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La Cuenca de Burgos está localizada más al noreste del estado de Coahuila, directamente al sur de Río Grande, es la extensión sureste de la

Cuenca de Maverik en Texas, conteniendo las formaciones altamente productivas de Eagle Ford y Pearsall. La Cuenca de Burgos cubre un área
total de 24,200 millas2. Advanced Resources International, Inc., basado en una analogía de la Lutita Eagle Ford Shale en Texas, se considera dicha
formación un gran prospecto para la Cuenca de Burgos. En el margen occidental de la Cuenca de Burgos, la formación Eagle Ford tiene un
espesor de 200 a 300 m (promedio 200 m).

Dentro de sus 18,100 millas2 de área prospectiva, la lutita Eagle Ford contiene una alta concentración del orden de 210 (billones pies cúbicos de
gas natural /mi2) (210 mil millones de pies3 de gas natural/milla2). El volumen original de gas natural es de 1,514 trillones pies cúbicos (1,514
millones de millones) y la reserva recuperable técnicamente es de 454 trillones pies cúbicos (454 millones de millones) de gas natural.

Las lutitas del Titoniano localizadas en la Cuenca de Burgos, con un área prospectiva de 14,520 millas2, tienen una concentración promedio de 75
billones pies cúbicos /mi2 de gas natural (75 mil millones de pies3/milla2). El volumen original de gas natural es de 272 trillones pies cúbicos (272
millones de millones) y la reserva recuperable técnicamente es de 82 trillones pies cúbicos (82 millones de millones) de gas natural.

Fuente: https://energiaadebate.com/gas-de-lutitas-en-la-cuenca-de-burgos/
PROGRAMA DEL DESARROLLO DEL GAS DE LUTITAS EN LA FORMACION EAGLE FORD DE LA CUENCA DE BURGOS

De acuerdo con la información disponible de la existencia de los yacimientos no convencionales de gas de lutitas en la Cuenca de Burgos, y
considerando los recursos técnicamente recuperables de la formación Eagle Ford, de 454 trillones de pies cúbicos de gas natural (454 millones de
millones de pies cúbicos), existentes en dicha cuenca, se estableció un programa de desarrollo para un período de 30 años, de acuerdo a las
siguientes bases:

1) Para optimizar la explotación del gas de lutitas se deberán perforar pozos multidireccionales y horizontales, a la profundidad de la formación
productora, la parte horizontal debe ser del orden de 500 a 1000 metros, y se procederá a efectuar en la formación fracturamientos hidráulicos
de tres a seis etapas. Esto permitirá tener producciones iniciales de gas por pozo del doble o cuádruple a la obtenida perforando pozos verticales.

2) El programa de perforación de pozos horizontales de desarrollo, con la utilización de 300 equipos de perforación por año, establece la
perforación y terminación de 1,200 pozos anualmente. En cada etapa del proyecto de 10 años, se tendrán terminados 12,000 pozos, o sea que al
terminar la tercera etapa, el total de pozos horizontales terminados será de 36,000 pozos.

3) La producción inicial de cada pozo horizontal se consideró de 6.6 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, con una declinación acelerada
durante los primeros cinco años de explotación, produciendo en el quinto año del orden de 2 millones de pies cúbicos diarios de gas natural,
continuando con una declinación lenta durante los siguientes 25 años de explotación de cada pozo. La producción acumulada de gas natural de
los 36,000 pozos de desarrollo, en el periodo de 40 años de explotación se calculó en 452 trillones de pies cúbicos (452 millones de millones) de
gas natural.

4) La infraestructura requerida para el manejo de la producción de la producción del gas natural, se programó construirla oportunamente
durante cada etapa de 10 años del desarrollo del yacimiento no convencional de la formación Eagle Ford perteneciente a la Cuenca de Burgos,
como a continuación se detalla:

 3,600 plataformas localizadas adecuadamente para la perforación, terminación y fracturamiento hidráulico de 10 pozos direccionales
horizontales en cada una, con su red de caminos de acceso para la transportación de todos los equipos necesarios.

 900 estaciones de recolección y medición para recibir en cada una, la producción del gas natural de 40 pozos de desarrollo, es decir,
procedentes de cuatro plataformas de pozos.

 180 estaciones de compresión de gas, con capacidad unitaria para 300 millones de pies cúbicos diarios, donde se recibirá en cada una, la
producción de gas natural de cinco estaciones de recolección y medición, es decir, de 200 pozos productores.

 30 estaciones de medición de gas natural, con capacidad unitaria para 1,800 millones de pies cúbicos diarios, donde se medirá en cada
una, la producción general procedente de seis estaciones de compresión de gas.
 24 complejos de plantas criogénicas, con capacidad total para el tratamiento de 43,200 millones de pies cúbicos diarios, donde se
recibirá el gas natural procedente de las 30 estaciones de medición.

 Sistemas de gasoductos para la distribución del gas seco residual a los diferentes sectores para su consumo y exportación de excedentes.

 Sistemas de poliductos para la distribución de los líquidos extraídos del gas natural, a los diferentes centros de consumo y exportación de
excedentes.

5) Las inversiones programadas para la infraestructura detallada anteriormente, se esti ma sean las siguientes:
6) La producción de gas seco residual y de Líquidos extraídos del gas natural, para cada una de las etapas del desarrollo, se resume en la tabla y
gráficas siguientes:
7) Los ingresos calculados correspondientes al periodo de 40 años de explotación, son los siguientes:
8) En la siguiente gráfica se ilustra como ejemplo, el comportamiento de la producción de gas natural de un pozo horizontal, fracturado
hidráulicamente, terminado en un yacimiento no convencional productor de gas de lutitas:

9) En el lapso de 40 años considerado para el programa de explotación del gas de luti tas de la formación Eagle Ford, perteneciente a la Cuenca
de Burgos, la producción acumulada de gas que se calculó con la operación de 36,000 pozos horizontales de desarrollo, es del orden de 452
trillones de pies cúbicos (452 millones de millones de pies cúbicos).
*Ingeniero petrolero graduado en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, con experiencia profesional de 50 años. Laboró 32 años en Petróleos
Mexicanos. Impartió cursos de ingeniería de producción del petróleo en la Facultad de Ingeniería y División de Estudios Superiores de la UNAM y
en la ESIA del IPN. Ha brindado asesorías a compañías petroleras de Estados Unidos, Brasil y Kuwait, también a la Comisión de Energéticos del
Senado de la República. Es presidente de Ingenieros Petroleros y Geofísicos Asociados (IPyGA), S.A. de C.V. (, Es asesor externo de la presidencia
del consejo de administración de Altos Hornos de México.<
4. Producción y recursos petroleros

Esta cuenca pertenece a la Provincia Geológica del Golfo de México, considerada por su producción y recursos petroleros, como la tercera
provincia más importante del mundo. El Sistema Petrolero en la Cuenca de Burgos (Figura 1) funciona de manera eficiente al existir rocas con
contenido orgánico, madurez, espesor y tipo adecuado para generar hidrocarburos (González García y Holguín Quiñones, 1992), así como
abundantes rocas almacén y sellos para recibirlos y preservarlos en trampas estratigráficas y estructurales apropiadas (Echánove, 1986). La
Cuenca de Burgos había producido más de 5 trillones (5x1012) de pies cúbicos de gas y aceite equivalente en 50 años de exploración y
explotación de sus campos (1946 a 1997). Entre 1997 y 2007, se extrajeron 3.3x1012 ft3 adicionales (Lajous, 2004; Pemex, 2009). De acuerdo a la
clasificación de la American Association of Petroleum Geologists respecto al tamaño de las reservas de gas, en los campos de la Cuenca de Burgos
(considerando como parámetro el volumen de producción acumulada) se descubrieron un campo supergigante, 4 subgigantes, 8 grandes, 5
medianos, 11 pequeños y más de 90 campos insignificantes con reservas menores a 50x109 ft3 (Echánove, 1986). Estos campos pequeños en su
conjunto acumularon una producción tan grande como la del campo Arcos, con más de 600x109 ft3

Fuente: http://www.scielo.org.mx/pdf/bsgm/v63n2/v63n2a13.pdf
Fuente: https://www.tamiu.edu/binationalcenter/documents/DESARROLLOCUENCADEBURGOSAGOSTO2014.pdf
Mexico: The Burgos Basin Changes in the fiscal regime could unlock the potential for Mexican shale The Eagle Ford shale formation underlies
much of South Texas and extends into Mexico’s Burgos Basin. The basin already represents 20 percent of Mexico’s hydrocarbon output, and
there are existing roads to wells and pipeline access. It is also in close proximity to the US services sector and workforces that have skills relevant
to unconventional resources. In addition, the reforms to Mexican energy legislation announced in December 2013 ended 75 years of a state-run
monopoly. This allows Petróleos Mexicanos (PEMEX) to enter profit share contracts and form partnerships with foreign investors, enabling it to
explore and develop the Burgos Basin’s shale resources. Before the reform can take effect, Mexico needs to finalize the secondary laws detailing
the fiscal regime. These factors make the Burgos Basin an attractive proposition. The key challenge in developing unconventional resources in the
basin is competition from other resources; specifically, the increasing amount of gas imported from the US and foreign investment and interest in
conventional development. For example, investments in shallow water or deep water offer higher rates of return than unconventional resources.
As a result, PEMEX has allocated a small share of its budget to shale gas development and planned to drill only 10 test wells in 2014.28 The sector
is unlikely to grow fast without improvements in PEMEX’s financial situation or large foreign investment, not to mention the efforts required to
supply water and escort crews to/from the drilling sites in the relatively insecure border región

Fuente: informe global de accenture, International Development of Unconventional Resources: If, where and how fast?
Regiones hidrológicas
Los desarrollos tecnológicos de años recientes, pero particularmente de los pasados siete años, han hecho posible explotar las reservas de
hidrocarburos concentradas en formaciones con muy baja porosidad y permeabilidad como las hoy ya famosas tight oil o shale oil/gas o
formaciones de lutitas. Estas estructuras geolas de difícil acceso se han conocido desde el siglo pasado, pero aun cuando se trataron de explotar
usando medios convencionales de producción, el resultado no siempre fue alentador. Las formaciones de tight oil más conocidas son las de
Bakken, Niobrara, Barnett e Eagle Ford en Estados Unidos. Existen otras formaciones importantes en Siria y en el Golfo Pérsico, en Rusia, en la
parte oeste de Siberia se encuentran las formaciones Bazhenov y Achimov, también hay shale oil en la zona desértica de Australia; la ya famosa
formación Vaca Muerta en Argentina; Chicontepec y la continuación de Eagle Ford en el norte de México en las cuencas de Burgos y Sabinas.

Ante la caída de la producción de gas en Estados Unidos durante los años setenta, el gobierno inició investigaciones destinadas explotar el
recurso concentrado en formaciones geológicas tipo shale. Los resultados conllevaron al desarrollo de la perforación horizontal y teledirigida, en
combinación con la fractura hidráulica de las formaciones rocosas, así como avances en la tecnología de imágenes micro-sísmicas. El conjunto de
toda esta tecnología llegó a su culminación en 1991 con el primer pozo comercial en la formación de Barnett ubicada en el norte de Texas. Estas
tecnologías se adaptaron a la decreciente producción de gas.

La reducción de la producción llevó a Estados Unidos a prepararse para importar grandes cantidades de gas –situación similar a la que hoy
vivimos en México–. Como referencia, en 1990, el gas no convencional de estas formaciones sólo representaba el 1% de la producción total; hoy
el porcentaje representa más del 40%, y se espera siga incrementándose en el futuro. Este desarrollo en gas contribuyó con el espectacular
incremento de la producción y evitó la necesidad de importaciones masivas, reactivando las economías de la refinación, de la industria
petroquímica y la sustitución del uso de carbón contaminante por gas natural. La cada vez más abundante oferta de insumo energético a precios
bajos para el consumidor final favoreció la rápida salida de la crisis económica de inicios de los noventa seguido por el periodo de expansión
económica más largo de historia reciente, con 120 meses de crecimiento económico continuo (Gráfica 1).

La mayor eficiencia de la tecnología permitió extraer cada vez mayores volúmenes de gas de macroformaciones localizadas en Nueva York y
Pensilvania, conocidas como Marcellus y Utica, así como Eagle Ford en Texas, provocando un exceso de oferta de gas en Estados Unidos y el
correspondiente colapso de cotizaciones (Gráfica 1). Este fenómeno ocasionó que a partir de 2009 muchos desarrollos se concentraran en
extraer el máximo volumen de líquidos, buscando minimizar la producción de gas. Ello derivó en el espectacular desarrollo y producción de
crudos súper ligeros o condensados en estas formaciones (Gráfica 2). Con esta nueva ola de producción, la dependencia energética de los
Estados Unidos ha disminuido en años recientes. Solamente en petróleo crudo la dependencia energética se ha reducido de casi 70% en 2006 a
57% en 2012, con las importaciones de crudo más bajas en 15 años y 25% inferiores a las importaciones récord registradas en 2005. En marzo de
este año, las importaciones fueron apenas 340,000 de barriles diarios (b/d) superiores a la producción de petróleo crudo que registró 7,120,000
b/d, el mayor nivel en 20 años.

Los datos de la Energy Information Administration del Departamento de Energía de los Estados Unidos (EIA-DoE) indican que hacia finales del
2012, la producción de petróleo crudo de los EEUU sobrepasó los 7 millones de barriles diarios (b/d), el volumen más alto en 20 años. De hecho,
la producción total de hidrocarburos en 2012 que registró EEUU fue de poco más de 11 millones de b/d, situándose así como el segundo
productor más importante del mundo, solamente detrás de Arabia Saudita. La producción entre 2011 y 2012 aumentó en 813,000 b/d, el mayor
incremento registrado desde 1920 y seguramente también el incremento anual más importante desde 1859, cuando inició la producción
comercial de petróleo en ese país. La EIA-DoE estima que la producción total de petróleo crudo de Estados Unidos aumentará 815,000 b/d este
año y se situará en 7.5 millones de b/d y en casi 8 millones b/d para el 2014. La mayor contribución en años recientes a la producción y a la
producción esperada, provino y provendrá de las formaciones de shale de Dakota del Norte, particularmente de Bakken, y de Texas, en especial
de Eagle Ford, Permian y Barnett.

La producción de petróleo convencional en Dakota del Norte no es nueva, se cuentan con registros que datan de 1951. Ya en 1980 la producción
de ese estado había rebasado los 100,000 b/d, pero se redujo a 80,000 b/d en 2003, cifra alrededor de la cual se mantuvo durante algunos años
más. La mayor producción de tight oil tanto en Dakota del Norte como en Texas responde al uso de mejoras tecnológicas destacando la
perforación horizontal con alcance lateral de más de 3 kilómetros, en conjunto con fracturación hidráulica en múltiples pozos, lo que origina
elevadas tasas de producción inicial. Los adelantos tecnológicos, junto con el incentivo de los altos precios internacionales del petróleo,
generaron condiciones ideales para conseguir uno de los aumentos de producción de petróleo más espectaculares que se hayan registrado en la
industria.

En 2006, cuando se implementaron los cambios tecnológicos, la producción promedió 109,000 b/d, un aumento de 36%. El incremento en
volumen diario promedio producido entre 2003 y 2012 fue de 724% llegando el año pasado a promediar 664,000 b/d. El caso es muy similar para
Texas, donde la formación de shale oil en Eagle Ford trajo un muy importante incremento para ese estado, que contribuye en mayor medida a la
producción con 30% del total del país. La producción de Texas aumentó 85% entre 2007 y 2012 ubicándose actualmente en casi dos millones de
b/d. Dakota del Norte y Texas contribuyen con el 40% de la producción de petróleo de Estados Unidos. Como se puede apreciar en la Gráfica 2, la
producción de Dakota del Norte rebasó a la de Oklahoma en 2008 y desde el año pasado ya es superior a la de California y Alaska, que desde los
años ochenta se encuentran en franca declinación.

La pregunta obvia que surge al ver la Gráfica 2 es: ¿Qué tan factible es mantener la tendencia exponencial de producción de Dakota del Norte y
de Texas? Una respuesta profunda a esta pregunta queda fuera de la intención de este ensayo. Sin embargo, es un hecho que no es factible que
se mantengan indefinidamente las recientes tasas exponenciales de crecimiento en la producción. La producción de shale oil es muy compleja, es
intensiva en capital, tecnología y requiere de muchas actividades de perforación.

La producción por pozo es relativamente baja y las tasas de declinación son en cambio altas, consecuentemente es necesario llevar a cabo varias
perforaciones para mantener la producción, así como la inversión continua en capital. Además, las áreas de alta productividad y con mayor
contenido de hidrocarburos o “sweet spots” ya han sido explotadas, por lo que las actividades de perforación y producción deberán enfocarse en
áreas menos productivas, lo cual requerirá de más pozos, por lo tanto mayores costos y menor volumen inicial producido, afectando a su vez los
flujos de efectivo de los proyectos, particularmente si la logística de transporte no mejora el diferencial de precios entre el crudo de Dakota del
Norte y el WTI. No obstante, es un hecho que la producción no convencional ha llegado para quedarse y el volumen total de producción, si bien a
tasas más moderadas, seguirá en aumento gracias particularmente a los continuados avances tecnológicos.

Más allá de la escalada de costos y recursos disponibles para más que duplicar el número actual de pozos para mantener los niveles de
producción, existe el problema de cómo transportar la creciente producción de crudo ligero a las zonas más adecuadas para su refinación. Los
oleoductos no son suficientes para transportar el crudo, la alternativa ha sido el transporte en tren, pero tampoco es una solución ni eficiente, ni
suficiente para el nivel de producción actual y ni tampoco para la esperada. La aglutinación de producción ha ocasionado un importante
deterioro en los precios del crudo de Dakota del Norte, lo cual afecta a los ingresos de ese estado, así como a los productores e inversionistas en
detrimento de futuras inversiones. Es importante destacar que este efecto se ha acentuado debido a que Estados Unidos no puede exportar su
crudo, sólo salvo bajo condiciones especiales. Sin embargo, existe la posibilidad real de ampliar oleoductos e interconectar la producción con
México y Canadá (en el caso de este último ya se han visto incrementos en las exportaciones, en particular a las refinerías de Quebec y San John
en Canadá).

https://www.energiaadebate.com/la-explotacion-de-shales-¿sueno-americano-y-mexicano/

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