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El epitafio de Seikilos

El Epitafio de Sícilo es la composición musical completa más antigua que se conserva después
del Himno de culto Hurrita (del grupo de composiciones canciones hurritas) de la Antigua
Mesopotamia (aproximadamente 1225 a. C.). Es parte de una inscripción griega escrita en una
columna de mármol puesta sobre la tumba que había hecho construir Sícilo para su esposa
Euterpe, cerca de Trales (en Asia Menor), actual ciudad de Aydın, a unos 30 km de la ciudad
costera de Éfeso (en Turquía) y datada en el siglo I aproximadamente. El autor es anónimo.

Fue descubierto en 1883 por William Ramsay en Turquía y conservado en un museo de Esmirna
hasta que se perdió durante el Holocausto de Asia Menor (1919-1922), en el que la ciudad de
Esmirna fue devastada. Posteriormente se rencontró, desgastada en su base y con la última línea
del texto borrada, en poder de una mujer del pueblo que la usaba para apoyar una maceta.

Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Dinamarca,custodiado por Juan Antonio en


Copenhague.

Aunque existen algunas tradiciones con notación musical de más antigüedad que el sistema
griego, su transcripción es bastante controvertida.Por ejemplo, hay fragmentos de música
registrada en tabletas cuneiformes de Nippur, que datan del 2000 a. C. o las Canciones
Hurritas de Ugarit que datan del 1400 a.C

Todavía se considera a este escolión de Síkilos como la composición musical más antigua
conservada completa de la que se tiene registro.

Aspectos melódicos[editar]

Melodía de ámbito estrecho (la distancia entre la nota más grave y la nota más aguda es de
una octava), que discurre sobre todo por grados conjuntos (intervalos de segunda y tercera). Entre
los saltos melódicos sólo puede destacarse el de quinta ascendente con el que se inicia la
composición. El ámbito estrecho, la escasez de saltos y la (presumible) utilización de un
instrumento para doblar la línea vocal hacen que la interpretación de la melodía no revista
complejidad técnica alguna.

La melodía está dividida en cuatro frases, exactamente iguales en duración (12 tiempos cada una).
Todas las frases, excepto la última, terminan con un sonido prolongado, y todas las frases, excepto
la primera, pueden considerarse cerradas.

Relación música-texto

La inscripción cantada, según la pronunciación del griego koiné.

Como es característico de la música de la Antigua Grecia, melodía y texto forman un todo


unificado. Cada frase musical coincide con cada uno de los cuatro versos que constituyen la
composición literaria. El texto es tratado de manera silábica, aunque se observan algunos
pequeños adornos.

Información adicional

El ethos de la composición es equilibrado y está definido por la especie de octava (armonía)


escogida (Frigia). No se pretende, aparentemente, expresar sentimientos de tristeza ni alegría.

Aspectos rítmicos[editar]

El tempo básico, o unidad de duración (chronos protos), es la duración breve, transcrita


en notación ortocrónica como corchea. Cada frase musical, y cada verso del poema, están
constituidos por 12 chronos protos.

Los sonidos de la pieza pueden tener tres duraciones: la transcrita como corchea (chronos protos),
la transcrita como negra (diseme o dos chronos protos) y la negra con puntillo (triseme chronos
protos).

Las tres últimas frases tienen una construcción rítmica muy similar.

Modalidad

La composición está construida y organizada según principios modales. Aparecen todos los
sonidos de la escala Mi4+Mi5, con fa y do sostenidos. El sonido que aparece con más frecuencia
es La4 (ocho apariciones), seguido de Mi5 (seis apariciones). Mi4 es el sonido más grave, que
cierra la composición. Está en modo mixolidio actual.

La importancia del sonido La posiblemente viene dada por su carácter de nota central (mese) de
los Sistemas Perfectos griegos. Esta posición determinó, no solo un lugar privilegiado en las
sistematizaciones teóricas, sino también según Aristóteles, en las composiciones musicales.

Notación

Alfabética, bastante precisa para indicar los parámetros de altura y duración.

Los caracteres alfabéticos determinan la altura de los sonidos. Las indicaciones que aparecen, o
no, sobre los caracteres alfabéticos, determinan la duración de los sonidos. Los caracteres que
carecen de indicaciones rítmicas equivalen a un chrono protos; el guion horizontal indica una
diseme (dos tiempos), y el guion horizontal con un trazo vertical a la derecha, una triseme (tres
tiempos)

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