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PID_00258727
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CC-BY-NC-ND • PID_00258727 Métodos de investigación
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Bibliografía................................................................................................. 61
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 5 Métodos de investigación
Introducción
Asumir que la investigación es la base del conocimiento, y que este debe cons-
truirse a partir de unos requisitos y siguiendo unas pautas de rigor reconoci-
das, resulta incuestionable para poder asegurar los necesarios avances cientí-
ficos, técnicos, artísticos y culturales. Identificar cuáles son los mecanismos a
través de los que ordenar la indagación científica y manejar los requerimientos
que garanticen su correcta aplicación es condición prioritaria para garantizar
una adecuada actividad investigadora y asegurar que la información recogida
será pertinente y valiosa tanto específicamente (para dar respuesta al proble-
ma concreto que se está analizando) como globalmente (en la medida en que
pueda resultar útil para ayudar a otros investigadores interesados en el tema).
particular), así como los diseños más apropiados que seguir en función del
objeto de estudio, su naturaleza y su contexto, y sobre todo la finalidad que
se persigue con la investigación.
Autores como Marklund y Keeves (1988) consideran que, si bien esta distin-
ción es evidente en campos de las ciencias naturales, puede resultar contra-
producente en el terreno de la educación si se interpreta la investigación edu-
cativa como campo de aplicación de una teoría psicológica desarrollada desde
una investigación que adoptaría el rótulo de básica. Pero mientras esta dico-
tomía resulta bastante clara en el ámbito de las ciencias naturales no es tan
meridiana en las ciencias sociales y, menos aún, en el caso de la enseñanza cu-
yo sistema de producción de conocimiento tiene una clara orientación hacia
la práctica. Efectivamente, dadas las peculiaridades de la investigación educa-
tiva, una cuestión importante reside en al análisis del conocimiento que se
genera y su potencial impacto en la actuación práctica (Greenwood y Levin,
2000; McMillan y Schumacher, 2005).
1) Señala que la orientación que se ha seguido es adecuada, pero por ser una
investigación relativamente reciente no se han desarrollado los métodos e ins-
trumentos necesarios para abordar la complejidad del fenómeno que se estu-
dia.
Las dificultades para elaborar un discurso didáctico útil a los prácticos se pue-
den constatar porque, entre otras razones
«no solo se espera que a través del conocimiento derivado de la teoría se resuelvan los
problemas del aula y del centro, sino que, además, dicha resolución ha de resultar satis-
factoria dentro de, al menos, los siguientes límites: a) límites políticos y administrativos
(los problemas han de solucionarse dentro de la “legalidad” establecida en el marco de
determinaciones curriculares); b) límites culturales (la solución a los problemas no pue-
de implicar cambios sustantivos en la cultura de la escuela, pues entonces se originarán
las inevitables resistencias y conflictos) y, por último, c) límites epistemológicos (ante
los diferentes sistemas de valores, creencias y posiciones frente a lo escolar por parte de
profesores y profesoras)».
Dos podrían ser las soluciones para solventar el problema de la conexión entre
investigación y práctica: referir la investigación a las cuestiones de la práctica o
argumentar que la incidencia de la investigación sobre la práctica no es directa,
sino a través del profesorado (Hargreaves y Fullan, 2014).
«la investigación influye sobre la práctica cuando altera la verdad o la falsedad de las
creencias que el profesor tiene, cuando cambia la naturaleza de estas creencias y cuando
añade creencias nuevas».
Una de las razones que comúnmente se emplean para justificar la baja inci-
dencia de la investigación en la realidad educativa se inscribe en la diferencia-
ción y separación entre los investigadores y los profesores, e incluso entre in-
vestigadores, administradores-políticos y profesores: «Unos estudian la educa-
ción, otros deciden la educación y otros la realizan» (Gimeno, 1983, pág. 176).
3)�El�profesor�como�colaborador�de�la�política�de�investigación�educativa.
El profesor tiene capacidad para operar en el ámbito administrativo e incidir
sobre las decisiones respecto a las prioridades de investigación, de forma que
se preste atención a las necesidades o deseos de los prácticos.
4)�El�profesor�como�colaborador�en�la�diseminación�y�aplicación�de�la�in-
vestigación. Se trata de implicar a los profesores en la diseminación, utiliza-
ción y adaptación de los resultados de la investigación.
(1)
Habría que añadir a estos cuatro roles la concepción del profesor como inves- Boggino y Rosekrans, 2007;
1 Elliott, 1987, 1990, 1991, 1993;
tigador en la línea de la investigación-acción . Como señalaba Escudero (1987, Greenwood y Levin, 2000; Hoop-
pág. 7): kins, 1989; Kemmis y McTaggart,
1988; McKernan, 1999; Stenhou-
se, 1984, 1987.
«La investigación-acción supone una apuesta por una investigación abierta, participativa,
democrática, centrada en los problemas prácticos de los profesores, y dirigida a mejorar
la enseñanza, no solo a describir y comprender su funcionamiento».
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 12 Métodos de investigación
Conceptualiza la acción desde la perspectiva Conceptualiza desde una perspectiva más allá
de los participantes. de la acción.
Emplea conceptos sintetizadores que captan la Emplea conceptos definitivos, necesarios para
particularidad de las situaciones. realizar generalizaciones.
Busca una teoría sustantiva de la acción en la Pretende elaborar una teoría formal.
clase.
La investigación la validan los profesores y los Pretende generalizaciones formales por medio
alumnos. de los procedimientos científicos.
Hay que asumir que somos deudores del amplio y rico debate que desde ha-
ce varios años se viene librando en el campo de la investigación en ciencias
sociales en general, y en el área de la investigación educativa en particular, y
que ha enfrentado paradigmas (Popkewitz, 1988), estructuras de racionalidad
(Giroux, 1981), perspectivas o enfoques (Carr, 1983, Carr y Kemmis, 1988) de
características diferentes. Seleccionamos el concepto de «tradición de investi-
gación», que Laudan (1977) define como un «grupo de asunciones generales
sobre las entidades y procesos en un dominio de estudio, y sobre los métodos
apropiados que usar para investigar los problemas y construir las teorías en
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 14 Métodos de investigación
ese dominio», porque parece más afortunado que otras nociones que se han
desarrollado en la filosofía del conocimiento. En este sentido, las ideas defen-
didas por Kuhn (1975) respecto a la significación del término paradigma, la
suplantación de un paradigma por otro que supere sus deficiencias y, sobre
todo, su concepción de la enseñanza como ciencia preparadigmática han su-
frido numerosas críticas (Shulman, 1989) que convierten en polémico el tér-
mino «paradigma».
1)�Positivismo:
2)�Pospositivismo:
a) La realidad está regida por leyes naturales que únicamente podemos explicar
de un modo incompleto.
3)�Naturalismo:
4)�Teoría�crítica:
Quizá, más que elegir-decidir qué paradigma es el verdadero, sería más defen-
dible un diálogo entre paradigmas (Guba, 1990). Además, Lincoln (1990) ma-
tiza que desde una concepción restrictiva de paradigma como cosmovisión del
mundo no es posible una mezcla ecléctica entre paradigmas, ya que su consi-
deración del conocimiento, los procedimientos, etc., son diversos, opuestos,
distintivos y antitéticos y, por lo tanto, habrá que situarse en uno u otro. Fi-
restone (1990), en cambio, defiende que, metodológicamente, es posible su
utilización de forma combinada.
A veces, puede suceder que, por la complejidad del asunto o por sus ramifica-
ciones y conexiones con otros temas, resulte difícil comunicar el estudio que
se pretende desarrollar: es como si mentalmente se supiera lo que se quiere
hacer, pero no se encontraran los términos adecuados para expresarlo. En este
caso, es prioritario hacer un esfuerzo por traducir el pensamiento al lenguaje,
tanto oral como escrito, y utilizar los recursos necesarios tanto de texto como
de imagen que permitan exponer el tema con franqueza y sencillez.
ción ha de resultar viable, pertinente y adecuado para estudiarlo según los pa-
rámetros de la metodología empírica. En este sentido, incluso se ha llegado a
afirmar que un problema bien planteado está ya parcialmente resuelto, en el
sentido de que la propia exigencia de estructuración del problema planteado
está apuntando las vías a través de las cuales se va a proceder a su abordaje
para enfocar las posibles soluciones que se podrían encontrar.
Otro de los elementos que tener en cuenta es el carácter temporal de los pro-
blemas científicos: los contextos social, cultural, político y científico pueden
determinar la pertinencia de investigar sobre un tema en un momento dado y,
por el contrario, provocar que el mismo asunto se haya quedado obsoleto. De
ahí que también conviene tener en cuenta la adecuación temporal del proble-
ma de estudio en función de las líneas de trabajo que se están desarrollando
en la comunidad científica y de las nuevas perspectivas que interesa explorar.
En cualquier caso, y sea cual sea el origen del problema de investigación, con-
viene situarlo a la luz de los desarrollos que ha experimentado la investigación
sobre la enseñanza. Para ello se deben explicitar los ejes teóricos y metodoló-
gicos en los que va a realizarse el trabajo, así como algunas de las cuestiones y
problemas que preocupan a la comunidad científica en la que nos movemos,
y que hemos asumido al plantear el estudio.
Así pues, se tratará de justificar que con nuestro trabajo buscamos respuestas
a algunos de los aspectos que no habían sido atendidos en los estudios pre-
vios, así como ofrecer otras perspectivas sobre cuestiones que ya fueron objeto
de estudio, pero cuyas conclusiones no resultaron plenamente satisfactorias.
Aunque las principales lagunas e insatisfacciones ya se ponen de manifiesto
en la parte del trabajo dedicada a la revisión de la literatura en un determina-
do campo, puede resultar oportuno presentarlas de nuevo de forma esquemá-
tica, de manera que pueda entenderse como una pequeña aproximación a lo
que serían algunos de los puntos que reclaman nuestra atención o que están
generando mayores esfuerzos de investigación en la actualidad en el ámbito
de referencia.
Para ofrecer una reflexión lo más sistemática posible se podría adoptar un es-
quema en el que destacaríamos básicamente tres puntos que nos servirán de
guía en nuestros planteamientos. Así pues,
c) desde las líneas metodológicas que deberían orientar los estudios en el cam-
po.
los efectos que se pueden producir, contando con las reflexiones de los impli-
cados y los contextos particulares en los que tiene lugar. La validez y fiabilidad
de la información recogida será una condición imprescindible para propiciar
la interpretación y configurar una visión contrastada del tema de estudio.
En cualquier caso, los objetivos deben ser coherentes con la esencia del pro-
blema de investigación y respetuosos con la viabilidad del estudio. Incluso se
suele recomendar la necesidad de visualizar los objetivos a la luz de los resulta-
dos previsibles de la investigación. Para ello, a la hora de plantear los objetivos,
conviene prever el proceso de investigación que se va a seguir, los instrumen-
tos que se emplearán y las condiciones en las que se desarrollará el estudio.
c) los nexos y/o conexiones que se presuponen entre las variables iden-
tificadas.
• Las hipótesis tendrán que referirse a situaciones reales y estar bien defi-
nidas en un contexto específico, ya que solo así podrán ser verificadas a
través del estudio.
• Las relaciones que se plantean entre las variables deben ser observables
y medibles a través de determinadas técnicas que puedan incluirse en la
metodología de estudio y que sean accesibles al investigador.
Una vez tomadas las decisiones previas acerca de la formulación del problema
de investigación y definidos los objetivos del estudio, así como la concreción
de las preguntas a las que se busca dar respuesta y/o las hipótesis de las que se
parte, hay que abordar la elección de la metodología que seguir. A través de la
metodología diseñamos el proceso de investigación que se va a realizar para
cubrir los objetivos del estudio y, concretamente, acceder a la información
necesaria que permita responder a las preguntas formuladas y/o las hipótesis
establecidas. En el diseño metodológico se presentan los procedimientos de
trabajo y se concretan el cuándo y el cómo se desarrollará la investigación.
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 24 Métodos de investigación
Son varias las clasificaciones que se han elaborado (en función de diversos cri-
terios) para discernir los métodos disponibles para desarrollar un determinado
estudio. En cualquier caso, conviene advertir que ni los enfoques metodológi-
cos son excluyentes ni la elección que se realice resulta inamovible. Es decir,
se pueden (y en ocasiones, se debe) utilizar diversos métodos para el desarrollo
de un determinado estudio. Y, además, cualquiera que sea el método elegido
en el momento del diseño de la investigación o en las fases iniciales del estu-
dio se puede modificar una vez que se avanza en el proceso de recogida de la
información o se detecta la necesidad de ajustes en el planteamiento metodo-
lógico previo.
Una clasificación que tiene en cuenta el carácter del estudio que se pretende
realizar, las finalidades que se buscan, el tipo de datos que se necesitan y la
forma más apropiada de recogerlos es la que proponen Fernández, Hernández
y Baptista (1991). Estos autores identifican cuatro tipologías de investigación:
exploratorias, descriptivas, correlacionales y explicativas. Veámoslas con más
detalle:
Conviene advertir que ningún método es mejor que otro, ya que a priori todos
ellos son válidos, pertinentes y recomendables. Como ya se ha comentado an-
teriormente, la decisión sobre el tipo de metodología que se va a utilizar ten-
dría que depender de criterios científicos. Concretamente, podrían utilizarse
los siguientes:
(2)
Albert, 2007; Arnal, Rincón y Latorre, 1992; Ary, Jacobs y Razavieh, 1982; Basit, 2010;
Best, 1982; Bisquerra, 1989, 2004; Blaikie, 2003; Buendía, González y Pozo, 2004; Cohen
y Manion, 1990; Cohen; Manion y Morrison, 2011; David y Sutton, 2011; Durand y
Chantler, 2014; Etxeberria, 2005; Fox, 1981; Gil, 2010; Greener, 2011; Gorard, 2013; Hea-
ley, 2014; Kerlinger, 1981; McMillan y Schumacher, 2005; Sproull, 2002; Tejedor, 2006;
Van Dalen y Meyer, 1983.
Hay que garantizar el control del experimento: es decir, saber en todo mo-
mento qué está ocurriendo y poder justificar la causa-efecto entre las variables
establecidas. Es necesario justificar que la variación que se percibe y se mide
en la variable dependiente se debe a la manipulación de la variable indepen-
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 32 Métodos de investigación
Las exigencias tan estrictas y los formatos especialmente controlados en los que aconte-
cen los experimentos puros hacen muy difícil (los más críticos dirían que imposible) su
utilización en la investigación educativa. Son varias las explicaciones y justificaciones
que podrían argumentarse. En primer lugar, hay que tener en cuenta que las personas
no pueden ser sometidas a determinadas condiciones de manipulación de variables, no
solo por cuestiones de índole ética, sino también porque en general su comportamiento
dejaría de ser natural al verse sometido al proceso en sí mismo. Pero, además, el desarro-
llo de investigaciones educativas en ambientes de laboratorio en el que se manipulan
variables serán difícilmente extrapolables a los contextos naturales de por sí inciertos,
cambiantes y dinámicos.
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 33 Métodos de investigación
Se trata de estudios con un solo sujeto o con muy pocos participantes para
identificar relaciones causa-efecto tras la manipulación de variables indepen-
dientes. No se produce asignación aleatoria. Los diseños de caso único se utili-
zan para elaborar deducciones causales rigurosas a partir del comportamiento
de un sujeto o de unos pocos sujetos. Las puntuaciones se presentan y se ana-
lizan para cada sujeto particular frente a los diseños de grupo que se elaboran
de forma global.
Para realizar una medición fiable es necesario realizar una recogida de datos
persistente, sistemática, continuada y estandarizada. Las medidas se realizarán
de forma repetida, de manera que puedan controlarse las variaciones e iden-
tificar los posibles sesgos a la hora de identificar los patrones de conducta que
se quieren medir. Hay que realizar una descripción detallada del contexto y de
las condiciones en las que se realiza el estudio.
Además, las respuestas están mediatizadas por lo que el sujeto entiende o cree
entender que se le pregunta, por la imagen que quiere dar con sus respuestas e
incluso por la percepción que tenga del cuestionario y sus posibles objetivos.
• estudios de tendencia,
• estudios de seguimiento o de evolución de grupos y
• estudios de panel.
nel es necesario contar con una población estática, aunque siempre existe la
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 38 Métodos de investigación
Los términos «ex post facto» significan «lo que se hizo antes», de ahí que en
este tipo de investigación se analizan las posibles relaciones de causa entre lo
que ha sucedido antes y sus efectos en la situación actual. Aunque se indague
sobre las causas no se realizan diseños experimentales, sino que se buscan los
posibles antecedentes de los sucesos actuales. En ningún caso, dichos antece-
dentes podrán ser manipulados por el investigador, puesto que ya han tenido
lugar en un tiempo anterior. Así pues, la finalidad de la investigación consiste
en examinar como una variable independiente identificada genera cambios en
la variable dependiente. Estos estudios también se denominan comparativos
causales y tratan de desvelar si una o más condiciones previas han provocado
posteriores diferencias entre los sujetos.
(3)
Agar, 1986; Bogdan y Biklen, 1982; Bryman, 2008; Cook y Reichardt, 1986; Corbin y
Strauss, 2014; Creswell, 2013; Denzin y Lincoln, 2012; Erickson, 1989; Evertson y Green,
1989; Flick, 2004, 2015; Freebody, 2003; Gibbs, 2012; Goetz y LeCompte, 1988; González
Sanmamed, 1994; Hammersley y Atkinson, 1994; LeCompte, Millroy y Preissele, 1992;
Maxwell, 1996; Merriam, 1998, 2002, 2014; Miles y Huberman, 1984, 1994; Morse, 1994;
Patton, 1980, 1987; Rodríguez, Gil y García, 1996; Ruiz Olabuénaga, 1999; Sandín, 2003;
Schostak, 2006; Simons, 2009; Stake, 1998; Strauss y Corbin, 1990; Taylor y Bogdan,
1986; Tesch, 1990; Tójar, 2006; Van Manen, 1983, 2003; Velasco y Díaz de Rada, 1999;
Walker, 1985; Woods, 1987.
Una cuestión que tener en cuenta es la variedad de términos que utilizan los
diversos autores para referirse a la metodología cualitativa. En este sentido, de-
nominaciones como etnográfico, cualitativo, observacional participativo, es-
tudio de casos, interaccionista simbólico, fenomenológico, naturalista, cons-
tructivista e interpretativo se emplean de manera sinónima, arbitraria e indis-
criminada, sin tener en cuenta los matices y las diferencias que puedan pre-
sentar (y, sobre todo, los orígenes y tradiciones de las que derivan), aunque
ciertamente cada uno de ellos guarda fuertes semejanzas con los demás (Erick-
son, 1989; Tesch, 1990).
Suele implementarse una lógica de tipo inductivo que permite atender a las
dimensiones que pueden ir surgiendo y que ni han sido predeterminadas ni
muchas veces esperadas en la fase de diseño del estudio. Se prioriza el captar el
sentido del fenómeno sin el corsé de escalas o indicadores prefijados, y sin la
definición de expectativas previas. A este respecto, resulta necesario combinar
varios métodos para la recogida de datos que permitan contrastar los sentidos
y significados de los participantes.
• Busca entender los fenómenos sociales desde la propia perspectiva del ac-
tor. En esta línea, Merriam (1998) añade que el investigador cualitativo
está interesado en entender el significado que los actores construyen, es
decir, cómo dan sentido a su mundo y a las experiencias que tienen en
él. En nuestro caso, comprender cómo se manifiesta la dimensión social,
qué implicaciones presenta, cómo se configura, etc., no se puede abordar
profundamente si no es a través de la percepción de las personas que la
experimentan.
• Adopta una mirada holística que tiene en cuenta no solo los actores socia-
les implicados, sino todos aquellos elementos que configuran la situación
analizada: el medio virtual, la cultura de colaboración, la influencia del
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 41 Métodos de investigación
• Opta por una mirada que suspenda o aparte las creencias, perspectivas y
disposiciones propias. En este aspecto, ha sido clave adoptar una actitud
de «extrañamiento» (Velasco y Díaz de Rada, 1999) en el transcurso de la
investigación.
• Las características del lenguaje, que reúne a las investigaciones que consi-
deran el lenguaje como comunicación o como cultura (incluiría el análisis
de contenido, el análisis del discurso, la etnografía de la comunicación,
la etnociencia, el interaccionismo simbólico y la etnometodología y la et-
nografía estructural).
4.1.1. La observación
observar, sino que es importante que llegue sin preconcepciones. Solo así será
flexible y abierto para recoger los intereses, motivaciones, conductas, creen-
cias, fenómenos que puedan suceder, tal y como se producen en esa realidad
que se ha propuesto estudiar y conocer. No va al campo a verificar lo que ya
ha definido con anterioridad por cualquier otro mecanismo, sino que lo que
le interesa es descubrir lo que está funcionando, cómo y por qué funciona así,
los significados que le asignan los participantes, etc. Será más tarde cuando el
propio proceso de investigación le sugiera las posibles categorías y pueda llegar
a articular un esquema de recogida de datos posteriores. Serán los objetivos de
la investigación, y más concretamente el propósito de la observación lo que
nos orientará en las decisiones relativas a qué, cómo, cuándo y dónde obser-
var, así como a la forma de registrar y analizar los datos; y su posición en el
entramado del proceso investigador. A través de la observación, el investigador
puede obtener una perspectiva más holística de la realidad y proceder desde
un enfoque inductivo y orientado al descubrimiento. Tiene la oportunidad
de ver aquellos aspectos de la realidad que pueden resultar irrepetibles, y sus
relaciones en el contexto que está analizando. No tiene por qué rechazar los
puntos de vista que sostienen los investigados, sino que, al contrario, pueden
aportar visiones enriquecedoras y en todo caso complementarias.
Por otra parte, hay que considerar que el observador puede afectar al propio
proceso de la observación. En este sentido, conviene señalar que el observa-
dor constituye una parte del contexto de observación, y su actuación también
puede influir sobre los sujetos observados. Además, el observador no solo re-
gistra los datos, sino que los interpreta, hace inferencias, e indudablemente
no puede ser absolutamente neutral. Evertson y Green (1989) han afirmado
que el observador es el primer instrumento de observación. Y no solo porque
como persona posee una formación, creencias, prejuicios, etc., a través de los
que filtra la información que recoge, sino que esto también se traduce en las
herramientas o instrumentos de observación que selecciona, en los marcos de
referencia que utiliza, e incluso en la propia decisión de observar. Como señala
Woods (1987, pág. 56):
Patton (1980) advierte que estas seis dimensiones no deben considerarse se-
paradamente, ya que es posible establecer relaciones entre ellas. Además, la
idoneidad de uno u otro tipo de observación va a depender de los propósitos
que se buscan, las características del contexto, los participantes, etc.
4.1.2. La entrevista
Cohen y Manion (1990) advierten sobre una serie de componentes que con-
viene tener en cuenta para garantizar la realización de una buena entrevista:
• Estructurada cerrada, cuando tanto las preguntas como las respuestas son
fijas y están predeterminadas.
La elección del tipo de entrevista que se utilice debe basarse en los propósitos
de la investigación, las circunstancias del escenario o de las personas, y las
limitaciones prácticas a las que se enfrenta el investigador.
Autores como Bogdan y Biklen (1982), Simons (2011), Taylor y Bogdan (1986)
y Woods (1987), al referirse a los materiales escritos que se utilizan en la in-
vestigación cualitativa, coinciden en diferenciar los documentos personales y
los documentos oficiales.
Entre los documentos� personales, Woods (1987) cita los diarios, ejercicios
de escritura creativa, el cuaderno «borrador» de los alumnos, grafitis, cartas
y notas personales. En general, podemos decir que se trata de relatos escritos
en primera persona en los que un individuo cuenta su vida o parte de ella, y/
o desarrolla reflexiones sobre un acontecimiento o tema específico (Taylor y
Bogdan, 1986).
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 49 Métodos de investigación
4) El análisis siempre comienza con una visión de la totalidad de los datos para
obtener un panorama de conjunto, aunque después se procede a trocear y seg-
mentar la información en unidades relevantes y significativas que faciliten su
procesamiento y su análisis. Dado que la mente humana no es capaz de pro-
cesar informaciones muy amplias de diversos datos, el análisis se concentra en
unidades más pequeñas y homogéneas, pero sin perder la perspectiva global.
10) El resultado del análisis es un tipo de síntesis de alto nivel que puede dar
lugar a un cuadro completo de la situación, a una descripción de los patrones
o temas de interés, a la identificación de la estructura fundamental, y/o a una
nueva teoría.
«No hay reglas claramente marcadas sobre cómo proceder. La tarea es hacer lo más que
uno pueda para darle sentido (descifrar las cosas). Un análisis cualitativo vuelve sobre los
datos una y otra vez para ver si los constructos, categorías, explicaciones e interpretacio-
nes tienen sentido, si realmente reflejan la naturaleza de los fenómenos».
«El análisis de los datos es una empresa interactiva, continua. Las cuestiones de reduc-
ción, de exposición de los datos y de extracción/verificación de las conclusiones se sitúan
como episodios de análisis que se siguen unos a otros».
Este proceso sistemático de análisis puede seguir una secuencia inductiva o Enlaces de interés
deductiva. En el procedimiento inductivo, el investigador no posee ningún
Se han elaborado diversos
código a priori, sino que todos ellos emergen de los datos recogidos. Por el programas informáticos que
contrario, en la estrategia deductiva se parte de un sistema teórico y se intenta ayudan al investigador en
la tarea de codificación y
comprobar si los datos cumplen esos presupuestos teóricos. Goetz y LeCompte categorización de los datos
cualitativos. Por ejemplo:
(1988) señalan que el análisis de los datos etnográficos se asemeja a la separa-
http://atlasti.com/es/, Aquad,
ción de partículas que se practica en física subatómica. Nud.ist
4.3. Triangulación
El debate sobre los criterios de rigor metodológico que tendrán que aplicarse
para valorar la pertinencia y adecuación de la metodología cualitativa siguen
siendo objeto de debate por parte de los expertos. Tres son las posturas que
se pueden contemplar acerca de esta controversia, según las reflexiones que
realiza Flick (2004). Hay quienes defienden que deben utilizarse los criterios
clásicos de validez y fiabilidad adaptándose a los condicionantes de la inves-
tigación cualitativa. Una segunda postura plantea la necesidad de propiciar
criterios específicos adecuados a la especificidad de la metodología cualitati-
va. Por último, también habría que recoger la versión crítica de aquellos que,
apelando a las crisis de legitimidad y representación de la investigación, cues-
tionan la pertinencia de utilizar criterios de rigurosidad y fundamentación.
Cuantitativa Cualitativa
Preocupación por los hechos o causas de los Interés por comprender la conducta humana
fenómenos sociales. Escasa atención a lo sub- desde el propio marco de referencia del que
jetivo. actúa.
Objetivo. Subjetivo.
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 55 Métodos de investigación
Cuantitativa Cualitativa
Al margen de los datos: perspectiva externa. Próximo a los datos: perspectiva interna.
Particularista. Holista.
• Los que reconocen las diferencias, pero no se decantan por una como más
apropiado (¿científica?) que otra y, por tanto, no descartan la posibilidad
de su utilización según resulte más conveniente.
Los enfoques cualitativos abogan por conseguir una mayor relación teoría-pra-
xis que los enfoques cuantitativos no han conseguido debido fundamental-
mente a los problemas para reducir la distancia entre la generalización y la
comprensión de situaciones concretas.
«Hay una dificultad que se ha extendido por la vida intelectual y cultural. Afecta a la
mayor parte de las disciplinas y a casi todas las facetas de nuestra vida. Viene dada por la
oposición entre objetivismo y relativismo; pero hay una amplia gama de otras contradic-
ciones que revelan la misma ansiedad subyacente: racionalidad frente a irracionalidad,
objetividad frente a subjetividad, realismo frente a antirrealismo. El pensamiento con-
temporáneo ha fluctuado entre estos extremos y otros relacionados con ellos. Incluso las
tentativas que algunos han hecho para romper este marco de pensamiento han sido con
gran frecuencia asimiladas a estas contradicciones estandarizadas».
• Permitirá superar los sesgos que lleva asociado cualquier método, y que
solo a través de técnicas múltiples se podrá soslayar.
«no existe nada, excepto quizá la tradición, que impida al investigador mezclar y aco-
modar los atributos de las dos metodologías para lograr la combinación que resulte más
adecuada al problema de la investigación y al medio con que se cuenta. No existe razón
para que los investigadores se limiten a uno de los paradigmas tradicionales, si bien am-
pliamente arbitrarios, cuando pueden obtener lo mejor de ambos».
«no por medio de la fusión, la reducción o la síntesis de los métodos cualitativos y cuan-
titativos. No mediante irrupciones punitivas en cada uno de los campos metodológicos
para lavar errores y pecados».
Algo similar se puede deducir del artículo de Gage (1989), quien, en un ejer-
cicio de futurología, se situaba en el año 2009 para afirmar:
En definitiva:
CC-BY-NC-ND • PID_00258727 58 Métodos de investigación
Otra de las clasificaciones que se utilizan hace referencia a los diseños mix-
tos paralelos y a los diseños secuenciales. En los diseños�mixtos�paralelos se
utilizan simultáneamente los dos procedimientos, cuantitativo y cualitativo,
para dar respuesta a la pregunta de investigación. Si se ha planteado una sola
pregunta, se procura dar la respuesta a la vez, a partir de los datos recogidos
por cada método. Si se han planteado dos preguntas de investigación, se puede
abordar la respuesta a cada una de ellas a través de una de las metodologías,
pero siempre dentro de la misma fase de la investigación; posteriormente, se
desarrolla el análisis de los datos. En cualquier caso, ambos métodos deben
estar vinculados. Los métodos�mixtos�secuenciales se desarrollan en fases y
se busca la respuesta a la pregunta o preguntas de investigación a través de la
recogida de datos en cada fase mediante una metodología cualitativa o cuan-
titativa. Además, la segunda fase del estudio deriva de la primera. Los estudios
mixtos secuenciales pueden responder a una o a dos preguntas de investiga-
ción.
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