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doctrina

constitucional

El derecho humano a una


vivienda adecuada*
Günther GONZALES BARRÓN**

El autor, apartándose de visiones meramente economicistas y neolibera-


les sobre la propiedad, explica que la vivienda adecuada es un derecho
de toda persona, reconocido por los tratados internacionales y cuyo con-
RESUMEN
tenido debe ser asegurado por el Estado, debiéndose establecer límites a
la propiedad, así como políticas adecuadas de urbanización y creación de
viviendas.

I. CUESTIONES HISTÓRICAS Y SOCIALES en absoluto. La Constitución no solo protege


el derecho subjetivo de propiedad, sino tam-
Es necesario salir del causalismo económico
bién el derecho a convertirse en propietario
que cree ver en la usucapión, u ocupación de
mediante la igualación de oportunidades eco-
tierras por el poseedor que no es propietario,
nómicas para todos y la garantía de un míni-
un incentivo a las invasiones. En realidad, la
mo existencial. De esta forma, se impone a los
causa de la informalidad en la posesión de la
gobiernos de turno la obligación de establecer
tierra está relacionada con la pobreza extre-
políticas que alienten de manera ordenada y
ma que viven amplios sectores de nuestra so-
no abusiva el acceso de amplios sectores a la
ciedad, y a los que el Estado simplemente ha
propiedad privada2.
olvidado pues nunca les brindó atención1. No
basta decir en forma rutinaria, y hasta inmo- En tal sentido, el gran responsable de la situa-
ral, que la propiedad se respeta por sí misma y ción de desorden creada por la falta de vivien-
que las otras condiciones sociales no interesan da, es el Estado peruano, que poco o nada ha

* Este trabajo forma parte de una obra de mi autoría denominada Propiedad y derechos humanos, próxima a publicarse.
** Profesor de Derecho Civil de la PUCP, USMP, UIGV y UNMSM. Doctor en Derecho por la PUCP. Diplomado en Economía y De-
recho del Consumo por la Universidad de Castilla La Mancha y la PUCP. Especialista en Responsabilidad Civil por la Universidad
de Castilla La Mancha. Juez Superior Titular de la Corte de Lima. Ha sido Notario, Vocal Titular y Presidente del Tribunal Admi-
nistrativo de la Propiedad de Cofopri y Presidente de una de las Salas del Tribunal Registral.
1 “Los pobladores usualmente pertenecen a sectores socioeconómicos pobres y no cuentan con una significativa cantidad de aho-
rros ni acceso seguro al crédito a través de instituciones financieras privadas. El muy bajo costo de acceso es uno de los princi-
pales fundamentos económicos en los que se sustentan las barriadas informales, dado que los pobladores no suelen disponer de
suficiente capital para construir viviendas adecuadas a través del sector formal”: CARIA, Antonio Stefano. Títulos sin desarrollo.
Los efectos de la titulación de tierras en los nuevos barrios de Lima, DESCO, Lima 2008, p. 17.
2 “Ha sido en efecto observado que la promoción de la adquisición de la propiedad entra en la más general obligación del Estado
de realizar la igualdad sustancial de los ciudadanos. Cierto es, sin embargo, que esta obligación se especifica en relación a la ad-
quisición de bienes de particular valor social (como la casa y la tierra) y la intervención puede ser realizado mediante intervencio-
nes favorecedoras (financiamientos, exenciones fiscales, etc.)”: BIANCA, Massimo. Diritto Civile 6. La Proprietà. Giuffré Editore,
Milán 2005, p. 184.

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hecho por establecer políticas públicas con- sobre el suelo, a pesar de la ideología liberal.
sistentes y duraderas para propiciar que am- Hay un caso emblemático: una ciudadana pro-
plios sectores de la población, especialmente medio, de raza negra, separada y con hijos,
los de menores recursos, cuenten con la posi- de escaso poder adquisitivo, no podía encon-
bilidad de acceder a una vivienda de bajo cos- trar una vivienda adecuada en el Municipio de
to. Aquí existe una desatención estatal sobre la Mont Laurel, lugar de residencia de la familia
que los sectores neoliberales no dicen una sola desde hace siete generaciones, pues la zonifi-
palabra, a pesar que la potestad de urbanizar, o cación nada había previsto respecto a vivien-
crear ciudades, siempre le correspondió al Es- das de bajo costo. Pues bien, el tema llegó al
tado, y no al propietario individual. Tribunal Supremo de Nueva Jersey, que sen-
En el derecho decimonónico, la ideología libe- tó jurisprudencia en los famosos casos Mont
ral hizo prevalecer una concepción sacrosanta Laurel I y II (1975 y 1983), y por virtud de los
de la propiedad, por virtud de la cual el propie- cuales se impuso la obligación a las autorida-
tario tenía un coto cerrado de atribuciones ab- des estatales y locales, de establecer garantías
solutas sobre el bien, entre las que se incluía la del derecho a una oportunidad realista de vi-
urbanización y la edificación. No extraña que, vienda asequible3. ¿Qué dirán ante ello nues-
en tal contexto, se considere legítimo que el tros neoliberales?
propietario privado se apropie de las inmen- En el Perú, sin embargo, tenemos aún una le-
sas plusvalías producidas por el fenómeno del gislación en la cual el propietario privado es
urbanismo, a pesar de que el Estado era quien el gestor de la urbanización, y es obvio que su
afrontaba los gastos de equipamiento urba- principal interés será siempre potenciar la es-
no, de dotación de viales y parques, de cus- peculación sobre la tierra, y no satisfacer el in-
todiar la salud pública, de instalar alcantari- terés general de un crecimiento armónico del
llados y otros elementos propios de la ciudad. entorno urbano. Por tal razón, en nuestro caso
Pues bien, mientras el Estado gastaba, el par- la plusvalía de la urbanización va a parar en
ticular era quien acumulaba inmensas fortunas manos del propietario del suelo, normalmen-
gracias al esfuerzo y trabajo de todos los ciu- te un gran inversionista, un especulador o una
dadanos que habían financiado el crecimiento trasnacional, a pesar que ellos no han parti-
de la ciudad y la necesidad de su ampliación. cipado de los costos que significan el creci-
No obstante, en Europa se reconoce común- miento de la ciudad y su necesidad de expan-
mente que la actividad de urbanización cons- sión. Por lo tanto, un solo individuo, en contra
tituye una potestad pública, pues implica del bien común, recoge los beneficios que toda
construir una malla urbana funcional y ecoló- la sociedad ha pagado, sin que asuma ningún
gicamente adecuada, con fines de interés ge- riesgo o inversión que justifique el lucro obte-
neral; lo que rebasa las facultades naturales y nido. En tal sentido, hay grandes extensiones
típicas del propietario individual. Es el caso de de suelo que no se urbanizan, pues se espera el
Alemania, Francia, Italia, Holanda y España, mejor momento para la especulación.
entre otras legislaciones, en donde se distin-
gue la potestad de urbanizar, que corresponde Lamentablemente mientras se siga privile-
propiamente al Estado, y la facultad de edifi- giando la simple regulación de procedimien-
car en terrenos ya urbanizados. tos administrativos con “silencios positivos”,
y no la función social de la propiedad en ma-
Ni qué decir de los Estados Unidos, en donde teria urbanística, esto es, privilegiar la forma
se admite una acentuada intervención estatal por sobre el fondo, entonces seguiremos con

3 LÓPEZ RAMÓN, Fernando. Introducción al Derecho Urbanístico. Segunda edición, Marcial Pons, Madrid, 2007, p. 82.

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una legislación liberal superada en casi todo de terreno formal, pero barato por interés so-
sistema jurídico moderno. En efecto, el Dere- cial, entonces se empuja a la invasión.
cho Urbanístico, que estudia la regulación de
Por ello, el fenómeno de la informalidad de
los espacios habitables, se basa en la ordena-
la tierra no se da por que el Gobierno de tur-
ción y planificación del territorio, lo que no
puede quedar librado a la arbitrariedad de cada no permita las invasiones con la expedición
propietario, sino a la síntesis de las voluntades de ciertas normas de cálculo político, sino que
individuales representado por el Estado y sus el problema es anterior, e imputable al Estado
distintos órganos4, siempre limitados por los mismo, pues durante mucho tiempo no se dio
principios y valores que emanan de una Cons- política alguna para guiar o planificar la potes-
titución social. tad urbanizadora; y con ello se incumple el de-
ber de prestar vivienda a los peruanos; todo
Téngase en cuenta que el fenómeno de las in- lo cual se entregó a la discrecionalidad de los
vasiones de terrenos privados o públicos no se propietarios privados y a su afán de lucro. El
debe a que los peruanos sean “intrínsecamen- resultado es que ahora se dice que los pobres
te informales” o “no les guste pagar, sino inva- son los culpables de erosionar la propiedad
dir”, pues ellas son explicaciones ingenuas o privada, cuando en realidad el Estado nunca
interesadas por ciertas ideologías. En realidad, hizo nada para que esos pobres accedan a la
a nadie le gusta invadir, ni pagar un cupo por propiedad en condiciones socialmente justas,
acceder al asentamiento humano y luego abo- y ahora se insiste en que ellos deben quedarse
nar una cuota indefinida por protección o por con las manos vacías a favor de un propieta-
mantenerse en la asociación; ni vivir en situa- rio ausente en el mejor de los casos, o muchas
ciones de absoluta precariedad. Lo que ocu- veces simplemente egoísta o especulador, sin
rre es que la privatización del urbanismo, en contacto real o posesorio, encerrado en los tí-
contra del bien común, ha llevado a una es- tulos formales para obtener una ganancia con
peculación creciente e inmoral sobre un re- la reventa5.
curso escaso como el suelo, razón por la cual
las ciudades han crecido en forma desordena- Las invasiones, o usurpaciones colectivas de
da, ya que solo existen lotes y urbanizaciones terrenos públicos o privados, se producen a
para clases adineradas, pero no para los secto- partir de los años cincuenta del siglo pasado,
res más vulnerables. La salida a este proble- pero el tema ya estaba flotando en el ambien-
ma pasa porque el Estado asuma su potestad te desde mucho antes. Lo que ocurre es que
urbanizadora con terrenos de su propiedad, o nuestro Estado no tuvo la capacidad ni la vi-
por expropiación, a bajo costo, sin interés lu- sión de atajar el problema. Así lo demuestra
crativo, y dando la posibilidad de que muchos el hecho, comprobadamente cierto, que en los
peruanos accedan a la vivienda con un precio años treinta se volvió frecuente el fenómeno
asequible. Si los pobladores advierten que no de tugurizar las casas mediante su división en
hay salida a su necesidad de contar con un lote múltiples secciones, siendo que cada una de

4 Véase: ASSINI, Nicola y MANTINI, Pierluigi. Manuale di Diritto Urbanistico. Tercera edición, Giuffrè, Milán 2007, p. 73 y ss.
5 “Porque si la propiedad privada, bajo el perfil ético-político, se presenta como garantía de libertades individuales y sociales, es
lógico pensar que haya de fomentarse y promoverse el acceso de todos a esta garantía. El particular, por ello, en el ejercicio de
su derecho de propiedad, habrá de dirigirlo en el sentido que mejor difunda el disfrute económico de los bienes, puesto que, de
este modo, promoverá las bases materiales de la libertad”: BARNÉS VÁSQUEZ, Javier. “La propiedad agraria: a propósito de la
STC 37/1987, de 26 de marzo, sobre la ley de reforma agraria andaluza”. En: Revista de Administración Pública. N° 119, Madrid,
1984, p. 277.
Excelente raciocinio del profesor español, pues los neoliberales siempre defienden la propiedad privada como mecanismo que
asegura la libertad de los pueblos, ya que de esa manera se podrán exigir derechos, respeto a libertades, democracia, etc. Pero,
si ello es así, ¿cómo hacemos para que todo el pueblo tenga las bases materiales mínimas que le aseguren esa libertad? En ese
punto, los ideólogos de la libertad ya no dicen nada, pues se conforman con el “chorreo”, el acelerado crecimiento que en algo
repercutirá a favor de los pobres, o similares frases que denotan que el tándem “libertad-propiedad” solo interesa cuando está en
manos de unos pocos.

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ellas era una simple habitación, sin embargo, o en reducir los costos de transacción. El Esta-
esta se lograba vender y existía un mercado do, como principal responsable de la desaten-
para ello. Los propietarios de casonas encon- ción inveterada de los desposeídos, tiene hoy,
traron un nuevo negocio de altísima rentabili- como lo tuvo en el pasado, la obligación de
dad, consistente en subdividir sus predios en brindar una solución adecuada a un problema
múltiples partes, normalmente cada una de que él creó por su ceguera; y que los sectores
ellas era una habitación, y venderlo a terce- de la época, y que eran quienes gestionaban
ros. Imagínese la necesidad de vivienda que ese mismo Estado, tampoco dieron atención.
debió existir en Lima, y en otras grandes ciu- En la actualidad, la historia se mantiene.
dades del país, para llegar al extremo que una
persona pueda aceptar la indignidad de convi- Es sintomático conocer que recién en marzo
vir con toda su familia en una habitación de 10 de 2003 se aprobó el Plan Nacional de Vivien-
o 15 m2, sin espacio, sin ventilación, sin pri- da: “Vivienda para todos: lineamientos de po-
vacidad, con falta de sanidad y de cualquier lítica 2003-2007”. El plan busca promover el
otro elemento que justifique una mínima ca- acceso a una vivienda digna para todas las fa-
lidad de vida6. milias, ofreciendo condiciones básicas para su
seguridad y un desarrollo saludable. Lamenta-
Es clara la relación de causa-efecto que exis- blemente, esos lineamientos siguen pensando
te entre las independizaciones indignas de los que la vivienda y la urbanización es un nego-
años treinta con las invasiones de los cincuen- cio privado al que hay que “ayudar o subven-
ta. Una persona que necesita un bien solo tiene cionar” para que se acuerde de los pobres.
dos mecanismos legales para obtenerlo: o lo Tampoco se dice nada sobre la función social
compra o lo arrienda. No hay más. Pues bien, de la propiedad, las infracciones contra el me-
si los ciudadanos de la época se contentaban dio ambiente y la ciudad, así como el combate
con la adquisición de habitaciones insalubres, a la especulación del suelo. Se trata, por tanto,
eso demuestra la gran demanda que existía por de un plan neoliberal de vivienda.
cualquier espacio de suelo disponible. La ex-
plosión demográfica, aunado a la migración El relator especial de la ONU sobre el derecho
del campo a la ciudad, dio como resultado que a una vivienda adecuada visitó el Perú en el
las unidades de vivienda disponibles, sean las año 2003, y emitió un importante informe que
formales o las tugurizadas, ya no alcancen a vamos a glosar en los siguientes párrafos, y al
cubrir la demanda. Ello empujó directamente cual nos remitimos7.
a que se produzcan las invasiones, pues los po- El Perú, por efecto de la pobreza endémica y
bladores, luego de una generación, ya no po- la migración por la violencia política, sufre de
dían seguir habitando en un dormitorio, o sim- asentamientos humanos en los cuales los po-
plemente no habían espacios para comprar o bres viven hacinados y en viviendas de mala
arrendar a los costos acordes con la pobreza.
calidad, sin seguridad por la tenencia, ni ac-
Esta situación compleja es la que no quiere ceso a servicios. Por ejemplo, la falta de agua
ver el neoliberalismo, encerrado en fomen- y saneamiento fue una preocupación constan-
tar la inversión y la riqueza (de unos pocos), te de casi todas las comunidades visitadas. La

6 Este hecho se puede constatar con una simple revisión de los Boletines Oficiales de Registros Públicos, de aquella época, en los
cuales se da cuenta del problema social y urbanístico que surge con la independización hasta el infinito de los predios existen-
tes. Por eso se pide la intervención del legislador para impedir que las llamadas independizaciones se realicen a sola voluntad
del propietario. Si bien la institución registral advierte del tema desde su particular visión de las cosas, ello deja a la vista el gra-
vísimo problema humano que se estaba gestando en nuestro país por falta de una política de viviendas a bajo costo.
7 Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada como parte integrante del derecho a un nivel de vida adecuado, Miloon
Kothari, sobre su misión al Perú de 3 a 15 de marzo de 2003, 11 de febrero de 2004, Comisión de Derechos Humanos, ONU, E/
CN.4/2004/48/Add.1.

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El derecho humano a una vivienda adecuada

cobertura de agua en ese mo- cuentan con los recursos su-


mento era de 75% y de 55% en ficientes para hacerlo no en-
El fenómeno de las
saneamiento; además, la cali- invasiones de terrenos cuentran una que se ajuste al
dad del líquido es mala y no privados o públicos no precio que pueden pagar. En
se le dispone en todo el día8. se debe a que los pe- consecuencia, existe una de-
Téngase en cuenta que las vi- ruanos sean ‘intrínse- manda insatisfecha de vi-
viendas deficientes y las ma- camente informales’ o viendas que no superen los
las condiciones de vida, así ‘no les guste pagar, sino US$ 50,0009. La razón de este
como el desempleo, condu- invadir’, pues ellas son problema es muy simple: la
cen a otros problemas socia- explicaciones ingenuas ley de la oferta y la demanda,
o interesadas por cier- pues evidentemente las cons-


les como la delincuencia, la
prostitución, el abuso sexual, tas ideologías. tructoras privadas y las enti-
los niños de la calle y la pro- dades financieras solo se con-
pagación de enfermedades de centran en los sectores más
transmisión sexual. Respecto a la vivienda ru- rentables, esto es, las capas altas y medias;
ral, se observó una absoluta falta de interés, pero no les interesa los sectores pobres y vul-
e incluso no existía un organismo público en- nerables pues “no son negocio”. Una prueba
cargado propiamente de esa tarea. Ante esta más de que el liberalismo salvaje no solucio-
dramática situación, el Estado peruano cuen- na problemas sociales, pues solo le interesa el
ta ahora con dos programas principales para la lucro y nada más. Pero, la vivienda es un de-
construcción y renovación de viviendas, des- recho fundamental de los seres humanos que
tinados a grupos de distintos ingresos econó- no puede dejarse librado impunemente a la ló-
micos. El programa MiVivienda es un plan de gica de mercado, que solo generará viviendas
financiación de viviendas orientado a la po- a quienes sí pueden pagarlas. Nuestra conclu-
blación de ingresos medios; mientras que Te- sión se ratifica cuando leemos que el propio
cho Propio es un plan de subsidios orientado Presidente del Comité de Edificaciones de
al sector de ingresos medios bajos o bajos. En Capeco declara ante la prensa que el proble-
ambos casos se establece como condiciones ma es: “la fuerte alza del precio de los terre-
básicas la existencia del título de propiedad nos, que impide desarrollar en ellos proyec-
y una participación financiera a través de una tos de bajo precio, pues no serían rentables”10.
cuota inicial. Sin embargo, esos programas Ni más ni menos. Los pobres nunca son ren-
son de atención focalizada y, además, tampo- tables, así que nunca tendrán vivienda. ¿Y el
co llegan a la población de menores recursos o Estado?, ¿qué dice?, ¿qué hace? Los proyec-
que vive en pobreza o pobreza extrema. tos MiVivienda y Techo Propio son de alcan-
Según el último estudio sobre el mercado de ce restringido y, además, no alcanzan a todos
edificaciones urbanas en Lima y Callao rea- los sectores sociales, especialmente a los más
lizado por la Cámara Peruana de la Construc- pobres. No es posible que las constructoras si-
ción (Capeco) en el año 2010, la demanda in- gan especulando con el suelo urbano, que es
satisfecha por viviendas en la capital alcanza un recurso natural afectado a la función social,
a 400,000 hogares, esto es, a 2’000,000 de sin que el Estado les imponga una alta carga
personas. El 96,71% de los hogares que es- impositiva por especulación, un aporte en es-
tán interesados en comprar una vivienda y que pacio o en viviendas en cualquier proyecto de

8 El Comité de derechos económicos, sociales y políticos, en su Observación general N° 15 sobre el derecho al agua, señaló que:
“el derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para
el uso personal y doméstico”.
9 Diario El Comercio, Lima, 25 de noviembre de 2010, sección economía, p. B-3.
10 ídem.

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importancia para destinarlo a casas de interés una infundada sensación de seguridad.


social, o la intervención directa en el negocio Además, según parece no existen datos
de construcción mediante financianción esta- convincentes que demuestren que la titu-
tal a bajísimo costo en terrenos públicos. Esta lación, como lo propugna De Soto, con-
preocupante situación en la capital se agrava duce al acceso a préstamos y créditos para
en cualquier otra ciudad del país, en donde sa- los pobres, teniendo presente que estos tie-
bemos que el déficit de viviendas es mayor, y nen que hacer frente a un sistema finan-
la pobreza más extendida. ciero oficial (público y privado) favorable
a los grupos de mayores ingresos. Puede
El derecho a la vivienda también se preocu- señalarse como ejemplo el descuido de las
pa por la situación de los arrendatarios, y en mujeres pobres y del respeto de sus dere-
el caso peruano, se recibieron múltiples quejas chos humanos, incluido el pago de subsi-
de inquilinos residentes en estructuras históri- dios, en el plan actual. El enfoque centra-
cas y ruinosas, que ponían en riesgo la vida y lizado de la Cofopri también ha impedido
salud de los ocupantes; así como el aumento la participación de las municipalidades en
insostenible de las rentas para la capa más po- la realización de los derechos de sus resi-
bre de la sociedad. dentes a la vivienda y a la tierra. El relator
El informe también habla de Cofopri como especial opina que las necesidades más ur-
mecanismo de concesión de títulos de propie- gentes relativas a la vivienda de los pobres
dad a ocupantes informales, y cuya finalidad en el Perú giran en torno a la necesidad
es fomentar el crecimiento económico. Para el de políticas favorables a la construcción
relator, la teoría del economista Hernando De de viviendas de interés social. Esto inclu-
Soto es insuficiente, y por tal motivo le formu- ye la posibilidad de rehabilitar las vivien-
la una severa crítica, por lo demás totalmente das existentes y la necesidad de integrar las
justificada: opiniones de la mujer en la elaboración de
leyes y políticas de vivienda y planifica-
“Cuando se contempla desde la perspecti- ción que permitan la creación, por ejem-
va de las obligaciones del Perú en virtud plo, de opciones de sustento para las muje-
de los instrumentos internacionales de de- res interesadas en la construcción y esferas
rechos humanos, en particular el derecho conexas”.
humano a una vivienda adecuada (inclui-
do el acceso a servicios civiles) para hom- Por último, debemos mencionar que la globa-
bres y mujeres, es evidente que el enfoque lización también ha tenido su impacto sobre
estrecho e individualista de la ‘propiedad’ el derecho a la vivienda, pero normalmente en
y del ‘Derecho Civil’ de la Cofopri se con- signo negativo, ya que la rápida llegada de ca-
tradice con el enfoque amplio de los dere- pitales ha originado una fuerte especulación
chos humanos basado en los principios de sobre la tierra, con la elevación del precio de
la indivisibilidad de esos derechos, de la las viviendas y grave perjuicio para los despo-
no discriminación y la igualdad entre los seídos. La dejación de la economía a las fuer-
sexos. La mera concesión de títulos de pro- zas del mercado no ha logrado satisfacer esta
piedad a las familias, sin garantizarles el necesidad vital. Así lo reconoce el Relator Te-
mático de la ONU por el derecho a la vivien-
acceso al agua, al saneamiento y a la elec-
da adecuada11:
tricidad, así como la seguridad del hogar y
de la persona, incluida la igualdad de de- “58. Casi todos los países, a todos los ni-
rechos a la mujer, solo puede conducir a veles de desarrollo, han llevado a cabo

11 Ibídem, pp. 17-18.

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El derecho humano a una vivienda adecuada

programas macroeconómicos de reforma de alquileres o precios máximos de la tie-


durante los dos últimos decenios, influidos rra; el resultado ha sido una marginación
fuertemente por las fuerzas del mercado y cada vez mayor de los indigentes”.
por la política de las instituciones financie-
ras internacionales. Estas reformas y las II. CUESTIÓN JURÍDICA
decisiones de política nacional sobre libe- A nivel normativo, la Constitución de 1979
ralización, desregulación y privatización consagró por primera vez en nuestra historia
han limitado en grado variable las opcio- constitucional el derecho fundamental a la vi-
nes de política monetaria y fiscal para fines vienda, con lo cual se reconoció que el ser hu-
sociales, incluido el suministro de una vi- mano tiene necesidades vitales que el Estado
vienda adecuada. Además, la Conferencia debe coadyuvar a que se realicen; entre ellas
de las Naciones Unidas sobre Comercio la vida, la alimentación, la salud y, cómo no,
y Desarrollo (Unctad) informa que, pese la vivienda. Si el hombre carece de vivienda
a estas reformas económicas, el esperado entonces su vida se convierte en indigna, por
crecimiento económico ha sido demasia- cuanto carece de albergue, descanso, intimi-
do lento, en particular en los países menos dad, resguardo de su ser individual y familiar,
adelantados (PMA) para lograr mejoras etc. Sin embargo, esa norma fue atacada por
apreciables en las condiciones de vida o en los neoliberales como ejemplo de concesiones
las condiciones sociales. Los inconvenien- a los socialistas y comunistas que participaron
tes de prestar cada vez mayor atención a en la Asamblea Constituyente de 1978, lo que
estrechas consideraciones macroeconómi- debía eliminarse. En efecto, la Constitución de
cas que determinan la disponibilidad de re- 1993 eliminó todo rastro del derecho a la vi-
cursos para sectores sociales han sido una vienda, en el entendido de que de esa forma
preocupación creciente de diversos órga- el Estado peruano se liberaba de sus obliga-
nos de las Naciones Unidas creados en vir- ciones sociales, a efecto de centrarse en desa-
tud de tratados. rrollar la inversión, mejorar las condiciones de
negocios, facilitar la entrada de capitales ex-
59. Cuando los países en desarrollo han
tranjeros; aun cuando los peruanos no tuvie-
conseguido atraer importantes corrientes
sen vivienda.
de capital privado, el rápido crecimien-
to de las ciudades con frecuencia supe- No obstante la intención de la ignorante
ra el ritmo de construcción de viviendas Asamblea de 1993, sus deseos no se concre-
adecuadas, lo que hace que cada vez haya taron. El Perú es Estado parte de una serie de
más personas indigentes que viven en ba- tratados de derechos humanos que contemplan
rrios de tugurios que carecen de seguridad el derecho a la vivienda, por lo que este igual
o servicios cívicos. Esta situación se agra- tiene rango constitucional por virtud de la fa-
va aún más cuando las autoridades muni- mosa cuarta disposición transitoria y final de
cipales o los promotores privados elimi- la Constitución, que incorpora todos los ins-
nan estos asentamientos para destinarlos trumentos de derechos humanos. Por último,
a usos comerciales o a viviendas de ren- también hubiera bastado invocar la cláusu-
tas elevadas. Además, la creciente tenden- la del bien común (artículo 70 Constitución),
cia a la privatización de los servicios y del que permite la intervención del legislador or-
mercado de vivienda también provoca por dinario sobre el derecho de propiedad, ya sea
lo general la especulación de terrenos, la para moldearlo, configurarlo, reglamentarlo,
comercialización de la vivienda como un restringirlo y también extinguirlo cuando se
producto más, la aplicación de tasas por la produzcan hipótesis que atentan contra el in-
utilización de ciertos servicios, como agua, terés general. Si el bien común propende que
saneamiento, electricidad, y la derogación la riqueza alcance a todos mediante políticas
o modificación de las leyes sobre el control redistributivas y de justicia social, entonces

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resulta evidente que también debe propender Estado de acuerdo con el deber concreto y es-
a cubrir la necesidad de vivienda. pecífico de atenderlos en el menor tiempo po-
sible, con igualdad de condiciones, y con la
La Declaración Universal de los Derechos Hu-
cláusula de “no regresividad”. El Comité de
manos de 1948 ya reconoce el derecho a la vi-
derechos económicos, sociales y culturales de
vienda en su artículo 25.1: “Toda persona tie-
la ONU aprobó la Observación general N° 3
ne derecho a un nivel de vida adecuado que
en 1990, respecto al artículo 2.1 del Pacto que
le asegure, así como a su familia, la salud y
obliga a adoptar medidas “para lograr progre-
el bienestar, y en especial la alimentación, el
sivamente (…) la plena efectividad de los de-
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
rechos”. El Comité señaló que el Pacto esta-
servicios sociales necesarios”. Por su parte, el
blece claras obligaciones de los Estados para
Pacto Internacional de Derechos Económicos,
lograr la plena efectividad de los derechos
Sociales y Culturales (Pidesc) de 1966, reitera
económicos, sociales y culturales, e impo-
una disposición en similares términos12. Así,
ne el deber de actuar lo más expedita y efi-
el artículo 11.1 del Pacto dice: “Los Estados
cazmente posible para conseguir ese objetivo.
partes en el presente Pacto reconocen el dere-
En buena cuenta, los Estados no pueden apla-
cho de toda persona a un nivel adecuado para
zar en forma indefinida los esfuerzos hacia la
sí y su familia, incluso alimentación, vestido y
realización de esos derechos sobre la base de
vivienda adecuados, y a una mejora continua
la limitación de recursos. No obstante, en los
de las condiciones de existencia. Los Estados
Principios de Limburgo y en las Directrices de
partes tomarán medidas apropiadas para ase-
Maastrich, se establece con claridad que algu-
gurar la efectividad de este derecho, recono-
nas de las obligaciones son de cumplimiento
ciendo a este efecto la importancia esencial de
inmediato, tales como la no discriminación o
la cooperación internacional fundada en el li-
la de no retirar la protección jurídica que ya se
bre consentimiento”.
hubiese otorgado13.
Por tanto, la supresión nominal que realizó la
En diciembre de 1991, el Comité aprobó la Ob-
Constitución de 1993 no tuvo efecto prácti-
servación general N° 4, por el cual se aconseja
co alguno, pues los tratados de derechos hu-
a los Estados partes a no interpretar el derecho
manos igual obligan al Perú y tienen rango
a la vivienda adecuada en sentido restrictivo,
constitucional.
como el “mero hecho de tener un tejado por
El derecho a la vivienda es de aquellos deno- encima de la cabeza o (…) como una comodi-
minados de “segunda generación”, esto es, los dad. Debe considerarse más bien como el de-
que en un primer momento fueron considera- recho a vivir en seguridad, paz y dignidad en
dos programáticos y no exigibles; pero sobre alguna parte” (párr.7)14. Basándose en esa in-
los que hoy la comunidad internacional tiene terpretación amplia, el Comité enuncia siete
el convencimiento de que se tratan de dere- aspectos del derecho a la vivienda adecuada
chos subjetivos propiamente dichos, pero con que determina su “conformidad” con el Pac-
eficacia progresiva que debe ir cumpliendo el to (párr. 8)15:

12 LÓPEZ RAMÓN, Fernando. “Sobre el derecho subjetivo a la vivienda”. En: Fernando López Ramón (Coordinador). Construyen-
do el derecho a la vivienda. Marcial Pons, Madrid, 2010, p. 11.
13 Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, Sr. Miloon
Kothari, 1º de marzo de 2002, Comisión de Derechos Humanos, ONU, E/CN.4/2002/59, p. 14.
14 Informe del Relator Especial sobre la vivienda adecuada, como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecuado, Sr.
Miloon Kothari, 25 de enero de 2001, Comisión de Derechos Humanos, ONU, E/CN.4/2001/51, p. 8.
15 Ibídem, p. 9.

304
El derecho humano a una vivienda adecuada

i) la seguridad jurídica de la tenencia, con in- necesidades más elementales de descanso, in-
clusión de la protección legal contra el de- timidad y hasta felicidad como individuo con
salojo forzado16, mundo interno, inseparable a él, y también
dentro de un contexto social pues sirve de al-
ii) la disponibilidad de servicios, materiales,
facilidades e infraestructura, bergue a la familia. La tierra es, muchas veces,
la adquisición de toda una vida de trabajo y es-
iii) los gastos soportables, fuerzo, que otorga paz, tranquilidad y permite
iv) la habitabilidad, que se cumplan en la práctica, otros derechos
humanos que le corresponden a la persona y
v) la asequibilidad para los grupos en situa- su dignidad intrínseca.
ción de desventaja,
El derecho a la vivienda se basa en la tenen-
vi) el lugar, cia efectiva de la unidad inmobiliaria que sir-
vii) la adecuación cultural. ve de ámbito material de la vida del ser huma-
no, sustento de paz y tranquilidad individual y
El derecho a la vivienda se define para fines familiar. La falta de vivienda adecuada no solo
operativos, según los informes de la ONU, atenta contra la dignidad del hombre, sino que
como: “el derecho de todo hombre, mujer, jo- impide a los perjudicados el goce de muchos
ven y niño a tener un hogar y una comunidad de sus otros derechos humanos, tanto civiles
seguros en que puedan vivir en paz y digni- como políticos, o los económicos y sociales.
dad”17. El Relator Temático de la ONU expli- La Organización de las Naciones Unidas ad-
ca que se trata de una definición muy amplia vierte que la inobservancia del derecho a la vi-
pues la vivienda tiene una importancia deci- vienda se debe, entre otras causas, a la especu-
siva para los seres humanos y es compatible lación con la vivienda, las megacompras con
con el carácter indivisible de los derechos hu- fines de inversión y rápido retorno, los pro-
manos. Antes, la Asamblea General de las Na- yectos de desarrollo de infraestructura a gran
ciones Unidas aprobó mediante Resolución escala19. Mientras la humanidad está tratan-
N° 43/181 de 1988, la Estrategia Mundial de do de hacer efectivo el acceso a la vivienda
la Vivienda hasta el año 2000, en la cual se de los más pobres, otros siguen bajo la pers-
afirma que: “Una vivienda adecuada significa pectiva de impulsar la especulación del suelo
(…) disponer de un lugar donde poderse ais- como único mecanismo de desarrollo y rique-
lar si se desea, espacio adecuado, seguridad za (para algunos). En tal sentido, se dice que:
adecuada, iluminación y ventilación adecua- “De acuerdo con el Derecho Internacional re-
das, una infraestructura básica adecuada y una lativo a los derechos humanos, toda persona
situación adecuada en relación con el trabajo tiene derecho a una vivienda adecuada como
y los servicios básicos. Todo ello a un costo componente del derecho a un nivel de vida
razonable”18.
adecuado. El derecho a una vivienda adecuada
El hombre necesita como elemento vi- incluye, entre otras cosas, el derecho a la pro-
tal la vivienda y la tierra para solventar sus tección contra la injerencia arbitraria o ilegal

16 Nótese la importancia que se otorga a la prohibición de los desalojos forzosos, lo que motivó que el Comité de la ONU aprobase
mediante la Observación General N° 7, del año 1997, la definición de tal figura como: “el hecho de sacar a personas, familias y/o
comunidades de los hogares y/o las tierras que ocupan, en forma permanente o provisional, sin ofrecerles medios apropiados de
protección legal o de otra índole ni permitirles su acceso a ellos” (párr. 4). Ibídem, p. 9.
17 Ibídem, p. 5. El propio Relator admite que la definición se inspira en la Campaña Nacional India de promoción de los derechos en
materia de vivienda, la Coalición Internacional Hábitat y el Comité de derechos económicos, sociales y culturales.
18 Ibídem, p. 14.
19 Informe de la Relatora Especial sobre una vivienda adecuada como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecua-
do, Sra. Raquel Rolnik, y sobre el derecho de no discriminación, ONU, Consejo de Derechos Humanos, A/63/275 de 13 de agos-
to de 2008, p. 6.

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D octrina

en su vida privada, familia, hogar y el derecho traducen y vierten en lo pensado mismo. Si


a la seguridad jurídica de la tenencia”20. Nó- pensamiento y volición, al producirse, se
tese que se habla de seguridad de la tenencia, historifican en la creación de las categorías
esto es, de la posesión de la vivienda, como jurídicas que reciben esa influencia, tanto
elemento clave del derecho humano, y no por más experimentan el influjo del contenido
el solo efecto de una inscripción o de un for- que encierran. La relatividad, por otra par-
malismo legal. te, no concierne solo a lo que se cambia y
en cuanto cambia, sino también a aquello
En el Perú seguimos encerrados en categorías
en que consiste el cambio o el pensamien-
conceptuales creadas en el siglo XIX, de “pro-
to acerca de él”21.
tección del tráfico”, de “movilizar la riqueza
territorial”, de “asegurar a los terceros adqui- En la actualidad, el derecho a la vivienda pue-
rentes”, pero nos hemos olvidado de los he- de exigirse judicialmente en los siguientes ám-
chos, de la realidad vital, de la protección del bitos mínimos22:
hombre, y no solo del patrimonio como instru-
a) Protección de las personas vulnerables
mento de especulación y lucro fácil para tras-
para que no queden sin techo, debido a una
nacionales, capitalistas y financieros. El dere-
medida arbitraria o discriminatoria;
cho humano a la vivienda es un ejemplo de
triunfo de la categoría del ser humano por en- b) Garantía del derecho a una vivienda ade-
cima de la fácil tutela de los latifundios y de cuada, incluida la prestación no discrimi-
las empresas. Por tanto, cabe rechazar el posi- natoria de servicios cívicos, y asegurar que
tivismo legalista que pretende mantener el sta- no haya una política de regresión en el de-
tu quo para beneficio de los privilegiados. recho a la vivienda. Aquí, por ejemplo, se
advierte un grave problema de discrimina-
La posesión, la ocupación de la tierra tiene un
ción racial o de migrantes respecto al acce-
valor por sí mismo, pues está vinculado a las
so a la vivienda alquilada;
necesidades esenciales del hombre, y que por
tal razón merece protección. Con toda razón c) Prohibición de desalojos forzosos masi-
se ha dicho que: vos, salvo en casos excepcionales, y siem-
pre con preaviso razonable, audiencias an-
“A la repulsa del normativismo en cuan-
tes del desalojo, derecho al debido proceso
to abandona los hechos y los valores ha de
y reconocimiento del derecho a la vivienda
unirse la del inmovilismo a que propende.
en otro lugar.
Las categorías del pensar jurídico tampoco
constituyen moldes invariables. En cuanto En un informe más reciente se da cuenta de
creaciones intelectuales, porque son fruto una serie de decisiones jurisdiccionales de dis-
de quienes actúan como sujetos históricos. tintos Tribunales del mundo, en los cuales se
El pensamiento, aun el más abstracto, no invoca el derecho humano a la vivienda ade-
queda sustraído de estímulos y fórmulas cuada23. Enseguida los mencionaremos en for-
culturales latentes que insensiblemente se ma breve.

20 Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, Sr. Miloon Kotha-
ri, aplicación de la Resolución 60/251 de la Asamblea General de 15 de marzo de 2006, Anexo I: Principios básicos y directrices
sobre los desalojos y el desplazamiento generados por el desarrollo. ONU, Consejo de Derechos Humanos, A/HRC/4/18 del 5 de
febrero de 2007, p. 18.
21 HERNÁNDEZ GIL, Antonio. La función social de la posesión (Ensayo de teorización sociológico-jurídica). Alianza Editorial, Ma-
drid, 1969, pp. 147-148.
22 Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, Sr. Miloon
Kothari, 1 de marzo de 2002. Comisión de Derechos Humanos, ONU, E/CN.4/2002/59, p. 13.
23 Informe de la Sra. Raquel Rolnik, Relatora Especial sobre una vivienda adecuada como elemento integrante del derecho a un ni-
vel de vida adecuado, y sobre el derecho de no discriminación a este respecto. 13 de agosto de 2008, Consejo de Derechos Hu-
manos, ONU, A/63/275, pp. 17-19; cuyos datos, de gran importancia, seguimos en el texto principal.

306
El derecho humano a una vivienda adecuada

La protección contra los de- discapacidad intelectual por


salojos forzosos es un impor- considerarlo discriminatorio.
[S]eguimos encerra-
tante motivo de litigio, y en dos en categorías con- Por su parte, los Tribunales Fe-
el cual se empieza a tomar en ceptuales creadas en derales de los Estados Unidos
cuenta el derecho a la vivien- el siglo XIX, de ‘pro- han aplicado reiteradamente
da. Así, el Tribunal Supremo tección del tráfico’, de la Ley sobre Viviendas Justas,
de Bangladesh con fecha 29 de ‘movilizar la riqueza te- que prohíbe la discriminación.
julio de 2001, determinó, en la rritorial’, de ‘asegurar a
los terceros adquiren- La Corte Constitucional de
causa ASK c. Bangladesh, que Colombia ha emitido diversas
tes’, pero nos hemos ol-
antes de llevarse a cabo el de- vidado de los hechos, sentencias relativas a la situa-
salojo masivo, era necesa- de la realidad vital, de ción de miles de deudores mo-
rio que el Gobierno formula- la protección del hom- rosos amenazados con la eje-
se un plan de reasentamiento, bre, y no solo del pa- cución de su vivienda; por lo
disponga el desalojo gradual y trimonio como instru- que declaró que el plan de rea-
tenga en cuenta la capacidad mento de especulación juste de los pagos de las hi-


de los perjudicados para en- y lucro fácil ... potecas era abusivo y consti-
contrar alojamiento en otro si- tuía una violación del derecho
tio; sin perjuicio de notificar el constitucional a la vivienda
desalojo con la debida antelación. (Sentencia C-388/99 del 27 de mayo de 1999;
Sentencia C-700/99 del 16 de setiembre de
Otro caso importante es la decisión del Tri-
bunal Constitucional de Sudáfrica en la causa 1999; Sentencia C-747-99 del 6 de octubre de
Ayuntamiento de Port Elizabeth c. ocupantes 1999; Sentencia C-955/00 del 26 de julio de
varios, en la cual el Tribunal se negó a emitir la 2000). En la misma línea, los tribunales supe-
sentencia de desahucio respecto de 68 personas riores del Brasil han protegido los derechos de
que ocupaban tierras de propiedad privada. El los compradores de viviendas frente a tasas de
Tribunal tomó en cuenta tres consideraciones: interés injustificadas y abusivas.
las circunstancias por las cuales los ocupantes El Tribunal Constitucional de Sudáfrica (Go-
tomaron la tierra y construyeron las estructu- bierno de la República de Sudáfrica y otros
ras, el periodo en que habían residido en la tie- c. Irene Grootboom y otros, 4 de octubre de
rra, y la disponibilidad de otras tierras ocupa- 2000) aplicó el principio de razonabilidad, por
das. Por lo tanto, llegó a la conclusión que el el cual determinó que el plan de vivienda del
ayuntamiento no se había esforzado por tomar Gobierno no era razonable, y por tal motivo
en cuenta los problemas de los ocupantes. era inconstitucional, en tanto no tenía en cuen-
El Comité Europeo de Derechos Sociales ha ta la situación de los sectores más vulnerables.
emitido varias decisiones en las que conclu- Asimismo, tenemos el caso de un grupo de
yó que distintos desalojos habían constituido desplazados que estaban bajo la amenaza de
violaciones a la Carta Social Europea, espe- un desalojo masivo, por lo que la Corte Cons-
cíficamente de los derechos a la vivienda y a titucional de Colombia declaró que el incum-
la prohibición de discriminación de los gru- plimiento generalizado de la ley por parte del
pos de rumanos asentados en Bulgaria, Gre- Gobierno de Colombia, constituía un “esta-
cia e Italia. do de cosas inconstitucional” y le exigió que
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos adoptara medidas administrativas y financie-
(Ciudad de Cleburne c. Cleburne Living Cen- ras para suministrar alojamiento inmediato a
ter Inc, 473, US 432 <1985>) derogó un es- las familias desplazadas, se abstuviera de apli-
tatuto municipal que prohibía el estableci- car medidas coercitivas para el retorno o rea-
miento de una residencia para personas con sentamiento de personas, y les garantizara un

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D octrina

regreso seguro a sus lugares de origen (Sen- ¿En qué consiste el anteproyecto vasco? Va-
tencia T-025/04, de 22 de enero de 2004). mos a detallarlo25:
En conclusión, y respecto a estas sentencias a) Toda persona en la comunidad tiene de-
innovadoras puede decirse que: recho a una unidad inmobiliaria en al-
quiler dentro del mercado protegido, o a
“La jurisprudencia del derecho compara-
una prestación económica para que el be-
do pone de relieve la vinculación entre el
derecho a una vivienda adecuada y otros neficiario pueda arrendarlo en el merca-
derechos humanos, como los derechos a do libre. Para ello se requiere estar em-
la intimidad, la vida familiar y el hogar, padronado en el País Vasco, carecer de
el derecho a la propiedad, el derecho a la una vivienda digna y estar inscrito más
libertad de movimiento y residencia, y el de cuatro años en el registro oficial Etxe-
derecho a no ser objeto de tratos o penas bide. Los sujetos comprendidos son aque-
crueles, inhumanos o degradantes. Ade- llos que tengan una familia de tres o más
más, el derecho a una vivienda adecuada miembros y sus ingresos anuales sean in-
también ha sido protegido en el ámbito na- feriores a 15,000 euros; luego en el se-
cional mediante su relación con los dere- gundo año abarcará a las familias de dos
chos del consumidor o la legislación relati- miembros cuyos ingresos sean inferiores a
va al ordenamiento zonal”24. 12,000 euros anuales, y para el tercer año
el sujeto individual con menos de 9000 eu-
El derecho efectivo a la vivienda digna, con ros al año. Si la administración incumple,
control judicial incluido, empieza a recono- entonces el afectado puede recurrir al juez
cerse en algunos casos. Puede mencionarse para que haga efectivo el derecho indivi-
los casos de Francia y Escocia (Homeless Act). dual a la vivienda.
La experiencia española también puede men- b) Se regula la declaración administrativa de
cionarse. España reconoce, expresamente, en vivienda deshabitada, para las que no ten-
su Constitución de 1978 el derecho humano gan uso por dos años continuos. Los ayun-
a la vivienda adecuada, cuya competencia co- tamientos podrán exigir un canon anual de
rresponde a las Comunidades Autónomas. En 10 euros por cada metro cuadrado útil, cu-
tal sentido, ellas vienen aprobando las leyes yos ingresos se destinarán a patrimonio
que desarrollan y actúan este derecho. Aquí municipal del suelo, o a imponer el alqui-
cabe resaltar la ley catalana de 2007 sobre de- ler forzoso al propietario, una figura que
recho a la vivienda, o la ley de Andalucía. Esta ya existe en Cataluña.
última reconoce que el individuo pueda acudir
ante los Tribunales para reclamar al ayunta- c) Otra novedad es la expropiación forzosa
miento que elabore un plan de viviendas. Pero, de las viviendas de protección oficial si los
el anteproyecto de ley de vivienda presentado beneficiados han mejorado sustancialmen-
por el Gobierno del País Vasco al Parlamento te sus ingresos.
el 21 de enero de 2011 va mucho más allá. En d) Las viviendas protegidas no costarán lo
efecto, se trata de una propuesta consensuada mismo y, por lo tanto, se establecen distin-
entre un centenar de entidades sociales y em- tos tramos de acuerdo al ingreso.
presariales vascas que firmaron un “Pacto So-
cial por la Vivienda”, lo que de alguna manera José García Montalvo, catedrático de econo-
otorga grandes posibilidades para que la ley se mía de la Universidad Pompeu Fabra, hace las
apruebe finalmente. siguientes apreciaciones sobre esta propuesta:

24 Ibídem, p. 20.
25 Aquí seguimos la reseña de: Diario El País, Madrid, 22 de enero de 2011, p. 30.

308
El derecho humano a una vivienda adecuada

“Las técnicas más controvertidas de estas sus derechos puedan ser ejercidos a plenitud.
leyes son las relacionadas con la posibili- Compárese esta inquietud social, con la po-
dad de expropiación forzosa de las vivien- bre alocución de los que siguen anclados en
das que incumplen su función social (va- el formalismo de un registro como mecanis-
cías, sobreocupadas, infraviviendas o que mo de “seguridad jurídica de los adquirentes”.
incumplan el deber de conservación). De Sin duda, el Derecho ha cambiado, pero algu-
hecho, en el País Vasco ya se han expropia- nos todavía no se han dado cuenta. Aquí las
do viviendas de protección oficial (VPO) apreciaciones del Relator Temático de Vivien-
vacías o alquiladas irregularmente a partir da de la ONU:
de una adicional de la Ley del Suelo vasca.
“29. Sin un reconocimiento adecuado de
La definición de vivienda vacía siempre los derechos tanto individuales como co-
genera un problema práctico. El antepro- lectivos sobre la tierra, el derecho a una
yecto vasco señala que una vivienda está vivienda adecuada en muchos casos no
deshabitada cuando está desocupada por se puede ejercer de forma eficaz. No obs-
más de dos años de forma continuada, tante, el derecho a la tierra no está única-
siempre que no esté en situación excepcio- mente vinculado al derecho a una vivien-
nal (segunda residencia, traslado de domi- da adecuada, sino que está integralmente
cilio por motivo laboral, etc.). En las vi- relacionado con los derechos humanos a
viendas deshabitadas se establece un canon la alimentación, el sustento, el trabajo, la
que se fija en 10 euros por metro cuadrado libre determinación y la seguridad de la
útil. También se establece el alquiler for- persona y del hogar, y el sostenimiento de
zoso para viviendas declaradas deshabita- los recursos comunes de propiedad. La ga-
das en ámbitos de acreditada demanda que rantía del derecho a la tierra es por tanto
se mantengan desocupadas un año desde la fundamental para la mayoría de la pobla-
declaración. La expropiación de viviendas ción mundial que depende de la tierra para
de protección oficial se produce por diver- sus vidas y sustento. En el contexto urba-
sas causas (como las señaladas más arri- no, el reconocimiento jurídico de los dere-
ba). Pero el apartado más innovador e in- chos sobre tierra con frecuencia es crucial
teresante es la posibilidad de expropiación para proteger el derecho a una vivien-
si sobreviene una situación de mayor ca- da adecuada, en particular el acceso a los
pacidad económica (ingresos duplican los servicios esenciales y a los modos de ga-
máximos para tener una VPO durante tres narse la vida, especialmente para los po-
años). Una idea similar se quiere aplicar bres de las zonas urbanas. (…)
en el Reino Unido. El proyecto vasco de
2008 ya establecía la posibilidad de expro- 30. El Relator Especial está convencido de
piación de una VPO por la compra de una que el Consejo de Derechos Humanos de-
vivienda libre”26. bería examinar la posibilidad de dedicar
atención a la cuestión del derecho huma-
III. Un nuevo hito: el derecho hu- no a la tierra y realizar estudios al respec-
mano a la tierra to que se basen en la labor de los movi-
Hoy se habla, inclusive, del “derecho huma- mientos organizados de agricultores y
no a la tierra”, como sustento de vida y dig- poblaciones indígenas. El Consejo está en
nidad de comunidades, agricultores, seres hu- una situación ideal para garantizar el reco-
manos; y cuyo reconocimiento permitirá que nocimiento de la tierra como un derecho

26 GARCÍA MONTALVO, José. “Expropiaciones deseables”. En: Diario El País, Madrid, 22 de enero de 2011, p. 30.

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humano en el derecho internacional relati- que aseguren los medios de vida de la pobla-
vo a los derechos humanos (…)”27. ción, incluida la alimentación. En buena cuen-
ta, debe contarse con las garantías de acceso
El artículo 11 del Pacto Internacional de Dere-
completo y equitativo a los recursos económi-
chos Económicos Sociales y Culturales consa- cos, el derecho a mantener tierras y heredar-
gra el derecho de toda persona al nivel de vida las, el acceso al crédito, a los recursos natura-
adecuado, lo que abarca alimentación, vestido les y a una tecnología adecuada29.
y vivienda adecuados, y una mejora continua
y permanente en las condiciones de existen- El derecho humano a la alimentación del cual
cia. Aquí se reconoce en forma explícita el de- se deriva el derecho a la tierra, exige repensar
recho de estar protegido contra el hambre, por las reformas liberales de la propiedad agraria,
lo que se urge la adopción de medidas concre- pues la liberalización solamente ha beneficia-
tas para reformar los regímenes agrarios para do a los grandes productores agro-industriales
efectos de lograr una explotación y utilización en la medida que fácilmente compran tierras a
más eficaz de las riquezas naturales. El Comi- los campesinos empobrecidos o endeudados,
té respectivo de la ONU, mediante la Obser- por lo que se produce una concentración del
vación General N° 12, de 1999, realizó una in- suelo rústico en beneficio de grandes inver-
terpretación detallada respecto al derecho a la sionistas30, con secuelas de desarraigo social,
alimentación28. pérdida de identidad, mayor pobreza y senti-
miento de frustración. En el Perú, ya se está
El derecho a la alimentación adecuada exige produciendo el retorno del latifundismo y sus
que se garantice su acceso físico y económico. problemas, incluso en orden a la libre compe-
La Observación define tres obligaciones de tencia, pues una empresa o grupo de empre-
los Estados: obligación de respetar el acceso sas tienen la posibilidad de decidir el precio
a una alimentación adecuada, lo que prohíbe de ciertos productos. No se pide que el Esta-
desalojos forzados o despojo de tierras sin do peruano otorgue una dádiva a los pequeños
compensación del Estado cuando las vícti- agricultores mediante la fijación de límites a
mas pierden su sustento vital. La obligación la gran propiedad rural, sino que simplemen-
de proteger requiere que el Estado adopte me- te cumpla el artículo 88 de la Constitución que
didas para velar que empresas o particulares le permite establecer extensiones máximas. En
no priven a otras personas del derecho a la ali- caso contrario, el fenómeno anómalo del lati-
mentación adecuada. La obligación de reali- fundismo y vasallaje regresará a nuestro país,
zar implica que el Estado debe tomar medidas con las secuelas de agudos conflictos sociales.

27 Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, Sr. Miloon Kotha-
ri, en aplicación de la Resolución 60/251 de la Asamblea General de 15 de marzo de 2006. ONU, Consejo de Derechos Huma-
nos, A/HRC/4/18 de 5 de febrero de 2007, p. 11.
28 MONSALVE SUÁREZ, Sofía. “Derecho a la tierra y derechos humanos”. En: El Otro Derecho, ILSA, Número 31-32, Bogotá, agosto
2004, p. 48.
29 Ibídem, p. 49.
30 MONSALVE SUÁREZ, Sofía. “Acceso a la tierra: una obligación de derechos humanos”. En: Conferencia de Acceso a la tierra
(Ponencia), Bonn 19-23 marzo 2001.

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