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NFECCIONES DEL TRACTO URINARIO

GENERALIDADES
La infección del tracto urinario (ITU), es la enfermedad infecciosa más
frecuente durante el embarazo. Existen tres formas de presentación: la
bacteriura asintomática (BA), la cistitis o infección urinaria baja (IUB) y la
pielonefritis aguda (PNA) o infección urinaria alta. La frecuencia de esta
infección es de un 3-12% en la población general y alrededor de 30%
en la población con factores de riesgo.
Diagnóstico: El diagnóstico se hace por los síntomas y signos y se
ratifica por el sedimento de orina y el urocultivo. El urocultivo se
obtiene de la muestra de segundo chorro de orina de la mañana.
Previamente debe hacerse aseo riguroso del meato urinario y colocación
de tapón vaginal. Es necesario que la muestra se encuentre en el
laboratorio dentro de las 2 horas siguientes a la toma.
Condiciones que favorecen la aparición de ITU: La mujer desarrolla
fácilmente ITU porque el meato uretral tiene cercanía antómica con
recto y vagina, con exposición a la colonización de patógenos urinarios
provenientes de la flora rectal, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y
Proteus mirabilis. El pH urinario elevado, por la excreción aumentada
de bicarbonato y el aumento de la filtración glomerular con presencia de
glucosa en orina, favorecen la multiplicación bacteriana. El elevado
nivel de progesterona existente relaja la fibra muscular lisa,
contribuyendo al hidrouréter e hidronefrosis del embarazo. Además relaja
la vejiga, aumenta el residuo urinario y disminuye su vaciamiento.
Factores de riesgo:
 Historia de infecciones del tracto urinario
 Episodios repetidos de infección cervicovaginal (3 o más)
 Historia de abortos de segundo trimestre o parto prematuro de
causa no precisada
 Existencia de litiasis o malformación de la vía urinaria
 Actividad sexual frecuente
 Bajas condiciones socioeconómicas y culturales
 Diabetes durante el embarazo

FORMAS DE PRESENTACIÓN
Bacteriuria asintomática (BA): Se define como la infección de la vía
urinaria baja sin sintomatología y urocultivo con recuento de
colonias > 100.000/ml. Su incidencia es 3 a 10%. En el grupo con
factores de riesgo 18%. El diagnóstico es mediante un urocultivo positivo,
con recuento de colonias > 100.000/ml.
Infección urinaria baja o cistitis (IUB): Corresponde a la infección de
la vía urinaria baja con polaquiuria, disuria, malestar pélvico de
grado variable, habitualmente afebril y con orinas turbias de mal olor.
Puede haber hematuria. Se presenta en un 2-6% de los embarazos.
El diagnóstico se realiza mediante la presencia de un cuadro clínico
característico, asociado a un sedimento de orina (leucocitos
aumentados, bacterias presentes y nitritos positivos) y el cultivo de
orina con recuento de colonias > 100.000/ml.
Pielonefritis aguda (PNA): Corresponde a la forma más grave de ITU y
se constituye la causa de muerte materna por infección más frecuente de
los países desarrollados, debido a las complicaciones médicas que la
acompañan.
Se presenta en el 2 a 3% de los embarazos y representa el 5% de las
hospitalizaciones en una unidad de Alto Riesgo Obstétrico.
El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de fiebre hasta 39-
40ºC, calofríos intensos, dolor en región costolumbar y molestias
urinarias. El diagnóstico se realiza en base a un cuadro clínico
compatible y ratificado por el urocultivo.
Factores que favorecen su aparición: El útero grávido al crecer
comprime y dilata ambos uréteres. El derecho se dilata más por la mayor
compresión ejercida por el útero rotado hacia la derecha. Como
consecuencia, la orina permanece en el tracto urinario superior más
tiempo que lo habitual favoreciendo la infección de los riñones. Es más
común durante la segunda mitad del embarazo, presumiblemente por el
incremento de la obstrucción ureteral y estasia urinaria en la medida que
el embarazo progresa. Usualmente es unilateral, predominando en el
lado derecho como resultado de la dextrorotación uterina.
¿Cuáles son las complicaciones obstétricas asociadas a la
presencia de infecciones urinarias durante el embarazo? Se asocian
a parto prematuro y complicaciones sépticas
maternas (Recomendación A).
1. Bacteriuria asintomática: La BA no tratada evoluciona en un
tercio de los casos a PNA.
o Se relaciona además con prematurez y RN de bajo
peso de nacimiento.
2. Infección urinaria baja: Las no manejadas pueden originar
PNA si no se trata.
o Los episodios repetidos y mal tratados pueden
producir daño renal.
3. Pielonefritis aguda: Se asocia con prematurez en el 7%.
o La infección cérvicovaginal concomitante ocurre en
cerca de la mitad de los casos, por lo que debe
buscarse intencionadamente, en especial si existe
contractilidad uterina asociada.
o Se asocia además a shock séptico y síndrome de
dificultad respiratoria (suele aparecer al inicio del
tratamiento antibiótico, especialmente en las primeras
48 horas).
o Otras complicaciones: anemia (hematocrito < de 30%),
disfunción renal transitoria (creatininemia > de 1.4
mg/dl) y absceso perinefrítico (infrecuente). En el 15 a
20% de las mujeres se produce bacteremia.

MANEJO DE LAS INFECCIONES URINARIAS DURANTE EL


EMBARAZO
Se debe realizar tratamiento antibiótico con el fin de prevenir las
complicaciones sépticas, además del aborto y parto prematuro
(Recomendación A).
En el tratamiento deben utilizarse antibióticos que sean efectivos contra
los microorganismos aislados: Escherichia coli (95%), Kiebsiella
pneumoniae, Proteus mirabilis, Staphilococcus coagulasa (-), Streptoccus
agalactiae y Enterobacter sp (5%). Debe considerarse además la
susceptibilidad antimicrobiana mostrada por el antibiograma.En el
embarazo, se usan antimicrobianos betalactámicos y especialmente
cefalosporinas. La nitrofurantoína tiene un uso más restringido, debido
al riesgo potencial, extremadamente bajo de anemia hemolítica en
poblaciones susceptibles, cuando se utiliza cercana al término. La
ampicilina no debiera utilizarse, porque su uso masivo ha generado tasas
inaceptables de resistencia. Se reserva la ampicilina para el tratamiento
de la BA e IUB por Streptoccus agalactiae.

Manejo de BA:
 Cefradina (cefalosporina de primera generación) oral 500 mg
cada 6 horas por día por 7-10 días.
o Cuando no se dispone, usar nitrofurantoína 100 mg c/8
horas por 7-10 días.
 Hacer cultivo control a los 2-3 días de terminado el
antibiótico.
o Con resistencia, se usará el antibiótico según
antibiograma.
o Con fracaso del tratamiento y bacteria sensible, repetir la
terapia con cefradina o nitrofurantoína en las dosis
señaladas y por 10 días.
o Con nuevo fracaso, usar gentamicina 160 mg (2 a 4
mg/kg/día) IM por 7 días.
Manejo de infección urinaria baja:
 Con síntomas y sedimento urinario alterado, se comenzará
tratamiento con cefalosporinas de 1ª generación.
o Se recomienda cefradina oral 500 mg cada 6 horas por 10
a 12 días.
o Cuando no se dispone, usar nitrofurantoína 100 mg c/8
horas por 10 a 12 días.
 Con resistencia se usará el antibiótico según antibiograma.
o Se hará cultivo control a los 2 y 28 días de terminado el
antibiótico.
 Si es positivo, se tratará nuevamente según
antibiograma.
 Con fracaso del tratamiento gentamicina 160 mg (2
a 4 mg/kg/día) IM por 8 a 10 días.
o Tratar infecciones cérvicovaginales si están presentes.
 Se dejará tratamiento antibiótico profiláctico después de la
segunda infección tratada, luego de curación microbiológica,
con nitrofurantoína 100 mg/día o cefradina 500 mg/día hasta las
36 semanas.
Manejo de pielonefritis aguda:
 Hospitalización y realización de los siguientes exámenes de
urgencia: hemograma, sedimento de orina y urocultivo. En casos
graves solicitar hemocultivo, gases en sangre, pruebas hepáticas
y electrolitograma.
o El tratamiento adecuado permite disminuir los fracasos en
la erradicación del agente etiológico, evitando las
complicaciones médicas, como asimismo los costos
elevados y la prolongación de la hospitalización.
 Con tinción de Gram (+) y piocitos en el examen
microscópico de orina, se inicia tratamiento de inmediato con
cefradina o cefazolina sin esperar el urocultivo:
o Cefazolina: 1 g cada 6 horas IV por 3 a 7 días.
 Luego se sigue con cefradina oral 500 mg cada 6
horas oral hasta completar 14 días.
o Las cefalosporinas de segunda generación (cefuroxima)
son de mayor costo pero son más eficientes y de menor
resistencia bacteriana: cefuroxima 750 mg cada 8 horas
IVpor 3 a 7 días (bacteremia).
 Luego 250 mg cada 12 horas oral hasta completar
14 días.
 Con resistencia o fracaso clínico (persistencia de los
síntomas y signos al cuarto día), se indican en este orden,
ceftriaxona o cefotaxima (cefalosporinas de tercera generación) o
gentamicina (con creatinina < 1.4 mg/dl).
o Ceftriaxona: 1 g cada 12 horas IV por 3 a 7 días, luego
cefixima 400 mg oral hasta completar 12 días.
o Cefotaxima: 1 g cada 6 horas IV por 3 a 7 días, luego
cefixima 400 mg oral hasta completar 12 días.
o Gentamicina (2 a 4 mg/kg/día) 160 mg IV por 3 días, luego
160 mg IM por 7 días.
 La resistencia de E. coli a los antimicrobianos en la PNA es
(Ovalle y cols.):
o Ampicilina 39%
o Trimetoprim sulfametoxazol 31%
o Cefradina 14%
o Cefuroxima 1%
 Con la terapia intravenosa el 85% de las mujeres se hace
afebril en 48 horas y el 97% en 96 horas.
 Solicitar cultivo control a los 2 y 28 días de terminado el
antibiótico.
o Si el cultivo es positivo, se tratará nuevamente según
antibiograma.
 Tratamiento antibiótico profiláctico sólo después de la
segunda infección tratada, luego de curación microbiológica,
como se señaló anteriormente.
Criterios de evaluación del tratamiento realizado:
 Curación o erradicación: Desaparición del patógeno inicial en el
urocultivo a las 48 horas de finalizado el tratamiento y a los 28
días.
 Fracaso o persistencia de la infección: Persistencia del
patógeno inicial en el urocultivo a las 48 horas de finalizado el
tratamiento.
 Reinfección: Desaparición del patógeno inicial en el urocultivo a
las 48 horas de finalizado el tratamiento y urocultivo positivo a los
28 días a la misma bacteria.
 Recurrencia: Aparición de nuevo episodio de ITU luego de
urocultivo (-) a los 28 días de terminado el tratamiento, a la misma
bacteria u otra de especie diferente.
Frente a repetición de ITU solicitar ecografía renal (observar litiasis,
malformación renal o absceso).
Buen control metabólico en mujeres con ITU recurrente y diabetes
durante el embarazo. Un buen control metabólico en mujeres diabéticas
no crónicas, se correlaciona con menor frecuencia de ITU.
Buscar y tratar infecciones cérvico-vaginales, si se presentan
concurrentemente con una infección urinaria. En dos de tres casos, son
por E. coli con adhesinas (preferentemente fimbria P) responsables de la
adherencia de E. coli al epitelio urogenital y de la prolongación de la
terapia antimicrobiana para erradicar la bacteria.
Restricciones para el uso de ciertos antibióticos durante el
embarazo: Tetraciclinas, Quinolonas, Trimetropin sulfa y
Aminoglucósidos, tienen algunas restricciones para su uso durante el
embarazo. Recomendación B.
1. Tetraciclinas: Son teratogénicas.
o Ejercen acción sobre la coloración y crecimiento de la
dentadura (no se usan durante el embarazo).
2. Quinolonas: Producen alteración del cartílago de crecimiento
en animales.
o Aunque esto no se ha observado en fetos humanos
expuestos inadvertidamente.
3. Trimetropin-sulfa: No deben usarse en el primer trimestre.
4. Aminoglucósidos: Pueden ser nefrotóxicos en dosis > 4
mg/kg/día y por más de 15 días.
o Dado que su utilización considera dosis menores y por
10 días o menos, su administración con creatinina <
1.4 mg/dl no está contraindicada.
REFERENCIAS
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“Selección de temas en Ginecoobstetricia Tomo II” Guzmán E
(Ed), Editorial Publimpacto, 2007 Contenido del Capítulo:
Microbiota vaginal. Vaginosis bacteriana. Streptococcus
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Chlamydia trachomatis. Neisseria gonorrhoeae. Candidiasis
vulvovaginal. Trichomona vaginalis Páginas 875-923
2. McDonald H. The role of vaginal flora in normal pregnancy and
preterm labor. En: Preterm Labor. M. Elder, R. Romero, R. Lamont
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Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol. 2007; 21: 355-73.
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5. Abarzúa F, Zajer C, Guzmán AM, Belmar C, et al. Determinacion
de la portación de Streptococcus agalactiae (grupo B) en
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6. Ovalle A, Martínez MA, Wolff M, et al. Estudio prospectivo,
randomizado, comparativo de la eficacia, seguridad y costos de
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7. Abarzúa F, Zajer C, Donoso B, Belmar C, et al. Reevaluacion de
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embarazo Rev Chil Obstet Ginecol 2002; 67: 226-231

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