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Más allá de esto, comenzamos a ver una constante: ya en 1957 se logró un segundo
lugar y al año siguiente el tercero. Si complementamos estas cifras con la Tabla 2,
podremos ver de forma más nítida esta continuación de buenos resultados si tomamos
como referencia la era del Ballet Azul.
Como vemos, las diferencias con la década anterior son considerables: se obtuvo la 1ª
posición los años 1959, 62', 64', 65', 67' y 69'; la 2ª en 1961 y 63'; la 3ª en 1960 y 68';
siendo el peor resultado, durante estos 11 años, el 4° lugar de 1966. Si agregamos a lo
anterior el promedio de casi 3 goles por partido del año 1962 o los 0,8 goles recibidos el
64', tenemos ejemplos de la capacidad goleadora de este equipo, pero, además, al que le
hacían muy pocas anotaciones, evidenciando el equilibrio en todas sus líneas.
Estas cifras impresionantes mantenidas durante toda la época del Ballet Azul
lograron mantenerse hasta 1972, ya que ese año y el 71’ el club logró mantenerse en el
2° lugar, algo parecido a lo que habían sido las campañas en años anteriores. Todo esto
cambió drásticamente a partir de 1973: ese año la “U” quedó en el 13° lugar, el mismo
puesto que ocupó posteriormente en el 74’ y 75’, mostrando una fuerte baja en el
rendimiento deportivo:
Posterior a esto, en el año 1976 se logró volver a los puestos de avanzada al conseguir el
tercer lugar, manteniendo cierta estabilidad en el 77’ al quedar en la quinta posición.
Independiente de esto, los últimos años del Club Deportivo de la Universidad de Chile
no fueron buenos en el rendimiento, lo que precipitó, como mencionamos
anteriormente, la necesidad de buscar mecanismos para volver a ser el equipo
competitivo de la década del 60’.
En relación al rendimiento internacional, vemos que ahí se produjeron los
mayores fracasos de la institución, resaltando solamente algunas Copas Libertadores en
la década del 70’ donde se lograron victorias que no impidieron que la “U” quedara
eliminada principalmente en primera ronda, con excepción del año 70’ donde se llegó a
semi-finales de la Copa. En el año 1960 se perdieron los 4 partidos disputados; los años
1963, 65', 66' y 68' se ganó solamente 1 partido por torneo, logrando campañas nefastas
en la década donde sólo resalta la Copa Libertadores de 1966, ya que la Universidad de
Chile, a pesar de obtener un pobre 41, 67% de rendimiento, tuvo ese año su
presentación más relevante fuera de nuestro país. Definitivamente, el mejor resultado
obtenido por el glorioso Ballet Azul se dio en el año 1970, donde logró llegar a las
semi-finales de la Copa Libertadores siendo derrotado por Peñarol: de los 16 partidos
disputados en ese torneo, se ganaron 8 encuentros, se empataron 4 y se perdieron 4;
lográndose un 62,50% de rendimiento.
Las dos participaciones siguientes no fueron tan exitosas: en el año 72’, la
Universidad de Chile no superó la primera fase del torneo quedando en el 2° lugar del
Grupo 4: en su primer partido, la “U” perdió como visita por 3-2 con Unión San Felipe,
para después caer como local frente Alianza de Lima por el mismo marcador; el primer
triunfo en esta copa se logró con Universitario de Lima, después de vencerlo por 1-0 en
calidad de local. En la segunda ronda, el club logró 2 victorias y 1 derrota: venció a
Unión San Felipe como local por 2-1, a Alianza de Lima como visita por 3-4 y
finalmente perdió en Perú por 1-0 con Universitario. En la copa del 77’ se logró el
mismo puesto en el grupo, sin lograr clasificar a segunda fase: en la primera ronda, la
Universidad de Chile perdió 2-0 con Everton en Viña del Mar y derrotó por 1-0 como
local a Libertad y Olimpia. La segunda ronda no fue tan buena, ya que la “U” derrotó a
Everton en el Estadio Nacional por 1-0 y cayó en Paraguay por 3-0 con Libertad y 1-0
con Olimpia, quedando eliminada.
A pesar de los magros resultados a nivel internacional, lo más relevante del
equipo fueron sus repercusiones a nivel nacional. ¿A qué nos referimos? Posterior al
Ballet Azul, la estructura de nuestro fútbol criollo cambió completamente después de 11
años. En primer lugar, la Universidad de Chile pasó a ser el segundo equipo más grande
de nuestro país al contar en sus vitrinas con siete coronas, superando a Magallanes,
Audax Italiano y Universidad Católica que la seguían con cuatro torneos cada uno y
sólo superado por Colo-Colo con nueve títulos. En segundo lugar, la “U” se convirtió en
el primer equipo que le quitó la hegemonía del torneo a los albos y no sólo eso, porque
también lo apabulló en los partidos entre ambos clubes: de los 24 choques disputados en
la década del 60’, los azules consiguieron 14 triunfos, 6 empates y sólo 4 derrotas frente
al equipo albo. Así comenzó a configurarse un nuevo súper-clásico en nuestro fútbol, ya
que la Universidad de Chile era el único equipo que podía competir contra Colo-Colo en
la cancha, en títulos y, desde ese momento, también en las graderías.
Las buenas campañas realizadas por el club a partir de los años 50’ provocó un
aumento en la cantidad de sus seguidores, que sobrepasaron con creces el apoyo natural
de los estudiantes de educación superior con que contaba la “U” hasta ese momento.
Gracias a las buenas participaciones del equipo universitario en los distintos
campeonatos nacionales durante la época del Ballet Azul, se logró una amplia base de
apoyo que se mantuvo a pesar de los malos resultados que vinieron en los años 70’ y
posterior a esto. Una ejemplificación la encontramos en el año 1973, cuando, a pesar de
obtener el 13° lugar en el campeonato de Primera División, la Universidad de Chile fue
el segundo equipo que llevó más público al estadio. No sólo eso, sino que ya en 1976
había logrado superar a Colo-Colo en popularidad en la cancha al llevar 742.000
espectadores contra los 728.000 de la institución alba. Estos elementos, sumados a los
deportivos, convirtieron a la “U” en el segundo equipo más importante del país, sitial
que no perdió nunca a pesar de estar 25 años sin ser campeón.
Más allá del rendimiento deportivo y de la fidelidad de los hinchas con su club,
también hay que tomar en cuenta otras variables para entender este apoyo por parte de
los hinchas. Uno de los principales motivos del aumento y mantenimiento de la
popularidad azul habría sido que no existía otra institución que fuese capaz de movilizar
la cantidad de adherentes que tenía la “U”: equipos como Magallanes estaban
estancados desde hacía tiempo, mientras que otros como Universidad Católica o la
Unión Española tenían un marcado carácter elitista. Sumado a ellos, este último cuadro
y Audax Italiano tienen la limitación de ser un equipo de colonia, problema similar al
que tenía Cobreloa al ser de provincia. Tomando en cuenta estas variables, desde finales
de la década del 70’ las dirigencias del club apuntaron a ampliar la base social de sus
hinchas para integrar y “pelear uno por uno” los sectores populares de nuestro país, que
tradicionalmente habían pertenecido a Colo-Colo. Así, el duelo entre ambos equipos
pasó a convertirse en el más seguido en nuestro fútbol, naciendo el “súper-clásico” a
partir de los años 70’.