EV etree Sa urEl «Tratado politico»,
o la fundacion
de la democracia
moderna
El Fiauado politico! de Spinoza es la obra que funda reéricamente el pensn-
miento politico democratico moderno en Buropa. Esta afirmacién es rigurosu: es
decir, excluye, en primer lugar, que la idea de democracia de los modernos, basa-
da en el concepto de multitudo, pueda teconducirse genéricamente a la idea de de-
mocracia propia del pensamiento de la antigdedad y greco-latino en particular. En
efecto, la idea de democracia, y tanto mas el concepto de muluiuudo, asumen en
Spinoza, como base especifica e inmediata, la universalidad humana. Algo que no
encontramos en el pensamiento democratico de los antiguos, donde la libertad es
sdlo atributo de los ciudadanos de la polis. Adenras, el pensamiento de Spinoza se
di
participa: en efecto, en otras corrientes del pensamiento modemo, la idea de de-
ingue del de los demés pensadores democraticos de la época histérica en la que
mocracia no llega a concebirse en In inmediatez de la expresisn politica, sino que
queda definida en forma de tra pstracto de la soberania y de la alienacin,
del derecho natural. Por el contrario, el cardcter revolucionario de la propuesta
politica de Spinoza consiste en ka conjugacién entre el concepto de democracia y
un iusnaturalismo radical y constructivo. El TP es una obra instalada en las con-
diciones de Ix modemnidad. El tejido problemtico es el de una sociedad de masas
en la que los individuos son iguales desde el punto de vista del derecho y desigua-
les desde el punto de vista del poder: En ese tejido problematico pueden darse pro-
puestas distintas y alternativas. Spinoza describe esas alternatives, prestando aten-
cidn a la conservacién, a lo largo de su disertacién, de las condiciones de una
solucién en sentido democratico. La teorfa atraviesa con realismo la experiencia,
yel proyecto democratico que conchiye sus esfuerzos no es ut6pico, sino comple-
En Lo sucesive citado como TP.
37tamente homogéneo y adecuado a las aporfas y las alternativas que presenta la his-
toricidad de las formns del Estado. No se suelen atribuir a Spinoza los origenes del
pensamiento democritico moderno. En efecto, tanto la sofisticada recuperacién
de la tradicién antigua en el humanismo europeo, como las posiciones tedricas que
acompafaron las batallas de la burguesia ciudadana contra la concepeién medic-
val del poder, tanto la tradicién conciliar como algunas corrientes progresistas de
la Reforma produjeron elementos de In teoria democriitica. Sin embargo, el pen-
samiento de Spinoza esté mis all de esa transicién y de sus fatigosas modalidades
elabora, no los elementos, sino el conjunto del pensamiento democritico y lo hace
en el estadio, si bien inicial, de la sociedad capitalista de masas. El TP es, por lo
tanto, obra del porveni, un manifiesto del pensamiento democritico para ese fue
turo que, contra el pensamiento spinoziano, el siglo XVU no era capaz de concebir
sino en las formas y las reformas del despotismo; y que Spinoza, en cambio, figura
anémala de pensador metafisico y politico, fuerza en los téminos de una pro-
puesta politica de democracia. En cualquier caso, resulta paradéjico el modo en
que este TP entra en la historia del pensamiento politico democrittico. Ante todo,
su importancia queda, por asi decirlo, oculta por las dolorasas y -en lo que re
pecta al uso que de ésta hicieron los editores~ miseras vicisitudes de la publica-
ciGn, De hecho, el TP fue compuesto por Spinoza entre el 1675 yel 1677, ato en
el que muere Spinoz
redactadas) el Tratado. Inacabado en el sentido que el rexto, publicado en el mis-
mo 1677 pot los editores de las Opera Posthuma, se detiene en el capitulo XT, es
, dejando inacabado (e incompleto en las mismas partes ya
decis, al comienzo de la disereacin sobre el gobierno de la democracia, En los ca-
pitulos anteriores se distinguen dos partes. La primera va del capitulo Tal Vy
afconta los temas generales de la filosoffa de la politica: esta parte puede conside-
rarse completa inclusive desde el punto de vista de la redacei6n; una segunda par-
te se extiende del capitulo V1 al capitulo XI, y allf se interrumpe precisamente
cuando el discurso afronta el tema de la demoe:
anteriores se detenian largo y tendido en las otra
a, mientras que los capftulos
dos formas de gobierno: la mo-
narqufa y la aristocracia. Ast, pues, la interrupcién provocada por la muerte
viene cuando el anilisis llega, con el estudio de la democracia, al corazin del pro-
te
yecto. {Por qué afirmar entonces, como hemos hecho, que el TP es un texto
fundamental para la conseruccitin de la democracia de los modemos, toda vez que,
justamente, el texto queda dotorosamente intertumpido pre
isamente en ese ca
afiade otro. Los editores
piculo? Al momento, a este primer aspecto paraddjico
de las Opera Posthuma, publicando el TR asaden a modo de pre
Spinoza «a un amigo» (Ep. LXXXLV) en la que el autor, a punto de aftor
‘io una carta de
at su trae
bajo, expone el plan de la obra, Después de las partes generales y de aquellos s0-
bre el gobierno monArquico y aristocratico, Spinoza confis
na la intencién de de-
sarrollar el estudio del «populare Imperium». Los editores sefialan que, una vi
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