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PRACTICA FORENSE

UNIDAD III

MESA DISTRIBUIDORA DE EXPEDIENTES

esa Única Informatizada de Expedientes el cargo suscripto por el encargado de


dicho organismo producirá los efectos del art. 121 C.P.C., en cuanto a la fecha y
hora de presentación de la demanda.

PRESENTACIÓN DE ESCRITOS EN LOS JUZGADOS. CONTINGENCIAS


GENERALES:

Constancia de presentación: A solicitud del interesado, el

Encargado de Mesa de Entradas dejará constancia bajo su firma

debidamente aclarada y en la copia del escrito presentado, de la hora,

día, mes y año en que fue entregado el original. La copia deberá ser

acompañada por el interesado y en el acto devuelta con la constancia

pertinente.

http://www.jusentrerios.gov.ar/biblioteca/reglamentoparaelfuerocivilycomercialdel-
poderjudicialdeentrerios/ 4/55

foja donde aquél fue ordenado. Cuando correspondiere la devolución de

las piezas desglosadas éstas se entregarán al presentante bajo recibo

en autos. Transcurrido un mes sin ser retiradas, serán destruidas, salvo

que se trate de documentos, en cuyo caso se reservarán en Secretaría.

El desglose de escritos se efectivizará una vez firme la resolución que lo

dispuso.

2.4. Pedidos en diligencias (art. 114 C.P.C.): La anotación de

peticiones que autoriza el art. 114 C.P.C. deberá asentarse mediante


escritura clara y legible, debiendo su contenido ser preciso y breve.

Firmado por el peticionante, se consignará a continuación fecha y hora

de la diligencia que también suscribirá el encargado de mesa de

entradas.

2.5. Copias: Las copias que se acompañen por imperio del art. 117 del

C.P.C. deberán ser fácilmente legibles y reunir los demás recaudos del

art. 2.1. Las copias glosadas al expediente o reservadas en Secretaría

se conservarán por el término mínimo de seis (6) meses, vencido el

cual podrán ser destruidas.

2.6. Cargo: El cargo de presentación de todo escrito judicial será

autorizado por el encargado de mesa de entradas y en él deberá

constar:

a) Día, mes, año y hora en que se verificó la presentación, datos que se

consignarán con sello fechador y/o fechador mecánico.

b) Constancia de la existencia o no de las copias exigidas por el art. 117

C.P.C. y en caso afirmativo, indicación de la cantidad de juegos

acompañados y número de fojas correspondiente a cada uno de ellos.

c) No será necesaria la individualización ni la firma de la persona que

presentó el escrito.

d) Se dejará constancia de la documental y toda otra pieza que se

acompañe con el escrito.

e) En las jurisdicciones donde funcione el sistema de Mesa Única Informatizada de

Expedientes el cargo suscripto por el encargado de dicho organismo producirá los


efectos del art. 121 C.P.C., en cuanto a la fecha y hora de presentación de la
demanda.

2.7. Claros, enmiendas, testaduras e interlineaciones: Los escritos

judiciales deberán presentarse sin claros. Las enmiendas, testaduras e

interlineaciones deberán ser salvadas antes de la firma. En el caso del

testado se indicara la o las palabras sobre las que refiera el mismo

(TESTADO: “….”, NO VALE). En la enmienda o interlineado se indicará la

o las palabras a que refieran (ENMENDADO: “…”. VALE). Lo salvado

contendrá las palabras por entero excepto cuando corresponda a


un19/4/2017
Poder Judicial de Entre Ríos – “REGLAMENTO PARA EL FUERO CIVIL Y COMER
CIAL DEL PODER JUDICIAL DE ENTRE RÍOS

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poderjudicialdeentrerios/ 5/55

párrafo de diez (10) palabras o más, en cuyo caso podrá citarse la

primera y última palabra. Cuando se teste, se lo hará de forma tal que

posibilite la lectura del texto suprimido.

2.8. Aclaración de firmas: La firma de los Magistrados, Secretarios y

demás Funcionarios, como así también la de las partes y la de los

abogados y procuradores que actúen en el expediente deberán estar

debidamente aclaradas al pie. Los abogados y procuradores indicarán

además el tomo, folio y número de la matrícula de su inscripción.

2.9. Incumplimiento: En el supuesto de incumplimiento de los

recaudos establecidos en los arts. 1.2, 2.1. y 2.8. el Juzgado intimará al


presentante la subsanación de las deficiencias advertidas en el plazo

que determine y bajo apercibimiento de devolución y desglose del

escrito de que se trate. Tal intimación será notificada personalmente o

por cédula (art. 132, inciso 6°, C.P.C.).

INCIDENTES

Se denomina "incidente" a toda cuestión contenciosa que surge en

el transcurso de un proceso y que tiene relación con su objeto principal,

de carácter accesorio o por conexidad.

Se suele distinguir entre los incidentes, que son cuestiones de alguna

importancia que pueden requerir cierta actividad probatoria o un deba-

te complejo de derecho, y cuya solución puede tener influencia en la de-

cisión definitiva del proceso principal, y las incidencias, cuya resolución

comúnmente requiere una simple tramitación, que involucra un planteo

y una contestación (v.gr.: las que se suscitan dentro de las audiencias).

Tenemos también los procesos incidentales, cuyo trámite autónomo

puede ser ordinario o sumario, pero que por su conexión es atraído al

proceso principal (tal es el caso de los juicios iniciados contra una suce-

sión o una quiebra, o los de cesación, aumento o disminución de la cuo-

ta alimentaria, etc.). Estos procesos pueden tener sus propios incidentes

o incidencias.

Los incidentes pueden estar reglados (como es el caso de la redar-

gución de falsedad, la citación de terceros, la nulidad de la notificación,


las recusaciones, etc.) o no (promoción de excepciones, acuse de negli-

gencia, etc.).

1. Procedimiento

El incidente es tramitado por pieza separada (se trata de un expe-

diente separado, unido al principal "por cuerda", cuya carátula dirá, por

ejemplo, "A.A.A. v. B.B.B. s/cobro de pesos, shncidente de redargución

de falsedad"), que se formará con el escrito que lo promueva y las co-

pias de la resolución y de las piezas necesarias del expediente principal

que lo motiven y que indiquen las partes (art. 177, CPCCN). No suspen-

de el proceso principal, salvo que así lo disponga el ordenamiento ritual,

o el juez lo considere necesario por la naturaleza del juicio (art. 176,

CPCCN).

Por tratarse de una demanda incidental, en lo pertinente se debe

aplicar a esas presentaciones el art. 330, CPCCN, como también se de-

berá ofrecer la prueba de que intenten valerse las partes en ese inciden-

te, además de acompafíar la prueba documental.

Si el incidente fuera manifiestamente improcedente, el juez podrá

rechazarlo in limine, resolución que se podrá apelar, y que se concederá

con efecto devolutivo (art. 179, CPCCN). EL PROCESO JUDICIAL 167

De otra forma, se dará traslado (notificado por cédula o personal-

mente) a la parte contraria por el término de cinco días, y ésta también

deberá contestarlo en el mismo plazo y acompañar la prueba documen-

tal y ofrecer la restante (art. 180, CPCCN).


Una vez que se produzca la contestación, el juez fijará las audiencias

de prueba (si fueran necesarias) dentro del término de diez días (art. 181,

CPCCN) y proveerá la restante prueba ofrecida, a la cual se le aplicarán

las normas generales de la prugba, con las limitaciones de que no se ad-

mitirán consultores técnicos nf más de cinco testigos por cada parte. Di-

cha audiencia podrá prorrogarse por el término de otros diez días por

una única vez (art. 182, CPCCN). Todas las declaraciones deberán ha-

cerse en el tribunal, cualquiera sea el domicilio de los testigos.

Una vez realizada la prueba, o contestado el traslado si no se ofre-

ciera ninguna, el juez resolverá el incidente sin más trámite (art. 185,

CPCCN), dentro del plazo de diez días. La resolución será apelable en

relación y con efecto suspensivo (en el proceso y sumarísimo rige el

art. 498, inc. 6).

El art. 186, CPCCN, prevé que todos los incidentes deben promo-

verse en forma conjunta, cuando ello fuera posible, bajo pena de cadu-

cidad de aquellos que no se articularon juntamente cuando era posible

hacerlo.

ACUMULACION DE PROCESOS:
Hay una variada posibilidad, analizada y solucionada por la juris-

prudencia de los viejos tribunales especiales en lo civil y comercial, aho-

ra sustituidos por los civiles.

~ecordamos que la acumulación es procedente cuando hay identi-

dad de sujetos y de causa y se dan los requisitos del art. 188, CPCCN.

Citamos, como ejemplos, los siguienfes:

- no cabe acumular la acción de desalojo por vencimiento de con-

trato y la acción por consignación de alquileres. Tampoco con el juicio

ejecutivo de alquileres;

- sí cabe acumular la acción de desaloio por intrusión con la ac-

ción de escrituración, porque es posible el diCtado de sentencias contra-

dictorias en ambos procesos y la acumulación significará el dictado de

una sola contemplativa de todos los derechos invocados en ambos pro-

cesos. También cabe acumular dos acciones de desalojo iniciadas los

mismos locadores contra distintos locatarios que alquilan sendas habita-

ciones de un mismo inmueble, por vencimiento de contrato.

MEDIDAS CAUTELARES:

1. Nocio~~s GENERALES

Cuando nos referimos a la actividad profesional previa a la deman-

da, estamos hablando de la necesidad dé considerar-la solvencia de la

contraria, para saber si en el caso de obtener una sentencia favorable se

la podrá hacer cumplir ejecutando sus bienes y/o inhibiéndolo.

Las medidas cautelares tienen como finalidad impedir que el dere-


cho que se reclama en un juicio pierda su eficacia mientras éste dura, a

la espera de la sentencia.

Podemos hablar de un proceso cautelar, en el cual el juez, a pedido

de la parte interesada, sin escuchar a la otra y tras evaluar las pruebas

aportadas por la peticionante, resuelve dictar la medida cautelar solici-

tada u otra y no debe interpretarse en forma restrictiva.

Si hablamos de c~proc~so", ello significa que el pedido de medida

cautelar, hecho en un escrito -similar a una demanda-, dará comienzo

a un expediente nuevo que tramitará ante el mismo juez-donde se venti-

lará el derecho que se quiere proteger con la medida.

Las providencias cautelares podrán ser solicitadas antes o después

de deducida la demanda, a menos que de la ley resultase que ésta debe

entablarse previamente (art. 195, CPCCN, según art. 14, ley 25.453).

El expediente queda reservado hasta tanto se ejecute la medida or-

denada.

Como veremos, para que el juez dicte una medida deben estar cum-

plidos ciertos requisitos. Sólo entonces el abogado podrá peticionar con-

forme a derecho y trabar la medida que pretende.

La resolución es apelable, y puede ser aumentada, rectificada o dis-

minnida, así como también susti tuida y transformada (p. ej ., anotación

de litis por embargo). 234 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

11. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA

+
l. Verosimilitud del derecho

Ante todo, el derecho que se pretende proteger debe resultar verosí-

mil, según las pruebas acreditantes del derecho invocado.

Esta exigencia obedece a que las medidas cautelares son dictadas in-

audita parte, sin sustanciación, esto es, sin escuchar a la persona afec-

tada por la medida. Es una característica de las cautelares, y por ello el

ordenamiento jurídico manda extremar los recaudos, para asegurarle

mínimamente al juez que con la medida en cuestión protegerá un dere-

cho verosímil.

2. Peligro en la demora

En cada caso, el juez evaluará si existe peligro de perder la eficacia

del derecho, de no dictarse la medida cautelar en cuestión. Cuando de-

morar la protección del derecho acarrearía un grave perjuicio real y con-

creto para su titular, existe entonces peligro en la demora.

3, Contracautela (arts, 199 a 201, CPCCN)

Dado que se las resuelve inaudita parte, la parte interesada debe dar

garantía de responder por los daños y perjuicios eventualmente produ-

cidos a la parte afectada por la medida. El monto de esa garantía sue-

le ser calculado por el juez en un porcentaje del monto total a proteger

con la medida.

Esa garantía se materializa por medio de una contracautela que

puede ser real, personal o juratoria, según sea, respectivamente, menor

o mayor la verosimilitud del derecho. El juez fija el tipo de contracaute-


la que ha de prestar el solicitante.

La contracautela real se presta, por ejemplo, inscribiendo un auto-

embargo sobre un bien propio del solicitante, por el monto de la contra-

cautela fijada por el juez, o depositando dicha suma en dinero efectivo

-mediante depósito judicial en el expediente-, etc.

La contracautela personal significa que otra persona saldrá como

garante de los eventuales daños y perjuicios.

La contracautela iuratoria implica aue el solicitante deberá presen-

I .l.

tarse en el expediente cautelar y prestar juramento de responder por to-

dos los daños que la medida pueda producir.

Una vez que la contracautela está prestada de conformidad con lo

resuelto por el juez, se podrá trabar la medida ordenada. MEDIDAS CAUTELARES


235

Algunas personas están exentas de prestar la contracautela, en méri-

to a su reconocida solvencia, como la Nación, sus provincias, una repar-

tición, una municipalidad, o aquella que justifique ser reconocidamente

abonada. Asimismo, se encuentra exento quien haya obtenido el benefi-

cio de litigar sin gastos (art. 200, CPCCN).

I I I . EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN C&JE LAS DENIEGA

Si el juez deniega la medida solicitada, lo hará por falta de algún re-

quisito para su procedencia, por lo que la parte puede solicitarla en cual-


quier otro momento, dentro del mismo expediente, siempre que haya

dado cumplimiento a dicho requisito.

Sin perjuicio de esto, cabe señalar que todas las medidas son pro-

visionales, es decir, que subsistirán en la medida en que subsistan las

circunstancias que les dieron fundamento. Dado este carácter, también

pueden ser ampliadas, mejoradas o sustituidas, a pedido del acreedor;

el deudor también puede pedir la sustitución, ofreciendo otros bienes de

igual valor, o la reducción del monto, si correspondiera.

Ik CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES (ART. 207, C P C C N ,

REFORMADO POR LEY 26.589)

El proceso cautelar puede iniciarse antes de la demanda ordinaria.

En ese laso, el peticionante que ha logrado el dictado de la medida soli-

citada tiene un plazo perentorio de diez días -desde el día de la traba-

para iniciar la demanda ordinaria o para iniciar el proceso de mediación

obligatorio. En. el caso de la prohibic'ión de contratar, el plazo para inter-

ponerla es de cinco días (art. 231, CPCCN).

Si así no lo hiciera, la parte áfectada por la medida puede pedirla,

o el propio juez puede decretar -de oficio- la caducidad de la medi-

da cautelar. Esto significa que será dejada sin efecto, procediendo su le-

vantamiento, y debiendo pagar las costas del proceso cautelar el peticio-

nante.

De todos modos, éste podrá solicitar nuevamente ésa u otra medi-

da, una vez iniciada la demanda de fondo, siempre que concurran todos
los requisitos de procedencia.

También caducan, por el transcurso del tiempo, las medidas tra-

badas: los embargos e inhibiciones se extinguen a los cinco anos de su

inscripción en el registro respectivo, debiendo el acreedor solicitar su

reinscripción antes del vencimiento del plazo para evitar la caducidad

cautelar (art. 207, CPCCN). 236 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

V. ENUMERACI~N DE LAS MEDIDAS CAUTELARES

No existe un número cerrado de medidas. El CPCCN enumera, en-

tre los arts. 209 y 237, las siguientes:

- embargo preventivo;

- secuestro;

- intervención judicial;

- anotación de litis;

- prohibición de innovar;

- prohibición de contratar;

- inhibición general de bienes;

- protección de personas;

- medidas cautelares genéricas (art. 1295, CCiv., y otros del dere-

cho sustantivo).

Sin perjuicio de detenernos en cada una de las medidas menciona-

das, debemos destacar que no son las únicas, porque, como bien dispo-

ne el art. 232, CPCCN:

Art. 232. Medidas cautelares genéricas.- Fuera de los casos previs-


tos en los artículos precedentes, quien tuviere fundado motivo para temer

que durante el tiempo anterior al reconocimiento judicial de su derecho,

éste pudiere sufrir un perjuicio inminente o irreparable, podrá solicitar las

medidas urgentes que, según las circunstancias, fueren más aptas para ase-

gurar provisionalmente el cumplimiento de la sentencia.


UNIDAD IV:

PROCESO DE CONOCIMIENTO:

Procesos de conocimiento. Entre ellos se encontraban el proce-

so ordinario, el sumario y el sumarísimo. En estos procesos se

produ-

ce un alto grado de cognoscitividad, por parte del juez, de la

relación

jurídica existente entre las partes, para obtener una sentencia

declara-

tiva de certeza. El proceso tipo es el ordinario, ya que todo aquel

ob-

jeto que no tenga un proceso determinado tramitará bajo sus

normas

(art. 319, CPCCN), pero el proceso que más aplicación tenía hasta

la

reforma introducida por la ley 25.488 era el sumario. En este

sentido
debe destacarse que la reforma aludida ha suprimido el proceso

suma-

rio, por lo cual han quedado como vía de conocimiento los

procesos or-

dinario y sumarísimo. No debe perderse de vista que el proceso

ordina-

rio ha adquirido características del derogado proceso sumario, a

saber:

el art. 333 del CPCCN dispone que deberá acompañarse la prueba

do-

cumental y ofrecerse la restante prueba de la que intenten valerse

junta-

mente con la demanda; y el art. 338 del CPCCN dispone que las

excep-

ciones deberán oponerse juntamente con la contestación de la

demanda

o reconvención. Debemos destacar también que dispone el art. 319

del

CPCCN que cuando las leyes remitan al juicio o proceso sumario se

en-

tenderá que el litigio tramitará conforme el procedimiento del

juicio or-
dinario. Dentro de estos procesos está la acción meramente

declarati-

va, siempre y cuando el juez no considere que debe tramitar por

otra vía

(art. 322, CPCCN).

b) Procesos cautelares. Son aquellos procesos contemplados como

medidas cautelares (arts. 19.5 ,a 237, CPCCN).

C) Procesos de ejecución. Dentro de estos procesos se incluyen

las

ejecuciones de sentencias (procesos ejecutorios), el juicio

ejecutivo en ge-

neral y los juicios ejecutivos especiales, los exequatur (conversión

en tí-

tulo ejecutivo de una sentencia extranjera).

d) Procesos especiales. Los procesos especiales pueden tener

un

procedimiento propio (alimentos, insanias, etc.), remitir a otros

pro-

cesos con algunas modificaciones propias de su tramitación

(desalojo

-art. 6 8 S-), o ser simples remisiones (interdictos, rendición de

cuen-
tas, etc.). 1 64 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

e) Procesos universales. Son aquellos que involucran todo un pa-

trimonio. Entre ellos están la sucesión y los procesos

concursales

(ley 24.522).

f ) Procesos arbitrales. Son procesos extrajudiciales en los cuales

las

partes, por acuerdo de voluntades, se someten a tribunales

especiales,

con reglas propias y adaptables a cada caso en partictilar (juicio

arbitral

o de amigables componedores).

g) Procesos voluntarios. Se trata de procedimientos en donde no

hay ningún tipo de conflicto, ya que son un grupo de actuaciones

ten-

dientes a conseguir reconocimientos, como autorizaciones para

ejercer

determinados actos, entre las cuales se hallan la autorización para

con-

traer matrimonio, tutela, curatela, etc., aunque en determinados

casos
pueden tornarse contradictorios, cuando su petición afecte el

derecho de

otra persona.

h) Procesos establecidos en leyes especiales. Entre ellos se

encuen-

tran el divorcio vincular por presentación conjunta, el divorcio por

la

causal objetiva del art. 214, CCiv. (ley 23.515), la ausencia con

presun-

ción de fallecimiento (ley 14.394), la adopción (ley 24.779,

incorpora-

da al Código Civil en los arts. 311 a 340), el proceso laboral (ley

18.345

y sus modificatorias) y de la seguridad social, el proceso

administrativo

(ley 19.549), el proceso concursa1 (ley 24.542 y sus

modificatorias), el

amparo (ley 16.986 y decreto reglamentario 92911967) y el proceso

fis-

cal (ley 11.683), por nombrar algunos de ellos.

Debemos señalar que en los juicios de conocimiento el juez tiene


una amplia información de la relación jurídica debatida en autos,

del

conflicto que las partes ventilan, con un gran margen de prueba de

los

hechos alegados por aquéllas, el cual disminuye mucho en el

sumarísi-

mo, hasta desaparecer en el ejecutivo, porque dicha

cognoscitividad se

halla suplida por el título -calidad que la ley le reconoce a dicho

títu-

lo- (proceso ejecutivo), o porque ya existió un conocimiento

previo

(ejecución de sentencia).

1. ~ m b i t o de aplicación de los procesos de conocimiento

El proceso ordinario es bastante usual. Convergen en él todas

aque-

llas cuestiones que no tengan un procedimiento designado.

Al respecto, dispone el CPCCN:

Art. 3 19. Principio general.- Todas las contiendas judiciales que

no

tuvieren señalada una tramitación especial, serán ventiladas en

juicio or-
dinario, salvo cuando este Código autoriza al juez a determinar la

clase de

proceso aplicable.

Cuando leyes especiales remitan al juicio o proceso sumario se

enten-

derá que el litigio tramitará conforme el procedimiento del juicio

ordina- EL PROCESO JUDICIAL 165

rio. Cuando la controversia versare sobre derechos que no sean

apreciables

en dinero, o existan dudas sobre el valor reclamado y no

correspondiere

juicio sumarísimo, o un proceso especial, el juez determinará el

tipo de

proceso aplicable.

En estos casos, así como en todos aquellos en que este Código

autori-

za al juez a fijar la clase de juicio, la resolución será irrecurrible.

En el caso del juicio sumarísimo, prevé el CPCCN:

Art. 321. Proceso sumarísimo.- Será aplicable el procedimiento es-

tablecido en el art. 498:


1) a los procesos de conocimiento en los que el valor cuestionado

no

exceda de la suma de $5.000;

2) cuando se reclamase contra un acto u omisión de un particular

que, en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o

amenace con

arbitrariedad o ilegalidad manifiesta algún derecho o garantía

explícita

o implícitamente reconocidos por la Constitución Nacional,

siempre que

fuere necesaria la reparación urgente del perjuicio o la cesación

inmedia-

ta de los efectos del acto, y la cuestión, por su naturaleza, no deba

sustan-

ciarse por alguno de los procesos establecidos por este Código u

otras le-

yes, que le brinden la tutela inmediata y efectiva a que está

destinada esta

vía acelerada de protección;

3) en los demás casos previstos por este Código u otras leyes.

Si de conformidad con las pretensiones deducidas por el actor no

pro-
cediere el trámite del juicio sumarísimo, el juez resolverá cuál es la

clase de

proceso que corresponde.

Dentro de los procesos de conocimiento, el ordenamiento proce-

sal ha incluido aquellos procesos en los cuales la preensión es

obtener

una sentencia declarativa de certeza (p. ej., en la prescripción

adquisiti-

va). Ver modelo de acción declarativa en el capítulo XXVI de

emergen-

cia económica.

Art. 322. Acción meramente declarativa. Podrá deducirse la acción

que tienda a obtener una sentencia meramente declarativa, para

hacer ce-

sar un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o

modalidades

de una relación jurídica, siempre que esa falta de certeza pudiera

producir

un perjuicio o lesión actual al actor y éste no dispusiere de otro

medio le-

gal para ponerle término inmediatamente.


El juez resolverá de oficio y como primera providencia, si

correspon-

de el trámite pretendido por el actor, teniendo en cuenta la

naturaleza de

la cuestión y la prueba ofrecida.

En definitiva, es el juez quien dispone el tipo de proceso que rige

en determinada causa, como lo establece el art. 319, CPCCN, antes

ci-

tado, pero resulta conveniente para el profesional cónocer

tal:cuestión,

pues ello puede ser determinante de la suerte del pleito, porque tal

va a 166 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

ser la forma en que se plantee la demanda y se prepare con

anterioridad

el juicio.

CONCEPTO.

Antes de la Ley 25.488, en el Código Procesal Civil y Comercial

de la Nación se

regulaban tres 'procesos de conocimiento'; y ellos eran:

el Ordinario,

el Sumario
y el Sumarísimo.

Se los llama "plenarios". porque en ellos hay 'pleno conocimiento':

es decir, hay un

conocimiento total y exhaustivo del juez acerca de los hechos y de

las cuestiones jurídi-

cas planteadas. En este tipo de procesos, el juez -antes de darle

razón a alguna de las

partes- debe realizar una indagación exhaustiva, total, para tener

certeza acerca de quien

tiene razón en el pleito.

Otras de las características de estos procesos son: a) que las

partes tienen una am-

plia libertad probatoria y de defensa; b) que la sentencia que

se dicta en ellos es una

'sentencia de mérito', en el sentido de que el juez falla en mérito

fes decir, valorando) los

hechos y las pruebas aportadas; c) que la sentencia que se dicta

produce cosa juzgada'.

Y dado que estos tres procesos son 'plenarios', los tres tienen

similar estructura.

pero la diferencia entre ellos reside fundamentalmente en la

'celeridad' de los trámites.


El ordinario es más lento, en cambio, en el sumario y sumarísimo

hay mayor celeridad,

pues se reducen los plazos y se limitan los recursos.

La Ley 25.488 -que ha reformado el Código Procesal Civil y

Comercial de la Nación-

suprimió el juicio Sumario, por lo cual actualmente los procesos

plenarios en el Código

solo son: el proceso ORDINARIO y el proceso SUMARÍSIMO.

ESTRUCTURA OK LOS PROCESOS DE CONOCIMIENTO.-

Tomando como ejemplo el Juicio Ordinario (prototipo de los

procesos de conoci-

miento), vemos que su estructura se compone de las siguientes

etapas:

1) Etapa introductiva.- Comienza cuando el actor interpone la

Demanda Luego, se

da traslado de la demanda al demandado para que comparezca y la

conteste. (An-

tes de contestar la demanda, el demandado puede oponer

excepciones de previo y

especial pronunciamiento). Luego siguen la Contestación a la

demanda y la posi-
bilidad para el demandado de deducir Reconvención. Si el

demandado presentó

reconvención, se da traslado de ella al actor para que la conteste

(contestación a la

reconvención).

Si la cuestión es de puro derecho (no hay hechos controvertidos,

sólo se discute

el derecho) se confiere nuevo traslado por su orden, y la causa

queda lista para que

se dicte sentencia definitiva.

Por el contrario, si hubiese hechos controvertidos y conducentes,

la causa se

debe "abrir a prueba".

2) Etapa probatoria.- Esta etapa tiene lugar cuando existen hechos

controvertidos y

conducentes, en cuyo caso el juez tija "el plazo de prueba".

Vencido el plazo de

prueba, las partes pueden presentar un "alegato" sobre el

mérito de las pruebas.

Presentados los alegatos, o vencido el plazo para hacerlo, el juez

"llamará autos para

sentencia". 96 EDITORIAL ESTUDIO


3) Etapa decisoria.- Comienza con el "llamamiento de autos" para

dictar sentencia,

con lo cual queda cerrada toda discusión y ya no podrán

presentarse más escritos ni

producirse más pruebas (salvo las que el juez dispusiese de

conformidad con el art.

36 inc. 2). En esta etapa el juez debe dictar la sentencia definitiva

en un plazo de

40 días desde que queda firme el llamamiento de autos.

4) Etapa de recursos (contra la sentencia definitiva)y de acceso a

la 2" Instancia.-

La sentencia definitiva es susceptible de recursos. Contra ella

procede el recurso

de aclaratoria ante el mismo juez que dictó la sentencia, y los

recursos de apela-

ción y de nulidad ante la Cámara de Apelaciones. De manera, que

hay recursos

que tienen por objeto que sea el mismo juez que dictó la sentencia

el que resuelva

(aclaratoria), en tanto que otros, tienen por objeto que resuelva la

Cámara, en 2°

instancia (apelación y nulidad).


ANALOGÍAS Y DIFERENCIAS ENTRE LOS PROCESOS DE

CONOCIMIENTO (Ordinario y Sumarísi-

mo).

Tienen las mismas etapas y características. Las diferencias

están dadas, en que el

sumarísimo tienen una tramitación más simple y abreviada que

el proceso ordinario.

Veamos sus semejanzas y diferencias:

Requisitos de la Demanda y su contestación: son los mismos en

ambos procesos.

Plazo para Contestar la Demanda: en el ordinario es de 15 días y en

el sumarísimo

es de 5 días. (Cuando la parte demandada fuese la Nación, una

provincia o una municipa-

lidad el plazo se amplía).

Plazos en general: en el sumarísimo, en general los plazos son de 3

días, salvo el

plazo para contestar la demanda, para expresar agravios y para

contestar el memorial,

que serán de 5 días (art. 498, inc. 2).

Excepciones previas, Reconvención y Alegatos: en el sumarísimo

no se admiten
las excepciones previas, ni la reconvención, ni los alegatos (art.

498). Por el contrario, en

el ordinario se admiten las excepciones previas, la reconvención y

los alegatos.

Prueba documental: en ambos procesos, la prueba documental se

debe acompañar

junto con los escritos (de demanda, de reconvención y sus

contestaciones, conf.arts. 333

y 486).

Las demás pruebas (testimonial, pericial, confesional, etc.): se

deben ofrecer en los

escritos (de demanda, de reconvención y sus contestaciones). Así

lo establece el art. 333

conf. a la reforma de la ley 25.488.

Antes -por el art. 367- en el ordinario las pruebas debían ofrecerse

dentro de los prime-

ros 10 días del plazo de prueba. Luego, la ley 24.573 reformó ese

artículo y nada dijo sobre

el plazo para ofrecer prueba. La doctrina interpretó que las pruebas

debían presentarse con

los escritos. El nuevo art. 333 ratifica este criterio.


En el sumarísimo también se deben ofrecer junto con los escritos

(arts. 498).

Número de testigos: en el ordinario se admiten como máximo hasta

8 testigos por

cada parte (art. 430). En el sumario se admiten hasta 5

testigos (arts. 491 y 498). El

número máximo de testigos es individual para cada parte; así. por

ejemplo, en el ordina-

rio se admiten hasta 8 testigos por el actor y hasta 8 testigos por

el demandado. GUÍA DE ESTUDIO: PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL

97

Número de peritos: en ambos procesos la regla general es que

la pericia esté a

cargo de un perito único designado de oficio por el juez (arts.

458. 494 y 498).

Plazo para dictar sentencia: en el ordinario el plazo es de 40 ó

60 días, según se

trate de juez unipersonal o de tribunal colegiado (art. 34 inc. 3

b).

En el suman'simo, si el valor cuestionado no excede de cierta

suma el plazo será de


15 ó 20 días, según se trate de juez unipersonal o de tribunal

colegiado. En los demás

supuestos en que proceda el juicio suman'simo, el plazo para

dictar sentencia será de 10

ó ¡5 días, según se trate de juez unipersonal o de tribunal

colegiado (art. 34 inc. 3 d).

Apelaciones: en el suman'simo son muy limitados los casos en

que se puede apelar

(arts. 496 y 498 inc. 5).

DILIGENCIAS PRELIMINARES:

Las "diligencias preliminares" son todas aquellas medidas que se

pue-

den pedir y diligenciar antes de la iniciación del proceso.

Normalmente el proceso comienza con la interposición de la

demanda, pero en mu-

chos casos, antes de presentar la demanda, es necesario conocer

ciertos datos de la con-

traparte (ej: si es mayor de edad, si es casado, etc.). determinadas

circunstancias sin las

cuales la cuestión no podría ser planteada correctamente (ej:

examinar un testamento,
examinar documentos de una sociedad, etc.). o producir

anticipadamente una prueba

cuando se tema que más adelante va a ser imposible o muy difícil

producirla. Por estos

motivos, el Código autoriza a realizar, antes de presentar la

demanda, estas diligencias

preliminares reguladas en los arts. 323 a 329.

Dentro del concepto genérico de "diligencias preliminares", quedan

comprendidas

dos tipos de medidas, las cuales se diferencian por la finalidad

que persiguen:

1) Medidas Preparatorias (art. 323).

2) Medidas Conservatorias (o "de prueba anticipada", art. 326).

MEDIDAS PREPARATORIAS: son medidas que se pueden pedir antes

de interponer la

demanda. Tienen por objeto "preparar" el proceso mediante la

obtención de datos e

informes que sean necesarios para entablar el juicio de una forma

más precisa y eficaz.

Puede ser pedida "por el que pretenda demandar'" (futuro actor) y

también, "por quien,

con fundamento, prevea que será demandado" (futuro demandado).


Están previstas en el ART. 323, que en su primera parte

expresa: El proceso de

conocimiento podrá prepararse pidiendo el que pretenda

demandar, o quien, con fun-

damento, prevea que será demandado:

INC. I .-(Declaración jurada sobre hechos relativos a la

personalidad). "Que la

persona contra quien se proponga dirigir la demanda preste

declaración jurada, por

escrito v dentro del plazo que fije el juez, sobre algún hecho

relativo a su personali-

dad, sin cuya comprobación no pueda entablarse el juicio..."

Se puede pedir que el futuro demandado preste "declaración

jurada" sobre "hechos

relativos a su personalidad", o sea. sobre los relacionados con su

capacidad y legitima-

ción. Ej: si es casado o soltero, viudo o divorciado; si es padre o

tutor de tal menor; si es

heredero: si es comerciante; si es propietario del camión que

causó los daños; etc.

INC. 2- (Exhibición de la cosa mueble que haya de pedirse por

acción real).
"Que se exhiba la cosa mueble que haya de pedirse por acción real

sin perjuicio de

su depósito o de la medida precautoria que corresponda".

La exhibición de la cosa mueble tiene por objeto facilitar el examen

de la cosa que

se va a reclamar, a fin de poder plantear la demanda con mayor

precisión y claridad.

Para que proceda la exhibición, se requiere:

1) que la acción por la cual va a pedirse la cosa sea un "acción

real", y no una acción

Personal;

2) que el peticionante justifique su derecho sobre la cosa (art.

2417 del Cód. Civil).

La exhibición de la cosa puede pedirse sin perjuicio de

solicitar su depósito o la

medida precautoria que corresponda (secuestro, embargo

preventivo, etc.). Si la cosa no 102 EDITORIAL ESTUDIO

se exhibe dentro del plazo que fije el juez, procede "el secuestro"

de la misma y el allana-

miento de lugares, si fuese necesario (art. 329 seg. párrafo).

INC. 3.- (Exhibición de testamento). "Que se exhiba un

testamento, cuando el
solicitante se crea heredero, coheredero o legatario, si no

pudiera obtenerlo sin

recurrir a la justicia".

Procede si se trata de un testamento ológrafo o cerrado. No se

admite si el testamento

fue hecho por instrumento público, dado que en ese caso se lo

puede conocer sin necesidad

de recurrir a la justicia (Ej: consultando en la escribanía;

pidiendo un testimonio, o recu-

rriendo al Archivo de Actuaciones Judiciales y Notariales en donde

se inscribe la protoco-

lización de los testamentos).

INC. 4.- (Exhibición de títulos en caso de evicción). "Que en caso

de evicción, el

enajenante o el adc/uirente exhiba los títulos u otros

instrumentos referentes a la

cosa vendida".

Si el adquirente (ej: comprador) es turbado en el uso y goce de su

propiedad, puede:

a) defenderse por sí mismo: o b) citar de evicción al enajenante

(ej.: vendedor) para que

se presente al juicio a defenderlo.


Si se defiende por sí mismo: puede exigirle al enajenante que

exhiba los títulos y

otros instrumentos referentes a su dominio sobre la cosa

vendida o transmitida, porque

éste está obligado a suministrarle todo lo que sea necesario para

garantizarle el pleno uso

y goce de la cosa que le vendió o transmitió.

Si se citó de evicción al enajenante: éste, al presentarse al juicio,

puede necesitar -para

sostener y defender el derecho que transmitió- los documentos

que entregó al adquirente.

en cuyo caso solicitará al adquirente que los exhiba.

Hay que destacar que la disposición se refiere no sólo al

comprador o vendedor, sino

a todo enajenante o adquirente, ya que la responsabilidad por

evicción comprende a

todo el que por un título oneroso transmitió derechos o dividió

bienes con otro (conf. arts.

2089 y 2108 del Cód. Civil).

INC. 5. (Exhibición de los documentos de la sociedad o

comunidad). "Que el
socio o comunero o quien tenga en su poder los documentos

de la sociedad o comuni-

dad, los presente o exhiba ".

Los documentos sociales no pertenecen sólo al socio que los

tenga en su poder, sino

a todos los socios e interesados en la sociedad. Por ello, el

socio que los tenga en su

poder debe exhibirlos si alguno de los socios o interesados los

solicita para hacerlos valer

enjuicio.

Además, la Ley de Sociedades (19.550) en su art. 55, autoriza a

los socios a exami-

nar los libros y papeles sociales y a solicitar al administrador

los informes que estimen

pertinentes.

INC. 6. (Declaración del carácter en virtud del cual ocupa la

cosa objeto del

juicio). "Que la persona que haya de ser demandada por

reivindicación u otra

acción que exija conocer el carácter en cuya virtud ocupa la

cosa objeto del juicio

a promover, exprese a qué título la tiene ".


Cuando se va a demandar por reivindicación o por desalojo,

es necesario saber en

virtud de qué carácter el ocupante ocupa la cosa. Ejemplo: si

lo hace como propietario,

tenedor, poseedor, poseedor a nombre del dueño, poseedor a

nombre propio y está pres-

cribiendo, si lo hace como intruso, etc. En caso de que haya dudas

sobre estas cuestiones.

se puede pedir que exprese en virtud de qué carácter o título

tiene u ocupa la cosa. GUÍA DK ESTUDIO: PKOCESAI. CIVIL Y

COMERCIAL 103

INC. 7. (Nombramiento de tutor o curador). "Que se nombre tutor o

carador para

el juicio de que se trate". La medida tiene lugar cuando se va

a demandar a un

incapaz o inhabilitado y éste carece de representante legal.

INC. 8 (Constitución de domicilio por el eventual demandado).

"Que si el even-

tual demandado tuviere que ausentarse del país, constituya

domicilio dentro de los

5 días de notificado, bajo apercibimiento de lo dispuesto en el

art. 41".
Esta medida tiende a evitar los inconvenientes, gastos y demoras

que se producirían

si se tuviese que notificar en el extranjero la demanda. Si el

eventual demandado no

constituye su domicilio dentro de los 5 días de notificado,

conforme al art. 41 las resolu-

ciones judiciales que se dicten lo que darán notificadas

"ministerio lei>is" (art. I 33).

INC. 9. (Mensura judicial). "Que se practique una mensura

judicial".

"Mensura": procedimiento que tiene por objeto medir un inmueble,

sea para compro-

bar su superficie o para establecer sus límites con exactitud (art.

658). En muchos casos, la

mensura es indispensable antes de iniciar el proceso. Ej: antes de

demandar por reivindica-

ción, por deslinde, por división de cosas comunes, etc.

INC. 10. (Reconocimiento de la obligación de rendir cuentas).

"Que se cite para

el reconocimiento de la obligación de rendir cuentas".

Si el citado reconoce su obligación de rendir cuentas, se evita el

juicio sumario y se
logra que la rendición de cuentas tramite por sumario (art. 652),

pero -entre otras causas-

tramitará por incidente cuando el obligado haya admitido su

obligación al ser requerido

por diligencia preliminar (art. 653, inc. 2

).

11 )Reconocimiento de mercaderías. Por el inc. / / s e puede

solicitar: "Que se prac-

tique reconocimiento de me recule rías en los términos del art..

182".

Procede, por ejemplo, en los casos en que un comprador no acepta

recibir la mercade-

ría que ha comprado alegando que ella no es de la calidad

estipulada: también es proceden-

te en los casos en que. quien entregue o reciba mercaderías, por

alguna razón quiera dejar

constancia de la calidad o estado de las mercaderías entregadas o

recibidas (conf. art. 782).

CADUCIDAD DK LAS MEDIDAS PREPARATORIAS (art. 323 parr.

final).- Cumplidas las me-


didas preparatorias, debe presentarse la demanda dentro de los 30

días de su realiza-

ción. En caso contrario, las diligencias realizadas ya no podrán

ser invocadas, o sea,

caducan. La caducidad se opera sobre todas las medidas (salvo

las preparatorias de los

ines. 9, 10 y 11, y las medidas de prueba anticipada del art. 326).

La caducidad en este

caso, se fundamenta en que el transcurso del tiempo puede hacer

variar las situaciones de

hecho.

La caducidad de las medidas preparatorias ha sido prevista por la

paite final del art. 323.

TRÁMITE.- Depende según se trate de prestar declaración jurada

(art. 324) o de exhi-

bir cosas o instrumentos (art. 325).

Declaración jurada.- En este caso, la providencia se notificará por

cédula o acta

notarial, junto con la cual se acompañará el interrogatorio. Si el

requerido no respon-

diere dentro del plazo (debe hacerlo por escrito y dentro del plazo

que fije el juez), se


tendrán por ciertos los hechos consignados en forma asertiva

(reconocimiento ficto),

sin perjuicio de la prueba en contrario que se produjera una

vez iniciado el juicio

(conf. art. 32 4. seg. ley 25488). io4 EDITORIAL ESTUDIO

Si el reconocimiento fuere ficto, el plazo para deducir la

demanda y evitar | ;i

caducidad de la medida preparatoria, comienza a correr desde que

la resolución que

declara el reconocimiento hubiere quedado firme (art. 321 in fine).

Exhibición de cosas e instrumentos. Cuando se trata de la

exhibición de presen-

tación de cosas o instrumentos (Ej.: casos de los incs. 2, 3, 4 y 5.

del art. 323), la

misma se debe hacer en el tiempo, modo y lugar que determine el

juez, atendiendo a

las circunstancias del caso. Si el requerido no tuviere en su poder

las cosas o instru-

mentos, deberá indicar -si lo conoce- el lucar en que se encuentran

o quien los tiene

(conf. art. 325).

MKPIIMS CONSERVATORIAS (O "de prueba anticipada", art. 326).


Estas medidas de prueba anticipada tienen por objeto evitar que se

pierdan elemen-

tos probatorios. Determinadas pruebas se pueden pedir

anticipadamente, cuando haya

motivos justificados para temer que va a ser imposible o muy difícil

producirlas durante

el período de prueba. Las pruebas anticipadas pueden ser pedidas

por "ío.v que sean o

vayan a ser parte" en un proceso de conocimiento (conf. art. 326).

Se pueden pedir anticipadamente:

/) la Declaración de algún testigo de muy avanzcula edad, o que

esté gravemen-

te enfermo o próximo a ausentarse del país.

2) el Reconocimiento judicial o dictamen pericial para hacer

constar la exis-

tencia de documentos, o el estado, calidad o condición de cosas o

lugares.

3) un Pedido de informes.

4) La exhibición, resguardo o secuestro de documentos

concernientes al objeto

de la pretensión, conforme lo dispuesto por el artículo 325.


La absolución de posiciones podrá pedirse únicamente en proceso

_yt; iniciado.

Respecto a la 'edad avanzada

, el Código no establece una edad, por lo cual, si el

testigo es de edad avanzada o no, es algo que queda librado a la

apreciación del juez,

aunque por lo general se considera edad avanzada a partir de los

sesenta o setenta años.

En el supuesto de testigo gravemente enfermo, la gravedad de la

enfermedad debe ser

acreditada mediante certificado médico.

El inc, 4 -agregado por ley 25488- permite pedir como prueba

anticipada que se

exhiban, resguarden o secuestren documentos importantes pava la

causa.

Respecto a la prueba de "absolución de posiciones", el Código

expresa que sólo

puede pedirse después de iniciado el proceso, y no antes. ¿Por

que? Porque la absolución

de posiciones sólo puede pedirse a quien sea "parte" en el

proceso, y recién hay "partes"


en el proceso después de iniciado el mismo.

Prueba anticipada después de trabada la litis (art. 328). La

prueba anticipada

debe pedirse antes de trabada la litis. Pero también es posible

pedirla después de trabada

la litis si existen las razones de urgencia indicadas en el art. 326;

si no existe dicha

urgencia la prueba anticipada no procede (salvo que el juez

-conforme al art. 36 inc. 2"-

ordene las diligencias que fuesen necesarias para establecer la

verdad de los hechos con-

trovertidos, en cuyo caso se pueden producir aunque no haya

urgencia).

Trámite para la prueba anticipada. El trámite surge del ART. 327

última parte:

"Si hubiere de practicarse la prueba se citará a la contraria, salvo

cuando resultare GUÍA DI; ESTUDIO: PROCESAL CIVIL Y

COMERCIAL 105

hnposihlí' P"i razón tic urgencia, en CUYO caso intervendrá el

defensor oficial. El dili-

mffícianüento se hará en la forma establecida para cada

clase de prueba, salvo en el


caso de la pericial, que estará a cargo de un perito único,

designado de oficio ".

Agreguemos, que la prueba debe llevarse a cabo con

intervención de la parte con-

traria, salvo razones de urgencia.

Las diligencias preliminares (sean medidas preparatorias o de

prueba anticipada)

deben pedirse por escrito, en el cual se indicará: a) el nombre de la

parte contraria: b) su

domicilio si fuese conocido; y c) los fundamentos de la petición.

El ¡uczadiuitirás] pedido si estima justas las causas en que se

funda. En caso contra-

rio, lo denegará. La resolución sólo es apelable cuando denegare

la diligencia.

RESPONSABILIDAD I»OR INCUMPLIMIENTO.

El Código establece la responsabilidad de quienes no cumplen

las medidas prelimi-

nares ordenadas por el juez.

Si el incumplimiento consistiese en no cumplir la orden del

juez dentro del plazo

fijado, o en dar informaciones falsas o que pudieran inducir a

error, o en destruir u ocultar


las cosas o documentos requeridos, se aplicará una multa, sin

perjuicio de las demás res-

ponsabilidades que pudieran corresponder.

Cuando se ordene la exhibición o presentación de cosas o

instrumentos, si el reque-

rido no cumple, la medida se hará efectiva mediante el

allanamiento de lugares y el se-

cuestro de las cosas, si fuere necesario (conf. art. 329. I

y2

parte).

El art. 329 se refiere a la obligación de rendir cuentas (inc. 10

del art. 323) y dispo-

ne que. si el citado para el reconocimiento de la obligación de

rendir cuentas no compa-

reciere, se le tendrá por admitida dicha obligación

(reconocimiento ficto) y la cuestión

tramitará por incidente. En el caso de que el citado comparezca,

pero niegue su obliga-


ción de rendir cuentas, si en el juicio sumario (ahora: ordinario,

conf. ley 25.488) que se

inicie posteriormente (art. 652) se declara que su obligación de

rendir cuentas existía y

que su negativa fue maliciosa, se le impondrá una multa (conf.

art. 329, tercer párrafo).

El art. 329 también se refiere a la posibilidad de que el juez

imponga sanciones

conminatorias ("astreintes". art. 37), si ellas correspondieren

por la naturaleza de la

medida preparatoria y la conducta observada por el requerido

(conf. art. 329, cuarto

párrafo). La medida tiende a asegurar el cumplimiento de la

diligencia preliminar.

(Nota: Recordemos, que los "astreintes" -conf. al art. 37- se

gradúan en propor-

ción al caudal económico de quien debe satisfacerlas, y que

pueden ser dejadas sin

efecto, si aquél desiste de su resistencia y justifica total o

parcialmente su proceder.

Su importe será a favor del litigante perjudicado por el

incumplimiento).
Por último, se debe tener en cuenta que en el caso de

"declaración jurada", si el

requerido no responde dentro del plazo, se le tendrán por

ciertos los hechos consigna-

dos en forma asertiva en el interrosiatorio (reconocimiento

ficto, art. 324).

PROCESO ORDINARIO:

El proceso ordinario es el proceso de conocimiento tipo, pues

la regla general es

que todas las cuestiones que no tengan señalado un trámite

especial, deben tramitar por

juicio ordinario.

Art. 319 (primera parte): (Conf. Ley 25.488) Todas las

contiendas judiciales

que no tuvieren señalada una tramitación especial, serán

ventiladas en juicio ordi-

nario, salvo cuando este Código autorice al juez a determinar

la clase de proceso

aplicable.

Cuando leyes especiales remitan al juicio o proceso sumario se

entenderá que el

litigio tramitará conforme el procedimiento del juicio ordinario.


De manera que. si para una controversia la ley ha establecido

especialmente un tipo

de proceso (sumario, sumarísimo, desalojo, sucesorio, etc.) ella

deberá ventilarse en ese

tipo de proceso. Por el contrario, si la ley no ha establecido un

trámite especial para esa

controversia, corresponde seguir el juicio ordinario, salvo que para

ella el juez esté auto-

rizado a determinar (elegir) la clase de proceso aplicable.

El segundo párrafo del art. 319 tiene su razón de ser en que se

ha suprimido el juicio

sumario, y por lo tanto, se deja aclarado que cuando una ley

haga referencia al juicio

sumario, se deberá entender que remite al juicio ordinario.

PODER DEL JUEZ PARA DETERMINAR LA CLASE DE

PROCESO.- Hay casos en que el Código

otorga al juez la facultad de elegir la clase o tipo de proceso a

seguir (ej: ordinario o

sumarísimo: etc). sea teniendo en cuenta la naturaleza de la

cuestión, las circunstancias

del caso, las pretensiones de las partes, etc. Se concede esta

facultad al juez para lograr


'economía procesal', en el sentido de que el juez sabrá elegir que

trámite es más apto para

resolver una cuestión.

El art. 319 en el segundo párrafo contempla un supuesto en que el

juez está autoriza-

do a determinar la clase de proceso.

Art. 319 (tercer párrafo): "...Cuando la controversia versare

sobre los derechos

que no sean apreciables en dinero, o existan dudas sobre el

valor reclamado y no

correspondiere juicio sumarísimo, o un proceso especial, el juez

determinará el tipo

de proceso aplicable...." 98 EDITORIAL ESTUDIO

En el Código, hay diversos casos en que se permite al juez

elegir, entre distintos

procesos, cual se habrá de seguir. Veamos algunos ejemplos:

1) Entre Ordinario o Incidente tercerías (art. 101); liquidación de

sociedades

(art. 516).

2) Entre Ordinario o Sumarísimo. acción meramente declarativa

(art. 322); ac-


ción de amparo (art. 321 in fine); casos del art. 320 in fine.

3) Entre Juicio Ejecutivo o Proceso de Conocimiento, art. 521.

4) Otros casos: 513. 515, etc.

La elección que haga el juez acerca del tipo de proceso a seguir es

irrecurrible (art.

319 in fine) y dentro de los 5 días de notificada -personalmente o

por cédula- la providen-

cia que lo fije, el actor podrá ajustar la demanda al tipo de

proceso fijado por el juez

(conf. art. 319 in fine). 'Irrecurrible' es más que inapelable, porque

"irrecurrible" signifi-

ca que no puede ser objeto del recurso de apelación ni de ningún

otro recurso. La irrecu-

rribilidad tiende, en estos casos, a evitar demoras.

A diferencia de lo que ocurre con el juez- las partes no pueden

elegir el tipo de

proceso a seguir, ni aún cuando ambas estén de acuerdo.

LA DEMANDA:

La demanda es el acto procesal de petición formal1, constituido por


un conjunto de afirmaciones (pretensiones) idóneas para iniciar y dar

contenido a un proceso2 frente a la justicia (acción).

Es el acto inicial del proceso, distinto de cualquier petición poste-

rior, con características propias y efectos que van más allá de cualquier

escrito, pues tiene consecuencias en todo el procedimiento e incluso res-

pecto del derecho sustancial, dado que no sólo interrumpe la prescrip-

ción (siempre que sea presentada en el juzgado y a partir de la fecha que

indica el cargo, pero no si sólo lo fue en la mesa general de entradas de la

Cámara), sino que en virtud del relato efectuado y las normas en que se

funda el derecho, sin perjuicio del principio iura novit curia (el juez fija

el derecho), establece la normativa de fondo aplicable al caso.

Según las afirmaciones que en ella sean efectuadas se determinará la

competencia (art. 5, ler. párr., CPCCN), se establecerá el objeto del jui-

cio, los sujetos y el monto reclamado -límite, en virtud del principio de

congruencia (art. 163, inc. 6, CPCCN), del contenido de la sentencia en

cuanto a la correspondencia que debe existir entre ella y las pretensiones

articuladas)-, así como también, conforme al relato de los hechos (y la

posterior negación de ellos que hiciera la parte demandada), serán de-

terminados los controvertidos, que fijarán el objeto de la prueba a pro-

FALC~N, Enrique M., Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, t. 11,


Abeledo-

Perrot, Buenos Aires, 1989, com. art. 330, p. 607.


FENOCHIETTO, Carlos E., Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, t. 2,
Asti-ea,

Buenos Aires, 1999, com. art. 330, p. 297. 288 GRISOLIA - ALFIE -
BERNASCONI - CANCELA

ducir. En suma: cada fase del proceso estará signada por lo que se afir-

mó en la demanda o reconvención.

En cuanto a la actividad de las partes, marca el comienzo, para la

actora, de la carga de instar el procedimiento, y para la demandada, de

la carga de contestar la demanda, sobre la base de las pretensiones allí

deducidas, reconocer documentos, aceptar o negar hechos y, en su caso,

aportar una nueva versión de ellos, reconvenir y excepcionarse.

11. FORMA. PARTES Y REQUISITOS DE LA DEMANDA

La demanda será deducida por escrito, en tinta negra, con indica-

ción del tomo y folio o número (CSN o CACF) de matrícula de inscrip-

ción por parte de abogados y procuradores (art. 46, RJN) y en idioma

nacional (art. 1 15, CPCCN).

Debe contener (según art. 330, CPCCN):

- nombre y domicilio del demandante;

- nombre y domicilio del demandado;

- la cosa demandada, designándola con toda exactitud;

- los hechos en que se funde, explicados claramente;

- el derecho, expuesto sucintamente;

- la petición, ei términos claros y positivos;


- el monto reclamado, salvo cuando el actor no pudiera determi-

narlo al promoverla por las circunstancias del caso, o porque la estima-

ción dependiera de elementos aún no definitivamente fijados y la pro-

rnociónAde la demanda fuese imprescindible para evitar la preScripción

de la acción. En estos supuestos no procederá la excepción de defecto le-

gal. En tales casos, la sentencia fijará el monto, que resultará de las pro-

banzas producidas.

Al final de este capítulo pueden verse modelos de las distintas partes

de la demanda, de acuerdo con la siguiente explicación.

a) Sumario

Es éste un requisito común a todos los escritos y consiste en la expre-

sión resumida del objeto o la pretensión del escrito (art. 46, RJN). En

este caso será, por ejemplo: "Inicia demanda por daños y perjuicios" o

"Promueve juicio ordinario".

b) Indicación del destinatario del escrito

También es otro requisito propio de todo escrito. Bajo el sumario se

deberá indicar a quién va dirigido aquél: "Señor Juez", "Excma. Cáma-

ra", "Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación". PROCESOS DE


CONOCIMIENTO. LA DEMANDA 289

c) Encabezamiento

En primer término se debe consignar el nombre y apellido de quien

se presenta y en qué carácter lo hace. Si el actor se presenta por pro-

pio derecho, indicará su nombre y apellido y su domicilio real (art. 330,


CPCCN), mencionando luego el nombre y apellido de su letrado patro-

cinante y el domicilio constituid a los efectos procesales (arts. 40 y 41,

CPCCN).

Si se presenta por medio de un representante -letrado apodera-

do-, será este profesional quien se presente indicando su nombre y ape-

llido, su carácter de apoderado, su matrícula (requisito optativo, pues

consta en el sello) y el domicilio constituido a los efectos procesales.

Si el apoderado no es letrado se deberá consignar el nombre del le-

trado patrocinante, indicando el tomo y el folio o el número de inscrip-

ción (arts. 56 y 57, CPCCN, y art. 46, RJN).

Por Resolución 132 del año 2005, el Consejo de la Magistratura

dispuso la conveniencia de consignar, también en todo encabezamien-

to, el número de zona de notificación correspondiente al domicilio pro-

cesal de cada parte litigante, para evitarse mutuamente la búsqueda de

este dato en el sitio web del poder judicial (www.jpn.gov.ar/zona de no-

tificaciones) o libros existentes en todo iuzgado. '

~simisko, y para facilitar las nego~iac~ones entre las partes, esta re-

solución recomendó a los letradas consignar su teléfono en su primer

presentación.

Por*último, ante la posibilidad de acogerse al sistema de notifica-

ción por mail -opcional- y también para facilitar el contacto con la

otra parte, recomendamos consignar la dirección de correo electrónico


del abogado.

La resolución 132 del Consejo de la Magistratura dice:

1) Disponer, como norma complementaria de la resolución 38912003,

que en la constitución de los domicilios en sus escritos y presentaciones,

los letrados deberán incluir la zona de notificación que les corresponde.

2 ) Recomendar a los letrados que en su primera presentación, con-

signen el teléfono de su estudio jurídico o aquél en el que puedan ser ubi-

cados.

En virtud de lo manifestado proponemos en nuestros modelos la

inclusión e n todo encabezamiento- del número de zona de notifica-

ción del domicilio constituido, del teléfono y de la dirección de correo

electrónico, todos relacionados con el abogado.

En todo caso, el profesional puede eTegir consignar en una única

oportunidad su teléfono, en su demanda o contestación, más debe con-

signar la zona de notificación en todo escrito. 290 GRISOLIA - ALFIE -


BERNASCONI - CANCELA

d) Nombre, apellido y domicilio del actor

Como se dijo anteriormente, si el actor se presenta por derecho pro-

pio, en el encabezamiento se deberá haber consignado estos datos. En ... -

cambio, si se presenta el letrado apoderado se nombrará a todos los re-

presentados, Cndicando el domicilio real de todos ellos, invocando el po-

der que acompaña como justificativo de su representación. Si es una per-

sona jurídica, bastará con mencionar su razón social o denominación y


el órgano que la representa. En el caso de una sociedad colectiva, el con-

trato donde surge su administrador -o cualquiera de los socios-; en

las sociedades en comandita simple y por acciones, el socio comandita-

do -o algún tercero designado-; en la de responsabilidad limitada, el

contrato constitutivo o sus modificatorias, donde se designe al gerente;

en la sociedad anónima, habrá que acompañar los estatutos, el acta de

asamblea donde surgen las autoridades designadas en el directorio, y el

testimonio del acta del directorio donde obra la designación de su presi-

dente o la de otro director, si el estatuto hiciera alguna extensión a otros

miembros del directorio. Basta con acompañar una copia simple de di-

cho poder, firmada por el letrado en cada página, manifestando bajo ju-

ramento que el poder está vigente.

e) Nombre, apellido y domicilio del demandado

Luego se iildividualizará al demandado y se denunciará su domicilio

real, al cual se le enviará la notificación de la demanda (y las demás noti-

ficaciones, hasta tanto se constituya uno; ello, sin perjuicio de la declara-

ción de rebeldía, que explicamos en el cap. XII. A la cédula se agregarán

copias del escrito de demanda, del poder, si lo hubiera, y de la documen-

tación acompañada y se dejará constancia de que el domicilio consigna-

do es el denunciado.

No hay que soslayar que algunas veces se puede desconocer el o los

nombres de los demandados, o también su domicilio, en cuyo caso re-

sulta-aplicable lo dispuesto en los arts. 145, 146 y 147, CPCCN; y en el


supuesto de personas jurídicas, dado que su domicilio (sede social) debe

estar inscripto en la Inspección General de Justicia, bastará con dirigir

las notificaciones a ese lugar (art. 90, CCiv.).

f) La cosa demandada

Debe ser designada con total exactitud, entendiéndose por "cosa de-

mandada" el objeto de la demanda, es decir, las peticiones que se realicen

para la sentencia definitiva. La exigencia en estudio obliga a las partes

a ser claras, exactas y concisas en su exposición, para que el demanda-

do esté en condiciones de ejercer, en debida forma, la defensa en juicio.


PROCESOS DE CONOCIMIENTO. LA DEMANDA 2 9 1

Por otra parte, no debe perderse de vista que en ello está en juego el . -

principio de congruencia, en-virtud del cual el Sentenciante (tanto de pri-

mera como de segunda instancia e incluso la Corte Suprema) no puede

. excederse de lo peticionado por la parte demandante. A

Cuando resulte complejo determinar lo pretendido, deben indicarse

las bases y los presupues~os'sobre los cuales habrá de valorarse o calcu-

larse el montono estimado. El mismo ordenamiento procesal (art. 330,

CPCCN) exime de precisarlo gI por las circunstancia; del caso.no fuera

posible, o porque la estimación dependiera de elementos aún no defini-

tivamente fijados (periciales que establezcan con certeza cuestiones con-

tables o de in~a~afidades), y ia promoción de la demanda fuese impres-

cindible Para evitar la orescrioción de la acción. J. J. 1

I La mención "o lo que en más o menos resulte de las pruebas a pro-


ducirse" (en el daño moral limita la facultad judicial al tope de lo pe-

ticionado) autoriza al sentenciante a pronunciarse por una suma ma-

yor a la reclamada inicialmente por la demandante, pues puede ocurrir,

por ejemplo, que de las pericias efectuadas surja un porcentaje mayor

de incapacidad que el que tuvieron en cuenta los actores al cuantificar

la sumá indemn:zatoriáy que por los hechos nuevos o por la realidad,

al tiempo de la sentencia autoricen un monto distinto de condena. En

tal caso, resulta prudente, cuando se trate de montos que dependen de

una verificación probatoria y su cálculo sea dificultoso, por no contar

con un estudio pormenorizado (como puede ser una pericia), reclamar

de esta forma.

Distinto es el caso en el que surge, del informe pericial, un rubro

que no fue reclamado, pues allí no está en juego un cálculo dinerario en

el que la parte pueda no contar con elementos suficientes, sino la expre-

sión de cierto daño que sí debe conocer por haberlo experimentado. Por

otra parte, allí está en juego el principio de congruencia (art. 163, inc. 6)

y no debe ser admitido en la sentencia por no ser un capítulo propues-

to en la demanda.

g) Los hechos

Los hechos en que se funda la demanda deben ser explicados cla-

ramente. Ello, por cuanto nuestro ordenamiento ritual ha establecido el

principio de sustanciación de los hechos, por el cual el demandado de-

berá negar o reconocer cada uno de los relatados por la demandante.


Los hechos expuestos deben explicar acabadamente al juez el fun-

damento de la pretensión (causa petendi), es decir, aquella situación que

da sustento al reclamo efectuado.

Se relatan los hechos en forma, cronológica, clara, detallada, com-

pleta. También debe hacerse de forma afirmativa de manera que permita

al demandado negarlos o reconocerlos en su escrito de contestación de

demanda y al absolver posiciones. 2 92 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCQNI -


CANCELA

Se debe evitar un relato en bloque, con oraciones interminables; se

deben usar criteriosamente los signos de puntuación y separar en párra-

fos el relato para darle respiro al lector.

Es muy importante aquí el buen uso del lenguaje escrito, en sus dis-

tintos aspectos (fluidez, concisión, vigor expresivo, claridad) para que la

narración de lo ocurrido resulte c convincente. Para mantener la fluidez

y vigor expresivo del relato es conveniente mantener un mismo tiempo

de conjugación verbal: o pasado o presente, pero no pasar de uno a otro

durante el relato. El tiempo presente brinda énfasis a la redacción.

De igual manera, cuando es adecuado utilizar la primera persona

del singular (cuando quien relata es el actor que se presenta por su pro-

pio derecho) es muy conveniente mantenerla hasta el final y no cambiar-

la a la tercera persona del singular, pues le resta fuerza expresiva.

Los hechos que finalmente queden controvertidos entre las partes

delimitarán la actividad probatoria a desarrollarse en el proceso. Los he-


chos no narrados aquí no podrán ser traídos después al proceso, ni ser

probados de manera alguna por no ser parte de la "litis", salvo hechos

nuevos, esto es, ocurridos posteriormente.

En los procesos de daiios y perjuicios, constituyen "hechos" tanto el

hecho generador del daño, como el daño reclamado. Debe probarse la

existencia del primero, la relación de causalidad del hecho con el daño y

la existencia y monto del daños pretendido.

En este capítulo se mencionan y relacionan los medios probatorios

ofrecidos poco después en la demanda con los hechos narrados que se

intentan probar.

Si se menciona la existencia de intercambio epistolar entre las par-

tes, el escrito debe ser autosuficiente para el juez, por lo que deben trans-

cribirse íntegramente los textos de todas las misivas que el profesional

decidió mencionar y adjuntar como documental.

También en este acápite pueden traerse las argumentaciones jurídi-

cas, aportando la transcripción de algún artículo citado, algún fallo y10

alguna cita doctrinaria que de fuerza a la petición.

h) El derecho

El derecho, como marca el arto 330, inc. 5, debe ser expuesto su-

cintamente, evitando repeticiones innecesarias. Este requerimiento sir-

ve para fijar el marco jurídico y la norma que se considera afectada por

el reclamante, es decir, la interpretación jurídica que el demandante hizo

de los hechos narrados.


En definitiva, es aquí aplicable el principio izrra novit curia, antes

mencionado, por el cual es el juez quien calificará, en última ii~stancia,

la relación jurídica sometida a su análisis; por eso, no constituye un ele-

mento esencial, pues aun cuando su mención sea conveniente en la prác-

tica, la omisión o el error será suplido por la actividad jurisdiccional. PROCESOS


DE CONOCIMIENTO. LA DEMANDA 293

Este apartado comprende, además de las citas legales, la mención de

la jurisprudencia, los plenarios, los convenios internacionales, los trata-

dos, las leyes y la doctrina que la parte considera como aplicables al caso.

Cuando corresponda, es de buena práctica fundamentar en el cuer-

po normativo de Derechos Humanos, y de allí, en las leyes especiales que

se dictan en consonancia con aquellos tratados de jerarquía constitucio-

nal o supra legal y las disposiciones de nuestra Constitución Nacional.

Si el derecho aplicable Oes ~tranjero, debe mencionárselo y probar

su existencia, salvo que fuere obligatorio en nuestro país (ver arts. 13 y

14, CCiv.).

i) La prueba. Prueba documental

En este apartado deberá cumplirse con el art. 333 CPCCN, y en tal

sentido se deberá:

a) indicarse, individualizándola, toda la prueba documental acom-

pañada con la demanda o mencionar dónde se encuentra aquella que es-

tuviera en poder de terceros o de la otra parte;

b) deberán ofrecerse las restantes pruebas de que intentará valerse


la accionada para acreditar los hechos alegados;

c) si se ofreciere prueba testimonial, indicar qué extremos se quieren

probar con estas declaraciones, a gandes rasgos, por ejemplo, los daños

reclamados, o cómo ocurrió el accidente, a fin de que el juez pueda eva-

luar la procedencia e importancia de la misma; y

d) agregar los puntos de pericia, con una copia -sólo de éstos-

para el perito.

Adelantamos aquí, para profundizar más adelante en el Capítulo

XV, punto 11 sobre prueba, que el profesional debe analizar detenida-

mente la suficiencia de la prueba de que dispone y ha de ofrecer, ya que

es su única oportunidad procesal para hacerlo.

El éxito de un litigio depende, en la inmensa mayoría de los casos,

de poder o no poder acreditar cada uno de hechos invocados en forma

contundente. Sólo así el accionante puede llevar al juez a la convicción

de que debe acoger favorablemente su reclamo.

Por ejemplo, al armar un reclamo de daños y perjuicios, el abogado

debería repasar cada hecho y cada daño invocados por su cliente, sobre

la mecánica del accidente y los daños patrimoniales y extrapatrimoniales,

para encontrar su correlativo medio de probarlo en sede judicial. De no

contarse con prueba suficiente sobre alguno de ellos sería aconsejable no

invocarlo para evitarse vencimientos parciales en la sentencia con la corre-

lativa imposición de costas por la proporción rechazada de la demanda.

j) El monto reclamado. Liquidación


Como se indicó precedentemente (ver punto fl), es una carga proce-

sal indicar el monto reclamado, aunque se lo determine estimativamen- 294


GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

te. También por una cuestión fiscal, pues sobre él se calculará el porcen-

taje que debe ingresarse en concepto de tasa de justicia (ley 23.898). Si

se reclama un monto indeterminado, se abona una tasa fija determinada

por la AFIP, que hoy sigue siendo de $ 70.

En el caso de existir varios rubros reclamados en este acápite, corres-

ponderá efectuar una liquidación o suma detallada de ellos, expresando

el monto total peticionado (aun cuando ya se los hubiera nombrado y

explicado su origen, existencia y alcance al designar la cosa demandada).

Para reclamo de daños y perjuicios, ver Cuantificación del daño, en

el punto VII de este capítulo.

k ) Cuestiones opcionales: medidas cautelares, prueba anticipada,

competencia, autorizaciones, legitimación activa y pasiva, responsabili-

dad, mediación previa

Se podrá solicitar también una serie de medidas, como las cautela-

res, cuya traba debe ser anterior al traslado de la demanda, o las prue-

bas anticipadas, ante el peligro de desaparición de la prueba (art. 326,

CPCCN), por el tiempo que pudiera insumir llegar a la apertura de la

etapa probatoria, la complejidad y naturaleza del caso (periciales sobre

cosas a punto de desaparecer o derrumbarse, testigos con enfermedades

terminales o de muy avanzada edad, etc.).


Si resultare dudosa o no surgiere claramente del caso la competen-

cia del tribunal ante el cual se pretende iniciar la demanda, es convenien-

te fundar las razones por las cuales el juez resulta competente para en-

tender en esas actuaciones.

También se podrá fundamentar el tipo de proceso que se pide (ordi-

nario, sumarísimo, etc.) y el recurso extraordinario, dejando la respecti-

va reserva del caso federal, en los términos del art. 14 de la ley 48.

En otro punto; también se indicará, si fuera el caso, a aquellas per-

sonas autorizadas a efectuar desgloses, retirar copias, diligenciar oficios,

etc., en los términos del art. 134, CPCCN.

.Tratándose de una demanda de daños y perjuicios la exposición de

los argumentos pude subdividirse en acápites para focalizar distintos as-

pectos del reclamo, como por ejemplo, la legitimación activa y pasiva, y

la responsabilidad por el hecho dañoso, el nexo causal, los daños recla-

mados y su liquidación.

Si el juicio entra dentro del principio general de la mediación preju-

dicial obligatoria, establecida por la nueva ley 26.589, se debe acreditar

su cumplimiento mediante el certificado de cierre con resultado negativo

expedido por el mediador, con los requisitos del art. 3, de la citada ley.

El ultimo requisito de la certificación de firma del mediador se en-

cuentra regulado por el decreto reglamentario 14671201 1, art. 4. PROCESOS DE


CONOCIMIENTO. LA DEMANDA 295

1) La petición
El petitorio es un resumen, una síntesis, de todas las manifestacio-

nes o pretensiones realizadas en la demanda, tanto de carácter procesal

como de fondo, que debe ser expresado en términos precisos, claros y

positivos (art. 330, inc. 6, CPCCN).

Se hará mención del carácter en que se presentó la parte (por dere- .

cho propio o por apoderado), $1 domicilio constituido, de la demanda

instaurada, de la orden de dar traslado de la misma, de la prueba ofreci-

da y de la sentencia a dictarse haciendo lugar a la demanda con costas.

Aquí se puede solicitar, en párrafo aparte también, la reserva de la

prueba documental original ofrecida, la cual se efectúa en la caja fuer-

te del juzgado para preservarla de su extravío o deterioro; se adjuntan

copias de dicha documentación a fin de que las certifique el secretario

actuario- y queden en reemplazo de la original en el expediente.

m) Las firmas

La demanda, como cualquier escrito, es un instrumento privado

que, por medio del cargo y de su incorporación en un expediente, pasa a

ser un instrumento público (C. Nac. Civ., en pleno, "Bollini de Battilana,

Matilde v. Schoo Lastra, Oscar y otro slescrituración" , del 1711 011 924,

JA 18-111, en nota, y.LL 33-601) y debe ser firmada.

Como norma, quien encabeza el escrito -particular o apoderado-

es quien firma al pie del mismo, en su parte derecha, como cualquier carta.

En otras palabras: si la parte actúa por derecho propio, firmará ella

(sobre la derecha del escrito) y su letrado patrocinante (en la parte iz-


quierda).

Si el particular actúa por apoderado firmará sólo el letrado sobre la

derecha del escrito de demanda.

Si se diera el caso del apoderado que actuara con un letrado patro-

cinante, rubrica~á el apoderado sobre la derecha y el abogado patroci-

nante sobre la izquierda.

La demanda, en el momento de presentarla en el juzgado, debe es-

tar acompañada de determinados elementos, llamados adjuntos, a saber:

1) la constancia del pago de la tasa de justicia, con base en el mon-

to reclamado, determinado o indeterminado, conforme a lo dispuesto

por la ley 23.898, para cada tipo de proceso, o la mención de que se ha

iniciado un beneficio de litigar sin gastos junto con aquélla, en su caso.

2) la prueba documental ofrecida; 296 GRISOEIA - ALFIE - BERNASCONI -


CANCELA

3) las copias de la demanda (art. 120, CPCCN) y de la documen-

tación agregada, tantas como demandados haya, las que deben ser fir-

madas por la parte, su apoderado o el letrado que intervenga en esas

actuaciones;(la presentación de copias es opcional pues el profesional

podría traerlas directamente adjuiitadas a las cédulas de traslado de de-

manda con posterioridad)

4) las copias de los poderes, firmadas por los letrados y aquella do-

cumentación que acredite cualquier tipo de representación invocada en

la demanda;
5) las coilstancias o la mención del expediente, de donde surge ha-

ber realizado la vía o reclamación administrativa previa, generalmente

requerida cuando se trata de demandas contra la Nación (leyes 3952 y

19.549);

6) el bono del Colegio Público de Abogados (ley 23.1 87), en el caso

de la Ciudad de Buenos Aires.

7) la certificación del mediador del cierre sin acuerdo de la media-

ción prejudicial obligatoria, ley 26.5 89.

CITACION:

Una vez presentada la demanda en el tribunal, éste, de encontrarse

en condiciones, no sólo tendrá a la parte en calidad de tal, por presen-

tada en autos y por constituido su domicilio procesal, sino que también

impondrá, según corresponda, un determinado tipo de proceso (ordina-

rio, sumarísimo, ejecutivo, etc.), y ordenará se corra traslado de la mis-

ma a quien se demanda. Este es un doble imperativo procesal, por cuan-

to no sólo se trata de una citación para contestar la demanda, sino que

es también un emplazamiento para que comparezca a estar a derecho.

En suma, se trata de garantizar el derecho de defensa en juicio, ano-

ticiando al demandado de que existe una demanda en su contra, con pre-

tensiones que pueden afectar sus dereclios o la falta de ellos.

Presentada la demanda, el juez dará traslado para que comparezca

y la conteste (art. 338, CPCCN) en determinado plazo, que en el proce-


so ordinario será de 15 días (artículo cit.) y en el sumarísimo, de 5 días

(art. 498, CPCCN), que para la Nación, una provincia o una municipa-

lidad, será de 60 días.

Como ya vimos, cada acto procesal debe ser realizado en tiempo

oportuno; de allí que la existencia de un plazo para el cumplimiento de

cualquier acto sea perentorio (art. 155, CPCCN) y su presentación pos-

terior no cumpla ningún efecto respecto del proceso (en ese caso, el tri-

bunal ordenará desglosar el escrito de que se trate y devolverlo a su pre-

sentante) . PROCESOS DE CONOCIMIEI".IO. LA DEMANDA 297

Aun así, existe la posibilidad de que pudiera contestarse la deman-

da fuera de término, siempre y cuando las partes acordasen su prórroga

o suspensión (art. 157, CPCCN).

eichos plazos serán mayores por la distancia a la que se halle el de-

mandado, a razón de un día más por cada 200 km o fracción no menor

de 100 km, si reside en la República (arts. 342 y 158, CPCCN). Si resi-

diera en el exterior, el juez fijará el plazo teniendo en cuenta tanto la dis-

tancia como la facilidad en las &rnunicaciones.

El plazo se contará a partir del día siguiente al de la notificación

(art. 156, CPCCN) y se contarán sólo los días hábiles judiciales (art. 24,

CCiv.).

La notificación aludida se hará personalmente (cuando el deman-

dado concurra al tribunal, retire copia de la demanda y deje constancia

en el expediente de su notificación del traslado) o por cédula (art. 339,


CPCCN).

Cuando la notificación es por cédula, pueden ocurrir varios supues-

tos:

1) Demandado residente en la jurisdicción del juzgudo. La cédula se . -

diligenciará al domicilio real del demandado, junto con las copias de la

demanda (art. 339, ler. párr.). Si no se hallare a la persona indicada en

la cédula, se le dejará aviso para que espere al día siguiente. (Si el actor

sabe que el demandado se encuentra en su domicilio, por ejemplo, sólo

después de la hora 22, esta circunstancia podrá indicarse en la demanda,

para que conste en la cédula y la notificación tenga éxito, pues el oficial

notificador concurrirá en dicho horario.) Si luego del aviso no lo halla-

ra, se deberá proceder de conformidad con lo establecido por el art. 141,

CPCCN, es decir, entregar ia cédula y las copias a otra persona de la casa,

al encargado del edificio, etc.; y si no hallara a nadie a quien entregárse-

las, las fijara en la puerta de acceso al domicilio (el aviso no es necesa-

rio cuando el domicilio fuera constituido en un documento indubitado).

Si lo encontrara, el oficial notificador dejará copia de la cédula (con

las copias de la demanda) al interesado y devolverá al tribunal el origi-

nal, con la constancia de su diligenciamiento (persona que la recibió, lu-

gar, fecha y hora), suscripta por, el oficial y por el requerido (si se negara,

también se dejará constancia de ello, pues las manifestaciones del oficial

hacen plena fe) en el reverso del original.

Por otra parte, si el demandado no viviera en el domicilio real de-


nunciado, el oficial notificador dejará constancia de ello y devolverá la

cédula sin diligenciar al tribunal. En esta situación, si el actor sabe con

certeza que eldemandado vive en ese domicilio y Ías personas que fue-

ron preguntadas por el oficial se equivocaron o mintieron, se puede so-

licitar que la notificación se realice "bajo responsabilidad de la parte ac-

tora", lo que se consignará en la cédula, y el oficial actuará como si le

hubieran informado que sí vive allí. Si fuera falso el domicilio y se com- 298
CRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

probara una vez interpuesta la nulidad de la notificación, así se declara-

rá y las costas serán soportadas por la accionante.

2) Demandado domiciliado fuera de la jurisdicción del tribunal. En

el caso de domiciliarse en el país, la cédula también se dirigirá al domi-

cilio real del demandado, junto con las copias de la demanda, pero de

conformidad con lo dispuesto por la ley 22.172 (reglamentación de las

comunicaciones entre tribunales de distinta jurisdicción), debiendo indi-

carse, en la oficina de notificaciones correspondientes, las personas auto-

rizadas para su diligenciamiento.

Si se domiciliara en el extranjero, la notificación se podrá hacer por

exhorto diplomático o de la forma que lo prescriban los convenios inter-

nacionales celebrados (para mayor especificación, ver ley 23.502, Con-

vención sobre Procedimiento Civil de La Haya; ley 24.578, Mercosur,

entre otras).

3) El demandado es una persona incierta o cuyo domicilio se ignora.


La notificación se efectuará mediante edictos (arts. 145 a 147, CPCCN),

y si no compareciera en plazo, se nombrará al defensor oficial, a quien

se le dará traslado de la demanda (art. 343, CPCCN).

4) Demandados domiciliados en distintas jurisdicciones. Si son va-

rios demandados, cada uno tendrá su propio a partir de cada no-

tificación, cuando todos se domicilien en la misma jurisdicción. En cam-

bio, cuando se encuentren en distintas jurisdicciones, el ordenamiento

ritual prevé un plazo único para todos ellos, que se contará a partir de

la última notificación, es decir, el que resulte mayor (art. 344, CPCCN).

5) Cuando una provincia fuera demandada. En este caso, la notifi-

cación deberá dirigirse tanto al gobernador como al fiscal de Estado (o

funcionario con esas atribuciones), mediante oficios.

Si la notificación fuera defectuosa, en contravención a lo dispuesto por

los artículos citados anteriormente, será nula (art. 345, CPCCN), siempre y

cuando le impida al interesado cumplir con la contestación de la demanda

en tiempo y forma oportuna (art. 149, CPCCN), y no surja del expedien-

te que se tenía conocimiento de la demanda interpuesta, o sea convalida-

do por presentación posterior (así será subsanado el vicio). La notificación

defectuosa, para ser declarada nula, debe haber colocado al interesado en

una situación tal que no pudiera ejercer libremente su derecho de defen-

sa en juicio. Dicha nulidad, tratándose de un instrumento público (cédula

emanada del oficial notificador) debe ser declarada judicialmente.

El pedido de nulidad tramitará por las normas de los incidentes


(arts. 172 y 173, CPCCN). No procede la nulidad por la nulidad misma,

por lo cual, debe setialarse el perjuicio cuya nulidad se impetra.

CONTESTACION:

Junto con algunas excepciones, o sin ellas, el demandado puede

contestar la demanda, negando hechos invocados en ella, reconociendo

expresamente algunos y ofreciendo toda la prueba de que intente valer-

se. En definitiva, dando su propia versión de los hechos ocurridos y de

los derechos que, a su criterio, tiene cada parte. En el capítulo siguiente

analizaremos el contenido y los requisitos que debe tener toda contesta-

ción de demanda.

REBELDIA:

Si el demandado decide no contestar la demanda, o por ignoran-

cia, o negligencia, o causas no imputables a él, ha dejado vencer el plazo

para hacerlo, quedará en una situación procesal llamada rebeldía.

Se considera rebelde a quien, debidamente citado, ,no comparece a

estar a derecho. Al respecto, nuestro CPCCN dispone:

Art. 59. Rebeldía. Incomparecencia del demandado no declarado re-

belde.- La parte con domicilio conocido, debidamente citada, que no

compareciere durante el plazo de la citación o abandonare el juicio des-


pués de haber comparecido, será declarada en rebeldía a pedido de la otra.

Esta resolución se notificará por cédula o, en su caso, por edictos du-

rante dos días. Las sucesivas resoluciones se tendrán por notificadas por

ministerio de la ley.

Si no se hubiere requerido que el incompareciente sea declarado re-

belde, se aplicarán las reglas sobre notificaciones establecidas en el primer

párrafo del art. 41. 310 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

Art. 60. Efectos.- La rebeldía no alterará la secuela regular del pro-

ceso.

El rebelde podrá oponer la prescripción en los términos del art. 346.

La sentencia será pronunciada según el mérito de la causa y lo esta-

blecido en el art. 356, inc. 1. En caso de duda, la rebeldía declarada y fir-

me constituirá presunción de verdad de los hechos lícitos afirmados por

quien obtuvo la declaración.

Serán a cargo del rebelde las costas causadas por su rebeldía.

En el proceso civil y comercial, la situación de rebeldía es decretada

por el juez, a pedido de la contraria. Debe ser notificado el interesado de

la declaración de rebeldía, por cédula, en su domicilio real.

Esto no ocurre en el proceso laboral, en el que la parte que queda

incursa en la situacióii de rebeldía no es notificada por cédula al domici-

lio denunciado, sino que se notifica por nota.

El rebelde podrá presentarse en cualquier momento en el expedien-

te, debiendo aceptar lo actuado hasta entonces, sin poder retrotraer el


proceso al estado anterior a su presentación en virtud del principio pro-

cesal de preclusión.

El rebelde quedará notificado de todas las resoluciones que se dicten

luego de la declaración de rebeldía, los días de nota, en forma automá-

tica. Sólo deberá notificársele la sentencia, a su domicilio real, mediante

cédula (art. 60, CPCCN). Otra particularidad del proceso laboral es que

tampoco se notifica por cédula al domicilio real la sentencia, sino que

queda notificada por nota.

La rebeldía produce consecuencias en dos temas importantes: en

materia de notificaciones, como ya hemos visto, y de medidas cautelares.

Al tratar este segundo tema mencionamos que en el juicio hay si-

tuaciones en que no es necesario prestar contracautela para obtener una

medida cautelar, y citamos la rebeldía.

La falta de comparecencia del debidamente citado hace presumir

-salvo prueba en contrario- la veracidad de los hechos invocados en

la demanda y, por tanto, el juez se encuentra en condiciones, prima facie,

de decretar una medida de seguridad con los elementos aportados por el

actor (Ver modelos de escritos al final del capítulo).

EXCEPCIONES:

El demandado puede oponer ciertas defensas a la demanda, por vía

de excepción. Si bien estudiamos este tema con detenimiento en los ca-

pítulos respectivos, recordaremos a continuación las excepciones oponi-


bles en procesos de conocimiento y en procesos de ejecución. Ellas son

las siguientes:

1 ) incompetencia;

2) falta de personería;

3) litispendencia (que también puede ser declarada de oficio en cual-

quier estado de la causa);

4) defecto legal en el modo de promover la demanda;

S) cosa juzgada (que también puede ser declarada de oficio en cual-

quier estado de la causa);

6) transacción;

7) conciliación;

8) desistimiento del derecho;

9) arraigo;

10) prescripción;

11) falta de legitimacih manifiesta para obrar activa o pasiva;

12) defensas temporarias: a) beneficio de inventario; b) beneficio de

excusión, y c) la prevista en los arts. 2486 y 3357, CCiv.;

13) pago documentado, total o parcial;

14) quita;

15) espera;

16) remisión;

e 17) novación;

18) compromiso;
19) falsedad de título; 312 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

20) inhabilidad de título;

21) compensación;

22) nulidad de la ejecución;

23) excepcion de incumplimiento contractual (art. 1201, CCiv.) y

otras defensas de fondo.

El proceso laboral tiene la particularidad de que sólo pueden ser

opuestas como de previo y especial pronunciamiento las siguieiites

excepciones: incompetencia, falta de personería de las partes o de sus

representantes, litispendencia, cosa juzgada, transacción y prescripción.

El momento para oponer estas defensas y ofrecer la prueba de ellas

es al contestar la demanda,

En el proceso civil y comercial, algunas de estas excepciones proce-

sales deben ser opuestas junto con la contestación de la demanda o la

reconvención, para ser resueltas inmediatamente, si11 esperar la senten-

cia definitiva. Son opuestas como de previo y especial pronunciamiento.

Algunas de las así opuestas, si el juez les hace lugar, pondrán fin al

pleito. Se las llama "perentorias"; por ejemplo, si el juez entiende que

hay "cosa juzgada", "transacción" o "prescripción".

Otras -dilatorias- sólo "dilatarán" el proceso; por ejemplo,

incompetencia (el juicio puede permanecer en manos del mismo juez o

de otro al que se lo declare competente); falta de personería (se intimará

al representante a que acredite debidamente su personería); litispenden-


cia (si hay otro juicio en el que se cuestione el mismo objeto, sólo queda-

rá en trámite el más adelantado); defecto legal en la forma de promover

la demanda (se intimará al actor a clarificarla o completarla), etc.

RECONVENCION:

También puede el demandado reconvenir al actor, esto es, insertar

en el proceso una nueva demanda contra el demandante por cuestiones

conexas, para que el mismo órgano jurisdiccional que conoce la deman-

da originaria resuelva también la reconvencióri en una misma sentencia.


ACTITUDES DEL DEMANDADO FRENTE AL TRASLADO DE DEMANDA 313

Reconvenir es una facultad procesal; puede o no ser ejercida, sin que se

pierda ningún derecho, pues se puede iniciar una demanda separada e

independiente, aunque en ciertos casos convendrá aprovechar la oportu-

nidad para reconvenir, y no posponer el reclamo.

A causa de la reconvención, el actor que ha iniciado el juicio se tor-

na, a su vez, en demandado, y el demandado, en actor. El demandado

de la reconvención recibirá copy de ella (traslado) para contestarla den-

tro de los mismos plazos que cualquier demanda, y ofrecer las pruebas

de su derecho.

El CPCCN prevé la reconvención en sus arts. 357,358 y 359.

El reconviniente, en oportunidad de ser citado a mediación prejudi-

cial obligatoria por el requirente -ahora demandante- puede aprove-

char dicha mediación para cumplir con el requisito de la ley 26.589 (la
reconvención es una demanda en sí misma) y pedir al mediador que deje

constancia de su reconvención, conforme art. 3 del decreto 1467/2011.

El procedimiento laboral tiene un régimen particular, establecido en

el art. 75 de la ley 18.345, modificada por la ley 24.635.

(Para completar este tema, ver cap. XIII, pto. 111).

PRUEBA:

La Constitución Nacional sienta las bases de la defensa en juicio de

la persona y sus derechos. TRABA DE LA LlTlS Y PRUEBA 339

Manda a dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería y la

legislación laboral (cuerpo codificado de la materia), sumándose luego

el Aduanero, Aeronáutico, y la permanente continua y necesaria legisla-

ción formativa de los derechos y obligaciones de las personas.

Cada una de las materias codificadas y10 legisladas, contienen figu-

ras, instituciones que en forma autónoma hablan por sí de su contenido

sustantivo y adjetivo, cuya acr ditación probatoria el legitimado debe-

rá acreditar en su pretensión j rídica, en el marco de sus derechos invo-

cados y pretendidos.

l-

El derecho de peticionar (art. 14 de la CN) queda pues garantizado

y ello lo habilita para poner en ejercicio las exigencias jurídicas del caso.

Ahora bien, los medios probatorios están previstos por la ley, con

una normativa propia que se corresponde a la figura en tratamiento, no


teniendo el carácter de taxativa.

Se ha desarrollado en extenso principios y excepciones que ilustran

en tal sentido, debiéndose destacar la prueba presuncional, facultad pri-

vativa del juez, cuando agotadas las probanzas de autos, éstas autori-

zan para formar convicción para la toma del decisorio, a recurrir a las

presunciones, reunidas en graves, precisas y concordantes, que surjan

de autos.

Asimismo, cuando las constancias probatorias no son concluyen-

tes, resta la consulta a Instituciones especializadas, Academias, etc. cu-

yas opiniones científicas, son valoradas.

Otro aporte probatorio, son los consultores de parte, que pueden

tener un nivel superlativo y en muchos casos, merecen ser confrontados

con los precedentes.

No sin olvidar los llamados hechos nuevos, cuya probanza ante el

Superior, ameritan su tratamiento, modificando en su caso, lo resuelto

en la instancia precedente.

Se torna, pues, la prueba en la matriz central de los intereses, dere-

chos y garantía, habiendo el Código Civil, en sus arts. 15 y 16 el juzga-

miento bajo el manto de los principios generales del derecho.

Tampoco habrá actividad probatoria alguna respecto de:

1) hechos notorios, que son aquellos cuyo conocimiento forma par-

te de la cultura normal propia de determinado círculo social al tiempo

en que se produce la decisión (definición de Calamandrei, utilizada por


casi toda la doctrina nacional), sean históricos, geográficos, etc., o de di-

vulgación masiva por algún medio de comunicaci6n. De más está decir

que aun así deben ser igualmente alegados por quien intenta valerse de

ellos como parte de su argumentación (se han considerado notorios, por

ej., la depreciación monetaria, el tipo de cambio, etc.).

2) hechos evidentes, que derivan tanto de principios lógicos o cientí-

ficos como de observaciones experimentales (v.gr.: la noche es más oscu- 340


GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

ra que el día, los libros tienen páginas, el cuerpo humano está compuesto

de células, etc.) y no cabe duda alguna sobre su ocurrencia. De esta ca-

tegoría también participan los hechos imposibles (v.gr.: el Sol se vio cla-

ramente en la noche por un instante), pues es sabido, por su derivación

de aquellos principios y observaciones, que su producción no es factible.

3) hechos de pr~ieba imposible, que son aquellos cuya prueba mate-

rial directa no puede ser realizada (v.gr.: si llevamos agua a la Luna ha-

brá oxígeno), aun cuando por otras pruebas se logre acreditar hechos

que permitan inferir su posibilidad;

4) hechos prohibidos por la ley y hechos ilícitos, que son aquellos

para cuya demostración en un proceso, por cuestiones morales, políti-

cas, religiosas o de orden público, no se admite discusión (v.gr.: el secreto

profesional). Respecto de los hechos ilícitos, si bien no pueden ser obje-

to de prueba para argumentar su cumplimiento, sí pueden serlo cuan-

do son fundamento para la reparación resarcitoria de daños producidos


por este tipo de hechos.

5) respecto del derecho nacional, tampoco se debe acreditar la exis-

tencia de norma alguna, por lo cual basta su sola mención. Distinto es

el caso del derecho extranjero, convenciones colectivas, tratados, conve-

nios internacionales, erc., pues su existencia debe ser acreditada, como

lo dispone, con sus excepciones, el art. 13 del CCiv. y sii nota; ello, sin

perjuicio de la facultad conferida al juez por el art. 377 del ordenamien-

to ritual, a los efectos de investigar su existencia aun cuando no hubie-

re sido probada.

6) presunciones: a falta de prueba, la ley presume que ciertos he-

chos han ocurrido de determinada manera, por ej., arts. 109, 877, 878

y otros del CCiv. Asimismo, existen presunciones de derecho que otor-

gan a determinadas declaraciones sobre hechos una certeza que no po-

dría ser desbaratada por simple prueba en contrario, por ejemplo las de-

claraciones que realiza un escribano público en un instrumento público

respecto de hechos pasados ante su presencia (art. 993, CCiv.). En estos

casos se necesita de un proceso especial (redargución de falsedad) para

desvirtuarlos.

MEDIOS PROBATORIOS:

Los medios de prueba son aquellos modos o procedimientos forma-

les empleados para acreditar en un proceso la existencia de un hecho. Es

la forma en que se realizará la actividad probatoria.


Existen medios previstos por la ley, con una normativa propia, aun-

que su enumeración no es taxativa, a saber:

la prueba documental (arts. 333, 387395, CPCCN; art. 1190,

CCiv.; art. 208, CCom.; ley 25.506 de Firma Digital), TRABA DE LA LlTlS Y
PRUEBA 341

la informativa (arts. 396/403, CPCCN),

la confesional (arts. 356, inc. 1, 404/425, CPCCN; art. 1190,

CCiv.; art. 208, CCom.),

la testimonial (arts. 4261456, CPCCN; art. 1190, CCiv.; art. 208,

CCom.),

la pericia1 (arts. 457f478, CPCCN),

el reconocimiento judi j a l (arts. 4791480, CPCCN),

e las presunciones judiaales o legales (art. 163, inc. 5, CPCCN;

art. 1190, CCiv.; art. 208, CCom.).

También existen medios de prueba no tipificados, referidos específi-

camente por el art. 378 del Código Procesal, a los cuales se les aplicará

por analogía las disposiciones de los que sean semejantes (v.gr.: fotogra-

fías, actas notariales, videograbaciones, facsímiles -fax-, documentos

digitales, etc.).

CONCLUSION DE LA CAUSA PARA DEFINITIVA. ALEGATOS. SENTENCIA:

CONCLUSIÓN DE LA CAUSA

Ante la inexistencia de hechos controvertidos, en la audiencia esta-


, blecida por el art. 360 o con anterioridad (art. 359, CPCCN), el juez de-

clarará las actuaciones como de puro derecho, con lo que la causa que-

dará concluida para definitiva (artículo cit., inc. 6), es decir, para dictar

sentencia. Igual procedimiento incumbe cuando se prescinde de la aper-

tura a prueba por conformidad de partes (art. 362).

Ahora bien: en los casos en que se hubieran abierto las actuacio-

nes a prueba y se hayan producido todas las pruebas ofrecidas, el prose-

cretario administrativo, sin necesidad de gestión alguna de los interesa-

dos o a pedido de parte, ordenará que se agregue al expediente (art. 482,

CPCCN) y pondrá los autos a los efectos del art. 482 citado, esto es,

para alegar.

Sin perjuicio de señalar que es necesario pedir por escrito al tribu-

nal, tanto que se coloquen los autos a los fines del art. 482, CPCCN,

como que se clausure el período probatorio, el juzgado verificará en am-

bos casos que se haya producido toda la prueba o que se haya desistido

o declarado la negligencia respecto de las que faltan realizarse.

Si hubiera alguna sin producirse, esto será comunicado por el tri-

bunal al peticionante, quien, si se tratara de una prueba ofrecida por él,

podrá desistir de su producción o ~roducirla si aún pudiera. Si fuese de I A. 1 A.

la parte contraria, podrá pedir lo que corresponda, coino que se decla-

re la negligencia o la caducidad de la prueba (Ver modelos de escritos en

el capítulo XV).

En algunos juzgados se realiza lo que se llama un certificado analí-


tico de prueba, donde se individualiza cada prueba, qué parte la ofreció,

qué fue lo que sucedió con ella y en qué foja (dónde se produjo, dónde

se desistió o dónde se declaró la negligencia o su caducidad). 380 GRISOLIA -


ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

Luego de ello se colocarán las actuaciones para alegar lo que será

notificado a las partes, y una vez firme la resolución en cuestión se co-

menzará a contar el plazo para alegar, que en todos los procesos es co-

mún (art. 482, CPCCN).

El expediénte podrá ser retirado por seis días por cada parte: prime-

ro, la actora y luego, la demandada.

Si no fuera devuelto en ese término (para lo cual se debe tener en

cuenta que se ha decidido que en cuanto a los préstamos no corre el pla-

zo de gracia de dos horas establecido por nuestro ordenamiento en el

art. 124, pues ello rige sólo para los escritos), se perderá el derecho a

presentar el alegato. Cuando se intente retirar el expediente, en la mesa

de entradas del juzgado, previa verificación de que corresponde, se de-

jará constancia por escrito de ello en un libro llamado "Libro de présta-

mos", en donde obrará quién lo retiró y sus datos personales (nombre,

domicilio, número de documento, número de teléfono, etc.) y los datos

del expediente (carátula, número de fojas, si se retira con agregados, so-

bres de documentación, individualizándolos en su caso), nota que será

firmada por el letrado o parte que lo retire.

El término para alegar se cuenta desde la última notificación del


auto que lo ordena, y su presentación es opcional.

El alegato es la valoración que cada parte hace de las pruebas pro-

ducidas, tanto por sí misma como por la otra.

Es un escrito importante que ordena todo lo sucedido en un expe-

diente y es la última oportunidad para convencer al juez del derecho que

asiste al mesentante.

Se mencionan los hechos invocados por quien alega y la prueba pro-

ducida aue tuvo como resultado acreditar esos hechos.

~sihismo, se resumen los hechos invocados por la contraria, y, se-

gún el caso, la deficiencia o carencia de prueba respecto de ellos.

El alegato puede ser enriquecido con citas legales, jurisprudenciales

y doctrinarias, acordes al caso, con la finalidad de conmover y conven-

cer sobre la procedencia del reconocimiento del derecho de quien alega,

en la sentencia.

Los alegatos serán reservados en secretaría, en un lugar (carpeta,

por lo general) destinado especialmente para ello, sin agregarlos al expe-

diente hasta que se peticione el dictado de la sentencia, momento en el

cual se los agregará.

Sólo corresponde alegar en el proceso de conocimiento ordina-

rio: el alegato es improcedente en los sumarísimos, tal como dispone el

art. 498, inc. 5 CPCCN

11. DICTADO DE LA SENTENCIA. PROCEDIMIENTO

Una vez que son presentados los alegatos, o vencido el término para
hacerlo, el juez, previa agregación de dichos instrumentos, llamará a
CONCLUSIÓN DE LA CAUSA

"autos para sentencia" (arts. 483, dt. párt, CPCCN). Lo mismo ocurre

cuando la causa fue declarada como de puro derecho.

El auto es notificado por nota; una vez firme, quedará concluida

toda controversia y, por ende, cerrado el debate, locial implica que no

se puede presentar ningún escrito más ni agregar otra prueba. También

en ese acto se produce el saneamiento de cualquier irregularidad proce-

sal anterior. A partir de alli comienza también el deber del iuez de sro-

nunciarse (art. 34, inc. 3); el pldzo para hacerlo es de cuareita días en el

proceso ordinario y de veinte días en el sumarísimo.

Sin perjuicio de ello, el juez puede disponer la producción de prue-

bas, en los términos del art. 36, inc. 2, CPCCN, como medidas para me-

jor proveer, todas ellas en un mismo acto. La resolución que las disponga

será notificada vor cédula a las Dartes. tsara aue controlen dicha medi- I I 2 I 1

da, de la misma manera que se hizo dentro de la etapa probatoria, y sus-

penderá el plazo para dictar sentencia hasta que finalice dicha actividad.

Una vez dictada la sentencia, el juzgado deberá notificarla de oficio,

por cédula, dentro del tercer día, dondé se transcribirá la parte disposi-

tiva de aquélla. Si la parte quisiera una copia simple de la sentencia, po-

drá solicitarla y se le entregará un ejemplar firmado por el secretario o el

prosecretario administrativo (art. 485, CPCCN).


111. LA SENTENCIA DEFINITIVA Y OTROS TIPOS DE RESOLUCIONES
JUDICIALES

Antes de analizar detenidamente a la sentencia que pone fin al pro-

ceso, recordamos aquellas resoluciones que no lo hacen pero tienden a

encauzar u ordenar el proceso hacia su culminación, la sentencia.

Es decir, son aque¡los actos de autoridad emanados de un magistra-

do, investidos del poder jurisdiccional y emitidos como consecuencia de

un proceso, de un procedimiento o de un acto procesal.

Como lo dispone nuestro ordenamiento procesal, existen sólo dos

tipos de resoluciones de ese tenor: las providencias simples (art. 160,

CPCCN) y las resoluciones o sentencias interlocutorias (art. 16 1,

CPCCN).

1. Providencias simples

Las providencias simples, conforme a lo establecido en el art. 160,

CPCCN, son aquellas que tienden, sin sustanciación alguna (traslado a la

otra parte), al desarrollo del proceso u ordenan actos de mera ejecución.

Su característica principal es que se las dicta sin sustanciación al-

guna, tanto de oficio como proveyendo peticiones de las partes que no

merecen traslado a la contraria, porque no deciden sobre controversia

alguna. 3 82 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

Éstas son las que en mayor parte existen en el proceso, y su correcta

clasificación resulta de vital importancia a los fines que en este libro nos

interesan, es decir, la actividad desplegada dentro y fuera del tribunal.


Así, hay varias clases de providencias simples, teniendo en cuenta el

efecto de aquello que disponen; entonces, serán ordenatorias o de mera

ejecución, y entre las primeras se diferenciará a aquellas donde exista ac-

tividad jurisdiccional de las que no.

Esta diferenciación resulta de vital importancia a la hora de diluci-

dar quién debe firmarlas, pues de ello depende su validez.

No cabe duda de que donde haya actividad jurisdiccional (v.gr.,

traslado de la demanda, porque significa admitir la competencia) o la

mera ejecución (v.gr., disponer el embargo en un proceso ejecutivo), se-

rán firmadas por el juez, y contra ellas podrá interponerse el recurso de

reposición, y si causaren gravamen irreparable, el de apelación en for-

ma subsidiaria.

Entonces, podrán ser firmadas por el secretario solamente las pro-

videncias ordenatorias donde no se manifieste actividad jurisdiccional, o

sea, aquellas de mero trámite, como las dispuestas en el art. 38, CPCCN,

y lo mismo sucede respecto del oficial primero (prosecretario adminis-

trativo). Estas providencias podrán ser objetadas mediante una revoca-

toria, que se resolverá sin sustanciación alguna, pero no apelables, por-

que su falta de actividad jurisdiccional las hace carentes de gravamen

irreparable.

Si lo que se cuestionara es la facultad del funcionario de firmarlas

porque co;respondía al juez hacerlo, dada la clase de providencia, po-

drán ser recurridas por medio de la apelación, y si ésta fuera denegada,


se podrá interponer un recurso de queja por apelación denegada, ante

..a

la alzada.

Cuando las providencias dispongan varios actos y algunos de ellos

no puedan ser firmados por el secretario, deberán ser firmadas por el juez.

Por otro lado, debemos tener en cuenta otra clasificación que será

importante a los fines de ameritar, en el caso, si son o no apelabks, pues

serán recurribles sólo aquellas que causen gravamen irreparable.

Causarán gravamen irreparable, entonces, las proiidencias cuyo

efecto no pueda ser subsanado o revisado en forma posterior durante el

proceso, i i siquiera en la sentencia (v.gr., rechazo in iimine de la deman-

da; las que la tienen por contestada fuera del plazo, o viceversa; las que

disponen la rebeldía, la cuestión de puro derecho, etc.).

Las providencias simples deben ser dictadas en el término de tres

días (art. 34, inc. 3, CPCCN), a contar desde que se efectuó la petición

de las partes.

como lo dispone el citado art. 160, deben ser expresadas por escri-

to (idioma nacional y tinta negra), con indicación de la fecha y del lugar,

y la firma de quien correspondiera (Ver modelos al final del capítulo).


CONCLUSIÓN DE LA CAUSA 3 83

2. Sentencias interlocutorias

Las resoluciones interlocutorias son más complejas que las provi-

dencias simples y son aquellas que resuelven cuestiones que se plantea-


ron o surgieron dentro del proceso, pero que obviamente no se refieren

al fondo de la cuestión planteada con la demanda, que se tratará en la

sentencia definitiva.

. Estos pronunciamientos d a tribunal requieren sustanciación previa,

es decir el traslado de una petición a la parte contraria, la que puede ser

contestada o no, en cuyo caso, vencido el término para hacerlo, será re-

suelto por el iuez.

~ k u i e r i n , además de los requisitos de las providencias simples, la

expresión de los fundamentos, la decisión expresa, positiva y precisa de

las cuestiones planteadas y el pronunciamiento sobre las costas.

Los fundamentos son aquellos principios, razonamientos o moti-

vos (expresión de la jurisprudencia, de la doctrina aplicable al caso, así

como también del análisis fáctico y jurídico efectuado por el iuez de la

cuestión a él planteada por las pa;tés) por los cuales el tribuRal adop-

ta cierta decisión, bajo pena de nulidad. Dicha fundamentación permiti-

rá su crítica mediante los pertinentes recursos. También su inexistencia.

La conclusión a que se llegue será la decisión tomada, que se expre-

sará en lo que se llama "parte resolutiva" de la sentencia interlocutoria.

Esta podrá ser favorable a la petición que resuelve, o la rechazará.

Conforme a ello, es decir, al resultado de la resolución, deberán im-

ponerse las costas, tema que veremos al tratar la sentencia.

Debemos señalar que existen algunas sentencias interlocutorias que

ponen fin al proceso (v.gr., caducidad de instancia decretada a pedido de


parte, entre otras).

Estas resoluciones deberán ser dictadas en el plazo de diez días en

primera instancia y de quince días en segunda insGncia, a contar desde

el día en que el expediente queda a despacho. (Ver modelos al final del

...

capítulo.)

3. Sentencias homologatorias

Son aquellas resoluciones que deben dictarse ante un desistimiento

del derecho, una transacción o una conciliación (arts. 305, 308, 309,

CPCCN) en la forma establecida en los arts. 160 o 161 del Código Pro-

cesal (art. 162, CPCCN), según que, respectivamente, hornologuen o no

el desistimiento, la transacción o la conciliación.

Se trata, simplemente, de una actividad no jurisdiccional del juez,

que tiende a otorgar firmeza, fuerza de ley, a ciertos actos de las partes,

verificando las condiciones legales de dicho acto, su forma, o si hay en . . . . 1 1


*. i . . . . . * r . . 384 GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

Estas resoluciones ponen fin al proceso y se reservan para los mo-

dos anormales de terminación mencionados en el artículo citado; serán

providencias simples o sentencias interlocutorias, en tanto homologuen

o no, respectivamente, el acto de que se trate.

Si no se hiciera lugar a la homologación peticionada, se podrá recu-

rrir de la misma manera que una resolución interlocutoria.

4. La sentencia definitiva
La sentencia propiamente dicha, como decisión de mérito, es el acto

del órgano jurisdiccional en virtud del cual se pone fin a un proceso, ha-

ciendo lugar o rechazando la pretensión de fondo expresada en la de-

manda (y-la reconvención) por la parte actora (y recoiviniente).

Las sentencias han sido clasificadas de muchas formas, Dero la clasi-

ficación doctrinalmente más importante es aquella que las divide en de-

clarativas, condenatorias y constitutivas.

Las declarativas son aquellas en que se determina la certeza sobre la

existencia, eficacia, alcance, modalidad o interpretación de una relación

jurídica usucapión, nulidad de acto jurídico, etc.).

Las condenatorias son las más frecuentes: imponen el cumplimien-

to de una prestación, ordenando dar, hacer o abstenerse de hacer algu-

na cosa.

En otras palabras, además de declarar que existe un derecho a una

prestación, o Su i n c ~ ~ ~ l i m i e n t o , ordenan su realización (v.gr., las que

versan sobre construcciones hechas en contravención a lo dispuesto por

el Reglamento de Copropiedad, que no sólo involucran un pronuniia-

miento sobre su contradicción con las esti~ulaciones consorciales. sino

que, de verificarse, se ordena su demolición -condena de hacer-).

Por último, están las sentencias constitutivas, en las que nace un

nuevo estado jurídico (v.gr., filiación, divorcio, etc.).

Dispone el CPCCN al respecto:

Art. 163. Sentencia definitiva de primera instancia.- La sentencia de-


finitiva de primera instancia deberá contener:

1) la mención del lugar y fecha;

2) el nombre y apellido de las partes;

3) la relación sucinta de las cuestiones que constituyen el objeto del

juicio;

4) la consideración, por separado, de las cuestiones a que se refiere el

inciso anterior;

5) los fundamentos y la aplicación de la ley.

Las presunciones no establecidas por ley constituirán prueba cuando

se funden en hechos reales y probados y cuando por su número, precisión,

gravedad y concordancia, produjeren convicción según la naturaleza del

juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica. CONCLUSIÓN DE LA


CAUSA 385

La conducta observada por las partes durante la sustanciación del

proceso podrá constituir un elemento de convicción corroborante de las

pruebas, para juzgar la procedencia de las respectivas pretensiones;

6) la decisión expresa, positiva y precisa, de conformidad con las pre-

tensiones deducidas en el juicio, calificadas según correspondiere por ley,

declarando el derecho de los litigantes y condenando o absolviendo de la

demanda y reconvención, en su caso, en todo o en parte.

La sentencia podrá hac@ mérito de los hechos constitutivos, rnodifi-

cativos o extintivos, producidos durante la sustanciación del juicio y de-

bidamente probados, aunque no hubiesen sido invocados oportunamente


como hechos nuevos;

7) el plazo que se otorgase para su cumplimiento, si fuere suscepti-

ble de ejecución;

8) el pronunciamiento sobre costas y la regulación de honorarios y, en

su caso, la declaración de temeridad o malicia en los términos del art. 34,

inc. 6;

9) la firma del juez.

Como todas las resoluciones judiciales, de las cuales ésta es una cla-

se, debe estar expresada por escrito, en idioma nacional, con tinta negra,

con mención del lugar y fecha (inc. 1) y la firma del juez (inc. 9).

5. Partes de la sentencia

Las partes más importantes de la sentencia son los resultandos, los

considerandos, y la parte resolutiva (dispositiva o fallo). Todas ellas de-

ben estar en la sentencia, bajo pena de nulidad.

5.7. Resultandos

En el encabezamiento de la sentencia se usa indistintamente "resul-

tando" o "y vistos"; y es la parte sustancial, que inicia dicha resolución

narrando descriptivamente las circunstancias del proceso, o sea lo que

resulta de sus constancias (de allí su nombre). Allí se presentan las partes

(con nombre y apellido a r t : 163, inc. 2-), se narran las pretenSiones

y contra pretensiones, los hechos en que se fundan, las pruebas ofrecidas

y producidas (art. 163, inc. 3) y una breve relación de los actos procesa-
les más importantes cumplidos en el proceso.

9 . 2 . Considerandos

En los considerandos, el juez debe explicar las razones o fundamen-

tos que motivan el arribo a determinada solución, como se alude en los

incs. 4 y 5 del artículo antes transcripto. El sentenciante, en esta parte,

teniendo en cuenta lo que surge de los resultandos (hechos) y confron- 386


GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

tándolos con la prueba producida, ubicará jurídicamente la situación

fáctica o jurídica planteada por las partes, teniendo en cuenta la conduc-

ta de ellas durante el procedimiento. Es dable señalar que el magistrado

no está obligado a analizar todos y cada uno de los hechos planteados

por las partes, sino aquellos que considere de mayor relevancia para fun-

damentar la solución que propone.

La prueba será ameritada en este capítulo como basamento de los

hechos alegados. A esos fines, nuestro ordenamiento procesal impuso el

sistema de la sana crítica (frente al sistema de prueba tasada o legal y el

de las libres convicciones), que significa la aplicación de las reglas de la

ciencia y la experiencia.

También el juez determinará las normas aplicables al caso, califican-

do jurídicamente la relación analizada. En este sentido, cobra importan-

cia el principio iura nouit curia, por el cual el magistrado está facultado

para subsumir la realidad fáctica en la normativa que él considere apli-

cable, prescindiendo, si fuera menester, de la fundamentación alegada


por las partes. Se trata de suplir el silencio o la errónea invocación que

las partes hicieran del derecho.

1.

No podemos soslayar tampoco que la normativa de fondo impide

al juez dejar de juzgar bajo pretexto de silencio, oscuridad o insuficien-

cia de las leyes, pues si determinada cuestión no pudiera resolverse ni

por las palabras ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios

de las leyes análogas o a los principios generales del derecho (arts. 15 y

16, CCiv.).

5.3. Parte dispositiva

Luego de todas las consideraciones del punto anterior, el juez con-

cluirá su sentencia en la parte dispositiva o fallo, en la cual se sintetizan

las conclusiones establecidas en los considerandos y se resuelve hacer lu-

gar o rechazar la demanda, y en su caso la reconvención. Como se seña-

ló anteriormente (art. 163, inc. 6), debe ser expresa, positiva y precisa, es

decir, que esa expresión rechace o acoja las pretensiones deducidas por

las partes, con exactitud.

Aquí, cobra importancia determinante el principio de congruencia,

pues el juzgador, si bien no está obligado a tratar todas las alegaciones

de las partes ni toda la prueba producida, sino aquellas que considere

relevantes para la solución de la controversia, siempre debe ceñirse a los

capítulos propuestos por los contendientes.

Significa, entonces, que las pretensiones de las partes y lo decidido


por el juez debe guardar una absoluta relación.

Se es incongruente cuando se juzga más allá de lo pedido (ultra pe-

tita), fuera de lo pedido (extra petita), u omitiendo cuestiones plantea-

das (cifra petita). CONCLUSIÓN DE LA CAUSA 387

Cuando se trate del reclamo de una suma de dinero, no existirá

incongruencia si se otorga una cantidad o suma menor a la solicitada, si

se fundamentó dicho temperamento y no hubo ninguna omisión.

La parte dispositiva debe establecer el plazo para su ejecución, si

ella fuera posible.

También debe pronunciarse sobre cuestiones accesorias, como la

imposición de costas y la regupción de honorarios, si hubierá determi-

nado la base regulatoria. <.

Por ú1timo;debe estar firmada por el juez.

6. Efectos de la sentencia

La sentencia, como decisión de mérito, en el grado en que se halle,

hace "cosa juzgada", cuando precluye la etapa recursiva. También cons-

tituye un derecho de propiedad, en los términos del art. 17, CN, pues

incorpora al patrimonio del justiciable el derecho a ejecutarla.

La sentencia de condena concluye con la causa de la litis, y habilita

su ejecución ante el mismo juez senténciante; también es un instrumento

público que se basta a sí mismo para iniciar la ejecución.

La sentencia sólo puede afectar a quienes han intervenido en el pro-

ceso en calidad de parte, y no puede aprovechar ni perjudicar a terce-


ros que han permanecido ajenos al proceso (res inter alios acta judicata).

6.1. Cosa juzgada

* La cosa juzgada es un efecto de la sentencia que asegura su estabili-

dad. Bajo ciertas condiciones, protege para el porvenir el caso juzgado,

y no puede ser derogada por cambios de legislación o jurisprudencia. Es

de orden público, y los jueces pueden y deben declararla de oficio, inclu-

so en la instancia extraordinaria, pues se trata de resguardar un institu-

to de jerarquía constitucional.

Én otras palabras, la cosa juzgada tiene como objeto poner fin a los

litigios, impidiendo su renovación futura entre las partes, con lo cual se

logra la paz jurídica, necesaria en la sociedad.

Distinguimos la cosa juzgada formal de la material: la primera con-

siste en el agotamiento de vías recursivas; la segunda impide volver a dis-

cutir el asunto ya juzgado y resuelto, en ningún tipo de proceso.

La determinación de la existencia de la cosa juzgada puede ser re-

suelta por el juez o tribunal con libertad de apreciación, pues constituye

un problema de hecho sometido a las reglas de la lógica.

En tema de filiación, por ejemplo, elestado de la-ciencia no permitía

años atrás robar acabadamente la ~aternidad o maternidad. Han exis-

tido casos en que, pese a haber recafdo sentencia (denegatoria de la mis-

ma) y operado la cosa juzgada, la justicia de familia hizo lugar al pedi- 388
GRISOLIA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA

do de reapertura del juicio de filiación para aprovechar los avances de


. la pruebagenética, cuyos resultados alcanzan un nivel de certeza cerca-

no al 99,9%.

7. La imposición de costas en la sentencia

Este concepto comprende todos los gastos necesarios para la prepa-

ración, instrucción y decisión del proceso judicial. Tiene una finalidad

exclusivamente resarcitoria, esto es, no implica una penalidad para el li-

tigante vencido.

Las costas se van conformando en el seno de un proceso y el juez

impone el pago de ellas en la sentencia, aun sin pedido de las partes, ya

sea en las decisiones de mérito o en las interlocutorias (arts. 161, inc. 3,

y 163, inc. 8, CPCCN).

El art. 68, CPCCN, consagra el principio rector en materia de cos-

tas, que tiene su razón de ser en el hecho objetivo de la derrota.

La imposición de costas en los incidentes se rige por el mismo prin-

cipio general.

L; imposición de las costas generadas por la interposición de recur-

sos de aoelación con efecto diferido también es diferida. Dor razones de 4. I J.

economía procesal y celeridad.

En el supuesto de allanamiento, el art. 70, CPCCN, dispone que la

exención de costas a quien se allana corresponderá en la medida en que

el allanamiento reúna ciertos requisitos, como, p. ej., ser total, incondi-

cional, real y oportuno.

El art. 72, CPCCN, dispone que se impondrán las costas al litigan-


te que haya incurrido en pluspetición inexcusable (pluspetitio), esto es,

cuando pretenda más de lo debido, evidenciando mala fe, con conoci-

miento de la sinrazón de su reclamo, de por sí abusivo.

Las costas también pueden ser impuestas "por su orden" o "en el or-

den causado", lo cual implica que cada parte asuma las propias por su

cuenta y las comunes por mitades, si no se decidiera en otra proporción.

La imposición de costas puede ser apelada y, salvo cuando se recu-

rra junto con la sentencia definitiva, serán concedidas con efecto diferido.

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