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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Tomo I

C a p i ta l t e o c r á t i c a N a s c a

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Giuseppe Orefici
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo I

Ambiente

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Ambiente
La cuenca del río Grande de Nasca: principales ecosistemas
y recursos naturales
El actual territorio de Nasca está comprendido dentro de un área
abundante en ríos, en su mayoría tributarios del río Grande, que
constituye el eje principal de todo el sistema hidrológico de la
zona. (Fig. 1) El carácter de los cursos de agua es prevalentemente
torrencial y su régimen hídrico depende en gran parte de las lluvias
que caen en los cerros y en los altiplanos durante el período de verano
austral. El acuífero del río Grande está formado por importantes
depósitos del Terciario y del Cuaternario y descansa sobre un
basamento impermeable compuesto por rocas metamórficas,
sedimentarias e intrusivas. Se estima que el espesor máximo del
acuífero es aproximadamente de 500 metros. Los relieves presentes
en el territorio pertenecen a la formación más antigua de la cadena
andina y hacen parte de la Cordillera Occidental Marítima, que corre
paralela al litoral desértico, con elevaciones que varían entre los 900 y
los 1.200 msnm. Esta unidad está constituida por rocas Precámbricas
y Paleozoicas y tiene un ancho variable entre los 15 y 50 kilómetros.
Las rocas de esta formación son de origen volcánico y sedimentario,
comprendidas entre el Jurásico y el Terciario, intrusivas del Cretáceo y
del Terciario, con depósitos de origen aluvial, marino, fluvial y eólico
del Cuaternario, como atestiguan los depósitos presentes1. Más
al norte, frente a la península de Paracas, en correspondencia con
las islas Ballestas, islas Independencia e islas Chincha, se observan
también marcadas erosiones y hundimientos. Igualmente podemos
observar otras áreas de depresión localizadas más al sur, en el área de

Fig. 1 Mapa del Departamento de Ica.


(Dibujo Elvina Pieri) 1 Según Dollfus (1965), Tricart et al. (1969), Grodzicki et al. (1989) y Grodzicki (1994), los cortes estratigráficos de los ríos permiten
reconocer, durante el Cuaternario, tres momentos de sedimentación fluvial que determinaron la formación de cuatro terrazas.

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los cerros de Tunga y en la meseta de Marcona, donde quedan las huellas de antiguas fosas
marinas con depósitos muy importantes de conchas fosilizadas.

En correspondencia con la zona entre la hoya del río Grande de Nasca y Acarí, el mar
alcanza progresivamente una profundidad muy elevada, que a lo largo del litoral,
aproximadamente a unos cinco kilómetros de distancia, llega bruscamente a un desnivel
de 5.000 metros, conformando un hoyo de forma circular. En la proximidad de la costa
entre Cañete y Paracas se observa la misma situación, con la presencia de otro hoyo muy
profundo. Entre las dos anomalías submarinas se levanta una formación rocosa que se
prolonga en tierra firme y tiene el nombre de Loma de Ica. En los territorios desérticos
y montañosos como los de Nasca e Ica, el aprovechamiento del agua por parte de los
antiguos pobladores siempre representó el mayor problema, debido a la casi inexistente
pluviosidad (cinco milímetros anuales) y al hecho de que las aguas subterráneas superan
bastante, en volumen, a las superficiales2.

Los recursos hidrogeológicos invariablemente se relacionan con la porosidad y


permeabilidad de los materiales geológicos. En el caso de un suelo rocoso, su porosidad
y permeabilidad son muy bajas; por ende, su capacidad de almacenar y redistribuir agua
depende de su grado de fracturación. Cuando hay depósitos en la superficie, la porosidad
y permeabilidad se asocian únicamente a los espacios vacíos interconectados. En el Fig. 02 Mapa del Departamento de Ica con indicación
de los principales sitios de interés arqueológico de la fallas y fracturas interconectadas, que le permitiría tomar contacto con la base aluvial de cada
caso de aprovechamiento del agua subterránea, la única manera de utilizar este recurso región. (Dibujo Elvina Pieri)
valle y luego alcanzar el litoral3. En la región se encuentran varios yacimientos de filiación
es empleando los depósitos aluviales que rellenan los valles. Entre los que se conocen,
ígneo-hidrotermal, que contienen minerales de cobre, plomo, zinc y plata en forma de sulfuros;
aquellos que tienen mayor potencialidad y extensión se encuentran en la cuenca inferior
además, en las provincias de Nasca y Ocoña hay importantes depósitos de oro nativo4.
del río Grande y en los conos de deyección de los ríos Acarí y Yauca, y coinciden con la
unidad morfoestructural llamada Depresión de Nasca.
Toda la costa del Perú, con sus 3.080 kilómetros de largo desde el norte hasta el sur, es un
territorio muy árido, surcado perpendicularmente por unos 50 ríos de caudal muy reducido,
Sobre los 4.000 msnm, en las alturas de Huancavelica, las precipitaciones alcanzan unos
que bajan de las vertientes occidentales de la cordillera. La región de Nasca, con sus
1.000 milímetros al año, pero solo un 15-25% del agua de lluvia caída escurre en la pampas, cerros y litoral, representa uno de los territorios más problemáticos para favorecer
superficie. Una parte se evapora y otra se deposita en el subsuelo, para constituir así los establecimientos humanos. (Fig. 2) La única posibilidad de subsistencia, como en el resto
acuíferos subterráneos, cuya entidad se desconoce. Este volumen de agua debe fluir desde
las alturas hacia el mar utilizando una vía de evacuación conformada por un sistema de 3 http://intranet2.minem.gob.pe/web/archivos/dgaam/publicaciones/evats/costa%20sur/costa2.pdf
http://huarangoica.iespana.es/huarangoica/gestiondelagua.htm
4 En la costa sur, la génesis y mineralización de los depósitos se caracteriza por la presencia de yacimientos filoneanos de
cobre y oro ubicados en el Batolito de la Costa e identificados en el mapa metalogénico como área aurífera de Nasca-Ocoña.
2 Actualmente casi el 80% del agua aprovechada en los valles de Ica y Nasca proviene de pozos. Se trata de millones de En la parte alta de la Cordillera Occidental Marítima también se encuentran yacimientos filoneanos y de reemplazamiento
metros cúbicos extraídos al año, desde cuencas cuyo real balance hídrico desconocemos. metasomático de cobre y plata.

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Otro factor que influye de una manera determinante es el sistema de corrientes marinas
que corre paralelamente a toda la faja costera. La más importante de ellas es la Corriente
de Humboldt o Corriente Peruana, un flujo constante de agua fría que se forma frente a las
costas de Chile, Perú y Ecuador, debido a que los vientos que soplan impetuosos, arrastrando
el agua caliente de la superficie, alteran el natural equilibrio térmico entre el océano y la tierra
1 Costa o Chala firme continental7. El resultado es que la temperatura del agua baja de 5 a 10 ºC respecto
2 Yunga Marítima
de lo que debería ser, fenómeno que se observa hasta una latitud cercana del ecuador. La
3 Quechua

4 Suni o Jalca Corriente de Humboldt escurre a lo largo de unos 4.000 kilómetros, desde el sur hacia el
5 Puna norte, y no está constituida por un único flujo, sino que se subdivide en una rama costera y
6 Cordillera o Janca
otra oceánica, con una profundidad desde los 300 y 400 metros respectivamente8. El agua
7 Selva Alta o Ruprupa

8 Selva Baja o Omagua fría contiene nitratos y fosfatos procedentes del fondo marino, sustancias básicas para la
proliferación y mantenimiento de la vida a través de una cadena alimentaria que nutre todas
las especies animales del océano, desde los microorganismos marinos hasta los peces de
mayor dimensión. Esto determina que el mar peruano sea uno de los más ricos y abundantes
Fig. 3 Esquema de la ocho regiones naturales del Perú, de la costa desértica, está representada por los oasis fluviales, donde crece una abundante
basado en Pulgar Vidal, 1987. (Dibujo Elvina Pieri) en peces del mundo, proporcionando copiosos recursos alimenticios para las aves y mamíferos
vegetación espontánea y el terreno es más fértil, gracias al aporte detrítico rico en humus,
marinos, constituyendo una fuente muy rica de productos para los pescadores.
traído por los ríos durante la avenida de agua de verano. El clima del desierto se caracteriza
por una fuerte excursión térmica y una variación sensible de la humedad relativa entre
Esta corriente fría es la causa principal de las abundantes brumas e incluso nieblas
la noche y el día, especialmente en los meses invernales5. La escasez de lluvia (2,2 mm;
estratificadas que se condensan en las costas peruanas, lo cual produce ocasionalmente
ONERN, 1971) y las características geográficas y geológicas mencionadas antes determinan
formas de llovizna muy fina, conocida con el nombre de garúa, que favorece y mantiene
un ecosistema muy peculiar que, según los estudios paleoclimáticos conducidos hasta ahora,
áreas de lomas (Ellenberg, 1959; Pulgar Vidal, 1987). En el período invernal, los relieves y
no tuvo que ser tan diferente en el pasado.
estribaciones de la cordillera más cercanos al mar se cubren de un manto de vegetación
que puede desarrollarse gracias a la humedad detenida en el terreno, a pesar de la escasa
Hay que añadir también que en la faja costera de nuestro interés6, además de la zona desértica,
pluviosidad de esta zona árida. Se trata de un fenómeno muy peculiar, bien conocido por los
hay ecosistemas diferenciados que dependen de múltiples factores tanto ambientales como
antiguos habitantes de los valles peruanos y de Nasca, que explotaban y aprovechaban las
exógenos. ( Fig. 3) Dentro de los que pertenecen específicamente al clima del desierto,
plantas que se desarrollaban en este ecosistema (Orefici y Drusini 2003:16).
podemos mencionar la acción erosiva producida por los vientos, que especialmente entre
los meses de agosto y octubre soplan con fuerza durante el día, hasta por tres o cuatro días,
Sin embargo, periódicamente, se manifiestan eventos anómalos, por los cuales la Corriente
paralizando toda actividad humana al aire libre. Este fenómeno eólico se conoce comúnmente
de Humboldt no llega a emerger porque los vientos del norte traen aguas calientes,
con el nombre de “paraca”.
7 Fue descubierta en 1800 por el naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt, quien midió la temperatura de
5 La medición de las temperaturas muestra una oscilación entre los 5° en la noche y los 32-40° en el día, mientras que la la zona sur-oriental del océano Pacífico, frente a las costas de Callao (Perú).
humedad relativa varía desde el 97-100% hasta el 20-30% (ONERN, 1971; Skibinski, 1991). 8 Por este motivo, a menudo se habla del Sistema de la Corriente de Humboldt. Se trata de uno de los fenómenos más produc-
6 Aquí hacemos referencia a la faja ecológica costeña hasta los 500-800 msnm (chala) y no tomamos en consideración la zona tivos del Sistema del Pacífico, principalmente por la presencia de“zonas de surgencias”o“afloramientos”producidos por la acción
comprendida entre los 500-800 y los 2.000 msnm (yunga seca), donde se presenta un estado lluvioso esporádico de cerca de de los vientos, los que desplazan extensas cantidades de aguas superficiales, creando espacios que son llenados por el ascenso de
150 milímetros por año (v. Pulgar Vidal, 1987). aquellas ubicadas en una profundidad que fluctúa entre los 150 a 300 metros, cuya temperatura es menor y son ricas en oxígeno.

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procedentes del golfo de Guayaquil, hacia el sur, determinando la formación de una corriente
cálida, conocida con el nombre de El Niño, que reemplaza a la natural corriente fría. Este
fenómeno, que se prolonga mientras dure la acción de la corriente ecuatorial, determina un
incremento de la temperatura de las aguas superficiales comprendido entre los 6 y 10°, y
provoca lluvias torrenciales, aluviones y alteración del hábitat marino, portando consigo una
fauna ictiológica propia de los mares tropicales. Causa además una disminución del plancton
típico de la corriente más fría y constituye una catástrofe para las actividades pesqueras y la
supervivencia de la fauna de la zona costera.

En la cuenca del río Grande de Nasca hay evidencias de momentos aluviales muy fuertes,
que provocaron alteraciones de la morfología del terreno en épocas remotas, produciendo
incluso daños estructurales en las construcciones de los antiguos asentamientos, como
se pudo comprobar durante las excavaciones del Proyecto Nasca en el centro ceremonial
de Cahuachi (Orefici y Drusini, 2003; Grodzicki, 1989, 1990, 1994). Es posible que estas
alteraciones tuviesen relación con fenómenos muy fuertes de El Niño, los que se denominan
Súper ENSO o Mega Niño (Mörner, 1986, 1992)9. En circunstancias muy raras, las lluvias en
la costa pueden ser causadas por masas de aire húmedo del Ciclón Amazónico, cuando logra
sobrepasar la barrera natural de los Andes.

Este territorio, a pesar de su aspecto desolado y de un hábitat que parece desfavorable a


cualquier forma de vida, ( Fig. 11, 13, 14) tiene una vegetación silvestre abundante y variada, así
como formas de vida animal que se han adaptado al ecosistema de la costa. En la actualidad,
la ampliación e incremento de los cultivos, la tala de árboles indiscriminada, el uso intensivo
de los recursos hídricos subterráneos y el pastoreo han provocado en los valles profundos
cambios y daños, que han alterado el natural equilibrio ecológico. No disponemos todavía de
las informaciones suficientes para poder reconstruir exhaustivamente el paleoclima de este
hábitat, pero algunos estudios10 han permitido lograr una subdivisión de las principales fases
climáticas que ha atravesado el territorio. Una de las fuentes principales viene del registro
de los hielos continentales, cuyas capas constituyen un archivo importante que nos permite
remontarnos a un período de casi 150 mil años atrás (Lorius et al., 1985; Thompson, 1993 para
las fluctuaciones paleoclimáticas del último milenio). Otros datos, de naturaleza arqueológica, Fig. 11 El ambiente desértico del territorio de Nasca
está surcado por lechos de ríos y quebradas que
permanecen sin agua en la casi totalidad del año.
9 Ver también Orefici y Drusini, 2003: 130-131.
(Foto: Giuseppe Orefici)
10 Cardich 1977; Mercer y Palacios, 1977; Lynch, 1982; Dollfus y Lavallée, 1973; Dollfus, 1981; Rick, 1980.

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respecto a fenómenos (manifestaciones de El Niño) que pudieron afectar los restos culturales
de la costa, siguen siendo estudiados para poder comprender la relación entre ambiente y
presencia humana. Comparando las estratigrafías de diferentes sitios con el fin de determinar
la causa real de dichos acontecimientos, se han logrado registros tentativos en los que basarse
para comprobar la cronología de los fenómenos más intensos (Macharé y Ortlieb, 1993).

La presencia del hombre en la cuenca del río Grande de Nasca estuvo estrictamente
vinculada con su progresiva adaptación a este tipo de ecosistema y se basó en actividades de
subsistencia coherentes con el tipo de recursos disponibles.

En un medio geográfico como el desierto costero, los primeros grupos humanos tuvieron que
adoptar estrategias de subsistencia adecuadas al aprovechamiento de los recursos existentes.
Una de las fuentes primarias de abastecimiento alimentario fue sin duda toda la faja litoral
próxima al océano, rica en fauna marina y fácil de alcanzar recorriendo el valle de los ríos hasta
su hoz. Gracias a los efectos de la Corriente de Humboldt, la zona marítima ubicada frente al
territorio de Nasca se encuentra también entre las más ricas en especies faunísticas marinas
e ictiológicas de todo el planeta. La compleja cadena alimentaria de este sistema tiene varios
eslabones que, empezando con el fitoplancton y el zooplancton, termina siendo utilizada por
las aves y mamíferos marinos, y luego por el hombre. Entre los pájaros de la costa abundan
pelícanos, gaviotas, guanayes, piqueros, flamencos y otras especies. Muchos de ellos forman
colonias inmensas sobre las costas rocosas o en las islas, donde depositan en el tiempo espesas
capas de guano, utilizado desde la antigüedad como fertilizante y producto de intercambio.

La cantidad de peces, crustáceos y moluscos representa una riqueza ulterior como fuente de
aprovechamiento alimentario y constituyó la base de la dieta de los antiguos mariscadores y
pescadores del litoral. Entre las especies ícticas más difundidas, tanto en la actualidad como
en épocas remotas11, hay sardinas (Sardinops sagax), anchovetas (Engraulis lingens), pejerreyes
(Odonthesthes regia), bonitos (Sarda chiliensis), caballas (Scomberomorus maculata), cocos y
lomas (Sciaena deliciosa y Paralonchurus peruanus), corvinas (Cilus gilberti), cojinovas (Seriolella
Fig. 13 La escasa vegetación presente sobrevive violacea), lisas, atunes y otros. Otra fuente importante de proteínas se debe a la variedad de
aprovechando el agua del subsuelo y la humedad que
se forma durante la fuerte excursión térmica entre día moluscos marinos, cuyos restos (valvas y caracoles) fueron identificados en gran cantidad en
y noche (Foto: Giuseppe Orefici)

11 El análisis y registro de los restos ictiológicos, realizados en el ámbito de varios proyectos arqueológicos de la costa,
Fig. 14 Contraste entre la vegetación del área de cultivo han permitido comprobar la presencia y utilización de varias especies de peces y moluscos ya desde el Período Precerámico.
en los oasis fluviales y el medio ambiente del desierto. Asimismo, se pudo determinar la importancia de los productos marinos a nivel de ofrenda al interior de los templos durante
(Foto: Giuseppe Orefici) ceremonias de varia naturaleza.

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las excavaciones del Proyecto Nasca en Cahuachi y otros sitios del valle. Entre ellos, cuantía
de mítulos como el choro azul (Choromytilus chorus y Choromytilus ater), pectínidos (Pecten
purpuratus), machas y almejas (Mesodesma donacium y Mulinia edulis), como también varios
caracoles (Thais sp., Tegula atra, Trophon peruvianus, etc.) y, entre los equinodermos, los erizos
de mar (Loxechinus albus).

Asimismo, en la costa sur, existen algunos crustáceos como el cangrejo violáceo (Platyxanthus
orbigny) y el muy muy (Emerita analoga). En los cursos de agua dulce hallamos al camarón de
río (Cryphiops caementarius), documentado en la iconografía vascular y textil Nasca, y cuyos
restos orgánicos (pinzas) se hallaron en Cahuachi12. Finalmente, entre la variedad faunística
que vive en el litoral, podemos contar con algunos mamíferos marinos cuya alimentación se
basa en los recursos marítimos, entre ellos dos especies de pinnípedos carnívoros: el león
marino chusco (Otaria byronia) y el lobo marino fino o de dos pelos (Arctocephalus australis), Fig. 10 Vista del paisaje típico de un oasis fluvial instalaciones permanentes en las épocas sucesivas13. Junto con las lomas, los valles fluviales
en la Cuenca del Río Grande de Nasca. (Foto:
que habitan en roqueríos y playas; además de una pequeña nutria de agua salada (Lontra Giuseppe Orefici) proporcionaron una reserva importante de plantas silvestres, semillas y tubérculos a quien se
felina) o chingungo, llamada también gato marino. En las aguas peruanas se encuentran bien desplazaba para aprovechar los recursos de varios ambientes dedicándose a su recolecta. Esta
representadas numerosas especies de cetáceos que comprenden variedades de ballenas y primera forma de actividad socioeconómica era integrada con actividades de cacería y quizás
delfínidos, entre los cuales el mayor es la orca marina (Orcinus orca), que personificó a una con la experimentación de alguna modalidad de agricultura incipiente.
de las máximas divinidades Paracas y Nasca.
Si bien actualmente la fauna terrestre es muy escasa, en los tiempos prehispánicos en los
Como se mencionó anteriormente, el territorio desértico donde se desarrolló la cultura valles de la costa abundaban cérvidos14, guanacos (Lama guanicoe), zorros (Duscicyon sp.),
Nasca tiene diferentes ecosistemas, entre ellos las áreas definidas como oasis fluviales. Hay félidos silvestres como el Felis colocolo, una especie endémica, llamada “gato andino” o “de los
que hacer una distinción sobre la morfología y naturaleza de estas formaciones, que pueden pajonales”, y hasta hoy existen numerosas variedades de aves endémicas, que se albergan en los
ser clasificadas en tres diferentes maneras: bosques de guarango15 y en los cultivos, entre las cuales colibríes, vencejos, chaucatos (Mimos
1) oasis de aguas freáticas, o puquiales, que corresponden a manantiales de variado tamaño longicaudatus), golondrinas, huerequeques (Burhinus superciliaris), pericos verdes (cotorras) y
(un ejemplo es el sitio de Huacachina, Ica); otros pájaros. Asimismo abundan las aves rapaces, como falcónidas, búhos y lechuzas que se
2) oasis fluviales que ocupan ambas márgenes de los ríos que cruzan perpendicularmente la alimentan prevalentemente de roedores, insectos y reptiles. No es infrecuente ver también a
costa y constituyen el área de cultivo más utilizada en todo el territorio peruano; ( Fig 10) unos cóndores que bajan de las alturas y buscan comida en la zona costanera.
3) oasis nebulogenéticos, originados por la condensación de la humedad contenida en la
neblina que, bajando al suelo, produce el fenómeno conocido como“lomas”, precisado antes. 13 Los antiguos cazadores-recolectores migraban estacionalmente hacia los valles fluviales, siguiendo la huella de la fauna
que se desplazaba hacia la costa en ciertas épocas del año. Es posible que durante estos recorridos evaluaran el potencial
biogenético de los oasis fluviales y de las lomas, y la posibilidad de tener una amplia gama de recursos alimentarios para
Los oasis fluviales constituyeron el factor determinante para que los grupos humanos del complementar su subsistencia.
Período Precerámico Temprano los consideraran como zonas de recursos estacionales o de 14 El venado de cola blanca (Odoicoleus virginianus), difundido también en la costa y en los valles interandinos, y la taruca
(Hippocamelus antisensis), más frecuente en la sierra.
15 Guarango o huarango es el nombre que se le da en la región de Ica al algarrobo (Prosopis pallida), una leguminosa muy
12 Actualmente casi no existe en los valles de la cuenca del río Grande de Nasca, sino en el valle bajo. La producción y difundida en la costa peruana. Esto puede generar cierta confusión con otro árbol, el faique (Acacia macracanta) que en varias
consumo de este crustáceo se deben principalmente a una actividad intensiva de crianza. partes del Perú se suele también llamar guarango (información de Luigi Piacenza basado en Ferreira, 1987).

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En la antigüedad, como está bien documentado en los registros arqueológicos, había especies semillas de sus vainas y chirimoyo (Annona cherimolia). También se utilizaba una cactácea, la
domesticadas como la llama (Lama glama), la alpaca (Lama pacos) el cuy (Cavia porcellus, tuna (Opuntia ficus-indica), cuya presencia documentada en forma nativa tiene más de 11 mil
Cavia cutleri), el perro (Canis familiaris)16 y posiblemente algunas aves como el pato. Hoy la años de antigüedad. Aparte del uso de sus frutos esta planta era muy importante, y todavía lo es,
fauna presente en el territorio cuenta con todas las especies animales introducidas después como hospedera para la crianza de un insecto, la cochinilla (Dactylopius coccus), en cuyo interior
de la conquista española y los camélidos andinos son criados principalmente en la sierra. se forma el carmín, pigmento natural rojo empleado para teñir los textiles y, actualmente, en la
industria alimenticia y farmacéutica.
A lo largo de los oasis fluviales crece una vegetación endémica espontánea arbórea y
arbustiva, que crea extensos bosques de guarango (Prosopis pallida), faique o espino (Acacia En estas condiciones ambientales, los primeros grupos humanos tuvieron que adoptar
macracantha), sauce (Salix chilensis), molle (Schinus molle), pájaro bobo (Tessaria integrifolia), nuevas estrategias para desarrollar su control sobre la naturaleza, que implicaba la
palo verde (Cercidium praecox), mata burro (Parkinsonia aculeata) y otros. transición a un ecosistema totalmente diferente, comportando un nuevo orden de las
relaciones estructurales entre la población y la creación de una base económica orientada
Durante el proceso de sedentarización, este hábitat fue probablemente el más idóneo para hacia la producción de alimentos.
adaptar algunas plantas mesotérmicas al ambiente, ya en épocas muy antiguas. La gama de
Secuencia ocupacional de los oasis fluviales en el Período Precerámico
cultivos actuales, relacionada con el manejo agrícola de los valles, es muy amplia y abarca la
mayor parte de los vegetales utilizados en las primeras etapas evolutivas e introducidos después En el momento de transición que corresponde a la fase final de la última glaciación
de su domesticación. Los más comunes son aquellos destinados a la alimentación, entre los pleistocénica (10 mil años antes de nuestra era aproximadamente), el hombre prehistórico
cuales se puede citar a las cucurbitáceas17, al maíz (Zea mays), a varias leguminosas como el peruano tuvo que adaptarse a varios cambios climáticos y mudamientos morfológicos del
pallar (Phaseolus lunatus), el frejol (Phaseolus vulgaris) y la canavalia (Canavalia plagiosperma), el suelo, que alteraron su hábitat y redujeron la variedad de recursos vegetales y faunísticos a
maní (Arachis hypogaea) y el ají en todas sus variedades (Capsicum sp.). Entre los tubérculos y su disposición. Al mismo tiempo, el progresivo deshielo permitió a las bandas de cazadores
raíces comestibles, además de la papa (Solanum tuberosum) originariamente andina, podemos alcanzar territorios que antes estaban fuera de su radio de acción, como las punas y praderías
mencionar a la yuca (Manihot esculenta o utilissima), al camote (Ipomoea batatas), la jíquima de las zonas altiplánicas, con recursos biológicos animales y vegetales abundantes y variados,
(Pachyrrhizus tuberosus) y a la achira (Canna edulis), cuyo rizoma se utiliza con fines alimenticios. de modo que pudieron aprovecharlos durante un período que no es posible determinar. Estos
Otras plantas tuvieron un uso industrial o utilitario, entre ellas el algodón (Gossypium barbadense), grupos, que se alimentaban de cérvidos y camélidos, fauna silvestre menor y de las plantas
la caña brava (Gynerium sagittatum), la totora (Typha dominguensis), el junco (Scirpus sp.), el que recolectaban, hacían sus campamentos en cuevas cercanas a lagunas, manantiales o
junquillo (Cyperus laevigatus) el carrizo o caña hueca (Phragmites communis) y fueron empleadas ríos, donde era más probable encontrar a los animales. Ya desde esta época hay evidencia
para fabricar esteras, cestos, techados y utensilios. Entre los árboles fructíferos endémicos había de ocupaciones largas de algunos sitios, así que la hipótesis de un continuo nomadismo no
plantas de lúcumo (Pouteria sp.), cuyos frutos y pepas se encontraron en gran cantidad en las siempre corresponde a la realidad. Había formas de trashumancia, probablemente relacionada
excavaciones de Cahuachi; pacae (Inga feuillei), del cual se usaban tanto la madera como las con los cambios estacionales y las épocas de lluvias, por lo cual muchas actividades estaban
vinculadas a los ritmos de la naturaleza.
16 Drusini y Swindler, 2009. En el Perú, la presencia de cánidos está ampliamente documentada en la iconografía y morfología
cerámica, y sus restos fueron encontrados en tumbas Paracas, Nasca, Moche y en otros contextos arqueológicos. Todas las
especies identificadas y sus variantes proceden del Canis familiaris. La morfología vertical de los Andes y la correlación marcada entre clima y topografía
17 Hay unos tipos comestibles como el zapallo (Cucurbita maxima, Cucurbita moschata) y la calabaza (Cucurbita ficifolia), más
uno de uso industrial y ritual (Lagenaria siceraria). Todas tuvieron una larga difusión en el territorio desde el sexto milenio a.C., permitieron acceder a una variedad de ecosistemas dentro de distancias relativamente cortas,
por su característica de sobrevivir en terrenos áridos.
en el sentido vertical. Este importante factor puede explicar y hacer comprender la eficiencia

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de formas de trashumancia basada en circuitos estacionales entre los altiplanos y el fondo pluviosidad en el área septentrional. Contrariamente a lo que disponemos respecto de otras
de los valles de la vertiente occidental. Asimismo, resulta más fácil entender la progresiva áreas, existen pocos estudios sobre la extensión de este fenómeno en la Costa Sur, pero es
adaptación del hombre en la zona de los desagües de dicha vertiente. En el complejo, se trató posible que haya pasado lo mismo (Unkel et al., 2006) según el análisis de datos palinológicos,
de una etapa determinante para crear las condiciones previas para una gradual domesticación sedimentológicos y estratigráficos sobre los depósitos sedimentarios y su composición, junto
de plantas y animales. La disponibilidad de reservas faunísticas y botánicas y, en algunos a importantes informaciones cronológicas y culturales acerca de los asentamientos marítimos
casos, la permanencia durante largas temporadas en una misma región, junto al conocimiento del Pleistoceno Tardío19.
cada vez más amplio de los recursos medioambientales, fueron algunos de los factores que
llevaron a las primeras prácticas agrícolas y al agrupamiento de animales gregarios, como los Sobre los yacimientos prehistóricos más antiguos ubicados en la sierra tenemos datos
camélidos, para poderlos domesticar18. Estas innovaciones socioeconómicas dieron vida a la suficientes que han permitido elaborar una cronología confiable respecto a las ocupaciones
experimentación de nuevos patrones de explotación de recursos, que se independizó cada de diferentes estaciones arqueológicas de las tierras altas20.
vez más de las fluctuaciones ambientales de corto plazo. La progresiva disminución de las
reservas alimenticias naturales pudo conducir a profundas transformaciones dentro de las La existencia paralela de grupos humanos en la zona costera ha sido investigada de manera
sociedades que luego se desarrollaron. especial en lo que se refiere a la costa septentrional. Los estudios de Chauchat (1982, 1992)
prueban la existencia de una antigua cultura, conocida como Paijanense, que se desarrolló en
En los Andes Centrales, esta fase no fue homogénea debido a que las fluctuaciones climático- la transición Pleistoceno-Holoceno y dio vida a una tradición lítica bien documentada que se
ambientales jugaron un papel importante en las variaciones de la estabilidad ocupacional registró en numerosos sitios de la costa, permitiendo también dar a conocer la tecnología, el
humana arcaica, determinando que los cambios en la disponibilidad de los recursos naturales patrón económico y las formas de subsistencia adoptadas en los campamentos21. El hombre
impactaran directamente sobre los patrones de subsistencia. Especialmente en la transición de Paiján vivió en una fase en la que el nivel del mar estaba en ascenso, en la plenitud de una
Pleistoceno-Holoceno, en las áreas con recursos alimentarios e hídricos marginales, las rápidas crisis ambiental, durante la cual se manifestó una progresiva desertificación de la faja costera
transformaciones ambientales estuvieron entre las causas primarias que influyeron en el modo y disminuyeron los recursos faunísticos presentes anteriormente. En la actualidad hay datos
de subsistencia de los cazadores-recolectores, limitado a recursos altamente fluctuantes. La comprobados de la sumersión de toda la actual faja litoral centro-septentrional hacia el
movilidad hacia enclaves con menos estrés ambiental y la adquisición de nuevas opciones quinto milenio a.C. (Richardson, 1981)22. Aplicando su análisis al contexto de la costa sur,
a nivel productivo pudieron favorecer un incremento del poblamiento en el litoral desértico, Richardson deduce que la línea de playa, antes del deshielo, tuvo que encontrarse entre 10-
paralelamente a nuevas formas de experimentación agrícola, con lo que se obtuvo una mayor 30 kilómetros mar adentro, lo que explicaría el hallazgo de muchos conchales prehistóricos
autonomía respecto al menor potencial de las reservas alimenticias naturales. a distancias que a veces alcanzaron los 13-15 kilómetros respecto de la actual línea de playa,
mientras otros resultan inaccesibles por estar sumergidos.
De los datos a nuestra disposición sobre la paleoclimatología del Holoceno Medio, sabemos
19 France y Umire, 2004. Aquí se tratan los resultados del Proyecto Quebrada Tacahuay, 1997-2001 que ha registrado una
que los efectos de la desglaciación se prolongaron hasta el 6000-5500 a.C. y determinaron catastrófica inundación causada por El Niño, que selló el primer nivel cultural fechado ca. 10.700 años A.P., y ha encontrado
reocupaciones menores del sitio, indicadas por desechos de moluscos. Entre los hallazgos del trabajo de campo se han
un estadio denominado optimum climático u optimum thermal, entendido como una fase de recuperado instrumentos líticos, desechos de talla y rasgos relacionados con la preparación de alimentos, particularmente
estabilización de la temperatura en valores más altos y un incremento de la humedad y fogones. Ver también: Sandweiss, 2003.
20 Cardich, 1974, 1980; Mercer y Palacios, 1977; Lynch, 1980, 1982, 1983; Dollfus y Lavallée, 1973; Dollfus, 1981; Rick, 1980;
MacNeish, 1972, 1981.
21 Según Chauchat, el hombre de Paiján tuvo su desarrollo entre los 8600-6000 años antes de nuestra era.
18 El cazador-recolector andino había asimilado progresivamente las nociones necesarias para practicar una forma de 22 Según el autor (1981: 145-148) existen solo cuatro sitios que evitaron la sumersión: Vegas, en Ecuador; en el Perú Amotape-
agricultura incipiente, y esto se manifiesta en épocas muy tempranas, si consideramos que plantas domesticadas en la sierra Siches, fechado 11200-6000 a.C., y Cupisnique, en el valle de Chicama, fechado 9800-7000 a.C.; Las Conchas, en Chile, cuya
aparecen ya desde el 8000 a.C. y en la costa desde el 6000 a.C. antigüedad corresponde a 9600-9400 a.C.

24 25
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Los estudios hechos por el Proyecto Nasca en la cuenca del río Grande, incluido el río Nasca, En la costa la aparición documentada de especies domesticadas resulta un poco más tardía:
la quebrada de Atarco y valles cercanos, analizaron los fenómenos de erosión y acumulación hay evidencias del cultivo del mate entre los 6000 y 4200 a.C., del maíz aproximadamente entre
que se produjeron durante el Cuaternario, permitiendo la identificación de cuatro terrazas. los 4200 y 2500 a.C., junto con el pacae, el maní, la yuca, el ají, el guayabo, el lúcumo, la achira
En el sitio de Pacheco, en el perfil de la terraza más antigua, se observaron 12 procesos y el algodón23, para seguir con la mayoría de las especies comestibles y de uso industrial.
de sedimentación; el fechado de la segunda capa sedimentaria determinó una antigüedad
correspondiente a 10600 ± 800 BP (Grodzicki, 1994: 32). Además, sobre la base de la presencia En los valles de Nasca hay escasa evidencia de esta fase cultural, probablemente falta todavía
de capas salinas, originadas por evaporación y subyacentes a los sedimentos de flujos investigar, mientras que se han encontrado sitios arcaicos en varias zonas del litoral, algunos
migajosos-ligamosos causados por antiguas anomalías climáticas, fue posible confirmar que ya con características de aldea, lo que demuestra el abandono o la disminución del patrón
el clima desértico dominaba también en aquella época. de campamento estacional. Los primeros horticultores aprovecharon posiblemente pisos
ecológicos más cálidos y húmedos, como el fondo de los valles, las lomas o las áreas de
Los antiguos moradores de este territorio, entonces, tuvieron que enfrentarse con problemas llanura, donde el limo depositado por la avenida estacional en las márgenes de los ríos
en términos de agua, vegetación y suministro de recursos proteicos animales. constituía un terreno fértil y apto para la germinación. Sin embargo, estamos todavía en el
campo de las hipótesis, pero es muy probable que el hombre que vivía en el territorio de
Dentro de un contexto cultural basado en tradiciones de caza y recolección, en las energías Nasca, incluido el litoral, tuvo que adoptar estrategias para integrar su dieta y tener mayor
aplicadas a tareas incipientes de pastoreo y cultivo de la tierra fue necesario alcanzar seguridad respecto a lo que los recursos del mar podían ofrecerle.
paulatinamente un sistema de desarrollo fundado en una economía de reserva, teniendo
que contemplar el almacenamiento y la conservación de alimentos para los momentos de La terminología utilizada aquí para establecer la cronología de los sitios de la costa
escasez. Esta evolución adaptativa fue el primer eslabón hacia la formación sucesiva de centromeridional se basa principalmente en la clasificación adoptada por los investigadores,
sociedades complejas agrocerámicas adecuadamente equipadas para enfrentarse con las por lo que se denomina como Arcaico24 a todo el período que antecede a la introducción de la
condiciones áridas. cerámica. Otros arqueólogos (Lanning, 1967; Rowe, 1967; Rowe y Menzel, 1967; Ravines, 1970)
usan el término Precerámico, subdividiéndolo en seis épocas o cinco períodos; o en Precerámico
No es posible definir modelos que puedan explicar todo el proceso de domesticación de Temprano, Medio y Tardío (Chu Barrera, 2008), que también emplearemos en este texto.
plantas en el área andina, pero hay que considerar que la experiencia acumulada por el
Las primeras evidencias de actividades humanas en el área de la costa sur se han registrado
hombre en los diferentes ecosistemas durante los milenios de su presencia en el territorio
en sitios que ofrecían recursos alimentarios variados y requerían un gran conocimiento del
y en la ocurrencia de algunas emergencias debidas a escasez de los recursos habituales
medio ambiente de parte de quien lo explotaba. La única forma de poder comprender el
propulsaron el desarrollo de las primeras formas de cultivo. Las fechas más antiguas que se
grado de desarrollo alcanzado por la población asociada a estos yacimientos y reconocer si
conocen hasta ahora para los altiplanos demuestran la existencia de ají, frejol, pacae, lúcumo,
hubo uniformidad en las estrategias adoptadas para la supervivencia es la comparación con
junto con otras varias especies domesticadas ya desde el 8000 a.C.; luego hay evidencia del
otros asentamientos del mismo período, registrados y analizados arqueológicamente.
pallar y del zapallo entre los 8000-6000 a.C.; el maíz tiene una antigüedad que se remonta
al 6000 a.C. y en seguida se registra la existencia de otras plantas alimenticias. Falta definir
23 El algodón (Gossypium barbadensis) aparece en la costa alrededor del 2500 a.C., introduciendo un cambio importante en la
una fecha precisa en lo que concierne a la papa, a pesar de la importancia que tuvo a nivel de tecnología de fabricación de los textiles.
24 El Período Arcaico se inicia alrededor del 8000 a.C. y llega hasta el 1800 aproximadamente, fecha que introduce a la etapa
alimentación, por el hecho de que no se han encontrado en la sierra restos que se pudieran denominada Formativo. Se subdivide en Arcaico Temprano (8000-6000 a.C.), Arcaico Medio (6000-3000 a.C.) y Arcaico Tardío
(3000-1800/1500 a.C.). Estas fechas pueden tener variantes, según la interpretación dada por los arqueólogos sobre la base de
fechar correctamente. sus investigaciones (Lumbreras, 1969; Shady, 1995).

26 27
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Hasta la fecha tenemos solo un sitio que puede ser colocado en el


Precerámico Temprano y que se ubica en la costa del extremo sur, en
Ilo: se trata del sitio denominado Ring o Anillo (Richardson III et al.,
1990), que atestigua la presencia de una sociedad especializada en
la explotación de los recursos marítimos y que practicaba un modelo
económico consolidado en el tiempo en el litoral25.

A lo largo de la costa central y meridional del Perú, entre los


asentamientos del Precerámico Medio tenemos los de Paloma (río
Chilca), fechado en 5200-2800 a.C. por F. Engel, con aglutinados
de casas de forma circular, ovoidal o cuadrangular, edificadas con
estructuras de tronco y techadas con fibras vegetales; (Fig. 8a)
hay pruebas de que los habitantes almacenaban sus productos y 0 cm. 5

practicaban una forma compleja de culto a sus muertos (Engel, 1980;


Benfer, 1982, 1984). Otro asentamiento importante es Casavilca
(por el nombre de su descubridor), denominado Boca del Río Ica
por F. Engel, fechado en 5570-3500 a.C. (Engel 1957a: 57-62), junto
con las Salinas de Otuma. En la desembocadura del río Grande de
Nasca está el sitio de Santa Ana (Fig. 8b) con huellas de ocupación
Fig. 4 Implementos líticos hallados en San
continua, donde Engel (1963: 10), entre los restos encontrados, cita Nicolás III por W. D. Strong (Strong, 1957:9).

el hallazgo de huesos de mamíferos marinos, tortugas de mar, peces, Fig. 5 Puntas de obsidiana halladas en el Sector
Y10 EXP 37 Q2 de Cahuachi (Orefici y Drusini,
mariscos, crustáceos, aves y mamíferos terrestres no identificados, 2003 : 21, dibujo Johny Isla C.)
además de cucurbitáceas y frejoles, sin ulteriores detalles.

Fig. 8 Reconstrucción hipotética de una choza de


Chilca (a) (Engel, 1966) y esquema del armazón de
Durante sus investigaciones en el litoral del territorio de Nasca, en la bahía homónima, el
una vivienda de Santa Ana (b) (Engel, 1987) arqueólogo W. D. Strong analizó unos conchales del sitio de San Nicolás, determinando
tres ocupaciones del mismo período, pertenecientes al 4000 a.C. En su informe, Strong
(1957: 8-11) describe los materiales encontrados que comprendían restos de erizos, conchas
de diferentes moluscos, cenizas y carbón, huesos de aves y de lobos marinos, guijarros y
utensilios líticos entre los cuales raspadores, un buril, puntas, cuchillos y lascas de obsidiana
(negra y rojiza) (Fig. 4). Encontró también restos de fibras vegetales entrelazadas y escasos

25 Ring o Anillo, según los informes preliminares del Proyecto Contisuyo (Richardson III et al., 1990), representa una de las
más antiguas culturas marítimas especializadas, con fechados comprendidos entre los 10575 ± 105 y 7415 ± 65 BP.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

vegetales, citando brevemente solo calabaza y maíz, sin más detalles. El análisis geológico
del sitio evidenció ocho líneas de playa y un dique natural rocoso, incrustado por algas de
agua dulce, que antiguamente tuvo que encerrar una laguna o un canal seco.

Al sur de Nasca, en el departamento de Arequipa, se encontraron otros yacimientos de la


misma época ubicados en Lomas y Chaviña, pero hasta el momento no disponemos de datos
suficientes para poderlos incluir en un cuadro cronológico preciso. Más al norte, en el área de
Paracas, Engel (1963) estudió numerosos asentamientos precerámicos y preagrícolas en los
sitios de Cabezas Largas y Santo Domingo (con un fechado aproximativo de 4000 a.C.)26.

Durante la campaña de 1988 en la Pirámide II de Cahuachi (CAH88Y10EXP37), el Proyecto


Nasca encontró una pequeña estructura asociada a un entierro y a material lítico, (Fig. 5)
malacológico y vegetal, cuya antigüedad se remonta en promedio a 4200 a.C., sobre la base
del fechado de varios elementos del contexto (ver el capítulo V para una mayor descripción
de los materiales y el cuadro cronológico). Todos estos sitios pertenecen, cronológicamente,
a un período de ocupación del litoral con un tipo de economía marítima o mixta.

Aunque escasa, la documentación arqueológica relacionada con el área es interesante por


las noticias que nos ofrece respecto al tipo de dieta que utilizaban los pobladores de los 0 3

asentamientos del litoral y nos ayuda a determinar el tipo de economía en que se basaban.
(Fig. 6) La mayoría de los artefactos hallados en los depósitos de los sitios arcaicos se vincula
con actividades de pesca, atestiguadas por anzuelos de hueso o de concha, redes de fibra
vegetal (prevalentemente de totora y junco, no existiendo todavía el algodón), pesos líticos,
flotadores de Lagenaria, puntas de arpón. (Fig. 7) Esto indica una especialización y habilidad
en la pesca de una variada fauna marina, incluyendo no solo la recolección de moluscos y la
captura de peces, sino también la caza de lobos marinos y quizás de algún tipo de cetáceo. El
hallazgo de sus restos óseos en los basurales y la evidencia de su empleo en la construcción
del armazón de las pequeñas habitaciones son la prueba del uso de la carne de pinnípedos
y cetáceos a nivel de dieta y como utensilios. Sin embargo, una alimentación basada solo en
los productos del mar tenía que ser integrada con actividades de caza y el aprovechamiento
de plantas silvestres y de las especies ya cultivadas.
Fig. 6 Implementos líticos en cuarcita y diabasa
(Según Tomaszewski, 1989)
26 Algunos de los fechados de Engel han sido cuestionados y revisados. Sobre este tema ver: Velarde, 2002.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Como se dijo antes, muchos asentamientos estaban ubicados cerca de las lomas, otros en las
terrazas fluviales próximas al litoral o en lugares protegidos de las terrazas marinas. Según
el análisis de los sitios investigados, principalmente por Engel, se plantea que el número
de habitantes en cada aldea no fue superior a las 50-60 personas. Los restos de viviendas
encontrados por este arqueólogo en Santa Ana presentan un armazón formado por palos de
sauce (Salix humboldtiano), sobre los cuales se apoyaban y ligaban las paredes y la cobertura,
probablemente de junco o carrizo. Resulta bastante complicado reconstruir el sistema de vida
de estas antiguas sociedades, siendo su base cultural bastante heterogénea y los recursos
alimentarios diferenciados y ubicados en ecosistemas variables. Probablemente se está
delineando poco a poco un patrón socioeconómico de tipo atomizado, basado en núcleos
familiares independientes que actúan sin una directiva centralizada y, en casos de necesidad,
operando paralelamente entre ellos. De todos modos, se trata todavía de una forma familiar
o clánica de producción, destinada principalmente al aprovechamiento de recursos o bienes
necesarios para un grupo pequeño.

A pesar de las limitaciones, este sistema de producción, que carecía de cualquier forma
de estratificación económica, alcanzó un proceso acumulativo de una cantidad de plantas
domesticadas considerable que, dentro de un período que no podemos determinar
precisamente para cada área cultural, introdujo sistemas más complejos a nivel de
organización social, hasta el momento en el cual la agricultura devino la principal fuente de
sustentamiento. Sin embargo, siempre se mantuvo una forma constante de comunicación
e intercambios con poblaciones de otros nichos ecológicos, como lo demuestran las puntas
de obsidiana bien trabajada, tanto en San Nicolás como en la estructura arcaica ya citada
hallada en Cahuachi.

En el curso del tercer milenio a.C. se observa una transformación progresiva que acompaña
al desarrollo del proceso agrícola y a un cambio sustancial en los patrones de asentamiento,
un período de transición que culmina con la sedentarización y el desarrollo de las técnicas
agrícolas y de explotación de los recursos hídricos.

Fig. 7 Implementos utilizados en la actividad pesquera, El modelo anterior de aldea dispersa o de campamento estacional da lugar a la aparición
entre los cuales un fragmento de red de fibra vegetal,
un contenedor de Lagenaria sp., anzuelos de concha, de un nuevo tipo de aldea aglutinada con fuertes características de tipo autárquico y una
hueso y espinas de guarango, pesos y una punta de
arpón.
marcada tendencia de integración en asentamientos más extensos y autosuficientes. Estas

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

peculiaridades facilitaron el incremento demográfico y determinaron niveles más elevados


en los aspectos organizativos y en los sistemas de producción. Este patrón de establecimiento
contempla la concentración de las aldeas en las áreas consideradas más favorables, con
predilección por los territorios en los valles bajos de los ríos, donde es más fácil aprovechar
las avenidas de agua con su aporte de limo fertilizador. A menudo estos establecimientos
aldeanos se emplazan preferentemente en las cercanías o áreas próximas a lugares sagrados
o a los nacientes centros ceremoniales. Se afirma gradualmente una organización de carácter
comunitario, manejada por formas incipientes de controladores teocráticos.

En esta fase de transición entre el Precerámico Medio y Tardío, aunque con trayectorias
distintas a lo largo de la costa, ya se cultivaban todas las plantas tradicionales conocidas, se
idearon y perfeccionaron los primeros sistemas de riego y de control del agua, y hubo una
creciente producción de bienes manufacturados que circulaban incluso en territorios lejanos,
sobre la base de un sistema de intercambio. Alrededor del 2500 a.C., con la domesticación
del algodón se alcanzaron innovaciones tecnológicas de enorme importancia, entre ellas
evolucionó una de las técnicas más especializadas, la de la textilería, que tuvo su desarrollo
antes que la alfarería. Adicionalmente, con la fibra de algodón, cambiaron también las técnicas
de pesca, siendo posible la fabricación de redes de todo tamaño que permitieron incrementar
la captura del pescado. Más tarde, en el área de Paracas y Nasca, a partir del Horizonte
Temprano27, el desarrollo de la textilería alcanzó niveles de perfección y belleza únicos en el
mundo, por la fineza del hilado, la variedad de técnicas empleadas y los inimitables colores.
Alrededor del 2200-2000 a.C. este proceso evolutivo fue cada vez más rápido y coincidió
con un incremento del urbanismo en todo el territorio, una creciente especialización en
la producción alimentaria y una primera jerarquización social. (Fig. 12) El aumento de la
disponibilidad de bienes determinó asimismo un surplus productivo que permitió mantener
una élite dedicada a la gestión de las actividades colectivas y a la aplicación/imposición de
normativas comunes que involucraron a la población en la edificación de grandes conjuntos
monumentales, como El Paraíso, Áspero, Las Haldas y Asia.

En la cuenca del río Grande de Nasca, como en el resto de la Costa Sur, no tenemos evidencias
claras de esta fase de transición, si excluimos algunos fechados en las capas profundas de
Fig. 12 Vista aérea de la ubicación de Cahuachi
respecto al área con vegetación que bordea el Valle
del Río Nasca (Foto: Giuseppe Orefici)
27 Otros investigadores (Lumbreras, 1969; Kaulicke, 1994) lo denominan Formativo Medio.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

un edificio de Cahuachi (Y13EXP49, ver capítulo V) que, de todos modos, no ofrecen datos
significativos sobre una eventual arquitectura vinculada a esta época. Falta todavía investigar
la mayoría de los valles costeros y encontrar contextos que puedan aclarar y definir mejor
esta etapa que consideramos como un vacío arqueológico que debe ser colmado, siendo de
importancia fundamental si se relaciona con las primeras producciones de alfarería en el
territorio, alrededor del 1800-1500 a.C. (Fig. 9 Cuadro cronológico)

Fig. 9 Cuadro cronológico de las culturas que se


desarrollaron en la región de Ica, donde están
señaladas la cronologías relativas y absolutas
indicadas por los distintos científicos que analizaron
esta área geográfico-cultural de la Costa Sur (Orefici,
1992).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo II

La investigación arqueológica
en el área de Nasca
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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

La investigación arqueológica
en el área de Nasca
Antecedentes de la investigación arqueológica moderna

La cultura Nasca pertenece a uno de los períodos más productivos y creativos de la


historia del Perú, que corresponde al momento del desarrollo de las culturas regionales,
un fenómeno que hoy está bien documentado y que, gracias a la difusión y concentración
de investigaciones arqueológicas, podemos comprender en toda su complejidad. Es curioso
observar que, mientras en lo que concierne a los testigos de otras culturas coevas, como Moche
o Lima, cuyos vestigios arquitectónicos quedaron visibles, a pesar de la acción e influencia
de las sociedades que se sucedieron1 o de la profunda alteración producida por la conquista
española, en lo que se refiere a Nasca cada huella o recuerdo de su esplendor desaparecieron
bajo las capas de arena. Los materiales cerámicos, que quizás fueron excavados sumariamente
durante la época colonial, se perdieron sin saber más nada de ellos y parte se fue a España u
otros lugares, como testimonios de la producción alfarera indígena. En los siglos XVII y XVIII,
en la mayoría del territorio peruano, incluidos los valles nasqueños, hubo la devastación
provocada por los saqueadores de tumbas, pero se sabe que a ellos nunca le interesó dar
una identidad cultural a las piezas que recuperaban. Muchas de estas reliquias, entre las
cuales había vasijas, restos humanos momificados y cráneos deformados, textiles y otros
artefactos, fueron objeto de un tráfico ilegal y vendidas a coleccionistas de países extranjeros,
principalmente de Europa. Parte de este material fue adquirido por varios museos y quedó
olvidado en sus almacenes durante decenios. Hasta el siglo XIX no hay noticias de un interés
cultural o científico hacia las piezas que llegaban del Nuevo Mundo y, muy a menudo, existía
una gran confusión acerca de su procedencia e incluso de su pertenencia geográfica2.

1 Las orígenes del antiguo pueblo Nasca, su verdadero nombre, el idioma y todas sus creencias se habían perdido ya en los
ocho siglos anteriores a la llegada de los españoles, debido a la expansión Wari en la costa y, más tarde, a la influencia de los
señoríos de Ica y Chincha. La sucesiva integración del territorio al imperio incaico (1476) se superpuso definitivamente a las
antiguas tradiciones.
2 Cabe mencionar también la publicación del dibujo de una vasija Nasca por parte de Charles Wiener (1880: 27), que fue
atribuida erróneamente al estilo Recuay (ver Proulx, 2006: 19).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

La curiosidad hacia la característica cerámica polícroma que solo más tarde fue denominada 1-44), donde fue invitado por el Dr. Mazzei, conocido en La Paz, para que visitara su hacienda.
Nasca3 se manifestó de parte del arqueólogo alemán Max Uhle, en el período de tiempo en El científico alemán, después de varias tentativas que no tuvieron ningún éxito, durante un
que trabajó en el Museum für Völkerkunde de Berlín (1888-1892), cuando fue informado por paseo a caballo encontró en la superficie un fragmento de cestería con una decoración roja
su director, Adolf Bastian, sobre un grupo de ceramios que le había llamado la atención y en el borde, que asoció estilísticamente a elementos parecidos observados en hallazgos del
que había separado de otras colecciones adquiridas por el museo. Se trataba de tres piezas “período Tiahuanaco” (Uhle, 1914: 6). En seguida, Uhle emprendió varias excavaciones en las
pertenecientes a la colección Macedo que estaban registradas sobre la base de su lugar de necrópolis del área recuperando numeroso material asociado a los entierros de las tumbas.
origen y otras dos que hacían parte de la colección Centeno, sin referencia alguna sobre su
procedencia. Bastian, según su criterio, separó las tres piezas de Macedo y solo una de las de En el año 1905, en el marco de la segunda campaña de la Universidad de California, Uhle
la colección Centeno, con el convencimiento de que esta cerámica tuviera ciertas analogías realizó nuevas exploraciones y reconocimientos en Puno, Cusco, Arequipa, Chala, Chaviña,
estilísticas con la de Mesoamérica y fuera posible hacer alguna comparación. Acarí (Conventillo, Warato y Lomas), Palpa y Nasca (Kakatilla, La Mancha, Poroma, Tambo
del Perro, Tunga, Usaka, Cahuachi, Cañada, Estaquería, Paredones y otros sitios. ( Ver: Uhle,
Algunos años después, en 1898, Jules Theodore Ernest Hamy publicó un artículo con la 1914; Orefici y Drusini, 2003). Durante esta expedición, en que fue acompañado por el
descripción de una colección procedente de Ica, en la cual había tres vasijas cuyo estilo se huaquero Felipe Morales, encontró cuantía de materiales parcialmente excavados por los
relacionaba claramente con la cerámica Nasca. Esta colección había sido comprada en 1842 saqueadores y compró una cantidad ingente de cerámica, estilísticamente muy heterogénea,
por el capitán François Joseph Amédée du Campe de Rosamel durante su viaje alrededor del casi 9.000 piezas que fueron entregadas al Museo de Berkeley.
mundo con la “Danaïde” y luego vendida al Museo Provincial de Boulogne-sur-Mer.
Sobre la base de los resultados de sus investigaciones, Uhle consideró a la de Nasca como
A pesar de las escasas informaciones a su disposición, en 1900 Max Uhle decidió emprender la “tercera” de las grandes culturas peruanas e intentó un análisis basado en su difusión
una serie de investigaciones en el área de Chincha, bajo el auspicio de la Universidad de geográfica y en las diferencias a nivel estilístico en comparación con los datos de sus
California y basándose en su precedente experiencia en el Perú, adquirida en 1896 en Ancón y exploraciones en otros contextos.
Pachacámac4. Lo animaba el objetivo de ubicar la procedencia del material cerámico polícromo
conocido gracias a sus conversaciones con Bastian. Con este fin, trabajó casi tres meses cerca Sus estudios preliminares sobre la Costa Sur fueron presentados en 1904 en el Congreso
de Tambo de Mora, en los sitios de la Huaca Alvarado y de La Merced, sin que le fuera posible de Americanistas realizado en Stuttgart (Uhle, 1906) y, más tarde, en su denominación de
encontrar materiales que pudiesen comprobar sus teorías sobre la antigüedad de las ruinas los estilos peruanos, utilizó para esta expresión cultural el nombre “Proto-Nasca” (Uhle,
investigadas. Analizó también Cerro Tres Cruces, en la península de Paracas, recorrió el valle 1914: 15). Por primera vez se llevó a cabo un atento análisis de la secuencia cronológica
de Pisco y en 1901 llegó a la zona de Chulpaca y finalmente a Ocucaje (Ica), (Proulx, 1970: de las culturas peruanas conocidas hasta el momento, estableciendo parámetros claros que
fueron la base de futuras investigaciones. Uhle reconoció la anterioridad de Nasca respecto
3 El término “Nasca Style” fue utilizado solo posteriormente por Thomas Athol Joyce (1912: 181-182), que en su obra a la expresión cultural inca y logró definir dos distintas modalidades en su desarrollo
describió esta cerámica y puso los dibujos de dos piezas (p. 9, plate I).
4 Contratado por la Universidad de Pensilvanial en 1895, Uhle viaja a Lima, adonde llega en 1896; su encargo original era estilístico: una más antigua de amplia gama cromática, con figuras claramente delineadas
entregar un informe de sus viajes a Bolivia y Perú, acompañando, además, un reporte sobre el idioma de los uros, publicado
en el periódico Globus de Braunschweig, Alemania. Sus primeras investigaciones arqueológicas en el Perú fueron realizadas el y contorneadas; la segunda, caracterizada por mayor ornamentación y representaciones
mismo año de su llegada en Ancón y Pachacámac, alternando estas tareas con reconocimientos preliminares de otras zonas
(valles del Chillón, Rímac y Lurín, sitios que investigará mayormente al final del siglo XIX e inicios del siglo XX). Hay que señalar
complejas, pero que no tenía la rica policromía anterior5. Asimismo, Uhle comprendió muy
que antes de Uhle, en 1875 llegó a Perú la Expedición Reiss y Stübel, que realizó excavaciones en Ancón. Estos arqueólogos claramente que las variantes estilísticas evidenciadas durante el análisis de la cerámica Proto-
alemanes extrajeron una considerable cantidad de fardos funerarios y gran número de ofrendas, que luego fueron trasladados y
exhibidos en el Museo Etnográfico de Berlín, adonde fueron incorporados; entre 1880 y 1887 publican la obra en tres volúmenes
Das Todtenfeld von Ancón in Perú (Las necrópolis de Ancón en Perú, n.d.a.). 5 Rowe denominó a estas modalidades Monumental y Prolífera respectivamente (Rowe, 1960a: 32).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

Nasca fueron determinadas por diversos factores, incluidas influencias procedentes de otras varias expediciones a Centroamérica y luego a Sudamérica. Su excelente conocimiento de
áreas culturales, planteando relaciones entre la sierra y la costa, entre el norte y el sur; o las lenguas mesoamericanas le permitió enfrentarse con el análisis de los códices mexicanos
también debidas a influjos desde América Central. Estas teorías, en ese entonces, no tenían y mayas, relacionando los glifos y las imágenes con los nombres y conceptos de los nativos
ninguna posibilidad de ser comprobadas, careciendo de pruebas objetivas materiales válidas registrados por los cronistas de la Colonia. Gracias a su experiencia ideó un sistema
a nivel comparativo. De todos modos, Max Uhle fue el primer arqueólogo que aplicó para el interpretativo de la iconografía según el cual cada imagen o forma pictórica hacían parte de
Perú los métodos utilizados en Europa con el fin de poder determinar secuencias temporales una simbología y tenían un significado metafórico; es decir, eran las expresiones visuales de
basadas en la estratigrafía, y muchos de sus aportes todavía siguen vigentes. un sistema codificado posible de interpretar. Conociendo el trabajo de Uhle y las colecciones
Nasca del Museo de Berlín se entusiasmó con la belleza y el simbolismo refinado de esta
Su cronología fue meramente relativa porque faltaban en su tiempo los métodos científicos cerámica y se dedicó a estudiarla según su metodología, publicando ensayos y artículos sobre
que utilizamos actualmente y era imposible obtener dataciones absolutas, pero sus estudios y el tema (1893, 1922, 1923). Durante su viaje a Perú, en 1895, visitó la mayor parte de los sitios
archivos fueron la base que utilizaron sucesivamente eminentes americanistas norteamericanos estudiados por Uhle y adquirió varios ceramios Nasca que entregó al museo en 1910.
para elaborar nuevas secuencias locales y seriaciones cerámicas para la Costa Sur (Gayton y
Kroeber, 1927; Kroeber 1937; Rowe 1959a) o para confeccionar y profundizar sus datos. Desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX se despertó igualmente el interés por los
restos humanos procedentes de Perú, Chile y Bolivia, en gran parte esqueletos y momias,
Entre la cantidad de material que llegaba a Europa desde Perú, hay que considerar que en su que estimularon nuevos estudios a nivel antropológico y el desarrollo de la paleopatología
mayor parte se trataba de colecciones procedentes de los saqueos incontrolados que anticuarios, (Bandelier, 1904; Hrdlicka, 1914). Una de las mayores contribuciones en este campo de la
hacendados, comerciantes u otros incrementaban para obtener estas reliquias del pasado. Las antropología física fue aportada por Ales Hrdlicka (1911, 1914), un científico norteamericano
colecciones más notables que se formaron desde la segunda mitad del siglo XIX fueron las de nacido en Bohemia, que realizó dos viajes a la costa peruana (el primero en 1910 y el
Christian Theodor Wilhelm Gretzer y Eduard Gaffron. El primero, durante 33 años de permanencia segundo en 1913), recorriendo varios sitios donde había necrópolis, dejando importantes
en Lima (1872-1903), reunió dos grupos de hallazgos, uno procedente de la costa norte y descrito descripciones sobre las deformaciones y trepanaciones craneales que encontró en los
por Baessler (1902-1903), y el otro de la provincia de Chincha, que fue vendido en Alemania, entierros analizados. Su informe sobre la primera expedición (Hrdlicka, 1911) indujo a la
hasta que ambas colecciones fueron adquiridas en 1907 por el Museo Etnográfico de Berlín; entre Exposición Panamá-California de San Diego a auspiciarle un segundo viaje que duró tres
los materiales había 297 vasijas Nasca, descritas por Deiter Eisleb (1977). meses. Hrdlicka regresó al Perú en enero de 1913 con el objetivo de analizar los valles de la
costa central y colectar materiales antropológicos, principalmente para poder determinar las
También Gaffron colectó durante su vida una cantidad inmensa de excelentes objetos de cerámica relaciones antropológicas entre los aborígenes serranos y costeños y también para llevar sus
y oro procedentes de los sitios arqueológicos más renombrados de la costa, desde el norte hasta hallazgos antropológicos a dicha exposición.
el sur. La mayoría de estas piezas ha salido del Perú: algunas cerámicas Nasca se encuentran
actualmente en el Museo Etnográfico de Berlín, otras en el de Múnich y otras más en el Museo En sus recorridos, Hrdlicka no hizo excavaciones, limitándose a analizar los restos óseos
de Historia Natural de Nueva York y en el Museo Roemer-Pelizaeus en Hildesheim. abandonados en la superficie de las tumbas saqueadas, observando que los cráneos de los
antiguos habitantes de lomas eran principalmente braquicéfalos, aunque con predominio de
En los años en que Uhle trabajaba en el Museo de Berlín había también otro estudioso, Eduard formas alargadas. Logró visitar una gran cantidad de sitios, entre los cuales Chaviña, Otapara,
Seler, que estuvo de asistente entre 1884 y 1887, deviniendo más tarde curador del museo Tambo Viejo, Huarato y Santa Lucía. Luego continuó en la región de Nasca, visitando los valles
gracias a su preparación en ciencias y filología. Con su esposa Caecilie Seler-Sachs realizó de Kopara (hoy Las Trancas), observando los cementerios saqueados en los que había cráneos

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

y restos óseos esparcidos. Recorrió los sitios de Poroma, Majoro y luego llegó hasta Coyungo, de la Universidad de San Marcos. Siguió un período en el que Tello tuvo que enfrentarse
escogiendo varios cráneos con deformación fronto-occipital. De allí viajó a Ica donde conoció con los conflictos que derivaron después de su nombramiento como director del Museo de
las necrópolis de Ocucaje y Chulpaca. Con el arqueólogo peruano Julio C. Tello recorrió la zona Arqueología y Antropología (diciembre de 1913), y con otros problemas debidos a la falta de
entre Matucana y Huarochirí, en la sierra de Lima, con la intención de conocer más sobre los apoyo económico por parte del gobierno y a la situación política general. Esto determinó que
cráneos con perforación artificial, descritos anteriormente por McGee y Muñiz (1897) y por Tello renunciara a su encargo en marzo de 1915 (Tello y Mejía 1967a: 96-100).
Tello (1906, 1912), y observó que en la costa predominaban los cráneos braquicéfalos, mientras
que en la sierra eran más frecuentes aquellos con forma alargada (Hrdlicka, 1914). Ese mismo año Tello emprendió una fase de exploraciones en el sur del Perú6. Después de
haber recorrido los sitios de Puno, Cusco y Tiahuanaco, hizo una serie de excavaciones en la
Proyectos arqueológicos recientes en el área de la cuenca del río Grande y la Misión costa sur, en los sitios de Chala, Atico, Sabandía,Yauca, Acarí, Río Grande de Nasca, Ica, Pisco y
Arqueológica Italiana Proyecto Nasca en Cahuachi Chincha, dedicándose especialmente al registro de las numerosas tumbas y necrópolis Nasca
(Tello 1959: 44-47; Mejía 1964: 87-91), y al estudio de la colección de cerámica Nasca de Enrique
Como hemos mencionado arriba, en la primera década del siglo XX los estudios arqueológicos Fracchia (conformada por 2.400 artefactos). Durante esta expedición, Tello realizó excavaciones
en el Perú estaban todavía en una fase inicial, con excepción de las investigaciones de Max en Majoro, Ocongalla, Estaquería, Las Salinas y Tunga; también visitó Cahuachi, registrando la
Uhle, quien tenía recursos extranjeros para poder trabajar en esta disciplina. En el Perú presencia de tumbas y montículos artificiales, pero sin excavar. En su primera aproximación a la
faltaban las instituciones en grado de preparar arqueólogos propios y no había una cultura cultura material de Nasca, Tello consideró las diferencias entre las dos modalidades registradas
dirigida a la protección del inmenso patrimonio histórico-cultural que era objeto de un saqueo por Max Uhle, pero su interpretación no concordó con su colega alemán porque el arqueólogo
incontrolado. Julio C. Tello, considerado el principal promotor de la arqueología peruana, peruano interpretó la secuencia cronológica en sentido contrario, considerando más antiguas
tuvo básicamente una formación académica a nivel antropológico, que perfeccionó con las cerámicas con representaciones prolíferas respecto a las de mayor policromía. Tello basó
un largo período de estudios en Estados Unidos y Europa. Esto le permitió dominar varios sus métodos de análisis en el diferente estado de conservación de los entierros, atribuyéndole
idiomas e integrarse al mundo académico internacional, poniéndose al día con todas las mayor antigüedad a los que tenían mayor desgaste.
nuevas problemáticas que estaban delineándose acerca de su especialidad y con el desarrollo
de varias teorías sobre el poblamiento de las Américas, la secuencia evolutiva de los primeros Las ideas entre los dos arqueólogos discordaban en todo y especialmente en lo que se refería
hombres y otros aspectos culturales y metodológicos. a la formación y desarrollo de las culturas andinas. Las polémicas no eran solo metodológicas,
ya que Tello planteaba la naturaleza autóctona de las culturas peruanas, mientras la
Cuando regresó al Perú, en 1913, después de haber evaluado la situación, solicitó a su concepción de Uhle era de tipo difusionista, según las hipótesis desarrolladas entre 1904
gobierno participar en la Expedición Antropológica del Museo Nacional de Washington, y 1917. Sin embargo, ambas teorías se basaban mayormente en contextos ambientales con
dirigida por Hrdlicka, a quien había conocido en Europa. Como se mencionó anteriormente, monumentos y necrópolis de fácil localización y carecían de los instrumentos metodológicos
Tello acompañó al antropólogo estadunidense solo en Huarochirí y no en sus recorridos por y pruebas materiales necesarios para sustentar inequívocamente sus convencimientos.
el sur. De todos modos, durante su participación en la expedición se recolectaron numerosos
restos óseos en los sitios de Pueblo Viejo, Ulculla y Cinco Cerros, entre los cuales cráneos con Años después, en el mes de abril de 1922, William C. Farabee, curador de la Sección Americana
trepanación y huesos con anomalías debidas a enfermedades. La mayor parte de este material del University Museum of Philadelphia, organizó una campaña de excavaciones en el valle del
se quedó en el Perú y constituyó la primera colección homogénea y con un contexto cierto,
6 Auspiciado por la señora Victoria Aguirre de Argentina y por el profesor Putnam del Peabody Museum, con el apoyo de los
la cual fue la base para formar la sección antropológica del futuro Museo de Arqueología delegados de la Asociación Pro-Indígena regional.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

río Nasca recorriéndolo desde Tambo de Perro y Cantayo, y explorando el área de confluencia Kroeber, 1927); los textiles fueron analizados por Raoul d’Harcourt (1930, 1933 a 1935), Karl
entre el río Aja y el río Tierras Blancas. Durante sus investigaciones en los sitios, el interés G. Izikowitz (1933), Lila M. O’Neale (1933, 1936) y Eduard Seler (1923). Además, en 1926 se
principal de Farabee fue dirigido hacia las tumbas; visitó también un sitio que era llamado tuvo la primera descripción de los signos trazados en el terreno, conocidos como geoglifos, por
“Cahuacha”, citando la presencia de montículos y restos de construcciones en adobe (Mason, parte de Toribio Mejía Xesspe, que había viajado a Nasca con Tello para visitar al arqueólogo
1926: 138)7. Otros estudios, llevados a cabo por los arqueólogos norteamericanos Anna H. Kroeber, ocasión en la que ellos observaron estas líneas en la zona de Cantalloc, cerca de
Gayton y A.L. Kroeber, fueron emprendidos en los años 1925-1926. Su objetivo, siguiendo la ciudad de Nasca. Luego, en 1942, Mejía Xesspe publicó en su relación presentada al
las huellas de Uhle, era lograr la formulación de una más precisa seriación de la colección Congreso de Americanistas que tuvo lugar en Lima, una descripción de los geoglifos (1942),
cerámica entregada al Museo de Berkeley (un conjunto de 660 vasijas Nasca adquiridas por aunque sin comprender su real naturaleza y entidad.
el arqueólogo alemán, la mayoría sin contexto), (Gayton y Kroeber, 1927). Luego, en 1926,
Kroeber organizó una expedición de tres meses (26 de julio-12 de octubre), con excavaciones Es interesante señalar, a este propósito, el que parece ser el más antiguo testimonio sobre el
en el área de Nasca, entre Cahuachi y Cantayo, auspiciada por el Field Museum of Natural pasado de Nasca referido a la existencia de los geoglifos. Pedro Cieza de León, en su Crónica
History de Chicago (Kroeber y Collier, 1998), que permitieron recuperar, por primera vez, del Perú (1986a [1553]) había observado la existencia de estas grandes líneas trazadas en el
informaciones importantes sobre la existencia de montículos piramidales en Cahuachi y un terreno, documentándola como sigue: “Por todos estos valles por los que se han passado va
registro preliminar de algunos grupos estructurales. de luengo el hermoso y gran camino de los Ingas: y por algunas partes de los arenales se ven
señales para que atinen el camino que han de lleuar” (op. cit., primera parte, p. 222). En los
En el mismo año Tello volvió al área de Nasca, realizando nuevas excavaciones en los sitios tiempos en que vivió Cieza de León ya nadie sabía explicar el significado de estos trazados,
de Ocongalla, Majoro, Cantalloc, Tierras Blancas, Aja, Achaco y Soisongo. En 1927 siguió en habiéndose perdido todo contacto con las culturas anteriores a los incas.
los asentamientos de Las Trancas, Paredones, Pangaraví, Pacheco, Estaquería e Ingenio (Tello
y Mejía, 1967: 145-146). Hay que esperar a los años cuarenta para obtener una documentación mayor sobre la
naturaleza, la dimensión y las características de los geoglifos, cuando Paul Kosok en 1941
En 1932, el investigador alemán Heinrich Ubbelohde Doering emprendió una secuencia de tomó las primeras fotografías aéreas de la pampa y planteó la teoría del observatorio
excavaciones en el valle de Santa Cruz, cerca de Huayurí, y en los cementerios y montículos astronómico. Gracias a él y a su colaboración con María Reiche, las líneas fueron estudiadas,
de Cahuachi con el fin de individuar una relación entre la tipología de la cerámica y los medidas e interpretadas según los conocimientos de la época (Kosok y Reiche, 1947; Kosok,
textiles con los patrones de tumba. En Cahuachi halló tumbas edificadas con adobe cónico 1947; Reiche, 1949). Después de 1948, Reiche continuó por su cuenta el análisis y registro de
u odontiforme y cerámica de estilo clásico Nasca, que él denominó “cultura del morro” los geoglifos (1968, 1993) elaborando teorías sobre su función calendárica y astronómica que
(Ubbelohde Doering, 1958; Neudecker, 1979). no son compartidas por la mayoría de los arqueólogos, que se basan en datos contextuales y
analizan una cultura en su globalidad (para mayores detalles ver capítulo X).
La tercera década del siglo XX ve la publicación de una importante reseña de estudios
iconográficos e interpretativos (Seler, 1922; Yacovleff, 1932 a y b; Valcárcel, 1932), incluyendo A partir de 1932 sigue un período de casi 20 años en que no se hicieron excavaciones en
otros que enfrentan los aspectos estilístico-cronológicos de la cerámica Nasca (Gayton y la cuenca del río Grande, mientras en el valle de Acarí se realizaron investigaciones en un
cementerio Nasca tardío, encabezadas por las señoras E.B. Lothrop y A. Mck. Thompson más
7 No hay noticias precisas para poder determinar si efectivamente excavó en el sitio de Cahuachi o, más probablemente, en al sur, en el sitio de Chaviña (Lothrop y Mahler, 1957).
la zona colindante con la hacienda homónima. Farabee falleció prematuramente en 1925 y la relación de sus investigaciones fue
publicada por Mason (1926).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

Hay que esperar la década de los cincuenta para que las investigaciones tomen un nuevo
impulso y actúen con métodos de vanguardia a nivel científico. Entre 1952 y 1953, una
expedición de la Columbia University, dirigida por W. D. Strong, condujo un estudio
sistemático de los yacimientos arqueológicos del territorio, desde Ica hasta Nasca, al sur
de Tunga y en San Nicolás. Strong trabajó también en Cahuachi, donde hizo importantes
excavaciones que tomaron en cuenta, por primera vez, el contexto estratigráfico en las
estructuras. Su objetivo principal era aclarar el momento de transición entre Paracas y Nasca
a nivel cronológico, pudiendo contar con las nuevas técnicas de fechamiento basadas en
el Carbono 14. Gracias a su trabajo se obtuvieron datos inéditos sobre la arquitectura y la
extensión del sitio, y todos los hallazgos pudieron ser clasificados según una clara secuencia
estratigráfica. Durante sus reconocimientos en el territorio del litoral y del valle de Nasca,
Strong halló sitios de diferentes períodos culturales, respectivamente los yacimientos de
San Nicolás, del Precerámico (ver capítulo I), y Huaca del Loro, un asentamiento que
sobre la base de la tipología e iconografía de la cerámica consideró como la ocupación más
tardía de Nasca. Lastimosamente, los datos de las investigaciones de Strong se limitan a su
informe preliminar (Strong, 1957), debido al fallecimiento prematuro del arqueólogo, por
lo cual no le fue posible terminar con el análisis de los materiales hallados. Fig. 9 Necrópolis de San José. Uno de los entierros En el período siguiente, que dura casi veinte años, no hay otras investigaciones arqueológicas
encontrados durante las primeras excavaciones del
Proyecto Nasca, en 1982. (Foto: Giuseppe Orefici) sino algunos reconocimientos de superficie10. De todos modos, durante esta larga pausa,
En el año sucesivo a las excavaciones de Strong, la Universidad de California auspició un se publican diferentes estudios sobre la cultura Nasca, enfocados principalmente en los
Fig. 10 Necrópolis de San José. Tumba 4. Botella
proyecto que tenía objetivos pluritemáticos, bajo la dirección de John H. Rowe, que se globular polícroma con pico puente, que hacía parte aspectos que atañen a la cerámica o al análisis de los textiles, y poco en lo que fueron el
del ajuar funerario del entierro. (Foto: Giuseppe
realizó entre 1954 y 1955. Robinson dirigió la parte relativa a la investigación en el valle Orefici) proceso evolutivo y el sistema socioeconómico de los antiguos nasquenses (ver Kroeber, 1956;
de Nasca, analizando algunas áreas de los valles de Aja, Poroma, Tierras Blancas y Taruga Sawyer, 1961, 1979; Pezzia, 1962; Zuidema, 1972; Blasco y Ramos, 1980, 1986; Silverman,
(Robinson, 1957); Menzel y Riddell trabajaron en Tambo Viejo, en Acarí (1986); mientras 1977; Proulx, 1970, 1971; Dweyer, 1979).
que Dawson se encargó de elaborar una seriación cerámica más completa8. Robinson
identificó tres nuevos estilos tardíos: Nasca Epigonal, Carrizal y Poroma. En el mismo Sucesivamente hubo una concentración de las investigaciones en el valle alto de Ica: Sarah
período efectuó un reconocimiento de varios sitios para ubicar asentamientos de época Massey se dedicó a la búsqueda de asentamientos tempranos Paracas y Nasca (1983, 1988,
Nasca, sin lograr resultados y concluyendo que había una casi total ausencia de áreas de 1990, 1991). Anita Cook (1999) y Lisa DeLeonardis (1991) trabajan en el mismo contexto
tipo habitacional9. del valle superior del río Ica, siempre registrando asentamientos tempranos y estudiando la
dinámica de su desarrollo al interior de la región.

10 Más al norte, en Cañete, Pisco y Chincha, el Fulbright Program of Educational Exchange en 1957, 1958 y 1959, auspició
8 Dawson se dedicó a seriar el estilo Nasca en nueve fases, según un procedimiento metodológico ampliamente descrito en unas investigaciones en las cuales D. Menzel, J. H. Rowe, D. Wallace y L. Dawson adquirieron datos comparativos entre la
sus detalles (J.H. Rowe, 1959 a y b, 1960, 1961; Patterson, 1966; Proulx, 1968, 2006). cerámica Nasca y la de las áreas adyacentes (Wallace, 1959, 1971a y b; Rowe, 1963; Menzel, Rowe y Dawson, 1964; Menzel,
9 Esta observación de Robinson fue rectificada con estudios posteriores (Silverman 1987, 1993; Orefici 1987b, 1988, 1993; 1971). Carlos León Williams y Miguel Pazos Rivera realizaron un período de inspección del valle de Ica, elaborando un registro
Orefici y Drusini, 2003; Williams y Pazos, 1974). arqueológico preliminar de los asentamientos, todavía sin publicar.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

PROYECTO “NASCA 1984 - 88


NASCA - PUEBLO VIEJO 1985 - SECTOR X3
PLANTA GENERALCON LA UBICACION DE LOS
EXPERIMENTOS EXCAVADOS Y DE LAS ESTRUCTURAS
ARQUITECTONICAS

Fig. 1 Sector X3 de Pueblo Viejo. Reconstrucción 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10


m
hipotética de las viviendas tempranas ubicadas en
los terraplenes. (Dibujo Elvina Pieri)

Fig. 3 Pueblo Viejo, Sector X3. Plano del sistema de Desde 1982, la expedición del Centro Italiano Studi e Ricerche Archeologiche Precolombiane,
terrazas de la ocupación temprana del asentamiento.
(Dibujo: Elvina Pieri) denominada Proyecto Nasca y dirigida por el autor, realiza excavaciones en la necrópolis de
San José (Ingenio), (Fig. 9, 10) con el objetivo de elaborar una comparación entre la iconografía
de las principales formas expresivas de los Nasca: la cerámica, los geoglifos y el arte rupestre
en el área (Orefici, 1987a, 1992, 1993; Orefici y Drusini, 2003). En 1983 la Misión Italiana
siguió trabajando en Pueblo Viejo, en la margen derecha del río Nasca, cerca de los acueductos
de Ocongalla y Agua Santa. Durante esta campaña se hallaron importantes estructuras de
época transicional Paracas-Nasca y se definió la extensión del sitio, que demostraba haber
Fig. 2 Chocholtaja (Ica).Esquema de tipología constructiva sido ocupado sin interrupciones hasta el período colonial. (Fig. 1, 2, 3)
de época Paracas-Nasca. Las viviendas están agrupadas
sobre complejos de andenes. (Williams, 1980).
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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

Fig. 13 Pueblo Viejo. Sector X3. Recipiente globular


con representaciones ictiomorfas de la Fase 3 de la
secuencia cerámica. (Foto: Giuseppe Orefici)

Fig. 11 Pueblo Viejo, Sector X2-Estructuras


pertenecientes a la ocupación más tardía del
asentamiento, desde el Horizonte Medio Final hasta
la época Inca-Colonial. (Foto: Giuseppe Orefici)

Fig. 18 Pueblo Viejo. Sector X5 EXP2. Instrumento


agrícola de madera de guarango encontrada en las
estructuras Nasca 3. (Foto: Giuseppe Orefici)

En el mismo año Helaine Silverman, de la Universidad de Texas en Austin, condujo una atenta
prospección de los valles de Nasca preliminarmente a su trabajo en Cahuachi, donde realizó
excavaciones entre 1984-1985. La Misión Italiana planeó un primer proyecto quinquenal
(1983-1988) para estudiar con mayor detalle el sitio de Pueblo Viejo y, al mismo tiempo, hacer
excavaciones sistemáticas en Cahuachi y en Huayurí. (Fig. 13, 11, 24, 18) Luego el Proyecto
Nasca amplió su programación temporal con una segunda fase, hasta 1996, que incluía
investigaciones en los sitios de Pacheco, Quemado, Atarco, Usaka, Jumana y Santa Clara, Fig. 24 Cahuachi. SectorY2, Templo del Escalonado.
Vista del frontis Norte de la estructura de época
entre 1988 y 1989. La Misión Italiana continúa hasta ahora la investigación arqueológica y la Nasca Temprano, en que se puede apreciar el
friso con el motivo del doble escalonado. (Foto:
simultánea conservación del centro ceremonial de Cahuachi. Giuseppe Orefici)

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

En 1988 Silverman (1993) extendió su área de investigación realizando una prospección en el Kowta, 1987; Menzel y Riddell, 1986; Valdez, 1989, 1998). Patrick Carmichael ha realizado
valle de Ingenio y en la cuenca del río Grande, encontrando nuevos sitios de ocupación Nasca una prospección del área del litoral entre Acarí y la bahía de la Independencia.
y testimonios relativos al Horizonte Temprano. En el mismo año P. Carmichael (1992), de la
Calgary University de Alberta (Canadá), recorrió la faja costanera desde la hoya del río Ica a En la zona de Palpa, en 1996, comenzó un proyecto de investigaciones auspiciado por la
lo largo del litoral nasqueño y amplió su investigación en el litoral entre Acarí y la bahía de Fundación Suiza-Liechtenstein para Investigaciones Arqueológicas en el Exterior (FSLA),
la Independencia, con el objetivo de registrar los asentamientos marítimos Nasca Temprano. dirigido por Markus Reindel y Jhony Isla Cuadrado (Reindel e Isla, 2001, 2006), que
Otras importantes informaciones han venido de las prospecciones de David Browne en los continúa todavía. Se trata de un proyecto con una programación de largo plazo, que ha
valles de Palpa y Vizcas (Browne, 1992; Browne y Baraybar, 1988). dado a conocer la estructura social de los moradores del valle de Palpa en la época Nasca y
Fig. 15 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP46 T1. Tumba de
un niño que fue enterrado bajo una olla volcada y ha definido sus eventuales relaciones con la realización de algunos geoglifos. En el marco
que tenía como ofrenda un recipiente decorado
Silverman y el autor, con sus respectivos proyectos, aunque con objetivos diferentes, han con la figura mitológica del felino antropomorfizado
del proyecto se ha ampliado el estudio del valle, realizando preliminarmente un registro
logrado aclarar varios aspectos sobre la funcionalidad de estos sitios y la secuencia de llevando un ají en la mano. (Foto: Giuseppe Orefici) de los asentamientos y de los geoglifos con un control fotogramétrico. Se están estudiando
ocupación durante el Período Intermedio Temprano y parcialmente del Horizonte Temprano los geoglifos a través de nuevos procedimientos de datación para superficies de piedra y
(Orefici 1992, 1993; Orefici y Drusini 2003; Silverman 1987, 1993; Silverman y Proulx, 2002). utilizando estudios paleogenéticos para complementar datos sobre alimentación y carácter
Las ocupaciones más tardías de los valles de Nasca, especialmente de la vertiente andina, de los cultígenos.
han sido investigadas por Katharina Schreiber de la Universidad de California (Santa
Bárbara) desde 1986 hasta el presente. En Tambo Viejo, en los valles de Acarí y Yauca, F. Patrocinado por la Universidad de California-Santa Bárbara, Kevin Vaughn (1999) ha
Riddell continuó sus excavaciones en sitios Nasca hasta 1986-1987 (ver Carmichael, 1992; concluido su tesis doctoral trabajada en el Proyecto Nasca Temprano (entre 2002-2007) en
La Puntilla, sitio ubicado cerca de la confluencia del río Aja y Tierras Blancas, determinando
que se trató de un asentamiento Paracas-Nasca 1; en 2005, a continuación, el proyecto fue
llevado a cabo en los sitios La Puntilla 1 y El Trigal por investigadores de la Universitat
Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Almería, bajo la dirección del profesor Pedro
V. Castro Martínez y del licenciado Juan Carlos de la Torre Zevallos, del Departamento de
Prehistoria de la UAB, auspiciado por el Ministerio de Cultura, en el marco del programa
Proyectos Arqueológicos en el Exterior. El objetivo fue documentar los espacios sociales
de las comunidades locales y, por lo tanto, registrar las áreas de actividad detectadas en
conjuntos arqueológicos de génesis social (Castro-Martínez et al., 1999).

La Misión Arqueológica Italiana denominada Proyecto Nasca se aboca, ya desde 1982,


al estudio de la cultura Nasca, con el objetivo de recuperar la mayor cantidad de datos
posibles sobre su efectiva configuración social, política y económica. Está bajo el patrocinio
y coordinación del CISRAP (Centro Italiano Studi e Ricerche Archeologiche Precolombiane,
Fig. 14 Cahuachi. Vista aérea de la Gran Pirámide Brescia-Italia) e incluido en el protocolo de cooperación cultural entre Italia y Perú. En una
antes de las intervenciones conservativas del Proyecto
Nasca. (Foto: Giuseppe Orefici) primera fase (1982), el proyecto se propuso determinar la relación entre los principales

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

Fig. 16 Pueblo Viejo, Sector X5 EXP2 Q5 T9. Fardo


funerario de un niño envuelto en textiles de color y
con un mate (Lagenaria sp.) colocado en forma de
falsa cabeza. Se trata de un entierro perteneciente al
Horizonte Medio, momento en cual las estructuras
Nasca Temprano fueron utilizadas como cementerio.
(Foto: Giuseppe Orefici)

Fig. 19 Huayurí. Estatuilla antropomorfa de barro


(cuchimilco) del Período Intermedio Tardío,
encontrada en las estructuras quemadas del Sector
X2-V2 (Foto: Giuseppe Orefici).

Fig. 21 Pueblo Viejo Sector X4-Unidad 1. Fragmento


de kero de madera perteneciente a la ocupación Inca
del asentamiento. (Foto: Giuseppe Orefici) Fig. 17 Pueblo Viejo. Plato del Horizonte Medio,
colocado como ofrenda en una tumba de la ocupación
Huari de Pueblo Viejo. (Foto: Giuseppe Orefici)
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Fig. 04 – 5 – 6 Pueblo Viejo. Fragmentos de


cerámica Nasca Temprano encontrados en las
estructuras. (Dibujo: Gianni Rastelli)

Fig. 20 Collar del Horizonte Medio confeccionado sitios habitacionales con el gran centro ceremonial de Cahuachi y los geoglifos de la pampa,
con 5 valvas de Spondylus alisadas, colgantes de una
base de cabellos enrollados, tejidos y anudados. (Foto: incluyendo el catastro y levantamiento de las principales estaciones de arte rupestre de
Giuseppe Orefici) los valles secundarios. Hasta 1985 las excavaciones se realizaron, aparte del primer año en
Fig. 22 PuebloViejo Sector X4-Unidad 1. Porras de bronce San José (valle del río Ingenio), en Pueblo Viejo y Cahuachi (valle de Nasca) y en Huayurí
pertenecientes a la ocupación Inca del asentamiento.
Tienen forma de estrella de seis puntas. (Foto: Giuseppe (Fig. 14, 15, 16, 17, 19, 20, 21, 22) (valle de Santa Cruz, provincia de Palpa). Paralelamente se
Orefici)
levantaron los grabados rupestres de Chichitara, San Marcos, Pongo Grande, Las Trancas y
Fig. 23 Pueblo Viejo Sector X4-Unidad 1. Conopa las micropinturas de Huayhua (ver Orefici, 1993; Orefici y Drusini, 2003).
lítica bicroma, de color blanco y negro. Representa a
una llama votiva con orificio dorsal y rostro grabado.
Pertenece a la ocupación Inca del asentamiento. (Foto:
Giuseppe Orefici) Desde 1986 hasta 1988 las investigaciones se concentraron en Pueblo Viejo y Cahuachi,
realizando simultáneamente importantes obras de conservación y puesta en valor de los sitios;
en esta fase la investigación asumió un carácter netamente pluridisciplinario, integrando al
personal científico de la misión con numerosos especialistas italianos y de otros países. Se
firmaron convenios con diversas universidades e instituciones para lograr un intercambio
de experiencias profesionales en varias disciplinas. En consecuencia fue posible analizar los
sitios y los materiales en su contexto inmediato y preliminarmente ya en el laboratorio de
campo, (Fig.4, 5, 6, 7, 8) tanto desde el punto de vista arqueológico de la cultura material
como del examen de sus aspectos arquitectónico, botánico, antropológico-físico, geológico,
arqueoastronómico, arqueozoológico, etc. En el curso de las excavaciones en Cahuachi hubo
hallazgos que pueden ser considerados inigualables por sus características. Entre ellos (en
1987) un templo con su fachada norte decorada con un friso geométrico con doble escalonado,
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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo II La investigación arqueológica en el área de Nasca

En 1994, en colaboración con la Dirección de Patrimonio Monumental de la Región Ica, la


Presidencia Regional de Industria y Turismo y la Dirección Ejecutiva de la Presidencia de la
República en Nasca, se delimitó toda el área arqueológica con hitos de señalización, para
protegerla de la invasión por parte de construcciones abusivas y usos impropios de carácter
privado. Entre 1994 y 1995 en el sector Y13 fue hallada una ofrenda-sacrificio de 27 antaras
de gran tamaño, rotas expresamente luego de un terremoto y fuertes precipitaciones. Los
instrumentos fueron reconstruidos en gran parte y ahora forman una colección fundamental
para interpretar el significado de la música entre los Nasca.

Desde 1997 hasta 2002-2003, las excavaciones fueron efectuadas simultáneamente en


Cahuachi y hacia el oeste, en Estaquería, que resultó ser el más importante centro ceremonial
Nasca después del abandono de la antigua capital teocrática. Sin embargo, su ocupación
Fig. 7 – 8 Cahuachi, SectorY1 EXP50 Q1. Recipientes de por el momento el único en la región; además, (Fig. 23) fue hallado un contexto ceremonial
cerámica del tipo patrón bruñido de la Fase Nasca “0” resultó ser coeva a Cahuachi, si bien nunca dejó de funcionar y desarrollarse hasta que fue
encontrados en asociación con estructuras de quincha perteneciente al Período Precerámico Medio (ver capítulos I, V y XIX), anterior al momento
y muros en adobe cónico. (Dibujo: Dolores Venturi)
asimilada por la llegada de la cultura Wari. En 1998, durante la excavación del conjunto Y16
en que fueron edificados los templos.
de Cahuachi, se registró el hallazgo de uno de los más importantes depósitos de textiles del
Período Intermedio Temprano, entre los cuales numerosos vestidos ceremoniales completos,
Desde 1989, después de una campaña de prospección a lo largo de todo el valle, en ambas
cuyo estudio sigue todavía por parte del autor y de las especialistas Mary Frame y María
riberas del río Grande de Nasca y en las quebradas de Atarco y Usaka (Orefici, 1993; Orefici
Bastiand, que se ocuparon de la limpieza, conservación y registro de cada pieza textil en los
y Drusini, 2003), el proyecto enfocó todos sus objetivos a las investigaciones en Cahuachi,
laboratorios del Centro de Estudios en la ciudad de Nasca.
con el fin de analizar más profundamente la función, utilización y correlación entre sí de las
distintas áreas templares y recuperar, donde fuera posible, el trazado urbanístico original.
Desde el 2002 se dio inicio a una nueva fase del proyecto, con la programación de excavaciones
Además, el hallazgo en 1991 de material asociado con estructuras arquitectónicas mucho
arqueológicas conducidas paralelamente a la conservación arquitectónica de los muros de
más antiguas (1700 a.C., ver capítulo V), relacionadas con el contexto constructivo de época
los edificios. Esta etapa operativa se benefició del auspicio y apoyo económico parcial del
Paracas-Nasca (400 a.C.- 550 d.C.), abrió nuevas perspectivas sobre la continuidad de
Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia. El área en que se intervino preliminarmente fue
ocupación del sitio y la importancia que pudo desempeñar como lugar de culto milenario.
la del frontis norte de la Gran Pirámide y las estructuras al frente, donde fueron reveladas
En el mismo año se encontró un sacrificio colectivo de 64 camélidos en un solo recinto (ver
unas grandes plazas y patios ceremoniales, que no se conocían anteriormente. A partir del
capítulo XII).
2005 se ha incluido también en el programa de puesta en valor el edificio denominado
Templo del Escalonado, ampliando el área de excavación para determinar su forma de
En Cahuachi el proyecto ha excavado un total de 160 áreas (EXP), ubicadas en 23 diferentes
relacionarse con la Gran Pirámide y los templos adyacentes. (Fig 25) En los últimos años,
conjuntos templares (Y), determinando la existencia de cinco fases arquitectónicas y algunas
incluido el 2009, se ha encontrado otra estructura que fue denominada Pirámide Naranja y
subfases, además de una secuencia estratigráfica controlada por más de 80 dataciones
de la cual salieron hallazgos muy importantes asociados con entierros o, en algunos casos,
radiocarbónicas.
colocados como ofrendas. Es el caso de la Tumba 3, en cuyo interior se encontró un conjunto

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca

Fig. 25 Cahuachi. Puesta en valor de las estructuras de


con una cantidad enorme de ofrendas de importancia extraordinaria, constituidas por mates miniatura y cabezas cortadas de pequeñas rapaces, tratadas como si fueran cabezas-trofeo.
la Gran Pirámide y de los conjuntos relacionados con
ella en el área al Norte. (Foto: Giuseppe Orefici). grabados y pintados con colores resinosos brillantes, tejidos, cestos, recipientes de cerámica y El personaje lucía el rostro decorado con pinturas, estaba envuelto en un tejido pintado con
un cráneo. Todos los materiales se encontraron en grupos superpuestos, formando casi unas orcas y bordado con aplicaciones tridimensionales, tenía una nariguera de oro recubierta
secciones o unidades separadas simbólicamente entre ellas (ver capítulos XXII y XXIII). de plata y varios collares de dimensión variable hechos con Spondylus tallado o piedras
semipreciosas, numerosas pulseras con cuentas de oro y crisocola, así como aretes en piedra
Uno de los más importantes hallazgos de los últimos años es un entierro encontrado al pulida (ver la descripción en el capítulo XXIV).
suroeste del Templo del Escalonado, durante la última campaña en 2009. Se trata de una
tumba donde fue enterrada una persona de rango, una“niña sacerdotisa”(8-10 años), todavía
en fase de análisis por el antropólogo físico Andrea Drusini de la Universidad de Padua.
Su ajuar funerario contenía gran cantidad de ofrendas, entre las cuales varias cerámicas en

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

Capitulo III

La cultura Paracas

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

La cultura Paracas

Origen y rasgos culturales

La expresión cultural que en la literatura arqueológica de la Costa Sur se conoce como Paracas
fue denominada así porque el investigador peruano Julio C. Tello identificó los primeros
rasgos estilísticos que la caracterizaban en un conjunto de hallazgos que encontró al sur de
Pisco, en la península homónima, durante sus excavaciones efectuadas entre 1925 y 19281. Su
principal objetivo era encontrar el origen de unos textiles bordados y de algunas cerámicas que
le habían llamado la atención, después de haber visto estos materiales en unas colecciones
privadas en Lima. Durante esta temporada de investigaciones, que realizó juntamente con
Toribio Mejía Xesspe, le fue posible localizar el área arqueológica de Cerro Colorado o Wari
Kayán y varios sitios arqueológicos, en su mayoría necrópolis y asentamientos, entre los
cuales Arena Blanca, también conocida como Cabeza Larga. En el curso de las excavaciones,
sustentado en la naturaleza de los hallazgos, la tipología de las tumbas y de las estructuras
arquitectónicas, Tello planteó la existencia de una nueva y compleja entidad cultural, que
denominó Paracas, intentando establecer una secuencia cronológica de su desarrollo (Tello
1928, 1959; Tello y Mejía Xesspe, 1979).

Sobre la base de sus observaciones, Tello organizó el registro de las informaciones procedentes
de la tipología de los hallazgos separándolo en dos distintos componentes culturales, que
denominó Paracas Cavernas y Paracas Necrópolis. En el caso de Paracas Cavernas, los rasgos
distintivos eran el uso de un tipo de cerámica con decoración incisa y aplicación de pintura
resinosa post-cocción, y de otros tipos de recipientes ornados con pintura “en negativo”,

1 A fines de julio de 1925, Tello junto con el arqueólogo norteamericano Samuel K. Lothrop y su esposa, exploraron los valles
de Chincha y Pisco. Descubrieron las Necrópolis de Cerro Colorado y Cabeza Larga en la península de Paracas, pertenecientes
a dos períodos distintos (Mejía, 1967: xvii; Tello y Mejía, 1967: 140). Las investigaciones en Paracas permitieron establecer las
relaciones entre las culturas del centro andino: costa, sierra y montaña (Carrión, 1948: 13-14), y fueron dadas a conocer inicial-
mente a través de los diarios capitalinos entre febrero y junio de 1926 (Espejo, 1948: 15). Entre los años 1925 y 1926, Tello habría
encargado a Mejía Xesspe la exploración de Parinacochas, Andahuaylas, La Unión, Condesuyos, Castilla y Arequipa (Valcárcel,
1966: 88), con la finalidad de aclarar dichas relaciones (ver también Tello,1959).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

Fig. 1 Cahuachi, SectorY12 EXP47 Q3. Botella a doble colectiva secundaria relacionada con un grupo elitario de la región (Massey, 1990; Paul, 1991;
pico con asa a puente con decoraciones en negativo. Lumbreras, 1999).
Paracas Tardío. (Foto: Giuseppe Orefici).

La secuencia cronológica adoptada tiene un valor indicativo, que Tello aplicó a un contexto
específico y limitado territorialmente. En efecto, sobre la base de investigaciones sucesivas
en el área, resultó que él había encontrado solo la expresión más tardía de Paracas, como se
comprobó estudiando la secuencia estilística de Ocucaje en Ica (Menzel et al., 1964). Otra
cosa que cabe señalar es la intuición de Tello al observar ciertas analogías a nivel iconográfico
entre el estilo Cavernas y el estilo Chavín (Kroeber, 1944, 1953; Tello, 1959; Rowe, 1967).

La detallada descripción que Tello hizo respecto al aspecto físico de los individuos de Paracas
Cavernas nos ha otorgado informaciones importantes sobre las prácticas de deformación
cefálica entre los antiguos moradores de la costa sur. Tello (1959) observó que la deformación
craneal Cavernas era de tipo cuneiforme, obtenida con instrumentos especiales aplicados
cuando un infante no tenía todavía los huesos del cráneo soldados y que aplastaban la cabeza
Fig. 2 Detalle de la decoración de un manto bordado
representando a un personaje con cetro ceremonial dándole una forma alargada hacia atrás. Otra información importante fue la concerniente a
y penacho emplumado. Transición Paracas-Nasca
(dibujo: Dolores Venturi; cfr. Lavalle, 1986:58-59).
cráneos trepanados (aproximadamente un 40%), que probablemente se relacionaban con una
práctica de curación de traumas o lesiones ocasionados por fracturas. En muchos casos había
signos de que el hueso se había regenerado y que el tratamiento funcionaba (Tello, 1929: 144).
(Fig. 1) encontrados en tumbas muy profundas, junto a textiles de lana o algodón decorados Refiriéndose a Necrópolis, Tello afirmó que la modalidad de deformación era diferente respecto
con motivos geométricos muy estilizados, mates pirograbados, varios ornamentos de de la de Cavernas, con forma alargada casi cilíndrica, del tipo suyto-uma, y que no había huellas
concha, oro, además de cestos, alimentos y utensilios. Las tumbas Cavernas eran cámaras de trepanación en ninguno de los cráneos (Tello, 1959: 59).
semisubterráneas en forma de botella, con sepulturas colectivas de hombres, mujeres (con un
predominio de presencia femenina) y niños de ambos sexos. Paracas Necrópolis, en cambio, Según lo que propuso Tello, existía una continuidad cronológica y cultural al interior de la
se caracterizaba por un tipo de cerámica engobada y monocroma, a menudo modelada en cultura Paracas y de acuerdo a sus convencimientos había una forma de unidad expresiva
forma de calabaza; pero su mayor carácter distintivo eran los elaborados textiles bordados. en todo el territorio de la Costa Sur donde trabajó. Sin embargo, para comprender la
evolución Paracas y luego la de Nasca, es categórico analizar el desarrollo cultural que, en
Entre 1927 y 1929, en la zona septentrional del Cerro Colorado se encontró una enorme tiempos diferentes, se produjo en toda el área comprendida entre Cañete y Acarí. Además,
tumba colectiva que contenía 429 fardos funerarios, entre los cuales algunos fueron es necesario que el estudio de cada fase cultural incluya la totalidad de los testimonios
preparados según un sistema más elaborado, envolviéndolos con un número mayor de arqueológicos que nos han llegado y no solo los productos cerámicos y la textilería. Entre
tejidos, como en un caso en que se contaron más de cien mantos bordados. (Fig. 2) Los ellos, uno de los indicadores más importantes que pueden contribuir a la determinación de
individuos fueron puestos en el interior de recintos, según un modelo en el cual los fardos secuencias cronológicas y de las influencias procedentes de otro territorio es la arquitectura,
más pequeños se ubicaron sobre los más grandes, sugiriendo que se trataba de una sepultura cuyo desarrollo en la costa meridional es hasta ahora poco conocido (Massey, 1990,1991;

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

Orefici, 1993a; Orefici y Drusini, 2003; Engel, 1991; Silverman, 1991, 1994, 1996; Canziani,
1992; Cook, 1999).
a)
Tradiciones culturales paralelas, relación e influencia con culturas limítrofes

Fue necesario llegar a los años sesenta para poder tener una mejor definición de la
cronotipología sobre la cual basarse para entender las variantes culturales en los valles del b)
sur a nivel local. Menzel, Dawson y Rowe (1964), analizando los datos procedentes de las
excavaciones de Wallace en 1957-1958, junto a la observación de los materiales procedentes
de recolecciones de superficie y de colecciones particulares, elaboraron una seriación en 10
fases. También se apoyaron en sus trabajos de investigación en Ocucaje y Tajahuana (valle
de Ica) y en Cerrillos (valle de Pisco), contando con el aporte de fechados radiocarbónicos c)
procedentes de algunos contextos. En la secuencia que derivó de sus elaboraciones (convertida
en lo que se denomina “secuencia maestra”), se observa claramente cómo la relación con
Paracas se limita a las fases 7, 8, 9 y 10; entre estas, las dos primeras (7 y 8) corresponderían
a Paracas Cavernas, con claras influencias chavinoides, mientras las dos últimas (9 y 10) CAH 94 Y12 EXP 51 - Q2 - CAPA C - RELLENO 2 cm
0 5
podrían ser asociadas con Paracas Necrópolis y, muy probablemente, en lo que concierne al
área de nuestro interés, con Nasca 1. Fig. 3 Cahuachi, Sector Y1 EXP50 Q3. Plato modelado Paul, 1991) se ha reajustado, en particular modo por lo que se refiere a las fases tempranas. Por
de color negro del tipo patrón bruñido, Fase Nasca
En la última década, con el incremento de la investigación arqueológica en diversos 0, con decoraciones geométricas en su interior (Foto: falta de datos basados en evidencias claras, no se consideró más la existencia de las dos primeras
asentamientos de los valles de la costa sur, se ha intentado tratar el asunto que se refiere al Giuseppe Orefici).
fases 1 y 2, aceptando que la que se considera como cultura Paracas comenzaba con Ocucaje 3
mecanismo de difusión de estos elementos estilísticos en áreas tan diferentes. Según estudios Fig. 4 Cahuachi, Sector Y12 EXP51 Q1: a) Fragmentos y tenía todavía una clara influencia Chavín a nivel estilístico. Por las mismas razones las fases 4
cerámicos del tipo patrón bruñido de la Fase Nasca
anteriores (Lanning, 1960; Menzel, 1971; Wallace, 1986), la explicación de la difusión de “0”; b y c) fragmentos de cerámica natural incisa y y 5 también fueron dejadas a lado, en espera de tener mayores y más precisas informaciones
con aplicaciones. Transición Paracas-Nasca. (Dibujo:
materiales “Paracas” a lo largo del territorio sería imputable a la existencia de dos tradiciones Dolores Venturi) (Massey, 1991; Silverman, 1991, 1994; García y Pinilla, 1995; DeLeonardis, 1997; Cook, 1999;
cerámicas distintas: la primera, que tuvo su desarrollo en Cañete, Pisco y Chincha, denominada Velarde, 1999). Por ende, las fases que más podrían vincularse con un fenómeno de difusión
Topará, caracterizada por su tendencia a la monocromía; la segunda, mayormente difundida hacia el sur serían en algunos casos la 6 y la 7 (DeLeonardis, 1997), mientras las mayormente
entre los valles de Ica y Nasca, que presenta una resolución decorativa esencialmente documentadas en todo el valle del río Grande de Nasca son la 8, la 9 y la 10 (Orefici y Drusini,
polícroma. Es necesario remarcar cómo esta subdivisión estilístico-territorial no considera 2003; Silverman, 1991; Isla et al., 2003; De la Torre y Van Gijseghem, 2005). (Fig. 3, 4)
el problema que emerge observando ambos elementos tipológicos e iconográficos en todos
los valles y, especialmente, por los textiles de indudable tradición Nasca, encontrados en Uno de los mayores problemas relacionados con las diferencias regionales que se han manifestado
contextos arqueológicos muy distantes entre sí. a lo largo del tiempo en la Costa Sur, y especialmente en el área bajo la influencia cultural Nasca,
es poder aclarar los momentos en que hubo fenómenos de separación, unión o paralelismo entre
En la actualidad, la seriación de Ica (Menzel et al., 1964), gracias a nuevos datos basados en contextos sus diferentes expresiones. Desde finales de los años ochenta se desarrollaron varios estudios
estratigráficos confiables y a la mayor cantidad de dataciones radiocarbónicas (DeLeonardis, 1991; dirigidos a definir mejor esta problemática en el territorio que abarca los valles de Pisco, Chincha,

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

HOYO 2

a)

b)
HOYO 3

c)
cm
0 5

CAH 94 Y12 EXP 51 - Q1 - CAPA C - NIV.5 - 7 - BAJO DEL P.C.H.


cm
0 5

CAH 94 Y12 EXP 51 - Q1 - CAPA C - P.C.H.

Ica y Nasca (Massey, 1990; Peters, 1988; Wallace, 1986; Silverman, 1993; Orefici y Drusini,
2003). Gracias a ellos tenemos abundantes evidencias de materiales tempranos, anteriormente
clasificados como“Paracas”, con todas las características que actualmente se atribuyen a Ocucaje
8-9-10 y que demuestran cómo hubo una circulación interregional de ellos, debida a causas que
todavía se desconocen. Uno de los objetivos que se prefijan actualmente los investigadores en el
área de la cuenca del río Grande es el de una mejor definición cronológica de la transición entre
Horizonte Temprano y Período Intermedio Temprano.

Según lo mencionado anteriormente respecto a la existencia de tradiciones que se ubicaban


en territorios distintos (al norte Topará y al sur la modalidad con policromía), es notorio
que la cerámica Nasca se caracteriza en su primera fase por un decorado polícromo, rico
Fig. 5 Cahuachi, Sector Y12 EXP51 Q1: a) fragmento en campos cromáticos definidos entre espacios incisos o separados del fondo por medio
de cerámica natural incisa b) cerámica del tipo patrón
bruñido de la Fase Nasca“0”; c) cerámica decorada en de contornos. Asimismo, el repertorio iconográfico de la cerámica de las últimas fases
negativo. Transición Paracas-Nasca. (Dibujo: Dolores
Venturi) Ocucaje se asocia plenamente con lo que era el mundo religioso y cultural de Nasca. Entre
Fig. 9 Cahuachi, Sector Y12 EXP51 Q1. Fragmentos las afinidades a nivel iconográfico, se aprecian la figura del felino en su representación pre-
de cerámica Paracas. (Dibujo: Dolores Venturi).
antropomorfa, las deidades o los númenes con atributos ofidiomorfos y ornitomorfos, junto
Fig. 12 Cahuachi, Fragmento de cerámica decorada a la simbología geométrica, entre la que destaca el motivo escalonado, indican claramente
en negativo. Transición Paracas-Nasca.
(Foto: Giuseppe Orefici) que hubo y se mantuvo una eficaz relación entre la emblemática Paracas y la de Nasca.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

CAH Y12 EXP 8 - Q2 - CAPA C cm


0 5

Fig. 7 Cahuachi. Sector Y2 EXP8 Q2. Fragmentos Todas estas características formales permanecieron similares, si bien en Nasca se alcanzaron
cerámicos del tipo patrón bruñido de la Fase Nasca
“0”. Transición Paracas-Nasca. (Dibujo: Dolores sucesivamente mayores variantes expresivas y formales y una innovación tecnológica en el
Venturi)
campo decorativo, siendo la más distintiva la pintura pre-cocción.

En las excavaciones conducidas por el Proyecto Nasca en el centro ceremonial de Cahuachi


y otros asentamientos del valle, siempre se ha registrado la presencia constante de tiestos
cerámicos Ocucaje 8-10 y Nasca 1 asociados con las estructuras, sugiriendo una directa
continuidad en la evolución cultural del área. (Fig. 5 a, b, c, 9, 12) Otros estudios recientes
en el sitio La Puntilla (Van Gijseghem, 2004) han señalado la misma coexistencia de estos
materiales2, que ha sido explicada tentativamente planteando la convivencia de grupos
diversos: uno local (Montana) y otro foráneo de “emigrantes Paracas”.

Aunque sea necesario tener más evidencias respecto a una hipótesis como la de Van
Gijseghem, esto no excluye que en determinadas ocasiones o eventos grupos distintos
Fig. 6 Cahuachi, Sector Y8 EXP33 Q24-Hallazgo 5 -
pudieran haber convivido temporalmente. A este propósito es interesante señalar una Botella de cuerpo lenticular, gollete evertido, con asas
laterales aplicadas. Presenta decoración de motivos
circulares dobles en blanco sobre engobe. Período
Paracas Tardío. (Foto: Giuseppe Orefici)
2 Según una subdivisión de fases basada en la secuencia de Menzel et al. y aplicada a la cerámica de superficie recolectada por
ella, Katharina Schreiber (1998) ha propuesto como referentes los sitios de La Puntilla y Montana, asociando el período Puntilla a
la fase Ocucaje 8 y el período Montana a cerámica de las fases Ocucaje 10-Nasca 1.

76 77
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

Estos materiales, incluidos fragmentos con decoración negativa, otros con técnica en falso
negativo y también un tipo de cerámica natural sin engobe, con incisiones geométricas y
aplicaciones4, difícilmente se pueden insertar en una precisa estratigrafía cultural, puesto que
en su mayoría se observan en los rellenos artificiales. Se trata, sin duda alguna, del testimonio
de la tradición Paracas en el área, probablemente anterior a la expresión Necrópolis, pero hay
todavía que aclarar cuál fue y si existió una red de circulación y distribución de los productos
alfareros, lo cual implicaría también ubicar los centros de producción fuera de Cahuachi y
determinar sus características distintivas.

Las excavaciones en Cahuachi, aparte de la posibilidad de obtener continuas informaciones


sobre la arquitectura, el uso del espacio y la naturaleza de las ceremonias que allí se celebraban,
ofrecen la oportunidad, que en otros sitios es difícil encontrar, de reunir en sus estructuras
los testimonios del aporte continuo de materiales heterogéneos llevados por la gente que
llegaba en peregrinaje. Esto permite tener, en un solo lugar, la visión global de todo lo que
hacía parte del sistema productivo del territorio. (Fig. 6, 8, 10, 11)

Fig. 8 a) Cahuachi, Gran Pirámide, EXP33-T3Q25. peculiaridad que fue registrada en uno de los sectores de Cahuachi, el Y14, donde la mayoría
Botella de doble pico con asa a puente, decorada
Hay muy pocas informaciones sobre la arquitectura ceremonial o habitacional Paracas, menos
de la cerámica hallada no pertenecía al estilo Nasca temprano presente en todo el centro
post-cocción con serpientes bicéfalas. Paracas todavía sobre la de carácter monumental; pero hay similitudes estructurales y tecnológicas con
Tardío. ceremonial, mas era representada principalmente por tiestos Ocucaje 8-10. Debido a esta
b) Cahuachi, Sector Y12 EXP51 Q2. Pequeña olla los sistemas constructivos de Nasca (Canziani, 1992; Massey, 1983, 1990). Una matriz común
con asas laterales. Presenta un listón decorativo en evidencia, se planteó la existencia de un grupo no local, que residió en este sector durante
zig zag aplicado e inciso. Transición Paracas-Nasca. está representada por la utilización del adobe cónico, los sistemas de relleno de las plataformas
(Foto: Giuseppe Orefici). algún momento relacionado con las remodelaciones de los templos. Sin embargo, en todos
escalonadas con vegetales doblados y amarrados en el punto de conjunción de sus extremidades,
los sectores analizados en Cahuachi siempre aparecieron materiales tempranos, entre ellos un
Fig. 10 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8- y la tipología de los espacios interiores, aunque falten todavía elementos comparativos
EXP133,Tumba 1, Botella de doble gollete y asa puente gran porcentaje de fragmentos y ejemplares íntegros de un tipo de cerámica identificado por
faltante, con forma de cucurbitácea (Lagenaria sp.). suficientemente confiables. En el valle de Nasca, sin embargo, se alcanzó un sistema de edificación
Tiene decoración con motivos circulares en el cuerpo Strong (1957: Lám. 9) como Cahuachi stylus decored, y considerado por él como perteneciente
y diseños de franjas en la parte superior. Paracas muy desarrollado, gracias a la experiencia continuativa lograda en un mismo sitio monumental
Tardío (estilo Topará). (Foto: Giuseppe Orefici). a una fase transicional Paracas-Nasca propia de Cahuachi3. (Fig. 7)
(Cahuachi) y a la introducción sucesiva de otros elementos constructivos, como el adobe paniforme,
molariforme y paniforme alargado, siempre fabricado a mano. Los especialistas que se dedicaban
Muy a menudo este material coexiste con los de las primeras tres fases de Nasca (Orefici,
a planear las edificaciones de los templos, las etapas de su remodelación, la organización en la
1993b). Es posible plantear que este tipo de cerámica sea un elemento común, en toda la
fabricación de los adobes, la obtención de las materias primas y la coordinación de los trabajos
fase transicional, tanto por su tipología y manufactura como por su contenido iconográfico.
fueron el modelo para los que debieron construir en otros sitios. De todas maneras, aunque
Se registra no solo en Cahuachi sino también en Ica y en los sitios con mayor evidencia del
tengamos los testimonios de otros centros o tal vez de construcciones de carácter religioso o
proceso evolutivo Paracas.
público en la cuenca del río Grande, estos nunca tuvieron ni el tamaño ni la duración a nivel
temporal que tuvo Cahuachi.
3 Ver también la denominada por Menzel, Rowe y Dawson como Fase Ocucaje 10 (1964: 344: Lám. 26), muy similar a lo que
Menzel (1971: 49, Fig. 4C) clasifica como Paracas T3, Paracas T4 (ibíd: Fig. 6D) o Nasca 1 (ibíd: Fig. 7C). 4 Se trata de la cerámica que Silverman denominó Tajo (1991, 1994).

78 79
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo III La cultura Paracas

Capitulo IV

La cultura Nasca

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca

La cultura Nasca

Área de desarrollo: surgimiento de los principales centros administrativos


y religiosos

La historia del antiguo Perú nos demuestra que el hombre andino, aun antes del proceso
de sedentarización y de la utilización de la cerámica, adoptó las estrategias necesarias
para adaptarse a los diferentes ecosistemas que caracterizaban al territorio. La precoz
domesticación de las plantas comestibles y de los camélidos, junto al enorme potencial de
recursos ofrecido por el océano, lo llevaron paulatinamente a permanecer en los lugares
capaces de abastecerle los medios de subsistencia.

Para poder comprender cómo se desarrollaron las principales culturas conocidas y, por lo que
nos interesa en este volumen, la cultura Nasca, es necesario explicar, aunque de una forma
sintética, los antecedentes que determinaron los rasgos característicos de cada sociedad.

Las evidencias arqueológicas testimonian la presencia de los primeros asentamientos en


la costa alrededor del 6000 a.C., bajo la forma de campamentos formados por un número
variable de 6-10 viviendas, agrupadas en círculo y capaces de albergar a unas 30-50
personas, proceso que hemos explicado anteriormente (ver capítulo I, 1.2). En el curso del
tercer milenio a.C., correspondiente al Período Precerámico Tardío, se observa un rápido
desarrollo evolutivo, debido a causas de varia naturaleza, que coincide con un marcado
incremento demográfico, una mayor especialización en la producción de alimentos y el
perfeccionamiento de las principales técnicas agrícolas, acompañadas de la explotación de
los recursos hídricos existentes. Esta fase, según modalidades y tiempos distintos, llevó a una
incipiente jerarquización social y a la imposición de normas comunes que involucraron a las
comunidades en la edificación de los primeros conjuntos arquitectónicos de naturaleza no
habitacional, destinados a las actividades colectivas.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

En todo el territorio peruano se desarrollaron nuevos patrones de asentamiento y una a una organización sociopolítica en la que sobresalía la importancia de las obras públicas
concepción de la arquitectura que reflejaba la complejidad de los procesos culturales que se realizadas gracias a un trabajo colectivo. Todas estas experiencias confluyeron, por una serie
estaban produciendo. El intercambio de experiencias aceleró esta transformación y favoreció de razones difícilmente explicables, en Chavín de Huántar, en la región de Áncash, donde
la difusión de este fenómeno, dando lugar a verdaderas y propias tradiciones locales y a la surgió un centro de gran prestigio, cuya influencia ideológica y carismática se difundió en
propagación de un patrón arquitectónico a gran escala. Predominó una forma de urbanismo casi todo el territorio peruano, determinando un proceso de integración cultural y cultual
con una neta separación entre los espacios públicos y cultuales respecto de los residenciales. muy amplio en un período comprendido entre el 1500 y 200 a.C. y sobre el cual existe una
Desde el 3000 a.C., en los Andes orientales y centro-septentrionales se difundió una tradición exhaustiva bibliografía.
caracterizada por estructuras ceremoniales en forma de recinto, con paredes decoradas con
nichos, frisos y altorrelieves. Entre las más conocidas tenemos Kotosh y la Galgada. En esta fase de profundas transformaciones, la costa meridional parece tener un camino
evolutivo independiente respecto del centro y del norte del Perú. En lo que se refiere al
En las fases finales del Precerámico, en numerosos sitios de la costa se desarrolló una Período Inicial, las evidencias arquitectónicas son muy raras y carecen de la monumentalidad
arquitectura ceremonial con estructuras escalonadas, plataformas en secuencia vertical, que caracterizó a los grandes conjuntos ceremoniales de otras regiones. Los únicos sitios que
plazas hundidas, rampas y sistemas de escaleras contrapuestas en forma simétrica. Ocurrieron podrían colocarse al interior de este proceso y constituir un ejemplo son Acha, en Acarí, y
complejos cambios que reflejaban una creciente especialización, tanto en lo que se refiere a Otuna, cerca de Paracas. Se puede decir que solo con la consolidación de la tradición Paracas
la producción alimentaria como a la organización social. Se adquirió el total dominio de las en el Horizonte Antiguo se determinó un efectivo proceso de urbanización, como está
técnicas constructivas e hidráulicas, lo cual atestigua la completa adaptación del hombre al testimoniado por los restos arqueológicos en los valles de Pisco, Cañete, Chincha, Ica, Palpa
medio ambiente y la forma de controlarlo. Los ejemplos de mayor importancia se encuentran y Nasca (ver capítulos I y III); con el nacimiento de las autonomías regionales se crearon los
en los centros de El Paraíso, Las Haldas, Las Salinas de Chao, Garagay y La Florida. En el presupuestos necesarios para una renovación total de la organización sociopolítica.
valle de Supe fue hegemónica la ciudad de Caral, considerada como un modelo de estado
primigenio andino (Shady y Leiva, 2003). La orientación de los conjuntos arquitectónicos, Durante el Período Intermedio Temprano, en toda la costa peruana hubo una evolución
con una planta característica en forma de “U”, estaba concebida según precisos ejes de político-económica caracterizada por un marcado regionalismo, que tuvo su mayor
simetría. Con la introducción de la cerámica (alrededor del 1800 a.C.) todas estas tradiciones expresión cultural al sur en el área de Nasca y al norte en los valles de Moche y Chicama.
se reforzaron y surgieron otros importantes centros como Garagay, Cardal y La Florida. Todas las poblaciones costeras, en un lapso temporal no muy largo, que coincidió con el
final de la influencia ideológica de Chavín y la consolidación de las experiencias adquiridas
Emergió una estructura social en la cual predominaba el control de las diferentes actividades en los siglos anteriores, se organizaron según nuevos modelos socioeconómicos, con el
económicas sobre la base de una rígida subdivisión del trabajo, paralelamente a la aparición relativo incremento de centros regionales autónomos. Simultáneamente, otras importantes
de verdaderas formas de especialización en todos los campos. Sin excluir la existencia de sociedades ejercieron su dominio en diferentes ecosistemas del Perú, entre ellas las de Lima
alguna forma de gobierno regional o local es más probable que la autoridad haya sido regida en la costa central, Cajamarca y Recuay en la sierra septentrional, y Pukará en los altiplanos
por sistemas hegemónicos de carácter teocrático, más aptos para cohesionar creencias y meridionales.
tradiciones de las distintas comunidades existentes en la época. En esta fase de transición
entre el Período Inicial y el Horizonte Antiguo, hay ejemplos inconfutables del poder y En este complejo panorama cultural, la costa sur se distinguió como lugar de grandes
autoridad que debió tener la clase sacerdotal, como se observa en los centros de Pampa de transformaciones que se manifestaron a través de la difusión de nuevos elementos iconográficos,
Llamas, Moxeque, Cerro Sechín y Sechín Alto (valle de Casma), que prosperaron gracias que comprendían una simbología religiosa sincrética, generada por la influencia de distintas

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

tradiciones locales. En el caso de la cultura Nasca, la forma emblemática de expresar los declinación. Se nota que desde las fases finales del Horizonte Temprano hasta el 350-400
temas relacionados con el mundo sobrenatural y con los elementos de la naturaleza fue d.C., en el valle de Nasca hubo asentamientos que crecieron paralelamente al gran centro
uno de los motivos que hicieron difícil formular hipótesis sobre la estructura social y las religioso (Pueblo Viejo, Quemado, Jumana, San José) y que fueron abandonados cuando
divinidades representadas. La iconografía estilizada y la expresión encerrada en esquemas este cesó de ejercer su poder ideológico; algunos de ellos se convirtieron en necrópolis. Sin
repetitivos describían solo parcialmente el conjunto de temas vinculados con el pantheon embargo, en los dos siglos sucesivos al ocaso de Cahuachi se formaron varios asentamientos
nasquense y su relación con los elementos sometidos a su influencia. Las informaciones independientes en todos los valles de la cuenca del río Grande, en su mayoría relacionados
más atendibles se obtuvieron solo a través de un análisis comparativo de los asentamientos, con cerámica de las fases 5-6 (Usaka, Corralones, Carrizal). Esto coincidió con el cambio
de los lugares ceremoniales y de las necrópolis, vinculándolas con los datos derivados de la entre un poder de tipo teocrático y otro nacido de una consecuente fragmentación político-
observación de los materiales en su contexto estratigráfico y de los estudios iconográficos e administrativa que determinó una autonomía de los centros de toda la región, aunque
iconológicos de la cerámica y de los textiles. El conjunto de todos estos elementos es uno de vinculados con pactos de tipo confederativo (Orefici, 1992: 198).
los factores que permite la determinación del área de influencia de una cultura.
Respecto a la difusión de los rasgos culturales Nasca en un territorio tan amplio se han
En lo que se refiere a Nasca, las evidencias arqueológicas han confirmado que su área de formulado varias hipótesis. Unos autores plantearon que, ya desde sus fases tempranas,
expansión abarcó gran parte de los valles costeros, llegando por el norte hasta Cañete y por Nasca fue un estado con pretensiones expansionistas2. Silverman y Urton basaron sus
el sur hasta Acarí. También tenemos pruebas de la existencia de continuos intercambios con interpretaciones en los modelos sociopolíticos andinos, sugiriendo la existencia de un sistema
las sociedades del altiplano y de los valles costeros más al norte, para abastecerse de los aplicado a la región, en el cual la pampa representaba la separación entre dos mitades: una
productos aptos para la fabricación de utensilios, materiales exóticos y minerales necesarios relacionada con el valle de Ingenio y los territorios al norte, y otra directamente vinculada
como mordientes1. Paralelamente al desarrollo de Nasca, florecieron también la cultura Lima con los valles de Nasca y Poroma (Silverman, 1992; Urton, 1990). En lo que concierne a la
en la costa central y la cultura Warpa en la sierra de Ayacucho, con las cuales existieron varias organización social, Silverman se inclina hacia la existencia de un sistema basado en jefaturas
formas de contacto, fuera de los confines de sus respectivas influencias. Hay que considerar o en una confederación de estas (Silverman, 1993: 320). Es todavía prematuro aceptar uno u
también la importancia que tuvieron en este período los centros religiosos y administrativos otro modelo hasta que no sea posible comparar los resultados de las investigaciones recientes
ubicados en los territorios controlados por etnias diferentes, como no hay que subvaluar el que se están desarrollando en la región.
prestigio que algunos de ellos alcanzaron lejos de su área de influencia. El centro ceremonial
de Cahuachi fue sin duda alguna el más importante ejemplo de gobierno teocrático de la Analizando varios sitios Nasca 2 y 3 en la cuenca del río Grande de Nasca se han reconocido
costa sur y el mayor centro de atracción y agregación de un inmenso territorio, meta de también pequeños centros cultuales, lo cual demuestra que hubo un patrón de asentamiento
peregrinajes periódicos desde sitios muy lejanos. ya afirmado y diferenciado (Silverman, 1992: 37-38). Un ejemplo bien documentado lo
pudimos observar en una estructura encontrada en Pueblo Viejo, durante las excavaciones
Sobre la base de las investigaciones del Proyecto Nasca emerge una diferencia sustancial del Proyecto Nasca o, como señalaron otros investigadores, en algunos asentamientos de los
entre el período vinculado con el funcionamiento de Cahuachi y la época posterior a su valles altos (río Aja); de todos modos, se trataba de construcciones de tamaño reducido que
probablemente tenían una función de huaca local.
1 Entre las sustancias empleadas como fijadores de los tintes en el campo de la textilería es posible que se utilizaran vege-
tales ácidos como el oxalis, ceniza, orina fermentada, alumbre, sulfato de cobre y otros. En el sector Y2 EXP19Q1 de Cahuachi
fue hallado un pequeño bulto colocado al interior de una vasija Nasca, que contenía caolín empreñado con epsonita (sulfato de 2 Rowe, 1963; Lumbreras, 1981; Proulx, 1989; Massey, 1988; Bonavia, 1991. Sarah Massey (ibíd.) y Ann Peters (1988), sobre
magnesio), utilizado en farmacología pero también como mordiente y como fertilizante. Es interesante notar cómo la epsonita la base de sus investigaciones en los valles de Ica y de Pisco, piensan en una expansión Nasca ya durante la Fase 3 y atribuyen
no se encuentra en el área de Nasca mientras está difundida en la sierra (Orefici, 1993, p. 104, Fig. 129). esta intrusión a un acto de conquista de tipo estatal.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca


Es muy difícil probar el tipo de mecanismo productivo existente en ese entonces, pero Organización social y especialización en los sistemas productivos
ciertas reglas que están en la base de un determinado proceso económico se pueden deducir
de los resultados detectables a nivel arqueológico. En el centro ceremonial de Cahuachi se En todo el período de funcionamiento de Cahuachi es evidente la existencia de una organización
encontraron todas las evidencias de una producción de excedentes, que permitía distribuirlos, social basada en una jerarquía estratificada, con clases sociales distintas y especializadas,
redistribuirlos, almacenarlos e intercambiarlos. Esto presupone una jerarquización de la sociedad que contribuyó a determinar el prestigio de la capital teocrática. El perfeccionado sistema
y la existencia de categorías privilegiadas en todas las comunidades aldeanas. El fundamento de producción primaria, preeminentemente agrícola, se acompañaba de un alto grado de
de este sistema sociopolítico fue el trabajo común, que posibilitó obtener los bienes básicos especialización. Esto se desprende de la presencia de una ingente cantidad de fina cerámica,
necesarios para la transformación de la materia prima por parte de especialistas, creando así las un arte textil técnicamente muy desarrollado, y de la evidencia de una calificada maestría
premisas para un intercambio de bienes diferenciados. El funcionamiento de una organización en la construcción de edificios monumentales. En el campo de la arquitectura, los Nasca
de este tipo determinó una desproporción numérica, en la cual la mayoría que producía debía demostraron un gran conocimiento de los materiales y de los principios de estática, junto
mantener a la minoría que transformaba y a la élite sacerdotal que estaba en la cumbre de a la capacidad de concebir patrones tipológicos preliminares que luego aplicaban en vasta
este sistema piramidal organizando cada actividad laboral. Este grupo privilegiado se colocaba escala. En el curso de su evolución, este pueblo trazó los geoglifos de la pampa y concibió
en una posición especial respecto de la comunidad y su existencia estaba justificada por la obras hidráulicas como los acueductos, (Fig. 1, 2) lo cual confirma que existió una costumbre
aceptación de un conjunto de valores ideológicos y religiosos comunes. Los sacerdotes eran establecida de subdivisión del trabajo.
en efecto especialistas, sobre todo en el manejo del agua, necesaria para la agricultura. Sus
conocimientos y su experiencia los hacían aparecer como beneficiados por los dioses, motivo Sin embargo, los productos textiles y alfareros fueron los principales elementos que
por el cual adquirieron una importancia creciente, siendo considerados como los intermediarios difundieron y dieron a conocer a la población, a través de la iconografía representada, las
entre la comunidad y el mundo sobrenatural, asegurando a la población el bienestar cotidiano, divinidades, los personajes míticos y los conceptos religiosos relacionados con ellos. En
la fertilidad y la supervivencia ultraterrena. el corpus temático de la cerámica resalta la importancia de la agricultura como elemento
imprescindible de supervivencia, de intercambio y de ofrenda al interior de los templos. En
Paulatinamente, con la consolidación del poder de la élite sacerdotal, se desarrolló también Cahuachi se hallaron varios hoyos conteniendo kilos de semillas de zapallo, ají, maíz y otros
una forma de gobierno teocrático cada vez más influyente en el control y coordinamiento de cultígenos, confirmando el valor intrínseco de estos productos también a nivel votivo. De
cada actividad económica, que justificó la construcción de grandes centros monumentales. hecho, el desarrollo agrícola alcanzó un nivel altamente especializado gracias a la realización
Aquí era posible concentrar las actividades de culto y favorecer la cohesión de los diferentes
grupos humanos, ya que el centro religioso dispensaba vida y protección a cambio de Canale di irrigazione
Immagazzinamento
bienes materiales, fuerza-trabajo y ofrendas. No se trataba de un intercambio de beneficios
Acquedotto scoperto
económicos, más bien era el modo de devolver en forma ideológica lo que la comunidad
Ramo principale
ofrecía en concreto. La modalidad de poder ejercida sobre la base de estos conceptos sotterraneo
manifestaba su influencia gracias a un inmenso patrimonio de imágenes icónicas utilizadas
Pozzo d’ispezione
como medio eficaz de propaganda. La población, por su parte, podía acceder al centro
Acque filtranti
ceremonial durante eventos de celebración en determinados períodos del año, participando Fig. 1 Ubicación de los principales acueductos Nasca
(según G. González G., en Ravines, 1978)
en ceremonias, fiestas religiosas y tareas comunes.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

de canales de riego y de una red de acueductos, como lo atestiguan la variedad y calidad de


los cultígenos presentes en los rellenos de los edificios de Cahuachi. La dieta de la población
estaba complementada con las proteínas de origen animal procedentes de las actividades de
pesca, caza y crianza de animales, principalmente camélidos.

La iconografía cerámica nos ayuda asimismo a reconocer en forma directa algunos elementos
que diferencian actividades y las distintas categorías de las personas que a ellas se dedican.
En las escenas de caza los personajes visten una faja particular, su cabeza está cubierta
prevalentemente con un sombrero específico, además llevan flechas, propulsores u hondas
de tejido; los agricultores aparecen representados con útiles de labranza y solo un pañuelo
amarrado en las caderas; los portadores de vegetales con la cabeza cubierta con un sombrero
en punta, mientras que los pescadores tienen los cabellos recogidos por una red. (Fig. 3)
Observando estas distinciones se arguye que cada ocupación se diferenciaba mediante la
indumentaria.

Fig. 3 Dibujo en el cual se representa a una secuencia


de pescadores con sus trajes típicos, llevando redes y
arpones. (Dibujo: Elvina Pieri).

Fig. 2 Ocongalla. El acueducto de época Nasca todavía


en función. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

reservados para los personajes de alto linaje o para los sacerdotes, y estaban constituidos
por diademas, pectorales, máscaras, colgantes, orejeras y narigueras. Como se nota en el
repertorio iconográfico de la cerámica, quienes más se distinguían en lo que se refiere a los
indicadores de estatus eran los que tenían investiduras políticas o religiosas, sin diferenciación
de edad y sexo.

Parece que las mujeres, como señala A. Jiménez Borja (1986), tuvieron un rol importante en la
sociedad nasquense; no solo las jóvenes sino también las de edad madura, y fueron altamente
consideradas por la posición jerárquica y social que desempeñaban. En las Fases 6 y 7 de la
cerámica se representan personajes femeninos cuya belleza era una de las características más
resaltantes. La mayoría de estas figuras fue realizada con formas escultóricas a tutto tondo
que destacaban las siluetas y los volúmenes del cuerpo. Algunas de ellas están desnudas y
presentan tatuajes en toda la zona púbica, alrededor de la vulva y en los glúteos, por lo cual

Fig. 4 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP 133- Aunque en la literatura común se describe a los Nasca como un pueblo guerrero, no tenemos
Q1 - Hallazgo 3. Pareja de cabezas-ofrenda colocadas
en la base de un muro. En el período Nasca Temprano, datos suficientes en lo que atañe a esta categoría, ni para poder afirmar que sus integrantes
la costumbre de ofrendar cabezas humanas cortadas
durante las remodelaciones de los templos no tiene formasen parte de una clase social distinta. Sobre la base de los estudios antropológico-
alguna atenencia con eventos bélicos. (Foto: Giuseppe
Orefici). físicos realizados durante las excavaciones del Proyecto Nasca resalta la escasez de restos
Fig. 5 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP133- óseos con huellas de heridas o traumas violentos, lo cual no permite determinar si hubo
Q1, Hallazgo 3. Una de las dos cabezas ofrendas de
sexo femenino encontradas en la base de un muro. enfrentamientos bélicos con poblaciones limítrofes3. (Fig. 4, 5)
Tiene deformación tabular oblicua, cabellos en el
lado posterior, incisiones en la parte occipital y
agujero frontal con cuerda pasante de algodón y fibra En una sociedad jerarquizada como la Nasca, el mayor o menor rango social lo podemos
animal, labios trepasados verticalmente por palitos
de madera. Período Nasca Temprano, III Fase. (Foto: deducir solo por la cantidad y la calidad de las ofrendas funerarias, y por la vestimenta. (Fig.
Giuseppe Orefici).
Fig. 6 Museo Arqueológico Antonini (Nasca).
6, 7, 8, 9) Los adornos personales eran producidos elaborando valvas de conchas (Spondylus, Reconstrucción de una tumba Nasca hallada en el
choros y otras), piedras semipreciosas como la crisocola, o rebuscadas por su rareza, con las sitio de Usaka, EXP2Q32T4, con ofrendas constituidas
por una olla domestica decorada, un plato polícromo
cuales se fabricaban pendientes y cuentas de collar (chaquiras). Los ornamentos de oro eran adornado con diseños de vainas encerradas en
paneles, un mate y variedad de conchas como choros
y Spondylus. El cadáver se encuentra momificado
3 Las escenas de tipo bélico corresponden a las fases más tardías de la cerámica Nasca, que en Cahuachi no son naturalmente y en buen estado de conservación.
representadas. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Capítulo IV La cultura Nasca

se podrían considerar como seres femeninos sobrenaturales relacionados con la fertilidad.


Otras figuras femeninas de las fases tardías de Nasca presentan hábitos decorados ricamente,
peinados muy prolijos y expresión real. Ellas reflejan la imagen de una sociedad opulenta, en
la cual al sexo femenino le fue confiado un poder por lo menos igual al desempeñado por
los hombres.

La presencia de animales domésticos en los asentamientos urbanos costeros está documentada


por una abundante literatura específica. La especie que predominó, por su utilidad a nivel
de subsistencia, fue la de los camélidos andinos domesticados, como la llama y la alpaca.
(Fig. 10) En todos los sitios de Nasca analizados hasta ahora se encontraron evidencias de la
gran importancia que adquirieron estos animales para la economía humana. Los camélidos
representaron la principal fuente de carne y jugaron un papel determinante en la economía
de los pobladores de los valles, ya que incluso los restos no comestibles, como fibras, pieles,
huesos y excrementos, tenían una utilización secundaria en la fabricación de artefactos
y como combustible. Las llamas, además, eran los únicos animales de carga disponibles y
fueron aprovechados también en este sentido, como se deduce de las representaciones que se
encuentran en los yacimientos de arte rupestre y en la iconografía cerámica (Orefici y Drusini,
2003: 96-97).

Los antiguos Nasca usufructuaron todos los productos que la naturaleza les ofrecía, entre los
cuales madera, arcilla y caolín, piedras, pigmentos, conchas, metales como el oro y la plata,
fibras animales y vegetales. Los materiales que no se encontraban en el lugar eran obtenidos
Fig. 7 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8-EXP133- a través de intercambios o trueque indirecto con otras áreas geográficas. Por la gran cantidad
Q3, Tumba 1, perteneciente a una fase de transición
Paracas/Nasca. A la altura del pecho del individuo de productos alóctonos en Cahuachi es indudable que hubo un sistema de intensas relaciones
se encontró el cuerpo de un perro (Canis familiaris),
colocado entre las diferentes ofrendas. (Foto: comerciales, aunque en forma indirecta, entre zonas geográficas con climas diferentes y
Giuseppe Orefici).
posibilidades productivas complementarias. De esta manera se obtuvieron las plumas de
Fig. 8 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector CAH05Y8
EXP131Q1. Tumba del período de transición Paracas- los pájaros de la selva amazónica, la obsidiana del área de Ayacucho y Huancavelica, el
Nasca, conteniendo a un individuo masculino con
deformación craneana y unas trenzas de cabellos lapislázuli del extremo sur y otros elementos encontrados en Cahuachi y en varios sitios de
bien conservadas. Como ofrenda tenía un mate
rellenado con pelo de camélido en su abertura y los valles colindantes. Es difícil determinar si hubo personas dedicadas solo a este tipo de
una botella con dos asas de color blanco. El cuerpo
estuvo enrollado con cordel de fibra vegetal. (Foto: actividad o si la presencia de ciertos materiales coincidió con la llegada al centro ceremonial
Giuseppe Orefici).
de grupos humanos en ocasión de importantes eventos religiosos; en este caso podrían
Fig. 9 Cahuachi Zona Este - EXP 139. Excavación relacionarse estos materiales a su rol de ofrenda.
de salvataje 1- Q1. Excavación de una olla utilizada
como tumba. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

Entre las actividades que tuvieron una amplia difusión resalta la


fabricación de esteras, cestos y una variada gama de cordelería,
cuya función era esencialmente utilitaria. Estos artefactos fueron
realizados procesando las fibras obtenidas de la caña brava
(Gymnerium sagittatum), de la totora (Typha angustifolia), del
junco (Scirpus sp.), del junquillo (Cyperus laevigatus) del maguey
(Furcraea sp.) y también de una bromeliácea típica de las lomas
CAH 87 Y5 EXP. 16 Q5 niv. 1/2 CAPA a
(Tillandsia sp.). (Fig. 11, 12, 13, 14) La técnica más usual fue la
del entrelazado en varias formas y, en el caso de los cestos, muy
a menudo se utilizaban elementos de dos colores. (Fig. 15) La
cm
producción de cuerdas era masiva, siendo empleadas en varios 0 5

procesos de la edificación, tanto para sujetar palos y cañas como


para armar dinteles y adobes. Se realizaban entrelazando dos,
tres o más tiras de fibra, retorcidas previamente. Había también
un uso intenso de los frutos de una cucurbitácea de la especie
Lagenaria (mate), que eran empleados para fabricar la mayor
parte de la vajilla de uso doméstico, especialmente tazas, platos,
CAH 88 sector Y10 EXP. 37 - Q2 t1 CAPA c nivel 7
botellas, sobre la base de su forma y dimensión. Los mates pectoral de fibra vegetal
tuvieron asimismo una función ritual, como lo atestigua el
hallazgo de numerosos ejemplares decorados en los rellenos de
Cahuachi o como parte del ajuar funerario de algunas tumbas. CAH Y1 EXP. 14 - nivel 6 CAPA B
La técnica más difusa para ornamentar la superficie era la del
pirograbado, pero se han encontrado también varios ejemplares
incisos y pintados, ilustrando escenas complejas o personajes Fig. 11 Cahuachi, Sector Y5 EXP16Q5. Fragmento
de estera entrelazada con fibras vegetales. (Dibujo:
míticos. (Fig. 16) Dolores Venturi).

Fig. 12 Cahuachi, Sector Y10 EXP37Q2. Fragmento


de artefacto (pectoral) elaborado con fibras vegetales
De los árboles locales, en particular del algarrobo, del sauce y del entrelazadas. (Dibujo: Dolores Venturi).
pacae, se obtenía la madera usada en las construcciones, además
Fig. 13 Cahuachi, Sector Y1 EXP14. Fragmento de
cm
de instrumentos agrícolas, cucharas y cucharones, astas de artefacto elaborado con fibras vegetales entrelazadas.
0 4 (Dibujo: Dolores Venturi).
estólica, dardos y arpones. En las excavaciones se hallaron también
numerosos ejemplos de trabajo en miniatura, como agujas para Fig. 14 Cahuachi. Especímenes vegetales de
bromeliáceas típicas de las lomas (Tillandsia sp.)
coser y bordar, palitos de huso, astillas para pinceles, tapones encontrados en los rellenos arquitectónicos. Esta fibra
Fig. 10 Cahuachi, restos óseos de camélidos con se utilizaba para fabricar cuerdas y otros artefactos
huellas de corte (según Váldez Cárdenas, 1988). de recipientes, moldes para el martillado en la metalurgia. Sin (Dibujo: Dolores Venturi) tillandsia, SP.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

Palito con hilo envuelto

Tapa de madera

Artefacto Lítico

Caña con algodón

cm
cm
CAH 87 Y2 EXP. 19 Q3 niv. 2/3 0 5 CAH 88 Y2 EXP. 27 Q2 0 5

Fig. 17 Cahuachi, Sector Y2 EXP19Q3. Variedad de embargo, (Fig. 17, 18) nunca encontramos ejemplos de esculturas o de elementos cincelados,
artefactos encontrados en el mismo relleno: un
tubo de caña, un piruro sin acabar, una esquirla de aunque su producción está documentada por la existencia de varias piezas expuestas en los
obsidiana, un tapón de madera.
museos.
Fig. 18 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2
EXP 27Q2. Materiales de ofrenda presentes en el
relleno: un tapón de madera, caña y palito atados Entre las manifestaciones artísticas en las que los Nasca sobresalieron resalta la de la
con hilo y soguilla, un artefacto lítico con foro central.
cm (Dibujo: Dolores Venturi). decoración plumaria, con la cual era posible obtener efectos tridimensionales mediante
0 5
juegos de espesor y también realizar composiciones cromáticas gracias a los colores
brillantes del plumaje empleado. En la confección de indumentos y mantos se colocaban
los cañones de las plumas en largas filas, apoyándolos sobre la tela base, luego se cosían
cuidadosamente sobre el soporte. Para realizar máscaras o decoraciones aplicadas, las
plumas eran pegadas una por una sobre la base con una amasadura amilácea derivada del
maíz (técnica de collage).

En lo que concierne a la industria lítica, sabemos que la mayoría de los artefactos se


realizó con elementos petrográficos propios de la región, fácilmente disponibles en los
conglomerados aluviales de la terraza superior del río Nasca. Basados en el análisis de los
hallazgos, individuamos dos tipos de industria lítica correspondientes a técnicas diversas y
NPV X5 EXP. 2 Q4 T2 OFR. 1 CAH 87 Y1 EXP. 21 Q3 SUR MURO EW niv. 6/7 CAPA B a diferentes métodos de abastecimiento y utilización de las materias primas. En el primero,
Fig. 15 Pueblo Viejo, Sector X5 EXP2Q4T2. Cesto Fig. 16 Cahuachi, Sector Y1 EXP21-Q3. Fragmento de mayormente representado, se nota la aplicación de una metodología extensiva, ad hoc, sobre
realizado con fibras vegetales entrelazadas de dos mate burilado con representación de felino. (Dibujo:
colores. Período Nasca Temprano. (Dibujo: Dolores Dolores Venturi). la materia prima local, principalmente diabasa, cuarcita, basalto y, raramente, rocas silíceas
Venturi).
amorfas como la calcedonia y el sílex. Los ejemplares encontrados, básicamente raspadores,

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

relacionada con los sacrificios y la guerra, según lo que sugiere su frecuente representación en
la iconografía cerámica. Se hallaron también varios instrumentos de piedra pulida, (Fig. 20, 21)
como metates y morteros, utilizados para moler alimentos, pigmentos y minerales.

En el área Nasca estuvo bastante difundida la industria sobre hueso, orientada a la


producción de utensilios. Se usaron básicamente los restos óseos de camélidos, realizando
una selección preliminar de los huesos más aptos para fabricar instrumentos alternativos a
los de piedra, como punzones, láminas, perforadores, agujas. La técnica principal fue la de
percusión por yunque, completada con raspado y pulido de las partes. Entre los hallazgos
de Cahuachi se encontró también una pequeña cantidad elaborada para obtener flautas e
instrumentos de tejer.
Fig. 20 Cahuachi, Sector Y5, EXP79Q2. Artefacto
lítico: batán con su mano para moler. (Foto:
Giuseppe Orefici). De todos modos, las actividades en las que los Nasca sobresalieron fueron las manufacturas
alfareras y textiles, que demuestran la habilidad y la extrema especialización alcanzada,
así como la pericia técnica unida al conocimiento de la materia tratada. Como se sabe,
perforadores, percusores y pulidores, sugieren una utilización de tipo colectivo. El tipo de la cerámica Nasca tenía características tecnológicas bien definidas por la decoración
industria presente fue aquella sobre guijarros, sobre lasca y, en forma aislada, sobre láminas4; polícroma pre-cocción, el engobe fino, el brillo y el acabado de la superficie, el espesor
las lascas se obtuvieron de núcleos con la técnica de percusión ejercitada sobre un plano y sutil y la óptima cocción. La morfología más difundida comprendía ollas, jarras, botellas,
evidencian un retoque simple, abrupto, denticulado, plano y bifacial5. tazones, tazas, cántaros, platos y vasos alargados. Entre los elementos tipológicos más
característicos resaltan los dobles picos cortos tronco-cónicos divergentes, unidos por asas
En Cahuachi se observa la escasez de artefactos de sílex, en cambio abunda la cuarcita, empleada chatas horizontales con forma de puente. Se modelaron también vasijas escultóricas y
para la mayoría de los utensilios que hemos analizado; están presentes la diabasa, el basalto varios artefactos en relieve, con predominio de los ejemplares antropomorfos, zoomorfos
y el cuarzo junto a una óptima calidad de obsidiana en dos tonalidades cromáticas: negra y fitomorfos.
opaca y negra rojiza, lúcida y semitransparente (Orefici y Drusini, 2003: 104-106). El segundo
grupo incluye una serie de objetos fabricados con gran pericia usando material muy raro en la Los alfareros Nasca fabricaban los recipientes modelando a mano el bloque de arcilla o
zona de Cahuachi. Se trata de ejemplares de artefactos puntiformes de obsidiana con retoques adoptando técnicas mixtas, sin el uso del torno que era desconocido. En su lugar se utilizaba
impecables, que proceden de una escuela de trabajo altamente especializada. (Fig. 19) En una base plana de arcilla u otro material (plato alfarero) que permitía lograr resultados
las excavaciones se encontraron hojas foliáceas bifaciales de obsidiana, que representan un excelentes y modelar cualquier forma6. La sucesiva etapa de elaboración preveía el acabado
porcentaje menor en la colección de Cahuachi y en su mayoría son cronológicamente anteriores de la superficie aún no consolidada por medio de instrumentos adecuados (tiras de cuero
a la ocupación Nasca. Su importancia debe ser considerada sobre la base de una función o de tela, calabazas, recipientes, discos de cerámica, tablillas de madera o de hueso), con
los que se emparejaba y alisaba la superficie, reduciendo cada imperfección. Luego se
4 Es interesante la presencia de artefactos similares a chopping tools, aunque por su pequeña dimensión se excluye que fue- procedía al engobe, revistiendo la manufactura con un estrato de arcilla fina o caolín en
Fig. 19. Pueblo Viejo (4) y Cahuachi (1-3, 5-7). sen núcleos.
Artefactos líticos de obsidiana. Siluetas de puntas de 5 En Pacheco (12 kilómetros al este de Cahuachi) se encontraron 14 pequeños talleres líticos distribuidos a lo largo de un
proyectil (1-4); piezas esquilladas (5-6), núcleo (7). eje de un kilómetro y medio; la escasez de núcleos presentes sugiere que estos fueron formados in situ y luego transportados 6 La prueba de este elemento auxiliar fue encontrada tanto en Pueblo Viejo como en Cahuachi y Usaka, donde se hallaron
(Según Jacek A.Tomaszewski, 1989). y trabajados en otro lugar. La mayoría del material encontrado era de diabasa verde (Tomaszewski, 1989), lo cual indicaría una platos alfareros íntegros y fragmentados.
selección de la materia prima.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

suspensión líquida, que daba al recipiente mayor resistencia a la cocción y constituía la


base sobre la cual pintar los motivos decorativos. La preparación de los pigmentos era
otro proceso indispensable para conseguir la característica policromía: se obtenían de los
óxidos, hidróxidos y carbonatos de cobre, hierro y manganeso, del cinabrio y también de
varias arcillas y tierras naturales, entre las cuales calcita, yeso y otras.

El estudio de la tipología y de la iconografía cerámica establece la base, junto al sustento de los


fechados radiocarbónicos y otros tipos de análisis (termoluminiscencia, radiografías, etc.), para
una correcta ubicación cronológica respecto de la secuencia estilística.

El problema de la seriación cerámica de la cultura Nasca ha sido tratado por diferentes autores
en relación con las colecciones analizadas por ellos (Tello, 1917; Gayton y Kroeber, 1927;
Kroeber, 1956; Kroeber y Collier, 1998; Strong, 1957), pero la que se sigue utilizando como base
de referencia fue definida por L. Dawson en 1952, con una secuencia de nueve fases según
un procedimiento metodológico descrito detalladamente en las publicaciones que salieron
en los años sucesivos (Rowe, 1959a, 1960, 1961; Menzel, Dawson y Rowe, 1964; Patterson,
1966; Proulx, 1968, 2006). Algunos autores han enfrentado el tema de la seriación basando sus
análisis no solo en los elementos estilísticos, sino examinando también los aspectos culturales
y evolutivos (Roark, 1965; Sawyer, 1966; Lumbreras, 1969).

Debido a las recientes investigaciones en Pisco, Ica, Nasca, Acarí y Palpa, la secuencia utilizada ha
evidenciado algunas discrepancias relativas a la atribución cronológica de ciertas fases (Orefici,
1992; Orefici y Drusini, 2003; Silverman, 1993; Proulx, 1968, 2006; Silverman y Proulx, 2002; Proulx,
2006). No es posible aquí tratar en detalle todos los elementos en que se basan las discordancias
observadas, pero indicaremos de manera sintética las características distintivas de cada fase.

La cerámica de la Fase 1 de Nasca es la que más se está redefiniendo en la actualidad, por


colocarse en un período de transición entre el Horizonte Temprano y el Período Intermedio
Temprano (ver capítulo III para mayores datos sobre esta problemática). Se distinguen dos
grupos principales con preponderancia de un tipo monócromo, de color naranja o negro, muy
fino y delgado, diversamente de lo que se observa en los recipientes polícromos del segundo
Fig. 21 Pueblo Viejo, NPV86-Sector X6. Porra lítica
cilíndrica de andesita. Período Nasca Temprano, III grupo, en cuya decoración se utilizan dos o tres colores. Las formas más frecuentes del tipo
Fase (Foto: Giuseppe Orefici).
monócromo son cuencos cerrados y abiertos con base convexa, platos, botellas de pico unido
con asa-puente a figuras escultóricas antropomorfas u ornitomorfas; hay también botellas
102 con doble pico y asa-puente, cuya tipología procede de Ocucaje 7 y 8, que definen 103
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

muy bien esta fase. Dentro de esta producción alfarera se destaca una especial cerámica negra
cocida en atmósfera reductora7. Los motivos iconográficos más recurrentes comprenden
líneas semicirculares, sigmoidales, en zigzag, fajas de segmentos paralelos y variantes de estos
símbolos; más raramente se han hallado ejemplares con rombos o motivos naturalistas como
peces y vegetales. El tipo polícromo se distingue por la aplicación de los pigmentos antes de la
cochura sobre una base con engobe; los colores más utilizados son el blanco, el rojo y el negro.
En la decoración con incisión y pintura “negativa” se observa la antigua herencia tradicional
de Paracas. En los cuencos y platos la decoración exterior se obtiene dividiendo la superficie
en paneles con incisiones verticales, que separan figuras simples como círculos, motivos
escalonados y representaciones estilizadas de animales. La iconografía felínica es recurrente,
así como la imagen del Ser Oculado, que remarca la persistencia de elementos de Ocucaje 8.
Strong (1957: 19-20) define esta cerámica como Late Paracas-Proto Nasca.

Otro tipo de material que resulta complejo interpretar corresponde a fragmentos de ollas con
asas torcidas, de dos elementos paralelos a sección redonda, u otras con aplicaciones en forma
de aleta (pezón) en el tercio superior, hallados tanto en Cahuachi como en otros sitios de la
cuenca del río Grande de Nasca8.

La Fase 2 evidencia un desarrollo en las formas y en la policromía, desaparece la práctica de


separar los campos cromáticos con incisiones, los recipientes más comunes son botellas a doble
pico con asa-puente, botellas escultóricas, vasijas dobles constituidas por un cuenco de base
que incluye un cuerpo globular, ceramios antropomorfos, platos, vasos con borde ligeramente
evertido y cuencos de base convexa. El empaste es más fino en relación con la cerámica
polícroma de la Fase 1 e indica un mejor control en la etapa de cocción. La superficie tiene

7 Strong (1957: Fig. 9) denominó a este tipo de recipientes como Cahuachi stylus decorated y Cahuachi Black incised incluyéndolos en
una fase transicional Paracas-Nasca propia de Cahuachi. Menzel (1971: Lám. 4c) ubica una taza, cuyo interior está decorado con motivos
en zigzag, en la “Fase Paracas T3, decoración patrón bruñido” (correspondiente a Ocucaje 9); en la lámina 6d indica como “Paracas T4
patrón bruñido”un plato procedente de Ocucaje, muy similar en la decoración interior; en la lámina 7c, que representa una taza decorada
al interior con líneas paralelas convergentes que separan campos con motivos sigmoidales, utiliza el término“Nasca 1, negro ahumado,
patrón bruñido”. El autor describe detalladamente esta clase de hallazgos, que denomina“Nasca 0”, incluyendo además el resultado del
análisis al microscopio del empaste (Orefici, 1992: 114-117; 1996: 173-197; Orefici y Drusini, 2003: 144-148).
8 Estos elementos fueron clasificados como Paracas T3 (Menzel, 1971: Lám. 5b), Ocucaje 9 (Menzel, Rowe y Dawson, 1964: Fig.
22e). Los mismos autores colocan las ollas con asas torcidas en la Fase 10; Strong denomina a este tipo de ejemplares Modeled
and incised-Proto Nasca (1957: Fig. 27e-h). Fig. 22 Estaquería, Sector Y19 EXP77AMP2S-V1.
Silverman (1994, 1996), sobre la base de su prospección en el valle de Ingenio, se inclina hacia una tradición local del Horizonte Botella globular de doble gollete y asa puente
Temprano, a la cual atribuye el nombre de Tajo y que comprende también cerámica natural decorada con incisiones realizadas cintada, con decoración policroma que representa
con la uña, aplicaciones de círculos cuadripartidos, impresiones, etc. En Cahuachi, el Proyecto Nasca halló varios de estos ele- a dos felinos estilizados cuya lengua termina con el
mentos, tanto íntegros como fragmentados, aunque en cantidad no representativa (Orefici, 1996; Orefici y Drusini, 2003). emblema del maíz. Período Nasca Temprano, II Fase.
(Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

siempre un engobe pulido y constituye la base para un corpus iconográfico muy heterogéneo. su néctar. En su evolución, la simbología ornitomorfa se asocia a menudo con figuras
En las botellas prevalece la figura central de la divinidad felínica antropomorfizada, (Fig. 22) de peces, especialmente con las de tiburones; de una representación inicial con aves
que sustituye al antiguo Ser Oculado Paracas y presenta algunas variaciones respecto al modelo marinas aisladas se llega a motivos relacionados con bandas decoradas con ictiomorfos
original; a menudo está asociada con cabezas-trofeo. En la decoración interna de los platos pero que quedan aislados en la composición de las escenas. Una variante sucesiva muestra
se distinguen peces con cuerpo ancho y corto y variedad de plantas, como zapallos, frejoles, secuencias de peces encerrados en fajas, cuya dimensión se reduce progresivamente hasta
pallares, jíquima, maíz y vainas de algarrobo. Secuencias de estos motivos, principalmente en llegar a su resolución terminal en que el ave come al pez; esta metamorfosis del símbolo
negro y rojo, ornamentan también la superficie externa de cuencos y tazas: en este caso se ornitomorfo adquiere una preponderancia siempre mayor respecto de los peces que
alternan sobre un engobe blanco, partido en campos por líneas verticales negras. Los temas en las modificaciones estilísticas sucesivas tienen una declinación progresiva, junto al
zoomorfos están interpretados de una forma arcaica, con representaciones de hormigas, emblema de la orca marina. La divinidad felínica antropomorfizada se representa con
reptiles, saurios, batracios y renacuajos, que distinguirán también la fase sucesiva. Entre una mayor estilización de los detalles y un incremento en sus adornos; las manchas
los motivos geométricos se utilizan el doble círculo concéntrico en blanco y rojo o negro y del cuerpo se mudan en vegetales y su ojo se alarga cada vez más en las extremidades.
rojo, emblemas sigmoidales o escalonados polícromos, contorneados por una línea blanca. En los recipientes siguen las imágenes de plantas y animales, aunque con formas más
Las vasijas antropomorfas conservan sus rasgos paracoides, si bien introduciendo el uso del desarrolladas y contorneadas en blanco o negro. El final de Nasca 3 parece coincidir
marrón obscuro y un mayor empleo del blanco y rojo. La efigie humana está vinculada sobre con el ocaso de Cahuachi; la presencia de fases posteriores está asociada a contextos
todo con plantas, principalmente jíquima y ají. Hay también ceramios coloreados con blondas funerarios intrusivos o revisitaciones de las antiguas estructuras.
rítmicas de color, sin ninguna iconografía figurativa. Entre el material no pintado se observan
grandes ollas ovoides con asas chatas y cuello bajo evertido, así como otras de menor tamaño
con asas de doble rollo.

La Fase Nasca 3 corresponde al momento de apogeo de Cahuachi y se caracteriza por una


calidad ejecutiva y tecnológica muy esmerada. Sin embargo no hay muchas variaciones en la
morfología, sino en el tamaño de los recipientes y en el empaste, que contiene desgrasantes
de granulometría mayor, confiriendo más espesor a las paredes de los artefactos. En el
repertorio iconográfico se incrementan las figuras ictiomorfas y el motivo de la orca marina
parece evolucionar de la forma en la que empuña solo la cabeza trofeo a otra en la cual tiene
un cuchillo de obsidiana o ambos elementos juntos, lo cual podría sugerir un incremento de
rituales relacionados con sacrificios.

Las representaciones de la fauna ornitomorfa abundan y evolucionan, abandonando los


rasgos estilísticos Paracas y adquieren un valor especial en las decoraciones; las efigies
más recurrentes corresponden al vencejo, (Fig. 23) al halcón (Falco femoralis), a varias Fig. 23 Jumana, EXP1. Vasijas gemelas que presentan
cada una siete vencejos en posición vertical,
rapaces nocturnas, además de cóndores, flamencos, papagayos y diferentes aves marinas; separados por paneles blancos divididos por líneas
rojas. Período Nasca Temprano, III Fase. (Foto:
el picaflor (colibrí) aparece un poco más tarde asociado a flores en el acto de chupar Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

La Fase 4 de la cerámica ha sido propuesta sobre bases estilísticas, pero no tiene evidencias de
tipo estratigráfico y resulta difícil ubicarla cronológicamente. Los cambios que se le atribuyen
estarían caracterizados por el empaste más rojo con desgrasante de menor granulometría,
una mejor manufactura de las formas y paredes más delgadas. Las imágenes aparecen más
contenidas, pequeñas y copiosas; casi desaparecen los motivos ictiomorfos, extremamente
esquematizados se reducen significativamente. Según el autor (Orefici, 1992: 134) es probable
que la declinación de Cahuachi haya producido una serie de renovaciones y cambios que
evidencian nuevas condiciones socioeconómicas en los valles de Nasca. Por ende, las Fases 4
y 5 corresponderían a un período de transición que desembocará en un desarrollo importante
de los centros periféricos (Orefici y Drusini, 2003: 151)9.

En la Fase 5 se observan importantes innovaciones en el corpus iconográfico y una maduración


de las experiencias estilísticas anteriores. La cerámica ceremonial evidencia cambios en la
morfología, adoptando recipientes más alargados y flexuosos. Las botellas antropomórficas
tienen un solo pico con un asa-puente y su base aparece más chata. Algunas botellas presentan
cuello cilíndrico ahusado que acaba en un ancho borde evertido. La variación principal se
determina en el repertorio iconográfico que expresa enteramente los temas bosquejados
en la fase anterior. El contorno estilizado de las imágenes se desarrolla en proliferaciones
simbólicas, como sinuosas cabezas-trofeo, diademas más dinámicas y refinadas, con puntas
encorvadas y volutas10. La figura antropomorfa (Fig. 24) asume un rol predominante sobre
todas las otras representaciones zoomorfas y fitomorfas, que alcanzan una estilización
máxima. Aparecen recipientes modelados con figuras femeninas que exhiben decoraciones
epiteliales en la zona púbica y sacral, con un valor simbólico que podría relacionarse con
la fertilidad femenil. En la cerámica no decorada no hay variaciones significativas. Estas
transformaciones deben haberse producido en un lapso temporal muy corto, correspondiente
al momento transicional que estaba preludiando a las Fases 6 y 7.

9 Silverman (1992: 38), notando una declinación de la cerámica Nasca 4 en los asentamientos del valle de Ingenio, indica
que esta fase tiene diferencias que podrían ser más que todo estilísticas y regionales, reiterando la imposibilidad de probar su Fig. 24 Santa Clara, EXP2Q1T2V3. Recipiente
existencia a nivel estratigráfico y propendiendo a unificar la Fase 3 con la 4. Görsdorf y Reindel (2002: 155, Fig. 5) proponen polícromo antropomorfo de cuerpo globular,
seis fechados calibrados correspondientes a las Fases 4 y 5 en su conjunto, procedentes de contextos funerarios y de ocupación representando a un personaje con tocado , pintura
de los sitios Los Molinos y La Muña (Palpa). Falta, sin embargo, una discusión sobre los resultados obtenidos y una eventual epitelial, barba y bigotes. Santa Clara pertenece a
diferenciación entre las dos fases que ayude a entender si hay una secuencia temporal entre ellas. la fase de florecimiento de varios asentamientos
10 Según Menzel (1971: 64, citando a Kroeber, 1956: Fig. 39 y a Strong, 1957: Fig. 13d-e), el símbolo más significativo de estas independientes, posteriores a la decadencia de
innovaciones es la presencia de cabezas-trofeo con cabellos expresados por medio de líneas curvas y la evidencia de sangre Cahuachi. Período Nasca Medio, V Fase. (Foto:
alrededor de la boca y en el cuello. Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

En la Fase 6 se tiende a acentuar los elementos formales anteriores, elaborando recipientes


todavía más alargados y sinuosos, a veces con la base partida en cuatro aristas blancas y
negras alternadas. Abundan botellas de cuerpo más globular pero siempre con un solo pico
y cabeza antropomorfa, coligados entre ellos por un asa-puente, además de tazas cónicas
y tazas con bordes divergentes. La decoración se manifiesta de una forma emblemática en
las proliferaciones acentuadas de los elementos iconográficos. En los temas expresados se
observa una verdadera “ramificación” de los emblemas y la introducción de nuevas formas
de estilización, como cabezas triangulares de serpientes, (Fig. 25) líneas en zigzag que se
retuercen formando figuras positivo-negativas de ofidiomorfos esquematizados, cabezas
humanas femeninas con cabellos lisos y fluyentes de color negro. El motivo de la cabeza-
trofeo tiene rasgos más figurativos, lleva adornos y ojos alargados; frecuentemente está
asociada con escenas de guerreros. El color del engobe es habitualmente blanco, cubierto
por las decoraciones que ocultan casi completamente los espacios vacíos, expresando por
primera vez una forma de horror vacui.

La Fase 7 no está muy representada en el valle de Nasca, mientras que resulta ser mayor en
Ica y Acarí. Su tipología comprende recipientes desarrollados mayormente en altura y con
algunos elementos morfológicos nuevos como botellas de forma lenticular, base aplanada
y un solo pico; vasos de forma compuesta, algunos con bulbosidad, base plana o plano-
convexa, cuencos y tazones con paredes divergentes alargadas; hay recipientes de forma
compleja con soluciones escultóricas; se mantiene la producción de las botellas con un
pico y asa-puente coligados a una cabeza antropomorfa, generalmente femenina. También
en la iconografía se reconocen elementos innovadores11. Aparece incluso la figura de un
pez esquematizado con cuerpo alargado y proliferaciones dorsales, que estará presente
también en las fases sucesivas. Los elementos decorativos se hallan encerrados en varias
fajas, con símbolos repetidos rítmica y reiteradamente. La proliferación de las imágenes
alcanza su máximo desarrollo. Las cabezas femeninas se vuelven más complejas todavía,
con peinados y pinturas faciales que evidencian personajes de aspecto muy cuidado. El
emblema mítico de la orca marina se convierte en un elemento solo decorativo y logra su
Fig. 25 Estaquería, Sector Y22- EST01EXP90-Q1 T1
V4. Vaso polícromo con paredes expandidas. En la
faja superior presenta figuras de serpientes bicéfalas 11 Según Proulx (1989, 1994) el origen de estas innovaciones podría ser un contacto con la coeva cultura Moche, que él explica
en posiciones opuestas. Período Nasca Medio, VI con la imprevista aparición en la iconografía Nasca de la figura del Mythical Monkey, y luego con su evolución donde el “mono”
Fase. (Foto: Giuseppe Orefici). aparece decapitado.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

máxima estilización. Hay también antropomorfos acéfalos y cabezas-trofeo con diademas


vistosas. La variedad simbólica y expresiva que sobresale analizando el material Nasca 7
podría indicar la manifestación de “corrientes” estilísticas locales, unas todavía relacionadas
con el dogmatismo religioso anterior y otras que ya expresarían la influencia de impulsos
culturales nuevos12.

Las Fases 8 y 9 demuestran un cambio total tanto en la forma como en las decoraciones.
Corresponden al momento en el cual las influencias culturales serranas marcarán la
presencia Wari en la costa sur. Este período, correspondiente al Horizonte Medio, no entra
en la temática tratada en esta publicación, considerando que hay bibliografía suficiente al
respecto (Strong, 1957; Menzel, 1971; Paulsen, 1983; Silverman, 1987, 1992; Knobloch, 1983;
Schreiber, 2001).

En lo que atañe a la tejeduría, el cultivo de algodón y la crianza de camélidos cubrieron la


demanda de materia prima necesaria. El rol de los artesanos fue uno de los más importantes
en el proceso de elaboración de los tejidos, ya que requería paciencia y habilidad. Es casi
cierto que ellos formaban una categoría aparte, junto a los distribuidores de materia prima y
los ocupados en la elaboración efectiva de los productos textiles. Para colorear las fibras, los
Nasca utilizaron pigmentos de origen animal, vegetal y mineral, de los cuales obtenían una
amplia gama de casi 150 tonalidades; cuando era necesario los tintes se fijaban por cocción
o mordientes naturales. El rojo se obtenía del achiote (Bixa orellana) y de la achira (Canna
edulis); aunque se han encontrado restos de Opuntia, no hay pruebas de la utilización de la
cochinilla en los valles de Nasca, mientras identificamos en Cahuachi algunas plantas con
propiedades colorantes como la chillca (Baccharis lanceolata), la Argemone mexicana, el molle
(Schinus molle), este último en depósitos más tardíos. Otras especies botánicas que daban Fig. 26 Cahuachi, Sector Y15 EXP58Q3. Fragmento
colorantes tradicionales, encontradas en las excavaciones, son el maíz morado (Zea mays), de textil bordado, con diseño de un personaje
felínico con diadema y lengua que termina con
usado para obtener un color violáceo, el Solanum nigrum para el azul y el algarrobo para el un motivo ofídico. En su mano derecha lleva una
cabeza trofeo y en la otra un artefacto. En la figura
color pardo. Entre los pigmentos minerales se utilizaban algunas tierras pero solo tenemos se observa a otra cabeza que cuelga de la cintura.
(Foto: Giuseppe Orefici).
evidencias ciertas del empleo del ocre amarillo y morado y, en algunos casos, de hematita.
Fig. 27 Cahuachi, Sector Y10 EXP 41Q2T4. Dos
12 En las investigaciones de 1989 en Jumana y Santa Clara, el autor halló materiales cerámicos íntegros asociados a entierros y tocados con dibujos estilizados que hacían parte
a depósitos con tipología indudablemente 6-7, pero con iconografía más temprana (Orefici y Drusini, 2003), lo cual confirmaría de las ofrendas en una tumba de un personaje
la persistencia de tradiciones locales pero influenciadas por las nuevas corrientes estilísticas. Silverman, basándose en los datos masculino. Se trata de hallazgos más tardíos,
de sus investigaciones, afirma que Nasca 7 incluye dos tipos de cerámica: una continuación de Nasca 6 y el tipo llamado Huaca elaborados en lana de camélido, en doble tela,
del Loro, tradicionalmente clasificado como Nasca 8 (Silverman, 1992: 38-40), que la investigadora denomina “Loro” y que según la técnica del sprang. Período Nasca Medio,
propone sacar de la secuencia Nasca; o sea agregar parte del material Nasca 7 a Loro y añadir el restante material a Nasca 6. VI Fase. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

Para fijar los colores, como ya se ha dicho, es posible que utilizaran el oxalis (un vegetal
ácido), ceniza, orina fermentada, alumbre, sulfato de cobre y otros13. Tradicionalmente, la
tejeduría era prevalentemente una actividad femenina, aunque la participación masculina no
se puede excluir, como fue demostrado por el hallazgo del entierro de un hombre cuyo ajuar
funerario estaba compuesto de material para bordar y tejer (Y13EXP49Q3-Q5T1).

Entre las numerosas técnicas ornamentales utilizadas, el bordado (Fig. 26, 27) fue la más
difundida en Paracas y Nasca, tanto en forma de estructura sobre tejidos de base como
en función decorativa. La precisión y la variedad de los puntos utilizados exigieron,
probablemente, el uso del telar o de un soporte. Los mantos encontrados en las necrópolis
costeras, adornados con flecos tridimensionales o embellecidos con figuras bordadas,
constituyen los ejemplos más admirables. La indumentaria destinada a los personajes de
mayor rango o importancia era enriquecida a menudo con la aplicación de plumas coloreadas
o elementos decorativos de oro y de plata.

Las cordilleras andinas del Perú son ricas en yacimientos auríferos y minerales, ubicados
en ambas pendientes (ver capítulo I), y proporcionaron la materia prima necesaria para la
actividad metalúrgica, poniendo a disposición de los artesanos una amplia gama de oro
natural, tanto en estado casi puro como aliado con otros metales. La plata tuvo un rol similar
al del oro y fue usada con fines ceremoniales o para la fabricación de artefactos y joyas. Era
fácil encontrarla tanto en afloramientos superficiales como en estado nativo, bajo la forma
de veta plúmbeo-argentífera. Según las evidencias, el cobre fue utilizado en el área de Nasca
desde el primer milenio a.C. Las minas más accesibles debieron estar ubicadas en Marcona
y en la zona de Ica, pero no tenemos pruebas ciertas de su explotación. Es posible, entonces,
que los Nasca extrajeran el cobre, existente bajo forma de sal, de las numerosas vetas que
afloraban en el territorio. Se aprovecharon las vetas de silicatos (crisocola), carbonatos
(azurita y malaquita) y sulfuros (calcopiritas, etc.) que contenían cobre en un porcentaje
variable. Otro mineral utilizado fue el sulfuro de mercurio, conocido como cinabrio, del cual
Fig. 28 Cahuachi, Sector Y1 EXP72Q1. Antara se obtenía el típico pigmento bermellón14. Este pigmento fue usado especialmente en las
reconstruida de 12 tubos cilíndricos y embocadura
ovalada, pintada en rojo. Período Nasca Temprano, III ceremonias, en los ritos funerarios para pintar el rostro del muerto y en la pintura epitelial de
Fase. (Foto: Giuseppe Orefici).
los personajes de rango y de los guerreros.
Fig. 28 Cahuachi, Sector Y1 EXP72Q1. Antara
reconstruida de 12 tubos cilíndricos y embocadura
ovalada, pintada en rojo. Período Nasca Temprano, III 13 Ver la nota 42.
Fase. (Foto: Giuseppe Orefici). ( página izquierda) 14 Al interior de algunos fardos funerarios de Paracas fueron encontrados pequeños envoltorios de piel de ciervo que
contenían cinabrio (86% de HgS) y otros pigmentos minerales.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

Entre las técnicas más difundidas de elaboración de los metales resalta sobre todo la del un tambor y una sonaja; o donde personajes asentados delante de unas ollas tocan antaras y
laminado, que consistía en batir el producto hasta transformarlo en una plancha o en una tambor; otra, de carácter más popular todavía, representa a un grupo de personas y animales
lámina sutil. Para conseguir resultados óptimos se alternaban los golpes con el calentamiento que se dirige hacia algún lugar indeterminado, tocando antaras y, aparentemente, silbando
de los objetos hasta obtener el espesor deseado, que podía ser inferior a un milímetro. Este y cantando.
procedimiento confería al metal brillo y rigidez, pero también una mayor fragilidad; para
contrastar este inconveniente se templaba la lámina enfriándola varias veces con agua. La Entre los instrumentos aerófonos, caracterizados por la presencia de una escala o de
costumbre de calentar los metales llevó probablemente al descubrimiento de la fusión, utilizada una serie de intervalos, están las ocarinas, si bien muy escasas, y una cantidad mayor de
y perfeccionada en época más tardía. Las planchas y láminas obtenidas con este método eran silbatos, polícromos, monofónicos y bifónicos, con formas ornitomorfas o, más raramente,
trabajadas a intermitencia, recortadas, incisas, lustradas o bruñidas, troqueladas, agujereadas antropomorfas. Durante las excavaciones del Proyecto Nasca se hallaron algunas ocarinas
y tiradas; a veces, se les aplicaba o se les engarzaba piedras semipreciosas. Los instrumentos que todavía funcionaban bien (Orefici, 1992: 148). Se encontraron también flautas de un
más usuales consistían en martillos de piedra sin mango, laminadores de piedra volcánica y solo tubo, en hueso y en caña, aunque en cantidad mucho menor que las antaras. Por lo
una base de roca durísima con función de yunque. La incisión y el troquelado se efectuaban que se refiere a los instrumentos de percusión o membráfonos se nota buena calidad y una
generalmente con instrumentos de hueso. En el caso de la elaboración de máscaras u objetos tipología bien diferenciada. Los tambores Nasca tenían dimensión variada, generalmente
cóncavos se utilizaron modelos preexistentes de madera donde se apoyaban las láminas para eran de cerámica y decorados con diseños polícromos; los tambores más grandes alcanzaban
que tomasen la forma deseada. Las láminas eran usadas también para adornar bastones hasta un metro y medio de largo. La tipología más frecuente era la forma de vasija, cónica o
ceremoniales, espejos y otros productos destinados a las personas de más alto rango. parecida a una clepsidra. Los ejemplares conocidos son en su mayoría monopieles, aunque
hubo también una variedad de instrumentos más pequeños con doble superficie activa
Una de las expresiones más profundamente relacionada con el espíritu religioso colectivo (bipieles). La abertura superior estaba tapada por un pedazo de cuero perfectamente
de los Nasca fue la música, que se puede considerar como un verdadero lenguaje coral a tendido, mientras que en la base se dejaba un agujero o una abertura más pequeña para
través del cual se comunicaban con las divinidades. La cantidad de instrumentos musicales lograr una mejor resonancia. De la iconografía cerámica se observa también la utilización
que encontramos en los templos de Cahuachi y su presencia documentada al interior de los de sonajas, pero no se puede determinar el material con el cual fueron ejecutadas,
geoglifos de la pampa representan la evidencia indudable de los complejos rituales litúrgicos aunque es probable que se emplearan conchas, mates rellenos de piedrecitas, semillas o
que se celebraban. pequeños objetos de metal.

0 5
cm Los instrumentos más difundidos fueron los de viento o aerófonos, entre los cuales resaltan Algunos de los factores que determinaron el desarrollo agrícola de los Nasca fueron
las antaras de cerámica, (Fig. 28, 29) los silbatos de arcilla o hueso, las ocarinas y las el aporte hídrico de los ríos en el momento de avenidas, junto a agua subterránea y
CAH 88 SECTOR Y10 EXP. 41 Q2 T4
Antara con tubos de caña: ofrenda trompetas de cerámica15. Según el análisis de la calidad de los instrumentos hallados en el manantiales en la parte baja de los valles. De todos modos, los recursos del subsuelo
área de Nasca, se deduce que la música ejecutada tuvo características complejas y que las tenían que ser aprovechados con la utilización de técnicas aptas para su captación,
Fig. 29 Cahuachi, Sector Y10 EXP 41Q2T4. Antara de piezas musicales eran tocadas probablemente tanto por solistas como por conjuntos. En la con el fin lograr la irrigación de vastas superficies de terreno. En el área comprendida
caña encontrada entre las ofrendas de la tumba de un
personaje masculino. Está compuesta de seis tubos iconografía cerámica se observan escenas donde el músico toca al mismo tiempo una antara, entre los ríos Nasca y Las Trancas fueron adoptados, en épocas prehispánicas, sistemas
atados entre ellos con un cordón blanco de algodón
y se nota cómo en las fases más tardías la calidad basados en el aprovechamiento del agua por medio de galerías filtrantes (llamadas
de los instrumentos musicales decae. Período Nasca comúnmente puquios), permitiendo luego el desarrollo de asentamientos también en
15 No es posible saber cómo y cuándo se tocaban estos instrumentos, pero hay algunos raros ejemplares arqueológicos en
Medio, VI Fase. (Dibujo: Dolores Venturi).
los que se representan escenas con músicos (para su descripción ver Rossel Castro, 1977; Bolaños, 1988a; Orefici, 1992; Orefici
y Drusini, 2003). las localidades intermedias, gracias al empleo de una innovación técnica única en el

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

territorio peruano. De esta manera fue posible obtener agua durante todo el curso del
año, sin tener que limitar la producción agrícola a la época de las lluvias, es decir, entre
diciembre y marzo. Este sistema se diferenció totalmente del concepto tradicional de
acueducto porque su objetivo no era solo el transporte y la distribución del agua, sino
la recolección subterránea del preciado elemento hídrico y su encauce hacia depósitos
de reserva en la misma área. Aprovechando la inclinación natural del estrato aluvial
respecto del sedimentario, que bajan paralelos desde las alturas hacia la costa, los Nasca
determinaban un punto donde excavar un pozo e individuar la napa freática. De aquí,
excavando horizontalmente, construyeron galerías en las cuales el agua individuada
con el pozo filtraba y fluía, reconduciéndola a la superficie. Para realizar este sistema
hidráulico fue necesario construir galerías parcialmente subterráneas en la parte donde
la vena de agua seguía el curso más profundo y prever el uso de pozos de inspección para
la manutención y la oxigenación de tan apreciado elemento16.

La construcción de los puquios implicó el uso de una tecnología particularmente


especializada; por ende, las paredes internas de las galerías fueron realizadas con cantos
rodados seleccionados, recubiertos con un tipo de arcilla particularmente impermeable.
Cuando era necesario controlar mejor la velocidad del agua transportada, se concibió un
trazado no siempre rectilíneo, como lo atestiguan las pilas de decantación intermedias y las
curvas en ángulo recto. Se conoce la existencia de 35 puquios diversos, 29 aún en uso en el
valle de Nasca, dos en el de Taruga y cuatro en Las Trancas, con un largo variable entre los
150 y los 600 metros. En el caso de los canales subterráneos, la profundidad nunca superaba
los dos metros y medio, mientras que en los puquíos a cielo abierto la sección se reducía en
la parte inferior y por encima se abría formando un escalón más amplio; a veces estos canales
podían alcanzar también los 6-7 metros de profundidad, como en el caso de Ocongalla. Al
final, el agua recogida era encanalada hacia grandes depósitos, también edificados con cantos
rodados ligados con arcilla, desde los cuales era luego distribuida a las áreas cultivadas17.

16 K. Schreiber efectuó investigaciones arqueológicas minuciosas en el área Nasca con el fin de definir la ubicación geográ-
fica, la extensión y la sucesión cronológica de este sistema hidráulico: los resultados logrados permitieron ubicar la realización Fig. 30 Cahuachi, Gran Pirámide, EXP127. En el corte
estratigráfico se nota la presencia de varios elementos
Este sistema hidráulico tuvo que ser mucho más desarrollado de lo que aparece hoy y
de los puquios en la fase sucesiva a la declinación del centro ceremonial de Cahuachi (Schreiber y Lancho Rojas, 1988). culturales colocados en los rellenos artificiales, incluso
17 K. Schreiber analizó la presencia de los asentamientos de las primeras fases de época Nasca, que se habían desarrollado en una olla dejada como ofrenda. (Foto: Giuseppe
contribuyó a un poblamiento intensivo de los valles en cuestión, aprovechando una fuente
la parte alta del valle del río Nasca y por debajo de la línea de las aguas manantes, en la parte baja del valle; es decir, excluyendo Orefici).
la parte mediana. Considerando que los asentamientos hacia arriba y hacia abajo de la zona seca intermedia son más antiguos
inagotable de abastecimiento hídrico durante todos los períodos del año. Asimismo, hay que
que los de la franja central, estableció que las galerías filtrantes fueron construidas entre el final de la Fase 4 y la Fase 8 de Nasca. considerar la importancia que tuvo la red de acueductos para el control de la distribución del
Pero la evidencia arqueológica de sitios de ocupación, habitados ya en la época de transición Paracas-Nasca, como Ocongalla,
Agua Santa, Pueblo Viejo y otros ubicados en el área intermedia seca, indicaría la presencia de los puquios u otra forma de agua por parte de quienes ejercían el poder sobre las comunidades bajo su influencia.
abastecimiento de agua ya desde la primera fase Nasca.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IV La cultura Nasca

No es muy clara cuál fue la posición de Cahuachi en este contexto, considerando que el centro las tierras altas. El modelo andino de la división dual, aunque pertenezca a una tradición
monumental surgió en un lugar con evidencia constante de aguas manantes, lo que indica una muy antigua, no es fácil de adaptar a sociedades tan lejanas cronológicamente, faltando
antigüedad del complejo arqueológico muy anterior a la utilización de los puquios y excluye evidencias concretas de su aplicación.
la posibilidad de controlar la distribución del agua en los territorios aguas abajo. La hipótesis
que plantea la realización de las galerías filtrantes valle arriba, en un período antecedente La aceptación de la sacralidad de Cahuachi por parte de los centros menores incrementó
al indicado por Schreiber, permitió quizás a Cahuachi coordinar el funcionamiento de las el poder de la “capital teocrática” y legitimó la condición privilegiada de los jefes religiosos,
actividades agrícolas en un área más amplia. Sin embargo, la idea de un control territorial en intermediarios con lo sobrenatural y únicos representantes de la autoridad ideológica. La
este sentido decae con el abandono del centro religioso, de Pueblo Viejo, Quemado y otros influencia de Cahuachi en la región determinó la necesidad de aumentar los momentos de
sitios en los valle del río Grande y Acarí después de la Fase 3 de Nasca, sugiriendo más bien encuentro y cohesión entre los diversos grupos humanos que, aunque ligados por el mismo
un cambio radical en toda la organización socioeconómica, como se deduce analizando los credo religioso, vivían realidades distintas, tanto a nivel geográfico como ambiental y social.
sitios habitacionales de la Fase 5 en adelante. Para poder analizar el tipo de relación existente entre los varios asentamientos, podemos
basarnos en las observaciones y en los datos recuperados en los sitios investigados por el
La importancia de Cahuachi en las relaciones territoriales: su poder religioso y Proyecto Nasca en los valles del territorio. Otro elemento que puede confirmar la existencia
político en el área de influencia de un intercambio continuo es la variedad de ofrendas depositadas en Cahuachi, que
comprende materiales alóctonos, como plantas, pigmentos, animales y minerales procedentes
En el complejo panorama cultural que se estaba desarrollando en la costa sur al final del de diferentes ecosistemas (Orefici, 1993a: 104, Fig. 129-130), lo cual demuestra la devoción
Horizonte Temprano hay un gran incremento de centros regionales, cuya influencia se religiosa de grupos que tenían acceso a otro tipo de recursos. Otro factor que podría explicar
manifiesta a través de la difusión de elementos iconográficos nuevos que comprenden la existencia de relación entre el centro ceremonial y los pueblos que reconocían su poder
una simbología religiosa más compleja. Aunque sea muy difícil explicar el significado de la fue la difusión de elementos fuertemente indicadores como la cerámica y los textiles, que
emblemática representada en la cerámica y en los textiles, aparece claro que en su mayoría expresaban a través de su iconografía un mensaje homogéneo que tenía una función y un
está relacionada con cultígenos, en otros casos asociada a la divinidad principal, peces, aves, efecto de cohesión social.
serpientes, constituyendo una clara invocación a la fertilidad de la tierra y a la abundancia de
recursos, dispensadas a través de los dioses. Entre los sitios que funcionaron paralelamente a Cahuachi, uno de los más cercanos fue
el asentamiento habitacional de Pueblo Viejo, cuya ocupación terminó en la misma época
Con estas premisas, Cahuachi asumió paulatinamente el rol de núcleo cultural y religioso de declinación de Cahuachi, volviéndose una zona de necrópolis durante el Horizonte
alrededor del cual gravitaron las poblaciones que entonces vivían en toda la cuenca del río Medio. También en la margen derecha del río Nasca hay huellas de intenso poblamiento y
Grande y que fueron unidas bajo el mismo credo y la misma organización social. El concepto de extensas necrópolis, casi siempre con evidencia de reutilización en diferentes períodos.
de sacralidad del sitio está reforzado por la evidencia de sacrificios y de ofrendas constantes Uno de los sitios más interesantes que se investigaron fue Quemado, ubicado cerca de Las
a las estructuras templares (Fig. 30) (Orefici, 1993a; Orefici y Drusini, 2003; Silverman, 1993). Cañas, cuatro kilómetros al este de Cahuachi; aquí, en 1989, se excavó parte de un montículo,
En las últimas décadas se han propuesto nuevas interpretaciones del sistema político Nasca determinando una ocupación temprana (Nasca 1)18. Sucesivamente las estructuras fueron
(Silverman, 1992; Rostorowski, 1993; Urton, 1990), algunas de las cuales podrían explicar modeladas conformando grandes cuartos cuadrangulares, contemporáneos al momento de
ciertos momentos del desarrollo de esta cultura, pero faltan todavía suficientes estudios
18 El fechado de carbones asociados a material cerámico“patrón bruñido”inciso, subyacentes a un piso más antiguo, aparen-
estratigráficos en los sitios recién ubicados y en otros más vinculados con las sociedades de temente no asociado a los muros mencionados, resultó ser 2300 ± 25 BP.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca

apogeo de Cahuachi, que funcionaron a lo largo del siglo I d.C. y, debido a su conformación, de época Nasca, un cementerio del Horizonte Medio y dos del Período Intermedio Tardío.
fueron utilizados probablemente como depósitos; esto se dedujo de la posibilidad de acceder Los establecimientos Nasca fueron encontrados respectivamente en la margen derecha e
a ellos solo desde lo alto y por la evidencia de clausura de los antiguos ingresos. izquierda de la quebrada de Usaka, ambos en posición elevada respecto de la actual zona
agrícola, casi en la confluencia con la quebrada de Carrizal. La ocupación más intensa en
En el mismo año se investigaron los sitios de Jumana, Santa Clara, Usaka, Atarco y Pacheco, ambos sitios corresponde a Nasca 5-6, con una fase más temprana testimoniada por material
elegidos después de un reconocimiento efectuado en 1988. Se determinó que Jumana tuvo cerámico Nasca 2-3. En el primer grupo de estructuras (EXP1Q9) fueron evidenciados dos
una ocupación habitacional Nasca 1-2, atestiguada por el material cerámico asociado a pisos con huellas de su utilización secuencial. Las construcciones tenían planta rectangular,
restos de estructuras pobres en quincha, donde fueron registrados hoyos de poste y capas paredes de quincha y un techo soportado por palos que fue destruido por un incendio.
de ceniza. Los centros de Jumana, Majuelos, Agua Salada, Santa Clara tuvieron importancia En el segundo asentamiento, ubicado en la base de la gran duna que recubre la quebrada,
por su ubicación intermedia entre el valle de río Grande y Cahuachi, por su relativa cercanía registramos tres grupos de construcciones cuyos muros fueron erigidos con bloques de
al mar y por la presencia de grandes bosques de algarrobo. Hay que considerar también la piedra caliza rosada, ligados con argamasa. Por la dimensión de los ambientes y la ausencia
función de control que tuvieron algunos sitios: por ejemplo, desde Santa Clara se accede de restos de desechos se piensa que la función de este conjunto no fue de tipo doméstico.
al valle del río Grande por el paso de Los Colorados que da a Cabildo, constituyendo un Ambos asentamientos de Usaka fueron reutilizados como necrópolis intrusivas ya desde la
excelente punto de observación de ambos valles. Por lo que se refiere a la arquitectura, en Fase 5 de Nasca, hasta su abandono total en la Fase 7. En la quebrada de Atarco también
Majuelos y Agua Salada (Santa Clara) se encontraron construcciones de adobe similares a encontramos huellas continuas de ocupación, desde las primeras fases de Nasca hasta el
las de Pueblo Viejo y Quemado, pero con un tipo de adobe paniforme múltiple, que hasta la período colonial (Orefici, 1992, 1993).
fecha pudimos registrar solo en Cahuachi.
Del análisis que hicimos en los diferentes asentamientos resultó evidente que, por lo menos
Más al sur, recorriendo la quebrada de Poroma, desde Corralones hasta la hacienda Tunga, se hasta la Fase Nasca 3, el centro ceremonial, de alguna manera, contuvo el crecimiento de los
desarrolla un amplio oasis fluvial que prosigue valle abajo hasta los asentamientos de Usaka, establecimientos menores del valle, hecho que interpretamos como una forma de jerarquía
en proximidad del álveo del río Nasca. Durante el Período Intermedio Temprano estos centros arquitectónica y funcional impuesta. De todos modos, con la declinación y abandono de
debieron tener relaciones muy intensas, que favorecieron el surgimiento y el desarrollo de Cahuachi hubo un cambio radical en el patrón socioeconómico de las aldeas periféricas, que
cuatro grandes asentamientos en el sitio de Corralones, otro en Tunga –donde funcionó un tuvieron una nueva fase de florecimiento cultural y un fuerte desarrollo autónomo que se
gran complejo arquitectónico de probable carácter público-administrativo– y dos ocupaciones podría explicar con una organización política basada en una confederación de comunidades
en Usaka. En Corralones se observaron las huellas de un intenso aporte aluvial que recubrió independientes, vinculadas a una común tradición cultural y a un mismo credo religioso
eventuales ocupaciones de época anterior. En 1982, cuando visitamos Tunga por primera vez, (Orefici, 1992: 65).
observamos la evidencia de grandes edificaciones de adobe –comparables tipológicamente a
las del sector X5 de Pueblo Viejo y bajo ciertos aspectos constructivos a las de Cahuachi–, con
cerámica correspondiente a las tres primeras fases de Nasca. Actualmente la ampliación de los
campos de cultivo ha determinado la desaparición de todos los restos arquitectónicos.

En el sitio de Usaka, a pesar de la devastadora acción de los saqueadores de tumbas,


logramos reconocer cinco áreas de ocupación, habitacional y cementerial, de las cuales dos

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo V

Cahuachi: Los Orígenes

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

Cahuachi: los orígenes


De lugar sagrado a capital teocrática: la secuencia funcional de la vida de
Cahuachi

La evolución de lo que se puede considerar el centro ceremonial en adobe más grande


del mundo fue larga y constante. En la época de su nacimiento como espacio sagrado no
fue concebido en previsión de su futuro desarrollo, ni era imaginable tener una idea de la
importancia que el sitio adquiriría durante el Período Intermedio Temprano, convirtiéndose
en algo muy diferente y complejo, como resultado de los fermentos culturales regionales que
dieron vida a la cultura Nasca.

La sacralidad de un lugar deriva de la concomitancia de múltiples factores, entre los cuales


la ubicación, su fisionomía natural, la dimensión, la naturaleza del terreno, la relación con el
agua, con otros lugares sagrados y la visibilidad desde ellos, así como su posición en el medio
ambiente escogido.

En muchos casos el concepto de huaca, lugar sagrado, se expresa independientemente de la


participación del hombre en la preparación del sitio. La cercanía a un río, la conformación
del terreno, la existencia de un cerro en los alrededores contribuyen, en su forma natural, a
determinar valores para escoger un lugar con características sagradas. A veces son los elementos
naturales o su comportamiento, en fechas establecidas a lo largo del año, los que motivan
su designación para celebrar actos particulares: viento, lluvia, tempestades, relación entre
diferentes elementos. Estas características son mucho más antiguas de lo que se puede pensar,
porque la individuación de espacios peculiares para realizar actos específicos pertenece no solo
a la naturaleza humana, sino que es propia también del mundo animal en sus manifestaciones
colectivas. Por eso, la determinación de las razones por las cuales un lugar va a ser convertido en
sagrado muchas veces reside en formas que podemos calificar como instintivas o instintuales.
Cahuachi. Detalle de la Fig. 1, donde se observa la
Entre las propiedades de un lugar podemos considerar también su vinculación con un mito,
zona nuclear del centro ceremonial.
apariciones de divinidades, lugares de eventos históricos y/o sobrenaturales.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

En algunos sitios particulares, por razones diferentes y no siempre fácilmente explicables, preliminar, que no implica la necesidad de un intermediario entre el sitio concebido como
el hombre ha decidido conferir un valor específico de naturaleza sagrada a manifestaciones huaca y el hombre que se aproxima a ella. La fase sucesiva está conectada con el lugar que
que muchas veces se escapan de evaluaciones racionales, pero que siempre tienen como se convierte en meta de peregrinaciones y se va haciendo conocido en un área cada vez más
finalidad el concepto de elevación espiritual. grande, relacionada con los valles cercanos y, posiblemente, con otros terrenos sagrados. Su
evolución más compleja está vinculada con la intervención de un intermediario: un hombre
Por su ubicación geográfica y la conformación del terreno, Cahuachi nace posiblemente o más personajes llegan al lugar como elemento de comunicación entre los peregrinos y
en el valle del río Nasca, donde las mismas colinas tienen una conformación parecida a la huaca, determinando la función celebrativa por parte de un chamán, que en esta fase
estructuras piramidales naturales. (Fig. 1) La presencia constante de aguas aflorantes de comparte la llegada al sitio con los otros peregrinos.
los puquios en dos diferentes zonas del valle, a pocos kilómetros entre ellos, seguramente
jugó un papel importante en la determinación de la sacralidad del lugar. La secuencia de La necesidad de configurar el lugar sagrado con elementos propios de la actividad humana
colinas, que naturalmente confieren una visión casi arquitectónica al ambiente, contribuyó Fig. 2 Cahuachi, Gran Pirámide 2, Sector Y10 EXP37
Q2. Vista del entierro femenino mutilado encontrado
constituye el paso sucesivo en la evolución propia del concepto de huaca. La modificación de la
Fig. 1 Foto aérea donde se puede ver la ubicación de
Cahuachi respecto al Valle del río Nasca. (elaboración indudablemente a que el hombre que se acercaba a estos montículos naturales percibiera en correspondencia del altar ceremonial del Período capa superficial arcillosa, el establecimiento de una secuencia de hoyos y la celebración de rituales
de las fotografías del SAN de 1955. N° 6511-A-2- Precerámico Medio. (Foto: Giuseppe Orefici).
133, 134, 135,137). una energía particular que lo indujo a concebirlos como sagrados. Se trata de una fase que contribuyen a caracterizar el lugar como elemento propio de la sacralidad hacen parte del
proceso de transformación del área. En el sector Y10, el Proyecto Nasca tuvo la posibilidad de
excavar un pequeño altar ceremonial constituido por una superficie arcillosa natural trabajada y
alisada, en la cual se había realizado un corte de forma rectangular con las esquinas redondeadas,
ubicado ortogonalmente según los ejes este-oeste y norte-sur. Esta sección estaba interrumpida
por otros cortes que contenían hoyos de ofrenda con materiales líticos diferentes. Parte de la
capa arcillosa había sido conformada para recibir el cuerpo mutilado de un personaje femenino
sacrificado, confiriendo al lugar una sacralidad intensa y particular. (Fig.2)

Se trata de la evidencia más antigua de utilización del área como lugar sagrado encontrada
hasta ahora en Cahuachi, que subraya el desarrollo de actividades ceremoniales ya desde el
Período Precerámico. Los fechados radiocarbónicos calibrados dieron una antigüedad entre
el 4400 y 4200 a.C., indicando que al sitio le fue atribuida una importancia especial en una
época muy anterior, preexistente al desarrollo de la cultura Nasca1. Es la primera confirmación
arqueológica que atestigua la celebración colectiva de rituales con la participación de más
individuos en este lugar, remarcando la acepción sagrada especial que adquirió como punto
de referencia y de encuentro entre las poblaciones de las alturas y las del litoral (Orefici,
2003: 105).

1 El sector denominado Y10 se localiza en la Zona B de Cahuachi y más exactamente en la segunda plataforma de la Gran
Pirámide II, la estructura arquitectónica más alta entre los conjuntos templares analizados. El altar ceremonial se encontró debajo
de una capa de relleno sobre la cual descansaban un muro en adobe cónico, otra capa de material de relleno y un muro en adobe
paniforme, más conforme a la configuración final que tuvo el edificio en la tercera y cuarta fases arquitectónicas de Cahuachi. La
capa natural arcillosa tiene evidencias de haber sido utilizada antes de cualquier tipología de arquitectura sucesiva.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

CAH 97- Y1 EXP. 60 Q3 Perfil cara w del muro 2 en adobes cónicos escala 1:10

Fig. 4 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP50


Q3. Corte en el cual se puede observar la tipología
arquitectónica más antigua de Cahuachi, con presencia
de una pared de quincha y un muro edificado con
adobes cónicos. En la capa arcillosa natural se nota la
presencia de hoyos, que en orígen constituían la base
de postes de guarango. (Dibujo: Elvina Pieri).

Fig. 5 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. Hoyos de


palos pertenecientes a la primera fase de ocupación.
(Foto: Giuseppe Orefici).

Fig. 6 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP103


Q26T3. Entierro de un individuo masculino adulto
encontrado bajo la capa de relleno de la base de
un muro de quincha. El personaje fue colocado al
interior de la base de una gran olla, asociándolo a las
estructuras más antiguas. Tenía como ofrendas dos
mates en forma de botella y una vasija ornitomorfa
Nasca Temprano, todas colocadas en la base. (Foto: 0 0,50 1
Giuseppe Orefici). m

Fig. 3 Cahuachi. Ubicación de la zona arquitectónica La sucesiva exigencia de atribuir al lugar funciones más complejas corresponde a la aparición
nuclear.
Mapa elaborado por William Duncan Strong, con de una primera forma de arquitectura en Cahuachi; además, la dualidad expresada por la
ubicación de los principales grupos arquitectónicos
de las zonas A y B e indicación de los sectores (Y) presencia de dos grandes colinas naturales que dominan toda el área fue uno de los requisitos
excavados por el Proyecto Nasca en el área central del
centro ceremonial. (Strong, 1957:14, Fig. 4). que indujeron a erigir construcciones en el territorio según nuevas normas de edificación.
(Fig. 3) No tenemos hasta la fecha una visión rigurosa de lo que fue Cahuachi en su primera
fase arquitectónica, puesto que la mayoría de las evidencias de este momento constructivo se
encuentran debajo de las estructuras pertenecientes a las fases sucesivas. En varios contextos se
ha podido registrar la existencia de grandes postes de guarango colocados en hoyos excavados
en la capa natural arcillosa de las colinas. Entre los postes se disponía una secuencia alineada de
cañas entrelazadas con sogas vegetales, formando una pared de quincha, que sucesivamente
era recubierta por una capa arcillosa en ambos lados. (Fig. 4, 5, 6, 7, 8) .

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

Fig. 7 Cahuachi, Gran Pirámide Sector Y8 EXP 33 Se trata del sistema de construcción más antiguo comprobado en Cahuachi y aún no tenemos Fig. 09 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP50 En esta fase se intensifican las ceremonias de sacrificio de cerámica (Fig. 9) o de animales y
T4 Q24-25. Tumba con matriz elaborada en la capa Q1. Fragmentos de cerámica “Nasca 0” encontrados
arcillosa natural, conteniente a dos individuos. El una visión orgánica de su extensión. Su difusión en la mayoría de los sectores analizados nos en las capas más antiguas del montículo. (Dibujo: seres humanos, además se nota un incremento de los materiales ofrendados a nivel votivo.
primero, que se observa en la parte inferior de la Dolores Venturi).
fotografía, perteneciente a un joven de sexo masculino demuestra que hubo una primera e intencional caracterización tipológica del sitio, concebida El prestigio y poder económico adquiridos se deducen gracias a la existencia de los grandes
de 15-16 años, presentaba deformación craneal tabular
oblicua. El segundo correspondía a una mujer de 50- con el fin de crear un conjunto arquitectónico complejo con función ceremonial. depósitos de ofrendas vegetales en algunos templos de Cahuachi, lo cual contribuiría a
60 años con el mismo tipo de deformación craneal.
Como ajuar funerario tenían dos ollas sin decorar. El interpretar la dinámica evolutiva del centro ceremonial según parámetros mucho más
entierro corresponde a la fase temprana de ocupación Paulatinamente, el uso del lugar sagrado se hizo más articulado, en su interior se concentraron complejos. (Fig. 10) Las actividades alfareras, textiles, de decoración de artefactos y otra
de Cahuachi. (Foto: Giuseppe Orefici).
personajes que celebraban funciones religiosas cada vez más desarrolladas a nivel litúrgico clase de producción artesanal se realizaban en la misma Cahuachi, donde la vida se hizo más
Fig. 8 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP
33 T3 Q25. Tumba con matriz circular elaborada y empezó a difundirse un culto que incorporó las creencias regionales anteriores. Fue el articulada y compleja, hasta determinar una función no solamente de centro ceremonial,
en la capa arcillosa natural estéril. Contenía a un
individuo masculino con una edad de 50/60 años con momento de la vida de Cahuachi en el cual los lugares sagrados cercanos empezaron a sino también de un lugar donde varias categorías especializadas contribuían a dar más realce
deformación craneal tabular oblicua. Se trata de una
tumba muy antigua, como demuestra la ofrenda de perder su importancia y el nuevo centro ceremonial se convirtió en el polo religioso principal a su autoridad.
una botella de doble pico con asa a puente, decorada
post-cocción con serpientes bicéfalas. Paracas Tardío. de todo el territorio; es decir, en una verdadera capital teocrática dispensadora de importantes
(Foto: Giuseppe Orefici).
innovaciones ideológicas. Cahuachi se convirtió en un lugar que atraía a multitud de peregrinos desde los lugares más
lejanos donde se había difundido la religión Nasca y funcionó durante siglos como un lugar

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

Como se ha podido observar, la ubicación de Cahuachi, por múltiples causas incluyendo


las naturales, fue escogida en el lugar donde se desarrolló a lo largo de más de 800 años.
El centro ceremonial ejerció una función nuclear para los grupos humanos que lo miraban
como lugar de origen cultual y cultural, pero también constituyó un importante elemento de
control de las actividades humanas en el valle del río Nasca durante varios siglos. Su posición
estratégica respecto de la pampa desértica, donde se realizaban las ceremonias al interior de
los trazados de los geoglifos, es evidente todavía por la presencia de los caminos naturales
que, saliendo de Cahuachi, se dirigían hacia las áreas de los grandes dibujos en el terreno.
Además, su posición intermedia entre los Andes y el mar le dio un rol estratégico dentro del
espacio cultural de Nasca y en sus relaciones con las comunidades de la sierra. Su influencia
se expandió por el sur hasta Acarí y por el norte hasta Cañete, produciendo un incremento
de su prestigio e importancia como centro político-religioso centralizado. Las evidencias
encontradas demuestran que las poblaciones del territorio controlado por Cahuachi
reconocieron su posición central y expresaron su respeto y devoción con peregrinaciones
Fig. 10 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP104. constantes al lugar.
Escaleras al interior del conjunto monumental
de paz y de intercambio entre los grupos que lo miraban como el centro cultual y cultural de su
después de su excavación. En su dinámica evolutiva, propia expresión religiosa. En la tercera fase arquitectónica se notan estructuras temporales,
Cahuachi demuestra un desarrollo arquitectónico
siempre más complejo. (Foto: Giuseppe Orefici). posibles lugares en los que se exponía la variedad de productos llevados al sitio por parte de En el área específica del valle del río Nasca se puede observar muy bien cómo la centralidad de
quienes llegaban a presenciar las ceremonias celebradas en tiempos establecidos. Además, Cahuachi tuvo una importancia determinante para el control del agua y, consecuentemente,
la existencia de material cerámico no cocido, instrumentos musicales, textiles solamente de las actividades agrícolas. Indudablemente, los dos lugares con abundante afloramiento
pintados y no bordados indica claramente el perfeccionamiento en Cahuachi de actividades de agua, al este y al oeste del conjunto, fueron determinantes para la irrigación de la zona.
diferentes, respecto a las preeminentemente ceremoniales. Indudablemente, durante la cuarta Se puede presumir que la red de acueductos del valle medio posiblemente estuvo activa
fase arquitectónica, Cahuachi se convirtió en un gran centro artesanal2, con el incremento también en Nasca Temprano, aunque haya evidencias de un mayor desarrollo en el período
de todas las actividades productivas, entre las cuales las más significativas eran la alfarería denominado Nasca Medio y fuese controlada plenamente por el centro ceremonial. Con la
y la elaboración de textiles. En esta fase de utilización o reutilización de las estructuras se gestión de la distribución del agua, Cahuachi tenía directa e indirectamente el dominio en el
hallaron también evidencias de la crianza de animales, como la llama o los cuyes, debido a crecimiento de los centros menores descentralizados en el territorio; además podía decidir
su valor no solo alimentario sino también ritual, a manera de ofrenda en las ceremonias de que un antiguo centro religioso de menor tamaño desapareciera o que cambiara el rubro de
sacrificio o funerarias. sus actividades3. Analizando el crecimiento de los pueblos en toda la cuenca del río Grande
de Nasca, se puede observar que durante Nasca Temprano no hay una sensible ampliación

3 Es el caso de Quemado, pequeño centro ceremonial polifuncional ubicado a cuatro kilómetros aguas arriba de Cahuachi,
cuya existencia se remonta presumiblemente al 500 a.C. Con el tiempo, el lugar sagrado se convirtió en almacén de servicio para
2 En el sector denominado Y1, durante las excavaciones de las estructuras pertenecientes a la cuarta fase arquitectónica de
Cahuachi y las puertas de acceso a los recintos fueron selladas para volverse espacios utilizables desde la parte alta. En sus al-
Cahuachi, aparecieron construcciones muy simples con paredes de quincha, que habían modificado la función ceremonial de
rededores había pequeños asentamientos que no desarrollaron nunca su dimensión, posiblemente por el efecto del control del
lugares como plazas o grandes recintos con columnas y techos. En el interior de estos pequeños edificios se hallaron fragmentos
agua ejercido por Cahuachi. En 1989 se realizaron las excavaciones en el sitio de Quemado (Proyecto Nasca, 1989). El conjunto
de antaras no cocidas, telas con diseños listas para bordar, cerámica parcialmente pintada y no cocida. La evidencia comprobó
arquitectónico tenía una conformación de pequeña estructura ceremonial, con ambientes en forma de terrazas y recintos más
la presencia de artesanos o sacerdotes artesanos que coordinaban o realizaban trabajos artísticos dentro del mismo Cahuachi.
elevados.
También en la tercera plataforma de la Gran Pirámide se hallaron materiales cerámicos e instrumentos musicales no cocidos,
como en otros lugares de Cahuachi.
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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

de los centros habitacionales, mientras que esto se puede comprobar durante Nasca Medio, El equilibrio entre la cantidad de agua que podía ser distribuida a los pueblos cercanos o
cuando ya Cahuachi había cesado de realizar un control directo del agua4 y del territorio. lejanos en los valles de influencia Nasca dependía posiblemente del número de productos
La importante red de los acueductos y de las galerías filtrantes fue un elemento básico para ofrendados al centro ceremonial, que constituía la única organización en grado de acumular
el desarrollo de la agricultura en el área, permitiendo el cultivo de la mayoría de las plantas y almacenar bienes alimenticios en abundancia y a cambio proporcionar más o menos
alimenticias presentes en la dieta de la sociedad Nasca Temprano5 y que actualmente casi cantidad de agua a los pueblos. Sobre la base de este sistema de control productivo, el poder
no se cultivan en la zona o han desaparecido totalmente; esto se debe a la introducción, en de Cahuachi se fortalecía porque tenía la posibilidad de almacenar y acumular en su interior
la época colonial, de nuevos cultígenos no autóctonos y a diferentes sistemas de riego, que un ingente surplus de bienes y poderlo redistribuir en caso de calamidades naturales.
paulatinamente han suplantado o penalizado la utilización de la red de acueductos de los
antiguos Nasca. La utilización del sitio y su función ceremonial

Actualmente es muy difícil tener una visión clara de cómo eran aprovechadas las napas Como se ha podido observar, la utilización originaria del espacio de Cahuachi tuvo una función
freáticas en la zona de Cahuachi, aunque hay indicios claros de que esto ocurrió. Durante las ceremonial ya desde el comienzo de las actividades en el área. El planteamiento de W.D. Strong
excavaciones del sector Y1 (Montículos 1, 2 y 3) se hallaron pozos para la filtración de agua (1957: 13) sobre la existencia de una posible aldea temprana en una zona al noroeste del núcleo
desde una napa superficial, que actualmente está completamente seca; asimismo fueron monumental no puede ser probado, por estar tal sector totalmente destruido por la agricultura
encontrados restos de conductos de arcilla para el transporte enterrado del agua dentro de moderna. Sin embargo, en los 27 años de excavaciones en el territorio de Cahuachi, el Proyecto
las estructuras ceremoniales, sin la necesidad de acudir al río para recogerla. En las colinas Nasca no ha podido registrar datos habitacionales al interior del conjunto de estructuras.
naturales, donde surgieron las estructuras ceremoniales, se excavaron unos pozos en las capas
de arcilla natural, que en la zona superan los tres metros de espesor6. El agua de una napa, Todas las evidencias hasta ahora encontradas refuerzan la idea de que el sitio tuvo una
probablemente originaria del valle de Atarco, afloraba naturalmente en los pozos y rellenaba función estrictamente de tipo ceremonial desde sus orígenes y los fechados que tenemos
los contenedores en la capa natural. En el caso de una presión demasiado fuerte, determinada (ver cuadro cronológico en el capítulo XIX) indican muy detalladamente la presencia de
por exceso de agua, un sistema de canalización en arcilla transportaba el elemento hídrico pequeñas estructuras muy antiguas, registradas en el sector Y10 (Gran Pirámide II).
fuera de las estructuras; esto era posible por medio de las pendientes naturales. Por lo tanto
la cantidad de agua en el centro ceremonial, en los tiempos de su funcionamiento, fue Igualmente tenemos evidencia de ocupaciones arcaicas en otras localidades, como en
mucho más abundante que ahora, permitiendo la utilización o la distribución del precioso Estaquería, donde se encontró el cuerpo de un individuo sin cabeza y miembros superiores,
elemento también al interior de las estructuras templares. con elementos indicativos de posible pertenencia al segundo o tercer milenio a.C. Asimismo,
en unas estructuras de Cahuachi (Y13-EXP49) se hallaron restos de carbones vegetales y
camote, asociados con muros en adobe cónico, pertenecientes a la mitad del primer milenio
4 En el valle del río Grande se puede notar que el mayor desarrollo de los centros urbanos se produjo sobre todo en el perío- a.C. (ver cuadros cronológicos en el capítulo XX), confirmando así la presencia humana
do Nasca Medio, momento en el cual desde Cabildo hasta Coyungo hay una proliferación de establecimientos importantes y
autónomos (450-600 d.C.). en el área desde el quinto milenio a.C. hasta la fecha, pero con una continuidad bastante
5 Entre las especies de fruta comidas seguramente por los Nasca tenemos el pacae (Inga feuillei), la lúcuma (Pouteria lucuma),
la guayaba (Psidium guayaba) y la ciruela del fraile (Bunchosia armeniaca). Entre las plantas alimenticias principales tenemos el
homogénea.
maní (Arachis hypogaea), el pallar de los gentiles (Canavalia plagiosperma), la jíquima (Pachyrrhizus tuberosus), el frejol (Phaseolus
vulgaris), el pallar (Phaseolus lunatus), la yuca (Manihot esculenta), el zapallo (Cucurbita maxima), el lacayote (Cucurbita moschata),
el camote (Ipomoea batatas), el ají (Capsicum frutescens), el maíz (Zea mays) y la achira (Canna edulis). Basados en las investigaciones efectuadas, podemos afirmar que Cahuachi tuvo desde sus
6 Los pozos tenían forma de botella y una abertura superficial de 35-40 centímetros. La profundidad era de más o menos
2,80 metros y el ancho total de 2,40 metros. albores un destino propiamente ceremonial, que mantuvo hasta el final, aunque con funciones

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo V Cahuachi: los orígenes

cada vez más complejas. En el tiempo, su relación directa con el desarrollo económico y los
sistemas redistributivos le confirieron propiedades más asimilables a un concepto de capital
teocrática, con un rol no solo religioso sino también administrativo. Como fue posible analizar
en los años de trabajo del Proyecto Nasca, en toda la superficie de Cahuachi las funciones se
cambiaron simultáneamente, de manera muy homogénea. No se puede entonces concebir
una zona circunscrita en la cual se hayan modificado las actividades que se cumplían en su
interior, sin que lo mismo ocurriera también en los otros sectores templares. Solamente en
la cuarta fase arquitectónica se observa la intensificación en su interior de las actividades
artesanales ligadas a la expresión artística de la clase sacerdotal. Desde el 2002, el Proyecto
Nasca opera sobre todo en la Zona A7, realizando la puesta en valor de los edificios en forma
paralela a las excavaciones que involucran vastas áreas. Por lo tanto se ha podido comprobar
más detalladamente, al interior de sectores diferentes, la existencia de talleres artesanales; es
interesante notar cómo en las fases tardías estas mismas estructuras fueron utilizadas para la
crianza de animales. De cualquier modo, la función preeminente fue siempre la ceremonial y
religiosa, tanto en la Zona A como en la Zona B, donde, durante las excavaciones realizadas
hasta ahora, nunca se encontraron sectores habitacionales.

Analizando otras áreas del territorio peruano se puede observar en unos casos la transición
funcional desde centro litúrgico hacia conjunto urbano; en otros al revés, un lugar urbano
se abandona y se convierte en centro ceremonial temporáneo. Estas modificaciones parecen
no pasar en Cahuachi, donde el lugar tuvo una característica que se mantuvo en el tiempo,
dando vida al centro ceremonial en adobe más grande del mundo, antes de ser reutilizado
como necrópolis luego de su abandono.

7 El centro ceremonial de Cahuachi tiene dos zonas centrales que están cercadas por muros. Sus estructuras se extienden
más allá de los dos núcleos, tanto al este como al oeste, pero el Proyecto Nasca ha denominado Zona A la que se encuentra al
este y Zona B la que se ubica más al oeste. Los dos núcleos funcionaron en el mismo tiempo y pertenecieron al centro ceremo-
nial manteniendo similares características constructivas.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Capitulo VI

Evolución Arquitectónica

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Evolución arquitectónica
de Cahuachi
Las cinco fases arquitectónicas de Cahuachi

Desde 1984, año en que empezaron las excavaciones en el centro ceremonial de Cahuachi,
se pudo constatar una variedad considerable de intervenciones constructivas diferentes en
el interior de los templos analizados; también se observaron las mismas características de
edificación en los otros sectores ceremoniales. En esos 27 años de investigación, el Proyecto
Nasca ha intervenido efectuando excavaciones arqueológicas y análisis estratigráfico en
más de 150 unidades distintas, ubicadas tanto en la Zona A como en la Zona B del centro
ceremonial.

El credo religioso que cohesionó a la población de un vastísimo territorio, que incluía las
áreas comprendidas entre la zona sur de Lima y la actual ciudad de Acarí, reconoció a
Cahuachi como su centro principal: alrededor de él gravitaron varias comunidades costeras
y de la sierra, unidas a menudo por un modelo análogo de organización político-social de
tipo teocrático, que tuvo su máxima afirmación entre el 400 a.C. y el 400 d.C.

El espacio territorial en el que se expandió el complejo arqueológico fue de 24 kilómetros


cuadrados, en ambas riberas del río Nasca: en la margen izquierda, al interior de la Zona A,
se yerguen la Gran Pirámide y el Gran Templo, mientras que en el área más occidental, la
Zona B, domina la Gran Pirámide II. La parte del centro ceremonial ubicada en la margen
derecha del río, aunque no fue sometida a intervenciones de excavaciones arqueológicas, ha
sido analizada por el Proyecto Nasca, individuando construcciones de dimensión amplia y
características monumentales, edificadas tanto con adobes de forma cónica como paniforme,
respetando el modelo constructivo evidenciado en la margen izquierda del valle. Las
estructuras de mayor entidad, entre las que se encuentran el Gran Templo y la Gran Pirámide,
superan respectivamente los 200 y los 120 metros lineales de lado en la Zona A, mientras que
la Gran Pirámide II representa el edificio de mayor dimensión, con sus 47 metros de altura

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Fig. 2 Cahuachi. Vista aérea de la Gran Pirámide, Después de las investigaciones de W. D. Strong, entre 1952 y 1953, y de la intervención de
Fig. 1 Cahuachi. Zona A. Plano en que se observan
las estructuras de los sectores excavados en la Gran
respecto del nivel del río. Los edificios de menor dimensión alcanzan, en promedio, los 60 Sector Y8. En el lado izquierdo, hacia el Norte,
Pirámide, en el Templo del Escalonado al Norte y en se observan las unidades de excavación en las H. Silverman de 1984, llevada a cabo paralelamente a nuestras excavaciones, el Proyecto
el Montículo 1 al Este. (Basado en el plan topográfico
metros de lado y una altura comprendida entre los 12 y 20 metros. (Fig. 1, 2) plataformas del monumento. (Foto: Giuseppe
elaborado por el ing. J. Szaran). Orefici). Nasca ha sido el único proyecto anual e ininterrumpido que se ha dedicado al conocimiento
El modelo de pirámide escalonada fue utilizado en casi todos los períodos de la vida arqueológico de Cahuachi. Durante los 27 años de investigaciones se han recogido numerosos
de Cahuachi; en cambio, en el lado norte de la Zona A se observaron templos con testimonios de modelos arquitectónicos que se repiten en los dos núcleos principales del
características diferentes, entre los cuales se encuentran el Templo del Escalonado y una centro ceremonial; asimismo, se ha podido demostrar que entre estos dos sectores no existe
serie de construcciones en conexión que hacen parte de un conjunto arquitectónico, todavía el gran espacio abierto, denominado Gran Plaza por los científicos que lo habían planteado,
en fase de estudio, que fue sepultado intencionalmente durante la cuarta fase de la evolución pues está ocupado por cinco recintos gigantescos y por las construcciones que descienden
del centro ceremonial. Estos edificios se encuentran ubicados debajo de la construcción que del Gran Templo, uniéndose con los complejos que hemos denominado Y2 y Y12.
hemos denominado Pirámide Naranja.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Tanto la Zona A como la Zona B están rodeadas por murallas que incluyen a la mayoría de ejes principales con una orientación predefinida y que, en algunos casos, superan espacios
las construcciones. La que pertenece al conjunto oriental fue parcialmente destruida por el de más de 300 metros de largo. Esto hace suponer una fase de planificación que engendró un
desarrollo agrícola, mientras que la del área occidental parece que no fue terminada durante la esquema urbanístico global y no una formación espontánea del conjunto de construcciones:
Fase IV arquitectónica de Cahuachi. Curiosamente, algunos grupos de construcciones fueron este proyecto nace de un diseño en escala originado por un planteamiento inicial que se
dejados fuera del centro ceremonial, como se nota en el caso de un templete relacionado con desarrolló sucesivamente.
el Templo Sur de la Gran Pirámide y del mismo conjunto denominado Y1 (Montículos 1 y 2),
perteneciente al área más oriental de la Zona A1. De la misma manera, en la Zona B varios Si se analiza la trama general de las estructuras que se desarrollaron durante la tercera fase
templos no fueron incluidos en el ámbito de los muros perimétricos. La altura de este cerco, de Cahuachi, podemos afirmar que no existe en ella discontinuidad y que los espacios se
en ambas zonas, no supera actualmente los 120 centímetros y nos faltan pruebas para afirmar subsiguen sin interrupción en el interior de volúmenes bien definidos. La existencia de un solo
que originariamente los muros eran mucho más elevados. Las dos cercas murarias no fueron recorrido que lleva a un único espacio definido en el edificio es una peculiaridad relacionada
erigidas con fines de defensa, sino más bien de separación de las dos zonas, respetando los con los accesos y áreas en el interior de las construcciones. Por ejemplo, para alcanzar algunos
cánones de dualidad de la visión cosmológica y cosmogónica del mundo andino. Sobre la recintos o distintas plataformas no se utiliza un solo corredor de acceso, sino que además se
base de la experiencia adquirida en los muchísimos años de excavaciones arqueológicas en construye un elemento de conexión con el exterior; esto ocurre también en el caso de que para
Cahuachi, podemos decir con seguridad que los muros del centro ceremonial debían ser realizarlo sea necesario planear pasadizos paralelos en la parte exterior de las estructuras, que
bastante elevados; durante la fase más monumental, la tercera, las paredes de los templos en algunos casos pueden ser numerosos, o también accesos expresamente concebidos con
alcanzaban una altura de 7-9 metros con respecto a la base (Templo del Escalonado), lo cual escaleras múltiples que se desarrollan a partir de un mismo recinto o plaza.
nos permite deducir que también los muros perimétricos lograron alturas considerables. La
sucesiva acción de relleno de las construcciones, con el fin de obtener nuevas plataformas, Las dos áreas nucleares de Cahuachi tuvieron una evolución paralela. En ambos casos se nota
permitió una conservación casi completa en algunos casos. la misma dinámica evolutiva con superposiciones y cambios en el interior de los espacios
principales.Ya desde el segundo año de investigación arqueológica en Cahuachi (Orefici, 1992:
Cahuachi representa un unicum si la confrontamos con la arquitectura de los sitios Nasca 50) se pudo definir una secuencia de fases posteriores que involucraron toda el área del centro
hasta ahora analizados. Si se comparan las estructuras del centro ceremonial con las ceremonial. En ese entonces resultó problemático definir una secuencia temporal clara de las
construcciones de tipo únicamente habitacional o con otras en las que podemos reconocer distintas fases constructivas de Cahuachi; hoy en día, gracias incluso a la ayuda de los fechados
una arquitectura mixta, residencial o doméstica y religiosa, con sectores diferenciados, radiocarbónicos y, sobre todo, mediante la comparación entre las diferentes manifestaciones
como se observó en Pueblo Viejo (parte integrante de las investigaciones realizadas por el colaterales, se puede indicar, en forma tentativa, una faja temporal de pertenencia de cada
Proyecto Nasca), se nota de inmediato la diferencia. En Cahuachi cada estructura tiene una una de las fases arquitectónicas por las que atravesó el centro ceremonial. Posiblemente con
característica monumental, donde los grandes espacios y las áreas sin construcciones pero el aporte de futuras campañas de excavaciones arqueológicas se podrán definir con mayor
encerradas en el interior de edificios juegan un rol preponderante con respecto a los sitios precisión algunas nuevas subfases (entre las cuales una Fase IIIa1 y una Fase IVb1), de las cuales
habitacionales; las paredes, que normalmente superan los 80 centímetros de ancho y que a no se tiene por el momento certidumbres absolutas, aunque su existencia se considere bastante
veces alcanzan los 180 centímetros son el ejemplo más evidente. Pero uno de los aspectos más atendible. Sin embargo, en cada grupo arquitectónico sobresale, de una forma sorprendente, la
notables consiste en el trazado general del centro ceremonial, que se desarrolla respetando presencia constante de cerámica cronológicamente muy diferente, fragmentada en los rellenos
de tierra y vegetales colocados en el interior de los templos durante la sucesión de las fases.
1 Probablemente durante la Fase IV varios edificios perdieron su valor y su función, por lo cual fueron excluidos de esta nueva
cerca de muros. Aunque no se pueda comprobar una manifestación homogénea, si comparamos los distintos

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CAH 91- Y12 EXP. 47 Q2 - q2 ampl planta capa c
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

no excavado

CAH 98- Y1 EXP. 65 Q4 pared de quincha cara sur escala 1:25

Fig. 3 Cahuachi. Sector Y1 EXP65Q4. Porción de una sectores en casi todos se registraron materiales particularmente antiguos mezclados con tiestos
pared de quincha donde se puede observar la estructura
en cañas amarradas a palos de guarango y el sistema cerámicos más tardíos del período denominado Nasca Temprano.
de enlucido con argilla. Fase I de la arquitectura de
Cahuachi. (Dibujo: Elvina Pieri).
CAH 97- Y1 EXP. 60 Q2 y parte de q3 y q5 - capa d escala 1:25
La primera fase: sistemas constructivos y monumentalidad

nM
Cuando se emplea la denominación Fase I para indicar las primeras construcciones de
Cahuachi, no debemos olvidar que la utilización del área de la Gran Pirámide II como lugar
ceremonial se remonta al quinto milenio a. C., como fue demostrado por las excavaciones mt
0 1 2
realizadas por el Proyecto Nasca en 1988. Justo por la sacralidad que se atribuye al sitio ya
desde tiempos arcaicos, se debe considerar la primera fase constructiva de Cahuachi como
04 Cahuachi. Sector Y12 EXP47Q2-Q2AMPL.
un momento relacionado con las actividades cultuales y culturales de poblaciones presentes Ocupación relacionada con la Fase I de Cahuachi,
como se puede observar por la presencia de hoyos de
en el territorio desde tiempo atrás y cuya evolución originó la sociedad Paracas-Nasca. Las poste en la capa arcillosa natural y por los restos de
una estructura de quincha donde queda la evidencia
primeras etapas de desarrollo del centro ceremonial están vinculadas estrechamente con de un incendio. (Dibujo: Elvina Pieri).

esta fase cultural, evidenciadas por los elementos típicos que se reconocieron en la cultura 05 Cahuachi. Gran Pirámide, Sector Y8. Piso con
huellas de hoyos de palos cavados en la capa arcillosa
material asociada a los monumentos. natural, que atestiguan la ocupación más temprana.
(Foto: Giuseppe Orefici).

Probablemente la primera tipología constructiva de Cahuachi se caracterizó por edificios Fig. 06 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP60Q2-
Q5. En el lado sur del Muro de la Tercera Fase de
constituidos por grandes paredes con armazón de palos de guarango (Prosopis pallida), ramas Cahuachi, excavando hasta la capa natural arcillosa, se
registró la presencia de un largo muro de quincha y
y cañas palustres sujetas mediante cuerdas y un espeso enlucido arcilloso, que contenía de una secuencia de hoyos del período más temprano.
En todo el contexto, antes de la construcción de las m
nuevas estructuras, fueron despositadas numerosas
arena fluvial, desprovista de elementos orgánicos en su interior. (Fig. 3, 4, 5, 6, 7) Ejemplos ofrendas como ollas, vegetales, animales. (Dibujo:
0 0,50 1 2 2,50

Elvina Pieri).
de esta primera fase fueron hallados en los sectores denominados Y15, Y12, Y14, Y5 o Gran

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Esquema de las fases constructivas de Cahuachi


m
0 1 2 2,50

Fase I 500 (?) Utilización de grandes paredes de quincha (cañizo) sostenidas Estructuras en quincha1 de gran dimensión, ya con función templar.
400 a.C. por palos de guarango y con presencia de enlucidos de arcilla.
200 a.C.

Fase II 200 a.C. Utilización de paredes monumentales en adobe cónico de Estructuras de gran dimensión con la base del adobe cónico dirigida
50 a.C. dimensión grande o pequeña. Ausencia de enlucidos en la hacia el exterior.
superficie muraria exterior.

50 a.C. Adobe paniforme de distintas dimensiones, de colores gris claro, Grandes estructuras en adobe con muros de 80-180 centímetros
200 d.C. beige obscuro y beige. Reutilización parcial del adobe cónico. de ancho. Los adobes se apoyan sobre el estrato arcilloso natural.
Enlucidos de arcilla beige y arcilla gris. Presencia de columnatas Presencia de decoraciones parietales pintadas, polícromas y
Fase IIIa y cobertura de los espacios interiores, división de los ambientes monocromas.
interiores cubiertos. Se recubren o se ocultan muchas estructuras
en adobe cónico.

200 d.C. Adobe paniforme de distintas dimensiones, de color gris claro, Grandes estructuras en adobe con muros de 80-180 centímetros
300 d.C. beige obscuro y beige. Rara reutilización del adobe cónico. de ancho. Los adobes se apoyan sobre el estrato arcilloso
Enlucidos en arcilla beige y arcilla gris. Presencia de columnatas natural. Decoraciones parietales pintadas, con preponderancia
Fase IIIb y coberturas de los espacios internos, división de los ambientes de las monocromas. Distinta orientación de los muros respecto
interiores cubiertos. Se recubre la totalidad de las estructuras en a la Fase IIIa.
adobe cónico.

300 d.C. Adobe paniforme de distintas dimensiones, de colores gris Estructuras de mediana dimensión y reutilización de las
CAH 97-Y1-EXP 60 Q3 Q5 AL SUR DEL MURO 7 DEL EXP29/99 PLANTA DE LA CAPA FINAL 330 d.C. claro, beige obscuro y naranja. Reutilización de las estructuras perimetraciones anteriores. Grandes rellenos de las construcciones
ESCALA 1:25 de la Fase III con enlucidos monocromos de color gris, cambio de la Fase III con tierra y capas de vegetales junto con varios
radical de los recorridos de la Fase III con nuevas estructuras materiales de ofrenda sacrifical de las fases anteriores. Se recubre
Templo,Y8 o Gran Pirámide e Y1. Falta la posibilidad de averiguar si toda el área de Cahuachi que recalcan las de la fase anterior. Se eliminan las columnatas gran parte de las construcciones de la Fase III.
y las grandes coberturas, quedando solo los techados de los
funcionó simultáneamente durante la Fase I pero, sobre la base de los modelos constructivos Fase IVa corredores y de los pequeños ambientes de conexión. Intensa
utilización de la coloración parietal de las construcciones y de las
hallados en los sectores excavados, se puede presumir que por lo menos la mayor parte de las decoraciones pintadas.
áreas constituidas en el interior del centro ceremonial fue intervenida durante esta primera
330 d.C. Adobe paniforme de distintas dimensiones, de colores gris Construcciones que reutilizan los templos anteriores de una forma
fase. Probablemente, como se evidenció en el interior de otros sectores (base del Recinto I 360 d.C. claro, beige obscuro y naranja. Cambia el tipo de arcilla y del parcial, especialmente como plataformas. Enlucidos colocados
de la Y13), en este momento constructivo fue utilizado también el adobe cónico, aunque no desgrasante. Los recorridos son distintos con respecto a los de directamente sobre los rellenos y sobre los adobes reutilizados de
las Fases III y IVa. Muros de pequeña dimensión que, a menudo, la Fase III. Ausencia de construcciones de gran tamaño, tecnología
tengamos pruebas consistentes de su uso homogéneo2. Fase IVb están colocados sobre estructuras anteriores derrumbadas. constructiva mediocre.

360 d.C. Muros de tamaño pequeño, reutilización parcial de las Los muros no respetan los recorridos anteriores ni se integran con
Muy a menudo es casi imposible encontrar evidencias de la Fase I de Cahuachi en el interior 390 d.C. estructuras tempranas, rampas de acceso, grandes rellenos las construcciones precedentes. Utilización de arcilla color naranja
que ocultan las estructuras de la Fase III, alternancia de cantos en los enlucidos. Superposición de plazas y grandes ambientes a
Fig. 7 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP60Q2-Q3. de las construcciones, ya que fueron englobadas dentro de las sucesivas edificaciones y las Fase IVc rodados y adobe paniforme los anteriores, modificando parcialmente las dimensiones.
El lado Este del muro de quincha que forma esquina
con un muro en adobes cónicos (m2) que apoya continuas transformaciones que se produjeron. En el caso del sector Y15, los grandes palos
sobre la capa natural arcillosa y fue cortado antes de
la edificación de las estructuras de la III Fase. (Dibujo:
que constituían la perimetración de la construcción más antigua se hallaron en la base del
Fase IVd 390 d.C. Se remodelan algunas áreas, como las plazas, y se brinda Se utilizan medios constructivos técnicamente carentes y se actúa
Elvina Pieri). muro de adobe cónico y por debajo de la estructura de adobe paniforme. 400 d.C. un nuevo arreglo a las construcciones internas de dimensión empleando materiales de los rellenos finales de los espacios de las
Fig. 8 Cahuachi. Gran Pirámide, Sector Y8. Detalle del pequeña. fases anteriores.
sistema de utilización de la capa natural arcillosa en la 2 Durante las excavaciones arqueológicas en el sector Y13, en la base del recinto (Recinto I) que contenía el sacrificio de 64
cual fueron cavados los hoyos destinados a contener camélidos, perteneciente al momento final del abandono del centro ceremonial, fueron halladas huellas de construcciones en
los palos de sostén de las estructuras en quincha. En adobe cónico, con una orientación completamente diferente a las con adobes paniformes que constituían el armazón general 400 d.C. Relleno de casi todas las construcciones y utilización de Intensa actividad de sacrificio de cerámica, de animales, vegetales
primer plano se observan los restos de la base de una del edificio templar. Se trata de ejemplos de dimensión limitada que, sin embargo, abren una nueva visión con respecto a la 420 d.C. los edificios de las fases anteriores solo como plataformas. y seres humanos. Abandono del centro ceremonial de Cahuachi,
pared de cañizo. (Foto: Giuseppe Orefici). utilización del adobe cónico durante la Fase I de la arquitectura de Cahuachi. Fase V Cancelación de los recorridos y sello final de las construcciones. utilización parcial solo del área occidental como nuevo centro
ceremonial. Nuevo tipo de arcilla para fabricar los adobes.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

En el sectorY13, en la pequeña superficie plana elevada del templete, durante las excavaciones
de 1994 se hallaron evidencias de grandes paredes de quincha quemadas, en las cuales el
calor del fuego vitrificó los silicatos de la arcilla de los enlucidos parietales, cociendo su
superficie. El espesor muy grueso de los enlucidos demostró que este sistema constructivo,
aparentemente simple y pobre, fue utilizado durante mucho tiempo, incluso paralelamente
al uso del adobe paniforme.

También en la rampa de acceso, en el lado oeste del Gran Templo (Y5), se registraron hoyos
de palos que hacían parte de las construcciones de la Fase I de Cahuachi en este sector.

En todos los casos, los palos que formaban el armazón principal de las construcciones eran
colocados directamente en el nivel arcilloso natural, (Fig. 8) por debajo de cualquier evidencia
de capa superficial, excavando un pozo de dimensiones adecuadas con simples utensilios
obtenidos de la dura madera de guarango. No se tienen datos ciertos sobre la altura de las
construcciones de quincha de este período, aunque se piensa que no alcanzaron el tamaño
que permitió después el uso del adobe cónico y paniforme.

La segunda fase y la presencia del adobe cónico

Como se dijo anteriormente, hay indicios que permiten presumir el uso del adobe cónico
también en la primera fase de Cahuachi, aunque se trate de pruebas escasamente fundadas.

Durante la Fase II, este tipo de ladrillo crudo fue empleado especialmente en construcciones
monumentales en toda el área del centro ceremonial. Una prueba de su utilización se obtuvo
tanto en la Zona A como en la Zona B de Cahuachi. Existen templos completamente realizados
en adobe cónico y también hay construcciones que fueron rellenadas completamente con este
tipo de elemento de mampostería. (Fig. 9, 10, 11) Durante las operaciones de excavaciones
arqueológicas, en el Montículo 1 (Y1 M1) se pudo registrar un tipo de adobe cónico de gran
dimensión, cuyo lado circular se orientaba hacia el exterior haciendo inútil una sucesiva
operación de enlucido, ya que su base demostraba un cuidado especial en el acabado de
la superficie. La masa arcillosa colocada entre los adobes contribuía a conferir una especial
Fig. 09 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2.
homogeneidad a la construcción, de modo que no era necesario intervenir sucesivamente. Al interior de espesas capas de relleno hay los restos
de un muro en adobe cónico de la II Fase. (Foto:
Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

m
CAH 00-Y1-EXP 79 Q2 - corte a - b de muro 3 y muro 3 adosado - cara norte ESCALA 1:25
0 1 2 2,50

Fig. 10 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1, EXP79Q2. La arcilla empleada y la masa utilizada como ligante eran de color gris. El desgrasante era
Corte en el cual se puede observar un muro en
adobe cónico de las fases tempranas, adosado a una ordinario y compuesto de partículas de dimensión no homogénea. La superficie inclinada del
pared de la III Fase. (Dibujo: Elvina Pieri).
adobe tenía acanaladuras con el fin de obtener una mayor cohesión con la masa arcillosa del
Fig. 11 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2. ligante. Las capas de relleno, relacionadas con las construcciones en que se utilizó este elemento
En el perfil a la izquierda se nota la presencia de un
muro en adobe cónico, de la II Fase, que funciona de edificación, contienen la mayoría de las fases cerámicas del período Nasca Temprano,
directamente con la capa natural arcillosa con hoyos.
Luego el contexto arquitectónico fue rellenado con
aunque en muchos casos se puede observar una mayor cantidad de material más arcaico,
espesas capas de vegetales y fueron agregadas otras como el denominado Paracas Tardío, además de manifestaciones de la primera y segunda fases
estructuras. (Foto: Giuseppe Orefici).
cerámicas Nasca, según la seriación de D. Menzel, J. Rowe y L. Dawson. También la cerámica
“Nasca 0”3 hace parte del conjunto de estos hallazgos especiales.

Asimismo, durante la Fase II del desarrollo arquitectónico de Cahuachi se utilizaron tipologías


diferentes de adobes cónicos: el modelo de dimensión más pequeña fue empleado tanto
paralelamente como en las mismas construcciones en las que estaba presente el adobe de
mayor dimensión, sin una tipología que reflejara un uso en diferentes períodos de tiempo4.

3 Se trata de un tipo de cerámica especial obtenido en ausencia de oxígeno, que presenta una superficie negra bruñida
parecida a la de los búcaros etruscos, lúcida y opaca. Este material está clasificado en los estudios ya citados de D. Menzel, J.
Rowe y L. Dawson como perteneciente a la cerámica Paracas de las últimas dos fases Ocucaje. Durante sus excavaciones en
Cahuachi, el Proyecto Nasca aisló una serie de elementos transicionales Paracas-Nasca, con el fin de evaluar tentativamente
un conjunto de materiales que no pertenecen a estas expresiones culturales, por su masiva presencia en el interior del centro
ceremonial. Estos materiales han sido denominados por diferentes investigadores con nombres que corresponden a los sitios
donde fueron registrados en una cantidad menor con respecto a Cahuachi. Por ende, este conjunto de elementos tipológicos
de la cerámica nos induce a clasificarla de una manera autónoma, indicando como “Nasca 0” no a una fase especial sino a
un conjunto de elementos transicionales que reúnen distintos estilos y tendencias, pertenecientes a modelos que  tienen la
influencia Paracas, presentes tanto en la cerámica Paracas como en la Nasca (ver capítulo IV).
4 En el sector denominado Y14 se hallaron construcciones monumentales de muy grande dimensión en adobe cónico. En
la estratigrafía superior, ya por encima del relleno artificial, se registró la presencia de adobes cónicos grandes y pequeños
alternados.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Solo durante las excavaciones de la necrópolis de San José, en 1982, se registró un muro
curvo en adobe cónico. En los otros casos, las construcciones son de forma rectangular o
cuadrada, tronco-piramidales y en su mayoría escalonadas. Tal vez las paredes eran utilizadas
para sustentar enormes techos recubiertos por esteras5, que a su vez estaban apoyadas sobre
hileras de columnas6 colocadas en los espacios abiertos de los ambientes que caracterizaban
los vanos en las terrazas de los templos.

Posiblemente en esta fase constructiva se mantuvieron los espacios intermedios entre los
diferentes conjuntos de estructuras, aunque no tengamos pruebas seguras de este sistema
distributivo de los edificios de acuerdo a sus distintas funciones en el interior del centro
ceremonial. En la Fase II de la arquitectura de Cahuachi se puede afirmar que el sitio fue
haciéndose más complejo y monumental, cumpliendo funciones diferentes con respecto
a las meramente religiosas y cultuales: aumentaron frenéticamente las actividades en su
interior y el centro se convirtió en el principal polo de atracción, incluso para las poblaciones
alejadas del valle del río Nasca, llegando a ser el mayor conjunto ceremonial existente en la
vastísima área de su dominio.
Fig. 12 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector de Paracas, es posible que los centros religiosos de esta zona hayan perdido progresivamente
Y2. Fase de consolidación del friso decorativo del
La marcada influencia Paracas en la Fase II de la evolución arquitectónica de Cahuachi indica frontis norte de la estructura. Se trata de uno de los su poder, mientras que Cahuachi, por su ubicación en un área en la que el agua no faltaba
el incremento progresivo de la importancia del centro ceremonial, que asume un creciente rol conjuntos templares más complejos de Cahuachi (ver
Cap. XVIII), donde se han encontrado las secuencias nunca, paralelamente a la formación de la compleja organización político-social de la cultura
catalizador, tanto sociocultural como religioso, en el área de expansión de la cultura Nasca. completas de su evolución arquitectónica. (Foto:
Giuseppe Orefici). Nasca, devino el principal centro de difusión religiosa y punto de atracción de poblaciones
También en la iconografía cerámica y textil, el punto de referencia durante esta fase es sin
cada vez más lejanas.
duda el modelo Paracas, aunque con las debidas modificaciones efectuadas en el territorio
del valle del río Nasca. (Fig. 12) La Fase II del desarrollo de la arquitectura de Cahuachi refleja
El sistema constructivo de la Fase II está presente en la mayoría de los templos más antiguos7,
un aumento considerable de su potencia y centralidad con respecto a contextos parecidos
como lo atestigua el constante hallazgo de construcciones monumentales coevas en el área
presentes en el área entre Paracas y Acarí. Se puede suponer que la concomitancia de una
norte de la Zona A. La creciente necesidad de mantener una estrecha vinculación entre la pampa
situación climático-ambiental particular y una mayor presencia de agua hayan contribuido
donde fueron trazados los geoglifos y el principal centro ceremonial devino preponderante
sensiblemente a la consolidación del prestigio de Cahuachi. En este período, debido a la
en relación con otras actividades y con la ubicación de otros centros ceremoniales menores.
escasez de precipitaciones y a la consiguiente limitación de recursos hídricos en la península
Cahuachi se convirtió en el punto de referencia de las poblaciones del valle y de las áreas
5 Entrelazados de caña chancada o paja. Podían ser de totora (Tipha sp.), carrizo (Pragmites australis) o caña brava (Gynerium circundantes, expandiendo su poder a tierras lejanas con respecto a su desarrollo nuclear
saggitatum).
6 Las columnas eran construidas de una manera particularmente ingeniosa: se recubrían de arcilla y en su interior tenían un
alma de guarango, sobre la cual se aplicaba otra capa de arcilla. Luego se insertaban, desde la base y a lo largo de toda la altura 7 El Templo del Escalonado, registrado por primera vez en las temporadas de 1987 y 1988, fue objeto de excavaciones
de las columnas, varias cañas ligadas entre sí con cordeles de fibras vegetales, para conferir elasticidad a la estructura y darle sistemáticas después de 2002. En él se nota el uso del adobe cónico como elemento constructivo en su fase más temprana.
resistencia al peso y a la fuerza de los vientos y sismos. De tal manera se podía determinar también el diámetro que se quería Sucesivamente sufrió profundos cambios, especialmente en su lado oriental, donde fueron añadidos varios recorridos paralelos
lograr, sobreponiendo capas de arcillas y de cañas y después levigando la superficie arcillosa exterior para obtener un resultado que conducían al interior de la Zona A. La monumentalidad se puede observar también gracias a la altura de los muros, que
estético satisfactorio. superan los 6-7 metros en la parte perimetral y en las construcciones añadidas.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

nw
CAH 97-Y1-EXP 60 - Q4 -
dibujo de planta de la capa a muro 1 y 2 - piso 1 ESCALA 1:25

inicial. Su progresiva supremacía y la superación o cancelación de los centros ceremoniales


menores en el mismo valle8 son una evidencia del paulatino desarrollo que alcanzó Cahuachi
en la zona y en el mismo ámbito territorial de influencia de la cultura Nasca.

Ya desde el Período Precerámico, Cahuachi fue con certeza un lugar de culto y de sacrificio,
como lo atestiguan los restos de un pequeño altar ceremonial hallado durante las excavaciones
de 1988 en la primera plataforma de la Gran Pirámide II, debajo de las capas de nivelación
del terreno, anteriores a la construcción en adobe cónico9.

La intensificación de las actividades religiosas en Cahuachi y el incremento de las funciones


realizadas en el interior del núcleo ceremonial, paralelamente a un período de prosperidad
agrícola y quizás debido a la extensión creciente del sistema de acueductos en el área,
contribuyeron al fomento del centro. Este asumió también el rol de fulcro económico,
convirtiéndose en una verdadera capital religiosa y sede de un poder teocrático. El cambio
que se produjo desde la primera a la segunda fase constructiva Cahuachi posiblemente
dependió también de un paralelo sistema de concepción del final de un ciclo temporal y el
comienzo de otro. Esto se puede afirmar observando el cambio drástico que ocurrió durante
las fases arquitectónicas sucesivas, que se manifestaron paralelamente en toda el área de
Cahuachi y que llevaron a cambios radicales tanto en la tipología del centro ceremonial m
0 1 2 2,50
como en la utilización de los materiales empleados.

La tercera fase: apoteosis del desarrollo del centro ceremonial de Cahuachi. Fig. 13 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP60Q4. las transformaciones realizadas intencionalmente en esta fase. Lo que fue edificado en adobe
Los problemas climáticos y ambientales durante la transición entre la tercera y Dibujo de planta donde se puede observar el muro
1, de la III Fase, de gran dimensión. La estructura cónico durante la tercera fase arquitectónica devino motivo sustancial de modificación, con
la cuarta fases muraria fue conectada en un momento sucesivo con
el consiguiente cambio de las funciones. Esta fase se identifica como el período más largo
el muro 2 que corre paralelamente al norte, mediante
un relleno que tenía la función de sostentar un piso. y próspero de la organización político-social de la cultura Nasca, con objetivos persistentes
El siguiente momento evolutivo del centro ceremonial de Cahuachi se manifestó a través Antes de la remodelación, en la base del muro 2 se
colocó una ofrenda de 6 pitos policromos modelados, y homogéneos, que se reflejan tanto en su expresión arquitectónica como en el material
de cambios radicales en el arreglo urbanístico. La ocultación de todas las construcciones envueltos en una tela. (Dibujo: Elvina Pieri).
cerámico asociado a las ofrendas que hacen parte de este momento. (Fig. 13, 14, 15, 16)
utilizadas antes, aunque de gran importancia, es uno de los factores de mayor evidencia de Fig. 14 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP104.
Las escaleras de la III Fase al interior del conjunto
8 El ejemplo de cómo Cahuachi extendió su poder, cancelando los sitios ceremoniales menores de la misma área, se puede
monumental que fueron ocultadas con los rellenos Esencialmente, la Fase III de Cahuachi evoluciona en dos subfases sucesivas: la Fase IIIa y la
colocados posteriormente. (Foto: Giuseppe Orefici).
observar en el pequeño sitio de Quemado, excavado en 1989, y en la misma ciudadela de Pueblo Viejo, donde se condujeron
campañas de excavaciones desde 1982 hasta 1988. En el primer caso, la función de los edificios contenidos en el conjunto
Fase IIIb. También la orientación de las construcciones cambia en este período, asumiendo
cambió de antiguo lugar ceremonial y religioso (huaca) a la de una zona de almacenamiento de materiales y alimentos. Se una posición diferente con respecto a la de la Fase II. El material utilizado es básicamente
observa, en el área circundante a Cahuachi y paulatinamente también en las zonas más alejadas, una dinámica de extensión
de los poderes del centro ceremonial principal, que elimina metódicamente toda posible interferencia de estructuras con la el adobe paniforme, (Fig. 17, 18, 19) que se emplea para realizar grandes estructuras que
misma función, aunque con un menor poder de influencia. En cambio, en Pueblo Viejo, como en otros sitios habitacionales, se
mantiene un lugar de culto en su interior, pero con funciones limitadas al área y solo para el uso de la población local. respetan un proyecto general preexistente, trazado sobre la base de amplios ejes principales
9 En el sector denominado Y10 EXP 37 se registró un pequeño altar ceremonial perteneciente a 4200 a.C. aproximadamente,
con la presencia de un cuerpo femenino sacrificado sin las extremidades inferiores ni la pelvis. que se desarrollan en el área del centro ceremonial.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

CAH 01 -Y1-EXP 93 - Q1 - q3 - capa b dibujo de planta - ESCALA 1:25


N

CAH 01 -Y1-EXP 83 - Q1 corte a- a1 vista al este - ESCALA 1:25

m
0 1 2 2,50 CAH 01 -Y1-EXP 83 - Q1 - q2 corte b- a1 vista al sur - ESCALA 1:25 CAH98 -Y1-EXP 65 - Q5 muro 7 - cara este - ESCALA 1:25

CAH 98 -Y1-EXP 65 - Q6 - q7 -dibujo de planta capa c - d - ESCALA 1:25


N Fig. 17 Cahuachi, Montículo 2, Sector Y1EXP83Q1- Si analizamos este lapso temporal, se observa una fuerte relación entre el centro ceremonial
Q2. En el primer corte se puede observar el muro
en adobes paniformes (m2) de la III Fase que hace y el territorio, que probablemente estaba viviendo un período de opulencia y paz social10.
esquina con los restos de un antiguo muro en adobe
cónico. El segundo corte evidencia aparentemente los La arquitectura fue planificada y se produjeron cambios substanciales en las construcciones
primeros momentos de utilización de esta parte del
montículo, como demuestran la presencia de la pared existentes, con sucesivos aportes complejos y constantes. Los muros tuvieron casi exclusivamente
edificada con adobes cónicos de diferente tamaño y
de hoyos en la capa arcillosa natural. (Dibujo: Elvina
grandes dimensiones y se utilizó el adobe paniforme, predominando los colores gris y rosado.
Fig. 15 Cahuachi, Montículo 2, Sector Y1EXP83Q1-
Pieri). La masa arcillosa con función de ligante tuvo un color beige y el desgrasante empleado, con
Q3. Dibujo de planta de la Capa B en el cual se
nota la secuencia de muros y pisos de la III Fase, así
Fig. 18 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP65-Q5. elementos de mediana dimensión, fue bastante uniforme. En el exterior fueron elaborados
Corte de la cara Este del muro 7, que se utilizó en dos
como la presencia de hoyos con ofrendas en la capa momentos diferentes. En un primer momento, que enlucidos de color beige que respetaron de forma homogénea las superficies de los templos. Los
estéril correspondiente a la ocupación más antigua. correspondería a la III Fase el muro estuvo enlucido,
(Dibujo: Elvina Pieri). luego la estructura fue remodelada y elevada. Durante edificios de las construcciones anteriores en adobe cónico fueron rellenados paulatinamente
esta remodelación se usaron adobes paniformes
achatados y no se encontró presencia de revoque. con material terroso que contenía los restos de la actividad de sacrificio de la cerámica, de
Fig. 16 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP65Q6- (Dibujo: Elvina Pieri).
Q7. Dibujo de planta de las Capas C-D. La Capa textiles y otros materiales, como vegetales, animales y ofrendas votivas de otras características
D corresponde al estrato natural de arcilla, muy
irregular debido a la presencia de numerosos hoyos hasta su ocultación total, involucrándolos en las nuevas construcciones.
y un fogón, todos relacionados con la ocupación más
temprana de las estructuras. En esta capa se hallaron
varias ofrendas vegetales, óseas, malacológicas y de 10 En las necrópolis investigadas por el Proyecto Nasca casi no hay ejemplos de muertes causadas por traumas o por objetos
otra naturaleza. Todo el contexto ha sido ocultado contundentes. La proporción entre la cantidad de entierros pertenecientes a personajes masculinos y la cantidad de individuos
m
con la edificación de grandes estructuras de la III 0 1 2 2,50 femeninos es homogénea; no se evidencia una carencia del número de hombres como ocurre cuando hay guerras lejanas y los
Fase. (Dibujo: Elvina Pieri). muertos se entierran en lugares distantes respecto a su tierra de origen.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

CAH 98 Y1 EXP 65 - Q5 - Q6 - CORTE S-N - ESTRATIGRAFIA Q5 ESTE

CAPA C

I: Vegetales, terrones, piedras, tierra,


carbones, cerámica temprana
II: Material organico, cantos, piedrecillas,
tierra suelta marrón
III: Arena suelta, piedrecillas,
tierra gris clara
IV: Grava amarillenta
1.: Compactación arcillosa delgada
2.: Compactación arcillosa delgada

CAPA C al E de m7

I/1 Tierra suelta, piedrecillas, material


organico, tierra marrón
II/1 Arena fina con terrones pequeños
III/1 Grava natural

CAH 96 Y1 EXP 65 Q4 - Q5 - STRATIGRAFIA PERFIL SUR - CORTE E-W


ESCALA 1:25

Q4 PERFIL SUR AL SUR DE LA QUINCHA


Y Q5 AL ESTE DE MURO 7

1. CAPA SUPERFICIAL:
Gris claro, piedras de río, arena suelta
2. CAPA A:
Beige claro, terrones grandes, tierra
clara, arcilla, piedras de río pequeñas
3. CAPA B:
Beige claro, tierra y arcilla suelta,
varios materiales culturales, vegetales,
piedrecillas y arcilla Fig. 21 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Se observa una metamorfosis substancial en la aparición de esta fase, casi una revolución
4. LENTE: Y2, recinto ubicado al Este del conjunto templar,
Lente de arena y arcilla suleta encerrado entre muros de la III Fase. (Foto: Giuseppe total con respecto al período anterior, aunque el material contenido en las capas de relleno
5. CAPA C: Orefici).
Grava natural gruesa no avala la tesis de un cambio completo del sistema de utilización del centro, basado en las
6. CAPA D:
Arcilla natural funciones religiosas y en las ceremonias realizadas en su interior. Probablemente, entre la Fase
II y la Fase III Cahuachi vivió un intenso período de reelaboración funcional, especialmente
Q5 ESTRATIGRAFIA Y PERFIL SUR AL W
DE MURO 7 en lo que se refiere a la conclusión y al inicio de un ciclo temporal, lo que determinó también
Fig. 19 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP65Q6- m
Q5. Corte en cual es posible observar la secuencia de 0 1 2 2,50 A: Terrones de color blanco un cambio de los materiales de construcción, del tipo de arcilla, de los desgrasantes y del
ocupación de la unidad. En el lado Norte es claro el B: Beige claro, coprolitos humanos, tierra
sistema típico de la Primera Fase de utilizar la capa suelta, pequeñísimas piedrecillas sistema constructivo.
natural arcillosa alisándola y cavando una serie de C: Arcilla y pequeños terrones, arcilla en
hoyos. (Dibujo: Elvina Pieri). polvo, sin material cultural
D: Marrón oscuro, vegetales, tierra suelta,
arena y piedrecillas
Sin embargo, se nota que durante este período de transformación se respetaron
Fig. 20 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP65Q4-
Q5. Perfil estratigráfico donde se pueden observar E: Grava con arena gruesa substancialmente las estructuras anteriores, sin destruirlas y dedicándoles ceremonias con
las ollas colocadas como ofrenda durante las F: Arcilla natural
remodelaciones de los pisos y de los muros. (Dibujo: ofrendas votivas. (Fig. 20) Por consiguiente, se trató de una transformación planificada, no
Elvina Pieri).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Fig. 22 Cahuachi. Las grandes construcciones contrapuesta a la fase anterior, como lo demuestra el material cerámico, textil y votivo contenido Fig. 23 Cahuachi, Gran Pirámide. Sector Y8. adoptado también en las fases arquitectónicas sucesivas, con la función de conferir mayor
monumentales de la Fase IIIa, después de su puesta Fragmentos de los antiguos enlucidos colocados
en valor. (Foto: Giuseppe Orefici). en los estratos de relleno. En muchos casos las estructuras verticales fueron integradas como ofrenda en la tercera plataforma del conjunto, estabilidad a las estructuras y contribuir, en caso de sismo, a que la construcción fuera más
juntos con otros materiales. (Foto: Giuseppe Orefici).
con contrafuertes y elevaciones, produciendo un sistema de conexión espacial entre todos elástica y controlar el empuje recibido por los muros perimétricos. La tipología del adobe
aquellos templos que durante la fase anterior habían desempeñado su rol aisladamente. paniforme varía desde el de pequeña dimensión hasta el formado por un solo pan o por
Se piensa que, por primera vez, Cahuachi habría funcionado sin interrupción de su tejido un máximo de tres o cuatro panes superpuestos. Principalmente se utilizó el adobe tipo
urbanístico en toda la superficie del centro ceremonial, uniendo sus construcciones a través paniforme alargado y en esta subfase se nota cómo aumenta la altura de cada uno de los
de un completo sistema de recintos y espacios interpuestos, constituidos por plataformas, elementos, confiriéndoles al mismo tiempo un menor espesor. La arcilla utilizada fue de
plazas, escaleras, muros intermedios y áreas cerradas. (Fig. 21, 22) color beige claro, así como la masa terrosa empleada como ligante y enlucido. Durante la
construcción de los muros, los adobes fueron colocados con la base elíptica dirigida hacia
El material de relleno de los templos más antiguos estaba constituido predominantemente abajo, uno al lado del otro, apoyándolos sobre una capa de arcilla y rellenando los espacios
por grumos arcillosos, intercalados con capas de vegetales amarrados en forma de manojos intermedios con el mismo tipo de material arcilloso El lado corto se hacía sobresalir orientado
y cuidadosamente colocados siguiendo un sistema plectomorfo, contribuyendo así a la al exterior para permitir una mayor cohesión con los enlucidos aplicados sucesivamente.
cohesión de los elementos constructivos. Se trata de un sistema de edificación que será

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

En este período las construcciones fueron decoradas en su mayoría con coloración exterior,
realizada con pigmentos deteriorables, cuyas huellas se perdieron casi completamente. Se
piensa que esta coloración se aplicó en ocasión de eventos especiales y se extendió a la
mayor parte de los edificios de un área. Las paredes de las construcciones fueron recubiertas
por una consistente capa de enlucido arcilloso, alisado y bastante fuerte, por lo cual nunca
tuvo problemas de resistencia frente a la acción de la intemperie o de los fenómenos
atmosféricos. Sobre la base del hallazgo de enlucidos polícromos fragmentados y colocados
en el interior de los rellenos con el propósito de conservarlos, se puede suponer que las
paredes, en algunos casos, fueron pintadas y grabadas con escenas figurativas y decoraciones
geométricas11. (Fig.23) El material cultural contenido en las capas de relleno de la Fase IIIa de
la arquitectura de Cahuachi pertenece exclusivamente a las primeras tres fases de la cerámica
Nasca Temprano (ver capítulo IV). En esta subfase se utilizó muy frecuentemente el modelo
arquitectónico de la columna como elemento constructivo, con el fin de sustentar grandes
techados que cerraban espacios de notable dimensión y determinaban una distinta relación
con los espacios de los grandes recintos o de las plataformas. También en la subfase sucesiva,
la columna devino el elemento arquitectónico capaz de sustentar grandes coberturas,
probablemente decorada y con la función de diafragmar ulteriormente el espacio interno
de los edificios. Tales columnas fueron utilizadas profusamente durante las Fases IIIa y IIIb,
constituyendo el sistema más eficaz para la conservación y protección de espacios reservados
en el interior de las plataformas y de los templos12.

El intenso desarrollo de la arquitectura denota una adquirida capacidad de organización


político-social muy particular y la progresiva imposición del poder religioso en la dinámica
productiva de la población, con las consiguientes repercusiones culturales y económicas
en toda la sociedad Nasca. El indudable esfuerzo colectivo aplicado a la intensa labor
constructiva determinó la conformación general del área monumental, evidenciando el
sistema de especialización que alcanzaron en este período todas las categorías sociales,
gracias a una precisa voluntad del sistema político vigente. Paralelamente este adquirió, por
su parte, cada vez más madurez en la gestión del gobierno y en la organización de una
realidad tan compleja.
Fig. 24 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. Puesta
en valor de las estructuras de la Fase IIIa en el lado 11 Lamentablemente, la dimensión muy reducida de los fragmentos de enlucido que se hallaron no permite describir las
Norte del conjunto. (Foto: Giuseppe Orefici). ( página escenas representadas.
siguiente) 12 Especialmente en el Gran Templo se registraron varias hileras de columnas, ubicadas en la plataforma de mayor dimensión,
con la función de sustentar un gran techo que cubría la construcción y protegía las funciones religiosas y ceremoniales.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Evidentemente, el sistema de esta fase pudo contar con la


producción de un surplus que le permitió emplear a una parte
relevante de la población, dedicada usualmente a las actividades
agrícolas o a aquellas relacionadas con la producción de
bienes de primera necesidad, en la construcción de grandes
complejos monumentales o en construcciones vinculadas con
actividades artesanales de entidad notable, tanto cerámicas
como textiles13. Estos elementos demuestran cómo la economía
de la población fue particularmente próspera. La ausencia de
sistemas de defensa en las construcciones, incluso de carácter
civil, permite presumir que, paralelamente, la sociedad Nasca
estaba viviendo un período de paz.

Fig. 26 Cahuachi, Pirámide Naranja, Sector Y2. A la Fase IIIa pertenecen los edificios monumentales más evidentes, tanto de la Zona A
Se puede observar el sistema de escaleras que como de la Zona B. Entre ellos cabe mencionar la Gran Pirámide (Fig. 24, 25) y los templos
conectaban este conjunto con el sector de la Gran
Pirámide. (Foto: Giuseppe Orefici). conectados, incluyendo el Templo Sur y el Gran Templo que se encuentran en el interior de
la misma área. También la parte más monumental de la Pirámide Naranja (Fig. 26) pertenece
a esta fase, independientemente de las transformaciones sucesivas durante la Fase IIIb y las
subsiguientes. En la Zona B la mayor parte de las construcciones, incluso la Gran Pirámide
II, pertenece asimismo a esta subfase.

Considerando la dimensión particularmente extensa de Cahuachi, en este momento peculiar


y de máximo nivel de expansión fue también necesario realizar un sistema sofisticado y
complejo de mantenimiento del centro ceremonial. La extensión del conjunto, que se
desarrollaba ahora ya en sus principales grupos de construcciones, tuvo que constituir uno
de los principales motivos de atención de parte del grupo sacerdotal dominante.

Durante la Fase IIIb las características constructivas no mudaron radicalmente. El único


elemento de variación relevante, de gran importancia, fue un cambio perceptible en la

13 Cabe recordar que la actividad geoglífica fue también muy intensa en este período y que la realización de los grandes dibu-
jos en el terreno, en sitios muy alejados, implicaba un esfuerzo económico considerable para poder mantener las maestranzas
Fig. 25 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8.
especializadas en esta actividad, que pudieran trasladarse también a grandes distancias en el territorio. Asimismo, la producción
Estructuras de la Fase IIIa después de su puesta en
de instrumentos musicales muy refinados y tecnológicamente complejos de este período confirma la presencia de especialistas
valor. (Foto: Giuseppe Orefici). ( página anterior)
de alto nivel.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Fig. 27 Cahuachi, Gran Pirámide. Sector Y8. Muro por sus mismos artífices o modificadas y hechas desaparecer en los rellenos de la Fase IV.
de la Fase IIIb con restos de la coloración roja del
enlucido. (Foto: Giuseppe Orefici). También en las plazas de esta fase la orientación de los muros varió notablemente, aunque
hayan mantenido la función anteriormente conferida a los espacios. Se conservaron, en este
período, los sectores cubiertos y los vanos situados en las plataformas, que no cambiaron
en forma radical su modo de empleo. Los muros mantuvieron su dimensión monumental
original, aunque en algunos casos el ancho tradicional fue sustituido con la edificación de
dos muros adyacentes paralelos, sucesivamente rellenados de material.

En esta subfase fueron insertadas varias escaleras, con la función de dar acceso a distintas
áreas a través de una red de comunicaciones internas, conocida solo por un limitado grupo
de personas. El centro ceremonial de Cahuachi aumentó considerablemente su poder
durante la Fase IIIb, convirtiendo cada vez más su propio rol en el de un polo multifuncional,
con actividades de servicio y de producción cerámica y textil, que fueron intensificadas
durante la Fase IV15. En este período se produjo un uso progresivo del sistema de estructuras
aterrazadas, que se obtuvo apoyando las construcciones de los muros directamente sobre el
orientación de los muros, que fueron concebidos según un eje direccional distinto. Tanto estrato natural arcilloso previamente nivelado, con el fin de conformar la estructura artificial
en el lado norte-sur como en el lado este-oeste, la orientación fue modificada en varios con una base natural. En el mismo lapso de tiempo se realizaron las principales obras de la
grados en sentido antihorario, aunque hasta ahora no haya sido posible determinar si hubo Fase III de la Gran Pirámide y del Gran Templo y, asimismo, las de los grandes templos de la
o no una razón de tipo astronómico para este cambio. Durante la Fase IIIa se registró una Zona B, incluida la Gran Pirámide II.
orientación casi constante hacia el solsticio de verano, mientras que en la Fase IIIb no se
puede identificar, por el momento, una motivación particular de la nueva orientación14. Las construcciones de las fases anteriores fueron progresivamente rellenadas con distintos
materiales, entre los que se pueden observar restos de las construcciones precedentes, (Fig.
El tipo de adobe utilizado siguió siendo el paniforme, con variaciones en el número de 28, 29) tierra, objetos empleados durante rituales –como la cerámica fragmentada procedente
los panes arcillosos sobrepuestos, que alcanzaron en algunos casos hasta los seis o siete de las ceremonias celebradas en los espacios templares–; todo esto mezclado con ofrendas
elementos. La arcilla, preponderantemente de color beige claro, fue mezclada con las vegetales llevadas durante las peregrinaciones de las poblaciones que gravitaban alrededor
mismas arenas de río y los desgrasantes del período anterior. Los enlucidos no sufrieron del centro ceremonial, identificando a este como polo cultual y cultural colectivo. Otros
cambios y, en varios ejemplos de fragmentos conservados hasta hoy, presentan huellas materiales de origen animal y votivo fueron dejados en el interior de las construcciones
de coloración de tres tintes principales: el rosado, el rojo vivo y el rojo obscuro, (Fig. 27) para subrayar el significado religioso de lo que se había producido durante las ceremonias
probablemente utilizados durante las fases sucesivas y aplicados sobre los muros todavía y las actividades vinculadas con la sacralidad de Cahuachi.
en uso. Inmediatamente después, muchas construcciones de la Fase IIIb fueron destruidas
15 Durante las excavaciones en el interior del sector denominado Y1 EXP4 se pudo determinar claramente la presencia de
14 La orientación circunstancial, que no coincide con la mudanza de estación indicada por el Sol, puede también haber coinci- construcciones de importancia mucho menor y relacionadas con actividades de coloración de la cerámica antes de su cocción,
dido con ciclos temporales que nada tienen que ver con los ciclos estacionales (es decir, los lunisticios, marcados por los puntos con la preparación de grandes dibujos sobre textiles, previos al sucesivo bordado polícromo, y con el labrado de las valvas de
de detención de la Luna), utilizados según esquemas rituales que todavía hay que definir y que podrían ser insertados no tanto Spondylus. Tal experiencia es una constante en el interior del centro ceremonial, no solo en el sector Y1 sino también en la ma-
en observaciones astronómicas vinculadas con el calendario agrícola, sino dentro de la ritualidad de la religión Nasca. yoría de los conjuntos estructurales de Cahuachi, paralelamente a las Fases IIIb y IV.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

Fig. 29 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2.


Fase de las excavaciones en el lado septentrional del
conjunto, donde se ubicó una plaza sometida a varias
trasformaciones durante el desarrollo arquitectónico
de Cahuachi (ver Capítulo XVIII). (Foto: Giuseppe
Orefici).
En esta subfase se verificó una separación total de la expresión de la cultura Nasca con
respecto a la tradición Paracas y a sus legados iconográficos con valor cultural. Cahuachi
expandió su poder de cohesión y de unidad ideológica en toda el área donde la cultura
Paracas había dominado durante varios siglos. La certidumbre de una organización
compleja pero eficiente, basada en el poder de una clase sacerdotal, se manifestó con
una renovada madurez, convirtiendo a Cahuachi en un polo propiamente dicho, al que
es posible otorgar definitivamente el nombre de capital teocrática, gracias al prestigio que
asumió. A este período corresponden posiblemente las grandes obras de transformación
del territorio en beneficio de la agricultura, con la concepción de las amplias galerías a cielo
abierto o semisubterráneas16, y los enormes reservorios de recolección hídrica que fueron
cancelados por las sucesivas modificaciones territoriales17. Como se dijo anteriormente, las
especies vegetales que se hallaron, pertenecientes a ofrendas depositadas en este período,
están relacionadas con cultivos que implican un constante riego. El empleo del tallo de la
planta del maíz como elemento de relleno de las construcciones en esta subfase, con el fin Es cada vez más convincente la hipótesis de que, durante la Fase IIIb, la producción agrícola fue
de aliviar la presión en las paredes perimétricas, indica que hubo un exceso productivo, efectivamente muy consistente y con su surplus posibilitó una serie de actividades colaterales
considerando que podía utilizarse como alimento de los camélidos, cuya presencia masiva que la población Nasca realizaba a través de su centro ceremonial principal. El almacenamiento
y constante también en el interior del centro ceremonial está atestiguada por sus restos y en Cahuachi, en templos dotados exclusivamente de silos, construidos expresamente para
por las huellas de una crianza con fines rituales y económicos, evidenciada en los grandes contener bienes agrícolas, demuestra cómo el centro ceremonial devino también un lugar de
recintos de Cahuachi. depósito y conservación de una riqueza colectiva, con el objetivo de poderla redistribuir a la
población en caso de calamidades, según el precepto atávico de la reciprocidad andina que
Basándose en las ofrendas ceremoniales, se puede afirmar que en este período la población existía entre el centro ceremonial y la población19.
disfrutaba de un constante contacto con el mar (presencia de moluscos, crustáceos y peces
disecados) y con los valles interandinos que confluyen en los principales oasis fluviales En esta subfase aumentaron también las actividades de servicio en el interior de los espacios del
(presencia constante de especies vegetales poco afines con el clima del desierto costero18). centro ceremonial; asimismo fueron modificados en gran parte los recorridos internos de las áreas
16 Las galerías filtrantes se encuentran solo en la parte media y medio-alta del valle, debido exclusivamente a motivos de
templares, intensificando la clausura de las áreas intermedias entre los conjuntos estructurales
carácter geológico. y determinando así un tejido urbanístico homogéneo y constante en todo el desarrollo de
17 A través de análisis exhaustivos de tipo geológico, de la observación de las fotografías aéreas y, especialmente, gracias al
análisis foto-interpretativo geológico efectuado por el Proyecto Nasca, se pudo afirmar que en el espacio interior del centro Cahuachi. Las obras hidráulicas se multiplicaron; probablemente, la red de acueductos adquirió
ceremonial, donde fluía el río Nasca, el curso de su lecho se modificó varias veces. Durante uno de los cambios más radicales, el
río fue desviado de la margen izquierda del valle a la margen derecha, con una importante obra hidráulica paralela que preveía más importancia y fue empleada para lograr una mayor distribución hídrica en los territorios
la formación de una cuenca fluvial artificial, destinada probablemente a la crianza de especies ícticas o crustáceos.
18 Especialmente la lúcuma y el pacae, de cuyas especies existe una presencia constante y considerable, aunque estén actual- aguas arriba. La utilización persistente y masiva de los cultivos de maíz indicaría la presencia de
Fig. 28 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. mente poco presentes en el hábitat local. Se piensa también que la desertificación apremiante, provocada por el corte indiscri-
Fase de las excavaciones en que se observa la minado de la vegetación, ya en aquella época, contribuyó a la desaparición de numerosas especies vegetales que se encuentran
presencia de muros en adobe cónico ocultados constantemente en las excavaciones arqueológicas. Según el botánico Luigi Piacenza, autor del estudio realizado sobre los
por las construcciones de la III Fase y pacialmente hallazgos vegetales del Proyecto Nasca, considerando que en Cahuachi la lúcuma está representada solo y exclusivamente por 19 Se hallaron pozos utilizados como silos para la conservación de alimentos en distintos sectores de Cahuachi. Se presume
reutilizados. (Foto: Giuseppe Orefici). sus pepas, mientras que del pacae se encuentran tanto los frutos como sus ramas y hojas, se puede pensar que esta planta no que las ofrendas de productos agrícolas, constantemente llevadas a Cahuachi, se conservaban en su mayor parte en áreas bien
se encontraba en el valle bajo pero, como ocurre hoy, estaba difundida en las zonas más altas o más húmedas y en Cahuachi protegidas con el fin de reutilizarlas. Un ejemplo de esto se puede observar en el área de Y1M1, Y1M2 y Y1M3, además de la
estaba presente solo como ofrenda de su semilla especial. presencia de construcciones similares en diferentes sectores de la Zona B.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VI Evolución arquitectónica de Cahuachi

agua durante largos períodos del año. Por ende se presume que las actividades agrícolas fueron cintas murarias que contuvieron respectivamente a la Zona A y a la Zona B de Cahuachi. Sobre
sostenidas también por obras hidráulicas y canalizaciones especiales20. la base de los estudios geológicos realizados por el Proyecto Nasca se puede afirmar que los
efectos de un cíclico fenómeno de El Niño afectaron la zona del valle del río Nasca entre el
Es posible que en este período algunos sectores del centro ceremonial fueran utilizados a 350 y el 420 d.C. En casos más raros, un evento conocido como Mega Niño, recurrente más o
nivel habitacional por la clase sacerdotal, aunque no tengamos pruebas de esto debido a menos cada 500 años –como se ha podido comprobar con los análisis efectuados en Inga Pirka
la ausencia de cocinas o fogones con huellas persistentes de uso. La monumentalidad de (Ecuador), en Cahuachi y en Tulor (Chile) por la Misión Arqueológica Italiana y por la Misión
Cahuachi devino el elemento preeminente en las características arquitectónicas. Polaca (Orefici y Drusini, 2003; Grodzicki, 1990, 1994)– flagela periódicamente la vertiente del
Pacífico de América meridional, con enormes desastres ambientales21.
Se piensa que la Fase IIIb habría sido una de las más prósperas durante el desarrollo
económico del centro ceremonial y que permitió la difusión máxima del sistema religioso Por una serie de cuestiones relacionadas sobre todo con el centro ceremonial y su presencia,
Nasca. El efecto de esta expansión ideológica y cultural se manifestó en el área de la sierra, garantizada por el bienestar de las autoridades, durante la Fase IV las obras de reedificación
incluyendo la región actual de Ayacucho, llevando su influencia hasta el territorio de Cañete se hicieron de una forma muy rápida y con el objetivo de minimizar visivamente los efectos
por el norte y hasta Acarí por el sur, aunque en esta área el desarrollo mayor se produjo de los desastres climático-ambientales sobre gran parte de los monumentos, aunque las
durante las fases pertenecientes al período Nasca Medio. De todos modos, las costumbres construcciones hubiesen tenido cambios drásticos y los edificios más antiguos hubieran sufrido
tradicionales no sufrieron cambios en este lapso temporal, confirmando una coexistencia derrumbes. La gran capa de arena aluvial registrada debajo de la base del muro perimétrico
pacífica garantizada por el bienestar económico. sur de la Zona A, edificado durante la Fase IV, es la evidencia de los devastadores efectos de
El Niño en el área. El hallazgo de un ulterior estrato de arena aluvial sobre los restos de la
La breve cuarta fase y la transformación de los espacios cerrados construcción del muro de cercado de las dos zonas representa una confirmación todavía mayor
de los dos intensos fenómenos de lluvia y aporte aluvial que se verificaron a corto plazo en el
Durante la Fase IV de la evolución arquitectónica de Cahuachi se produjeron cambios
área de Nasca y especialmente en el centro ceremonial de Cahuachi22.
radicales en las construcciones, en las áreas abiertas y en la concepción de las grandes
superficies cubiertas. Hubo una nueva interpretación de los espacios que se debió también 21 Como se pudo comprobar, cada 500 años más o menos, ocurre un fenómeno catastrófico causado por el Mega Niño, un
evento particularmente violento que se presenta periódicamente, de un modo más frecuente y de menor intensidad cada 20 años,
y, sobre todo, a los eventos climático-ambientales, que trastornaron profundamente el sistema afectando sobre todo la costa pacífica del continente americano (ver capítulo I). Se trata de un fenómeno anómalo producido por
la intromisión de una corriente cálida proveniente de la zona ecuatorial entre la corriente fría ascensional de Humboldt y la costa,
de vida y de utilización del territorio por parte de la población Nasca. causando graves alteraciones del hábitat marino e intensas precipitaciones en la tierra firme. Esto conlleva, además, variaciones
importantes en la presencia de especies ícticas, de moluscos y de la flora presente en los fondos marinos. Se encontraron eviden-
cias de este hecho en Pueblo Viejo y Cahuachi alrededor del primer siglo a.C.; asimismo, en el 350-420 d.C., este fenómeno fue
particularmente violento y pudo estar asociado a una réplica del Mega Niño. Mientras que en la costa norte del Perú el evento
Muchos recorridos interiores fueron anulados y se definieron nuevas tipologías de uso de los trastornó el territorio alrededor del 600 d.C., se puede pensar que cerca del 420-450 d.C., un intenso cataclismo golpeó la costa sur
del Perú, quizá en concomitancia con un fuerte fenómeno de El Niño, que se manifiesta más o menos cada 20 años, con efectos
espacios y de los circuitos internos. Paralelamente a esta fase de reelaboración, se produjo tal vez desastrosos. También durante el Mega Niño del 1000 d.C. se produjeron fenómenos colaterales catastróficos que afectaron
la costa del Perú y a Nasca en particular, con grandes desbordamientos de los ríos principales y fenómenos de lluvia persistente
también un cataclismo que trajo un gran aporte aluvial procedente de la sumidad de las colinas en la zona, que causaron violentos huaycos, desmoronamientos de barro y tierra que se desplazaron con una velocidad bastante
limitada, que no pusieron en peligro la vida humana en la zona. Más tarde, en 1578 d.C., el fenómeno del Mega Niño involucró
que se encuentran al sur del centro ceremonial. En esta fase se construyeron las dos grandes especialmente a la costa norte del Perú, sin efectos particulares en el área de Nasca.
22 También durante las excavaciones en el centro urbano de Pueblo Viejo (1982-1988) se pudo evidenciar la presencia de un gran
evento aluvial que provino de la parte alta del valle y dañó las construcciones del núcleo urbano, cubriéndolas parcialmente. El fenó-
meno ocurrió durante la utilización del sector habitacional denominado X3, en el período transcurrido entre el 10 y el 400 d.C. No
20 Durante las excavaciones de 1986 en el sector Y1 EXP5 se hallaron huellas consistentes de aguas que procedían de una está claro si, en este caso, el evento natural se puede relacionar con el Mega Niño del primer siglo a.C. o con el sucesivo, dado que el
tubería de arcilla comunicante con pozos artificiales excavados en la capa arcillosa natural. Estos pozos, ubicados en el montí- sector X3, donde se pudo registrar la presencia del flujo aluvial, es más antiguo con respecto a la utilización posterior de la zona como
culo denominado Y1M2, estaban enlazados entre sí y tenían la función de captar las infiltraciones hídricas procedentes de una necrópolis. El aluvión sucesivo, atribuido al año 1000 d.C., afectó especialmente las necrópolis del Horizonte Medio presentes en el
falda natural, hoy agotada y seca. En el caso de un exceso estacional de filtración de las aguas, el sistema preveía la eliminación área, mientras que las construcciones ya habían sido recubiertas anteriormente. El mismo fenómeno se registró en Estaquería, el área
de la parte excedente en un área cercana, de manera que no provocara daños a las construcciones de adobes. Estos pozos se más occidental de Cahuachi, utilizada hasta el Período Intermedio Tardío. En este sitio se pudo comprobar la presencia de momentos
encuentran en varias zonas de Cahuachi y permitían el abastecimiento hídrico sin necesidad de ir hasta el río, que se encuentra aluviales de particular intensidad entre el 350-420 d.C. y alrededor del 1000 d.C. Durante este último evento, el material detrítico
a 300 metros aproximadamente y mucho más abajo con respecto al área de la hilera de pozos. que escurrió y se depositó produjo la destrucción de las plazas existentes en el área, que habían quedado intactas durante el aluvión
precedente. Luego, la acción erosiva del agua contribuyó a su eliminación casi total.

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Durante el período sucesivo a la tercera fase se determinaron condiciones particulares que o total carencia de las maestranzas aptas para cumplir este trabajo. Probablemente la crisis
causaron un cambio radical de la situación en el área del centro ceremonial de Cahuachi. El institucional devino un fenómeno muy grave en el área del centro ceremonial.
cataclismo, que provocó una condición de incertidumbre y graves dificultades relacionadas con
el mundo religioso y ceremonial del lugar sagrado23, devino una evidencia que había que cancelar Durante la Fase IVa muchas construcciones de la Fase III, dañadas por el aluvión y el sismo,
lo antes posible. La lluvia que había caído directamente en el valle del río Nasca, provocando fueron recubiertas con material de relleno y se modificó sensiblemente la estructura del centro
terribles daños a los cultivos, el aluvión de tremendas proporciones formado por un flujo de ceremonial, aunque no se produjo una mutación radical en las características de los recorridos,
detritos lodosos y el terremoto de fuerte intensidad que simultáneamente había sacudido el que mantuvieron su alineamiento con los mismos ejes principales. El esfuerzo económico para
área geográfica fueron elementos que dejaron atónita la población. Es probable que, según el la ejecución de los grandes rellenos de material constructivo en el interior de los templos fue,
pensamiento religioso andino, estos fenómenos geológicos no fuesen considerados solo como sin duda, mucho más arduo que el empleado para erigirlos, ya que el traslado de millares
calamidades, sino como señales de alguna modificación parcial o total de los tiempos que se de toneladas de tierra y materiales de construcción implicaba el empleo de un número muy
vivían hacia objetivos más acordes al deseo de las divinidades. Por ende, el hecho de que la elevado de personas, mucho mayor de lo necesario para la construcción de los edificios,
clase sacerdotal fuese incapaz de comunicarse con sus dioses y predecir estos desastres le hizo aunque sin la necesidad evidente de utilizar maestranzas especializadas. Es impresionante ver
perder su credibilidad, generando posibles crisis en el ámbito religioso y una alteración de la cómo, durante la Fase IVa, se realizaron obras de enormes cambios en los espacios abiertos
identidad de la gente como pueblo. y en las plataformas del centro ceremonial, aportando importantes transformaciones en las
superficies internas. Se prefirió una coloración vivaz de las paredes y se dio mayor vitalidad a
Sin embargo, se conservó la monumentalidad en Cahuachi, aunque las arcillas utilizadas las construcciones anteriores mediante enlucidos coloreados y a veces también en relieve. En
anteriormente (la de color gris y la de color beige oscuro) cambiaron su consistencia y cohesión muchos casos se anularon las construcciones anteriores y las únicas paredes visibles fueron las
por efecto del contacto con la masa aluvial, el agua y las sales contenidas. Durante toda la Fase de la Fase IVa. Durante esta fase, el centro ceremonial perdió probablemente su capacidad de
IVa se procedió a realizar grandes construcciones con el fin de brindar un aspecto continuativo transmitir su mensaje espiritual y la clase sacerdotal ya no representó más la certidumbre de
a los edificios de Cahuachi, aunque la mayoría de las construcciones de las Fases IIIa y IIIb un soporte cultural y cultual dogmático y sólido. El material cerámico asociado a este momento
había sido destruida por el terremoto y el aluvión. Se restauraron rápidamente las antiguas de transformación continuó relacionado con el Período Nasca Temprano, pero disminuyeron
construcciones y, cuando no era posible efectuar obras de resanado, se construyeron muros los temas iconográficos presentes en la expresión figurativa, así como las simbologías religiosas
paralelos con la función de ocultar los derrumbes y los desastres causados por el sismo y los vinculadas con el mundo marino.
fenómenos atmosféricos. En las plazas24 se cubrieron rápidamente los muros destruidos, que en Las grandes columnatas existentes durante las Fases IIIa y IIIb fueron utilizadas también en
ciertos casos eran la mayoría, y se rellenaron los espacios intermedios entre las antiguas y las la Fase IVa, como lo demuestra la presencia de nuevos pisos, puestos sobre los anteriores de
nuevas construcciones con tierra y material procedente de las actividades del centro ceremonial. la Fase IIIb y que respetan la posición de las columnas de las construcciones precedentes25.
Este devino un sistema utilizado en todo Cahuachi, especialmente en los casos en que ya no También en las terrazas menos elevadas y de mayor dimensión de la Gran Pirámide (tercera
era posible hacer una restauración de las construcciones antiguas. De todas maneras, este y cuarta plataformas) se observaron, durante las excavaciones arqueológicas, columnatas
método desvelaba las dificultades presentes en el sistema organizativo y, quizá, una escasez utilizadas durante las Fases IIIa, IIIb y IVa.

23 Cabe resaltar nuestra idea sobre la importancia que tiene el estudio de la arquitectura para el conocimiento de las reli-
giones étnico-políticas, como podría ser el caso de Nasca. En el contexto de Cahuachi y de otros sitios que quedaban bajo su
influencia, las únicas fuentes de información sobre el desarrollo de los ritos sagrados y de cada variación en la configuración
social son los hallazgos arqueológicos y las evidencias de cambios en la edificación de los conjuntos estructurales. 25 La evidencia de este hecho se puede observar en Y1M1,Y1M2,Y5 (Gran Templo) en toda la plataforma principal y, en relación
24 Como aparece claramente en la Plaza 1 Norte, en la Plaza 2 Norte y en la Plaza 3 Norte, además de la Plaza Este de la a la respectiva posición de las columnas, en las plataformas de la Gran Pirámide (Y8) y en otras construcciones de la Zona B de
Gran Pirámide. Cahuachi.

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El segundo aluvión que involucró el área del centro ceremonial, inmediatamente después de y se concentraron los esfuerzos en nuevas construcciones que debían erigirse sobre las
la construcción de los grandes muros del cerco perimétrico, fue de mayor entidad, produjo preexistentes, especialmente las de las Fases III y IVa28.
grandes daños a las construcciones y, en forma muy evidente, a los grandes recintos edificados
en concomitancia con los mismos muros. En esta subfase los recorridos se hicieron más elementales, simples, de modesta dimensión y solo
se salvaron algunos de los que existían durante la subfase anterior. Trátase casi exclusivamente
En las construcciones de esta subfase se prefirieron esencialmente los enlucidos vistosos, de pequeños accesos formados por una o dos gradas que permitían la comunicación de las
bien ejecutados, acabados con arcilla gris mezclada con un desgrasante muy fino, coloreados grandes plataformas construidas encima de los edificios pertenecientes a las fases anteriores
y decorados con figuras polícromas. En este período de evidente crisis institucional, causada y que fueron ocultadas por los grandes estratos de relleno. Durante la Fase IVb se hizo un uso
por factores naturales que habían trastornado la región y consiguientemente la ideología mayor de las rampas, (Fig. 30) realizadas comprimiendo los materiales constructivos que se
relacionada con los dioses de la religión Nasca, se trató de remediar los daños evidentes del derrumbaron de los muros de las fases precedentes, dejándolos en su lugar29. Se modificó la
gran cataclismo, sobre todo escondiendo los efectos del aluvión y del terremoto con nuevas mayoría de los recorridos anteriores, a veces sin una razón específica. La cerámica devino uno
estructuras murarias mucho más llamativas y con decoraciones parietales. En cambio, los de los principales elementos de ofrenda en el centro ceremonial: las grandes piezas pintadas
muros fueron edificados de una forma mucho más rudimentaria, sin la refinada tecnología halladas en la excavación de la fachada este de la Pirámide Naranja pertenecen a este período.
utilizada anteriormente. A menudo, los rellenos que afloraron por efecto de la compresión Las construcciones monumentales de las Fases IIIa y IIIb desaparecieron porque fueron tragadas
del agua sobre las paredes de la fase anterior durante las lluvias directas y el aporte aluvial por el material de relleno colocado en el interior de las construcciones, alcanzando incluso
fueron enlucidos y pintados directamente sin ni siquiera efectuar obras de restauración. Esto varios metros de altura. Por ende, en la fachada norte de la Pirámide Naranja se observa cómo
determinó derrumbes inevitables, con efectos desastrosos, después de los nuevos fenómenos los grandes recorridos de conexión desaparecen, dando lugar a terraplenes, probablemente
vinculados con las lluvias directas y los aluviones. La masa de precipitaciones que al final de la utilizados en las ceremonias colectivas, las que debieron tener una intensidad y características
Fase IVb recubrió integralmente el espacio de las dos zonas principales del centro ceremonial muy diferentes con respecto a las evidenciadas en los períodos anteriores.
determinó su abandono y el fin de sus actividades26.
Con el recubrimiento de los derrumbes de las construcciones, mediante los grandes rellenos
Durante la Fase IVb, uno de los fenómenos que cambió radicalmente el arreglo urbanístico de de esta época, se obtuvieron también nuevas superficies aterrazadas que unieron las
Cahuachi fue la eliminación de los techados y de las columnatas en las grandes plataformas construcciones más tempranas sin respetar, sin embargo, los grandes recorridos que, hasta
existentes, debida a un gran incendio ritual, después del segundo aluvión, que puso a dura la Fase IVa, representaban los ejes principales del centro ceremonial. En este período, la Gran
prueba el centro ceremonial27. Con esta modificación radical de los espacios interiores y Pirámide y el Gran Templo, en la Zona A, perdieron su función originaria. Sobre la segunda
de las coberturas, el conjunto templar asumió una conformación completamente diferente plataforma de la Gran Pirámide surgió un templete (Fig. 31) erigido con los materiales
procedentes de los derrumbes de los edificios, utilizado para las ceremonias y que evidencia
26 En la Gran Pirámide (especialmente en la Plaza 1 Norte, Plaza 2 Norte, Plaza 3 Norte, Plaza Este, en la Plaza Hundida y en
la pérdida de la función originaria de los espacios más elevados de la pirámide. Asimismo, en
la Plaza Inferior) y en los restantes espacios abiertos de gran dimensión, como la plaza del Templo del Escalonado, se observa
la presencia de una capa superficial de material detrítico de amplia proporción, arena de río, guijarros y cantos rodados arras-
trados por el agua, simultáneamente a las actividades desarrolladas en el área. Después de las alteraciones producidas por este 28 Uno de los ejemplos más evidentes de esta fase está representado por la Pirámide Naranja (Y2), excavada por primera vez en
evidente fenómeno aluvial no hubo actividades dirigidas a la restauración de los espacios interiores ni de las construcciones, ni 1986. Durante las excavaciones se pudo observar que el relleno interior había sido colocado antes de la construcción de los muros
se limpió ulteriormente el material depositado en los pisos de las plazas. Véase Gavazzi, 2009: 114-115. perimétricos y que el piso superior había sido anclado mediante palos de guarango con el fin de crear una relación de estabili-
27 La prueba de que se trató de un incendio ritual se funda en el hecho de que, en el interior de los 24 kilómetros cuadrados de dad entre el material contenido y la cobertura de la estructura. El edificio, de todos modos, había sido erigido sobre estructuras
Cahuachi, se observa contemporáneamente la eliminación por medio del fuego de las grandes columnatas y de las paredes de quin- pertenecientes a la Fase II, con presencia de adobe cónico, y a la Fase III, “a” o “b”, presentes sobre todo en el frontis norte de la
cha que incluían partes de su estructura de madera. En las excavaciones arqueológicas de Y1M1 se registró la presencia de ofrendas construcción, donde delimitan las plataformas escalonadas.
colocadas directamente sobre las paredes que todavía quemaban o en el acto de reconstrucción de los paramentos del montículo. 29 Las tres rampas de acceso a la Plaza 3 Norte y la rampa de acceso a la Plaza 1 Norte, a través de la primera plataforma.

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Fig. 32 Cahuachi, Gran Pirámide. Sector Y8. Adobes


otras áreas del mismo conjunto arquitectónico se edificaron estructuras de gran dimensión
cónicos reutilizados en la manpostería de la IV Fase. para contener las ofrendas votivas, pero la forma en que fueron realizadas no tiene la misma
(Foto: Giuseppe Orefici).
Fig. 30 Cahuachi, Gran Pirámide. Sector Y8. Rampa competencia tecnológica típica de las fases anteriores. Se anularon casi todos los recorridos de
que conectaba la Plaza Norte con un templete de la
Fase IVc en la segunda plataforma. (Foto: Giuseppe conexión entre los diversos escalones de los edificios, y los grandes espacios clausurados sobre
Orefici).
las plataformas fueron abandonados.
Fig. 31 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. Se
observa la presencia de un templo que fue enterrado
durante la IV Fase arquitectónica, ocultándolo. (Foto: De todos modos, la Fase IVb fue un período de intensas actividades ceremoniales relacionadas,
Giuseppe Orefici).
sobre todo, con el sacrificio de la cerámica, el culto al agua y a la fertilidad. Se piensa que aunque
haya continuado el momento de gran prosperidad de la economía de Nasca, en este momento
la crisis predominante fue la de las instituciones político-religiosas, que coincidió con los efectos
del desastre climático-ambiental y un alejamiento de los modelos de teocracia y de riqueza del
centro ceremonial, relacionados más con el Horizonte Temprano que con el Período Intermedio
Temprano. El cambio de los valores cultuales y culturales que ocurrió en todo el Perú prehispánico
se extendió también a la costa centro-meridional, donde Cahuachi, a lo largo de casi 900 años,
había mantenido un estatus especial, en un período extremadamente largo, si lo comparamos
con la duración de otras expresiones culturales que destacan en áreas más septentrionales.

No existen pruebas de que la Fase IVc esté presente en todo el espacio ocupado por el centro
ceremonial. Sin embargo, se puede afirmar que en el área de la Zona A y más en detalle en la
Gran Pirámide, además de los edificios conectados con ella, fue posible reconocer sus evidencias
en varias ocasiones. Se trata, sobre todo, de modificaciones estructurales con respecto a la Fase

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IVb y al uso preponderante de una arcilla de coloración naranja30, que aparece por primera vez
en relación con las fases anteriores. Algunos de los enlucidos externos de la Pirámide Naranja
pertenecen a esta subfase, así como las construcciones de conexión entre la Gran Pirámide y
los edificios contenidos en la primera.

Pero esta subfase duró solo pocos años, dejando espacio a un último momento caracterizado
por construcciones de escaso valor arquitectónico.

La Fase IVd fue el ejemplo de una tentativa, la última, de reconfirmar la potencia del centro
ceremonial a través de una arquitectura ya carente de los valores constructivos monumentales,
y caracterizados por una capacidad tecnológica ya desaparecida. El intento desesperado
por reafirmar la supervivencia secular de las divinidades y de la relativa clase sacerdotal
evidencia una falta crónica de organización sociopolítica, capaz de poder realizar obras de
gran dimensión. Durante esta subfase, cortísima y con obvias dificultades tanto en el hallazgo
de los materiales como en la ausencia ya evidente de maestranzas aptas para la utilización
de los sistemas constructivos, se prosiguió con los colosales rellenos de las construcciones
anteriores, con el aporte de pequeñas estructuras realizadas, sobre todo, con la utilización
de materiales procedentes de edificios más antiguos. (Fig. 32) Se empleó también el canto
rodado, (Fig. 33) no solo para rellenar las construcciones, sino también para caracterizar
las superficies exteriores de los edificios31. En algunos casos, la elección de la coloración
natural de las piedras redondeadas otorgaba a la construcción un valor estético rebuscado
expresamente mediante el empleo de ciertos materiales.

La quinta fase y el sello de las construcciones

La última fase de la evolución arquitectónica de Cahuachi modificó totalmente la visión


anterior del centro ceremonial y su dimensión gigantesca. El continuo y sistemático uso
de los rellenos en las construcciones implicó la eliminación progresiva de la evidencia de

Fig. 33 Cahuachi, Gran Pirámide. Sector Y8 EXP149.


En la Fase IVb en algunos muros se utilizan 30 Se trata de una arcilla resistente y muy distinta de la que utilizaron para modelar los adobes de la misma subfase. Los
conjuntamente adobes y cantos rodados. Las enlucidos realizados con este material se han conservado de manera óptima hasta nuestros días, así como los techados de las
piedras eran seleccionadas según su tamaño, forma construcciones de las plazas donde se empleó esta arcilla.
y coloración, de modo de conferir a las paredes un 31 Durante las excavaciones arqueológicas del lado este de la Gran Pirámide se pudieron evidenciar paredes en las que se
efecto cromático y decorativo nuevo para Cahuachi. utilizó, sobre todo, el adobe alternado con estratos de cantos rodados. El mismo ejemplo se verifica durante las excavaciones de
(Foto: Giuseppe Orefici). Pueblo Viejo en el sector X3 y de Estaquería, donde este sistema fue usado también en tiempos más recientes, pertenecientes a
una fase posterior con respecto al abandono del área nuclear del centro ceremonial de Cahuachi.

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la mayoría de los conjuntos estructurales. Alrededor del 400-420 d.C., las ceremonias y los de los materiales33. También en el caso del sector Y13 se pudo definir la pertenencia a este
sacrificios de cerámicas, animales, vegetales y seres humanos se intensificaron notablemente. momento constructivo de Cahuachi: el conjunto fue abandonado después del terremoto que
No contamos con una precisa determinación del espacio cronológico en que se delineó y se ocurrió al mismo tiempo que el aluvión que lo afectó en el último momento de su existencia.
acabó la Fase V, pero se puede plantear que fue bastante corta. El centro ceremonial estaba Especialmente en este ejemplo se pudo observar cómo la actividad sacrifical fue paralela
ya en procinto de ser abandonado. Probablemente, las celebraciones rituales colectivas a la construcción del nuevo modelo arquitectónico, con la utilización de gran cantidad de
significantes ya tenían lugar en otras partes y los geoglifos resultaron ser una alternativa fácil material de relleno34.
con respecto al centro mismo, aunque en esta tarea no intervinieron más los especialistas
que eran capaces de trazar las grandes figuras de la iconografía Nasca en la pampa, mientras Probablemente la Zona B de Cahuachi asumió un poder mayor en esta última fase porque
que se nota una predilección por motivos con espacios geométricos de forma rectangular, además, después del abandono de la Zona A, fue reutilizada, por lo menos parcialmente,
trapezoidal y cuadrangular. Probablemente cambiaron también las funciones, por lo cual en el área de Estaquería, donde la expansión al oeste produjo el nacimiento de nuevas
los sacrificios de materiales cerámicos, textiles y de otra naturaleza se convirtieron en este pirámides, aunque construidas con metodologías diferentes y una tecnología no compatible
momento en elementos de persistencia de la tradición, aunque conviviendo con la disminuida con la de las tres primeras fases de Nasca. La cerámica en las capas de relleno de esta fase no
importancia de la clase sacerdotal, que se consideraba cada vez menos como un ejemplo presenta un cambio substancial con respecto a la típica registrada en las fases anteriores35, ni
cultural. Probablemente, el culto se disoció del poder político al que se reservó un espacio evidencia una diferenciación iconográfica en los temas representados. Sin embargo, como lo
arquitectónico menor con respecto a las fases anteriores. demuestran los materiales hallados en las excavaciones de la Pirámide Naranja, la dimensión
de los artefactos cerámicos aumenta notablemente y se prefieren temas con características
La clase sacerdotal se concentró en la parte más occidental de Cahuachi, donde fueron antropomorfas complejas y ricas en detalles.
remodelados los edificios utilizados anteriormente que, sin embargo, funcionaron también
en los sucesivos momentos de transformación, hasta el 550 d.C. aproximadamente, cuando
terminó la hegemonía de la cultura Nasca en el área32.

La Fase V de Cahuachi se caracteriza por la ausencia de nuevas construcciones murarias y


por la presencia de grandes plataformas ceremoniales recubiertas por un estrato de arcilla
delgado, que constituyó el piso. En esta fase varios muros de los templos fueron eliminados o
redondeados. Las construcciones se recubrieron con capas arcillosas sin modelar, comprimidas
estando aún húmedas sobre la superficie de los edificios demolidos y derrumbados por el
sismo y los eventos aluviales anteriores. La morfología general de los edificios de Cahuachi fue 33 Se supone que pertenezca a este período la ofrenda de textiles hallada en 1998 en el sector Y16, excavada en el exterior del
pequeño templo y cuyo acceso estaba cubierto por una capa tanto eólica como aluvial, muy consistente y que contenía material
la de la pirámide aterrazada, con escalones apenas esbozados y con una superficie inclinada cerámico de las fases más tardías pertenecientes al Período Nasca Medio. Las capas eólica y aluvial, posiblemente, hacían parte
y redondeada, constituyendo una secuencia de plataformas con altimetría variable. Se de eventos climáticos posteriores al abandono del centro ceremonial, y el entierro ritual de los tejidos estaba relacionado con la
Fase V de Cahuachi.
delimitaron algunos espacios en la sumidad de los edificios que fueron utilizados aún por un 34 Durante la excavación del sector denominado Y13, en el recinto ubicado al norte del templete (Recinto I), se halló la depo-
sición artificial de 64 camélidos, sepultados expresamente junto con otras ofrendas, en el momento de la colocación ritual de la
tiempo muy corto, pero solo para ceremonias conclusivas y de sepultura definitiva y sacrifical capa de cobertura. En el interior del material de relleno, puesto en la sumidad del templete, después de la acción de quemadura
de todas las estructuras de quincha, se halló un sexagésimo camélido, enterrado con la misma posición de los que aparecieron
en el Recinto I. Es evidente la pertenencia a la Fase V de la arquitectura de Cahuachi, tanto del sacrificio como de la disposición
32 Fueron reutilizadas las áreas más occidentales de Cahuachi, otorgándoles una función ceremonial y de lugar de ofrenda del material de relleno, anterior al momento de abandono del centro ceremonial.
más que de necrópolis, como lo demuestran las pirámides de los sectores Y26 e Y27. 35, Según la seriación de D. Menzel, J. Rowe y L. Dawson.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo VII

Actividades culturales expresivas


y su tecnología aplicada
en el centro ceremonial
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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

Actividades culturales
expresivas y su tecnología
aplicada en el centro
ceremonial
En sus diferentes momentos de expresión, el centro ceremonial de Cahuachi tuvo intensas
actividades vinculadas con la difusión de conceptos culturales y cultuales. El medio más
significativo utilizado para hacer conocer las tradiciones de la cultura Nasca en el territorio
donde se difundió el culto relacionado a Cahuachi fue sin duda la exportación de la cerámica
ceremonial, de los textiles pintados y bordados, de los instrumentos musicales y de los
materiales utilizados para las ceremonias. Con certeza, toda la producción de bienes suntuarios
y rituales estuvo a cargo de categorías de especialistas que tenían su precisa colocación en la
escala jerárquica y un rol social que les daba acceso a bienes y recursos proveídos por la élite
dominante. Al mismo tiempo, la trascendencia de su función era acentuada a nivel social,
siendo ellos quienes debieron realizar o coordinar la producción y manufactura de una serie
de objetos que personificaban, legitimaban y materializaban el poder vigente.

La prueba arqueológica de esto se sustenta en la tipología de los hallazgos y en su


manufactura, que denotan un alto grado de especialización y una directiva centralizada que
determinaba, a lo largo del funcionamiento de Cahuachi, qué iconografía utilizar, cuáles
materiales emplear, cómo se debía construir, etc. En un sistema de este tipo no había espacio
para formas expresivas individuales, mientras era lógico que las personas o grupos de
artesanos dedicados a la producción de bienes que no fuesen los de subsistencia, debían ser
numéricamente limitados y tener a su alcance todos los materiales necesarios.

La gente que accedía a Cahuachi para participar en los eventos colectivos constituía la vía
para la difusión de los materiales rituales. Regresando a sus territorios, los peregrinos llevaban

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

CAH 88 SECTOR Y2 - EXP.27-Q2

Fragmento de antara incisa

Huaraca pequeña

cm
0 5

CAH 87 Y5 - EXP.16 Q6 - NIV. 2 -CAPA A

Fig. 01 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector


Y2 EXP27-Q2. Fragmento de mate grabado con un
Fig. 05 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. Bolsita consigo los materiales producidos en el centro ceremonial y en sus alrededores, como símbolo
de tejido llano con huellas de pigmento rojo que
ornitomorfo y una huaraca en miniatura. Se trata fue dejada como ofrenda. Estaba amarrada con hilo de participación y como elemento de distinción de las liturgias que se realizaban en lugares
de hallazgos que atestiguan la práctica de incluir de algodón y contenía piedras en su interior. (Foto:
materiales culturales en los rellenos de los templos. Giuseppe Orefici). de culto periféricos.
(Dibujo: Dolores Venturi).
Fig. 06 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP119-
Fig. 02 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP14Q3. Q11. Utensilios de madera de guarango que fueron
Pequeño colador realizado con fibra vegetal utilizados para trabajar la arcilla y después de su Para poder participar en los rituales que se celebraban en los pueblos más lejanos, aunque
entrelazada colocado como ofrenda: el mango y el uso fueron dejados como ofrenda. (Foto: Giuseppe mirando a Cahuachi como fulcro de la vida religiosa y cultural, la utilización y ostentación
perímetro con un elemento más grueso, mientras Orefici).
que los elementos interiores tenían una sección de los materiales cerámicos, textiles y de instrumentos musicales constituían símbolos de
más delgada. (Dibujo: Dolores Venturi).
distinción muy importantes. Era, además, el lugar de difusión de un conjunto de rituales
Fig. 03 Cahuachi, Gran Templo, Sector Y5EXP16- colectivos, en los que se utilizaban elementos diferentes como pinturas epiteliales y amuletos,
Q6. Artefacto compuesto de carrizos atados a un
fragmento de red dejado como ofrenda. (Dibujo: objetos que tenían un alto valor y potencial de energía sagrada.
Dolores Venturi).

CAH 88 -Y1 - EXP.29 Q3 - CAPA C-PISO 2 Fig. 04 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP29-Q3.
Escultura antropomorfa de piedra Figurita antropomorfa tallada en piedra arenisca En los 27 años de excavaciones arqueológicas en Cahuachi, a menudo se encontraron restos
que representa a un personaje acuclillado con
CAH Y1 - EXP.14 Q3 - NIV 7 -CAPA B los brazos que ciñen el torax. Fue utilizado como de cerámica no cocida, pinceles para su decoración, instrumentos musicales incompletos
aditamiento de una estólica y luego ofrendado a las
estructuras. (Dibujo: Dolores Venturi). sin cocer, textiles con dibujos trazados para ser luego bordados o telas pintadas con

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

Fig. 07 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1. Grupo de representaciones de mitos, que hacían parte de los trajes ceremoniales (ver capítulo XXI). Fig. 09 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. Frecuentemente se hallaron ceramios no pintados, parcialmente decorados o no cocidos.
valvas de Spondylus que fueron depositadas como Conjunto de varios utensilios empleados para pintar
ofrenda. La concha de este preciado molusco era En los eventos litúrgicos se sacrificaba cerámica, que quedaba en miles de fragmentos en los la cerámica. Se pueden observar varios tipos de Entre los textiles más significativos se registró la presencia de trajes ceremoniales completos,
pinceles, elaborados con cabellos humanos atados
trabajada para elaborar elementos de collares, cuentas
pisos de los templos. Asimismo, para participar en los rituales, quienes accedían a Cahuachi a diferentes tipos de mango (espinas de cactáceas,
incluidos los fragmentos utilizados como materiales de prueba para realizar bordaduras,
y artefactos de diversa naturaleza. (Foto: Giuseppe
Orefici). palitos, etc.). Se notan también otros instrumentos o solamente pintados, antes de ser recubiertos por el bordado2. En lo que concierne a la
necesitaban trajes especiales1 proveídos por el mismo centro ceremonial, además de ceramios donde en las extremidades del mango habían
Fig. 08 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP133, y objetos asociados con las ceremonias. (Fig. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8) De igual manera es probable tampones de algodón o gasa. (Foto: Giuseppe producción alfarera, hasta la fecha tenemos solo una evidencia de un posible horno cerámico
Hallazgo 3. Una de las dos cabezas ofrendas de Orefici).
sexo femenino encontradas juntas en la base de un que los que consideraban a Cahuachi como fulcro de las actividades religiosas y de relación en el área occidental de Cahuachi. Sin embargo, es mucho más probable que la cocción de la
muro. Tiene deformación craneal tabular oblicua y Fig. 10 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8.
escarificaciones en la superficie del cuero cabelludo, con las divinidades obtuvieran en cambio material ceremonial para utilizarlo como ajuar Fragmentos textiles de algodón, de tipo llano y con
cerámica se realizara en hornos excavados en la arena y, por ende, poco identificables en la
que dejan entrever parte del tejido óseo subyacente. restos de pigmento rojo. Probablemente fueron actualidad. En las diferentes fases de Cahuachi, la ubicación de las actividades posiblemente
En la parte frontal sale una cuerda de algodón y funerario distintivo en el momento de su muerte. utilizados para pintar la superficie parietal de los
fibra animal. Los labios están sujetados con espinas muros del conjunto en la IV fase arquitectónica. cambió cada vez sobre la base de los nuevos recorridos o la destinación de los ambientes.
de guarango. Período Nasca Temprano, III Fase (Foto: Período Nasca Temprano. (Foto: Giuseppe Orefici).
Giuseppe Orefici). La manufactura cerámica, textil y metalúrgica en el centro ceremonial de Analizando la tecnología ejecutiva de los artefactos cerámicos se puede suponer que los
Cahuachi hornos tenían que ser fabricados buscando una ventilación homogénea, para lograr una
cocción óptima de los productos. En el período del desarrollo de Cahuachi la cerámica tuvo
En muchos de los sectores investigados en Cahuachi se hallaron restos de actividades una enorme importancia en todas las actividades realizadas y en los rituales con ofrendas
vinculadas con la manufactura cerámica y textil. Se encontraron grandes batanes para moler colectivas que se llevaban a cabo dentro del centro ceremonial. Sobre la base de las variantes
colores y tierras utilizadas para pintar la cerámica, así como pinceles de pelo humano y animal, iconográficas y de la temática tratada como mensaje reiterativo de divulgación ideológica,
hisopos de madera y algodón, (Fig. 9, 10, 11) pulidores para la cerámica, trapos con huellas junto con la forma homogénea en que se realizaban las decoraciones, podemos deducir
de colores, choros con restos de pigmentos en su interior, empleados como contenedores. que la inmensa producción alfarera siempre fue controlada por el poder central y estuvo
coordinada en todo el territorio por un grupo destacado de especialistas.
1 Los textiles del sector Y16 (descritos en el capítulo XXI) eran verdaderos vestidos ceremoniales, como se comprobó durante
el análisis hecho por las especialistas Mary Frame (2009: 188-211) y María Bastiand, el cual logró reconstituir los patrones de
varios hábitos. Los indumentos tenían todavía parte de sus costuras y sobre la base de los signos aún visibles fue posible saber
cómo doblarlos y ajustarlos para reproducir su forma original. Aparte de esto, también se encontraron tejidos en preparación 2 En el sector Y1 (Montículo 1) se hallaron en gran cantidad instrumentos para la pintura de la cerámica y objetos no cocidos
con los campos de las figuras que debían ser bordados o pintados, así como pequeños telares e instrumentos para tejer. o parcialmente decorados.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

CAH 91 Y13 EXP. 48 R9 CAPA A NIV. 1 PASDIZO cm CAH 87 Y2 EXP. 19 Q4 A S.W. MURO 4
0 5

Fig. 12 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector En el arte textil tenemos igualmente varias fases evolutivas, aunque los cambios iconográficos
Y2EXP19-Q2. Fragmentos de tejidos bordados
encontrados en en relleno asociado a un muro. Se trata se determinaron en tiempos más largos, debido a una mayor dificultad tecnológica si la
de elementos ofrendados durante las remodelaciones
del conjunto. (Dibujo: Dolores Venturi). comparamos con la de la cerámica. (Fig. 12, 13, 14) La presencia de las telas llanas pintadas de
algodón es una prerrogativa casi exclusiva de Cahuachi, porque en otras áreas de desarrollo
Fig. 14 Cahuachi, Zona B, Sector Y13 EXP48 Recinto de la cultura Nasca esta técnica no fue tan difundida. La mayoría de los grandes textiles
9, Pasadizo. Entre los materiales encontrados en
los rellenos es común la presencia de elementos pintados fue encontrada en los entierros de materiales de ofrenda y en el depósito de textiles
relacionados con la técnica del hilado, como piruros
y torteros de diferente tipología. (Dibujo: Dolores hallado en 1998, así como en la tumba de la niña sacerdotisa excavada en 2009. En el período
Venturi).
Nasca Temprano, en los textiles de tela llana de algodón la técnica mayormente utilizada fue
la del bordado. En varios contextos de Cahuachi se hallaron materiales muy significativos,
decorados con preciosas bordaduras únicas en su tipología y con frecuente utilización de
figuras tridimensionales3. El ejemplar más significativo de esta técnica es seguramente la
manta ornamentada con más de 500 muñequitas tridimensionales, todas en posiciones
diferentes, representadas bailando durante una ceremonia, donde hay una procesión de
divinidades bordadas en una faja central.
Fig. 11 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector CAH2005
Y8 EXP124 Q6. Valvas de choros (Choromytilus
Entre los textiles pintados hay diferentes representaciones con la participación de las chorus) que fueron utilizadas como contenedores de
diferentes colores. (Foto: Giuseppe Orefici).
mayores divinidades del pantheon Nasca. Los más importantes llevan figuras de orcas
marinas y felinos con cuerpo de caracol y peces voladores, otros refiguran cóndores que Fig. 13 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP125-
Q3. Telar en miniatura, con enjulios de carrizo
devoran cuerpos de seres humanos4, otros representan todavía a calamidades causadas por (Phragmites communis); el tejido, de tipo llano, tiene
color rosado. Período Nasca Temprano, III Fase.
(Foto: Giuseppe Orefici).
3 En 1996 se hallaron tres grandes textiles comprimidos al interior de una pequeña olla, puestos como ofrenda en un
momento de interfase entre las fases arquitectónicas II y III. El hallazgo fue registrado en el sector Y15, debajo de un piso en el Fig. 15 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. Pequeños
relleno que recubría las estructuras en adobe cónico. moldes de barro cocido y con huellas de quemadura.
4 Se trata de una representación mitológica compleja, con la participación de las aves en un pasto ritual ulterior a una lucha o Se usaron para dar forma al metal fundido y luego
combate simbólico entre diferentes personajes de alto rango. Posiblemente la escena muestra figuras míticas que se identifican fueron utilizados como contenedores de pigmentos.
por medio de trajes, diademas, copetes y pinturas epiteliales. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

Fig. 17 Artefacto de oro laminado y repujado donde


se observa una secuencia de pájaros en fase de vuelo. que, luego de la fusión, se procedía al laminado (Fig. 16, 17) de los metales y a su dobladura
Pulsera (Dibujo: Elvina Pieri).
formando pequeños lingotes7.
Fig. 16 Máscara funeraria de oro elaborada con la pájaros que comen productos agrícolas o a plagas eliminadas por las aves, como la invasión
tècnica del laminado, recortado y repujado, La
cabeza del personaje está ornada con tres grupos de batracios y diferentes animales. En el centro ceremonial las evidencias de actividades
de cinco serpientes. En la cara presenta motivos En 2008, al interior de una gran ofrenda hallada en la Pirámide Naranja, entre las numerosas
ondulados(Dibujo: Elvina Pieri). relacionadas con la metalurgia no están suficientemente documentadas; sin embargo, los
cerámicas ceremoniales, textiles, mates burilados y pintados, se ubicaron también una
artefactos en oro y plata en las colecciones de los museos permiten pensar que la mayoría
cuchara doble en cobre, posiblemente utilizada para la medición de polvos, y una pequeña
de ellos fue realizada por los especialistas de Cahuachi5. También se encontraron numerosos
copa de oro. ( Ver capítulo XXIII)
pequeños crisoles6 (Fig. 15) para la fusión de los metales. Tenemos la prueba asimismo de

5 En 2009 se halló la tumba de una niña sacerdotisa con un ajuar funerario muy precioso. Entre los materiales ofrendados
La música fue seguramente una de las actividades que mayormente acompañaban el desarrollo
había una nariguera de oro bañada en plata, exactamente igual a la que se encuentra en el Museo de Antropología y Arqueología de las ceremonias y rituales colectivos en el centro ceremonial. En las ofrendas sacrificales,
de Lima, y muy similar a otro ejemplar custodiado en el Museo de Historia Natural de Houston. Se piensa que estos materiales
tienen una procedencia común y que los especialistas en este trabajo de fusión, laminado y repujado trabajaron dentro de
Cahuachi. 7 En 2009, en la plaza al norte del Templo del Escalonado, se halló un altar ceremonial en perfectas condiciones de conservación
6 En el frontis anterior de la Gran Pirámide, en asociación con tumbas pertenecientes a la II Fase arquitectónica y con otras debajo de la capa de relleno que había cubierto el piso original. Al interior de un hoyo con doble boca circular excéntrica se
referibles al Período Paracas Tardío, se hallaron diferentes crisoles que fueron reutilizados como contenedores de colores. En encontró la ofrenda de una concha de abanico calcinada puesta centralmente y de cuatro lingotes de oro ubicados alrededor,
excavaciones sucesivas se encontraron otros fragmentos de crisoles con las mismas características, sin huellas de reutilización. formando un cuadrilátero. Los pequeños lingotes habían sido realizados con láminas dobladas en cuatro partes.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

el hallazgo de numerosos instrumentos musicales completos, fragmentados o dejados en


los recintos y plazas en momentos particulares de la vida de Cahuachi, testimonia que en Fig. 20 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP116-
Q6. Antara bruñida de pequeñas dimensiones (196
la mayoría de los sectores excavados por el Proyecto Nasca fueron celebradas ceremonias x 95mm). Tenía cinco tubos y dos agujeros para
poderla colgar. En base a su tipología se puede
en las que la música tuvo un rol preponderante. En el sector Y1 se hallaron fragmentos de atribuir a la Fase 2 de la cerámica Nasca., (Foto:
Giuseppe Orefici).
instrumentos musicales no cocidos (Fig. 18, 19) o parcialmente pintados, lo cual demuestra
Fig. 21 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2
cómo en unos sectores del centro ceremonial se producían también instrumentos musicales EXP19 Q4-Muro4. Fragmentos de cerámica y de
de cerámica, como las antaras (Fig. 20) y los silbatos que se utilizaban en Cahuachi durante antaras encontrados en el relleno. La antara bruñida
lleva grabados en la superficie. (Dibujo: Dolores
las ceremonias. Más escasos son los restos de tambores: los únicos materiales inherentes Venturi).

a esta clase de artefactos se hallaron en los rellenos estratigráficos. (Fig. 21) Los tambores
tenían tipología y morfología diferentes según la utilización a la cual estaban destinados. CAH 87 Y2 EXP. 19 - Q4 RELLENO S.W. MURO 4

Los silbatos se hallaron frecuentemente como ofrenda o en los rellenos de interfase. A


veces estos instrumentos musicales se encontraron fragmentados, incompletos o sin cocer
dentro de los templos, sugiriendo una forma de sacrificio de objetos rituales en el centro
ceremonial8. En 1988, en las plataformas norte del Gran Templo de Cahuachi, se registró
Fig. 18 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 el impresionante hallazgo de una capa de fragmentos de antaras rotas expresamente en el
EXP133-Q1. Antara sin cocer, lo cual confirmaría,
junto con otros numerosos ejemplos, que en el momento de transición entre las Fases III y IV, debajo del piso relacionado con la Fase IV
centro ceremonial había talleres especializados en
la producción de instrumentos musicales. (Foto: arquitectónica. La capa se extendía sin interrupción en todo el sector excavado y fue registrada
Giuseppe Orefici).
también por W. D. Strong durante sus investigaciones en el Gran Templo (Strong, 1957: 31).
Fig. 19 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP149- Las antaras fragmentadas habían sido puestas en forma muy casual y una parte también en
Q12. Figuritas modeladas en barro no cocido Tienen
rasgos antropomorfos y fueron encontradas junto pequeños hoyos excavados en el piso y luego sellados. Posiblemente se trataba del resultado
con otras en forma de ave. Probablemente unas
hacían parte de un adorno mientras que otras eran
silbatos bitonales en fase de preparación. (Foto: 8 Uno de los hallazgos muy importantes de silbatos íntegros en Cahuachi fue en el sector denominado Y1, donde en el relleno
Giuseppe Orefici). de interfase se encontró una bolsa de tela llana de algodón conteniendo un grupo de seis silbatos íntegros con representaciones
de personajes, seres míticos y animales, entre los cuales el zorro.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VII Actividades culturales expresivas y su tecnología
aplicada en el centro ceremonial

de un sacrificio ceremonial de un número muy relevante de instrumentos musicales que al interior de las estructuras; los ejemplos los podemos observar en casi toda la extensión
fueron destruidos en el mismo momento, antes de la eliminación de las coberturas de las del centro ceremonial, donde se produjeron adaptaciones de los muros a situaciones no
plataformas sostenidas por un impresionante aparato de columnas alineadas. Después de la previstas anteriormente. Fue cuando ocurrió el primer aluvión que determinó la caída de
destrucción de las columnas fue colocada la capa de fragmentos de antaras y luego se recubrió algunos muros y la destrucción de otros. En este período nacieron también los dos muros
la superficie con un nuevo piso. En los diferentes niveles de las plataformas excavadas se halló que cercaban la Zona A y la Zona B de Cahuachi, como se puede observar en los templos que
la misma capa de antaras, lo cual indica que el sacrificio de los instrumentos musicales fue de se encuentran más al este de la Zona A9.
gigantescas proporciones y coincidió con un cambio radical en las funciones vinculadas con
el Gran Templo, entre las cuales hay que mencionar las actividades musicales colectivas. En las excavaciones de todos los sectores abiertos hasta la fecha en Cahuachi se registró
la presencia de los muros destruidos en este momento tan particular de la vida del centro
La importancia de los cambios funcionales en la cuarta fase de Cahuachi ceremonial. Fue en esta cuarta fase cuando mayormente se manifestaron los efectos
impactantes de los fenómenos climático-ambientales, que provocaron una destrucción muy
La secuencia de las fases arquitectónicas en Cahuachi fue seguramente un elemento que extensa de los recintos, de las plazas y, sobre todo, de los grandes templos. La eliminación
comportó drásticas transformaciones dentro del centro ceremonial. No hay evidencia de que de las columnas y de los techos coincide con esta fase, en la cual se produjeron también los
hubiera más cambios funcionales en un sector respecto de otros; sin embargo, cada modificación grandes cambios funcionales al interior de las estructuras. En la mayoría de los templos se
de los accesos, recorridos y uso de los ambientes en los templos es un indicador importante de realizaron construcciones temporales destinadas al desarrollo de actividades relacionadas
las remodelaciones efectuadas. Entre la primera y la segunda fases arquitectónicas los cambios con la manufactura cerámica y la fabricación de instrumentos musicales, mientras que en
más evidentes son de naturaleza estructural y tecnológica: se asiste a la transformación de otros edificios se determinó un cambio total del uso y función de los ambientes10.
las estructuras desde quinchas monumentales a muros en adobe cónico, que mantienen las
características de imponencia, con una tecnología más refinada y especializada. En algunos casos se pudieron mantener las características anteriores de los recintos
ceremoniales y de las plazas, como se nota en la Plaza Norte de la Gran Pirámide donde,
Entre la segunda y la tercera fases se nota una variación tipológica en los adobes, se después de la destrucción causada por el terremoto, se procedió a reducir los espacios
mantienen las características constructivas majestuosas, aunque con notables modificaciones interiores, reutilizando el material caído para erigir nuevas construcciones dentro de los
en los recorridos al interior de los templos y de los patios ceremoniales. En este cambio antiguos espacios monumentales.
de fase se realizaron también los grandes recintos que relacionan los templos y las plazas
intermedias que en su mayoría pertenecen a este momento de edificación. La utilización de
las columnas en las construcciones y la posibilidad de añadir volúmenes nuevos con una
expansión tridimensional de las estructuras fueron, entre otros, los elementos que confirieron
un impresionante aspecto a los conjuntos de Cahuachi que, además, con el auxilio de las
9 En las excavaciones del sector denominado Y1, entre el Montículo 1 y el Montículo 2, en la temporada del año 2000 se
pinturas parietales se transformó en uno de los lugares de mayor prestigio de la costa del pudo examinar en la estratigrafía que la presencia del muro que cercaba la Zona A estaba relacionada directamente con una
capa aluvial que se encontraba en su cimentación. Otra capa aluvial se halló en la parte superior del muro, evidenciando muy
Perú. Las grandes plataformas marcadas por columnas y techos de grandes dimensiones claramente los momentos de inundaciones antes y después de la construcción de la pared de la cuarta fase de Cahuachi.
10 En el área entre la Gran Pirámide y la Pirámide Naranja, en las excavaciones entre el 2003-2006, se evidenciaron las
fueron seguramente las características arquitectónicas más impactantes de Cahuachi. variaciones funcionales más importantes de este sector: la gran rampa de acceso que comunicaba la Plaza 2 Norte con el
lado oeste de la Zona A fue parcialmente rellenada con nuevas construcciones que la dejaron clausurada. En un pasadizo
monumental de la rampa se hallaron construcciones utilizadas como cuyeras, con grandes cantidades de excrementos de cuyes.
Evidentemente los cambios de este período no mantuvieron siempre las características funcionales anteriores, determinando
De todos modos, la cuarta fase fue la que determinó mayormente los cambios funcionales un fuerte descenso de estatus en el prestigio de ciertos ambientes.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo VIII

Las ceremonias y los rituales


a través de la presencia de los
materiales arqueológicos
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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

Las ceremonias y los


rituales a través de
la presencia de los
materiales arqueológicos

Los materiales arqueológicos presentes en Cahuachi indican claramente su utilización


durante los eventos litúrgicos que se realizaban en el centro ceremonial. Pero es muy difícil
intentar reconstruir una serie de rituales sobre la base de la naturaleza de los artefactos
hallados, ya que resultaría problemático interpretar, sin elementos descriptivos, la forma en
que se realizaron las grandes reuniones en los edificios. La iconografía que podemos examinar
en la cerámica y en los textiles se refiere sobre todo a las divinidades y a su mundo mágico-
religioso, sin dejar particular espacio a la descripción de la vida cotidiana o ceremonial de la
población de Nasca. Por este motivo podemos formular hipótesis sustentadas solamente en
los materiales hallados en las excavaciones de los diferentes investigadores a lo largo de las
actividades arqueológicas desarrolladas.

Los textiles ceremoniales y las vestimentas rituales en Cahuachi

En los rellenos artificiales de las construcciones se encuentran frecuentemente fragmentos de


textiles dejados como ofrenda, obtenidos recortando las figuras representadas y aislando las
divinidades o personajes míticos. Probablemente, en muchos casos, tuvieron una importancia
notable para quienes ofrendaron el material. Pueden ser partes de trajes ceremoniales,
fragmentos de mantas funerarias o pequeños textiles conservados como objeto de ofrenda,
bordados fragmentados, (Fig. 1) telas llanas con manchas de sangre o de otras sustancias,
utilizados en rituales particulares; a veces se hallaron también partes de indumentos de

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

En 1998 se halló un importante depósito de textiles y de indumentos ceremoniales utilizados


tanto por hombres como por mujeres, con un porcentaje mayor de trajes femeninos (Frame,
2009: 192-200). Entre los textiles hallados en el depósito del sectorY16 (ver capítulo XXI) había
varias prendas infantiles, lo cual evidencia la participación de los niños en las ceremonias
dentro de Cahuachi.

En su mayoría los trajes eran preparados al momento y en función de quien los iba a utilizar:
había fajas distintas, de dimensiones variables, que se cosían entre ellas, generalmente en
número de tres. Los colores más empleados eran el azul, el verde, el rojo y el negro. En
algunos casos las telas llanas de algodón bordadas estaban cosidas a la primera faja, casi
siempre monocroma. La parte central podía tener diseños hechos con aplicaciones bordadas
o con plumas de diferentes colores.
CAH 88 SECTOR Y2 EXP. 26 - Q2 FRAGMENTO TEXTIL cm
0 5 El textil inferior era pintado muy a menudo con representaciones de eventos míticos:
escenas con aves, personajes, otros animales, divinidades, entre las cuales felinos y orcas
marinas. Es curioso observar cómo el sacerdote o el personaje que llevaba el traje ceremonial
no podía apreciar la tela inferior en su totalidad, así como quien estaba distante no tenía la
Fig. 01 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2 personajes importantes o utilizados en ceremonias específicas. En otros casos los textiles
EXP26-Q2. Fragmento de textil bordado con flecos de
posibilidad de ver claramente las imágenes representadas. Es plausible que las complejas
color negro. La iconografía representa a una secuencia se encontraron asociados con diferentes materiales: envolviendo frutos, vegetales variados, secuencias pintadas con figuras de muy pequeño tamaño hayan sido realizadas para ser
de parejas de colibríes de varios colores chupando la
néctar de una flor. El tejido probablemente hacía parte pequeñas maderas, animales u otros objetos. vistas por las divinidades.
del borde de un manto. Período Nasca Temprano,
Fase 3. (Dibujo: Dolores Venturi).
En la casi totalidad de los entierros de personajes de rango resaltan las mantas funerarias, muy En el depósito de los textiles hallado en Cahuachi se encontraron casi 200 tejidos, utilizados
bien elaboradas técnicamente y con un repertorio iconográfico muy rico y variado. Según las en las ceremonias, con la evidencia de haber sido cosidos provisionalmente para poderlos
evidencias que tenemos es posible que los textiles hayan sido reutilizados sucesivamente en separar y reutilizar en otras ocasiones. Hay que subrayar que sobre la base del concepto
las ceremonias, como demuestra el depósito de algunos de estos en una olla en el sector Y15 cosmocéntrico de los Nasca, los personajes que usaban los trajes eran importantes en el
en 1996; en este caso se trataría de la ofrenda de unas mantas ceremoniales pertenecientes a momento mismo en el cual llevaban puestos los indumentos ceremoniales, verdaderos
entierros de personajes importantes (Frame, 2009). elementos sagrados al interior de Cahuachi. Al final de la liturgia los personajes dejaban
los preciosos textiles que eran considerados como elementos vivos, parte integrante del
Es posible que quienes participaban en las ceremonias de Cahuachi utilizaran las vestimentas culto y pertenecientes al mundo divino. Los tejidos hallados en 1998 se depositaron en un
más preciosas que podían llevar puestas. Es diferente la situación del empleo de los trajes único momento, como acta de abandono de Cahuachi; fueron sepultados simulando un
ceremoniales por los sacerdotes o por los personajes de linaje elevado. En este caso los textiles ritual funerario, debajo de una estructura de barbacoa, con ofrendas de vegetales, piedras
utilizados eran decididamente diferentes y representaban un trato distintivo para los que consideradas preciosas y otros objetos en su interior.
podían exhibir trajes únicos, que constituían también elementos de estatus social o jerárquico.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

Otro animal que se encuentra como ofrenda sacrifical en Cahuachi es el cuy (Cavia porcellus),
del cual se hallaron tanto ejemplares íntegros como esqueletos. Los cuyes tuvieron una
importancia notable en la alimentación de la población Nasca y también en las actividades
ceremoniales y en los rituales funerarios. En los entierros que están dentro del centro
religioso se encuentran numerosos cuyes entre las ofrendas, sobre todo colocados al interior
de tazones cerámicos.

En ocasiones más raras, aunque sin una ubicación en un sector especifico de Cahuachi,
se pudo registrar la presencia de diferentes especies de aves enterradas como ofrendas. El
hallazgo más impresionante es seguramente la tumba en forma de barbacoa, utilizada en el
sector Y12 (EXP47Q3T3) para colocar en su interior un pelícano completo. En otros casos las
aves han sido puestas en conexión con esquinas de muros de recintos o de plazas. En la Plaza
Este de la Gran Pirámide fue encontrada una ofrenda de aves depositadas en relación con los
muros que habían sido destruidos por el terremoto.
cm

0 5

CAH Y2 EXP. 8 - Q1 CAPA B


En las excavaciones de 2009, en el lado este de la Pirámide Naranja. se halló –en relación
Las ofrendas y su sacrificio como actividad periódica y coral con la estructura de una tumba perteneciente a una niña sacerdotisa– un grupo de cabezas
de cernícalos (Falco sparverius) preparadas, con la ampliación del foramen magnum, como si
Entre las más frecuentes ofrendas se encuentran las de animales: se trata de llamas fueran cabezas-ofrenda. En la parte frontal de los cráneos sobresalía un cordel de algodón
sacrificadas, que fueron también utilizadas en las comidas rituales durante las ceremonias. utilizado para el transporte; junto a la ofrenda de cabezas se halló también un cuerpo de
(Fig. 2, 3) En los rellenos artificiales de Cahuachi se hallaron numerosos restos óseos de cernícalo rellenado con paja e hilos de colores mezclados.
llamas, con evidencia de haber sido cocidas de diferentes maneras y utilizadas como alimento
(Valdez Cárdenas, 1988: 170-175). Alrededor de las estructuras, durante las ceremonias, Entre los animales sacrificados hay que subrayar la escasa presencia de perros y zorros.
acampaban los peregrinos, dedicándose allí a la preparación de comida, prendían fogones Solamente en un caso se halló un perro1 de tipo chusco, con pelo de mediana dimensión, de
y vivían momentos de identificación cultural y religiosa, como se ha podido registrar en las color beige, asociado a un personaje en una tumba de la tercera plataforma del lado norte de
Fig. 02 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector Y2
excavaciones de 1986, en el sector denominado Y3. la Gran Pirámide. En todas las excavaciones de Cahuachi solo se halló la cabeza de un zorro
EXP8-Q1. Falange de camélido envuelta con hilo de
algodón, colocada como ofrenda. La importancia de sacrificado y nunca se encontraron felinos relacionados a los entierros o a las estructuras.
los camélidos en el centro ceremonial está subrayada Está comprobado que las llamas eran criadas también al interior de Cahuachi, como se
por su uso no solo alimentar y utilitario, sino también
por su significado ritual. (Dibujo: Dolores Venturi). pudo confirmar excavando los recintos ceremoniales del sector Y13, donde se hallaron los Muy a menudo se hallaron ratas y ratones como ofrenda o mejor dicho como invocación
cuerpos de los camélidos sacrificados antes del abandono de las estructuras (ver capítulo liberatoria en el caso de plagas recurrentes en el área de Nasca. Estos roedores fueron
Fig. 03 Cahuachi. Montículo 1, Sector Y1EXP21-Q3.
Una de las innumerables ofrendas de huesos de XX). Posiblemente los animales criados al interior del centro ceremonial tenían la función de
camélido encontrada en los rellenos de los templos.
Se trata de una vértebra que tiene un hilo de algodón alimentar a los sacerdotes y quizás a peregrinos con requisitos especiales, en el caso de una
atado en la parte distal. (Foto: Giuseppe Orefici). 1 Cahuachi 2006, sector Y8 EXP33, Capa B, Hallazgo 4. Según el análisis de Andrea Drusini y Daris R. Swindler (en fase de
participación masiva en las ceremonias. publicación) se trata de Canis familiaris.

208 209
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

CAH88 SECTOR Y2 EXP. 28 - Q2 POZO 1 - OLLA


PEPA DE LUCUMA CON CABEZA DE ROEDOR AL INTERIOR
propiciatorios. Seguramente en la cosmogonía Nasca había eventos como los solsticios
y equinoccios, cuando se realizaban rituales en relación con los cambios astronómicos.
No cabe duda de que existían otras recurrencias importantes, como los aniversarios de
fundación de centros ceremoniales y templos u otras fechas vinculadas con las divinidades
y con la celebración de cultos a los antepasados míticos. La principal función de estas
conmemoraciones tenía la peculiaridad de ser un elemento de cohesión entre los diferentes
grupos humanos que miraban a Cahuachi como centro cultual y cultural: en ocasión de los
peregrinajes se vivían momentos de coparticipación entre gentes que llegaban de lugares
diversos y lejanos. Las ceremonias representaban también un importante momento de
intercambio, en el cual el centro religioso dispensaba objetos rituales, especialmente ceramios
cm
y textiles, recibiendo como contraparte ofrendas votivas y sacrificios.
0 5

Los productos agrícolas están entre los materiales más usuales en los rellenos artificiales
de Cahuachi (ver Piacenza, 1989, 2002, 2009: 168-186); además, basados en el análisis de
su grado de desarrollo vegetativo, podemos formular suposiciones sobre los períodos del
Fig. 04 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector encontrados asociados con la semilla de lúcuma, introduciendo las cabezas al interior de su año en que se realizaban las ceremonias colectivas. Entre las especies botánicas que más
Y2EXP28-Q2 Pozo 1-Olla. Ofrenda formada por dos
pepas de lúcuma en cuyo interior se colocaron cráneos
cáscara (Fig. 4) o en forma de cabezas-ofrenda, con un hilo de algodón para el transporte; frecuentemente se encuentran como ofrendas podemos mencionar las semillas, los frutos
de ratas. Estos roedores, que constituyeron un peligro completamente pelados en otros casos o también sacrificados en los pasadizos de Cahuachi
para los depósitos de alimentos, se encuentran y las hojas de pacae; así como frejoles, ajíes, lúcuma, semillas de zapallo, achira, jíquima,
frecuentemente decapitados y sacrificados. (Dibujo: durante rituales con la utilización de chicha morada. pallares y maíz2. (Fig. 6)
Dolores Venturi).

Fig. 05 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP124-


Q6. Muestra de algunos fragmentos malacológicos Entre otros animales puestos como ofrenda o como elementos de súplica a los dioses se En los rellenos artificiales de Cahuachi se hallaron numerosas ofrendas con diferente
que se encuentran en los rellenos de los templos de
Cahuachi. En este caso las valvas presentan huellas
hallaron sapos y serpientes, posiblemente vinculados con las actividades de invocación de tipología. La mayoría de estas puede asociarse al concepto de dualidad, ya que en varios
de pigmentos. (Foto: Giuseppe Orefici). agua, así como búhos, lechuzas y otras aves nocturnas. Solamente en casos muy raros se contextos del centro ceremonial se han encontrado objetos dobles o complementarios. (Fig.
encontraron en unos pozos de ofrenda, vinculados con las plataformas de la Gran Pirámide, 7, 8) Los peregrinos que accedían a las estructuras templares del lugar sagrado buscaban la
vértebras de lobos marinos y de pequeños cetáceos. La importancia de la fauna marina en la vinculación entre sí, la formulación de pactos y votos colectivos, las uniones entre personas.
dieta de los antiguos Nasca está atestiguada también por la presencia, tanto en los rellenos La cantidad de cerámica ceremonial fragmentada que se encuentra puede relacionarse con
como bajo forma de oferta votiva en hoyos o pozos, de pescado disecado y de valvas de las intensas actividades que se realizaron en Cahuachi, posiblemente en fechas particulares y
diferentes moluscos. (Fig. 5) correspondientes al calendario agrícola. El sacrificio de los artefactos cerámicos representaba
uno de los actos principales al interior de las estructuras de los templos, (Fig. 9, 10) así como el
Sobre la base de los hallazgos de Cahuachi se puede suponer que las ofrendas podían ser depósito de otros objetos rituales que en la mayoría de los casos era símbolo de dualidad. Se
realizadas a lo largo de todo el curso del año. En ocasiones particulares, como algunas fechas
2 Entre los más importantes ofrecimientos de vegetales en las actividades ceremoniales, hay que recordar que en el centro
asociadas con las actividades agrícolas más relevantes, entre las cuales la siembra y la cosecha de la Plaza Hundida, que fue rellenada por completo en la IV Fase de Cahuachi, se hallaron casi 400 kilos de maíz morado,
ocupaban roles determinantes en el calendario, se producía un incremento de estos rituales sepultados y sellados bajo una capa de arcilla antes del abandono de las estructuras. Toda la plaza fue recubierta por una capa
de relleno de muchas centenas de toneladas de materiales que procedían de las diferentes remodelaciones.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

Artefacto de fibra vegetal

CAH88 SECTOR Y8 EXP. 33 - Q2

CAH87 SECTOR Y2 EXP. 19 - Q4 HALLAZGO 1 CAPA B

Fig. 06 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector


Y2EXP19-Q4. Hallazgo 2. Vasija depositada como
ofrenda en relación al muro don friso del templo. En
su interior había una mazorca completa de maíz (Zea
mais). (Dibujo: Dolores Venturi).

Fig. 07 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP33-


Q1. Pequeños envoltorios de chala de maíz que
fueron ofrendados conjuntamente, (Dibujo: Dolores
Venturi).

Fig. 8 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP33-Q1.


Ofrenda de dos artefactos de chala de maíz doblada y
anudada. (Dibujo: Dolores Venturi).
CAH88 SECTOR Y8 EXP. 33 - Q1 PEQUEÑOS ENVOLTORIOS DE CHALA DE MAIZ
Fig. 09 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP133.
Fragmentos de antaras sacrificadas durante un evento
cm ceremonial. (Foto: Giuseppe Orefici).
0 5 (página siguiente)

212 213
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

puede opinar que estos rituales estuvieron vinculados a uniones entre dos personas, pactos
Fig. 11 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1. Punta de
proyectil bifacial de obsidiana, insertado en un soporte bilaterales, acuerdos entre familias o clanes, puesto que muchos de los elementos estaban
de hueso. (Foto: Giuseppe Orefici).
ligados entre ellos con un textil, un hilo o unidos con otros materiales. Es interesante señalar
Fig. 12 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP29. la abundancia de palitos puestos en pares, de los cuales muchas veces uno tiene color y
Ofrenda votiva. Pequeña muñeca elaborada
realizando el cuerpo en tela llana rellenada con dimensiones diferentes del otro.
algodón. La cara, que simula las pinturas epiteliales,
está bordada con hilo rojo y tiene lagrimones verdes.
Lleva cabellos humanos cosidos en la cabeza. (Foto:
Giuseppe Orefici).
En algunos casos los fragmentos de bordado, las miniaturas, las pruebas de textilería, los
pequeños objetos eran ofrendas propiciatorias, en función de las actividades que el individuo
Fig. 13 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP91-Q3.
Muñeca de pequeñas dimensiones depositada como desarrollaba o iba a desarrollar en su vida. (Fig. 11, 12, 13, 14, 15) Hay unos experimentos de
ofrenda. Esta elaborada con hilo tejido de color beige
y tiene los ojos bordados en color marrón. (Foto: bordado que no son producto de especialistas, sino solamente de gente que intentó llevar a
Giuseppe Orefici).
Fig. 10 Cahuachi, Zona B, Sector Y13EXP 52-Q2
cabo estas obras.
Antara n. 26. El instrumento hacía parte del sacrificio Fig. 14 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP95-
ritual de 27 antaras en una grieta del piso del templo, Q9. Pequeña figurita de barro incompleta depositada
después de un terremoto. Como la mayoría de las como ofrenda. Cabe resaltar la forma de los ojos, en El hallazgo de dos palitos, dos semillas, dos tejidos ligados entre ellos se relaciona con el
antaras encontradas en este sector, tenía su idéntica forma de grano
pareja que emitía sonidos complementares. (Foto: de café, poco usual en la morfología cerámica Nasca. concepto de unión o pacto, (Fig. 16) suponiendo que en el centro ceremonial se realizaban
Giuseppe Orefici). (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo VIII Las Ceremonias y los rituales a través de la presencia de los
materiales arqueológicos

también acuerdos entre diferentes grupos, matrimonios e intercambios de materiales que


no se encontraban en los heterogéneos territorios del mundo Nasca. Como fue largamente
Fig. 17 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP103- tratado por el arqueólogo José Alcina Franch (1965, 1989), una de las funciones del centro
Q26. Uno de los innumerables mates íntegros
encontrados como ofrenda. (Foto: Giuseppe Orefici). ceremonial era la de ser un lugar de paz donde etnias que tenían tensiones entre ellas
podían compartir los mismos rituales colectivos y también intercambiar productos en estas
Fig. 18 Cahuachi, Zona A, Sector Y12EXP51-Q2 Hoyo
1. Mate colocado como ofrenda en un hoyo de una ocasiones, fortaleciendo la cohesión entre los grupos de personas, favoreciendo encuentros
capa temprana de las estructuras. Fue pirograbado
tanto externamente como al interior, con una
periódicos y la participación en una unidad religiosa y cultural.
iconografía asociada con divinidades zoomorfas. Se
observan representaciones de la divinidad felínica con
nariguera, diadema, báculos, cabezas trofeo, símbolos La mayoría de los materiales que quedaba después de los sacrificios de objetos fue reutilizada
ofidiomorfos y con tatuaje en los brazos. Período
Nasca Temprano, Fase 2. (Foto: Giuseppe Orefici). dentro de los rellenos artificiales, con la función de reforzar simbólicamente las estructuras y
contribuir a confirmar la sacralidad del lugar. (Fig. 17, 18, 19, 20, 21)

Fig. 15 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP60-Q4.


Ofrenda de 6 silbatos policromos escultóricos que
se encontraron en la base del muro 2. Se trata de
instrumentos de diferente morfología: 4 representan
a personajes con sus adornos, uno está modelado en
forma de ave (vencejo) y otro tiene los semblantes de
un zorro. (Foto: Giuseppe Orefici).

CAH 89 Y13 EXP 49 Q6


Fig. 16 Cahuachi, Zona B, Sector Y1EXP49-Q6.
Pequeñas ofrendas encontradas en las tumbas. La 0 5
primera donde se observan dos corontas atadas cm
entre ellas, expresa claramente el concepto de unión.
(Dibujo: Dolores Venturi).

216 217
Cahuachi, Capital teocrática Nasca

Fig. 19 Cahuachi, Zona B. Recipiente ceremonial en


bulto que representa el rostro de un personaje con
diadema y proliferaciones nasales con efigies de
serpientes. Las orejas y el diadema están decorados
con representaciones de caras. Período Nasca
Temprano, Fase 3. (Foto: Giuseppe Orefici).

Fig. 20 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8EXP124-


Q5. Vasija escultórica con diseño de un personaje en Fig. 21 Cahuachi, Cahuachi, Gran Pirámide, Sector
posición invertida, adornado con diadema, nariguera, Y8EXP124-Q5 Ofrenda 2. Recipiente escultórico
collar y orejeras. En la parte inferior presenta una de gran dimensión (380x800x265mm). Representa
cabeza trofeo seguida por una serpiente en forma de una orca , la máxima divinidad marina de los Nasca.
“S”. En una mano tiene un báculo y en la otra una En la parte superior presenta un cuello con borde
cabeza trofeo. El hallazgo pertenece a un grupo de divergente y en la parte inferior una base en forma
ofrendas cerámicas que fueron rotas expresamente. de pie. Los dientes tienen una coloración rojiza, como
Período Nasca Temprano, Fase 3. (Foto: Giuseppe si representaran a huellas de sangre. El hallazgo
Orefici). pertenece a un grupo de ofrendas cerámicas que
fueron rotas expresamente. Período Nasca Temprano,
Fase 3. (Foto: Giuseppe Orefici).

218 219
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo IX
Capítulo IX
Gestión de la excedencia
alimentaria
220 221
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IX Gestión de la exedencia alimentaria

Gestión de la excedencia
alimentaria
Depósitos y sistemas constructivos para la conservación de productos
alimentarios

En el área de expansión de la cultura Nasca, el ejemplo más indicativo de la existencia de un


sistema sociopolítico capaz de planificar la conservación de alimentos de distinta naturaleza
se encuentra en el centro ceremonial de Cahuachi. En las excavaciones de 1984-1988, en
el sector denominado Y1 (Montículo 1) y en otras unidades investigadas sucesivamente,
se hallaron numerosas evidencias de grandes almacenes realizados en las capas arcillosas
naturales. Estos depósitos eran alineados y equidistantes, con la embocadura coincidente
con el nivel superficial de las plataformas de los templos de la Zona A de Cahuachi. El
Fig. 1 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP50. Uno de
los depósitos que fueron encontrados en la sumidad ambiente desértico, la naturaleza del terreno, la falta de humedad y de acidez de las capas
del montículo. El pozo tiene una embocadura circular
de la cual se accedía a la camara subterránea, cavada que forman la estratigrafía natural constituían el ambiente ideal para la conservación de
en la arcilla natural. (Foto: Giuseppe Orefici)
productos alimentarios dentro del centro ceremonial.

Las amplias áreas de ofrenda que se encuentran en la Gran Pirámide, y que


estuvieron activas sobre todo en la Fase IV de Cahuachi, formaban parte de un
ritual que preveía el almacenamiento, posiblemente diferenciado sobre la base
de la tipología de los productos. En momentos específicos de la vida del centro
ceremonial, probablemente después de los rituales colectivos, los materiales
eran acumulados en los almacenes y conservados en grandes hoyos excavados
en la capa arcillosa más dura de las colinas naturales. (Fig. 1) La embocadura de
los depósitos era de forma cuadrada o rectangular, conformada por pequeños
palos de guarango que constituían la cubierta superior. En la base había otro
orificio más profundo, ideado para la recolección de la humedad. (Fig. 2) En unos
casos se encontraron, como en el Gran Templo, almacenes de gran dimensión
con escaleras excavadas en la arcilla, para descender al interior.

222 223
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IX Gestión de la exedencia alimentaria

La técnica más utilizada para la ejecución de estos almacenes era la de excavarlos directamente
en la capa arcillosa. A veces la superficie interna se recubría expresamente con un delgado
estrato de arcilla fina, luego nivelado para eliminar las irregularidades del contenedor. En
la mayoría de los casos su forma era oval u ojival, con una dimensión aproximada de dos a
tres metros de largo por dos de ancho. (Fig. 3, 4, 5, 6) En otros contextos, como se registró
en un templo de la Zona B de Cahuachi, no excavado por el Proyecto Nasca, al oeste de Y12,
la superficie de la estructura presentaba varias hileras de almacenes de forma cilíndrica. Sin
embargo, en este caso los depósitos fueron realizados con una técnica distinta, sin cavar la
capa arcillosa natural. Como en los conjuntos arquitectónicos del sector Y1 (Montículos 1, 2
y 3), fue posible analizar la diferenciación tipológica de la forma de los almacenes. A veces
su superficie estuvo conformada por palos de guarango o presentaban un área de descenso
para apoyar los pies durante la extracción del material y, en este caso, la parte exterior tenía
forma circular.

CAH 94 Y1 EXP 50 Q2 HOYO 1 - CORTE


La importancia de Cahuachi en la economía regional
m
0 1 2

El centro ceremonial de Cahuachi tuvo una importancia clave en el desarrollo de la región:


sus relaciones con el territorio, el agua y la producción agrícola fueron determinantes para la
planificación económica al interior del abanico fértil formado por el río Nasca y sus afluentes.
Un lugar sagrado como Cahuachi no hubiera podido existir ni desarrollarse en un sitio sin
recursos hídricos, por ende su nacimiento en una zona de afloramiento de aguas subterráneas
no fue casual. En el valle medio del río Nasca la población no podía basar su agricultura
únicamente en la irrigación derivada del agua de los ríos, debido a su escasez y al carácter
Fig. 2 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP50-Q2 estacional de su crecida; en consecuencia se ideó un sistema de acueductos que permitió
Hoyo 1. Dibujo del corte de uno de los depósitos / ampliar notablemente el área de cultivo. En los valles altos o en otras cuencas fluviales del
almacenes encontrados en el montículo, donde se
puede observar su dimensión y la forma de realizarlos. territorio los establecimientos se desarrollaron próximos a manantiales, donde la población
En la base plana se nota un hoyo que probablemente
recogía la humedad. (Dibujo: Elvina Pieri). era capaz de manejar las aguas subterráneas que brotaban en la superficie y canalizarlas. El
Fig. 3 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP50. El control del agua, en todos los ecosistemas y con tecnologías diferentes, favoreció la práctica
área colinar donde se encuentra una secuencia de
almacenes. (Foto: Giuseppe Orefici)
de una agricultura permanente y cuantiosa, que incluía también plantas que necesitan riego
constante, como el maíz, el camote, la yuca, el pacae y el lúcumo. El crecimiento de Cahuachi
Fig. 4 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP50. En la
superficie la embocadura de los depósitos no deja respecto a los asentamientos menores fue lento y progresivo; en unos casos conviviendo con
suponer la forma subyacente, mucho más amplia. En
este caso el acceso al almacén tiene forma redonda, pero
en otros sectores hay también otros de forma ovalada,
cuadrada o rectangular. (Foto: Giuseppe Orefici).

224 225
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IX Gestión de la exedencia alimentaria

Posiblemente la economía de los asentamientos periféricos fue dependiendo en gran parte


de Cahuachi: la extensión del poder del centro ceremonial y de la clase sacerdotal fue el
elemento que, en el tiempo de la existencia del conjunto religioso, marcó las características
del desarrollo económico del territorio, incluyendo también los valles de la sierra que
confluyen en la cuenca del río Grande de Nasca. No cabe duda de que la clase sacerdotal,
mediante su capacidad de control territorial, logró establecer un sistema de organización
socioeconómica supralocal y administrar la producción de recursos agrícolas hasta en los
centros más alejados, como en los valles de Chincha, Pisco e Ica, abarcando también los
territorios sureños hasta Acarí.

El centro ceremonial tuvo así la capacidad de aprovechar plenamente su prestigio y convertirse


m
en meta de peregrinajes organizados en ocasión de eventos específicos, probablemente
0 1
vinculados con fechas calendáricas que desconocemos. Esto determinó una situación ventajosa,
CAH 94 Y11 EXP 50 - Q3 CORTES DEL HOYO 1
concentrando en los grandes conjuntos monumentales parte de los productos que llegaban
m
0 1 2 bajo forma de ofrenda o tributo, y acumulando estas riquezas como resultado de la excedencia
CAH 94 Y12 EXP 51 Q1 CORTE B - B1 DE T2 Y T3
productiva. El gobierno teocrático central adquirió de esta manera la posibilidad de efectuar
intercambios a larga distancia y, al mismo tiempo, logró fortalecer su prestigio y convertirse en
Fig. 5 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP50-Q3 otros pequeños centros de culto más antiguos1 o, en otras situaciones, superponiéndose a
Hoyo 1. Dibujos del corte de uno de los depósitos un centro privilegiado, único en el territorio bajo su hegemonía y capaz de integrar las fuerzas
/almacenes encontrados en el montículo, donde se ellos, modificando así su función prioritaria.
puede observar su dimensión y morfología. En este productivas sujetas a su control. Las excedencias alimenticias eran traídas al centro ceremonial
caso el pozo fue reutilizado en época posterior como
espacio funerario. (Dibujo: Elvina Pieri). sobre la base de un concepto religioso compartido por la población y de la costumbre ancestral
El control del agua permitió incrementar áreas urbanas distintas y, paralelamente, el
de dedicar ofrendas y bienes a las huacas con el fin de conseguir a cambio beneficios y
Fig. 6 Cahuachi, SectorY12EXP50-Q3 Hoyo 1. Dibujos
nacimiento y la consolidación del poder de curacazgos locales vinculados con la centralidad
del corte de dos tumbas donde se puede observar
prosperidad. Esto determinaba que los establecimientos menores no acumularan el superávit
de Cahuachi. Durante todo el proceso de expansión del centro ceremonial y la secuencia
cómo su morfología sea muy similar a la tipología de logrado y que las entidades políticas locales aceptaran su posición jerárquica subordinada.
los depósitos /almacenes encontrados en Cahuachi. de sus remodelaciones arquitectónicas es interesante notar cómo los centros menores no
(Dibujo: Elvina Pieri).
aumentaron considerablemente sus dimensiones, con la excepción de unos pocos casos2.
En el caso de Cahuachi es muy probable que los peregrinos, o quien prestaba su mano
de obra en las remodelaciones, recibieran como compensación por su presencia los finos
artefactos cerámicos y textiles realizados por los artesanos del centro ceremonial: se trataba de
1 Durante las excavaciones de 1989 en Quemado, fue posible analizar la estructura del montículo que se encuentra a cuatro
kilómetros de Cahuachi. Los fechados radiocarbónicos de los restos vegetales asociados a este conjunto arquitectónico dieron
materiales altamente simbólicos, cuya iconografía reflejaba el pensamiento religioso común
como resultado 550-450 a.C., confirmando la antigüedad del área de las construcciones. Se estudiaron también las sucesivas y permitía la difusión de su mensaje ideológico implícito. En las Fases III y IV de la evolución
modificaciones del pequeño núcleo templar y la dinámica evolutiva que tuvo en su desarrollo, identificando momentos ante-
riores y sucesivos a la existencia de Cahuachi y a su expansión de poder en el área. de Cahuachi se fomentaron los talleres de cerámica y textilería dentro de los conjuntos
2 En el caso de Pueblo Viejo, excavado por el Proyecto Nasca desde 1983 hasta 1988, se pudo observar muy claramente la pre-
sencia de diferentes momentos de utilización del territorio, con evidentes superposiciones. En la pirámide principal, con rampa templares, posiblemente como consecuencia de la intensificación de los intercambios que se
en adobe cónico y una altura de 6-7 metros en su complejo, las modificaciones fueron solamente en la parte superior y en la
base, con la presencia en época más tardía de almacenes rectangulares en sus alrededores. En el lado más al oeste de Pueblo produjeron en este período, en el cual se nota una mayor cantidad de rituales sacrificales y
Viejo se hallaron estructuras habitacionales que tuvieron diferentes momentos de construcción, evidenciando una expansión
urbana que se desarrolló en el tiempo. un incremento en la cuantía de ofrendas que llegaban al centro ceremonial.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo IX Gestión de la exedencia alimentaria

El gran número y variedad de productos agrícolas que fueron almacenados en Cahuachi El almacenamiento del material de intercambio entre la capital teocrática de Nasca y las
durante el Período Nasca Temprano y la paralela producción intensa de instrumentos poblaciones que llegaban en peregrinaje hasta el centro ceremonial fue una de las principales
musicales, cerámica ceremonial y textiles de diferentes tipologías que salieron de los talleres funciones del personal que ocupaba las estructuras de Cahuachi con el fin de mantener los
artesanales de la capital teocrática muestran que la economía de Nasca estaba viviendo el templos y ayudar en las actividades normales. Los productos alimentarios llegaban a través
momento más próspero de su desarrollo3. De un lado se intensificaron los trabajos agrícolas, de los visitantes, que viajaban a veces desde lugares particularmente lejanos. En cambio, los
el control eficiente del agua, incluyendo las galerías filtrantes y la distribución del elemento que participaban en este intercambio recibían materiales cerámicos ceremoniales y textiles
hídrico en unas áreas cada vez más amplias; del otro se perfeccionaron el sistema de cocción, elaborados dentro del centro. Los productos de Cahuachi eran particularmente refinados
la tecnología de los artefactos cerámicos y textiles, y la refinada técnica de ejecución y y realizados por una clase especializada de artistas que expresaba claramente el mundo
decoración. El grado de prestigio alcanzado se puede inferir de la monumentalidad y refinada religioso e ilustraba el pantheon de Nasca con una excepcional capacidad descriptiva de los
técnica constructiva de las principales edificaciones del centro ceremonial. detalles. Se trata de la forma más evidente en la cual, entre la clase sacerdotal y la sociedad
Nasca, emerge el interés en adquirir mutuamente beneficios distintos.
De cualquier modo Cahuachi, en su papel de capital teocrática, tuvo una capacidad creciente
de control del territorio, utilizando el elemento religioso como instrumento de paz en toda Según el concepto ancestral de la reciprocidad andina, este material era indispensable para los
su área de influencia. Con la necesidad de traer ofrendas alimentarias al centro ceremonial y grupos humanos que viajaban a Cahuachi a participar en las grandes ceremonias colectivas
su consecuente acumulación, Cahuachi garantizaba también su propia riqueza mucho más de sacrificio, en las cuales se destruían innumerables objetos cerámicos o bien los artefactos
allá de sus necesidades, contribuyendo a formar una reserva de bienes superior a cualquier poseídos eran utilizados como parte del ajuar funerario en los entierros. Los tejidos eran
centro urbano en el territorio de influencia de la cultura Nasca. empleados, asimismo, en las celebraciones rituales dentro del centro ceremonial y en los
geoglifos, como demuestran los hallazgos de textiles que aparecieron en las excavaciones.
El concepto de la reciprocidad andina en Cahuachi Los productos agrícolas se almacenaban en contenedores y se guardaban posiblemente por
tiempos largos. Se piensa que pudieron ser usados en las ceremonias colectivas para las
La constante acumulación dentro de Cahuachi de gran cantidad de productos alimentarios exigencias alimenticias de los peregrinos, así como en particulares actividades realizadas en
hizo necesario depositarlos en unos templos específicos y en estructuras aptas para la el interior del centro ceremonial.
conservación de materiales agrícolas perecibles. En la Fase III de su desarrollo arquitectónico
se observa la intensificación de la construcción de plataformas destinadas al almacenamiento Sin embargo, la función más importante desempeñada por las excedencias productivas fue
de vegetales, así como de estructuras idóneas para contener grandes cantidades de productos seguramente la de asegurar, en caso de carestía o de cataclismos ambientales, el sustento
de la agricultura. En algunos casos, como fue posible registrar en la Zona B, se construyeron de la población por parte del centro ceremonial, obedeciendo al concepto de reciprocidad
edificios con esta sola finalidad4. andina, según el cual se prevé la redistribución de los bienes en momentos de escasez. Los
almacenamientos de víveres al interior de los centros ceremoniales fueron muy frecuentes en
3 Pertenecientes a este momento de producción artística al interior de Cahuachi son los textiles ceremoniales pintados y bor- el Período Intermedio Temprano y una costumbre bien consolidada en la tradición andina; los
dados, hallados en el sector Y16 en 1998, demostrando las capacidades de desarrollo alcanzadas por los sacerdotes-artesanos
que trabajaron en el centro ceremonial en este período. centros religiosos se consideraban sitios de paz y de intercambio entre los grupos humanos
4 En el caso de Quemado, a cuatro kilómetros de Cahuachi, durante las excavaciones de 1989 se registró la presencia de
grandes almacenes realizados en cuartos específicos del pequeño centro. Se pudo poner en evidencia que muchos de estos que miraban a los lugares sagrados como referencia cultural y cultual.
cuartos habían sido sellados después de su utilización y transformados en almacenes. Claramente, en la fase de expansión y
de asunción de mayor importancia de Cahuachi, los centros menores, con características templares o de santuarios, fueron
eliminados y transformados en lugares de servicio del centro ceremonial que quedó como el único en la zona.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Capitulo X

Los Geoglifos

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Los Geoglifos

Técnica de realización y teorías sobre el significado de los geoglifos


Fig. 1 El paisaje desértico en que fueron trazados los
geoglifos. (Fotografía: Giuseppe Orefici).
La realización de figuras en el terreno, y más propiamente de macrofiguras
visibles desde lugares diferentes o desde el cielo, ha sido practicada por el
hombre en múltiples ocasiones y en áreas geográficas lejanas entre sí. En
diferentes casos, la mayoría de estos trazados fue borrada por el tiempo o
por las intervenciones humanas que se superpusieron a las actividades
geoglíficas.

En las pampas de Nasca la superficie actual tiene una pátina estable, de color
rojizo oscuro-marrón, producto de la oxidación que la excursión térmica
constante ha causado en el suelo pedregoso del desierto. La falta de erosión
y de sedimentación, junto a la acción de la humedad de la noche y del viento
rasante que impide la acumulación de arena, han permitido que los dibujos
se conservaran a lo largo de los siglos. Los geoglifos en el territorio de Nasca y
Palpa han sido los más estudiados, debido a la gran concentración de figuras
trazadas en el terreno y a sus dimensiones, a veces impresionantes. (Fig. 1)

La presencia más significativa de geoglifos se encuentra en el área comprendida


entre las modernas ciudades de Palpa y Nasca, aunque son notorias las figuras
y las líneas situadas en los alrededores de la ciudad de Ica. Sin embargo, la
mayor cantidad de los dibujos se ubica en la pampa de San José, en los valles
del río Ingenio y del río Grande.

La técnica de realización fue muy simple: se procedió sacando el material


lítico de la superficie del terreno desértico, amontonándolo a lo largo de

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

ambos lados de la figura ejecutada. De esta manera se conformaron unos relieves con altura
variable, basada en la cantidad del material removido, descubriendo el terreno subyacente
de color más claro. Otro asunto, referente a la dificultad que se habría encontrado para la
realización de las macrofiguras, no tiene ningún fundamento ya que los antiguos Nasca
tenían la capacidad de planear construcciones monumentales, canales de riego y obras de
gran tamaño. Su experiencia en el uso de los entramados en el campo textil podría explicar
su buen conocimiento del cuadriculado y de la forma de ampliarlo en las escalas requeridas.
Además, como demuestran las experimentaciones realizadas por Gerald Hawkins y Josué
Lancho, es posible trazar líneas y dibujos por medio de estacas alineadas o colocadas de
modo de obtener espirales u otras figuras, sobre la base de un modelo preestablecido.

Resulta todavía muy problemático determinar un fechado bastante seguro relativo a


la realización de los geoglifos: las dataciones radiocarbónicas de los años 50-60 (Strong,
1957; Ravines, 1968) no son muy indicativas puesto que carecen de una precisa asociación
estratigráfica. La falta de material orgánico fechable para realizar unas pruebas que sean
más cercanas a la real ubicación cronológica ha conducido la investigación a utilizar otras
metodologías: fechados absolutos más recientes, basados en el análisis del barniz de roca
(Clarkson y Dorn, 1991) han dado un resultado que situaría los geoglifos analizados entre el
193 a.C. y el 648 d.C.

Para lograr una secuencia cronológica de las líneas de Nasca también se ha empleado el sistema
comparativo con la asociación cerámica, con los problemas obvios de interpretación, puesto que
en el área de recolección no se encontró solamente material correspondiente al estilo Nasca,
sino también material más tardío. Sin embargo, la existencia de estos elementos no prueba
indiscutiblemente su correspondencia con el momento en el cual fue realizado el geoglifo
(Clarkson, 1990 Silverman, 1992). Seguramente el método es parcial y discutible, pero contribuye
a la elaboración de un cuadro cronológico que abarca una gran cantidad de geoglifos. Entre el año Fig. 2 Geoglifo antropomorfo que hace parte de una Grande, San Marcos, Pirca, Las Trancas, Huayhua), tomando como referencia iconográfica
escena que ocupa parte de la ladera del cerro. Se trata
2000 y 2004 analizamos una conspicua variedad de líneas y dibujos en los valles de Sacramento de una de las figuras de las fases más tempranas, de unos geoglifos analizados por primera vez en los años ochenta, hallados por el piloto E.
la tradición Paracas. En su ejecución se ha aplicado
y del río Grande, Palpa y Nasca, con resultados muy importantes relacionados con la presencia parcialmente la técnica del bajorrelieve. (Fotografía: Herrán y documentados con detalladas fotos aéreas. (Herrán, 1985). Simultáneamente se
Giuseppe Orefici).
indudable de geoglifos pertenecientes a fases más tardías de la época Nasca. realizó una comparación iconográfica con los motivos de la cerámica y de los textiles Paracas
y Nasca, intentando una cronología relativa que pudiera definir su colocación temporal. Con
El Proyecto Nasca, por su parte, emprendió el análisis de los geoglifos desde 1982, con un el mismo objetivo se efectuó un importante análisis de las superposiciones aún evidentes de
paralelo estudio comparativo del arte rupestre del área (1982 y 1983 en Chichitara, Pongo los geoglifos, que resultó determinante para entender su secuencia.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Fig. 3 Dibujo de una figura antropomorfa que lleva en


la mano un elemento escutiforme. Pertenece a la fase Fig. 5. Grandes figuras antropomorfas que se Fig. 08. Representación ornitomorfa en que se observa
más antigua de los geoglifos, en la cual predominan encuentran en la ladera inclinada de una colina. Fueron a un ave en actitud de vuelo. (Dibujo: Delia Perini).
las representaciones de personajes míticos o de los ejecutadas con una técnica mixta grabado-excisión. Su
antepasados. (Dibujo: Delia Perini). iconografía se inspira a los motivos textiles del área y Fig. 10 Dibujo del geoglifo anterior, donde se puede
se relaciona posiblemente con elementos mitológicos observar la técnica “en negativo”. (Dibujo: Delia
o cultuales. (Dibujo: Delia Perini). Perini).
Fig. 4 Personaje que lleva un adorno cefálico de
gran dimensión y que está asociado a una escena
con un antropomorfo en miniatura y a una figura Fig. 6. Representación zoomorfa de las primeras fases,
de ornitomorfo en posición invertida. (Dibujo: Delia que representa a un camélido. (Dibujo: Delia Perini).
Perini).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

de las mayores divinidades del pantheon religioso tradicional (felino, orca marina) o de
representaciones de elementos sobrenaturales como el colibrí, la araña, el lagarto, el mono y
unas plantas, presentes paralelamente en la iconografía Nasca. (Fig. 12) Según los análisis del
material cerámico asociado y de otros materiales culturales, como las puntas de proyectiles o
los fragmentos de instrumentos musicales, junto a los primeros fechados obtenidos (Strong,
1957; Ravines, 1968), la fase de los geoglifos con esta tipología de representación se colocaría
razonablemente dentro de la época Nasca Temprano, aunque los datos radiocarbónicos de
ese entonces proceden de material carente de una precisa asociación estratigráfica. Otros
fechados absolutos, más confiables, se han obtenido analizando el barniz que recubre las
piedras de la pampa (Clarkson y Dorn, 1991), dando resultados que ubicarían los geoglifos,
como ya se ha dicho, entre el 193 a.C. y el 648 d.C.

La fase consecutiva es seguramente la más escenográfica y más conocida de los geoglifos,


por la dimensión gigantesca de las figuras geométricas trazadas en la llanura desértica, que
se superponen a los dibujos anteriores. El territorio de la pampa y de las áreas cercanas a los
centros habitacionales muestra una continua reutilización del espacio, como para subrayar su
valor sagrado y la imposibilidad de sustituirlo con otras zonas alternativas. (Fig. 13, 14, 15)
Fig. 07. Representación ornitomorfa en que se Basándonos en los resultados obtenidos, podemos afirmar con certeza que los geoglifos
observa a un ave de perfil, con alas cerradas, grabado
en la ladera de una colina(Foto: Giuseppe Orefici). trazados sobre las laderas de los cerros en la zona al norte del río Ingenio, y sobre todo en
Posiblemente la tradición geoglífica continuó también en tiempos sucesivos a la cultura Nasca,
Fig. 09 Geoglifo ornitomorfo aislado en actitud de el área de Palpa, forman parte del conjunto de dibujos con iconografía más antigua (Orefici,
vuelo. (Foto: Giuseppe Orefici). por lo menos hasta las primeras épocas del Horizonte Medio. Según los estudios realizados
1993: 166-167; Orefici y Drusini, 2003: 170-174). Se trata, prevalecientemente, de motivos
entre el 2002 y el 2007 por el Proyecto Nasca, se pudo atestiguar la existencia de materiales
zoomorfos y antropomorfos ejecutados con la técnica del bajorrelieve, de dimensiones
cerámicos pertenecientes al Período Intermedio Tardío en asociación con áreas ocupadas por
pequeñas y muy oxidados en la superficie. Las figuras sobresalen de un campo bien limpiado
asentamientos de dimensión considerable, con presencia de geoglifos. Se trataba de motivos
de las piedras y en su mayoría presentan elementos que, aparentemente, se inspiran en la
tipológicamente muy distintos de los conocidos anteriormente, comprobando la existencia
tradición textil Paracas-Cavernas. (Fig. 2, 3, 4, 5, 6)
de una tradición expresiva con carácter continuo, muy bien radicada en las sociedades que
se establecieron en el territorio a lo largo de los siglos. Hay teorías múltiples y variadas sobre
A una fase sucesiva pertenecen los geoglifos con representaciones ornitomorfas; si los
el real sentido de los geoglifos de Nasca, sin tomar en cuenta las más fantasiosas y carentes
analizamos comparativamente con la evolución en la iconografía cerámica se nota cómo la
de relación con la realidad científica.
emblemática de esta tipología de figuras se desarrolla desde una representación de perfil y
alas cerradas hacia una visión del ave con alas abiertas y en vuelo. (Fig. 7, 8, 9, 10, 11) Se trata
T. Mejía Xesspe, quien en 1926, acompañado por J. Tello, tuvo la ocasión de analizar los
de la fase geoglífica que más se vincula estilísticamente con las representaciones iconográficas
acueductos y las“rayas”de Nasca, denominados por él seques o caminos sagrados (1942: 559-
tradicionales de la cerámica y de los textiles de Nasca. Se observa la preeminencia de imágenes
569), fue el primer arqueólogo que intentó dar una explicación de los geoglifos, vinculándolos
con los acueductos y los cementerios de la población Nasca.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Fig. 11 Geoglifo de un ornitomorfo muy esquemático Fig. 12 Geoglifo con representación de una orca Fig. 14 El geoglifo geométrico corta netamente los
Fig. 13 Las gigantescas figuras geométricas se
representado con alas abiertas. (Foto: Giuseppe marina, una de las máximas divinidades de los dibujos más tempranos, entre que se observa un gran
superponen a los dibujos anteriores, como se
Orefici). Nasca. La figura tiene en la mano una cabeza trofeo, espiral. (Foto: Giuseppe Orefici).
puede observar en esta imagen donde el motivo
emblema que remonta a la tradición Paracas en el
ornitomorfo está borrado por las líneas trazadas en
área. (Foto: Giuseppe Orefici).
época posterior. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

En 1967, el astrofísico G.S. Hawkins, encargado por la National Geographic Society de examinar
la eventual relación existente entre los geoglifos y las hipótesis de Kosok y Reiche, realizó seis
cortas exploraciones en el campo para verificar si efectivamente los trazados correspondían a
modelos astronómicos y calendáricos. Después de esmeradas mediciones y de un completo
procesamiento de los datos con un programa que permitía la reconstrucción del panorama
astronómico del cielo de Nasca desde el 5000 a.C. hasta el presente, pudo comprobar que más
del 80% de los geoglifos no tenía ninguna relación con los movimientos de los 45 astros más
importantes tomados en consideración. La conclusión fue que solo 39 líneas coincidían con
la trayectoria solar o lunar, poniendo en duda la hipótesis astronómica. Independientemente
de las teorías de María Reiche, las conclusiones de Hawkins son bastante lógicas si se aplican
a una población que, por sus preeminentes actividades agrícolas, organizaba su tiempo y sus
tareas más en base al movimiento del Sol y de la Luna que al de las estrellas.

Otros apasionados especialistas en diferentes disciplinas se aplicaron al estudio de los


geoglifos de Nasca: A. Rossel Castro (1977) intentó subdividirlos en cuatro grandes grupos
para determinar una función específica. Dentro de su clasificación, el primer agrupamiento
habría confirmado la existencia de un antiguo trazado atinente a proyectos de regadío y
parcelación agrícola; el segundo a ejes direccionales vinculados directamente con túmulos;
el tercero estaría relacionado con una expresión de arte textil o inspirado por motivos
coreográficos telares; el cuarto habría tenido un significado de carácter astronómico. Tampoco
Fig. 15 Dibujo de un geoglifo ornitomorfo borrado P. Kosok, de la Universidad de Long Island, viajó en 1941 a Nasca y Palpa, donde le señalaron la posición de Rossel Castro tiene modo de ser comprobada científicamente. En efecto, al
parcialmente por varias líneas superpuestas. (Dibujo:
Delia Perini). una figura: observando cómo el sol se alineaba respecto a esta, siendo además el 21 de junio, interior de cada grupo de geoglifos se encuentran figuras tipológicamente muy diferentes
él propuso la hipótesis de una función calendárica y astronómica de las líneas y desarrolló entre sí y no hay homogeneidad respecto a la técnica de ejecución, características estilísticas,
esta teoría en los años siguientes. Cuando aparecieron las primeras fotografías aéreas dimensión y secuencia de las superposiciones.
tomadas por el Servicio Aerofotográfico Nacional, en 1944, Kosok reforzó sus convicciones
y las compartió con una joven alemana, María Reiche, que traducía para él los artículos Morrison (1978), basado en sus estudios realizados en el altiplano entre los años sesenta y setenta,
científicos. Desde 1946 ella se estableció definitivamente en Nasca para estudiar los plantea una relación con los cerros y lugares sagrados, adaptando las tradiciones de los pueblos
geoglifos, dedicándoles toda su vida. Sus conclusiones reiteraron la función matemático- serranos de tradición inca al territorio de Nasca, recusando cualquier significado astronómico
calendarial de los geoglifos en los cuales la estudiosa individuaba el símbolo de las antiguas o calendárico. Según su idea, las líneas eran caminos sagrados que llevaban a las huacas en
constelaciones (1968). Divergiendo con la teoría de Reiche y los primeros estudios de Kosok, determinadas fechas del año y concuerda con Horkheimer en la presunción de que las plazoletas
Hans Horkheimer planteó en 1947 un sentido de carácter genealógico y relacionado con y espacios geométricos limpios tuvieron la función de reunir a la población durante rituales de
reuniones en las áreas sagradas indicadas por las líneas, concordando parcialmente con la culto a los ancestros. Reinhard también convino parcialmente con esta interpretación, añadiendo
interpretación de T. Mejía Xesspe. la hipótesis de que la veneración hacia los dioses de las montañas, responsables de las lluvias,

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

se vinculaba con el culto al agua y a la fertilidad del suelo. Sus últimas investigaciones en este uno de los elementos mayormente relacionados con el agua, el viento y el movimiento.
sentido (1985 y 1988) buscan una solución basándose en los datos antropológicos procedentes En la pampa hay más de 100 espirales de dimensión diferente y gran parte de ellas se
de la tradición andina y en su eventual comprobación arqueológica. superpone a otras más arcaicas. En otros casos, como se nota en la pampa de Socos, la
espiral y la simbología ofidiomorfa tienen un sentido correspondiente, formando parte de
Isbell (1978) aplica una visión antropocéntrica de concepto estatal con parámetros occidentales una emblemática ancestral. Cerca del río Ingenio hay un motivo espiraliforme con pequeños
y considera que las líneas fueron realizadas para invertir fuerza de trabajo en obras de carácter montículos de piedras en el centro que representan los ojos de un ofidio. La serpiente, el
público, con la finalidad de mantener un equilibrio entre recursos y población, impidiendo de agua y el viento son los significados que se atribuyen a esta simbología compartida con
esta manera el crecimiento demográfico. Este concepto ha generado no poco escepticismo y varias culturas (Orefici, 1992, 1993).
resulta discutible si se considera que este tipo de nivelación social no puede relacionarse con
una sociedad altamente jerarquizada, de tipo teocrático, con tradiciones basadas en un patrón Las líneas de forma geométrica tienen una orientación muy variada, abarcando los 360
sociopolítico de modelo andino. Él, además, no toma en cuenta que la ejecución de geoglifos grados sin poder encontrar, aparentemente, una asociación directa con elementos específicos.
no requiere necesariamente gran inversión de mano de obra o de tiempo puesto que, como Posiblemente algunos geoglifos estaban asociados con centros urbanos o ceremoniales,
hemos mencionado antes, tanto G. Hawkins como J. Lancho probaron que se trata de una cerros sagrados, lugares con una importancia particular. Durante las excavaciones de San
tarea relativamente poco obligativa. Al mismo tiempo, siempre hay que remarcar que no todos José, en 1982, planteamos una relación entre las estructuras encontradas y la dirección de
los geoglifos son contemporáneos y que hacen parte de una larga tradición en el área. unos geoglifos, ambos pertenecientes a Nasca Temprano, concordando con las indicaciones
de Petersen (1980) y Williams (1980). En las excavaciones al interior de la Gran Pirámide
De su parte, Ralph Cané (1985) compartió la teoría del culto al agua y a los cerros pero, de Cahuachi, la plataforma en la sumidad de la estructura está alineada exactamente en
basado en el análisis iconográfico de la cerámica Chavín y Nasca, formuló la hipótesis de que dirección a Cerro Blanco, y la proyección de la orientación interna del piso natural arcilloso
los ejecutores de las líneas habían actuado bajo la acción de alucinógenos. trabajado por los Nasca está en directa relación con la duna más alta del mundo.

Las representaciones en la cerámica Nasca del cactus San Pedro (Echinopsis sp.), (Orefici, Silverman (1990b) hace observar que el antiguo camino de Leguía (que se superpone al
2003: 116) y la identificación en Cahuachi de sus restos1, como también de especímenes de trazado de una línea) habría podido conectar Cahuachi con el establecimiento urbano de La
datura (Datura innoxia), no son elementos suficientes para probar cómo y cuándo fueron Ventilla, ubicado en el valle de Ingenio. Concordamos con su interpretación, ya que toda el
utilizados, sin excluir que esto ocurriera durante determinadas ceremonias. área que actualmente corresponde a San José-El Ingenio tiene evidencias de asentamientos
importantes. Asimismo, los geoglifos situados al sur de Cahuachi, en la pampa de Atarco,
Los Nasca, sin duda, fueron condicionados por una perenne necesidad de agua, siendo la ubicados y estudiados por Silverman y Pineda en 1985 (Silverman, 1990b), y que también nuestro
agricultura su principal fuente de sustento. Esto explicaría la función propiciatoria de todos proyecto analizó para incluirlos en el plan topográfico y geológico del área (Grodzicki, Grodzicka
sus rituales y ceremonias con el objetivo de lograr una copiosa avenida anual de agua, y Szaran, 1989; Grodzicki, 1993), tuvieron una vinculación directa con el centro ceremonial.
fertilidad del suelo, control de las plagas, abundancia de cosecha y una relación armoniosa
con los dioses. En la tradición panamericana y más propiamente andina, la espiral representa A. Aveni (1986, 1990), G. Urton (1990), T. Zuidema (1964, 1977), según diferentes visiones,
atribuyen a los geoglifos un significado asociado con la astronomía, usando como ejemplo el
1 Todas las muestras fueron analizadas por el especialista en cactus Carlos Ostolaza (Ostolaza y Piacenza, 2002: 22), con el
fin de aclarar las especies que los Nasca tenían a su disposición. Él afirma que el nombre botánico del San Pedro o Sanpedro se seque incaico. Por su parte, Silverman toma cautamente la idea de Urton (Ibíd.) que propone
aplica no solo a Trichocereus pachanou sino también a Echinopsis peruviana.
el concepto de una división dual de la pampa sobre la base de un patrón cultural incaico:

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

ella plantea que los incas habrían tomado como modelo una organización ya existente en el Los geoglifos representaban la expresión sagrada alternativa a Cahuachi: espacios abiertos
área, tal vez como gerencia de Wari o quizás de la época en que Cahuachi y el Sitio 165 (La donde se concentraba una gran cantidad de gente en ciertos momentos del año, pero donde
Ventilla) coordinaban el territorio (1992: 41-42). la delimitación era más conceptual que real. El color de la tierra, los relieves de piedra en los
bordes y la forma específica eran los únicos elementos de diferenciación de las imágenes
Marcus Reindel, Johny Isla Cuadrado y Klaus Koshmieder (1999) han identificado un número que se podían percibir muy bien desde muy lejos. Allí mucha gente podía acceder al interior
importante de sitios Nasca de diferentes épocas en los alrededores de los geoglifos de Palpa. de símbolos iconográficos que pertenecían a su propia cultura y eran el elemento de unión
También han encontrado fragmentos de distintas fases cerámicas sobre geoglifos ubicados en entre grupos humanos distintos pero que compartían el mismo credo religioso, así como las
un mismo sitio. Ellos han planteado una probable relación entre determinados agrupamientos ceremonias colectivas que se realizaban en estos espacios.
geoglíficos y los asentamientos cercanos, cuyos ocupantes fueron, quizás, los artífices de estos
dibujos (Ibíd.: 374-376). Actualmente el Proyecto Palpa está en procinto de fechar todos los La mayor concentración de geoglifos se observa cerca de los centros urbanos: si bien de
geoglifos analizados en su área de estudio y ver su eventual asociación con los sitios, junto pequeña dimensión, los lugares donde había más cantidad de geoglifos se encontraban
a un análisis global del territorio de Palpa efectuado con técnicas arqueométricas (Reindel y próximos a las viviendas de los Nasca. En los valles vecinos a sus pueblos se hallaban las
Wagner, 2009). grandes líneas y las figuras más representativas. Los ejemplos más evidentes se ubican en
el valle del río Atarco, en Majuelos, en El Ingenio, en Pueblo Viejo, solo para indicar algunos
Basándonos en los estudios realizados, nuestra opinión es que el sentido más significativo de casos. También en el valle de Las Trancas y en sitios entre asentamientos distintos había
los geoglifos, independientemente del período al cual pertenecen, es el de cohesión general concentraciones de geoglifos de diferente tamaño. Para trazarlos, se escogían de preferencia
entre los diferentes grupos humanos unidos por la misma fe religiosa. El culto al agua y a lugares elevados no cultivables y secos, que se prestaban para ejecutar los grandes dibujos.
la fertilidad fue seguramente uno de los elementos comunes entre ellos, y la función de los
caminos sagrados para dar sentido a una forma de invocaciones escenográficas constituyó Las informaciones para realizar un estudio de la relación entre Cahuachi y los geoglifos cercanos
una de las principales manifestaciones de la cultura Nasca. al centro ceremonial carecen de muchos datos, puesto que la mayoría de los grandes dibujos
en el territorio contiguo fueron borrados por las dos grandes aluviones del 400 y del 1000 d.C.
La relación entre Cahuachi y los geoglifos de la pampa de Nasca Solamente pueden ser analizados los geoglifos más lejanos o los que se encuentran detrás
de Cahuachi y que se salvaron por haber sido realizados en lugares de altura. También en la
El vínculo entre Cahuachi y los geoglifos pertenece indudablemente al patrón dual de la confluencia del río Nasca con el río Grande se pueden apreciar otros geoglifos, especialmente
visión cosmogónica de la cultura Nasca. Cahuachi era el centro ceremonial, el lugar con áreas en la proximidad de los centros urbanos y en los cerros de los alrededores.
cerradas donde los peregrinos accedían solamente en fechas específicas, sin posibilidad de
una participación efectiva en la vida del conjunto sagrado y en sus actividades, excepto en Hay unos geoglifos que salen directamente del área de Cahuachi y se dirigen hacia la pampa
ciertos períodos del año, relacionados a festividades o a eventos muy puntuales. Cahuachi de San José, así como una larga línea recta que conectaba directamente Cahuachi con el valle
era un espacio arquitectónico imponente: se veía desde muy lejos y los muros gigantescos del río Ingenio, donde se encontraba LaVentilla, antiguo centro urbano de la cultura Nasca. Los
hacían resaltar su presencia en la pampa. La monumentalidad constituía la más importante trazados mencionados están constituidos por líneas que representan senderos ceremoniales
prerrogativa de su función: cada estructura pertenecía a una expresión escenográfica de su y son perfectamente rectos. En la pampa hay varias tipologías de geoglifos, que incluyen tanto
dimensión, donde se exaltaban las características divinas de su naturaleza. las figuras presentes en la iconografía de la cerámica y textilería Nasca, como las plazuelas
y grandes espacios ceremoniales de forma triangular, rectangular o trapezoidal. Siguiendo

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

las quebradas que salen de la zona desértica hacia el río, desde Cahuachi se podía acceder
al área de los geoglifos. Posiblemente la concentración de la población en las circunstancias
de mayor envergadura se producía en el área de la pampa y no dentro del centro ceremonial.
Efectivamente, los accesos eran más fáciles, los recorridos eran varios y, siguiendo las líneas
principales de comunicación, se podía acceder a los espacios ceremoniales sede del evento,
enmarcados en los perímetros delimitados por perfiles de bajorrelieves de piedras.

Si bien Cahuachi constituyó el espacio sagrado dominado por los sacerdotes, quienes eran
los únicos que conocían los recorridos en su interior y que controlaban el acceso a través
de pequeños pasadizos, la pampa representaba en forma dual el espacio colectivo de las
imponentes manifestaciones y reuniones cultuales. Los grandes muros no permitían la vista
integral de la conformación volumétrica y espacial del centro ceremonial; solamente al interior
de las plazas intermedias, entre los diferentes conjuntos, se podía tener una visión más amplia
de lo que eran los edificios de Cahuachi. Por el contrario, el ambiente ceremonial de la pampa
permitía tener la percepción de la inmensa escenografía ambiental y de la gente que ocupaba
los alrededores, dando más efecto y solemnidad a la participación en las celebraciones.

Fig. 16 Algunos geoglifos están delimitados por


amontonamiento de piedras que funcionan como
diafragmas simbólicos de un espacio sagrado. (Foto:
Giuseppe Orefici).

Fig. 17 Geoglifo que pertenece a la tradición


Paracas. Representa a un Ser Mítico de cuya cabeza
salen proliferaciones ofidiomorfas. En sus manos
lleva una cabeza trofeo y un objeto no identificado,
como se puede observar en el dibujo que sigue.
Por su simbología se puede comparar al manto
290-45 encontrado por Julio Tello en 1927 (Tello y
Mejía Xesspe, 1979:402, fig. 111-A5 y C20). (Foto:
Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Fig. 19 Geoglifo con una escena de antropomorfos


que llevan diademas y se relacionan con la memoria
de los héroes míticos o de los antepasados. (Fotografía:
Giuseppe Orefici).

Fig. 20 Dibujo de un geoglifo que representa a un


FIG. 18 Dibujo del geoglifo Paracas con la efigie del Ser danzante u orante. Tiene posición con manos y
Mítico con 5 proliferaciones cefálicas ofidiomorfas. piernas divergentes y manos abiertas. El personaje
Tiene grandes ojos, uno en forma de espiral, y la lleva un tocado tronco-cónico, diadema, orejera y
presencia de senos. En sus manos lleva una cabeza pectoral. La técnica con que fue ejecutado es mixta,
trofeo y un objeto no identificado. Posiblemente se con incisión y excisión. (Dibujo: Delia Perini).
trata de una divinidad femenina (Orefici, 1993:167).
Por su simbología se puede comparar al manto 290-
45 encontrado por Julio Tello en 1927 (Tello y Mejía Fig. 21 Dibujo de un geoglifo que representa a dos
Xesspe, 1979:402, fig. 111-A5 y C20). (Dibujo: Delia personajes que participan en una escena ritual.
Perini). (Dibujo: Delia Perini).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Cahuachi y los geoglifos son dos espacios ceremoniales delimitados por un perímetro, pero
con morfología y fruición diferentes. En el caso del centro ceremonial, lo más impactante
visualmente es la dimensión de los conjuntos arquitectónicos mirados desde lejos, en toda su
monumentalidad; al acercarse se pierde la percepción global del espacio mientras que este se
descompone y articula en pasadizos, escaleras, cuartos cubiertos y separados por los muros
de otros edificios. Los diafragmas son más importantes que los elementos de conexión. Los
pasadizos se construyeron para llegar individualmente a lugares distintos, donde solamente
quien conocía bien el trazado de los elementos de comunicación, los recorridos interiores,
podía orientarse dentro de las construcciones.

Los espacios internos de los geoglifos tienen perímetros marcados en la pampa por medio
de amontonamientos de piedras y sin embargo se trata de diafragmas más simbólicos que
funcionales. Son espacios delimitados pero visibles desde varios kilómetros de distancia, y los
personajes que oficiaban en su interior integraban coreográficamente la ceremonia misma.
(Fig. 16) Tanto Cahuachi como los geoglifos forman parte de las expresiones colectivas de la
religión de Nasca, elementos de cohesión de pueblos que pertenecen a tradiciones diferentes
y que se sienten unidos por el mismo credo religioso.

Ceremonias y rituales relacionados con los geoglifos de la pampa de Nasca

Los geoglifos más antiguos se encuentran en mayor concentración en el área de Palpa,


aunque cerca de Cahuachi y en el mismo sitio de Majuelos hay también varios ejemplos
de figuras arcaicas, así como en la pampa de Nasca, donde se puede observar una efigie
de gran tamaño que representa la divinidad antropomorfa de los grandes ojos (Ser
Fig. 22 Dibujo de una escena con varios antropomorfos Oculado). (Fig. 17, 18) Un primer momento vinculado con las expresiones más arcaicas
que cumplen diferentes actividades. Se trata de
probables figuras de héroes míticos o de personajes en el Horizonte Temprano, relacionado con los diferentes valles o áreas más limitadas, se
pertenecientes al complejo panteón de la tradición
Paracas. (Dibujo: Delia Perini). manifiesta con la presencia de figuras humanas o antropozoomorfas referidas al culto de
los héroes míticos y de los antepasados. (Fig. 19, 20) Las mayores concentraciones de estos
Fig. 23 Dibujo de una escena con un grupo de dibujos se encuentran en Llipata y en los valles cercanos a la ciudad de Palpa. Se trata de
antropomorfos cumpliendo diferentes actividades.
Entre ellos predomina la figura de un personaje pequeñas figuras, en su mayoría realizadas en relieve o a veces con una técnica mixta, es
representado en forma especular. (Dibujo: Delia
Perini). decir parte en relieve y parte en negativo, mediante la eliminación del material lítico de la
superficie de las paredes inclinadas de las colinas. (Fig. 21, 22, 23, 24)

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Fig. 26 Dibujo del geoglifo del mono, en el cual


En muchos casos las figuras corresponden a las paredes de los relieves que miran hacia
son evidentes las líneas más tardías que fueron un mismo valle, como grandes paneles pertenecientes a áreas sagradas utilizadas para
sobrepuestas en época más tardía. (Dibujo: Delia
Perini). ceremonias específicas. Se puede opinar que estas figuras hacían parte de una liturgia que se
Fig. 27 Dibujo de un geoglifo zoomorfo que representa desarrollaba al interior de espacios escogidos, con el fin de venerar a los personajes míticos
a un perro o un zorro. (Dibujo: Delia Perini).
o a los antepasados, así como a algunas divinidades relacionadas con los grupos locales. En
Fig. 24 Geoglifo antropomorfo realizado sobre términos interpretativos se trataría de la supervivencia de un acto religioso vinculado con la
la ladera de un cerro en la pampa de Nasca con la
técnica de la excisión. (Foto: Giuseppe Orefici). antigua tradición de arte rupestre en el territorio, cuya evidencia se manifiesta claramente en
Fig. 25 Geoglifo de gran dimensión que representa las rocas de los valles adyacentes. Asimismo se puede observar cómo la iconografía de este
a un mono. Su cola es en forma de espiral . (Foto:
Giuseppe Orefici). arquetipo de ejecución arcaica se inspira en la temática ilustrada en el arte textil.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Fig. 29 Representación de una araña de gran dimensión,


Fig. 28 Figura emblemática que representa a un en la cual se observa la sobreposición de varias líneas
zoomorfo con grandes patas. Podría representar a más tardías, En este caso la figura del arácnido ha sido
un batracio, animal relacionado con el culto al agua. englobada en el retículo de rayas manteniendo su función
(Foto: Giuseppe Orefici). primitiva. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Fig. 30 El colibrí es una de las aves más representadas en


la iconografía Nasca Temprano. En este geoglifo aparece en
actitud de vuelo y su largo pico colinda con una serie de líneas
más tardías.(Foto: Giuseppe Orefici).

Fig. 31 En este dibujo se observa como el geoglifo


antropomorfo era parte de una escena más compleja, en
la cual el colibrí estaba chupando la néctar de una flor.
Sucesivamente se trazaron las líneas que borraron parte de
la figura. (Dibujo: Delia Perini).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Fig. 32 Detalle del dibujo anterior, donde se ha podido


reconstruir parte de la escena originaria. (Dibujo:
Delia Perini). Fig. 34 Las grandes líneas , figuras geométricas de
varias formas y gran tamaño corresponden a un
Fig. 33 Geoglifo denominado “el lagarto”. Los momento de grandes cambios que coinciden con las
lacértidos son entre los animales que se encuentran últimas fases de Cahuachi y la decadencia progresiva
a menudo en la iconografía de Nasca. La costumbre de Nasca. (Foto: Giuseppe Orefici).
de representar a serpientes, lagartos y sapos está
vinculada con la necesidad vital del hombre de poder Fig. 35 Figuras triangulares, trapezoides y rayas se
disponer y controlar el recurso agua. Cerca de la figura sobreponen a la antigua iconografía ornitomorfa del
hay una imagen fitomorfa que podría representar a período Nasca Temprano y caracterizan plenamente
un guarango. (Dibujo: Delia Perini). esta nueva fase. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

Esta forma de expresión se desarrolló durante un arco temporal muy largo y puede ser
considerada como la primera fase de una tradición que se consolidó explícitamente en el
área desde la época de la transición Paracas-Nasca. Como lo hemos manifestado, el patrón
iconográfico y estilístico funda sus raíces en la práctica ancestral de elaborar escenas culturales
y míticas en los petroglifos, que paulatinamente evolucionó hacia una forma más compleja, la
de las macroincisiones en el terreno, apta para comunicar los mensajes simbólicos a un público
más amplio. Desde este momento, los temas preeminentes están vinculados con la iconografía
de la cerámica y de los textiles. En algunos casos destacan seres míticos escutiformes, con
elementos de mando, grandes plumas ornamentales y diademas vistosas. En otros personajes
el sexo es evidente y también se observan varias figuras con atributos femeninos.

La fase sucesiva de los geoglifos, cuya presencia se manifiesta profusamente en el área cerca
de Cahuachi, se expresa con símbolos trazados en la superficie horizontal de la llanura o
en las cumbres de los cerros. Se trata, en su mayoría, de dibujos que tienen relación con el
culto a la fertilidad y al agua. Seguramente, en los rituales de Cahuachi desempeñaron un
rol muy importante en los eventos asociados con la agricultura; en fechas determinadas, la
participación masiva de los grupos, que llegaban también de lugares lejanos, era esencial
para confirmar la cohesión y la vinculación al culto de la religión Nasca. Como ya lo hemos
dicho, no hay la posibilidad de tener una visión completa de los geoglifos de la pampa que
Fig. 36 Algunos geoglifos alcanzan dimensiones están en la cercanía de Cahuachi por el hecho de que muchos desaparecieron a causa de
enormes, de varios kilómetros. Asimismo se notan las
huellas de grandes huaycos que afectaron la pampa los eventos aluviales que borraron cantidad de líneas ubicadas en los alrededores del valle,
de Nasca antes y después de su realización. (Foto:
Giuseppe Orefici). dejando profundas evidencias.

La mayoría de estos geoglifos se presenta con efigies zoomorfas, fitomorfas y con figuras
complejas, que se reproducen también en los recipientes cerámicos y en los textiles.
Picaflores que succionan el néctar de las flores, aves pluvíferas con alas abiertas, figuras más
o menos estilizadas de aves marinas y terrestres, la araña en clara relación con la fertilidad,
las máximas divinidades del mundo religioso de Nasca como el felino y la orca marina. El
mundo transicional Paracas-Nasca está expresado muy ricamente en la iconografía de los
geoglifos de esta fase.

Sucesivamente, las líneas de forma triangular, trapezoidal o rectangular asumen un carácter


Fig. 37 Las grandes líneas se extienden a los largo de
prioritario y se superponen a las figuras anteriores; posiblemente esto pasa en el momento amplias superficies según direcciones que e algunos
casos señalan lugares considerados sagrados. (Foto:
correspondiente a un período de cambios fuertes en la estructura social y política de Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

geométrica, así como en la cercanía de la mayor parte de los centros urbanos menores. (Fig.
36, 37, 38, 39)

Posteriormente a Cahuachi, alrededor del 400 d.C., se elaboraron grandes geoglifos


geométricos de forma rectangular y enormes meandriformes con líneas en zigzag y
esquinas redondeadas, conformadas por semicírculos. (Fig. 40) Posiblemente muchas de las
ceremonias que antes se realizaban en Cahuachi, empezaron a concentrarse mayormente en
el área de los geoglifos durante la cuarta fase arquitectónica del centro ceremonial, eligiendo
expresamente nuevos lugares para la realización de eventos en relación con el culto al agua
y a la fertilidad. En los últimos dos siglos de supervivencia de la cultura Nasca, entre el 450 y
el 600 d.C., las dimensiones del centro ceremonial fueron muy reducidas y se utilizó una sola
parte de Cahuachi, en su extensión al oeste, conocida en la actualidad como Estaquería. Se
piensa que las reuniones corales convocadas por los sacerdotes que anteriormente ejercían
Fig. 38 Varios geoglifos geométricos fueron ejecutados Cahuachi, donde de manera verosímil intervienen también factores ambientales y climáticos. el poder y el control del territorio desde Cahuachi, continuaron celebrándose luego del
en las cercanías de los valles y de los asentamientos
menores. (Foto: Giuseppe Orefici). En esta fase la vida del centro ceremonial es particularmente intensa y las dos aluviones que abandono del antiguo centro ceremonial, incrementando notablemente la utilización de los
Fig. 39 En el valle de Ingenio hay varios geoglifos involucran el territorio en tiempos muy cercanos entre sí hacen sentir la necesidad de una geoglifos para usos rituales y colectivos.
geométricos que se relacionan con su nueva función
de gran espacio sagrado al abierto, donde oficiar enérgica intervención de carácter religioso, con rituales que permitan la gradual cohesión
rituales y celebraciones colectivas. (Foto: Giuseppe
Orefici).
entre los diferentes grupos que miran a Cahuachi como al centro vital del culto regional. La Las grandes concentraciones de población que anteriormente gravitaban alrededor de
consecuencia de esta visión determina en este período una actividad geoglífica mayor, en la Cahuachi se realizaron cerca de los centros urbanos o en la pampa, en ceremonias relacionadas
cual resaltan los grandes espacios trazados en el desierto y que, en muchos casos, recubren con la petición de agua para la agricultura o de una mayor fertilidad del terreno. Por eso los
los dibujos figurativos anteriores. altares ceremoniales, que anteriormente no se encontraban en los geoglifos, empiezan a
aparecer desde esta fase dentro de los espacios sagrados delimitados por piedras en las
Alrededor del 400 d.C., los dos aluviones habían sepultado gran parte de las plazas y de grandes zonas desérticas. (Fig. 41, 42) Su ubicación y orientación eran escogidas cada vez
los templos de Cahuachi; asimismo el terremoto tumbó numerosos muros y el centro que se decidía habilitar nuevas áreas abiertas para concentrar multitudes de personas, donde
ceremonial se convirtió en un espacio con gran cantidad de escombros. Este fue el período la música y la danza ritual eran parte integrante de las ceremonias que se realizaban al
en el cual se incrementaron las manifestaciones rituales en los geoglifos, considerando interior de los geoglifos.
que los espacios sagrados abiertos lograban sustituir adecuadamente la función ejercida
por el centro templar. Se intensificaron las ceremonias con utilización de instrumentos Desde el inicio de la actividad geoglífica, los grandes dibujos en el terreno fueron realizados
musicales2, como lo atestiguan los fragmentos de antaras encontrados en las líneas de con fines de ceremonias colectivas de gran envergadura. Los valles de Llipata son el ejemplo
esta fase. Sobre todo entre El Ingenio y Cahuachi se realizaron muchos geoglifos de forma más evidente de la utilización de los geoglifos para contribuir a la sacralización de sitios
específicos: con su presencia ellos potenciaban la función del lugar como sede de grandes
2 En los geoglifos se encontraron, en varias localidades, numerosos fragmentos de antaras (flauta de Pan en cerámica), de eventos colectivos. Cahuachi era una meta de peregrinación, a la que llegaban grupos que
tambores en cerámica y puntas de proyectiles de obsidiana, que confirman la realización de ceremonias con música o de danzas
rituales con armas. formaban parte del universo Nasca, expresándose a través de su forma de cultura y religión. El

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

centro ceremonial constituía el lugar sagrado por excelencia, adonde se tenía que viajar para
ofrecer productos vegetales, objetos, cerámica y textiles3, o quizás para consagrar uniones
entre personas, o más bien alianzas entre grupos diferentes. La dimensión del territorio
ocupado por los grupos de credo religioso Nasca involucraba una extensión muy grande.

De hecho, si tomamos en cuenta que había fechas particulares en las que era obligatorio
acceder a Cahuachi, es legítimo pensar que fuera imposible admitir a toda la población que se
dirigía al centro ceremonial4. Por ende, la paralela utilización de los geoglifos, con la finalidad
de realizar rituales colectivos, era seguramente una de las actividades más frecuentes. La
presencia de grupos humanos culturalmente distintos y procedentes de diferentes ecosistemas

Fig, 40 Dibujo de un geoglifo meandriforme, en


Bogotaya, que tiene una parte terminal en forma de 3 En las excavaciones de la Gran Pirámide en Cahuachi, en diferentes plataformas se hallaron grandes pozos ceremoniales
triángulo. Las líneas que se entrecruzan en forma donde, quizás, los peregrinos podían sacrificar sus propios objetos cerámicos u ofrendar productos agrícolas en ocasión de
de zig-zag tienen esquinas redondeadas . (Dibujo: eventos especiales. En Cahuachi se encontraron también otras ofrendas pero que parecen más relacionadas con actos de ho-
Delia Perini). menaje, intercambio o vinculación entre dos personas. Esta específica clase de ofrenda, como otras con preeminencia de una
muy estricta simbología, hacían parte de la presencia ocasional de la población en el interior de las estructuras de Cahuachi.
Fig. 41 En la última fase se utilizan espacios
4 En las excavaciones de 1986 en el sector denominado Y3 se hallaron evidencias muy marcadas de frecuentación humana
sagrados en áreas desérticas, delimitados por hileras
alrededor de los templos más importantes de Cahuachi, con evidencia de excrementos humanos, restos de comida, fogones
de piedras. (Foto: Giuseppe Orefici).
prendidos esporádicamente en forma muy intensiva. Se piensa que estos lugares eran utilizados por los peregrinos que acam-
paban alrededor del centro ceremonial durante los eventos más significativos.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo X Los Geoglifos

comportaba la necesidad de facilitar su cohesión bajo el control de la casta sacerdotal. El


mismo credo religioso era un elemento más para favorecer la ausencia de tensiones entre
los diferentes pueblos subordinados a las reglas dictadas por los sacerdotes de Cahuachi.
El encuentro y la participación en rituales de los diferentes grupos determinaban que las
discrepancias entre ellos fueran controladas uniformando las diferentes visiones a nivel
cosmogónico e integrando de una forma homogénea ciertas variantes de culto locales.

Cahuachi representaba el centro del universo religioso, el elemento que permitía homogeneizar
las diferentes expresiones culturales; constituía la existencia de un control constante de los
sacerdotes sobre la vida política, social y económica de los pueblos unidos por la misma
devoción religiosa. Los geoglifos eran el elemento de trait d’union entre los diversos grupos
humanos que accedían a los alrededores de la pampa y del centro ceremonial y podían
sentirse unidos por los mismos rituales colectivos que se realizaban en su interior.

La orientación de los geoglifos y sus características de ubicación, vinculadas con otros


lugares ceremoniales o centros urbanos existentes en el área de expansión de la cultura
Nasca, indican que era muy clara, en la percepción de la población, la pertenencia a algo
grande con participación de elementos distintos de los únicamente religiosos. Eventuales
orientaciones solsticiales o equinocciales de los grandes dibujos realizados en el terreno
y otras orientaciones, cuya asociación astronómica o cosmológica desconocemos (Aveni,
1990; Ziolkowski, 2009), podrían indicar que los geoglifos, en ciertas fechas del calendario
Nasca, eran utilizados para coincidir con eventos temporales y posiblemente relacionarse
con la agricultura. Los períodos de avenida de agua, de cosecha y de siembra, como otros
acontecimientos significativos que desconocemos, eran celebrados coralmente al interior de
los geoglifos y contribuían a cohesionar a la población con rituales colectivos que consolidaban
una tradición de siglos de desarrollo cultural Nasca.

Fig. 42 Las áreas abiertas utilizadas con fines


ceremoniales en la última fase tenían la función
de concentrar multitudes de personas y, en ciertos
casos, en su interior se erigían pequeños altares
ceremoniales.(Foto: Giuseppe Orefici).
(página anterior)

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca

Capitulo XI

El pensamiento religioso

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

El pensamiento religioso

Las divinidades y la relación cosmocéntrica con la naturaleza

El pensamiento místico de los Nasca fue, desde el principio, muy complejo, siendo el resultado
de un sistema elaborado de creencias que se desarrolló constantemente al interior del universo
simbólico y mitológico generado por la expresión religiosa presente en la iconografía de la
cerámica y de los textiles Paracas. (Fig. 1) Por un tiempo muy largo no se tuvo ninguna
variación evidente y los grandes cambios se produjeron sobre todo en las fases sucesivas a
lo que se indica propiamente como Nasca Temprano. En la simbología Paracas hay una casi
total homogeneidad con lo que fue la expresión Nasca de las primeras fases: fueron muy
similares la divinidad felínica, la orca marina, (Fig. 2, 3, 4) las manifestaciones de fauna marina

Fig. 1 Cahuachi, Sector Y12 EXP47Q3T2. Detalle de


un textil de tela llana doble del Horizonte Temprano
que recubría el entierro femenino en la tumba. En
los recuadros hay diferentes figuras que representan
a felinos, ornitomorfos, zoomorfos y máscaras
antropozoomorfas, con atributos como cabezas
trofeo. (Foto: Giuseppe Orefici).

FIG. 2 Pueblo Viejo, SectorX3 T6. Vasija globular con


pequeñas asas laterales. En la parte media superior
del cuerpo presenta una franja ancha con dos
personajes felínicos ornados con diadema, orejera,
gargantilla y nariguera. Los seres representados
llevan un bastón asociado con una cabeza de otro
personaje. Periodo Nasca Medio, VI Fase. (Dibujo:
Dolores Venturi) X3 EXP 17 T6
cm
0 5

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

NPV 85 X3 EXP 21 T2 cm
0 3

Fig. 3 Cahuachi, Sector Y2 EXP8 Q27 T3 V55 y V56. y terrestres, (Fig. 5) aunque algunas divinidades antropomorfas y antropozoomorfas tuvieron Fig. 4 Diferentes representaciones de la orca marina En el conjunto de estos estudios, lo que más se vincularía con las creencias en la costa peruana
Ofrenda cerámica de dos recipientes globulares en las primeras tres fases de Nasca (Dibujo: Elvina
modelados en forma de cabeza de felino. (Foto: cambios muy marcados respecto a lo que fue la evolución de las tradiciones específicas de las Pieri) prehispánica meridional es el planteamiento de María Rostworoski (1993: 189-202), quien
Giuseppe Orefici).
fases anteriores a Ocucaje 7 (ver capítulo IV). Fig. 5 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP21-T2. Tazón con hace un análisis muy riguroso de la existencia de algunos cultos que podrían haber tenido
representaciones ornitomorfas estilizadas. Cada
panel contiene la figura de un vencejo con el cuerpo sus raíces en el Período Intermedio Temprano y que fueron desplazados por la creciente
visto frontalmente y la cabeza de perfil. Período
Sobre el tema de la religión Nasca se ha teorizado bastante, sin lograr todavía resultados Nasca Temprano, III Fase. (Dibujo: Dolores Venturi).
influencia de Pachacamac1.
que puedan explicar coherente y exhaustivamente la estructura ideológica que regía todo el
aparato litúrgico de este pueblo.Varios autores han enfrentado este tema (Tello, 1923; Carrión De nuestra parte opinamos que si bien ciertas tradiciones pueden haberse mantenido
Cachot, 1959; Zuidema, 1972; Rostworoski, 1993) basándose en los datos etnohistóricos o pueden haber sido parte del pensamiento del hombre andino, en el caso de Nasca es
cuya fuente es prevalentemente la literatura colonial, que a su vez tenía que documentar necesario basarse principalmente en los datos arqueológicos y en su iconografía. Gracias a
e interpretar los cuentos míticos y elementos de la tradición oral. Inevitablemente, la las investigaciones recientes en Palpa, río Aja y otros sitios Nasca, donde se están analizando
mayoría de los autores citados debió aplicar una metodología comparativa, basada en la
persistencia de algunas tradiciones de las poblaciones autóctonas durante la Colonia que 1 Según Rostworowski, la imagen del“felino volador”, presente en la iconografía Paracas y Nasca podría ser identificada con
el dios Kón, una antigua divinidad responsable de la carencia de agua la cual, por tanto, tenía que ser obsequiada con sacrificios
fueron documentadas de una forma escrita. Asimismo, se ha buscado analogías entre la y plegarias; según su hipótesis Kón pertenece al pantheon religioso del Período Intermedio Temprano ya que, según los mitos,
desapareció después de la llegada de Pachacamac. Por ser un dios alado, volador, los sacerdotes pensaron comunicarse con él
organización social y la iconografía de otras culturas, coevas y no con la de Nasca (Zuidema, por medio de los dibujos en la pampa. Kauffmann Doig, basándose en un relato mítico vigente en los Andes meridionales y en
Bolivia, relaciona el felino volador Paracas y Nasca con el mito de Qoa, un personaje sobrenatural, cuadrúpedo que se mueve
1972; Rossel Castro, 1977; Urton, 1982; Reinhard, 1988). volando y tiene la capacidad de donar lluvia (1989: 248-283).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

religioso Nasca se observa una vasta gama de personajes, con emblemas que seguramente
cm se relacionan con sus actividades o sus especialidades (ver Yacovleff, 1932, 1933; Roark, 1965;
0 5
Seler, 1923; Ubbelohde Doering, 1925-1926).

sistemáticamente centros y aldeas contemporáneas a Cahuachi, será más fácil tener datos Los individuos que cumplen una acción no se pueden interpretar simplemente como
atendibles sobre el desarrollo de esta sociedad y compararlos para lograr una visión unitaria figuras simbólicas en el acto de ejercer una actividad, más bien hay que considerarlos como
de su forma de expresarse. la manifestación litúrgica de una función divina. (Fig. 6, 7) El pescador está representado
celebrando un ritual, donde la pesca hace parte de la cosmogonía de la vida religiosa de la
La vida cotidiana de los Nasca fue completamente permeada por el mundo sobrenatural población Nasca. La sublimación espiritual de las actividades cotidianas se refleja y se funde
y las divinidades presentes en su pantheon. Como se puede ver en las representaciones de con el conjunto de manifestaciones y creencias típicas del cosmocentrismo de los Nasca,
Fig. 6 Pueblo Viejo, Sector X3CH5-T49. Pareja de las expresiones religiosas en su iconografía cerámica y textil, cualquier forma de actividad parte integrante de cada momento de su existencia. El agricultor no está refigurado haciendo
jarras antropomorfas que representan a personajes Fig. 8 Dibujo que representa a un ave que tiene
vestidos con una túnica blanca con flecos. Tienen ejercida por el hombre tenía su imagen ritualizada, en la cual una divinidad antropomorfa una labor humilde, sino cumpliendo lo que es un proceso sagrado, con el mismo valor de
un pez en su pico. Es muy frecuente en las fases
pintura epitelial alrededor de los ojos y llevan ajíes
en sus manos. Probablemente se trata de sacerdotes o antropozoomorfa era refigurada cumpliendo la misma función. El quehacer de los tempranas de Nasca encontrar a ornitomorfos cualquier otra expresión religiosa. El nacimiento de los vegetales, el brote de los frejoles,
asociados directamente con peces o representados
o seres divinizados relacionados con la agricultura.
Período Nasca Temprano, III Fase. (Dibujo: Dolores
antiguos pobladores de los valles transcurrió dedicado a producir para su subsistencia y separadamente al interior de bandas en la superficie la presencia del mundo animal en la iconografía Nasca hacen parte de una visión ritual
de los recipientes cerámicos. (Dibujo: Arcangelo
Venturi). el mantenimiento de las divinidades, autoridades y funcionarios, así como a efectuar los Jeker). persistente de las manifestaciones de la vida real, donde cualquier acto simbólico integra
Fig. 7 Fragmento de cerámica donde se representa a trabajos de construcción, enterramiento y remodelación de los templos, tareas para las cuales Fig. 9 Fragmento de cerámica bruñida donde se un sistema armónico y la centralidad del universo es el núcleo de la vida cotidiana de la
un personaje que lleva un grupo de cuatro dardos en
eran convocados periódicamente durante el año. Entre las representaciones del mundo observa la grabación de un ornitomorfo. (Dibujo:
cada mano. (Dibujo: Arcangelo Jeker).
Dolores Venturi).
población nasquense.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

presentes en la iconografía Nasca se tuvo que renunciar por la imposibilidad de comparar


correctamente la avifauna refigurada, que en su mayoría era una combinación de elementos
de diferentes especies.

El felino es sin duda la divinidad que por tradición fue la máxima expresión de entidad
con facultades sobrenaturales. Desde su origen, que se remonta a la iconografía chavinoide,
se puede considerar como la deidad más importante de la cultura Nasca, presente en el
mundo religioso a lo largo de todo su desarrollo. La figura del felino, en su evolución hacia
la antropomorfización respecto de su expresión originaria, es un elemento constante. Los
atributos evidentes, tanto en el rostro como en los objetos asociados a su imagen, pueden
remarcar la posición elevada de este personaje en el pantheon nasquense. El felino está
representado en la mayoría de los casos con elementos que no pertenecen a su imagen real:
el rostro, adornado por una diadema y por una nariguera, se yergue sobre un cuerpo que a
menudo es la mezcla de elementos correspondientes a la serpiente, al ave o a otros animales,
NPV X3 EXP 33 T4 NIV. 4 que concurren a delinear la expresión de la máxima divinidad. (Fig. 10, 11, 12)
cm
0 5
En casi todas las representaciones con elementos antropomorfos el felino muestra orejeras,
formadas por cuatro elementos circulares, a menudo incluidas entre los ornamentos de textiles
que descienden por todo su cuerpo. La decoración de los ojos, en muchos casos, es de tipo
Fig. 12 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP33 T4 El rostro
de la divinidad felínica está adornado con orejeras y ornitomorfo, mientras que la figura de la serpiente se relaciona con la cabeza del personaje, con
Fig. 10 Estaquería, Sector Y19EXP77-Q4 TD2- narigueras. Tiene un diadema que lleva en el centro
Hallazgo 6-V1. Botella de cuerpo globular de doble
Las deidades en la religión de Nasca se expresan en forma muy diferente y muchas veces una cabeza trofeo estilizada. Período Nasca Medio. su cola o con las proliferaciones del cuerpo. A veces el felino lleva un taparrabo, similar al que
pico con asa puente cintada. La decoración delineada sus apariciones no son reales sino sincréticas respecto de las diferentes formas humanas o (Dibujo: Dolores Venturi).
tiene también la orca marina en su manifestación con extremidades humanas.
en negro representa a dos felinos estilizados con
lengua que termina en forma de maíz. Periodo Nasca animales, subrayando así su esencia divina y su participación en un mundo que no pertenece
Temprano, II Fase. (Foto: Giuseppe Orefici).
a la realidad. Las máximas deidades, como el felino o la orca marina, tienen a menudo Los brazos del personaje felínico sostienen un bastón de mando o un arma y, en este último
Fig. 11 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP21-T2 V3. Tazón
atributos suplementarios: en el felino hay algunos detalles que son humanos y otros que caso, frecuentemente también cabezas-trofeo o, en alternativa, vegetales como el ají. Las
decorado con la imagen de un ser mitológico que pertenecen a diferentes formas animales. En la orca marina se encuentran a veces elementos terminaciones ofídicas tienen a veces una forma arcaica en su disposición, saliendo del
lleva un unku, nariguera, gargantilla, orejeras,
diadema con bastón. El personaje tiene un cuerpo que corresponden al tiburón o características de otros cetáceos; en muchos casos tiene vientre o de la cabeza de la divinidad3.
ofidiomorfo que termina con una cabeza de felino.
Periodo Nasca Temprano, III Fase. (Foto: Giuseppe atributos antropomorfos, como las piernas y los brazos2. La misma particularidad aparece
Orefici).
también en las representaciones ornitomorfas, donde se aprecian elementos sincréticos En la superficie de los recipientes globulares4 la figura del felino se desarrolla en forma
pertenecientes a diferentes expresiones de aves. (Fig. 8, 9) Durante el desarrollo del Proyecto completa y con escasos elementos antropomorfos: presenta cuatro patas y en este caso es
Nasca cuando, con un grupo de ornitólogos, se intentó realizar una clasificación de las aves

2 La orca marina (Orcinus orca) es una divinidad sacrificadora y en la mayoría de las representaciones tiene en sus manos 3 Como en las representaciones donde aparece el Ser Oculado, con proliferaciones ventrales y cefálicas en forma de serpiente.
un cuchillo de obsidiana y una cabeza cortada. 4 En particular en los recipientes de doble pico y asa puente.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

cm npv x3 exp 38 t1
0 5
cm cm
CAH 87 Y2 EXP 19 NIV 1 npv x3 exp 38 t2 ofr. 1
0 5 0 5

Fig. 13 Cahuachi, Sector Y2 EXP19-Q1. Ofrenda evidente su relación con el ofrecimiento de vegetales contenidos en su cuerpo y que salen Fig. 15 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP38 T1 En la Fase En imágenes menos frecuentes se ve a la divinidad asociada a un cuerpo de caracol, como se
cerámica que representa a un ser fantástico 6 la divinidad felínica se distingue por vistosos y
antropomorfo con diadema, cabezas de serpientes por medio de la lengua5. complicados diademas con proliferaciones. En la encontró en la iconografía de un textil del hallazgo de 1998, en una escena de representación
y plumas de ave que terminan como cabezas trofeo faja inferior del recipiente resalta una secuencia
estilizadas. En la parte inferior está asociado a una de cabezas-trofeo. Período Nasca Medio, VI Fase. de un mito con la participación de orcas marinas, peces voladores, aves marinas y otros
cabeza trofeo. Periodo Nasca Medio VI Fase. (Dibujo: (Dibujo: Dolores Venturi).
Dolores Venturi). En los recipientes cerámicos con forma de taza o tazón, la figura del felino envuelve con elementos asociables al mundo religioso vinculado con el mar.
frecuencia la pared circular y su cuerpo aparece con forma de serpiente o de escolopendra6.
Fig. 14 Pueblo Viejo, Sector X3EXP38 T2. Ofrenda 1.
Recipiente alargado donde resalta la imagen de la En este caso la superficie del cuerpo muestra manchas felínicas o secuencias de vegetales y En 2008 se registró el hallazgo de una gran ofrenda en la Pirámide Naranja, con 88 cerámicas
divinidad felínica llevando un diadema proliferado con
ganchos, que termina con elementos geométricos. En se presenta en forma bicéfala. En las imágenes más realistas, entre los atributos animales se y otros objetos asociados, entre los cuales una gran cantidad de mates pintados con colores
la faja superior se observa una secuencia de roedores.
Período Nasca Medio, VI Fase. (Dibujo: Dolores notan siempre grandes orejas que en su forma más compleja se transforman en diademas resinosos. En la iconografía de algunos de ellos se observan figuras felínicas con cuerpo y
Venturi).
o en elementos ofídicos. Raramente el felino está asociado con la figura de la lúcuma y alas de aves, muy raramente encontradas con estas características.
en su estilización más geométrica su cuerpo presenta cabezas-trofeo en su interior. En
muchos casos la cola termina con otra cabeza de felino asociada a las dos patas anteriores. Ocasionalmente el cuerpo del felino termina con un ornitomorfo al final de la cola: en estos
casos se trata de un vencejo, un ave de rapiña o un loro. En las representaciones mencionadas,
5 En muchísimos casos se puede apreciar maíz, achira, ají, flores no identificadas, pallares, frejoles. el cuerpo de la divinidad contiene gusanos o semillas no identificadas incluidas en sus vainas;
6 En el caso de la escolopendra, su evolución más tardía muestra pies en forma de flechas o proyectiles que salen del cuerpo
o de su gran cabeza. a veces, asociada a la iconografía del vencejo, hay la representación del ají.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

Fig. 17 Cahuachi, Y2 EXP8 Q27 T3. Mate pirograbado En las fases más tardías de la cerámica Nasca la figura del felino se estiliza y se enriquece con
y pintado con resinas. Representa a una secuencia
de orcas marinas con atributos humanos, como las preciosos elementos decorativos, que asumen un valor preponderante respecto de la imagen del
manos. (Foto: Giuseppe Orefici).
personaje. La geometrización final culminará con la sola representación de la cabeza, relacionada
con proliferaciones en forma de ganchos, sin otros elementos figurativos. (Fig. 13, 14, 15)

En algunos casos, cuando la figura de la divinidad felínica aparece en forma antropomorfizada,


el personaje tiene en las manos y en el cuerpo frutos destinados a ser distribuidos a la
humanidad, en especial jíquima, frejoles y achira. Los ajíes son frecuentemente representados
colgados en su corta túnica. El maíz, en su forma de mazorca, se relaciona con la representación
de la cabeza o se encuentra en su alrededor, mientras que el ají es visible en diferentes
lugares de la figura.

El personaje es también divinidad sacrificadora y cuando aparece con el bastón de mando o


con una maza en la mano está casi siempre asociado a cabezas cortadas. A veces su cuerpo
Fig. 16 Cahuachi, Y2 EXP8 Q27 T3. Mate pirograbado está decorado en el perfil con flechas o puntas de obsidiana, pero esto se manifiesta al final
y pintado con resinas. Representa a un personaje con
rasgos felínicos que lleva diadema y nariguera. –Su de Nasca Temprano; es decir, durante la transición entre el centralismo de Cahuachi y la
cuerpo tiene características ornitomorfas definidas por
las alas y la garras. (Foto: Giuseppe Orefici). sucesiva fragmentación política del territorio de Nasca.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

Si el felino es la expresión de la máxima divinidad vinculada con la tierra, la orca es sin duda la
divinidad más importante relativa al mundo marino. También en este caso la representación
no es real, pero los atributos humanos, como los brazos y las manos, así como las piernas y el
cm taparrabo en algunos casos, subrayan la evidencia de un personaje que comprende elementos
0 5
no solamente figurativos de una especie, sino también los típicos símbolos divinos. (Fig. 17)
En la mayoría de los casos la orca marina está representada con las aletas características del
tiburón y con un rostro felínico, sincrético de ambas divinidades, la terrestre y la marina.
Hay muchos ejemplos de orcas con orejas de felino, así como líneas a lo largo del cuerpo
que refiguran las manchas del jaguar. Casi siempre las manos de la divinidad contienen de
un lado un cuchillo de obsidiana y del otro una cabeza-trofeo, indicando muy claramente la
característica sacrificadora del personaje. Los dientes de la orca son siempre evidentes, así
como la boca abierta. En algunas alegorías el cuerpo contiene imágenes de cabezas-trofeo y
en otros casos se representa con branquias como si fuera un pez, para aumentar su potencia
sincrética de imagen divina.

cah 87 y1 exp 21 q4 comp. b capa b Divinidades relacionadas con la naturaleza y su expresión ritual
npv x3 exp. 38 t1 cm
0 5
El mundo agrícola se representa a través de los productos utilizados por los Nasca y cultivados
en las áreas destinadas a la producción de bienes comestibles. El agricultor es sin duda la figura
de divinidad antropomorfa relacionada con esta expresión y es muy evidente en la cerámica y
en textiles, con escenas donde se le muestra junto a los productos agrícolas; casi siempre exhibe
Fig. 18 Cahuachi. Fragmentos cerámicos con Raramente el cuerpo del felino muestra rasgos sexuales pero, en la mayoría de los casos, puede
representación de la Jíquima (Pachyrrhizus tuberosus). una naturaleza masculina y tiene la particularidad de una decoración ornitomorfa alrededor de
Los vegetales están casi siempre expresados en ser asociado al sexo masculino y su pene es elemento de distribución de fertilidad. La serpiente,
forma simple, dentro de paneles o metopas, como los ojos. El copete, en forma de cono amarrado con un hilo negro en la parte anterior, indica su
decoración de tazas o tazones. ( Dibujo: Dolores como animal relacionado con el agua y la fertilidad, está vinculada a la figura del felino como
Venturi ). pertenencia al sector de trabajadores dedicados al mundo agrícola. En algunas cerámicas, entre
su proliferación cefálica. Las serpientes que salen de su vientre son elementos vinculados a
las cuales los personajes en bulto son la mayoría, el ser divino representando a la agricultura
Fig. 19 Cahuachi, SectorY1 EXP21Q4-Compartimiento interpretaciones arcaicas de la figura Paracas, como es evidente sobre todo en los textiles. En las
B. Recipiente con dos apéndices ornitomorfas, La tiene entre las manos frutos o plantas, casi siempre en pares.
faja perimétrica contiene una secuencia de paneles fases más tardías el felino está ligado al emblema del ají, que brota de su mismo cuerpo y también
con mazorcas de maíz en su interior. Período Nasca
Temprano, Fase III. ( Dibujo: Dolores Venturi ). de su boca. La bigotera o, mejor dicho, la nariguera que lleva en su rostro está casi siempre
En unos casos raros, pero muy significativos para comprender el valor divino del ser
presente en Nasca Temprano y es uno de los más importantes atributos divinos. (Fig. 16)
Fig. 20 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP38-T1. Recipiente sagrado, hay proliferaciones ventrales y cefálicas con la presencia de frutos (ají), y el mismo
incompleto cuya decoración está incluida al interior
de tres bandas. En la parte central hay la figura de pene pendiente tiene forma de ají7. En otros ejemplos se notan mazorcas de maíz como
un camélido alternado con elementos fitomorfos que Entre aquellas con rasgos antropomorfos las figuras del felino aparecen con una cola que
representan a la planta del San Pedro (Echinopsis sp.) proliferaciones cefálicas del individuo8.
con su flor. (Dibujo: Dolores Venturi). termina con otra cabeza felínica y con las patas delanteras asociadas con la cabeza. Más
raramente la figura felínica está asociada con elementos marinos o peces. 7 Blasco y Ramos, 1991: 46, número 355.
8 Blasco y Ramos, 1991: 49, número 357.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

En algunas cerámicas aparecen frutos en las piernas mismas de los personajes o pendientes
de los brazos, subrayando las características divinas del antropomorfo, representado siempre
de manera frontal y con taparrabo evidente.

Entre los vegetales refigurados con más frecuencia en la cerámica hay que remarcar la
presencia de achira, ají, maíz, lúcuma, pacae, frejoles, pallares y yuca. En la mayoría de los
casos los vegetales están representados en forma simple, incluidos en metopas o paneles en la
decoración de las tazas o tazones. (Fig. 18, 19) El pacae tiene también un sentido relacionado
con la muerte y los grandes cambios cíclicos de Cahuachi. Esta planta aparece al interior de las
estructuras del centro ceremonial recubriendo los muros de edificios que se dejaron de utilizar,
en los fogones apagados, en las ofrendas sacrificadas o sepultadas y en los entierros.

En el mundo religioso de los Nasca casi todas las especies animales tenían su significado
sagrado. (Fig. 20) Entre las otras manifestaciones divinas, terrestres y marinas, hay muchos
elementos que se podrían añadir a las ya conocidas expresiones ornitomorfas, ictiomorfas y
de diferentes insectos como las arañas, las abejas, las hormigas. Los aspectos de las imágenes
de símbolos terrestres y marinos que se encuentran en los textiles y en la cerámica ceremonial
de Cahuachi pueden ser clasificados como manifestaciones secundarias de las máximas
divinidades, una especie de alter ego o de simbología sin una importancia determinante. Entre
las menos frecuentes se puede enunciar la representación de monos a veces antropomorfizados,
de larvas de insectos poco reconocibles y de algunos vegetales sin características distintivas.

El pantheon de Nasca es muy variado y rico en imágenes con elementos terrestres y marinos:
aves, productos agrícolas, animales como el zorro, peces de variadas especies, arañas, ratas y
pericotes. En la totalidad de los casos se puede siempre hacer referencia a representaciones
colaterales de la divinidad que se expresa en diferentes manifestaciones.

En el mundo religioso de la cultura Nasca están presentes numerosas imágenes de elementos


ornitomorfos que, como hemos especificado arriba en torno a otras representaciones del mundo
de la naturaleza, podemos reconocer como divinidades menores respecto de la divinidad felínica Fig. 21 Cahuachi, Sector Y2 EXP8-Q23
Tumba 1. Fragmento de textil pintado
o de la orca marina. También en estos casos es evidente la presencia constante de elementos con escenas de ornitomorfos que están
comiendo camarones. El tejido era
sincréticos de personajes divinos, incrementando la importancia de estos ornitomorfos, que parte del envoltorio del entierro. (Foto:
Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

sin embargo mantienen sus rasgos naturalísticos9. Los cambios más evidentes en la figura del Hay que recordar que la simbología ornitomorfa acompaña la evolución de las principales
felino se producen tras el abandono del centro ceremonial de Cahuachi. expresiones culturales del Perú, subrayando las características contenidas en sí de la
manifestación de la divinidad asociada. Hay personajes con cabeza de hombre y cuerpo de
Las aves son animales importantes vinculados con la agricultura, tanto por su aspecto positivo ave, así como otros con cuerpo de ave y cabeza-trofeo con labios cerrados y ojos con pupila
en el equilibrio natural como por su condición de plaga. Asimismo, en la relación con la pesca, excéntrica11. En la mayoría de los casos las aves terrestres están relacionadas con diferentes
las aves marinas son un elemento muy indicativo de los diferentes momentos de presencia de vegetales como el ají, el maíz o el algodón, entre los más frecuentes.
bancos de peces. En la agricultura, la eliminación de los parásitos se debe a ciertas especies de
aves, así como la destrucción de algunos productos agrícolas depende del excesivo número de En las excavaciones de 1998 en Cahuachi se hallaron trajes ceremoniales completos y textiles
pájaros. Por eso la representación de loros verdes, que notoriamente producen daños en los pintados, que formaban parte de la indumentaria utilizada en las actividades religiosas del
frutales, se refiere probablemente a una plaga que cíclicamente se renueva y la encontramos centro ceremonial. En el conjunto de los textiles pintados, considerados únicos entre los
frecuentemente en la iconografía de las fases más tardías de la cerámica Nasca. materiales conocidos de la cultura Nasca, por sus dimensiones y por la particularidad de
haber sido encontrados en un depósito expresamente preparado, se hallaron diferentes
El vencejo10 es una de las aves más representadas y su estilización en las fases Nasca Medio y Nasca representaciones de mitos relacionados con la participación de aves marinas y terrestres.
Tardío demuestra que es una simbología constante en las representaciones del mundo religioso En particular podemos mencionar al textil representando aves marinas que comen peces
de Nasca. Esta ave, además, prolifera en los períodos de mayor humedad y tal coincidencia voladores, asociadas a orcas marinas y felinos con cuerpo de caracol. Otro textil con
seguramente fue observada por su vinculación con la abundancia de agua en la región. representación de un mito es el de los cóndores que comen partes de personajes que fueron
matados en un enfrentamiento ritual o en una escena de batalla. Cada individuo es reconocible
En la iconografía cerámica se encuentra una gran cantidad de representaciones distintas, como por atributos particulares como diademas, pinturas epiteliales, copetes o vestimenta. Los
las de aves de rapiña, falcónidas, cóndores, loros verdes, airones, picaflores, gallinazos. Estos cóndores comen parcialmente a los hombres, específicamente las cabezas dejadas separadas
elementos tienen seguramente una relación con los mitos y la religión de Nasca, no siendo de los cuerpos. Se puede afirmar que se trata de un mito porque se hallaron dos tejidos
solamente identificables en la iconografía, sino también como manifestaciones divinas. (Fig. representando la misma escena, con dos llamas y un zorro, aunque realizados por manos
21) Entre los emblemas más frecuentes que se refieren a las aves marinas encontramos las diferentes y con elementos descriptivos más simples en uno de ellos.
refiguraciones de cormoranes y pelícanos. En las imágenes de decoraciones epiteliales aparece
también la asociación entre los ojos de las aves y las pinturas del área ocular de los personajes. Otra evidencia de la presencia de ornitomorfos en la cerámica está constituida por las aves
marinas, en su mayoría representadas en frisos metopados, limitados por sendas verticales.
E. Yacovleff (1932b) opina que las falcónidas tenían también una utilización en las fases La avifauna marina, en muchos casos, figura asociada con peces de diferentes especies.
diferentes de las guerras con otras poblaciones: algunos personajes muestran claramente los
elementos indicadores ornitomorfos alrededor de los ojos para simbolizar las características Entre las variedades ornitológicas representadas, tanto en la cerámica como en los textiles,
de potencia, agilidad y capacitad de pelea de este animal. hay que mencionar, entre las especies marinas, a los pelícanos y a los cormoranes. Por lo
9 La figura del felino en la iconografía cerámica y en los textiles hallados en Cahuachi está frecuentemente representada, que se refiere a las aves terrestres se observan muy frecuentemente loros verdes, halcones,
mucho más que en los centros periféricos donde se desarrolló la cultura Nasca. Estadísticamente, se puede averiguar una pre-
sencia casi doble respecto a los otros sitios investigados por el Proyecto Nasca.
10 Badaracco (1932) identifica al vencejo como huácharo o Steatornis peruanus, de los Caprimulgiformes, mientras Yacovleff
11 La mayoría de estas representaciones pertenece a las fases Nasca Medio, aunque en algunos casos están presentes también
(1931) lo considera como un sincretismo idealizado de elementos del Cypselus (gallina ciega) y de las Caprimulgidae, con todas
en Nasca Temprano.
sus implicaciones mitológicas.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

cóndores, buitres, picaflores, búhos y lechuzas, que abundan en la iconografía de la cerámica La correspondencia entre aves, culto al agua y fecundidad del suelo es muy frecuente, como
ceremonial utilizada en los rituales colectivos; además hay flamencos, garzas y otras aves, no en las representaciones de aves pluvíferas en los grabados rupestres donde hay imágenes
siempre reconocibles. Entre estas las falcónidas tienen un rol relacionado con escenas con de mitos relacionados con esta clase de iconografía. En Las Trancas hay evidencia de una
antropomorfos y aparecen acompañando a personajes con estólica y flechas. Según Yacovleff escena dominada por un ave pluvífera, contorneada por antropomorfos y zoomorfos en clara
(1932b), el halcón era una ayuda válida en los combates entre grupos enemigos; algunos actividad simbólica de distribuir el agua.
individuos llevan máscaras con sus rostros o pinturas epiteliales alrededor de los ojos,
que simbolizan a la rapaz. Es posible que las falcónidas tuviesen una función de animales La imagen ofidiomorfa es recurrente en el repertorio cerámico de las primeras tres
protectores o de alter ego, vinculados con la persona o con determinadas categorías sociales. fases; durante el período Nasca Medio fue menos utilizada, para reaparecer más tarde,
Muchas aves tenían importancia por su plumaje, elemento indispensable para realizar principalmente como manifestación secundaria del felino. Este emblema se representa
diademas, mantas y prendas ceremoniales. El colibrí, el loro, el guacamayo (importado de la también como elemento sincrético de diferentes figuras: es evidente que no se trata de la
selva) y el flamenco tienen plumas coloreadas que podían servir para este fin. simple imagen de una serpiente, más bien de la divinidad que asume su forma, como se nota
por las manchas de la piel y por los bigotes que caracterizan a los ofidios, casi siempre bicéfalos.
Una de las más representadas entre las aves terrestres es seguramente el colibrí, asociado El significado de la serpiente en toda la cultura andina se asocia, con algunas variantes, a la
a flores donde se encuentra chupando el néctar contenido. Sin embargo este pájaro debió fertilidad, a la renovación de la vida y al agua. En Nasca representa eficazmente el concepto
tener un significado especial, puesto que su imagen constituye una de las representaciones de metamorfosis del dios felínico, del cual muchas veces es parte integrante, en asociación
más recurrentes en la cerámica, en los bordados y también en los geoglifos. La relación entre
simbologías lunares y la figura del picaflor es bastante frecuente, así como disminuye su
presencia después de Nasca Temprano, momento en el cual se le representa también en los
dibujos grabados en la pampa. Según Cobo (1956 [1653]), este pájaro tiene la característica
de poder detener su corazón en caso de peligro, para luego reactivarlo, asociándose en
esta forma con la vida después de la muerte y con el concepto de resurrección. Reichel-
Dolmatoff (1973: 128), analizando los valores simbólicos que los desana atribuyen a la
naturaleza, refiere que el colibrí es su animal ancestral, y que la acción de “chupar la miel”
simboliza el coito.

La asociación entre aves marinas y peces es bastante frecuente; tenemos un ejemplo en


la figura del tiburón, que se desarrolla apareciendo primero como única representación y
luego evoluciona alcanzando dimensiones más reducidas, contenido en fajas alternadas
con vegetales, aves marinas o aves terrestres. Al final la secuencia iconográfica termina
con escenas de aves marinas y terrestres comiéndose al tiburón. No cabe duda de que la Fig. 22 Cahuachi. Cahuachi, Sector Y2 EXP8-Q23
Tumba 1. Fragmento de textil pintado con escenas
representación de pájaros, a veces asociados con productos agrícolas, está relacionada con la donde se observa la presencia de orcas marinas
asociadas a una figura humana en posición horizontal.
fertilidad también por su producción de guano. (Foto: Giuseppe Orefici).

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

con productos agrícolas; además, en el período transicional Paracas-Nasca, aparece como


proliferación ventral o cefálica del dios.

En el período denominado Nasca Temprano, la serpiente está relacionada también con emblemas
ornitomorfos, que la están comiendo. Habría que distinguir entre dos diferentes formas de
representar a las serpientes: una donde es parte integrante de la divinidad principal y otra donde
el ofidio participa en una acción vinculada con divinidades ornitomorfas o ictiomorfas.

Concepción religiosa y ceremonial en los monumentos de Cahuachi

La relación entre Cahuachi y la religión de Nasca es evidente, tratándose de un centro


Fig. 23 Cahuachi Sector Y15 Y15EXP58Q4 Hallazgo
ceremonial con las características de ser un polo de reunión y de concentración de mucha
2-Olla, Manto 1. En la parte central el tejido, de color gente que, en sus peregrinajes, recorría largos caminos para participar en las ceremonias
negro, tiene una banda bordada con una variedad
de seres míticos. En ambos lados de la faja hay una colectivas que constituían la máxima expresión de la liturgia Nasca. En la arquitectura de
secuencia de figuras humanas tridimensionales
llevando abanicos y bastones. (Foto: Giuseppe Orefici). Cahuachi casi no hay elementos que indiquen una vinculación con las divinidades o con
los rituales que se cumplían dentro de los espacios sagrados. Las evidencias que más se
Fig. 24 Cahuachi, Sector Y15 Y15EXP58Q4 Hallazgo
2-Olla, Manto 1. Detalle de la faja central del manto asocian con las actividades religiosas se pueden identificar en los aspectos iconográficos
ceremonial, donde se aprecia una secuencia de seres
antropozoomorfos con rasgos felínicos en diferentes de la cerámica y de los textiles utilizados en las reuniones colectivas y litúrgicas del centro
actitudes. (Foto: Giuseppe Orefici).
ceremonial. De un lado las funciones que se cumplían al interior de los templos de Cahuachi
Fig. 25 Cahuachi , Sector Y15 Y15EXP58Q4 Hallazgo
tenían que ser numerosas e importantes, por la dimensión misma de los espacios destinados
2-Olla, Manto 1. Detalle de la faja central del manto a tareas colectivas; de otro lado, había una forma planificada de control en el acceso a los
ceremonial, donde se observa la franja tridimensional
con diferentes figuras llevando abanicos, bastones y espacios arquitectónicos cerrados, determinada por la angosta dimensión de los pasadizos y
otros instrumentos. La escena quiere simbolizar a un
evento ceremonial colectivo. (Foto: Giuseppe Orefici). recorridos, concebidos para permitir una circulación reducida de poca gente.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XI El pensamiento religioso

Las ceremonias colectivas tuvieron seguramente una importancia muy grande por la misma
vida de Cahuachi, pero no tenemos la posibilidad de determinar cuánta gente participaba
efectivamente en los rituales, aunque la dimensión de Cahuachi hace suponer una
concurrencia masiva relevante. La religión fue el elemento más importante en los eventos
colectivos y las divinidades estaban constantemente presentes en la iconografía de los
objetos cerámicos, los textiles y los trajes de los personajes que participaban. (Fig. 22, 23, 24,
25, 26, 27) El más importante centro teocrático del área de la cultura Nasca fue seguramente
la expresión de la relación entre las divinidades y la población con los sacerdotes como
intermediarios, para que esta relación fuera parte de momentos que dicha población pudiera
apreciar y compartir.

El centro ceremonial cumplía funciones complementarias a las liturgias que se ejecutaban


en los geoglifos. La dualidad entre los dos polos principales era una alternativa y
una integración recíproca, teniendo ambos las características de espacios sagrados
universalmente reconocidos. No es posible saber hasta qué punto la población pudo
realizar ceremonias en Cahuachi, pero podemos pensar que los sacerdotes que vivían lejos
del centro religioso estaban autorizados para entrar y participar en los rituales colectivos,
mientras que parte de los peregrinos que accedían a Cahuachi concurría a las ceremonias
que se realizaban en los geoglifos. Después del abandono de Cahuachi se intensificaron las
celebraciones colectivas en los geoglifos, habiéndose reducido el espacio sagrado dentro
de los últimos sectores construidos en el área oeste del centro ceremonial.

Los templos más importantes estuvieron intercomunicados permitiendo el contacto entre los
Fig. 26 Cahuachi, Sector Y15 Y15EXP58Q4 Hallazgo diferentes grupos de sacerdotes. Por lo que se refiere a los rituales y ceremonias colectivas
2-Olla, Manto 3. Detalle de una red ceremonial que
tiene en las cuatro esquinas un borde rojo bordado celebrados en el interior de Cahuachi resulta imposible conocer con qué estuvieron relacionados
y ornado con flecos negros. La faja está bordada y
representa una secuencia alternada del ser mítico basándonos solo en el material sacrifical hallado en las excavaciones. Las posibilidades de
antropomorfizado en posición de vuelo. (Foto: comprobar una diferenciación entre los varios elementos iconográficos vinculados a la religión
Giuseppe Orefici).
Nasca dentro de los rellenos o de los diferentes ambientes fue uno de los objetivos que se prefijó
Fig. 27 Cahuachi, Sector Y15 Y15EXP58Q4 Hallazgo
2-Olla, Manto 2. (Foto: Giuseppe Orefici). Detalle el Proyecto Nasca; sin embargo, los resultados no permitieron reconocer cambios evidentes en
de una de las esquinas del textil ceremonial de color
rojo. Se trata de una faja bordada con personajes las representaciones cerámicas dentro de los diferentes templos o diversas modalidades de
míticos decorada con franjas en el lado exterior. (Foto:
Giuseppe Orefici). participación entre los que accedían a las ceremonias de Cahuachi.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

Capitulo XI

La muerte y el sacrificio

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

La muerte y el sacrificio

Los conceptos de muerte y de sacrificio hacen parte de la esencia de Cahuachi, así como la
religión, las divinidades, la música y las actividades corales de los seres que participaban en
los diferentes aspectos de la vida del conjunto templar. En todo el mundo andino el sacrificio
de animales o de seres humanos es un elemento de participación en las actividades que se
cumplen al interior de los espacios religiosos y ceremoniales. En Cahuachi existen numerosas
evidencias de acciones sacrificales que se desarrollaban durante los eventos litúrgicos. En la
mayoría de los casos se refieren a animales de diferentes tipos y los más frecuentes fueron
seguramente los cuyes y las llamas, como atestigua el gran número de restos presentes.

Los cuyes eran los animales mayormente ofrendados en las actividades sacrificales, como
elemento que hacía parte de los alimentos habituales de la población Nasca. Los restos de
llamas se encuentran en gran parte dentro de los rellenos de los templos y pertenecen a las
últimas fases de vida de Cahuachi, momento en el cual se intensificaron las ceremonias de
sacrificio y de ofrendas colectivas.

Las sepulturas y la importancia del sacrificio humano

En los casi 30 años de excavaciones en Cahuachi y paralelamente en los diferentes sitios


de San José, Estaquería, Pueblo Viejo, Atarco, Quemado, Pacheco, Usaka, Jumana y Santa
Clara, el Proyecto Nasca tuvo la oportunidad de analizar detenidamente las costumbres
funerarias de la población Paracas y Nasca. Entre las tipologías de tumba se encuentra con
más frecuencia aquella en forma de barbacoa1; es decir, recubierta con palos de guarango
en forma de techo, con una capa de arcilla e inclusión de piedras para obstruir los espacios

1 Este nombre se relaciona al hecho de tener palos puestos paralelamente, con la función de cobertura, formando una espe-
cie de parrilla. La palabra es de origen antillano y se refería a un sistema de cocción sobre parrilla que los españoles difundieron
extendiendo el significado del término.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

N
npv88 sector x3 exp. 46 t1 intermedios entre palo y palo. (Fig. 1, 2, 3) Esta clase de cobertura podía ser puesta sobre
Dibujo de planta con la ubicación de las ofrendas de cerámica
pozos circulares excavados en la capa natural arcillosa, así como sobre estructuras subyacentes
a una tipología de arquitectura simple de forma cuadrangular y con palos verticales en las
cuatro extremidades, formando el sostén de un techo. En las localidades más lejanas de
Cahuachi las tumbas eran rellenadas con tierra y piedras, contrariamente a las costumbres
adoptadas en el centro ceremonial, donde se buscaba mantener vacío el espacio entre el
techo y la base de la cámara funeraria. La cobertura estaba formada por grandes palos de
guarango, pero antes de sellarla con arcilla se ponían numerosas piedras para cerrar los
Fig. 03 Cahuachi, Pirámide Naranja, Sector Y2EXP8-
espacios vacíos e impedir la penetración de la tierra desde el exterior en el momento de
Q27-T3. Una de las tumbas más importantes recubrir la estructura. En Cahuachi se hallaron numerosas tipologías, pero la más frecuente
encontradas en Cahuachi. La cobertura de palos de
guarango se sobreponía a otro techo realizado con era la de una construcción en adobe superpuesta al techo de la tumba, realizada con palos
cañas, bajo las cuales había la cámara funeraria con el
entierro y sus múltiples ofrendas (Ver Capítulo XXIII). de guarango verticales que quedaban enterrados debajo de la estructura.
mt
(Foto: Giuseppe Orefici).
0 0.50 1 1.50 2

Las tumbas, casi sin excepciones, eran construidas para contener un solo difunto2. Solamente
con la influencia Wari en la costa se realizaron tumbas con dos pisos y con más de un entierro.
En este caso el interior de las tumbas, hechas con adobes, se enlucía y a veces se pintaba3. La
mayoría tenía columnas con alma de guarango y enlucidas con arcilla, que sostenían techos
de paja, verdaderos monumentos templares en miniatura.

Las tumbas en forma de barbacoa no siempre tuvieron la misma tipología, en varios casos el
patrón podía ser modificado sobre la base de los rituales de entierro o de las características
del personaje contenido. En San José (1982) se halló una tumba con una parrilla de cañas
puesta en forma vertical, tapando un nicho donde se encontraba el muerto; adelante tenía
puesto un brasero reforzado con piedras, que posiblemente funcionó en el momento del
entierro, para los rituales colectivos. Asimismo, en Santa Clara se encontró en 1989 un
Fig. 01 Pueblo Viejo, Sectorx3 EXP15/16-T2. Techo de la entierro donde el personaje había sido colocado en un nicho lateral, mientras las ofrendas
tumba realizado en forma de“barbacoa”. La cobertura
estaba hecha por una capa de arcilla superior bajo la estaban ubicadas en el pozo, utilizado como matriz, en la capa natural arcillosa para
cual se dispusieron palos de guarango afirmados con
cantos rodados. En este caso, en la superficie de la sepultar el individuo.
capa arcillosa fue colocado como ofrenda un camélido.
(Dibujo: Elvina Pieri).
N
Fig. 02 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP46-T1. Vista de una 2 Solamente en el caso del sector Y8, en el pasadizo que separa la plaza de la Fase IV de los otros elementos constructivos,
tumba en “barbacoa”, en forma de pozo cilíndrico, en se halló una tumba conteniendo dos personajes extendidos y de tipología Paracas Tardío.
la cual se observa el modo de colocar las ofrendas de 3 En 1989 se halló en Atarco una tumba perteneciente al período transicional Nasca-Wari en la costa, al comienzo del Hori-
mt cerámica. (Dibujo: Elvina Pieri). zonte Medio. Tenía en su interior una cantidad considerable de conchas de Spondylus, trabajadas, semitrabajadas e íntegras. Las
0 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.60 0.70 0.80 0.90 1 paredes de la tumba, destruida por los saqueadores clandestinos, tenían restos de pinturas.

300 301
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

CH5 - T54 - CORTE A-A

0.00
0.00
CH5 - T54 - PLANTA (-1.96 2N/11E)

-0.20
N

-0.40

-0.60

-0.80
mt
0 0.20 0.40 0.60 0.80 1

-1.00

-1.20
Al interior de la tumba cubierta con techo en forma de barbacoa se colocaba un largo palo o
caña, que unía el interior del espacio utilizado para deponer al muerto de la superficie, casi
-1.32 un elemento de contacto entre el mundo de arriba y el mundo de abajo. El cadáver tenía
N 0 0.20 0.40 0.60 0.72
mt
una posición acuclillada, con el pecho apoyado en las rodillas y los talones adyacentes a la
CH88 sector y10 exp. 41 q2 t4 planta y perfil
base de la cadera. Los brazos ceñían las piernas y las manos, y en muchos casos encerraban
Fig. 04 Pueblo Viejo, SectorX3-CH5 T54. En los la cara del personaje. (Fig. 4, 5)
entierros Nasca los difuntos tenían una posición
acuclillada con los brazos que encerraban las rodillas
o la cara. Las ofrendas se colocaban a los pies del Fig. 05 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector CAH05Y8 En otros contextos se encontraron mates con la función de contenedores de líquidos. (Fig.
difunto o tal vez a la altura de los hombros. (Dibujo: El difunto no tenía una orientación prefijada, aunque a menudo miraba hacia el oeste; EXP131Q1. Tumba del período de transición Paracas-
Elvina Pieri). Nasca con morfología apozo. Contenía un individuo
8) El fardo funerario se sujetaba al final por medio de cordeles con la función de mantenerlo
solamente en el Horizonte Medio la casi totalidad de los entierros se orientaba en esta
masculino con cabeza deformada. Tenía una posición en la posición adecuada. A veces la cabeza del personaje enterrado estaba cubierta por un
dirección. El personaje sepultado estaba envuelto en un textil de tela llana de algodón, de acuclillada y su cuerpo estuvo enrollado con cordel de
fibra vegetal. (Foto: Giuseppe Orefici). fragmento de olla utilitaria o por un mate de tamaño considerable. En Pueblo Viejo se
color blanco natural, sin decoraciones. Solo en los casos de personajes de rango elevado
hallaron entierros de niños cubiertos con grandes contenedores utilitarios de cerámica,
los textiles eran preciosos con bordados como ornamento. (Fig. 6, 7) Al final del Período Fig. 06 Cahuachi, Zona B, Sector Y10 EXP41-
Q2T4. Tumba Nasca Tardío, con cámara ovalada. El con la función de preservar el cuerpo en el momento de la sepultura. (Fig. 9, 10, 11) En los
Nasca Temprano se intensificó la utilización de la lana de camélido y la costumbre de difunto estaba envuelto en tela llana de algodón sin
decoraciones y tenía como ofrenda una antara de períodos Nasca Medio y Nasca Tardío se encontraron tumbas con personajes que llevaban
cubrir a los muertos con más de un envoltorio. El ajuar funerario era colocado a los pies cañas y dos vasijas. En el cuello llevaba un collar con
pendiente de almeja. (Dibujo: Elvina Pieri). orejeras, pulseras o narigueras de metal, prevalentemente en oro5.
del muerto, más raramente a la altura de la cabeza; se trataba, en la mayoría de los casos,
de recipientes cerámicos conteniendo ofrendas vegetales o animales4.
El ritual de entierro tenía que ser bastante complejo: para que el cuerpo pudiera ser doblado
en posición fetal era necesario esperar a que el rigor mortis desapareciera. En la estratigrafía
4 En muchos casos la ofrenda estaba constituida por mazorcas de maíz, choros, cuyes o partes de camélidos. En Pueblo Viejo
se hallaron los restos de un cérvido sacrificado y colocado en la superficie arcillosa de la tumba, aunque el personaje pertene-
ciera al Período Nasca Medio. Más raramente había husos para hilar, estuches con agujas o hilos de colores, antaras, gorros o 5 En las excavaciones del 2009 en Cahuachi se halló un pequeño templete delimitado por cuatro columnas. Se trataba de un
turbantes, como en el caso de una tumba registrada en la plataforma de la Gran Pirámide II. En las tumbas más tardías de los personaje de sexo femenino y con una edad aproximada de 8-12 años. Entre los materiales del ajuar funerario destacaba una
períodos Nasca Medio y Nasca Tardío, entre los objetos de ajuar funerario se encontraron bolsas tejidas para contener hojas de nariguera de oro bañada en plata, precioso elemento de distinción de la difunta, posiblemente de alto linaje y con funciones
coca o pigmentos minerales que tenían la función de ser utilizados como pinturas epiteliales. sacerdotales.

302 303
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio
N
Lado este

que compone el relleno de las matrices de las tumbas se hallaron frecuentemente restos de
carbón de leña, posiblemente parte del ritual de entierro. En la mayoría de los casos no se
encontraron personajes sacrificados; solamente en Pueblo Viejo se halló un cuerpo de un
hombre sin cabeza y en Cahuachi, cerca de la cabeza-ofrenda registrada en el lado norte del
Gran Templo, se encontró otro cuerpo de hombre decapitado6. En un sector de excavaciones
próximo a la carretera que bordea la Zona A de Cahuachi se realizó una intervención de
cm
emergencia después del terremoto de 1996, hallándose restos de tumbas disturbadas y el 0 10 20

entierro de una persona de sexo femenino, con deformación craneana bilobada, puesta
con la cabeza abajo y los pies hacia arriba. En 28 años de actividades arqueológicas en el
Lado norte
área de Nasca, fue uno de los raros casos registrados que hizo suponer un castigo para
el personaje enterrado. En otras oportunidades, en la zona más occidental de Cahuachi
denominada Estaquería, se hallaron entierros de personajes evidentemente sacrificados y
puestos en posiciones anómalas. Cabe destacar el hallazgo, en 1998, de una mujer que fue
colocada sobre la matriz de una tumba en posición extendida y con claras huellas de haber
sido matada por medio de un golpe que le fracturó el cráneo, el tabique y parte de la región
mandibular superior. En otros casos, siempre en el área de Estaquería, se hallaron restos de cah 91 Y12 EXP 47 Q3 n 11 capa b t2

0 5
cm
niños sacrificados y debajo del Templo de las Estacas se registró la presencia de hombres
cm
enterrados sin piernas. 0 50
cah 88 Y10 EXP 41 Q2 T4
Concha utilizada como pendiente
Fig. 08 Cahuachi, Sector Y12EXP47-Q3T2. Entierro de una reutilización del adobe cónico en la Fase III como elemento de relación con el pasado,
femenino perteneciente al Horizonte Temprano
Fig. 07 Cahuachi, Zona B, Sector Y10 EXP41-Q2T4. En el interior de los espacios sagrados de Cahuachi existen numerosas necrópolis final. La tumba tenía una cobertura de cañas y el según lo que se encontró también en otros sectores del Y1 pertenecientes a remodelaciones
Pendiente de concha que adornaba al difunto de la cadáver fue colocado en posición de decúbito lateral
tumba Nasca Tardío. (Dibujo: Dolores Venturi). pertenecientes en su mayoría a momentos sucesivos en la vida del centro ceremonial, cuando izquierdo, cubierto por un textil de tela doble bordada de la Fase IV en los rellenos anteriores. Esta clase de intervención tenía como finalidad la
la casi totalidad de los templos había sido enterrada o por lo menos recubierta por grandes con figuras mitológicas. Como ofrendas sólo tenía
búsqueda de un contacto con las antiguas estructuras en adobe cónico, ubicadas debajo de
dos mates íntegros, uno tapado con una coronta de
capas de relleno artificial, dejando libre solamente una superficie exterior, sobre la cual se maíz. (Dibujo: Elvina Pieri).
los rellenos, para colocar ofrendas próximas a los restos de antiguos muros.
había construido. Entre las necrópolis también hay que señalar la existencia de grupos de Fig. 09 Pueblo Viejo, Sector X3 EXP33-T1. Forma de
sepultura en que el entierro estaba protegido por
tumbas que pertenecen a fases constructivas anteriores a las de los últimos 100 años de grandes fragmentos de olla. En la mayoría de los casos En otras ocasiones se pudo constatar la presencia de tumbas de gran tamaño que fueron
la vida de Cahuachi. En la Gran Pirámide, en las excavaciones de 2003-2005, se hallaron se trataba de tumbas de niños. (Dibujo: Elvina Pieri).
comprendidas dentro de las estructuras de las sucesivas fases constructivas de Cahuachi7.
tumbas con estructuras en adobes cónicos anteriores a los grandes muros de la Fase IIIa, que Algunos recintos ceremoniales más externos a los templos que hacen parte de los grandes
fueron edificados sobre sus techos formados por grandes palos de guarango recubiertos por conjuntos arquitectónicos de Cahuachi fueron utilizados como áreas de necrópolis ya
una capa arcillosa, según la forma clásica de barbacoa. (Fig. 12, 13) Es posible que se tratase durante la fruición misma de los espacios sagrados, posiblemente conteniendo personajes
relacionados con las actividades religiosas. (Fig. 14, 15, 16) Las tumbas que se encontraron
6 Son bastante raros los casos de personajes mutilados o sacrificados en el centro ceremonial de Cahuachi: en el sector más
al oeste, denominado Estaquería, que funcionó en los últimos dos siglos de la expresión Nasca (400-600 d.C.), se halló un per-
sonaje sin brazos y sin cabeza, con huellas de haber sido mutilado perimortem. En la Gran Pirámide II se encontró un cuerpo 7 En el 2009 se halló en la base de la Pirámide Naranja de Cahuachi una tumba en forma de templete perteneciente a la transi-
femenino mutilado, objeto de sacrificio, perteneciente al quinto milenio a.C., uno de los ejemplos más tempranos de utilización ción entre la segunda y la tercera fases constructivas. Sucesivamente las columnas del templete habían sido utilizadas como parte
del área ceremonial con fines sacrificales de época pre-Nasca. del muro que recubrió la tumba, antes de ser tapada completamente con una capa de relleno artificial en la IV Fase de Cahuachi.

304 305
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

0.00
Fig. 10 Pueblo Viejo, Sector X3 CH5. Necrópolis
caracterizada por la presencia de varias ollas, todas
-0.20 conteniendo los restos óseos de niños. El único
individuo adulto estaba al sur del contexto funerario,
-0.40 inhumado directamente en el terreno, sin alguna
ofrenda. (Dibujo: Elvina Pieri).
-0.60
Fig. 11 Pueblo Viejo, Sector X3 CH5T48. En el corte
se observa como el entierro se encontraba bajo las
-0.80 estructuras, con una olla al exterior que señalizaba la
presencia de la tumba. Una de las vasijas colocada
-1.00 como ofrenda ha sido protegida con un fragmento de
olla volcada. (Dibujo: Elvina Pieri).
-1.20
Fig. 12 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8. La parte
superior de una gran tumba que se encontraba debajo
-1.40 de las estructuras del conjunto. (Foto: Giuseppe
Orefici).
-1.60
Fig. 13 Cahuachi, Pirámide Naranja, Sector Y2-Q27, T
-1.80 3. Una de las ofrendas más importantes encontradas
en un depósito con forma de tumba, cuyos palos de
cobertura se apoyaban directamente en los peldaños
mt CH5 - W - PARTICULAR PERSPECTIVA -2.00
0 0.50 1 2 3 4 5
de una escalera que accedía a una plataforma de la
mt CH5 - E - T 48 - CORTE A-A Fase arquitectónica IVc del conjunto. (Foto: Giuseppe
0 0.20 0.40 0.60 0.80 0.92
Orefici).

Fig. 14 Y8EXP33 Q24-25 T4 Tumba elaborada en


la capa estéril de forma ovalada, ubicada bajo los
cimientos de un muro de la III Fase. Contenía dos
individuos, un joven de sexo masculino y una mujer
madura, colocados uno frente al otro. Como ofrenda
tenían dos ollas de medio tamaño al exterior, ambas
con huellas de combustión y tapadas con tela llana.
(Foto: Giuseppe Orefici).

Fig. 16 Cahuachi, Sector Y8EXP33 Q28/AMP. E -


Hallazgo 2 y 3. Se trata de dos ollas dejadas como
ofrenda entre los muros en una zona que fue utilizada
también como espacio funerario. (Foto: Giuseppe
Orefici).

Fig. 17 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP143-


Q2. Cabeza cortada encontrada cerca de un muro.
Probablemente tenía que ser todavía preparada
oportunamente para ofrendarla a las estructuras.
(Foto: Giuseppe Orefici).

306 307
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

debajo de las estructuras del centro ceremonial no tenían ningún contenido, como si hubieran
sido utilizadas y luego vaciadas, o no empleadas para sepultar muertos8. En algunos contextos
se hallaron restos de sacrificios humanos o animales: debajo de un piso perteneciente a la
IV Fase constructiva, en la fachada norte de la Gran Pirámide, fue registrado el cuerpo de un
niño que había sido sacrificado con un golpe en la cabeza. Sus restos fueron sepultados en
el momento de la construcción del piso, posiblemente como ofrenda ceremonial vinculada
con la nueva construcción.

En la iconografía cerámica y en los textiles Nasca Temprano no hay escenas de sacrificio


cumplidas por hombres: en la mayoría de las representaciones participan divinidades
sacrificadoras, principalmente la orca marina y el felino en actitud de utilizar cuchillos
ceremoniales o mazas, con la función de inmolar hombres para obtener cabezas-ofrenda. En
la fachada este de la Gran Pirámide de Cahuachi se halló el cuerpo de un niño sacrificado
durante la IV Fase arquitectónica del centro ceremonial. Su cabeza había sido cortada
posiblemente para la preparación de una ofrenda. (Fig. 17) En el Gran Templo, durante las
excavaciones de los años ochenta y noventa, se hallaron numerosas evidencias de restos
humanos, vinculados sobre todo con la presencia de cabezas-ofrenda.

Las cabezas-ofrenda y las cabezas-trofeo

La costumbre de obtener cabezas-trofeo, todavía usual en las tribus de la Amazonía peruana, Fig. 18 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8 EXP de orcas marinas o de felinos antropomorfizados. Las cabezas confieren seguramente un
tiene su origen en una vasta área que abarca casi todo el continente americano, donde la 133- Q1 - Hallazgo 3. Pareja de cabezas-ofrenda
colocadas en la base de un muro. En el período
elemento de distinción a las divinidades, atribuyéndoles un mayor prestigio, vinculando las
posesión de una cabeza humana confería al dueño la fuerza y la potencia del individuo Nasca Temprano, la costumbre de ofrendar cabezas figuras poderosas de los personajes divinos a las cabezas, que se conservaban en el tiempo por
humanas cortadas durante las remodelaciones de
a quien había pertenecido. En el área de Nasca, durante las fases de evolución del centro los templos no tiene alguna atenencia con eventos efecto de la preparación a la cual eran sometidas.
bélicos. (Foto: Giuseppe Orefici).
ceremonial de Cahuachi, la práctica era relacionada solamente con la casta sacerdotal y
con las divinidades, mientras que en la época más tardía fue una costumbre común que En Cahuachi se encontraron cabezas relacionadas a rituales de corte y preparación para su
correspondía a las clases más elevadas y poderosas de los grupos locales. conservación, pero que tenían una función prevalentemente de ofrenda ceremonial dentro
de las estructuras templares. (Fig. 18) Estaban enterradas en conjunto o en forma unitaria; en
Parece incorrecto hablar de cabezas-trofeo para el Período Nasca Temprano, puesto que la el caso de elemento único se hallaron puestas en pocitos excavados en el piso de los templos
mayoría de los ejemplos está asociada a las representaciones de las divinidades en el acto de o en contextos de ofrenda a Cahuachi. Por eso no podemos hablar de cabezas-trofeo sino
sacrificar hombres para la preparación de cabezas o son atributos que pertenecen a la iconografía de cabezas-ofrenda, no siendo elementos asociados con guerras, batallas o enfrentamientos
rituales, sino pertenecientes en su casi totalidad a personas de la misma población Nasca, sin
8 En 1988, en el sector denominado Y1, se encontró una tumba completamente íntegra con techo de barbacoa. El contenido
estaba constituido solamente por unas mazorcas de maíz. que se consideraran diferencias de sexo o edad.

308 309
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

Las cabezas-trofeo propiamente dichas pertenecen a las últimas fases de la cultura Nasca, Para permitir a la mandíbula permanecer conectada con el cráneo se procedía a ligar con
cuando se abandona la casi totalidad de los conjuntos templares de Cahuachi y solo se utiliza un hilo los ángulos mandibulares y zigomáticos o se ponía espinas o pequeños palitos de
el sector más occidental denominado Estaquería. En los últimos dos siglos de presencia madera en la conexión mandibular. Con la finalidad de mantener el volumen originario de
cultural se observan en la iconografía cerámica frecuentes representaciones de cabezas- la región infraorbitaria y zigomática, en ciertos casos se colocó algodón debajo del tejido
trofeo, vinculadas con personajes poderosos, que muestran entre sus atributos las cabezas epitelial. Una de las características de algunas cabezas-ofrenda es la de haber sido objeto de
de enemigos o de seres sacrificados, asociándose al poder del personaje que porta estos escarificaciones en la superficie de la piel.
emblemas. En la evolución de la expresión Nasca esta simbología no aparece más en relación
con las divinidades, sino en forma muy esquemática y solamente distintiva de individuos con Máximo Neira Avendaño, con la colaboración de V. Coelho Penteado, realizó en 1967 una
poderes políticos o religiosos. Los estudios sobre las cabezas-ofrenda y las cabezas-trofeo se campaña de excavaciones en Chaviña, hallando –como en Cahuachi– cabezas pertenecientes
limitan a cantidades mínimas que no permiten hacer una comparación estadística completa. a individuos muy jóvenes o de sexo femenino. Algunas de ellas contenían vegetales, entre
En 1972, V. Coelho Penteado realizó una tesis de doctorado sobre las cabezas-trofeo, con los cuales sobre todo maní. Por lo que tenemos registrado en Cahuachi podemos excluir la
un estudio de las prácticas rituales relativas. J.P. Baraybar (1987) analizó sucesivamente los presencia de cabezas-trofeo procedentes de guerras territoriales o tribales, que son frecuentes
materiales existentes en los museos peruanos, con datos bastante completos por el número en los últimos dos siglos de la cultura Nasca, momento en el cual el centro ceremonial
de ejemplares considerados. Otras importantes consideraciones basadas en la iconografía fue perdiendo sus características de elemento de cohesión y se vivía un período de mayor
de la cerámica se encuentran en Proulx (1989, 2006). En el Proyecto Nasca toda la colección relación con personajes políticos que guiaban las actividades de las ciudades en forma laica
de cabezas-ofrenda y cabezas-trofeo fue analizada por el antropólogo físico Andrea Drusini, o apoyados por grupos sacerdotales.
(1988, 2009; Drusini y Baraybar, 1991) de la Universidad de Padua. Su número, muy
consistente, permitió llegar a conclusiones generales bastante indicativas. En la iconografía cerámica las cabezas-trofeo en las representaciones del Período Nasca
Temprano no llegan a un 18%, mientras que en las fases sucesivas superan el 50% (Blasco y
La totalidad de las que podemos llamar cabezas-ofrenda en Cahuachi tenía la particularidad Ramos, 1974: 78). Posiblemente, ante la falta de la guía religiosa de un gran centro ceremonial,
de haber sido objeto de una perforación frontal en el área superior de los arcos supraorbitarios, capaz de controlar los eventos y las relaciones entre diferentes grupos humanos, se intensificaron
con la finalidad de hacer pasar la soga para su transporte. En algunos casos, cuando la las tensiones entre los diferentes centros urbanos. La consecuencia de esta situación fue el
cabeza conservaba el tejido epitelial, se procedía a cercenar algunos músculos faciales9. incremento de combates rituales o de ataques a grupos más débiles, con la finalidad de conseguir
Como se puede apreciar en el estudio realizado por Drusini (1987, 1988; Orefici y Drusini, cabezas-trofeo. Como se pudo analizar en la superficie de los cementerios más tardíos de la
2003), el tratamiento de las cabezas empezaba en una fase perimortem, como indican las cultura Nasca en el área de Estaquería, las cabezas-trofeo abundaban al interior de las tumbas,
escarificaciones y los cortes en el área posterior del cráneo, con la función de hacer desangrar como parte del ajuar funerario de los personajes más importantes. En las necrópolis saqueadas
completamente el epitelio y el cuero cabelludo. Estos cortes se producían en forma oblicua, por los clandestinos, hasta hace pocos años se podían observar muchas cabezas-trofeo en la
en la región entre cuello y cabeza, y quedan como testimonios no cicatrizados de la salida superficie donde se encontraban también los restos óseos de los entierros. En las tradiciones
de sangre. Entre las prácticas post mórtem se producía la extracción de la masa encefálica culturales de Paracas y Nasca se mantuvo constantemente la asociación entre la ritualidad de
mediante la ampliación del foramen magnum. las ceremonias colectivas y la costumbre religiosa, según la cual la posesión de cabezas-ofrenda
o cabezas-trofeo era un elemento de prestigio.
9 Frecuentemente se procedía a la eliminación de los músculos pterigoideos externo e interno, dejando huellas caracteri-
zadas por pequeñas incisiones, ubicadas en el borde de las extremidades de la mandíbula. Ellas se presentan en número no
superior a cuatro y en una dimensión inferior a 10 milímetros (Baraybar, 1987).

310 311
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

Sacrificios y ofrendas. Muerte de los objetos rituales

Entre los restos de animales, completos o parciales, más frecuentemente presentes en los
rellenos de Cahuachi se encuentran las aves, principalmente bajo forma de plumas y restos
óseos. (Fig. 19) En unos casos sus huesos fueron utilizados como amuletos, pendientes y
también ligados a plumas e hilos de colores. En otros contextos las plumas son asociadas a
tapa de madera
pelo humano y envueltas con él.
ramitas atadas con hilo

Es importante señalar la presencia de cabezas de aves cortadas en forma de cabeza-ofrenda,


así como de ejemplares decapitados. Como ya se ha dicho, las plumas a menudo son asociadas
con otros materiales, especialmente pelo humano, pequeñas maderas atadas e hilos de
colores. En varias ocasiones se hallaron garras de aves ligadas y utilizadas como pendientes,
(Fig. 20) así como restos de colibríes disecados, que fueron parte de rituales de conservación
post mórtem. Los loros también son habituales en las excavaciones de los rellenos, bajo
formas diferentes, registrándose sobre todo cabezas cortadas, plumas amarradas o atadas
garra de ave con cordel con fragmentos de tejido. En algunos casos las plumas estaban ligadas con hilos de algodón
de fibra vegetal atado
y tenían la parte córnea doblada; con otro significado se encontraron partes córneas sin el
cm
resto de las plumas mismas.
palito de madera con hilo
0 5
cm
CAH 88 - sector y2 exp. 28 - q3
0 5
Son muy usuales las plumas de aves empleadas con pelo humano en adornos y diademas,
CAH 91 y13 exp. 49 q5 capa a niv. 2-5 en forma simple o en grupos ligados con hilos de algodón, a veces de colores. También se
hallaron plumas relacionadas con pequeños objetos de madera y atadas con ellos por medio
de pelo humano.

Fig. 19 Cahuachi, Zona B Sector Y13EXP49-Q5. Entre los hallazgos asociados a las aves hay que mencionar una tumba en forma de barbacoa
Objetos colocados como ofrenda en el relleno. Entre
ellos se notan plumas atadas, trencitas de pelo con que se encontró en el sector Y12, dedicada a un pelícano completo dentro del entierro. En
plumas. (Dibujo: Dolores Venturi).
varios casos se hallaron cuerpos de aves aislados, pero siempre colocados en los rellenos
Fig. 20 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector con la función de ofrenda. En las excavaciones del sector Y13 se descubrió un abanico casi
Y2EXP28-Q3. Entre las ofrendas votivas se encuentran
palitos atados con hilo y también garras de ave rapaz. completo de plumas de aves, así como diademas de plumas de colores, más frecuentemente
(Dibujo: Dolores Venturi).
de loros. También cabezas y plumas de cóndores, aunque no muy abundantes.
Fig. 21 Cahuachi, Sector Y4EXP12-T2. Es muy
frecuente encontrar huesos y otras partes del cuerpo
de camélidos. En este caso se observan dos patas Como ya se ha dicho, en varios sectores de Cahuachi se encontraron huesos y garras de aves
cortadas que fueron ofrendadas en una tumba Nasca CAH y4 exp. 12 t2
Tardío. (Dibujo: Dolores Venturi). cm utilizados como pendientes, a menudo amarrados con hilos o cordeles según un sentido
0 5

312 313
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

ofrenda o de amuleto. La piel también se utilizaba en diferentes formas, como lo demuestra


su presencia entre las ofrendas al centro ceremonial. Piel de vicuñas, en fragmentos cortados,
fue encontrada en raros casos. Las falanges son los huesos más frecuentes entre los materiales
utilizados como ofrenda, (Fig. 22) a veces pintadas de rojo y usadas como pendientes, mientras
que con los dientes se realizaban distintos collares. En las excavaciones de los rellenos de la
Gran Pirámide se hallaron también restos de falanges de camélidos envueltas en algodón
o pintadas de color rojo; los huesos habían sido trabajados para obtener una forma más
elaborada.

El pelo de los camélidos se trabajó de varias maneras, especialmente bajo forma de hilado,
trenzado y tejido; se encontraron pequeños ejemplares de fibra tosca, realizados sin uso del
telar y luego coloreados12.

Frecuentes son los hallazgos de huesos trabajados, sobre todo para realizar instrumentos
musicales y utensilios para tejer. En 1991, en el Recinto I del sector Y13 se hallaron 64
camélidos sacrificados en un acto ritual, antes de cubrir la superficie de un recinto ceremonial
y proceder al abandono del área. Otro camélido fue encontrado separadamente más arriba,
CAH 87 y1 exp. 22 q4. niv. 6
en la superficie del templete, sepultado bajo una capa de tierra utilizada como relleno. Los
cm camélidos habían sido ahorcados y tenían la misma orientación hacia al este, con el cuello
0 5 doblado hacia atrás.

Entre las ofrendas en Cahuachi se hallaron fragmentos de piel de camélido, de los cuales
Fig. 22 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1 EXP22-Q4. simbólico que desconocemos ; se registraron también envueltas en fibra natural de algodón
10 varios con huellas de colores rosados y rojos, algunos de ellos envolvían pequeños palitos
Los huesos de camélido, especialmente las falanges,
fueron utilizadas como ofrenda ritual en los rellenos para su protección. El hallazgo de collares de plumas rojas y amarillas o de plumas amarradas de madera. En un caso se encontró también un fragmento de piel ligada con un cordel y
de las estructuras. (Dibujo: Dolores Venturi).
con hilos de varios colores subraya la gran importancia de las aves en los rituales de las utilizada como amuleto. Son usuales las trenzas de pelos de camélidos con fines rituales.
Fig. 23 Cahuachi, Gran Pirámide, Sector Y8-EXP133-
Q3, Tumba 1, perteneciente a una fase de transición
colectividades que llegaban en peregrinaje hasta Cahuachi11.
Paracas-Nasca. A la altura del pecho del individuo Como se mencionó anteriormente, los ratones y las ratas constituyeron un elemento
se encontró el cuerpo de un perro (Canis familiaris),
colocado entre las diferentes ofrendas. (Foto: Otros animales particularmente frecuentes entre los restos de los rellenos del centro importante en las ofrendas al centro ceremonial y durante los rituales realizados en los
Giuseppe Orefici).
ceremonial son los camélidos, en su mayoría llamas, completos o en forma parcial. (Fig. 21) espacios sagrados. Entre los hallazgos más importantes se registraron cabezas de ratones
Son muy usuales las trenzas y los tejidos de pelo de camélidos, siempre con una función de dentro de la cascara de la pepa de lúcuma y otras tratadas como si fueran cabezas-trofeo. La
presencia de estos animales, ampliamente documentada en la iconografía cerámica, se asocia
10 Los más frecuentes son de aves de rapiña.
11 En las excavaciones de la Gran Pirámide se hallaron aves amarradas con fragmentos de textiles. En unos casos las plumas
de aves (loros) se encontraron atadas por medio de palitos de madera con hilos de algodón o cordeles de lana. Se hallaron 12 En la Pirámide Naranja se hallaron collares realizados con caracoles y huesos de camélido, así como tejidos de pequeño
también collares de partes córneas de las plumas sin otros elementos decorativos. tamaño y con uso ceremonial, fabricados con pelo de camélido trenzado y algodón.

314 315
Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

probablemente con su acción devastadora en los cultivos y en los almacenes. Por ende, no
parece raro encontrar entre las ofrendas de Cahuachi cuerpos de ratas completamente peladas
o sepultadas vivas13. En casos menos frecuentes se hallaron sapos disecados completos,
posiblemente relacionados con el culto al agua y a la fertilidad, así como son abundantes los
caracoles marinos y terrestres, probablemente utilizados con el mismo sentido.

q5 capa b niv. 4-5 n muro q6 capa sup. En todo el período de las excavaciones que se cumplieron durante el Proyecto Nasca,
muy raramente se hallaron restos óseos de perros, con excepción de un caso en el que se
encontró un animal completo (Drusini y Swindler, en impresión). El ejemplar fue hallado
en el entierro de un personaje perteneciente a la Fase II de Cahuachi, asociado a un relleno
Paracas Tardío. (Fig. 23) El perro, de pequeña dimensión, estaba ubicado en el hombro del
q5 t1 niv. 1-6
difunto, posiblemente sacrificado durante el ritual de la sepultura.

CAH 91 y 13 exp. 49
Entre las ofrendas de animales se encuentran numerosos cuyes, en diversas formas. En los
cm
0 5
entierros están asociados prevalentemente con la cerámica de ofrenda, pero se hallaron
CAH 88 - SECTOR y10 - EXP.37 - Q2 CAPA C niv. 7 Hallazgo 4
N. 3 conchas de abanico también en los materiales de relleno, utilizados para enterrar los templos de Cahuachi al
0 5
cm
final de las diferentes fases. Siendo uno de los alimentos más habituales de la población, es
bastante obvia su utilización como ofrenda durante las manifestaciones y los eventos rituales.
En Cahuachi se hallaron también pieles de cuy ligadas con hilos de algodón trenzados.

El material malacológico se presenta muy abundante en los rellenos artificiales. En muchos


casos se trata de valvas perforadas y utilizadas como pendientes, con huellas de trabajo
para obtener una mejor elaboración. Se hallaron collares de conchas, fragmentos de choros
Fig. 24 Cahuachi, Zona B, Gran Pirámide 2, Sector utilizados como colgantes, así como choros completos con función de ofrenda; a menudo los
Y10 EXP37-Q2, Hallazgo 4. Un grupo valvas de
Pectinidae halladas en el pequeño altar ceremonial choros contenían maíz en su interior. Muy frecuentemente se encontraron también conchas
del Precerámico. El material malacológico tuvo gran
importancia ya desde las épocas más tempranas. de Choromytilus14 con restos de colores dentro. Posiblemente se trata de materiales utilizados
(Dibujo: Dolores Venturi).
CAH 91 y 13 exp. 49 q3 / q5 capa a niv. 11 t1 en las actividades del centro ceremonial y asociados con la presencia de pinceles de pelo
Fig. 25 Cahuachi, Zona B Sector Y13 EXP49. Las humano y de camélido necesarios para pintar cerámica o textiles.
cm
ofrendas votivas de varios elementos, tal vez
acoplados, son muy frecuentes en todos los rellenos 0 5
de las estructuras. (Dibujo: Dolores Venturi).

Fig. 26 Cahuachi, Zona B Sector Y13 EXP49 Q3-Q5 13 En el sector Y13EXP48, al sur del Pasadizo 1 comunicante con la escalera que sube a la plataforma principal del templo, se
Tumba 1. También en las tumbas se encuentran, a encontró en un hoyo una rata sepultada viva y luego bañada con chicha morada, antes de sellar la superficie. En otros contextos
menudo, elementos de ofrenda de tipo dual. En este se hallaron roedores completamente sin piel y dejados en la superficie del centro ceremonial.
caso se trata de dos pedazos de caña palustre atados 14 Choromytilus chorus. Esta especie se caracteriza por su gran tamaño, que puede llegar a ser de 20 centímetros de largo. Sus
con hilos. (Dibujo: Dolores Venturi). valvas son de color negro o negro violáceo y presentan solo estrías concéntricas.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

Como muestra de otras especies de conchas marinas se hallaron numerosas valvas de También son usuales las parejas de corontas de maíz ligadas con hilos de colores de algodón o
Pectinidae (Fig. 24) (Pecten purpuratus), utilizadas como pendientes o como ofrendas15. Otro tipo unidas por una madera que las perfora, y se encontraron dos mazorcas envueltas en textiles ligados.
de concha que se usaba para realizar collares o placas pectorales era el Spondylus16, trabajado Con menor frecuencia las parejas de corontas están perforadas por dos agujas y posiblemente
cuando asumía la coloración roja; es indudable que las cuentas y placas de Spondylus tuvieron tienen un sentido diferente al de la simple unión entre dos entidades. En otras ocasiones se
un valor muy elevado en la simbología relacionada con el estatus de los personajes que tenían hallaron restos de dos diferentes corontas de maíz al interior de arcilla modelada alrededor suyo o
el privilegio de utilizarlas. envueltas en hojas de pacae. Las mazorcas completas son menos utilizadas, pero se encontraron
unos ejemplares que tenían el mismo tratamiento; se hallaron también hojas de chala de maíz
Entre las ofrendas votivas más frecuentes tenemos elementos acoplados, con características envueltas en cordeles de algodón, atados y cordeles que envolvían chala de maíz.
de dualidad, lo cual indicaría una forma de unión simbólica entre ellos o podría asociarse con
la conjunción de parejas y también con la de elementos distintos pero complementarios. Los La utilización de fragmentos de textiles fue bastante común, como lo demuestra el hallazgo
ejemplos más significativos son los representados por dos maderitas de pequeño tamaño, de varios fragmentos de tela simple de algodón, de bordados seleccionados y cortados, a veces
ligadas muy estrechamente entre sí, que pueden tener dimensiones y colores distintos. En unidos o envueltos por hilos de algodón. Menos frecuentes son las miniaturas de tejidos,
otros casos las maderas, a veces simples ramitas cortadas, están unidas a plumas de aves fragmentos de textiles con aguja enhebrada e hilos de colores, trozos de tela manchados con
y a textiles, siempre estrechamente amarradas con cordeles de algodón o lana. (Fig. 25) Es diferentes pigmentos, en particular el rojo. Abundan pequeñas esteras tejidas con función de
difícil comprender los diferentes significados expresados mediante la forma en la que se miniatura, fragmentos de textiles cortados y envueltos en hilos de colores, otros conteniendo
depositaban estas ofrendas o el tipo de material escogido. algodón natural con huellas de pintura, anillos de cordeles vegetales, soguillas de diferentes
tipologías y también tejidos y cordeles de lana y pelo humano.
Como ejemplo citamos las dos ramitas envueltas cada una estrechamente con hilos de colores
diferentes y luego amarradas con otro hilo. También hay ramitas ligadas entre ellas, una sola Los textiles pueden ser relacionados también al concepto de dualidad: a menudo se hallaron dos
de las cuales está envuelta con un estrecho hilo de color. Los palitos a veces se encuentran fragmentos anudados entre ellos o un solo fragmento con dos nudos puestos en las extremidades,
solos y, en este caso, siempre tienen las extremidades atadas con dos diferentes tipos de hilos así como fragmentos de arcilla envueltos en textiles llanos de algodón y en fajas tejidas. En
coloreados. Con menor frecuencia se hallaron fragmentos de caña palustre, (Fig. 26) tratados muchos casos los tejidos están asociados a pelo humano y a hilos de colores en algodón; entre
de la misma manera. Se registraron también parejas de pequeñas ramitas ligadas, pero los hallazgos más singulares se puede mencionar unas esferas de textiles trenzados con pelo
separadas y pendientes del mismo cordel de hilos vegetales y palitos envueltos en pellejos humano e hilos de colores. No es tan frecuente encontrar hondas ligadas entre ellas, a veces se
de camélido. Asimismo hay evidencias de grupos de ramitas colocadas paralelamente y hallaron hondas realizadas con fibras de colores. En el repertorio textil se encontraron también
envueltas en hilos de colores. En otros casos se encontraron huesos de aves ligadas y puestas miniaturas, entre las cuales unas almohadas de algodón, que hacen parte de objetos votivos,
juntas al interior de un atado de hilo de algodón. además de fajas de tela llana de algodón con bordados de diferentes tipologías.

Hay también varios elementos en los que es evidente una forma ritual de entrelazar hilos
15 Entre los hallazgos más recientes en la plaza al norte del Templo del Escalonado hubo un pequeño altar ceremonial con la y cordeles, como se observa en grupos de diferentes hilos de color amarrados entre ellos,
presencia de un hoyo con un perímetro formado por dos círculos excéntricos. Al interior se registraron cuatro lingotes de oro,
colocados alrededor de una Pectinidae calcinada y puesta en forma vertical. Evidentemente, tenía un valor simbólico que no cordeles unidos en pareja, otros asociados con plumas de colores y también anillos de soguilla
estamos en grado de relacionar con el tipo de concha.
16 Spondylus princeps. Esta concha, de tipo tropical, presente sobre todo en la faja ecuatorial de la costa del Pacífico, era cono- de lana. En algunos casos se hallaron cordeles con grumos de arcilla colocados húmedos y
cida como mullu en la época incaica. Tenía un enorme valor simbólico y se utilizaba en todo el Perú en las ceremonias dedicadas
a las divinidades. Para obtenerla se hacían intercambios también a larga distancia. dejados secar, siempre en el número de dos unidades. Los hilos de colores aparecen, a veces,

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo XII La muerte y el sacrificio

Lado sur muro E-W

Fragmento de mate burilado

CAH 87 - y1 - EXP.22 - Q3 niv. 6/7 capa b CAH - y1 - EXP.14 - Q3 niv. 5 capa b


cm
0 5

CAH 88 - SECTOR Y1 - EXP.29 - Q3 - Compart.2 - Nivel 7 CAH 87 - y2 - EXP.19 - Q4


cm cm
0 5 0 5

Fig. 27 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP22-Q3. asociados con fragmentos de cuero anudados y torcidos. Ocasionalmente fueron encontrados Fig. 29 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP29- En la mayoría de los hallazgos el pelo humano estaba relacionado con cordeles o hilos de
Los fragmentos de mates pirograbados son uno de Q3 Compartimiento 2. Pequeña muñeca elaborada
los materiales ofrendados con m8as frecuencia. Este dos ovillos de cordeles ligados entre ellos y otros de lana y algodón juntos, subrayando el con tela y cabellos humanos, dejada como ofrenda. algodón; se encontró en forma de trenzado, de mechones, con partes del cuero cabelludo o
hallazgo tiene grabadas alguna figuras de un felino. (Dibujo: Dolores Venturi).
(Dibujo: Dolores Venturi). concepto de dualidad. Los cordeles de algodón fueron utilizados también como elemento envuelto en hilos de colores en forma torcida. Frecuentemente se hallaron adornos preparados
Fig.30 Cahuachi, Templo del Escalonado, Sector
Fig. 28 Cahuachi, Montículo 1, Sector Y1EXP14- de amarre para diferentes vegetales, entre los cuales ajíes en secuencia o aislados formando Y2EXP19-Q4. Entre las ofrendas vegetales se con trencitas de cabellos sustentadas por hilos de algodón o diademas hechas con pelo
Q3. Fragmento de mate pirograbado que evidencia encuentra gran variedad de todas las especies
la figura parcial de un antropomorfo llevando un
collares. Sin embargo hay ejemplos donde los cordeles fueron asociados con pelo humano utilizadas por los Nasca. Aquí se puede observar la
humano tejido. En unos casos menos frecuentes se registraron mechones conteniendo dos
diadema y un cuchillo en la mano. (Dibujo: Dolores utilizado en diferentes formas. cáscara bien conservada de 5 jíquimas (Pachyrrhizus fragmentos de caña palustre. En las excavaciones de la Gran Pirámide se encontraron ovillos
Venturi). tuberosus). (Dibujo: Dolores Venturi).
y pinceles muy finos de pelo humano, dejados en los rellenos artificiales, como también
Entre los materiales vinculados con la textilería hay que mencionar el hallazgo de agujas, bolas de textiles unidos con cabellos e hilos de colores.
también en forma dual, como resulta evidente en el caso de un par de ellas enhebradas
en el mismo hilo de algodón o envueltas entre hilos de colores. La planta del algodón se Entre los elementos poco frecuentes en las ofrendas presentes en los rellenos, hay que
encuentra en las ofrendas no solo bajo forma de hilado, sino también usando el copo como mencionar los tiestos de cerámica, trabajados en forma de pendientes, miniaturas o aislando
envoltorio de hilos de colores o embebido de pigmentos y empleado a modo de pincel; sus figuras míticas y deidades. Se encontraron asimismo fragmentos de madera trabajada,
flores disecadas eran cosidas entre ellas para formar collares. pintada o incisa; hay ejemplos de figuritas lígneas ligadas con hilos de algodón, representando

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

personajes sin cabeza; también cilindros de madera envueltos en cordeles de algodón y otros los brazos y las manos desproporcionados para indicar la fuerza chamánica del personaje
fragmentos tallados con figura de felino. Entre los materiales hay que mencionar también representado19. Los metales están casi totalmente ausentes, con excepción de agujas de
tampones de madera con algodón natural, ligado con mucho cuidado en sus extremidades. En cobre halladas esporádicamente. Están presentes materiales en hueso trabajado, entre los
los rellenos tenemos una gran variedad de utensilios lígneos, entre los cuales se encontraron cuales unas cabecitas con agujeros que representan los ojos, huesos humanos utilizados
cucharas y tupus. Hay también instrumentos para cavar arcilla utilizados en los diferentes como pendientes de un hilo de algodón, estuches de caña para contener agujas, huesos
momentos de la vida ceremonial de Cahuachi para modificar la superficie natural arcillosa. pintados. Se halló también un pico de botella en el cual fueron introducidos un fragmento
de textil y algodón con hilos de colores.
Entre los objetos líticos hay que mencionar piedras envueltas en hilos de colores, fragmentos
de lajas grabadas con iconografía muy incierta, pendientes, piedras perforadas, cantos Entre los vegetales se encontró gran cantidad de todas las especies mayormente utilizadas
envueltos en tejidos llanos de algodón. Se hallaron también fragmentos de caliche utilizados por la población, (Fig. 30) entre las cuales yuca, camote, guayaba, semillas de zapallo, achira,
para contener líquidos o incisos con figuras de felino, fragmentos de moldes para fusiones maíz morado, frutos y hojas de pacae20, pallares y frejoles, hojas de coca y restos de San Pedro
de metales y puntas de obsidiana finamente trabajadas. usados como alucinógenos. La función de los restos vegetales en un contexto sagrado como
Cahuachi se relacionaba no solo con la nutrición humana, más bien asumía un significado de
Los mates burilados y pintados o pirograbados son frecuentes, (Fig. 27, 28) así como las ofrenda alimentaria en los templos dedicados a los dioses que dominaban el pantheon Nasca,
cortezas anudadas y pintadas o solamente torcidas. como también a los personajes enterrados junto a su ajuar funerario. Los vegetales fueron
también transformados de varias maneras según un pensamiento que desconocemos, como
Entre los materiales hallados en los rellenos hay que señalar las tapas de madera utilizadas se observa analizando pepas de lúcuma perforadas, trenzas de vegetales juntas y ligadas
para cerrar los contenedores ceremoniales, fragmentos de estólicas, buriles en obsidiana17, para ser utilizadas como collar, anillos realizados con hojas de plantas diferentes, atados de
peines para tejer, piruros, fragmentos de enlucido grabado, pintado o en bulto, artefactos en ramitas envueltas en algodón, nudos de junco, vigas de hojas de pacae y palitos de madera.
hueso y madera, piedras pintadas, sandalias de piel de camélido, instrumentos musicales
de cerámica como silbatos y antaras completas. Se encuentran frecuentemente fragmentos En los rellenos de Cahuachi, o en conexión con la superficie de recintos cubiertos por los
de redes para pescar, pequeñas bolsas realizadas con vegetales amarrados, fragmentos de rellenos, hay que subrayar la importancia ritual de los entierros de sacrificios de materiales
guarango fósil y medidores en madera para polvos o minerales. votivos de valor cultural muy elevado. Prevalentemente en las esquinas de recintos
ceremoniales o en diferentes ambientes al interior de los espacios templares se hallaron
Muy peculiares son las pequeñas bolsas de tejido y de cuero, de uso ceremonial; las grandes cantidades de cerámica rota expresamente y que hicieron parte de acciones
muñequitas de algodón, (Fig. 29) realizadas con hilos de colores; muchas figuritas humanas sacrificales. Posiblemente, al final de ciclos vitales del centro ceremonial y cumplidas las
de arcilla cruda, algunas vestidas18. En ciertos casos las muñequitas de algodón tenían fases que caracterizaron los momentos constructivos, se realizaron sacrificios de objetos
dejados luego en el piso o mezclados a los rellenos utilizados para cubrir los espacios de
17 En efecto, se trata de dos ejemplares (uno del sector Y2 y otro encontrado en el sector Y11): en el primer caso A.J. Tomas- los edificios antiguos. El sistema de realizar sacrificios colectivos de material cerámico no
zewski (1989), especialista en lítica del Museo Arqueológico de Varsovia, sugirió esta interpretación aunque poniendo un signo
interrogante. En el segundo caso, el arqueólogo Steven Ikonomidis (1991-1993), especializado en lítica en la Universidad de es una prerrogativa de los Nasca, más bien de diferentes expresiones culturales del Perú
Milán, confirió a la pieza una función dual: de buril y de perforador. Sabemos que la tipología lítica está sometida a menudo
a interpretaciones de contexto y, por ende, la determinación y clasificación de los utensilios se basa en criterios tecnológicos y
morfológicos elaborados por las escuelas que establecieron criterios para sistematizar esta materia. 19 En la amplia bibliografía sobre los “Grandes Manos”, personajes que en la literatura antropológica internacional son re-
18 En las excavaciones de la Gran Pirámide de la Zona A de Cahuachi se hallaron numerosas muñecas de arcilla no cocida, presentados con manos desproporcionadas, esta peculiaridad está interpretada como un elemento que subraya los poderes de
muchas de las cuales vestidas con fragmentos de tela llana de algodón. No fue posible determinar el sexo de los personajes su fuerza interior (para citar algunos: Gavaldo, 2004; De Cola, 2004; Anati, 2003; Guffroy, 2003).
representados.Unas figuritas tenían mechones de pelo humano para representar el cabello. 20 En algunos casos las hojas de pacae están envueltas en cordeles vegetales.

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Cahuachi, Capital teocrática Nasca Capítulo I Ambiente

precolombino. En varias ocasiones se hallaron ofrendas al centro ceremonial expresando el


concepto de sacrificio y de muerte. En el caso de la cerámica, tenemos varios hallazgos que Durante las remodelaciones arquitectónicas correspondientes a los cambios de fase se
muestran las características de esta actividad21. En el área de la Gran Pirámide, en el sector realizaron sacrificios de materiales como cerámicas, instrumentos musicales y otros artefactos
denominado Y2 que incluye el Templo del Escalonado y la Pirámide Naranja, se hallaron utilizados con fines ceremoniales; cronológicamente la mayoría de los materiales pertenece
desde 1986 muchas cerámicas rotas expresamente, de elevado valor estético y ceremonial. a la IV Fase de Cahuachi; es decir, al momento anterior a su abandono. En todos los rellenos
En los años sucesivos, con la realización de la puesta en valor del sector, se halló en la se encontraron numerosos fragmentos de cerámica ceremonial, producto de los sacrificios
esquina noroeste de la Plaza Inferior una acumulación de fragmentos de objetos cerámicos colectivos que los peregrinos realizaban durante las ceremonias. Con este sistema los
incompletos, con muchos faltantes que habían sido desperdigados en otros sectores. Se trata sacerdotes tenían el control de los materiales cerámicos, textiles y de los amuletos ofrecidos
de uno de los hallazgos más sorprendentes de cerámica sacrificada en Cahuachi hecho por a la población a cambio de sus servicios. De esta manera no había acumulación de riqueza al
el Proyecto Nasca. Entre las piezas más importantes se registró una orca marina en bulto con exterior del área de Cahuachi, obligando a los peregrinos a regresar al centro ceremonial con
más de 60 centímetros de largo, muchas vasijas con decoraciones en forma de estrella y otros la finalidad de conseguir nuevos productos sagrados destinados a ser sacrificados en otros
ejemplos de cerámica en bulto de rara belleza. eventos religiosos.

Entre los sacrificios que expresaban el concepto de muerte de materiales que dejaban de
ser utilizados, hay que remarcar también el hallazgo de un enorme depósito de textiles22
conteniendo trajes ceremoniales empleados durante los rituales de Cahuachi. El conjunto
se encontró bajo un techo de barbacoa y, entre los textiles doblados con cura minuciosa, se
hallaron vegetales mezclados con piedras de valores, y utensilios relacionados con la textilería,
que habían sido puestos como ofrenda a los indumentos. Los tejidos y los trajes ceremoniales
fueron hallados dentro de dos grandes envoltorios de tela llana de algodón que a su vez
contenía 64 bultos. Después de su apertura y limpieza se encontraron más de 200 textiles,
en su mayoría utilizados en fajas para confeccionar trajes ceremoniales, prevalentemente
femeninos. Entre los indumentos se hallaron unos destinados a niños, confirmando su rol
activo en las ceremonias de Cahuachi.

En el centro de la Plaza Hundida, en el lado norte de la Gran Pirámide, se encontró una


gran ofrenda de casi 400 kilos de maíz morado, puesto en ocasión del entierro definitivo
de la plaza. La ofrenda fue sepultada por la capa de relleno artificial que recubrió toda la
estructura.

21 En el Y13 se hallaron 27 antaras sacrificadas y rotas, poniendo los fragmentos al interior de la grieta dejada por el terremoto
de la IV Fase arquitectónica de Cahuachi como ofrenda. Las antaras fueron colocadas antes de recubrir por completo la super-
ficie del templete y deponer un camélido sacrificado, ahorcado y ubicado con el cuello volteado hacia atrás. En el Gran Templo
la transición de la Fase III a la IV fue subrayada por el sacrificio de miles de antaras de cerámica que fueron sepultadas debajo
de la superficie del templo de la fase sucesiva.
22 Cahuachi, 1998, sector Y16.

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