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a) Nuestra manera occidental de mirar las cosas que nos rodean hace que, guiados
quizá por un hábito de lectura y escritura de izquierda a derecha, nos resulte un
tanto instintivo y natural comenzar a observar un cuadro siguiendo este sentido
direccional, en consecuencia es lógico que en el momento de colocar los
componentes de nuestra fotografía tengamos en cuenta este criterio, para que la
observación futura de la obra sea dirigida naturalmente hacia el elemento o zona de
interés a través de los elementos secundarios.
Como condición universal en toda obra artística, existen dos factores básicos que
necesariamente han de combinarse entre sí y que resumen, en principio, todas las
reglas de la composición, a saber:
UNIDAD DENTRO DE LA VARIEDAD - VARIEDAD DENTRO DE LA UNIDAD
Variedad en los tonos, variedad en las formas, variedad en el tamaño y en la
disposición de los elementos que integran la fotografía. Cuando existe esta variedad
el espectador se siente atraído por la imagen, esa variedad reclama su atención e
intensifica su interés.
En este intento de componer una imagen con distintos elementos tales como frutas,
un plato y un cuchillo, es evidente que el factor variedad está logrado debido a la
diversidad de los mismos en cuanto a formas, tamaños y colores, pero podemos
decir sin temor a equivocarnos que esta variedad no es agradable ya que dichos
elementos están dispersos y como perdidos en una mesa que lo es todo y no es
nada. Una fotografía de esta características producirá fatiga, la mirada saltará de
un lado a otro y pronto el observador perderá interés en observar la obra. Le falta
unidad.
Al ordenar todos los componentes de la imagen de modo que produzcan un
agrupamiento más formal y agradable a la vista, notamos que nuestra mirada
dispone de un “recorrido” visual para nada complicado, despierta nuestro interés,
siendo mucho más placentero observar esta composición, “cerrada” y equilibrada.
Logramos materializar el factor unidad.
Una buena proporción es la relación que produce un efectivo placer visual. Por lo
que se comprenderá la importancia de la aplicación de sus principios. Las más
grandes obras del renacimiento fueron basadas en el principio enunciado por el
arquitecto Vitrubio (70-25 AC) que dice:
Por ejemplo:
Como toda regla, esta también tiene sus excepciones y en algunos casos el motivo
puede estar en el centro de la fotografía y con distintos elementos competitivos
llevar nuestra atención hacia él. Como hemos dicho es conveniente que el motivo
principal de nuestra foto este situado en unos de los puntos áureos o cerca de él,
pero entre ellos hay uno que generalmente se destaca más si la toma es vertical,
ese punto será el de la intersección superior derecha y si es horizontal el punto será
el de la intersección inferior derecha (foto1)
Esto es debido a que al analizar una fotografía, casi siempre la vista entra por el
ángulo inferior izquierdo y sigue un recorrido de izquierda a derecha y de abajo
hacia arriba.
Mucho se ha dicho con respecto a las razones que impulsan al espectador a seguir
ese recorrido visual algunos sostienen que se debe a la fuerza de la costumbre
occidental de leer de izquierda a derecha, esta forma de leer es la que determina el
orden de importancia de los centros de interés.
Con respecto a la lectura de una fotografía, es importante destacar que una obra
bien realizada debe ser “cerrada”, es decir, debe leerse siguiendo un orden y tiene
que verse la totalidad de la superficie del papel sin que ningún elemento de la
composición nos obligue a salirnos fuera de la hoja.
Los cuatro puntos de intersección son la parte clave de la cuadrícula. Si ajustamos el enfoque sobre uno de
ellos, lo haremos doblemente efectivo.
Si deseamos equilibrar el motivo principal con otro elemento de menor importancia, el lugar más adecuado es
el punto clave diagonal opuesto. Debemos prestar atención para que dicho elemento no reste importancia al
motivo principal.
EL FORMATO
Al ser dos, los ojos del hombre, tienden a mirar el mundo como un óvalo horizontal
con los extremos borrosos. También tienen un alcance mucho más amplio que el
objetivo estándar de una cámara de 35mm. La mirada humana va de un lado a
otro, centrando la atención en más de un lugar, esta es la razón por la que las
fotografías pueden llegar a ser decepcionantes si las comparamos con el tema
original.
Formato horizontal.
Habitualmente, miramos a través del visor para ver la imagen en forma horizontal,
la forma de la cámara también predispone a ello, ya que fue diseñada para que
fuese más fácil sostenerla en esta posición. Este es el formato clásico para vistas
generales y paisajes, conocido con el nombre de “formato de paisaje”, sin embargo
no existe ninguna norma que obligue a utilizar este formato para los paisajes, a
veces el formato vertical mejora notablemente nuestra fotografía.
La visión de la cámara: A través del visor la cámara capta una imagen bastante desordenada sin ningún
centro de interés, no logrando mostrar la belleza de la escena.
Cambiar el formato: Al girar la cámara y cambiar el formato, la imagen queda mejorada ganando puntos de
interés, la línea diagonal crea mayor sensación de profundidad.
Probar otro punto de vista: Si nos retiramos unos pasos, las ramas desaparecen y la atención se centra en el
lago, pero la imagen pierde fuerza. Las líneas horizontales que forman la nieve, el hielo, los árboles y el cielo
dividen el encuadre en partes muy iguales y no dejan ningún punto de interés dominante.
Formato Vertical
Cuando vemos a alguien que se nos acerca automáticamente centramos la atención
en esa persona y “descartamos” el entorno. En fotografía se obtiene el mismo
efecto girando la cámara y utilizando el formato vertical. En algunos casos el
retrato horizontal puede producir efectos magníficos pero, por lo general, la
composición en un paisaje hace que la figura humana (normalmente de pie)
aparezca con espacios vacíos o detalles desordenados en el fondo.
Si se escoge un tema vertical y se combina con un formato horizontal se corre el
riesgo de “cortar” alguno de sus extremos, el espacio vertical es mucho más fácil
de llenar, por eso es frecuente denominarlo como formato para retratos.
La figura humana encaja de modo natural en este encuadre, pero si no fotografiamos el cuerpo entero, no es
conveniente “cortar” a la altura de codos, rodillas o cintura (foto pequeña)
LINEAS DE ATENCION
En muchas ocasiones podemos utilizar líneas naturales o predominantes de nuestra
escena que guíen al espectador hacia el interior de la fotografía y hacia el sujeto
principal. Estas líneas pueden ser: Una carretera, una calle, una sombra
proyectada, líneas de edificación, un cerco etc.
Las “reales” son las que por su forma recta, curva o sinuosa la percibimos a simple
vista; las “virtuales se generan por alineación de varios elementos, por la tensión
generada de una o varias miradas hacia adentro o fuera del cuadro.
Si la disposición de las líneas se las utiliza como elemento conductor, como “guia”
visual, dándole una estructura y dinamismo al contenido de la escena, se mejora
notablemente la composición acentuando el efecto expresivo.
Las imágenes con líneas largas y convergentes atraen inmediatamente la atención
del observador hacia el punto de convergencia. El típico caso de la perspectiva a un
punto de fuga o dos. La perspectiva se vale fundamentalmente del uso y manejo de
líneas Las diversas formas de ver y utilizarlas dentro de la fotografía están
relacionada con la imaginación, creatividad y experiencia visual de cada persona.
Líneas Curvas
Desde un paisaje hasta los utensilios de cocina, las líneas curvas son la forma que
más vemos. La línea curva es el elemento que transmite mayor dinamismo y
plasticidad en la imagen.
La repetición de curvas puede impactar como un efecto armonioso y tranquilizador.
Por ejemplo, las curvas de un cesto de frutas o el ondular de unas colinas. Pero si
se quiere impactar más aún y dar sensación de dinamismo, debemos contrastar
líneas curvas con líneas rectas y colores cálidos con colores fríos.
Un criterio importante para destacar cualquier línea curva, es acercarse al sujeto y
que éste transmita una fuerza visual importante dentro de la fotografía.
DIAGONAL: La línea de la orilla crea una gran sensación de profundidad, pues conduce
la mirada a través del encuadre hasta las rocas del fondo.
LA SIMETRIA
LA SIMETRIA ES LA DISTRIBUCION DE LOS ELEMENTOS DE LA FOTOGRAFIA A
AMBOS LADOS DE UN PUNTO O EJE CENTRAL DE MODO QUE UNAS PARTES ESTEN
EN CORRESPONDENCIA CON OTRAS
EL RITMO GRAFICO
EL RITMO GRAFICO DE UNA IMAGEN SE FORMA A PARTIR DE OBJETOS FIGURAS O
COLORES REPETIDOS, QUE COMBINADOS DE MANERA ORDENADA O ALEATORIA
FORMAN IMÁGENES SUGERENTES
Se pueden encontrar motivos rítmicos en todas partes, desde los entornos urbanos
a las formas naturales. Se pueden convertir en el motivo o ser utilizados como
elemento secundario para crear un fondo interesante o hacer más atractivo el
motivo principal.
Mientras que algunos resultan evidentes, otros cuestan un poco más de encontrar.
Por ejemplo, si miramos hacia abajo desde lo alto de un garaje vemos que las filas
de coches forman un motivo rítmico ordenado, aunque predecible. Pero si nos
trasladamos a l nivel del suelo, descubrimos que la parrilla del radiador o los surcos
de los neumáticos forman interesantes dibujos.
Los elementos rítmicos de más éxito son los que abarcan toda la imagen, de
extremo a extremo. Si no damos a entender que el dibujo continúa mas allá del
encuadre, su regularidad, y por tanto su impacto, se ven reducidos. Una de las
formas más fáciles de llenar todo el encuadre con un elemento gráfico es fotografiar
una pequeña parte de un objeto. El acercamiento también ayuda a disimular la
identidad del objeto.
Como dividir la fotografía, que incluir en ella y en que lugar y posición, son algunos
de los elementos básicos a tener en cuenta antes de hacer la toma. La elección del
motivo, el punto de vista y el encuadre serán decisivos para dividir la fotografía en
áreas compensadas de tono, color y detalle.
Situación del horizonte: Para la mayoría de las fotos, especialmente los paisajes,
la posición del horizonte dentro del encuadre requiere una reflexión previa. No
existen normas establecidas para dividir el encuadre; todo depende de la parte de
la foto que desee destacar. Un método seguro, aunque también fácil de predecir, es
utilizar la regla de los tercios (un tercio de tierra y dos de cielo o viceversa). Esta
división estará relacionada en forma directa con la parte que deseemos enfatizar en
nuestra fotografía.
Una de las más evidentes diferencias que existen entre una fotografía blanco y
negro y una de color es la gama tonal. En blanco y negro es una cuestión de luces y
sombras, en color lo es de matices.
Los colores ejercen efectos sobre el observador, los rojos, naranjas y amarillos parecen
avanzar sobre verdes y azules, siendo importante que los primeros aparezcan como
parte importante del motivo y no del fondo o cualquier elemento secundario.
Ambiente y significado: Se sabe desde hace tiempo que los colores originan
estados de ánimo y hasta emociones en el observador, muchas personas
encuentran difícil vivir o trabajar en una habitación que consideran desagradable o
inadecuadas. Las encuestas realizadas han demostrado que, en general, se
prefieren los colores claros a los oscuros, así como que los colores de la gama del
azul gustan más y los amarillos – verdosos menos.
Al exhibir dos colores juntos, las combinaciones con diferencias de brillo y matiz
suelen encontrar mayor aceptación. Algunos colores se perciben como relajantes o
excitantes, el rojo por ejemplo se lo considera activo, incluso agresivo.
Las razones de estas reacciones pueden ser, en parte, fisiológicas. El punto focal de
las ondas de luz roja se encuentra detrás de la retina del ojo, por lo que el rojo
literalmente avanza, logrando que los objetos rojos parezcan estar más cerca de lo
que están.
La psicología del color no es todavía una ciencia exacta. No obstante, los fotógrafos
que utilizan los hallazgos experimentales de los científicos del color para confirmar
su propia sensibilidad, podrán obtener respuestas más controladas de sus
fotografías.
EL ROJO
El rojo es un color vibrante, una pequeña mancha de rojo, es suficiente para dar
vida a una fotografía, las que serán llamativas y estimulantes si están dominadas
por un rojo brillante.
Las películas color registran con relativa fidelidad los tonos puros del rojo primario,
pero si un objeto está iluminado fuerte y uniformemente, su tono parecen
confundirse, como puede ser el ejemplo de una flor roja en la cual es difícil
distinguir la forma de sus pétalos, para superar este problema, se dispondrá una
iluminación direccional, de forma que las altas luces y las sombras rompan los
tonos rojos; o bien se subexpondrá la película en medio diafragma.
Muchas veces el rojo puede ser indicado para proporcionar un detalle en color, en
este caso la prioridad no es un detalle máximo sino una óptima saturación del color.
La mejor forma de conseguirlo es tomar las fotografías con una fuente de luz dura
como la luz solar directa y usar un filtro polarizador.
Podemos observar en estos ejemplos, como el rojo avanza hacia el espectador más que cualquier otro color,
aún cuando aparece en pequeñas proporciones domina la imagen llamando poderosamente la atención.
EL AZUL
A los colores se les suele asociar instintivamente un valor psicológico. El azul puede
representar tristeza pero también serenidad y estabilidad. Como color, es al mismo
tiempo frío y calmante, en una fotografía las zonas de azul tienden a retraerse ante
la vista especialmente cuando contrastan con colores más cálidos y agresivos como
el rojo, el amarillo o el naranja.
Para fotografiar los azules de los cielos vespertinos, deberemos realizar mediciones
de la exposición en forma regular, pues la luz cambia muy rápidamente y nos
puede obligar a trabajar con tiempos muy largos, esto puede originar extraños
cambios de color, haciendo que el cielo quede de un color morado poco natural.
Los azules de la naturaleza (flores, el mar, etc.) suelen ser difíciles de fotografiar
con exactitud. Un mismo azul adoptará tonalidades distintas según la película que
se utilice, deberemos experimentar hasta hallar la de nuestro agrado.
MAR HELADO
Cuando el encuadre queda cubierto por agua, nieve y cielo, la fotografía resultante presenta una gran cantidad
de tonalidades de azul que contribuyen a crear una sensación muy fría. En estos casos conviene asegurar la
exposición ya que el fotómetro de la cámara nos sugerirá una subexposición poco conveniente.
RETRATO
Los fondos oscuros logran hacer resaltar la mayoría de las tonalidades del azul El color gastado del traje,
combina bien con el resto de prendas azules. La iluminación suave procede de luz ambiente.
TORRE DE CRISTAL
Con un encuadre ajustado se pueden crear imágenes abstractas de cristales azul verdosos que conforman las
fachadas de los edificios, estos colores se intensifican con el azul reflejado del cielo.
EL AMARILLO
Para evitar que los grises neutros y los tonos piel resulten demasiado amarillos, los
fabricantes limitan la cantidad de colorante con el resultado de que los tonos
amarillos parecen pálidos y poco saturados. A diferencia de otros tonos, el amarillo
no mejora con la subexposición, la cual hace que parezca pastoso, en su lugar
conviene aumentar la saturación con un filtro polarizador.
Un toque amarillo siempre llama la atención, si cubrimos el paraguas en ésta imagen, se verá lo vital que es
para la composición. Al colocar el paraguas hacia la derecha del centro, se confiere una agradable simetría a la
fotografía.
En esta fotografía, se oscureció el cielo con un filtro degradado de color tabaco para que las canoas amarillas
fueran la parte más brillante de la composición, usando un gran angular se acentúa el impacto visual con el
fondo enfocado
EL VERDE
El verde turquesa del agua proviene en parte del color reflejado del cielo pero también de la absorción de luz
roja por el agua. Un filtro polarizador saca el máximo provecho de sus tonos al eliminar los reflejos de la
superficie.
Al fotografiar esta escena con un encuadre ajustado, se logra acentuar los distintos tonos de verde, el cual
domina la imagen sin cansar al observador ya que existe un perfecto equilibrio con la aparición de las flores
amarillas del primer plano y la cascada difuminada como producto de la utilización de una velocidad lenta
Con un poco de imaginación, puede crear hermosas imágenes con elementos tan sencillos como cotidianos. La
composición y el contraste ideal se logro en esta fotografía, utilizando una servilleta verde como color de fondo,
dando la oportunidad de “avanzar” al amarillo de la fruta.
El sorprendente azul y amarillo del plumaje de este pájaro forma un poderoso contraste con los verdes más
relajantes que dominan el resto de la escena. La exposición ajustada aseguró que los colores salieran lo más
saturados posible.
COMPONER CON LAS SOMBRAS
Aunque muchas veces no les prestemos importancia, las sombras son un elemento
importante en la composición. En su forma más simple pueden proporcionar
información a una fotografía; empleadas con imaginación forman poderosos
motivos por sí solas.
Ser consciente del modo que la luz cae sobre un motivo y la sombra que crea, no
es una función natural de la vista, y normalmente precisamos de una fotografía
para percatarnos de que las sombras existen. Ello se debe a que nuestra vista es
capaz de registrar una escala de intensidades de luz mucho más amplia que una
película, de modo que al mirar un objeto iluminado de modo irregular vemos los
detalles tanto en la zona iluminada como de la sombreada. Al registrarlas en
película, sin embargo, las sombras se ven mucho más oscuras que en la vida real.
Las sombras son muy útiles para conferir a las fotografías la sensación de una
tercera dimensión. Cuanto más bajo está el sol, mayor es la influencia de la sombra
en la forma de un paisaje A mediodía, el paisaje se ve plano y monótono, pero a
media tarde, cuando el sol está bajo, los dibujos de las sombras proyectadas por
árboles y colinas añaden forma e interés a la escena. También las nubes proyectan
sombra sobre la tierra.
La luz dura produce sombras oscuras, mientras que la luz difusa las produce más
pálidas. Cuanto más oscura la sombra, más intenso el efecto, aunque
ocasionalmente, una sombra suave puede ser útil para hacer resaltar una gama de
tonalidades sutiles que no daría con una luz más intensa.
Ansel Adams
Franco Fontana
“ … la sombra del hombre, que es el símbolo de la espiritualidad, del auténtico yo desconocido e inasible, que
permite conservar ese significado en culturas aún no corrompidas por la sociedad industrial.”
En las composiciones de Franco Fontana, siempre se advierte un elemento recurrente como la sombra de
objetos y personas, algo innovador como búsqueda y proyección inmaterial, se convierte en el sujeto principal
de la obra de este autor, todos los elementos de la imagen interactúan según reglas constructivas que no
responden a los convencionalismos habituales.
Sebastián Salgado
El tema característico de las fotografías de Salgado, es la condición humana, su obra es una permanente
denuncia del abuso, opresión y sojuzgamiento del hombre por el hombre. El trabajo correspondiente a los
trabajadores de Sierra Pelada en Brasil, no sólo muestra un hormiguero humano trabajando en condiciones
infrahumanas, sino también una imagen de toda una sociedad ausente y de espaldas a una realidad absurda y
brutal. Etiopía, Bangladesh, India, Tailandia, Sudan son algunos de los escenarios en donde este excelente
fotógrafo rescata imágenes nada complacientes y a la vez técnicamente perfectas, volcando en cada
una de ellas la visión comprometida del artista y el sentimiento más profundo del hombre.
Henri Cartier - Bresson
“ La cámara fotográfica para mí es una libreta de croquis, el instrumento de la intuición y la
espontaneidad, el dueño del instante que, en términos visuales, cuestiona y decide a la vez. Para
significar el mundo, hay que sentirse parte de lo que uno recorta a través del visor. Esta actitud exigen
concentración, sensibilidad y cierto sentido de la geometría.
Sólo economizando medios y, sobre todo, olvidándose de uno mismo se llega a la simplicidad de
expresión. Fotografiar es contener la respiración cuando todas nuestras facultades convergen para
captar la realidad huidiza; en ese momento,
tomar una imagen es una gran alegría física e intelectual.
Fotografiar es reconocer un hecho en un mismo instante y en una fracción de segundo, y la de organizar
rigurosamente las formas percibidas visualmente que expresan y significan ese hecho. Es poner en una
misma línea de fuego la cabeza, el ojo y el corazón. Es una forma de vida.”
En toda la obra de Bresson, está presente una impecable composición producida directamente en la toma,
como resultado de una especial sensibilidad en la visión artística de este excelente fotógrafo.
ROBERT MAPPLETHORPE
Robert Mapplethorpe nace en Nueva York en 1946 y desde muy pequeño tuvo inclinación hacia las artes
plásticas, siendo su iniciación a través de la pintura, pero muy pronto quedo prendado por la fotografía,
actividad que no abandonó hasta el momento de su muerte en marzo de 1989.
Mapplethorpe está considerado como uno de los grandes genios de la iluminación, ya sea natural o
artificial; sus retratos, desnudos masculinos y femeninos, fotografías de flores y niños, han causado un
impacto profundo en el mundo del arte ya que no sólo produjo obras técnicamente perfectas sino que
también su forma de componer y ordenar los espacios dieron como resultado fotografías de gran
impacto visual.
Pedro Luis Raota
La obra de Raota no sólo es extensa sino sumamente importante. Si bien se hace hincapié en la notable
cantidad de premios obtenidos, que realmente es abrumadora, no es lo más trascendente del autor. Los
premios son simplemente la consecuencia natural a la que arribó un autor de características
sobresalientes.
Los trabajos de Raota no sólo hablan de una excelente técnica sino también de una acabada elaboración
de la idea original, que concretaba, indistintamente y con precisión, en el set de toma, en el laboratorio,
en el registro del instante fugaz o bien en una combinación de todos estos factores.
Dominaba con igual maestría el color y el blanco y negro y logro posicionarse a nivel internacional como
nunca antes lo había hecho ningún fotógrafo argentino.