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FIJACIÓN DE NIVELES DE SALARIOS MÍNIMOS EN LOS PAÍSES

EN DESARROLLO
FRACASOS COMUNES Y SOLUCIONES

Catherine Saget

1
Abstract1

Una considerable minoría de países en desarrollo es bien conocida por los valores
extremos de sus salarios mínimos, ya sea demasiado altos o demasiado bajos. El foco principal
de este trabajo son los factores institucionales que podrían explicar las dos situaciones extremas
de un salario mínimo demasiado bajo o demasiado elevado. El trabajo concluye con un intento
por explicar de qué manera se podrían resolver los problemas que involucran las dos situaciones
extremas, y cómo se han implementado soluciones para fijar el salario mínimo en un nivel más
apropiado y significativo.

Palabras claves: salario mínimos, fracasos de políticas, países en desarrollo.

1. Introducción2

La enorme mayoría de los países en desarrollo cuenta con legislación referida a la


fijación de salarios mínimos, y muchos de ellos, también, incluyen recursos para que la mayoría
de los trabajadores estén legalmente cubiertos por el salario mínimo3. Ciertamente hay
excepciones, en lo atinente a los trabajadores agrícolas y domésticos, que pueden estar excluidos
de la protección del salario mínimo en una considerable minoría de países en desarrollo. Sin
embargo, la diferencia llamativa y obvia entre los sistemas de salarios mínimos en los países
desarrollados y en desarrollo es el nivel relativo en el que opera.

Tomando una amplia definición del salario mínimo como el monto mínimo que se debe
pagar a la mayoría de los trabajadores, que se fija de manera de cubrir las necesidades mínimas
del trabajador y su familia a la luz de las condiciones económicas y sociales nacionales
existentes, se puede diferenciar a los países entre aquellos con salario mínimo muy bajo y muy
alto. Se puede arribar a esta conclusión usando el conocimiento intuitivo (por ejemplo, es bien
sabido que el salario mínimo en Paraguay es muy alto, en tanto que es extremadamente bajo en
algunos países de la Comunidad de Países Independientes (CEI)). También usando diversos
indicadores de productividad y salario promedio. Este trabajo utiliza datos de más de 130 países
en transición, industrializados y en desarrollo y, por lo tanto, presenta una reseña integral de los
niveles de salarios mínimos en el mundo. Muestra que en una cantidad notable de países,
principalmente de la ex Unión Soviética, África y, en menor medida, América Latina, el salario
mínimo es tan bajo en la estructura salarial que no implica una limitación, o lo es apenas, para
las empresas (“mini-salario mínimo”). Este trabajo también muestra que la situación es
totalmente opuesta en otros países de Asia, América Latina y África, donde el salario mínimo

1
Catherine Saget RD Economista Senior del Programa Conditions of Work and Employment
Programme (TRAVAIL) Programa sobre las condiciones de trabajo y empleo
2
Agradezco a Duncan Campbell, Philippe Egger, Rolph van der Hoeven, David Kucera, Sangheon Lee,
Malte Luebker, Andrés Marinakis, Marleen Rueda y Bill Salter por sus valiosos comentarios y
sugerencias. Quisiera también agradecer a François Eyraud por su ayuda y aliento. Las opiniones
expresadas en este documento son personales y acepto la responsabilidad por cualquier error involuntario
que pudiera aparecer.
3
Fuente: Base de datos de OIT Condiciones de trabajo y empleo, disponible en www.ilo.org/travdatabase,
que aporta información sobre salarios mínimos, horario de trabajo y legislación de protección a la
maternidad de más de 100 países.

2
parece ser muy alto en la distribución salarial.En realidad, demasiado alto para ser considerado
un salario mínimo auténtico, que denominamos “maxi-salario mínimo”4 . Finalmente, en el
grupo intermedio de países, el salario mínimo se fija en niveles que podrían ser muy diferentes
de un país a otro pero que sin embargo, parece corresponder más cercanamente a la definición
de un salario mínimo.

La mayor parte de la literatura sobre el salario mínimo de los países en desarrollo se


centra en el efecto del salario mínimo sobre el empleo formal e informal, ocasionalmente el
empleo de los jóvenes, así como la pobreza (ver Saget, 2001, que presenta un panorama
general). Más recientemente, han surgido estudios de impacto sobre la distribución salarial.
Simplemente por mencionar algunos, Indonesia (SMERU, 2001; Rama, 1996), América Latina
y el Caribe (Maloney y Núñez, 2001; Gindling y Terrell, 2005) y Sudáfrica (Bhorat, 2001;
Butcher y Rouse, 2001) han sido objeto de varios estudios.

Este trabajo adopta una perspectiva diferente de los estudios habituales: su mayor aporte
reside en un intento por explicar por qué tantos países en desarrollo están en una situación de
“mini-salario mínimo” o “maxi-salario mínimo”. No le preocupa directamente el efecto del
salario mínimo. La explicación incluye dos vertientes. Primero, explora la relación entre salario
mínimo y nivel de salarios públicos, jubilaciones y prestaciones sociales, políticas de
estabilización de precios y entorno político desfavorable, para explicar las situaciones de “mini-
salario mínimo”. En segundo lugar, el débil desarrollo de la negociación colectiva aparece como
un factor impulsor de la emergencia de los “salarios mínimo-máximo”: si las consultas sobre
salario mínimo son el único foro en el que los sindicatos pueden hacer conocer sus demandas,
existe el peligro de que el salario mínimo resultante no sea un umbral genuino sino, en realidad,
el salario real que gana la mayoría de trabajadores formales.

Si bien rara vez se han analizado las causas de manera sistemática, los problemas y
peligros que derivaron de una situación donde el salario mínimo tiende a ser un “maxi salario
mínimo” recibieron mucha atención en la literatura, en particular el efecto sobre el empleo y el
incumplimiento. Es importante reconocer que la situaciones de “mini salario mínimo” también
generan fracasos, y no sólo para los trabajadores; se presentarán las mismas a modo de ejemplo.
Finalmente, se revisarán algunas de las soluciones que se han implementado para fijar el salario
mínimo a un nivel más apropiado y significativo, a veces, con éxito relativo.

La estructura del trabajo es la siguiente: después de la introducción, la sección dos


presenta niveles de salario mínimo en el mundo en desarrollo y compara estos niveles con varios
cálculos de salarios mínimos y productividad del trabajo. La sección tres pretende proponer
explicaciones institucionales de las dos situaciones extremas y sin embargo, comunes de “mini
salario mínimo” y “maxi salario mínimo”. La sección cuatro analiza los problemas que crean
estas situaciones, antes de presentar un par de soluciones innovadoras. Concluye con el rol y la
debilidad de una institución tan clave como el salario mínimo en los países en desarrollo.

4
A veces se hace referencia a esta situación en la literatura como “salario máximo”, una expresión que
tiene el mérito de sonar atractiva pero puede generar cierta confusión. Lo que significa aquí se refiere a
salarios percibidos por trabajadores industriales y aun cuando sean muy altos no pertenece a la estructura
de salarios más elevados, como parece sugerir la expresión “salario máximo”.

3
2. ¿Con qué indicadores se debería comparar al salario mínimo?

Esta sección compara el salario mínimo con tres variables de cálculo de salarios y
productividad, y muestra que hay países con salarios mínimos muy bajos y también muy altos.
El Cuadro 1 resume los pros y contras de cada uno de los estimadores: PIB per capita, PIB por
trabajador, y salario promedio. En total, se han usado datos que representan a más de 130 países,
incluyendo 30 países industrializados.

Como primera indicación del rango de salarios mínimos, se compararon los índices de
la Tabla 1 con un amplio indicador de ingresos como el PIB per capita en términos de dólares
PPP. Las cifras para los países industrializados incluidas en la Tabla 1 muestran que en ninguno
de ellos el salario mínimo toma un valor extremadamente bajo ni extremadamente alto cuando
se expresa como ratio de PIB per capita. Las cifras para todos los países están comprendidas
entre .3 y .6. Estas dos cifras se usan como punto de corte de manera arbitraria5. Sobre la base
de dicha comparación, ningún país industrializado está en una situación de “mini salario
mínimo” o “maxi salario mínimo”. Muchos países en desarrollo también tienen un ratio .3-.6 de
salario mínimo a valor agregado per capita.

Cuadro 1: ¿Con qué indicadores se debería comparar el salario mínimo?

1. Salario mínimo
Los niveles de salarios mínimos provienen de la base de datos de la OIT sobre Condiciones de
Trabajo y Empleo, disponible en www.ilo.org/travdatabase para más de 100 países. En países
donde el salario mínimo se fija a través de la negociación colectiva, se informa el nivel para el
sector líder. En casos donde existen múltiples índices de salarios mínimos en regiones, sectores
y/u ocupaciones, se consideran los niveles mínimo y máximo para un trabajador adulto no
calificado. A los fines de este trabajo, usamos el promedio de estos dos niveles. Para países no
ingresados en la base de datos, la información sobre niveles de salario mínimo se recabó del
Ministerio de Trabajo de Estados Unidos. Todos los índices de salarios mínimos están
expresados en dólares PPP. El año de referencia es entre 2002 y 2004. A fin de que la
comparación sea más significativa, se han calculado salarios mínimos mensuales estandarizados
sobre la base de 40 horas de trabajo por semana. Para hacerlo, se usaron los horarios máximos
de trabajo de la base de datos de la OIT (ver también McCann, 2005, Anexo I).

2. PIB per capita ~ = (∑ salarios + ∑ utilidades) / (∑ trabajadores + ∑ no trabajadores)

El PIB es una medida de los flujos totales de bienes y servicios producidos por la economía en
el curso de un año. Según el principio de cuentas nacionales, el PIB a costo de factores es igual
a los valores de los ingresos pagados a los factores de producción (salarios + utilidades). El
costo de los factores simplemente significa que se deducen los impuestos indirectos. Sin
embargo, lo que generalmente está disponible es el PIB estimado a precio comprador sin la
deducción de los impuestos indirectos.

5
Se podría recurrir a otras maneras de clasificar a los países según sus niveles de salarios mínimos, por
ejemplo aquellas basadas en desviaciones estándar respecto de la media de salario mínimo de la muestra.

4
Las ventajas de comparar el salario mínimo con el PIB per capita incluyen la disponibilidad de
este último para casi todos los países. Las principales dificultades surgen de la diferencia en la
cantidad de dependientes en los países, así como las diferencias en los porcentajes de utilidades
en el PIB. Otro gran problema es que los cálculos de PIB pueden estar muy distorsionados en
países con un alto nivel de informalidad y/o con un sector intensivo en capital pequeño y
aislado.

3. PIB por trabajador ~ = (∑ salarios + ∑ utilidades) / (∑ trabajadores)

El PIB por trabajador es mucho mejor indicador de productividad de la mano de obra que el PIB
per capita. Sin embargo, no siempre están disponibles las cifras sobre cantidad de trabajadores,
o los datos sobre calidad del empleo podrían ser un inconveniente. Permanece vigente el
problema de la diferencia en el porcentaje de utilidades entre países (y a través del tiempo), la
subestimación de la economía informal, y la no-deducción de los impuestos indirectos.

4. Salario promedio ~ = (∑ salarios) / (∑ trabajadores)

En principio, comparar el salario mínimo con el salario promedio aporta una indicación mejor
de su posición en la distribución salarial. En este caso, los problemas incluyen tres vertientes:
los datos sobre salarios no están disponibles o son de mala calidad; los salarios utilizados para
computar el salario promedio pueden no corresponder a sectores o zonas geográficas usadas
para computar el salario mínimo, y el ratio no es significativo; y el promedio no es un buen
indicador de la distribución salarial en países con alta inequidad.

Una de las características llamativas de la Tabla 1 es la cantidad de países en desarrollo


donde el ratio del salario mínimo a PIB per capita es tan bajo como .15 a .30. Este grupo está
conformado por los siguientes países: Bielorrusia, República Kirguiz, Kazajstán, Rusia,
Tayikistán, Uzbekistán, México, Uruguay, Honduras, Gabón, Uganda y Laos. Muy
notablemente, este grupo de países incluye una cantidad de exportadores de recursos minerales
que son altamente valorados en el mercado mundial, tales como el petróleo. Desde nuestro
punto de vista, esta característica puede ser en parte responsable del muy bajo ratio de salario
mínimo a PIB per capita. Esto es porque las diferencias en PIB per capita (o por trabajador)
entre países refleja, al menos en los países en desarrollo, la importancia de pequeños y
frecuentemente aislados sectores de la economía intensivos en capital.

Una segunda característica de la Tabla 1 es el grupo de países donde el salario mínimo


parece demasiado alto; por lo menos, en comparación con el PIB per capita, y el ratio es
superior a uno. Este grupo está conformado por Burkina Faso, Chad, Paraguay, Lesotho,
Camboya, Etiopía, Tanzania, Turquía, Pakistán, Nigeria, Malí, Nepal, Mozambique, todos
países con niveles muy bajos de ingresos, excepto Turquía y, quizás, Paraguay. En menor
medida, las Filipinas, Indonesia y Egipto también tienen salarios mínimos relativamente altos
(ratio entre .6 y 1).

Tabla 1: Salarios mínimos estandarizados y PIB/capita en dólares PPA (Paridad


del Poder Adquisitivo), 2002/2004.

País Salario Mínimo mensual PIB/H/mes Ratio


Albania 195.27 380.94 0.51
Alemania 1465.28 2300.73 0.64

5
Angola 65.63 193.29 0.34
Argelia 389.41 520.66 0.75
Argentina 443.17 965.48 0.46
Armenia 88.54 300.60 0.29
Australia 1474.50 2428.61 0.61
Austria 1345.23 2497.71 0.54
Azerbaiján 50.93 300.50 0.17
Bangladesh 80.32 148.80 0.54
Barbados 420.60 1309.46 0.32
Bélgica 1417.12 2366.34 0.60
Benín 92.87 93.68 0.99
Bielorrusia 74.40 501.02 0.15
Bolivia 136.43 212.21 0.64
Bosnia y Herzegovina 594.93 502.40 1.18
Botswana 164.37 696.56 0.24
Brasil 214.01 647.27 0.33
Bulgaria 213.02 650.60 0.33
Burkina Faso 162.40 98.03 1.66
Burundi 15.90 52.24 0.30
Camboya 255.94 182.43 1.40
Camerún 108.16 172.39 0.63
Canadá 1065.55 2538.60 0.42
Chad 161.50 100.50 1.61
Chile 321.53 850.49 0.38
China 227.50 416.27 0.55
Colombia 402.62 565.32 0.71
Costa de Marfil 111.51 122.38 0.91
Costa Rica 471.36 790.79 0.60
Croacia 483.82 928.29 0.52
Dinamarca 1913.86 2635.85 0.73
Djibouti 299.36 178.65 1.68
Dominica 244.59 454.20 0.54
Ecuador 173.36 306.96 0.56
Eslovenia 818.16 1608.36 0.51
España 706.58 1855.33 0.38
Estados Unidos 895.23 3112.67 0.29
Estonia 384.76 1112.36 0.35
Etiopía 103.44 59.63 1.73
Federación Rusa 59.47 766.27 0.08
Fiji 302.44 459.75 0.66
Filipinas 322.45 360.09 0.90
Finlandia 1220.31 2271.01 0.54
Francia 1395.46 2277.27 0.61
Gabón 111.35 511.19 0.22
Gambia 61.58 142.84 0.43
Ghana 167.30 186.21 0.90
Gran Bretaña 1233.48 2258.85 0.55
Grenada 506.74 611.42 0.83
Guatemala 219.88 343.48 0.64
Guinea-Bissau 139.51 56.72 2.46
Haití 180.67 136.25 1.33
Honduras 55.07 221.52 0.25
Hungría 420.80 1214.36 0.35
País Salario Mínimo mensual PIB/H/mes Ratio
Indonesia 184.42 280.37 0.66
Irlanda 1343.23 3064.57 0.44
Islandia 914.42 2554.85 0.36
Islas Solomon 91.35 136.62 0.67
Italia 1195.32 2254.16 0.53
Jamaica 157.98 348.69 0.45

6
Japón 815.89 2346.85 0.35
Jordania 232.29 359.96 0.65
Kazajstán 109.82 546.34 0.20
Kenia 75.56 86.24 0.88
Latvia 335.61 831.75 0.40
Lesotho 386.88 220.45 1.75
Líbano 199.17 422.76 0.47
Lituania 313.73 937.53 0.33
Luxemburgo 1820.91 5237.00 0.35
Madagascar 75.98 67.35 1.13
Malasia 103.40 808.00 0.13
Malawi 42.87 51.54 0.83
Malí 119.77 82.84 1.45
Marruecos 392.82 334.32 1.17
Mauricio 273.94 938.17 0.29
Mauritania 169.94 157.99 1.08
México 131.44 761.35 0.17
Moldava 79.42 125.38 0.63
Mongolia 98.41 150.19 0.66
Mozambique 166.19 94.40 1.76
Namibia 139.54 531.25 0.26
Nepal 165.61 118.15 1.40
Nicaragua 155.40 210.26 0.74
Níger 122.66 68.94 1.78
Nigeria 117.77 85.34 1.38
Noruega 1844.42 3088.61 0.60
Nueva Zelanda 1007.29 1764.75 0.57
Países Bajos 1330.86 2450.98 0.54
Panamá 309.76 539.60 0.57
Papua Nueva Guinea 122.30 208.76 0.59
Pakistán 182.08 164.29 1.11
Paraguay 580.59 393.66 1.47
Perú 258.28 438.88 0.59
Polonia 448.86 968.57 0.46
Portugal 518.95 1536.96 0.34
Rep. Árabe de Egipto 227.94 329.15 0.69
República Árabe Siria 154.74 297.92 0.52
República Central Africana 77.99 90.41 0.86
República Checa 466.49 1370.69 0.34
República de Corea. 519.49 1492.37 0.35
República de Eslovaquia 376.63 1122.40 0.34
República del Congo 87.30 79.00 1.10
República Democrática Popular 38.50 158.04 0.24
Lao
República Dominicana 228.83 558.61 0.41
República Kirguiz 10.51 142.87 0.07
Rumania 224.02 601.83 0.37
Senegal 152.97 140.18 1.09
Sierra Leona 33.43 46.30 0.72
Sri Lanka 89.84 314.71 0.29
Sudáfrica 354.81 874.32 0.41
Sudán 109.51 170.48 0.64
Suecia 1251.09 2221.29 0.56
País Salario Mínimo mensual PIB/H/mes Ratio
Suiza 1732.78 2515.52 0.69
Swazilandia 135.57 393.22 0.34
Tailandia 259.95 631.69 0.41
Tayikistán 8.71 93.22 0.09
Tanzania 102.61 50.88 2.02
Togo 137.26 127.28 1.08

7
Trinidad y Tobago 283.72 831.23 0.34
Túnez 362.79 590.24 0.61
Turquía 590.93 562.44 1.05
Ucrania 205.34 456.00 0.45
Uganda 19.12 122.57 0.16
Uruguay 110.19 690.00 0.16
Uzbekistán 24.85 144.77 0.17
Venezuela 203.44 409.08 0.50
Vietnam 153.14 207.49 0.74
Zambia 34.67 73.57 0.47

Fuente: Salario mínimo en dólares PPA: Base de Datos de OIT sobre Condiciones de Trabajo y
Empleo y Ministerio de Trabajo de Estados Unidos (países sombreados). La autora ha
estandarizado los índices de salario mínimo mensual sobre la base de jornadas de trabajo de 40
horas por semana, usando información sobre jornada máxima legal de trabajo. El PIB per capita
a precios de comprador en 2003 se tomó de los Indicadores de Desarrollo Mundial (Banco
Mundial). En la tercera columna, ratio significa el ratio del salario mínimo mensual
estandarizado a PIB per capita/12.

Como se puede apreciar en la segunda y tercera columna de la Tabla 1,


aproximadamente la mitad de la variación del ratio proviene de la variación del PIB per capita
entre países más que de la variación en el salario mínimo6. Por lo tanto, resulta importante
comprender de qué manera se mide el PIB. En realidad, un gran problema en la comparación del
salario mínimo respecto del PIB, ya sea per capita o por trabajador, está en la subestimación del
PIB en algunos países en transición. Saget (2000) muestra que en algunos países en transición,
los cálculos de PIB pueden ser incluso menos confiables que los datos de empleo. Puede existir
un inconveniente similar en los países en desarrollo en general. Marinakis y Velasco (2005)
sostienen que una de las razones del alto valor del salario mínimo respecto del PIB por
trabajador en Paraguay, que se puede observar en la Tabla 2, se debe precisamente a la
subestimación del PIB.

La Tabla 2 presenta la comparación entre salario mínimo mensual estandarizado en


dólares PPP y PIB por trabajador para una muestra de países. Estos países se seleccionaron
sobre la base de sus valores extremos de salario mínimo respecto de PIB por trabajador. Aquí
también emergen dos grupos de países de la comparación, uno con salarios mínimos
relativamente bajos y el otro relativamente altos. Ambos grupos responden con bastante
semejanza a los valores obtenidos usando datos sobre el ratio de salario mínimo a PIB per
capita. Como ocurrió anteriormente, esta diferencia entre países parece trascender el nivel de
desarrollo y ubicación geográfica. El grupo con salarios mínimos muy bajos incluye a los países
de la CEI, Botswana, México y Mauricio, mientras que Paraguay aún exhibe un salario mínimo
muy alto comparado con el PIB por trabajador. La primera conclusión que surge de la Tabla 2
es que la clasificación de países de acuerdo con su salario mínimo es similar a la obtenida en la
Tabla 1. La segunda conclusión es que debido a la mala calidad de los datos de empleo en
general, puede no ser la panacea comparar el salario mínimo con PIB por trabajador en lugar de
PIB per capita. Resulta fácil arribar a esta conclusión considerando el tamaño del aumento del
ratio entre ambas tablas. Se espera que el ratio de salario mínimo a PIB per capita sea más alto

6
La proporción de la media a la desviación estándar es 0,9 para el salario mínimo, en tanto que es 0,87
para PIB per capita.

8
que el de PIB por trabajador, y así es. En tanto que en la mayoría de los casos el ratio
aproximadamente se triplica de la Tabla 1 a la Tabla 2, el aumento es mucho más modesto para
Ucrania e incluso más para China (+ 77%). Cuesta creer que esto refleje totalmente diferencias
en el ratio de dependencia entre países. Como el PIB se calcula de la misma manera en las
Tablas 1 y 2, esto plantea serias dudas sobre la validez de los datos de empleo utilizados. La
fuente del problema radica en la medición incorrecta y el tratamiento de los trabajadores
estacionales, informales y de pequeñas empresas, particularmente en el sector servicios.

Tabla 2: Salarios mínimos mensuales y PIB por trabajador en países seleccionados


(dólares PPA – 2003/2004)

País Salario mínimo PIB/trabajador y ratio


Mes
Armenia 88.50 1271.00 .07
Azerbaiján 50.90 659.20 .08
Botswana 164.40 2802.40 .06
Kazajstán 109.80 1158.20 .09
Mauricio 169.90 2391.00 .07
México 131.40 1935.80 .07
Paraguay 580.60 935.40 .62
República Kirguiz 10.50 411.80 .03
Ucrania 205.30 1129.50 .18
227.50 743.30 .31

Fuente: PIB a precio de comprador: Fondo Monetario Internacional, Base de


Datos Perspectiva Económica del Mundo, Septiembre de 2005; El PIB está
expresado en billones de dólares PPA; Empleo: Labourstat, ultimo año
disponible; Salario mínimo en dólares PPA: Base de Datos de OIT sobre
Condiciones de Trabajo y Empleo, estandarización mensual sobre la base de
jornada de trabajo de 40 horas semanales.

Para concluir esta parte, la Tabla 3 presenta una comparación de niveles de salario
mínimo respecto del salario promedio. En principio, esta comparación tiene más sentido ya que
aporta información sobre la ubicación del salario mínimo en la distribución salarial. Sin
embargo, también presenta inconvenientes. Primero, el salario mínimo, que es muy sensible a
valores extremos, no es un buen indicador de la distribución salarial en países de alta inequidad.
Segundo, los datos disponibles sobre salarios generalmente se limitan a salarios formales o a
salarios del sector de producción o para empleados, en tanto que nosotros buscamos datos sobre
salarios generales.

Tabla 3: Salarios y salarios mínimos en países seleccionados (niveles mensuales en moneda


local - 2002/2004)

País Salarios mínimos Salarios promedio ratio


Armenia 13 000.00 29 307.00 .44
Azerbaiján 60 000.00 302 666.00 .20
Botswana 417.60 783.00 .53
China 412.50 729.00 .57
Filipinas 6837 7300 .94

9
Indonesia 456 560.00 759 235.00 .60
Mauricio 2 964.00 3747.00 .79
México 950.00 3969.30 .24
Paraguay 813 471.00 816 428.00 .99
Sudáfrica 903.00 2604.00 .35
Tailandia 3870 5841 .66
Ucrania 205.00 289.00 .71
Uruguay 1242.00 5914.00 .21

Fuente: Salarios: Labourstat y KILM, tercera edición (2003), ultimo año disponible, Encuesta
de la Fuerza Laboral (Indonesia, 2004; Sudáfrica, 2004); Anuario estadístico: Tailandia 2003
(sector privado), Filipinas: Oficina de Estadísticas de Trabajo y Empleo, Encuesta de Empleo,
Jornada laboral e Ingresos, establecimientos industriales con más de 20 trabajadores, Salario
mínimo en moneda local: Base de Datos de OIT sobre Condiciones de Trabajo y Empleo
excepto Armenia y Azerbaiján: Ministerio de Trabajo de EE.UU.

Otro tema importante es que pocos países proporcionan datos recientes y confiables
sobre salarios. Finalmente, el salario mínimo podría no corresponder a sectores o zonas
geográficas usadas para computar el salario promedio; por ejemplo, los trabajadores agrícolas
están excluidos de la protección del salario mínimo en Botswana pero los salarios agrícolas
ingresan en el cómputo del salario promedio; en Paraguay, los trabajadores agrícolas,
domésticos y aprendices no tienen derecho al salario mínimo estándar usado en las tres tablas
sino a un nivel más bajo. En este caso, ¿qué significa exactamente el ratio de salario mínimo a
salario promedio?

Con estas precauciones en mente, los resultados que emergieron de la comparación del
salario mínimo y el salario promedio en la Tabla 3 siguen siendo bastante instructivos. Primero,
algunos países previamente clasificados como países de salarios mínimos muy bajos tales como
Botswana, Mauricio y Ucrania, están ahora entre los países con salarios mínimos intermedios o
incluso muy altos, con ratios respectivamente iguales a .53, .79 y .71. Este hallazgo confirma
nuestra hipótesis de que el valor agregado por trabajador podría no ser una variable de cálculo
válida del salario promedio para países con un sector altamente productivo pequeño y aislado.
Como el PIB es igual a la suma de salarios y utilidades, otra fuente de divergencia entre el
salario promedio y el PIB promedio por trabajador proviene de un alto porcentaje de utilidades
en el PIB. Segundo, la mayoría de los países permanecieron dentro del mismo grupo. Por un
lado, el salario mínimo es relativamente bajo y corresponde a menos de 24% del salario
promedio en Azerbaiján, México y Uruguay, todos clasificados como “mini salario mínimo”
sobre la base de la Tabla 1. Por otra parte, países con salario mínimo alto incluyen Indonesia,
Paraguay y Mauricio, semejantes a los resultados de la Tabla 1 y 2.
En conclusión, esta sección primero muestra que algunos países tienen valores extremos
de salario mínimo independientemente de la variable de cálculo de salarios y productividad.
Segundo, las variables de cálculo utilizadas, PIB per capita o por trabajador, y salarios
promedio, tienen inconvenientes y se debe ser cauto en arribar a conclusiones apresuradas sobre
la base de ratios simples. Sin embargo, éste es el caso de la base de datos Doing Business
elaborada por el Banco Mundial, que establece una categorización de países sobre la base del
valor de su ratio de salario mínimo a valor agregado por trabajador. La base de datos Doing
Business asigna 1 a países donde el ratio de salario mínimo a valor agregado promedio por
trabajador es superior a 0,75; 0,67 para un ratio de 0,5 y 0,75; 0,33 entre 0,25 y 0,50; y 0 para un
ratio inferior a 0,25. Las regulaciones sobre salario mínimo representan una de las diversas leyes

10
laborales que se miden entre países y números asignados. Estos números, posteriormente se
promedian. Los países con promedio elevado tienen las reglamentaciones de empleo más
“rígidas”.

Se puede aportar un ejemplo para ilustrar el tipo de conclusiones apresuradas a las que
se puede arribar con el ratio de salario mínimo a valor agregado por trabajador. Este ejemplo se
detallará ulteriormente en la próxima sección. En Uruguay, el salario mínimo se usó hasta fines
de 2004 para fijar una cantidad de retribuciones, subsidios y prestaciones sociales; muchos otros
precios tales como el de hogares, se evaluaron en múltiplos del salario mínimo; y la desigualdad
se medía, por lo general, con respecto al salario mínimo. Sin embargo, el salario mínimo no se
usó para pagar salarios del mercado de trabajo. Por lo tanto, existe una sensación desconcertante
al reconocer que este país, en realidad, obtiene una buena calificación en la base de datos Doing
Business si bien su política de salarios mínimos estuvo, hasta hace muy poco caracterizada casi
por el fracaso. La misma conclusión se puede plantear para países donde el salario mínimo, si
bien elevado en términos relativos, no actúa como umbral real en el mercado de trabajo.

3. Causas del fracaso de las dos políticas

¿Por qué razón los países en desarrollo y en transición adoptan niveles muy bajos o, por
el contrario, muy altos de salarios mínimos? La próxima sección pretende proponer una
respuesta tentativa sobre sus motivaciones y limitaciones.

Se sugirió en la sección anterior que en algunos países los niveles de salarios mínimos
no se fijan con respecto al objetivo de definir un umbral en el mercado de trabajo para la mano
de obra no calificada, ni valor agregado, ya sea estimado a nivel nacional o sectorial. ¿Cómo se
fija, entonces, el salario mínimo? Resulta instructivo analizar primero la legislación antes de
considerar su aplicación.

En general, se recurre a una cantidad de criterios para fijar el nivel del salario mínimo,
reflejando al mismo tiempo las necesidades de los trabajadores y sus familias, y los factores
económicos. Como se observa en Eyraud y Saget (2005), los criterios que comúnmente se
encuentran en la legislación incluyen las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias,
el aumento del índice del precio al consumidor, la productividad, el nivel de empleo, el nivel de
salarios y prestaciones de seguridad social. Estos últimos dos criterios son especialmente
relevantes para nuestro análisis, y se deberán revisar detenidamente.

Causas del “mini salario mínimo” (salarios mínimos muy bajos)

En una cantidad de países, los beneficios sociales como el nivel mínimo de la pensión a
la vejez y las prestaciones por discapacidad y, en menor medida, las prestaciones por
maternidad y desempleo se fijan de acuerdo con el nivel de salario mínimo (por ejemplo, el
nivel máximo de la pensión a la vejez es igual al 75% del salario mínimo en Argelia). Un
análisis de la legislación en 101 países realizado por Eyraud y Saget (2005) muestra que
aproximadamente un tercio consideraba una conexión entre el salario mínimo y una o varias
prestaciones sociales. El análisis también muestra que la conexión entre salario mínimo y
prestaciones sociales se originaba en el deseo de proteger los estándares de vida de las personas

11
vulnerables como los jubilados mayores y las personas discapacitadas. Estos objetivos de
política social podrían, por supuesto, ejercer presión sobre los fondos de seguridad social y
entrar en conflicto con el equilibrio macroeconómico. La presión sobre el fondo de seguridad
social también se puede ejemplificar en Argelia, Brasil y Uruguay.

En Argelia, se estimó que los aumentos del salario mínimo de 8.000 a 10.000 DA en
2004 costaron 24 mil millones de DA por año (U$S 310 millones), la mitad de los cuales fue
pagado por el Estado; la otra mitad, a través del fondo de seguridad social7. En Brasil, la caída
en el valor real del salario mínimo entre la década de 1980 y 1990 se origina en su impacto
sobre el déficit público masivo de ese periodo a través del pago de prestaciones y pensiones
(DIEESE; 2004). El poder adquisitivo del salario mínimo se ha restaurado en parte desde
entonces, y el ratio del mínimo al PIB promedio per capita es ahora .33 (Tabla 1).

El caso de Uruguay sirve de ejemplo de un salario mínimo irrelevante para definir un


piso en el mercado de trabajo pero usado para otros propósitos de fijación de impuestos, tasas,
prestaciones sociales y muchos otros precios. En este país, el salario mínimo representó 21% del
salario mínimo en 2003 (Tabla 3). A un valor tan bajo, menos del tres por ciento de los
trabajadores percibían el salario mínimo o aún menos (OIT, 2004). El análisis realizado por
Furtado (2004) muestra que el salario mínimo, que era casi irrelevante en el mercado de trabajo,
se utilizó habitualmente como umbral en la legislación uruguaya. El salario mínimo se utilizó,
por ejemplo, para fijar el nivel de las asignaciones familiares. Las familias cuyo ingreso se
encontraba entre seis y diez veces el salario mínimo recibían el 8% del salario mínimo por hijo,
mientras que las familias cuyo ingreso era inferior a seis salarios mínimos recibían 16% del
salario mínimo por hijo. Muchas otras asignaciones se fijaron con respecto al salario mínimo: la
asignación por nacimiento (un salario mínimo), asignaciones por antigüedad, asignaciones por
discapacidad, prestaciones por desempleo, asignación por casamiento para los trabajadores del
sector público, asignación por viudez y algunas prestaciones médicas. Esta relación directa y
una cantidad de beneficios de prestaciones sociales puede ser la razón principal por la cual,
según demuestra la OIT (2004), Uruguay tuvo el salario mínimo relativo más bajo de toda la
región y ha registrado la mayor disminución del salario mínimo con respecto a su nivel a
mediados de la década de 1990.

Para concluir, el gobierno aprobó una ley que puso fin al vínculo entre salario mínimo y
prestaciones sociales en 2004 (Ley No. 17.856 del 20 de diciembre de 2004), que prohíbe su uso
para el cálculo de los niveles de ingreso e indexación basado en el salario mínimo. Al mismo
tiempo, se realizaron esfuerzos por introducir otro mecanismo de protección de las prestaciones
de seguridad social, a través de la creación de una nueva línea de base a un nivel igual al del
salario mínimo. La ley especifica que la base se ajustará según la situación financiera del
Estado, el aumento de precios al consumidor y opcionalmente al aumento del salario público,
incrementado o disminuido a lo sumo en 20%. Como resultado de la desvinculación del salario
mínimo del pago de prestaciones de seguridad social, desapareció un obstáculo importante al
reajuste del salario mínimo, y desde entonces el salario mínimo aumentó 70% en términos reales
en 2005. Esto coloca al salario mínimo a aproximadamente 35% del salario promedio.

7
Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

12
El segundo resultado de la reforma, es decir, la creación de una unidad de referencia
para ajustar las prestaciones sociales, significa que el nivel de jubilaciones en teoría está
protegido. Dado el breve periodo transcurrido desde que se aprobó la reforma, es aún demasiado
prematuro definir de qué manera se aplica.

En algunos países, los aumentos del salario mínimo pueden ejercer presión sobre el
presupuesto estatal, no sólo sobre los fondos de seguridad social. Éste es el caso en países donde
se usa el salario mínimo como salario de referencia o umbral para la fijación de salarios en el
sector público, especialmente para los funcionarios del gobierno. Éste es el caso en una cantidad
de ex países comunistas tales como Rusia y Mongolia. En Brasil, una cantidad de trabajadores
del gobierno local recibe el salario mínimo. Representa 5,2% de todos los trabajadores del
sector público y hasta 15 a 20 por ciento de las municipalidades de la Región del Nordeste
(DIEESE, 2004).

Esta sección mostró que la legislación sobre salario mínimo en algunos países ejerce
presión sobre los presupuestos públicos porque las prestaciones sociales y/o salarios públicos
están directamente vinculados al salario mínimo. Hace falta eliminar el vínculo entre salario
mínimo, prestaciones sociales y salarios públicos al mismo tiempo que se introduce un
mecanismo para proteger el nivel de los dos últimos. También debemos recordar el contexto en
el cual comenzaron a aparecer los “mini salarios mínimos”, a saber el proceso de ajuste
estructural de las décadas de 1980 y 1990. En México, por ejemplo, la reducción de la inflación
en la década de 1980 se transformó en la principal consideración para fijar el salario mínimo
dado que los ajustes se indexaron sobre la inflación futura esperada que resultó ser más elevada
de lo previsto (Marinakis, 1998). El objetivo de la estabilidad de precios ha impulsado la caída
del salario mínimo en México después de la crisis de la deuda de 1982. En los países que
pertenecieron al bloque comunista, otra razón por la que se redujo tanto el valor del salario
mínimo fue que se lo consideraba una especie de símbolo del comunismo y, por lo tanto, no era
bien visto después de la introducción de las políticas de liberalización de precios de 1990. En
cualquiera de estos casos, el vínculo con los beneficios sociales y los salarios públicos, la lucha
contra la inflación y un entorno desfavorable, la fijación del salario mínimo se realiza por
razones diferentes que la de fijar un piso salarial para los trabajadores. Esta es, en nuestra
opinión, la clave que explica los “mini salarios mínimos”. ¿Cuál es la mejor manera de salir de
esta situación? Parecería sencillo recomendar que se desvincule el salario mínimo de las
prestaciones sociales introduciendo al mismo tiempo otro tipo de protección para estas últimas.

Causas de los “maxi salarios mínimos” (salarios mínimos muy altos)

Aquí se sostiene que en países donde el salario mínimo parece demasiado elevado con
respecto al valor agregado por trabajador o a los salarios, simplemente no se trata de un salario
mínimo sino de un tipo de salario promedio negociado. La legislación a la que se hace
referencia en esta sección proviene de la Base de Datos de Condiciones de Trabajo y Empleo de
la OIT, disponible en www.ilo.org/travdatabase.

Un análisis detenido de la legislación en algunos países asiáticos indica que en una


cantidad de casos el salario mínimo no es realmente un salario mínimo sino un salario efectivo
pagado a la mayoría de los trabajadores no calificados o semi-calificados. La Tabla 3 sugiere

13
que éste podía ser el caso en Indonesia, donde el salario mínimo representa el 60% del salario
promedio. En realidad, una revisión de la legislación de Indonesia confirma que el salario
mínimo es más que un salario mínimo. Por ejemplo, la legislación considera excepciones para
empresas que no están en posición de pagar el salario mínimo a su fuerza de trabajo. Esta
práctica es claramente contraria a la definición básica del salario mínimo, como obligatorio y no
opcional. La legislación indonesa especifica que se debe llegar a un acuerdo entre empleadores
y empleados8. Pareciera que se otorgan excepciones con bastante facilidad, según indica la
declaración del Ministerio de Trabajo durante las negociaciones sobre salarios mínimos de
otoño de 2005, posteriores a enormes aumentos en los precios del petróleo. De acuerdo con la
declaración, las pequeñas empresas deberían presentar sus balances de dos años, en tanto que se
sometería a las empresas grandes a auditorías (The Jakarta Post, 8 de octubre de 2005).

Filipinas es otro país donde el salario mínimo parece estar fijado en un nivel elevado
(más del 90% del salario mínimo en 2000, como muestra la Tabla 3). Aquí también, la
legislación considera la posibilidad de eximir a las pequeñas empresas del requisito de pago del
salario mínimo obligatorio. También se podrán otorgar excepciones si un establecimiento está
sufriendo dificultades financieras temporarias, y a las nuevas empresas9. Los trabajadores
domésticos tienen derecho a un nivel mucho más bajo.

Tailandia es otro ejemplo claro de salario mínimo que es, en realidad, un salario
efectivo. Esto es resultado de que el salario mínimo está muy próximo al salario promedio,
aproximadamente 66% en 2003 (Tabla 3) y también de que mucho trabajadores que cobran
salarios bajos, como los agrícolas, a domicilio, y domésticos, están excluidos de la cobertura.
Las negociaciones del salario mínimo se convierten en el foro de la negociación colectiva de
salarios. Por ende el salario mínimo elimina la negociación colectiva.

Un cuarto ejemplo de una situación de “maxi salario mínimo” es la de Paraguay. Como


el salario mínimo en Paraguay es casi igual al salario promedio (Tabla 3) es indudable que no
representa un umbral para los salarios de la mano de obra no calificada. La legislación sobre
salario mínimo en Paraguay es sumamente compleja y plantea un salario mínimo para
“actividades inespecíficas” y un salario mínimo para “actividades específicas”, siendo este
último una especie de escala salarial. Los trabajadores domésticos, jóvenes, y aprendices no
tienen derecho al salario mínimo para “actividades inespecíficas” sino a un porcentaje mucho
menor del mismo, entre 40 y 60%10. Como estas tres categorías de trabajadores tradicionalmente
se encuentran entre los que reciben la menor paga y por ende quienes cobran el salario mínimo,
su exclusión es un fuerte indicio que el salario mínimo no es realmente un salario mínimo sino
uno efectivo. El triple mecanismo de fijación de salario sub-mínimo, un salario mínimo para
“actividades inespecíficas” y salarios mínimos para “ocupaciones específicas” significa que el

8
Salarios mínimos, Regulación de la fuerza de trabajo Ministerio No. Per-01/Men/1999, Artículo 24; Ley
sobre Asuntos de la fuerza de trabajo, Artículo 90 (2).
9
Fuente: Reglas sobre la exención del cumplimiento de Aumentos de salarios prescriptos/Asignaciones
según costo de vida otorgadas por las Comisiones Regionales Tripartitas de Salarios y Productividad,
NWPC Serie de 1996, fechado 18 de noviembre de 1996.
10
Fuente: Base de datos de OIT Condiciones de trabajo y empleo, disponible en
www.ilo.org/travdatabase.

14
sistema de salario mínimo en Paraguay tiene un fuerte efecto sobre la estructura salarial. Esto
significa que el salario mínimo determina muchos otros salarios. Marinakis y Velasco (2005,
página 10) arriban a la siguiente conclusión a partir de su revisión:

“Los salarios mínimos en Paraguay no son un piso; son los salarios efectivos pagados
en el moderno sector privado; por lo tanto, son un elemento fundamental de la política salarial.
El sistema, que se creó para contrarrestar la debilidad de la negociación colectiva, se está
convirtiendo en otro sistema que impide el desarrollo de la negociación”.

Hemos dejado sentado que las negociaciones de salarios mínimos tienden a convertirse
en una plataforma para las negociaciones salariales reales en los países precedentes. Este
resultado parece ser independiente del procedimiento de fijación del salario mínimo. En tanto
que los organismos tripartitos efectúan recomendaciones al gobierno (regional) respecto del
ajuste al salario mínimo en Tailandia, Paraguay y Filipinas, los salarios mínimos se fijan
mediante convenios colectivos dentro de los consejos de negociación en la industria de la
indumentaria en Sudáfrica (donde el salario mínimo se aproxima bastante a los salarios reales),
y a través de un organismo tripartito en Filipinas (fuente: base de datos de OIT 2004,
www.ilo.org/travdatabase).

¿Qué se puede hacer para salir de una situación de “maxi salario mínimo?” Muchos
estarían a favor de la eliminación lisa y llana del salario mínimo alegando que no cumple el
objetivo principal de proteger los estándares de vida de los trabajadores que perciben bajos
salarios. Dada nuestra explicación de que el salario mínimo es, en realidad, un sustituto de la
negociación salarial, parecería obvio recomendar que se disminuya el salario mínimo y,
simultáneamente, se proteja la negociación colectiva de los demás salarios. Sin embargo, resulta
difícil implementar la disminución del salario mínimo y promover la negociación colectiva.
Resulta claro de los ejemplos precedentes que el salario mínimo elimina la negociación
colectiva en Tailandia y que, en teoría, la negociación se podría fortalecer disminuyendo el
proceso legal de fijación de salario mínimo. En realidad, la negociación es una solución a
prácticamente todo en Tailandia, donde la densidad de los sindicatos apenas supera el uno por
ciento en el sector privado.

Una solución más práctica sería que los sindicatos, representantes de empleadores y
funcionarios del Ministerio de Trabajo (así como académicos y organizaciones internacionales)
reconozcan o tomen conciencia del rol del salario mínimo en diferentes países. De nuestro
análisis se puede deducir una implicancia importante de la política. Es muy diferente negociar la
fijación de los salarios mínimos en las dos situaciones extremas que describimos, cuando el
salario mínimo sirve para dos fines totalmente opuestos. En particular, difiere el debate sobre
los criterios para la fijación del salario mínimo.

4. Comentarios finales

Sobre la base de tres variables de cálculo de salarios, este trabajo demostró que dos
grupos de países en desarrollo se encontraban en situaciones extremas respecto del salario
mínimo. Uno tiene salarios mínimos muy bajos (“mini salarios mínimos”) y el otro, salarios
mínimos muy altos (“maxi salarios máximos”). El trabajo llama resalta que, dependiendo de la

15
elección de la variante, el ránking de países cambia para algunos pocos. Este cambio se explica
por la estructura de producción específica de algunos países exportadores, subestimación de la
economía informal en la CEI y otros países, y diferencias en los sectores/ocupaciones/regiones
usados para calcular el salario mínimo y promedio.

Este hallazgo central del trabajo llama a la cautela en relación con cualquier conclusión
derivada del uso exclusivo de cualquiera de las tres variables de cálculo como base para evaluar
el nivel del salario mínimo.

Centrándose en los países con “mini salario mínimo” y “maxi salario mínimo”, el resto
de la ponencia busca explicar las dos situaciones extremas. Por una parte, demostró que la
relación entre salario mínimo y nivel de prestaciones sociales y salarios públicos, ajuste
estructural y entorno político desfavorable, podría ser una explicación importante del “mini
salario mínimo”, como por ejemplo, en Uruguay, México y los países de CEI11. Por otra parte,
un análisis de la legislación de Paraguay, Filipinas, Tailandia e Indonesia, tomado como
ilustrativo de los países con “maxi salarios mínimos”, reveló que el salario mínimo no se fija
para establecer un piso salarial en el mercado de trabajo para trabajadores no calificados. Esto se
torna evidente al analizar la legislación, que revela exclusión de cobertura de varias categorías
de trabajadores con salarios bajos, así como de la práctica de fijar el salario mínimo a un nivel
cercano al salario real.

Estas dos situaciones crean problemas. En los países con “mini salarios mínimos”, tales
como Uruguay, el mayor problema hasta la reforma de diciembre de 2004 era la ausencia de una
referencia salarial en el mercado de trabajo sobre cuya base se pudieran fijar otros salarios, o
negociar. Los tres actores sociales en Uruguay, y especialmente el Ministerio de Trabajo, han
sentido la necesidad de un salario mínimo efectivo que podría actuar como piso en el mercado
de trabajo y han reformado ulteriormente su sistema. Esta reforma ha finalizado el vínculo entre
el salario mínimo y las prestaciones sociales, en tanto que tentativamente implementó un
mecanismo para proteger el nivel de estas últimas.

En los países con “maxi salarios mínimos”, el elevado nivel del salario mínimo resulta
en un incumplimiento difundido e impide el desarrollo de la negociación colectiva. En
Indonesia, por ejemplo, 30% de todos los trabajadores de tiempo completo gana por debajo del
salario mínimo. Este porcentaje aumenta a 50% para los trabajadores eventuales de tiempo
completo12. Por lo tanto, el salario mínimo no protege el salario de los trabajadores vulnerables
y que cobran salarios bajos en este país. Se fija como salario efectivo para los trabajadores del
sector formal privado o incluso como salario máximo para trabajadores calificados o semi-
calificados. Pareciera que el movimiento laboral en Indonesia tiene conciencia del peligro que
involucra la situación del “maxi salario mínimo” para la negociación colectiva13.

11
Muchos países de CEI han intentado recientemente eliminar el vínculo entre el nivel del salario mínimo
y el pago de prestaciones sociales
12
Fuente: Encuesta de la Fuerza de Trabajo, 2004.
13
Un dirigente sindical de Indonesia ha dicho públicamente que se prestaba demasiada atención al salario
mínimo menoscabando otros aspectos

16
¿De qué manera se desarrolló tal situación? En este trabajo, sostenemos que, en los
casos en que las negociaciones de salario mínimo son el único foro en el que los sindicatos
pueden demostrar su rol de protectores de los intereses de los trabajadores, el salario mínimo
tiende a ser fijado como un salario efectivo para una cantidad numerosa de trabajadores y no
como umbral del extremo inferior del mercado laboral. La situación del “maxi salario mínimo”
es, por lo tanto, una consecuencia de la debilidad de la negociación colectiva. Sin embargo,
centrándose casi en su totalidad en el salario mínimo, la negociación colectiva no se desarrolla
en otros aspectos. La situación del “maxi salario mínimo” también podría ser un motivo de la
debilidad de la negociación colectiva.

Para los países con “maxi salarios mínimos”, una solución posible para evitar esta
situación sería fijar el salario mínimo a un nivel menor y desarrollar la negociación colectiva
sobre otro salario. Sin embargo, la reducción del salario mínimo resulta difícil de implementar.
También se plantea una pregunta práctica importante: ¿cómo implementar el traslado a un
salario mínimo menor? ¿Acaso podrían los empleadores reducir inmediatamente los salarios de
los trabajadores? ¿O los trabajadores que cobran el viejo salario mínimo tendrían sus salarios
congelados hasta que la inflación lleve el nuevo salario mínimo al nivel anterior? Se trata de
cuestiones políticas sumamente delicadas que merecen cierta exploración, incluyendo las
garantías que podrían ser aportadas (por gobiernos y empleadores) para hacer cumplir
rigurosamente un nuevo salario mínimo más bajo (en lugar de permitir, expresa o tácitamente,
excepciones como en la actualidad). Más aún, desarrollar la negociación colectiva en países
donde el nivel de sindicalización es muy bajo, como Tailandia, plantea otros problemas.

En el corto plazo, una respuesta más práctica sería iniciar un debate sobre el rol del
salario mínimo y los criterios de ajuste. Si el salario mínimo está cerca del salario efectivo
pagado en las empresas, se deben usar criterios diferentes a los casos en que es el umbral real.
Por lo tanto, este trabajo mostró que los países no se pueden tratar como si aplicaran la misma
política de salario mínimo. En particular, es muy diferente discutir criterios para el ajuste del
salario mínimo en estos dos grupos de países donde el salario mínimo sirve para fines diferentes
del original.

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