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SEGUIR A JESÚS
FRANCIS CHAN
«Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres». Mateo 4:19
«Parece que cada vez más gente comprende la verdad de que la idea de una iglesia nunca se
refirió a un edificio o un servicio religioso, sino que la iglesia se refiere a las personas».
«Aunque podemos estar de acuerdo en que la iglesia son los seguidores de Jesucristo, eso no
significa que todos estemos de acuerdo en lo mismo, porque hay mucha discrepancia en cuanto
a lo que significa ser un seguidor de Jesús».
«Lo extraño es que en la actualidad hay millones de personas en esta tierra que se denominan
seguidores de Jesús, pero sus vidas no se parecen en nada a la de él y no están obedeciendo las
cosas que él les pidió que hicieran».
«¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo?». Lucas 6:46
«No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace
la voluntad de mi Padre que está en el cielo». Mateo 7:21
«A veces no somos así de honestos con la gente […] olvidamos la parte donde Jesús fue muy
directo y dijo: “Miren, es muy, pero muy difícil seguirme”».
¿Alguna vez les has hablado a las personas sobre los beneficios de seguir a Jesús sin
mencionarles el costo que esto implica?
¿Cuál es el precio de seguir a Jesús?
¿Estás dispuesto a hablarles a las personas de esto?
«Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a
la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que
conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran». Mateo 7:13-14
¿Cuándo fue la última vez que consideraste seguir a Jesús como un privilegio u honor?
¿Qué diferencia causa en tu vida tal consideración en cuanto a seguir a Jesús?
¿Cuál es la alternativa?
¿Cuáles son las consecuencias de no seguir a Jesús en la vida?
«Los reyes de la tierra, los magnates, los jefes militares, los ricos, los poderosos, y todos los
demás, esclavos y libres, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas. Todos
gritaban a las montañas y a las peñas: “¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del
que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día del castigo!
¿Quién podrá mantenerse en pie?”». Apocalipsis 6:15-17
¿La promesa de Jesús acerca de que regresará un día para juzgar al mundo influye en tu
forma de vivir?
¿Cómo?
¿Debería producir un cambio en tu vida?
«Entiendan que en la Biblia, Jesús habla del infierno más de lo que habla del cielo. Jesús explica:
“Soy un ser poderoso y ustedes querrán estar de mi lado”».
¿El hecho de que Jesús hable del cielo influye de alguna forma en tu vida?
¿Ves a Jesús como un maestro bueno, manso y bondadoso, o como el juez final?
«Sigo a Jesús porque de cierta forma pienso: ¿Qué otra opción tengo?».
Conociendo quién es Jesús y cuál es la alternativa, ¿en realidad tienes otra opción que
no sea seguirlo?
¿Piensas que eso es una realidad?
¿Te sientes tentado a no seguir a Jesús hasta un punto en el que no puedes resistir?
«Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. Así
que Jesús les preguntó a los doce:
—Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios». Juan 6:66-69
«Descubrimos que en verdad hay bendiciones y también hallamos más paz al tomar el camino
difícil en lugar de transitar por el camino amplio que siguen los demás».
«Y comienzas a comprender que todas las cosas que él dice que hay que dejar y de las que hay
que alejarse, son cosas que de todos modos te destruirán».
«Él nos está diciendo: “Síganme, porque esta es la forma en que los guiaré a una vida que va
más allá de todo lo que podrían lograr por su cuenta”».
Los cristianos sabemos que nuestra salvación es un don de Dios. Como pecadores, merecemos
el juicio divino. El castigo por el pecado es la muerte y la separación eterna de Dios. Sin
embargo, Dios amó tanto al mundo que buscó una forma de reconciliar a los seres humanos, y
a toda la creación, con él. Dios envió a la tierra a su Hijo, Jesús, para proclamar las Buenas
Nuevas de su reino venidero y pagar el precio por nuestro pecado, lo cual logró mediante su
muerte en la cruz. Cuando aceptamos su regalo gratuito de la salvación al poner nuestra fe solo
en Jesús, Dios nos adopta como sus hijos, nuestros pecados son perdonados, recibimos el don
del Espíritu Santo, y somos liberados y fortalecidos a fin de seguir a Jesús y llevar a cabo las
buenas obras que él ha preparado para que hagamos, demostrándole a un mundo que observa
las buenas noticias del evangelio.
«Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino
que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las
pongamos en práctica». Efesios 2:8-10
«Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo.
A quien me sirva, mi Padre lo honrará». Juan 12:26
«Luego dijo Jesús a sus discípulos:
—Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y
seguirme». Mateo 16:24
—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida». Juan 8:12
«Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo.” Si a mí me han
perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas,
también obedecerán las de ustedes. Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no
conocen al que me envió. Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían
culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a
mí, también aborrece a mi Padre». Juan 15:20-23
«Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el
Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán
también en doce tronos para gobernar a las doce tribus de Israel. Y todo el que por mi
causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos, recibirá
cien veces más y heredará la vida eterna». Mateo 19:28-29
«Jesús lo miró con amor y añadió:
—Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme». Marcos 10:21
«Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen». Juan 10:27