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La zona de confort

La zona de confort es un estado mental donde nos encontramos


cómodos con nuestra vida actual, con nuestras aspiraciones cubiertas
y sin presiones.

Cada persona es diferente a las demás, es por ello que en cualquier nivel
socioeconómico puede haber gente en zona de confort. Puede haber pobres,
clase media y ricos, cada quien con su particular "zona de confort". La
diferencia entre cada gente y su zona cómoda son las aspiraciones y valores
de cada uno.

¿Es posible que existan pobres en zona de confort? Definitivamente sí. Una
reflexión que toca el tema se llama "la vaquita". En esa reflexión se habla de un
hombre jefe de familia, que a pesar de vivir en la pobreza y al día, estaba en su
zona de confort. Años después, ese hombre alcanza el éxito y cuando se le
cuestiona ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?, el señor
entusiasmado respondió: nosotros teníamos una vaquita que cayó por el
precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras
cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así
alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.

Incluso los países pueden estar en zona de confort. Sin profundizar en el tema,
México es un país que a lo largo de su historia ha permanecido en su zona de
confort. Su vaquita actual es el petróleo.

También existe gente que a base de trabajo y esfuerzo ha logrado llegar a una
zona de confort. Eso es excelente, ya que significa que han cumplido sus
aspiraciones. Lo malo es que cuando lleguen a esa zona, se queden ahí.

Sin importar el nivel socioeconómico, permanecer en zona de confort no es de


ninguna manera positivo, ya que dejar de crecer es igual que comenzar a
perecer.

Permanecer en nuestra zona de confort es señal de conformismo, ignorancia,


miedo, falta de confianza, falta de nuevas aspiraciones y falta de ambiciones.
Una vez que llegamos a nuestra zona de comodidad, podemos tomar un leve
descanso, pero hay que considerar que estamos en un escalón, y que existen
otros escalones que subir.

Para concluir hace falta únicamente una aclaración: para crecer hay que tener
aspiraciones y ambiciones sin importar su tipo: se puede aspirar a tener dinero,
a viajar, aspiraciones artísticas, de pertenencia a grupos sociales, aspiraciones
religiosas, amorosas, etc. Lo importante es recordar que nada en este universo
es estático, y si uno no mejora, entonces va en sentido contrario. No renuncies
a tu iniciativa y gobierna tu vida.
estado mental donde la persona utiliza conductas de evitación del miedo y la ansiedad en
su vida diaria, utilizando un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante
sin asumir ningún riesgo, es decir, con el “piloto automático

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