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Manual CTO
de Medicina y Cirugía
2.a edición
Endocrinología,
. .,
metabolismo y nutr1c1on
Revisores
Gabriela Martínez Elizondo
Javier Macías Amaya
Adriana Balderrama Soto
Paola Roldán Sarmiento
Marie Nicole Íñiguez Ariza
Joaquín Gerardo Joya Galeana
Luis Cabeza Osorio
Autores
Manuel Luque Ramírez
Lain Hermes González Quarante
(traducción casos clínicos)
• GrupoCTO
• • Editorial
NOTA
La medicina es una ciencia sometida a un cambio constante. A medida que la investigación y la experiencia
clínica amplían nuestros conocimientos, son necesarios cambios en los tratamientos y la farmacoterapia.
Los editores de esta obra han contrastado sus resultados con fuentes consideradas de confianza,
en un esfuerzo por proporcionar información completa y general, de acuerdo con los criterios aceptados
en el momento de la publicación. Sin embargo, debido a la posibilidad de que existan errores humanos
o se produzcan cambios en las ciencias médicas, ni los editores ni cualquier otra fuente implicada
en la preparación o la publicación de esta obra garantizan que la información contenida en la misma sea
exacta y completa en todos los aspectos, ni son responsables de los errores u omisiones ni de los resultados
derivados del empleo de dicha información. Por ello, se recomienda a los lectores que contrasten dicha
información con otras fuentes. Por ejemplo, y en particular, se aconseja revisar el prospecto informativo
que acompaña a cada medicamento que deseen administrar, para asegurarse de que la información
contenida en este libro es correcta y de que no se han producido modificaciones en la dosis recomendada
o en las contraindicaciones para la administración. Esta recomendación resulta de particular importancia
en relación con fármacos nuevos o de uso poco frecuente. Los lectores también deben consultar
a su propio laboratorio para conocer los valores normales.
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión
de ningún otro formato o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro
y otros medios, sin el permiso previo de los titulares del copyright.
Manual CTO
de Medicina y Cirugía
2.a edición
Grupo CTO
Editorial
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03. Enfermedades tiroideas ....
3.1.
3.2.
3.3 .
Enfermedad sistémica no tiroidea
(síndrome del eutiroideo enfermo) m
39
40
e:: Q) m • • m •• 41
27
6.2. lnsulinoma .....................................................................................................................................111
2.8. Enfermedades del hipotálamo ...................................................... 27
2.9. Adenomas hipofisarios ...... .......... 28
2.1O. Hipopituitarismo..... . .... .................. 29
2.11 . Síndrome de la silla turca vacía ........................... ............................ 30
07. Nutrición, dislipemia y obesidad............ 115
2.12. Diabetes insípida ..... 7.1. Principios generales de nutrición .m m...... . ..... 11 s
2.13. Síndrome de secreción inadecuada 7.2. Dislipemias y su tratamiento ................................................................... 11 8
de vasopresina (SIADH) ..... . ....... 33 7.3. Obesidad y su tratamiento .......................... .............. ......... ...............122
,
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 1n d i C e
08. Tra stornos del metabolismo 11. Trastornos del desarrollo sexual . u 149
del calcio . . . . .. . .. ... u 128 11 .1. Diferenciaciónsexualnormal ......................................................... 149
8.1. Hipercalcemia ................................................................................................................... 128 11 .2. Trastornos del desarrollo sexual 46XX
8.2. Hipocalcemia ......................................................................................................................... 13 3 (XX vi rilizada) ................................... ...................................................................... 150
11.3. Trastornos del desarrollo sexual 46XY
(XY subvirilizado) .........................................................................................................151
09. Trastornos neoplásicos que afectan 11 .4. Trastornos del desarrollo sexual
del sexo cromosómico ... ... . ... .. ... .. .. ... .152
a múltiples órganos endocrinos no 139
11.5. Otros TOS .......................................................................................................................................... 152
9.1. Trastornos neoplásicos que afectan 11 .6. Pubertad precoz.. . .. .. .. .. 152
a múltiples órganos endocrinos ..................................................... . 139 11.7. Retraso de la pubertad ..................... ............................. ............. ............. 154
9.2. Síndromes poliglandulares autoinmunes .. .............. 14 1
Bibliografía. . ..... ..... ... .... ..... . ....... .... ...... u ··· ···u···· 158
10. Tumores neuroendocrinos
gastroenteropancreáticos (TNEGEP).
Tumores y síndrome carcinoide . 143
10.1. Gastrinoma. Síndrome de Zollinger-EIIison .............. 144
10.2. lnsulinoma ................................................................................................................................ 144
10.3. Vi poma. Síndrome de Werner-Morrison ......................... 144
10.4. Glucagonoma ....................................................................................................................... 144
10.5. Somatostatinoma ..................................................... .................................. ......... 145
10.6. Tumores no funcionantes y otros . ........ 145
10.7. Tumores carcinoides .............................................................................................. 145
Endocrinología,
metabolismo y nutrició. ._._______
ORIENTACIÓN Se trata de un tema fundamental para la comprensión de la asignatura. Hay que prestar especial
atención a la fisiología de la vitamina D y de la prolactina. Se recomienda repasar de forma
ENARM detallada la fisiología de cada glándula antes de iniciar el estudio de su patología.
l l l l
rectamente de la reg ulación enzimática y de la velocidad de sínte-
sis. Su secrec ión se produce po r difusión a través de la membrana
y no por exocitosis.
Proteínas G MAPK JAK/STAT Smads
Transporte hormonal AC. PLC
Una vez secretadas, ci rcu lan por el plasma, bien en forma de moléculas Figura 1. Receptores hormonales de membrana.
libres, bien ligadas a proteínas transportadoras. Genera lmente, las hor- Se muestran los diferentes subtipos con las vías de t ransactivació n
monas peptídicas y proteicas y las catecolaminas circulan libremente, ya
que son hidrosolu bles (existen excepciones), mientras que las hormonas Receptores de siete dominios transmembrana (PTH, ACTH,
esteroideas y tiroideas circulan unidas a g lobu li nas específicas sintetiza- TRH, somatostatina, TSH, glucagon, receptores adrenérgi-
das por el hígado o a la albúmina. cos, entre otros): unidos a las proteínas G. Estas proteínas tienen
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
una subun idad a que hidroliza el GTP a GDP, y las subunidades (TRE). Dicha unión se estabiliza media nte proteínas auxiliadoras
~-y que modulan la actividad de la primera. Tras la unión de la (TRAP) (Figura 3).
hormona con el receptor, la subun idad a se libera activando otras
seña les intracelu lares como la generación de AMPc a t ravés de la
aden ilciclasa (Gs-a), o actu ando en la fosfolipasa C (Gq-a).
Existen cuatro
Receptores tirosinacinasa (insulina, IGF y de factores de formas distintas
crecimiento): unidos a una t irosinacinasa que posteriormente quefijanT3
y com ienzan
interactúa con otros factores intracelulares como el Shc y los IRS, o bloquean
activando posteriormente otras cinasas, como las MAPK. la transcripción
l~
Receptores de citocinas (GH, prolactina): son análogos a los COOH
anteriores, pero aumentan la actividad de las cinasas tipo Janus
(JAK) que posteriormente fosforilan señales de transducción y
M 19M ADN
activadores de la trascripción (STAT).
Receptores serinacinasa (hormona antimülleriana, activi- Figura 3. Receptores de hormonas tiroidea s
na, TGF-¡3): formados por dos subu nidades que actúa n a través
de proteínas denom inadas smads. Implica das principalmente Los receptores citosó licos y nucleares actúan en el núcleo ce lular princi-
en funciones autocrinas y paracrinas. palmente y conceptualmente son ambos auténticos receptores nuclea-
Receptores unidos a guanidilciclasa (PAN): aumentan la acti- res. Desde el punto de vista de su actividad pueden ser:
vidad de la óxido nítrico sintetasa. Homodímeros (glucocorticoides, andrógenos, estrógenos, pro-
gesterona): son dos dímeros que actúan ambos con la hormona en
Citosólicos. Para hormonas esteroideas (glucocorticoides, andró- cuestión, activando su unión al ADN en reg iones pali ndróm icas.
genos, estrógenos, progesterona). Se forma el comp lejo hormona- Heterodímeros (hormonas tiroideas, vitamina O, retinoides, PPAR):
receptor que se dirige al núcleo. Estos receptores contienen un área se combinan con los receptores X de retinoides (RXR) y la unión a la hor-
de unión al ligando y otra para unión al ADN (Figura 2). mona disocia a los correpresores e induce la unión del coactivador. Ello
hace que exista una cierta actividad basal sobre el ADN, que se potencia
por la unión de la hormona y se suprime por la unión del correpresor.
Los esteroides gonadales y suprarrenales siguen este modelo:
H: hormona
· R: receptor
Núcleo
Las hormonas peptíd icas y gli coproteín as actúa n
principa lmente a través de receptores de membrana,
mientras que las hormonas esteroideas y tiroideas lo
hacen a través de receptores citosó licos nucleares.
Ribosomas
1.2. Hormonas hipotalámicas
Figura 2. Receptores ho rm onales citosó licos
e hipofisarias
Nucleares. Para hormonas t iro ideas (estas también poseen recep- Las hormonas hipotalámicas actúan ejerciendo un control sobre la secre-
tores mitocondriales). Estos receptores poseen una zona a la que se ción hormonal hipofisaria. Existe una regulación hipotalámica estimu lado-
une el ligando y otra, mediante la que se unen al ADN en una zona ra sobre las hormonas hipofisarias que es predom inante, salvo en el caso
específica del mismo, denom inada elemento de respuesta t iroidea de la prolactina, en la que predomina el tono inhibitorio (Tabla 1).
Liberación de factores
hipotalámicos La GH está controlada por una regulación hipotalá mica dual: su secreción
en la sangre arterial se estimu la por la hormona liberadora de la hormona de crecimiento
(GHRH), que es el efecto predom inante, y se in hibe por la somatostatina.
11-- - - - Axones La GH es la primera hormona que se altera cuando existe una lesión es-
nerviosos
Sistema portal tructural del hipotá lamo, o bien cua ndo aparece un panhipopituitarismo
y red capilar secundario a ra dioterapia o cirugía, dando un déficit de GH. Otros regu la-
dores de la GH son : 1) la g hrelina, induce la secreción de GHRH y también
de GH directamente. Además de secreta rse en el hipotá lamo, también se
Hipófisis produce en el estómago y tiene ta m bién funciones relac ionadas con el
posterior hambre y la saciedad; 2) los estrógenos inducen liberación de GH; 3) los
Células
de la hipófisis glucocorticoides ad min istrados o liberados de ma nera crónica in hiben la
anterior
GH; 4) la IGF-1 in hibe la GH dentro de la retroali mentación negativa que
liberación t iene con esta (Figura S).
de hormonas
Hormona de crecimiento
Adrenocorticotrofina (ACTH) barazo estimula el crecimiento y la replicación de las célu las lactotróficas
de la hipófisis, lo que incrementa la secreción de PRL.
La ACTH se produce en las células corticotróficas, que constituyen el 20o/o
de las célu las de la hipófisis anterior. Se sintetiza a partir de una molécu- Esta prepara la glándula mamaria para la lactancia a lo largo del embara-
la precursora, la proopiomelanocortina (POMC), que se escinde dando zo. Los niveles elevados de estrógenos inhiben el efecto de la PRL sobre
origen, además de ACTH, a varios otros péptidos como la 13-lipotropina, la mama, por lo que la lactancia no se in icia hasta que los niveles de es-
la 13-endorfina, metencefal ina, y la a-MSH (hormona estimuladora de los trógenos descienden después del parto.
melanocitos). Controla la liberación de cortisol en la corteza suprarrenal
y, aunque también estimu la la liberación de aldosterona, este último se En condiciones normales, la secreción de PRL se frena por el hipotálamo. Por
regula básicamente por el sistema renina-angiotensina . eso, la concentración de PRL aumenta cuando se destruye el hipotálamo o se
secciona el tallo hipofisario. El principal factor hipotalámico inhibidor de la PRL
La ACTH se libera en pulsos con un ritmo circadiano predominantemen- es la dopa mina, que se sintetiza en el hipotálamo y se transporta por la circula-
te, su concentración máxima es a primera hora de la mañana y la mín ima, ción portal, actuando para inhibir la secreción de PRL sobre los receptores D2.
por la tarde-noche.
Existen varios factores y circunstancias que estimulan la prolactina: el estrés,
La CRH hipotalámica es el regu lador principa l de la ACTH. La vasopresina las comidas, el ejercicio físico, la anestesia general, la cirug ía menor, la lesión
también estimula la secreción de ACTH . El estrés, la cirugía, la hipog luce- en pared torácica y la succión del pezón (reflejo de Ferguson-Harris), todos
mia y los problemas psíquicos estimu lan la li beración de ACTH. La sepsis ellos, posiblemente, a través de vías neurales; los opiáceos, por su efecto
y la inflamación aguda aumentan la secreción de ACTH a través de me- de inhibir la dopamina (a l igual que otros fármacos como neurolépticos o
diadores proinflamatorios entre los que se incluyen a la interleucina 6. depletores de neurotransmisores, caso de la metildopa y reserpina); los es-
El cortisol regula, mediante un sistema de retroa limentación negativa, la trógenos, por su acción central directa; la TRH hipota lámica, que explica la
liberación de ACTH y CRH. hiperprolactinemia que acompaña al hipotiroidismo primario; y el péptido
intestinal vasoactivo (VIP); mientras que los glucocorticoides y las hormonas
Gonadotrofinas tiroideas inhiben débilmente la secreción de prolactina (Figura 6).
LH y FSH son liberadas por las célu las gonadotróficas, que constituyen el
1Oo/o de la hipófisis anterior. Son glucoproteínas de tamaño sim ilar y com-
parten una subun idad a común (que también existe en TSH y gonadotro-
fina coriónica humana o hCG) y poseen una subunidad 13 característica.
~~
cursen con osteoporosis. También estim ula la li beración de ACTH y GH La vasopresin a u hormona antidiurética es fundamen-
(receptores V1 b). tal para controlar el vo lumen de agua tota l del orga-
ni smo. Su control principal se realiza mediante los ~
Síntesis de hormonas
tiroideas
Riñon
(aclaramiento)
-o-
unión a uno o va rios receptores int ra-
1 NH,
ce lulares, que a su vez se unen a lu-
~O
5 6 1
HO CH 2 - CH - COOH
gares regu ladores específicos de los
cromosomas, modificando la expre-
.Y--Y
1 1
sión del genoma. Existen dos t ipos de 3, 5, 3 ·- t riyodoti ro nina (T3) 3, 3 ·, 5 '- triyodotironina (rT3)
receptores nucleares de hormonas
tiroideas: el TR-a y el TR-¡3. El p rime-
ro se expresa, sobre todo, en cerebro, D3(Dl ) / D2, Dl
riñón, gónadas, corazón y músculo
esquelético, mientras que el último
predomina en hipófisis e hígado. Los
TR tienen un dominio que liga la hor-
HO o o
1
O
1
CH,- ~:'_ COOH
~
troalimentación negativa sobre la
liberación de renina.
CYP17
Pregne nolona (hidroxilasa)+ 17-0~-preg Los péptidos natriuréticos: inh iben
1
38HSD2 la libera ción de renina.
t t
Progesterona ~ 17-0~-prog
La angiotensina 11 influye en la ho-
:ve2 A
t t meostasis del sodio. Sus acciones se
DOCA
1 ejercen a través de sus receptores tipo
CYP1182 121 1 y 2 (ATl y AT2), aunque la mayoría
t Gónadas (y tejidos periféricos)
Cortisol de las acciones se rea lizan a través del
receptor tipo l . Entre ellas destacan:
Mll:,itfW aumento de la reabsorción de sal en
Aldosterona Cortisona el túbulo proximal, contracción de las
Pars glomerulosa Túbulo renal arteriolas aferente y eferente renales
MC GC Esteroides sexuales
(más esta última), favo reciendo la re-
absorción renal, estimula la liberación
* SCC: side change deavage enzime o citocromo P450-scc (precisa que la proteína reguladora aguda
de aldosterona, estim ula el centro de
de la esteroidogénesis o proteína StAR introduzca el colesterol en la mitocondria)
** Aldosterona sintasa. El paso de DOCA a corticosterona también se produce en menor grado en la capa la sed y parece que tambié n la síntesis
fascicu lar por la CYP11 B1 y liberación de ADH. Además, produ-
***Só lo una muy pequeña cantidad de testosterona es producida por las glándulas suprarrenales ce vasoconstricc ión d irecta.
Figura 11. Est ero id og énesis suprarrenal
aldosterona ~ +
;/
Actividad del aparato
La renina es una enzima producida y almacenada en los gránu los de las yuxtaglomerular
células yuxtaglomerulares. Actúa sobre el angiotensinógeno (globulina sin-
tetizada en el hígado) produciendo angiotensina l. Esta se transforma por la
enzima de conversión (ECA), presente en múltiples tejidos, especialmente
en el endotel io vascular del pulmón, hacia angiotensina 11, que estimula la
síntesis de aldosterona en la zona glomerular de la corteza suprarrenal. La
liberación de ren ina está controlada por d iversos fa cto res (Figura 13):
.,..____
~ Angiotens·na
1 1- ~ Angi(h1gado)
o~ensi nógeno
Estímulos de presión, vehiculizados por las células yuxtaglomerulares,
que actúan como barorreceptores. La disminució n de la presión de Na• y PAN
perfusión rena l estimula la síntesis de renin a. Es el factor más impor-
\ K• (yACTH)
tante.
Células de la mácula densa que actúan como quimiorreceptores: son ~\ - t +
células íntimamente relacionadas con las cé lu las yuxtaglomerulares
Aldosterona
y son sensibles a la concentración de sodio o el clo ro en el túbulo
distal inicial. El exceso de sod io en el líqu ido tubular aumenta la pro-
ducción de adenosina en la mácula densa, y ello inhibe la produc- Reabsorción Na•
ción de renina en las células yuxtag lomeru lares. Por el contrario, la y excreción de K+
en túbulo distal
dism inución de la concentración de sodio o cloro en dicho seg men-
to aumenta la producción de prostaglandinas (PGE2), lo que estimu-
laría la producción de renina. Los diuréticos de asa impiden el flujo
del clo ro desde el líquido tubular, aumentando la concentración de
renina (además de hace rlo por una disminución de volumen). Figura 13. Si stema renina-angiotensina-aldosterona
Sistema nervioso simpático: estimula la liberación de ren ina, en res-
puesta a la bipedestación. La aldosterona realiza dos acciones, fundamentalmente: actúa
Potasio: el aumento de potasio disminuye directamente la liberación como regulador del volumen de l líquid o extracelular y controla el
de renina y viceversa . metabolismo del potasio. El vo lume n se regula por la acción directa
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
de la aldosterona sobre el transpo rte renal tubu lar de sod io; actúa El efecto sobre el metabo li smo prote ico es fundam entalmente ca-
sobre el túbulo contorneado dista l, aum entando la reabso rció n de tabólico, aumenta la degradac ió n de prote ín as y la eliminación de
sod io y aumentando la elimina ción de potas io (y de hidroge niones) nitrógeno. Inhi ben la síntes is de ácidos nucléicos en la mayoría de
en la orina. Los mecan ismos primarios de co ntro l de la aldosterona los tejidos, excepto en el híg ado, donde estimulan la síntesis de ARN.
son tres : Estimu lan la movil ización de los lípidos y estimu lan la lipasa celular
Sistema renina-angiotensina (estimulación, el más importante). (estimu lan la li pó li sis) . Los g lucocorticoides tienen, además, otra se-
Potasio (estimulación). rie de propiedades: anti inflamatori as, alteran la inmunidad celular
ACTH (estimulación, importancia secundaria). (dism inuye n los linfocitos T) y humora l (inhiben la producción de in-
te rferón por los linfocitos e interl euc inas y otros mediadores) y supri-
men la fiebre; sobre las cé lula s sang uín eas, producen leucocitosis con
Como la ACTH no es el estím ulo principa l para la neutrofilia y eosin open ia; modifican la con du ct a (existen trastornos
secreción de los minera locortico ides, en la insufi- emocionales en los síndrom es por exceso o defecto de cortisol, etc.);
ciencia suprarrenal secundaria (déficit de ACTH), los contribuyen a mantener el volumen del líq uid o extrace lular, favore-
niveles de aldosterona son norm ales, por lo que no
ciendo el aclaram iento de agua libre (inh iben ADH y estimulan PAN),
suelen existir alterac iones en el eq uilibri o ác ido-base
evitando la intoxicación hídri ca; poseen también acciones m ineralo-
ni en el potas io.
cortico ideas déb il es. Cuando sus conce ntraciones están elevadas (p.
ej., síndrome de Cushing) sobrepasa n la ca pacid ad metabó lica de la
La sobreca rg a de sod io, el péptido atrial natriuréti co y la dopam ina inhi- 11 -~- hidrox i esteroide-d es hidroge n asa tipo 2 y se unen al receptor
ben la secreción de aldosterona. Cuando se rea liza una infu sión intrave- tipo 1 ej erc iendo un efecto mineralocorticoide: aumento en la reab-
nosa de aldosterona, se prod uce un aumento de la reabsorc ión rena l de sorción de sod io y eli minac ión urinaria de potas io.
sodio que desaparece en 3-5 días. A esto se le denom ina fenómeno de
escape, y sólo ocu rre con el sodio, lo que explica que en el hiperaldoste- Andrógenos suprarrenales
ronismo primario no existan edemas. Se ha impl icado un aumento del
PAN en la génesis de este fenómeno. El potasio y los hidrogeniones no Los andrógenos suprarrenales principales son la deh idroepiandrosterona
sufren dicho mecanismo de escape. (DHEA) y su forma su lfatada (DHEA-S) y la androstendi ona. El 90% de es-
tas hormonas se producen en las glándu las suprarrena les.
Existen efectos de la aldosterona sobre células no epiteliales, como el
control de determ inados genes de factores de crecimiento tisular en Estas hormonas ti enen una mínima actividad androgén ica, aunq ue
células como neuronas, cardiom iocitos, células endoteliales y célu las de pueden transfo rm arse en testosterona en tejidos periféricos (folícu lo
músculo liso de la pa red vascu lar. pi loso, tejid o adiposo, próstata, glándulas sebáceas y genita les exter-
nos). DHEA y DHEA-S se m etabolizan por reducción y conjugación
hepática, y sus metabo litos se elim inan como 17-cetosteroides en
La aldosteron a produce un aumento de la reabsor- orin a.
ción de sodio y un aumento en la eli minac ión de
potas io e hidrogeni ones, lo que exp li ca que en el hi- ---~"'· Médula suprarrenal
pera ldosteron ismo primario apa rezca n hipoka lem ia
y alcalosis metabó li ca. El fenómeno de escape, que
aparece entre 3-5 días tras la infusión de aldosterona La secreción de catecolaminas se produce tras la liberación de acetilco-
y está mediado en gran parte por péptidos natriuréti- li na en fibras postga ngl iona res simpáticas de la médu la suprarrenal du-
cos, evita la apa ri ción de edemas por la retenc ión de rante el estrés, ejerci cio, hi pog lucem ia, angor, hemorragias, cirugía, anes-
sod io en esta patología.
tesia, anoxia.
Fisiología de los glucocorticoides En caso de anoxia-asfi xia, se libera más noradrenalina que ad renal ina. Es-
t as se prod ucen en cantidades suficientes y se almacenan como para cu-
Las conce ntraciones de ACTH y co rtis ol aum entan rápidamente en si- brir las necesidades de va rios d ías. Producen un aumento de la glucemia
tuaciones de estrés fís ico (traumati smos, cirugía) o ps íq uico (ans iedad, por prod ucción de glucosa hepática (efecto ~ ) e inhibición de insulina
depresión), hipoglucemia y fiebre. Los niveles elevados de g lucocor- (efecto a) y estimulan la lipól isis (Tabla 6). Catabolismo de catecolami-
ticoides protegen al organismo en situaciones de estrés. El cortisol, nas: COMT (catecolortometiltransferasa) y MAO (monoaminooxidasa)
que es el principal glucocorticoide, ejerce su efecto sob re el metabo- (Figura 14).
lismo intermediario al actuar sobre los receptores de tipo 11. Regulan
el metaboli smo de las proteínas, hidratos de carbono, lípidos y ác idos
nucléicos. Constricción del músculo liso
Presinápticos inhibitorios
Los g lu cocortico ides aume ntan la glucemia, ya que actúan como
hormonas contrarregu ladoras, inhibiendo la liberación de in sulina, Aumento de frecuencia y contractilidad cardíaca
estimulando la g luconeogénesis hepática y d isminuyendo la capta- Vasod ilatación del músculo esquelético, broncodilatación,
ción de g lu cosa en los tejidos periféricos. Además, favorecen la sínte- re lajación uterina
sis de glucógeno hepático. A nivel periférico, inh iben la captación y
Activan la termogénesis
utilizac ión de g lu cosa, motivo por el que los estados de exceso cró -
nico de g lucocorticoides pueden ll evar a un aume nto de la secreción Tabla 6. Efectos de la estimulación de los diferentes receptores
de insu lina. adrenérgicos
Estrógenos
Pro gestero na
Presentes en túbulos semin íferos, favoreciendo la espermatogénesis. Es- Catecolaminas, estrógenos, gestágenos, GH, esteroides suprarrenales
timuladas por la FSH. Prod ucen proteínas fijadoras de andrógenos (ABP), (prod ucen bloqueo periférico de insulina y estimul an gluconeogénesis).
la inhibina testicular y el in hibidor del plasm inógeno. Estas hormonas son importantes en el ayuno, en el que se estimula su
síntesis para liberar glucosa desde el glucógeno hepático y aumentar la
gluconeogénesis.
La testosterona va unida en plasma fundamentalmen-
te a la SHBG y sólo una pequeña parte, entre el 1 y En el ayuno, caen los niveles de insul ina en favor de las hormonas con-
el 3% es libre, que es la que real iza la acción andro- tra insu lares.
génica. Para ca lcul ar la fracción libre existen fórmu-
las que la estima n a partir de las concentraciones de
testosterona total y de los niveles de SHBG en sangre.
Fisiología del ayuno
Favorece la captación de glucosa en hígado, múscu lo y tej ido ad iposo. Los síntomas inicia les de hipog lucem ia, como sudoración, ansiedad,
Estimula la glucogenogénesis e inhibe la neoglucogénesis y glucogenó- pa lpitaciones, sensación de hambre, y t emblor di stal aparecen cuando
lisis. la glu cem ia plasmática desciende por debajo de 55 mg/d l, y son conse-
cuencia del aumento de la actividad simpática. La hipog lucemia desen-
En presencia de glucosa e insulina, el hígado es el más importante for- cadena alteración de la función cog nitiva cuando la glucemia desciende
mador de ácidos grasos libres. Aumenta la captación de aminoácidos en por debajo de 50 mg/d l
tejido muscula r y aumen ta la síntesis proteica. Es necesaria para la síntesis
de IGF-1, mediador de la GH. lncretinas
Se produce en las célu las o de los islotes pancreáticos. Regulación de su GLP- 1 se sintetiza a partir del gen que cod ifi ca el proglucagon en las
secreción y acción: células L de l intestino delgado. Junto con la inducción de la liberación
Aumenta en la ingesta de proteínas y el ejercicio y, sobre todo, en la de insulina por las células !3 pancreáticas dependiente de glucosa, in-
hipog lucemia . hibe la liberación inaprop iada de glucagon posprand ial, produce un
Se in hibe por ingesta de hidratos de carbono e hiperglucemia y por en len tecim iento del vac iamiento gástrico y disminuye la ingesta de
la somatostatina. com ida. Sus concentraciones están d isminuidas en la diabetes melli-
Produce glucogenólisis, gluconeogénesis, estimula la li pólisis y la tus t ipo 2. En modelos anima les ha demostrado estimular la prolifera-
formación de cuerpos cetónicos (a l aumentar la carnitina y disminuir ción y diferenciación de las células ~ pancreáticas. Su vida media es
el malonii-CoA), a la vez que inhi be el almacenamiento de t riglicéri- muy corta (1-2 minutos) siend o degradado por la enzima dipeptidil-
dos en el hígado. peptidasa-IV (DPP-IV).
Como ocurría con el calc io y el fósforo, la mayor pa rte del contenido cor-
Calcio poral del magnesio se localiza en los huesos (67%). Del magnesio sérico,
la principal forma es la ion izada (55 -65%), una fracc ión más pequeña (25-
EI 98% del calcio corpora l está en el hueso. El ca lcio extracel ular, que es 35%) ligada a proteínas y un 10-15% en forma de complejos. El magnesio
fundamental en diversas func iones orgán icas, está presente en tres for- un ido a ATP es fundamental pa ra las reacciones metabó licas. Los factores
mas: 1) calcio ligado a proteínas (40-50%), principalmente a la albúmina; que influ yen sobre las fracciones del calcio influyen de forma sim ilar so-
2) ca lcio libre o ionizado (40-50%), y 3) ca lcio forma ndo complejos difus i- bre el mag nesio.
bies con citrato, acetonas y fosfatos (8-12%).
Parathormona (PTH)
El calcio libre o ionizado es la forma activa y está sometido a un control
hormonal rigu roso, sobre todo, por la pa rathormona (PTH). Existen varios Es un polipépt ido de 84 aa p ro du cido po r las g lándu las para ti roides.
factores no hormona les im portantes que infl uyen sobre la concentra- La PTH intacta se meta bol iza en las g lándu las p ara ti ro ides y en lo-
ción de ca lcio libre: la co ncentración de albúmina (l a hipoa lbum inem ia ca lizac iones extrag lan d u lare s, fo rm ando los frag m entos carbox iter-
se relaciona con un ca lcio tota l bajo y un ca lcio libre norma l) y el pH (e l m ina l (bio lóg icame nte inacti vo) y am inot erm in al (bio lógicamente
eq ui librio ácido-base mod ifica el ca lcio ionizad o, dismin uyendo éste en activo) .
la alca losis).
La func ión principa l de esta hormona consiste en ma ntener la concen-
Del ca lcio de la dieta (req ueri mientos 1 g/día), se absorbe net amente el tración de calcio del líqu id o extracelu la r. La secreción de PTH está regu-
30% en el intestino de lgado proxima l, y este proceso es facili tado por la lada fundamenta lmente por la fracc ión de ca lcio libre: la disminución del
vitami na D. Se elim ina en el riñó n y sufre una elevada reabsorción t ubular: ca lcio estimula la liberación de PTH . El m agnesio regu la de forma similar
2/3 en el tú bulo contorneado proxima l y 1/3 en el asa de Henle. La excre- la secreción de PTH, aunque se ha demostrado secreción de PTH defec-
ción habitua l de calcio en orina es de unos 17S mg/día. tuosa en si tuación de hipomagnesemia grave y mante nida. Actúa sobre
receptores de membrana de siete domi nios.
Fósforo En el hueso, favorece la resorción ósea con liberación de calcio.
En el riñón, inh ibe la reabsorc ión de fosfato en el túbulo proximal
El 85% del fósforo corporal se encuen tra en el esque leto. El fosfato (aume nta la fosfatur ia), au ment a la reabsorción de ca lcio y favore-
p lasmático, que inte rviene en cas i tod os los p rocesos meta ból icos, se ce la el iminación de bicarbo nato (acidosis metaból ica); también
compone tamb ién de tres fraccio nes : unido a prote ín as (12%), ion i- estimu la la conversión d e 25 (0 H)D3 a 1,25(0H)2-D3 al estimula r la
zado (55%) y fo rmand o co m p lejos (35%). La absorción de l fósfo ro de 1-a-h id roxilasa (Tabla 7 y Figura 1 7),
Paratiroides Estimula 1-a-hidroxi lasa máticos este ro ideos. Dado que los
nive les de 25(0H) vitam ina D son
Aumento de reabsorción de Ca más estables que los de 1,25(0H) 2
Disminución de reabs orción de P y HCO, vitamina D, sobre todo, por su mayor
vida med ia, y dado que la PTH pue-
PTH Hidroxilasa
Aumento de elevar los niveles de ésta última
renal
de resorción ósea
en caso de déficit de 25(0H) vita -
mina D, el d iagnóstico de déficit de
tReabsorción
Ca y P
vitam ina D se real iza mediante la de-
Aumento terminación de la 25(0H) vitamina D
en p lasma.
1,2S(OH),0,
HUESO A nivel intestinal, aumenta la
25(0H)D 3 absorción de calcio y fósforo
(estimula la síntes is de proteína
Aumento Hígado transport adora de calcio desde
de absorción de Ca y P Vitamina D,
la luz intesti na l hacia el p lasma)
(Tabla 7). Este es un mecanis-
Figura 17. Hormonas que intervienen en el metabolismo mineral y sus interacciones mo activo y saturable y consi-
gue su mayor eficacia cuando la
Vitamina D ingesta de ca lcio de la dieta no
es muy alta.
La vitam ina Des una hormona encargada de regu lar la homeostasis del En casos de ingesta de ca lcio elevada, el mecanismo de difus ión pa-
ca lcio. siva del ca lcio en el intestino de lgado, sobre todo proximal, puede
asegurar una adecuada absorción del mismo incluso con niveles le-
El origen de la vitamina Des doble: vemente dismin uidos de vitamina D.
l. Cutáneo: el colecalciferol o D3 es una prohormona producida por la En el hueso, facilita la resorción ósea de forma sinérgica con la PTH,
piel bajo la acción de la luz sola r. La exposición solar a una dosis eri- pero la regulación de esta acción no se conoce exactamente.
tematosa mínima libera grandes cantidades de vitamina D3 a la circu- La vitamina D posee también acciones antiinflamatorias e inmu-
lación, y se considera la forma más eficaz de generar vitamina D. Ello nomoduladoras, y su déficit se ha implicado en estudios epide-
hace que exista déficit de vitamina D estaciona l, con una mayor pre- miológicos con un incremento de riesgo card iovascu lar y para el
va lencia al fin al de los meses de invierno por una menor exposición padecimiento de diversas neoplasias y enfermedades de origen au-
solar. También explica la mayor preva lencia del déficit a medida que toinmunitario. No obstante, por el momento, la evidencia acerca de
las poblaciones se acercan a los polos terrestres. un papel protector de su adm ini stración para la prevención de este
2. Dieta: cantidades adicionales de vitami na D, D2 o ergocalciferol (vege- tipo de enfermedades es bastante limitada.
tal-cereales) y D3 o colecalciferol (animal-hígado de pescado, leche) se
obtienen a partir de alimentos. Estas cantidades son insuficientes per Calcitonina
se para asegurar unos niveles adecuados de vitam ina D en la pobla-
ción general. Ello unido a una baja suplementación de vitamina D en la Es un poli péptido de 32 aa sintetizado por las células C o parafoliculares
mayoría de los alimentos hace que el déficit de vitam ina D supere en de la tiroides. Es una horm ona hipoca lcem iante que actúa como antago-
algunas poblaciones el 40o/o. nista de la PTH. Su secreción está cont rolada por el ca lcio, siendo estimu-
lada por la hipercalcemia.
Una vez que la D3 penetra en la circ ulación, es metabol izada en el hí-
gado a 25(0H)D 3 (o D2) también llamada ca lcifediol, que es la forma cir- Acciones hormonales
culan te principal de esta fami lia de esteroles y carece de efectos meta-
ból icos in vivo. La 25(0H)-D 3 es metabolizada en el riñón a 1,25(0H)p3, Inhibe la resorción ósea, ocasionando una disminución del calcio y
también llamada calcitri ol, por la enzima 25(0H)D 3-1-a-hidroxi lasa, y es el fósfo ro séricos.
el metabo lito más activo y a 24,25(0H)2 vitam ina D, que es una fo rm a A nivel renal, disminuye la reabsorción tubu lar de ca lcio y fósforo, así
menos activa. como inhi be la hidroxilación del ca lcitriol.
La formación de ca lcitriol está estrechamente regu lada por PTH (aumen- En el hombre, el exceso de calcitoni na (tumores secretores de calcitoni -
ta PTH, aumenta calcitriol), y por la concentración de fosfato y de ca lcio na) o el déficit de la misma (tiroidectomía) no se asocian a alteraciones
(baja el fósforo y el calcio, aumenta ca lcitriol). La hidroxi lación renal está del metabolismo fosfocálcico.
inhibida por calciton ina.
La ca lciton ina es un agente farmacológico eficaz para reduc ir la resor-
La vitam ina D realiza a su vez una regu lación con retroalimentación ción ósea en la enfermedad de Paget y en la osteoporosis, contando
inhibitoria sobre la secreción de PTH (Figura 17). El receptor de la con un potente efecto ana lgésico para el t ratam iento de fract uras os-
vitam ina D pertenece a la superfami lia de los receptores intracitop las- teoporóticas.
Son ácidos grasos cíclicos básicos de 20 átomos de carbono con un anillo En los últimos años, se ha demostrado la enorme complejidad de la regu-
de ciclopentano. lación de la ingesta, tanto por las múltiples vías de regu lación como por
la interacción conjunta de varios sistemas (neurológ ico, endocrinológico
Síntesis y acciones y digestivo).
El centro de l hambre, situado en el hipotá lamo, parece regulado
Se forman a partir del ácido araqu idón ico por medio del enzima ciclooxi- fundamenta lmente por el neuropéptido Y (NPY) que se produce
genasa (el enzima lipooxigenasa da lugar a los leucotrienos). en el núcleo arcuato. Este neurotransm isor llega a través de las
Un derivado prostaglandínico, el tromboxano A2, se sintetiza en las proyecciones de las neuronas de dicho núcleo hasta el núcleo
plaquetas, con efecto vasoconstrictor y agregante plaquetario. para ventricu lar, que es la zona donde se libera. Existen varios es-
La prostacicli na (PGI2), sintetizada en el endote lio vascular, tiene ac- tudios que han demostrado que el aumento de NPY lleva a un
ciones opuestas. aumento de la sensación de hambre y, con el lo, a la hiperfagia y
obesidad . La leptina, así como otros factores neurales y hormo-
Regulación nales (como la ghrelina), actúan a nivel central, posiblemente en
d icho núcleo arcuato.
Los salicilatos (ácido acetilsa licílico), por medio de la inh ibición de la ci - La ghrelina, péptido secretado en el estóm ago, además de participar
clooxigenasa, depri men la formac ión de TXA2 y PGI2, predominando un en la regulación de la GH a nivel central (parte se produce también
efecto antiagregante. Otras acciones, siempre por mediación del AMPc, en el hipotálamo), se ha implicado recientemente en la estimulación
son la vasodi latación rena l, regulando la excreción de agua y sodio, el es- del apetito, produciéndose sus pulsos de secreción unas horas tras la
tímulo de la luteólisis (PGE y F2a) y contracción uterina. También influye ingesta. Los pacientes gastrectomizados podrían tener mayor sacie-
en la liberación de LH yTSH. dad debido a una fa lta de producción de ghreli na.
La leptina: esta hormona, que se produce fundamenta lmente en el
Péptidos natriuréticos tejido adiposo, actúa como seña l de reservas energéticas, aumentan-
do cuando existen suficientes, y favorece la fertilidad, el crecimiento
Existen varios péptidos natriuréticos con funciones sim ilares. El principal y el metabolismo. La leptina aumenta la secreción de la insulina de
es el péptido auricular natri urético. Este se sintetiza en el tejido auricu lar, forma ind irecta al aumenta r la actividad simpát ica (Tabla 8).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
o
Quilomicrones
~ po
L: L
E, C-11, B-48
Residu os
Apo E, B-48
Apo E,C-11
V-100
a la ci rcul ación general, formando pa rte de unas lipoprot eínas de gran
tamaño denom inadas VLDL (lipoproteínas de m uy baja densidad).
VLDL: contienen 5 a 1O veces más TG que colesterol y poseen una
Apo 8100 diferente de la del quilomicrón. Las lipoproteínas VLDL se
desplazan hacia los capilares endoteliales, donde interaccionan con
Hígado-intestino-macrófagos
~~;;,~~:~
:~l: Col'"""' \ Lip~Eodo>om•
\',, ~
(j) \ 1 ',,,,,,, ' / Figura 20. Transporte de colesterol HDL
\
1
Colestero}~
" 1)
k ~L·.ISOSOma El conten ido intracelul ar de colesterol li b re refleja el balance entre el co-
\ esterasa • ~
\ ~:o.,; Ácidos grasos lesterol sintetizado por la célu la, el transportado a la célu la, la tasa de con-
ACAT 'e>/ versión de colesterol libre en colesterol esterificado por la acil-colesterol-
1!]:1 8:> Gotitas de ésteres acil-transferasa (ACAT) y la tasa de la salida de la célula.
de colesterol
" El principal estímulo para la secreción de renina es la disminu- " El metabolismo fosfocálcico está regulado por la PTH, la vita-
ción de la presión de perfusión renal. Además, el sistema ner- mina D y la calcitonina. La PTH y la vitamina D se encargan
vioso simpático estimula también su secreción, mientras que el de elevar la calcemia, y se diferencian fundamentalmente en
exceso de sodio en el túbulo distal, la hiperpotasemia y la an- sus acciones a nivel renal, al producir la PTH un aumento de
giotensina 11, la inhiben. la fosfaturia. La calcitonina realiza acciones antagonistas a las
anteriores.
" La ACTH es la hormona que se encarga de estimular de forma
preferente la secreción de glucocorticoides, que ejercen sus ac- " Entre las principales lipoproteínas, se deben recordar los qui-
ciones metabólicas sobre los hidratos de carbono, proteínas y lomicrones, constituidos fundamentalmente por triglicéridos
lípidos, al unirse a los receptores tipo 11. La secreción de mine- exógenos, y sus apoproteínas Cll y E, y las LDL con su apopro-
ralocorticoides está regulada fundamenta lmente por el sistema teína Bl OO.
renina-angiotensina, y controla el volumen y el metabolismo
del potasio por su unión a los receptores tipo l.
Enfermedades de la hipófisis
y del hipotálamo
tuando las causas fisiol óg icas, la causa más Silla turca vacía
común es la ingesta de fármacos. Algunos Hipofisitis linfocita ria
Adenoma con compresión del tallo
pacientes con hiperprolactinemia (1 0-25%)
Granulomas
presentan elevación plasmática de formas Qu istes de Rathke
de prolactina de alto peso mo lecu lar (pro - Radiación
lactina big-big o macroprolact ina), entidad Traumatismos Sección del tallo hipofisario
denom inada macroprolactinemia. La ma- Cirugía supraselar
cropro lactina está formada por la un ión de Hipersecreción Prolactinoma
la prolactina a anticuerpos de tipo lgG. La hipofisaria Acromega lia
macroprolactinemia se debe sospechar en Insuficiencia renal crónica
pacientes as intomáticos con hi pe rpro lac- Trastornos Hipotiroidismo
tinemia y el diagnóstico se confirma con sistémicos Cirrosis
Crisis comiciales
la determinación de prolactina tras la pre -
Bloqueadores del receptor Fenotiazinas: clorpromazina
cipitación con polietilenglicol (PEG), que
de la dopa mina Butirofenonas: haloperidol
desciende ~ 40% con respecto a los nive les Tioxantenos
basales. Tras el diagnóstico, no es necesa- Metoclopramida
rio real izar pruebas de imagen y no requ iere lnhibidores de la síntesis de dopa mina Metildopa
tratam iento.
Depleción de catecolaminas Reserpina
Opiáceos
Manifestaciones clínicas
Antagonistas H2 · Cimetidina
· Ranitidina
El exceso de prolactina causa trastornos de la
lmipraminas Amitriptilina
función sexual y reproductora en va rones y
lnhibidores de la recaptación de serotonina
mujeres. En la mujer con hiperprolactinemia
son habituales las anomalías del ciclo mens- Antagonistas del calcio Verapamilo
trual como o ligomenorrea, infertilidad debida Estrógenos y antiandrógenos
a ciclos anovulatorios o amenorrea. Tabla 1O. Eti o log ía de la hiperpro lactinemia
Manua l CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
La sintomatología más precoz en el varón es la dism inución de la li- ticamente diagnósticos de un adenoma hipofisario productor de PRL,
bido, impotencia e infertilidad, así como la posible aparición de alte- casi siempre un macroadenoma, y los niveles superiores a 100 ¡..tg/1 en
raciones del campo visua l (por la compres ión quiasmática de un ma- ausencia de embarazo es muy probable que se deban a un micropro-
croprolactinoma). El hipogonad ismo asociado a hiperprolactinem ia lactinoma. Niveles elevados de prolactina pero inferiores a 100 pueden
se debe a una inh ibición de la liberación hipota lámica de GnRH. La deberse a microadenomas, así como a lesiones del tallo y del hipotálamo,
galactorrea (producción de lec he fue ra de l periodo posparto) se ob- y al resto de causas de hiperprolactinem ia no neop lásicas. La mayoría de
serva en el 30-90% de las m uje res hiperprolactiném icas. La asociación los pacientes con prolactinoma muestra n una elevación nu la o mínima
de amenorrea y galactorrea indica exceso de PRL en el 75% de los en respuesta a TRH, en comparación con el aumento norma l del 200%.
casos. La hiperprolactinemia de l varón rara vez produce ginecomastia No obstante, la respuesta a TRH es extremadamente variable y no posee
o galactorrea. va lor diagnóstico.
Las causas de ginecomastia aparecen en la Tabla 11. En general, a los pacientes con una hiperprolactinemia inexplicada se les
debe realizar estud ios de imagen del hipotálamo y la hipófisis mediante
resonanc ia magnética (RM) para descartar la existencia de lesión a ese ni-
Estados fisiológicos ve l. Se habla de hiperprolactinemia idiopát ica cuando no se detectan
anomalías radiológicas, a pesar de que pueda existir un microadenoma
Periodo neonatal Adolescencia Edad avanzada
ocu lto, y se ha descartado la existe ncia de macroprolactina. En los pacien-
Estados patológicos tes en tratamie nto con un fá rmaco que puede elevar los niveles de pro-
ldiopática lacti na se debe real izar otra determinación tras la suspensión del mismo
durante 3 días. Si no es posib le la ret irada por motivos clínicos, hay que
Fármacos: estrogénos, antiandrógenos, cimetidina, omeprazol,
lECA. antagon istas del calcio, tricícl icos, opiáceos, anabolizantes realizar una prueba de imagen hipofisaria para descartar la existencia de
esteroideos ... un prolactinoma concomitante.
Alteración en acción o síntesis de testosterona: hipogonad ismos,
pseudohermafroditismo masculino ..
Aumento de producción de estrógenos: tumores testiculares La causa más frecue nte de hi perpro lacti nemi a es
productores de estrógenos, tumores productores de hCG, el embarazo y la causa pato lógica más frecuente
hermafrod itismo, aumento de sustrato para la aromatasa tisular en la ingesta de fárm acos . Por ell o, ante c ualqui er
(enfermedad suprarrenal, hepática, desnutrición e hipertiroidismo) hiperpro lactinem ia se debe desca rta r el embarazo
y la ingesta de fá rm acos . N ive les de prolactina >
Tabla 11. Causas de ginecomastia 100 f.J g/l en ausencia de emba razo son muy suge-
rentes de pro lactin o ma, y lo s n ive les > 25 0 f.J g/l
Diagnóstico diferencial son prác ti ca mente patognomó ni cas de m ac ropro-
lactin om a.
Tratamiento médico
cim iento tumora l t ras la suspensión del mismo, si bien a largo plazo
Adenoma productor de prolactina
esta cifra podría reducirse hasta sólo un So/o. Por ello, tras este perio-
do de tratamiento se puede intentar la suspensión del mismo siem-
pre que se cumplan los siguientes crite ri os: r
Oligosintomático
Microprolactinoma
l
Sintomático
Macroprolactinoma
j
Normal ización de los niveles de pro lactina durante el tratamiento.
~
Osteope nia/osteoporosis
Reducción del tamaño tumoral <': 50% respecto al tama ño inicial.
Segu imiento estrecho del paciente durante al menos cinco Prolactina an ual Anticonceptivo fral con vigila~
años tras la retirada del mismo. estrecha de niveles de prolactina -
t t
- Desaparición adenoma o reducción 2: 50%
Tratamiento quirúrgico Radioterapia si persiste - Distancia > S mm de quiasma óptico
crecimiento y no invasión estructuras adyacentes
La mortalidad y morbilidad de la intervención de los microprolactinomas
son mínimas; existen recidivas en el 40% de los casos a los seis años de se- l. En microprolactinomas repetir pro lactina anualmente y RM al año
del inicio de tratamiento. En macroprolactinomas realizar RM tras 6
guimiento. La cirugía (tran sesfenoidal [Figura 22], endoscópica o transcra-
meses de tratamiento y posteriormente segú n niveles de pro lactina
neal) rara vez es curativa en los macroprolactinomas. La cirugía es necesari a y si ntomatología. Si hay afectación campimétrica, repetir entre 1-3
en los pacientes con defectos visuales persistentes a pesar del tratam iento meses tras inicio de tratamiento
con agonistas dopaminérgicos, y en aquel los que no toleran los agonistas 2. Algunos autores recomiendan sólo suspensión si hay desaparición
dopaminérgicos; también puede ser necesaria la cirugía descompresiva en de adenoma
los tumores con gran componente quístico o hemorrágico pa ra aliviar los Figura 23. Actitud terapéutica ante un prolactinoma
síntomas visuales y la cefalea. La tasa de recidiva puede ser hasta del 50-
80% para los macroprolactinomas. Suele ser necesario el trata miento pro-
longado con agonistas dopaminérgicos posquirúrgicamente. No todos los prolactinomas requieren tratam iento
(los microadenomas poco sintomáticos o asinto- _._;:::,.;;~-...
máticos pueden revisarse sin tratamiento). El tra-
tamiento de elección, en aquellos pacientes con
Adenoma de hipófisis
indi cación, son los agonistas dopa minérgicos, bro-
mocriptina o cabergo lina, esta ú ltim a más eficaz
que la primera. Indicaciones de trata mi ento quirúr-
gico son la persistencia de alteraciones camp imé-
tricas pese a tratamiento médico, la intolerancia a
agon istas dopaminérgicos o la presencia de tumores
con gran componente quístico o hemorrágico para
dism inu ir la clínica compres iva.
Prolactinoma y embarazo
2.3. Exceso
de hormona
de crecimiento:
acromegalia
y gigantismo
Etiología
Casi todos los pacientes acromegá licos
padecen adenomas hipofisarios perfec-
tamente definidos (95% de los casos).
Los niveles de GH se correlacionan, en
general, con el tamaño del tumor. El
75% de los adenomas productores de
GH son macroadenomas. El tamaño
suele ser más voluminoso y el compor-
tamiento más ag resivo en los pacientes
más jóvenes. Los carcinomas producto-
res de GH son raros y se d iagnostica n
sólo por la presencia de metástasis. Los
tu mores que prod ucen invasión local se Figura 24. Fenotipo del paciente acromegálico: facies característica, prognatismo, aumento
denom inan adenomas invasores. de separación interdentaria, crecimiento acral y osteoartropatía
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
1
o hipoplásica
elevados de IGF-1 para el sexo y edad
t
del paciente. Pueden existir respues- Adenoma hipofisario TC toracoabdom inal
tas paradójicas de GH a otros estímu- secretor de GH Determinación GHRH
t
secreción de GH (50% de los casos) al
Enfermedad
,____ _controlada
_ ___. ------,1
contrario q ue en sujetos sa nos que la
estimu lan (Figura 25).
Tratamiento arg inina-GHRH defin iéndose como una respuesta norma l una
elevación de GH >4 ~g/1.
La mayoría de los niños que sufren déficit de GH responden al tratamien- Otras pruebas complementarias: bioquímica con lípidos (LDL
to con GH sintética con una aceleración de la velocidad de crecimiento elevada con HDL dism inuida), aumento de la insulinemia en
hasta un límite normal o incluso por encima de lo normal. En los casos de ayuno, disminución de la densidad ósea.
insensibilidad a GH, como el síndrome de La ron, el tratamiento se realiza
con IGF-1 recomb inante o dosis elevadas de GH. Tratamiento. El beneficio del tratamiento sustitutivo está claramente
establecido en térm inos de incremento de la masa muscular y disminu-
Déficit de hormona del crecimiento ción del tej ido adiposo. Sin embargo, en términos de densidad mineral
ósea, sensación de bienestar o perfil lipídico los resu ltados son menos
en el adulto
convincentes, por lo que no existe consenso sobre a quién tratar.
Pueden aparecer edema y síndrome del túnel del carpo al inicio del tra-
Etiología. La causa más frecuente de disfunción hipotá lamo-h ipofi- tamiento, que suelen rem itir en un corto periodo de tiempo. Más rara es
saria en el adulto son los tumores hipofisa rios y paraselares o/y el tra- la hiperglucemia, aunque conviene monitorizarla y ajustar el tratamien-
tam iento qu irúrg ico/rad ioterápico de los m ismos (90% de los casos). to de aquellos pacientes con diabetes mellitus. No hay evidencia de que
Alrededor del 80% de estos pacientes t ienen hipopitu itarismo en el aumente la recid iva de tumores. La GH está contraindicada con enfer-
momento del diagnóstico y un 50% t ienen déficit de GH, gonadotro- medad mal igna activa, enfermedad tumora l hipotálamo-hipofisaria no
finas o cortisol. Tras la cirugía, un 80% tienen déficit de GH y casi un controlada, hipertensión intracraneal, retinopatía diabética preprolifera-
100% lo presenta a los cinco años de la radioterapia hipofisaria. Con tiva o proliferativa e hipersensibilidad a GH o algunos de sus excipientes.
frecuencia, el déficit de GH se asocia al déficit de otras hormonas
hipofisarias de ta l forma que, cuando hay tres o más alteradas, la GH
lo está en el 100% de los pacientes. 2.5. Alteraciones de las gonadotrofinas
Los niños con déficit aislado de GH que han rec ibido tratamiento
con GH recomb inante en la infancia deben repetirse las pruebas en
la edad adulta puesto que aproximadamente un 20% de los casos Tumores hipofisarios secretores
presentan una secreción normal en la edad adu lta. Esta cifra se eleva
de gonadotrofinas
hasta más del 70% en los casos en los que el déficit de GH en la edad
pediátrica fue idiopático, es decir, que la mayoría de estos niños no
precisarán tratamiento con GH en la edad adu lta. Por otro lado, los Los tumores secretores de gonadotropinas son generalmente macroa-
pacientes con anomalías estructura les o con déficit combinados denomas que producen habitua lmente FSH o FSH junto a LH; rara vez
suelen mantener el déficit de GH en la edad adu lta. LH sola. En otros, se encuentran cantidades normales de gonadotropinas
Clínica. Existe evidencia científica de que el déficit de GH en el adulto intactas con aumento de la producción de subunidades de estas, sobre
produce un conjunto de alteraciones metabólicas, alteración de la com- todo, de la subunidad a. En la mayoría de los casos no producen clínica
posición corporal, disminución de la capacidad de ejercicio y actividad derivada de la secreción hormonal (parecen no secretores), estimándose
física, y alteraciones psicológicas y de la cal idad de vida (Tabla 14). que más del 80% de los macroadenomas hipofisarios no secretores son
Diagnóstico: en rea lidad gonadotropinomas, y producen clínica por efecto masa. Otras
Hipoglucemia in sulínica: es el test de referencia ("patrón oro"). veces se d iagnostican, sobre todo, en varones con d ism inución de la libi-
El déficit de GH se define como la incapacidad de llegar a un do y reducc ión de la concentración de testosterona (en ocasiones, la LH
pico máximo estimulatorio >S ¡..tg/1. secretada es inactiva).
IGF-1 ba sal: es una prueba que suele usarse por su sencillez y su Hipogonadismo hipogonadotrófico o central
especificidad, aunque hasta un 40% de los adultos con déficit
de GH pueden tener valores normales de IGF-1, por lo que no es El hipogonad ismo hipogonadotrófico o centra l se caracteriza por nive-
suficientemente sensible para el diagnóstico. les séricos bajos de testosterona o estradiol, acompañados de concen-
Otros test d e estimulación: están menos estandarizados, pero traciones bajas de FSH y de LH. El déficit de gonadotropinas puede ser
se pueden util iza r, siempre determinando el lím ite de corte congén ito o adqu irido. Entre los trastornos hereditarios asociados a hipo-
para cada test que define el déficit de GH . El más utilizado, por gonadismo, encontramos trastornos hipota lám icos como el síndrome de
presentar menos fa lsos positivos, es el test de estimulación con Prader-Will i y el síndrome de Laurence-Moon-Bield.
Manifestaciones endocrinas
Adenoma hipofisa rio (lo más frecuente)
Los tumores hi pofisa rios secretores más frecuentes son los prolactin omas Craneofari ngioma
(galactorrea, hipogonadismo). Meningioma
Primario: sarcoma, cordoma, carcinoma hipofisario
Los tumores productores de GH (acromegal ia) son los seg undos en (muy raro), tumor de células germin ales
orden de frecuencia. Le siguen los ade no mas co rti cotrófi cos (secret o- Metástasis: pulmón, mama, li nfoma
res de ACTH-enfermedad de Cus hing), los adenomas productores de Lesiones quísticas: de la bolsa de Rathke, dermoide,
gonadotropinas (la mayoría clínicamente si lentes) y los productores de aracnoideo
TSH (h ipertiroidismo) . El 15% de los tumores hipofisarios producen va- Granu lomatosis: sarcoidosis, tubercu losis, histiocitosis
rias hormonas; la combinación más frecuente es la de GH y prolactina. Hiperplasia hipofisaria: lactotropa (emba razo),
El 30-40% de los adenomas hipofisarios operados son, en apa ri encia, gonadotropa, tirotropa, somatotropa (secreción
ectópica de GHRH) (Figura 27)
no secretores. Algunos de estos tumores secretan grandes cantidades
de subunidad a que clín icamente pasa desapercibida. La mayor pa rte Abcesos hipofisarios
de los adenomas no funcionantes suelen ser vo luminosos en el mo- Hipofisitis linfocítica
mento del diagnóstico. Lo s adenomas hipofisarios p uede n form ar par- Fístula arteriovenosa
te de l MEN 1. Tabla 16. Diagnóstico diferencial de la s masas selares
Hipofisitis linfocitaria
Metástasis
Tumores hipotalámicos (gl ioma, craneofaringioma)
Macroadenomas hipofisarios
El síndrome de Sheehan es una necrosis hipofi saria que aparece cuando punto de vista funciona l, determ inación de nive les basa les hormonales
el parto se comp lica con hemorragia intensa e hipotensión. La disminución (PRL, IGF-1, T4 1i bre, TSH, co rti sol, LH, FSH, testosterona o estrad iol) y prue-
brusca del flujo sa nguíneo a la hipófisis, hipertrofiada durante la gestación, bas dinámicas para va lorar la reserva hipofisaria (Tabla 18).
produce una hipoxia hipofisaria y el infarto glandu lar. Como consecuencia
de ello, se produce un hipopituitarismo completo. Las pacientes diabéticas Tratamiento
muestran un mayor riesgo de infarto hipofisario. Su p rim era manifestación
suele ser la incapacidad para la lactancia por la ausencia de prolactina. En la mayoría de los casos, las carenc ias hormona les del hipopituitarismo
se tratan adm inistrando las hormonas deficitarias propias de los órganos
Manifestaciones clínicas diana afectados (tiroides, suprarrenales, ova ri o, etc.) (Tabla 18). Es impor-
tante comenzar sustituyendo los g lucocorticoides antes que las hormo-
Las manifestaciones cl ínicas del hipopituitarismo dependen de la etiolo- nas tiroideas, para evita r una crisis supra rrenal.
gía, el tiempo de instauración, la edad del paciente y la hormona u hor-
monas deficitarias (véanse apartados previos).
2.11. Síndrome de la silla turca vacía
Diagnóstico
Debe realizarse un estudio morfológico y funciona l de la hi pófisis. Desde Cuando la hipófisis no ll ena la si lla turca, el espacio restante es ocupado
el punto de vista morfológico, es necesario realizar estud io ofta lmológico por LCR. Esta situación se denom ina silla turca vacía. Una silla turca vacía
y ca m pi métrico comp leto, así como estud io de imagen (RM). Desde el puede presentarse en dos fo rm as: primaria o secunda ri a.
GH IGF-1 (puede tener falsos negativos Hipoglucemia insulínica (la de mayor Niños: déficit aislado o combinado
en el diagnóstico de déficit de GH) utilidad) para GH Adu ltos: déficit GH con hipopituitarismo
Otras: arginina, ornitina, clonidina,
GHRH, hexarel in
ACTH Cortisol basal < 3,5 es diagnóstico, Hipoglucem ia insulínica (la de mayor Hidrocortisona oral o i.v. en caso de cri sis
> 18 ¡..tg/d l excluye utilidad) para cortisol Primer déficit a sustituir
Test de ACTH con 1 [.lg para cortiso l
PRL Prolactina basal (a veces no excluye Estimulación con TRH o metoclopramida No se sustituye
el déficit) Si alta, indica lesión en hipotálamo para excluir el déficit Lactancia artificial
o tallo
TSH TSH yT4L basales (un 30% de pacientes Test de TRH (en desuso porque no Levotiroxina oral después de corticoides,
con TSH basal normal) discrimina bien entre lesión hipotalámica si déficit de ACTH
e hipofisaria)
LH/FSH Testosterona varones Test de estimulación con GnRH Esteroides gonadales, si no deseo
Menstruación mujeres/estradiol Estimulación con clomifeno de fertilidad
LH y FSH basales, si las anteriores LH y FSH, si deseo de ferti lidad
alteradas GnRH en bomba con pulsos en algunos casos
Silla turca vacía secundaria La forma adquirida es mucho más frecuente que la congénita. La DI nefrogé-
nica raramente es grave y se asocia a un síndrome poliúrico moderado. Las
Se produce después de un infarto o destrucción (cirugía, radiotera- causas más frecuentes son la hipercalcemia y administración de litio (las dos
pia) de una hipófisis aumentada de tamaño o portadora de un adeno- causas más frecuentes en el adulto), la hipokalemia y enfermedades tubuloin-
ma. En estos casos, suele ser necesaria la reposición de las hormonas tersticiales renales. Otros fármacos relacionados con la producción de diabetes
deficitarias. insípida nefrogénica son: demeclociclina, metoxifluorano, foscarnet, cidofovir,
anfotericina B, didanosina, ifosfamida, ofloxacino, orlistat y los antagonistas de
los receptores V2 (vaptanes). La forma congénita (la causa más frecuente en la
2.12. Diabetes insípida infancia) se trasmite por un mecanismo de herencia ligado al cromosoma X,
produce cuadros de deshidratación grave en la infancia que pueden causar
daño cerebral y se debe a alteraciones en el gen del receptor V2 de la ADH.
La diabetes insípida (DI) se caracteriza por la liberación por el organismo Otra forma menos frecuente, de herencia autosómica recesiva o autosómica
de grandes cantidades de orina diluida (poliuria hipotónica), es decir, un dominante, se debe a una alteración en el gen de la aquaporina-2.
volumen de orina > 50 ml!kg/día y osmolal idad urinaria < 300 mOsm/
kg. Puede estar causado por una falta de liberación de la ADH (diabetes Manifestaciones clínicas
insípida central) o bien por la ausencia de respuesta del riñón a la ADH
(d iabetes insípida nefrogénica). Los síntomas cardinales de la DI son la poliuria persistente, sed excesiva y po-
lidipsia. Lo más característico es que los síntomas aparezcan de forma brus-
Diabetes insípida central ca, sobre todo, en la DI central. El grado de pol iuria, definida como diuresis
> 3 1/día en adultos y > 2 1/día en niños, varía en relación con la intensidad
Fisiopatología de la DI. En las formas parciales osci la entre 2-6 I/ día, mientras que en casos
graves se puede llegar hasta los 18 1/día, lo que obl iga a efectuar micciones
La DI centra l puede aparecer a partir de defectos de las neuronas secreto- cada poco tiempo, tanto por la noche como por el día. La orina presenta
ras de ADH o por defectos de los osmorreceptores hipotalámicos. una densidad baja (< 1.010) y una osmolalidad disminu ida (generalmen-
te < 300 mOsm/kg), junto con osmolalidades plasmáticas elevadas (> 290
Etiología mOsm/kg), si bien aquellos pacientes con li bre acceso al agua (periodos de
inconsciencia o edades extremas de la vida) e integridad del mecanismo de
La DI centra l es idiopática en el 25-30% de los casos (aproximadamente, en la sed van a presentar generalmente una osmolaridad plasmática normal. El
eiSOo/o de los casos en la infancia), es de com ienzo brusco y puede aparecer aumento de la osmolaridad plasmática secundaria a la poliuria hipotónica
a cualquier edad, aunque es más frecuente en la edad adulta temprana. El estimu la el centro de la sed y los pacientes ingieren grandes cantidades de
15-20% son secundarios a tumores cerebra les o hipofisarios o enfermeda- líquido. La función norma l del centro de la sed permite que la polidipsia
des infiltrativas, otro 15-20% a ci ru gía hipotálamo-hipofisaria y el 20-25% se ajuste a la poliuria y se evite la deshidratación. Esta puede ocurrir en los
a traumatismos craneoencefálicos. Otras causas son las alteraciones vas- casos de falta de acceso al agua. Si los pacientes no pueden vaciar correcta-
culares, la encefalopatía hipóxica, infecciones y sustancias como el alco- mente la vejiga, puede complicarse con hidronefrosis e insuficiencia renal.
hol, la clorpromacina y la fenitoína. La DI central familiar es un trastorno
poco frecuente, autosómico dominante, por mutaciones en el gen de la En la polidispia primaria, el mecanismo es el contrario, pues se trata de un
AVP-neurofisina 11(AVP-NPI I), que aparece en la infancia y que se debe a conjunto de enfermedades y situaciones que aumentan la ingesta de agua
una degeneración de las neu ronas magnocelu lares hipota lámicas. Existen de forma inadecuada para la osmolaridad plasmática, con el subsiguiente
también formas recesivas por mutaciones en el mismo gen y ligadas al X aumento del volu men circulante, la disminución de la osmolaridad plas-
por mutaciones en un gen distinto. En el síndrome de Wolfra m (DIDMOAD) mática y la supresión de la secreción de vasopresina, con la consiguiente
se ha descrito la presencia de DI central. Este síndrome se caracteriza por disminución de la osmolaridad urinaria. La poliuria crónica puede producir
herencia autosómica recesiva (gen en Cr 4p) y la asociación de diabetes eventualmente una disminución de la capacidad de concentración de la
mellitus, DI centra l, atrofia óptica y sordera neurosensorial. En la diabetes in- orina por diminución de la hipertonicidad de la médula renal. Existen tres
sípida gestacional, se produce un aumento del metabol ismo de la ADH por tipos de polidipsia primaria:
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
La denominada diabetes insípida dipsogénica, en la que existe una es la prueba de deshidratación o prueba de la sed (test de Miller). Esta con-
alteración de la sed con un aumento excesivo de la misma por un siste en compa rar la osmolaridad urinaria después de la deshidratación (ge-
cambio en el umbral del mecanismo osmorregulador. Puede ocurrir nera lmente suele comenza rse con la deprivación de agua temprano por la
de forma idiopática o por enfermedades granu lomatosas, infecciosas o mañana y determinar cada hora el peso, el volumen de orina emitido y las
desmielinizantes del SNC, así como tras traumatismo craneoencefálico. osmolarid ades plasmática y urinaria) y la obtenida tras la administración de
La polipipsia primaria psicogénica, generalmente asociada a en- DDAVP (4 1-1g s.c. o 1O 1-1g intranasalmente). Esta última se administra cuan-
fermedades psiquiátricas como la esqu izofrenia o el trastorno ob- do se alcanza una osmolalidad plasmática superior a 300 mOsm/kg o si el
sesivo-compu lsivo, en el que los pacientes no muestran sensación peso corpora l dismi nuye un 5%. En esta prueba, debe estudiarse también
de sed, pero beben excesivas cantidades de ag ua dentro del patrón la relación entre la osmolari dad plasmática y la urinaria. También es posible
comportamenta l de su psicopatología. la prueba con infusión de sali no para conseg uir una elevación de la osmo-
La polidipsia primaria iatrógena, en la que se consumen excesivas lalidad plasmática superior a 300 mOsm/kg.
cantidades de agua por recomendaciones que se piensan que produ-
cen beneficio en la sa lud (adelgazar, "eliminar toxinas'; etc.). En casos dudosos la confirmación diagnóstica se puede llevar a cabo me-
diante la determinación plasmática de ADH en presencia de hiperosmolari-
Diagnóstico (Figura 28) dad plasmática (> 300 mOsm/1) siendo generalmente necesaria la adminis-
tración de solución salina hipertónica para conseguir estas cifras, dado que
La primera aproximación es la determinación del volumen urinario, así se estaría ante formas parciales de DI central o nefrogénica en su diagnóstico
como la osmolaridad plasmática y urinaria. En los pacientes con clín ica cla- diferencial con la polidipsia primaria. Una elevación adecuada de ADH en
ra, volumen de orina >50 ml/kg/día y que presentan de entrada una osmo- presencia de hiperosmolaridad plasmática descarta la DI central. Si existe un
laridad plasmática elevada (> 295 mOsm/ 1, es decir, ya deshidratados), con descenso de ADH en respuesta al incremento de la osmolaridad plasmática,
osmolalidades urinarias bajas (< 300 mOsm/kg) no es necesari o rea lizar el se descarta la DI nefrogénica. Otros hallazgos son la pérd ida de señal hiper-
test de deshidratación (incluso puede ser peligroso). Se desca rta una poli- intensa en la neurohipófisis y engrosamiento del tallo en la RM (ambos ines-
dipsia primaria razonablemente, y es suficiente la rea lización de una prueba pecíficos),junto a la posibi lidad de existencia de anticuerpos citoplasmáticos
terapéutica con desmopresina (si responde doblándose la osmolaridad uri- frente a células productoras de vasopresina en los casos de DIC idiopática.
naria, es una DIC completa grave; si no lo hace, es una DI N, aunque puede
existir una respuesta parcial a DDAVP con un incremento de hasta un 45% La hipernatremia adípsica es un síndrome ca racterizado por la pérdida
pero con osmolalidad urinaria final < 300 mOsm/kg). de sed con deshidratación hipertónica que asocia signos de hipovolemia,
generalmente, junto con hipokalemia e hiperuricemia. Se debe a agene-
En el resto de pacientes, una forma senci lla y fi able para diagnosticar la dia- sia o destrucción de los osmorreceptores hipota lámicos que regulan la
betes insípida y diferenciar el défi cit de ADH de otros síndromes poli úricos sed y la secreción de ADH. En la mayoría de los pacientes no existe DI aso-
ciada, pues se produce ADH cuando
la hipovolemia la estimu la, si bien en
DIC: diabetes insípida central cuanto se rehidratan, se vuelve a per-
¿Paciente deshidratado? DI N: diabetes insípida nefrogénica
PP: polidipsia primaria
der el efecto regulador de los osmo-
Osm-p > 295, Na• > 145
rreceptores y vuelven a tener poliuria.
~~
DDAVP: desmopresina
ADH : hormona antidi urética Existen casos raros que asocian adip-
o vasopresina
Sí No sia con DI por afectación hipotalám ica
t
Inyección s.c. Test de des hidratación
de la secreción de ADH, pacientes que
- Casos dudosos con aumento de Os m orina son de manejo clínico muy difícil.
de DDAVP con administración de DDAVP tras test anterior no permite diferenciar
t entre DIC parcial, DIN parcial y algunas formas de PP.
Se precisa entonces infusión de SS hipertón ico Tratamiento
Osm orina
para consegu ir Osm plasma > 300
/~ y medir AVP plasmática
La DI central se trata mediante la susti-
x2 no respuesta*
DIC DIN tución hormonal. Existen tratamientos
alternativos no hormonal es que pue-
DIC
den disminuir la diuresis en los casos
Normal-t/.J. Normal-.!./.!. de DI pa rcial.
El único tratamiento posible para la mayoría de estos pacientes es la res- Existen m últiples procesos pato lóg icos que pueden producir SIADH por
tricción de sal-proteínas y la administración de diuréticos que aumenten diferentes mecanismos (Tabla 19).
la natriu res is, y presentar un efecto antidiurético secundario:
Tiazidas y otros diuréticos: hidroclorotiazida y ami lorida. Manifestaciones clínicas
Hay que evi t ar la ingesta exces iva de líquido, en los pac ientes en
tratamiento antidiurético, por el pe li gro de ocas ionar u na intoxi- La clín ica depende, en genera l, de la rapidez con la que descienden los
cación acuosa. niveles de sodio plasmático. Si la hiponat remia es grave (< 125 mEq/ 1) o
Los AINE como tratamiento coadyuvante en DIN (indometacina). de comienzo agudo, predominan los síntomas de edema cerebral como
En todo caso, en las causas hereditarias, se debe intentar antes el tra- agitación, irritabilidad, confusión, coma y convulsiones, junto con cam-
tamiento con dosis altas de DDAVP (aunque es raro que respondan). bios inespecíficos del EEG. Si la hiponatremia es leve (130-135 mEq/ 1) o
de instauración prog resiva, los síntomas son más inespecíficos como la
anorexia, náuseas y vómitos, cefa lea, sensación de inestabilidad.
La diabetes insípida se caracteri za por la ausencia de
secreción de hormona ant idiurética (parcial o com-
pleta), o bien un defecto en su acción a nivel renal de Neoplasias: microcítico de pulmón, tumores de cabeza y cuello, neoplasias
la acción de la hormona antidiurética, y clínicamente de duodeno y páncreas, neuroblastoma del nervio olfatorio, ti moma
cursa con pol iuria de orina hipotónica y polidipsia (sal-
Enfermedades pu lmonares no malignas: neumonías, asma, atelectasias,
vo alteración concomitante del mecanismo de la sed)
fa llo respiratorio agudo, neumotórax, ventilación mecánica
junto con osmolalidad plasmática normal o aumentada
(alteración de la sed o problema con acceso al agua). Alteraciones del SNC: infecciones, ictus, traumatismos, psicosis, cirugía
La ca usa más frecuente de la DI de origen central son hipofisa ri a
los tumores hipofisarios y su tratam iento quirúrgico y el Fá rm acos: clorpropam ida, carbamazepina y derivados, cl ofibrato,
origen idiopático, mientras que las causas más frecuen- ciclofosfamida, tricíclicos, IMAO, ISR5, vincristina, vinblastina, oxitocina
tes de la DI nefrogénica en el adulto son las adquiridas Otros: hipotiroidismo, insuficiencia suprarrena l, cirugía mayor torácica
(fármacos, nefropatías intersticiales, hipercalcemia e y abdominal, VIH, SIADH hereditario (acti vación constitutiva del
hipokalemia). El diagnóstico se establece mediante el receptor V2 y mutaciones de osmorreceptores hipotalámicos), arteritis
test de deshidratación y la adm inistració n de vasopre- de la tempo ral
sina. Se debe establecer diagnóstico d iferencia l con la
polid ipsia primaria en la que existe una ingesta excesi-
Tabla 19. Causas de secreción inadecuada de AVP (SIADH)
va de agua para la osmolalidad plasmática.
Diagnóstico
En los pacientes en tratamiento, debe vig ilarse la cifra de sod io plasmá-
tica, y a aquellos que tiendan a la hiponatremia por ingesta excesiva de El SIADH debe sospecharse siempre en todo paciente con hiponatremia
agua, debe recomendárseles disminu ir la misma. El obj etivo debe ser (< 135 mmol/1), hipoosmolalidad plasmática(< 275 mOsm/ kg) y orina sin
mantener una ingesta suficiente para evitar la desh idratación, sin que sea máxima dilución (> 100 mOsm/kg), pero sin edemas, ni hipotensión or-
excesiva y provoque una hiponatrem ia di lucional. tostática, ni signos de deshidrat ación, hipofunción tiroidea o suprarrenal.
Manual CTO de Med icina y Cirugía , 2. a edic ión
Tabla 20. Criterios diagnósticos de SIADH* Figura 30. Tratam iento del SIADH
t
Osmolaridad plasmática
f
Bajo < 20 mEq/ 1 Alto > 40 mEq/1 Bajo < 20 mEq/1 Alto > 40 mEq/ 1 SIADH
Hipotiroidismo
Sospechar pérdidas Sospechar causa renal : Insuficiencia cardíaca Insuficiencia renal Insuficiencia suprarrenal
extrarrenales: · Diuréticos congestiva crónica Potomania
· Pérdidas digestivas Nefropatías intersticiales · Cirrosis hepática · Fracaso renal agudo Regulación a la baja
· Quemados pierde-sal · Síndrome nefrótico establecido del homeostato hipotalámico
· Pérdidas 3." espacio Déficit de mineralocorticoides Volumen circulante Volumen circulante
Diuresis osmótica: glucosa, etc. efectivo bajo efectivo alto
Acidosis tubular renal tipo 11
" El tratamiento de elección de los prolactinomas son los agonistas " La etiología del SIADH es amplia, aunque es más significativa
dopaminérgicos. Las indicaciones de cirugía son: 1) apoplejía hi- como caso clínico en pacientes con patología pulmonar (cáncer
pofisaria por infarto o hemorragia de prolactinoma que cursa con microcítico, neumonía). En casos leves se trata con restricción
alteraciones visuales, cefalea y alteración del nivel de consciencia; hídrica, aporte de sal y furosemida, siendo de elección en los
2) ausencia de respuesta o intolerancia a terapia médica; 3) pro- graves el empleo de so lución salina hipertónica.
lactinomas en crecimiento que provocan alteraciones neurológi-
cas y déficit visuales sin respuesta a agonistas DA.
monar no precisado. Ingresa de urgencias por deterioro pro- Los agonistas dopaminérgicos son el tratamiento de primera elec-
gresivo, durante las dos últimas semanas, de sus funciones ción del prolactinoma. Consiguen normalización de las concen-
cognitivas. La familia niega traumatismo previo. La exploración traciones de prolactina en un 80-95% de los pacientes y reducen el
muestra normotensión arterial y ausencia de edemas. Datos de tamaño tumoral en el 70-80% de los casos. La cirugía transesfenoi-
laboratorio: Na+ plasmático 120 mEq/1, osmolaridad plasmáti- dal se reserva para aquellos pacientes con síntomas agudos neuro-
ca 245 mOsm/kg, glucemia normal, urea 20 mg/dl. Orina: 250 lógicos por apoplejía hipofisaria secundaria a sangrado del tumor,
mOsm/kg, Na+ 35 mEq/1. ¿Cuál de los siguientes cuadros es el afectación de la vía óptica que no mejora con tratamiento farmaco-
más probable? lógico, y resistencia o intolerancia al tratamiento farmacológico. La
radioterapia hipofisaria únicamente presenta indicación en pacien-
1) Insuficiencia suprarrenal crónica. tes con macroadenomas hipofisarios con resistencia al tratamiento
2) Diabetes insípida cent ral. farmacológico y/o quirúrgico que presentan crecimiento tumoral.
3) Polidipsia compu lsiva.
4) Síndro me de secreci ón inadecuado de hormona antidiurética Tras iniciar tratamiento con bromocriptina y ajuste de dosis se re-
(S IADH). pite campimetría que muestra normalización del campo visual,
RM a los 6 meses que muestra una reducción del adenoma hipo-
RC: 4 fisario a 12 mm con unos niveles de prolactina de 800 flg/1. Ante
la nueva situación, ¿cuál seria el proceder terapéutico apropiado?
Varón de 60 años de edad que consulta por clínica de 6 meses de
evolución consistente en cefalea frontal de carácter opresivo. En 1) Cirugía tran sesfenoid al.
anamnesis dirigida refiere disminución de la libido e impotencia 2) Radi oterapia hi pofisaria.
de un año de evolución. Dentro del estudio de su cuadro clínico 3) Mantener tratam iento con bromocriptina.
se realiza RMN cerebral en la que se objetiva macroadenoma hi- 4) Sustitui r bromocri pti na por cabergoli na.
pofisario de 15 mm que impronta quiasma óptico. Se realiza es-
tudio hipofisario basal en el que presenta niveles de prolactina RC: 4
y gonadotropinas normales con concentración de testosterona
total en el límite inferior de la normalidad, IGF-1 por debajo del La cabergolina es un agonista dopaminérgico selectivo que mues-
límite inferior de acuerdo a su edad y sexo, cortisol plasmático tra una mayor efectividad tanto en disminución de los niveles de
basal de 23 flg/dl, TSH y T4 libre dentro del rango de la norma- prolactina como en reducción de tamaño tumoral que bromocrip-
lidad. Con estos datos cuál sería el manejo inicial del paciente: tina, con una menor incidencia de efectos secundarios. En algunas
series se describe reducción tumoral hasta en un 60% de prolacti-
1) Cirugía t ra nsesfenoidal de macroadenoma hipofisa ri o no fun- nomas tratados previamente con otros agonistas dopaminérgicos,
cionante con com pro miso de la vía ópti ca. por lo que ante resistencia a tratamiento farmacológico con un
2) Trata mient o corticoid eo ante sospecha de hi pofisitis linfocí- agonista dopaminérgico se debe iniciar un ciclo terapéutico con
tica . otro agonista de mayor potencia.
3) Rad ioterapia convencional hi pofi saria de macroadenoma hipo-
fisari o no funcionante. Tras iniciar tratamiento con cabergolina y ajuste progresivo de
4) Nueva determinación de prolactina previ a dilución de la mues- dosis, se consigue normalización de los niveles de prolactina,
tra pa ra descartar macroprolactinoma. presentando a los 2 años una RM hipofisaria en la que mantiene
lesión hipofisaria intraselar de 5 mm, a 8 mm de quiasma óptico
RC: 4 sin afectación de estructuras adyacentes, ¿cuál sería el proceder
terapéutico más apropiado en este momento?
Los prolactinomas son los tumores hipofisarios funcionantes más
frecuentes. Hasta un 75% de los macroprolactinomas con niveles 1) Suspensión del t ratamiento farmaco lóg ico y segu im iento estre-
circulantes muy elevados de prolactina pueden presentar una de- cho de las concentrac iones de pro lacti na del paciente.
terminación normal por saturación del método de determinación 2) Suspensión del t rata miento farmaco lóg ico y cirugía t ransesfe-
("efecto gancho" del inglés "Hook Effect"), por lo que ante cualquier noida l.
macroadenoma con sintomatología compatible se deben determi- 3) Mantener tratamiento con ca bergolina de manera indefin ida.
nar tras dilución los niveles de prolactina. 4) Las respuest as 1 y 3 son correctas.
1) Sín drome de Cushing. Determ inación de corti so lli bre urinario. El tratamiento de elección en aquellos pacientes con adenomas hi-
2) Adenoma secret or de TSH . Perfil tiroideo y determ inación de pofisarios secretores en los que cirugía pueda tener intención curati-
subunidad alfa. va es la resección transesfenoidal de la lesión hipofisaria. Esta situa-
3) Acromega lia. Determinación de IGF-1 basa l y supres ión de GH ción se plantea en pacientes con acromegalia con microadenomas
tras sobrecarga oral de glucosa. y en macroadenomas mínimamente invasivos o sin invasividad. No
4) Fallo ovárico precoz. Niveles de FSH y estrad iol. obstante, en estas situaciones la tasa de curación varía de hasta un
90% en microadenomas intervenidos en centros de referencia a un
RC: 3 20-40% en el caso de los macroadenomas. En aquellos pacientes en
los que el éxito quirúrgico se prevé que sea poco probable se puede
plantear tratamiento médico con análogos de somatostatina como
primer escalón terapéutico. Los análogos de somatostatina se pue-
den emplear también prequirúrgicamente puesto que en algunos
trabajos han mostrado mejorar el éxito quirúrgico.
RC: 2
Enfermedades tiroideas
Tema muy amplio en el que destacan, por su gran importancia, el manejo del nódulo
ORIENTACIÓN tiroideo (Figura 48) y las características, tratamiento y seguimiento de los tumores malignos
ENARM de la tiroides; el manejo del hipertiroidismo y las características de la enfermedad de Graves,
y el hipotiroidismo. El apartado de tiroiditis tiene una importancia media.
Las enfermeda d es de la g lándu la tiroid ea son im port antes dad a su Hallazgos de laboratorio
preva lenc ia y su importa ncia pro nósti ca en algu nos casos, como
en el nód ul o ti roideo. Sus ca usas van d esde las orig inad as po r de- La dismi nución de la prod ucción de T3 por inh ibición de la 5'-monodesyo-
ficiencias (défic it de yo d o), las auto in m u n itarias (e nfer m edad de dación de T4 es un hallazgo constante, lo que condiciona una disminución
Graves-Basedow, tiro iditis d e Has hi mot o, etc.) y neoplás icas, entre de la concentración de T3 libre (Figura 31 ). La concentración de T4 total se
muchas otras. La patolog ía tiroidea puede presenta rse con hormo- encuentra dentro de los límites normales en los sujetos moderadamente
nas tiroideas norma les (normofunc ión tiroidea o eutiroid ismo), con enfermos, disminuyendo a niveles bajos en los pacientes más graves. La TSH
hipofunción tiroidea o hipot iroid ismo (TS H elevada en caso del puede ser norma l o baja, según la gravedad del proceso. rT3 está aumenta-
hipotiroidismo primario, y TSH baja o norma l con T4L y T3 L dismi - da siempre, ya que la vía metabólica de 5-monodesyodasa no está inhibida.
nuidas en el caso del hipotiroidismo centra l) o como hiperfu nción En la mayoría de los casos en agudo estando críticamente enfermo la rT3
tiroidea o hipertiroidismo (TSH sup ri mida en caso de hipertiro idismo está elevada pero en fases crónicas puede estar elevada o sin cambios.
primario, y TSH eleva d a o norm al con T4L y T3L en el caso de hiperti-
roidismo centra l). Se deno m ina d isfunc ión t iroidea p rim aria subclíni-
5'-monodesyodasa
ca (ta nto hipoti roid ism o co mo hi pertiro idismo) cuan d o se obj etiva n
alteraciones en la TSH (e levada en el hipotiro idismo y suprim ida en el T4 T3
l l
hipertiroid ismo) que no se aco m pa ñan de alteraciones en las hormo-
5-monodesyodasa
nas tiroideas T4L y T3 L.
Las anomalías detectadas co nsiste n en alte raciones del t ransporte Diagnóstico diferencial y tratamiento
y metabolismo periférico de las ho rmonas t iroideas e incluso de su
regulación por TRH a nive l h ipota lámico. Estas anomalías condicio- Las va riaciones de la concentración de T4 y T3 no deben confund irse con
nan cambios en las conc en trac iones de hormonas ti roideas circu - las orig inadas por patolog ía prima ri a t iroidea o hipofisaria. En la actuali-
lantes. dad, no existe indicac ión de t ratam iento de est e síndrome.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
3.2. Bocio simple molestias locales, etc. Por afectación de las estructu ras vascu lares cervica-
les se puede producir lo que se conoce como signo de Pemberton (apa-
rición de congestión facial al mantener los brazos levantados, pudiendo
Definición y etiología llegar incluso a producirse un síncope). No existe clín ica de hipofunción o
hiperfunción tiroidea porque los niveles hormonales son siempre normales
El término bocio define el incremento de vo lumen de la glándu la tiroidea (si no, no se puede hablar de bocio simple). La afectación de los nervios
de cualquier etiolog ía (Tabla 21 ). Bocio simple define a un bocio difuso laríngeos recurrentes (d isfonía) es excepcional y su presencia siempre debe
con función t iroidea normal, sin nódulos y cuya etiología no sea infla mato- hacer pensar que se está ante un cáncer de tiroides.
ria ni tumoral. Es decir, los niveles de hormonas ti roideas (T3 yT4), así como
la de TSH, son normales. Las ca usas son el déficit de yodo, la in gesta debo-
ciógenos o los defectos en la síntesis de hormon as tiroideas, generalmente
de la organ ificación, aunque frecuentemente la etiología es desconocida.
Déficit de yodo
Bociógenos: mandioca, col, repollo, fármacos antitiroideos,
amiodarona, litio, compuestos yodados (contrastes yodados)
Enfermedades inflamatorias
- Autoinmu nitarias (tiroiditis autoinmunitarias)
- Infecciosas (tiroiditis bacteriana y viral)
- Tiroiditis posterior al uso de radioyodo
Enfermedades infiltrativas: tiroiditis de Riedel, am iloidosis, Figura 32. Bocio simpl e d e gran tamaño con clínica compresi va
hemocromatosis, histiocitosis, cistinosis
Alteraciones congénitas Diagnóstico y tratamiento
- Hemiagenesia tiroidea
- Quiste tirogloso El diagnóstico se rea liza al demostrar bocio difuso en la exploración y
Mutaciones del gen NIS, peroxidasa tiroidea, oxidasas tiroideas técnicas de imagen como ultrasonido tiroideo. Esta última es normocap-
(THOX), pendrina, receptor de TSH, tiroglobu lina, proteína de
tante o levemente hipercaptante, aunque no suele realizarse de rutina
membrana Gs, desyodinasas ..
en la práctica clín ica . Las determinaciones hormonales son normales. Se
Neoplasias benignas y malignas
deben determ inar autoanticuerpos antitiroideos para desca rtar procesos
Otras: acromegal ia, adenoma hipofisario productor de TSH, mola
autoi nmunes en fase de eutiroidismo. La realización de una radiografía
hidatiforme y coriocarcinoma
de tórax (Figura 33) o TC es útil pa ra va lora r si exist e desplazamiento
Tabla 21 . Ca usas de bocio traqueal o compres ió n de la vía aérea . Una excreción urinaria de yodo
baja(< 100 J.lg/1) apoya el diagnóstico de déficit de yodo, si bien es una
Hay que diferenciar el bocio simple esporádico del endém ico (el que se determinación poco disponible en los laboratorios en general y no es
da en más del 5% de una població n). Lo más frecuente en este último es obligada su realización.
que sea por déficit de yodo.
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinolog ía, metabolismo y nutr ición 1 03
Levotiroxina oral en dosis supresoras (para disminuir la TSH por de- La mayoría de los nódulos tiroideos son ben ignos y los nódulos múlti-
bajo de los valores normales) aunque no es eficaz en todos los pa- pies de menos de 1-1 ,5 cm no requieren investigación con BAAF (véase
cientes y presenta efectos secundarios a largo plazo (osteoporosis en Apartado Nódulo tiroideo). Sin emba rgo, los nódulos predominantes en
mujeres posmenopáusicas, arritmi as cardíacas, fundamenta lmente un bocio multinodular sí deben investiga rse, ya que presentan global-
fibrilac ión auricu lar en ancianos). mente una t asa de malignidad del 5%, es decir, similar a la del nódu lo
tiroideo solita rio.
La administración de dosis altas de yodo a estos pacientes puede desen-
cadenar una tirotoxicosis (efecto Jod-Basedow). El tratamiento es simil ar al de l boc io simple, aunque el 13 1! ha demos-
trado eficacia clara en estudios ampli os, tanto en el bocio multinodu-
lar eutiroideo como en el pretóxico (h ipertiroid ismo subclínico con
TSH suprimida y T4L y T3 L norma les) y el tratamiento supresor con
levotirox ina es menos eficaz en el bocio mu ltinodular que en el bocio
simple difuso.
alta, se iniciará, primero, el tratamiento con corticoesteroides y, luego, En los niños mayores, las manifestaciones son intermedias entre el hipo-
con levotiroxina, para impedir el desencadenamiento de una crisis su- tiroidismo infantil y el del adulto, predominando la talla baja y el retraso
prarrenal. puberal.
Hipotiroidismo congénito
Cretinismo
Más adelante, aparecen los rasgos físicos del cretinismo: ta lla baja, ras-
Piel áspera,
gos toscos y lengua prom inente, nariz chata y de base anc ha, separa- seca, amari lla
ción de los ojos, escasez de ve llo, sequedad de piel, abdomen prom i-
nente, retraso en la edad ósea, alteración del desarrollo menta l y retraso
de la dentición. Se ha descrito que un défic it de hormonas tiroideas en
la madre, que disminuirían el paso transplacentario de T4 disponible
para el feto, puede producir una dism inución del cociente intelectual
en dichos niños. Figura 36. Clínica del hipotiroidismo
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
Mixedema Antecedentes de hipotiroidismo o hipertiroidismo, tiroiditis posparto o
lobectomía
Si el cuadro evoluciona, aparece amimia, palidez y frialdad de la piel, esca- Antecedentes familiares de enfermedad tiroidea
sez de vello, edema periorbitario y macrog losia. El corazón puede aumen- Presencia de bocio
tar de tamaño por di latación y derrame pericárd ico (incluso taponamien- Presencia de autoinmun idad tiroidea positiva conocida
to). Puede existir íl eo ad inámico, megacolon y obstrucción intestina l. Signos o síntomas de disfunción hormonal tiroidea incluyendo la
presencia de anemia, hiponatrem ia e hipercolesterolemia
Coma mixedematoso Mujeres con diabetes mellitus tipo 1
Mujeres con otras enfermedades autoinmunitarias
Si el paciente con un hipotiroidismo grave no se trata, puede desarro- Mujeres en estudio de infertilidad
llar un cuadro grave con estupor e hipotermia, que puede ser mortal. La Antecedentes personales de radiación cervical o craneal
causa más frecuente del coma mixedematoso es la exposición al frío o la Mujeres con antecedentes personales de aborto espontáneo o parto
realización de una cirugía en un paciente con hipotiroidismo no tratado pretérmino
o incorrectamente tratado. También puede aparecer en un paciente hi- Tabla 25. Indicaciones d e eva luació n de d isfunció n tiro idea
potiroideo en tratam iento que suspende bruscamente la med icación. Se en la mujer embarazada o co n deseos de g estació n
debe pensar en ella, pero es una patología poco frecuente (Figura 37).
Hipotiroidismo subclínico
Diagnóstico
Se trata de una situación en la que la T4 libre y la T3 son normales, pero la
La determinación más útil de forma aislada para el diagnóstico del hipoti- TSH en suero está elevada. La actitud respecto a el la es variable y depen-
roidismo es la determinación de la concentración de TSH que aumenta en de de la situación del paciente (Tabla 26).
el hipotiroidismo primario y está normal o d isminuida en el hipotiroidismo
hipofisario (Tabla 24). Si se sospecha este últi mo caso, se debe solicitarT4L
a la vez, ya que la TSH puede ser normal hast a en un 30% de los casos. Tam- TSH entre S y 1O J.lU/ml
bién se recomienda med ir la T4L cuando se obtiene un resu ltado aislado de (salvo niños, adolescentes,
Indicaciones
TSH elevada. Es característico el aumento del co lesterol sérico (sólo en el de embarazo y deseos
de gestación)
origen tiroideo), de CPK, LDH y GOT. Existe anemia perniciosa aproximada-
mente en un 12o/o de los hipotiroidismos de origen autoinmunitario. En el Mujeres embarazadas Si presencia de clínica compatible
ECG, es característica la brad icardia, la disminución de amplitud de los com- o con deseos de gestación con hipotiroidismo, bocio,
plejos QRS y la inversión de la onda T. Las pruebas de captac ión de yodo ra- Niños y adolescentes autoinmunidad tiroidea, valorar ensayo
terapéutico y reevaluar clínicamente
diactivo no son útiles en el d iagnóstico del hipotiroidismo. En la actualidad TSH;;:: 10 [.!U/ mi
No tratar y vigilar evolución
no existe consenso acerca del tamizaje universa l de la disfunción tiroidea
en ancianos y cardiópatas
en la mujer embarazada o con deseos de gestación, pero se recomienda
rea lizar un evaluación selectiva en mujeres de riesgo (véase Tabla 25) . Tabla 26. Tratamiento del hipotiroid ism o su bclín ico
T3 t Normal
Tabla 24. Perfi l ho rm on al tiro ideo en el diag nóstic o d ife rencial de l hipotiro id ismo
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Etiología
El hipotiroidismo subclín ico no debe tratarse (TSH <
1O ~U /mi) en pacientes ancianos o con ca rdi opatía •-......~"'f.'•
isquémica . La enfermedad de Graves es la causa más frecuente de hiperti roidismo
en el adu lto en edades medias de la vida, y especia lmente en mujeres
jóvenes, siendo muy infrecuente su aparición en la infanc ia (Figu ra 38).
Tratamiento Se trata de una enfermedad multisistém ica de origen autoinmunitario,
que se ca racteriza por la asociación de: hipertiroidismo, bocio difuso y
En la actual idad, se dispone de hormonas sintéticas para el tratam ien- signos extratiroideos que incluyen alteraciones oftá lmicas en un 50% de
to del hipotiroidismo: levotiroxina (L-T4) y liotironina (L-T3). El prepa- los casos (ofta lmopatía) (Figura 39) y dérmicas en el 5-1 O% de los casos
rado utilizado es la L-T4, por su potencia uniforme y larga vida media (mixedema pretibial) (Figura 40).
(s iete días).
3.4. Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es la situación clínica y ana lítica que resu lta del efecto
de cantidades excesivas de hormonas t iroideas circulantes sobre los teji-
dos del organ ismo.
El término tirotoxicosis es sinónimo de hipertiroidismo, aunque algunos Figura 40. Mixedema pretibial asociado a enfermedad de Graves
autores limitan su uso a aquellas situaciones en las que el exceso de hor-
monas de la tiroides no se debe a autonomía func ional de la tiroides, Para el diagnóstico clínico no es necesaria la presencia de todas las carac-
como es el caso de la ingesta excesiva de med icación con hormona tiroi- terísticas clínicas que se mencionan en la definición. Una característica
dea o el struma ova rii. La prevalencia del hipertiroidismo en la población de la enfermedad de Graves es la presencia en el suero de autoanticuer-
general es de alrededor de 1%. pos (inmunoglobu linas lgG) estimulantes de la t iro ides, que son capaces
de interaccionar con el receptor de membrana para TSH e inducir una
El hipertiroidismo, al igual que el resto de las enfermedades tiroideas, se respuesta biológica consistente en la elevación de los niveles intracelu -
presenta con mayor frecuencia en el género femenino (5: 1) en todas las lares de AMP cíclico y en la hipersecreción hormonal. Se denominan ac-
edades de la vida . tualmente TSH-R-Ab (a nticuerpos frente al receptor de TSH), si bien otras
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
denominaciones usadas son las de TSI (thyroid stimulating immunoglo-
bulins) o TSAb (thyroid stimulating antibodies). Existe una clara predis-
posición genética para desarrollar la enfermedad de Graves, habiéndose
El adenoma tóx ico es más frecuente en edades avan-
zadas (como el bocio multinodular) y tiene una pro-
porción mujer/hombre alta (como la enferm edad de
---=--
relacionado su aparición con determinados haplotipos HLA, sobre todo, Graves). Se ca racteriza por un nódulo de gran tamaño
que presenta captación muy aumentada del radiotra-
HLA DR3 y HLA B8. Esta entidad puede asociarse a otros t rastornos auto-
zador.
inmunes organoespecíficos, como anemia perniciosa, vitíl igo, miastenia
gravis, insuficiencia suprarrenal u ovárica primarias o a alteraciones no
organoespecíficas como artritis reumatoide o lu pus eritematoso. El fenómeno Jod-Basedow
Desde el punto de vista anatomopatológico, se caracteriza por hipertrofia e hi- La administración de yodo en sus diversas formas a pacientes que presentan
perplasia del parénquima (aumento de la altura del epitelio, repliegues papila- nódulos con capacidad de funcionamiento autónomo puede desencadenar
res) asociado a infiltración linfocitaria que refleja su naturaleza autoin munitaria. también un hipertiroidismo. El yodo se encuentra en altas concentraciones
en contrastes radiológicos orales o intravenosos, en preparados expecto-
El bocio mu ltinodular hiperfuncionante es la causa más frecuente de hi- rantes y en la amiodarona. El mecanismo mediante el que el yodo puede in-
pertiroidismo en el anciano, aparece habitualmente en la sexta o séptima ducir hipertiroidismo parece relacionado con un aumento de la producción
década de la vida y afecta con más frecuencia a las mujeres. La forma más hormonal en los nódu los tiroideos con gran capacidad de síntesis, que pre-
característica de presentarse este trastorno es sobre un bocio multinodular viamente se encontraban expuestos a un escaso aporte relativo de yodo, y
de larga evolución, que desarrolla hipertiroidismo. En algunas ocasiones, a los que se les ofrecen grandes cantidades del mismo. No obstante, este
los pacientes con bocio multinodular presentan datos analíticos compa- fenómeno, denominado "efecto Jod-Basedow'; puede aparecer también en
tibles con hipertiroidismo subclínico, es decir, supresión de los niveles de área s de consumo normal y elevado de yodo (Tabla 27).
TSH con concentraciones normales de hormonas tiroideas, mientras que
en otros casos, el paciente presenta una franca hiperfunción tiroidea.
Inhibición de la síntesis de hormonas tiroideas (efecto Wolff-Chaikoff).
Este efecto dura poco tiempo porque existen fenómenos de escape
La tiroides humano presenta una tendencia, que se acentúa con la edad,
Inhibe la liberación de hormonas tiroideas
a la formación de nódulos cuya causa no es bien conocida, si bien tanto la
secreción de TSH como la presencia de inmunoglobulinas estimulantes Inhibe la captación de yodo por la tiroides
del crecim iento t iro ideo representan posibles factores implicados en su El yodo liberado de los contrastes yodados puede inhibir la conversión
periférica de T4 en T3
génesis. Algunos de los nódulos pueden derivar de folículos tiroideos con
Puede producir tirotoxicosis (fenómeno de Jod-Basedow) en pacientes
capacidad autónoma de síntesis hormona l, mientras que otros provienen
predispuestos por bocio simple o bocio multinodular de larga
de folículos con escasa capacidad biosintética, con lo que la consecuencia evolución
final será una tiro ides multinodular con va rios nódulos hiperfuncionantes Puede producir bocio normofuncionante o incluso hipotiroidismo
("calien tes" en la gammagrafía) que alternan con otros normofuncionan- (mixedema por yodo) con la administración crónica en pacientes con
tes o hipofuncionantes ("fríos" gammagráficamente). enfermedad autoinmunitaria de la tiroides
Adm inistrado antes de la cirugía en la enfermedad de Graves, produce
El adenoma autónomo hiperfuncionante (adenoma tóxico) ocurre en una fibrosis de la glándula y disminuye la vascularización
un 20% de los pacientes portadores de un adenoma tiroideo. Aunque Tabla 27. Efectos del yodo sobre la tiroides
puede ocurrir en cualquier edad adulta e incluso en niños, la mayoría de
los pacientes con adenomas hiperfuncionantes pertenecen a los grupos
de edad avanzada, con una proporción mujer/hombre alta, como en la A pesar de que ex iste una hiperfunción tiroidea, la
enfermedad de Graves. Los adenomas tóxicos suelen ser de gran tamaño, gammagrafía del Jod-Basedow suele ser hipocaptan- tr~:::;;;;~.~
con más de 3 cm de d iámetro. El hallazgo característico de estos pacien- te deb ido a que la tiro ides se encuentra saturado de
yodo y es in capaz de captar el rad iotrazador adm inis-
tes es la presencia de un nódulo único, que en la gammagrafía concentra
trado para la prueba.
intensamente el radiotrazador y se acompaña de una supresión cas i total
de la captación del isótopo en el resto de la glá ndula (Figura 41 ).
La mola hidatiforme y el coriocarcinoma li beran g randes ca ntidades de
hCG. Cua ndo las concentra ciones séricas de hCG exceden las 3.000 Ul/ml,
puede existir hipertiroidismo. La hCG es una estimu ladora débil del tejido
tiroideo, que actúa activando los receptores de TSH. La extirpación de la
mola o el tratamiento quimioterápéutico del coriocarcinoma curará este
trastorno. Al final del primer trimestre del embarazo el incremento de
las concentraciones circulantes de hCG produce de forma fisiológica una
tirotoxicosis o hipertiroidismo gestacional transitorio que en la inmensa
mayoría de las ocasiones no precisa tratamiento.
El struma ovari i y las metástasis de un carcinoma tiroideo son raras enti- la gammagrafía está abolida, los niveles de IL-6 están elevados, la ultra-
dades capaces de producir hipersecreción de hormona tiroidea de forma sonido doppler t iro idea muestra hipovascularización y el tratamiento se
ectópica, con el consigu iente desarrol lo de hipertiro idismo. rea liza con g lucocorticoides.
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
ga evolución puede cursa r con reducc ión de masa ósea. El exceso de En la enfermedad de Graves existe un bocio que es característicamente
hormonas tiroideas a nivel neuromuscular causa debilidad genera lizada, difuso, esponjoso a la pa lpación, y presenta, como consecuencia de su
miopatía proxima l, temblor fino distal, mioclonías, movi mientos coreoa- extraordinaria vascularización, en más del 50% de los casos, un soplo sis-
tetósicos (sobre t odo, en los niños) e hiperreflexia. tólico a la auscultación de la glándu la y un frémito palpable.
Diagnóstico
*fiiihiW1
Tiroidit is
Graves
T4exógeno
Exceso de producción
Jod-Basedow
dehCG
Struma ovarii
La gammagrafía t iroidea rea lizada co n isótopos de yodo (1 311 y dades autoinmun ita rias de la tiroides y también en enfermedades
1-123) o con Tc-99 en forma de pertecnetato es una prueba úti l para no tiroideas (anem ia perniciosa, m iastenia gravis, lupus eritematoso)
el diagnóstico del bocio mu ltinod ular y el adenoma tóxico hiper- y en la población normal. Los niveles de anticuerpos pueden des-
funcionantes y su diferenciació n de la enfermedad de Graves. En el cender en el curso de tratam ientos esteroideos, antitiro ideos, cirugía
caso del bocio mu lt inodular hiperfuncionante, la imagen gamma- t iro idea y con el embarazo. Las principales indicaciones de la deter-
gráfica muestra una captación muy irregu lar con mú ltip les nódu los minación de TS I son el diagnóstico etio lógico de pacientes con of-
en diversos estados funciona les (calientes, temp lados y fríos). En el ta lmopatía eutiro idea, la pred icción de la rec id iva de enfermedad al
adenoma tóxico, el radiotrazador se acumu la en un solo nódulo que fina lizar ciclo de tratamiento con antit iroideos y evaluar el riesgo de
suprime el resto de la g lánd ula, m ientras q ue en la enfermedad de hipertiro idismo neonatal por paso transp lacentario de anticuerpos
Graves, la captación es homogénea y d ifusa en una t iro ides g loba l- en embarazadas con enfermedad de Graves.
mente aumentado de tamaño (Figura 44 y Tabla 29).
Captación disminuida:
- Tiroid itis (la tiroides no presenta hiperfunción, sino inflamación)
- Fenómeno de Jod-Basedow (la tiroides está saturado de yodo)
Figura 44. Gammagrafía de la enfermedad de Graves (izquierd a) y - Tirotoxicosis facticia (las hormonas tiroideas se han administrado
gammagrafía de boci o multinodular tóxico (BMNT) (derecha) exógenamente)
- Struma ovarii (el tejido tiroideo se localiza a nivel ovárico)
Autoanticuerpos: aunque se han descrito una gran cantidad de an- - Metástasis funcionantes de carcinoma folicular (el tejido tiroideo
estará localizado en la metástasis)
ticuerpos contra d iferentes componentes estructura les de la tiroides,
en la actua lidad solamente pueden ser considerados por su utilidad Tabla 29. Clasificació n de los est ados de t irotoxicos is según
clínica los anticuerpos antiti rog lobu li na (anti-TG), antiperoxidasa a capt ación ga mmag ráfi ca
(anti-TPO) y los anticuerpos frente al receptor de TSH (TSH-R-Ab),
también llamados estimulantes de la tiroides (TSI). Los TSH-R-Ab son Diagnóstico diferencial del hipertiroidismo
marcadores de la enfermedad de Graves. Los anticuerpos anti-TG y
anti-TPO (estos últimos poseen más especificidad y representan el La resistencia a horm onas tiroideas (síndrome de Reffetof) se debe a mu-
90o/o de los clásicos anticuerpos antim icrosomales) son marcadores taciones en los genes de la subun idad [) de los receptores de hormonas
de autoinmunidad tiroidea que pueden presenta rse en las enferme- tiroideas (TR-[)) que funcionan como inhibidores de los receptores no m u-
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología , metabolismo y nutrición 1 03
tados (fenómeno de dominancia negativa). Se trata de una patología con la sintomatología adrenérgica del cuad ro (temblor, palpitaciones, ansiedad).
herencia autosómica dominante (aunque puede resultar de una mutación No pueden ser utilizados como tratamiento exclusivo del hipertiroidismo,
de novo en un 20o/o de pacientes), caracterizada por la presencia de niveles ya que no alteran la síntesis ni la liberación de las hormonas tiroideas. Su
elevados de hormonas tiroideas con una falta de supresión adecuada de la acción se centra en la modificación de la acción periférica de las hormonas
TSH (normal o elevada). Los pacientes no suelen presentar clínica de hipoti- tiroideas. Además, el propranolol inhibe la conversión periférica de T4 a T3.
roidismo dado que la resistencia periférica a las hormonas tiroideas suele ser
parcial y compensada por la elevación de las mismas. De hecho, dado que El yod uro inorgánico produce un llamativo y rápido alivio en el paciente hi-
las mutaciones no afectan habitualmente al TR-a, que es el predominante pertiroideo. El yoduro, utilizado en dosis farmacológicas, es capaz de limitar
en el tejido card iovascular, los pacientes pueden presentar taquicardias y su propio transporte en las células tiroideas y de inhibir la organificación, im-
otros signos de hipertiroidismo leve. La clínica es variable y puede consis- pidiendo la síntesis de yodotirosinas (efecto Wolff-Chaikoff) y la liberación
tir en alteraciones de la maduración esquelética, disminución del intelecto, de hormonas tiroideas. El principal inconveniente del empleo terapéutico
bocio y déficit de atención en los niños, en los que suele diagnosticarse este del yoduro es la limitación de su acción, ya que se produce el fenómeno
síndrome. El diagnóstico diferencia l fundamental es con los tumores pro- de escape de la acción antitiroidea en el plazo de una o dos semanas. Se
ductores de TSH o TSHomas (véase el Capítu lo Enfermedades de la hipófisis emplea también en el tratamiento de la crisis tirotóxica y, a veces, tras el tra-
y del hipotálamo). El tratamiento se basa en la disminución de los síntom as tamiento de radioyodo, pero nunca debe utiliza rse como tratamiento úni-
y, por tanto, va ría de no req uerir ninguno en absoluto a precisar dosis bajas co del hipertiroid ismo. El yodo li berado a partir de los contrastes yodados
de 0-bloqueadores para controlar la taquicardia, el uso de dosis elevadas de ejerce una acción similar y además tiene una acción periférica, inhibiendo
hormonas ti roideas (si predomina la cl ínica de hipoti roidismo que no suele el paso de T4 a T3.
ser habitual) o el uso de TRIAC (agonista del receptor de hormonas tiroid eas
que tiene más afinidad por los receptores 0 que por los a). Los glucocorticoides en dosis altas también inhiben la conversión perifé-
rica de T4 a T3, así como la secreción hormonal tiroidea en pacientes con
Tratamiento farmacológico enfermedad de Graves. Se emp lean, generalmente, en el tratamiento de
la crisis tirotóxica. Dosis altas de prednisona se utilizan en el tratamiento
Casi todos los pacientes con hipertiroidismo por hiperfunción tiroidea, de la oftalmopatía de Graves grave, siendo de elección su administración
independientemente de su etiología, pueden ser controlados eficazmen- en bolos intravenosos sobre la vía oral.
te con tratam iento farmacológico.
Yodo radiactivo
Los fármacos antitiroideos o tionamidas (metimazol o MMI, carbimazol y
propiltiouracilo o PTU) constituyen la base del tratamiento antitiroideo. El isótopo más indicado en esta modalidad de tratamiento es el 131 1.
Mecanismo de acción. El 131 1 es captado por las células tiroideas,
Mecanismo de acción donde la radiación 0 emanada de su desintegración produce un
efecto de lesión celular, con la consigu iente reducción de la cantidad
Son capaces de inh ibir la síntesis de hormonas tiroid eas mediante la inhibi- de tejido tiroideo func ionante. El objetivo del tratamiento con 131 1es
ción de la acción de la peroxidasa tiroidea. En consecuencia, interfieren la or- destruir la cantidad suficiente de tejido tiroideo que consiga curar el
ganificación del yoduro y la unión de las yodotiron inas. El PTU, además, posee hipertiroidismo y mantenga una función tiroidea normal posterior-
una acción extratiroidea, inhibiendo parcialmente la conversión periférica de mente. Su admin istración es sencilla y su eficacia en el tratamiento
T4 a T3 (inhibición de las desyodasas). Apa rte del efecto antitiroideo, estos del hipertiroidismo es alta .
fármacos tienen una acción inmunomodu ladora, reducen las concentracio- Preparación. Se suele recomendar un periodo previo de tratamiento
nes de los anticuerpos estimulantes de la ti roides (TSI), característicos de la con antitiroid eos (al menos un mes) con el objeto de normalizar la fu n-
enfermedad de Graves, y aumentan la actividad supresora de los linfocitosT. ción tiroidea antes del tratamiento con radioyodo especialmente en
pacientes ancianos. En pacientes adu ltos jóvenes, con hipertiroidismo
Efectos adversos leve sin compl icaciones y que no presenten cardiopatía ni arritmias de
base, puede bastar con la administración de 0-bloqueadores antes del
La reacción más grave al tratamiento con antiti roi deos es la agranulocito- radioyodo sin antitiroideos previos, aunque alg unos autores lo reco-
sis (definida como una cifra de granul ocitos < 500/mm 3), que se presenta miendan igualmente, sobre todo, tras la administración del radioyodo,
en uno de cada 500 pacientes. El cuadro es de aparición brusca, por lo para evitar la posibil idad de crisis tirotóxica posterior al uso del mismo,
que la realización de recuentos leucocitarios frecuentes no es útil para aunque es una entidad poco frecuente. Los fármacos antitiroideos de-
preveni r su aparición. Los pacientes con agranulocitosis suelen debutar ben suspenderse tres a siete días antes de la administración de la do-
con fiebre y dolor de garganta, por lo que deben ser advertidos para que sis terapéutica. El tratamiento antitiroideo debe restaurarse unos siete
consulten en caso de aparición de estos síntomas. Otros son la eritroder- días después, en espera del efecto de la destrucción glandular por el
131
mia, el rash urtica riforme, hepatitis (PTU), etcétera. 1, que puede tardar entre 3 y 12 meses.
Efectos adversos. Los efectos indeseables más importantes de la ad-
ministración de radioyodo son la persistencia del hipertiroidismo y el
Los efectos adversos más frecuentes de los antitiroi- desarrollo de hipotiroidismo. La incidencia de hipotiroidismo es de un
deos, junto con el hipotiroidismo iatrógeno, son las al- 10-20o/o tras un año de tratamiento (cuando se utilizan dosis elevadas,
teraciones cutáneas (rash, eritrodermia), y los más gra- la incidencia en el primer año puede alcanzar el SOo/o) y se incrementa
ves la agra nulocitosis y la hepatitis fulminante (PTU).
a razón de 2-4o/o cada año. Los pacientes tratados con 131 1deben ser
revisados de por vida. Apa rte del hipotiroidismo, el tratamiento con
131
Los bloqueadores de receptores 0-adrenérgicos son útiles como tratamien- 1tiene pocos efectos adversos; el daño inicial de la radiación pue-
to coadyuvante del hipertiroid ismo, ya que producen una rápid a mejoría de de produci r tiroiditis con liberación al plasma de hormonas tiroideas y
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
exacerbación de los síntomas del hipertiroidismo en las dos semanas Tratamiento en situaciones concretas
131
después de administra r el yodo. Esta t iroid itis posterior al uso de 1
puede acompañarse de dolor loca l y aumento de tamaño de la tiroi- Enfermedad de Graves
des, en cuyo caso existe beneficio del tratamiento con AlNE.
13
Co ntraindicaciones. El li está contrai nd icado como tratamiento del En Europa el tratamiento de primera elección son los antitiro ideos duran-
hipertiroidismo en emba razadas y durante la lactancia, o ante sospe- te periodos prolongados, de 12 a 18 meses (aunque en Estados Unidos, es
cha de ma lign idad (por ej., presencia de nódu lo hipocaptante). No se el radioyodo), excepto en personas mayores de 40-50 años, en las que el
recomienda su administración en menor de 20 años, aunque por el radioyodo puede considera rse de primera elección . En el caso de falta de
momento no se ha demostrado un incremento de la incidencia de contro l con antiti ro ideos o de recid iva, se realiza un tratamiento ablativo
cáncer de ti roides. Debe adm inist ra rse co n mucha precaución y co n (rad ioyodo o cirugía) . En la mayoría de los casos se escoge el rad ioyodo, a
cobertura cortico idea en bocios compresivos y en pacientes con ofta l- no ser que existan contraind icaciones para el mismo. En bocios grandes
mopatía de Graves grave (se prefiere la cirugía en estos casos). El em- con síntomas compres ivos, la cirugía puede considerarse el tratamiento
barazo es una contraindicació n absoluta para la uti lización del 1311, y su ablativo de primera elecció n (Figura 46).
adm inistración después de la décima semana de gestación, cuando
la tiroides ya se ha formado, se asocia a la ablación del tejido tiroideo
feta l y a la apa rició n de hipot iroidismo co ngén ito. Se recomiend a a Hipertiroidismo
por enfermedad de Graves-Basedow
las mujeres t ratadas co n rad ioyodo que eviten el embarazo, al menos
hasta seis meses después de la ad m inistración del isótopo.
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
yodo que trate definitivamente el hipertiroidismo y evite el hipoti- El hipertiroidismo asociado con tiroiditis habitua lm ente es leve y
ro idismo. De hecho, la aparición de hipotiroidismo posterior al uso poco duradero, ge neralmente no precisa tratamiento y, si las manifes-
de radioyodo ocurre en la mayoría de los pacientes a los 5-1 O años. taciones son llamativas, puede ser bien cont rolado con bloqueadores
El efecto del tratamiento con 131 1 sobre la ofta lmopatía de Graves es ~-adrenérgicos. No está indicado el tratamiento con antitiroideos.
objeto de controversia; datos recientes ind ican una mayor frecuen-
cia de aparición y/o empeoramiento de la enfermedad ocula r entre Crisis cardíaca
131
los pacientes tratados con 1. El mecanismo propuesto para este
efecto deletéreo es la liberación de antígenos debido a la tiroiditis El tratamiento de una descompensación cardiológica (arritmias tipo fi-
postrad iación. En general, se evita esta posibilidad de tratamiento brilación auricu lar) en un paciente con t irotoxicosis consiste en: 1) con-
en los casos de oftalmopatía grave y progresiva. La asociación de trol de la tirotoxicosis con antitiroideos, a veces, acompañado de yodo
corticoides puede prevenir este empeoramiento. (no administrar nunca antes de los antitiroideos para evitar exacerbar
Cirugía. Es un método de tratamiento apropiado para pacientes jóve- el hipertiroidismo), si la situación es urgente; 2) contro l de la descom-
nes con enfermedad de Graves recidivada, que rechazan el tratamiento pensación cardíaca con d ig ital (q ue no es tan eficaz como en la FA sin
con yodo radiactivo o son portadores de bocios grandes; en casos de hipertiroidismo), incluso en dosis altas, pero evitando la intoxicación d i-
enfermedad muy activa y contraindicación de tratamiento médico, o en gitálica, y antagonistas adrenérgicos (~ -bl oqueado res) si no existe insu-
pacientes de más edad, cuando existen fenómenos de compresión, y ficienc ia cardíaca.
es preferible en casos de oftalmopatía grave, así como ante la existencia
de nódulos fríos en la gammagrafía. La recid iva del hipertiroidismo des- Crisis o tormenta tiroidea
pués del tratamiento quirúrgico mediante tiroidectomía subtotal ocurre
en un 2o/o de los pacientes y, en muchos casos, esta exacerbación de la Es una situación de emergencia y elevada morta lidad (20-30%) que se
enfermedad es tardía, muchos años después, por lo que los cirujanos caracteriza por irritabilidad, del irium o coma, fiebre, taquicardia, hipo-
experimentados abogan por la real ización de tiroidectomías tota les. tensión, vómi tos y diarrea. El t ratamiento va dirigido, en primer lugar, a
En el tratamiento durante el embarazo, el fármaco de elección es el asegurar las med idas de soporte y, en segu ndo lugar, al alivio de la tiro-
PTU, ya que atraviesa la placenta en ca ntidades mínimas. Algunos auto- toxicosis de forma rápida. El trat am iento del hi pertiroidismo cons iste en
res proponen el cambio de tratamiento a MMI tras el primer trimestre de la administración de grandes dosis de antitiroideos, yodo o contrastes
embarazo por el riesgo de hepatotoxicidad relacionado con el PTU. En yoda dos, ~-bloqueadores (preferentemente propranolo l, ya que in hibe
el caso de que la paciente estuviera ya diagnosticada de enfermedad de la desyodación periférica de T4) y dexametasona en dosis altas. Como
Graves en tratamiento con MMI y quedara embarazada, se suele mante- t ratam iento de la hipertermia, no se debe emplear nunca AAS ni sal ici-
ner dicho tratamiento durante la gestación, dado que ningún estudio ha latos puesto que alteran la un ión de las hormonas tiroideas a proteínas
confirmado la dudosa re lación de aplasia cutis feta l con el metimazol. Si plasmáticas aumenta ndo la fracción libre de las mismas.
no se controla con fármacos antitiroideos, se indica cirugía en el segundo
trimestre de gestación. Durante la gestación, la enfermedad de Graves,
como la mayoría de los trastornos autoinmunes, tiende a remitir, y el hi- En el tratamiento de la hipertermi a de una cris is ti-
roidea nunca se deben administrar AAS ni sal ic il atos
pertiroidismo puede ser controlado fácilmente con dosis bajas de antiti-
puesto que alteran la unión de las ho rm onas tiro ideas _.....,.::.;;;...-
roideos, e incluso, se puede llegar a suspender el tratamiento, siendo el
a proteínas plasmáticas y au mentan la fracc ión libre
objetivo terapéutico mantener los niveles de T4L en el rango superior de circu lante de la hormona . Además el P-b loquea nte de
la normalidad. No se deben utilizar ~-bloqueadores ni yoduro. El hiperti- elección es el propranolol porque b loquea la desyo-
roidismo suele empeorar o recidivar después del parto. El hipertiroidismo dación de T4 a T3 a nivel periférico.
subclínico no se debe tratar durante el embarazo. Los antitiroideos no
están contraindicados durante la lactancia siempre que no se empleen
dosis muy elevadas de los mismos. No obstante, se aconseja monitorizar 3.5. Tiroiditis
los niveles de hormonas del neonato o administra r lactancia artificial, ya
que los antitiroideos se secretan en la leche humana, sobre todo en casos
de dosis superiores a 30 mg/d de MMI o 300-500 mg/ d de PTU. La t iro iditis es un conjunto heterogéneo de procesos de etiología y carac-
terísticas clínicas diversas (Tabla 30).
Bocio multinodular tóxico (BMNT)
Tiroiditis aguda bacteriana
El tratamiento de elección es el radioyodo, dada la edad avanzada de los
131
(o piógena o supurativa)
pacientes que lo presentan. La dosis de 1 que se necesita para conse-
guir la curación es superior a la de la enfermedad de Graves. La dosis re-
comendada oscila entre 1O y 50 mCi. En estos casos, es preferible utilizar Es un trastorno muy raro. La infección se produce por la extensión (vía
dosis elevadas con objeto de conseguir una curación del hipertiroidismo hematógena o linfática) de una infección bacteriana de otra localización
rápida, ya que la mayoría de estos pacientes suelen ser ancianos y sue- o por la entrada directa del germen (traumatismo, conducto tirogloso
le presentar man ifestaciones cardiovasculares graves. Cuando el BMN es persistente). Se manifiesta por dolor, calo r y t umefacción local, así como
normofuncionante, se rea liza segu imiento. síntomas genera les de infección .
-Aguda
Subaguda
Etiología
Bacteriana
Viral
Clínica
Antib ióticos
Drenaje quirú rgico
Fibrosante Desconocida Bocio muy duro, síntomas Captación nula en gammagrafía, Cirugía, si produce compres ión
de compresión cervical anticuerpos+/- o existen dudas sobre malignidad
Hipotiroidismo 25%
Tiroiditis subaguda viral (de Quervain sio nalmente pueden ser g raves. La pa lpación tiro idea demuestra una
g lánd ula aumentada de tamaño, indolora y de consistencia aumentada.
o granulomatosa o de células gigantes)
La ve locidad de sed imentació n es norma l, la captación de yodo radiacti-
vo está d ism inuida, los anticue rpos antit iroideos suelen ser positivos en
Esta entid ad es muy probablemente de origen viral. Los síntomas de la títu los bajos (aunq ue pueden ser negativos) y las hormonas tiroideas es-
t iroides suelen aparecer después de una infección de vías respiratori as tán elevadas con TSH suprimida.
altas y se caracterizan por ma lestar general, febrícula y dolor, genera l-
mente unilateral, sobre la tiroides o referido hac ia los oídos o la man- Su etiolog ía es desconocida, aunque se cree que la autoinmunidad des-
díbula. En la exploración, destaca una gran sensibi lidad a la palpación empeña un papel importante en su génes is. El cuadro evoluciona insidio-
de la tiroides, que se encuentra aumentada de tamaño y es nodular. samente durante dos a cinco meses. Tras la primera fase hipertiroidea, un
En algunas ocas iones no aparece do lor. Es raro que debute con signos 20-40% de los pacientes sufren una fase de hipotiroidismo sintomático y
de hipertiroidismo grave. bioquímico que a veces req uiere tratamiento sustitutivo.
Es característico el aumento de la velocidad de sedimentación y la Es frecuente su apa rición después del embarazo (tiroid itis posparto). El
disminución de la captación t iroidea de yodo radiactivo. Respecto a hi poti roidismo puede cronificarse hasta en un 20% de las formas espo-
los niveles hormonales, en una primera etapa T4 y T3 están elevadas, rádicas y en un 50% de las formas pospa rto, recomendándose tamizaje
y TSH suprimida; posteriormente, a medida que se vacía la g lándula anua l con TSH. Puede haber recurrencias hasta en un 70% de las formas
de hormona, se produce una fase de hipotiroid ismo. El diagnóstico posparto en embarazos posteriores. Puede asociarse a diabetes mellitus
diferencial debe establecerse con la enferm edad de Graves y con la tipo 1 hasta en un 25% de los casos, por lo que en mujeres con DM tipo
ti roiditis si lente. 1 se recomienda eva luación a los tres y seis meses del pa rto con deter-
m inación de TSH.
Este proceso evoluciona a lo largo de varios meses y se produce recupe-
ración completa de la función tiro idea, persistiendo un hipotiroid ismo El diagnóstico diferencia l se debe establecer en la fase t irotóxica con la
crón ico en < 5% de los casos. En aquel los casos más leves, los síntomas se enfermedad de Graves, y con el resto de causas de hipertiro idismo con
suelen controla r, siendo necesaria la utilización de esteroides en los casos t irotoxicosis con captación disminuida. A veces, para su d iagnóstico defi-
que presentan más gravedad. No está indicado el tratam iento con antiti- niti vo, se debe rea lizar biopsia tiroidea.
roideos y se pueden utilizar ~-b l oqueadores pa ra controlar los síntomas
de hipertiro idismo. Tiroiditis linfocitaria crónica
(de Hashimoto o bocio linfoide)
La presencia de dolor y el aumento de la sensib ilidad
loca l son los mejores indicadores de la tiroiditis suba- Esta enfermedad es un proceso inflamatorio crónico en el que intervie-
guda, y habitualmente se acompañan de malestar ge- nen factores autoinmunes. Apa rece con más frecuenc ia en mujeres de
neral, fiebre y aumento de la VSG.
edad media .
Tiroiditis linfocitaria con tirotoxicosis El bocio es su principal man ifestación. Suele ser asimétrico, de consisten-
cia elástica y con aumento del lóbulo piramida l. Al comienzo de la enfer-
transitoria (silente o indolora)
medad, la reserva tiro idea suele estar intacta o mostrar un hipotiroidismo
subclín ico. Conforme avanza la enferm edad, se desa rrolla hipotiroidismo
Este cuadro puede ocurrir a cualquier edad, y es más frecuente en las franco. Existen casi siempre títulos elevados de anticuerpos antiperoxi-
mujeres. Las manifestaciones de hipertiroidismo son leves, aunque oca- dasa.
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
En vista de la frecuencia con la que se desarrolla hipotiroidismo y de la Linfoma tiroideo
existencia de bocio, está indicado el tratamiento con tiroxina . Histológi-
camente se observan una infiltración linfocitaria difusa y algunas célu las Representa < 5% de todos los tumores tiroideos. La forma más frecuente
epitelia les con alteraciones oxífi las en el citoplasma, características de la (> 70% de los casos) es el linfoma B difuso de células grandes, que apa-
tiroid itis de Hashimoto. rece en mujeres de edades comprendidas entre los 55 y 75 años, que
generalmente padecen tiroiditis de Hashimoto o tienen anticuerpos an-
Entre los signos q ue demuestran la pa rticipación de factores tiperoxidasa positivos. El tratamiento se basa en la quimioterapia y ra -
autoinmunes, se encuentran la infiltración linfocitaria de la glán- dioterapia . La cirugía se reserva para li nfomas completamente reseca bies
dula y la presencia de ant icuerpos antit iro id eos (anticuerpos ant i- con mínima morbilidad (subtipos MALT en estadios bajos), confirmación
ti roglobulina y antipe roxidasa) . La tiroiditis de Hashimoto se puede diagnóstica mediante biopsia abierta y como opción paliativa en lesiones
asociar a otras enfe rm edades auto inmunita ri as (anemia perniciosa, obstructivas.
síndrome de Sjógren, lupus, insufic ienc ia suprarrenal, etc.) . Existe un
aumento de la in cid encia de l linfoma ti ro id eo. Algu nos pacientes
p re sentan hipertiroidismo (1O%) y títulos elevados de TSI; este pro-
ceso se denom ina Hashitoxicosis y puede sugerir la co mbina ció n El linfoma tiroideo es más frec uente en las pe rso n as -""""~
con tiroid itis linfocitaria cróni ca.
de dos procesos autoin munes : enfermedad de Graves y tiroid iti s de
Ha sh imoto.
El hipertiroidismo asociado a la tiroid iti s de Hash imoto se trata de forma Carcinoma medular de tiroides
convenciona l, au nque tanto el ' 3 '1como la cirugía se emplean raras ve-
ces, ya que el proceso inflamatorio crónico suele limitar la duración de la La lesión se orig ina sobre las células C parafolicu lares y produce calcito-
hiperfunción tiroidea. nina.
Clínica: puede presentarse de cuatro formas: en el 80% de los casos
Tiroiditis fibrosante es esporádico, y en el 20% es fam iliar (más frecuentemente mu lti-
céntrico), como parte de un MEN tipo 2A o 28, o como un tipo fa-
(de Riedel o estruma de Riedel)
miliar sin otros tumores asociados. La máxima incidencia de la forma
esporádica se da entre la sexta y séptima década de la vida, suelen
Es un trastorno inflamatorio raro y de etiología incierta. Clínicament e, se existir adenopatías en el momento del diagnóstico, tiene tendencia
presenta con síntomas de presión y en la exploración se encuentra una a calcificarse (Figura 47) y puede producir metástasis a distancia en
glándula aumentada de tamaño, dura e inmóvil. Se asocia a veces con fi- pu lmón, hígado, hueso y SNC.
brosis mediastínica y retroperitoneal. Existe hipotiroidismo en un 25%, los
anticuerpos antitiroideos pueden ser negativos o positivos, y la captación
de yodo está disminu ida. El diagnóstico diferencial se debe establecer
con las neoplasias de la tiroides, y el tratam ient o es quirúrgico si existen
síntomas de compresión .
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
Nódulo tiroideo
BAAF
Observación 1' 1
±Supresión
1
f
Factor de riesgol'l
t
Sin factor de riesgo
Observación
f -
Factor de riesgo
t
Sin factor de riesgo!•
No crecimiento
±Supresión
Valorar gammagrafía
si TSH normal o próxima
Seguimientolll al limite inferior
Repetir BAAFI'l
de la normalidad
f t f t
+
Malignidad Benignidad
Crecimiento
No diagnóstica
No crecimiento
t
t Estudio-tratamiento
~-·······'
Seguimientolll hipertiroidismo
1' 1 Medianteultrason ido. 121 Incluido BAAF con célu las de Hürthle (oncocíticas) y neoplasia folicular. 1' 1 Repetir BAAF precozmente. 141Valorar repetir BAAF
(atipia de significado incierto)
Figura 48. Ap roximaci ó n al d iagnósti co d el nódulo tiroideo d esde BAA F (Beth esda, 20 1O)
Familiares con cáncer de tiroides o MEN 2 Indicaciones de BAAF ante un nódulo tiroideo
Radiación en cabeza o cue llo o radioterapia Si adenopatía cervical presente entonces se realiza
de acondicionamiento para trasplante independientemente del tamaño del nódulo
de médula ósea infantil (papilar)
Nódulo sólido <: 0,5 cm en paciente con factores de riesgo (cáncer
Déficit de yodo (folicu lar) de tiroides en un familiar de primer grado, radiación de niño o joven,
cacitonina > 100 pg/ mL, MEN2/ FMTC)
Edad > 70 o < 20 años
Nódulo sólido <: 1 cm (si hipoecoico) <: 1,S (si iso-o hiperecoico)
Sexo masculino
Nódulo mixto (quístico-sólido) <: 1,S cm (si características sospechosas
Nódulo palpable de aparición reciente,
en ultrasonido) y <: 2 cm en resto
de crecimiento rápido e indoloro
Nódulo espongiforme (múltiples microquistes agregados en más del
Afectación del nervio la ríngeo recurrente
50% del volumen del nódulo) <: 2 cm
(disfonía)
Otras consideraciones
Tamaño mayor de 4 cm
No existe ind icación de BAAF en nódulos quísticos (salvo indicación
Consistencia pétrea terapéutica)
Fijación a estructuras vecinas (no desplazable No es necesario puncionar los nódulos hiperfuncionantes
con la deglución)
En pacientes con múltiples nódulos, con o sin bocio multinodular,
Adenopatías pa lpables se recomienda la BAAF para los nódulos> 1-1 ,S cm con
Elevación calcitonina y/o CEA características sospechosas en ultrasonido o en caso contrario sólo los
Analítica predominantes (los más grandes). En casos de TSH baja o límite bajo
Normofunción o hipofunción tiroidea
de la normalidad se recomienda gammagrafía y realizar BAAF en los
Hipoecogenicidad, halo irregular, iso-o no funcionantes
Ultrasonido
microcalcificaciones, adenopatías sospechosas
tiroideo Tabla 32. Ind icacio nes d e BAAF d e nód ulo tiroid eo
o aumento de la vascularización intranodal
Gammagrafía Hipocaptación (nódulo frío) La BAAF permite diferenciar de forma fiable los nódulos malignos de los
tiroidea benignos en todos los casos, excepto en las lesiones con abundante ce-
Tabla 31 . Factores de riesgo de ca rcino ma d e tiroides ant e u n nódulo lularidad o foliculares, en las que es necesario demostrar la invasión vas-
t iroideo cular para separar las lesiones malignas de las benignas.
Por otro lado, dado que pu eden ex istir falsos positivos y negativos tumora les ca recen de interés en el diagnóst ico in icial, excepto la ca lci-
con la BAAF, la clínica, los factores de riesgo del paciente y la evo lución toni na y el CEA, en los pacientes con ca rcinom a medular.
del nódu lo son también importantes en la toma de decisiones (véase
Tabla 31 ), así como la repet ición de la BAAF en casos concretos (véanse Tratamiento y seguimiento
Figura 48 y Tabla 32).
del carcinoma diferenciado de tiroides
En caso de nódu los no accesibles por palpación o con componente q uís-
(CDT) (papilar y folicular) {Figura 52)
tico, la rentabilidad de la BAAF puede aumentarse si se hace g uiada por
ultrasonido. Tras una BAAF no concluyente la seg unda BAAF debe rea li- El tratamiento inicial es siempre la cirugía
zarse bajo control ecog ráfico.
El tratamie nto q u irúrgico de elección es la tiroidectomía total, cuan-
do la BAAF es maligna. Si la BAAF es dudosa, folicular o no con -
La presencia de adenopatías constituye un factor de cluyente con factor de riesgo pa ra les ión maligna, se rea liza una
riesgo muy importante para que un nódulo tiroideo sea extir pación amp li a de la lesión (hemitiroidectomía con istmecto-
maligno, y tamb ién indi ca mayor ri esgo de recurrencia mía) y se rea liza bi ops ia de la p ieza q uirúrgica, completando la ti-
loca l en un paciente tratado de cáncer diferenciado de roidectomía en un seg undo t iempo si se co nfir m a la ma lignidad
tiroides, pero existe controversia sobre si inf luye en la
de la les ión . Si el tumor acontece en un suj eto joven( < 45 años), es
supervivencia, sobre todo, en sujetos jóvenes.
un carcinoma papilar intratiroideo < 1 cm, no presenta una varian-
te histológica de riesgo, es unifocal, sin metástasis a distancia y sin
Gammagrafía afectac ión ga ng li o nar clínica o radiológica, y en ausencia de ante-
cede ntes de radiación ce rvica l, la lobectomía ipsilate ra l a la lesión
La demostración de un nódu lo frío en la gammagrafía constituye un parámetro es una opc ió n quirúrg ica aceptada. En re lac ió n con la ex tirp ación de
sugestivo de carcinoma, aunque sólo el 20% de los nódulos fríos son malignos. ga ng lios linfáticos {Figura 51) ex iste más controversia pero como
Las lesiones "cal ientes"rara vez son malignas(< 1% de los casos) (Figura 49). norma genera l se acept a que:
Ultrasonido
Los nódulos mixtos o sólidos sugieren un tumor, los nódu los quísticos suelen
indicar lesión benigna. Permite diferenciar el nódulo solitario del predominan-
te en un bocio multinodular. Signos ecográficos de sospecha de malignidad
son la presencia de microcalcificaciones, hipoecogenicidad, la presencia de
un halo irregular y el incremento de la vascularización intranodal (Figura SO).
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
Tiroidectom ía total 111 ± Linfadenectomía 121
Tratamiento inicial
t
Ablación co n 1-1 3 1131 - - - - - - - - - - - - No
del CDT
+
SI
t
Tratamiento supresor con L-T4 -
-
f
t t
+ -+- Cirugía
TG estimulada141
t t
-
Técnicas de imagen complementarias:
Seguimiento
(TG en supresión
± ecografía cervical
± Rx. tó rax)
+ ~
RCT-TG
estimulado 141
f
- --
• TC torácica
· RM
• Gammagrafía ósea
• PET-TC estimulado
+ Enfermedad residual accesible a cirugía
f PET -
t t
1-131 No Sí
f PET +
RXT/RFA/Embolización/ ITK
11 1 Enpaciente menor de 45 años, con carcinoma papi lar intratiroideo < 1 cm, sin Vi\riante histológ ica de riesgo, unifocal, sin metástasis a distancia,
sin afectación ganglionar y sin antecedentes de radiación cerv ical se puede rea lizar lobectomía ipsilatera l
121 No necesaria linfadenectomía centra l profiláctica en carcinoma papilar s 4 cm sin extensión extratiroidea y sin afect ación ga nglionar cl ínica
Aparición de recurrencias locales y/o regionales en el cuello, accesibles (rhTSH) sin su spender el tratamiento supresor, previa a la realización de
a la cirugía y sin riesgo de morbilidad grave un rast reo corporal total (RCT).
Masas mediastínicas no captadoras de 131 1
131 1
Metástasis pulmonar única o costal no captadora de Radioyodo
Metástasis óseas de tamaño grande, con riesgo de fractura
patológica Después de l tratamiento qu irú rgico inicial se recom ienda la ab lación
Metástasis con riesgo de lesión med ular de los restos t iro ideos con 13 1
1 en h ipotiro id ismo o baj o est ímu lo con
Algunas metástasis cerebrales rhTSH. Los pacientes con carc inomas pap ilares :::; 1 cm o multifocales
Tabla 33. Indicaciones de reintervención quirúrgica en el carcinom a con todos los focos menores de 1 cm y sin factores de riesgo de recu-
diferenciad o d e tiro ides rrencia (véase Tabla 34) no precisan la administración de dosis ablati-
va de 131
1.
Tratamiento supresor con L-T4
Los carcin omas operados deben recibir tratamiento con hormona tiroi- Edad :<: 45 años
dea en dosis suprafisiológicas con el objetivo de mantener una TSH su- Amplia extensión extratiroidea
primida. La dosis necesaria de hormona tiro idea diaria para log rarlo suele Invasión vascular
ser de 150-200 j.lg/día. Este tratamiento debe interrumpirse antes de la Variante histológica agresiva (pobremente diferenciado, variates sólidas,
realizac ión de rastreos con radioyodo o tratam iento ablativo para perm i- carcinoma insu lar, células altas, co lumnar)
tir la captación del isótopo por las cé lulas mal ig nas. Afectación ganglionar
Metástasis a distancia
Para ello, se suspende el tratamiento con levotiroxina de t res a cuatro se- Resección tumoral incompleta
manas, o se sustituye la levotiroxina por la liotiron ina durante 2-4 semanas Niveles muy elevados de tirog lobu lina
suspend iendo posteriormente esta última durante otras dos semanas. Tabla 34. Factores de ri esgo de recurrencia t ra s cirug ía inicia l
Existe también la posibilidad de adm inistrar TSH humana recombinante en el ca rcinoma d ifere nciad o d e tiro ides
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Para el lo, puede realizarse un rastreo corpora l total (RCT) con 1-3 mCi de pos se mantienen posit ivos, la interpretación es que existe igualmente
13
1!, con objeto de demostrar la existe ncia de restos tiroideos o de metás- una elevación de TG que estimularía la prod ucción de dichos anticuerpos
tasis. Siempre que en un RCT se demuestren zonas q ue captan el isótopo, y, por ello, la presencia de restos tumorales.
se debe administrar una dosis ablativa de radioyodo (100-200 mCi).
Otros datos importantes
Seguimiento del CDT. Determinación
de tiroglobulina (TG) En los pacientes con ca rcinoma fo licula r, el tratamiento debe ser más
ag resivo, ya que su pronóstico suele ser menos favorab le.
En las revisiones periódicas de los pacientes con ca rcinoma ti roideo, se En este t ipo de tumores, por la tendencia a metastatizar en hueso y pul-
deben hacer determ inaciones de TG. La presencia de TG detectable en món, se debe rea lizar seg uimiento radiológico periódico (Rx de tórax
supresión obliga a realizar pruebas de imagen. Los métodos de determi- an ual). En el caso de ausencia de captación de radioyodo con tiroglo-
nación de TG modernos (inmunométricos) son muy sensibles y la existen- bu lina elevada, hay que buscar enfermedad residual o metastásica con
cia de niveles de TG superiores a 2 ng/m l, en situación de hipotiroid ismo otras técnicas de imagen (ultrasonido cervical, TC, RM, PET). El paciente,
o tras la administración de rhTSH, sugieren la presencia de cáncer resi- en estos casos, puede beneficia rse de una reintervención qu irúrgica para
dual. Se ha propuesto que, en el segu imiento de los pacientes con CDT resecar el tumor residua l, frecuentemente en adenopatías, o va lorar ra-
de bajo riesgo, la determinación de TG tras rhTSH junto con la rea lización d ioterapia externa o qu imioterapia (menor eficacia).
de ultrason ido cervica l sea suficiente y no se precise la rea lización de RCT.
La administración de dosis altas de rad ioyodo en pacientes TG positivos
con RCT negativo puede ser útil cuando existen micrometástasis pulmo-
Siempre que se determinan las co ncentrac iones de nares que pueden pasar desapercibidas en el RCT.
tirog lobu lina en el segui mi ento del cánce r d ife ren-
c iado de tiroides se deben eva luar co njuntamente los Recientemente se ha demostra do beneficio de cie rtos quimioterápicos
títu los de anticuerpos antitiroglobulina, puesto que su (inh ibidores de las tirosina cinasas) en el tratamiento de los carcinomas
presencia puede dar lugar a falsos negativos en los
del epitelio tiroideo refracta rios a las terapias hasta aq uí comentadas. La
niveles de ti roglobu lina.
red iferenc iación de ca rcinomas del epitelio que no captan radioyodo, o
dej an de capta rl o en su evolución, mediante la adm ini stración de reti-
Es obligado determinar la existencia de anticuerpos antitiroglobulina noides (cis-retinoico) no ha demostrado un beneficio universa l. La radio-
(TG-Ab), dado que su positividad puede interferir en la interpretació n de terap ia externa puede indica rse en casos de metástasis concretas, como
las cifras de tirog lobu lina (dism inuye los va lores de esta última cuando se en el hueso, en caso de ser especialmente dolorosas o suponer ri esgo
determina por métodos modernos de IRMA), y de hecho si los anticuer- neurológico im porta nte (como las metástasis vertebral es) (Ta bla 35).
Epidemiología Distri bución bimodal: Edad avanzada Cuatro formas: 6.•-7.• década Mujeres 55-75 años
2.•- 3• década/edad 15-20% t umores Esporádico 80% 5%tu mores 5% de todos los tumores
media del epitelio folicular del epitelio folicular tiroideos
MEN 2A
70%tumores Relación con tiroiditis
MEN 2B
del epite lio folicular Hash imoto y anticuerpos
Familiar noMEN
Relación con radiación antiperoxidasa positivos
en la infancia
Derivado Sí Sí No Sí No
del epitelio
folcular
Anatomía Papilas con cé lulas La invasión capsular Acúmu lo de cé lulas Cél ulas gigantes Linfoma B difuso de células
patológica y elementos foliculares y/o de la cápsu la C con sustancia y fus iformes grandes
Calcificaciones lo diferencia amiloide Difícil de diferenciar
en "granos de arena" del adenoma folicular Multicéntrico de linfomas
o cuerpos de psamoma benigno en formas fam iliares o sarcomas
(típicas pero raras)
Crecimiento, Crecimiento lento con Crecimiento lento pero Adenopatías calcificadas Crecimiento rápido
diseminación invasión de estructuras diseminación hemática y metástasis a SNC con gran invasión local,
y metástasis vecinas y diseminación precoz, con metástasis y hueso ulcerando la piel
linfática a pulmón, hueso y SNC
Sí Sí No No No
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
" La det erminación de TSH es el mejor método de tamizaje de hi-
Ideas clave J!5 perti roidismo.
" La punción-aspiración con aguja fina (BAAF) del nódulo tiroi- " La enfermedad de Graves es la causa más frecuente de hiperti-
deo constituye la primera aproximación diagnóstica ante esta roidismo en edades medias de la vida (poco frecuente en niños),
patología. es mucho más frecuente en mujeres, presenta clara predispo-
sición genética y es característica la presencia de anticuerpos
" La presencia de proliferación folicular en la BAAF de un nódulo estimuladores del receptor de TSH (TSI), presentando una gam-
tiroideo obliga a realizar hemitiroidectomía más istmectomía magrafía hipercaptante de forma difusa.
para determinar si existe malignidad (infiltración vascular o cap-
sular en el tejido). " Los tratamientos de primera elección en la enfermedad de Graves
son los antitiroideos (metimazol, carbimazol y propiltiouracilo en
embarazadas), excepto en grandes bocios con clínica compresi-
" El carcinoma papilar es más frecuente y de mejor pronóstico. va, en los que será la cirugía, y en mayores de 40 años o cuando se
Habitualmente es multifocal y con afectación linfática regional produce recidiva de la enfermedad, en los que se prefieren trata-
(no hematógena). El carcinoma folicular es más agresivo, au- mientos con menores índices de recurrencia (131 1o cirugía).
menta su frecuencia en zonas con déficit de yodo y presenta
diseminación hematógena (no linfática). " El 131 1está contraindicado como tratamiento del hipertiroidismo en
embarazadas y durante la lactancia, o ante sospecha de maligni-
" El tratamiento del carcinoma diferenciado de tiroides se basa en dad (por ej., presencia de nódulo hipocaptante). No se recomienda
la tiroidectomía total, seguida de tratamiento ablativo con 131 1 su administración en menores de 20 años, aunque por el momento
y tratamiento con levotiroxina en dosis supresoras (conseguir no se ha demostrado un incremento de la incidencia de cáncer de
TSH suprimida con T4 normal). tiroides. Debe administrarse con mucha precaución y con cober-
tura de corticosteroides en bocios compresivos y en pacientes con
" La tiroglobulina es el mejor marcador de seguimiento del carcino- oftalmopatía de Graves grave (se prefiere la cirugía en estos casos).
ma diferenciado de tiroides (papilar y folicular) y su positividad obli-
ga a exploraciones complementarias (ultrasonido, radiología o/yTC " La presencia de características clínicas de hipertiroidismo en un
de tórax, rastreo corporal, PET) para localizar enfermedad residual. paciente con TSH suprimida y T4L elevada, gammagrafía hipo-
captante y tiroglobulina baja debe orientarnos hacia un tiro-
" El carcinoma medular de ti roides deriva de las células Copara- toxicosis facticia (ingesta subrepticia de tiroxina).
foliculares, y en su histología, es característica la presencia de
sustancia amiloide. Su tratamiento es quirúrgico (mala respues- " La tiroiditis subaguda se caracteriza por la presencia de dolor y
ta a quimioterapia y radioterapia y ausencia de respuesta al 131 1, aumento de la sensibilidad local, junto a fiebre y malestar ge-
al no derivar del epitelio folicular). neral. Presenta gammagrafía tiroidea hipocaptante con VSG au-
mentada, y el tratamiento son los AINE a dosis altas, y si no cede
" Antes de la intervención de un carcinoma medular de tiroides, la sintomatología local, corticoides junto con los P-bloqueado-
debe descartarse la presencia de un feocromocitoma asociado. res para el control sintomático del hipertiroidismo.
El seguimiento se realiza mediante la determinación de calci-
tonina, y todos los pacientes tienen indicación de estudio del " La TSH constituye el mejor marcador analítico en caso de sospecha
protooncogén RET (asociado a formas familiares: carcinoma de hipotiroidismo primario. Este será también el marcador de se-
medular familiar y MEN 2A y 28). guimiento y el objetivo del tratamiento es normalizar sus valores.
1) Observación periódica.
2) Tiroidectomía total seguida de 131 1 y L-T4.
3) Hemitiroidectomía izquierda.
4) Inyección de etanol en el nódulo tiroideo.
RC: 2
1) Quimioterapia.
1) Proliferación linfocitaria compatible con linfoma tiroideo. 2) Radioterapia convencional a nivel mediastínico.
2) Bocio coloide. 3) Mantener tratamiento supresor.
3) Frotis sugestivo de carcinoma papilar de tiroides. 4) Dosis ablativa de 131 1.
4) Intensa proliferación folicular de patrón microfolicular.
RC: 4
RC: 4
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 03
Mujer de 64 años con antecedentes de bocio multinodular nor-
mofuncionante de más de 1O años de evolución, y sin otros ante-
cedentes patológicos de interés, que consulta por disfagia pro-
gresiva de 6 meses de duración. Se solicita estudio con bario en
el que se observa compresión de vía digestiva a nivel esofágico
alto junto con desplazamiento posterior y lateral derecho del
mismo por aparente lesión extraesofágica mediastínica superior
(Imagen 5). Ante la sospecha de bocio intratorácico se solicita
TC torácica para valoración de mediastino superior en el que se
observa bocio multinodular endotorácico que compromete vía
digestiva (Imagen 6). El perfil tiroideo es normal ¿Cuál sería la
actitud terapéutica más adecuada en este caso?
RC: 4 RC: 3
Un hombre de 75 años, que vive solo, es traído a urgencias del hos- El tratamiento de elección de cualquier bocio compresivo es la ciru-
pital en coma. Presenta palidez, hinchazón de cara, pies y manos gía practicando una tiroidectomía subtotal o casi total. En relación
e hipotonía y arreflexia generalizadas, con ausencia de focalidad con los estudios de imagen, la ultrasonido tiroidea es la explora-
neurológica. Su tensión arterial es de 80/50 mmHg; el pulso de 56 ción radiológica de elección para la glándula tiroidea. No obstante,
lpm; la temperatura rectal de 34 oc. Las determinaciones de la- para valorar clínica compresiva de la vía aérea o digestiva son de
boratorio muestran: hemoglobina 11 g/dl; leucocitos 5.300/mm 3 utilidad la radiología simple de tórax, que permite objetivar la dis-
con fórmula normal; glucosa 61 mg/dl; BUN 20 mg/dl; creatinina minución de calibre de la vía aérea y/o desplazamiento traqueal, y
1,3 mg/dl; sodio 129 mEq/1; potasio 4,7 mEq/1; pH 7,37, PaC0 2 49 la TC torácica que permite valorar mejor la extensión en do torácica
mmHg, Pa0 2 65 mm Hg. Una TC cerebral y una radiografía de tórax y permite planear la cirugía. En aquellos pacientes con comorbili-
son normales. ¿Cuál debe ser la medida terapéutica más urgente? dades importantes y/o elevado riesgo quirúrgico la administración
de 131 /, incluso con normofunción tiroidea, ha demostrado ser eficaz
1) Solución salina hipertónica. en la disminución de tamaño de la glándula tiroidea.
2) Corticoesteroides y glucosa hipertónica.
3) Hormonas tiroideas y ventilación mecánica. Mujer de 54 años con antecedentes personales de tiroiditis de Hashi-
4) Hormonas tiroideas y corticoesteroides. moto en tratamiento sustitutivo con 75 J..lg/día de levotiroxina. Refie-
re tumoración anterocervical con crecimiento progresivo no doloro-
RC: 4 so de un mes de evolución junto con disnea y estridor en decúbito.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
03 · Enfermedades tiroideas
Endocrinología,
metabolismo y nutrición •
Enfermedades
de las glándulas suprarrenales
Este tema tiene una gran importancia, destacando de manera muy especial/os apartados de
diagnóstico y causas del síndrome de Cushing, el diagnóstico de insuficiencia suprarrenal, el
tratamiento del feocromocitoma y el manejo de los incidentalomas suprarrenales. Para los
apartados de hiperaldosteronismo e hiperandrogenismo suprarrena!,resultan muy útiles los
casos clínicos.
4.1. Síndrome de Cushing g randes ca nt idades de ACTH. Los tum o res son demostrables en
aproximada m ente el 70o/o de los pacientes; en algunos casos, la
secreción exces iva puede ser hipota lám ica (disregulación de la
Se denom ina sínd rome de Cushing (SC) a un conjunto de síntomas diver- secreción de CRH).
sos, debido a un exceso de producción de g lucocorticoides por la corteza El Se ectópico surge de la producción autónoma de ACTH o CRH
supra rrenal (Cushing endógeno) o por la administración mantenida de a partir de enfermedades tumora les extrahipofisarias, con niveles
glucocorticoides (Cushing exógeno y factic io). p lasmáticos de ACTH y de sus precursores muy elevados.
Cada vez recon ocemos con mayor frecuencia tumores de múl-
Etiología tiples estirpes que producen ACTH. Los más frecuentes son los
carcinomas bro nqu iales de cé lul a pequeña (50%) segu idos de los
Síndrome de Cushing exógeno o iatrógeno tum ores carcinoides de pulmón o de cua lqu ier otra local ización
(causa más frecuente en muj eres), los feocromocitomas y para-
La causa más frecuente de SC es la adm inistración iatrógena de estero id es gangliomas, tumores de t imo, páncreas, carcinoma de pulmón de
por otro motivo. Los pacientes presentan fenotipo Cush ing (cara de lu- célula no pequeña y los carcinomas medulares de tiroides. Cuando
na llena, obesidad troncula r, estrías, equimosis, etc.), los niveles de ACTH el SC ectópico es por tumores que producen CRH (los menos fre-
están suprimidos y su diagnóstico se rea liza con una anamnesis deta- cuentes), las manifestaciones pueden ser muy sim ilares al SC hipo-
llada, confirmando la supresión del cortisol plasmático o urinario, salvo fisario (Tabla 36).
en el caso de ingesta de preparados de hidrocortisona o corti sona que
darán concentraciones elevadas.
Carcinoma microcítico de pulmón (hasta en el 50% de casos)
Síndrome de Cushing endógeno Tumores carcinoides
- Pulmón
Comprende tres trastornos patogén icos distintos: el síndrome de Cus- - Timo
hing hipofisario o enfermedad de Cushi ng (65-70%), el síndrome de Cus- - Intestino
hing suprarrenal (15-20%) y el síndrome de Cush ing ectópico (15%). - Páncreas
- Ovario
La enfermedad de eushing está causada por un tumor hipo- El se suprarrenal est á ca usado por un tumor suprarrenal (adeno-
fisario (un microadenoma en el 90o/o de los casos) que produce ma [?So/o), carcinoma [25%)) o por hiperplasia nodular suprarrenal y
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
Ca ra de luna llena
Acné
Hirsutismo
Obesidad central
Estrías
roj o-vinosas
En los casos de Cushing ectópico las ma nifest aciones clínicas son más
Figura 53. Clínica del síndrome de Cushing floridas y las comorb ilidades asociadas al sínd ro m e como, diabetes o hi-
pertensión arte rial, son más marca das en est os casos (Tabla 37). Algunos
Las características habituales del síndrome de Cushi ng incluyen: datos q ue se han relacionado más a tumores no hi pofisiarios secretores
Síntomas: ga nancia de peso (90%), irreg ularidad menstrua l (85%), de ACTH son: pérd ida de peso, hi potrofi a muscular marcada e hipoka le-
hirsutismo (80%), alteraciones psiq ui átricas (60%), debi lidad muscu- m ia.
lar (30%).
Signos: obesidad (97%), plétora fac ial (95%), facies de lu na llena
(90%), hipertensión (75%), hemat omas y frag ilidad capi lar (40%), es- Ca rcinoides: bronquial (más frecuente), pancreático, de tubo digestivo,
timo
trías rojo-vinosas (60%) (Figura 54), edemas en miembros inferiores
(SO%), m iopatía proxima l (60%), hiperpig mentación (So/o). Cáncer de células pequeñas de pulmón (más agresivo)
Otros: alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono (DM Cáncer medular de ti roides
De todos ellas las caracte rísticas clínicas que p resentan una mayor espe- La evidencia de virilizació n (hirsut ismo, c\ ito rom ega lia, ca lvicie) es más
cificidad para el d iag nóstico de un sín d rome de Cushing son la plétora habitua l en el ca rcinoma suprarrena l (exist e producción de andrógenos
fac ial, la fragilidad cap ilar (Figura 55), la debi lidad muscu lar o m iopatía concom itant emente). En el varón, el carc inoma supra rrena l productor de
proxima l, las estrías roj o-vinosas, y en los niños la ganancia de peso con estrógenos prod uce g inecomastia, y en la m ujer, hemorrag ias disfuncio-
retraso en la velocidad de crecim iento. na les.
lím ite máximo junto con otra prueba anormal confirma el d iagnóstico
(1) El test de Liddle (0,5 mg/6 horas/2 días de DXM) se recomienda en
de síndrome de eush ing y se puede proceder al diagnóstico etiológi-
casos de trastorno psiquiátrico, obesidad mórbida, alcoholismo
co. Sin embargo, niveles inferiores a este rango pueden observarse en o diabetes mellitus concomitante. En el resto de situaciones no ha
pacientes co n pseudocushing o que ingieran grandes cantidades de demostrado superioridad a otras pruebas y es más complicado
líquido (> 5 I/día) y no debe emplearse en pacientes con insuficiencia de hacer ambulatoriamente
renal (aclaramiento de creatinina < 60 ml/min). Ti ene mayor sensi bi- (2) En régimen de ingreso
lidad en niños que en adultos. No se recomienda para el cribado de Figura 56. Diagnóstico bioquímico del síndrome de Cushing
hipercortisolismo en el incidentaloma supra rrena l.
Pruebas de supresión con dosis baja de dexametasona (DXM) En los pacientes en los que existan resultados equívocos con las prue-
(supresión nocturna con 1 mg de dexametasona o test de Nu- bas anteriores y exista elevada sospecha clínica de síndrome de Cushing
gent y prueba larga de supresión débil o prueba clásica de 2 mg se recurre a la realización de pruebas de segunda línea (que requieren
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a ed ición
Microadenoma Macroadenoma
Características Ectópico agresivo Ectópico oculto
hipofisario hipofisario
Otras pruebas RM se lar, CSPI** RM selar TC corporal con tórax en cortes TC corporal , gamma, CSPI **
finos. Gamma con pentetreótido
Se considera respuesta cuando hay elevación de ACTH y cortisol sobre los valores basales, tras CRH
** CSPI: cateterismo de los senos petrosos inferiores. Se calcula el gradiante petroso-periférico de ACTH. Positivo en microadenoma productor de ACTH,
negativo en el ectópico
Tabla 38. Diagnóstico diferencial del Cushing ACTH-dependiente
Bioquímicas DHEA-S normal o ,J.. DHEA-S y precursores esteroidogénesis t Respuesta aberrante a ADH, catecolaminas,
angiotensina-11, hormonas gastrointestinales, LH, hCG
(hiperplasia macronodular)
Imagen Pequeño tamaño Gran tamaño(> 4-6 cm) Micronódulos o macronódulos bilaterales
Baja atenuación Necrosis, hemorragias y calcificaciones
enTC Invasión de estructuras adyacentes y/o metástasis
Alta atenuación en TC
( Gradiente petroso-periférico
/ ACTH periférica
tostatina.
PET. Algunos trabajos han demostrado utilidad en la localiza-
ción de algunos Cush ing ectópicos y en el diagnóstico diferen-
cial entre adenomas y carcinomas suprarrena les, y así como en
Figura 57. Cateterismo de los senos petrosos inferiores la estadificación de estos últimos.
Las manifestaciones clínicas son muy similares y variables, según la Diferenciación del pseudocushing
agresividad del tumor, y hay neoplasias muy pequeñas difíciles de
localizar, y algunos tumores, especialmente los carcinoides, pueden La diferenciación entre el Cushing leve y el pseudocushing puede ser
presentar respuestas positivas a las pruebas funcionales que antes se muy difícil en algunos casos. Estos pacientes presentan ausencia de su-
han citado, imitando la respuesta de un adenoma hipofisario. Los mi- presión de cortisol sérico con niveles > 1,8 mcg/dl pero niveles < 7,5mcg/
croadenomas hipofisarios suelen ser de pequeño tamaño y a veces di tras la administración de dosis bajas de dexametasona. Los estados de
no se visualizan en la RM selar con gadolinio. pseudocush ing más relevantes son: la obesidad grave, la depresión, el
Cuando un SC es ACTH dependiente (es decir, niveles de ACTH no alcoho lismo cró nico y las enferm edades que causan gran estrés. Cabe
suprimidos) y no existe una imagen tumoral clara en la hipófisis (:<: señala r cómo los pacientes co n pseudocushing no suelen mostrar las
6 mm), las pruebas de supresión fue rte y CRH no son definitivas o alteraciones cutáneas y musculares ca racterísticas del síndrome. Para la
existe hipokalemia y/o alcalosis metabólica (más frecuentes en el diferenciación de estos estados, se han propuesto:
Cushing ectópico) se debe realizar un cateterismo bilateral de los Preuba com binada de supresión con 2 mg de DXM y estimulación
senos petrosos inferiores. posterior con CRH. Ningu no suprime adecuadamente, pero los pa-
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
cientes con Cushing central tienen cortisol plasmático tras CRH que 4.2. 1nS Ufi cien Cja S U pra rre na 1
responde a la estimulación, mientras que los pacientes con pseudo-
cushing por obesidad o depresión no lo hacen.
Alcoholismo. La prueba de elección es la supresión del alcohol, tras La insuficiencia suprarrena l (IS) puede estar causada por:
lo cual el cortisol a las 0:00 hes indetectable a los cinco días. Enfermedad a nivel suprarrena l que destruya más del 90% de la cor-
teza (enfermedad de Addison).
Tratamiento Enfermedad hipotalám ica o hipofisaria que ocasione un déficit de
ACTH o CRH (aislado o dentro de un hipopituitarismo, véase el Capí-
Neoplasias suprarrenales tulo Enfermedad de la hipófisis y el hipotálamo).
Supresión prolongada del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal por la
El tratam iento de elección es el quirúrgico. En el caso del adenoma, administración exógena de esteroides o por la producción endóge-
se produce curación (hay que tener cuidado con la supresión del eje na de esteroides.
posquirúrgica y la atrofia g landular contralateral: insuficiencia supra-
rrenal transitoria) . Los pacientes con carcinoma suprarrenal t ienen Etiología
una morta lidad elevada a pesar del tratamiento quirúrgico. Sue len
metastatiza r a hígado y p ul món. El tratamiento anti neop lásico más En la actualidad, la enfermedad subyacente más común en los casos de in-
utilizado es el mitotano (o,p,-DDD), que inhibe la síntes is de cortisol, suficiencia suprarrena l primaria es la ad rena litis autoinmun itaria (> 70% de
actuando bastante se lectivamente sobre la zona reticular-fascicular los casos). Puede aparecer sola o asociada a otras endocrinopatías (d iabe-
de la corteza adrena l, sin tener gran efecto sobre las metástasis a dis- tes mellitus, enfermedad t iro idea autoinmunitaria, hipogonadismo, etc., en
tancia. Hoy en día, es posible la extirpación laparoscópica de los tu- el llamado síndrome pol iglandular autoinmunitario tipo 2 o síndrome de
mores suprarrena les. Schmidt; o bien asociada a candidiasis mucocutánea e hipoparatiroidismo
en el síndrome poliglandular autoinmunitario tipo 1) y a enfermedades au-
Síndrome de Cushing ACTH-dependiente toinmunitarias (vitíl igo, anemia perniciosa, miasten ia gravis, púrpura trom-
bocitopénica, hepatitis autoinmunitaria .. .) (Figura 58). Estos pacientes
El tratamiento de los tumores productores de ACTH de origen hipofisario presentan anticuerpos antisuprarrenales (anticuerpos anti 21-h idroxilasa)
consiste en su extirpación quirúrgica por vía transesfenoida l. Si la explora- hasta en el 75% de los casos y también pueden tener anticuerpos antitiroi-
ción quirúrgica de hipófisis no demuestra un microadenoma se debe rea- deos, antigonada les, etc. La tuberculosis era la causa más frecuente de insu-
lizar hipofisectomía subtota l siempre y cuando el paciente no manifieste ficiencia suprarrenal en las series antiguas; hoy en día, sólo es responsable
deseos de fertilidad. La radioterapia se utiliza en los casos en los que no del10-20o/o (véase la Tabla 40 en la página siguiente).
se alcanza curación tras la cirugía transesfenoidal o en aquellos pacientes
con exploración quirúrgica normal que hayan manifestado deseos futu-
ros de fertilidad.
Pérdida de peso
Cualquiera de las formas de IS crónica puede evolucionar hacia una
crisis adrenal. La causa más frecuente es la suspensión brusca de un
tratamiento corticoideo p rolongado. La segunda más frec uente es la
aparición concomitante de una situación de estrés (enfermedad gra-
Figura 59. Clínica de la insuficiencia suprarrenal ve, cirugía, seps is, traumatismo) en el co ntexto de una IS ya diagnosti-
cada. En otras ocasiones se produce la destrucción hem orrág ica de las
La fa lta de cortisol produce un aumento compensatorio de la síntesis g lándulas suprarrena les (en los niños, septicem ia por Pseudomonas
de ACTH y sus péptidos, dando luga r a la hiperpigmentación mucocu- y men ingococemia: sínd rome de Waterhouse-Fri ederi chse n; en adu l-
tánea ca racterística (a lrededor de los labios, áreas de presión, pliegues tos, el tratamie nto anticoagu lante). La presentació n clín ica de la cris is
cutáneos, nudillos, codos, rodil las y cicat ri ces). Puede existir pérdida del adrena l inc luye: fiebre elevada, deshidratación, náuseas, vómitos e hi-
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
potensión que puede evolucionar hacia shock. Existe hiperpotasemia, Diagnóstico de la IS secundaria
hiponatrem ia, hemoconcentración, urea elevada, acidosis m etaból ica
e hiperca lcemia. Es preciso el conocimiento de las ca usas de pan hi popituitarismo y la
eva luación compl et a de la funció n hipofi sa ri a. Aunque es muy raro,
Hay que recordar que la presencia de hiperpota semia, hipoten sión y aci- exist e el d éficit aislado de ACTH. Las pru ebas diagnósti cas son las si-
dosis met abólica orienta hacia una ca usa primaria, ya que en las crisis por guientes:
insufic iencia suprarrena l secunda ri a, no aparecen alteraciones hidroelec- Cortisol plasmático basal: ig ual int erp ret ación que en la IS pri-
trolíticas, salvo la hi ponatremia. ma ri a.
Prueba de estimulación con ACTH. No se debe realizar antes
Diagnóstico de cuatro meses de una cirugía hipofisa ri a o nueve meses de
radioterap ia hipofisaria para va lorar una posible ins uficiencia
Los niveles basa les de cortisol y aldosterona en sang re y en orina son in- suprarrena l central, ya que la ausencia de atrofia total de la pars
fe riores a lo normal. La concentración de ACTH se eleva en la IS primaria reticulofascic ular suprarrenal por la fa lta de estímu lo por ACTH
y está red ucida o es inapropiadamente norma l en la IS secunda ria. Sin puede da r luga r a falsos negat ivos. En la IS secundaria, el cortisol
emba rgo, los valores de corti sol basa l pueden solapa rse con los va lores no res ponde, pe ro la aldosterona m uest ra un a resp uesta normal
norma les. Por ello, clá sicamente, se exige una pru eba de estimu lación (e levació n de > S ng/ dl tras la ACTH), ya q ue la pars glomeru lar
para el diag nóstico, sal vo que las concentraciones de corti sol plasmático de la sup rarrenal no est á atrofi ada. Alg u nos auto res han sugerido
basa l se encuentren próximas al lím it e superi or de la normal idad (14,5-18 que la estimul ació n con 1 ¡.Jg de ACTH aumenta la se nsibil idad de
¡.Jg/dl) o por encima de este, situación en la que se excl uye la insuficiencia esta prueba para el d iag nóstico del déficit de ACTH, aunque este
supra rrena l (Figura 60). Además, es importante conocer que la aproxi- aspecto es controvertido y sigue teniendo una rentab ilidad infe-
mación diagnóstica puede ser distinta, según se hable de IS primaria o rior a la hipoglucemia insulínica, por lo que es una prueba poco
secundaria. empleada.
Hipoglucemia insulínica . Las pruebas de func ión hipofisaria son
las m ás fiables pa ra el d iag nósti co de insufic iencia suprarrenal se-
Clínica sugestiva de insuficiencia suprarrenal cu ndaria. En el caso de que las ante ri o res se presten a resu ltados
no co ncluye ntes, es p rec iso rea lizarlas. Si el pan hipopit uitarismo
, - - - - -- - - Cortisol 08 am - - -- - - , es cl aro y los niveles de co rti so l basa l no descarta n IS secunda-
< 3,5 t > 18
ria, la hipog lucemia in sulín ica está indica d a. Esta prueba estaría
3,5-18 contrai ndicada en sujetos con cardiopatía isq uém ica, epilepsia o
Diagnostico IS:
¡
Descarta IS
• ACTH t: IS primaria enfe rm edad ce rebrovascu lar, y debe real iza rse con extremo cui-
• ACTH .J-: IS secundaria
dado en pacientes con sospecha de otros déficit hormonales hi-
r- Test estimulación T pofisarios.
Sospecha IS primaria Sospecha IS secundaria Prueba de metopirona. La metirapona bloquea el paso final de la
t t síntesis de corti sol. Su admin istración nocturna en un sujeto sano es-
Hipoglucemia insullnica timula la síntesis y liberación de ACTH aumentando la concentración
de los metabol itos previos al b loq ueo (11-desoxicortisol), elevación
Respuesta Respuesta
Insuficiencia que no se observa en los pacientes con insufic iencia suprarrenal
cortisol aldosterona
central.
Primaria t t ,¡.
Secundaria ,¡. t
(1) En pacientes con 15 secundaria ag uda puede existir t cortisol tra ACTH
Aquellos pacientes que han recib ido dosis suprafi-
i.v. por falta de atrofia de pars reticulofascicular
siológicas de esteroides durante un tiempo pro longa-
Figura 60. Diagnóstico de la insuficiencia suprarrenal do precisa n admini stración de estero ides de manera
profil áctica en caso de pa to logía aguda, debido a la
posibilidad de un mal funcionamiento del ej e hi po-
Diagnóstico de la IS primaria
tá lamo-hi pófiso-suprarrenal. Para va lorar si el ej e
está recuperado tras un tratami en to pro longado con
En la enfermedad de Addison existe una destrucción de todas las zonas corticoides debemos rea lizar una prueba de estímu-
de la cort eza suprarrenal. Ello lleva, como se ha dicho, a una dism inu- lo con ACTH; aún siendo esta norm al y aunque en
ción de glucocorti coides, and rógenos y minera locorticoides. Las pru ebas este momento se puede suspender los glucocorticoi-
des, dichos pacientes pueden vo lver a prec isar dosis
diagnósticos son los sigu ient es:
suplementa rias de los mismos hasta un año después
Cortisol plasmático basal: se procede a la medición del cortisol
ante un estrés importante.
plasmático basal entre las 8:00 y las 9:00 h en dos días diferentes. Si
es< 3,5 ¡.Jg/d l, se procede al diag nóstico de insuficie ncia supra rrenal.
Si es > 18 ¡.Jg/d l, se excluye la insufic iencia suprarrenal. Con valores Tratamiento
intermedios, es preciso rea lizar pru ebas de esti mu lación.
Prueba de estimulación con 250 ).lg de ACTH: la respuesta es Los pacientes con enferm edad de Add iso n req uieren repos ición de glu-
norma l cuando el cortisol p lasmático, a los 30 o 60 minutos, se ele- cocorticoides y de minera locorticoides. Los glucocorticoides se admi-
va por encima de 18 ¡.Jg/dl. Es la prueba de referenc ia o gold stan- nistran en dos-tres dosis diarias divid idas: la mayor parte por la mañana,
dard en la IS primaria. También hay una ausencia de elevación de y el resto al final de la tarde, pa ra simula r el ritmo circadiano de secre-
la aldosterona. ción del cortisol. Se uti lizan esteroides de vida media-corta o media :
hidrocortisona en dosis tan elevadas k 100 mg/día) t iene suficiente Excreción urinaria de potasio
actividad mineralocorticoidea. En situaciones de ej ercicio intenso con
mucha sudoración, épocas de calor o tras problemas gastrointestinales,
puede ser necesario tomar suplementos de sa l y aumentar la dosis de < 30 mEq/ d fa > 30 mEq/día
fludrocortisona.
t
Trata mi ento diurét ico previo
t
Acti v idad renina plasmática
Los pacientes con IS secundaria no requieren mineralocorticoides. El tra- Pérdidas d igestivas
tamiento glucocorticoide no se diferencia del anterior. Puede ser preciso Alta o normal Baja
el tratamiento sustitutivo de otras hormonas (hormonas sexuales, tiroxi-
na) si hay déficit hormonales asociados. Los pacientes tratados con es- t
teroides de forma prolongada pueden desarrollar IS, a pesar de mostrar · Hlperaldosteronismo secundario Aldosterona pl as mát ica
~
· Hipertensión renovascular
signos físicos del síndrome de Cushing. Esto se debe a la supresión man- · Hipertensión maligna
tenida del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal. Pa ra evitar la aparición deIS, · Tumor secretor de renina
· Nefropatra pierde-sal Alta Baj a
se debe realizar una supresión programada y lenta de la dosis de esteroi-
des, instaurar un tratamiento en días alternos (que ha demostrado una +
Hiperaldosteron ismo primario Ot ras causas
+
menor supresión del eje y dism inu ir la tasa de atrofia suprarrenal frente
al tratamiento diario) hasta alcanzar una dosis de esteroides equivalente t
TC abdom inal. Cateteri smo
a la dosis de sustitución habitua l y suspender. Todos los pacientes con IS
inducida por esteroides terminan por recupe rar la función del eje en un
tiempo variable. Una buena forma de comprobar esta recuperación es la Latera lización No lat eralización
prueba rápida de ACTH. Los pacientes tratados con dosis altas de esteroi-
des de forma crónica pueden desarrollar IS aguda, si hay una situación de
estrés intercurrente en el año siguiente tras la suspensión del tratamiento
esteroideo; por tanto, es necesario proporciona r cobertura esteroidea en Figura 61 . Esquema diagnóstico de los posibles estados de exceso
esas situaciones. de mineralocorticoides
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Diagnóstico etiológico del hiperaldosteronismo primario: En el hiperaldosteronismo secundario, la producción aumentada de aldos-
TC abdominal (Fig ura 62): real izarla siempre tras diagnóstico bio- terona se produce en respuesta a la activación del eje renina-angiotensina.
químico. Superior a RM (Figu ra 63) . Los adenomas unilaterales se- Esta activación se produce en multiples de situaciones clínicas. Algunos
cretores de aldosterona (síndrome de Conn) suelen ser de pequeño ejemplos de hiperaldosteronismo secundario: situaciones en las cuales dis-
tamaño(< 2 cm). minuye el volumen efectivo circulante: insuficiencia cardiaca, hepatopatías
con ascitis, síndrome nefrótico y tumores productores de renina. El HAS se
caracteriza por alcalosis hipopotasémica, aumento de la ARP de moderada
a grave y aumento moderado de aldosterona. El diagnóstico diferencial
con el HAP se puede realizar determinando los niveles de renina.
Tratamiento
4.4. Hipoaldosteronismo
Introducción y etiología
Los pacientes con hipoaldosteronismo se caracterizan por hiperpotase-
mia que suele empeorar en las situaciones de restricción salina, ya que
son incapaces de aumentar la secreción de aldosterona.
La administración prolongada de
heparina (suprime la secreción de
No funcionante Funcionante - Tratam iento según etio logía
renina).
t No-(
-
En pacientes críticamente enfer-
:2: 4 c m -
mos, puede aparecer el síndrome
de hipoa ldosteron ismo hiperre- < 4cm- Imagen sospechosa
ninémico (estos pacientes tienen t
una tasa de morta lidad más ele- sr
vada). No Sí
t
Hipoaldosteronismo
hiporreninémico
(acidosis tubular
TC-PAAF TC en 6-1 2 meses
Estudio funcional anual
(4 años)
J
TC en 3 meses
El exceso de andrógenos produce hirsutismo (aparición de pe lo term inal El hiperandrogeni smo de origen suprarrenal debe diferenciarse de otras
en la mujer en zonas dependientes de andrógenos), que debe diferen- causas de hirsutismo: idiopático, ovárico y iatrógeno (Tabla 42). En los
ciarse de la hipertricosis (aumento de la cantidad de vell o en zonas nor- dos primeros casos existe hirsutismo, pero no suelen aparecen datos de
males en la mujer). Se cuantifica clínicamente por la esca la de Ferriman- virilización. Una vez descartados los fá rm acos (sobre todo, esteroides,
Gallwey, que evalúa nueve zonas asignando puntos de 0-4, según su andrógenos, minoxidil, fenotiacinas, difenilhidantoína), el diagnóstico se
gravedad. Se considera hirsutismo cuando la puntuación total es superior debe establecer entre la producción excesiva de andrógenos por la glán-
a 7 (Figura 65). dula suprarrena l y el ovario.
3 4 4
~J ~
4
Jl1 t 1l 4
r•\
1 2 3 4
Figura 65, Esca la de valorac ión del hirsutismo: Ferrim an-Gal lwey mod ificada
(+1 (¡ ¡ ( 4
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Tumor Tumor
Cushing ldiopático
ovárico suprarrenal
N N,t tt N,t N
Sudoración
profusa
Dolor abdomin al
Náu seas, vómitos
Intolerancia
glucíd ica
Herencia AD AD AD AD AD AD
50% de los casos en menores de 30 años. El feocromocitoma se asocia a horas o plasma (Figura 68) . La precis ión diagnóstica m ej ora cuando
hiperparatiroidismo en el síndrome NEM t ipo 2A y a carcinoma medu lar se utiliza n dos de las t res det erm inacio nes, en concreto las m etanefri-
de t iroides en los NEM 2A y 2B. La asociación de feocromoc itoma con nas y cateco laminas, au nqu e si lo q ue se quiere es una p ru eba selec-
la neurofibromatosis o enfermedad de Von Reckli nghausen es conoc ida, tiva de cr ibado, con la determinación de catecola m inas en orina es
pero poco frecuente. Se debe sospechar la existencia de d icho tumor sufi cie nte. La det erminació n de meta nefri nas p las m áti cas se prefiere
an te la presencia de "manchas café co n leche'; y anoma lías vertebrales, para pacientes con una p robabilidad preprueb a elevada (síndromes
si se asocian a HTA. En la enfermedad de Von Hippel-Lindau la incidencia hereditarios), puesto que posee una elevada sensibilidad aunque me-
de feocromocitoma se eleva hasta el1 0-25%. El tipo de herencia de estos nor especificidad .
síndromes es autosóm ica domina nte.
Si el feocromocitoma es capaz de se-
cretar ACTH de fo rm a ectópica, puede Catecolaminas y/o metanefrinas en orina de 24 horas"'
asociarse a un síndrome de Cushing.
Se recuerda la frecuente asociación
co n co lelitiasis. Siempre que existan
antecedent es fami liares de feocro-
mocitoma o síndromes asociados, o
'H"'f"i*
Recogida de muestras en varios días
Recogida durante síntomas
- t
TC o RM abdom inal
Combinación de determinaciones (plasma/o rina)
el paciente con feocromocitoma pre- · Valorar otras causas de los paroxismos o HTA
sente otros tumores o lesiones asocia-
das con estos sín drom es, en pacien tes
menores de 20 años, en aquellos co n
paragangliomas de cabeza y cuello
y en feocro mo ntomas bilatera les se
Gammagrafía MIBG
OctreoScan
PET
1
...-------.
Bloqueo a
J
~ Fenoxibenzaminat2l
debe rea lizar estud io genético. (fentolamina si crisis)
Bloqueo~
Siempre que se esté (si taquicardia o arritmias y tra s bloqueo a completo)
ante patologías que 1•~::s~
puedan asociar un
feocromocitoma
No posibilidad de resección curativa: Posibilidad de resección curativa :
(por ej., carcinoma
Metirosina Rep leción de volumen con sa lino día previo a intervención
medular de tiroi- MIBG · Abordaje laparoscópico en < 8 cm
des), se debe des- Qu im ioterapia Si HTA durante intervención: fentolamina y/o nitroprusiato i.v.
cartar la presencia Cirugía pa liativa con resección Si arritmias: ~-bloqueantes o lidocaína
de este antes de to- de feocromocitoma primario y metástasis Si hipotensión tras resección: volumen ±a minas vasoactivas
mar ninguna actitud
terapéutica o diag- (1) Las metanefrinas plasmáticas son de elección en pacientes con alta probabilidad de tener un
nóstica invas iva. feocromocitoma (probabilidad pretest elevada) como en síndromes fami liares o pruebas de imagen muy
sugestivas, al ser más sensibles aunque menos específicas
(2) El bloqueo a tambié n se puede realizar con bloqueadores selectivos (doxazosina, prazosina, terazosina).
Diagnóstico Los antagonistas del ca lcio se pueden emplear como tratamiento adyuvante si no se puede incrementa r
bloqueo a por efectos secundarios y persiste HTA o como tratamiento único fundamenta lmente en pacientes
Ca tecolaminas libres y/o sus meta- normotensos con paroxismos aislados. Algunos grupos emplean metirosina en la preparación prequ irúrgica
bolitas (meta nefrin as) en orina de 24 Figura 68. Diagnóstico y tratam iento del feoc romocitoma
Los paroxismos hipertensivos suelen controlarse con fento lamina o ni- TA, puede utilizarse la metirosina (bloqueante de la tirosina hidroxilasa,
troprusiato intravenosos. Cuando aparece taquicardia o ritmo ectópico la enzima limitante para la síntesis de las catecolaminas). La radiote-
ventricu lar, se utilizan los ~-bloqueadores como el propranolol o esmolol, rapia t iene un valor limitado. La administración de quimioterapia con
y la lidocaína. La cirugía laparoscópica es actualmente el procedimiento el empleo de ciclofosfam ida, vincristina y dacarbazina se ha mostrado
de elección en feocromoc itomas menores de 8 cm. de uti lidad. La administración de MIBG se puede uti lizar si la captación
tumoral es positiva, en dosis repetidas. Se recomienda la resección del
Si se diagnostica un feocromocitoma durante el embarazo, cuando ocurre máximo tejido tumoral posible con el objeto de mejorar el control de la
durante el primer y segundo trimestre, es necesario tratar a la paciente con sintomatología aunque no existen datos sobre la influencia en términos
fenoxibenzamina y exti rpar el tumor una vez loca lizado (no hace fa lta esperar de supervivencia.
al término de la gestación). Si el diagnóstico es durante el tercer trimestre,
se efectuará un tratamiento con bloqueadores ad renérgicos y se rea lizará La supervivencia a los cinco años, tras la cirugía, es del 95% en benignos y
cesárea, extirpándose inmediatamente el tumor durante el mismo acto qui- < 50% en ma lignos. La rec idiva ocurre en el 10%. La extirpación completa
rúrgico. El parto espontáneo y vaginal puede ser fata l para la madre y el hijo. cura la hipertensión en el 75% de los casos; en el resto, tras la cirugía, la
HTA recidiva, pero se contro la adecuadamente con tratamientos conven-
Cuando el feoc romocitoma es maligno e irresecable, se realiza tratam ien- ciona les (presentan HTA esencial o daño vascular residual secundario al
to méd ico con bloqueadores a. Si estos no son capaces de controlar la exceso de catecolam inas).
" Ante la sospecha de hipercortisolismo clínico (obesidad, estrías " La HTA es la man ifestac ión más frecuente del feocromocitoma,
abdom inales, fragi lidad capilar, HTA, intolerancia a los hid ratos de siendo las crisis hipertensivas acompañadas de cefalea pulsátil,
carbono) primero se debe confirmar bioquímicamente el diag- sudoración y palpitaciones la clínica típica. Otras man ifestaciones
nóstico con dos pruebas bioq uím icas de primera línea (cortisol son la HTA desencadenada tras la toma de ~ - bloqueadores, la hi-
urinario, supresión con dosis bajas de dexametasona [prueba de potensión ortostática y la miocardiopatía dilatada idiopática.
Nugent o Liddle] o cortisol sal ival nocturno). Si los resultados son
discordantes o no definitivos, se utilizará un test de segunda línea " El diagnóstico bioquímico del feocromocitoma se establece con
(cortisol sérico nocturno o test de Liddle + CRH). la determinación de catecolam inas y/o metanefrinas en orina o
plasma, y tras ello, se realiza el diagnóstico de localización con
" La ca usa más frecuente de síndrome de Cushing es la adminis- TC abdominal/suprarrenal y con MIBG, en casos especia les.
tración exógena de esteroides, que cursa con clínica de Cushing,
pero con ACTH, CLU y cortisol suprimidos basalmente. La causa " El tratamiento de elección del feocromocitoma es qu irúrgico,
más frecuente de síndrome de Cushing endógeno es la causa- pero se precisa preparación preoperatoria con fenoxibenzami-
da por un tumor hipofisario productor de ACTH (habitualmente da durante 10-14 días (para evitar crisis hipertensivas en la ci-
microadenoma) y se denomina enfermedad de Cush ing, siendo rugía), ~-bloqueadores (sólo si aparece taquicardia o arritmias)
más frecuente en mujeres en edad fértil. tras el bloqueo a con fenoxibenzamina, dieta con sa l y aporte
de solución salina previo a la intervención.
" La presencia de ACTH suprimida en un paciente con síndrome
de Cushing endógeno debe sugerir una causa suprarrenal (tu- " Ante un incidentaloma suprarrenal, la BAAF no permite diferen-
mor o hiperplasia) y se debe rea lizar TC abdominal/suprarrenal. ciar la enfermedad primaria benigna de la maligna.
" La supresión de l cortisol cuando se utilizan dosis altas de DXT " La actitud final ante un incidentaloma suprarrenal;:: 4 cm debe
(2 mg de DXT/6 horas durante 48 horas) debe sugerir una cau- ser la cirugía debido al riesgo de malignidad derivado del ta-
sa hipofisaria y se debe realizar una RM hipotálamo-hipofisaria. maño.
En caso de no localizar el adenoma hipofisario con esta técnica,
estaría indicada la realización de un cateterismo de los senos " La presencia de HTA e hipokalemia debe hacer sospechar un
petrosos que orientará a una causa hipofisaria o ectópica. hiperaldosteronismo primario que cursará con aldosterona ele-
vada y renina baja (prueba de despistaje de elección: cociente
" Tumores agresivos que producen ACTH ectópica (por ejemplo, el aldosterona/renina > 30). El diagnóstico se debe confirmar con
cáncer microcítico de pu lmón) pueden no mostrar los síntomas y una sobrecarga con solución salina que en estos pacientes no
signos típicos del síndrome de Cushing, siendo en estos casos las suprime la secreción de aldosterona. Otras pruebas equiva len-
manifestaciones cardinales hiperglucemia, alcalosis metabólica, tes son la prueba de captopril, la sobrecarga oral de sodio y la
hipokalemia, miopatía proximal e hiperpigmentación. prueba de supresión con fludrocort isona.
" Características comunes de la insufici encia suprarrena l primaria y " La hiperp lasia suprarrenal congénita se debe a una alteración
centra l son astenia, anorexia, malestar general, artrom ialgias, altera- de la esteroidogénesis suprarrenal, siendo la alteración más fre-
ciones psiquiátricas e hiponatremia. Diferencias clínicas que orien- cuente el déficit de 21-hidroxilasa.
tan hacia una forma central son ausencia de hiperpigmentación e
hiperpotasemia. Las formas centrales no presentan tampoco des- " El déficit de 21-hidroxilasa se manifiesta en mujeres adultas con
hidratación y las manifestaciones gastrointestinales son menos fre- hirsutismo y alteraciones mestrua les, y en el recién nacido, con
cuentes. La hipoglucemia es más frecuente en las formas centrales. ambigüedad genital y/o síndrome pierde-sal (hipotensión ar-
terial, deshidratación, hiponatremia, hiperpotasemia, acidosis
" La prueba de estimulación con 250 1-1g de ACTH es la prueba de metabólica) y su diagnóstico se establece determinando la con-
referencia en la sospecha de insuficiencia suprarrenal primaria. centración de 17-hidroxiprogesterona en suero.
RC: 1
Diabetes mellitus
La diabetes m el lit us (DM) es un conj unto hete rogéneo de síndromes 5.2. DiagnóstiCO
de etiopatogenia mu lt ifactor ial. El nexo común es el t rastorno meta-
bólico, fundamentalmente la hiperglucemia crónica, aunque también
las alteraciones en el metabolismo lipídico y proteico. Los criterios diagnósticos de DM empleados en la actualidad son los de la
Organ ización Mund ial de la Sa lud y Federació n Int ernacional de Diabetes
Dichas alte raciones son debi das a un déficit relativo o absoluto de in- (OMS-FID últ imo documento ofi cial de 2006, au nq ue existe una modifi-
su lina, j unto con alteracio nes en su mecan ism o de acció n fundamen- cación provisiona l del año 201 O) y de la Asoc iación de Dia betología Ame-
ta lmente en el caso de la DM t ipo 2. Es caract erístico el desarro llo de ricana (ADA 20 1O) (véase la Tabla 48 en la pág in a si g ui ente) .
complicacio nes crónicas, m acrovascu lares y m icrovasc ulares a largo
plazo.
Si el paciente debuta con cetoacidos is d iabética o
descompensación hi perglucémi ca hi perosmo lar, el
diagnóstico es cierto y no prec isa confirm ación ana-
5.1. Epidemiología lítica posteri o r.
La DM es la enfermedad endocrina más frecue nte y una de las principa- Se establecen, asim ismo, dos nuevas cat egorías d iagnóst icas:
les causas de mortal idad y morbil idad en la sociedad contemporánea . La Into lerancia a hid ratos de carbono, cuando la g lucem ia plasmática, a
verdadera prevale ncia de DM es difícil de estimar. las 2 horas de la curva de tolerancia a la g lucosa oral (CTGO) con 75
g es;;:: 140 y< 200 mg/d l.
La forma más frecuent e de DM es la t ipo 2, que representa ap roxi m ada- Glucosa alterada en ayunas, si la g lucem ia p las mática en ayu nas es;;::
mente el 80-90% del total de casos. Un 5- 10% se corresponde con los 100 y< 126 mg/dlsegún ADA y;;:: 11Oy< 126 mg/dlsegún OMS-FID.
casos de DM tipo 1, y el rest o est á representado por otras causas (véase
la Tabla 47 en la página sigu iente). La ADA considera estas categorías d iagnósticas, junto con la presencia de
una HbA 1e entre 5,7 y 6,4%, como "pred iabetes': y constituyen un factor
Su prevalencia está aumentando de forma ráp ida, en parte debido a los de riesgo para el desarrollo posterior de diabetes y enfermedad cardio-
cambios en los hábitos de vida y a la mayor esperanza de vida de la po- vascular (Fig ura 70).
blación. Se ca lcula que la incidencia mund ial de diabetes se doblará en el
año 2030 respecto a la del año 2000. La ADA recomienda tanto la gl ucemia plasmática en ayunas, la CTGO o la
HbA 1e como pruebas de cri bado para pacientes asintomáticos en la po-
Hay que destaca r que aproximadamente el 50% de los individuos con blación genera l, y la OMS-FID recom ienda la CTGO. La ADA también reco-
DM t ipo 2 no han sido d iagnosticados, debido al carácter silente de la m ienda la CTGO para aquellos pacientes con g lucosa alterada en ayunas
enfermedad, y en torno al 20% de los pacientes que se diagnostican de de forma repetida con el objetivo de estratifica r correctamente su riesgo
DM tipo 2 presentan datos de comp licaciones crónicas en el momento cardiovascu lar y de progresión a DM. Por ot ro lado, el uso de la HbA 1e se
del diagnóstico. recom ienda en este momento para el diagnósti co de la diabetes por par-
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
A. Mediada inmunológicamente
B. ldiopática
te de la OMS-FID (Septiembre 201 O), siempre y cuando se garantice una inicia les (proximidad de los valores de glucemia a los niveles diagnós-
técnica de determinación de calidad, la suj ección a estándares de refe- ticos) o riesgo basal de DM (por ej., pred iabetes, pacientes en los que
rencia internaciona les y no exista enferm edad de base que pueda alterar se recomienda cribado de DM anual).
su determinación; la ADA recientemente también ha incluido un nivel de
HbA 1e ~ 6,5% dentro de los criterios d iagnósticos de DM.
5.3. Clasificación
Se debe realizar el cribado de DM tipo 2 cada tres años en personas
asintomáticas de ~ 45 años, e indepe nd ientemente de la edad en
caso de pacientes con sobrepeso u obes idad (IMC ~ 25 kg/m 2) y al- El comité de expertos de la ADA establece la sigu iente clasificac ión etio-
gún otro factor de riesgo para el desarrollo de DM tipo 2 de los que lógica de la DM (véase la Tabla 47) . Las dos principales categorías de esta
aparecen en la Tabla 48. Si los resultados de la pru eba de tamizaje en clasificación son:
prime r y quinto orden son normales, se deben repetir cada tres años, DM tipo l. Constituye el 5-10% del total y aparece como resul-
cons iderando un cribado más frecuente en func ión de los resultados tado del déficit (habitualmente abso luto) en la secreción de in-
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición J 05
Glucemia en ayunas las siguientes características: edad
< SO años, sintomatología cardinal,
~Juc C:.•iodoDM IMC < 2S kg/m 2, e historia personal
Hipoglucemia Normal
l____:u~as 1 C•":'io do DM o familiar de enfermedades autoin-
munitarias.
70 100 126 200
Hipoglucemia Normal
[
Intolerancia a
dratos de carbono
r
L :.o de DM
para evitar el desarrollo de una ce-
toacidosis. Sin embargo, el uso de
este término ya no se emplea para
70 140 200 d iferenciar a los pacientes con dia-
betes tipo 1 y tipo 2, ya que los pa-
Figura 70. Niveles normales y patológicos de glucemia cientes con diabetes tipo 2 pueden
requerir insulina en su evolución
sul ina debido a la destrucción de las células b del páncreas, que para conseguir un adecuado control glucémico y, por otra parte, el
se puede demostrar al objetivar niveles muy bajos de péptido C desarrollo de cetoacidosis no es exclusivo de los pacientes con diabe-
tras el estímulo con glucagon. Estos pacientes precisan la admi- tes tipo l.
nistración de insulina para prevenir la aparición de cetoacidosis.
Se subdivide a su vez en el tipo 1A con autoinmunidad positiva y Defectos genéticos de la célula (3
la 1B o idiopática .
DM tipo 2. Constituye el 80-90% del total y aparece en sujetos que La DM inicialmente conocida como tipo MODY (Matu rity Onset Diabe-
presentan resistencia a la insulina y un déficit relativo (más que ab- tes of the Young) es una forma de diabetes secundaria a la mutación de
soluto) de insulina. Los diabéticos tipo 2 no precisan la administra- genes que intervienen en la secreción de insu lina por la célula by que
ción de insulina pa ra prevenir la aparición de cetosis, si bien pueden ocasionan, por ello, una dism inución en su secreción, estimándose que
llegar a necesitarla en algún momento de su vida para controlar la constituye un So/o de los pacientes d iagnosticados de DM tipo 2. Su pre-
glucemia. sentación clínica es heterogénea aunque generalmente se caracteriza
por un debut de diabetes en edades precoces, habitualmente antes de
los 2S años, en sujetos no obesos, con una hiperglucemia leve y sin ten-
l . Edad <: 45 años dencia a la cetosis, puesto que los pacientes mantienen una cierta reser-
2. Independientemente de la edad en sujetos con IMC <: 2S kg/m 2 va de insulina. Su herencia es autosómica dom inante.
y algún factor de riesgo adicional:
Sedentarismo Actualmente, su clasificación se realiza en func ión del defecto genético
Antecedentes familiares de 1.0 grado de diabetes etiológ ico, habiéndose identificado hasta el momento seis tipos causa-
Grupo étnico de alto riesgo (afroamericanos, hispanoamericanos, dos por la mutación en seis genes diferentes (véase la Tabla 50 en la
nativos americanos, asiáticos americanos y nativos de las islas página siguiete). Los dos tipos más frecuentes de MODY son el t ipo 2
del Pacífico) (debido a mutaciones en el gen de la glucocinasa) y el tipo 3 (debido a
Personas diagnosticadas previamente de intolerancia a hidratos mutaciones en el gen del factor nuclear hepático 1-a), variando su por-
de carbono o glucosa alterada en ayunas o HbA 1e <: S,?%
centaje en función de la edad de los pacientes estudiados (MODY 2 es
Historia personal de diabetes gestacional o fetos macrosómicos más frecuente en edad ped iátrica y MODY 3 en adultos).
Hipertensión arterial
Aumento de triglicéridos o disminución de HDL Defectos en ADN mitocondrial
Mujeres con síndrome de ovario poliquístico
Condiciones clínicas asociadas con resistencia a la insulina DM de herencia materna que cu rsa con sordera neurosensorial en los
(por ej., obesidad grave o acantosis nigricans)
y defectos en la secreción de in su lina, de comienzo a partir
afectados
Antecedentes personales de enfermedad cardiovascular de la 3•-4.• década de la vida. Alto riesgo de acidosis láctica asociada a
Tabla 49. Indicaciones de tamizaje de diabetes mellitus en pacientes tratamiento con metformina.
adultos asintomáticos (ADA, 20 1O)
Defectos genéticos en la acción
En ocasiones, la distinción entre DM tipo 1 y 2 no es clara en función de
de la insulina
las características clínicas del paciente, recomendándose en estas situa-
ciones la determinación de autoanticuerpos, fundamentalmente antide-
carboxilasa del ácido glutámico (anti-GAD). Son mutaciones en el gen que codifica el receptor de la insulina que pue-
den producir síndromes insulinorresistentes. En este grupo se incluyen:
Entre los adultos que aparentemente padece n una DM tipo 2, espe- El leprechaunismo, forma más extrema de resistencia a la insulina,
cialmente en aquellos pacientes no obesos y con pobre respuesta a que asocia retraso del crecim iento intrauterino y posnatal, acantosis
dieta y antidiabéticos orales, se estima que aproximadamente un 7,S- nigricans, facies de anciano, distensión abdominal, lipodistrofia, ma-
10o/o rea lmente presentan una DM tipo 1 o DM tipo LADA (Latent Au- crogenitosomía y ovarios poliquísticos en las niñas.
toimmune Diabetes in Adults). Por el lo, algunos autores recomiendan El síndrome de Rabson-Mendenhall, que asocia hiperglucemia
la determinación de autoanticuerpos en diabéticos con dos o más de persistente y cetoacidosis refractaria al tratamiento con insulina, al-
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
MODY3 FHN -1-a/12 Mutación más frecuente el lo hiperglucemia, o pueden estimu lar el receptor al unirse a él, dando
(65%) lugar a hipoglucem ias. Estos pacientes pueden padecer otras enferme-
DM en adultos jóvenes dades autoinmunitarias, y su tratamiento se basa en el uso de glucocorti-
Glucosuria previa a la co ides, inmunosupresores y/o plasmaféresis.
apariciónde DM tras CTGO
(prueba de despistaje) Los sínd romes de resistenc ia insu línica grave son aquellos en los que se pre-
Cursa con incremento cisan cantidades muy elevadas de insulina para el control metabólico. Arbi-
de la sensibi lidad insulínica trariamente, se define la res istencia insu línica como la necesidad de más de
(proclivesa hipoglucemia
200 Ul al día o de más de 1,S Ul/kg/día . La obesidad mórbida y los cuadros
con sulfonilureas)
previamente descritos de defectos genéticos del receptor de insulina y las
MODY4 FPI-1/13 DM
formas poco comunes de diabetes med iada inmunológicamente pueden
Agenesia pancreática
asociar resistencia insu línica grave. En la mayoría, se asocia a acantosis nigri-
en homocigotos
cans (hay que recorda r que esta también puede asociarse a tumores, pero
MODYS FHN- 1-W17 Atrofia pancreática NO en estos casos de asociación a resistencia insulínica) (Figura 71). La re-
Quistes renales sistencia insulínica por autoanticuerpos frente a insul ina exógena es poco
·I nsuficiencia renal importante en los pacientes en tratamiento con insulina recombinante
lentamente progresiva
humana o aná logos de insul ina, pues aunque hay anticuerpos antiinsulina
Hipomagnesia
en la mayoría de los pacientes tras 60 días de tratamiento, la aparición de
Hipertransaminasemia resistencia insulínica significativa ocurre en menos de un O, 1% de los casos.
Anoma lías genitales
Asociada con la nefropatía
hiperuricém ica juvenil familiar
Tratami ento insul ínico
Cualq uier proceso que afecte de manera d ifusa al páncreas puede provo-
car diabetes. En el caso del cáncer de páncreas, puede aparecer diabetes
a pesar de que la afectación no sea extensa. Figura 71. Acantosis nigricans axilar asociada a diabetes mellitus
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
La res istencia insul íni ca grave se define arb itra ri a-
Alteraciones de inmunidad celular. Los li nfocitos T citotóxicos ac-
mente por la necesidad de más de 200 Ul de insulina tivados y los macrófagos infi ltran los islotes pancreáticos, producien-
al día para poder co ntrola r la glucemia. do una "insulitis': Esto concuerda con la infiltración linfocitaria que
aparece en otras enfermedades autoinmun itarias.
Alteraciones de inmunidad humoral. Existen d istintos anticuer-
pos que se emplean como marcadores de la d iabetes mell itus tipo 1
5.4. Patogenia (Tabla 51). La determ inación de autoanticuerpos en plasma permite
identificar a los individuos con riesgo de DM tipo 1 entre los familiares
de los pacientes, y también en la población general, pero en la ac-
Patogenia de la diabetes mellitus tipo 1 tualidad, su determinación en personas sin diabetes queda limitada
a la investigación, dado que no existe ningún t ratam iento eficaz pa ra
La secuencia patogénica actualmente más admitida para el desarrollo preven ir el desarrollo de la enfermedad. El hecho de que no haya ex-
de DM tipo 1A sería la siguiente: predisposición genética más agresión presión de ningún autoanticuerpo no excluye el desarrollo de DM, ya
ambiental que implica una destrucción de las células b por mecanismo que los anticuerpos pueden apa recen más tardíamente.
autoinmunitario, que conduce a la aparición de DM. Los individuos con
diabetes mellitus tipo 1B carecen de marcadores inmunológicos que in-
diquen la presencia de un proceso destructivo autoinmunitario de las cé- Nomenclatura Antígeno Características
lulas b. Sin embargo, desarrollan deficiencia de insulina y son propen sos ICA Islotes Presentes en el 85%
a la cetosis. La mayoría de estos pacientes son de ascendencia afroame- pancreáticos de los pacientes al diagnóstico
ricana o asiática.
lA A Insu lina Aparición muy te mprana
y proinsulina
Factores genéticos
Anti-GAD Decarboxilasa Presentes en el 70%
del ácido de los casos al diagnóstico
El mecanismo hereditario de la DM tipo 1 no es bien conocido. El lugar ge-
glutámico Los más utilizados en el
nético asociado con mayor susceptibilidad para el desarrollo de DM tipo 1
momento actual en la clín ica
es ellocus de histocompatibi lidad HLA del cromosoma 6, aunque tamb ién
Anti-IA2 Proteína Proteína neuroendocrina
se ha descrito relación con ciertos polimorfismos en la región promotora
asociada con actividad tirosina
del gen de la insu lina y del gen que codifica para la tirosina fosfatasa espe- al insulinoma fosfatasas
cífica del linfocito (PTPN22). Más del90o/o de diabéticos tipo 1A porta el ha- tipo 2 Presentes en el 60%
plotipo HLA DR3-DQ2 o el HLA DR4-DQ8, o ambos (heterocigotos DR3/4). de los casos en el momento
También existen genes que confieren protección contra el desarrollo de la del diagnóstico
enfermedad, como los haplotipos DRB1*0402, DRB 1*0403 o DQB1*0602. De aparición más ta rdía
Por otra parte, la DM tipo 1 es una enfermedad, con impronta sexual, lo que que los antiGAD o IAA
quiere decir que el riesgo de transmit ir la d iabetes a la descendencia es Anti-ZnT8 Cana l de zinc Presentes en el 60-80% de
cinco veces mayor si es el pad re el que padece d iabetes. Este mayor riesgo los casos en el momento del
ligado a la patern idad pa rece estar restring ido a los padres port adores del diagnóstico
HLA DR4. En los famil iares de primer grado de d iabéticos t ipo 1, la proba- Aproximadamente un 70% de los DM tipo 1 presenta positividad para tres
bilidad de desarrollar la enfermedad es del 5-1 O o/o, pero se debe tener en o cuatro de estos marcadores, y menos de un 1Oo/o sólo para uno
cuenta que no desa rro llarán diabetes la mayoría de los ind ividuos con los Tabla 51 . Autoanticuerpos en la diabetes mellitus tipo 1
haplotipos de riesgo y que cas i todas las personas con d iabetes tipo 1A
carecen de antecedentes fam iliares de esta enfermedad. Patogenia de la diabetes mellitus tipo 2
Factores ambientales La patogen ia de la DM t ipo 2 es comp leja puesto que d iferentes grados
de déficit re lativo en la secreción insul ínica y res istencia a la insulina, pro-
La tasa de concordancia de DM t ipo 1 en gemelos monocigóticos osci la vocados por factores genéti cos y ambie ntales, contri buyen de diferente
entre el 30 y 70%, lo que apunta a que existen otros factores implicados, forma en la aparición de la enfe rmedad entre los d isti ntos ind ividuos.
ya que si la enfermedad fuera pu ramente genética, la tasa de concordan-
cia debería ser aproximadamente del1 00o/o. Se han señalado numerosos Factores genéticos
factores ambienta les que desencadenarían el proceso autoinmunitario
en sujetos genéticamente pred ispuestos: infecciones víricas, exposición La DM tipo 2 se trata de una enfermedad de herencia co m pleja en la que
temprana a la seroa lbúmina o/y caseína de la leche de vaca, introducción se establece una re lación entre factores de riesgo poligénicos no clara -
en la dieta de cereales antes del 3.er mes de vida o después del 7° mes, mente establecidos en genes relacionados con el desa rrollo y función
baja ingesta de vitamina O o ácidos omega-3, o la exposición a nitratos de la célula b, y liberación y acción de la insulina, junto con mecan ismos
contenidos en el agua . Sin embargo, hasta el momento no se ha podido ambientales. No obstante, la influencia genética es aún más importan-
relacionar de manera conc luyente con ninguno de ellos. te que en la DM tipo 1, como deriva del hecho que aproximadamente
un 40% de los pacientes tenga un progeni tor con la enfermedad, que la
Activación de la inmunidad concordancia entre gemelos homocigotos ronde aproximadamente el
90% o que el riesgo de un familiar de un diabético tipo 2 de presentar
En la destrucción inmunitaria de las células b, intervienen probablemente la enfermedad sea de cinco a diez veces superior que el de personas sin
tanto la inmunidad humoral como la celula r: antecedentes familiares de DM t ipo 2.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
en la patogen ia de la diabetes no se ha est ablecido, aunque en algunos Edad < 40 años (típicamente > 40 años
animales induce res istencia in sulíni ca y su acú mulo puede fac ilitar el fra- niños o adolescentes)
caso tardío en la producción de insu lina. Otros factores implicados son un Morfotipo Normopeso o bajo peso Sobrepeso u obesidad
agot am iento de la capac idad de la cé lula b por la propia g lucotoxicidad, Inicio Brusco, incluso Insidioso, incluso
defectos primarios en el metabo li sm o mitocondria l no oxidativo de los con cetoacidosis hallazgo asintomático
ácidos grasos, alterac iones en el procesam iento de la insulina o sustan- Tratamiento Siempre insulina Dieta, antidiabéticos
cias proinflamatorias liberadas desde el tej ido ad iposo. orales o insulina
Tendencia Sí No
a la cetosis
S.S. Manifestaciones clínicas Herencia Predisposición HLA, 60o/o Concordancia > 90o/o
de gemelos idénticos de gemelos idénticos
Autoinmunidad Sí No
DM tipo 1 contra la cé lula ~
lnsulinorresistencia No Sí
Suele comenza r antes de los 30 años. El inicio de los síntomas suele ser brus-
co, con síntomas ca rd inales atribuibl es a la hiperglu ce mia de días o serna- Tabla 52. Diferencias entre d iabetes mel litu s t ipo 1 y 2
nas de evolución, ta les como pol iuria, polidi psia, polifagia, asten ia y pérdida
de peso. En niños, la diabetes puede manifestarse como enuresis secunda-
ria. Frecuentemente, la enfermedad puede debutar como una cetoacidosis S.6. Complicaciones metabólicas
diabética. Los pacientes con DM t ipo 1 suelen ser delgados o tener un peso
normal, pero debemos tener en cuenta que ni la edad superior a los 30
agudas
años ni la presencia de obesidad excl uyen la posibilidad de presentar diabe-
tes tipo l. El tratamiento con insul ina es necesario desde el diagnóstico de Junto con la hipoglucemia, la cetoacidosis diabética y la descompensa-
la enfermedad. Tras el inicio de la insulinoterapia, existe con frecuencia un ción hiperosmolar son las principales complicac iones agudas de la diabe-
periodo de remisión pa rcial llamado "luna de miel'; que puede du rar desde tes. La cetoacidosis d iabética suele ser una compl icación de la DM tipo 1,
pocos meses hasta incluso dos años. Durante este periodo, las necesidades aunque puede da rse en un porcentaje bajo de d iabéticos tipo 2 que pre-
de insu lina son bajas y el control meta bólico es fácil de consegu ir. sentan res istencia g rave a la acció n de la insulina o situaciones de estrés
que incrementan los requerimientos insulínicos. La descompensación hi-
DM tipo 2 perosmolar, que puede llega r al coma hiperosmolar, es una comp licación
caracte rística de la DM t ipo 2, aunque puede aparecer en d iabéticos tipo
Suele comenza r en edades intermed ias o avanzadas de la vida . La clínica 1 q ue se ponen insulina suficient e para evitar la cetosis, pero no para
cardina l se presenta de forma insidiosa a lo largo de semanas o meses, evitar la hiperglucemia.
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
La cetoacidosis diabética es una descompensación tasio que existe en el organismo. También hay una reducción de fósforo y
metabólica aguda típica aunque no excl usiva de la de magnesio. El sodio tiene tendencia a disminuir, pues si la hiperglucemia
DM tipo 1, mientras que la descompensación hiper- es importante, produce una reducción de la natremia por desplazamiento
glucém ica hiperosmo lar es típ ica de la DM tipo 2,
del agua intracelu la r hacia el plasma (es una hiponatrem ia con osmolari-
aunque tampoco exc lusiva.
dad plasmática elevada). Si existe hipertrigliceridemia, que es frecuente en
la CAD, puede producirse también una pseudoh iponatremia.
Cetoacidosis diabética (CAD)
En ocasiones, la concentración de am il asa y lipasa se encuentra ele-
Definición vada sin que exista pancreatitis, por lo que, en caso de dudas diag-
nósticas, hay que gu iarse por las pruebas de imagen abdominal (TC).
La CAD viene definida bioqu ímicamente por una glucemia mayor de 250 También se elevan las transam inasas y la CPK. Es característica la exis-
mg/ dl, cuerpos cetónicos positivos en orina o suero, acidosis metabólica tencia de leucocitosis intensa con desviación izquierda debida a la hi-
(pH ::;; 7,30) con anión gap elevado (:<>: 1O) y disminución del bicarbonato percortisolemia y aumento de catecolam inas circulantes que no indica
plasmático (::;; 18 mEq/1). infección. No obstante, una leucocitosis > 25.000/ ¡.¡1 es sugestiva de
infección subyacente.
Mecanismo fisiopatológico
si se admin istra bolo inicial de O, 1 U/kg. Sin insuli na, la CAD no se En respuesta a la insulina, la glucosa debe disminui r a un ritmo de 50-75 mg/
revierte, y por ello hay que mantenerla i.v. hasta correg ir el cuadro, di/hora. En 4-6 horas deben mejorar el bicarbonato y el pH. Si no se ha obte-
y hasta al menos dos horas t ras in iciar insu li na subcutánea. De esta nido respuesta en 4-6 horas, o al menos un descenso de la glucemia plasmá-
manera, se asegura que la insu lina adm inistrada subcutá nea ya pre- tica de 50-70 mg/dl en la 1a hora de tratamiento, es posible que exista una
sente niveles adecuados en plasma. resistencia a la insuli na, que es una compl icación de la cetoacidosis diabética
y que requiere un aumento al doble del ritmo de infusión de insul ina.
~
El cri terio para la suspensión de la insul inoterapia i.v. La mortalidad global de la cetoacidosis diabética es inferior all %, pero puede
es la corrección de la acidosis y, hab itualmente, una ser > 5% en sujetos de edad avanzada o con enfermedades graves concomi-
vez corregida esta, se adm inistra insul ina subcutá nea :r' i
tantes, la mayoría de las ocasiones por el proceso desencadenante del episo-
manteniendo a la vez la perfusión intravenosa duran- Recuerda dio. Tampoco se debe olvidar que es la principal causa de muerte en niños y
te dos horas más para consegui r que la insulina sub-
adolescentes con DM tipo l . Las pri ncipales causas de muerte son el infarto
cutá nea alcance niveles adecuados en sangre.
agudo de miocardio y las infecciones, sobre todo, neumonía. En los niños,
una causa frecuente de muerte es el edema cerebral (mortalidad en torno
Hid ratación del paciente. Es necesa ri a la admini stración de líqui- al 20-40%), relacionado probablemente con la red ucción rápida de las cifras
dos por vía intravenosa. Inicialmente se uti liza n soluciones sa li nas de glucemia y el desequili brio osmótico entre cerebro y plasma (que puede
isotónicas a un ritmo de infusión va riable, seg ún el grado de deshi- producirse por la ad ministración excesiva de bicarbonato). El diagnóstico de
dratación del paciente. El défi cit de líq uidos suele ser de tres a seis esta entidad se hace porTe y el tratam iento consiste en la adm inistración de
litros. Cua ndo la glucemia disminuye por debajo de 200 mg/d l, pue- manito!, dexametasona e hiperventilación. Otras complicaciones agudas de
de comenza rse la administración de solución glucosada al 5%. De la cetoacidosis diabética son: dilatación gástrica aguda, trombosis vasculares,
este modo, se puede seg uir adm inistra ndo insulina hasta controlar síndrome de distrés respiratorio del adulto, mucorm icosis...
la cetosis, al t iempo que se protege al paciente de la hipog lucemia, y
un descenso demasiado rápido de la glucemia que puede provoca r Síndrome hiperglucémico hiperosmolar (SHH)
la aparición de edema cerebra l, aunque esta complicación es excep-
ciona l en pacientes mayores de 20 años. Definición
Potasio. Inicia lmente, el potasio plasmático puede estar elevado
como consecuencia de la acidosis, pese a que existe un déficit de El SHH viene definido bioq uímicamente por una glucem ia > 600 mg/ dl,
potasio corpora l total. Cuando el potasio es > 5,5-6 mEq/1en plasma, cuerpos cetón icos negativos o levemente positivos en orina o suero, pH
no es necesaria la adm inistración del ión hasta 3-4 horas después de arteria l > 7,30, osmola lidad sérica efectiva > 320 mOsm/ kg y bicarbonato
comenzar el tratamiento con tluidoterapia e insulina intravenosa, mo- plasmático(> 18 mEq/1).
mento en que el potasio com ienza a entrar en la célu la. Si la cifra de
potasio inicial es norma l, la perfusión intravenosa de potasio se debe Mecanismo fisiopatológico
in iciar rápidamente, pues las concentraciones plasmáticas descienden
rápidamente tras el tratam iento y pueden prod ucirse arritm ias ca rd ía- El mecanismo fisiopato lógico básico, al igual que en la CAD, es una respues-
cas por hi poka lemia. Concentraciones bajas de potasio (< 3,3 mEq/1) ta insuficiente de acción de la insulina, en este caso por resistencia insu líni-
obl igan a suspender la perfusión de insul ina hasta que se reponga n ca, que es incapaz de contrarresta r el aumento de hormonas contrarregu-
sus niveles. Es frecuente la depleción de fósforo en estos pacientes ladoras provocado por un factor estresante desencadenante. La principal
aunque presenta escasa repercusión clín ica y no se ha demostrado diferencia es que en el caso del SHH la secreción residual de insul ina es
beneficio de la suplementación de forma protocolizada. Ind icaciones capaz de mi nimizar o impedir la cetosis pero no impedir la hiperglucemia.
para la administración de fósforo serían la presencia de hipofosfate-
mia grave (< 1mEq/1), disfunción cardíaca o depresión respiratoria, y Factores desencadenant es
anemia hemolítica. En estos casos se puede administ rar junto con el
potasio en forma de fosfato potásico añadido a la flu idoterapia. La descompensación hi perosmolar aparece habitualmente en ancianos
Bicarbonato. No está indicado el trata miento sistemático con bicarbo- diabéticos qu e sufren un cuadro infeccioso (desenca denante en apro-
nato. Sólo se utiliza en casos de acidosis grave, con un pH inferi or a 6,9 o ximadamente el 60% de los casos), co mo una neumonía, infección gas-
bicarbonato< S mEq/1,hiperpotasemia grave con riesgo vital, depresión t rointestinal o de ori gen urológ ico. Otro 20-40% de los episodios de SHH
respiratoria o fallo cardíaco. El uso de bicarbonato tiene el inconveniente se relacionan con incumpli miento terapéutico o t ratam iento inadecuado.
teórico de reducir la cesión de oxígeno a los tejidos por desplazamiento Aproximadamente, un 20% de los sujetos que sufren un SHH no habían
de la curva de disociación de la oxihemoglobina secundario a la alcali- sido previamente diagnosticados de DM.
nización, e incrementar la acidosis intracerebral por un aumento de C01
secundario al cese de la hiperventilación, así como haberse asociado a Manifestaciones clínicas
la precipitación de edema cerebral, sobre todo, en niños.
La principa l ca racterística es una desh idratación profunda, causada por la
Evolución y pronóstico diuresis osmótica secundaria a una hiperg lucem ia manten ida cuando el
paciente no ingiere suficiente ca ntidad de líquido. Es habitual la alteración
El seguimiento analítico de la CAD se rea liza med iante las determinacio- del nivel de consciencia, desde estu por hasta coma (coma hiperosmolar)
nes seriadas de glucemia, pH, bicarbonato, anión gap e iones, y si está y pueden producirse ma nifestaciones neu rológ icas como convu lsiones o
disponible ~ -h i drox ibutirato sérico. La determinación seriada de cuerpos hem iplejía transitoria. Como consecuencia de la hiperosmolaridad plas-
cetónicos en orina no es útil, pues tarda horas o incluso días en desapa re- mática, pueden aparecer microtrombosis, así como coagulación vascular
cer, pese a la corrección de la acidosis. diseminada. Los datos epidem iológicos más recientes sitúan la mortali-
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
dad del cuadro entre un 5 a 20% de los casos, a lo que contribuyen los Debido al incremento del riesgo de episodios de trombosis venosa
procesos infecciosos subyacentes y el deterioro general del paciente. profunda asociado a la hiperosmolaridad y comorbilidad es de los
pacientes se suele recomendar la profila xis con heparinas de bajo
Datos de laboratorio peso molecular.
Junto con la hiperglucem ia grave e hiperosmolaridad plasmática puede Las diferencias en el tratamiento de la CAD y SHH se resumen en la Tabla 53.
existir acidosis metabólica leve, generalmente sin elevación de los cuer-
pos cetónicos. Esta acidosis suele deberse al aumento de ácido láctico Hipoglucemia
debido a una ma la perfus ión tis ular. Como co nsecuencia de la deshidra-
tación, se prod uce un deteri o ro de la fun ció n rena l de o rigen prerrena l La hipog lucem ia en la d iabet es mellitu s se defi ne b ioqu ímicamente
con elevación de la creatinina, la urea y el BUN. como la presencia de unos nive les de g lucemia plasmática < 70 mg/dl.
En individuos no diabéticos se considera hipoglucemia, cuando la gluco-
sa es < 55 mg/ d l.
Aunque no es hab itual, en la descompensació n hi- ~ ~-.._,
perglucémica hi perosmo lar pueden aparecer cuerpos _ ¡::.__:::::y La hipoglucemia es frecuente, sobre todo, en los pacientes con DM tipo
cetónicos levemente posit ivos debido al ayuno, y esto ~
1 cuando se rea liza un tratam iento intensivo (estos pacientes presentan
no debe confund irnos con la cetoacidosis d iabética Recuerda tres veces más hipoglucemias que los pacientes en tratamiento conven-
en la que son clarame nte positivos.
cional) para mantener los nive les glucémicos dentro de la normalidad.
Entre los factores desencadenantes más frecuentes se encuentran la
Tratamiento omisión o retraso de una com ida, el exceso de insulina o de hipogluce-
miantes ora les y el ejercicio intenso. Cuando existe insuficiencia renal, las
Medidas generales de soporte vital e identificación y manejo del proceso necesidades de insulina disminuyen, pues se alarga la vida media plasmá-
desencadenante: tica de la insulina, por lo que hay predisposición a la hipoglucemia si no
Hidratación del paciente. Es la medida más importante y más urgen- se disminuye la administración de insulina exógena. La existencia de una
te en el t ratamiento de la descompensación hiperosmola r aguda. El insuficiencia suprarrenal o un déficit de GH asociados a la DM pueden
déficit de líquidos es de aproximadamente 1Oa 12 litros. El tratam iento predisponer a la hipoglucemia (Tabla 54).
inicial se rea liza utilizando soluciones sa linas isotónicas como suero fi-
siológico. Cuando la cifra de glucemia baja a cifras alrededor de 250-
300 mg/dl, se puede uti liza r suero g lucosado al 5o/o o suero g lucosalino. Hipoglucemia grave: el paciente no es capaz de resolver por sí mismo
Insulina. Aunque el SHH puede llega r a solucio narse con la adminis- la hipog lucemia, necesitando la atención de otras personas
tración de líquidos exclusivamente, se recom ienda la utilización de Hipoglucemia moderada: el estado neurológ ico del paciente está
insulina intravenosa en perfusión continua con dosis habitualmen- alterado, pero este continua teniendo el grado de alerta suficiente para
tratar su hipoglucemia
te inferiores a las utilizadas en la CAD, con el objeto de disminuir la
hiperglucemia y la diuresis osmótica provocada por la misma que Hipoglucemia leve: no afecta al estado neurológico del paciente, y este
puede resolverla sin dificultad
dificulta la rehidratación del paciente.
Potasio. El déficit de potasio en el SHH es inferior al de la CAD. No Tabla 54. Gravedad de la hipogluce m ia
obstante, suele ser necesaria su administración más precoz, puesto
que al no existir acidosis, el potasio plasmático se introduce más rá- Mecanismo fisiológico
pida mente en el medio intracelu lar d urante el tratamiento.
Bicarbonato. Solamente es necesa ri o si existe acidosis fáctica, m ien- Existen dos mecan ismos fisiológicos defensivos ante la hipoglucemia: la di s-
tras se restaura la perfusión t isula r. minución de la liberación de insu lina (a pa rtir de 80-85 mg/dl) y el aumen-
Si se sospecha una infección subyacente, debe iniciarse antibiote- to de las hormonas contrarreguladoras, fundamenta lmente el glucagon (a
rapia empírica. partir de 65-70 mg/d l) que estimula la glucogenól isis y gluconeogénesis
Tabl a 53 . Diferencia s entre cetoacidosis diabética y síndrome hiperglu cémico hiperos molar
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
hepáticas, para lo que se requiere integridad de la funcional idad hepáti- de la diabetes se dividen en comp licac iones vascu lares y no vasculares.
ca. Las catecolaminas (ad rena lina y noradrenalina) actúan como apoyo del Dentro de las vascu lares, se encuentran las complicac iones microangio-
glucagon, provocando efectos similares y con umbra l de glucemia similar. páticas, tales como la retinopatía, nefropatía y neuropatía diabéticas y las
comp licac iones macroangiopáticas, tales como la cardiopatía isquémica,
Cortisol y GH no actúan de forma aguda, sino que intervienen en casos la enfermedad ce rebrovascular y la enfermedad arterial periférica.
de hipoglucemia prolongada. Los diabéticos están desproteg idos co n-
tra la hipoglucemia, ya que no hay posibilidad de reducir la cantidad de
insulina, una vez administrada. Por otra parte, a medida que la diabetes Vía de los polio les, mediante la que la glucosa se reduce y forma
avanza, se va alterando la respuesta contrarreguladora del glucagon y de sorbitol, por acción de la enzima aldosa reductasa. El sorbitol se
las cateco laminas. Como los síntomas adrenérgicos iniciales de la hipo- acumula dentro de la célula y disminuye la concentración de
mioinositol. El mioinositol es un precursor de fosfatid ilinositol, molécula
glucemia dependen de la li beración de cateco laminas, pueden producir-
necesaria para la actuación de la bomba Na-K ATP-asa de membrana.
se hipoglucemias inadvertidas, al fracasar dicha respuesta especialmente
La glicación no enzimática de las proteínas, mediante la que se altera
en pacientes con hipoglucemias previas o disfunción autónomica. su función. Por ejemplo, las LDL glicadas no son reconocidas por el
receptor de las LDL normales, por lo que su vida media está alargada.
Manifestaciones clínicas La glicación de las proteínas da lugar también a los productos finales
de la glicación avanzada (AGE, del ing lés advanced glucation end
products). La unión de los AGE a sus receptores en los macrófagos
Las manifestaciones clínicas de la hipoglucemia se dividen en dos grupos:
puede dar lugar a la liberación de citocinas.
Síntomas neurogénicos o autonómicos (g lucemia< 60-55 mg/dl):
adrenérgicos (palpitaciones, palidez, temblor o ansiedad); colinérgi- Tabla 55. Mecanismos de daño vascu lar en la DM
cos (sudoración, sensación de hambre, parestesias).
Síntomas neuroglucopénicos (g lucemia < 50 mg/dl). Como cefa- Dentro de las comp licaciones no vascula res, encontramos la gastroente-
lea, disminución de la capacidad de concentración, trastornos de la ropatía diabética, y las afecciones de la piel. Por término medio, las com-
conducta y el lenguaje, visión borrosa, confusión, pérdida de conoci- plicaciones de la diabetes se desarrollan entre 15 y 20 años después del
miento, convulsiones e incluso foca lidad neurológ ica. Se desarrollan inicio de la diabetes, aunque hay pacientes que tienen complicaciones
cuando la hipoglucemia no es contro lada por las hormonas contra- en el momento del diagnóstico y otros que nunca desarrollan compl i-
rreguladoras o por la ingesta de hidratos de carbono. Si la hipogluce- cac iones, en probable relación con la presencia de una predisposición
mia ocurre durante la noche, puede manifestarse como sudoración, genética para el desarrollo de las mismas.
pesadillas y cefalea matutina, o bien ser asintomática. Las hipogluce-
mias desapercibidas, en las que no aparecen los síntomas adrenér- Macroangiopatía
gicos, pueden observa rse en d iabéticos co n neuropatía autonóm ica
o en aquellos con contro l muy estricto e hipoglucemias frecuentes. La arter ioscleros is se produce en los diabéticos de manera más extensa
y precoz que en la población general ; además, la frecuencia de apari-
Los pacientes con una diabetes mal contro lada pueden presentar sínto- ción en varones y mujeres se iguala. En el paciente diabético, la sinergia
mas de hipoglucemia en presencia de cifras de g lucem ia más altas que entre la hiperglucemia y otros factores de riesgo cardiovascu lares como
los individ uos sa nos o los d iabéticos bien contro lados, puesto que se pro- la hipertensión arteria l, dislipemia, obes idad, sedenta ri smo y tabaquis-
duce una elevación del umbral de co ntrarregu lación de la glucosa. mo favorecen la apa ri ción de arteriosclerosis acelerada, y las compli-
cac iones asociadas a esta son la principal causa de mortal idad en la
Tratamiento DM . Otros factores de riesgo específicos del paciente diabético son la
m icroa lbuminuria y macroalbuminuria, el aumento de creatinina, la al-
Si el paciente está consciente, deben adm inistrarse hidratos de ca rbono de teración plaquetaria y la disfunción endot elia l y de l músculo liso vascu-
absorción rápida por vía ora l, 20 g (azúcar, líquidos azucarados, caramelos). lar. No obstante, tanto en la DM tipo 1 como 2, el control glucém ico in-
En caso de que el paciente esté con tratamiento con inhibidores de las d i- tensivo no ha demostrado reducir los eventos cardiovasculares durante
sacaridasas se precisa la adm inistración de glucosa en lugar de saca rosa. Si el periodo de realización de los ensayos clínicos aleatorizados, si bien,
el paciente está inconsciente o con bajo nive l de co nsciencia que dificulte el seg uimiento a largo plazo de las co hortes de pacientes incluidos en
o compliq ue la ingesta ora l, otra persona debe adm inistrarle glucagon por el DCCT (DM t ipo 1) y UKPDS (DM tipo 2) sug iere que el control estric-
vía subcutánea o intramuscu lar y acudir a un ce ntro hospita lario para la ad- to de las concentraciones de glucem ia alca nzando menores niveles de
ministración intravenosa de solución g lucosada. Hay que tener en cuenta HbA 1e en los años iniciales tra s el diagnóstico de la enfermedad está
que la hipoglucemia producida por su lfon ilureas puede ser muy prolonga- asociado con una disminución a largo plazo del riesgo de enfermedad
da. En esta situación, es necesaria la admin istración de glucosa intravenosa macrovascular (memoria metabólica).
y observación hospitalaria hasta que se hayan cumplido al menos dos vidas
med ias del fármaco causante de la hipoglucemia (en el caso de las su lfo- La arteriosclerosis produce síntomas variados, depend iendo de la locali-
nilureas generalmente 48 hora s) para evitar la recidiva de la hipog lucemia. zación: angor o infarto agudo de miocardio, si existe arteriopatía corona-
ria; claudicación intermitente e incluso gangrena, si existe isquemia en
miembros inferiores; accidentes cerebrovasculares, si existe ateromatosis
5.7. Complicaciones crónicas carotídea; impotencia de origen vascula r en el va rón, etc. (Figura 72).
de la diabetes Hay que recordar que se debe sospechar un infarto agudo de miocardio
siempre que aparezcan síntomas repentinos de insuficiencia ventricular
La patogenia de las complicaciones d iabéticas no es bien conocida y pro- izquierda, aún en ausencia de dolor torác ico, pues los diabéticos pueden
bablemente sea multifactorial (Tabla 55). Las comp licaciones crónicas desarrollar infarto agudo de miocardio silente.
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
Id us cerebral
Impote ncia
Claud icación
intermitente
Polineuropatía
Necrosis vascular,
sensitiva d ista l
ga ngrena
(g uante y ca lcetín)
Sens ibilid ad
Hipoest esias dolo ro sa
pa restesias y té rm ica
Pie diabético
No se recom ienda el despistaj e de enfermedad co-
ronaria mediante exp loraciones comp lementarias en
el pac iente diabético asintomático con ECG normal. La aparición de úlceras en los pies es uno de los principales problemas
que se les plantea a los pacientes diabéticos (Figura 74). La neuropatía
diabética conduce a la disminución de la sensibilidad de las extremida-
La arteriopatía periférica es frecuente, y causa de importante morbilidad des y a la distribución anómala de la carga. La afectación macrovascular
en los pacientes diabéticos. Se debe realizar una historia clínica exhaustiva favorece, a su vez, la disminución de la perfusión tisular.
tanto en el momento del diagnóstico como periódicamente con el objeto
de detectar síntomas de claud icación y examinar los pulsos periféricos. La Es frecuente que se produzcan pequeñas heridas por cuerpos extraños,
enfermedad arterial periférica asintomática se puede detectar mediante la sin que el paciente lo perciba. Por ello, es fundamenta l la educación del
determ inación del índice tobillo-brazo, que estaría indicado de forma anual paciente acerca del cu idado y la observación diaria de los pies. Asimismo,
en sujetos mayores de 50 años y menores de esta edad que cuenten con se debe realizar una exploración completa de los pies en el momento
otro factor de riesgo para arteriopatía periférica: tabaquismo, hipertensión del diagnóstico y posteriormente anualmente, con valoración vascular y
arterial, hiperlipidemia o DM de más de diez años de evolución. neurológica.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
Úlcera venosas
La técnica de imagen más sensib le y específica para
Quemad uras
el d iagnóstico de osteom ielitis es la reso nancia mag-
nética.
Infecci ones
Infecciones
No son más frecuentes en los diabéticos, pero sí que pueden ser más gra-
ves por su afectación del sistema inmunitario. Hay cuatro procesos que
tienden a relacionarse específicamente con la diabetes: otitis externa ma-
ligna por Pseudomonas aeruginosa, mucormicosis rinoce rebral, colecisti-
ti s enfisematosa y pielonefritis enfisematosa. La bacteriuria asintomática
Alteracio nes articulares
Gangrena es frecuente en las mujeres con DM, aunque en el momento actual no se
recomienda su tratamiento ni despistaje sistemático.
Figura 74. Pie diabético
Hipertrigliceridemia
Cuando aparecen úlceras, hay que iniciar un tratam iento precoz para
evitar la amputación de la extremidad. El tratamiento se basa en el re- Es frecuente en los pacientes diabéticos. Es secundaria al aumento de la
poso, elementos ortésicos de descarga, el desbridamiento quirúrgico, producción hepática de VLDL y la disminución de su utilización periférica.
las curas locales y el tratamiento antibiótico de amplio espectro te- Estos efectos son causados por el déficit de insulina y de la lipoproteína
niendo en cuenta que las bacterias más frecuentemente son S. aureus, lipasa dependiente de esta. La hipertrigliceridemia grave(> 500 mg/dl) re-
enterobacterias y bacilos gramnegativos no fermentadores, hecho a quiere tratamiento dietético y farmacológico inmediato con fibratos o áci-
tener en cuenta en caso de antibioterapia empírica, aunque es funda- do nicotínico con el objeto de disminuir el riesgo de pancreatitis aguda. En
mental iniciar el tratamiento antimicrobiano d irig ido tan pronto como pacientes sin hipertrigliceridemia grave el tratamiento farmacológ ico para
sea posible. el descenso de trig licéridos o aumento de HDL presenta escasa evidencia
científica en térm inos de reducción de eventos card iovascu lares.
Debe rea lizarse siempre radiografía bilateral de los pies para descartar la
existencia de osteomielitis. La gammagrafía ósea puede ser útil, pero a Alteraciones dermatológicas
menudo resulta difícil distinguir osteomielitis de la infección subcutánea.
Los estudios con leucocitos marcados con Indio pueden resu ltar más úti- Véa nse la Sección de Dermatología, la Tabla 56 y la Figura 76.
les. La técnica de imagen más sensible y específica, sin embargo, es la
resonancia magnética (Figura 75).
Necrobiosis lipoídica. Placa con centro amarillento y borde oscuro
Dermopatía diabética o shin spots: placas de bordes elevados y ulceración
centra l que curan dejando una lesión deprimida de color marrón
Bullosis diabética. Más rara de aparición
nfecciones por Candida, sobre todo la candidiasis vagina l, en la mujer
diabética
Escleredema. Es una lesión benigna, frecuente en la diabetes,
caracterizada por un engrosamiento de la piel de los hombros
y de la parte superior de la espalda
Contractura de Dupuytren. Se asocia con la diabetes mellitus tipo 1,
así como la piel cérea y tensa del dorso de las manos
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
Trastorno de la conducta alimentaria entre la HbA 1e y el riesgo de complicaciones microangiopáticas. No se ha
encontrado correlación entre el control glucémico y las complicaciones
Existe una prevalencia muy alta de anorexia y bulimia entre las mujeres crónicas macrovasculares. Otra conclusión del UKPDS es la im portancia
jóvenes con DM tipo 1, siendo un frecuente factor precipitante de des- del control de los factores de riesgo cardiovascular asociados, tales como
compensaciones cetoacidóticas. obesidad, hipertensión arteria l y dislipem ia, pues contribuyen al desarro-
llo de complicac iones crónicas.
Otros
Hiperviscosidad, alteraciones de la agregación plaquetaria, ¿alteración de Independientemente de los niveles de colesterol LDL:
la cicatrización de las heridas7 - En pacientes con enfermedad cardiovascular manifiesta (prevención
secundaria)
Prevención de las complicaciones diabéticas - En > 40 años con algún otro factor de riesgo cardiovascular
Recientemente, tres estud ios (ACCORD, ADVANCE yVADT) diseñados con La ingesta de fibra diaria debe ser al menos de 14 g por cada 1.000
el objetivo de evaluar el efecto del tratam iento intensivo sobre el control kcal de ingesta ca lórica.
glucémico en el riesgo de eventos microvascu lares y macrovasculares no Se aconseja reducir la ingesta de sodio alrededor de 2.300 mg/día.
han podido demostrar un beneficio del control estricto de la glucem ia No se contraindica el empleo de sacarosa, pero debe evitarse el ex-
sobre el riesgo de enfermedad card iovascu lar, presentando incluso un in- ceso de ingesta ca lórica.
cremento de mortalidad en la rama intensiva de tratamiento en probable Los edulcorantes no calóricos o alcohólicos son seguros. La ingesta
relación con el incremento de hipoglucemias en sujetos con enfermedad de alcohol debe lim itarse a una unidad alcohólica/día en mujeres y
cardiovascular preexistente, largo tiempo de evolución de la enfermedad dos en varones.
o edad avanzada. Finalmente, los estudios STENO en pacientes con DM
tipo 2 con aumento del riesgo cardiovascular (microalbuminuria) han Es útil aumentar el consumo diario de fibra soluble, ya que al ralentizar la
demostrado cómo el tratamiento sistemático de los factores de ri esgo absorción de los carbohidratos, se reduce el pico de glucemia pospran-
cardiovascular asociados a DM (tabaquismo, dislipemia, hipertensión ar- dial. La distribución de las calorías a lo largo del día es importante en los
terial, disfunción plaquetaria) se acompaña de una disminución de la in- diabéticos tratados con insulina, si se quiere evitar la hipoglucemia. En
cidencia de eventos cardiovascu lares y un aumento de la supervivencia. algunos pacientes se recomendará la ingesta de suplementos a media
mañana, en la merienda y antes de acostarse, especialmente en aquellos
en tratam iento con insu li nas humanas biosintéticas.
5.8. Tratamiento
Ejercicio
Los objetivos del tratamiento de la diabetes son evitar los síntomas atri- Hoy día, el ejercicio fís ico es considerado como una parte fundamental
buibles a la hiperglucemia, prevenir las complicaciones agudas y cróni- del tratamiento integral del paciente diabético, puesto que reduce las
cas, y mantener una esperanza de vida y una calidad de vida sim ilares a necesidades de insulina, ayuda a mantener el normopeso, reduce el ries-
las de los indivi duos no diabéticos. Los pilares del tratamiento del diabé- go cardiovascu lar y mejora la sensación de bienestar. Se recomienda la
tico son la dieta, el ejercicio, los fármacos, tanto hipoglucem iantes orales rea lización de 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado (50-70% de la
como insulina, y el autocontrol, así como el control del resto de factores frecuencia cardíaca má xima ca lculada) a la semana, y en ausencia de con-
de riesgo, tal y como se ha comentado anteriormente. tra indicación, la rea lización de actividad física de resistenc ia-anaeróbica
tres veces a la semana. El d iabético debe programar el ejercicio para ajus-
Dieta tar la in gesta calórica y la dosis de insulina a la duración y la intensidad del
mismo, y evitar así la hipoglucemia. Actua lmente, no se recomienda la
La dieta es un factor fundamental para alcanzar el control metabólico en realización de pruebas de despistaje de enfermedad coronaria en sujetos
el paciente diabético. El aporte calórico no tiene por qué diferir del de la asintomáticos de forma sistemática antes de iniciar un plan de ejercicio
población general, siempre que t ienda a llevar al paciente a su peso ideal. físico. Sin embargo, en caso de disfunción neuropática autonómica fre-
Se aconsejará, por tanto, una dieta hipoca lórica, si el paciente está obeso; cuentemente asociada con enfermedad cardiovascular, sí se recomienda
una dieta hipercalórica, si está desnutrido, y una dieta normocalórica, si el descartar enfermedad coronaria previa a in iciar un prog rama de ejercicio.
paciente está en normopeso. Contra ind icaciones relativas para la rea lización de ejercicio físico vigoroso
o anaeróbico serían retinopatía d iabética no prolife rativa grave o ret ino-
Se recomienda d isminuir la ingesta ca lórica en pacientes con sobrepe- patía d iabética pro li ferativa, y neu ropatía perifé rica g rave.
so u obesidad, incrementar la actividad física y la monitorización de la
ingesta de hidratos de carbono para conseguir los objetivos de control Insulina
glucémico. Existen recomendac iones nutricionales específicas pa ra cier-
tas situaciones: Tipos de insulina
Se recomienda una d ieta que incluya hidratos de carbono derivados
de la fruta, vegetales, cereales integra les, legumbres y productos lác- En la actua lidad, se utilizan insu li nas biosintéticas obtenidas por ingenie-
teos desnatados. ría genética, cuya secuencia de aminoácidos es idéntica a la de la insulina
Tanto las d ietas pobres en hidratos de carbono como las pobres en huma na, y análogos de insu li na en los que se han rea lizado modificacio-
grasas son efectivas a corto plazo pa ra la pérd ida de peso (hasta un nes en su cadena de am inoácidos con el obj eto de mod ificar su fa rmaco-
año de seguimiento). Sin embargo, la seguridad y efectividad de las cinética para asemejarla a la secreción endógena de insulina tanto basal
dietas pobres en hid ratos de carbono a largo plazo se desconoce. como posprand ial (Tabla 60). La insu li na recomb inante humana es la
Los pacientes en tratamiento d ietético con dietas pobres en hidratos referencia con la que se comparan el resto de aná logos. Esta insulina tras
de carbono precisan monitorización del perfill ipídico, función rena l su inyección subcutánea forma hexámeros que ra lentizan su absorción al
y ajuste de la medicación hipoglucem iante si es necesario. torrente sanguíneo y, por tanto, precisa de su inyección unos 20-30 mi-
El aporte de grasas saturadas debe ser inferior al 7% del aporte ca- nutos antes de las comidas para hacer coincidir el pico de acción con la
lórico total y se debe reducir al máximo la ingesta de ácidos grasos hiperglucemia posprand ial y t iene una cola de acción de hasta seis horas,
trans. La ingesta de colesterol debe ser inferior a 200 mg/día. por lo que suele ser necesaria la toma de suplementos entre comidas
Una ingesta proteica del 15-20% del aporte ca lórico total es apro- para evitar las hipog lucemias.
piada en pacientes diabéticos en ausencia de insuficiencia renal. En
estadios tempranos de insuficiencia rena l se recom ienda una reduc- Los análogos de insulina de acción ultrarrápida, como la insulina lispro, la
ción de la ingesta proteica a 0,8-1 g/kg de peso día, y a 0,8 g/kg insulina aspártica y la insulina glulisina, todas ellas con similar perfil farma-
de peso/día en estadios más avanzados puesto que ha demostrado coci nético, tienen un comienzo de acción más rápido y una menor dura-
mejorar la función renal. ción que la insul ina regular, pues su molécula no forma hexámeros en el
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
Tipo Inicio Pico Duración
Insulinas de acción intermedia o prolongada (controlan glucemia en ayunas y preprandial)
Acción intermedia
NPH o NPL 2 horas 4-6 horas 12 horas
Análogos de acción prolongada
Glargina 2 horas No presenta 20-24 horas
Detemir 2 horas No presenta 12-24 horas
Insulinas de acción rápida (controlan la glucemia posprandial aunque la insulina regular o cristalina puede controlar la glucemia preprandial
de la comida siguiente)
Insulina recombinante 30 minutos 2-3 horas 6-8 horas
humana (rápida, regular
o cristalina)
Aná logos de acción ultrarrápida
Aspártica, lis pro y glulisina 10 min utos 30-40 minutos 2-3 horas
tej ido subcutáneo y se absorbe, por ello, con más rapidez. De este modo, el
paciente no necesita admin istrar la insulina 20-30 minutos antes de comer Brazos
para conseguir una insulinemia posprand ial pa ralela a la hiperg lucemia Abdomen
posprandial, como ocu rre con la insul ina regular, ni tampoco hace obl iga-
da la ingesta de suplementos a med ia mañana y a media tarde para evitar
hipoglucemias. Se adm inistran en el momento de inicia r la in gesta, y su uso
parece reduc ir la incidencia de hipog lucem ia en el tratamiento intensifica-
do en pacientes con DM tipo 1 pero no en d iabéticos ti po 2.
en co mbinaciones fijas (30/70, 25/75, 50/50, 70/30), donde el denomi- bom ba conectada a un catéter que se sitúa en el tejido subcutá neo
nador representa el porcentaj e de insulina NPH o NPL. Habitualmente, de la pa red abdom inal. La bo m ba li bera insu lina con un ritmo basal
dos te rcios de la dosis total se adm inistran antes del desayuno y el co nt inuo a lo largo del d ía, que se puede prog rama r hora a hora en
tercio restante antes de la cena, ajustando posteriormente las dosis en fu nción de las necesidades de insulina. Junto a esta infusión basal, el
función del control glucém ico. En algu nos pacientes co n reserva de paciente debe progra mar la adm istración de bolos de insu li na inme-
insulina endógena, puede obtenerse un adecuado co ntrol metabóli- diata mente antes de cada comida. Los metaná lisis publ icados refle-
co co n una sola inyección de insul ina al d ía. ja n una ligera mejoría del contro l g lucémico, sin cla ras diferencias en
Inyecciones subcutáneas mú lt iples. Es una moda lidad de trat a- cua nto a la incidencia de hipog lucem ias cuando se compara n con la
miento intensivo q ue co nsiste en la ad ministración de insulina de terapia mu lt idosis subcutá nea en DM tipo l . No se han demostrado
acción corta (regu lar, lispro, aspárt ica o g lu lisina) antes de cada co- diferencias entre ambas modalidades de insu linoterapia en DM tipo 2.
mida para co nt ro lar el pico de g luce mia pospra nd ial, junto co n in-
su li na de efecto prolongado o insul ina de acción intermed ia (NPH, Las dos últimas pa utas se incl uyen en lo q ue se de nom ina tratamiento
NPL g largi na o detem ir) en una o va rias dosis al día, para mantener la intensificado, cuyo objetivo es log rar la eug lucemia, o al menos una g lu-
insulinem ia basal (Figura 78 ). cem ia dentro de los objetivos ind icados de b uen co ntro l preprand ial y
posprand ial y son las pa utas insulín icas de elección en el paciente con
DM t ipo 1 salvo contraind icac ió n (Tabla 61 ).
Pauta de trata m iento co nve ncio nal
lnsulinoterapia en la diabetes tipo 2
Se debe cons iderar la ins uli na como tratam iento inicia l en la diabetes tipo
2, sobre todo, en sujetos delgados o en los que han sufrido una pérd ida
de peso intensa, en personas co n nefropatía o hepatopatía de base, q ue
De Co Ce De
impiden el empleo de antidiabéticos orales, y en las personas hospitaliza-
das por enfermedad ag uda .
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
miento. Sin embargo, su relevancia clínica es escasa(< 0,1% de insu- Metiglinidas
linorresistencia) con las insulinas actuales.
Edema insulín ico. En los pacientes diabéticos con mal control cró- La repaglinida y nateglinida pertenecen a otro grupo de fármacos secreta-
nico, especialmente tras una descompensación hiperglucém ica im- gagos que actúan también sobre el canal de K sensible a ATP de la célula
portante, el tratam ient o insulínico puede prod ucir, en las primeras b pero en d iferente sitio de unión al de las su lfon ilureas. Sus indicaciones
24-48 horas, edemas en extremidades inferiores, reg ión sacra y pár- son las mismas que las de las su lfon il ureas. Su absorción por vía oral es
pados, que se resuelve espontáneamente. rápida y su vida media plasmática es de aproximadamente una hora. Dada
Presbici a insu lín ica. Como consecuencia de variaciones importan- su corta acción, deben tomarse antes de cada com ida. La incidencia de
tes en la glucemia, se producen cambios osmóticos en el cristalino, hipoglucemias con estos fármacos es baja. Estos fármacos están especial-
por lo que se altera la capacidad de acomodación visual. Esta altera- mente indicados en aquellos pacientes con predominio de hiperglucemia
ción puede ser muy notoria al iniciar el tratamiento de la diabetes, posprandial. La nateglinida, derivado de la D-fenilalanina, presenta un pico
por la reducción rápida de la glucemia. El trastorno de la acomoda- de secreción más precoz que el producido por repaglinida, pero se asocia
ción desaparece de forma espontánea en 2-4 semanas, por lo que con menor descenso de la HbA 1e y, por tanto, es menos eficaz.
no precisa corrección óptica, incluso debe recomendarse al paciente
que no se rea lice nueva graduación de lentes correctoras hasta pa- En la actualidad, la nateglin ida está indicada como un fá rmaco para aso-
sado ese tiempo. ciar a metformina. Ambos fá rmacos están contraind icados en el emba-
Fenómeno Somogyi. Es la elevación de la glucemia en ayunas por razo y en pacientes con hepatopatía grave, y pueden util iza rse en caso
un aumento de las hormonas contrarreguladoras en respuesta a la de insuficiencia renal leve a moderada, fundamentalmente la repaglinida
hipoglucemia nocturna, si bien hoy en día la existencia de este cuadro puesto que no presenta derivados activos tras su metabolismo renal, algo
está muy cuestionada. Si se sospecha un fenómeno de Somogyi, se que sí ocurre con nateglinida, necesitando esta última ajuste de dosis en
debe reducir la dosis de insulina para evitar la hipoglucemia nocturna. insuficiencia renal.
Fenómeno del alba. Es la elevación de la glucosa plasmática en las
primeras horas de la mañana, posiblemente en relación con la se- Biguanidas. Metformina
creción nocturna de GH o el ritmo circadiano del cortisol. Es un fe-
nómeno independiente de la elevación de la glucem ia en respuesta Mecan ismo de acción. Es un fármaco que actúa disminuyendo la
a hipoglucemia (fenómeno Somogyi). La d istinción entre ambos se resistencia a la insulina a nivel hepático y, de este modo, la gluco-
rea liza determ inando la glucemia a las 3 de la madrugada. La gluco- neogénesis hepática, potenciando la acción periférica de insulina. Se
sa estará baja si es un fenómeno Somogyi y estará normal si es un fe- puede favorecer la pérdida de peso hata 2 kg. Cuando se utiliza en
nómeno del alba. Ante la evidencia de un fenómeno del alba, debe monoterapia no produce hipog lucemia, pues no aumentan la libe-
aumentarse la insulina para mantener la normoglucemia. ración de insulina por la célula b.
El efecto adverso más grave, aunque poco frecuente, es la aparición
Antidiabéticos orales y terapia de acidosis láctica, aunque sólo aparece cuando se utiliza el fármaco
fuera de las indicaciones de uso (insuficiencia renal importante, si-
farmacológica no insulínica
tuaciones de estrés agudo, etc.). El efecto secundario más frecuente
es gastrointestinal, con náuseas y d iarrea, que suelen desaparecer
Sulfonilureas si se comienza con dosis bajas del fármaco durante unas dos o tres
semanas.
Se absorben por vía ora l y se ligan a proteínas plasmáticas, compitiendo Ind icaciones. Las biguanidas son el fármaco de elección en todo
con determinados fá rmacos (AINE, dicumarín icos). Las su lfonilureas se diabético tipo 2 junto con las medidas dietéticas como primer es-
meta bol izan en el hígado a compuestos que se elim inan por el riñón . Las calón terapéutico. Se puede administrar sola o en combinación con
sulfonilureas de segunda generación son las más utilizadas. Están indica- otros antidiabéticos orales o insulina.
das en pacientes con reserva pancreática (DM tipo 2). Se pueden usar en Está contraindicada la administración de metformina en aquellas
monoterapia o asociadas a otros antid iabéticos orales o insulina. situaciones que puedan favorecer el desarrollo de acidosis fáctica o
Mecanismo de acción. Es la estimulación de la liberación de insuli- deterioro de la función renal, tales como alcoholismo, insuficiencia
na por las células b pancreáticas, al actuar a través de la interacción cardíaca y respiratoria descompensada, hepatopatía, nefropatía, etc.
con un canal de K sensible a ATP de su superficie celu lar. Debe suspenderse su administración durante enfermedades inter-
Los principales efectos secundarios de las sulfon ilureas son las hipo- currentes o cirugía mayor, y también siempre que vayan a utilizarse
glucemias. Son menos frecuentes que las debidas a insulina, aunque contrastes yodados por la posibil idad de deterioro de la función re-
más graves y duraderas, y habitua lmente ocurren en pacientes ancia- nal. No se recomienda su uso durante el embarazo. No obstante, un
nos, sobre todo, si existe cierto grado de deterioro de la función renal. estudio reciente en pacientes con diabetes gestacional ha demos-
La utilización de sulfon il ureas está contraindicada en DM tipo 1, trado que la metformina consigue un control metabólico similar a
pues no existe reserva pancreática de insu li na. También lo están en la insulina, sin mayor frecuencia de complicaciones obstétricas y sin
el embarazo, por su potencial teratogénico y por la inducción de hi- producir efectos teratogénicos.
poglucemia neonatal. No deben utilizarse en pacientes con alergia a
las sulfamidas. Tampoco deben admin istrarse a d iabéticos con hepa-
topatía avanzada o insuficiencia renal, pues se aumenta el riesgo de Según las últimas recomendac iones de la Asociac ión
hipoglucemias. En situaciones de estrés, como cirugía o infecciones, Americana de Diabetes, la metformina es el trata -
suele precisarse insulina. La gliquidona se metaboliza predominan- miento de elección en la diabetes mell itus t ipo 2 y se
debe adm inistrar desde el diagnóstico junto con las
temente por vía hepática, por lo que no está contraindicada en insu-
medidas higiénico-d ietéticas.
ficiencia renal leve a moderada.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
Tiazolidinedionas: rosiglitazona y pioglitazona cuando no se administran junto con insulina o secretagogos y pre-
sentan un efecto neutro sobre el peso. Se acompañan de descenso
Mecanismo de acción. Son fármacos que reducen la g lucem ia me- de HbA 1e entre 0,5-1 %.
d iant e la disminución de la resistencia insu línica a nivel muscu lar y Efectos adversos. Se ha descrito un aumento de episodios de cefa-
del tejido graso. Parecen ejercer sus principa les efectos a través de lea, infecciones del tracto respiratorio y urinario de escasa significa-
la activación de unos receptores nucleares denominados PPARy (re- ción clín ica. Se ha descrito elevación de enzimas hepáticas tras admi-
ceptor activado por la proliferación de peroxisomas tipo y). nistración de vildagliptina y saxagliptina por lo que se recomienda la
Efectos secundarios. La hepatotoxicidad grave es un efecto de mon itorización de transaminasas, estando contraindicado su uso en
este g rupo de fármacos. A pesar de que la trog litazona se retiró del pacientes con insuficiencia hepática.
mercado mundial por este motivo y que las nuevas glit azonas co- Indicaciones. Sitagliptina puede usarse en monoterapia, asociada a
mercializadas han demostrado ser muy seguras en este aspecto, se otros antidiabéticos o ral es o insulina para mejorar el control glucé-
recomienda la monitorización de los niveles de transaminasas y evi- m ico. Vildag li ptina y saxagliptina tienen indicación para su adminis-
tar estos fármacos en pacientes con enfermedades hepáticas. Otros tración en combinación con su lfonilureas, metformina o glitazonas.
efectos secundarios: aumento de peso por retención hídrica estando Contraindicaciones. Hipersensibilidad al fármaco. Debido a la es-
contra ind icadas en pacientes con insuficiencia cardíaca o historia de casez de datos en la actualidad no se recomienda su empleo en pa-
insuficiencia ca rdíaca (grados 111-IV de la NYHA). La admin istración de cientes con insuficiencia rena l moderada o grave y en insuficiencia
glitazonas se asocia a dism inución de densidad ósea y aumento del hepática grave. Contra indicado su empleo en el embarazo y en po-
número de fracturas osteoporóticas en mujeres. Tampoco se debe blación infantil-adolescente.
utilizar du rante el embarazo. Rosig litazona se ha asociado en un me-
tanálisis a un aumento de la incidencia de eventos coronarios, por Análogos de GLP-1: exenatida y liraglutida
lo que recientemente ha sido retirada del mercado en Europa. En
la actua lidad está permitido el uso de pioglitarona en combinación Mecanismo de acción. Exenatida es una molécula derivada de la
con insulina, pero con especial precaución en pacientes con riesgo sa liva del lagarto denominado monstruo de Gila, que presenta un
de insuficiencia cardíaca, puesto que aumenta la incidencia de esta 53% de homología con el GLP-1 endógeno, resistente a la acción
especialmente en combinación con insulina. de DPP-IV lo que prolonga su vida med ia. Se administra dos veces al
día antes de las comidas principales, siempre que exista un intervalo
lnhibidores de las a-glucosidasas: acarbosa temporal entre ambas de ocho horas, o antes de desayuno y cena.
y miglitol Lirag lut ida es un aná logo de GLP-1 que se une a la albúmina sérica
a través de una cadena li pídica, lo que enlentece su degradación
Mecanismo de acción. Es un inhibidor competitivo de las gluco- y perm ite su adm inistración en una única dosis diaria. Se asocian a
sidasas situadas en el borde en cepillo del enterocito del intestino mejorías de HbA 1e en torno a 0,5-1%, y debido a su enlentecimien-
delgado. Su acción impide la fragmentación de los disacáridos (sa- to del vaciam iento gástrico, y probablemente, actuando a nivel del
carosa, lactosa y maltosa) a monosacáridos (g lucosa, fructosa y ga- centro de saciedad hipotalámico, producen disminución de peso.
lactosa), con lo que retrasa la absorción de los hidratos de carbono, No producen hipog lucem ia si no se asocian con secretagogos o
dism inuyendo así el pico glucémico posprandia l. in sulina. Existen análogos de GLP-1 de mayor vida media que sólo
Sus principales efectos adversos son molestias gastrointestinales precisa n inyección una vez a la semana, aunque todavía no están
y flatulencia. comercializados.
Indicaciones. Puede usarse asociado a otros antidiabéticos orales o Efectos adversos. Su principal efecto adverso son las molestias gas-
insulina para mejorar el control g lucémico. Se ha demostrado que la trointestinales: náuseas, vóm itos y diarrea, que suelen mejorar con
asociación de acarbosa a otros fármacos mejora la HbA 1e de O,S -1%. el aumento progresivo y paulatino de dosis, y el mantenimiento del
Contraindicaciones. En monoterapia no produce hipoglucemia, tratamiento, aunque provocan la suspensión del mismo en un 10-
pero si se utiliza junto con insulina o su lfonilureas y se produce hi- 15% de los casos. Con la administración de exenatida se han comu-
poglucem ia secundaria a estas, no debe admin istrarse sacarosa sino nicado casos aislados de pancreatit is aguda (si bien datos recientes
g lucosa pu ra para correg irla, ya que la sacarosa necesita ser deg ra- parecen demostra r que no son superiores a los que se observan en
dada por las disaca rida sas. No está indicado el uso en menores de los pacientes diabéticos trat ados con antid iabéticos orales) y dete-
18 años ni embarazadas, y tampoco se deben utiliza r en pacientes rioro de la función rena l.
con ciertas patologías intestinales crón icas en los que el meteorismo Indicaciones. En combinación con metformina o su lfon ilu reas.
pueda ser perjudicial. Contraindicaciones. Hipersensibilidad al fármaco. Insuficiencia re-
na l grave. No recomendada en niños-adolescentes. Contraindicados
lnhibidores de dipeptidilpedtidasa-IV (DPP-IV): en el embarazo (Tablas 62 y 63).
sitagliptina, vildagliptina y saxagliptina
Tratamiento no habitual
Mecanismo de acción. lnh ibidores de la DPP-IV, enzima enca rg ada
de meta bol izar el péptido similar al glucagon t ipo 1 (GLP- 1), increti- El t rasplante de páncreas completo presenta ind icación cuando existe un
na seg regada por las células L del ileon en respuesta a la ingesta de fallo de la terapia intensiva en mantener un control metabólico acepta-
hidratos de carbono, y que estimula la secreción de insu lina, retrasa ble y prevenir complicaciones crón icas o ante problemas clín icos o emo-
el vaciamiento gástrico y ejerce efectos hiporexígenos a nivel hipota- ciona les que incapaciten para la adm inistración exógena de insulina. En
lámico. La inhibición de esta enzima se acompaña de un incremento aquellos pacientes con enfermedad renal terminal el trasplante combi-
de la vida med ia de GLP-1 aumentando el estímulo sobre la secre- nado de páncreas-riñón incrementa el porcentaje de pacientes libres de
ción de insulina en respuesta a comida. No producen hipoglucemias insulina, que supera el 50% a los diez años, e incrementa la supervivencia
lnhibidores lnhibidores
Sulfonilureas Meglitinidas Biguanidas Tiazolidinedionas Análogos de GLP- 1
de glucosidasas DPP-IV
Mecanismo Estímulo de secrección Estímulo de secreción Disminuye la resistencia Inhibición transitoria Disminuyen la Aumentan la vida Efecto similar a GLP-1
de acción de insulina de manera de insul ina de manera hepática a la insu lina de las a-glucosidasa resistencia periférica media GLP-1 endógeno endógeno (incremento
mantenida mediante aguda mediante un ión intestinales (músculo y tejido mediante inhibición de secreción de insul ina
unión a receptor a receptor de célu la b ad iposo) a la insu lina de dipeptidil peptidasa- mediado por ingesta,
de célula b mediante unión a IV enlentecimiento de
receptor nuclear PPAR-y vaciamiento gástrico)
resistentes a DPP-IV
Efectos adversos Hipoglucemia grave Hipoglucemia Molestias Gl Molestias Gl Hepatotoxicidad Elevación de Náuseas y vómitos
y matenida (lo más frecuente) Retención hídrica transaminasas (frecuente) m
(poco frecuente)
Acidosis láctica (vildagliptina) Pancreatitis :::l
Insuficiencia cardíaca c..
(la más grave, pero Discreto aumento (muy raro) o
Osteoporosis n
rara) de infecciones Deterioro
en mujeres
respiratorias de función renal :::l
y urinarias o
o
ce
CJ
Contraindicacion es Embarazo Embarazo Situaciones Embarazadas y niños Hepatopatía Embarazadas y niños No aprobado su uso 3
que predispongan Insuficiencia cardíaca con insulina ClJ
.......
Hepatopatía Hepatopatía
a acidosis láctica Rosiglitazona retirada
CJ
IR IR grave c:r
en Europa por posible o
aumento de eventos en
coronarios 3
o
-<
:::l
e::
Uso Segundo escalón Control de glucem ia 1.• elección en DM tipo 2 Poco eficaces Asociadas a metformina 2.0 esca lón Obesidad junto con .......
terapéutico en DM posprand ial Control o en caso terapéutico en DM metformina Aprobado
n
tipo 2 con reserva hiperglucemia de contraindicación tipo 2 también su uso con
Ancianos con algún o-
pancreática posprandial para la misma Sitagliptina aprobada sulfon ilureas (aumento :::l
grado de deterioro
IR leve-moderada en monoterapia riesgo hipoglucemias
de función renal
y en combinación y menor pérdida
de peso)
=
con insulina
Tabla 62. Ca racterísti cas de los antidiabéti cos orales y terapias no insulínicas en diabetes mellitus tipo 2 Cll
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Primer escalón
Medidas higiénico-dietéticas
+
metformina
Tras tres meses si HbA 1e~ ?o/o
Segundo escalón
Sulfonilureas Insulina basal Meglitinidas Glitazonas IDPP-IV Análogos de GLP-1
Terapia menos Terapia más Seguridad A favor Fisiopatología Efecto neutro Pérdida de peso
cara efectiva (ancianos e IR) DM sobre peso No
Validada De elección si Control Efecto sobre No hipoglucemia
HbA 1e > 8,5-9% posprandial perfillipídico, hipoglucemias Control
síndrome Control posprandial
metabólico posprand ial
y esteatosis
hepática
no alcohólica
Hipoglucemia Hipoglucemia Menos validada En contra Ganancia Menos efectiva Molestias Gl
Ganancia Ganancia Menos efectiva de peso Se desconocen Menos efectiva
de peso de peso Retención efectos a largo Se desconocen
hídrica plazo efectos a largo
Osteoporosis plazo
Tras tres meses si
HbA 1e> ?o/o
Tercer escalón
Intensificar tratamiento insulínico si este se había comenzado Si no se había iniciado tratamiento insulínico:
Al iniciar insulina prandial, retirar secretagogos, IDPP-IV Omenzar insulinoterapia basal. No aprobada en combinación con análogos de GLP-1
y análogos de GLP-1
Va lorar triple terapia oral en pacientes con HbA 1e próxima a objetivos
y si el paciente no desea comenzar insulinoterapia
Tabla 63. Intervención terapéutica en la diabetes mellitus tipo 2
del riñón transp lantado al protegerlo de los efectos de la hiperg lucem ia.
No obstante, es una técnica que requiere una experiencia considerable
y va acompañado de los efectos secundarios de la inmunosupresión. El
trasplante de islotes pancreáticos mantiene d ificultades importantes en
el aislamiento de los islotes y en la supervivencia del injerto, recomen-
dándose por la ADA únicamente en el contexto de ensayos clínicos con-
trolados.
Autocontrol y objetivos
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
Objetivos de control metabólico Aspectos relacionados con la diabetes
mellitus y embarazo
El mejor parámetro para la evaluación del control glucémico a largo plazo
es la hemog lobina A 1e o hemoglobina gl icada.
HbA 1c. Se trata de una fracción de la hemoglobina que se forma por Debemos d isti nguir dos situaciones, la de pacientes con DM ya d iagnos-
la glicación no enzimática e irreversib le de los am inoácidos va lina y t icada que programan un embarazo, y aq uellas que desarrollan una dia-
lisina de la cadena B de la hemog lobina A La hemog lobina A 1e esti- betes gestaciona l (DG) durante el mismo sin d iagnóstico previo de DM:
ma la g lucemia media de los dos o tres meses anteriores (aproxima- Aquel las pacientes con DM que desean quedar embarazadas deben
damente los 120 días de la vida media de los hematíes). Los va lores ser atendidas por un equipo multidisciplinar con el objetivo de al-
normales de HbA 1e va rían en función de cada laboratorio, aunque, canzar unos niveles de HbA 1e lo más próximo a lo norma l, y en todo
por término med io, las personas no diabéticas tienen valores de he- caso < 7%, por el incremento exponencial de la morbi lidad (malfor-
moglobina A 1e inferiores al So/o. maciones) y mortalidad fetal con el incremento de los niveles me-
Fructosamina. Otro parámetro de contro l glucémico, aunque con dios de glucemia materna.
un valor más limitado, que estima el contro l g lucém ico en las dos o El tratamiento de la DG tiene como objeto disminuir las compl icacio-
tres semanas anteriores, y q ue puede ser útil en el segu im iento de la nes obstétricas perinatales relacionadas con el aumento del tamaño
diabetes, en el embarazo. fetal (Tabla 65).
Objetivos de otros factores de riesgo (Tabla 64). Debe intentarse, a
su vez, mantener la ten sión arterial por debajo de 130/ 80 mmHg, el El tratamiento in icial de la DG se basa en el ajuste ca lórico en función del
índice de masa corporal (IMC) por debajo de 2S, un adecuado con- IMC del paciente previo al embarazo y el peso en el momento de la eva-
trollipíd ico y el abandono del hábito tabáquico. luación, y activid ad física moderada en func ión del periodo de gesta ción.
Los objetivos de control g lucémico de la mujer con DG son: glucemias
capilares preprandiales < 9S mg/ dl, < 140 mg/ dl una hora posprandial-
Parámetros Objetivo mente y/o < 120 mg/ dl, dos horas posprandialmente. Al inicio de instau-
< 180 mg/d l (ra ngo 140-180 mg/dl) por lo que se recomienda precaución en su empleo en la mujer emba-
Paciente crítico
razada, aunque no están contraind icados. Por lo general, se prefiere el
Paciente no crítico Preprandial < 140 mg/dl
empleo de insu lina humana de acción intermedia (NPH) como insulina
Glucemia en cua lquier momento < 180 mg/ dl
basal. Los análogos de insulina de acción rápida (aspártica y lispro) pue-
(No clara evidencia para la recomendación)
den usarse con seguridad en el embarazo. El empleo de glulisina, aunque
Tabla 64. Objetivos co ntrol metabó lico (ADA, 201O) no contraindicado, no dispone de datos suficientes en el embarazo.
Establecer el riesgo de diabetes gestacional en la primera visita prenatal (véase Tabla 49)
En las mujeres de riesgo (aquellas que presentarían indicación de screening de DM aunque no estuviera n embarazadas) se debe real izar despistaje de
DM en su primera visita prenatal mediante pruebas diagnósticas estándar al igual que en la población general (glucemia basal en ayunas, HbA 1e, CTGO
con 75 g durante 2 horas)
Si alguna de las pruebas de despistaje es positiva, previa confirmación, la paciente es diagnosticada de DM, y no de DMG, y debe ser tratada como tal
En aquellas mujeres de riesg o con pruebas de despistaje normales y en el resto de mujeres, se debe realizar despistaje de DMG entre la 24-28
semana de gestación
En la 24-28 semanas el despistaje se realizará mediante CTGO con 7S g de glucosa, y determinación de las concentraciones de glucemia plasmática
en los tiempos O, 60 y 120 minutos. El diagnóstico de DMG se establece cuando se alcanzan al menos 1 de los siguientes valores a lo la rgo
de laCTGO:
- Ayunas ~ 92 mg/dl
- 1 hora ~ 180 mg/dl
- 2 horas ~ 153 mg/dl
Tabla 65. Cribad o y criterios diagnósticos de d iabet es mellitu s gesta cional (DMG) (ADA, 20 11 )
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
Aspectos relacionados con la medicina Se debe considerar tratami ento farma cológ ico con metform ina en
preventiva en la diabetes mellitus aq uellas personas con glucemia basal alterada + intolera ncia a los
hidratos de ca rbon o, que sea n obesos y que presenten otro factor
de riesgo, de diabetes (HbA 1e> 6%, HTA, descenso de HDL, hi pertri-
Sujetos apropiados para la rea lización de medidas preventivas en relación gliceridemia, historia de DM en familiar de primer grado y que sean
con el desarrollo de DM tipo 2 son aquellos con obesidad, glucem ia basal menores de 60 años).
alterada, intolerancia a los hidratos de carbono, grupos étnicos de riesgo
o con historia familiar cercana de DM tipo 2. El mayor beneficio de las es- En el momento actua l, no existe ninguna terapia validada que haya de-
trateg ias preventivas se alcanza con las mod ificaciones del estilo de vida mostrado disminuir la incidencia de DM t ipo 1 en suj etos de alto riesgo
(d ieta y ejercicio con el objetivo de pérdida de peso en aquellos sujetos (con autoinmunidad positiva) o retra sa r la progresión de la misma en pa-
con sobrepeso u obesidad). cientes de reciente diagnóstico.
Algún estudio ha demostrado un beneficio de la suspensión del hábito Inmunización en la diabetes mellitus
tabáquico a larg o plazo sobre la incidencia de diabetes. Fármacos que
también han demostrado disminuir la incidencia de nueva DM tipo 2 en Recomendaciones ADA:
sujetos de alto riesgo son la metformina, ti azolidinedionas, inhibidores Vacuna de la gripe estaciona l anua lmente en todos los diabéticos
de las glucosidasas intestinales y orlistat (este último es un inhi bidor de mayores de seis meses.
la li pasa pancreática [véase el Capítulo Nutrición, dislipemia y obesidad Vacunación frent e al neumococo en todos los diabéticos mayores
para más información]). Las recomendaciones actua les en términos de de dos años. Revacunación en sujetos mayores de 64 años si se vacu-
prevención de diabetes mell itus en sujetos de alto riesgo son: naron antes de los 65 años y la vacuna fue adm inistrada hace más de
Reducción de peso (5-1 0%). cinco años. Otras indicaciones de revacunación serían el sín drome
Actividad física moderada (150 minutos/semana). nefrótico, la enfermedad renal crónica y otros estados de inmu nosu-
Abandono del hábito tabáqu ico. presión como después de cualquier tipo de transplante.
" El autocontrol glucémico domiciliario es imprescindible para el " La descompensación hiperglucémica hiperosmolar (DHH) se
manejo terapéutico de los pacientes con DM tipo 1 y de los DM caracteriza por hiperglucemia importante (> 600 mg/dl) y os-
tipo 2 en tratamiento con insulina o antidiabéticos orales que molaridad plasmática elevada. Puede existir acidosis metabó-
puedan producir hipoglucemia. lica de origen láctico y los cuerpos cetónicos son negativos o
levemente positivos (en la CAD son francamente positivos).
" La hiperglucemia antes del desayuno clásicamente se ha divid i- Su tratam iento se basa en la rehidratac ión (su principal pro-
do en dos grupos: 1) aquel las secundarias a una hipoglucemia blema) y también se utilizan insulina, potasio (excepto si está
previa nocturna (fenómeno Somogyi), y en las que, por tanto, elevado) y bicarbonato (en caso de que exista acidosis láctica,
habría que disminuir la dosis de insul ina nocturna, y 2) fenóme- pH < 7,20).
no del alba en el que la hipoglucemia se debe al aumento que
ocurre en las últimas horas de la noche del cortisol y de la GH " La curva de tolerancia a la glucosa oral tiene indicado su uso en
(hormonas contrainsulares) y, por tanto, hay que aumentar la caso de dudas diagnósticas (paciente con glucemia entre 100 y
dosis de insulina de la cena. 125 mg/ dl en repetidas ocasiones).
" Se debe considerar la insu lina como tratamiento inicial de la " La diabetes mellitus tipo 1 constituye el 5-1 O% del tota l y se
d iabetes tipo 2, sobre todo en sujetos delgados o en los que han debe a un déficit (habitua lmente absoluto) de la secreción de
sufrido una pérdida de peso intensa, en personas con nefropa- insulina como consecuencia de la destrucción de las células b
tía o hepatopatía de base, que contraindica el uso de antidiabé- del páncreas, que se puede demostrar al objetivar niveles muy
ticos orales, y en las personas hospitalizadas por enfermedad bajos de péptido C tras el estímulo con glucagon. Precisan la
aguda. administración de insulina para vivir.
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
" La diabetes tipo 2 constituye el 90-95% del tota l de cursos de sulina. No precisan la administración de insulina para prevenir la
diabetes y aparece en sujetos que presentan resistencia a la ac- cetoacidosis, si bien pueden llegar a necesitarla para mantener
ción de la insulina y un déficit relativo (más que absoluto) de in- un buen control glucémico.
1) Se indicará control de ionograma, constantes y glucemia cada Hay que recordar que los criterios diagnósticos de diabetes mel/i-
1-2 horas. tus son tanto para la ADA como para la OMS la presencia de una
2) El edema cerebral es raro, pero ocurre con más frecuencia en niños. glucemia venosa basal ~ 126 mg/dl o ~ 200 mgldl tras sobrecarga
3) Se proporcionará aporte de suero glucosado o dextrosa a So/o oral de glucosa (criterios que han de ser confirmados en dos días dis-
cuando la glucemia sea igual o inferior a 250 mg/dl. tintos, preferiblemente aunque no de manera imprescindible por el
4) En este contexto clínico, y una vez resuelto el cuadro, es conve- mismo método); o una glucemia venosa al azar~ 200 mg!dl junto
niente parar la insulinoterapia endovenosa antes de continuar con clínica cardinal o crisis hiperglucémica (este criterio no precisa
con insulina subcutánea. ser confirmado otro día y el paciente ya tiene diagnóstico de diabe-
tes mellitus). La ADA en e/2010 ha incluido también como criterio
RC: 4 diagnóstico una HbA 1e~ 6,5% (criterio que también debe ser con-
firmado otro día), criterio recientemente aceptado por la OMS. Se
Una mujer de 62 años acude a urgencias letárgica y con una TA establecen, asimismo, como categorías diagnósticas:
de 100/60. Su glucemia es de 1.250 mg/dl, la natremia de 130
mEq/1, la potasemia de 4,6 mEq/1, el cloro sérico de 100 mEq/1, el La intolerancia a hidratos de carbono, cuando la glucemia
bicarbonato sérico de 18 mEq/1, la urea de 67 mg/dl y la creatini- plasmática, a las dos horas de la sobrecarga oral de glucosa
na de 2 mg/dl. El tratamiento de esta enfermedad debe incluir: (CTGO) con 75 g es~ 140 y< 200 mg!dl.
La glucosa alterada en ayunas, si la glucemia plasmática en
1) Solución sal ina hipotónica.
ayunas es~ 100 y< 126 mg!dl según ADA y~ 110 y< 126 mg/
2) Solución sal ina hipotónica e insulina.
di según OMS-FID.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
La ADA considera estas categorías diagnósticas, junto con la pre- Puntos importantes que hay que recordar de esta pregunta:
sencia de una HbA 1e entre 5,7 y 6,4%, como "prediabetes'; y consti-
tuyen un factor de riesgo para el desarrollo posterior de diabetes y El tratamiento inicial de elección en cualquier diabético tipo 2
enfermedad cardiovascular. sin descompensación metabólica aguda es fa metformina junto
con las medidas higiénico-dietéticas encaminadas hacia la
Se repite la glucemia venosa en ayunas otro día obteniéndose pérdida de peso en aquellos sujetos con sobrepeso u obesidad.
un valor de 156 mg/dl y una HbA 1e de 7,3%. Respecto al trata-
El tratamiento con estatinas se debe considerar en cualquier
miento durante el ingreso para cirugía programada de este pa-
paciente diabético con LDL > 100 mg!df o que presente otros
ciente, ¿cuál sería la respuesta correcta?
factores de riesgo cardiovascufar independientemente de la edad, y
es obligado en pacientes con enfermedad cardiovascular manifiesta
1) Se debe iniciar tratamiento con metformina al ingreso que se
o > 40 años con algún otro factor de riesgo cardiovascular.
mantendrá hasta el momento de la cirugía y se reintroducirá en
cuanto comience tolerancia oral. Las indicaciones de antiagregación en el paciente diabético son
2) El tratamiento indicado durante el ingreso será la administra- las siguientes:
ción de insulina a demanda o con una pauta de administración - En prevención primaria: varones >50 años o mujeres tras
programada más correcciones en función del control glucémico la menopausia (en general> 60) con algún factor de riesgo
durante el ingreso. cardiovascular mayor (historia familiar de enfermedad
3) No precisa ningún tratamiento de su glucemia durante el ingreso. cardiovascular, hipertensión, dislipemia, tabaquismo o
4) Se iniciará tratamiento al ingreso con inhibidor de la dipeptidil albuminuria) o aquéllos con riesgo de padecer un evento
peptidasa-IV dado el bajo riesgo de hipoglucemia asociado al cardiovascular a diez años mayor del7 0%.
uso de estos fármacos. - En prevención secundaria en pacientes con enfermedad
cardiovascular manifiesta siempre debe realizarse, salvo
RC: 2 contraindicación de la aspirina (en este caso administrar
clopidogrel). Se recomienda el tratamiento combinado con AAS
Es importante recordar que salvo excepciones (procedimientos + clopidogrel durante e/1. o año tras síndrome coronario agudo.
diagnósticos de corta duración en pacientes en tratamiento dieté-
tico o con dosis bajas de antidiabéticos orales), se debe considerar El tratamiento antihipertensivo de elección en el paciente
siempre a la insulina como el tratamiento de elección en el paciente con diabetes meflitus son los lECA-ARA-I/ con unos objetivos
hospitalizado. En el paciente hospitalizado se debe cubrir tres as- tensionales de TAS < 130 y TAD < 80 mm Hg. Además
pectos con la insulinoterapia: la secreción basal de insulina, la se- en cualquier paciente con enfermedad cardiovascular
creción prandial o aportes de hidratos de carbono o glucosa por vía conocida se debe iniciar tratamiento con un lECA, si no existe
i.v. y establecer una pauta de corrección para manejar hipergluce- contraindicación, con el objetivo de reducir el riesgo de nuevos
mias inesperadas, si bien en este paciente de reciente diagnóstico eventos cardiovasculares.
es posible que una pauta de insulina rápida de rescate en función Todos los pacientes diabéticos deben recibir vacunación
de los controles de glucemia capilar sea suficiente para mantener para la gripe estacional anualmente desde los seis años, y
unos niveles de glucemia venosa dentro de objetivos (objetivos en frente al neumococo en los mayores de dos años de edad con
el paciente no crítico hospitalizado: glucemias preprandia/es < 140 revacunación a partir de los 64 años si recibieron la vacuna antes
mg!dl y en cualquier momento < 180 mg!dl). Pacientes en los que de los 65 años y ésta fue administrada hace más de cinco años.
se debe tener un alto grado de sospecha de insulinopenia, y que
van a requerir insulinoterapia con pautas de insulina que cubran Mujer de 40 años con DM tipo 1 de 23 años de evolución con irre-
las 24 horas del día serían aquéllos que cumplan alguna de las si- gular control metabólico. Tras traumatismo mínimo accidental en
guientes condiciones: pacientes con DM tipo 1 conocida, historia pie derecho refiere clínica de edema, dolor y calor a nivel de tobillo
de pancreactectomía o disfunción pancreática exocrina, historia derecho, acudiendo al servicio de urgencias donde es diagnostica-
de fluctuaciones importantes en el control glucémico, historia pre- da de celulitis en pie derecho pautándose tratamiento antimicro-
via de cetoacidosis diabética, historia de tratamiento con insulina biano empírico oral con cotrimoxazol más ciprofloxacino y reposo
durante más de cinco años o más de diez años de historia de DM. durante 14 días. A las cuatro semanas del episodio inicial acude de
Las pautas correctoras con insulina rápida o ultrarrápida en fun- nuevo al servicio de urgencias con persistencia de sintomatología
ción de los controles de glucemia capilar sin insulinoterapia basal previa, sin cuadro distérmico ni fiebre termometrada asociada, y
y nutricionaf asociadas, aunque de uso muy extendido, son poco con herida plantar en el mismo pie de 48 horas de evolución (véan-
efectivas en la mayoría de los pacientes y peligrosas en pacientes se imagenes 1 y 2). Se le realiza una radiografía del pie (véase Ima-
con insulinopenia como los previamente comentados. gen 3) en la que se objetiva un desplazamiento lateral de las bases
de los metatarsianos con respecto a los huesos del tarso, así como
Respecto al resto del tratamiento del paciente, ¿cuál de las si- una disminución-desaparición de la interlínea articulartarsometa-
guientes respuestas sería incorrecta? tarsiana, acompañada de un aumento de partes blandas y de zo-
nas de esclerosis, fragmentación ósea en la base de los metatarsia-
1) Se debería iniciar la administración de una estatina con un ob- nos, y analítica sanguínea en la que destacan una glucemia venosa
jetivo de LDL próximo a 70 mg/ dl y en cualquier caso siempre de 287 mg/dl, Cr: 1,3 mg/dl, ionograma normal, VSG: 90 mm/hora
< 100 mg/ dl. y leucocitosis 19.820 /mm 3 con desviación izquierda (N: 96%). Ante
2) Al alta debe iniciarse tratamiento con metformina y establecer este cuadro clínico, ¿cuál es la complicación crónica neuropática-
recomendaciones dietéticas y sobre actividad física con el obje- articular de base que presenta la paciente?
tivo de la pérdida de peso.
3) Se debe suspender la antiagregación puesto que el paciente es 1) Condrocalcinosis.
menor de 55 años. 2) Condromalacia.
4) Se debe intensificar el tratamiento antihipertensivo con un 3) Amiotrofia diabética.
lECA. 4) Artropatía de Charcot.
RC: 3 RC: 4
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 05
La neuroartropatía de Charcot se asocia a la pérdida de sensibilidad 3) Osteomielitis.
dolorosa, térmica y propioceptiva, siendo la diabetes mellitus su cau- 4) Artritis gotosa aguda.
sa más frecuente, aunque no exclusiva (neurosífilis, siringomielia).
Cursa con inflamación, escaso o nulo dolor a nivel tarsal y deformidad RC: 3
e inestablidad de la articulación. Dentro de su diagnóstico diferencial
se encuentran la celulitis, osteomielitis, artritis séptica, osteoartritis, Aproximadamente entre un 50-60% de las infecciones graves se
gota y la distrofia simpáticorrefleja. Su tratamiento es la inmoviliza- acompañan de afectación ósea, y un 20% de las leves. En las úlce-
ción y descarga de la articulación. En caso de inestabilidad perma- ras de larga evolución, grandes y profundas o asociadas a eleva-
nente de la articulación se indica la artrodesis quirúrgica de la misma. ción de la VSG es imperativo descartar la osteomielitis.
1) Gammagrafía ósea .
2) Gammagrafía con leucocitos marcados.
3) Resona ncia mag nética.
4) Tomografía axia l computarizada.
RC: 3
RC: 2
05 · Diabetes mellitus
Endocrinología,
metabolismo y nutrición •
Hipoglucemia en el sujeto
no diabético
Hay que incidir posprandio tardío, por lo que es fundamental una historia clínica detalla-
en el diagnóstico diferencial da y el cumplimiento de los criterios de Whipple para no someter a un
de la hipoglucemia, sujeto sano a exploraciones in necesa rias. Por el contrario, la presencia de
hiperinsulinémica unas cifras de glucem ia plasmática > 70 mg/dl durante un episodio sinto-
y en el diagnóstico y manejo
mático descartan tota lmente la hipoglucemia como causante del cuadro.
del insulinoma.
La aparición de síntomas en el periodo posprandial, fundamentalmente
neurogénicos, y más frecuente mente en mujeres jóvenes, con cifras de
glucem ia normales, lo que se conoce como hipoglucemia "reactiva" no
6.1. Clasificación y aproximación está re lacionada con el descenso de las concentraciones de glucosa y no
se puede considerar un desorden hipog lucém ico.
diagnóstica
El diagnóstico de hipog lucem ia en la edad ped iátrica y periodo neonatal
se establece con un valor de g lucemia plasmática < 45 mg/dl, aunque
Definición se pueden detectar valores entre 40-45 mg/ dl en un 5-15% de recién
nacidos sanos.
Se define la hipoglucemia como la existencia de signos o síntomas de
hipoglucemia, en presencia de cifras bajas de glucosa plasmática y me- Aproximación diagnóstica
joría inmediata de los síntomas, tras la elevación de las concentraciones
de glucosa (tríada de Whipple). Clínicamente, existe una primera fase en Para el diagnóstico diferencial de los pacientes adultos puede ser útil la
la que se dan síntomas neurogénicos o autonómicos y, después, otra con caracterización de los episod ios de hipog lucemia como de ayuno o pos-
síntomas neu rogl ucopénicos (véase el Apartado Hipoglucem ias en dia- prandia les, aunque actua lmente el d iagnóstico de la hipoglucemia en el
betes mellitus). sujeto no diabético (Tablas 66 y 67) se basa en la presencia o no de una
enfermedad de base o tratamiento farmacológico. Por otro lado, a pesar
La primera fase sintomática puede no desa rrolla rse en las hipoglucemias de que clásicamente el insulinoma se ha asociado con hipoglucemia de
desapercibidas de los diabéticos (por neuropatía autonómica o por hi- ayuno, puede producir clín ica en el periodo posprandial (y, de hecho, en
poglucemias frecuentes) o en la instau ración lenta de una hipoglucemia una minoría de pacientes puede ser la fo rm a exclusiva de presentación).
(más raro). Por el contrario, los pacientes con cirug ías gástricas que habitualmente
presentan hipoglucemia posprandial, también pueden tener síntomas
en ayuno. Otros desórdenes hipoglucémicos, como la hipoglucemia fac-
La hi poglucem ia se define como cifras bajas de glu- t icia, no pueden clasificarse dentro del grupo de hipoglucemias de ayuno
cosa plasmática junto con signos y síntomas de hipo- ni posprandiales.
glucemia y mejoría inmed iata de los síntomas tras la El síndrome de hipoglucemia pancreatógena sin insulinoma
elevación de las concentraciones de glucosa (tríada
se caracteriza por la presencia de sintomatología típicamente neu-
de Wh ipple).
roglucopén ica, aunque no de forma exclusiva, en el periodo pos-
prandial. Cursa histológicamente con hipertrofia e hiperplasia de
El consenso de hipogl ucem ia de la Endocine Society considera que en el los islotes pancreáticos y pruebas de imagen negativas. El trata-
paciente no diabéti co, hipoglucemia se considera a una glucosa plas- miento es la pancreatectomía parcial gu iada por los resu ltados de
mática < SSmg/d l. Los síntomas de hipog lucemia en sujetos sanos co- la est imulac ión intraarterial selectiva co n calc io del páncreas. Trans-
mienza n a pa rtir de cifras de 55 mg/dl, pero la existencia de combustibles curridos meses de una ciru gía d e bypass gástrico en "Y" de Roux se
alternativos a nivel del SNC, como los cuerpos cetón icos, hace que se puede generar un cuadro simi lar. Si las hipog lucemias aparecen
puedan observar cifras más bajas (35-40 mg/dl) en niños o mujeres, por inmed iatamente tras la ci ru gía, es más probable que se trate de
otro lado completamente asintomáticos, así como en sujetos sanos en el insulinoma preexistente.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
La hipoglucemia asociada a autoanti cuerpos frente a la insu- En el pacien t e aparentemente sano, el diagnóstico bioquímico
lina es una rara entidad característica de pacientes japoneses y diferencial se establece con la determinación, en presencia de hi-
coreanos, que cursa con hipoglucemia en el periodo posprandial poglucem ia, de insulina, péptido C. proinsulina, ~-hidrox ibutirato,
tardío, en el que la insul ina segregada en respuesta a una com ida secretagogos circulantes o urinarios (sulfonilureas y meglitinidas), y
unida a estos anticuerpos se d isocia de los mis mos de ma nera la co rrecc ión de la hipoglucemia tras la admi nistración de glucagon
aleatoria . Los pacient es con anticuerpos antirreceptor de insu li- i.v. co n eva luación de la respuesta a la m isma. Si no se presencia la
na suelen ser m ujeres afroamericanas con otras enfermedades hipoglucem ia, es necesario realizar una prueba de provocación en
autoinmun ita ri as que presentan niveles elevados de insu lina en func ión de la situación que provoque al paciente los síntomas. Si son
presencia de hipogl ucem ia con niveles de péptido e apropiada- habitua lmente de ayuno, una prueba de ayuno prolongada de 72
mente suprimidos. hora s, y si son predominantemente posprandia les administrando la
La insuficiencia rena l grave cursa con hi pog lucem ias por la pérdida comida que t ípicamente le produce los síntomas, aunque esta prue-
de la contribución del riñón a la gluconeogénesis, por bloqueo de la ba no está completamente estandarizada. No se debe realizar curva
gluconeogénesis hepática por toxinas o por dism inución del aclara- de toleranc ia a la glucosa o ral para el diag nóstico de la hipoglucemia
miento rena l de in su lina. ali menta ria (o reactiva) dado que puede presentar falsos positivos.
La hipoglucemia de la hepatopatía grave se debe a la dism inu- No obsta nte, la sob reca rga ora l de g lucosa puede ser útil en casos
ción de la gluconeogénesis hepática y de la reserva hepática de glu- de sospecha de insul inoma con test de ayuno no rmal (una minoría),
cógeno, así como a la hiperinsul inem ia secundaria a cortocircuito y en los casos de hipog lucemia pancreatógena sin insulinoma en los
portosistémico y a una ingesta insuficiente. que la prueba de ayuno puede ser negativa, mientras que la hipoglu-
El alcohol y la glucosa se meta bol izan a través de NAD, que es ne- cemia sí se manifiesta tras sobrecarga (sobre todo, en pacientes tras
cesaria para la gluconeogénes is hepática. Cuando se agotan las bypass gástrico).
reservas de glucógeno por un ayuno prolongado, se produce hi-
poglucem ia. En la hipoglucemia en la edad pediátrica es fundamental la edad de
La hipog lucemia re lacionada con tumores no asociados a los is- los pacientes para su diagnóstico y clasificación. En los menores de tres
lotes pancreáticos (genera lmente de origen mesenquima l) sue le años predom inan el hiperinsu lin ismo, los déficit enzimáticos y los pro-
estar causada por un exceso de prod ucción de IGF-11 incompleta- blemas de contrarregulación . Los niños en edad preescolar y escolar
mente procesado. En estos casos, las concent raciones plasmáticas son muy sensib les al ayuno y present an fundamentalmente hipoglu-
de insu lina están adecuadamente suprimidas en presencia de hi- cemias cetogénicas que son muy frecuentes en el primer año de vida.
pogl ucemia. Este t ipo de hipoglucem ia se denomina también hipoglucemia fun-
cional del ayuno. En los niños mayores y puberales se debe descartar
el fa llo hepático y el insul inoma. Otro dato importante a la hora del
Antibióticos: cibenzolina, gatifloxacino, penta midina, diagnóstico en el caso de los neo natos es determ inar si la hipog lucemia
sulfonamidas, cotrimoxazol, levofloxacino, antipalúd icos es transitoria (remite en menos de una semana), ya que en este caso
(quinina, artemisina)
suele deberse a la existencia de unas reservas energéticas escasas junto
Antihipertensivos: lECA, ARA-2, ~-bloqueantes
con inmadurez del sistema de contrarregu lación . En este grupo se si-
Derivados hormonales: glucagon (du rante endoscopia), somatostatina, túan las hipoglucemias de los recién nacidos con bajo peso gestacional,
IGH mifepristona
aquel los que han padecido hipoxia neonata l o una enfermedad grave
Otros: indometacina, dextropropoxifeno, litio, heparina,
(por ej., sepsis). Especia l consideración merecen los niños de madres
mercaptopurina, ácido acetilsalicílico
diabéticas, especialmente aquéllas que han presentado mal control
Tabla 67. Fármacos relacionados con el desarrollo de hipoglucemia durante el embarazo, en los que la hiperglucemia manten ida produce
a excepción de antidiabéticos orales y alcohol un aumento de la insulina fetal que, tras el nacimiento, favorece el de-
Epidemiología
El diagnóstico bioquímico del insulinoma se estable-
El insulinoma o tumor procedente de las célu las b pancreáticas es el ce con unos niveles de insulina y péptido C plasmá-
tumor pancreático funcionante más frecuente después del gastrinoma. tico elevados en presencia de hipoglucem ia y con
pruebas de detección de secretagogos y meglitinidas
Los insulinomas son tumores en los que la liberación incontrolada de
negativos en sangre u orina.
insulina condiciona su rasgo clínico fundamental : la hipoglucemia. En
Diagnóstico de localización
Una vez que se ti ene la confirm ación bioq uímica de hiperin su linismo en-
dógeno durante hi pog lucemia, y desca rtadas otras ca usas, fundamenta l-
mente la hi pog lucem ia facti cia, se procede al diag nóstico de loca lización .
Pa ra ello se utiliza (Figura 80):
Se realiza TC abdominal en la que se objetiva un nódulo en cabe- El tratamiento de elección en todo insulinoma potencialmente
za de páncreas de 2 cm de diámetro sin otros hallazgos patológi- resecable es la cirugía, enucleación de la lesión en tumores de ca-
cos, ¿cuál sería el proceder terapéutico más adecuado? beza pancreática, reservando la pancreaticoduodenectomía para
las lesiones de gran tamaño o ante sospecha de malignidad. En
1) Iniciar tratamiento con diazóxido y si la paciente presenta bue- los localizados en la cola pancreática se realiza una pancreatecto-
na respuesta, mantener el mismo sin intervenir dada la impor- mía distal. El tratamiento médico con diazóxido y/o análogos de
tante morbimortalidad de la cirugía. somatostatina se emplea prequirúrgicamente para evitar los epi-
2) Tratamiento crónico con análogos de somatostatina que han sodios de hipoglucemia. La quimioterapia de elección en los casos
demostrado ser superiores a la intervención quirúrgica. de malignidad con metástasis a distancia es la estreptozocina más
3) Practicar una pancreactectomía total. 5-fluoruraci/o.
4) Enucleación de la lesión localizada en cabeza pancreática .
RC: 4
Vitamina B6 Cofactor en el metabolismo de los aminoácidos Polineuropatía, dermatitis, glositis Ataxia y neuropat ía sensitiva
o piridoxina
El sangrado de las encías, en un paciente con riesgo posqu irúrgica para dism inuir las complicaciones, incluso con nutrición
nutric iona l debe sugerirnos un pos ible défic it de vita- parentera l tota l, si es preciso. Es muy importante rea lizar una estimación
mina K o de vitam ina C, pudiendo d ifere nc iar ambos
del riesgo nutriciona l de los pacientes ing resados.
va lorando la coagulación (tiempo de protromb ina al-
terado en el déficit de vitam ina K).
*Se alteran en cualquier tipo de desnutrición e ind ican que es de grado grave, si linfocitos < 800 y anergia cutánea
Ecuación de Harris-Benedict: utiliza varios parámetros como el A continuación, se enumeran la s indicaciones, co ntraind icaciones y pro-
peso, la talla, la edad y un factor corrector, depend iendo de la situa- blemas de la nutrición entera !, debido a su ampl ia utilización. Se debe
ción del paciente. recordar que, en determinados casos, puede ser mejor el uso de una gas-
Ecuación de Fick: útil en pacientes en unidades de cuidados inten- trostomía (o yeyunostomía) si el tiempo requerido para la nutrición ente-
sivos. Utiliza la diferencia de saturación de oxígeno arteriovenosa, el ra! se va a prolongar meses.
gasto cardíaco y la hemoglobina.
Calorimetría indirecta: más exacto, pero más caro y menos dispo- Indicaciones
nible. Utiliza el co nsumo de oxígeno y la eliminación de C0 2.
lngesta o ral no adecuada(< 50% de los requerimientos nutriciona les ca l-
Nutrición enteral cu ladas) d urante más de siete días o previsión de que va a durar más de
este periodo, incapacidad para ingesta ora l, fístula enterocutánea de bajo
Es fundamental recorda r que la vía entera! siempre es la de elección para débito(< 500 mi/día), pancreatitis aguda (sonda nasoyeyunal) y en mm-
administrar soporte nutricional, cuando es posible. La vía preferida es la oral, binación con la parentera l, en la resección intestinal masiva.
reservando los accesos gástricos o intestinales (a través de sondas nasogástri-
cas o nasoyeyunales, o bien gastrostomía oyeyunostomía) cuando la anterior Contraindicaciones
no sea posible (Figura 82). Para la nutrición entera!, se utilizan preparados de
nutrición artificial, en los que existen mezclas equ ili bradas de principios acti- Obstrucc ió n intesti nal, íl eo, fístu la de alto débito, intolerancia a las sondas.
vos con osmolaridades tolerables y que pueden adaptarse dependiendo de
las características del paciente (d iabetes mellitus, hepatopatía, nefropatía ... ). Administración
j j
Suplementos Nutrición enteral Nutrición entera! Combinación de NE y NP
vía oral completa vía oral por SNG u ostomía
Indicaciones
Imposibilidad de ingesta ora l o nutrición enteral más de 7- 10 días en 7 .2. Dislipemias y SU tratamiento
normonutridos o más de 3-4 días en pacientes desnutridos o en niños
normonutridos, tracto Gl no funcionante, intolerancia a nutrición en-teral,
resección intestinal masiva o fístu la ente rocut ánea de alto débito(> 500 Las hiperlipoproteinemias son anomal ías del transporte lipídico que se
mi/día). producen por aumento en la síntesis o retraso en la degradación de
las li poproteínas que transportan el colesterol y los trig licéridos en el
Contraindicaciones plasma. La mayor parte de estas alterac iones se produce por diversas
enfermedades genéticas y/o asociadas a otros trastornos metabóli-
Restitución de in gesta oral prevista en menos de 7- 1O días en normonu- cos (hiperlipemia secundaria). Las hiperlipoproteinemias primarias se
tridos o menos de 3-4 días en desnutridos o niños normonutridos, ade- clas ifican en dos amplios grupos: 1) trastornos de un solo gen, que se
cuac ión de vía enteral, riesgo de NPT mayor que el beneficio. transmiten por mecanismos dominantes o recesivos simples, y 2) tras-
tornos mu ltifactoriales, con un patró n hereditario complejo que afecta
Administración a diversos genes.
En pacientes hospitalizados se admin istra en perfu sión continua en 24 h. Hiperlipoproteinemias primarias (Tabla 73)
En el caso de nutrición parenteral domiciliaria se prefiere la admin istra -
ción cíclica frente a la continua, ya que permite a los pacientes una mayor La hipercolesterolemia poligénica se diferencia de la familiar en dos as-
libertad y parece que se asocia a menor tasa de hepatopatía a largo plazo. pectos: no afecta a más de un 10% de los familiares de primer grado y no
Existen soluciones estándar de aminoácidos e hidratos de carbono, solu- aparecen los xantomas tendinosos. Se debe sospechar una hipercoleste-
ciones lipídicas (ambas deben adm in istrarse) y las soluciones tres en uno rolemia familiar en cualquier adulto con concentraciones de co lesterol
(en una m isma bolsa están todos los principios activos). tota l ~ 290 mg/dl o LDL ~ 190 mg/d l, especia lmente si cuenta con histo-
ria familiar de enfermedad cardiovasc ular precoz (Tablas 74 y 75).
Complicaciones
La hiper-a-lipoproteinemia familiar es una entidad caracterizada por
Puede ser preciso aumentar los requerimientos de insu lina en los dia- un aumento de los niveles de HDL colesterol (por encima del percentil
béticos (se adhiere a las paredes de la bolsa). Al inicio del ciclo puede 90 de la población general); estos pacientes no presentan una manifes-
haber hiperglucemia, por lo que debe monitorizarse la glucemia estre- tación clínica característica e incluso presentan una reducción del riesgo
chamente; las derivadas del acceso centra l (seps is por catéter, trombo- card iovascu lar. En sujetos japoneses se ha identificado una mutación en
sis, neumotórax, etc.); alteraciones electrolíticas que hay que monitori- el gen de la CEPT (proteína transferidora de ésteres de colesterol) que
zar, elevación del BUN por exceso de proteínas; alteración hepática por cursa con HDL muy elevada.
esteatosis (dism inuir las ca lorías totales si sucede, o emplear prepa ra dos
lipíd icos estruct urados u otros más modernos). En algunos casos, ca- La a-P-Iipoproteinemia se caracteriza por niveles muy bajos de LDL y tri-
lambres musculares en las primeras horas, que se corr igen aumentando g licéridos, y cursa con afectación neurológica (neuropatía, ataxia, espas-
el aporte de iones. ticidad, degeneración espinocerebelosa y retinopatía) por malabsorción
de vitaminas liposolubles, sobre todo, la E. La hipo-p-li poproteinemia cur-
La complicación más grave de la nutrición artificial es el síndrome de sa con disminución de LDL (generalmente< 80 mg/dl) y pueden presen-
realimentación, que se produce por una excesiva adm inistración de tar en ocasiones esteatosis hepática.
Hipercolesterolemia Receptor LDL Falta de aclaramiento tt RCV especialmente Dieta, estatinas a dosis altas, niacina,
familiar monogénica (AD, más de LDL a nivel homocigota (enfermedad resinas y ezetimiba.
de 900 mutaciones hepático coronaria y estenosis Sólo demostrado ..!- RCV con
descritas; formas aórtica) estatinas. Formas homocigotas:
homocigota Xantomas tendinosos aféresis de LDL y trasplante hepático
y heterocigota) y tuberosos. Xantelasmas
Arco cornea!
Otras formas Apo B-1 00 (AD) Falta de aclaramiento Similar o intermedia entre las Similar a la anterior, dependiendo
t Colesterol de de LDL a nivel formas homocigotas de la gravedad
PCSK9 (AD)
hipercolesterolemia hepático y heterocigotas de la HCFM de la hipercolesterolemia
ARH (AR)
familiar (por ej., ARH suele precisar aféresis)
Hipercolesterolemia Mú lti ples Predisposición t moderado RCV Dieta, estatinas a dosis altas,
poligénica anomalías más factores Forma más frecuente niacina, resinas y ezetimiba. Sólo
poligénicas ambientales de hipercolesterolemia demostrado ..!- RCV con estatinas
en el metabolismo familiar (85%)
de LDL
No xantomas
Hiperlipemia fami liar Oligogénica t producción Apo B La dislipemia genética más Dieta, estatinas, fibratos, niacina
combinada (HFC) con penetrancia yVLDL frecuente (1-2% y resinas
variable ..!-aclaramiento TG de la población general)
Obesidad
t Colesterol
+ Triglicéridos Dis-p- AR (lo más ..!-aclaramiento Enfermedad cardiovascular Dieta, estatinas, fibratos, niacina
lipoproteinemia frecuente con VLDL prematura y resinas
familiar homocigosis t quilomicrones Xantomas tuberosos
para la variante y palmares estriados
alélica apoE2) (característicos de esta
Variante AD entidad)
poco frecuente
Déficit de lipasa AR ..!-aclaramiento Dislipemia mixta, se Dieta, estatinas, fibratos, niacina
hepática VLDL desconoce si aumenta el RCV y resinas
t quilomicrones
Quilomicronemia Defecto LPL (AR) t quilomicrones (sobre Xantomas eruptivos Dieta estricta (< 15% grasas)
familiar Defecto apo C-11 todo) yVLDL Hepatoesplenomegalia con vitaminas liposolubles
(AR) y ácidos grasos omega-3. Déficit
Plasma lechoso
de Apo C-11 se puede tratar con
TG > 1.000 mg/ dl síndrome transfusión de plasma.
de hiperquilomicronemia
t Triglicéridos Aféresis en embarazo (aumentan
y riesgo pancreatitis
mucho las VLDL)
Hipertrigliceridemia AD Aumento de VLDL No demostrado aumento Dieta, fibratos, ácido nicotínico
famil iar Mutaciones Generalmente, de RCV en muchas familias y ácidos grasos omega-3
inactivantes con..!- HDL y LDL
de LPL norma l o baja
Xantomas tendinosos sr NO NO
Síndrome metabólico NO NO sr
Tabla 75. Diagnóst ico diferencia l de la hipercolesterolemia primaria familiar
Las hiperlipoproteinemias secundarias son aquellas que aparecen asocia- Los datos epidemiológicos establecen que existe una asociación conti-
das a otros trastornos metabólicos. Algunas de las más características son: nua entre las concentraciones de colesterol tota l y el riesgo de un evento
Anticonceptivos orales: aumento de colesterol. coronario. Esta asociación es cierta tanto para el incremento de colesterol
Embarazo: aumento de colestero l. LDL o trigl icéridos, como para el descenso de colesterol HDL. En aque-
Hipotiroidismo: aumento de colesterol. llos pacientes con dislipemia sin enfermedad card iovascular conocida ni
Sínd rome de Cushing: aumento de colestero l. equivalente se deben recomendar medidas higiénico-dietéticas enca-
Síndrome nefrótico: aumento de colesterol. minadas a mejorar el perfil lipíd ico y controlar otros factores de riesgo
Cirrosis biliar primaria (y otra patología de la v ía biliar): aumen- card iovascula r. El tratamiento con estatinas en prevención primaria ha
to de colesterol. demostrado dismin uir en un 20-30% la incidencia de eventos cardiovas-
Obesidad: aumento de trigl icéridos y colesterol. cu lares, efecto no demostrado por ningún otro fármaco. En prevención
Alcoholismo: aumento de trig licéridos. secundaria, j unto con las med idas higienicod ietéticas en pacientes con
lnhibidores de la prot easa: aument o de tri glicé ri dos. enfermedad coronaria o eq uiva lente que se encuentren por encima de
los objetivos de control de LDL (Tabla 76) se debe comenzar inmediata-
En la diabetes mellit us t ipo 2, el patró n más co mún de disli pemia es la mente trata miento co n una est atin a. Los pacientes con un sínd rome co-
hipertri gliceridem ia (por exceso de prod ucción de VLDL), con descenso ronari o agudo deben ser trat ados con estatinas a dosis altas. Si un pacien-
del colesterol HDL y con apa ri ción de pa rt ículas LDL peq ueñas y densas, te no to lera las estatinas, debe tratarse con otro fá rmaco hipolipemiante
más susceptibles a la oxidación y a la g licosilación y, por ta nto, más ate- aunque no existe clara evidencia de beneficio en reducc ión de eventos
rogénicas. cardiovasculares.
En la diabetes mel litus tipo 1, b ien controlada (con insu lina), los nive- Tratamiento no farmacológico
les plasmáticos de lípidos son sim ilares a los de la población general.
de las dislipemias
En situación de descompensación aguda (cetoacidosis), la insu lino-
penia ocas iona un aumento de VLDL y qu ilomicrones (hipert ri gl ice-
ridemia), tanto por aumento de su p roducción como por una menor La primera etapa del tratam iento de todas las hiperlipoproteinemias es
actividad de la LPL, responsab le de su acla ram iento. La prioridad en el la dieta; si hay sobrepeso, la dieta, además de pobre en gra sas satura-
tratamiento de la dislipem ia d iabética es el control adecuado de los das (an imales) (< 7% del aporte calórico tota l), que deben ser sustitui-
niveles de LDL. das por grasas monoinsatu radas y poliinsaturadas, y pobre en colesterol,
debe ser hipoca lórica. Otras medidas dietéticas que han demostrado dis-
Numerosos fárm acos p roducen hi perli pe mi a como efect o secunda ri o: cretos descenso de las cifras de colesterol LDL son el consumo de fibra
estrógenos, retinoides, g lucocorticoides, t iazidas, ciclosporina. Entre soluble, estero les vegeta les y prot eínas de soj a. El consumo de ácidos
ellos, han adqu irido mayor releva ncia rec ientemente los inhi b ido res grasos omega-3 se asocia con un descenso de las concentraciones de
de la proteasa ut ilizados en el t rat am iento de la infecc ión por VIH (HA- tri glicéridos, poseyendo un efecto antiag rega nte y antiarritmogén ico. El
ART), que se ha n asoc iado con un sínd ro m e m etabó lico ca ract erizado segu ndo obj etivo t era péutico es eli minar los factores agravantes: control
por hipertrig liceride m ia, res istenc ia a la ins uli na con hiperin su li nem ia, metabólico estri cto de la diabetes mellit us, con trol del hipoti roidismo,
lipodistrofia y red istribución de la grasa corpo ral con acúmu lo abdo- abstinencia del alcohol, etc. Además, se debe insistir a todos los pacientes
minal y retrocervica l (giba de búfalo) y adelgazam iento de las extre- en la suspensión de otros factores de riesgo ca rdiovascular: HTA, tabaco,
midades y de la ca ra. Tamb ién se asocian a necrosis avascu lar de la realizar ejercicio físico adecuado.
cabeza femoral.
Tratamiento farmacológico
Ante una dislipemia secundaria, se debe actu ar, en El tratam iento farmacológico (Figura 83) debe quedar reservado para
primer lugar, reso lviendo la ca usa desencadenante: los casos en que no se logra disminuir suficientemente las cifras de co-
abandono del háb ito enó li co, pérdida de peso, trata- lesterol y TG, tras t res a seis meses de tratamiento no farmacológico in-
miento del hipotiro idismo.
tensivo, salvo en los casos de enfermedad coronaria o equivalente en los
En sujetos con triglicé rid os elevados(> 200 mg/dl) se puede usar como "objetivo secundario" el colesterol no HDL (colesterol totai-HDL) (el punto de corte
es el mismo que LDL + 30 mg/dl)
Equivalentes de ri esgo card iovascu lar: diabetes mellitus, enfermedad carotídea sintomática, aneurisma de aorta abdomina l arteri osclerótico, enfermedad
arterial periférica o mú ltiples factores de riesgo cardiovascular que confieran un riesgo de padecer un evento coronario> 20% a diez años
Factores mayores de riesgo card iovascular (FRCV) que modifican los objetivos de LDL: tabaquismo, hipertensión arterial (~ 140/90 mmHg o tratamiento
antihipertensivo), colesteroi-HDL < 40 mg/d l, edad (hombres~ 45 y mujeres ~ 55 años) e historia famil iar de 1.er grado de enfermedad cardiovascular
precoz (en varones < 55 años o mujeres < 65 años). Un HDL ~ 60 mg/dl es un factor protector que resta un factor negativo al recuento total
¡
su recirculación enterohepática
y d isminuyen su cantidad to - HMGCoA
ta l. Además, la conversión de reductasa
LH, d isminución de GH, hiperestrogenismo en mujer por la conve rsión Ciproheptad ina
de androstendiona a estrona en el tejido ad iposo periférico, edad ósea Tabla 78. Etiología de la obesidad secundaria
avanzada en el niño, co n adelanto puberal secundario).
Diagnóstico y clasificación
La distribución de la grasa corporal es importante en el riesgo card iovascular.
Una disposición abdominal del tejido adiposo (obesidad de tipo androide) La asociación que existe entre obesidad y dislipemia, y también con la re-
incrementa el riesgo cardiovascular a igualdad de IMC tanto en el varón como sistencia insulínica e hiperinsulinemia, se debe tener en cuenta al abordar
en la mujer, incluso en peso normal (mujeres> 88 cm o varones > 102 cm). al paciente obeso.
La pérdida d e peso intenc iona d a med iante la im p lementación de tra- Tabla 81. Objetivos del tratam iento e intervención terapéutica
tam ientos d irigidos a este fin (Tabla 81) ha demostrado dismin ui r las en función deiiMC
nalina e inhiben su recaptación a nivel presináptico. Uso pa ra el Las mujeres en edad férti l deben evitar la gestación al menos durante
ell .er año tras la cirugía
tratam iento a co rto plazo.
Sibutramina: se trata de un inhibidor de la recaptación de la 5-HT Tabla 82. Criterios de selección para cirugía bariátrica
y de la noradrenalina. Actua lmente, retirada temporalmente del
mercado por la Agencia Europea del Medicamento por datos Existen múltiples técni cas quirúrgicas (Figura 84) que, de forma didácti-
acerca de un incremento de eventos ca rdi ovascu lares. ca, se puede dividir en :
Yeyuno
Abierto
rleon
En ambos periodos, la aparición de vóm itos es la complicación más fre- plicaciones pueden mermar gravemente la calidad de vida del paciente,
cuente, debiendo instruir al paciente acerca de la dieta que debe tomar debiendo estar seguros de la aceptación de dicha posibilidad antes de la
de por vida, tanto en su composición como en el volumen. Estas com- ci rugía.
1
" Ante cualquier dislipemia, siempre se debe considerar la posibi-
Ideas clave ~ lidad de que sea secundaria (a obesidad, mal control de la dia-
betes, hipotiroidismo, alcoholismo, etc.), en cuyo caso siempre
" El peso y sus combinaciones (índice de masa corporal = peso se iniciará el tratam iento intentando corregir la causa (pérdida
en kg/talla 2 en metros; % de pérdida de peso y % de pérdida de peso, control de diabetes, abstinencia alcohólica, tratamien-
de peso respecto al peso ideal) constituyen el mejor índice para to del hipotiroidismo, etcétera).
valorar el estado nutricional.
" Hay que revisar los objetivos de control de la dislipemia y los
" La albúmina es una proteína plasmática que permite evaluar objetivos de control de la diabetes mellitus.
el estado nutricional, pero que tiene importantes limitaciones:
siempre estará disminuída ante el sangrado y en las patologías " La morbilidad asociada a la obesidad viene determinada por la
hepáticas, por lo que en esas ocasiones pierde su utilidad. Su mayor asociación de DM, HTA, dislipemia, enfermedad vascular,
vida media plasmática es de 20 días, de ahí que no permita la problemas respiratorios, osteoarticulares, problemas digestivos
evaluación de cambios nutricionales a corto plazo. y mayor riesgo de determinados tipos de cáncer. Es de gran im-
portancia, en relación al riesgo cardiovascular, la distribución
" Otras proteínas que evalúan el compartimento visceral son: la de la grasa corporal (implica mayor riesgo el acúmulo de grasa
transferrina (vida media de diez días); prealbúmina (vida media abdominal). En los niños, resulta de gran importancia la posibi-
de dos días); proteína ligadora de retinol (vida media de diez lidad de edad ósea avanzada y de adelanto puberal secundario
horas). a dicha obesidad.
Trastorn os
del metaboli smo del calcio
Prestar atención al manejo El lit io puede produci r distintas pato logías endocri no-
diagnóstico y terapéutico lógicas como la d iabetes insípida nefrogénica, boc io
de la hipercalcemia. Es co n o sin hi potiro id ismo e hi perca lcemia por secre-
recomendable estudiar también ció n de PTH.
los criterios quirúrgicos del
hiperparatiroidismo primario así
como la etiología y diagnóstico
La ca usa más frecuente de hi percalce mi a en la pob la-
diferencial de la hipocalcemia.
ción genera l es el hi perparatiro id ismo pri ma ri o por
adenoma de pa ratiro ides, y en el paciente hospita li -
zado las neop lasias malignas .
8.1. Hipercalcemia
Clínica
Etiología La hiperca lcemia, independientemente de su causa, produce cansan-
cio, depresión, confusión menta l, anorexia, náuseas y vóm itos, estre-
El diagnóstico diferencia l de la hipercalcemia incluye un considerable nú- ñimiento, hipotonía, letargia, defectos revers ibles del túbulo renal,
mero de etiologías (Tabla 84). Las causas más comunes son el hiperpara- diabetes insípida nefrogénica, alteraciones electrocardiográficas (acor-
tiroid ismo primario (ca usa más frecuente en el paciente ambulatorio) y las tamiento QT) y a veces, arri tm ias ca rdíacas. La hi percalcemia persi s-
enfermedades malignas (causa más frecuente en el paciente hospita lizado tente, asociada a nive les normales o altos de fosfatos, puede producir
y secundaria en general), que expl ican el 90% de los casos. Las tiacidas aun- ca lcificación en vasos, articu laciones, córnea, riñón, etc. Suele existir hi-
que disminuyen la excrección renal de calcio, no producen hipercalcemia percalcemia sintomática con niveles de calcio entre 11,S y 12,S mg/d l,
sa lvo que el paciente presente un hiperparatiroid ismo subyacente. la hipercalcemia grave (> 1S mg/dl) constituye una urgencia médica .
A continuación, se desarrollarán algunas de las causas más frecuentes
de hipercalcem ia.
Hiperparatiroidismo primario por adenoma,
carcinoma o hiperplasia
Hiperparatiroidismo primario
Tratamiento con litio
Hipercalcemia hipocalciúrica familiar Etiología
Intoxicación vit. D
Enfermedades granulomatosas El hiperparatiroidismo primario (HPP) es la causa más frecuente de hiper-
Síndrome de Williams (hipercalcemia de la infancia) calcemia. La incidencia en la población general es aproximadamente de
Osteól isis: mama, mieloma, etc. O,OS-0, 1% y se desarrolla cuatro veces más en mujeres que en hombres.
Paraneoplásica por PTHrP: epidermoides, renal Está causado por un adenoma paratiroideo único o múltiple, en un SS%
Paraneoplásica por vit. 0: linfomas de los casos, mientras que la hiperplasia se encuentra en un 1S% de los ca-
sos, y el carcinoma de paratiroides en< 1%. Ambas formas de enfermedad
Hipertiroidismo
pueden aparecer de forma esporádica o como trastornos familiares: MEN
Exceso de vitamina A
1, MEN 2A, hiperparatiroidismo familiar y síndrome de tumor mandibular.
Tiacid as
Inmovil ización prolongada
Clínica
HiperPTH secundario grave
Intoxicación por aluminio La mayoría de los casos diagnosticados en la actua lidad son asintomá-
Tabla 84. Causas de la hipercalce mia t icos, descubriéndose la hi perca lcem ia como una observación mera-
Endocrinología, metabolismo y nutrición 1 08
mente fortuita. Existe HTA en el 50-70% de los pacientes. Es más fre-
cuente la úlcera péptica y la gastritis. Puede ex istir pancreatitis aguda y
colelitiasis.
Diagnóstico de localización. No es obligada la realización de una prueba con un calcimimético (cinacalcet) que incrementa la afinidad del calcio
de localización preoperatoria, ya que la exploración quirúrgica por un ciru- circulante por su receptor produciendo un descenso significativo de
jano experto es la mejor opción. Sin embargo, la localización previa permite los niveles de calcio y PTH, sin que se haya constatado hasta el momen-
la realización de ci rugía mínimamente invasiva, con reducción del tiempo to efecto sobre la mineralización ósea ni excreción renal de calcio. Otra
quirúrgico, y más recientemente, el abordaje unilatera l con anestesia loca l. de las indicaciones de los calcimiméticos es el tratamiento de la hiper-
Ultra son ido cervica l y gammag rama con Tc-sestam ibi: en la actua- ca lcem ia refractaria del carcinoma paratiroideo. Sus principales efectos
lidad, la combinación de ambas técn icas aumenta la sensibilidad secunda rios son las molestias gastrointestinales y la hipocalcemia.
diagnóstica.
Otras técnicas, como la TC o RM o arteriografía cervica l con cateteris-
Determinación Periodicidad
mo venoso selectivo se reservan para la loca lización de adenomas en
pacientes ya intervenidos con recidiva o persistencia de enfermedad. Calcio sérico Anualmente
Localización intraoperatoria: introducción de sondas con isótopos Creatinina sérica (cálculo EFG) Anualmente
radiactivos intraoperatoriamente, ultrasonido intraoperatoria o la Densitometría de tres localizaciones 1-2 años
determ inación intraoperatoria de PTH molécu la intacta para consta- Tabla 85. Seguimiento de los pacientes con hiperparatiroidismo
tar la resección con éxito son otras opciones en esta patología. asintomático primario no intervenidos (Workshop, 2008)
Menores de SO años
Edad <>:de SO años con al menos uno de los siguientes criterios:
Calcio sérico> 1 mg/dl por encima del límite superior
de la normalidad
Hidratación Bifosfonatos Gamma Tc-sestamibi Cirug ía - Depuración de creatinina disminuido(< 60 ml!min)
Moduladores selectivos Ecografía cervical
del receptor estrogénico
- Reducción de densidad mineral ósea por debajo de 2,5 DE en
· Calciomiméticos T-score en columna vertebral, cadera, cabeza femoral o 1/3 distal
· lHS del rad io y/o cualquier fractura previa por frag ilidad
Figura 87. Actitud ante el hiperparatiroidismo primario Cualquier hiperparatiroidismo primario que presenta signos o síntomas
relacionados con la hipercalcemia (por ej., nefrolitiasis) presenta
En el caso de que el principal problema terapéutico sea la hipercalce- indicación quirúrgica de entrada
mia los pacientes sin indicación quirúrgica por comorbilidades acom- Tabla 86.1ndicaciones de cirugía en el hiperparatiroidismo primario
pañantes, o bien aquéllos que rehúsen la cirugía pueden ser tratados asintomático (Workshop, 2008)
Fisiopatología
Fisiopatología
La tendencia in icial a la hipoca lcem ia en la enfermedad renal se debe
Los mecanismos implicados en la aparición de la hipercalcemia tumoral son: a dos causas: retenc ión de fósforo y d isminución de los nive les de 1,25-
Destrucción ósea local. Los tumores sólidos (sobre todo, el cáncer (0H)2- vita mina D, por escasa síntesis. Am bos trastornos disminuyen la
de mama) producen hipercalcemia por destrucción osteolítica me- respuesta ósea a la PTH. El estímulo contin uo sobre la secreción de PTH
diada por productos tumorales secretados de forma local. El mie- hace que las g lándulas paratiroides tengasn cambios hiperplásicos (al-
loma mú lt iple y otras enferm edades mal ignas hematológicas que gunas incluso se vuelven autónomas: hiperparatiroidismo terciario). Los
invaden la médula ósea también producen destrucción ósea por pacientes con insuficiencia renal presentan hiperfosfatemia con niveles
mediadores diferentes a los tu mores sól idos (factor activador de os- normales o moderadamente bajos de ca lcio (por el efecto hipocalce-
teoclastos, factor de necrosis tumoral, interleuci na 1, linfotoxina). miante del fósforo y por la dismin ución de la dispon ibil idad del calcio
Mediación humoral. Los tumores sólidos que no infiltran hueso óseo). Cuando existe HPS muy grave, los pacientes muestran, sin embar-
pueden producir hi perca lcemia mediante la secreción de factores go, hiperfosfatemia con hipercalcemia (ya que la hipersecreción de PTH
que estimula n la resorción osteoclástica del hueso. La PTHrP parece supera la resistencia ósea).
ser la responsab le de la hipercalcemia asociada a tumores epider-
moides (son los que más frecue ntemente se asocian a hipercalce- Clínica
mia) de pulmón, riñ ón y aparato genito urinario y algunos tumores
mamarios. Algunos linfomas, sobre todo los de cél ulas B, muestran Los pacientes además de hiperfosfatem ia y ca lcio norm al o ligeramente
niveles aumentados de 1,25-(0H)2-vitamina D, que pueden ocasio- elevado, presenta n do lo r óseo, calcificaciones ectópicas y pru rito. La en-
na r hipercalcemia. También algunos linfomas parecen cursar con hi- fermedad ósea en los pacientes con HPS e insuficiencia renal se denom i-
perca lcemia grave asociada a niveles alt os de PTHrP. na osteodistrofia rena l (vértebras en j ersey de ru gby).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
El diagnóstico definitivo de la causa de hipercalcemia se rea lizará, no obs- La admin istración de glucocorti co ides está indi cada
tante, de acuerdo a los datos de laboratorio. Teóricamente el anál isis de los en las hiperca lcemi as de origen tumoral y por exceso
niveles de PTH permite separar los distintos grupos: en la hipercalcemia de vitam ina D. No es útil su adm ini strac ió n en las
secundarias a hi perparatiro idismo primario.
relacionada con la glándula paratiroides las concentraciones se encuentran
Hipercalcemia
Determinar calcio corregido (por albúmina) o calcio iónico
Hipercalcemia confirmada
Evaluación clínica
Medición de PTH
Hidratación Horas Durante Aumentar las pérd idas urinarias de calcio Siempre es necesaria
con solución la infusión Acción ráp ida
salina
Hidratación Horas Durante Diuresis forzada Descompensación ca rdíaca
con solución la infusión Aumentar las pérdidas urinarias de calcio Vigilar electról itos
salina+
furosemida
Calcitonina Horas 2-3 días · Aumentar el flujo del calcio hacia el hueso · Acción rápida
(i.v., i.m., s.c.) · Disminuir la resorción ósea · Taquifilaxia
Diálisis Horas Durante su uso Extraer el calcio dializado Muy útil en la insuficiencia renal
y las 24-48 horas
siguientes
Bifosfonatos 1-2 días Entre 14-15 días Disminuir la resorción ósea al inhibir Hiperfosfatemia/ hipofosfatemia
la acción del osteoclasto Fiebre (20%)
Se utilizan sobre todo los de 2•
generación, más potentes
Glucocorticoides 3-5 días Días, semanas Acción antiinflamatoria y control Activos sólo en hipercalcemia tumoral
(oral, i.v.) de tumor de base (mieloma, linfoma). (T. hematológicos) o exceso de vitamina D
Control de vitamina D No útil en HPP
Plicamicina (i.v.) 3-4 días Días Disminuir la resorción ósea Potente
(mitramicina) Alta toxicidad
Hemorragias
Fosfato (oral) Horas Durante Disminuir la absorción de calcio intestinal Alta potencia (i.v.)
su empleo Aumentar el flujo de calcio hacia Escasa toxicidad si P < 4 mg/dl
el hueso Uso li mitado: hipocalcemia grave
y calcificaciones ectópicas
La hipoca lcemia crón ica es muc ho menos frecuente que la hiperca lcemia. Las alterac iones inte lectua les crón icas cons isten en irritabil idad, tras-
Puede existir hipoca lcem ia transito ri a en algunas enfermedades graves, tornos de la memo ria, depresión y psicosis. El intervalo QT del ECG
sepsis, quemadu ras. insuficiencia rena l aguda y transfusiones numerosas se prolonga y la onda T se invierte, a diferencia de la hipercalcemia.
con sangre citrada. Algunos fármacos producen hipoca lcemia: heparina, Pu eden aparece r arritm ias por disminución de la eficacia de los dig i-
glucagon, protamina. Los pacientes con pancreatitis aguda presentan hi- tálicos.
pocalcemia durante la inflamación aguda (Tabla 89).
Se aprecian espasmos intestinales y malabsorción crónica. Los signos de
Trousseau y de Chvostek sirven para confirmar tetania. La manifestación
Ausencia de PTH: ocular más común en la hipocalcemia crónica es el desarrollo de catara-
- Hipoparatiroidismo hereditario o adq uirido ta s. Otra característica de la hipocalcemia crón ica es la calcificación de los
- Hipomagnesem ia tej idos blandos, de los ganglios basa les y la exostosis.
Disfunción de PTH :
- Insuficiencia renal crónica
Hipoparatiroidismo
- Ausencia o ineficacia de vit. D: desnutrición, raqu itismos tipo 1y 11,
malabsorción, anticomiciales HipoPTH posquirú rgico
- Pseudohipoparatiroidismo
Es la causa más frecuente de déficit de PTH. Hay que distinguir en-
Superación de la actividad de PTH: tre el hipoPTH permanente (por resección de todo el tejido parati-
- Hiperfosfatemia aguda grave: lisis tumoral, rabdomiólisis, FRA roideo) y el hipoPTH funcional, que resulta tras la resección de un
- Síndrome hueso hambriento (tras paratiroidectomía) adenoma productor de PTH o tras una intervenció n qu irúrgica de
Tabla 89. Causas de hipocalcemia tiroides.
Los síntomas neuromusculares y neurológicos constituyen las manifesta- La hipomagnesemia también puede ser causa de un hipoPTH funcional
ciones más frecuentes de la hipocalcemia crónica y comprenden espas- (véase más adelante).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
Hipoparatiroidismo idiopático Sin embargo, los niveles de PTH son altos. La alteración modular de esta en-
fermedad reside en un defecto en la función de la proteína Gs por una mu-
Es un trastorno poco frecuente, en compara ción con otras ca usas de hi- tación inactivante (cromosoma 20), que presenta fenómeno de impresión
poca lcemia. Existen dos va riedades, una forma de defecto aislado de la paterna (sólo se manifiesta la enfermedad cuando el gen mutado procede
función paratiroidea y otra fo rma de hi poparatiroidismo que se asocia a de la madre). Si procede del padre, el paciente presenta rá un pseudopseudo-
otras endocrinopatías (síndrome poliglandular autoinmune t ipo 1). Existe hipoparatiroidismo con osteodistrofia de Albright pero sin alteraciones en el
una forma de hipoPTH hered itario sin alteraciones asociadas y a patrón receptor de PTH, con normocalcemia y respuesta normal a la infusión de PTH
fami liar. (Tabla 89). Dado que muchos otros péptidos actúan por esa vía, no es infre-
cuente que se asocie a otros defectos de función hormonal: hipotiroidismo
Formas poco frecuentes de deficiencia de PTH: (resistencia TSH), amenorrea (resistencia GnRH), diabetes insípida nefrogéni-
El síndrome de Di George se caracteriza por ausencia de las glándu- ca (resistencia a ADH). El pseudopseudohipoparatiroidismo puede presentar
las paratiroideas, asociado a una displasia de t imo y ma lformac iones alteraciones en estos otros receptores hormonales pero no en el de PTH.
cardiovascu lares (por fa lta de desarrollo de la 3.• y 4• bolsa fa ríngea
en el embrión). SHP tipo lb
El síndrome de Kea rn -Sayre, en el que el hi poPTH se asocia a dege-
neración retiniana, ataxia, ofta lmop lejia y miopatía. Las ma nifestac iones bioquímicas son simi lares al tipo la, pero carecen de
Hemocromatosis (por infiltrac ión de hierro en el tej ido parati roideo) las características somáticas asociadas con la osteod istrofia. El defecto
y enfermedad de Wilson (por infiltración de cobre). bioquímico de este proceso no se conoce, las determinaciones de proteí-
HipoPTH transitorio posterior al uso de 1-131 para el t ratamiento del na G son norma les, pero existe también una incapacidad para sintetizar
hipertiroidismo. AMPc nefrogénico en respuesta a PTH (véase el Apartado Diagnóstico).
Metástasis tumorales en las glándu las paratiroides.
SHP tipo 11
Pseudohipoparatiroidismo
Este t rastorno es bastante raro. Los pacientes no presentan tampoco las
El término pseudohi popa ratiroidismo (SHP) se emplea para describi r va- ca racterísticas somáticas del fenotipo Albright, t ienen hipoca lcemia con
rios trastornos hered itarios en los que existe una resistencia en el órgano hiperfosfatem ia y PTH alta, pero son capaces de inducir la producción de
diana a la acción de la PTH. Existen dos formas principa les de este trastor- AMPc nefrogénico sin respuesta fosfatúrica tras la infusión de PTH, lo que
no, los tipos 1(la y lb) y el SHP tipo 11 (Figura 89). indica que el defecto para la acción de la hormona reside en un lugar
situado más allá de la producción de AMPc (Tabla 90).
Hipomagnesemia
PTH ~- - AC-
- Acciones
La hipomagnesem ia grave se asocia a hipocalcemia grave. El restableci-
miento de los niveles de magnesio conduce a una rápida normalización
l l l 1
de los niveles de ca lcio. Existen dos mecanismos por los que la hipomag-
nesem ia puede producir hipoca lcemia: alteración de la secreción de PTH
(si bien habitualmente la hipomagnesem ia leve estimula la secreción de
PTH igual que el calcio, cuando es grave, la depleción intracelular del mis-
mo impide la fusión de las vesículas intracelulares que contienen PTH
Figura 89. Alteraciones en la vía de acción de la PTH con la membrana celular y la liberación de la misma) y disminución de la
en el pseudohipoparatiroidismo respuesta periférica a esta. Por tanto, se debe descartar la hipomagnese-
mia en todos los casos de hipoPTH. La hipomagnesemia se clasifica como
SHP tipo la primaria o secundaria. La hipomagnesem ia primaria se produce por de-
fectos de absorción intestinal o renal de carácter hereditario.
Es la forma más frecuente de SHP Este trastorno se ca racteriza por la pre-
sencia de anomalías somáticas características que incluyen estatura baja,
cara redondeada, obesidad, pseudopterigium col li y acortamiento del4°
La hipomagnesem ia leve estimula la secreción de PTH,
y 5.0 metacarpiano. Puede existir o no retraso mental. Este cuadro se co- mientras que la grave impide la liberación de PTH y se
noce como "osteodistrofia hereditaria de Albright'~ Los pacientes tienen asocia a hipoparatiroidismo.
un calcio bajo con fósforo alto, al igual que los pacientes con HipoPTH.
- HipoP
SPHia
SHPib
Hipocalcemia hiperfosfatemia
Sí
Sí
Sí
- baja
alta
alta
Respuesta AMPC
+
Respuesta P
+
Déficit de subunidad G
No
Sí
No
SHPII Sí alta + No
SSHP No normal + + Sí
Tabla 90. Características diferenciales del hipopa ratiroidismo y el pseudohipoparatiroidismo
Diagnóstico
" La etiología de la hipercalcemia es amplia, aunque la causa " Ante un paciente con hipercalcemia, la primera prueba a solici-
más frecuente es el hiperparatiroidismo primario por adeno- tar es la determinación de PTH intacta, para descartar un hiper-
ma paratiroideo, salvo en pacientes ingresados, donde son las paratiroidismo primario. 1
neop lasias.
" Cualquier paciente con signos (por ej., nefrolitias is) o síntomas
" Los tumores pueden producir hipercalcemia por osteólisis de hipercalcemia tiene indicación quirúrgica. Las indicaciones
(mama, mieloma), secreción de PTHrP (carcinomas epidermoi- d e cirugía en el hiperparatiroidismo primario asintomático son :
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
edad < 50 años, calcio sérico > 11,5 mg/ dl, disminución de la " Ante la presencia de una hipocalcemia con fósforo bajo, se
tasa de filtración glomerular (< 60 ml/min), la existencia de os- debe sospechar la existencia de un déficit de vitamina D. Si el
teoporosis en columna lumbar, cadera, cabeza femoral o radio fósforo se encuentra elevado, se debe solicitar la PTH intacta,
o una fractura previa por fragilidad. para distinguir entre un hipoparatiroidismo o pseudohipopa-
ratiroidismo.
" La medida más importante para el tratamiento de la hipercal-
cemia grave es la administración de solución salina . Después de " La hipomagnesemia grave se asocia a un descenso en la secre-
hidratar al paciente, se debe evaluar segunda fase de tratamien- ción de PTH intacta que conlleva la aparición de hipocalcemia.
to (ej., con diurético, furosemide). Para corregir la hipocalcemia, es fundamental la administración
inicial de magnesio i.v., en los casos más graves, o suplementos
" La causa más frecuente de hipoparatiroidismo es el posquirúrgico. orales.
Un paciente alcohólico presenta obnubilación, desorientación, mio- Ante los antecedentes personales del paciente, clínica y bioquí-
clonías y fasciculaciones. Los niveles de potasio, calcio y magnesio mica del paciente cuál es el tratamiento de elección:
están considerablemente disminuidos. ¿Qué elemento hemos de
aportar primero para conseguir la corrección de todo el trastorno? 1) Cirugía .
2) Reposición de niveles de vita mi na D y bifosfon atos.
1) Magnesio. 3) Cinaca lcet.
2) Ca lcio. 4) Hid ratación abundante y vig ilancia.
3) Potasio.
4) Vitamina D. RC: 1
RC: 2
RC: 4
A 56-year-old male is admitted in the emergency room disorien- 1) Loop diuretics treatment.
tated and dehydrated. Renal failure and 14 mg/dl calcemia 2) Multiple myeloma.
(3.5 mmoi/L) is deduced. What would be your therapeutic strategy? 3) Bone metastasis from sol id tumors.
4) Hyperparathyroidism.
1) Hig h doses of glucocorticoids.
2) lnfusion of saline serum, furosemide and difosfonate. Correct answer: 1
3) Mithramycin (25 mg/kg of 5% glucose solution) to be infused
over 4-8 hours.
4) lnfusion of bicarbonate 1/6 molar, thiazide diuretics and gluco-
corticoids.
Correct answer: 2
Trastornos neoplásicos
que afectan a múltiples órganos
endocrinos
El NEM 1 o síndrome de Wermer (Tabla 91) consiste en la asociación A diferencia del hiperparatiroidismo primario ai slado,
de hiperparatiroidismo, adenoma de hipófisis y tum ores de célu las de donde en la mayoría de los casos su origen res ide en _.......,.::.-;;o..."
los islotes pancreáticos. El síndrome se hereda con ca rácter autosómico la existencia de un único adenoma, en el NEM tipo 1
el hiperparatiroidismo suele deberse a una hiperpla-
dominante. Se ha localizado el locus del NEM tipo 1 en una región del
sia paratiroidea de forma ca racte rísti ca.
cromosoma 11. Dicho gen pertenece a los genes de supresión tumora l.
El NEM 1 se debe a una mutación que inactiva este gen que, junto con
La segunda manifestación más fre-
cuente en el NEM 1 (70%) son los tu-
' Manifestaciones endocrinas Manifestaciones no endocrinas mores neuroendocrinos enteropan-
l. Hiperplasia 1 adenoma parati roideo (90%) l. Angiofibromas faciales (SS%) creáticos, siendo el gastrinoma el más
frecuente (véase el Capítulo 1O para
2. Tumor enteropancreático (70%): 2. Colagenomas (70%)
más información).
Gastrinomas (40%) 3. Lipomas (30%)
Polipéptido pancreático (20%)
Aproximadamente el 40% de los pa-
lnsulinoma (10%)
cientes con NEM 1 son portadores de
Otros más raros (vi poma, glucagonoma, etc.)
tumores hipofisarios. Estos tumores
3. Tumores hipofisarios (40%): son multicéntricos, lo que dificulta el
Prolactina (20%) tratamiento quirúrgico. El tumor más
Acromegal ia (S%) frecuente es el prolactinoma, segu ido
Combinado de prolactina y GH (S%) del productor de GH. Pueden existir
No secretor (S%) menos frecuentemente tumores pro-
Otros (TSH, etc.) ductores de ACTH (es importante dife-
ren cia r la enfermedad de Cushing de
4. Adenomas no funcionantes de supra rrenal
la producción de ACTH o CRH ectópi-
Tabla 91 . Asociaciones en el NEM 1 co por otros tumores del NEM).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Casi todos los sujetos q ue heredan el gen muta nte del NEM 1 presenta- fe ri ares de cada lóbulo t iro ideo. Este t umor suele apa recer en la infan-
rán afectación al menos en uno de los ó rganos citados. La mayoría de los cia y com ienza co mo una hiperplasia de célu las C. El feocromoc itoma
pacientes precisan cirug ía sobre dos o m ás g lándulas endocrinas a lo lar- se presenta aproximadamente en el 50% de los pacientes con NEM 2A.
go de la vida. En el caso del hiperparatiroid ismo, existe un condicionante Tiene dos ca racterísticas d iferenciales del feocromocitoma aislado: con
añad ido que es la presencia de enfermeda d ulcerosa grave o cualquier otra frecue ncia es bilateral (u n t ercio de los casos) y prod uce m ucha mayor
manifestación del gastrino ma de d ifícil co ntrol farmacológico, puesto que cantida d de adrena li na q ue nora drenalina. La m align idad (< 1O%) y lo-
la hiperca lcem ia puede estimu lar la liberación de gastrina y empeorar la ca lización extraadrenal son poc o frecuentes. El hi perparatiroidismo (la
si ntomatolog ía. En el hiperparatiro idismo prim ario del NEM no están indi- forma más frecuent e es la hiperplasia al igual que en el NEM 1) aparece
cadas las técnicas mínimamente invasivas, siendo las téc nicas q uirú rg icas en el 10% de los pacientes con NEM 2A.
de elección la parati ro idectomía su btota l + t imectom ía (evitar el riesgo de
carcinoma del ti mo asociado a NEM) o la pa ratiroidectomía tota l con im- NEM tipo 2B
plante en el antebrazo. El tratamiento de los t umores de células pancreáti-
cas se plantea en el sig uiente capítulo. El t ratamiento de los tumores hipo- El CMT del NEM 28 es sim ilar al del 2A, excepto por su carácter agresivo.
fisarios productores de GH, ACTH o de los no funcionantes, es quirú rgico. Puede haber producido metástasis antes del año de edad. Los neuromas
El t ratam iento co n agonistas dopam inérgicos en los tumores hipofisarios de las m ucosas constituyen el rasgo más ca racterístico (punta de la len-
productores de PRL es sati sfactorio en la mayoría de los casos. g ua, párpa dos y tubo d igesti vo), y deben ser d ife renciados de los neuro-
fibromas de la neurofi bromatosis (Figura 91 ).
Neoplasia endocrina múltiple tipo 2 {NEM 2)
Enferm edad de Hirschprung neoplásicos que pu eden m ostrar afect ación endocrin o lóg ica mú lt iple
(Tabla 93 y Figuras 92 y 93).
Carcinoma medular Carcinoma medu lar de t iroides
de ti roides familiar Pu ede asociar enferm edad de Hirschprun g
El CMT es la man ifestación más frecuente. Esta neopl asia se loca liza de Figura 92. RM co n lesio nes mixtas sólido-quística en cráneo (displ asia
forma ca racterística en la unión del terc io superior y los dos te rcios in- fibrosa en McCune-Aibrig ht)
Característ ica s Manchas café con leche SNC Lesiones cutá neas Lesiones mucocutáneas
clínicas Displasia fibrosa Hemangioblastomas retin ianos (60%) pigmentadas (75%) Tricolemomas
poi iostótica Tumores del saco endolinfático (1 Oo/o) Mixoma ca rdíaco (SOo/o) Queratosis acral
Pubertad precoz Hemangioblastomas Hiperplasia adrenal Lesiones papulomatosas
Hipertiroidismo cerebroespinales (70%) micronodular bi lateral
pigmentada (25%)
Acromegalia
Visceral Tumor de células
Síndrome de Cushing Neoplasias asociadas
Carcinoma de células renales de Sertoli (25%
adren al y otras características
o quistes (60%) de los hombres)
Pérdida renal de fósforo Cáncer de mama
Feocromocitoma (20%) Acromega lia (1 Oo/o)
Quistes pancreáticos o tumores Nódulos y cánce r Cáncer diferenciado
neuroendocrinos pancreáticos (70%) diferenciado de tiro ides (especialmente
de t iroides (So/o) fo licular)
Cistoadenoma de epidídimo
(60% hombres) Macrocefa lia
Gangliocitoma displásico
de cerebelo
Carcinoma
de endometrio
El PGA t ipo 1 se diagnostica gene ralme nte dura nte el primera déca-
da de vida. Aunque sus sín to m as varía n, sie m p re se ap rec ia la tríada
de ca nd idiasis mucocutánea (70-80%), hipo parati roid ismo (80-85%)
e insufic iencia suprarrena l (60-70%). Aunque más raramente que en
el tipo 2, puede aparecer d iabetes me llitus ( < 20%) y enfermedad
tiroidea autoinmune (1 0%). El 60% de las mujeres desarrolla un hi-
pogonadismo autoinmune, m ientras que só lo lo hace el 15% de los
hombres.
Candidiasis mucocutánea
Hipoparatiroidismo
Adrenalitis autoin munitari a
Otros: hipogonadismo, alopecia areata, hipotiroidismo, ma labsorción, hepatitis crónica activa, vitíli go, anemia perniciosa ..
Adrenalitis autoinmunitari a
Enfermedad t iroidea autoinmunitaria
Diabetes mellitus tipo 1
Otros: hipogonadismo, miastenia grave, vitíligo, alopecia areata, anemia perniciosa, enfermedad celiaca..
Tumores neuroendocrinos
gastroenteropancreáticos
(TNEGEP). Tumores y síndrome
carcinoide
Los tumores neuroendocrinos (TNE) (Tabla 95) son un grupo heterogé-
Los aspectos más relevantes
neo de neoplasias que derivan de células de los islotes pancreáticos y
son los referentes al tumor
del sistema endocrino difuso gastrointestinal, broncopu lmonar, tímico y
carcinoide. Es recomendable,
además, centrarse en las Ideas urogen ital. Se caracterizan por su baja incidencia y producen síntomas
Clave y en las llamadas re lacionados con el exceso de producción hormonal, aunque también
de atención. pueden causar clínica relacionada con efecto de masa por crecim iento
local o metástasis a d istancia. El diagnóstico de un síndrome específico
Gastrinoma Dolor abdominal por úlceras gástricas Hipergastrinemia (> 1,000 pg/ml) Sintomático:
y duodenales en presencia de pH gástrico ácido - Anti-H2
Diarreas y esteatorrea Respuesta exagerada de la gastrina Omeprazol
70% son mal ignos tras estimulación de secretina y calcio
Octreótida
- Quirúrgica (único curativo)
lnsulinoma Tríada de Whipple: Prueba de ayuno prolongado: insul ina, Sintomático, para normalizar
- Síntomas de hipoglucemia e
péptido elevados en presencia la g lucemia:
de hipog lucemia descartada Octreótida
Cifras bajas de glucosa
la administración de hipoglucemiantes
Mejoría in med iata tras Diazóxido (mejor a largo plazo)
orales
la adm inistración de glucosa
Qu irúrg ico (extirpación directa
Aumento de peso o tras búsquedas sistemáticas)
10% son malignos
precisa de la clínica y ana lít ica y no puede hacerse solamente basado en 1 0.3. Vi poma. Síndrome
la t inción in m unohi stoquím ica del t umor. Tampoco es posib le la clasi-
ficació n en ben igno o mal igno solam ente por la anatomía patológica,
de Werner-Morrison
sino por la existencia de invasión o metástasis. La presencia de metástasis
hepáti cas es el factor pronóstico principa l. Los tumores productores de VIP son los tumores pancreáticos procedentes
de las células D más frecuentes (células Dl ). A diferencia de los gastrinomas
e insul inomas, suelen alcanza r un gran tamaño, ya que clín icamente tar-
1 0 .1. Gastrinoma. Síndrome dan en man ifestarse. Suelen ser malignos y el40-70% presentan metástasis
cuando se diagnostican. Se ha descrito asociado a NEM 1, aunque no hay
de Zollinger-EIIison una relación constante entre estos dos síndromes. Un 10-15% de los vipo-
mas son extra pancreáticos, originándose en las células neuroendocrinas de
Los gastrinomas son tumores de las célu las productoras de gastrina la mucosa intestinal y a lo largo de las cadenas simpáticas. En niños menores
localizadas tant o en el duodeno como a nivel pancreático (fundamen- de diez años suele producirse por ganglioneuromas o ganglioblastomas.
talmente en cabeza), que dan lugar al síndrome de Zoll inger-EIIison ca-
racterizado por la presencia de hiperclorhidria y engrosam iento de las Clínica y diagnóstico
paredes de la mucosa gástrica. Después del insu linoma es el2. 0 tumor en
frecuencia de los islotes pancreáticos (0,5 - 1,5 casos/millón/año), el 1.o Las manifestaciones clín icas principales de este tumor son diarrea secre-
en caso de NEM, si bien la mayoría se loca lizan en el duodeno (50-70%), tora (persistente durante el ayuno) en el 100% de los casos, hipokalemia
y hasta un 25% se asocian a NEM tipo l . Presentan un comportamiento (80-1 00%) y deshidratación (85%). El volumen de heces es superior a
maligno con presencia de metástasis gang liona res y hepáticas hasta en 1 1/día y en un 70% de los pacientes mayor de 3 1/día ("cólera pancreáti-
el 60-90% de los casos en el momento del diagnóstico. No obstante, la co") y existen además otras alteraciones hidroelectrolíticas: acidosis con
mayoría de la sint omatología que producen se relac iona con la hipergas- anión GAP normal (pérdida fecal de bicarbonato), hipercalcemia e hipo-
trinemia e hiperclorhidria que producen con la aparición de múltiples fosfatemia . Puede producirse insuficiencia rena l prerrenal. Un 55-75% de
úlceras pépticas en pacientes jóvenes en loca lizaciones no habituales y los pacientes presenta también hipoclorhidria . El 25-50% de los pacientes
resistentes al tratamiento convenciona l, junto a reflujo gastroesofágico presenta hiperg lucemia (glucogenólisis hepática inducida por el VIP y la
grave, diarrea, pérdida de peso y dolor abdom inal. En los casos de NEM hipokalemia); el 20% presentan rubefacción facial.
t ipo 1 se asocian a otros tumores de los islotes, se localizan fundamen-
ta lmente en el duodeno (70-90% de los casos), parecen tener mej or pro- El diagnóstico se rea liza demostrando un aumento de la concentración
nóstico q ue los casos esporád icos y en un 50% de los casos anteceden de VIP en el plasma con un volumen de heces de al menos un litro diario.
a la aparición del hiperparatiro id ismo. El diagnóstico de gastrinoma se
establece con la presencia de unos nive les elevados de gastrina (> 1,000 Tratamiento
pg/m l) en presencia de pH gástrico baj o(~ 2). Se debe real iza r diagnósti-
co diferencial con otras causas de hipergastrinem ia (tratam iento con IBP El tratamiento consiste en la extirpación quirú rgica; sin embargo, dada la
o antihistamínicos, gastrit is crónica atrófi ca, insuficiencia rena l o hepática, alta frecuenc ia de metástasis, a veces esto no es posible. La cirugía reduc-
etc.) para lo que puede ser útil la prueba de estímu lo con ca lcio. El ma- tora puede estar ind icada para alivia r los síntomas que a veces dependen
nejo de los gastri nomas ha sido clásicamente conservador dado el buen del tamaño del tumor. Si existen metástasis, la embolización de la arteria
control sintomático obten ido con el tratam iento farmacológ ico con los hepática y la quimioterapia son útiles para reducir la masa tumoral. Ade-
IBP. Sin emba rgo, t rabajos rec ientes han mostrado un incremento de la más del tratamiento qu irúrgico, es necesario un tratamiento de sostén
supervivencia en los pacientes trat ados q uirúrg icamente, por lo que en la con hidratación y reposición de electrólitos. La prednisona mejora la dia-
act ua lidad se t iende a rea liza r resecció n d uodena l + pancreatectom ía en rrea, pero no dism inuye los niveles de VI P. Los aná logos de SS inhiben la
diferente grado depend iendo de la loca lización junto con el t ratam iento secreción de VIP y mejoran los síntomas en un 80% de los pacientes.
farmaco lóg ico. La curación q uirú rg ica es posib le en un 30% de pacientes
si n NEM 1 o en aquéllos sin metást asis hepáti cas (hast a un 40%).
1 0.4. Glucagonoma
Clínica y diagnóstico
Más del 15-20% de los tumores de los islotes del páncreas no se asocia n
con un síndrome med iado por hormonas, aunque muchos de estos tu-
mores secretan uno o más péptidos reg uladores (polipéptido pa ncreá-
tico, sustancia P, motilina). Suelen ser tumores grandes al diagnóstico y Barrera del sínd rome
carcinoide
presentan metástasis en el SOo/o de los casos. Los síntomas que produ-
cen son por compresión: ictericia, varices esofágicas, dolor abdominal,
etc. El tratamiento quirúrgico es curativo sólo en un 20o/o de los casos y
5%
la respuesta a qu imioterapia escasa. Existen otros tumores de los islotes
pancreáticos capaces de sintetizar GH o GRH (acromega lia), ACTH o CRH
So/o
(Cushing), sust ancia PTHrP (h ipercalcemia), etcétera.
15%
A diferencia de los tumores carci noides, v ipoma,
glucagonoma, somatostati noma, los no funcionantes
Cl ínica local
suelen ser de gran ta maño y presentar metástas is en el
momento del diagnóstico.
Figura 94. Loca lización y clínica de los tumores carcinoides
Manual CTO de Medic ina y Cirugía, 2. 8 edición
hepáticas
Clásicamente, se ha clasificado a los tumores carci noides, según su origen Dolor abdom inal
embrionario, en:
Derivados del intestino anterior: los que aparecen en bronquios,
Tumor intestino ----e-
timo, estómago, duodeno, yeyuno, páncreas y vías biliares. Síndrome delgado
carcinoide poco frecuente.
Derivados del intestino medio: los que aparecen en íleon y apén-
dice. Síndrome carcinoide frecuente. Aumento
deS-HIAA
Derivados del intestino posterior: los que aparecen en colon y
recto. Síndrome carcinoide raro.
Las man ifestaciones del sínd rome carcinoide son diferentes en cada gru-
po. El producto que los carcinoides secretan con más frecuencia es la
seroton ina (S-hidroxitriptamina, derivada del aa. triptófano).
La derivación que las células tumorales hacen de los am inoácidos de Figura 95. Clínica del sínd rome carcinoide
la dieta para la producción de serotonina puede producir malnutri-
ción proteica grave y pelagra (no se produce niacina por depleción Diagnóstico
de triptófano).
Si no existe clín ica de síndrome carcinoide (tumor no funcionante), suele
La serotonina induce la secreción intesti nal, estimula la motili dad in- apa recer clínica derivada de los efectos directos de la masa tumora l sobre
testina l y disminuye la absorción, hechos que exp li carían la diarrea. el aparato digestivo, y dependiendo de su localización, habrá que utilizar
También estimula la fibrogénesis, lo que puede ll evar a la asocia- una determ inada técnica de imagen (ultrasonido endoscópico, TC, RM,
ción con fibrosis retroperitoneal, enfe rmedad de Peyronie (fibrosis PET, OctreoScan) (Figura 96).
de l pene) y fibrosis intraabdominal (peritoniti s plástica o fibrosante).
Otros productos elaborados por los tum ores ca rcinoid es so n pépti-
dos y monoaminas como: histam ina, cat eco laminas, bradiquin inas,
Sospecha de TNE
endorfinas, ACTH (rec uérd ese síndrome de Cush ing ectópico), AD H
(recuérdese SIADH), gastrina, etcéte ra.
l
VIP, glucagón, etc.)
metástasis del tumor.
! TC
RM
t
+
Las manifestaciones clínicas del síndrome ca rcinoide son tres (Figura + - OctreoScan
PET
95): rubefacción cutánea (75-90%), diarrea (70-85%) y ca rdi opatía va lvu-
lar (15-40%) (por fibrosis endocárd ica, que afecta sobre todo a las vá lvu- \
Seguimiento
las derechas: tricúspide y pu lmona r, lo más frecuente es la insuficiencia
tricuspídea) y, con menos frecuencia, hipotensión paroxística, telangiec-
tasias y sibilancias.
Test de estímulo si se sospecha
de gastrinoma o insulinoma
Estos episodios pueden desencadenarse por estrés, ingestión de ali-
mentos y alcohol. Las crisis carcinoides consisten en episod ios de rube- Figura 96. Algoritmo general de diagnóstico de los TNEGEP y tumores
facc ión cutá nea y diarrea intensas con dolor abdominal y alteraciones carcinoides
card íacas que incluyen taqu icard ia, hipertensión o hipotensión y que
pueden ser potencialmente mortal es. En los tumores acompa ñados de síndrome ca rci noide, la medición de
la excreción urinaria del ácido 5-hidroxi indolacético (metabolito de la
Ocurren raramente y se asocian a pacientes con niveles muy elevados serotonina) es la prueba d iagnóstica más útil, con una especificidad de
de 5-h idroxii ndolacético. casi el 1OOo/o. La cromogra nina A es una proteína present e en los grá-
" Los tumores carcinoides son los tumores endocrinos más fre-
Ideas clave R6 cuentes de l aparato digestivo, siendo el intestino delgado se-
gu ido del apéndice su local ización más habitual.
" El vipoma deriva de las células D pancreáticas y sue le ser de
gran tamaño y de comportamiento maligno. La clínica princi- " Los carcinoides del apéndice y colon sue len ser benignos, m ien-
pal consiste en la aparición de diarrea secretora ("cólera pan- tras que los del intestino delgado presentan un comportamien-
creático"), junto a hipokalemia e hipoclorhidria. to más agresivo.
" El glucagonoma se origina en las células a del páncreas, " El marcador tumoral de indicación para el marcador tumoral de
suele ser mal igno y alcanza gran tamaño. Su clínica es co- los TNEGEP incluidos los tumores carcinoides es la determina-
nocida como el síndrome de las 4 D (diabetes, depresión, ción de cromogranina A. En los pacientes con sintomatología
dermatit is y deep vein thrombosis). El eritema necrolítico compatible con síndrome carcinoide se debe determinar ade-
migratorio, localizado en cara, abdomen, periné y extremi- más los niveles de ácido 5-hidroxii ndolacético en orina.
dades inferiores, es su manifestación cutánea más caracte-
rística. " La clín ica típica del síndrome carcinoide es la existencia de rube-
facción cutánea, diarrea y card iopatía valvular, aunque se puede
" El somatostatinoma suele derivar de las células D del pán- asociar a hipotensión ortostática, telang iectasias y sibilancias.
creas. Al diagnóstico, suele presentar metástasis y ser de gran
tamaño. La clínica más característica de este tumor es la aso- " El OctreoScan es una técnica de imagen de utilidad para su locali-
ciación de d iabetes, diarrea-esteatorrea y co lelitiasis. zación, al ser tumores que expresan receptores para somatostatina.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
11.1. Diferenciación sexual normal Los ind ividuos con una d iscordancia entre los genitales externos, sexo
cromosóm ico y gonada l se clasifican dentro del grupo de Trastornos del
Desarrollo Sexual (TDS). Algunos pacientes con TDS presentan al naci-
La diferenciación sexual normal durante la embriogénesis se produce por miento una apariencia genital que no permite establecer el sexo, lo que
tres procesos relacionados secuenciales: se denomina como presencia de genitales ambiguos (Tabla 96). Los TDS
El sexo cromosómico (o genético) que se establece en el momen- en función de la evaluación clín ica y pruebas de laboratorio se clasifican
to de la fecundac ión (XY como varón y XX como mujer). Durante las a su vez TDS 46XX, TDS 46XY y TDS del sexo cromosómico (Tabla 97).
primeras ocho semanas de gestación ambos sexos se desarrollan de
la misma manera .
El sexo gonadal que es determinado por el sexo cromosómico, que
Se denomi na trastorn o del desarro ll o sexual a la dis-
transforma la gónada indiferenciada en testícu lo u ovario, comen- corda ncia entre los genitales extern os (sexo fenotíp i-
zando alrededor de la semana s• de gestación, lo que da lugar a co), el sexo cromosómico y/o el gonada l.
la secreción de las hormonas sexuales por parte de ésta. La región
crítica del cromosoma Y que da luga r a los testes se conoce como
SRY (región determinante del sexo del cromosoma Y), cuya func ión Los factores que gobiernan el inicio de la pubertad no se han definido
fundamental es suprim ir el desarrollo del ovario, así como promover claramente, y probablemente se encuentren a nivel del sistema hipotála-
el desarrollo de las células de Leydig, Sertol i y tú bulos seminíferos. mo-hipófisis, gónadas o suprarrena les. El inicio de la pubertad se anuncia
El sexo fenotípico con la transformación del tracto urogen ita l ind i- por la aparición de los pulsos de gonadotropinas asociados al sueño. La
ferenciado en las estructuras características femeninas y mascu li nas. patología asociada a este periodo consiste en la ausencia de desarrollo
Este proceso está prácticamente completado en la semana 12.• del puberal y en el desarrollo prematuro de esta o pubertad precoz.
desarrollo embrionario en el varón y algo más tarde en la mujer. El
paso del sexo gonadal al fenotíp ico en el varón está determinado
por la secreción testicu lar de tres hormonas: la hormona antimü lle-
riana, segregada por las célu las de Sertoli y que produce la regresión El in icio de la pubertad comienza con la apa ri ción de .,.""'";;:::.;~.
de los conductos de Müller (que derivan en la mujer a la formac ión pu lsos de gonadotrop inas asociados al sueño.
de las trompas de Falopio, útero y porción superior de la vagina), la
Historia clínica
Exploración física
Pruebas de laboratorio
Obligado descartar inicialmente HSC por el riesgo vital que conlleva Gonadotropinas
con electrólitos y 17-0H-progesterona (déficit de 21-0H-asa) Hormona antimülleriana (marcador de función testicular)
Otras causas de HSC (11-0H-asa y 3-()-11-0H-esteroide deshidrogenasa): Esteroides sexuales
ACTH; cortisol, OH EA-S, 17-0H-pregnenolona y 11-desoxicortisol
Test de hCG (evalúa la normalidad de la síntesis de andrógenos)
Pruebas de imagen
· Ultrasonido abdominal y pélvica para la localización de gónadas · Evaluación de estructuras sexuales internas
Cariotipo
Permite categorizar al niño con sospecha de TDS en tres subgrupos Evaluación de estructuras sexuales internasXX viril izado
Evaluación de estructuras sexua les internasXY subvirilizado
Evaluación de estru ctu ras sexuales internasPatrón m ixto de
cromosomas sexuales
Tabla 97. Evaluación inicial ante sospecha de trastorno del d esarrollo sexual
11 .2. Trastornos del desarrollo virilización de la uretra). Los genita les internos son femeninos con
invo lución de los conductos de Wo lff. Gónadas normales. Si no se
sexual 46XX (XX virilizada) trata, las mujeres crecen rápidamente durante el primer año de vida
y sufren una virili zación progresiva. Sufren cierre epifisario precoz y
talla baja.
Hiperplasia suprarrenal congénita En los varones, este defecto no suele diagnostica rse hast a los 2-3
años, con crecim iento acelerado, maduración de los genita les exter-
(con exceso de andrógenos)
nos, camb io de voz, maduración de los caracte res sexuales secun-
darios, etc. (pubertad precoz). Si no se tratan, también p ueden tener
Consiste en un grupo de trastornos de la esteroidogénes is supra- ta lla baj a.
rrenal. Cada alteración es el resulta-
do de un déficit hered itari o de una
de las enzimas (Figura 97). La más
f recuente es el déficit de 2 1-hidro-
xilasa.
Déficit clásico
de 21-hidroxilasa
La hiperp las ia suprarrena l congénita es la primera ,...- f~l Hiperplasia suprarrenal congénita
causa de genita les ambiguos en el recién nacido. La ~:::;;:;}/ (con déficit de andrógenos)
forma más frecuente de hiperplasia suprarrenal con- ~ d
génita es el déficit de 21 -hi droxil asa que cursa en su Hecuer a
forma clásica con genitales ambiguos en las niñas y
Aquí se incluyen cuatro defectos enzimáti cos de la esteroidogénesis su-
pubertad precoz en los niños. En el 80% de estos ca-
sos asocia síndrome pierde-sal por déficit de mine- prarrenal que provocan una síntesis deficitaria de testosterona, con virili-
ralocorticoides y cortisol. El diagnóstico se estab lece zación incompleta del embrión masculino:
con la elevac ión de las concentrac iones de 17-0H- Déficit de P450scc (enzima de escisión de la cadena lateral de
progesterona y confirmac ión genética. La forma no colesterol). Déficit de and rógenos y fal lo adrenal primario con défi-
clásica de la mujer adulta cu rsa con clínica de hi pe-
cit de glucocorticoides y minera locorticoides.
randrogenismo, oligomenorrea y subferti lidad, muy
Déficit de StAR-hiperplasia suprarrenal congénita lipoide.
simil ar al síndrome del ovario po li quístico.
Mutaciones en el StAR (proteína reguladora aguda de la esteroi-
dogénesis), necesaria para el t ransporte de colesterol de la mem-
Déficit de 11-hidroxilasa brana externa a la interna de la mitocondria, se ha relacion ado
con una forma de HSC que causa pseudohermafroditismo mas-
Estatus hormonal. Cortisol y aldosterona disminuidos. culino. Las supra rrena les apa recen aumentadas de tamaño y car-
Grado de virilización. Sim ilar al déficit de 21-hidroxilasa. Gen ita les gadas de lípidos, desplazando los riñ ones hacia abajo. Existe una
internos y gónadas norma les. alteración en la esteroidogénesis grave y es frecuente la muerte
Característica clínica principal. Produce hipertensión, por el au- en la infancia.
mento de desoxicorticosterona (DOCA), un precursor de la aldoste- Déficit de 3-¡3-0 H-esteroide deshidrogenasa. Elevación de
rona con potente efect o de retención sa lina. 17-0H-pregnenolona y 17-0H-progesterona por conversión he-
Principal esteroide excretado: 11-desoxicortisol y desoxicorti- pática de la primera. Déficit de cortico ides y mineralocorticoi-
costerona. Para el diagnóstico, se ana liza la respuesta de 11-desoxi- des.
cortisol al estímulo con ACTH . Déficit de 17-a-hidroxilasa. Déficit de esteroides sexua les. Se acu-
mulan corticosterona y 11-desoxicorticosterona (DOCA). El déficit de
Déficit de 3-f3-0H esteroide deshidrogenasa andrógenos causa un pseudohermafrod itismo en el varón e infanti-
lismo con falta de feminización en la mujer no tratada . El acúmulo de
Estatus hormonal. Existe un défi cit de cortisol y de aldosterona. La DOCA causa hipertensión e hipokalemia.
síntesis de andrógenos se detiene en la dehidroepiandrosterona,
que es un andrógeno débil. Función t esticular anormal
Asocia virilización leve en la mujer.
(niveles bajos de hormona antimülleriana)
Ausencia de virilización en el varón (DHEA es andrógeno dé-
bil). Es la segunda causa más frecuente de síndrome pierde-sal.
Pueden existir fo rm as de com ienzo tardío q ue cursan con virili - Disgenesia gonadal. Genitales externos femeninos, presencia de
zación y trastornos menstruales. Los varones pueden presentan conductos de Müller y estrías gonada les.
ginecomastia. Síndrome de regresión testicular. Pérdida de tejido testicular en el
Principal esteroid e excretado. Dehidroepiandrosterona (DHEA). desarrollo embrionario temprano que cursa con fenotipo femenino
completo y conductos de Müller atróficos.
Hiperandrogenismo gestacional Síndrome de los testes evanescentes. Pérd ida de función testicu -
lar en el desarrol lo embrionario tardío con gen itales externos norma-
Exposición fetal a andrógenos maternos (luteoma, quistes tecaluteínicos les, ausencia de conductos de Müller y agonadismo.
o deficiencia de aromatasa placentaria) o progestágenos sintéticos. His- Síndrome de los conductos de Müller persistentes. Mutaciones
toria materna de exposición a andrógenos o progestágenos externos o en el gen de la hormona antimülleriana con genitales externos mas-
virilización durante el embarazo. culinos normales y variable descenso testicu lar.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
~ ii~1
bi latera l
11.4. Trastornos recidivante
/
Válvula aórtica ;~
del desarrollo ~rl~ bicúspide Coartación
cromosómico
·~
~ : :'·
~ ·¡ ~ ~"'""''"'"'"""'
;..· .·1 '· _-, - \ \(""'"""''"' .
rudimentarios
Síndrome de Turner, síndro- Riñón en herradura A
~,·""'
me de Klinefelter, y disgenesia
~
(Figura 98 y Tabla 98). '•! \...:/ 1
:·- 1' "'
Riñón pélvico
,; . j } ;
El síndrome de Kl in-
Bifidez ·, ·
sistema Agenesia
~\((/ (t - /--'
efelter es el trastorno K:~~~~ excretor renal ... ..,_ ~,.. Edema en dorso
de manos y pies
del sexo cromosó-
mico más frecuente.
Figura 98. Clínica del síndrome de Turn er
-Alteración
cromosómica
Klinefelter
47XXY (lo más frecuente) (fenotipo más
grave) o mosaicos 46XY/XXY
Es el TDS más frecuente
Turner
50% 45X (fenotipo más grave)
30% mosaicos 45X/46XX o 45X/46XY
20% cromosoma X con anomalías estructurales
Causa más frecuente de amenorrea primaria
Disgenesia gonadal mixta
2/3 presentan 45X/46XY
y el resto 46XY
Segunda causa de genitales
ambiguos
tras la HSC
Gónadas Testículos hialin izados Estrías gonadales sin folículos Testícu lo unilateral y estría gonadal
Azoos permia Gonadotropinas elevadas y estradiol bajo contra lateral
Genita les Fenotipo norma l aunque puede existir Fenotipo femen ino pero inmaduro Ambiguos
externos dism in ución de tamaño del pene Escaso desarrollo de ca racteres sexuales 2/3 se desarrollan como mujeres
secundarios
Otros Ta lla alta con predomin io del segmento Talla baja 1/ 3 con características somáticas
inferior Anoma lías somáticas: linfedema de manos similares al síndrome de Turner
Retraso mental y pies, pterigium co lli, pliegues cutáneos,
Alteraciones de la función tiroidea, DM tórax en coraza, hipertelorismo, retrognatia,
y función pulmonar epicantus, orejas prom inentes de inserción baja,
acortamiento del 4. 0 metacarpiano, cubitus
va lgus, nevus múltiples
Alteraciones CV: HTA y coa rtación de Ao
Ma lformaciones renales
Hipoacusia neurosensorial. Otitis media cró nica
SAOS
Hipotiroidismo autoinmune (20%). DM
Alteraciones autoinmunitarias: enfermedad
celíaca
Alteraciones del aprendizaje
Tratamientos Ginecomastia: cirugía Inducción de feminización con estrógenos Si fenotipo femen ino, resección
And rógenos en pacientes Talla baja: GH recombinante ± oxa ndrolona gonadal por riesgo de tumor
hipoand rogenizados (esteroide anabolizante) gonadal
Resección de tejido gonadal si hay presencia Si fenotipo mascu lino, se
de material del cromosoma Y por riesgo conservan testículos escrotales
de transformación en gonadoblastoma y se extirpan los intrabdom inales
y estrías gonada les
Tabla 98. Resum en de los trastornos del desarrollo sexual d el sexo cromosóm ico
test icu lar, seguido del crecim iento peneano y fina lmente la pu barqu ia. La sexual pueden estar alterados. Si las caract erísticas sexuales son acor-
pubertad precoz se puede divid ir en tres g ru pos etio patogén icos: des al género, será isosexua l, y si no lo son, será una pubertad precoz
contrasexua l.
Pubertad precoz incompleta. Niñas con telarquia o pubarquia pre-
El primer signo del desarro ll o puberal en las ni ñas es matura aislada, que suelen ser una variante de la normalidad que
la apa ri c ión del botón mam ario, y en los niños el au- no suele cursar con edad ósea acelerada, aunque requiere vigilancia
mento del vo lumen testicu lar. H ay que recordar ta m- porque en algunos casos pueden evolucionar a una pubertad pre-
b ién que se denomina p ubertad precoz a la apari ción
coz completa (20%). La pubarq uia p recoz predispone a la existencia
de signos de desarro ll o sexual secundario en las n iñas
en el futuro de hiperinsulinismo y a un incremento en el riesgo de
antes de los 8 años y en los niños antes de los 9 años.
p resentar síndrome de l ovario poliquístico. No es necesario el trata-
m iento y estas pacientes tienen su desarrollo pubera l en el momen-
Pubertad precoz dependiente de gonadotropinas (pubertad to esperado.
precoz centra l o verdadera), con activación del eje hi pot álamo-hi-
pofisario-gonada l. La s fa ses del desarrol lo sexua l se m antienen en el Pubertad precoz dependiente
orden norma l pero aparecen precozmente. Las ca racterísticas sexua-
de gonadotropinas (pubertad precoz central
les son apropiadas al género del niño (p ubertad precoz isosexual) .
Pubertad precoz independiente de gonadotropinas (pubertad o verdadera)
precoz periférica o pseudopubertad precoz). Causada por exceso
de producción de esteroides sexuales (estrógenos o andrógenos) Mucho más frecuente en niñas q u e en niños. Estos niños presentan
a nivel de gónadas o supra rrenales. Las fases y ritmo del desarrollo una velocidad de crecimie nto acelerada, edades óseas adelantadas a la
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
edad cro no lógica y niveles puberales de gonadotropinas y esteroides Historia médica: inicio del desarrollo puberal, velocidad de crecimiento,
sexuales. Ent re el 80-90% de los casos son idiopáticos (especialmente desencadenantes (radiación, traumatismos, exposición a estrógenos
en las niñas) aconteciend o d ive rsas lesiones del SNC el resto de los ca- o andrógenos ... ), focal idad neurológica
sos, por lo que es mandataria la realización de una prueba de imagen Examen fís ico: peso, talla, ve locidad de crecimiento, alteraciones
visuales, alteraciones dérmicas (por ej., manchas café con leche).
(TC o RM) cra nea l.
Determinación del estadio puberal
Edad ósea
Alteraciones del SNC relacionadas con la aparición de p ubertad
Diferenciación entre origen central o periférico: determinación
precoz central son: hamartomas del tuber cinereum (tumor má s fre-
de gonadotropi nas basa lmente y tras estímulo con GnRH (pico de LH
cuente product or de pubertad precoz central), astroc itomas, epen- en casos de origen central)
dimomas, tumores p inea les, glio m as del nervio óptico, irradiación Otras pruebas hormonales: TSH, GH en los casos de irradiación craneal
del SNC, h idrocefalia, traum atismos, di spla sia septoóptica, alteracio- previa. En PP periférica: testosterona, estradiol, DHEA-S, 17-0H-
nes genéticas (mutac iones activado ras de l recepto r de membrana progesterona, cortisol
acoplado a p roteína G), exposición p revia a andrógenos, hipotiroi- Pruebas de imagen: en PP central prueba de imagen craneal. En PP
dismo primario no tratado de larga evo lu ción por unión de la TS H al periférica ultrasonido abdomino-pélvica y/o testicu lar
receptor de FS H. Tabla 98. Evaluación de la pubertad precoz
Tratamiento
La pubertad precoz depend iente de gonadotrop inas o
central en las niñas suele tener un ori gen idiopático
PP dependiente de gonadotropinas
mientras en los niños es más frecuente que se relacio-
ne con tumores del SNC (el hamartom a es el más fre- Terapia dirigida a la alteración del SNC si está presente. Si el origen es
cuente). idiopático, el tratamiento depende del ritmo de progresión en el desa-
rro llo de los ca ract eres sexuales secu ndarios y la talla final estimada. Si la
estimación de ta lla es baja, se indica tratam iento con agon istas de GnRH.
Pubertad precoz independiente
de gonadotropinas (pubertad precoz PP independiente de gonadotropinas
periférica o pseudopubertad precoz) Tumores adrenales o gonadales: cirugía.
Tumores productores de hCG: cirugía, qu imioterapia y rad iote-
lsosexual : en niñas las causas incluyen los quistes foliculares (la causa más rap ia.
frecuente) y los tumores ováricos (tumores de cé lu las de la granu losa, McCune-Aibright o testotoxicosis: in hibidores de la esteroidogé-
tumores de cé lulas de Leyd ig y gonadoblastoma). nesis o acción de los esteroides sexuales: tamoxifeno, ketokonazol,
t estolactona. Si hay activac ión secundaria del eje hipotálamo-hipofi-
En niños, tumores de células de Leydig (hay que co nsiderarl o ante cua l- sa ri o, tratamiento coadyuvante co n análogos de GnRH.
quier aumento de tama ño testi cu lar unilateral), los tumores de cé lulas
germ inales secretores de hCG y la entidad conocida como pubertad pre-
coz familiar limitada a va rones o testotoxicosis que se produce por una 11.7. Retraso de la pubertad
mutació n activadora del receptor de LH .
Tanto en niños como en niñas los siguientes procesos pueden producir El d iagnóstico diferenc ial entre la ausencia de desarrollo puberal (hi-
pubertad precoz que puede ser isosexual o contra sexual: contacto con pogonad ismo) y la aparición tardía de la misma (variante de la norma-
estrógenos exógenos, tumores adrenales productores de estrógenos/ lidad) es uno de los problemas diagnósticos que se p lantea frecuen-
andrógenos o HSC co ngén ita (los niños no presentarán aumento tes- temente en la co n sulta de endocrinolog ía. Se denomina retraso de
tic ular pese a la virilizació n), gonadotropomas, síndrome de McCune- la adolescencia cuando el co mi enzo de la pubertad se produce en
Aibrig ht. una eda d crono lóg ica posterior a la medi a de edad (desp ués de los
16 años, generalmente, persistiendo el crecim iento en las formas más
Evaluación g raves hasta los 20-22 años). No obstante, un retraso de l desarroll o
sexual más allá de los 18 años tanto en niños como en niñas es muy
Es más probable que la pubertad precoz presente una ca usa patológica sugestivo de déficit de GnRH.
cuanto más temp ranam ent e se produzca. Los niños con inicio de puber-
tad entre los 8 y 9 años y las niñas entre 7 y 8 años precisan la mayoría de Este cuadro de retraso constituciona l de crecim iento y desarrollo es
los casos sólo la realización de historia clínica, exploración física y segui- más frecuente en los varones, aproximadamente un 15% de la pobla-
miento (Tabla 98). ción masculina (a diferencia de la pubertad precoz, que es más fre-
cuente en las niñas) y sue le ser de carácte r fa miliar (padre o hermanos
Los niños que presentan ca racteres sexuales secundari os precozm ente afectados).
que son co nfirmados en la exploració n física precisan rea lizarse la det er-
minación de la edad ósea. Si la edad ósea es normal, es muy poco proba- El diagnóstico diferencial debe hacerse con todas las causas de hipogo-
ble que presente una PP depend iente de gonadotropinas. Si la pubertad nad ismo: panhipopitu itarismo, hipotiroidismo, enfermedades primarias
es incompleta y la edad ósea es norma l, el paciente sólo precisa seg ui- del testícu lo (en este caso, los nive les de LH y FSH estarán altos) y la resis-
miento. tencia androgénica (testosterona alta y LH alta).
RC: 2
A 17-year-old fe m ale visits the physician beca use of delayed on- 1) CYP19 aromatase.
set of puberty. She complains of absence of menarche. Physical 2) 5-alpha-reductase.
examination reveals: tall 1.49 cm, large neck, very distant mam- 3) 17, 20 lyase.
mary nipples, development of breasts and pubic ha ir at Tanner's 4) 17-beta-hydroxylase.
1st stage. Which of the following tests best confirm the diagno-
sis? Correct answer: 2
1) Growth hormone.
2) Cranial magnetic resonance.
3) Karyotype.
4) Follicle-stimulating hormone (FSH).
Correct answer: 3
Endocrinología,
.. _ ___,metaboUsmo y nutrición
Recommended reading 1
l. Scleroedema.
2. Lipoid necrobiosis.
3. Diabetic dermopathy.
4. Granuloma annulare. Figure la.
S. Eruptive xa nthomas
more frequent in males, w ith a pre-tibial location. lnit ially, it evolves in
A very useful question to review the visual diagnosis of cutaneous altera- the form of isolated or clu stered papules or vesicles, wh ich, with time,
tions typical of diabetes mellitu s. become hyperpigmentation stains w ith cutaneous atrophy. Th ey do not
req ui re treatment and do not produce any symptoms.
Scleroedema is a frequent lesion in diabetes, but it has nothing to do
with w hat th e image shows. lt involves a thickening of the skin in th e Gran u loma annulare, as th e na me indicates, produces rounded lesions,
shoulders and the upper back. The skin cannot be easily pinched or de- wit h raised edges and appa rently hea lthy skin at the centre. Th e typical
pressed, and acqu ires a consistency similar to that of leath er. lt is un li kely location is the back of the hand, although they m ay al so be found in the
for yo u to be asked th is question by mea ns of a photograph, since pa lpa- elbows, knees and other locati ons.
tion plays an essential ro le in its clinica l eva luation.
Eruptive xanthomas are related to the alterations in lipid metabolism that
Lipoid necrobiosis is a plaque-shaped lesion, with a yellowish centre, cu- are sometimes suffered by diabetic patients (hypertriglyceridaemia). They
taneous atrophy, superficial telangiecta sias and dark edges, as shown in the appear suddenly (hence th e term "eruptive"), dueto an increase in chylomi-
photograph of the case. lt is more frequent in women. lt usually appears in cron levels in the blood, and disappear with a good control thereof
the anterolateral part of the leg, although it may be found at other locations.
lts evolution is independent of blood glucose control. In fact, note that, in this In regards to the five dermatoses described, you must remember that
case, emphasis is made on the fact that blood glucose levels are adequate. their appearance is more frequent in diabetics, but we may also find
them in patients w ithout this disease.
Diabetic dermopathy is considered to be the most frequent cutaneous
manifestation in diabetes mell itus, although it has a non-specific charac- Fuente: Ga rcía Macarrón J. Cosos clínicos en imágenes. Madrid. CTO Edi-
ter, since it may also be observed in patients withou t this disease. lt is torial, 2012.
Figure 1 b. Diabetic dermopathy. Figura 1c. Gran u loma annu lare. Figura 1d. Eruptive xa nthomas.
Endocrinología,
_metabolismo y nutrición •
Recommended reading 2
A 28-year-old patient, diagnosed with simple goitre three years ago, vi-
sits the physician for a check-u p. She is asymptomatic. In the laboratory
test, her hormonal determinations are completely normal. She does not
report any type of symptoms or discomfort. During the examination,
a discreet increase in the size of the thyroid gland is observed, which
does not seem to have grown sin ce previous check-ups. As for the rest,
everything is normal. She provides a chest X-ray that was recently re-
quested for another reason. You would recommend [Figure 2a]:
Simple goitre is characterised precisely by this: that it is simply goitre. Nothing Figure 2a.
el se.The levels of thyroid hormones (T3, T4) and ofTSH are norma l by delini-
tion . lf they were not, we would not be speaking about this condition. Fuente: Ga rcía Maca rrón J. Casos clínicos en imágenes. Mad rid. CTO Edi-
torial, 20 12.
The only possible clinical manifestation
is an increase in the size of the thyroid,
which may or may not be accompanied
by compressive symptoms (dysphagia, lo-
cal discomfort, etc.).ln extreme cases, the-
se patients may present Pemberton's sign,
which involves the apperance of facial
congestion u pon raising the arms, due to
the compression t hat is sometimes asso-
ciated with large endothoracic goitres.
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