

Permite evaluar, de una manera rápida y eficiente, los principales problemas de seguridad
e higiene que se encontraron en la empresa y, por lo tanto, programar las acciones que
son necesarias para corregirlos, así como evaluar permanentemente las acciones en esta
materia. La propuesta sugiere llevar a cabo una verificación y un diagnóstico por lo menos
una vez al año, o cada tres meses si hay problemas especiales que seguir.

Otro aspecto importante a resaltar es su fácil recolección, medición y evaluación, lo que


facilita su aplicación en pequeños, medianos o grandes centros de trabajo. También
puede ser aplicada en su totalidad o sólo partes de la misma, lo cual permite elaborar
un diagnóstico integral o llevar a cabo diagnósticos específicos sobre algún aspecto de
la seguridad o de la higiene que sea particularmente relevante.

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Se puede aplicar una guía para toda la empresa o guías específicas por área,
departamento, servicio o puesto, dependiendo de las dimensiones y características del
centro laboral en estudio. Esto se debe a la necesidad de estudiar separadamente
procesos de trabajo diferentes e independientes uno de otro, aun en el mismo centro
laboral.

La flexibilidad de la Guía, tanto en su recolección y captura como en su procesamiento y


análisis, puede hacer de su aplicación una tarea fácil, eficaz y de resultados inmediatos
para proponer y vigilar acciones tendientes a mejorar las condiciones de los trabajadores
en las empresas.

La Guía se compone de 15 capítulos o apartados (véase el anexo 1 para la Guía y el


anexo 2 para el Instructivo). Cada capítulo contiene un número determinado de
preguntas que, de acuerdo con el tema de que se trata, permiten ubicar y evaluar las
carencias o el nivel de eficacia del centro laboral en materia de seguridad e higiene en
el trabajo. Para conocer las formas de procesamiento y análisis de esta Guía véase el
apartado 4.1.

3.2. ENCUESTA INDIVIDUAL PARA LA EVALUACIÓN DE LA SALUD DE LOS


TRABAJADORES

La encuesta Individual de autollenado tiene por finalidad captar algunas características


demográficas, del trabajo doméstico, del uso del tiempo libre, algunos aspectos del
proceso de trabajo y de la percepción de los trabajadores sobre el mismo, así como de los
riesgos, exigencias y problemas de salud.

La encuesta incorporada en el PROESSAT (véase el anexo 3) ordena y sistematiza los


aspectos mencionados y, sobre esa base, se pueden formular propuestas y acciones
inmediatas respecto a los principales problemas detectados.

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Una de las importantes ventajas de esta encuesta es que se llena por el propio trabajador
sin necesidad de un "encuestador" capacitado para ello. Esto obviamente no es posible,
cuando se trata de trabajadores que no saben leer y escribir. En esos casos cualquier otro
trabajador puede ayudarles. La ventaja de este procedimiento es que la encuesta puede
aplicarse simultáneamente a un número grande de trabajadores. Así, la tarea del
"encuestador" consiste en explicar las características de la misma y resolver las dudas que
se presenten al contestarla. Es muy importante, sin embargo, que al recoger las encuestas
se revisen cada una de ellas, para evitar que haya datos faltantes (no respuesta).

En esta encuesta hemos puesto atención en que se pueda diferenciar con cierta
precisión quiénes son los más expuestos a los diversos riesgos y exigencias en
relación con los poco o los no expuestos. Esto facilita el análisis cuando se comparan
diferentes grupos y se relacionan con sus problemas de salud.

También pretendimos captar con cierta precisión la duración (antigüedad) en el trabajo


y el tiempo de exposición. Hay preguntas específicas que resuelven este problema,
como la que pregunta sobre el tiempo que ha laborado en cierto puesto de trabajo,
independientemente del centro laboral donde haya sido. También se puede conocer
cuál es el tiempo real de exposición en la jornada diaria y semanal.

Es necesario tener presente que no todos los riesgos y exigencias se tratan con la
misma precisión. Así, por ejemplo, es diferente la precisión con que se puede recoger
el ruido o el calor o la iluminación que ciertos riesgos como gases o vapores donde la
percepción del trabajador puede ser mucho menos precisa. Asimismo sucede con las
exigencias donde algunas como la rotacion de turnos, el trabajo nocturno, las horas
extras o el doble turno son fáciles de precisar y de cuantificar, ya que estas están
presentes o no, pero no sucede lo mismo con otras como la atención excesiva, el

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trabajo aburrido o la responsabilidad en la tarea donde es menos precisa la
información que proporciona el trabajador.

La forma en que está estructurada la encuesta y su flexibilidad permite estudiar no sólo


a trabajadores en puestos fijos, sino a ayudantes, trabajadores de mantenimiento,
administrativos, personal de intendencia y trabajadores intelectuales donde sus
condiciones de trabajo y su exposición a riesgos y exigencias pueden ser muy
variables.

La encuesta individual para la evaluación de la salud de los trabajadores (véase el anexo 3


para la encuesta y el anexo 4 para el instructivo) contiene cinco capítulos: los datos
generales del trabajador y del centro de trabajo; calidad de vida y de trabajo doméstico; las
condiciones de trabajo; los riesgos y las exigencias laborales; y los daños a la salud. Todo
este conjunto de elementos podrá responderlos el trabajador por sí mismo, ya que la gran
mayoría de las preguntas son dicotómicas y se podrá también capturar de una manera
sencilla en el PROESSAT.

Es muy importante mencionar que la encuesta debe adecuarse a las particularidades


de cada centro laboral y a las necesidades de cada estudio o investigación
específicos.

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4. LAS FORMAS DE PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN

Este capítulo contiene dos partes bien diferenciadas. En la primera se aborda la forma en
que en el PROESSAT se procesa y analiza la información de la Guía para el Estudio de
las Condiciones de Seguridad e Higiene en los Centros de Trabajo. En la segunda, se
muestran las amplias y diversas maneras en que se pueden procesar los datos de la
Encuesta Individual.

4.1. ELEMENTOS PARA PROCESAR Y ANALIZAR LA INFORMACIÓN DE LA GUÍA

Una vez recogidos y capturados los datos de la Guía, se procesa y analiza la


información en el PROESSAT, lo cual es sumamente sencillo, para obtener el
resultado total y de cada uno de los 15 capítulos o apartados. La forma en que en el
programa se lleva a cabo este procedimiento es la siguiente:

Como se puede ver en la Guía (anexo 1) y en el Instructivo (anexo 2) cada pregunta de


cada capítulo tiene 4 opciones. Las tres primeras se refieren a si el centro de trabajo
cumple en su totalidad (SÍ), parcialmente (PM) o no cumple (NO) la condición pedida.
La cuarta opción NA (No se Aplica) se refiere a cuando la condición no obliga en esa
empresa. Así, entonces, una vez que está completo cada capítulo el PROESSAT
obtiene y suma los NA y los resta al total de posibles respuestas de ese apartado. Se
supone que las óptimas condiciones de higiene y seguridad hacen esperar que todas
las respuestas posibles en ese centro de trabajo sean afirmativas, por eso a ese total
se le llama: total esperado (TE).

Una vez conocido el total esperado se obtiene el total real (TR), el cual se conforma
del número de respuestas contestadas como SÍ (con valor de 1), como PM (con valor
de 0.5) o como NO (valor de 0). De ahí se obtiene el porcentaje de cada capítulo al
dividir el total real entre el total esperado y multiplicarlo por 100, lo que se denominó

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Nivel de Eficacia (NE) para cada uno de los capítulos o apartados estudiados. Se
puede convertir la expresión numérica en una expresión literal, lo cual permite
reconocer fácilmente el Nivel de Eficacia, como se observa en el cuadro 1.

Cuadro 1

NIVEL DE EFICACIA

EXPRESIÓN NUMÉRICA EXPRESIÓN LITERAL

0 a 40 % MUY MALO (MM)


41 a 60 % MALO (M)
61 a 80 % REGULAR (R)
81 a 90 % BUENO (B)
91 a 100 % MUY BUENO (MB)

Es pertinente aclarar que el criterio para asignar los rangos o categorías mencionadas
en el cuadro 1 es variable y se fija de acuerdo a los resultados obtenidos en estudios
previos y a la experiencia conseguida en pruebas piloto o pruebas más completas. En
este caso, los rangos del nivel de eficacia asignados son producto de la experiencia
adquirida durante la aplicación parcial o total de la guía en varios centros de trabajo,
ya que no existen experiencias de esta naturaleza que pudieran servir como base para
establecer dichos rangos.

Una manera práctica y sencilla de mostrar los resultados es utilizar un cuadro y una
gráfica de resumen de la información recogida en la Guía. Así, se elaboró:

1. Un cuadro general del centro laboral, que contiene los resultados de los 15
capítulos contenidos en la Guía, ordenado descendentemente de acuerdo al nivel
de eficacia encontrado. Esto quiere decir que aparecerán en primer lugar aquellos

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capítulos o apartados más problemáticos en el centro laboral estudiado. Este tipo de
cuadro ayuda a una más sencilla y rápida interpretación de los resultados (véase
cuadro 2). La información contenida en este cuadro, también se presenta en una
gráfica de barras.

2. Si procede por el tamaño de la empresa y el número de trabajadores, se pueden


elaborar cuadros específicos del centro laboral donde se expongan los resultados,
como en el cuadro general, pero en este caso por las formas en que convenga
dividir el centro de trabajo: áreas, departamentos, secciones, servicios o puestos de
trabajo. Esta información se ordena también de manera descendente de acuerdo al
nivel de eficacia. Los datos también se presentan en forma de una gráfica de barras.

Cuadro 2
CUADRO GENERAL
SOBRE EL NIVEL DE EFICACIA DE LOS 15 CAPÍTULOS
QUE VALORAN LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD E HIGIENE
EN UNA EMPRESA
NIVEL DE EFICACIA

CAPÍTULO O APARTADO EXPRESIÓN EXPRESIÓN


NUMÉRICA LITERAL

1 EDIFICIOS, LOCALES, INSTALACIONES Y ÁREAS DE LA EMPRESA


2 ORDEN Y LIMPIEZA
3 SISTEMAS CONTRA INCENDIOS
4 INSTALACIONES ELÉCTRICAS
5 MANEJO, TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO DE MATERIALES
6 SEÑALES, AVISOS DE SEGURIDAD Y CÓDIGO DE COLORES
7 RUIDO
8 VIBRACIONES
9 RADIACIONES IONIZANTES Y NO IONIZANTES
10 CONDICIONES TÉRMICAS EXTREMAS
11 VENTILACIÓN E ILUMINACIÓN
12 HERRAMIENTAS, EQUIPOS Y MAQUINARIA
13 AGENTES CONTAMINANTES BIOLÓGICOS
14 MATERIALES Y SUSTANCIAS QUÍMICAS PELIGROSAS
15 SERVICIOS PARA LOS TRABAJADORES

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Si existen posibilidades, una medida de gran utilidad para sustentar el por qué de los
resultados obtenidos en la Guía es la evidencia fotográfica o filmada,
primordialmente cuando la evaluación ha sido negativa para el centro laboral. Este
material gráfico ofrece al observador la prueba objetiva de las fallas o problemas que
enfrenta el centro de trabajo.

4.2. ELEMENTOS PARA PROCESAR Y ANALIZAR LA INFORMACIÓN


DE LA ENCUESTA

Todas las variables incluidas en la encuesta individual se pueden relacionar entre sí.
Las variables incluidas abarcan los siguientes elementos: datos generales y
demográficos, calidad de vida y trabajo doméstico, proceso de trabajo, riesgos y
exigencias y daños a la salud.

Este apartado contiene una descripción de algunos de los procedimientos y técnicas más
utilizados para llevar a cabo un mejor procesamiento y análisis de la información. Para ello
se precisa primero conocer algunos elementos básicos de lo que son las variables. Es, por
así decirlo, un paso necesario para poder entender mejor el contenido de este capítulo.

4.2.1. CONCEPTO DE VARIABLE

La metodología no sólo aborda las categorías esenciales y los pasos de una investigación
científica, sino las formas de operacionalización de esas categorías y las formas en que se
captan en la realidad. Para ello es necesario el uso de las variables, ya que éstas nos
permiten acercarnos de una manera ordenada a la calificación y cuantificación de los
procesos y de los fenómenos. Las variables no captan la complejidad de estos procesos,
aunque sí alguna faceta de ellos. Sin embargo, a través de ellas podemos sistematizar los
elementos que nos interesa estudiar.

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Se entiende por variable toda característica investigada en una población que puede
asumir diferentes valores o grados de intensidad entre los diferentes individuos que la
conforman o incluso en un solo individuo. (Rajs, s/f)

Es imprescindible clasificar adecuadamente las variables, es decir, ubicar las


observaciones en clases o categorías excluyentes entre sí. Se deben fijar los límites de
cada categoría con la mayor precisión para que no haya duda de dónde ubicar cada
observación. Los grupos o clases que se formen deberán posibilitar la ubicación de todas
las observaciones.

Las variables pueden ser de dos tipos: cualitativas y cuantitativas. Las primeras son
variables no mensurables en términos numéricos; las segundas se miden mediante
instrumentos o escalas numéricas de cierta precisión.

Las variables cualitativas, como lo son la mayoría de las que usamos en salud laboral,
como el sexo, el área, el puesto, los riesgos, las exigencias o las enfermedades pueden
ser de dos tipos: nominales u ordinales. Las primeras se refieren a nombres que
asignamos a las clases o categorías de que se conforman sin ningún orden o jerarquía.
Por ejemplo, el sexo (femenino o masculino) o el área de trabajo (depende de las áreas
que conformen el centro laboral estudiado). Las segundas, las ordinales se refieren a
cierta escala en donde ya existe necesariamente un orden o jerarquía. Por ejemplo, el
grado de exposición (alto, medio o bajo).

Estas variables cualitaitvas pueden ser muy simples o muy complejas, tanto desde su
concepción (es decir, desde su constitución como categorías y su operacionalización)
como desde la construcción de las escalas para su clasificación.

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Así, por ejemplo, clasificar a los trabajadores expuestos y a los no expuesto puede ser muy
difícil cuando se habla de ruido, de mala iluminación, de polvo, de trabajo monótono o de
posiciones incómodas. El problema es cuándo y a quién vamos a considerar como
expuesto si pueden existir una serie de gradaciones en cada caso. De la misma manera
sucede con los enfermos y las enfermedades. A quiénes vamos a considerar enfermos o
con alguna enfermedad. Nos tendremos que preguntar cuáles son los síntomas y signos
que permitan conformar una entidad mórbida. Clasificar a una persona en enferma o no
enferma es muy difícil, lo mismo sucede con la detección de muchas enfermedades. La
frontera entre uno y otro caso es sumamente difícil de precisar. Sin embargo, es imperativo
hacer ese esfuerzo a pesar de los errores que pueda conllevar.

En las variables cualitativas muy complejas las clases o categorías pueden confundirse
unas con otras, así que generalmente el investigador fija esos criterios para cada situación
particular. En esta propuesta nosotros hemos asumido ese riesgo para elaborar los
diagnósticos presuntivos, o sea, este conjunto de trastornos, enfermedades y accidentes
que hemos consignado.

Las variables cuantitativas se dividen en discretas o discontinuas y en continuas. Las


primeras asumen sólo valores enteros dentro de los límites de la escala (número de hijos,
dormitorios de una vivienda o número de diagnósticos). Las segundas se construyen,
como su nombre lo indica, en escalas continuas, en donde la variable presenta valores
enteros o fraccionados comprendidos dentro de la escala (edad, antigüedad, peso o
estatura). El grado de aproximación depende de la calidad de los instrumentos y del grado
de precisión que requiera la investigación. (Rajs, s/f)

En esta propuesta hemos incluido un número muy importante de variables. Dentro de ellas
las hay también cualitativas y cuantitativas, entre éstas últimas, discretas y continuas. Sin
embargo, la mayoría de las variables incluidas son cualitativas (de ahí que el análisis,

18
como se verá más adelante, se lleve a cabo por medio de tablas tetracóricas y de pruebas
estadísticas como la ji cuadrada).

Las principales variables continuas que contiene el programa son la edad y la antigüedad.
Éstas se pueden trabajar como tales, cuando se quiere aprovechar toda la riqueza de la
información, pero también pueden agruparse en clases o categorías para trabajarlas como
variables cualitativas y poder llevar a cabo el análisis de una forma similar al resto del
programa.

Desde el punto de vista de la causalidad, las variables generalmente se denominan


independientes y dependientes. Las dependientes reciben este nombre, obviamente,
porque están supeditadas a las primeras. A su vez se considera que las variables
independientes son las que determinan o causan el efecto, o sea, la aparición de la
variable dependiente (aunque ésta puede ser más de una).

Es conveniente decir que existen variables independientes que están fuertemente


asociadas a ciertas variables dependientes, pero no de una manera causal. Este es el
caso (que se describirá con más detalle en el apartado 4.2.4) de la variable edad, en
donde ciertos grupos etarios están estrechamente asociados a ciertas enfermedades, pero
no de una manera causal. A este tipo de variables que influyen, de manera importante en
el efecto, o sea, en este caso en la enfermedades pero no son una de las causas de ellas
se les llama confusoras. Cuando se comparan diferentes grupos de la población, en
donde estas variables confusoras se distribuyen de manera diversa entre esos grupos, se
les debe controlar. Por este motivo en algunas ocasiones también se les llama variables
de control.

Sin embargo, las variables, desde otra perspectiva, de acuerdo a las características que
comparten en esta propuesta en relación con el trabajo y la salud, se pueden dividir en

19
cinco grupos: I. Generales; II. Calidad de vida y de trabajo doméstico; III. Condiciones de
trabajo; IV. Riesgos y exigencias laborales; y V. Daños a la salud.

De la información que se recoge en estos cinco apartados de la encuesta, y también de


aquélla que se puede recoger por fuentes secundarias, se puede obtener en el
PROESSAT la siguiente información: frecuencias absolutas; frecuencias relativas; ajustes
de tasas por algunas variables; perfiles generales y específicos de riesgos y exigencias;
perfiles patológicos generales y específicos; y algunos elementos para el análisis
epidemiológico-estadístico, como el riesgo relativo, la razón de momios y pruebas de
significancia estadística.

Además de ello, en el presente capítulo, también se incluyen las propuestas de


agrupamiento para los riesgos y las exigencias y para la morbilidad, así como, las
propuestas que hicimos en el PROESSAT para la construcción de índices.

4.2.2. FRECUENCIAS ABSOLUTAS

Las frecuencias absolutas de un determinado evento se usan para conocer la magnitud


de algunos problemas (número de enfermedades, número de muertes) o ciertas
características de la población estudiada, pero revelan poco sobre el riesgo de una
población trabajadora, o la probabilidad de enfermar de la misma, que es la cuestión
central del análisis epidemiológico. Por ejemplo, si nuestra variable es el área de trabajo
podemos saber cuántos trabajadores hay en cada una de las áreas de la empresa. Lo
mismo podemos hacer con las variables ruido o hipoacusia. De esa manera sabremos, por
ejemplo, cuántos trabajadores están expuestos y cuántos no; o cuántos presentan una
enfermedad y cuántos no. Esta información, aunque no nos habla del riesgo que tiene esa

20
población o de la probabilidad de enfermar es la base para poder hacer cualquier cálculo
epidemiológico o estadístico. Las frecuencias absolutas, pese a sus limitaciones, son
imprescindibles para poder obtener cualquier frecuencia relativa e, incluso, para calcular el
riesgo relativo o cualquier prueba de significancia estadística.

En otro sentido, es también importante aclarar que algunas variables generales como la
edad y la antigüedad no están agrupadas de antemano, como sucede en el caso de las
áreas que ya están fijadas en cada empresa o de los puestos de trabajo, sino que con
estas variables tenemos que decidir cómo queremos agruparlas. Para ello debemos
consultar el mismo programa que ya tiene algunas formas de agrupamiento y decidir de
entre ellas cuál es la más conveniente para nuestro estudio o proponer una forma de
agrupar esas variables.

4.2.3. FRECUENCIAS RELATIVAS

Las frecuencias relativas señalan con mayor precisión la magnitud de un problema y, en


ocasiones, permiten conocer con cierta exactitud el grado de riesgo que tiene una
población de sufrir un determinado daño a la salud. Las principales frecuencias relativas
son las proporciones, los porcentajes, las razones y las tasas. Para obtener cualquiera
de estas frecuencias se utiliza un numerador y un denominador y, en ocasiones, una
constante.

Las proporciones son la fracción de una serie de sucesos o entidades que figuran en el
numerador con respecto al total de sucesos o entidades del mismo género que figuran en
el denominador. Por ejemplo, la fracción de accidentes en un centro de trabajo en un año
con respecto al total de accidentes laborales a nivel nacional el mismo año; o la fracción de
enfermedades ocupacionales con relación al total de daños reconocidos como del trabajo
en un centro laboral. Las proporciones, de esta manera, no son más que los porcentajes,
pero expresados como fracciones, o sea, menores a la unidad.

21
Parte del todo
PROPORCIÓN = (siempre menor de 1)
Total de eventos

Los porcentajes son la parte de una serie de sucesos o entidades que figuran en el
numerador con respecto al total de sucesos o entidades del mismo género que figuran en
el denominador, pero multiplicados por cien. Como se puede ver, las fracciones y los
porcentajes expresan lo mismo, sólo que aquéllas tienen de referente la unidad y éstos
100. Por ejemplo, la parte que representa una enfermedad en un grupo de trabajadores
con respecto al conjunto de las enfermedades de ese grupo. Esto se puede expresar como
un porcentaje o una prte de ese conjunto que sería 100 o el 100%. Los porcentajes, de
esta manera, no son más que las proporciones, pero multiplicadas por 100.

Parte del todo


PORCENTAJE = 100 = (siempre menor de 100)
Total de eventos

Las razones muestran la relación entre dos tipos de eventos. Éstos pueden presentarse
como frecuencias absolutas o relativas. En el numerador se debe poner la frecuencia
mayor para lograr una interpretación más sencilla. Por ejemplo, se divide el número de
accidentes del trabajo entre el número de enfermedades laborales registradas, lo que
permite estimar el peso relativo de cada uno de ellos.

Número de eventos (o frecuencia relativa)


RAZÓN = --------------------------------------------------------= (número de veces que se presenta
Número de eventos (o frecuencia relativa) un evento en relación con el otro)

La razón más utilizada en los estudios encaminados a analizar la relación causal entre un
riesgo o una exigencia y un trastorno, una enfermedad o un accidente es el riesgo relativo
(RR). La razón de momios (RM), que también contempla el programa, como su nombre lo
indica, es otra razón. Estas dos se verán más adelante.

22
Las tasas se definen como la expresión numérica del riesgo de que suceda un
determinado daño a la salud. Es decir, es la probabilidad de que los individuos
pertenecientes a un grupo sufran determinado daño a la salud. Como puede apreciarse, el
cálculo de tasas es una técnica o procedimiento que se aplica después de la constitución
de los grupos a comparar. Los datos con base en los cuales se calcula una tasa son: un
numerador, un denominador y una constante.

Casos (enfermos, defunciones)


TASA = Constante (múltiplo de 10) = (menor, igual
Población expuesta a riesgo o mayor que el múltiplo)

En el cálculo de las tasas debe incluirse en el denominador sólo aquellas personas que
pueden ser considerados "en riesgo" de padecer el daño a la salud estudiado. Por
ejemplo, el denominador para calcular la tasa de accidentes de trabajo sólo debe incluir a
la población trabajadora ya que la no-trabajadora por definición no puede sufrir un
accidente de trabajo.

Las tasas pueden ser de dos tipos, generales o específicas. En el cálculo de la tasa
general (o bruta o cruda) se toma como denominador a toda la población. Es la medición
gruesa de la fuerza de ocurrencia de un hecho. La tasa específica se calcula usando como
denominador al número de integrantes de cierto grupo de la población, constituido en
función de alguna característica como puede ser la edad, el sexo o el puesto de trabajo.
Mide con mayor exactitud el riesgo que se busca conocer.

En el PROESSAT se puede obtener: la tasa de morbilidad general, las tasas de morbilidad


generales por causa específica, es decir, por cada una de las patologías o para cada
conjunto patológico que contiene el programa y las tasas de morbilidad específicas por
diversas variables.

23
En el cálculo de las tasas de morbilidad hay tres posibles unidades de medición: el
número de enfermos, el número de enfermedades y los episodios de enfermedad. Es muy
importante especificar con cuál unidad de medición se calculan las tasas. La frecuencia de
la morbilidad se puede expresar como incidencia, prevalencia instantánea o prevalencia de
periodo.

La tasa de incidencia se obtiene incluyendo en el numerador el número de casos nuevos


(enfermos, enfermedades, episodios) en un lugar y durante un periodo (generalmente un
año) y en el denominador a la población en riesgo estimada a la mitad del periodo.
Dependiendo de la frecuencia del padecimiento, la constante se expresa por un múltiplo
de 10. La tasa de incidencia muestra la dinámica de un padecimiento y expresa el riesgo
de enfermar que tiene esta población durante el periodo observado. Es útil sobre todo para
las enfermedades agudas y para los accidentes.

La tasa de prevalencia instantánea se obtiene incluyendo en el numerador todos los


casos de la enfermedad o del conjunto patológico presentes en un grupo de trabajadores
y en el denominador a la población en riesgo en el momento de la medición. La constante
se expresa por un múltiplo de 10, dependiendo de la frecuencia del padecimiento. Sólo
capta lo que prevalece en un momento determinado. Es útil sobre todo para expresar la
magnitud de las enfermedades crónicas en una determinada población trabajadora.

La tasa de prevalencia de periodo se obtiene incluyendo en el numerador todos los


casos nuevos y antiguos de una enfermedad o de un conjunto patológico en un grupo de
trabajadores, en un periodo determinado y, en el denominador, a la población en riesgo a
la mitad del periodo de medición. Dependiendo de la frecuencia del padecimiento, la
constante se expresa por un múltiplo de 10. El periodo de medición puede ser de una
semana, un mes, un año u otro periodo según el tipo de problema estudiado. Esta tasa
capta la magnitud de las enfermedades de un forma menos precisa que las dos anteriores.

24
No es muy útil porque no distingue casos antiguos de casos nuevos ya que es la suma de
la prevalencia instantánea al iniciar el periodo de medición y la incidencia durante éste.

4.2.4. AJUSTES DE TASAS POR ALGUNAS VARIABLES

Este procedimiento interesa hacerlo cuando queremos comparar las tasas de morbilidad (o
de mortalidad) en diferentes grupos de la población en estudio y sabemos que la
distribución por alguna variable es diferente en cada uno de los grupos y puede tener
importancia en el resultado de la tasa en estudio. A estas variables se les llama
confusoras. Ejemplo de ellas son la edad o el sexo, o más específicamente en salud en el
trabajo: la antigüedad en el puesto de trabajo o en un determinado centro de trabajo.

Por ejemplo, si los grupos de trabajadores que deseamos comparar se distribuyen muy
diferencialmente por grupos de edad conviene controlar esta variable. Para ello se
necesita hacerles un ajuste por edad. Es decir, deberíamos preguntarnos qué tasas de
morbilidad tendríamos si todos los grupos de trabajadores comparados tuvieran la misma
distribución por edad. Lo que se pretende con este procedimiento es eliminar el peso que
tiene esta variable en el resultado de las tasas de morbilidad.

En esta propuesta se plantea el ajuste de tasas con el objetivo de controlar algunas


variables confusoras que pueden distorsionar, de manera importante, el análisis de la
morbilidad al comparar diferentes grupos de trabajadores. Entre estas variables que se
pueden controlar en el PROESSAT hemos incorporado: la edad, el sexo, la antigüedad en
el puesto de trabajo y en la empresa, el área, el puesto de trabajo, el turno y si se quiere se
puede controlar por alguna otra variable.

Es muy importante mencionar que en esta propuesta el ajuste de tasas se puede realizar
para el conjunto de la morbilidad o para cualquier de los padecimientos que contempla el

25
programa. Esta posibilidad permite una mayor precisión y seguridad en el análisis de la
información.

Las tasas, como hemos visto, establecen una relación entre una población expuesta al
riesgo de sufrir algún daño a la salud y el propio suceso mórbido. Sin embargo, para que
sepamos la magnitud del problema de salud se requiere la comparación entre grupos de la
población.

En muchas ocasiones, las comparaciones no son válidas debido a que son poblaciones
muy diferentes entre sí, tanto en sus características básicas como la edad o el sexo de los
individuos que la conforman, como en sus características laborales como el puesto, el
turno o el área donde trabajan. Para poder comparar adecuadamente estas poblaciones,
suprimiendo el peso que puedan tener alguna de estas variables en el resultado que
comparamos, se realiza el llamado ajuste o estandarización de las tasas.

Vale la pena advertir que la o las variables que ajustamos son generalmente aquéllas que
tienen un peso importante en el resultado de la tasa, aunque esta importancia
generalmente no es causal. Así, si la estructura etaria de dos o más poblaciones que
comparamos es muy diferente se puede alterar notablemente el resultado de la tasa, a
pesar de no ser ésta una variable que se relacione causalmente con las enfermedades.

Esto no limita, por supuesto, aunque no es lo usual, el que ajustemos las tasas por alguna
variable que pensamos sea causal, teniendo presente que los cambios en las tasas, al
comparar dos o más poblaciones, pueden ser debidos al peso tiene la variable ajustada.
En otras palabras, se elimina el peso que tiene esta variable. Así, por ejemplo, si
ajustamos dos poblaciones por puesto de trabajo se elimina el peso diferencial que tiene
esta variable en la comparación de las tasas de estas dos poblaciones. En realidad no se
elimina el peso de la variable controlada, sino que se homogeneiza entre las dos
poblaciones. El supuesto es entonces que si se distribuyeran las dos o más poblaciones

26
que comparamos de la misma manera (en este ejemplo, por puesto de trabajo) qué tasas
de morbilidad por determinado padecimiento se podrían esperar en ambas poblaciones.
Como se ve no se nulifica el efecto, sino que se iguala.

En resumen, el ajuste sirve, sobre todo, para eliminar las diferencias en las tasas de
morbilidad de algunas variables de las poblaciones que nos interesa comparar y que
pueden influir, de manera importante, en el resultado.

El procedimiento para el ajuste de tasas y los problemas con los que podemos toparnos se
describen a continuación.

1. El "método" de ajuste se utiliza cuando se desean comparar tasas de morbilidad o de


mortalidad entre poblaciones humanas de diferentes lugares (países, regiones,
localidades, hospitales, fábricas, barrios, escuelas, áreas de trabajo), o en diferente
tiempo en un mismo lugar (años, quinquenios, decenios), o en grupos de una
población (diferentes clases sociales, ocupaciones, puestos de trabajo) para evitar los
errores que puedan producirse por las diversas composiciones etarias, o de sexo o de
otras variables no causales en esas poblaciones.

2. La principal fuente de error al comparar tasas surge de la influencia que ejercen ciertas
variables demográficas básicas (sobre todo la edad) en la estructura de la población
expuesta al riesgo (denominador) como sobre la estructura de la población que
presenta el fenómeno en estudio (numerador). Cuando en realidad esas variables son
irrelevantes para los fines de la determinación de la tasa. Es decir, la edad, por ejemplo,
no es la causa de las variaciones en el tipo, frecuencia o gravedad de las
enfermedades o de las muertes, sino que esto se debe a otros elementos que se
presentan en determinada edad con la que esta variable sólo está asociada, pero no
causalmente. Así, por ejemplo, el sarampión es más frecuente en niños, sin embargo, la

27
causa no es ésta, sino las condiciones nutricionales y el contacto con el virus, entre
otras.

3. Si estos elementos anteriores no son considerados se corre el riesgo de que la


comparación no sea válida. Para eliminar este problema se usan diversos
procedimientos que pretenden suprimir el factor que impide comparar los resultados.
Así, hay dos métodos para ajustar o estandarizar tasas: el directo y el indirecto. Aquí
sólo describiremos el directo, ya que es el que utilizamos para estandarizar las tasas en
el PROESSAT.

4. Los pasos para ajustar tasas por el método directo son:

a) Encontrar una población estándar o tipo a la cual aplicar las tasas que deseamos
comparar. Hay diferentes tipos de poblaciones que podemos elegir como tipo o
estándar: una de las poblaciones en estudio; la suma de las poblaciones base; la suma
de las poblaciones base, divididas entre el número de poblaciones a comparar; una
población diferente a las estudiadas; o se eligen una serie de números, cualquiera que
estos sean, como población tipo.

b) Se multiplican las tasas de esa o esas poblaciones en estudio a la población estándar y


se divide por la constante de la tasa estudiada con el objeto de encontrar los casos
esperados (ya no los observados) sean muertes o enfermedades, si esa o esas
poblaciones tuvieran la misma composición (etaria u otra) que la población tipo.

c) Como conocemos los elementos que conforman una tasa: numerador (casos),
denominador (población expuesta) y constante (diez o múltiplo de diez) podemos
despejar la fórmula para resolver el problema. Así, como se buscan los casos
esperados con una tasa conocida (la de la población o poblaciones en estudio), con una

28
población conocida (la de la población estándar) y con una constante conocida (la de la
tasa en estudio) se procede con la fórmula:

población estándar X tasa población en estudio


Casos esperados = ------------------------------------------------------------
constante (dependiendo de la tasa)

d) El número de casos esperados en los diferentes grupos de edad (u otra variable) se


suman y, el total, se divide entre el número de "expuestos" de la población estándar y se
multiplica por la constante utilizada para obtener la tasa ajustada.

total de casos esperados


Tasa estandarizada = -------------------------------- X constante
total población estándar

29
4.2.5. PERFILES GENERALES Y ESPECÍFICOS DE RIESGOS Y EXIGENCIAS

Los riesgos y las exigencias son los componentes derivados de los elementos del proceso
de trabajo que pueden, potencialmente, crear daños a la salud. Con frecuencia se
confunden los elementos derivados de los objetos o medios de trabajo, es decir, el ruido, el
calor, los polvos, los gases, de aquellos elementos derivados de la organización y división
del trabajo y de la actividad del trabajador, es decir, las exigencias, tales como, el trabajo
dinámico o estático, la rotación de turnos, el trabajo nocturno, la monotonía, la repetitividad
de la tarea, el alargamiento de la jornada o la intensidad del ritmo de trabajo. Así que es
importante aclarar estas diferencias.

Por riesgos entendemos los elementos derivados de los objetos y medios de trabajo que
pueden ser potencialmente nocivos para los trabajadores. Es el caso de los polvos o del
ruido.

De manera distinta, las exigencias laborales indican los requerimientos que se les
imponen a los trabajadores como consecuencia de las características del trabajo y de su
organización. Pero va más allá, pues también expresa las formas específicas de
explotación de los trabajadores. Si éstas son principalmente relacionadas con el
alargamiento directo o indirecto de la jornada laboral (tiempo de trabajo) o con formas de
intensificación del mismo (cantidad, calidad, supervisión, características de las tareas). En
general estas formas de explotación son, en la actualidad, mezcla de varias de ellas, pero
con predominio de alguna.

Los riesgos y las exigencias laborales, sin embargo, no son los únicos elementos que
afectan la salud de los trabajadores. También son determinantes aquellos aspectos que
están ausentes (o están presentes, pero de manera muy limitada) en el proceso laboral. En
el PROESSAT se han tratado de recoger también estos elementos, tanto en el apartado de
la encuesta acerca de la valoración sobre el contenido del trabajo, como en algunas de las
exigencias laborales. Es posible llevar a cabo una actividad sin estos elementos, sin
30
embargo, son indispensables para desarrollar las potencialidades realmente humanas del
trabajo. Muchas de las características del perfil patológico de un colectivo de trabajadores
se deberá a la manera como se combinen todos estos aspectos.
En el PROESSAT se pueden procesar los perfiles de riesgos y exigencias, tanto el general
como los específicos por algunas variables, tales como, edad, sexo, área de trabajo,
puesto de trabajo y antigüedad en el puesto. Se presenta cada perfil, general o específico,
en cuadros y gráficas. Los perfiles muestran la frecuencia absoluta y relativa. Esta última
se presenta como la tasa de exposición, es decir, el número de trabajadores expuestos por
cada 100.

Esta información es útil para conocer de manera rápida los problemas más importantes a
los que están expuestos los trabajadores en el centro de trabajo y, así, decidir en qué
aspectos profundizar el análisis y proponer medidas de solución. Para facilitar el análisis y
la toma de decisiones, además de presentarse el perfil conjunto de riesgos y exigencias,
se puede seleccionar también un perfil exclusivamente de riesgos y un perfil de exigencias.
Esto es útil en la medida que cada uno de ellos tiene relaciones específicas con algunos
de los elementos del proceso de trabajo.

Los perfiles se pueden presentar desagregados (es decir, cada riesgo o exigencia de
manera independiente) o agrupados. El PROESSAT incluye la conformación de nueve
grupos de riesgos y exigencias, de acuerdo a las preguntas que se incluyen en la
encuesta, tal como se muestra en el cuadro 3.

31
Cuadro 3
No. DE
GRUPOS DE RIESGOS Y EXIGENCIAS PREGUNTA
1 Riesgos derivados de la utilización de los 1 a 12
medios de trabajo
2 Riesgos derivados de la modificación de los 14 a 17
objetos de trabajo
3 Riesgos derivados de los medios de trabajo 18 a 28
en sí mismos
4 Riesgos por las condiciones insalubres o de 29 a 31
falta de higiene
5 Exigencias relacionadas con el tiempo de 32 a 35
trabajo
6 Exigencias relacionadas con la cantidad e 36 a 43
intensidad de trabajo
7 Exigencias relacionadas con la vigilancia en 44 a 45
el trabajo
8 Exigencias relacionadas con la calidad o el 46 a 53
contenido del trabajo
9 Exigencias relacionadas con el tipo de 54 a 83
actividad en el puesto de trabajo

El sentido de este agrupamiento radica en la necesidad de ordenar los riesgos y las


exigencias de acuerdo a su vinculación con el proceso de trabajo, además de que se
puedan tratar como conjuntos en el análisis epidemiológico y estadístico. Para ello se han
construido índices que pueden consultarse en el numeral 4.2.8.

4.2.6. PERFILES PATOLÓGICOS GENERALES Y ESPECÍFICOS

Los daños los hemos entendido como todas aquellas manifestaciones que perjudican la
salud de los trabajadores. Para recoger estas manifestaciones hemos elaborado conjuntos
de síntomas (véase en la encuesta el capítulo V de daños a la salud) que permiten
conformar 23 diagnósticos presuntivos (somáticos, psicosomáticos y psíquicos) y con
ellos elaborar perfiles patológicos, generales y específicos, de uno o más grupos de
trabajadores. El programa realiza automáticamente los diagnósticos, a través de preguntas
sobre síntomas y de ciertas respuestas positivas, como se muestra en el cuadro 4. El
32
diagnóstico 24 “enfermedades diagnosticadas” en realidad es un listado de patologías que
los trabajadores pueden identificar, siempre y cuando hayan sido diagnosticadas por un
médico.
Cuadro 4

No. DIAGNÓSTICO No. de Respuestas


Dx pregunta positivas
1 Hipoacusia 1a3 2 de 3
2 Conjuntivitis crónica 4a8 3 de 5
3 Pterigión o pingüécula 9 1 de 1
4 Amigdalitis de repetición o crónica 10 1 de 1
5 Rinofaringitis de repetición o crónica 11 1 de 1
6 Sinusitis crónica 12 a 14 3 de 3
7 Bronquitis crónica 15 a 17 3 de 3
8 Dermatitis irritativa por contacto 18 a 23 3 de 6
9 Alteraciones neuropsicológicas 24 a 39 9 de 16
10 Accidentes de trabajo 40 1 de 1
11 Accidentes de trayecto 43 1 de 1
12 Depresión 46 a 52 4 de 7
13 Ansiedad 53 a 59 4 de 7
14 Trastornos de sueño 60 a 62 1 de 3
15 Cefalea tensional 63 y 64 2 de 2
16 Migraña 65 a 68 3 de 4
17 Trastornos psicosomáticos cardiocirculatorios 69 a 73 3 de 5
18 Trastornos psicosomáticos digestivos 74 a 84 6 de 11
19 Fatiga 85 a 114 8 de 30
20 Trastornos musculoesqueléticos 115 a 118 1 de 1
21 Lumbalgia 119 y 120 1de 2
22 Várices 121 1 de 1
23 Hemorroides 122 1 de 1
24 Enfermedades diagnosticadas 123 a 136 1 de 1

En relación a los trastornos musculoesquéleticos, incluyendo lumbalgia (preguntas 115


a 120) se trata de identificar no sólo si el(la) trabajador(a) tiene algún trastorno, sino si
éste le dificulta o impide trabajar.

33
La encuesta está diseñada para captar los trastornos, las enfermedades crónicas o de
repetición y los accidentes que principalmente tienen relación con el trabajo. Esto no
quiere decir ni que se incluyan todos los daños a la salud relacionados con el trabajo ni
que todas las enfermedades mencionadas estén siempre ocasionadas por el trabajo. Es
una aproximación que permite detectar los principales problemas de salud de un grupo de
trabajadores y, a su vez, permite analizar cuál es su posible relación con las variables
causales que el programa contempla. Hay muchas enfermedades que la encuesta no
recoge y para las cuales se necesitan otro tipo de estudios. Sin embargo, esta encuesta sí
permite conocer los principales padecimientos y organizar estudios a mayor profundidad
de acuerdo a esos hallazgos. Lo más probable es que la mayoría de los diagnósticos que
se captan por la encuesta sean verídicos, pero es difícil tener la plena certeza, por esto les
llamamos diagnósticos presuntivos.

En el PROESSAT se pueden procesar los perfiles patológicos general y específicos.


Estos últimos se pueden obtener por variables, tales como, edad, sexo, área de trabajo,
puesto de trabajo y antigüedad en el puesto. Se presenta cada perfil, general o específico,
en cuadros y gráficas. Los perfiles muestran la frecuencia absoluta y relativa. Esta última
se presenta como la tasa de morbilidad, es decir, el número de trabajadores enfermos por
cada 100.

Esta información es útil para conocer de manera rápida los daños a la salud más
importantes que tienen los trabajadores en la empresa y, así decidir en qué aspectos
profundizar el análisis y proponer medidas de solución.

Los perfiles, al igual que para los riesgos y exigencias, se pueden presentar
desagregados, es decir, cada trastorno, enfermedad o accidente de manera independiente
(véase cuadro 4) o agrupados (véase cuadro 5). La propuesta que incluye el PROESSAT
es un agrupamiento de diagnósticos en 21 conjuntos patológicos, como se muestra
en el cuadro 5.

34
Cuadro 5

LISTADO DE LOS 21 CONJUNTOS PATOLÓGICOS DEL PROESSAT


1 Pérdida de la audición
2 Otros trastornos del oído
3 Enfermedades irritativas de los ojos
4 Otros trastornos oculares (de los ojos y sus anexos)
5 Enfermedades irritativas de las vías respiratorias superiores
6 Enfermedades irritativas de las vías respiratorias inferiores
7 Otras enfermedades de las vías respiratorias
8 Enfermedades irritativas de la piel
9 Otras enfermedades de la piel
10 Intoxicaciones
11 Accidentes
12 Trastornos psíquicos o mentales
13 Trastornos psicosomáticos
14 Fatiga
15 Trastornos del esfuerzo físico y de las posiciones forzadas sostenidas
16 Enfermedades degenerativas de los huesos, los músculos y las articulaciones
17 Enf. Del corazón y ap. circulatorio, excepto isquémicas, hipertensión y várices
18 Cánceres de cualquier tipo
19 Otras enfermedades crónicas de probable relación con el trabajo
20 Enfermedades de los dientes y de sus estructuras de sostén
21 Otros trastornos no incluidos o mal definidos

El PROESSAT permite también incorporar diagnósticos, ya elaborados previamente, por


otras fuentes de información, es decir, por la consulta diaria en la empresa, por las
instituciones de salud o de seguridad social, o cualquier otra fuente de información. Para
ello hemos propuesto una lista de 100 diagnósticos y sus formas de agrupamiento (que
son las mismas que se mostraron el el cuadro 6), como se muestra en el cuadro 6.

Cuando la información se recoge de fuentes secundarias es conveniente el auxilio de un


médico para orientar sobre dónde incluir cierto tipo de diagnósticos de difícil clasificación,
sin embargo, la gran mayoría de los problemas de salud pueden ser clasificados por
trabajadores no especializados en la materia. Con la práctica, además, será mucho más
fácil hacer tal clasificación.
35
La clasificación de enfermedades, que se enlista en el cuadro 6, tiene varios propósitos:
por un lado, sirve para clasificar cualquier molestia, enfermedad o accidente que se recoja
por medio de exámenes médicos, de registros de accidentes o de otras fuentes de
información. Por otro lado, sirven para conocer la forma de agrupación que hace la
encuesta de autollenado a través de las preguntas de síntomas. Además, sirve para
conocer los diagnósticos que pueden hacerse por medio de la encuesta y el grupo al cual
quedan incorporados.

Una vez conformados los diagnósticos, ya sea por medio de la encuesta (a través de
las preguntas sobre síntomas) o captados por otras fuentes de información, se pueden
agrupar, como ya se dijo. En el conjunto 21 se clasifican aquellas enfermedades que no
quedaron en ninguno de los grupos anteriores.

36
Cuadro 6

LISTADO DE DIAGNÓSTICOS DESAGREGADOS Y AGRUPADOS DEL PROESSAT


PARA INCORPORAR CUALQUIER DIAGNÓSTICO DE OTRAS FUENTES
Y PARA SU RELACIÓN CON LA ENCUESTA DE SÍNTOMAS
ENCUESTA
Gpo. Dx DESCRIPCIÓN No. de No. de
pregunta positivas
1 pérdida de la audición

1 Hipoacusia y sordera 1-3 2

2 Otros trastornos del oído

2 Perforación del tímpano


3 Otitis media y externa
4 Síndrome vertiginoso
5 Otros trastornos del oído

3 Enfermedades irritativas de los ojos

6 Conjuntivitis crónica 4-8 3


7 Pterigión o pingüécula 9 1

4 Otros trastornos oculares (ojos y sus anexos)

8 Trastornos de la refracción y de la acomodación (miopía,


astigmatismo, hipermetropía)
9 Catarata
10 Presbicia
11 Glaucoma
12 Otros trastornos oculares

5 Enf. irritativas de las vías respiratorias superiores

13 Amigdalitis de repetición o crónica 10 1


14 Rinofaringitis de repetición o crónica 11 1
15 Rinitis alérgica (incluye rinitis probablemente laboral)
16 Sinusitis crónica 12-14 3

ENCUESTA

37
Gpo. Dx DESCRIPCIÓN No. de No. de
pregunta positivas
6 Enf. irritativas de las vías respiratorias inferiores

17 Bronquitis crónica 15-17 3


18 Neumoconiosis
19 Enfisema

7 Otras enfermedades de las vías respiratorias

20 Tuberculosis pulmonar
21 Neumonía o pulmonía
22 Asma
23 Bronquitis aguda
24 Cualquier otra enfermedad de vías respiratorias

8 Enfermedades irritativas de la piel

25 Dermatosis por exposición al calor o al frío


26 Dermatosis por radiaciones infrarrojas y ultravioleta
27 Dermatitis irritativa por contacto 18-23 3
28 Callosidades, fisuras y grietas
29 Dermatitis o dermatosis de contacto
30 Lesiones en las uñas (ungueales)
31 Otras dermatitis

9 Otras enfermedades de la piel

32 Micosis u hongos
33 Escabiasis o sarna
34 Enfermedades de las glándulas sebáceas
35 Cualquier otra enfermedad de la piel

38
ENCUESTA
Gpo. Dx DESCRIPCIÓN No. de No. de
pregunta positivas
10 Intoxicaciones

36 Hepatitis tóxica
37 Benzolismo
38 Nefritis
39 Síntomas neurotóxicos 24-39

11 Accidentes

40 Accidentes en el trabajo 40 1
41 Accidentes en el trayecto 43 1
42 Otros accidentes

12 Trastornos psíquicos o mentales

43 Depresión 46-52 4
44 Ansiedad 53-59 4
45 Trastornos del sueño 60-62 1
46 Neurosis

13 Trastornos psicosomáticos

47 Cefalea tensional 63 y 64 2
48 Migraña 65-68 3
49 Hipertensión arterial reactiva
50 Trastornos psicosomáticos cardiocirculatorios 69-73 3
51 Trastornos psicosomáticos digestivos 74-84 6
52 Gastritis
53 Úlcera gástrica o duodenal
54 Colitis
55 Enfermedad isquémica del corazón

14 Fatiga

56 Fatiga patológica 85-114 8

39
ENCUESTA
Gpo. Dx DESCRIPCIÓN No. de No. de
pregunta positivas
15 Trastornos derivados del esfuerzo físico y de las
posiciones incómodas y forzadas sostenidas

57 Trastornos musculoesqueléticos 115-118 1


58 Lumbalgia 119 y 120 1
59 Hernia umbilical
60 Hernia inguinal
61 Ciática
62 Dorsalgia
63 Discopatía superior
64 Hemorroides 122 1
65 Várices o insuficiencia venosa periférica 121 1

16 Enfermedades degenerativas de los huesos, los


músculos y las articulaciones

66 Artrosis
67 Artritis
68 Reumatismo
69 Sinovitis
70 Complicaciones traumáticas
71 Otras enfermedades degenerativas de los huesos, los
músculos o las articulaciones

17 Enf. del corazón y ap. circulatorio, excepto las


isquémicas, hipertensión arterial y várices

72 Enfermedad reumática crónica del corazón


73 Enfermedad cerebrovascular
74 Insuficiencia cardíaca
75 Insuficiencia arterial
76 Cardiopatía hipertensiva
77 Arritmia cardiaca
78 Embolia y trombosis
79 Ateroesclerosis
80 Hipotensión
81 Cualquier otra del corazón y del aparato circulatorio
ENCUESTA
40
Gpo. Dx DESCRIPCIÓN No. de No. de
pregunta positivas
18 Cánceres de cualquier tipo

82 Tumor maligno del estómago y del colon


83 Tumor maligno de la tráquea, bronquios o pulmones
84 Tumor maligno de la mama y del útero
85 Leucemia
86 Cáncer de la piel
87 Cualquier otro tipo de cáncer

19 Otras enf. crónicas de probable relación con el


trabajo

88 Diabetes
89 Anemia
90 Reacciones inespecíficas al calor

20 Enfermedades de los dientes y de sus estructuras


de sostén

91 Enfermedades de los dientes y de sus estructuras

21 Otros trastornos no incluidos o mal definidos

92 Enfermedades infecciosas intestinales


93 Otras enfermedades infecciosas
94 Otras enfermedades del aparato urinario
95 Tumores benignos
96 Enfermedades de la tiroides
97 Trastornos ginecológicos y obstétricos
98 Epilepsia
99 Gota
100 Cualquier otro trastorno no incluido o mal definido

4.2.7. ANÁLISIS EPIDEMIOLÓGICO-ESTADÍSTICO


41
Con el PROESSAT es posible, sobre todo, llevar a cabo estudios transversales o de
prevalencia, por lo cual se precisarán algunos aspectos de éstos, con la finalidad de poder
hacer un mejor uso epidemiológico y estadístico de la información y entender lo que son el
riesgo relativo, la razón de momios y algunas pruebas sencillas de significancia
estadística.

En los estudios transversales o de prevalencia las causas y los efectos están presentes
en el momento del estudio o en tiempo muy cercano a la realización del mismo. Por ello
están referidos al estudio de causas que se mantienen razonablemente permanentes en la
población trabajadora. Como en cualquier otro acercamiento epidemiológico la base de
dichos estudios es la comparación entre grupos de trabajadores, para profundizar en la
comprensión de los determinantes y causas de los problemas de salud. La presencia o
ausencia de estos problemas, o las diferencias en algunas de las características de esos
grupos, posibilitan encontrar los elementos que están produciendo cierta situación de
salud.

Se denomina transversal a este diseño porque la relación entre elementos determinantes


y/o causales y cierta enfermedad, grupo de enfermedades o perfil patológico de ciertos
grupos humanos se estudian en un corte del tiempo, o sea, en un momento determinado.

Este diseño se utiliza cuando se quiere conocer la prevalencia de una o varias


enfermedades y la presencia simultánea de uno o varios riesgos o exigencias
sospechosos de causar estos trastornos. Es muy útil también cuando se pretende conocer
las diferencias que existen entre determinados grupos de la población respecto a la
frecuencia de una enfermedad, de un grupo de enfermedades o respecto a su perfil
patológico.

42
El procedimiento más utilizado para recolectar la información en estos estudios es la
encuesta. Esto se debe a que con esta técnica es posible obtener información sobre las
causas y sus efectos (las condiciones de salud) de uno o varios grupos de trabajadores de
manera simultánea.

Entre las principales ventajas de este tipo de estudios están: la rapidez con que se genera
la información; la posibilidad de aplicarlo a un gran número de trabajadores, ya sea a
través de toda la población (universo) o de una parte de ella (muestra); y la detección de la
probabilidad de asociación entre algunos riesgos y exigencias y algunos daños a la salud.

En el PROESSAT se pueden relacionar dos o más variables, sean éstas


independientes, confusoras o dependientes. La relación clásica que se hace en
epidemiología es la de asociar algún riesgo con alguna enfermedad. Sin embargo, puede
también ser de interés relacionar, por ejemplo, la antigüedad en el puesto de trabajo con
algún riesgo. En este caso el riesgo se convertirá en la variable dependiente y el puesto
será la variable independiente. También puede interesar relacionar alguna enfermedad no
sólo con un riesgo o un conjunto de riesgos, sino con alguna variable como el área o el
puesto de trabajo. Esta relación también se puede llevar a cabo en el programa. Además,
es posible relacionar simultáneamente tres variables, de cualquiera de las mencionadas, lo
que permite controlar alguna de ellas. Por ejemplo, la relación entre alguna exigencia con
alguna enfermedad, por sexo. Así, se haría un análisis de la relación de esta exigencia y
de esta enfermedad para los hombres y otra para las mujeres. Como se ha dicho, en el
programa se puede conocer la relación entre cada riesgo o exigencia con cada problema
de salud, pero también de un conjunto de ellos con otro conjunto de enfermedades.

Para llevar a cabo todas estas relaciones y asociaciones se utilizan, generalmente, como
procedimiento de análisis epidemiológico y estadístico las llamadas tablas de riesgo, de
contingencia, tetracóricas o de doble entrada. Con ellas se puede obtener la relación entre
las variables independientes y dependientes, es decir, la relación de asociación, a través

43
de varios indicadores: el riesgo relativo, la razón de prevalencia, la razón de momios y las
pruebas de significancia estadística, en particular la ji cuadrada y otras pruebas derivadas
de ésta.

Para comprender estos indicadores se requiere explicar, en primer lugar, la tabla


tetracórica. Como se muestra en el cuadro 8, se trata de relacionar una variable
independiente dicotómica, es decir, sólo con dos clases o categorías (expuestos-no
expuestos; un puesto de trabajo contra otro; un área contra otra; un grupo de edad o de
antigüedad contra otro; etcétera) con una variable dependiente, también dicotómica, como
por ejemplo, enfermo-no enfermo; enfermedad-no enfermedad; pero también cualquiera
otra variable que se considere su dependencia de la primera.

Como se observa en el cuadro 7, en los dos renglones o filas se coloca las dos clases o
categorías de la variable independiente y, en las dos columnas, las de la dependiente.
Debe quedar claro que este apelativo (de nombrar a una variable independiente y a otra
dependiente) puede variar en cada estudio específico, e incluso en un mismo estudio, de
acuerdo con el objeto de estudio y las hipótesis de cada investigación. Por ejemplo, en
ciertos casos, como hemos visto, un riesgo puede ser una variable independiente (por
ejemplo, cuando relacionamos el ruido con la hipoacusia), pero en otros puede ser una
variable dependiente, por ejemplo, cuando relacionamos la antigüedad en el puesto con el
ruido a que están expuestos los trabajadores.

Así, en las filas o renglones se ponen tradicionalmente a los expuestos y a los no


expuestos. Los expuestos o con mayor problema deben colocarse en la primera fila y los
no expuestos o con menor problema en la segunda fila o renglón. Como se puede ver en
el cuadro 7, al final de la primera fila se encuentra el total de expuestos y al final de la
segunda fila, el total de no expuestos. De la misma forma, en la primera columna se
encuentran los casos y hasta abajo de la primera columna se encuentra el total de casos.
Los no casos ocupan la segunda columna y hasta abajo se encuentra el total de no casos.

44
El total de expuestos y no expuestos es el conjunto de la población o la población total. Es
evidente que el total de casos y de no casos es también la población total.

Como se puede ver en el mismo cuadro 7, si relacionamos las dos categorías de la


variable independiente con las dos de la variable dependiente obtenemos cuatro casillas,
por eso se llama tabla tetracórica. La primera casilla (a) contiene a los trabajadores
expuestos que están enfermos. La segunda casilla (b) identifica a los trabajadores
expuestos que no están enfermos. Ambas casillas (a+b) nos da, como ya hemos dicho, el
total de expuestos. La tercera casilla (c) identifica a los trabajadores no expuestos que
están enfermos y la cuarta y última casilla (d) contiene a los no expuestos que no están
enfermos. La suma de (c+d) es el total de no expuestos. Por último, (a+c) conforman el
total de casos o de enfermos y (b+d) el total de no casos o de no enfemos. Como se dijo
anteriormente, la población total es la suma de las cuatro casillas (a+b+c+d).

Si, por ejemplo, queremos relacionar el ruido (variable independiente) con la hipoacusia o
sordera (variable dependiente), entonces en la primera fila estarán el total de expuestos a
ruido (a+b) y de ellos los que presentan hipoacusia (a) y los que no la presentan (b). En la
segunda fila estáran el total de no expuestos (c+d) y de ellos, igual que el anterior, los que
presentan hipoacusia (c) y los trabajadores que no la presentan (d). Como también se
puede apreciar, el total de trabajadores con hipoacusia se compone de los expuestos y de
los no expuestos a ruido (a+c) y el total de trabajadores sin hipoacusia está formado de los
expuestos y de los no expuestos a ruido (b+d).

En otro ejemplo, se podría querer relacionar la antigüedad en el puesto (variable


independiente) con la fatiga (variable dependiente). Así, los dos grupos de antigüedad a
comparar estarían en las filas o renglones. Si nuestra hipótesis fuera que los de mayor
antigüedad tienen más problemas de fatiga, entonces el grupo de mayor antigüedad
estaría en el primer renglón y el grupo de menor antigüedad en el puesto, en el segundo.
Todos los que tuvieran fatiga, de ambos grupos de antigüedad, estarían en la primera

45
columna (casillas a y c) y, en la segunda columna (casillas b y d), estarían los que no
presentan fatiga en los dos grupos de antigüedad que se comparan.

En otra ilustración, puede ser que se quiera relacionar la antigüedad en el puesto con
algún riesgo o exigencia, por ejemplo, el ruido. Entonces, en las filas estarían los mismos
que en el ejemplo anterior, pero, en la primera columna estarían los expuestos a ruido y,
en la segunda, los no expuestos a ruido. Como puede apreciarse se pueden relacionar
muchos más elementos que los tradicionales, es decir, un factor de riesgo versus una
enfermedad específica.

Se debe aclarar que a cada categoría de la variable dependiente se le nombra caso o no


caso. Tradicionalmente los casos son los enfermos, pero también pueden ser los
expuestos u otro tipo de grupo que quiera estudiársele alguna característica contra otro
grupo, los no casos, o los no enfermos, o los que no tengan la característica de los
primeros o esa característica sea diferente. Ejemplo de esa característica puede ser: una
enfermedad, un grupo de enfermedades, pero también un accidentes, algún síntoma,
algún trastorno, o una defunción. En algunos ocasiones incluso, como se ha mencionado
antes, los casos pueden ser los trabajadores expuestos a un riesgo o a una exigencia o a
un grupo de riesgos o de exigencias.

Cuadro 7
VARIABLE DEPENDIENTE

CASOS NO CASOS
(ENFERMOS) (NO ENFERMOS)

a b a+b
EXPUESTOS los expuestos los expuestos TOTAL DE
(O CON MÁS que están que no están EXPUESTOS
VARIABLE PROBLEMA) enfermos enfermos
INDEPENDIENTE c d c+d
NO EXPUESTOS los no expuestos los no expuestos TOTAL DE
(O CON MENOS que están que no están NO EXPUESTOS
PROBLEMA) enfermos enfermos

46
a+c b+d a+b+c+d
TOTAL DE TOTAL DE POBLACIÓN
CASOS NO CASOS TOTAL

Es muy importante aclarar que estas tablas de doble entrada, dicotomizan las variables,
es decir, las vuelven sólo de dos clases o categorías, por ejemplo, enfermo versus no
enfermo; o expuesto contra no expuesto; o un grupo de edad contra otro grupo de edad; o
un área de trabajo contra otra área; o un puesto contra otro puesto. Esto evidentemente
quita riqueza a la información y, por supuesto, al análisis, ya que generalmente la
exposición a riesgos o exigencias tiene gradaciones, es decir, en la mayoría de los casos,
no sólo existen los que están expuestos y lo que no lo están. Por lo general, existen grupos
de trabajadores que están poco, regular o muy expuestos. Asimismo, sucede con muchas
otras variables. La realidad no se presenta sólo en blanco y negro, sino con una serie de
matices que es muy importante, aunque difícil de evaluar.

Dicotomizar las variables también puede traer otros serios problemas, por ejemplo, perder
precisión al presentar los resultados. Para evitar de alguna manera este problema se
utilizan los intervalos de confianza que contemplan la variabildad aleatoria de los datos, es
decir, la probabilidad de que esto se deba o no al azar. Lo que hace que el resultado que
se ofrece no sea más que una aproximación que puede variar notablemente en un
determinado intervalo. Mientras menos varíe, o sea mientras menos amplio sea el
intervalo, más confianza tenemos de que el azar no está jugando una mala pasada
(Alvear, 1999). En el programa se presenta este intervalo cuando calculamos la ji
cuadrada, la Mantel-Haenszel a la prueba exacta de Fisher, con un límite o nivel de
confianza del 95%.

Pese a las limitaciones de las variables dicotómicas, éstas permiten con cierta seguridad
un acercamiento a la realidad. Podríamos decir que este acercamiento es suficiente para
que el análisis, y las medidas que se propongan y se tomen de acuerdo a este análisis,
sean adecuados para mejorar las condiciones de un grupo de trabajadores.

47
Cuando tenemos variables que no son dicotómicas, por ejemplo, tres o más grupos de
edad, o varias áreas o puestos de trabajo (si se quiere aprovechar este tipo de análisis
para variables dicotómicas) se pueden comparar estos grupos, clases o categorías de dos
en dos y tener una visión más o menos integral de la información.

Como mencionamos anteriormente uno de los indicadores más importantes para el análisis
de dos variables dicotómicas es el riesgo relativo (RR). El riesgo relativo es una razón
muy utilizada en los estudios encaminados a analizar la relación causal entre uno o varios
riesgos o exigencias y uno o varios trastornos, enfermedades o accidentes. Se calcula
dividiendo la tasa de morbilidad (por cualquier enfermedad específica o conjunto
patológico) en el grupo de trabajadores expuestos a algún riesgo o exigencia (o en un
grupo de trabajadores que presenten algún problema mayor) entre otro grupo de
trabajadores no expuesto (o con un problema menor). Un RR igual a 1 indica que la
probabilidad de enfermar es la misma en ambas poblaciones. Para la interpretación de la
asociación, el cálculo del RR debe combinarse con pruebas de significancia estadística.
En el caso de los estudios que se pueden llevar a cabo con el PROESSAT se puede
calcular la razón de prevalencia (RP), que es el equivalente del RR en los estudios
transversales. La interpretación es exactamente la misma. La fórmula del riesgo relativo es
la siguiente:

Tasa de morbilidad en el grupo con mayor problema (expuestos)


R R = ------------------------------------------------------------------------------------------
Tasa de morbilidad en el grupo con menos problema (no expuestos)

Otra medida que se usa, sobre todo para estudios retrospectivos, también llamados de
casos y controles, es la razón de momios (RM). Ésta se calcula generalmente cuando no
se pueden obtener las tasas de morbilidad entre los expuestos y los no expuestos.
Entonces, en vez de tasas, se trabaja con índices de frecuencia de la enfermedad. Con

48
estos índices de frecuencia (entre los expuestos y los no expuestos) puede calcularse la
llamada razón de probabilidad, razón de riesgo, razón de productos cruzados, riesgo
relativo aproximado o razón de momios.

La razón de momios se define como la relación entre el índice de frecuencia de la


enfermedad de quienes están expuestos entre el índice de frecuencia de la enfermedad de
quienes no están expuestos. El índice de frecuencia de la enfermedad en los expuestos es
el cociente entre los expuestos enfermos (casilla a) dividido entre los expuestos no
enfermos (casilla b). El índice de los no expuestos es el cociente entre los no expuestos
enfermos (casilla c) dividido entre los no expuestos no enfermos (casilla d). Así, la razón
de momios es la siguiente:

Índice de frecuencia de la enfermedad en los expuestos (a)/(b)


RM = ----------------------------------------------------------------------------- = ---------
Índice de frecuencia de la enfermedad en los no expuestos (c)/(d)

El considerar la RM como un riesgo relativo aproximado se debe al supuesto de que la


proporción de personas enfermas, tanto en expuestos como en no expuestos, es pequeña
en relación con los no enfermos, o sea, (a) es pequeña en relación con (b), y (c) es
pequeña en relación con (d). Esto haría que los denominadores de los expuestos (a+b)
para obtener las tasas y, por lo tanto el riesgo relativo fuera parecido al total de expuestos
no enfermos (b), es decir, que (a+b) sería parecido a (b). De la misma forma en los no
expuestos (c+d), o sea, la población de no expuestos sería parecido a (d), o sea, los no
expuestos no enfermos. Así, el riesgo relativo sería similar a la razón de momios, por eso
se puede denominar como un riesgo relativo aproximado. Es evidente que para utilizar
esta razón se precisa que la frecuencia (proporción) de la enfermedad sea baja en los
expuestos y en los no expuestos para que (a+b) se parezca a (b) y (c+d) se parezca a (d).
Si no se cumple la condición de una frecuencia (incidencia o prevalencia) baja de la
enfermedad, entonces no se debe usar la razón de momios en el análisis. Sería justo decir,
aunque sólo sea para mencionarlo, que cuando se hace un análisis de probabilidades más

49
complejo, por ejemplo, en el análisis multivariado, se usa frecuentemente la razón de
momios al comparar poblaciones expuestas y enfermas.

Entonces, como ha quedado expresado y se puede observar en la fórmula siguiente, la


razón de momios sería (a) entre (b) y todo esto dividido por (c) entre (d). Algebráicamente
esto es lo mismo que (a) por (d) entre (b) por (c). Por este motivo, si se observa la tabla
tetracórica, la razón de momios también se llama razón de productos cruzados.

(a)/(b) (a) (d)


RM = ---------- esta expresión sería igual a -----------
(c)/(d) (b) (c)

La expresión anterior también se llama razón de probabilidades porque estas cantidades


pueden ser consideradas como la probabilidad de contraer la enfermedad entre los
expuestos en relación con los no expuestos. (Reynaga, 1985; Mausner, 1977)

Entre las pruebas de significancia estadística, en este tipo de estudios, que nos
permiten hablar de la probabilidad de asociación entre riesgos y exigencias y daños a la
salud están: la prueba de ji cuadrada para hablar de la probabilidad de independencia
entre dos o más variables; la prueba de Mantel-Haenszel que muestra la asociación entre
dos o más variables y, por último, la prueba exacta de Fisher que tiene el mismo sentido
que las dos anteriores, sólo que se usa cuando el número de observaciones en alguna de
las casillas de la tabla de contingencia es menor de 5.

Para saber si la diferencia entre las dos categorías de la variable independiente, o sea,
entre los expuestos y no expuestos es significativa estadísticamente, o dicho de otra
manera, para ver si hay relación entre la variable independiente y la dependiente,
tendremos que recurrir a las pruebas arriba mencionadas. Las tres puebas tienen el mismo
sentido y se basan en la de ji cuadrada. Por ello vamos a describir algunas características
de ésta. (Méndez, 1990)

50
En término estrictos, con la ji cuadrada no estamos comprobando asociación entre dos
variables (exposición con daño a la salud), mucho menos una relación de causalidad, sino
probando que no hay independencia entre las dos variables. Claro que podríamos decir
que si no hay independencia significa que hay dependencia, pero el asunto es que la
estadística se basa en un supuesto contrario al que nosotros, como investigadores de la
salud laboral, nos interesa. Ese supuesto en que están basadas las pruebas estadísticas
intenta probar que hay o existe independencia entre las dos variables en cuestión. A esto,
que es un principio fundamental de la estadística, se le llama hipótesis nula. Los cálculos
que se realizan en estas diferentes pruebas tratan de probar la independencia, o sea, la
falta de relación entre las variables estudiadas. Sin embargo, el análisis que nosotros
hacemos pretende lo contrario. Esto es, que tratar de probar que no hay independencia
entre las variables estudiadas, o sea, que hay una relación (que puede o no ser causal)
cosa esta última que no se pretende probar con el análisis estadístico. A esto, le llamamos
hipótesis alternativa o hipótesis de trabajo.

Así pues esta hipótesis alternativa trata de probar la relación entre las variables estudiadas
o, dicho de otra manera, la asociación entre ellas. Es conveniente decir, entonces, que con
estas pruebas estadísticas podemos mostrar la no independencia en algunos casos (como
en la ji cuadrada o en la prueba exacta de Fisher) o la asociación en otros casos (como en
la Mantel-Haenszel), pero no podemos mostrar ningún aspecto relacionado con el
problema de la causalidad. El espacio de este problema es otro y se ubica en el terreno del
conocimiento que tengamos sobre la ciencia en cuestión, sobre los avances del campo,
sobre nuestro objeto de estudio y el diseño que hayamos hecho para conocerlo, sobre los
aspectos sociales e históricos y en conocimiento que tengamos de ellos, sobre el tipo de
población seleccionada y sobre el tamaño de la misma, incluso sobre la representatividad
de la muestra que hayamos elegido de ese universo y sobre muchas otras cosas del
conocimiento de la realidad, previas a nuestras pruebas estadísticas. Éstas ayudan a

51
probar o a mostrar si las realciones causales que hemos establecido en otros ámbitos se
encontraron no independientes o asociadas estadísticamente.

Es evidente que puede haber asociaciones estadísticas no causales, porque se mostró su


asociación estadística, pero no existen una asociación causal en ellas. Lo contrario
también es cierto, es decir, la independencia o la no asociación estadística entre dos
variables no implica, necesariamente, la falta de relación causal. Pudieron existir en el
proceso de investigación muchos factores que incidieron para que esta asociación no se
diera. En otras palabras, por este hecho no necesariamente se tiene que descartar la
construcción de causalidad que se había elaborado.

Dicho lo anterior, con la ji cuadrada se pretende conocer las diferencias entre una
dsitribución teórica en las cuatro casillas (partiendo del principio de que no hay relación
entre las variables en estudio), a la que se le llama “casos esperados” y la distribución real,
o sea, los “casos observados” en el estudio. Para obtener el resultado se hacen varios
procedimientos para, al final, sumar el resultado de las diferencias entre los datos
observados menos los esperados al cuadrado y divididos entre la población total. El valor
de la ji cuadrada que se obtiene muestra la diferencia entre la distribución teórica y la real.
Mientras más parecidas sean las dos distribuciones el valor (el número) de la ji cuadrada
será más pequeño (por lo tanto muestra independencia entre las variables) y mientras la
diferencia sea mayor, el valor será más grande, lo que hablará de dependencia o relación
o asociación entre las variables. (Reynaga, 1985)

Para saber si el valor encontrado es pequeño o grande es necesario compararlo con un


cuadro de valores de la ji cuadrada. Para ello es necesario conocer el nivel de significancia
con el que se desea tomar la decisión estadística que, como ya se dijo, se hizo con un
nivel o límite de confianza del 95%.

52
El valor crítico de la ji cuadrada en las tablas tetracóricas, con un nivel de confianza de
95%, es de 3.84, o sea, que cualquier resultado mayor de ese número mostrará que la
diferencia entre las dos variables es estadísticamente significativa.

Este resultado se expresa también en el valor de p, o sea, en la probabilidad que existe de


que la no independencia o la asociación entre las variables estudiadas se deba al azar.
Este valor es una proporción, o sea, siempre menor a la unidad y mientras más pequeño
sea, más será la diferencia existente entre los dos grupos que comparamos. Este valor
pretende averiguar si las diferencias, entre los dos grupos que comparamos, son
estadísticamente significativas. De una manera arbitraria, se ha dicho que este valor tiene
que ser menor de 0.05, o sea, leído en porcentaje, menor del 5%. Generalmente a un valor
de (p) menor de 0.05 se le identifica con un asterisco (*). Si el valor es menor de 0.01 o de
1% suele identificarse con dos asteriscos (**) y si el valor es menor a 0.001, o sea, a 0.1%
se identifica con tres asteriscos (***). Esto de los asteriscos es algo convencional que
puede o no llevarse a cabo.

53
4.2.8. ALGUNAS PROPUESTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ÍNDICES

La construcción de índices, tal y como la hemos trabajado en el PROESSAT, tiene como


objetivo tratar, por un lado, de sintetizar un conjunto de variables o, por otro lado, de
dicotomizar una variable que tiene más de dos clases o categorías. El sentido de llevar a
cabo este procedimiento es para que se pueda hacer un análisis sencillo con las tablas
tetracóricas. Este esfuerzo, como ya hemos mencionado, quita riqueza a la información,
sin embargo, simplifica y facilita enormemente el análisis de los datos. Claro que en el
PROESSAT siempre tendremos el recurso de exportar los datos hacia paquetes
estadísticos poderosos, si queremos extraer toda la riqueza a la información, aplicando
cierto tipo de análisis multivariado, que es mucho más preciso y sin estas limitaciones.

Los índices que se han elaborado a partir de la encuesta sirven para sintetizar: el trabajo
doméstico; las actividades y el aprovechamiento del tiempo libre; la valoración del trabajo y
éste, a su vez, con tres subíndices: la satisfacción en el trabajo; el control sobre el trabajo
y el apoyo social con que cuenta el(la) trabajador(a). También se construyeron cuatro
índices de riesgos y cuatro de exigencias. En este último rubro, se construyó de manera
independiente un índice para valorar si la exigencia de la actividad física dinámica o
estática (esfuerzo físico pesado o posiciones incómodas) es baja o alta para las diferentes
regiones anatómicas del cuerpo y, en el caso de que sea alta, para poder valorar el posible
daño a la salud.

4.2.8.1. ÍNDICE DE CARGA DE TRABAJO DOMÉSTICO (ICTD)

Con las preguntas 2 a la 13 del capítulo de “calidad de vida y trabajo doméstico” de la


encuesta se puede obtener el Índice de Carga de Trabajo Doméstico (ICTD). La
importancia del mismo consiste en sintetizar la carga de trabajo en el hogar y poder
relacionarla, de una manera sencilla, con otras variables, particularmente, con las
preguntas relacionadas a los daños a la salud. El ICTD se construyó balanceando la carga

54
en función principalmente de los hijos y de las actividades domésticas. Las variables para
conformar dicho índice se muestran en el cuadro 8.

Cuadro 8

VARIABLES PARA CONFORMAR EL ÍNDICE DE CARGA DE TRABAJO DOMÉSTICO

Código No. de Tipo de pregunta de la encuesta Valor


pregunta
a 2 ¿Tiene usted hijos? SÍ = 1
b 3 ¿Cuántos hijos viven con usted? Cada hijo = 2 (hasta 5)
c 4 ¿Cuántos hijos < 5 años viven con usted? Cada hijo = 2 (hasta 3)
d 5 a 13 Tareas del trabajo doméstico (de 0 a 9) Cada actividad = 1

Así, como se ha mencionado, se trató de balancear la carga en función de los hijos y de


las actividades domésticas, ya que éstas últimas pueden incrementarse de manera notable
ante la presencia de hijos.

Al código a (pregunta 2 de la encuesta) se le asignó valor de 1 ante la presencia de hijos; y


valor de 0 ante su ausencia. No tiene mucha relevancia, en función de la carga de trabajo
que pueda representar, debido a que se desconoce si los hijos viven o no con el(la)
trabajador(a). Sin embargo, se le da el valor de 1 porque puede significar alguna carga a
pesar de que los hijos no vivan ahí. Al código b (pregunta 3 de la encuesta) se le dio un
valor de 2 por cada hijo, sea éste de cualquier edad y hasta un máximo de cinco, es decir,
cinco o más hijos tiene el mismo valor. En el código c (pregunta 4 de la encuesta) también
se asignó el valor de 2 por cada hijo menor de cinco años. Esto a pesar de que ya está
contemplado en la pregunta anterior (es decir, que se puede repetir) porque significa una
sobrecarga de trabajo. El máximo en este rubro puede ser tres hijos, es decir, tres o más
tienen el mismo valor. En el código d se incluyen las preguntas relacionadas con el trabajo
doméstico (preguntas 5 a 13 de la encuesta). A cada pregunta o conjunto de tareas o
actividades se les asignó el valor de 1. El valor máximo que puede tener una persona,
tomando en consideración todas las posibles respuestas, es de 26. Lo que permite

55
normalizarlo o hacer que fluctúe entre 0 y 1. De ahí se construyó el índice de la siguiente
manera:
a + 2 (b + c) + d
ÍNDICE DE CARGA DE TRABAJO DOMÉSTICO (ICTD) =
26

Una propuesta inicial para diferenciar la carga de trabajo doméstico, a través del resultado
del índice, se muestran en el cuadro 9 y es la siguiente:

Cuadro 9

CARGA DE TRABAJO DOMÉSTICO

BAJA < 0.25 BAJA


MEDIA de 0.25 a 0.49 <0.50
ALTA de 0.50 a 0.74 ALTA
MUY ALTA 0.75 o más 0.50 y más

4.2.8.2. ÍNDICE DE ACTIVIDADES EN EL TIEMPO LIBRE (IATL)

Se puede obtener un Índice de Actividades en el Tiempo Libre (IATL), por medio de


conjuntar las preguntas 22 a 28 de la encuesta (véase cuadro 10 y anexo 3), donde a cada
pregunta se le asignó un valor de 1 y el índice se conforma en el numerador con la suma
de puntos de respuestas positivas, dividido entre el total de puntos, o sea 7. Si la
proporción es menor a 0.50, la valoración sobre el uso del tiempo libre se considera
negativa, si por el contrario es igual o mayor a 0.50 la valoración será positiva.

La construcción que se hizo del IATL es propositiva, es decir, que mientras más alto
sea el porcentaje significa que el trabajador utiliza mejor su tiempo libre. Se quitaron
para la construcción del índice aspectos tales como: ver televisión más de dos o tres
horas diarias, ya que actividades como ésta podrían considerarse como acciones que
reducen el buen aprovechamiento del tiempo libre o, dicho de otra manera, sólo se
consideraron aquellas actividades que contribuyen a un buen uso del tiempo libre.

56
Un ejemplo en otro sentido de exclusión de algunas actividades importantes en el
tiempo libre sería si el trabajador oye la radio o duerme para reponerse de una carga
agotadora de trabajo, ya que ambas actividades serían, según nosotros, generalmente
adecuadas para un buen aprovechamiento del tiempo libre. Sin embargo, no se
incluyeron por la dificultad para proponerlas y precisarlas de una manera que sea
generalizable.

En el caso de variables como actividades de lectura (pregunta 26) siempre se corre el


riesgo de que el tipo de lectura no sea “culturalmente estimulante”. Sin embargo, las
preguntas que se requerirían para precisar esto ampliarían demasiado la encuesta lo
que perjudicarían otros aspectos de la misma. Pese a estas limitaciones, pensamos
que con este índice se tiene una idea aproximada de si se usa o no de manera
“apropiada” el tiempo libre por los trabajadores. Además, obviamente, de esta manera
se facilita conocer si el uso del tiempo libre tiene alguna relación con ciertos problemas
de salud.

Cuadro 10

VARIABLES PARA CONFORMAR EL ÍNDICE DE ACTIVIDADES EN EL TIEMPO LIBRE

No. de Pregunta Valor


preg.
22. ¿Estudia con regularidad (más de 5 horas, en promedio, a la 1
semana)?
23. ¿Practica regularmente algún deporte o hace ejercicio (tres o más 1
veces a la semana, en promedio?
24. ¿Se junta frecuentemente con amigos(as) (una o más veces, en 1
promedio, a la semana)?
25. ¿Sale a pasear con su pareja, sus hijos o algún familiar (una o más 1
veces, en promedio, a la semana)?
26. ¿Lee dirariamente el periódico, revistas o libros? 1
27. ¿Realiza actividades comunitarias o de servicio? 1
28. ¿Asiste a algún tipo de actividad cultural (una o más veces, en 1
promedio, a la semana)?
57
S 22 a 28
ÍNDICE DE ACTIVIDADES EN EL TIEMPO LIBRE (IATL) = 100
7

?? ÍNDICE DE LA VALORACIÓN DEL TRABAJO (IVT)

En el apartado sobre la valoración del contenido del trabajo, no sólo se trata de captar la
percepción de los trabajadores sobre sus condiciones laborales, sino que se pretende
introducir la idea de si existen elementos humanizantes en el trabajo, es decir, si su
trabajo tiene contenido y es estimulante para la creación del propio sujeto.

Con las preguntas 9 a 18 del capítulo de “condiciones de trabajo” de la encuesta individual


se puede obtener un índice de la valoración del trabajo (IVT). Para ello, a cada una de
estas preguntas se les asignó el valor de 1. El índice se conforma con la suma de
respuestas positivas, divididas entre 10, que son el total de posibles respuestas. Si la
proporción es menor a 0.60, la valoración del contenido del trabajo se considerará
negativa, si por el contrario es igual o mayor a 0.60 esta valoración será positiva. Se
considerará como población expuesta a aquélla que tenga una valoración negativa de su
trabajo, o sea, la que esté por debajo de 6 respuestas positivas y, como población no
expuesta, a la que tenga una valoración positiva de su trabajo, es decir, que tenga 6
respuestas positivas o más, como se muestra abajo:

< 0.6 valoración negativa del trabajo


= > 0.6 valoración positiva del trabajo

También, con estas mismas preguntas sobre la valoración del trabajo, se pueden obtener
tres subíndices: el primero conformado por las preguntas 9, 10 y 11 para valorar la
satisfacción en el trabajo. El segundo conformado por las preguntas 12 a 16 para valorar
el control sobre el trabajo y, por último, las preguntas 17 y 18 para valorar el apoyo social
con que cuenta el(la) trabajador(a). De esta manera se puede trabajar esta información
con la misma lógica que el resto del programa, es decir, conformando dos grupos (los que

58
valoran positiva o negativamente su trabajo) y relacionar esto con los diferentes aspectos
que contiene la encuesta, como por ejemplo, los riesgos, las exigencias o los daños a la
salud.

El subíndice para la satisfacción en el trabajo se conforma con las preguntas 9 a 11,


donde cada pregunta tiene un valor de 0.33 y el índice se conforma en el numerador con la
suma de respuestas positivas, divididas entre 3, con la finalidad de convertirlo en
dicotómico. Si la proporción es menor a 0.66, la valoración del contenido del trabajo se
considerará negativa, si por el contrario es igual o mayor a 0.66 esta valoración será
positiva.
< 0.66 carencia de satisfacción en el trabajo
= > 0.66 satisfacción en el trabajo

El subíndice para el control del trabajo se puede obtener por medio de conjuntar las
preguntas 12 a 16, donde cada pregunta tiene un valor de 0.2 y el índice se conforma en el
numerador con la suma de respuestas positivas, divididas entre 5. Si la proporción es
menor a 0.60, la valoración del contenido del trabajo se considerará negativa, si por el
contrario es igual o mayor a 0.60 esta valoración será positiva.

< 0.60 falta de control sobre el trabajo


= > 0.60 control sobre el trabajo

El subíndice de apoyo social se realiza por medio de conjuntar las preguntas 17 y 18,
donde cada pregunta tiene un valor de 0.5 y el índice se conforma en el numerador con la
suma de respuestas positivas, dividido entre 2. Si la proporción es menor a 0.50, la
valoración del contenido del trabajo se considerará negativa, si por el contrario es igual o
mayor a 0.50 esta valoración será positiva. Con la finalidad de convertir el índice en
dicotómico se considerará:

< 0.50 falta de apoyo social en el trabajo


= > 0.50 apoyo social en el trabajo

59
4.2.8.4. ÍNDICES DE RIESGOS Y EXIGENCIAS LABORALES

Para el análisis de la información se considera la posible multiexposición de los


trabajadores y, por lo tanto, la posibilidad de asociación de ciertos riesgos y exigencias
laborales como generadores de una enfermedad o de un conjunto de enfermedades.

El capítulo de riesgos y exigencias abarca, en la encuesta, 83 preguntas. De la 1 a la 31 se


presentan los riesgos laborales y de la 32 a la 83 las exigencias.

Cuadro 11

No. DE
PREGUNTA
ÍNDICE
SUBCONJUNTOS DE RIESGOS Y EXIGENCIAS (FÓRMULA)
1 Riesgos derivados de la utilización de los medios 1 a 12 ? 1 a 12 (SÍ)
de trabajo
12
2 Riesgos derivados de la modificación de los 13 a 17 ? 13 a 17 (SÍ)
objetos de trabajo
5
3 Riesgos derivados de los medios de trabajo en sí 18 a 28 ? 18 a 28 (SÍ)
mismos
11
4 Riesgos por las condiciones insalubres o de falta 29 a 31 ? 29 a 31 (SÍ)
de higiene
3
5 Exigencias relacionadas con el tiempo de trabajo 32 a 35 ? 32 a 35 (SÍ)

4
6 Exigencias relacionadas con la cantidad e 36 a 43 ? 36 a 43 (SÍ)
intensidad de trabajo
8
7 Exigencias relacionadas con la vigilancia en el 44 a 45 ? 44 a 45 (SÍ)
trabajo
2
8 Exigencias relacionadas con la calidad o el 46 a 53 ? 46 a 53 (SÍ)
contenido del trabajo
8

60
Cada una de las primeras 53 preguntas se puede relacionar independientemente de las
demás con los diferentes daños a la salud. Sin embargo, es posible obtener índices de
cada uno de los ocho subconjuntos, que se muestra en el cuadro 11, para relacionarlo con
alguna o varias patologías o con otras variables. Los índices se obtienen sumando todas
las respuestas positivas (cada una con un valor de 1) y dividiéndolas entre el total de
respuestas posibles.

ÍNDICE DE ACTIVIDAD FÍSICA ESTÁTICA Y DINÁMICA (IAFED)

El trabajo estático y dinámico se puede medir por medio del consumo de energía en la
actividad y de las posiciones adoptadas en el trabajo. Esto es importante para precisar la
asociación entre la actividad física y los problemas osteoarticulares, de estrés, fatiga,
trastornos psíquicos y psicosomáticos y otras enfermedades crónicas. Dentro de las
técnicas que se pudieran aplicar están la prueba del escalón y el nomograma para estimar
la capacidad física de trabajo; y, por ejemplo, una guía de observación y cuestionario para
el trabajo estático y las posiciones incómodas y forzadas del método LEST. Sin embargo,
aquí se ideó un cuestionario sencillo, como parte de la encuesta, para resolver este
problema. Los resultados iniciales, con la prueba piloto, parecen alentadores para incluirlo
definitivamente y para captar tanto el esfuerzo físico en el trabajo, como las posiciones
incómodas y forzadas.

Las preguntas 54 y 67 de la encuesta se pueden tratar por separado y relacionarse con


cada una de las variables de la encuesta. Sin embargo, el conjunto de las exigencias que
van de la pregunta 54 a la 83 sirven para conformar el IAFED. Este índice valora si la
exigencia de la actividad física dinámica o estática (esfuerzo físico pesado o posiciones
forzadas) es baja o alta para las diferentes regiones anatómicas del cuerpo (véase cuadro
12) y, en el caso de que sea alta, mediante el programa se puede valorar el daño a la
salud. (Villegas, 1999)

61
Cuadro 12

Determinación de las exigencias por el tipo de actividad en el puesto de trabajo


según región anatómica
PARTE DEL CUERPO EXIGENCIA
a(*) b(*) c(*) d(**)

Núm. de valor Núm. de valor Núm. de valor Núm. de valor a+b+c+d


preg. preg. preg. preg.
MIEMBROS 58 1 61 1 65 1 70 2
SUPERIORES 59 2 62 2 66 2 71 2
(HOMBROS, BRAZOS, Baja = 1 a 9
MUÑECAS O MANOS) 60 3 63 3 72 2 Alta = 10 a 19
64 4 73 2
74 2
ESPALDA Y CINTURA 58 3 61 1 65 1 68 2
59 2 62 2 66 2 69 2 Baja = 1 a 7
Alta = 8 a 15
60 1 63 3 80 2
64 4
PIERNAS (MUSLOS, 58 3 61 1 65 1 75 2
RODILLAS, TOBILLOS 59 2 62 2 66 2 76 2
Y PIES)
60 1 63 3 77 2 Baja = 1 a 12
64 4 78 2 Alta = 13 a 25
79 2
81 2
82 2
83 2
(*) En a, b y c si se tiene más de una respuesta positiva, se toma sólo el valor más
alto.
(**) En d si se tiene más de una respuesta positiva, se suman los valores.

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